mmartinez.pdf

Anuncio
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y
POLÍTICAS
ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
Maestría en Ciencia Política
y Administración Pública
Campus Bárbula
CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN
LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA ACTUAL
Autora:
Martínez, Karine
VALENCIA, DICIEMBRE DEL 2013
i REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y
POLÍTICAS
ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
Maestría en Ciencia Política
y Administración Pública
Campus Bárbula
CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN
LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA ACTUAL
Autora:
Martínez, Karine
Trabajo de Grado presentado para optar al Título de
Magister en Ciencias Políticas y Administración Pública
VALENCIA, DICIEMBRE DEL 2013
i REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y
POLÍTICAS
ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
Maestría en Ciencia Política
y Administración Pública
Campus Bárbula
VEREDICTO
Nosotros, miembros del jurado designados para la evaluación del trabajo de
grado titulado: CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD
PÚBLICA EN LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA ACTUAL,
presentado por KARINE MARTINEZ ÁLVAREZ para optar al título:
MAGISTER EN CIENCIAS POLÍTICAS Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
estimamos que el mismo reúne los requisitos para ser considerado como:
_______________________________.
En Bárbula a los _____ días del mes de febrero del 2015.
Nombre y apellido
Cedula de identidad
Firma
Argenis Urdaneta
Manuel Feo La Cruz
María Isabel Puerta
ii REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
Maestría en Ciencia Política
y Administración Pública
Campus Bárbula
AVAL DEL TUTOR
Dando cumplimiento a lo establecido en el Reglamento de Estudios de
Postgrado de la Universidad de Carabobo en su artículo 133, quien suscribe
Dr. JOSÉ LEÓN UZCÁTEGUI, titular de la cédula de identidad Nº V3.386.848, en mi carácter de Tutor del Trabajo de Maestría titulado:
CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN
LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA ACTUAL, presentado por la
Econ. KARINE MARTINEZ ALVAREZ, titular de la cédula de identidad Nº V25.754.094, para optar al Título de MAESTRÍA EN CIENCIAS POLÍTICAS Y
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, hago constar que dicho trabajo reúne los
requisitos y méritos suficientes para ser sometido a la presentación pública y
evaluación por parte del jurado examinador que se le designe.
En Valencia a los cuatro días del mes de enero del 2013.
________________________
José León Uzcátegui
C.I. V- 3.386.848
iii REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
Maestría en Ciencia Política
y Administración Pública
Campus Bárbula
INFORME DE ACTIVIDADES
FECHA
10-11-13
10-02-13
ACTIVIDAD
Revisión de correcciones capítulo I y
revisión de los capítulos II y III
30-03-13
Revisión del proyecto de tesis
30-06-13
Presentación de correcciones proyecto de
tesis
Revisión de la selección de información
para el desarrollo del capítulo IV.
Revisión
sobre
la
clasificación
y
organización
de
la
información
30-09-13
Revisión del capítulo IV
15-10-13
Reunión para discutir la orientación del
análisis de resultados
30-10-13
Revisión del capítulo V.
30-05-13
15-11-13
28-11-13
04-12-13
05-12-13
FIRMA DE LA
ALUMNA
Revisión de primer bosquejo sobre el
planteamiento del problema y objetivos de
la investigación.
Revisión del capítulo I. Discusión sobre los
referentes teóricos y metodología a
emplear.
01-03-13
15-04-13
FIRMA DEL
TUTOR
Presentación de correcciones sobre el
capitulo V
Revisión
y
discusión
sobre
las
conclusiones y recomendaciones
Presentación y revisión de la versión final
del trabajo de grado
Entrega de versión final corregida
iv DEDICATORIA
A mis amados padres Mario y Lilian por todo su amor, apoyo, sus
sabios consejos siempre presentes en los momentos claves de mi Vida y por
incentivarme a superar los obstáculos siempre presentes.
A mis hermanos por su alegría que siempre me estimula a caminar
mirando hacia adelante, por su apoyo moral en mis momentos de cansancio,
y porque ellos representan la Esperanza del mañana.
A mis amados sobrinos Mariana y Marcelo porque son fuente de
inspiración, motivación y alegría en mi Vida, y porque me animan a seguir
aportando un granito de arena para que ellos puedan vivir en un mundo
mejor.
A mi abuela María Luisa que aún en su ausencia física siempre está
presente con sus sabias y amorosas enseñanzas.
A todos los habitantes de este hermoso hogar nuestro planeta tierra
que sueñan con un mundo más humano, justo, solidario y amoroso, porque
su caminar constituye un aporte significativo en la unión de los pueblos y un
legado en el proceso de desaprender y reaprender para la construcción de
una nueva forma de Vida que llene al Ser Humano de plenitud.
v AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer primeramente a Dios por ser la fuerza que me
impulsa a caminar cada día en dirección a mis sueños y a emprender cada
nuevo reto con fe, esperanza y Amor.
A mi familia que me acompaña en cada paso y decisión que asumo,
por su motivación constante, por su amor y admiración, porque a través de él
me impulsan a seguir creciendo personal y profesionalmente.
Un agradecimiento muy especial a mi tutor por sus orientaciones
siempre acertadas, por sus cuestionamientos porque estos me han llevado a
la reflexión permanente en mi proceso de formación profesional y por todo el
apoyo que siempre me ha brindado para seguir cultivándome personal,
profesional e intelectualmente.
A todos mis compañeros y compañeras de estudio por todas las horas
de estudio y reflexión compartida.
A mi amigo Nelson por su apoyo, el cual fue muy importante para la
culminación de este trabajo.
A todas aquellas personas a quienes no mencioné pero que de una u
otra forma hicieron posible este logro profesional.
vi CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN LA
COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA ACTUAL
Autora: Karine Martínez
Tutor: José León Uzcátegui
Fecha: Diciembre, 2013
RESUMEN
Este trabajo busca hacer un análisis sobre el proceso de construcción de una
nueva institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana en el
período comprendido entre 1999 y 2012 liderizado por el presidente Hugo
Chávez, la cual surgió en un escenario político-institucional caracterizado por
el ejercicio de la democracia representativa y por unas reglas de juego que
beneficiaban fundamentalmente a las élites de poder de la sociedad
venezolana. Para el desarrollo del estudio se planteó la identificación de los
elementos que expresan el surgimiento de una nueva institucionalidad
pública en el marco normativo constitucional, así como la descripción de los
hechos más relevantes que dieron origen y sustento al sistema político
actual. Adicionalmente se consideró hacer el análisis de los hallazgos
encontrados a través de una aproximación al análisis del discurso como
herramienta metodológica perteneciente al paradigma de investigación
cualitativa. De la misma manera se definió el estudio como una investigación
de tipo descriptiva con un diseño documental. La propuesta inicial estuvo
sustentada en la refundación de la República a través de la instauración de
un gobierno democrático y protagónico, en el que la participación ciudadana
se constituyera en el eje central de la gestión pública, sin embargo, en el
segundo período presidencial de Hugo Chávez el gobierno consideró la
necesidad de impulsar la creación de un Estado socialista para avanzar y
profundizar en la doctrinas humanistas que dieran origen a una nueva
concepción del poder público. Toda la propuesta está sustentada en un
discurso cuidadoso basado en la confrontación y la comparación con el
modelo de democracia representativa y el sistema económico neoliberal, a
los fines de lograr la identificación y adherencia de las mayorías populares
con el proyecto de la Revolución Bolivariana.
Palabras clave: Estado, Gobierno, institucionalidad pública, participación
ciudadana, democracia.
vii ÍNDICE
Contenido
Resumen………………….…………………………………………………....
Índice…………………….…………………………………………………......
Índice de cuadros…………………………………………………….............
Índice de gráficos/figuras…………………………………………………….
Lista de Anexos…………..……..…………………………………………….
Pág.
vii
viii
xi
xii
xiii
Capítulo I.- OBJETO DE ESTUDIO…..…………………………………...
1.1. Descripción del Objeto de Estudio.…………...…....................
1.2. Objetivos de la Investigación…..………………….……………
1.2.1. Objetivo General…………...………………..……..….
1.2.2. Objetivos Específicos………………………………….
1.3. Justificación……………………………………………………….
1
1
17
17
17
18
Capítulo II.- UBICACIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO EN EL
CONTEXTO
20
2.1. Antecedentes……………………………………………………..
2.2. Bases Teóricas…………………………………………………...
2.2.1. El Estado………………………
2.2.1.1 Concepciones sobre el Estado……………..
2.2.1.2 Finalidad del Estado………………………….
2.2.1.3 Formas de Estado…………………………….
2.2.1.3.1 Estado Liberal……………………….
2.2.1.3.2 Estado Social………………………..
2.2.2. El Gobierno…………………………………………......
2.2.2.1 Concepciones sobre el Gobierno………….
2.2.2.2 Formas de Gobierno………………………….
2.2.2.3 Funciones de Gobierno………………………
2.2.3 Concepciones sobre la Democracia………………….
2.2.3.1 Estado Liberal y Democracia……………….
2.2.3.2 Estado Social y Democracia………………..
2.2.4 Instituciones…………………………………………….
2.2.5 Nueva Relación Estado-Sociedad…………………….
2.2.6 Nociones sobre el Análisis del Discurso……………..
20
38
38
43
44
49
54
54
55
60
60
65
66
67
73
76
Capítulo III.- METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
85
viii 3.1 Paradigma de Investigación……………………………………..
3.2. Nivel de la Investigación………………………………………...
3.3. Diseño de la investigación………………………………………
3.4 Unidades de Análisis……………………………………………..
3.5 Técnicas de Recolección de Información………………………
3.6 Técnicas de Análisis de la Información………………………...
86
90
90
91
92
92
Capítulo IV.- PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS
4.1. Nueva Institucionalidad Pública en la Constitución Nacional
de 1999…………………………………………………………………
96
96
4.1.1. Refundación de la República…………………………
4.1.2 Estructura del Estado venezolano….…………………
4.1.3 Organización Jurídico-política del Estado
4.1.4 Diseño del Sistema de Gobierno………………………
4.1.5 Participación Ciudadana………………………………..
4.1.5.1 La Participación como Principio……………..
4.1.5.2 La Participación como Derecho……………..
4.1.5.3 Corresponsabilidad entre Estado y Sociedad.
Participación como Deber………………...
98
100
102
105
105
107
107
110
4.1.5.4 Mecanismos e Instrumentos de
Participación……………………………………………
111
4.1.6 Competencias del Poder Público……………………..
4.1.6.1 Competencias del Poder Público Nacional.
4.1.6.2 Competencias del Poder Público Estadal…
4.1.6.3 Competencias del Poder Público Municipal
4.1.7 Administración y Función Pública…………………….
4.1.8 Régimen Socio-económico de la República y
Objetivos Macroeconómicos del Estado……………………
113
114
114
115
116
4.1.9 Órganos consultivos de Rango constitucional………
4.2. Acontecimientos que definieron la Construcción de una
Nueva Institucionalidad Pública en Venezuela……………………
118
117
120
4.2.1. Acontecimientos previos al nacimiento de la V
República…………………………………………………………
121
4.2.1.1 Organizaciones con orientación Cívico-Militar
4.2.1.2 Iniciativas como base para la propuesta del
Gobierno Bolivariano……………………………………
121
4.2.1.3 Acontecimientos de febrero de 1992…………
125
123
ix 4.2.1.4 Conformación del Movimiento Quinta
República (MVR)………………………………………...
127
4.2.1.5 Campaña Electoral de 1998…………………..
4.2.2. Gobierno Bolivariano Revolucionario………………….
4.2.2.1 Hugo Chávez asume la presidencia de la
República. Los cinco Polos Estratégicos de
Desarrollo…………………………………………………
127
128
4.2.2.2. Asamblea Nacional Constituyente…………...
4.2.2.3 Constitución Nacional de 1999………………..
4.2.2.4 Plan Bolívar 2000……………………………….
4.2.2.5 Misiones Sociales………………………………
4.2.2.6 Nuevo Mapa Estratégico para Consolidar la
Nueva Institucionalidad………………………………..
131
134
135
135
4.2.2.7 Los cinco Motores de la Revolución…………
4.2.2.8 Líneas Generales del Plan de Desarrollo
Económico y Social de la Nación 2007-2013………...
147
Capítulo V.- ANALISIS DE LOS RESULTADOS
5.1. Análisis del discurso oficial en torno a la Construcción de una
Nueva Institucionalidad Pública en Venezuela………………………
161
5.1.1. Estado Venezolano………………………………………………
5.1.2. Sistema Democrático del Gobierno Venezolano……………..
5.1.3 Nueva Institucionalidad Pública…………………………………
5.1.4 Relación entre el Estado Venezolano y la Nueva Sociedad…
5.1.5. Concepción Ideológica sobre la Revolución Bolivariana……
5.1.6 Discurso Bolivariano……………………………………………..
162
166
168
171
172
174
128
145
155
161
Conclusiones…………………………………………………………………
Recomendaciones…………………………………………………………..
Referencias Bibliográficas…………………………………………………
Anexos…………………………………………………………………………
180
184
186
193
x ÍNDICE DE CUADROS
Contenido
Pág.
Cuadro 1: Tipos de verosimilitud presentes en el discurso……………
82
Cuadro 2: Tipos de razonamiento según la verosimilitud lógica………
84
Cuadro 3: Polos Estratégicos de Desarrollo…………………………….
130
Cuadro 4: Misiones Sociales……………………………………………..
138
Cuadro 5: Directrices del Plan de la Nación 2007-2013………………
145
xi ÍNDICE DE GRÁFICOS/FIGURAS
Contenido
Figura 1: Clasificación para realizar el análisis del discurso………….
Figura: Estructura administrativa de las Misiones……………………..
Pág.
81
145
xii LISTA DE ANEXOS
Contenido
ANEXO 1: Nueva Institucionalidad Pública en la Constitución Nacional
de 1999 .........................................................................................
ANEXO 2: Orígenes y Fundamentos Ideológicos de la Revolución
Bolivariana……………………………………………………………………
Pág
.
194
198
ANEXO
3:
Concepciones
sobre
Hugo
Chávez.............................................
ANEXO 4: Nueva Institucionalidad Pública en el Nuevo Mapa
Estratégico de la Revolución
Bolivariana
ANEXO 5: Nueva Institucionalidad Pública en los Cinco Motores de la
Revolución Bolivariana
202
ANEXO 6: Nueva Institucionalidad Pública en el Plan de la Nación
2007-2013
205
201
203
13 CAPÍTULO I
OBJETO DE ESTUDIO
1.1. Descripción del Objeto de Estudio
En Venezuela se inició un proceso de cambio a partir de 1999 con la
llegada a la presidencia de la República por parte del Presidente Hugo
Chávez Frías, cuyo marco histórico y político corresponde a un momento
caracterizado por el avance del proceso de globalización y el desarrollo de
una nueva relación Estado-Sociedad, donde los sectores tradicionales de
intermediación como lo fueron partidos, gremios, Iglesia y sindicatos
resultaron inadecuados e insuficientes, con lo cual se produjo una crisis de
legitimidad que dio origen a la aparición de nuevos actores en medio de la
discusión sobre el agotamiento de la
democracia representativa y el
nacimiento de la democracia participativa, directa y protagónica.
Es importante reseñar que este proceso de cambio no ocurre por
casualidad pues a partir de la década de los ochenta se empieza a
evidenciar una crisis del Estado en América Latina. En el caso concreto de
Venezuela, como resultado del agotamiento del denominado régimen
puntofijista,
cuyo
modelo
institucional
basado
en
la
democracia
representativa de Partidos y en las reglas de decisión del consenso y
minimización del conflicto por parte de los sectores significativos de la
sociedad,
la situación se fue deteriorando en el tiempo a través de los
diferentes gobiernos electos y haciéndose insuficiente para enfrentar los
14 nuevos retos sociales, económicos, políticos e institucionales que se
planteaban en el país.
Estas circunstancias originaron un Estado profundamente burocrático,
tecnocrático y excluyente que, unido al fracaso del modelo rentista y de la
política económica aplicada, fue generando insatisfacción progresiva de la
población ante demandas sociales no atendidas, con el consiguiente
crecimiento de la pobreza, provocando el debilitamiento del Estado y la
consiguiente reflexión sobre la necesidad de revisar y reformar la relación
Estado-Sociedad.
A esta coyuntura se la ha conceptualizado como crisis del sistema de
conciliación de élites, que como señalara Kornblith (1996) no es otra cosa
que la crisis de los modelos rentista, de representación, de conciliación y de
canalización del conflicto.
Para entender mejor la situación planteada es necesario señalar que a
partir de 1958 se instaura un nuevo régimen democrático en Venezuela, un
orden pluralista que significó un cambio en la forma de hacer política en el
país, el cual es definido por Rey (1991) “como el sistema populista de
conciliación”, o de democracia puntofijista, como lo denominan otros autores,
que se derivó a partir del Pacto de Punto Fijo suscrito por los partidos
políticos AD, COPEI y URD.
15 Según Urbaneja (2007), la instauración de este sistema se fijó como objetivo
rector la consolidación de la democracia representativa de partidos, mientras
que Kornblith (1994, pág. 142) lo planteó como la consolidación del acuerdo
entre diversos sectores de la sociedad venezolana. De cualquier manera, y
utilizando la argumentación presentada por algunos autores que han
estudiado y reflexionado ampliamente sobre el tema, el funcionamiento de
este sistema se sustentó en algunas reglas fundamentales que se citan a
continuación:
En primer lugar, Kornblith (Op.cit., pág. 144) y Rey (Op.cit., pág.544)
señalan el papel central desempeñado por el Estado venezolano como
principal actor y propulsor del proceso de desarrollo de la nación y como
distribuidor de sus beneficios.
En segundo lugar, Kornblith (Op.cit., pág.144) menciona a “los
partidos políticos como principales y casi únicos canales de agregación y
articulación de los intereses societales y como agentes privilegiados de la
mediación entre el Estado y la sociedad”. Rey (Op.cit., pág.544) agrega a
este factor la participación de algunos grupos organizados que denomina
grupos de presión institucionales y asociacionales, capaces de articular
intereses diversos y heterogéneos así como “de procesar y canalizar hasta
los órganos encargados de las decisiones públicas las distintas demandas
sociales, a fin de que pudieran ser satisfechas y, de esta manera, generar
apoyos al Gobierno y en última instancia al régimen político” Rey (Op.cit.,
pág. 535). Siguiendo esta misma línea, Urbaneja (Op. cit., pág. 17) los llama
“grupos significativos de la sociedad”, a quienes describe como aquellos
sectores con un poder real de amenazar la estabilidad política y el proceso
de consolidación de la democracia.
16 En tercer lugar se citan las reglas de decisión definidas para el
funcionamiento del sistema. Al respecto, Urbaneja (Op.cit., pág. 13) alude
que se implementaron dos reglas de decisión fundamentales, orientadas a
lograr el consenso y la minimización de conflicto entre los grupos
significativos de la sociedad, lo que supuso según Kornblith (Op.cit., pág.145)
la sustitución o la complementación de la regla de la mayoría por la regla de
la unanimidad para aquellos casos en los que estuviesen involucrados los
intereses de los sectores minoritarios, pero con poder suficiente para
amenazar la estabilidad del sistema. Rey (Op.cit., pág. 553) introduce el
concepto de sistema semicorporativo como “un sistema informal que incluía
la
consulta
y
participación
para
las
decisiones
gubernamentales
fundamentales al empresariado (a través de Fedecámaras), a los
trabajadores (a través de la Confederación de Trabajadores de Venezuela
[CTV]), a las Fuerzas Armadas (a través del Alto Mando Militar) y a la Iglesia
Católica (a través de su más alta jerarquía)”.
En cuarto lugar se ha mencionado el papel que tuvo la economía, en
relación a lo cual Kornblith (Op.cit., pág. 146) señala que esta tuvo un papel
predominante como factor dinamizador de la nación a través de la renta
petrolera; al respecto Rey (Op.cit., pág.546) comenta que esto permitió
financiar mediante el gasto público el desarrollo del país evitando conflictos
distributivos porque “no fue necesario quitar a un sector social para dar a
otro” debido a la cuantía de los ingresos recibidos por esta vía. En este
sentido, Urbaneja (Op.cit., pág. 60) acota que esta importancia está
sustentada en que la renta petrolera fue repartida con la finalidad de lograr
las metas de la democracia instaurada.
17 Los aspectos mencionados condujeron a que en Venezuela se
implantara una democracia organizada y elitista, que, como se mencionó
previamente, fue conceptualizada como un sistema de conciliación que Rey
(Op.cit.) define de la siguiente manera:
Está constituido por un complejo sistema de negociación
y acomodación de intereses heterogéneos, en el que los
mecanismos de tipo utilitario desempeñan un papel
central en la generación de apoyos al régimen y, por
consiguiente, en el mantenimiento del mismo (pág. 543).
Según este planteamiento, el autor explica que este sistema buscaba
“conseguir el necesario consenso social en torno a las reglas básicas del
orden político”, lo cual requería que se diera respuesta a dos necesidades
fundamentales que sustentaban el régimen democrático:
Por un lado, garantizar a los sectores minoritarios
poderosos que sus intereses fundamentales no se
verían amenazados por la aplicación de la regla de la
mayoría en la toma de decisiones gubernamentales, y
por otro, asegurar la confianza de la mayoría de la
población en los mecanismos de la democracia
representativa, como medio idóneo para satisfacer sus
aspiraciones de libertad, justicia y bienestar (pág. 543).
De la misma manera, Crisp (1997) también incorporó el tema de las
reglas del juego como procedimiento del sistema de conciliación de élites, el
cual hacía distinciones entre diferentes sectores de la sociedad, como queda
expresado en el siguiente párrafo:
18 Un conjunto de valores, creencias, rituales y
procedimientos institucionales predominantes (las reglas
del juego) que operan de manera consistente y
significativa en beneficio de ciertas personas y grupos, y
a expensas de otros. Los beneficiarios son así colocados
en una posición preferencial para defender y promover
intereses adquiridos. En la práctica el sistema funciona
similar a una sociedad corporativista (pág. 97).
Lo que Crisp plantea respecto al sistema político venezolano del
período comprendido entre 1958 y 1999 es que este se concibió para darle
cabida sólo a los actores que aceptarán las reglas del juego instauradas a
partir del Pacto de Punto Fijo, y las instancias del gobierno fueron diseñadas
para responder a los problemas desde dentro del sistema a tal punto que si
se manifestaba el descontento por parte de algunos sectores de la sociedad
civil todos los esfuerzos se dirigían a suprimirlos dejándolos fuera de la
agenda política.
De lo antes expuesto se puede ver claramente que el funcionamiento
de este sistema respondió a una coyuntura determinada por el contexto
histórico, político, social y económico de la época, el cual Rey (Op.cit., págs.,
565-566) resume a través de tres aspectos: abundancia de recursos
económicos para satisfacer las demandas sociales, nivel relativamente bajo y
simple de las demandas sociales, y capacidad de las organizaciones
políticas (partidos y grupos de presión) y de sus líderes para agregar,
canalizar y manejar esas demandas y mantener la confianza de quienes las
formulan.
En este sentido, es importante destacar que durante los primeros años
después de firmado el Pacto de Punto Fijo el sistema reflejó avances
19 positivos en la democracia y generó crecimiento económico y bienestar a la
población; Kornblith (1996, pág. 7) comenta que este pacto dio lugar en las
primeras décadas a estabilidad política, consenso entre élites, alternabilidad
democrática y la incorporación de la población en los beneficios socioeconómicos, así como confianza de la población en la Democracia
Representativa; Rey (Op.cit., págs. 563-564) expresa que los esfuerzos de
los distintos gobiernos por crear una infraestructura y una industria pesada
así como el impulso de la industrialización fueron notables, sin que ello haya
implicado la disminución de las políticas distributivas y el gasto social.
Por su parte Loyo (2006) señala que el sistema de conciliación de
élites permitió durante los primeros años resolver situaciones conflictivas y el
desarrollo de un proceso de modernización en el país. No obstante, indicó
que el sistema se fue resquebrajando paulatinamente producto de una serie
de decisiones desacertadas por parte de las élites dominantes “dejó de ser
un acierto para el país”, o siguiendo a Urbaneja (Op.cit., pág. 148) “quedó
maniatado en sus propias reglas de decisión”. De acuerdo con Rey (Op.cit.,
pág.566), “Cuando surgen modificaciones negativas simultáneas en los tres
factores (renta petrolera, expectativas societales y representatividad de las
organizaciones)
el sistema sociopolítico se encuentra en una situación
límite, en una crisis”.
En este sentido, los mecanismos de funcionamiento del sistema se
fueron deteriorando y debilitando a tal punto que a finales de los años
ochenta se comenzó a generar en el país una crisis que se manifestó a
través de una serie de inestabilidades, tensiones y cambios en los ámbitos
social, económico, político e institucional, que se acentúo hasta finales de la
década de los 90.
20 Esta crisis en Venezuela según Francia en Méndez (2004, pág. 128),
presenta tres puntos de ruptura que se evidenciaron en la historia del país en
las dos últimas décadas del siglo XX. El primero es de tipo económico,
determinado por el llamado Viernes Negro en 1983; el segundo es de tipo
social, el llamado Caracazo del 28 de febrero de 1989; y el tercero fue el
político, iniciado con el intento de golpe militar del 4 de febrero de 1992
liderizado por Hugo Chávez Frías.
El deterioro progresivo y fin del sistema de conciliación de élites o
puntofíjismo, como ya se comentó, vino dado por una serie de razones de
tipo político, institucional, económico y social, las cuales se exponen de
manera concreta a continuación, de acuerdo a un esquema presentado por
Loyo (2006), el cual se ha ampliado y complementado por otros autores
como Urbaneja (2007), McCoy y Myers (2007), y El Troudi y Bonilla (2004),
Kornblith (1994) y Rey (2002):
En lo político-institucional se suscitaron las siguientes situaciones:
1. Cultura organizacional de las instituciones del Estado caracterizada por la
relación jerárquica o vertical entre instituciones y ciudadanos negando el
diálogo horizontal y con una gestión disociada de las necesidades de la
gente, prevaleciendo vicios como burocracia, clientelismo, paternalismo,
nepotismo y prebendarismo.
2. El funcionamiento de las instituciones del Estado eran consideradas por
la mayoría de la población como ineficientes, injustas y no respondían a
exigencias algunas de bienestar general.
3. El colapso del sistema de partidos en Venezuela como instancias para
canalizar las demandas públicas de los venezolanos y como fuente de
identidad política produciéndose un gran descontento electoral y falta de
21 confianza en tales organizaciones políticas, situación que se agravó
dadas las evidentes muestras de corrupción existentes para aquel
momento.
4. Los partidos políticos perdieron contacto con la realidad (surgimiento de
nuevos actores y demandas sociales) según Urbaneja (Op.cit., pág. 66).
Como también lo expresara Kornblith (1996, pág. 9) el liderazgo político
quedó rezagado del resto de la sociedad, se estancó desde el punto de
vista ideológico y generacional.
5. Desgaste del caudal electoral (aumento creciente de la abstención
electoral).
6. Competencia duopólica entre los partidos políticos AD y COPEI.
7. Las carreras meritocráticas se basaron fundamentalmente en prácticas
clientelares.
8. Sostenimiento de privilegios por parte de las élites dominantes en
detrimento de otros sectores de la población, lo que originó exclusión de
esos sectores no representados o con poca capacidad de organización,
como la clase media y baja. Eso generó que la representatividad sociopolítica de actores políticos de peso como Fedecámaras y la
Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) fuera decreciendo
progresivamente.
9. Comenzaron a funcionar dos tipos de democracias, la democracia formal,
expresada por la élites políticas y económicas, y la democracia de a pie,
expresada por la vivencia cotidiana de los ciudadanos comunes.
10. Ausencia de mecanismos alternativos para la resolución pacífica de los
conflictos de poder.
11. Rey (Op.cit., pág.553) explica que el desarrollo de un sistema
semicorporativo
tuvo
un
significado
fundamentalmente
privatista,
representando una penetración y colonización por parte de intereses
22 privados del ámbito de actividades propias del Estado, lo cual implicó una
importante distorsión de la democracia.
A nivel Social se apreciaron manifestaciones como:
1. Creciente descontento social. Según Rey (2002, pág. 564) esto provocó
“rechazo hacia los partidos políticos y los partidos de profesionales”.
Kornblith (Op.cit., pág. 2) lo denomina “el deterioro de las expectativas de
bienestar colectivo”.
2. Pérdida de la confianza en la administración de justicia.
3. Mientras más se reforzaba el sistema de conciliación de élites más se
dejaba la calle como único escenario de expresión alternativa y emergía
la protesta social como el mecanismo estratégico adecuado y
prácticamente único para sectores excluidos.
En lo económico los eventos más significativos fueron los siguientes:
1. Exacerbación del estilo característico de un Estado rentista; se pretendía
resolver los problemas y obtener resultados mediante un gasto público
cada vez más cuantioso y crecientemente improductivo, comprometiendo
insensatamente los recursos del futuro.
2. La caída del ingreso fiscal petrolero producto del derrumbe de los precios
del petróleo en 1982 erosionó el mecanismo utilitario sobre el cual se
sostenían
los
arreglos
institucionales
del
sistema
democrático
venezolano, lo cual generó conflictos distributivos y la consiguiente caída
de la capacidad de compensación a los excluidos del sistema de
conciliación de élites, aumentando la desigualdad social.
3. El contexto de escasez de recursos generó tensiones y frustraciones que
no son analizables a través de mecanismos, instituciones y reglas
originalmente diseñadas para tiempos de abundancia
23 4. Ineficiencia en el manejo de los recursos Kornblith (Op.cit., pág. 150)
Kornblith (1996, pág.10) expresa que “a fin de subsanar algunas de
las deficiencias señaladas” al sistema de conciliación de élites establecido a
partir de 1958, se introdujeron desde la Comisión Presidencial algunas
reformas en lo político-electoral para la reforma del Estado (COPRE), las
cuales contemplaban la elección directa de Gobernadores y Alcaldes, la
reforma de la Ley Orgánica del Sufragio para introducir el voto preferencial
en la composición de los cuerpos colegiados, la afinación del voto uninominal
(principio mayoritario) para la conformación de los cuerpos colegiados en el
ámbito municipal, estadal y en la cámara de Diputados, y el emprendimiento
del proceso de descentralización político administrativa.
Kornblith (Op. cit., pág. 10) acota que “no obstante, los esfuerzos
reformistas no fueron suficientemente contundentes como para convencer a
la población de las bondades del sistema de partidos vigente, ni de las
innovaciones puestas en marcha”. En este sentido y de manera particular
destaca el afianzamiento en “la tendencia a la abstención en los comicios
locales y nacionales”:
A partir de la primera elección separada de los Concejos
Municipales y en los procesos
electorales
subsiguientes, tanto en el ámbito nacional como en
el local, se incrementaron sistemáticamente los niveles
de abstención. En las elecciones nacionales de 1988 la
abstención pasó al 18,3 por ciento y en las de 1993
alcanzó el 39,8 por ciento. Por su parte, en 1989 en los
primeros comicios para seleccionar a los gobernadores
de estado, alcaldes y autoridades municipales y
estadales alcanzó el 54,96 por ciento y en las de 1992 el
24 50,84 por ciento. Finalmente, en las elecciones locales
de 1995 la abstención fue del 53,8% (págs. 10-11).
En este mismo sentido Kornblith (Op.cit., págs. 153-154) señala que la
proliferación
de
hechos
de
corrupción
administrativa,
partidocracia,
pragmatismo y clientelismo en los que frecuentemente estaban involucrados
miembros de los partidos, junto con las dificultades económicas de la década
de los 80 y, la implantación del programa de ajustes económicos a partir de
1989, llevaron a la población a cuestionar la capacidad e idoneidad de los
partidos políticos como gestores públicos, lo cual fue generando el aumento
de la abstención electoral y el descontento generalizado en la población
venezolana.
En ese contexto, el gobierno presidido por Hugo Chávez se plateó un
proceso de cambios dirigidos a dar el salto de la democracia representativa
hacia una democracia participativa, directa y protagónica, diseño de políticas
públicas que permitieran la profundización de la democracia en lo político, lo
social y lo económico, se propuso el fortalecimiento de la economía social,
así como la atención de las necesidades fundamentales de la población tales
como: educación, alimentación, salud, vivienda, cultura, recreación y
seguridad.
Toda esta iniciativa implicaba trabajar en la disminución progresiva
de la exclusión social y los niveles de pobreza que para el cierre del año
1998 y según el Instituto Nacional de Estadística (INE) alcanzaban las cifras
de 43,9 por ciento de hogares en situación de pobreza, y 17,1 por ciento de
hogares en situación de pobreza extrema, así como en “el rescate del
espacio público que se ha visto disminuido por la preponderancia del
25 mercado en el proceso de globalización” como lo señala Méndez (2004, pág.
86).
Esta propuesta, en palabras del entonces Presidente de la República
Hugo Chávez Frías y de los voceros oficiales, a través de un discurso fuerte
y sistemático, implicaba un proceso de transformación de las instituciones
políticas y del Estado mismo, que rompiera con los vicios de la burocracia
expresada en las instituciones del sistema de conciliación de élites, o, como
se ha expresado en el discurso oficial, el de la cuarta república caracterizado
por el paternalismo, el nepotismo, la burocracia, el patrimonialismo, el
clientelismo, el prebendarismo y la corrupción.
Al respecto Stelling (2008) señala que la nueva institucionalidad
surgió como una propuesta del gobierno del Presidente Chávez en ese
momento, con la finalidad de cancelar la deuda social acumulada, propuesta
que ella define como “una suerte de nueva arquitectura social” orientada a la
transformación de las viejas instituciones con la intención de adaptarlas a las
necesidades de la nación e implementar programas como Las Misiones que
permitan garantizar un Estado social de Derecho y Justicia.
Esta autora plantea también que la transformación social viene dada
por una nueva relación de responsabilidad entre el Estado y la Sociedad,
que se traduce en la formula: + Estado – Mercado- + Poder Popular, a
diferencia de la fórmula neoliberal aplicada en el pasado de – Estado +
Mercado + Sociedad Civil.
26 Toda esta propuesta ha estado en desarrollo constante en este
comienzo de siglo en Venezuela, en este panorama donde ha surgido un
planteamiento de cambio radical, un discurso sistemático, el surgimiento de
nuevos actores por parte de la sociedad civil en el proceso de discusión y
diseño de políticas públicas, una política social amplia y mayoritariamente
aceptada es en donde surge para la autora del presente estudio la iniciativa
de investigar este tema, ante el que por supuesto se plantean una serie de
interrogantes que se delimitarán, se les tratará de dar respuesta en el
desarrollo de la investigación y las cuales se presentan a continuación:
¿Cómo se ha dado el proceso de construcción de una nueva
institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana actual?
¿En qué consiste esa nueva institucionalidad? ¿Cuáles son sus
características, alcances e instrumentos? ¿Cómo se traduce en la
cotidianidad? ¿Cuál es el marco jurídico que sustenta esa nueva
institucionalidad? ¿Cuáles son sus límites y contradicciones? ¿Cuáles sus
logros y avances?
¿En qué medida el discurso oficial se corresponde con los hechos?
¿Qué implicaciones tiene para los actores que hacen vida activa en el
país y para el venezolano en general la construcción de una nueva
institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana actual?
27 ¿Qué papel juegan esos actores y la población en el proceso de
construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura política
venezolana actual?
1.2.
Objetivos de la Investigación
1.2.1. Objetivo General
Analizar el proceso de construcción de una nueva institucionalidad
pública en la coyuntura política venezolana, en el período comprendido entre
1999 y 2012.
1.2.2. Objetivos Específicos

Identificar los elementos que expresan el surgimiento de una nueva
institucionalidad pública en el marco jurídico venezolano actual.

Describir los hechos que muestran el desarrollo del proceso de
construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura
política venezolana actual.

Interpretar el discurso oficial en torno a la construcción de una nueva
institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana actual.
28 1.3.
Justificación de la investigación
Estudiar el tema de la nueva institucionalidad pública y todo lo que ella
conlleva, como es la revisión y redefinición de la Relación Estado-sociedad,
representa un reto interesante porque constituye una temática actual y de
interés cada vez mayor a nivel mundial, fundamentalmente por parte de los
países de América Latina como lo dijera Cunill (1996) “uno de los signos de
los tiempos actuales es el reclamo aparentemente cada vez más consensual,
de creación de una nueva institucionalidad donde la sociedad civil cumpla un
papel relevante”, y en este contexto el proceso que Venezuela viene
desarrollando desde el año 1999 resulta interesante debido a la propuesta de
profundizar la democracia participativa, directa y protagónica como eje
fundamental y transversal en la política de gobierno, lo cual ha sido aceptado
por un sector importante de la población venezolana, así como por varios
países de Latinoamérica.
La pertinencia de la investigación está asociada al contexto políticoinstitucional venezolano. Como lo ha planteado el discurso oficial,
el
gobierno se ha planteado desde hace catorce años, un cambio radical en el
funcionamiento de las instituciones del Estado, en la forma de llevar a cabo
la gestión pública, en la forma de relacionarse el Estado con la sociedad, los
cuales se han expresado en un nuevo marco jurídico y tres planes
estratégicos, Plan de la Nación 2001-2007, el Proyecto Nacional Simón
Bolívar (2007-2013) y Plan de la Patria 2013-2019, que indican la
direccionalidad en el proceso de construir una nueva
institucionalidad
pública, que se traduzca en una sociedad más justa, donde el
funcionamiento de la democracia sea igual para todos los venezolanos y se
29 extienda a todos los espacios de la vida del venezolano: la comunidad, el
entorno laboral, el entorno educativo, la calle.
Esta temática es de interés obligado para toda la sociedad venezolana
por cuanto todos hemos vivido el proceso de transición entre la vieja
estructura institucional instaurada en Venezuela a partir del Pacto de Punto
Fijo y la nueva institucionalidad que se intenta construir en el país, proceso
que ha generado un clima de confrontación y conflicto entre aquellos
sectores que se oponen de manera radical a estos cambios y los sectores
vinculados e identificados con la propuesta del gobierno actual, sin embargo
luce necesario un proceso de reflexión que considere los aspectos tanto
positivos como negativos de la misma para iniciar un verdadero proceso de
transformación en el país.
30 CAPÍTULO II
UBICACIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO EN EL CONTEXTO
En este capítulo se presenta en primer lugar, el resultado de la
revisión bibliográfica sobre el tema de estudio, obtenido fundamentalmente
de la experiencia venezolana. En este sentido, se acota que la revisión de
trabajos de investigación y ensayos realizados en el país en torno al tema
tratado están orientados, por una parte, hacia el proceso de creación e
implementación de las “Misiones Sociales” y las estrategias de promoción de
la participación directa y protagónica de la población venezolana como
instrumentos que permitan avanzar hacia la construcción de la nueva
institucionalidad, y por otra parte, hacia el análisis de la crisis institucional del
sistema político venezolano y sus implicaciones en la consolidación de la
democracia a partir de la aprobación de la Constitución Nacional de 1999.
Posteriormente se presenta la base conceptual del estudio que
permite orientar el análisis de la investigación y dar respuesta a las
interrogantes planteadas, por lo cual se exponen los referentes teóricos
vinculados
al
tema
del
Estado,
el
Gobierno,
la
Democracia,
la
Institucionalidad y la relación entre el Estado y la Sociedad, la cual depende
del tipo del tipo de Estado y Gobierno que configuran el ejercicio de la
Democracia en una Nación y por ende el funcionamiento de las instituciones
existentes.
31 2.1 ANTECEDENTES
A continuación se presenta un resumen de los principales ensayos y
trabajos de investigación revisados de acuerdo a su vinculación con el tema
de estudio los cuales parecieran pertinentes porque permiten orientar el
debate en relación a la crisis del sistema político venezolano desde el punto
de vista del debilitamiento de las instituciones durante las últimas décadas
del siglo XX en Venezuela, o sobre la necesidad de fortalecerlas para
consolidar la democracia y el Estado social de derecho contemplado en la
Constitución Nacional aprobada e instaurada a partir de 1999.
Núñez y Leal (2013) realizaron un trabajo sobre los “Nuevos
significados de la democracia en Venezuela” cuyo objetivo está orientado a
interpretar los nuevos significados de la democracia a partir de las profundas
transformaciones iniciadas en 1999, concretamente en lo que concierne a la
participación de las comunidades en los asuntos públicos lo que
necesariamente implica la necesidad de “una rearticulación de la sociedad
con el Estado”.
Este estudio es pertinente porque estudia el paso de la democracia
representativa a la democracia directa, participativa y protagónica, lo cual
conlleva una transformación fundamental en el modo de funcionamiento de
las instituciones públicas en el país. Adicionalmente, la metodología utilizada
es de tipo cualitativa, haciendo uso de la hermenéutica para interpretar “los
nuevos significados de la democracia” teniendo como centro los discursos y
prácticas de la ciudadanía.
32 Otro estudio importante sobre el tema fue realizado por Urdaneta
(2012:7-8) en su investigación sobre la “Crisis Institucional y Gobernabilidad
en Venezuela” en el cual hace un análisis sobre la realidad política del país,
realizando una exploración de las crisis vividas en el régimen político de las
últimas tres décadas, el proceso constituyente, los proyectos de cambio
contemplados en las Constitución de 1999, “las contradicciones existentes en
su texto como en su desarrollo, los problemas ocasionados a las
instituciones, así como las perspectivas que ello genera, incluida la
posibilidad de un nuevo cambio institucional”.
Su propósito implica considerar la Democracia en toda su complejidad,
en el contexto de la crisis política e institucional generada en el país, así
como las reglas de juego instauradas en el sistema político venezolano
actual.
Los hallazgos más relevantes destacados por este autor señalan que
la institucionalidad democrática en el país ha venido debilitándose debido a
que se le ha dado paso a reglas de juego no escritas e informales que
responden al ejercicio personalista del poder, agravadas por un ambiente de
improvisación que ha respondido a las contingencias nacionales.
En este sentido, Urdaneta (Op.cit., págs. 293-294) propone varias
cosas. En primer lugar la necesidad de que los partidos políticos intenten “su
recuperación progresivamente” impulsados por el desarrollo que ha logrado
la sociedad civil a través de sus organizaciones. En segundo lugar, se
requiere un manejo ponderado de la conflictividad presente en el sistema
político venezolano, sustentado en dos valores fundamentales, igualdad y
33 libertad. De la misma manera se requiere lograr la concertación con el sector
privado y emprender la recuperación económica considerando el equilibrio
entre Estado y mercado.
Bracamonte (2010) en su ensayo sobre “La Nueva Institucionalidad
Venezolana. Lo instituido y la posibilidad de instituyente” se propone hacer
una argumentación sobre la pugna de las fuerzas instituidas e instituyentes
acaecidas en Venezuela a partir de la implementación de la nueva
institucionalidad. En ese sentido hace un esfuerzo para indagar la manera en
que se concibieron los cambios en el colectivo venezolano a partir de 1999,
precisando si estos han sido percibidos según expone “amenazas o
resistencias de lo establecido, o como una actuación desde el Estado en el
ejercicio del poder”.
Como parte de sus aportes asevera que la forma en que una sociedad
se hace auto instituyente, es decir, verdaderamente revolucionaria, implica
tanto la creación de nuevas instituciones, como la definición de reglas claras
que permitan la viabilidad de lo creado, “un nuevo modo de instituirse”, y de
esta manera establecer una nueva relación entre la sociedad y entre esta y
las instituciones, lo que implica “pensar tanto en el cambio de las grandes
estructuras y superestructuras del Estado, como en los cuerpos que hacen
vida en ellas”.
Por su parte Acosta y Gorodeckas (2009) en su “Análisis del discurso
político y democrático en Venezuela”, hacen un intento de reflexión sobre
algunos elementos que han servido de sustentación a lo que se pudiera
señalar como la modernidad política de la sociedad venezolana partiendo de
34 la inquietud sobre “las practicas discursivas que hicieron posible la actual
organización hegemónica de la sociedad venezolana”.
En ese sentido se plantearon como hipótesis de trabajo la
identificación de los significantes que han definido a la sociedad venezolana
en el sistema político-institucional y que han producido una ruptura histórica
para dar lugar al modelo democrático actual.
Los resultados obtenidos expresan por una parte que “los acuerdos y
el respeto por las diferencias políticas constituyeron los rasgos significativos
sobre los cuales se inicio la construcción de esta nueva modernidad
democrática”. Por otra parte afirman que existen ciertos rasgos que han
reflejado, incluso en la actualidad, la forma de funcionamiento de las
instituciones públicas así como su dificultad para armonizar la dimensión
cultural y política en el país.
Acosta
y
Gorodeckas
(Op.cit.
págs.
190-191)
concluyen
su
argumentación indicando que el proyecto de modernización política “implicó
la superación de la dimensión tradicional y su sustitución por una suerte de
cosmopolitismo racionalista” lo cual ilustra a través del surgimiento de la
denominada “revolución bolivariana”, dado que la conciben como un proceso
que rompe definitivamente con el pasado y que paradójicamente ha venido a
restaurar la lógica discursiva que imperó en el espacio de la política en
Venezuela durante los últimos 150 años.
Por su parte Bonnemaison (2007) en su investigación sobre la “Crisis
de la Institucionalidad Democrática en Venezuela” aborda el análisis de las
35 instituciones políticas consagradas en la Constitución de 1999 y algunos
indicadores de la crisis institucional en el sistema político venezolano.
Al respecto presenta los que, a su juicio, son los rasgos más
resaltantes de la institucionalidad política contenida en la Constitución de
1999, partiendo de las consideraciones contenidas en el preámbulo, que,
entre otras cosas, considera como fin supremo la refundación de la
República. Adicionalmente menciona la estructura orgánica del Estado, los
mecanismos constitucionales de control del Poder Público, los mecanismos
constitucionales de participación política, el nuevo paradigma institucional
electoral y el diseño octogonal del sistema de gobierno.
Ahora bien, la autora precisa que para hacer un análisis institucional
integral es necesario contrastar el ordenamiento jurídico con algunos
aspectos de la realidad práctica y con el entorno, con la finalidad de
comprobar si el diseño institucional planteado da respuesta a los objetivos
perseguidos y a las necesidades del entorno; es decir, expone la autora, “si
esa institucionalidad es legítima, en razón de su aceptación y capacidad de
influir sobre la sociedad y si es susceptible a los cambios o rediseños que
pudieran ser necesarios para adaptarse a nuevas situaciones”.
2.2 Herramientas teóricas
En este capítulo se intenta presentar los enfoques teóricos más
relevantes y pertinentes sobre el tema en estudio, como son las nociones
sobre Estado, gobierno, democracia e instituciones, así como la importancia
que tiene la relación entre el Estado y la sociedad en la actualidad,
36 procurando precisar los conceptos que permitan una aproximación teórica a
los objetivos planteados, así como un análisis contextualizado que favorezca
la reflexión y discusión crítica sobre los resultados.
2.2.1 El Estado
2.2.1.1 Concepciones sobre el Estado
Muchos han sido los estudios que se han realizado sobre el tema del
Estado, para los cuales se han utilizado diferentes enfoques. Algunos se han
valido de la perspectiva histórico-dialéctica, otros han realizado el análisis
desde el enfoque de la ciencia política, de la misma manera ha habido un
gran esfuerzo por describir su estructura y funcionamiento desde la
perspectiva jurídica y constitucional, en un intento por explicar el Estado de
Derecho, y, más recientemente, en función a su capacidad evolutiva, hacia la
necesidad de fortalecer su capacidad organizativa y administrativa en pro de
lograr instituciones que garanticen la satisfacción de las necesidad sociales.
2.2.1.1.1 Concepciones generales
La concepción de Estado varía dependiendo del autor y enfoque que
se utilice para explicarlo. En el diccionario de Ciencias Sociales y Políticas Di
Tella (1989) expone que la teoría general o doctrina del Estado fue originada
por el Holandés Huber y se difundió ampliamente en Alemania, donde se
realizaron las construcciones mas acabadas, y luego en Francia pero con
graves divergencias teóricas, en algunos casos consideraba la ciencia
37 política, en otros no la consideraba, y a veces el enfoque estaba dirigido
hacia la rama del Derecho Político.
En dicho diccionario también se mantiene la concepción sobre la
dificultad en la definición de Estado, sin embargo, hace una clasificación
resumida e interesante sobre diferentes concepciones.
En primer lugar señala Di Tella (Op.cit., págs. 207-209) que los
conceptos elaborados durante los últimos años por las ciencias sociales
pueden ser agrupados desde los más restringidos hasta los más amplios. Así
pues, se considera al Estado como una unidad de acción o unidad de
autoridad de decisión; también como el principio organizador que da totalidad
a las múltiples y diversas agencias de gobierno; o como la figura que origina
los principios estructurales que definen y constituyen las relaciones sociales
de poder y control político en la sociedad; como la estructura duradera de
gobierno y mando en la sociedad, o el ordenamiento jurídico tanto en sentido
de jure como de facto; finalmente, y en el sentido más amplio, como orden
normativo dominante en la sociedad.
Por otra parte, menciona que las definiciones más clásicas resaltan
aspectos de tipo sociológico, entre ellas se relaciona al Estado como una
estructura de dominio, duradera y renovada a través de la democracia
representativa y que ordena en última instancia a los actores sociales sobre
un determinado territorio; desde esta perspectiva también se mencionan la
estructura del Estado vinculada al orden jurídico, al poder originario que se le
otorga, la población y el territorio, siendo la soberanía la cualidad del poder,
y el imperio de la ley la cualidad del ordenamiento jurídico.
38 Por su parte, Bobbio (2004) tomando en consideración la definición
formal e instrumental argumentó que la condición necesaria y suficiente para
que exista un Estado radica en la existencia de “un poder capaz de tomar
decisiones y emitir los mandatos correspondientes y obligatorios para todos
los habitantes de un determinado territorio” y que en efecto estos se cumplan
por la gran mayoría de los destinatarios, de los cuales
se requiere
obediencia independientemente del carácter que tengan las decisiones, “lo
que no quiere decir que el poder no tenga límites”.
2.2.1.1.2 Punto de vista sociológico y jurídico
Bobbio (2004, pág. 72) señala la necesidad de diferenciar los puntos
de vista sociológico y jurídico partiendo de la doctrina general del Estado
propuesta por Jellinek (1910), en la que el autor planteó que “la doctrina
social del Estado tiene por contenido la existencia objetiva, histórica y natural
del Estado, mientras que la doctrina jurídica se ocupa de las normas jurídicas
que en aquella existencia real deben manifestarse”
Bobbio (Op.cit., pág. 72) indica que esta distinción se hace necesaria
una vez que se da la tecnificación del derecho público y la consecuente
consideración del Estado como persona jurídica, en sus propias palabras
“como órgano de producción jurídica”, lo que determina al Estado “a través
del derecho como una forma de organización social, y que como tal no podía
ser separado de las sociedades y de las relaciones sociales subyacentes”.
En este contexto se afirma que “con la transformación del puro Estado de
derecho en Estado social, las teorías jurídicas fueron abandonadas por los
39 juristas para consolidarse los estudios de sociología política con el objeto de
orientar al Estado como forma compleja de organización social”.
De la misma manera Bobbio (Op. cit., pág. 75) señala que entre las
teorías sociológicas del Estado figuran de manera excepcional la teoría
marxista y la teoría funcionalista, siendo esta última preponderante en la
ciencia política norteamericana, además de tener una gran influencia en
Europa. Entre ambas teorías existen diferencias respecto a la ciencia política
y respecto al método, pero se afirma de manera categórica que “la diferencia
fundamental radica en la ubicación del Estado con el sistema social en su
conjunto”.
En este contexto Bobbio (Op. cit., pág. 76) expresa que “la concepción
marxista de la sociedad distingue en toda sociedad histórica, por lo menos
desde una cierta etapa del desarrollo económico, dos momentos: la base
económica y la superestructura” en la que las instituciones políticas
pertenecen al segundo momento y viene a constituirse “en una de las cuatro
funciones fundamentales de todo sistema social”. Así mismo destaca que
esta concepción da preponderancia a la base económica.
Por su parte en la teoría funcionalista Bobbio (Op.cit., pág. 76) no
plantea “diferencia de niveles entre las distintas funciones” que todo sistema
social desarrolla. Sin embargo explica que esta teoría le atribuye una función
preponderante al subsistema cultural en función a que la “mayor fuerza
cohesiva de todo grupo social depende de la adhesión a los valores y a las
normas establecidas a través del proceso de socialización por una parte, y
de control social por la otra”.
40 Según Bobbio (Op. cit., págs. 76-77) lo descrito anteriormente permite
identificar los diferentes problemas que cada enfoque pretende resolver. Por
una parte se encuentra la teoría funcionalista, la cual está sometida “por el
tema hobbesiano del orden”, mientras que la teoría marxista se orienta a “la
ruptura del orden”, es decir, “el paso de un orden a otro, concebido como el
paso de una forma de producción a otra mediante las contradicciones
internas del sistema, especialmente las contradicciones entre fuerzas
productivas y relaciones de producción”.
En otras palabras, mientras que la teoría funcionalista se preocupa
fundamentalmente por la conservación del orden, la teoría marxista se
preocupa esencialmente por el cambio social.
Por su parte Ramos (1999, pág. 173) hace referencia a “la obra
seminal de Karl Marx, Emile Durkheim y Max Weber” como pilares en la
construcción sociológica del Estado, indicando que a pesar de las diferencias
ideológicas entre estos tres autores hay ciertos conceptos y categorías
comunes en torno al Estado “como una estructura social específica que
identifica a las sociedades modernas”.
En este sentido Ramos (Op. cit., pág. 174) señala que “las grandes
líneas de la sociología clásica” de pueden resumir de la siguiente manera:
1. En la sociología de Marx y Engels el Estado es ante todo una realidad
histórica en la que cada formación social ocurre dentro del proceso de
desarrollo de los diversos modos de producción históricos, es decir, que
“el Estado como estructura de dominación-explotación siempre será de
clase y surge como resultado de la división social del trabajo”.
41 2. En la sociología de Emile Durkheim, el Estado se constituye en un
fenómeno producido por los avances en la división del trabajo social y
como producto de la transformación en las formas de solidaridad social,
por lo que constituye un órgano encargado fundamentalmente “de
integrar la sociedad y mantener un cierto grado de cohesión entre sus
miembros”.
3. En la sociología de Max Weber el Estado es la forma racional de
dominación política que se establece con la sociedad moderna. Esta
dominación implica el control, por una minoría, de los medios de
legitimación y administración y que encarnándose en la burocracia,
extiende su acción sobre un territorio determinado, en palabras de Weber
el Estado “reclama para sí el monopolio de la violencia física legitima”. La
expresión “violencia física” es entendida como el poder y la autoridad
para hacer cumplir las leyes y el conjunto de normas que estructuran el
funcionamiento de la sociedad en una nación.
Como quiera que sea, es indiscutible que el Estado representa un
organismo necesario y sumamente importante que toca los aspectos de la
vida social, política, económica y cultural de un país, con todo lo que ello
implica. Al respecto Ramos (Op. cit., pág. 163) indica que el Estado es en
nuestras sociedades la estructura de dominación que ha logrado imponerse
como la forma privilegiada de organización de poder.
2.2.1.2 Finalidad del Estado
Se puede decir que las concepciones descritas introducen el tema de
la finalidad del Estado para lo cual García (1982) presenta tres
características resumidas a continuación, no sin antes aclarar que estas
42 constituyen fines permanentes consustanciales a su existencia, pero que
pueden ser ampliadas en función al contexto histórico, social y político de
cada nación.
En primer lugar indica que el Estado debe asegurar su propia
existencia y reproducción como organización, dado que, como toda
organización está amenazado por un proceso de entropía si no se desarrolla
una energía capaz de neutralizarla.
En segundo lugar, dice que el Estado debe garantizar la convivencia
pacífica dentro de su territorio, lo que supone la canalización de los
antagonismos por vía jurídica. Y, en tercer lugar, señala que el Estado debe
asegurar su permanencia como entidad soberana dentro de la comunidad
internacional.
En ese mismo contexto, Uriarte (2010) destaca el carácter integrador y
organizativo que tiene el Estado frente a otras instituciones. Así pues, el
Estado ejerce una función integradora “en su papel de árbitro que encauza
los conflictos que se producen en la sociedad”. Adicionalmente es un
organizador de la vida social y “es la única institución consagrada a esa
tarea” por su inherencia y capacidad de asumir el conjunto de necesidades
sociales.
Retomando a Bobbio (Op. cit., pág.177 ), este introduce la necesidad
e importancia de que el Estado cuente con unas instituciones formales que
orienten y definan el buen funcionamiento de la sociedad, pero que al mismo
tiempo regulen el desempeño del Estado para evitar acciones que traspasen
43 el poder legitimo otorgado a este organismo y lo conduzcan a su
debilitamiento.
2.2.1.3 Formas de Estado
Bobbio (2004) aclara que debido a la gran variedad de elementos a
tomar en cuenta para distinguir las formas de Estado, principalmente cuando
se toman como referencia la organización política y la sociedad es muy difícil
hacer una exposición completa. En ese sentido utiliza como “base dos
criterios principales, el histórico y el referente a la mayor o menor expansión
del Estado frente a la sociedad (un criterio que también incluye el basado en
las diversas ideologías)”.
2.2.1.3.1 Criterio histórico
Tomando como referencia el criterio histórico Bobbio (Op.cit., pág.
158) indica que la tipología más ampliamente utilizada y acreditada entre los
historiadores de las instituciones es la siguiente: Estado feudal, Estado
estamental, Estado absoluto, y Estado representativo.
A continuación se hace una breve explicación respecto a la
conceptualización y desarrollo de cada una de las categorías de la
clasificación expuesta por el autor.
Por Estado estamental se entiende la organización política donde se
han venido formando órganos colegiados o Estados que reúnen a los
individuos que tienen la misma posición social, y en cuanto detentadores de
44 tales derechos y privilegios hacen valer su posición ante quienes detentan
en sus manos el poder soberano mediante asambleas deliberantes como los
parlamentos. Al respecto se distinguen Estados con dos asambleas como
Inglaterra, la Cámara de los Lores que abarca el clero y la nobleza, y la
Cámara de los Comunes que comprende a la Burguesía, y Estados
estamentales con tres cuerpos diferentes respectivamente, el clero, la
nobleza y la burguesía como sucedió en Francia.
El Estado estamental constituye una forma intermedia entre el Estado
feudal y el Estado absoluto. Se diferencia del primero por una gradual
institucionalidad de los contrapoderes y también por la transformación de las
relaciones personales propias del sistema feudal y por las relaciones entre
instituciones; de un lado la asamblea del estamento, de otro el rey con su
aparato de funcionarios que dan origen al Estado burocrático característico
de la monarquía absoluta. Se diferencia del Estado absoluto debido a la
presencia de oposición de poderes
en conflicto continúo y en donde la
aparición de la monarquía absoluta viene a suprimirlos.
Por otra parte dice Bobbio (Op.cit. pág. 160) “La formación del Estado
absoluto se da mediante un doble proceso paralelo de concentración y
centralización del poder sobre un determinado territorio”. Cuando se habla de
concentración se refiere al proceso mediante el cual los poderes ejercen la
soberanía: el poder de dictar leyes validas para toda la colectividad, el poder
jurisdiccional, el poder de usar la fuerza al interior y exterior, el poder de
imponer tributos, son todos atribuidos por derecho al soberano por los
juristas y ejercidos de hecho por el rey y los funcionarios que dependen de
él.
45 En cuanto al termino centralización éste se refiere al “proceso de
eliminación o de desautorización de ordenamientos jurídicos inferiores”,
como las ciudades, las corporaciones, las sociedades particulares, las cuales
se mantienen como ordenamientos derivados de “una autorización y por la
tolerancia del poder central”.
El Estado representativo viene a constituir una cuarta fase en el
proceso de transformación del Estado que se ha mantenido en la actualidad
y cuya evolución se muestra brevemente a continuación:
(…) bajo la forma de monarquía constitucional y luego
parlamentaria, en Inglaterra después de la “gran rebelión”,
en el resto de Europa después de la revolución francesa,
y bajo forma de república presidencialista en los Estados
Unidos después de la revuelta de las trece colonias contra
la madre patria (pág. 161)
Bobbio (Op.cit., pág. 162) plantea que la diferencia entre el Estado
representativo y el Estado estamental reside en que la representación
corporativa o de intereses es sustituida por la representación de los
individuos a los que se reconocen derechos políticos.
Respecto a la diferencia entre el Estado representativo y el Estado
absoluto Bobbio (Op.cit., pág. 62) señala que en el Estado representativo se
descubren y afirman los derechos naturales del individuo los cuales son
innatos y conferidos por la ley, por lo cual, al no ser adquiridos como ocurre
en el Estado absoluto en donde el rey es investido por Dios, estos pueden
hacer valer sus derechos frente al Estado “recurriendo incluso al remedio
extremo de la desobediencia civil y de la resistencia”.
46 En este contexto surgieron las primeras “Declaraciones de los
derechos” lo cual viene a “representar la verdadera revolución copernicana
en la historia de la evolución entre gobernantes y gobernados”, es decir, en
palabras de Bobbio (Op. cit., pág. 63), “El individuo es primero que el Estado;
el individuo no es para el Estado, sino el Estado para el individuo”. De la
misma manera destaca el aspecto “ético” de la representación de los
individuos en cuanto individuos particulares y no por su adhesión a un grupo
de interés en particular, lo cual generó “el reconocimiento de la igualdad de
los hombres”.
Dado lo anterior Bobbio (Op.cit., pág. 164) explica que el desarrollo del
Estado representativo generó la ampliación de los derechos políticos hasta el
reconocimiento del sufragio universal: masculino y femenino; hizo necesaria
la constitución de partidos organizados lo que modificó profundamente la
estructura del Estado representativo, en consecuencia provocó “un cambio
en el sistema de representación que ahora no es sólo el de los individuos,
sino que están permeadas por grupos de poder que organizan las elecciones
y reciben una delegación en blanco de los electores”.
Debido a lo expresado en el párrafo anterior esta alteración del
sistema
de
representación
generó
“la
transformación
del
Estado
representativo en un Estado de partidos”, en el que los sujetos políticos
relevantes ya no son los individuos en particular sino los grupos organizados
por intereses de clase o presuntamente generales como ocurre en la
actualidad, donde se aprecia que las decisiones colectivas son fruto de
negociaciones o acuerdos entre los grupos que representan fuerzas sociales
como los sindicatos y fuerzas políticas como los partidos.
47 Al respecto Bobbio (Op. cit., pág. 164) explica que “las votaciones se
efectúan para cumplir con el principio constitucional que establece que el
Estado representativo moderno debe considerar como sujetos políticos a los
individuos y no a los grupos”, en donde los procedimientos para la toma de
decisiones descansan en las asambleas y en la aplicación de la regla de la
mayoría pero estos tienen un “valor solamente formal de ratificación de
decisiones tomadas en otro lugar mediante el procedimiento de la
contratación”.
Según Bobbio (Op. cit., pág. 166) “el Estado representativo como se
formó en Europa en los últimos tres siglos es todavía hoy el modelo de las
constituciones escritas que se formaron en estas últimas décadas”, incluso
donde están suspendidas o mal aplicadas.
Bobbio (Op.cit., pág. 166-167) introduce en la clasificación al Estado
socialista aún cuando argumenta que “no es fácil decir a cual categoría
pertenece dadas las diferencias entre los principios constitucionales
oficialmente proclamados y la realidad de hecho”, haciendo para ello alusión
a “la forma de Estado de la Unión Soviética después de superar la fase de la
dictadura del proletariado”.
En cuanto a esto último el autor señala que la diferencia fundamental
entre las democracias representativas y los Estados socialistas se encuentra
en las discrepancias entre los “sistemas multipartidistas y sistemas
monopartidistas (de derecho como en la Unión Soviética, de hecho como en
las democracias populares)”. Esta diferencia introduce el tema sobre la
existencia de “un partido único”, el cual rememora los gobiernos monárquicos
48 del pasado, en donde el príncipe colectivo detenta el poder político e
ideológico, y que según la concepción de Bobbio (Op. cit., pág. 168)
constituye el elemento característico de los Estados socialistas de inspiración
leninista, directa o indirectamente en contraste con los sistemas poliárquicos
de las democracias occidentales.
De la misma manera Bobbio (Op.cit., pág. 168) explica que “el análisis
de los Estados con partido único omniinvadente y omnipotente ha dado
origen a la figura del Estado total o totalitario” lo cual permite la más fiel
representación de una organización política en la que se ha disminuido la
línea que se demarca entre el Estado y la Iglesia, y entre el Estado y la
sociedad civil. Tomando en consideración este último punto por representar
el interés central, la existencia de este tipo de Estados implica “el control
sobre todo comportamiento humano, sin dejar algún intersticio en el cual se
pueda desarrollar, más que ilícitamente, la iniciativa de los individuos y de los
grupos”.
2.2.1.3.2 Criterio sobre la mayor o menor expansión del Estado frente a la
sociedad.
Respecto a este segundo criterio expuesto por Bobbio se presentan
dos clasificaciones como son por una parte las concepciones sobre el Estado
y no-Estado, así como Estado máximo y Estado mínimo.
Respecto a la primera categoría el autor señala que “El Estado en su
acepción más amplia que comprende también a la Polis griega, se ha debido
enfrentar al no- Estado en su doble dimensión de la esfera religiosa y de la
49 esfera económica” en un contexto de primacía del no-Estado representado
por la sociedad civil-burguesa.
En este sentido Bobbio (Op.cit., pág.172) plantea que “la principal
consecuencia de la primacía del no-Estado sobre el Estado es una
concepción exclusivamente instrumental del Estado”, el cual queda reducido
a su función principal como es el poder coactivo “cuyo ejercicio al servicio de
los detentadores del poder económico debería ser el de garantizar el
desarrollo autónomo de la sociedad civil” en función de la clase
económicamente dominante.
Respecto a la segunda categoría presentada por Bobbio (Op.cit.,
pág.173) ésta se refiere a la forma como se relaciona el Estado con el noEstado, la cual “varía de acuerdo a la mayor o menor expansión del primero
hacia el segundo”. En este sentido distingue dos tipos ideales: “El Estado
que asume tareas que el no-Estado en su pretensión de superioridad asume
para sí, y el Estado indiferente y neutral”, con lo cual el Estado máximo viene
a ser el que asume tareas del no-Estado mientras que el Estado mínimo
coincide con el Estado indiferente y neutral.
En referencia a la esfera económica explica que hay Estados que
asumen como propia una determinada doctrina como el mercantilismo del
siglo XVIII o el keynesianismo de los últimos cincuenta años, adjudicándose
entonces “el derecho eminente de regular la producción de bienes o la
distribución de la riqueza, promover ciertas actividades y declinar otras”, en
definitiva direccionar la actividad económica del país. Para explicarlo mejor
Bobbio (Op.cit., pág. 174) hace una analogía del “Estado interventista” con
50 el “Estado eudemonológico” del siglo XVIII en el que “el Estado se propone
como fin la felicidad de sus súbditos…”.
En este punto el autor hace alusión al Estado liberal contraponiéndolo
al Estado eudemonológico e indicando que es al mismo tiempo “laico
respecto a la esfera religiosa y abstencionista respecto a la esfera
económica”. De la misma manera hace alusión al Estado de derecho dirigido
a “garantizar jurídicamente el más amplio crecimiento de la libertad religiosa
y la mayor expansión de la libertad económica”.
Bobbio (Op.cit., pág. 174) también hace mención al Estado socialista
como aquel “que asume la tarea de dirigir la economía” y de manera más
sutil al Estado social o Estado de justicia promovido por los partidos
socialdemócratas, dado que “solamente se dedica al sistema distributivo y no
al productivo”.
En referencia nuevamente al Estado liberal Bobbio (Op.cit., págs. 175176) indica que hay dos interpretaciones opuestas que dependen de la visión
respecto a las transformaciones propias de este tipo de Estado. Por una
parte están los críticos benévolos que lo juzgan positivamente en términos de
que “corrigió algunas de las mayores deformaciones del Estado capitalista en
beneficio de las clases menos favorecidas”, mientras que para “los críticos de
izquierda que no renunciaron al ideal del socialismo o comunismo” lo
conciben como “el Estado del capital que se ha hecho Estado” (…) “como un
sistema de poder, del cual el sistema capitalista se sirve para sobrevivir y
continuar prosperando, como condición para su propia valorización…”.
51 2.2.1.4 Distinción entre Estado liberal y Estado social
Como puede observarse el tema del Estado ha sido de gran
importancia para explicar su formación, estructura, funcionamiento, y
evolución histórico-política, así como su impacto en la existencia y acontecer
institucional en relación con la sociedad. Está importancia sigue latente en la
actualidad y más que hacer una recopilación de los aportes fundamentales
realizados desde los diferentes enfoques por los autores que han escrito y
disertado sobre este tema, se hará una distinción entre el Estado liberal y el
Estado social, haciendo mención a sus características e implicaciones a los
fines de favorecer el análisis que permita intentar dar respuesta a los
objetivos planteados en esta investigación.
2.2.1.4.1 Estado liberal
La institucionalización del Estado liberal se ubica en los albores de la
Revolución Francesa. Según Uriarte (Op. cit.) este evento significó “el fin del
régimen absolutista y el comienzo de los sistemas liberales que a lo largo del
siglo XIX se extenderían al mundo occidental”.
Bobbio (2006) hace una descripción clara y bastante completa sobre
las principales características y rasgos que definen al Estado liberal
precisando en primer lugar que sus poderes y funciones son limitados. Acota
además que se contrapone al Estado absoluto y al Estado social y no es
necesariamente democrático aunque históricamente se ha desarrollado en
sociedades en las cuales la participación en el gobierno es muy restringida y
limitada a las clases pudientes.
52 En segundo lugar expone que el postulado filosófico del Estado liberal
es la doctrina de los derechos del hombre elaborada por la escuela del
derecho natural (o iusnaturalismo), los cuales deben ser garantizados y
respetados por quienes detenten el poder político legitimado;
Es una doctrina de acuerdo con la cual el hombre, todos
los hombres indistintamente tienen por naturaleza y por
tanto sin importar su voluntad, algunos derechos
fundamentales como el derecho a la vida, a la libertad,
a la seguridad, a la felicidad, que el Estado a través de
quien o quienes detenten el poder legítimo de ejercer la
fuerza, deben respetar, no invadiéndolos y garantizarlos
frente a cualquier intervención posible por parte de los
demás (pág. 11).
En concordancia con la primera característica, cuando se habla de un
Estado limitado se hace referencia tanto a sus poderes como a sus
funciones. El límite en cuanto a sus poderes se representa a través de la
noción de Estado de derecho y la noción que representa el límite en cuanto a
sus funciones es el Estado mínimo.
En el Estado de derecho los poderes públicos son regulados por
normas generales (Fundamentalmente las leyes constitucionales) y deben
ser ejercidas en el ámbito de las leyes que los regulan. Bobbio (Op. cit.,
págs.
18-19)
resalta
la
importancia
que
reviste
el
proceso
de
constitucionalización de los derechos naturales, es decir “su transformación
en derechos protegidos jurídicamente”.
Resulta interesante el aporte realizado en términos de la aproximación
a los mecanismos que pudieran impedir u obstaculizar el ejercicio arbitrario e
53 ilegitimo del poder, dificultando o frenando el abuso o ejercicio ilegal del
mismo. Al respecto menciona lo siguiente:
1. El control del poder ejecutivo por parte del legislativo.
2. El control eventual del parlamento en el ejercicio del poder legislativo por
parte de una corte jurisdiccional a la que se pide el establecimiento de la
constitucionalidad de las leyes.
3. Una relativa autonomía del gobierno local frente al gobierno central.
4. Un poder judicial independiente del poder político.
Otro de los rasgos fundamentales del Estado liberal es la garantía de
las
libertades
individuales
no
sólo
a
través
de
los
mecanismos
constitucionales que establece el Estado de derecho sino también por su
condición de funcionamiento limitado en el mantenimiento del orden público
interno y externo. Tomando este elemento en consideración se le concibe
también como el Estado mínimo, un mal necesario, “que debe entrometerse
lo menos posible en la esfera de acción de los individuos”.
Por su parte, Díaz en Uriarte (Op. cit., pág. 94)
enuncia cuatro
características básicas que además están recogidas en la Revolución
Francesa como son: el imperio de la ley, la división de poderes, la legalidad
de la administración y la garantía de los derechos y libertades
fundamentales, de las cuales se derivan una serie
de rasgos cuya
exposición coincide en su mayoría con la presentada por Bobbio (Op. cit.),
sin embargo, se considera pertinente agregar aquellos que no han sido
contemplados expresamente en la clasificación anterior.
54 Por una parte se considera que “la delimitación legal de la autoridad
es emanación del pueblo soberano y no una delegación divina”. Por otra
parte la única fuente de legitimación de la legislación viene dada por la
opinión de los ciudadanos. Adicionalmente se proclama la libertad intelectual
y la primacía de la razón frente a la visión religiosa del orden estamental.
Por último y no menos importante, la economía adquiere un carácter
relevante porque se establece y extiende el principio del libre mercado
limitando al Estado a una intervención mínima necesaria orientada sólo a
garantizar las condiciones para que este principio se cumpla con la creencia
de que contribuirá con un funcionamiento armónico de la economía y de que
todos los individuos tendrán las mismas oportunidades de competir en el
mercado.
Tomando en consideración los puntos anteriores es necesario acotar
que la doctrina liberal se ha centrado durante los últimos tiempos en la
defensa de la economía de mercado y de las libertades económicas,
incorporando además la libertad política como respuesta a la necesidad de
ampliar los derechos sociales.
Hayeck, en Bobbio (2006), quien además representa uno de los
máximos expositores del liberalismo en la época contemporánea ratifica lo
que ha constituido “el núcleo original de la doctrina clásica” cuando afirma
que éste representa una teoría sobre los límites del poder del Estado,
sustentada en los derechos o intereses de los individuos, los cuales fueron
previos a la formación del poder político. Mill coincide con Hayeck en que la
55 doctrina liberal está sustentada en la necesidad de “poner límites al poder,
aún cuando este poder sea el de la mayoría”.
En este contexto, Bobbio (2005) llama la atención sobre dos aspectos
fundamentales como son el económico y el político, los cuales denomina
“doctrina liberal económico-política” la cual según su apreciación deriva en
dos concepciones contrastadas, una es de tipo negativa respecto al Estado
porque “lo reduce a un simple instrumento de realización de los fines
individuales” y la otra se traduce en una concepción positiva del no-Estado
porque permite la realización personal de los individuos en relación con los
otros individuos que hacen vida en la sociedad.
Debido a lo anterior Bobbio (Op. cit., pág.129) expuso que la doctrina
liberal tiene el reto de resolver el dilema que representa hacer posible la
coexistencia de ambos tipos de libertades, una que responde claramente al
mercado económico y la otra que responde al mercado político. Las
propuestas políticas de los nuevos liberales están orientadas a regresar o
mantener el mercado económico sin reformar o incluso abolir el mercado
político pero limitando su campo de acción.
En este contexto el autor indica que el Estado liberal ha sufrido
transformaciones a través de la historia y aún cuando ha tenido sus aciertos
dependiendo del contexto en el que se ha desenvuelto, su desarrollo ha
mostrado debilidades e insuficiencias respecto a la finalidad de lograr que
todos los individuos de la sociedad tuviesen igualdad de oportunidades.
Entre otras cosas, esto ha contribuido con el nacimiento del Estado social
actual que se ha extendido y fortalecido en occidente.
56 No obstante, Bobbio (Op. cit., págs. 124-125) sostiene que analizar la
transición entre el Estado liberal y el Estado social implica considerar el paso
de un Estado de derecho con funciones principalmente “protectivorepresivas” a un Estado de derecho cada vez más “promocional”.
Adicionalmente introduce el concepto de justicia distributiva, haciendo la
acotación de que aclarar lo que se va a distribuir y los criterios para hacer la
distribución es lo que marca la línea divisoria entre Estado liberal y Estado
social.
2.2.1.4.2 Estado social
Corresponde con un modelo de Estado actual que (2002) explica de
manera clara, extensa y apropiada para tratar de entender sus orígenes,
concepciones, funciones e importancia en la época actual, partiendo una vez
más de que el Estado constituye una estructura de poder en constante
evolución y renovación que no escapa a un proceso de interrelación con la
sociedad donde ejerce sus funciones.
Para su análisis García (Op. cit., págs. 18-19) prescinde de las
estructuras estatales de los países socialistas y se centra en la forma de
Estado que surgió en las sociedades neocapitalistas, cuyas ideas se han
desarrollado plenamente en las sociedades industriales y post-industriales y
que además sirven de guía para aquellos países que se encuentran en ese
proceso de transición.
En este sentido acota que existen varios sinónimos que bien vale la
pena diferenciar porque representan variantes en torno a la distribución del
57 poder o bien a la finalidad de bienestar social. Entre ellos se menciona el
Estado de Bienestar o en su traducción al inglés: Welfare State, así se habla
de Estado de partidos, Estado de asociaciones, Estado socialdemócrata, o
Estado social. El Estado de partidos y Estado de asociaciones están
relacionados al proceso de distribución del poder, mientras que el Estado de
bienestar, el Estado socialdemócrata y el Estado social se relacionan
fundamentalmente con una de las dimensiones de la política estatal dirigida a
logar el bienestar social.
En el caso del Estado social se indica que éste va más allá de la
concepción limitada del Estado de bienestar traducida en la asignación del
presupuesto público para satisfacer las necesidades sociales, porque el
Estado social además incorpora todos los problemas generales que implica
“el sistema estatal de nuestro tiempo”.
García (Op.cit., págs. 16-17) aclara que aún cuando suele citarse a
Lorens von Stein como precursor de la idea de Estado social porque
introdujo en 1850 la necesidad de abrir paso a la época de las revoluciones y
reformas sociales, la idea del Estado social de Derecho se le debe a Herman
Héller, socialdemócrata y tratadista destacado sobre la teoría de la política y
del Estado de los años veinte y treinta del siglo pasado, quien visualizó por
una parte la crisis que había venido enfrentando la democracia y el Estado
de derecho en términos del avance de regímenes fascistas, y por otra parte
la irracionalidad del sistema capitalista generador de un nuevo feudalismo
económico respectivamente.
58 García (Op. cit., pág.17) presentó la solución dada por Heller ante la
situación visualizada, la cual implicaba la necesidad de dar nuevos
contenidos sociales y económicos al Estado, así como un nuevo orden al
tema laboral y la distribución de los bienes públicos, lo que según la
apreciación de Bobbio (2005) está referida a los principios de justicia
distributiva.
En el marco de estas ideas García (op.cit., pág.17) presentó al Estado
social de Derecho como la única alternativa válida para neutralizar y debilitar
“la anarquía económica y la dictadura fascista” que había venido atentando
contra los valores de la civilización.
Ahora bien, expuestos estos planteamientos como punto de partida
para tener una mejor idea de los objetivos y orientación del Estado social, el
autor especifica que en términos generales, éste se traduce históricamente
como un intento de adaptación por parte del Estado liberal burgués a las
condiciones sociales de la civilización industrial y post-industrial.
En ese intento se ha dado un salto cualitativo importante entre los
siglos XIX y XX porque se pasó de la simple tarea de remediar las pésimas
condiciones de vida tanto de habitantes como de obreros, pasando de una
política social parcial a una de tipo sectorial, destinada a transformar la
estructura social mediante una serie de medidas que aseguraran unas
condiciones dignas de existencia a los individuos en la sociedad.
Las medidas mencionadas responden a políticas de protección o de
promoción vital, como los servicios de seguridad social, política de pleno
59 empleo, redistribución de producto social entre la población, acceso creciente
de las clases sociales menos favorecidas a los diferentes tipos de bienes y
servicios como la defensa del ambiente, conservación de los recursos
naturales no renovables, cultura, esparcimiento, educación y salud, entre
otros.
García (Op. cit., pág. 17) destaca que históricamente la idea de
Estado social fue constitucionalizada por primera vez en 1949 por la Ley
fundamental (Constitución) de la República Federal Alemana, al definir a
ésta en su artículo 20 como “un Estado federal, democrático y social” y en su
artículo 28 como “un Estado democrático y social de Derecho”. Por su parte
la Constitución española de 1978 establece en su artículo 1 que España se
constituye en “un Estado social y democrático de derecho”.
Para concretar todas estas ideas García (Op.cit., págs. 26-27) explica
que el Estado social está sustentado en la justicia distributiva, es
fundamentalmente un Estado gestor cuyas condiciones deben someterse a
las modalidades de la legislación,
promueve la justicia legal material,
asegura la vigencia de los valores sociales a través del desarrollo de
adecuados mecanismos institucionales, se busca proteger a la sociedad de
posibles abusos de poder por parte del Estado y está orientado a brindar
satisfacción social a través de políticas económicas, distributivas y de
prestación de servicios.
Tomando en consideración estos supuestos, al Estado social le fue
conferida la misión fundamental de procura existencial de sus ciudadanos, es
decir, desarrollar acciones que permitan dar respuesta efectiva a las
60 necesidades sociales fundamentales que los ciudadanos por sí solos o por la
acción espontánea de grupos no pueden garantizarse por sí mismos;
El Estado social agrega a los fines del Estado liberal el
desarrollo de medidas que aseguren al hombre las
posibilidades de existencia (…) de acuerdo con las
condiciones de su desarrollo y que ésta no pueda
satisfacer espontáneamente por sí misma (pág. 28).
En este contexto además de las funciones expuestas anteriormente,
debe promover las condiciones básicas para el desarrollo económico
nacional para lo cual debe proveer toda la logística y recursos necesarios, el
cual puede desarrollar a titulo propio, compartido, o delegarlo a actores
económicos privados.
Méndez (2004) resume las ideas señaladas anteriormente cuando
argumenta que el Estado de derecho protege los derechos políticos
fundamentalmente vinculados a la libertad tales como: la libertad personal,
política y económica que constituyen una defensa contra la intervención del
Estado y una garantía del statu quo de la sociedad burguesa que en este
contexto se mantiene separada del Estado.
2.2.2 El Gobierno
2.2.2.1 Concepciones sobre el gobierno
Parece pertinente partir de la definición que da uno de los pensadores
clásicos sobre la política como lo es Aristóteles (2008, pág. 105) quien
61 expuso que “la Constitución es la que establece en relación con el Estado la
organización regular de todas las magistraturas, sobre todo la magistratura
soberana”, por lo que en ese contexto el gobierno constituye “el soberano
de la ciudad”, entendiendo que “el gobierno es la Constitución misma”.
Una noción más contemporánea que expresa con otros términos la
idea central presentada por Aristóteles es la que plantea Uriarte (2010, pág.
73) quien identifica al gobierno con uno de los poderes del Estado, el poder
ejecutivo y le imprime un papel central indicando que éste “es el supremo
conductor o director del Estado”.
En términos generales puede decirse que el gobierno es una
estructura que ejerce las funciones del Estado a través de sus distintos
poderes, sin embargo es necesario precisar que el gobierno no es lo mismo
que el Estado pero está vinculado a éste por el elemento del poder.
En ese sentido, Bobbio (2004, pág. 144) como introducción para
analizar las diversas tipologías de gobierno, expuso que estas responden a
“(…) las estructuras de poder y las relaciones entre los diversos órganos a
los que la constitución le asigna el ejercicio del poder”.
2.2.2.2 Formas de Gobierno
Las tipologías clásicas de las formas de gobierno compiladas por
Bobbio (Op.cit., pág.144) son tres y están basadas en los aportes de
Aristóteles, Maquiavelo y Montesquieu.
62 Aristóteles (Op.cit., pág.107) presenta una clasificación que ha sido
exitosa para entender y orientar los sistemas políticos. En primer lugar
introduce el tema según la forma recta o desviada de gobierno. En este
sentido si éste “es ejercido consultando el interés común, bien sea por un
soberano único, la minoría o las multitudes” se habla de una forma recta de
gobierno, mientras que cuando el poder se ejerce atendiendo a intereses
particulares se habla de forma desviada del mismo.
Siguiendo a Aristóteles (Op.cit., pág.108) en la forma recta de
gobierno cuando éste es ejercido por un solo soberano se le llama
Monarquía, cuando es ejercido por unos pocos se le denomina Aristocracia,
y cuando la mayoría es la que gobierna recibe el nombre de República,
“siendo éste un nombre genérico que abarca todas las formas de gobierno”.
Adicional a esta clasificación señala las desviaciones que se pueden
generar de estos tipos de gobierno como son la tiranía que consiste en una
desviación de la Monarquía porque la tiranía sólo busca el beneficio personal
del monarca; la oligarquía que es la desviación de la Aristocracia porque
atiende sólo a los intereses de los ricos y la demagogia que constituye una
desviación de la República porque atiende sólo a las necesidades de los
pobres.
Retomando a Bobbio (Op.cit., pág. 144) quien refiere el pensamiento
de Maquiavelo en su tratado sobre el Príncipe, habla de dos tipos de
gobierno: la monarquía y la república, acotando que cuando habla de
república está incorporando tanto las aristocracias como las democracias
porque lo que las diferencia es el número de personas en quienes recae la
63 soberanía,
una sola, unos pocos, o una asamblea. En cuanto a las
asambleas hace la precisión de que independientemente de que sean
populares o de notables deben acoger reglas de funcionamiento como es el
caso de “la regla de la mayoría para llegar a la formación de la voluntad
colectiva”.
Bobbio (Op.cit., pág. 145) refiere que Montesquieu también incorpora
tres formas de gobierno pero diferentes a las que propuso Aristóteles: la
monarquía, la república y el despotismo. En su concepción el despotismo
representa la forma desviada de la monarquía expuesta por Aristóteles, es
decir, el gobierno de una sola persona pero sin leyes que pudiese frenar los
posibles abusos o distorsiones en el ejercicio del poder. Otro de sus aportes
fundamentales fue la incorporación de un nuevo criterio para distinguir las
formas de gobierno el cual se basó en “los principios que inducen a los
hombres a obedecer”, en este caso mencionó “el honor en las monarquías, la
virtud en las repúblicas, y el miedo en el despotismo”.
Bobbio (Op.cit., pág. 145) relaciona está última clasificación con el
concepto de “poder legitimo” expuesto por Max Weber, pero estableciendo
claramente las diferencias entre ambas concepciones. Así pues, explica que
mientras Montesquieu mostró su preocupación por el funcionamiento del
aparato estatal, Weber se centró en la capacidad de los gobernantes y sus
mecanismos para obtener la obediencia.
En la época moderna se dieron algunas innovaciones posteriores a la
tipología tradicional expuesta en los párrafos anteriores, sin embargo, Bobbio
(Op.cit., pág. 146) declara que ésta “No ha perdido su prestigio y ha sido
64 retomada en los tratados de derecho público”. Sin embargo hace referencia a
Kelsen porque debido a que éste introduce “una innovación interesante” a la
tipología tradicional, partiendo de la concepción del Estado enfocado en el
conjunto de leyes y normas que lo rigen indica que “la única manera de
distinguir una forma de gobierno de otra
consiste en conocer el diverso
modo en que una constitución regula la producción del ordenamiento
jurídico”.
En este sentido Bobbio (Op.cit., págs., 146-147) los modos señalados
son dos, el ordenamiento jurídico creado desde arriba, lo cual implica que los
destinatarios de las normas no participan en su creación; o desde abajo,
donde los destinatarios si son incluidos. Al respecto indica que “estas dos
formas de producción de normas y leyes se corresponden con dos formas
puras o ideales de gobierno, como son la autocracia y la democracia”,
aclarando que los Estados no responden de manera estricta a estas formas
de gobierno porque su conceptualización es ideológica.
Existen muchas otras tipologías sobre el gobierno que de alguna
manera se derivan de las tipologías tradicionales y que responden a las
innovaciones que han sido necesarias a través de la evolución de los
Estados hasta llegar a como lo conocemos hoy.
Shumpeter
en Bobbio
(Op.cit., pág. 153) alude a la noción de élites de poder, estableciendo que en
los gobiernos democráticos suelen existir muchas élites en competencia para
acceder al gobierno, mientras que en las autocracias la característica
fundamental es “(…) el monopolio del gobierno por parte de una sola y
exclusiva élite”.
65 Uriarte (Op.cit. pág. 80) muestra su preocupación por las diferentes
formas en que se ejercen las responsabilidades de gobierno por lo que hace
su argumentación en base a tres tipos fundamentales de sistemas
democráticos que se hacen presentes en el acontecer de los Estados en la
actualidad, los denominados gobiernos parlamentarios, presidencialistas y
semipresidencialistas, cuya explicación se describe a continuación:
Primeramente, describe al sistema parlamentario como “la forma de
democracia constitucional en la que la potestad ejecutiva proviene del poder
legislativo y es responsable ante ella”, mientras que en el sistema
presidencialista “el jefe del ejecutivo es elegido por un período constitucional
prescrito y en circunstancias normales no puede ser obligado a renunciar por
una moción de censura”.
Otra diferencia radica en que los presidentes son electos por votación
popular en ambos sistemas, mientras que los primeros ministros son electos
por el ejecutivo en los sistemas presidencialistas y por el legislativo en los
sistemas parlamentarios.
Por otra parte resulta bien significativo, que en los gobiernos
parlamentarios los miembros del gabinete ministerial pueden también
participar como miembros del legislativo, en cambio en los gobiernos
presidencialistas existe la independencia de poderes, por lo que no se
pueden ocupar dos cargos de esa naturaleza al mismo tiempo.
Adicionalmente, en los sistemas parlamentarios el legislativo tiene la
potestad de destituir al gabinete ministerial, y el primer ministro tiene poder
66 para disolver el parlamento y convocar nuevas elecciones, a diferencia en
los sistemas presidencialistas el legislativo no tiene la potestad para destituir
al presidente, y éste tampoco para disolver el parlamento.
Otro elemento que diferencia ambos sistemas reside en el poder
ejecutivo, es decir, los gobiernos parlamentarios cuentan con un jefe de
Estado, presidente o monarca que tiene poco poder y un primer ministro o
jefe de gobierno que conjuntamente con el gabinete tiene el mayor poder de
decisión y acción. En los gobiernos presidencialistas el presidente electo
ocupa al mismo tiempo la posición de jefe de Estado y gobierno.
En ese mismo sentido en los sistemas parlamentarios el poder y su
responsabilidad son colectivos y recae sobre el jefe de gobierno con el
gabinete ministerial, mientras que en los sistemas presidencialistas éste
recae exclusivamente sobre el presidente.
De la misma manera Uriarte (Op.cit., pág. 81) describe “una tercera
forma mixta de gobierno” el semipresidencialismo, aclarando que existen
diferencias para su definición y delimitación. No obstante establece
claramente su semejanza y diferencia fundamental: “el semipresidencialismo
tiene en común con el presidencialismo que en ambos casos el presidente es
elegido popularmente”, mientras que “ambos sistemas se diferencian
claramente porque en el semipresidencialismo el presidente comparte su
poder con un primer ministro”. Acota además que el ejemplo más utilizado en
torno a este tema es el francés.
67 Uno de los elementos más distintivos del semipresidencialismo
descritos por Sartori (2007) tiene que ver con “el reparto de poderes (como
en la Quinta República Francesa) y no en la separación de poderes”. Al
respecto presenta una “estructura de autoridad” en donde el jefe del ejecutivo
puede colocar al primer ministro como:
1. El primero por encima de los que no son sus iguales;
2. El primero entre los que no son sus iguales;
3. El primero entre sus iguales.
Estas formulas representan un reparto de poder porque todas
excluyen la concentración de éste en una sola persona. Así se tiene que:
Un primero por encima de los que no son iguales es un
jefe del ejecutivo que es líder del partido, que no puede
ser fácilmente destituido por el voto del parlamento, y que
nombra y cambia los ministros a su gusto. Este primero
manda sobre sus ministros e incluso los desautoriza. Un
primero entre los que no son sus iguales puede no ser el
líder del partido pero tampoco puede ser destituido por un
simple voto parlamentario de no confianza, y se supone
que va a permanecer en el cargo incluso cuando cambien
los miembros de su gobierno. Este primero puede destituir
a ministros, pero no puede ser destituido por ellos.
Finalmente, un primero entre iguales es un primer ministro
que cae junto con su gabinete, que generalmente tiene
que aceptar los ministros “impuestos” que forman el
equipo de gobierno, y que tiene muy poco control del
equipo (pág. 174).
68 2.2.2.3 Funciones de Gobierno
Hague y Breslin en Uriarte (Op.cit., pág. 79) expusieron una
clasificación que considera cinco funciones principales para la dirección del
Estado por parte de los gobiernos. En primer lugar lo referente a la dirección
general
de
la
política
nacional,
en
segundo
lugar
supervisar
la
implementación de las políticas públicas, en tercer lugar lograr el consenso
y el apoyo para el éxito de las políticas públicas, en cuarto lugar asumir los
aspectos ceremoniales del liderazgo simbolizando la unidad del Estadonación, y en último lugar ejercer el liderazgo efectivo en situaciones de crisis
o emergencia.
Uriarte (Op. cit., pág. 80) considera
que la definición sobre las
funciones de los gobiernos es bastante sencilla y son similares en casi todos
los sistemas democráticos.
2.2.3 Concepciones sobre la Democracia
Las concepciones de democracia aquí presentadas constituyen una
aproximación al referente teórico necesario para hacer el análisis de los
elementos esbozados como objetivos fundamentales de la investigación.
La democracia como forma de gobierno es antigua. De acuerdo a
Sartori (2007) “el término democracia aparece por primera vez en Herodoto
y significa, traducido literalmente del griego, poder (kratos) del pueblo
(demos)”. Sin embargo la literatura sobre democracia expresa que la
evolución de este concepto ha tenido sus avances y sus declives, a tal punto
69 que como lo señala el mismo Sartori (Op. cit., pág.29) “la democracia ha
sufrido un largo eclipse. La experiencia de las democracias antiguas fue
relativamente breve y tuvo un recorrido degenerativo”, o como lo señala
Méndez (2004) “desde el punto de vista axiológico, ha experimentado
cambios en el sentido de ser considerada como un valor o un anti valor”.
Por su parte Bobbio (2006) habla en su favor diciendo que el
pensamiento político griego dejó una célebre tipología sobre las formas de
gobierno, siendo una de ellas la democracia, y la definió como: “el gobierno
de muchos, de la mayoría, o de los pobres”, haciendo la aclaratoria de que
en los casos donde los pobres son los que detentan el poder esta pertenece
a la masa.
Adicionalmente introduce un elemento de interés que ha Estado
presente en muchas discusiones sobre la evolución y permanencia de la
democracia, y es respecto a las diferencias entre la democracia de los
antiguos y los modernos, manifestando que aún cuando “son muchas las
discusiones que se han dado al respecto, al paso de los siglos y las
discusiones que señalan diferencias entre la democracia de los antiguos y
los modernos, el sentido descriptivo general del término no ha cambiado,
(…), su significado evaluativo, según si el gobierno del pueblo sea preferido
al gobierno de uno o de unos cuantos, o viceversa”.
En este sentido señala lo siguiente:
(…) lo que ha cambiado no es el titular del poder
político, que en su opinión siempre es el “pueblo”,
entendiendo a este como el conjunto de ciudadanos
70 que en última instancia tienen el derecho de tomar las
decisiones colectivas; sino la manera amplia o
restringida de ejercer este derecho (págs. 32-33)
Y es allí donde introduce los términos de democracia directa utilizada
por los antiguos y la democracia representativa que muchos autores
sostienen como el único gobierno popular posible en un Estado grande.
De acuerdo a lo señalado por Sartori (Op.cit., págs. 37-38) la
democracia de los modernos, o lo que es lo mismo la que se practica hoy, no
es la misma de los antiguos. En este sentido expresa que el discurso sobre
la democracia de los antiguos es relativamente simple, mientras que el
discurso de la democracia de los modernos es complejo.
Al respecto
manifiesta que actualmente la democracia es una abreviación que significa
liberal-democracia, e implica en primer lugar, que la democracia es un
principio de legitimidad, es decir que en el ejercicio de la misma el poder
deriva del pueblo y este se traduce no sólo en términos de titularidad sino en
términos de ejercicio. Adicionalmente la democracia está legitimada por
elecciones libres y periódicas.
En segundo lugar señala que la democracia es un sistema político
llamado a resolver problemas de ejercicio del poder como se mencionó
anteriormente. Al respecto se plantea el dilema entre la democracia directa y
la democracia representativa, en el que la historia muestra claramente que
en la antigüedad la democracia directa era viable por cuanto el número de
atenienses permitía la toma de decisiones directa por parte de cada uno de
los miembros considerado como ciudadano, es decir los hombres libres, no
se tomaba en cuenta a las mujeres, esclavos o personas que no tuvieran
71 bienes de fortuna. No obstante se acota que cuando el número de
ciudadanos es muy grande el ejercicio de la democracia directa ya no es tan
sencillo.
Así pues, Mill (2001) afirma que la “democracia” en grande tiene que
ser una democracia representativa que separa la titularidad del ejercicio,
“para después vincularla por medio de los mecanismos representativos de
transmisión del poder, aunque ineludiblemente se conserven algunas
instituciones de democracia directa como las elecciones, el referéndum y la
legislación popular”.
En tercer lugar Sartori (Op. cit., pág. 31) señala que la democracia
viene a ser un ideal inducido porque “sin tensión ideal una democracia no
nace, (…), sin democracia ideal no existiría la democracia real”.
Respecto a las concepciones contemporáneas sobre la democracia,
Méndez (Op. cit., pág.8) señala que Abraham Lincoln formuló una definición
que constituye una síntesis ideal cuando en noviembre de 1863 definió la
democracia como “gobierno del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo”, lo
cual comprende tres dimensiones: a. Gobierno del pueblo: la política formal
en el sentido actual de las democracias liberales; b. Por el pueblo: la
participativa o directa; c. Para el pueblo: la social o sustantiva.
Para finalizar, y como contribución adicional, Méndez (Op. cit., págs.
11-13) presentó una clasificación que muestra cuatro concepciones
diferentes sobre el uso contemporáneo de la democracia:
72 a. Democracia directa: se concibe a la forma de gobierno en la cual el
derecho de la toma de decisiones lo ejerce directamente la asamblea de
ciudadanos, bajo la regla de la mayoría. Esta práctica se ejerce a nivel
local. También puede ser ejercida a través del referéndum.
b. Democracia representativa: es la forma de gobierno en la cual los
ciudadanos ejercen el derecho a tomar decisiones políticas pero a través
de representantes elegidos, los cuales son responsables ante sus
representados.
c. Democracia
constitucional:
es
una
forma
de
gobierno
de
tipo
representativo, en la cual el poder de la mayoría se ejerce a través de los
límites constitucionales designados para garantizar a las minorías el
disfrute de ciertos derechos individuales o colectivos, tales como la
libertad de expresión y religión.
d. Democracia social o económica: se da en cualquier sistema político o
social en que las políticas públicas tiendan a minimizar las diferencias
económicas y sociales, especialmente aquellas originadas por la
desigualdad en la distribución del ingreso.
Ahora bien, para tener una mejor aproximación a los elementos que
darán sustento al análisis del problema planteado en este estudio y
partiendo del enfoque de Estado desarrollado en este capítulo, se considera
necesario hacer una breve descripción sobre la relación que existe entre el
Estado liberal y el Estado social con la democracia.
Desde la óptica del Estado liberal Bobbio (Op.cit., págs. 45-46) explica
que ha existido una contraposición histórica porque los principios de
igualdad que caracterizan y rigen al liberalismo son incompatibles con el
igualitarismo democrático, sin embargo, especifica que “la democracia puede
73 ser considerada como la consecuencia natural del Estado liberal” siempre y
cuando no se la considere desde sus ideales igualitarios sino desde su
orientación política, que en concreto se trata de “la soberanía popular”
ejercida a través del voto.
Aún cuando esta característica ha sido rechazada por algunos
escritores liberales con el paso del tiempo se ha formado un proceso de
interdependencia que ha llevado a sostener que en la actualidad no es
posible concebir Estados liberales que no fuesen democráticos y Estados
democráticos que no fuesen liberales debido a lo siguiente: a) se considera
que el método democrático es necesario para salvaguardar los derechos
fundamentales que promueve el Estado liberal y b) la salvaguardia de esos
derechos es necesaria para el funcionamiento del método democrático.
Según Bobbio (Op.cit., págs. 46-47) el primer aspecto hace mención a
la necesidad de que los ciudadanos cuenten con herramientas que les
permitan hacer frente a eventuales abusos de poder tal como la participación
de la mayoría de ellos en la formación de las leyes, lo cual además viene a
constituir el desarrollo de los derechos políticos que desde este punto de
vista se complementan naturalmente con los derechos de libertad y los
derechos civiles.
Respecto al segundo aspecto el autor se refiere al reconocimiento
inviolable de los derechos ciudadanos por parte del Estado para garantizar el
pleno funcionamiento del sistema democrático, el cual se concreta través de
la participación en el voto como instrumento que expresa la forma correcta y
más eficaz de ejercer el poder político.
74 No obstante estas consideraciones, Bobbio (2005) expresa que no se
puede pasar por alto la incompatibilidad entre el Estado liberal y la
democracia, producto de que esta última fue llevada hasta las extremas
consecuencias de la democracia de masas debido al impulso de “la
participación popular en el sufragio universal”, situación que originó el
Estado benefactor. En este sentido señala que para los nuevos liberales el
problema radica en intentar salvar, si fuese posible, a la democracia sin
prescindir del capitalismo, dado que la expansión que ha tenido la
democracia ha generado la crisis de éste.
Respecto a la relación entre Estado social y democracia García
(1982)
parte
de
considerar
al
Estado
social
como
un
sistema
democráticamente articulado que va más allá del ejercicio de la democracia
política como la ha establecido el Estado liberal, extendiéndose a otras
dimensiones tales que incluyen ser beneficiario de bienes sociales, así como
la participación en las políticas distributivas y de prestaciones sociales.
Según García (Op.cit. pág. 50) la democracia social contempla la
democracia económica y la democracia empresarial. Entendiendo que la
democracia económica está relacionada con las decisiones del Estado que
afectan la globalidad o los diferentes sectores económicos de la nación,
mientras que la democracia empresarial tiene lugar en el entorno de las
empresas y considera el uso compartido de los medios de producción por
parte de los agentes que hacen productivos a esos medios, bien sean estos,
empresarios, representantes de obreros o empleados en la gestión de la
empresa.
75 De esta manera García (Op. cit., pág. 50) sostiene que la sociedad
entra en contacto con el Estado a través de la formulación de las demandas
sociales que hacen los partidos políticos, organizaciones de intereses y
unidades de trabajo integradas por organismos estatales mixtos o por
estructuras empresariales avaladas por las autoridades estatales, pero
también participa en las decisiones político-económicas del proceso de
gestión y producción empresarial.
Como conclusión García (Op. cit., pág. 51) expresa que sólo el
sistema democrático está en condiciones de promover los valores políticos,
económicos y funcionales de una sociedad desarrollada, y por ende, sólo
sobre esta base puede construirse “un verdadero y eficaz Estado social”.
2.2.4 Instituciones
Bobbio (2004) indica que la historia de las instituciones constituye un
tema obligado para el estudio y comprensión del Estado. Sin embargo aclara
que debido a la dificultad que representa la recopilación de las fuentes la
historia de las instituciones se desarrolló posterior a la historia de las
doctrinas políticas, ocasionando que por lo general los ordenamientos de los
sistemas políticos hayan sido conocidos por medio de “la reconstrucción e
incluso la deformación o idealización” realizada por quienes han escrito sobre
el tema. Se refiere concretamente a Hobbes quien escribió sobre el Estado
absoluto, Locke sobre la monarquía parlamentaria, Montesquieu sobre el
Estado limitado, Rousseau sobre la democracia, Hegel sobre la monarquía
constitucional, entre otros.
76 Agrega que el estudio autónomo de las instituciones ha sido aportado
por los historiadores refiriendo por ejemplo a Maquiavelo quien hizo una
reconstrucción de la historia y el ordenamiento de las instituciones de la
república romana, mientras que Vico reconstruyó la historia civil de las
naciones desde el Estado ferino hasta los grandes estados de su tiempo.
Indica además que luego vino el estudio de las leyes que regulan las
relaciones entre gobernantes y gobernados, así como el conjunto de las
normas que constituyen el derecho público, las cuales fueron escritas por
juristas que habían tenido experiencia en los asuntos de Estado.
Adicionalmente, sostiene que en la actualidad la historia de las
instituciones se ha liberado de la historia de las doctrinas políticas, y ha
trascendido el estudio de los ordenamientos civiles frente a las formas
jurídicas, avanzando hacia el análisis del funcionamiento de las instituciones
en un período y contexto determinados lo cual ha permitido describir la
formación gradual del aparato administrativo.
Por su parte, Uriarte (2010) ha explicado que para poder entender la
estructura de las instituciones políticas en la actualidad, es necesario
diferenciar y entender la interrelación entre Estado, gobierno y nación. En
ese sentido precisa que las concepciones sobre Gobierno y Estado están
vinculadas directamente al mundo de las instituciones mientras que la nación
responde a la existencia y desarrollo de la sociedad.
Este punto resulta bien pertinente porque como puede observarse la
relación entre el Estado y la sociedad constituye el ámbito de acción de los
77 gobiernos, o como lo afirma Uriarte (Op.cit., pág. 74) “definen la política de
un país”.
Uno de los precursores de los últimos tiempos, reconocido en el tema
de las instituciones es Douglas North (1995) quien las define de la siguiente
manera:
Las instituciones representan las reglas del juego de
una sociedad. Están formadas por la normativa formal
–leyes, reglamentos, ordenanzas- y, con igual rango de
importancia,
por
las
normas
informales
de
comportamiento –códigos de conducta, convenios- cuya
importancia radica en la imposibilidad de que una
economía funcione eficientemente si sólo cuenta con
una normativa formal; además de las normas y
reglamentos que rijan la economía, se hace necesario
complementarla con normas de conducta que rijan el
comportamiento. Las normas de conducta ideales que
promueven bajos costos de transacción, son aquellas
que establecen a la honestidad, la integridad, el
cumplimiento de los acuerdos y otras similares como
normas primordiales de funcionamiento (pág. 6).
Según este planteamiento el marco institucional es la estructura de
incentivos de la economía, del Estado y de la sociedad, por lo que,
dependiendo de la estructura de incentivos que tengan las instituciones así
funcionarán los mismos. De allí que explica que “si la estructura de incentivos
recompensa la actividad productiva y la creatividad, las economías y las
sociedades crecerán y se harán más eficientes”, mientras que, “si la
estructura de incentivos recompensa la actividad redistributiva y actividades
no productivas, así será la economía y sistema político del país”.
78 Adicionalmente North (Op.cit., pág. 9) introduce un elemento de gran
interés como es la evolución de las instituciones. Al respecto comenta que
las instituciones están “en función de la manera como la gente percibe la
evolución del mundo a su alrededor, y que se derivan del sistema de
creencias de la población”. Acerca del sistema de creencias expresa que “es
función de un continuum histórico que representa la mezcla de la tradición
cultural y la herencia de esa sociedad que, a su vez, cambia constantemente
como consecuencia de las nuevas experiencias que vive esa población”.
En este sentido, apunta que este sistema de creencias aporta
continuamente incentivos para que las instituciones sean cada vez más
productivas y eficientes por lo que se espera que produzcan resultados en
términos de crecimiento económico y rendimiento a largo plazo. Sin embargo
expone que en muchas sociedades tanto la herencia cultural como las
constantes experiencias acumuladas en el plano económico y político han
generado instituciones que refuerzan “una herencia de incredulidad respecto
a la eficiencia, así como respecto a la validez de las actividades económicas
de redistribución”.
Es por ello que plantea la necesidad de desarrollar un nuevo marco
institucional dirigido a reestructurar la relación entre el sistema político, el
sistema judicial y la economía como un proceso continuo, consciente,
ponderado y con objetivos claros a largo plazo.
Respecto al sistema político señala que debe estar fundamentado en
normas que produzcan un bajo costo de transacción; esto implica una clara
definición de los derechos de propiedad, una buena definición de los bienes y
79 servicios que está siendo objeto de intercambio; y el establecimiento de un
sistema de incentivos a la actividad productiva para favorecer ésta en
relación con la actividad redistributiva. Adicionalmente se recomienda que el
sistema político intervenga en los mercados económicos cuando dichos
mercados no funcionen bien.
En cuanto al sistema judicial plantea que este es el encargado de
imponer las reglas del juego y que debe ser un ente conocedor, imparcial y
justo con todas las partes para que los costos de transacción sean cada vez
menores. En lo referente a la economía comenta que es preciso desarrollar
el espíritu empresarial y que para lograrlo es necesario crear un ambiente
constructivo y competitivo.
Por su parte, Prats (1998, pág. 6) las define como “las reglas del juego
formales e informales que regulan la interacción entre los individuos y las
organizaciones, (…), el marco de constricciones e incentivos en el que se
produce la interacción social”. Adicionalmente refiere que no son cosas y no
tienen objetivos, aunque cumplen importantes funciones sociales.
Su planteamiento profundamente liberal plantea que el cambio
institucional depende de la demanda existente y de la capacidad de
respuesta a la misma. También señala que la demanda del cambio
institucional surge por la percepción que tienen los individuos respecto a que
éste permitirá capturar ganancias individuales o colectivas que no se
lograrían con el marco institucional actual. Sin embargo aclara que la
promoción e impulso del cambio institucional depende de la voluntad política
del gobierno vigente.
80 Así mismo expone que diversas investigaciones han detectado un
número importante de factores que deben ser tomados en cuenta por el
orden político vigente para introducir un cambio institucional. Entre ellos
menciona los costos del diseño de la nueva institucionalidad, el stock de
conocimientos existentes, los costos de implementación de la nueva
institucionalidad,
existentes,
el
el
orden
código
de
constitucional,
los
comportamiento
arreglos
normativo,
institucionales
la
sabiduría
convencional, y los beneficios netos esperados por los miembros de la élite
dominante.
Otro
elemento
interesante
introducido
por
Prats
señala
que
históricamente el cambio institucional es de naturaleza incremental, y aunque
se dan momentos de aceleración y momentos de sedimentación y estabilidad
de los cambios, no está sustentado ni histórica ni científicamente que el
cambio mencionado se dé por la vía de crear revolucionariamente o por
decreto instituciones nuevas, haciendo caso omiso al orden establecido en el
pasado.
Esto es así de acuerdo a lo planteado por el autor, primero porque la
revolución no puede prescindir de la necesidad de construir alianzas que
además son difíciles de mantener cuando se reestructuran las reglas
formales y el sistema de recompensas; segundo por la dificultad que implica
mantener en el tiempo el compromiso ideológico de las masas, el cual es
necesario para superar el problema de los “free-riders”; tercero, y
fundamentalmente, porque “cambios en las reglas formales no garantizan
cambios coherentes en las reglas y constricciones informales”.
81 2.2.5 Nueva relación Estado-Sociedad
García (Op. cit. pág. 25) presenta una argumentación que viene a
significar un nuevo planteamiento del problema clásico sobre la relación
entre el Estado y la sociedad.
Partiendo de los rasgos que definen al Estado liberal la cosa era
mucho más simple, puesto que, dado su carácter de Estado mínimo limitado
a garantizar las condiciones necesarias para el funcionamiento espontáneo
de la sociedad, ambos sistemas eran visualizados como opuestos e
independientes como lo expresara el mismo García (Op. cit., pág. 22) “cada
uno con límites bien definidos, con regulaciones autónomas y con una
mínima relación entre sí”.
En contraposición García (Op. cit., págs. 22-23) explica que el Estado
social por su condición de ente regulador y estructurador de la sociedad, que
afecta los intereses de los grupos y actores sociales, quienes a su vez se
muestran interesados en influir en las políticas promovidas desde el Estado,
en virtud de satisfacer sus necesidades sociales básicas hace evidente la
interrelación que se ha dado entre el Estado social y la sociedad.
En este sentido García (Op.cit., pág. 25) revela la significación que
implica “la tendencia actual a la estatización de la sociedad, pero también la
tendencia a la socialización del Estado”, lo cual revela que ambos, Estado y
sociedad forman parte de un sistema complejo de relaciones que pertenece
a un sistema más amplio, “un meta sistema”, en el que cada uno “posee
cualidades y principios estructurales complementarios”.
82 En este contexto, una de las autoras contemporáneas que ha
trabajado el tema sobre la necesidad de establecer una nueva relación entre
el Estado y la sociedad es Nuria Cunill, quien en su trabajo plantea la
rearticulación
de
las
relaciones
Estado-Sociedad,
argumentando
la
necesidad de que la sociedad civil tenga mayor participación e incidencia en
la toma de decisiones públicas, demanda que desde distintos sectores ha
surgido en los últimos años.
Sin embargo, Cunill (1995) señala que el mencionado consenso se
difumina porque las demandas son variadas y responden a un “enfoque auto
centrado en los ejes de la relación sin perspectivas claras que orienten la
transformación y le den fundamentación al crecimiento del poder de la
sociedad civil”, “las demandas oscilan entre la privatización casi absoluta de
las actividades económicas y políticas, hasta la promoción de nuevas
relaciones entre el Estado y la Sociedad fundamentadas en la valorización de
la asociación en el campo económico y de la concertación en el campo
político”.
Aún así, expone Cunill, ha surgido otra demanda cada vez más
creciente que aboga por la intensificación de la democracia política y social
como guía fundamental para orientar el proceso de rearticulación de las
relaciones Estado-Sociedad. En este sentido la autora hace varios
planteamientos teóricos que permiten orientar la discusión y reflexión sobre
la construcción de una nueva institucionalidad basada en una nueva relación
entre el Estado y la sociedad.
83 Al respecto desarrolla el análisis sobre el concepto de “lo público”, en
este no intenta anular las categorías del Estado y la sociedad, por el
contrario la lógica del razonamiento expuesto trata de darles un nuevo
significado a través del rescate del debate sobre la auto organización social y
política de la sociedad.
Los señalamientos expuestos indican la importancia de que se
abandonen las lógicas autorreferenciales del sistema político-estatal, así
como la construcción de un sistema político institucional que dé cabida a las
distintas formas de representación social y que adicionalmente pueda
reconstruir el orden social debilitado entre otras cosas por la creciente
desintegración social.
Concretamente expresa que la validez de “lo público” como
herramienta de análisis y marco de referencia plantea la rearticulación de las
relaciones Estado-Sociedad desde el fortalecimiento de la sociedad civil a
partir de la construcción de democracia y de ciudadanía, así como la propia
democratización del Estado.
En este sentido, aclara que de lo que se trata es de reivindicar la
necesidad de que los intereses públicos estén cada vez más permeados por
la ampliación y garantía de los derechos ciudadanos, a partir de la
incorporación satisfactoria de una mayor cantidad de agentes sociales, y de
la creación de espacios de interlocución y negociación entre el Estado y la
sociedad civil. Este asunto plantea como reto superar las asimetrías
presentes en la representación social y política, así como la transformación
de las relaciones sociales en favor de una mayor auto organización social.
84 CAPÍTULO III
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
Cervo y Bervian en Arias (2006) definen la investigación como “una
actividad encaminada a la solución de problemas. Su objetivo consiste en
hallar respuestas a preguntas mediante el empleo de procesos científicos”.
Por su parte, Sabino (2000) puntualiza que la investigación constituye un
esfuerzo para resolver un problema de conocimiento.
En este sentido, analizar el proceso de construcción de una nueva
institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana actual ha
implicado enfrentarse a una serie de inquietudes y cuestionamientos sobre
aspectos sociales y políticos que se han desarrollado en la realidad
venezolana durante los últimos años como lo expresa Minayo (2007) cuando
dice que “la investigación científica en el campo de lo social, se nos presenta
como una jungla de incertidumbres”.
Abordar una problemática social como esta dirige el pensamiento
hacia el tipo de metodología y técnicas a utilizar para dar una mejor
respuesta a los objetivos planteados, porque se trata de intentar captar y
comprender fundamentalmente los hechos sociales y políticos acaecidos en
la historia del sistema político venezolano y que dieron origen a una nueva
propuesta de funcionamiento institucional.
85 Desde este punto de vista la investigación se abordó siguiendo el
paradigma cualitativo, con un nivel descriptivo, un diseño documental, y una
estrategia basada en la identificación de categorías y significantes
fundamentales del discurso oral y escrito expresado por el presidente de la
República y demás autoridades de gobierno durante el período analizado.
Siguiendo la metodología para la elaboración de proyectos de
investigación, primeramente se selecciono el tema, se hizo una revisión de
las experiencias más significativas sobre el asunto estudiado, los avances y
limitaciones que permitieran la identificación y redacción del problema de
investigación, así como la revisión teórico-conceptual que le diera sustento a
la argumentación presentada y que orientara el análisis de los hallazgos
encontrados, se seleccionó la metodología que permitiese desarrollar la
investigación conforme a los objetivos planteados, estimación del tiempo a
invertir y los recursos necesarios para llevarla a cabo.
3.1. Paradigma de Investigación
La investigación desarrollada se inscribe en el paradigma de
investigación cualitativa. Siguiendo a Rusque (1999), se le vincula al mundo
de los significados y la intencionalidad en la acción social:
El interés central de este paradigma viene dado por el
significado que los sujetos participantes le dan a las
acciones y sucesos que constituyen la trama de su vida
cotidiana… (pág. 14)
86 Es así como las metodologías cualitativas buscan
conocer el sistema compartido de símbolos que permite
la interpretación de la situación social (pág. 108).
Por su parte y en ese mismo sentido, Minayo (2009) incorpora a la
definición lo referente a la intencionalidad en la construcción de significados
en la vida social:
(…) las Metodologías de Investigación Cualitativa
entendidas como aquellas capaces de incorporar la
cuestión del significado y de la intencionalidad como
inherentes a los actos, a las relaciones, y a las
estructuras sociales, siendo estas últimas tomadas
tanto en su origen como en cuanto su transformación,
como construcciones humanas significativas. (pág. 20)
El enfoque de este paradigma, así como las metodologías y las
diversas culturas que lo componen han sido de particular interés para el
desarrollo de la investigación, por cuanto el objetivo central de la misma
consideró la realización de un análisis sobre el proceso de construcción de
una nueva institucionalidad pública en Venezuela, lo cual implicó la
identificación, categorización, descripción e interpretación de elementos
significativos, tanto en el discurso como en los hechos que se han suscitado
durante los catorce años de gobierno.
Así pues, los elementos que aporta el paradigma de investigación
cualitativa han representado un aporte sustancial en el logro de los objetivos
propuestos en la investigación, por lo que a continuación se presenta un
bosquejo de las principales características de este paradigma de investigación
compiladas por Rusque (Op.cit, págs., 99-100) en base a elementos
87 trabajados por Lincoln y Guba (1958), Cook y Reichardt (1979), Firestone
(1987), y Merriam (1960);
1. El punto central de la distinción de este paradigma es que está
fundamentado ontológicamente en la filosofía idealista y sus consecuentes
como la fenomenología y la teoría comprensiva.
2. Con base en esta posición idealista, el paradigma cualitativo tiene una
decidida fundamentación humanista que nace de percibir la vida social
como resultado de la percepción que tiene el actor de su propia vida social,
por medio del significado compartido a través del proceso de interacción.
Esto tiene como consecuencia una percepción de la realidad como
cambiante, precaria, sujeta a negociaciones y revisiones.
3. Este concepto de la realidad construido sobre el marco de referencia de los
actores es posible a través del papel fundamental del investigador sobre el
objeto de investigación. Se trata de significados internos constituidos por el
hacer de las personas en la vida cotidiana. Al interesarse por los
significados sociales que los actores le dan a la acción social no existe una
realidad del individuo en la vida social. De esta manera, a través de un
proceso negociado e interpretativo emerge una trama de interacción de
carácter temporal.
4. El interés en los significados sociales y la premisa de que éstos sólo
pueden examinarse en el contexto de la interacción de los individuos este
paradigma hace énfasis en la importancia de comprender la situación
desde la perspectiva de los participantes de cada situación. En función de
esta orientación, como producto del hacer concreto y particular de las
personas, a los investigadores les interesa la descripción abstracta del
contexto,
situándola
en
el
más
amplio
concepto
social
como
construcciones hechas por el investigador.
88 5. Los observadores cualitativos tienden a registrar sus datos en el propio
lenguaje de los sujetos, utilizando descripciones.
6. Un investigador cualitativo hace que de los esquemas de explicación que
emplean los actores para dar sentido a la realidad surjan los conceptos,
categorías y teorías, sin aspirar a un modelo general.
7. Al desarrollar las explicaciones el investigador cualitativo parte de las
preguntas iníciales, que según va recogiendo los datos van cambiando con
respecto a la pregunta inicial y se formula nuevos interrogantes. Según
Glaser y Strauss, en Rusque (1999), a este tipo de selección del material
de trabajo del investigador es lo que ha sido llamado muestreo teórico.
8. En resumen, según Fillstead en Rusque (1999), el paradigma cualitativo
“constituye un intercambio dinámico entre la teoría, los conceptos y los
datos con retroinformación y modificación constantes de la teoría y los
conceptos, basándose en los datos obtenidos, se halla caracterizado más
por una preocupación sobre el desenvolvimiento de la teoría que por su
comprobación”.
En base a las características esbozadas la investigación planteada se
propuso analizar el proceso de construcción de una nueva institucionalidad
pública en Venezuela a partir de la “identificación compartida de símbolos”, la
interpretación y la tipificación realizada entre los actores involucrados y el
investigador, que permitiera, según Schutz en Rusque (1999, pág. 14),
“superar el sentido subjetivamente vivido (construcción de primer grado) para
lograr el sentido objetivado por el investigador (construcción de segundo
grado)” y de esta manera entender la realidad social, es decir, se trata de
entender la forma como los actores involucrados le asignan significado al
proceso de creación de una nueva institucionalidad en el país, como lo
89 entienden, como se traduce en la cotidianidad, que implica para cada actor y
para la sociedad en su conjunto.
3.2 Nivel de la Investigación.
Según los objetivos planteados la investigación es de tipo descriptivo,
porque se hizo la identificación de los elementos que muestran el surgimiento
de una nueva institucionalidad pública, así como la descripción de los hechos
que le han dado paso a esta propuesta en la coyuntura política venezolana
actual.
Estos elementos se ajustan a las definiciones planteadas por Arias
(2006) quien la conceptualiza como “la caracterización de un hecho,
fenómeno, individuo o grupo, con el fin de establecer su estructura o
comportamiento”, y
Méndez (2004) quien expresa que “un estudio
descriptivo es aquel que identifica características del universo de
investigación, señala formas de conducta y actitudes del universo
investigado, establece comportamientos concretos”.
3.3 Diseño de la Investigación.
La investigación constituye un estudio de tipo documental porque
implicó la búsqueda, selección, lectura, organización y clasificación de
información plasmada en fuentes documentales de interés nacional tales
como: la Constitución Nacional, planes estratégicos de la nación, discursos
del presidente de la República, documentos de carácter estratégico
sistematizados y publicados por el Ministerio de Información y Comunicación,
90 entrevistas y notas de prensa publicadas por los principales medios de
prensa de circulación nacional, entre otras publicaciones sobre las
propuestas de gobierno que permitieran hacer la categorización e
interpretación del discurso oficial, para generar una aproximación al análisis
respectivo sobre el proceso de construcción de una nueva institucionalidad
pública en Venezuela.
Según Arias (2006) “la investigación documental es un proceso
basado en la búsqueda, recuperación, análisis, crítica e interpretación de
datos secundarios,…, registrados por otros investigadores en fuentes
documentales: impresas, audiovisuales o electrónicas”.
3.4 Unidad de Análisis.
Las unidades de análisis están constituidas por todos los documentos
de carácter nacional y estratégico que el actual gobierno ha elaborado en el
marco de construcción de un nuevo modelo político-institucional, así como
por los discursos que en ese sentido pronunció el Presidente Hugo Chávez y
los voceros gubernamentales más representativos durante el período
comprendido entre los años 1999 y 2012.
Los documentos revisados están conformados por la Constitución
Nacional, los planes estratégicos de la nación, y documentos de carácter
estratégico, los cuales han dictado las pautas y directrices para la concreción
de una nueva institucionalidad pública en el país. De la misma manera se
tomaron en consideración entrevistas, programas, notas de prensa
91 relacionadas con el tema que permitieran hacer una aproximación al discurso
oral y escrito que revela contenidos implícitos respecto a este proceso.
3.5 Técnicas de recolección de la información.
En virtud de que el diseño de la investigación es de tipo documental, las
técnicas de recolección de la información se basaron en la revisión de
fuentes documentales tanto impresas, audiovisuales y electrónicas de
carácter fundamentalmente oficial, que se elaboraron durante el período
1999-2012, en el cual se inició y mantuvo un discurso sobre la necesidad de
crear una nueva institucionalidad pública que permitiera concretar la
refundación de la República, y de esta manera generar una sociedad más
justa.
En este proceso también se consideraron publicaciones oficiales e
investigaciones realizadas por centros de investigación reconocidos en el
país, los cuales proporcionaron información sobre los avances significativos
que se han dado en torno al tema investigado, los cuales han contribuido en
dar respuesta a las interrogantes planteadas.
3.6 Técnicas de análisis de la información.
Como método de interpretación y análisis de la información se
utilizaron las herramientas que proporcionan la hermenéutica y el análisis del
discurso. La hermenéutica según los diferentes autores refiere a la
interpretación de significados respecto a las acciones sociales, como lo
señala Weber en Rusque (Op.cit., pág. 29), “se trata de un conocimiento
92 holístico y no fragmentado derivado del medio natural, comprensivo,
explicativo, donde el investigador debe interpretar el significado que los
actores le dan a la acción social”, o como lo expresa Ferrater, en Minayo
(1997):
La hermenéutica consiste en la explicación e
interpretación de un pensamiento. Esta interpretación
puede ser (a) literal o de averiguación del sentido de las
expresiones usadas por medio de un análisis lingüístico;
b) o temática, en la cual importa, más que la expresión
verbal, la comprensión simbólica de una realidad a ser
penetrada” (pág. 183).
En el tema de estudio planteado se utilizó la técnica de interpretación
del discurso oficial, para intentar comprender el significado sobre la
propuesta de creación de una nueva institucionalidad pública en Venezuela,
tanto para el presidente de la República como para los demás funcionarios
de gobierno.
Un elemento que también es importante destacar respecto a la
técnica interpretativa del tema investigado está vinculado con lo que
Gadamer, en Minayo (1997), denomina “el prejuicio”, al respecto aclara lo
siguiente:
El hecho de nosotros pertenecer a determinado grupo
social, a determinado tiempo histórico, de poseer
determinada formación, hace que la comprensión
hermenéutica sea inevitablemente condicionada por el
contexto del analista. Por ello, para Gadamer, la
hermenéutica tiene que relacionarse con la retórica y la
praxis. El Arte de la comprensión se vincula con el arte
del convencimiento (retórica) en aquellos casos en que
93 la comunicación es traída para el terreno de las
decisiones en cuestiones prácticas. De esta forma, la
hermenéutica y la retórica se unen no sólo como
camino de comprensión del mensaje sino para entender
la orientación y la modificación de la acción. (pág. 185)
Este punto también ha sido de mucho interés porque los objetivos se
plantearon para intentar determinar a través del análisis la forma como se
expresa esa nueva institucionalidad pública en la cotidianidad, las
implicaciones para cada uno de los actores involucrados así como para la
población en general, y corroborar si el discurso oficial se ha correspondido
con los hechos.
Se hace referencia también al análisis del discurso porque tomando la
definición de Pecheux, en Minayo (1997), éste tiene como objetivo:
Realizar una reflexión general sobre las condiciones de
producción y aprehensión de la significación de textos
producidos en los más diferentes campos: religioso,
filosófico, jurídico y socio-político, llegando a
comprender el modo de funcionamiento, los principios
de organización y las formas de producción social del
sentido. (pág. 177)
Van Dijk (2007) señaló que “El análisis del discurso es un campo de
estudio nuevo, interdisciplinario, que ha surgido a partir de algunas
disciplinas de las humanidades y de las ciencias sociales como la lingüística,
los estudios literarios, la antropología, la semiótica, la sociología y la
comunicación oral”.
94 Por su parte, Minayo (1997) sostiene que “el análisis del discurso es
un concepto relativamente nuevo en el área de las Ciencias Sociales” y
atribuye al filósofo francés Michel Pécheux como el creador de este enfoque,
que nace como una propuesta para sustituir el Análisis de Contenido
Tradicional. Según Minayo (Op. cit.) Pécheux advirtió que las concepciones
tradicionales sobre el Materialismo Histórico, la Lingüística y la Teoría del
Discurso como teoría de determinación histórica está superada por una
“Teoría de la Subjetividad de naturaleza psicoanalítica” que intenta explicar la
formación de significados.
Así pues, señala que el análisis del discurso busca hacer “una
reflexión general sobre las condiciones de producción y aprehensión de las
significación de textos producidos en diferentes campos como la religión,
filosofía, ciencias jurídicas y socio-políticas”.
Como quiera que el tema referido al análisis del discurso es bastante
amplio y está permeado por una gama variada de enfoques, disciplinas,
conceptos y métodos asociados a la psicología, la lingüística, la poesía, la
política, entre otras ramas de estudio, es menester acotar que a los fines de
los objetivos planteados en esta investigación, se toman como referencia
varios enfoques referidos al discurso político y social.
En relación al aspecto social, Van Dijk (1992) plantea que explicar el
discurso implica ir más allá de las estructuras internas vinculadas con los
procesos cognitivos que ocurren en el uso del lenguaje, es decir, se hace
necesario entender que el discurso como acción social está influenciado por
la cultura y la sociedad, lo que conlleva a observar y comprender los
95 procesos de comunicación e interacción como parte de estructuras y
procesos socio-culturales más amplios.
Por otra parte, Acosta y Gorodeckas (2009), define el discurso como
“un conjunto de prácticas significativas que proporcionan las identidades a
sujetos y objetos. En otras palabras, sistemas concretos de relaciones y
prácticas sociales intrínsecamente políticas”.
En ese mismo sentido, Fairclough y Wodak, en Méndez (Op.cit., pág.
110) se refieren al discurso como un instrumento “que construye dominios en
la vida social: representaciones del mundo, relaciones sociales y personales
(…) constituye además una forma de capital cultural”. Adicionalmente,
Landtscheer, en Méndez (Op.cit., pág. 110) lo asocia al poder, lo cual se
relaciona con el “poder de la retórica”, la cual es muy utilizada para lograr la
persuasión política.
Precisamente Méndez (Op.cit., pág. 111) señala que toda persona que
aspire a “difundir o combatir ideas o creencias”, alcanzar el poder,
mantenerlo o desafiarlo en algún momento y contexto determinado debe
recurrir al discurso. En relación a estas ideas asevera que “el discurso es la
única arma legítima en los regímenes democráticos” dado que los líderes lo
utilizan para persuadir al pueblo respecto a sus propuestas.
Por su parte, y en ese mismo contexto, Acosta y Gorodeckas (Op. cit.,
pág. 180) afirma que todo proyecto político que quiera consolidarse en el
tiempo debe intentar “entretejer” y mantener los elementos “significantes” del
discurso para obtener la supremacía del significado que implica y orienta su
96 acción social y política. Adicionalmente introduce en su análisis la
importancia que tiene el discurso como productor social de sentido,
aseverando que “toda práctica social es discursiva en tanto es productora de
sentido”.
En este punto se hace necesario acotar que la producción social de
sentidos está asociada al contexto en el que se pronuncia el discurso, el cual
además está inevitablemente determinado por un conjunto de reglas
históricas y culturales. Al respecto Van Dijk (1992) indica que “el contexto”
juega un rol fundamental en la descripción y explicación de los textos escritos
y orales y que este puede estar condicionado por el ambiente (tiempo,
circunstancias, etc.), el tipo de participantes, intenciones, metas o propósitos
del emisor.
Otro elemento sumamente importante en el análisis del discurso está
referido a la ideología del emisor, en este aspecto Rojas (2010) dice que el
análisis del discurso “busca poner al descubierto las ideologías de los
hablantes o de los escritores”. Pécheaux en Minayo (2009) también aborda el
tema haciendo alusión a dos principios básicos. En primer lugar expresa que
“el sentido de una palabra, de una expresión o de una proposición no existe
en sí mismo. Por el contrario expresa posiciones ideológicas en juego en el
proceso socio-histórico en el cual se producen”. Adicionalmente acota que
“toda formación discursiva disimula, por la pretensión de transparencia, su
dependencia de las formaciones ideológicas”.
Estas nociones son bien pertinentes a los fines de la presente
investigación porque la ideología en primer lugar, está relacionada con el
97 punto de vista propio y particular que tiene el emisor sobre la realidad que lo
circunda, y sobre la cual construye su visión o ideal, y en segundo lugar,
porque sobre esa base se plantea como objetivo acercar en lo posible el
sistema real existente al sistema ideal pretendido.
La construcción de una nueva institucionalidad pública en Venezuela
está sustentada precisamente en una ideología diferente a la que había
imperado en el país entre 1958 y 1999, la cual forma parte del sistema de
creencias y experiencias de quien para entonces ocupó la presidencia de la
República Hugo Rafael Chávez Frías.
Tomando en consideración las ideas y planteamientos expuestos y en
un intento por concretar aquellos elementos que pudieran facilitar el análisis
del discurso sobre la construcción de una nueva institucionalidad pública en
la coyuntura venezolana actual, se presentan las consideraciones expuestas
por Rojas (Op. cit.), quien explica que en el análisis del discurso se deben
considerar los niveles de reflexión implícitos en los temas tratados en el
texto, la estructura del discurso en función a la información ofrecida y la
intención del emisor, el tono del discurso (positivo, negativo o neutro), la
intensidad y ponderación expresada y la importancia que otorga el hablante
al tema.
Estas ideas son presentadas a continuación (ver ilustración 1) a través
de una clasificación que se considera bastante completa y pertinente en la
que hizo una compilación de varios autores que han trabajado el tema tales
como Ibáñez, Lakoff y Johnson, Tarbet y Perelman, la cual se tomó como
98 referencia fundamental a los fines de orientar el análisis que permita dar
respuesta a los objetivos planteados en este trabajo de investigación.
Partiendo de la clasificación anterior, Ibáñez en Rojas (Op.cit.) planteó
su análisis partiendo de una categorización que permite considerar el análisis
del discurso en tres niveles: nuclear, autónomo y sýnnomo o total (ver figura
1).
Figura 1: Clasificación para realizar análisis del discurso
Rojas (2010)
Ibañez (1979)
Tarbet (1968)
Metáforas ilustrativas
Verosimilitud referencial
Metáforas estructurales
Parelman (1958)
Confrontación
Nivel nuclear
Verosimilitud lógica
Reciprocidad
Comparación
Verosimilitud poética
Verosimilitud tópica
Análisis del discurso
Nivel Autónomo
Nivel Sýnnomo o total
Fuente: Elaboración propia a partir de la clasificación presentada por Rojas (2010)
99 El nivel nuclear procura evidenciar los principales elementos que
conforman el discurso, es decir, “los elementos mínimos discursivos” que
muestran una verdad aparente. En este sentido, la tarea consiste en
identificar los componentes de “verosimilitud” existentes en el discurso, que
el autor clasificó en cuatro tipos: referencial, lógica, poética y tópica como se
muestra en el cuadro siguiente:
Cuadro 1: Tipos de verosimilitud presentes en el discurso
Nivel del
discurso
Tipo de
verosimilitud
Descripción
Referencial
a. Alude a las relaciones del discurso con el mundo:
i. Constituye modelos conceptuales.
ii. Estos modelos constituyen formas de percibir la
realidad y por ello orientan las acciones en un contexto
social.
b. Se puede captar en forma de metáforas para comprender el
mundo en forma figurativa o imaginativa.
Lógica
Arte de persuadir, de encadenar los significados ocultando el
encadenamiento. Se debe:
a. Identificar y diferenciar los tipos de argumentos a los que
recurre el autor para convencer al auditorio.
b. Desentrañar la forma como los argumentos relacionan los
significados.
c. Captar las predisposiciones que intentan crear en los
receptores.
d. Conectar los argumentos con las características del
auditorio.
Poética
Busca detectar las figuras o los argumentos que pretenden
captar la adhesión de los receptores, acudiendo a su capacidad
para emocionarse y/o para conmoverse.
Tópica
Referida al uso de ciertos temas, valores, símbolos que son
aceptados por los receptores, a los que el auditorio se siente
fuertemente apegado. Provocan el efecto de unión y de
compartir.
Nuclear
Fuente: Elaboración propia a partir de clasificación presentada por Ibáñez en Rojas (2010)
Continuando con la primera clasificación expuesta por Ibáñez, en
Rojas (Op. cit.), el nivel autónomo consiste en la descomposición del texto en
100 partes o en categorías, que bien pueden ser inclusivas respecto a sí mismas
y exclusivas con respecto a las demás, si se consideran los criterios internos
del discurso, es decir las metáforas o argumentos expresados, o los
argumentos expresados por las diferentes clases sociales en torno a un
tema.
El nivel Sýnnomo en un esfuerzo de síntesis comprensiva que intenta
interrelacionar los elementos categorizados desde una perspectiva holística,
que permita entender los hechos de la realidad estudiada.
Ahora bien, el tema de las metáforas que surgió en la descripción de
la verosimilitud referencial, cobra una significación especial porque éstas
permiten establecer relación entre el lenguaje utilizado para expresar un
mensaje y el significado que otorga el emisor al mensaje pronunciado. En
este sentido Ibáñez clasificó las metáforas en ilustrativas y estructurales.
Respecto a las primeras indicó que representan “recursos teóricos que se
utilizan exclusivamente para explicar determinado punto de vista”.
De la misma manera y en relación con las metáforas estructurales
señaló que están implícitas en el discurso y que además estructuran la
realidad, razón por la cual les asigna un rango preponderante respecto a las
ilustrativas. Ibáñez en Rojas (Op.cit.) citando a Lackoff y Johnson, explicó
que el método para identificar las metáforas estructurales consiste en
observar las palabras y expresiones utilizadas por el emisor.
En virtud de que la verosimilitud lógica está referida al arte de la
persuasión, el autor cita a Perelman para introducir una clasificación
101 adicional respecto a distintos tipos de razonamientos que pueden aparecer
en la argumentación del discurso para provocar la adhesión del auditorio a
las ideas presentadas. Se refiere concretamente a la confrontación, la
reciprocidad y la comparación, los cuales se describen brevemente en el
siguiente cuadro:
Cuadro 2: Tipos de razonamiento según la verosimilitud lógica
Tipo de
verosimilitud
Tipos de
razonamientos
Descripción
Argumentos que hacen inevitable la elección entre
ellos porque la adhesión a uno supone el rechazo
al otro;
Confrontación
a. “Dilema suspensivo”; esta argumentación
intenta llevar a los sujetos a la inamovilidad, a
la desesperanza aprendida.
b. “Tercera solución”; Se asume una posición que
busca estar por encima de las dos contrarias.
Lógica
Reciprocidad
Aplica el mismo tratamiento a dos situaciones
similares.
Comparación
Consiste en comparar un hecho o una persona con
otro u otra a fin de lograr la adhesión o el rechazo,
según sea el caso.
Fuente: Elaboración propia a partir de clasificación presentada por Ibáñez, en Rojas (2010)
En el uso de éstas técnicas y siguiendo a Guba y Lincoln, en Rusque
(Op. cit., págs. 156-157), se llevo a cabo el proceso de “reducción,
categorización, clasificación, síntesis y comparación de la información, con el
fin de obtener una visión lo más completa posible de la realidad objeto de
estudio”.
De la misma manera se llevaron a cabo las etapas sugeridas por
Minayo (2009) que sugiere realizar en primer lugar la ordenación de los
102 datos obtenidos, para generar un mapa horizontal con los hallazgos
encontrados, y posteriormente hacer la clasificación de los datos a través de
la identificación de palabras, frases, adjetivos, concatenación de ideas,
sentido general del texto en función del contexto, ideologías y comunicación
utilizadas por el emisor, a los fines de identificar temas, categorías o
unidades de sentido, y agruparlas para establecer semejanzas y conexiones
entre ellas, tomando en consideración su relación con las categorías teóricas
establecidas inicialmente.
Este proceso ha procurado la búsqueda de tendencias, tipologías,
regularidades o patrones y la obtención de datos únicos, de carácter
ideográfico que permitieran orientar el proceso de comprensión e
interpretación para la realización del análisis final que se muestra en las
conclusiones de este trabajo.
103 CAPITULO IV
CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA
EN LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA
Después de haber llevado a cabo el proceso de arqueo, detección,
selección, lectura, organización y clasificación de los documentos más
importantes que dictan las pautas y directrices sobre un cambio en el sistema
político venezolano y que dan origen a la construcción de una nueva
institucionalidad pública en Venezuela se procede a presentar los elementos
más relevantes para el análisis.
4.1 Construcción de una nueva Institucionalidad Pública según la
Constitución Nacional de 1999.
En el título I de la exposición de motivos de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela de 1999 (CRBV, 1999) se enuncia que
ésta constituye “la norma de mayor jerarquía en la nación”, sustentada en
unos “principios de supremacía y fuerza normativa” que son validados por el
contexto histórico, social y político del país y que además componen “el
fundamento de todos los sistemas constitucionales del mundo representando
la piedra angular de la democracia, de la protección de los derechos
fundamentales y de la justicia constitucional”.
En ese sentido y siguiendo lo establecido en el artículo 7 de la
Constitución se afirma que todos los órganos que ejercen el Poder Público
quedan “sometidos a los principios y disposiciones consagrados en la Carta
104 Magna, y por tanto, todos sus actos pueden ser objeto del control
jurisdiccional de la constitucionalidad”.
En virtud de los elementos expuestos anteriormente se tomó la
Constitución de 1999 como norma jurídica fundamental para dar respuesta a
uno de los objetivos de la investigación, el cual plantea la identificación de los
elementos que expresan el surgimiento de una nueva institucionalidad
pública en el marco jurídico venezolano actual.
En primer lugar, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela de 1999 fue elaborada por la Asamblea Nacional y aprobada por
referéndum popular después de haber sido sometida a consideración del
pueblo, proceso completamente nuevo en el país y que marcó la pauta
definitiva para el inicio de una nueva época en la vida socio-política de la
nación.
En ese contexto Urbaneja (2007) comenta que la Constitución de 1999
“contiene
la
más
completa
y
exhaustiva
declaración
de
derechos
individuales, económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales que
podía hacerse para la fecha en que fue elaborada”. Por su parte, para El
Troudi y Bonilla (2004) el nuevo texto constitucional define la dirección que
permitiría concretar los anhelos de construcción de una nueva República por
parte del gobierno entrante y lo expresaron de la siguiente manera: “La
Constitución prevé la aspiración de país a construir”.
Por otra parte, la Constitucional Nacional de 1999 expresa en su
preámbulo y en el título I las orientaciones fundamentales que sustentan el
105 diseño de la llamada nueva institucionalidad que fundamenta el orden sociopolítico venezolano, las cuales están referidas a los principios, fines,
organización del Estado y forma de gobierno, respectivamente. A
continuación se hace una enumeración de asuntos planteados en el texto
constitucional que facilita la presentación de los elementos que se
consideran primordiales.
4.1.1 Refundación de la República
El preámbulo de la Constitución de la República de 1999 inicia con la
declaración del “fin supremo” para el establecimiento de un nuevo sistema
político en Venezuela cuando expresa:
(…) con el fin supremo de refundar la República para
establecer una sociedad democrática, participativa y
protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de
justicia, federal y descentralizado, que consolide los
valores de la libertad, la independencia, la paz, la
solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la
convivencia, y el imperio de la ley para esta y las futuras
generaciones, asegure el derecho a la vida, al trabajo, a
la cultura, a la educación, a la justicia social, y la
igualdad sin discriminación ni subordinación alguna (…)
(Pág. 5).
Como puede observarse el fin supremo para el gobierno de Hugo
Chávez es la refundación de la República, lo que muestra claramente la
intención de cambio en la forma de funcionamiento del Estado y del
gobierno, para lo cual las sus aspiraciones se hacía necesaria la creación de
un nuevo aparato institucional. Ya lo decía Aristóteles (2008) “Si el Estado,
en efecto, es una especie de asociación de ciudadanos que responden a la
106 misma Constitución, una vez que la Constitución ha cambiado y se ha
modificado en su forma, se infiere entonces, que el Estado no permanece
idéntico”.
Un elemento adicional y poderoso que refleja el preámbulo de la Carta
Magna y que se deriva del fin supremo de refundación de la República es la
aspiración del gobierno entrante de lograr una sociedad democrática,
participativa y protagónica, elemento fundamental que constituye un eje
transversal en la acción de gobierno, lo cual se detallará y profundizará más
adelante.
En ese contexto, el nuevo texto Constitucional postula y abre cauces a
una nueva dimensión de la democracia, una democracia participativa y
protagónica, lo que implica la incorporación de los ciudadanos en la gestión
de gobierno, como queda claramente expresado en la exposición de motivos
del texto constitucional;
(…) el fin supremo de refundar la República para
establecer una sociedad democrática. Ya no sólo es el
Estado el que debe ser democrático, sino también la
sociedad. Siendo democrática la sociedad, todos los
elementos que la integran deben estar signados por los
principios democráticos y someterse a ellos (Pág. 2).
En este sentido la democratización de lo público viene a constituir el
principal elemento de las grandes líneas que orientan el cambio políticoinstitucional, que además la Constitución de 1999 aporta al rediseño que rige
la acción social venezolana lo cual expresa claramente la aspiración de
107 establecer constitucionalmente un sistema democrático de participación y
control social.
La forma de democracia propuesta por el Presidente Chávez también
se expresa a través de la soberanía, porque el texto constitucional establece
en su artículo 5 que ésta reside en los ciudadanos y que debido a ello los
órganos del Estado están obligados a someterse a su voluntad:
La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo,
quien la ejerce directamente en la forma prevista en la
Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el
sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público
(Pág. 6).
En estos primeros elementos se observa un cambio contundente en la
concepción tradicional del Estado venezolano y debido a ello en la forma de
expresión del gobierno, porque transita de ser un régimen exclusivamente
representativo a uno sustentado en la democracia participativa y protagónica.
Esto ha implicado la profundización y ampliación de la concepción de
democracia, de tal manera que permitiera mejorar las formas de
representación así como la creación de mecanismos e instancias de
participación directa para que ambas formas de gobierno se complementaran
en la vida cotidiana de la nación.
4.1.2 Estructura del Estado Venezolano.
Siguiendo lo estipulado en la exposición de motivos de la Constitución,
ésta expresa lo siguiente: “En cuanto a la estructura del Estado venezolano,
108 el diseño constitucional consagra un Estado Federal que se define como
descentralizado (…)”. Esta concepción expresa la voluntad de cambiar la
concepción centralizada que había imperado en el país, para transformarla
en un Estado que orienta su acción integrando las diferentes entidades
territoriales y políticas, de acuerdo a la realidad imperante para aquel
momento.
Así pues, este dictum quedo consagrado en el artículo 4 del
mencionado texto constitucional:
La República Bolivariana de Venezuela es un Estado
Federal descentralizado en los términos consagrados
por esta Constitución, y se rige por los principios de
integridad
territorial,
cooperación,
solidaridad,
concurrencia y corresponsabilidad (Pág. 6).
De aquí se desprende que el régimen federal venezolano estaría
regido por unos principios característicos de “un modelo federal cooperativo”,
lo cual amerita que los diferentes niveles político-territoriales de gobierno,
municipio,
estados
y
Poder
Nacional
armonicen
y
coordinen
sus
competencias en una esfera de gobierno compartida para la formulación de
Políticas Públicas comunes, que permitan “garantizar los fines del Estado
venezolano al servicio de la sociedad”.
En este sentido y en lo que respecta a la conocida distribución vertical
del Poder Público éste está conformado por el Poder Municipal, Estadal y
Nacional: “colocados en este orden según su cercanía con el ciudadano,
sujeto protagónico de este modelo de democracia participativa”.
109 Adicionalmente la Constitución de 1999 dedica el Título IV “Del Poder
Público” a la distribución, organización, asignación de competencias y
funcionalidad de los órganos del Estado. Esta propuesta según el nuevo
gobierno buscaba “rescatar la legitimidad del Estado y de sus instituciones,
recuperando la moral pública, la eficiencia y eficacia de la función
administrativa del Estado”, a los fines de superar la crisis de credibilidad y
gobernabilidad que se instauró en el país en el período del llamado
puntofijismo.
En este contexto y en lo que respecta a la distribución horizontal la
nueva estructura orgánica del Poder Público quedó establecida de la
siguiente manera: los tres poderes tradicionales del sistema político anterior:
Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y se añadieron dos más, el Poder Electoral
ejercido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), y el Poder ciudadano
constituido por la Contraloría General de la República, la Defensoría del
Pueblo y la Fiscalía General, que en su conjunto conforman el Consejo Moral
Republicano.
Para el Presidente Chávez y su gobierno ésta modificación resultó
novedosa y respondió a la necesidad de independencia y autonomía
funcional por parte de los órganos encargados de desarrollar los fines del
Estado a través de las competencias asignadas, todo orientado a la
recuperación de la legitimidad perdida en terrenos como los procesos
electorales, contraloría y defensa de los derechos humanos.
110 4.1.3 Organización Jurídico-Política del Estado Venezolano
Según lo establecido en la exposición de motivos del texto
constitucional “se define la organización jurídico-política que adopta la
Nación venezolana como un Estado Democrático y Social de Derecho y de
Justicia”, expresado en toda su dimensión en el artículo 2 de la Constitución,
el cual reza:
Venezuela se constituye en un Estado Democrático y
Social de Derecho y de Justicia, que propugna como
valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su
actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la
solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y
en general, la preeminencia de los derechos humanos,
la ética y el pluralismo político (Pág. 6).
De acuerdo con lo anterior, el Estado garantiza el bienestar de los
venezolanos, generando las condiciones necesarias para su crecimiento
individual y colectivo, a través del desarrollo social, la igualdad de
oportunidades y el disfrute de los derechos humanos, como quedó
manifiesto en la exposición de motivos de la Constitución:
El Estado propugna el bienestar de los venezolanos,
creando las condiciones necesarias para su desarrollo
social y espiritual, y procurando la igualdad de
oportunidades para que todos los ciudadanos puedan
desarrollar libremente su personalidad, dirigir su
destino, disfrutar los derechos humanos y buscar su
felicidad (Pág. 2).
111 Lo expresado anteriormente consagra el Estado social de Derecho, el
cual se expresa y sustenta en los principios de solidaridad social y del bien
común, así como por su inevitable sometimiento a la Constitución y la ley.
Como ya se dijo anteriormente, la democracia participativa y
protagónica expresada a través de la vinculación activa de los ciudadanos
en los asuntos de carácter público, constituye según Hugo Chávez el eje
transversal del nuevo aparato político-institucional venezolano, expresado a
través de “los medios de participación política y social”, lo cual le da el
carácter de Estado Democrático, poniendo al Ser Humano como centro de la
acción social y política, orientando la acción de gobierno hacia el “desarrollo
humano que permita una calidad de vida digna”, considerando el gobierno
que estos aspectos son los que lo configuran como un Estado de Justicia”.
Los elementos esbozados hasta ahora están resumidos en el artículo
3 de la Constitución, el cual específica de manera concreta los fines que
orientan la acción del Estado venezolano en esta nueva etapa político-social:
El Estado tiene como sus fines esenciales la defensa y
el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el
ejercicio democrático de la voluntad popular, la
construcción de una sociedad justa y amante de la paz,
la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y
la garantía del cumplimiento de los principios, deberes
y derechos consagrados en esta Constitución.
La educación y el trabajo son los procesos
fundamentales para alcanzar dichos fines (Pág. 6).
Este último párrafo del artículo 3 introduce la corresponsabilidad entre
Estado y sociedad en la consecución de los fines del Estado así como en la
112 acción de gobierno, pero también muestra las dos caras de la moneda que
implican los derechos y deberes por parte de los ciudadanos, expresados de
manera individual o colectiva a través de las organizaciones sociales. Así lo
expresa la exposición de motivos de la Constitución referida a este artículo;
De esta manera, los ciudadanos y las organizaciones
sociales tienen el deber y el derecho de concurrir a la
instauración y preservación de esas condiciones
mínimas y de esa igualdad de oportunidades,
aportando su propio esfuerzo, vigilando y controlando
las actividades estatales, concienciando a los demás
ciudadanos de la necesaria cooperación recíproca,
promoviendo la participación individual y comunitaria en
el orden social y estatal, censurando la pasividad, la
indiferencia y la falta de solidaridad. Las personas y los
grupos sociales han de empeñarse en la realización y
ejercicio de sus derechos y en el cumplimiento de sus
deberes, mientras que el Estado es un instrumento
para la satisfacción de tales fines.
Como quiera que los fines del Estado y la acción de gobierno están
manejados por personas y organizaciones que inevitablemente pudieran
responder a intereses particulares, el gobierno estableció como procesos
fundamentales para el logro de tales objetivos dos procesos insignes que
generaran desarrollo humano a la nación: la educación y el trabajo, y
además se incorporaron en el texto constitucional “valores superiores del
ordenamiento jurídico del Estado y de su actuación, como son la vida, la
libertad,
la
justicia,
la
igualdad,
la
solidaridad,
la
democracia,
la
responsabilidad individual y social, la preeminencia de los derechos
humanos, la ética pública y el pluralismo político”.
113 4.1.4 Diseño del Sistema de Gobierno.
Derivado del fin supremo de refundación de la República, de la nueva
estructura del Estado, de sus fines y de la organización jurídico-político
expuestas hasta ahora, el Artículo 6 de la Constitución de 1999 decreta que
el diseño del gobierno venezolano y de sus entidades institucionales estaría
regido por ocho principios que se mencionan a continuación: democrático,
participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista, y
de mandatos revocables.
4.1.5 Participación Ciudadana
Como se dijera en las secciones anteriores el Presidente Chávez se
propuso la consagración de Venezuela como un Estado democrático que le
abriera el paso a la participación directa y protagónica de los ciudadanos en
la formulación, definición e instrumentación de las políticas públicas, lo que
hace que la participación se constituyera en una característica propia y
fundamental del gobierno venezolano y como consecuencia en un eje
transversal de la función pública.
Provea (en León 2005) señala que de los 350 artículos que tiene la
Constitución hay 130 que están relacionados directa o indirectamente con el
tema de la participación, y de la participación ciudadana, lo que “no tiene
precedentes en el país”. Adicionalmente, se introduce la preponderancia de
la participación directa y protagónica en relación a la participación indirecta
promovida por la democracia representativa de los gobiernos anteriores.
114 En relación a lo anterior, y para darle mayor soporte y profundidad a
este
punto,
en
el
artículo
5
se
lee
que
“La
soberanía
reside
intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma
prevista en la Constitución y en la Ley, e indirectamente, mediante el
sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público”. Esta condición será
una constante en un número significativo de capítulos y artículos de la
Constitución.
La participación ciudadana se encuentra consagrada en la Carta
Magna a través de diferentes acepciones y concepciones. Se le puede
encontrar como principio, derecho, deber, asociada a las formas,
mecanismos e instancias donde se puede ejercer, así como proceso sociopolítico de gran importancia en la conformación del nuevo aparato
institucional venezolano. A continuación se presentan los elementos
primordiales encontrados respecto a este punto.
4.1.5.1 La Participación como Principio.
Como principio está definida en el Preámbulo y en el artículo 6 del
texto constitucional, cuando se le expresa como fin supremo de la República,
y como eje fundamental que rige el gobierno venezolano respectivamente.
4.1.5.2 La Participación como Derecho.
La participación como derecho responde a los fines del Estado
venezolano, en los que se establece “el ejercicio democrático de la voluntad
popular”, y se deriva también de la configuración que tiene como Estado
115 social de derecho, en pro de garantizar el bienestar de la población
venezolana.
En materia de Derechos Políticos la exposición de motivos de la
Constitución expresa que se realizaron “modificaciones sustanciales en
relación con la democracia representativa y de partidos establecida en la
Constitución anterior”, porque se consagró el derecho de asociación con
fines políticos bajo principios democráticos y de igualdad ante la ley, lo cual
“elimina la sumisión de la participación democrática a la organización en
estructuras partidistas”.
En ese sentido y como primer elemento, la Carta Magna en su
Capítulo
IV,
sección
primera,
referida
a
los
derechos
políticos,
específicamente en su artículo 62, establece claramente el derecho que
tienen los ciudadanos a participar en la gestión pública, directamente o a
través de sus representantes, para lograr el protagonismo, individual o
colectivo que garantice su pleno desarrollo humano y social, lo cual implica
una reorientación de la relación entre el Estado y la sociedad, puesto que los
ciudadanos dejan de ser meros receptores de servicios públicos, para
convertirse en coparticipes de la gestión.
Adicionalmente
esta
sección
expone
otros
derechos
políticos
asociados a la participación como son: el sufragio como forma de
participación directa en los comicios electorales para la elección de cargos
públicos consagrado en el artículo 63 y 64,
fines
políticos
funcionamiento
mediante
y
métodos
dirección”,
así
y “el derecho de asociarse con
democráticos
como
de
de
postularse
organización,
individual
o
116 colectivamente para concurrir a procesos electorales, lo cual está
contemplado en el artículo 67.
La exposición de motivos constitucionales acota que “la consagración
de la personalización del sufragio debe conciliarse con el principio de la
representación proporcional requerida para obtener órganos conformados de
manera plural en representación de las diferentes preferencias electorales
del pueblo”.
En términos de los Derechos Sociales especificados en el capítulo V
de la Constitución la participación aparece expresada como derecho y como
deber en el artículo 84, referido a “la toma de decisiones sobre la
planificación, ejecución y control de la política específica en las instituciones
públicas de salud”. En esta sección también aparece la participación como
una de las características asociadas al sistema de seguridad social que debe
garantizar el Estado a todas las personas que habitan el país, según lo
promulgado en el artículo 86.
En el mismo sentido expresado en el párrafo anterior, la participación
también es concebida como derecho y como deber en relación al desarrollo
social promovido por el Estado en las áreas de Educación, Cultura y Deporte,
como se expresa en los artículos 100, 102, y 111.
El artículo 118 contenido en el Capítulo VII de los Derechos
Económicos también específica “el derecho que tienen trabajadores,
trabajadoras y comunidad para desarrollar asociaciones de carácter social y
participativo como las cooperativas, cajas de ahorro y otras formas
117 asociativas” orientadas al desarrollo de cualquier tipo de actividad económica
que esté en conformidad con las leyes venezolanas.
En función a los Derechos Civiles contemplados en el Capítulo III, los
artículos 52 y 53 consagran “el derecho a la asociación con fines libres, de
conformidad con la ley”, así como “el derecho a reunirse pública o
privadamente, sin permiso previo, con fines lícitos y sin armas”, lo cual
favorece el ejercicio de la participación ciudadana en actividades sociales y/o
políticas al interior de las comunidades, instituciones educativas, empresas y
otros espacios sociales que lo requieran.
4.1.5.3 Corresponsabilidad entre Estado y Sociedad. Participación como
Deber.
El artículo 132 previsto en el Capítulo X, que expresa los preceptos
constitucionales relacionados con los deberes de los ciudadanos y
ciudadanas, establece el compromiso que tiene toda persona “en el
cumplimiento de las responsabilidades sociales y en la participación solidaria
en la vida política, civil y comunitaria del país (…).
En
este
sentido,
el
artículo
127
establece
el
principio
de
corresponsabilidad entre Estado y sociedad referido a las actividades que
permitan preservar el ambiente de conformidad con lo que establece la ley.
Por otra parte siendo la educación uno de los procesos fundamentales
para alcanzar los fines del Estado queda claramente expresado en el artículo
102, del Capítulo VI, correspondiente a los Derechos Culturales y
118 Educativos, que “la Educación es un servicio público” orientado a “desarrollar
el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su
personalidad en una sociedad democrática” basada entre otras cosas, “en la
participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación
social (…)”.
De la misma manera queda claramente expresado el deber de los
ciudadanos en la promoción de los procesos educativos conforme a lo
establecido en la Constitución y demás leyes venezolanas que se
promulguen a partir de ella: “El Estado, con la participación de las familias y
la sociedad, promoverá el proceso de educación ciudadana de acuerdo con
los principios contenidos en esta Constitución y en la ley”.
4.1.5.4 Mecanismos e Instrumentos de Participación.
El artículo 70 de la Constitución, como parte de los Derechos Políticos
de los ciudadanos establece los medios a través de los cuales se puede
ejercer la participación protagónica y el ejercicio de la soberanía en lo
político, en lo social y en lo económico, los cuales se exponen a
continuación:
Son medios de participación y protagonismo del pueblo
en ejercicio de su soberanía, en lo político; la elección
de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la
revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa,
constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la
asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas
decisiones serán de carácter vinculante, entre otros; y
en lo social y económico, las instancias de atención
ciudadana, la autogestión, la cogestión, las
119 cooperativas en todas sus formas incluyendo las de
carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa
comunitaria y demás formas asociativas guiadas por
los valores de la mutua cooperación y la solidaridad
(Pág. 29).
Como puede observarse el gobierno venezolano estableció una
amplia gama de formas y medios en las diferentes áreas de la vida nacional,
a través de las cuales se pudiera ejercer la participación protagónica, lo que
permite visualizar la trascendencia que para éste tiene este elemento en la
construcción de un nuevo andamiaje institucional.
La Constitución también contiene mecanismos de Participación
Política para ejercer la participación en forma directa o semi-directa a través
del
referendo,
la
revocatoria
constitucional y constituyente,
del
mandato,
la
iniciativa
legislativa,
el cabildo abierto y la asamblea de
ciudadanos y ciudadanas.
Tomando en consideración
que se designa el Estado venezolano
como un Estado federal descentralizado, la Constitución Nacional en sus
artículos 168, 182, y 184 establece instrumentos de participación ciudadana
en la gestión pública municipal, a través de la creación del Consejo Local de
Planificación Pública como instrumento que norma la participación en la
planificación y discusión presupuestaria en los municipios y la transferencia
de servicios públicos a las comunidades organizadas para que sean
gestionados por ellas previa demostración de capacidad para prestarlos.
En cuanto a los mecanismos de control del Poder Público la
Constitución establece un conjunto de normas que buscan lograr el equilibrio
120 institucional, y que permiten a los ciudadanos ejercer el control de la función
pública como parte de los derechos y deberes que les otorga la Constitución
Nacional para responder efectivamente a las limitaciones que ésta impone al
ejercicio del poder, así como la garantía de que los órganos que representan
al Estado se mantengan dentro del marco jurídico.
En este sentido el control social y la solicitud de rendición de cuentas
a los diferentes entes de la administración pública son elementos concebidos
como deber y como derecho, y están consagrados en los artículos 62, 141, y
315 del texto constitucional.
4.1.6 Competencias del Poder Público
En el marco de la distribución de competencias entre los tres niveles
territoriales de gobierno o del Poder Público consagradas en los artículos
156, 157, 158, 164, y 178 de la Constitución Nacional y de las políticas y
acciones del régimen socioeconómico de la República el texto constitucional
también establece lo siguiente:
a. Las materias objeto de competencias concurrentes serán reguladas
mediante leyes de bases dictadas por el Poder Nacional, y leyes de
desarrollo aprobadas por los Estados (artículo 165).
b. Los Estados descentralizarán y transferirán a los municipios los servicios
y competencias que gestionen y que éstos estén en capacidad de prestar,
así como la administración de los respectivos recursos, dentro de las
áreas de competencias concurrentes entre ambos niveles del Poder
Público. Los mecanismos de transferencia estarán regulados por el
ordenamiento jurídico estadal (único aparte del artículo 165).
121 c. La ley creará mecanismos abiertos y flexibles para que los Estados y los
municipios descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos
vecinales
organizados
los
servicios
que
éstos
gestionen
previa
demostración de su capacidad para prestarlos (…) (artículo 184).
4.1.6.1 Competencias del poder público nacional.
Se actualizaron e incorporaron nuevas competencias al Poder
Nacional como quedó enunciado en la exposición de motivos de la
Constitución:
(…) la determinación de los tipos impositivos o
alícuotas de los tributos estadales o municipales; la
creación y organización de impuestos territoriales o
sobre predios rurales, así como transacciones
inmobiliarias, cuya recaudación y control corresponderá
a los municipios; la administración del espectro
electromagnético; el régimen general de los servicios
públicos domiciliarios; el manejo de la política de
fronteras; la legislación en materia de pueblos
indígenas y territorios por ellos ocupados; así como la
organización y funcionamiento de los órganos del poder
Público Nacional y demás órganos e instituciones del
Estado (Pág. 23).
Tomando en consideración la importancia que tiene el concepto de
descentralización como lineamiento estratégico de la política de desarrollo a
los fines de la democratización de lo público y para promover la efectividad y
eficiencia de los fines estatales, se definieron claramente las normas que
rigen las competencias de los poderes estadal y municipal.
122 4.1.6.2 Competencias del poder público estadal.
Se mencionan las competencias más
novedosas en el marco del
nuevo texto constitucional:
1. Se estableció la existencia en cada estado de una Contraloría que gozará
de autonomía orgánica y funcional.
2. Se previó la creación en cada estado de un Consejo de Planificación y
Coordinación
de
Políticas
Públicas,
dejando
su
organización
y
funcionamiento a lo que determine la ley respectiva.
3. Se definieron los ingresos de los estados dentro de una visión integral de
Hacienda Pública, con especial atención al problema del financiamiento
de las autonomías territoriales.
4.1.6.3 Competencias del poder público municipal.
Se mencionan las competencias más
novedosas en el marco del
nuevo texto constitucional:
1. Se incorpora una declaración general sobre la participación como
elemento consustancial con la naturaleza del gobierno y la administración
municipal.
2. Se ha previsto la posibilidad de que los municipios se asocien en
mancomunidades, así como la creación de modalidades asociativas
intergubernamentales.
3. Respecto a los ingresos se consagran y caracterizan en la Constitución
los ramos de ingresos, incluyendo aquellos de naturaleza tributaria que
corresponden al municipio de manera irrestricta, dejando abierta la
123 posibilidad de que por vía del desarrollo legislativo puedan ser creados
otros impuestos, tasas y contribuciones especiales.
4. Se incorporó la creación del Consejo Local de Planificación Pública con la
finalidad de coordinar la planificación, coordinación y cooperación en la
definición y ejecución de las políticas públicas.
4.1.7 Administración y función pública
Las figuras de la Administración Pública y de la Función Pública
fueron ajustadas para hacerlas cónsonas con el objetivo de crear
instituciones con una nueva ética por parte de los funcionarios públicos que
estuviesen identificados y comprometidos con los ciudadanos y ciudadanas,
y con un cambio organizacional que permita una utilización de los recursos
públicos de una manera más efectiva y cónsona con los nuevos lineamientos
del gobierno nacional.
En este sentido, los artículos 142 y 143 establecen que la
Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y que
además éstos “tienen derecho a ser informados oportuna y verazmente
sobre el estado de las actuaciones en que estén directamente interesados,
así como conocer las resoluciones definitivas que se adopten sobre el
particular”.
Respecto a la Administración Pública la Constitución establece que
debe estar al servicio de la ciudadanía sin ningún tipo de distinción, privilegio
o discriminación. Esto conlleva el cambio de la cultura organizacional porque
124 en los últimos años había estado caracterizada por la corrupción, ineficacia e
ineficiencia obstaculizando el ejercicio de esta función del Estado.
Respecto a la función pública la exposición de motivos de la
Constitución de 1999 expone que la normativa establecida viene a “combatir
viejos vicios enraizados en el sistema político venezolano como el
clientelismo”, nepotismo y prebendarismo, entre otros, los cuales se
desarrollaron “por la falta de líneas claras en torno a lo que debe ser la
función pública y a la creación de una política de recursos humanos cónsona
con los ideales de la gerencia pública moderna”.
4.1.8
Régimen
socioeconómico
de
la
República
y
objetivos
macroeconómicos del Estado
Según Monroy (2004) uno de los fines esenciales del Estado
contemplados en el artículo 3 de la Constitución están relacionados al
cumplimiento de los objetivos macroeconómicos consagrados en el artículo
320 del texto constitucional, que reza: i) promover y defender la estabilidad
económica, ii) evitar la vulnerabilidad de la economía, y iii) velar por la
estabilidad monetaria y de precios,
a los fines de asegurar el bienestar
social.
Así pues, para que el Estado garantice el cumplimiento de estos
objetivos macroeconómicos el texto constitucional establece los siguientes
instrumentos:
1. Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación
125 (Artículo 187, numeral 8),
2. Plan Nacional de Desarrollo (artículo 236, numeral 18),
3. Ley del Marco Plurianual del Presupuesto de la República y sus entes
descentralizados (artículo 311),
4. Ley Especial de Endeudamiento anual de la República y sus entes
descentralizados (artículo 312),
5. Ley de Presupuesto anual de la República y sus entes descentralizados
(Artículos 313 a 315),
6. Acuerdo anual de Política Fiscal y Monetaria entre el Estado Nacional y el
Banco Central de Venezuela (BCV) (artículo 320),
7. Fondo de Estabilización Macroeconómica (artículo 321), y
8. Fondo de Compensación Interterritorial (artículos 185 y 167, numeral 6).
4.1.9 Órganos consultivos de rango constitucional
La Constitución Nacional de 1999 consagra cinco órganos de carácter
consultivo vinculados a la planificación y formulación de políticas públicas
nacionales, estadales y municipales. Monroy (op.cit., págs. 14-15) acota que
“se trata de órganos consultivos tanto del Estado como de la Sociedad”,
caracterizados por lo siguiente:
a. No están integrados totalmente a la estructura del Estado y su
Administración Pública.
b. No se corresponden exactamente con ninguna de las ramas ni de los
niveles territoriales del Poder Público; por el contrario, se trata de órganos
interpoderes e interterritoriales.
No todos sus integrantes son funcionarios públicos.
c. No todas sus actuaciones tienen carácter de actos administrativos
126 Los cinco órganos de carácter consultivo se mencionan y describen a
continuación:
1. Consejo de Defensa de la Nación establecido en el artículo 323 que lo
describe como “El máximo órgano de consulta para la planificación y
asesoramiento del Poder Público en los asuntos relacionados con la
defensa integral de la Nación, su soberanía y la integridad de su espacio
geográfico”, correspondiéndole establecer el concepto estratégico de la
Nación.
2. Consejo Federal de Gobierno establecido en el artículo 185 en el que se
enuncia que éste “Es el órgano encargado de la planificación y
coordinación de políticas y acciones para el desarrollo del proceso de
descentralización y transferencia de competencias del Poder Nacional a
los Estados y Municipios, del cual depende el Fondo de Compensación
Interterritorial”.
3. Consejo de Estado establecido en los artículos 251 y 252 en el que lo
definen como “el órgano superior de consulta del Gobierno y la
Administración Pública Nacional; debiendo recomendar políticas de
interés nacional en aquellos asuntos que requiera el presidente o
presidenta de la República.
4. Consejo de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas de cada
Estado establecido en el
artículo 166. Este es uno de los órganos
rectores de la planificación de políticas públicas estadales, a los fines de
promover el desarrollo armónico, equilibrado y sustentable,
teniendo
entre sus lineamientos la obligación de adecuar y vincular los Planes
Municipales de Desarrollo al contenido del Plan de Desarrollo Estadal.
5. Consejo Local de Planificación Pública establecido en el artículo 182.
Este es el órgano encargado de la planificación integral del gobierno
127 local, con el propósito de lograr la integración de las comunidades
organizadas y grupos vecinales dentro de una política general de Estado,
descentralización y desconcentración de competencias y recursos.
Los aspectos hasta aquí señalados configuran dentro del marco del
presente estudio los rasgos que se consideran más resaltantes de la
institucionalidad política contenida en la Constitución de 1999.
Ahora bien, a los efectos de un análisis institucional integral se hace
necesaria la revisión de los hechos que muestran el desarrollo del proceso
de construcción de una nueva institucionalidad pública en el país, a los fines
de conocer como se ha concretado en la cotidianidad y las implicaciones que
ha tenido en lo social, político y económico, sus logros y avances,
dificultades y limitaciones, así como corroborar si estos hechos se han
correspondido con la norma constitucional.
4.2 Acontecimientos que definieron la construcción de una nueva
Institucionalidad Pública en Venezuela.
La denominada V República responde a un proceso de construcción
colectiva iniciada varias décadas antes de las elecciones de 1998, liderizada
por Hugo Chávez y un pequeño grupo de militares que compartían sus
ideales de una nueva independencia para la República venezolana. En este
proceso estuvieron acompañados por un grupo de hombres y mujeres
militantes de izquierda, muchos de ellos provenientes de grupos armados,
guerrilla urbana, y dirigentes de las bases populares de la época.
128 Estos grupos, encabezados por Hugo Chávez, iniciaron un proceso
permanente de reuniones, discusión y reflexión acerca de su ideología y de
los acontecimientos que ocurrían en la nación, en Latinoamérica, y en el
mundo, para construir y alimentar una serie de propuestas de cambio en el
sistema político venezolano, las cuales aspiraban desarrollar a través de la
toma del poder público. Estas aspiraciones se tradujeron en estrategias y
tácticas de tipo político, una vez que se decidiera seguir la vía electoral para
concretar las aspiraciones ideológicas.
A continuación se presentan una serie de eventos que se consideran
de mayor relevancia para explicar, según sus líderes, el nacimiento de una
nueva República, denominada por ellos como “Revolución Bolivariana”, y que
ha introducido una serie de cambios paulatinos y progresivos en el sistema
político institucional de Venezuela.
4.2.1 Acontecimientos previos al nacimiento de la V República
Entender y comprender el sistema político venezolano actual implica
dar una mirada al pasado y hacer un recorrido histórico que permita ubicar
los hechos sociales y políticos así como la concepción ideológica que lo
fundamentó. Para darle contenido a esta sección se tomaron como
referencia fundamental documentos elaborados por El Troudi y Bonilla (2004)
así como por intelectuales de la “Revolución Bolivariana”, sistematizados y
publicados por el Ministerio del Poder Popular para la
Información y
Comunicación (2007).
129 4.2.1.1 Organizaciones con orientación cívico-militar.
Uno de los primeros acontecimientos que marcaron la pauta para dar
nacimiento a la construcción de un movimiento cívico-militar se suscitó
durante los años 70. Según El Troudi y Bonilla (op.cit., págs. 64-65) “la
militancia de izquierda se debatía en torno a la conveniencia histórica de
asumir la lucha armada o irrumpir en el escenario electoral” haciendo ajustes
coyunturales al modelo de democracia representativa imperante. De allí
surgió la noción de “línea militar de masas” cuya orientación precisaba que
“el combate es concreto pero también cotidiano y la violencia no se restringe
al combate armado” y sustentó “la táctica y teoría revolucionaria a partir de la
década de los ochenta y la figura de unidad cívico-militar o tercer camino”.
Los sucesos acontecidos en el período posterior proporcionaron
indicios para que ambas posturas fueran asumidas por ambos sectores como
complementarias, lo que según El Troudi y Bonilla (op.cit., pág. 65) resultó
muy positivo en el proceso de “maduración de las tesis libertarias,
bolivarianas que harían cauce transformador en los años venideros creando
espacios para el nacimiento de la Venezuela Bolivariana de la V República”.
Otro hecho organizativo de interés que se suscitó a finales de los años
setenta y comienzos de los ochenta fue la fusión de los Grupos de
Comandos Revolucionarios con los guevaristas del 23 de Enero en Caracas,
lo que dio como resultado el Movimiento Revolucionario de los Trabajadores
(MRT), que actualmente se denomina Movimiento Revolucionario Tupamaro.
Este grupo según El Troudi y Bonilla (Op.cit., pág. 66) se asumió como “una
130 experiencia más del proceso inacabado de resistencias contra lo injusto, la
explotación y dominación”.
La significación que adquiere la formación de estos grupos y
colectivos radica en que por una parte influyeron en la ideología resultante
para la propuesta de refundación de la República pero además porque en el
proceso de lucha por el Poder Nacional se fueron constituyendo en sectores
significativos de la sociedad venezolana.
Según El Troudi y Bonilla (Op.cit., pág.76) durante los años 80
también se constituyó el Ejercito Bolivariano Revolucionario (EBR) 2000
formado por Hugo Chávez, el General Rafael Baduel y otro grupo de
oficiales, denominado así porque sus iníciales coincidían con las tres fuentes
ideológicas sobre las cuales se inició el sustento ideológico de “la logia militar
bolivariana: Ezequiel Zamora, Simón Bolívar y Simón Rodríguez”.
En diciembre del 1982 este movimiento pasaría a llamarse Movimiento
Bolivariano Revolucionario 200 (MBR) con el juramento de tres oficiales
venezolanos, entre ellos Hugo Chávez. Con ello se dio inicio a “la
organización, discusión política y formación ideológica del movimiento
insurreccional”. Estos grupos operaban como organizaciones conspirativas,
de carácter clandestino para la toma del poder.
4.2.1.2 Iniciativas como base para la propuesta del gobierno bolivariano.
Por una parte en 1982 Hugo Rafael Chávez Frías conjuntamente con
el grupo inicial de militares bolivarianos desarrollaron la propuesta del árbol
131 de las tres raíces. Por otra parte el MBR-200 sistematizó las primeras ideas
organizacionales para la acción política. En primer lugar se definió el territorio
nacional como espacio privilegiado de acción política. En segundo lugar se
privilegiaron los espacios locales y regionales para el desarrollo de
estrategias y tácticas necesarias para alcanzar el poder nacional, las cuales
una vez que se hicieron llegar a la dirección nacional sirvieron de base para
alimentar el denominado por ellos proyecto "Simón Bolívar" o la "Agenda
Bolivariana".
En el año 1992, desde la prisión, Hugo Chávez convocó a un número
importante de seguidores para la construcción de un ideario que contuviese
las líneas generales para la acción política, en el que se esbozó la necesidad
de dar un nuevo significado a la participación en la gestión pública. Este
proceso se desarrolló y consolidó con mayor fuerza después que saliera de
prisión.
En el año 1996, junto a un equipo sistematizador de las propuestas y
discusiones adelantadas, se presentó a la opinión pública la Agenda
Alternativa Bolivariana (AAB), la cual se convertiría posteriormente en la
síntesis orientadora del discurso utilizado en la campaña electoral de 1998.
Esta propuesta mostró explícitamente las intenciones por parte de Hugo
Chávez de adelantar cambios significativos en todos los campos entre ellos
los que estaban contemplados en la Comisión para la Reforma Presidencial
(COPRE).
Expusieron El Troudi y Bonilla (Op.cit., pág.139) la Agenda Alternativa
Bolivariana puso énfasis especial en “la construcción de localidades
132 integrales” que permitieran “expresar polos de contra hegemonía cultural”.
Esta iniciativa aún incipiente para la época sentaría las bases para la
profundización y desarrollo de los núcleos de desarrollo endógeno, así como
la propuesta de “La Nueva Geometría del Poder”.
Adicionalmente se anuncio un plan alternativo denominado “Simón
Rodríguez” inspirado en el ideario robinsoniano, cuyos lineamientos básicos
según El Troudi y Bonilla (Op.cit., pág. 140) estaban orientados al desarrollo
de una educación concebida en términos de “bienestar de la sociedad,
solidaridad humana y valoración de la ética política”, así como unos procesos
sociales sustentados en la participación en todas las instancias y dinámicas
de toma de decisiones públicas.
4.2.1.3 Acontecimientos de febrero de 1992.
Según la concepción de Hugo Chávez y su grupo de seguidores
conformado por militares, grupos de militantes e intelectuales de izquierda,
así como de grupos provenientes de guerrilla urbana, la asonada militar del 4
de febrero de 1992, fue una expresión del descontento producido por las
políticas neoliberales aplicadas por el segundo período de gobierno de
Carlos Andrés Pérez y por la acumulación de acontecimientos sociales y
políticos que generaron exclusión social, aumento de la pobreza y vicios
administrativos irreconciliables. De la misma manera los acontecimientos del
27 y 28 de febrero de 1989 expresaron la insatisfacción y rechazo por parte
de la población ante las medidas económicas neoliberales implementadas.
133 Para El Troudi y Bonilla (Op. cit., pág. 120) estos sucesos alimentaron
los ideales políticos del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200) de expresarse como “organización militar rebelde contra lo injusto, la
corrupción y el entreguismo de los intereses nacionales al capital extranjero”
en virtud de que los sucesos del 4 de febrero despertaron la rebeldía
reprimida por parte del pueblo venezolano, generando una identificación con
Hugo Chávez y su propuesta posterior de “Revolución Bolivariana” lo cual
expresaron como sigue: “Nace un símbolo de la otredad ciudadana, que
reconfigura el imaginario rebelde del pueblo y se convierte en elemento clave
para entender e interpretar los futuros acontecimientos en las dinámicas
políticas, sociales, económicas, culturales y religiosas nacionales”.
Según este señalamiento surgió identificación porque representaba a
una persona del “pueblo” que se había atrevido a alzar su voz en contra de
los excesos del gobierno, que había expresado públicamente su rechazo a
las Políticas y sistema de gobierno existente, lo que le configuraría
posteriormente como líder nacional con carácter popular, como líder que
representaba la concreción de los intereses y aspiraciones colectivas de la
población:
Chávez es visto como uno de los nuestros, como un
hijo de pueblo que estudia la carrera militar y se niega a
convalidar todo aquello que fuera ilegítimo para el
pueblo. Chávez es un antihéroe, un militar que es
derrotado como lo ha sido la mayoría del pueblo. No es
un político triunfador clásico. Es el anti político que dice
y hace, todo aquello que ningún político de carrera
seguramente diría ni haría, pero que el ciudadano
común siente que sería su forma de actuar ante una
situación similar (Pág. 121).
134 Respecto a la intentona de Golpe militar del 4 de febrero el Presidente
Chávez (2006) en su programa Aló presidente N° 259 refirió que el objetivo
fundamental estaba orientado a dar respuesta a las necesidades del pueblo,
así como combatir el modelo capitalista y neoliberal que imperaba en el país.
Primerito, primerito que nada, satisfacer las
necesidades de nuestro pueblo. Después vino el
proyecto aquel de la Agenda Alternativa Bolivariana de
1997 para salirle al paso a la agenda neoliberal del
último Gobierno de la IV República, luego aquello se
convirtió en el proyecto de Gobierno del candidato
Hugo Chávez, el candidato que fui.
4.2.1.4 Conformación del movimiento V República (MVR)
En abril del año 1997 se creó el Movimiento V República (MVR) como
partido político que permitiera concretar “el proyecto político bolivariano”, con
lo cual Hugo Chávez logró posesionar la Agenda Alternativa Bolivariana con
enfoque nacionalista. Desde la primera rueda de prensa Hugo Chávez reiteró
su intención de iniciar una revolución democrática a través de la convocatoria
de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
4.2.1.5 Campaña electoral de 1998
La propuesta de gobierno por parte del candidato presidencial Hugo
Chávez en 1998 se creó alrededor del consenso de todos los colectivos que
lo acompañaron desde que decidieron tomar la vía democrática para
alcanzar el Poder de Estado y postularlo como líder de la “Revolución
135 Bolivariana”. Los aspectos más resaltantes de esta propuesta, según los
voceros de la campaña se mencionan a continuación:
1. Unificación de toda la corriente de fuerzas, organizaciones y liderazgos
que a través del tiempo habían planteado la transformación de Venezuela
para que las instituciones y sus riquezas se pusieran al servicio de los
más humildes, los explotados, oprimidos y excluidos de siempre.
2. Impulsar
una
profunda
alianza
cívico-militar
para
garantizar
la
permanencia y avance del camino revolucionario escogido.
3. Construcción de un programa revolucionario con la gente, en una
constituyente originaria que diera vida a un nuevo marco jurídico, a una
nueva constitución.
4. Se asumía el MVR como una plataforma organizativa electoral
contingente
abierta
a
integrar
la
perspectiva
de
las
demás
representaciones políticas revolucionarias.
5. Centrar la propuesta en la promoción y consolidación de la democracia
directa, participativa y protagónica.
Como lo plantearon los líderes de esas organizaciones en las
elecciones de 1998 se sometió al escrutinio de la población venezolana la
propuesta de transformación estructural de la sociedad venezolana, un
modelo de “revolución pacífica” que estuviera sustentada en una sociedad
democrática.
136 4.2.2 Actuación del nuevo gobierno ante la victoria electoral de 1999
4.2.2.1 Hugo Chávez asume la Presidencia de la República. Los cinco polos
estratégicos de desarrollo.
El 2 de febrero de 1999, en el acto protocolar en el cuál asumía el
cargo de Presidente Constitucional de la República, Hugo Chávez juró sobre
la que denominó “moribunda constitución” cumplir su promesa de abrir
cauces a la Revolución Bolivariana. Con este suceso se iniciaba el periodo
constituyente para la reforma institucional.
Según declararon los dirigentes de ese proceso la Agenda Alternativa
Bolivariana se expresó en cinco “polos estratégicos de desarrollo”, lo que
evidenciaba el carácter nacionalista del cambio propuesto que iniciaba su
desarrollo. La propuesta concreta partió de una visión sistémica de
transformación que implicó la construcción de equilibrios expresados en los
ejes social, político, económico, territorial e internacional que permitieran
concretar la acción de gobierno inclusiva del nuevo Estado en proceso de
transición: la V República, sustentado principalmente en la construcción de
canales de participación que profundizaran el modelo de democracia
participativa y protagónica.
El Presidente Chávez decidió concentrar los esfuerzos en la primera
etapa de gestión sobre estos polos estratégicos de desarrollo (1999), los
cuales además fundamentaron el primer Plan de la Nación 2001-2007, sobre
el cual dijo constituirse en “El primer plan de la nueva era constitucional
bolivariana”, que concibió de la siguiente manera;
137 (…) en él se consolidan las bases principistas y
políticas para la interacción dinámica del crecimiento
económico sostenido, las efectivas oportunidades y
equidades sociales, la dinámica territorial y ambiental
sustentables la ampliación de las oportunidades
ciudadanas y la diversificación multipolar de las
relaciones internacionales (Pág. 7).
Sobre este Plan el Presidente Chávez (2001) afirmaría que
representaba el elemento orientador para la concreción de la propuesta de
cambio político-institucional: “Para superar la crisis estructural tenemos que
lograr un profundo cambio estructural y estas líneas generales dirigen la
construcción de la nueva República”.
Para operativizar esas “Líneas Generales” el mandatario nacional
estableció cinco equilibrios sustentados en “la participación protagónica de
todo el pueblo venezolano sin discriminación alguna”, que se corresponden
con cinco objetivos que contienen igual número de estrategias como se
aprecia en el cuadro siguiente:
Cuadro 3: Polos estratégicos de desarrollo
Equilibrios
1. Económico
2. Social
3. Político
4. Territorial
5. Internacional
Objetivos
Desarrollar la economía
productiva.
Alcanzar la equidad social.
Construir la Democracia
Bolivariana
Ocupar y consolidar el
territorio.
Fortalecer la soberanía
nacional y promover un
mundo multipolar.
Estrategias
Diversificación productiva.
Incorporación progresiva.
(Inclusión)
Participación protagónica
corresponsable.
Descentralización
desconcentrada.
Pluralización multipolar.
Fuente: El Troudi y Bonilla (2004)
138 En lo económico se planteo desarrollar una economía productiva para
lo cual se diseño la estrategia de alcanzar el equilibrio financiero
fundamentado en la actividad petrolera dirigida a la generación de un modelo
de economía solidaria, producción diversificada, fortalecimiento del aparato
fiscal y la generación de mecanismos que permitieran elevar los ahorros de
la población.
En lo social el objetivo estuvo dirigido a alcanzar la equidad social
cuyas acciones propuestas se concentraron en “lograr la democratización
del capital, una autentica seguridad jurídica y eficacia institucional”, para
garantizar el libre acceso a los beneficios inherentes a las garantías sociales,
así como la consolidación de la democracia participativa y protagónica en
todos los órdenes del sistema político venezolano.
Este último aspecto constituyó el punto de partida del equilibrio
político, puesto que se planteó la recuperación de la gobernabilidad a través
de la consolidación de un nuevo modelo de democracia, de carácter
participativo
y
protagónica,
en
el
marco
de
un
Estado
Federal
descentralizado donde se ejerza la justicia social.
El desarrollo endógeno de todo el territorio, el rescate y reapropiación
de los saberes y potencialidades locales, y la distribución de la riqueza
nacional en toda la patria constituyeron las aristas de trabajo que anunciaron
para alcanzar el equilibrio territorial. Para ello la estrategia se orientó a
profundizar la descentralización mediante una desconcentración de la toma
de decisiones y gestión de las instituciones.
139 Finalmente, en el plano internacional se propuso el fortalecimiento de
la soberanía nacional y la promoción de un modelo multipolar, que permitiera
la inserción de Venezuela en un mundo de economía globalizada y cultura
mundializada, para lo cual se planteó la formación de ejes de interés común
a escala regional, continental y mundial.
4.2.2.2 Asamblea Nacional Constituyente
Apenas comienza el nuevo gobierno se convoca y se elije la Asamblea
Nacional Constituyente, que fue concebida como la primera experiencia de
ejercicio democrático colectivo, cuya misión era impulsar la refundación del
Estado Venezolano, para lo cual dicha Asamblea se ocupó de la definición
de principios y políticas que permitieran la creación de nuevas instituciones y
la modificación o eliminación de las existentes.
El Troudi y Bonilla (Op. cit.) destacan que uno de los rasgos que
resaltan del proceso aconteció cuando la Asamblea Nacional Constituyente
generó espacios de discusión y reflexión en todos los centros poblados y
centros profesionales para generar aportes sobre el proyecto de país
presentado por el Presidente Chávez.
Adicionalmente indicaron que los
constituyentes no fueron asumidos como representantes del pueblo sino
como voceros del circuito electoral que los eligió, por lo tanto la nueva
Constitución de 1999 surgió como una creación colectiva traducida en
consenso por la mayoría de la población venezolana, lo cual fue primordial.
El sector que impulsó la constituyente se concentró en los aspectos
conceptuales del proceso tales como la estructura del Estado y sus
instituciones, la legitimidad de los poderes públicos, el reconocimiento de
140 nuevos derechos como un medio ambiente sano, protección a los
consumidores, nuevo sindicalismo, minorías sexuales, la construcción de un
nuevo modelo de desarrollo, el diseño de nuevas formas democráticas, entre
otros. También estaba convocado a generar mecanismos, canales y
procedimientos que garantizaran la participación protagónica de los
ciudadanos en la gestión de los asuntos públicos, lo cual implicaba promover
una modificación estructural de las relaciones de poder.
Según los voceros oficiales del nuevo gobierno la viabilidad de estas
propuestas requería desmontar las viejas estructuras como la Confederación
de Trabajadores de Venezuela (CTV), el Consejo de la Judicatura, la Corte
Suprema de Justicia el sistema electoral, el Congreso Nacional, las
Asambleas legislativas, los Concejos Municipales y las alcaldías, en virtud de
que sus mecanismos de funcionamiento no se ajustaban a la propuesta de
refundación de la República, en términos de construir una sociedad
democrática participativa.
Por su parte la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) estaba
convocada a incorporar en el contenido de la nueva Constitución el ideario
nacional bolivariano sustentado en ideas, principios y conceptos progresistas
del pensamiento universal para el desarrollo integral del hombre. En
conclusión, el objetivo fundamental estaba dirigido a que el texto
Constitucional contemplara todas las variables para resolver “los nudos
críticos de la relación entre ciudadanos e instituciones”.
En definitiva la Asamblea Nacional Constituyente tenía la misión de
recoger todas la expresiones ciudadanas y populares para la profundización
141 de las garantías sociales “como vía para la edificación de un sistema político
basado en un Estado democrático y social de derecho”.
En ese contexto, el nuevo gobierno venezolano fundamentó la
Constituyente sobre las siguientes premisas epistemológicas, conceptuales
y jurídicas:
1. El poder constituyente es por su naturaleza originario, un poder extra y
supra constitucional, que pertenece al pueblo como titular de la soberanía.
2. Los límites de la constituyente son meta constitucionales (democracia,
derechos humanos), nunca constitucionales, dada su jerarquía superior a
los "poderes" establecidos, que no pueden colocarle obstáculos a su
actuación.
3. La Constituyente es superior a todos los poderes y unifica la división de
poderes que le precede. En consecuencia, "no es un poder más,
coordinado con los otros poderes. Es la base que abarca todos los otros
“poderes” y la “división de poderes” según Carl Schmitt en El Troudi y
Bonilla (Op.cit. pág. 170).
4. El marco definitorio de una constituyente originaria son:
a) agenda sin otros limites que aquellos que se establezca la propia
constituyente;
b) la constituyente originaria tiene una jerarquía de mando superior a los
poderes establecidos y,
c) la jurisprudencia constitucional tiene una validez relativa, por lo tanto,
la constituyente originaria no es susceptible de control judicial.
5. Desde el punto de vista de las operaciones políticas para el cambio, el
fundamento de la constituyente originaria viene dado por la legitimidad de
sus actuaciones.
142 En vista de todo lo anterior, El Troudi y Bonilla (Op. cit., págs. 170171) declaran que el poder constituyente fue creado para que estableciera
“todas las relaciones de poder y de negociación interinstitucionales, pero
también como anti poder que construyera con el mayor consenso posible los
caminos alternativos para el futuro social”. Los resultados del referéndum
consultivo del 25 de abril de 1999 dotaron de legitimidad la convocatoria y
activación del poder constituyente.
4.2.2.3 Constitución Nacional de 1999
Finalmente
la
Asamblea
Nacional
Constituyente
sometió
a
consideración del “pueblo soberano” la propuesta de Constitución, con lo
cual el Presidente Hugo Chávez cumplió con una de sus promesas
electorales, realizando una consulta nacional a través de un referéndum
consultivo y un referéndum aprobatorio, que concluyó en la aprobación del
nuevo marco constitucional para la República Bolivariana de Venezuela, y en
consecuencia con el inicio de una nueva etapa en la vida política y social de
la nación.
4.2.2.4 Plan Bolívar 2000
En virtud de la necesidad que tenía el gobierno de saldar la deuda
social heredada de los gobiernos anteriores, denominada “IV República”, el
Presidente Hugo Chávez inició una serie de acciones que denominó Plan
Bolívar 2000 las cuales buscaban resolver necesidades puntuales en las
áreas de salud, educación e infraestructura, a través de la alianza cívicomilitar, movilizando para ello a la Fuerza Armada Nacional (FAN) y las
143 comunidades. Tal iniciativa fue cuestionada por la oposición debido al “uso
discrecional de los recursos y los escasos controles administrativos. Este
plan se desarrolló desde finales de 1999 hasta el año 2001.
4.2.2.5 Misiones sociales
En el año 2003, a partir de la superación del paro petrolero y un largo
período de conflictos nacionales, además de una recuperación de los precios
del petróleo en el mercado mundial, se inició una nueva fase en la
“Revolución Bolivariana” caracterizada según el gobierno nacional por la
“elevación de la conciencia nacional”, a través de la implementación de
“Misiones Sociales” como una alternativa para dar respuesta a las
necesidades sociales más sentidas por la población y que según la
apreciación del gobierno las instituciones heredadas no estaban en
capacidad de responder eficaz y efectivamente.
Esta iniciativa de las misiones sociales surgió entonces como una
alternativa institucional de carácter informal que permitiera dar origen a una
nueva institucionalidad según los preceptos constitucionales en materia de
política social incluyente sustentada en la participación protagónica de las
comunidades en los asuntos públicos. Así pues, según El Troudi y Bonilla
(Op. cit., pág. 244) la población se fue empoderando de las “Misiones” para
dar respuesta conjuntamente con el gobierno en la satisfacción de las
necesidades sociales, incluso al margen de los organismos públicos creados
para tal fin.
La participación del “pueblo” en mesas de diálogo y discusión
promovidas por el gobierno nacional reveló que las necesidades con mayor
144 demanda en materia social se encontraban vinculadas al área alimentaria, de
salud, educativa, para derrotar el analfabetismo, la carencia de capacitación
laboral y la exclusión de la educación superior, trabajo digno, vivienda e
identidad ciudadana, entre otras.
El Troudi y Bonilla (Op.cit. pág. 243) dijeron que era “evidente que la
institucionalidad heredada de la cuarta república no estaba en capacidad de
dar respuestas oportunas a estas demandas” por lo que con la finalidad de
“subsanar ese déficit” se comenzaron “a diseñar las misiones y en Julio de
2003 se anuncian las misiones Robinson (educativa para la derrota del
analfabetismo) y de salud (programa médico barrio adentro)”.
Las “Misiones” se instalaron en los sectores populares del país con el
apoyo de efectivos militares, profesionales cubanos, personal de Petróleos
de Venezuela (PDVSA), promotores de gobernaciones, alcaldías, voluntarios
de las comunidades y jóvenes del denominado Frente Francisco Miranda.
Aunque D´Elia y Cabezas (2008) señalaron que las razones para la
creación y lanzamiento de las “Misiones” también estuvieron influidas por
razones de tipo político porque estaba en puertas un proceso electoral
producto de la solicitud de revocatoria del mandato presidencial por parte del
sector opositor, El Troudi y Bonilla (Op.cit., 244) indicaron que las misiones
se fueron convirtiendo “en dispositivos de empoderamiento popular” en los
que se inició la atención de “las necesidades más sentidas del colectivo
nacional”, pasándole por encima en muchos casos a los órganos públicos
cuya función institucional se relaciona con los temas atendidos”.
145 Indica D´Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 4) que entre los años 2003 y
2004 se crearon 13 misiones impulsadas por el gobierno venezolano con el
apoyo del gobierno cubano. Sin embargo, a partir del año 2006 el gobierno
creó y promovió una gama de nuevas misiones que abarcaron diferentes
áreas de tipo social, político, económico, cultural, ambiental entre otros. Al
respecto D`Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 5) señalaron: “ (…) las misiones
comenzaron a expandirse en términos de atención para la población que ya
estaba cubierta y, en consecuencia, también se extendieron en el tiempo,
sobrepasando las condiciones previstas inicialmente para una actividad de
carácter temporal y extraordinaria”.
Como una expresión de la prolongación y ampliación de esta iniciativa
el Presidente Hugo Chávez también presentó la modalidad “Gran Misión” en
los años posteriores al 2010 cuyo objetivo según anunció está dirigido al
beneficio masivo de la población con lo que el gobierno espera lograr un
mayor impacto de tipo social y político.
La variedad de misiones creadas ha sido amplia y ha procurado
abarcar cada vez mayor número de necesidades y programas sociales que
se consideraron necesarios para concretar el objetivo de crear una nueva
institucionalidad que según los voceros oficiales y en particular el Presidente
Hugo Chávez plantearon que sean capaces de dar respuesta a las
necesidades fundamentales de la sociedad, pero que a la vez permitiera
avanzar en la construcción de una sociedad nueva donde el ser humano sea
el centro de las decisiones, el inicio y el punto de llegada en la gestión de
gobierno.
146 A continuación se presenta un cuadro resumen de todas las misiones
creadas e impulsadas por el gobierno venezolano entre el período 2003 y
2012.
Cuadro 4: Misiones Sociales
MISIONES EN EL AREA DE SALUD
Año de
creación
Descripción
2003
Consistió en la ubicación de un médico cubano con formación en
salud integral comunitaria por cada 250 familias, para garantizar la
atención médica a nivel primario.
Barrio
Adentro II
2005
Surgió para dar respuesta en el segundo nivel de atención integral
gratuito a todos los ciudadanos. Se llevó a cabo a través de los
Centros de Alta Tecnología (CAT), los Centros de Diagnóstico
Integral (CDI) y las Salas de Rehabilitación Integral (CRI).
Barrio
Adentro III
y IV
2005
Surgió con el objetivo de que permitiese el acceso de toda la
población a los servicios de diagnóstico, especialidades médicas,
emergencias, cirugías y hospitalización.
Milagro
2004
Surgió por un convenio con el gobierno cubano para dar atención
oftalmológica a pacientes de escasos recursos económicos.
Sonrisa
2006
Nació con la finalidad de incorporar en el programa de salud
pública, la rehabilitación protésica dental en un esfuerzo por bajar
las estadísticas que apuntaban un déficit dental.
S/I
Se creó con la finalidad de aplicar tratamientos con células madre
a pacientes con enfermedades crónicas.
Misión
Barrio
Adentro I
Esperanza
MISIONES EN EL AREA FORMACIÓN PARA EL TRABAJO
Misión
Vuelvan
Caras
Ché
Guevara
Año de
creación
Descripción
2004
Se creó con la finalidad de impulsar la capacitación hacia la
producción por parte de desempleados y trabajadores informales.
Se inició con la capacitación laboral a la promoción de
cooperativas sociales y a la instalación de fábricas-escuela para
fomentar el nuevo cooperativismo, denominado “núcleos de
desarrollo endógeno”
2007
Creada en el año 2007 para sustituir a la Misión Vuelvan Caras. El
aporte de esta misión fue incorporar en el proceso formativo “la
conciencia ética y moral revolucionaria” contemplada en el tercer
motor “Moral y Luces”, así como en el Plan de la Nación 20072013.
Fuente: Elaboración propia a partir de www.gobiernoenlinea.ve y D´Elia y Cabezas (2008 y
2006)
147 Cont. Cuadro 4: Misiones Sociales
MISIONES EN EL AREA FORMACIÓN PARA EL TRABAJO
Misión
Gran Misión
Saber y
Trabajo
Año de
creación
Descripción
2012
Creada e impulsada con el propósito de incorporar a la
población, especialmente joven, al mercado de trabajo para
combatir el desempleo. Vino a sustituir a las misiones Vuelvan
Caras y Ché Guevara.
MISIONES EN EL AREA EDUCATIVA
Robinson I
2003
Operación cívico-militar para promover la alfabetización en
forma masiva fundamentalmente dirigida a personas adultas. Su
lema fue “Yo si puedo”. Su objetivo: “Formar corazones para la
libertad”.
Robinson II
2003
Dirigida a la formación hasta sexto grado para los egresados de
la misión Robinson I. Su lema: “Yo sí puedo seguir”.
Robinson III
2003
Creada para garantizar el acceso a materiales de lectura.
2003
Programa educativo orientado a garantizar la continuidad de los
estudios a personas que no han logrado culminar la educación
básica y educación media diversificada y profesional.
En virtud de que el gobierno asumió la educación y el trabajo
como procesos fundamentales para la formación del nuevo
“republicano o republicana bolivariana” (Art. 3 de la Constitución
Nacional), esta fue clasificada en Ribas técnica, Ribas Social y
Ribas-reconversión,
2003
Creada para dar acceso a la educación a nivel profesional. Se
asumió desde diferentes modalidades: nivelación de estudiantes
en espera de cupos, apertura de nuevas carreras universitarias
en centros superiores de orientación bolivariana, y
adicionalmente se abrió la modalidad de Aldeas Universitarias.
Ribas
Sucre
MISIONES EN EL AREA AGRARIA Y AGRICOLA
Año de
creación
Descripción
Zamora
2001
Creada con el objetivo de reorganizar la tenencia y uso de las
tierras ociosas con vocación agrícola para erradicar el latifundio,
promover el desarrollo rural en los ejes estratégicos del país y
garantizar la seguridad agroalimentaria de la población a través
de una agricultura sustentable.
Gran Misión
Agro
Venezuela
2011
Representa una extensión de la Misión Vuelta al Campo,
orientada a promover la producción nacional y la actividad
agraria en el país.
Misión
Fuente: Elaboración propia a partir de www.gobiernoenlinea.ve y D´Elia y Cabezas (2008 y
2006)
148 Cont. Cuadro 4: Misiones Sociales
MISIONES EN EL AREA DE ALIMENTACIÓN
Misión
Mercal
Año de
creación
Descripción
2004
Creada para generar acceso a bienes de la canasta básica
alimentaría en un contexto de escasez generado por el paro
petrolero.
Se enfocó a lo siguiente:
a. Proyectos de organización y participación comunitaria:
conformados por Frentes Comunitarios de Soberanía
Alimentaría (FCSA), Programa de Economía Social y de
Fortalecimiento Endógeno.
b. Establecimientos Mercal: para ofrecer productos por debajo
de los precios de mercado. Existe en las modalidades:
Mercalitos, bodegas móviles, megamercales a cielo abierto
y centros de acopio.
c. Red Social Mercal: destinado a favorecer a pequeños
productores y comunidades con alta carga familiar en los
sectores rural e indígena. La acción está dirigida al
otorgamiento de subsidios para la compra de siete rubros de
la canasta MERCAL al 50% de su precio, y comedores
populares gratuitos que proporcionan tres platos diarios para
las 150 familias más pobres de la comunidad.
MISIONES EN EL AREA DE VIVIENDA, HABITAT Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO
Vivienda y
Hábitat
2004
Destinada a crear soluciones habitacionales de manera
articulada con los gobiernos locales y las instituciones que
venían trabajando en ese sector, con el objetivo de disminuir los
altos volúmenes de déficit habitacional. Tenía como meta
abarcar las áreas de habitabilidad: desarrollo del hábitat y
realización de urbanismos integrales.
Villanueva
2007
Orientada al ámbito del hábitat con la finalidad de sustituir
ranchos por viviendas dignas y modernas, así como promover
las nuevas ciudades socialistas.
Gran Misión
Vivienda
Venezuela
2011
13 de Abril
Constituye una versión ampliada de la Misión Vivienda y Hábitat.
2008
Se creó con el objetivo de fortalecer el poder popular a través de
la creación de las Comunas Socialistas. Para ello se concibió
abordar la tares en dos etapas: en primer lugar trabajar en
mejorar las condiciones de vida de la población, y en segundo
lugar y de manera contundente, en construir las comunidades
socialistas, para dar respuesta al lineamiento de modificación de
la estructura socio-territorial hacía la construcción de comunas y
ciudades socialistas articuladas y autosustentables que
garantizaran el desarrollo y calidad de vida a la población.
Fuente: Elaboración propia a partir de www.gobiernoenlinea.ve y D´Elia y Cabezas (2008)
149 Cont. Cuadro 4: Misiones Sociales
MISIONES EN EL AREA CULTURAL
Cultura
Música
2004
Creada para consolidar la identidad nacional enmarcada en el
proceso de descentralización, democratización y masificación
de la cultura venezolana.
2007
Orientada a consolidar el sistema nacional de orquestas y
coros infantiles y juveniles de Venezuela (FESNOJIV). Uno
de sus objetivos está dirigido a promover el talento musical
venezolano a través de la creación de Centros de Acción
Social por la Música, desde los Consejos Comunales y
Escuelas Bolivarianas para garantizar el acceso a coros,
orquestas e instrumentos
MISIONES EN EL AREA SOCIAL
Madres del Barrio
Negra Hipólita
Cristo
Niños y Niñas de
Venezuela que sería
sustituida en el 2012
por Hijos e Hijas de
Venezuela
Venezuela en Amor
Mayor
2006
2006
S/I
2008
2012
Creada para apoyar a mujeres y familias que se encuentren
en condición de necesidad, a los fines de ser incorporadas en
actividades productivas que les permitan superar su
condición de pobreza.
Promovida con la finalidad de garantizar los derechos de las
personas que se encuentren en situación de calle, y de la
población que vive en condiciones de pobreza extrema. Para
el funcionamiento de esta Misión se convocó a los Comités
de Protección Social de los Consejos Comunales y demás
organizaciones comunitarias, quienes debían participar en el
diagnóstico de la situación social de esas personas en su
ámbito territorial.
Considerada Misión de misiones porque su objetivo es lograr
pobreza (0) en el año 2021.
El objetivo central consistió en satisfacer las necesidades de
los niños, niñas y adolecentes en situación de calle, en las
edades comprendidas entre los (0) y (18) años. Se acordó
llevarla a cabo en dos etapas: la primera dirigida a atender a
cuatro grupos que aglutinan a este sector de la población; y la
segunda reunir y organizar a niños, niñas y adolescentes en
edades comprendidas entre los seis y los dieciocho años,
para formar la Organización de niños, niñas y adolescentes
de Venezuela.
Esta organización estaría conformada por este sector
poblacional, y trabajarían con los Consejos Comunales en el
apoyo y fortalecimiento de los valores sociales con el objeto
de erradicar la explotación, el acoso, abuso, maltrato físico y
psicológico.
Ha sido una de las últimas Misiones lanzadas. Está orientada
a satisfacer las necesidades sociales de las personas de la
tercera edad.
Fuente: Elaboración propia a partir de www.gobiernoenlinea.ve ; D´Elia y Cabezas (2008 y
2006)
150 Cont. Cuadro 4: Misiones Sociales
OTRAS MISIONES VINCULADAS A DIFERENTES AREAS
Miranda
Identidad
2003
2003
Surgió como expresión de la alianza cívico-militar, se
fundamentó en la captación de reservistas militares “para
apoyar las labores de defensa nacional, cooperación en el
orden público y participación en el desarrollo social del país”
Se lanzo a los fines de otorgar cedula tanto a venezolanos
como extranjeros residentes en el país para que pudiesen
participar en los procesos electorales.
Promovida con el objetivo de restituir los derechos de los
pueblos indígenas de acuerdo a lo establecido en la
Constitución Nacional.
Guaicaipuro
2003
Piar
2003
Orientada a la incorporación de los mineros en el proceso de
desarrollo nacional.
2006
Se buscaba la participación conjunta entre las instituciones
públicas y las comunidades para ejercer la democracia
participativa y protagónica en el ámbito ecológico
Misión Árbol
OTRAS MISIONES VINCULADAS A DIFERENTES AREAS
Año de
creación
Descripción
Ciencia
2006
Orientada al uso del conocimiento en función del desarrollo
endógeno, la integración y la consolidación del proyecto
nacional Simón Bolívar, con la incorporación y articulación
masiva de diferentes actores sociales e institucionales.
Revolución
energética
2006
Se creó con la finalidad de promover el uso racional de la
energía eléctrica.
Misión
Fuente: Elaboración propia a partir de www.gobiernoenlinea.ve y D´Elia y Cabezas (2008 y
2006)
D´Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 14) expresaron que “El paralelismo
administrativo de las misiones se replicó en una estructura de atención
separada de los sistemas públicos existentes que llegó a visualizarse como
un sistema integrado en sí mismo (…) para consolidar en su interior los
valores y símbolos de la revolución”.
151 Tomando en consideración el enfoque expresado por estos autores la
propuesta de administración pública quedaría divida en dos categorías que
se presentan a continuación:
1. Burocracia tradicional como instrumento de los poderes públicos,
primordialmente del poder público con mayores competencias y
atribuciones, y un nuevo poder popular integrado por organizaciones
nacidas en “el orden socialista” tales como. Comunidades, comunas,
consejos
comunales,
consejos
obreros,
consejos
campesinos,
consejos estudiantiles, entre otros, cuyos representantes no son
elegidos por voto.
2. Las Misiones como “un sistema de administración paralela no sometida
a control constitucional ni de las demás leyes”, como quedó expresado
en el artículo 141 de la propuesta de Reforma Constitucional del 2007;
(…) constituidas por organizaciones de variada
naturaleza, creadas para atender a la satisfacción de
las más sentidas y urgentes necesidades de la
población, cuya prestación exige de la aplicación de
sistemas excepcionales, e incluso experimentales, los
cuales serán establecidos por el Poder Ejecutivo
mediante reglamentos orgánicos y funcionales.
En este contexto, D´Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 8) señalaron que el
concepto de lo público en la administración del Estado ha cambiado,
colocando a las misiones como un sistema especial de la administración
pública que expresa la voluntad del ejecutivo, y en condición de supremacía
respecto a las demás instituciones del poder público: “(…) pueden
experimentarse tantos nuevos sistemas de programas o servicios como de
normas, leyes y pautas de organización territorial, social y económica, a
voluntad del ejecutivo”.
152 Al respecto D´Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 7)
expresa que para
sostener esta nueva infraestructura institucional el ejecutivo ha intentado
tomar las previsiones que permitan la asignación de recursos especiales
para el financiamiento de infraestructura, equipamiento y personal necesario
para el desarrollo de las misiones.
En este sentido información suministrada por D´Elia y Cabezas (Op.
cit., pág. 7)
indica que las misiones han recibido recursos del Banco
Nacional de Desarrollo Económico y Social (BANDES) y de manera intensiva
por parte de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Debido al volumen de
recursos requeridos por las misiones el gobierno creó el Fondo para el
Desarrollo Económico y Social del País (Fondespa), administrado por la
Corporación Venezolana de Petróleo (CVP) de PDVSA. Posteriormente se
crearon el Fondo de Desarrollo Endógeno (Fonendógeno), que recibió
recursos del Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria
(Fogade) y el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), creado con aportes de
las reservas internacionales.
Para finalizar esta sección se presenta un esquema que ilustra la
estructura institucional de las “Misiones Sociales” (ver figura 2).
4.2.2.6 Nuevo mapa estratégico para consolidar la nueva Institucionalidad
Como parte de la redefinición de la Política Nacional considerada
necesaria por parte del gobierno venezolano en el año 2004 el Presidente de
la República propuso el nuevo Mapa Estratégico a desarrollarse en los años
2005 y 2006, cuyos objetivos generales pasarían a ser los ejes de acción del
153 nuevo “Estado Socialista Revolucionario” en sus distintos niveles: nacional,
regional y municipal, es decir, que se traducirían en políticas de Estado
enmarcadas en la normativa constitucional.
Figura 2: Estructura administrativa de las Misiones
Presidencia de la República
Designa
Decreta
Comisión Presidencial
de la Misión
Planes Presupuestarios
Extraordinarios
Integrada generalmente por:
Ministerio o instituto público
líder, organismos públicos
vinculados, Fuerzas
Armadas, PDVSA,
Miembros de Organizaciones
Sociales de la Revolución.
Decretos-Leyes revisados y
aprobados por la Asamblea
Nacional, con cargo a
recursos de fondos que se
alimentan de recursos de
PDVSA y Reservas
Internacionales.
Crea
Fundaciones
Órganos administrativos
adscritos generalmente al
Ministerio o instituto público
líder de la Comisión
Presidencial.
Se expresan a través de
fundaciones.
Fuente: D´Elia y Cabezas (2008)
El Mapa estratégico diseñado contemplaba los siguientes objetivos:
1. Avanzar en la conformación de una nueva estructura social que
permitiera terminar con la exclusión social y la pobreza, establecer las
condiciones adecuadas para que la población pudiera tener acceso a los
servicios sociales básicos, la creación de un efectivo sistema de
seguridad social y el ejercicio de los derechos humanos.
2. Articular y optimizar la nueva estrategia comunicacional dirigida a
democratizar los medios de comunicación social, y evitar un manejo
inadecuado de los mismos y de la información transmitida.
154 3. Avanzar en la construcción del nuevo modelo democrático popular para
consolidar la participación protagónica de la población en la gestión
pública y en la contraloría social de las acciones gubernamentales.
4. Acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado
que permitiera combatir la ineficacia e ineficiencia administrativa.
5. Activar una nueva estrategia eficaz contra la corrupción, lo que implicaba
aterrizar la concepción de la función pública concebida en la Constitución
Nacional, y la aplicación de medidas preventivas y punibles para
contribuir a mejorar el funcionamiento del Estado venezolano.
6. El desarrollo de una nueva estrategia electoral para garantizar una mayor
participación y decisión por parte de las bases populares.
7. Acelerar la construcción de un nuevo modelo productivo, rumbo a la
creación de un nuevo sistema económico, basado en la democratización
del capital y los beneficios, a través de la incorporación activa de todos
los sectores de la sociedad.
8. Continuar instalando la nueva estructura territorial que profundizara la
descentralización y desconcentración de funciones administrativas, así
como el desarrollo endógeno a partir de las potencialidades de cada
región y la diversificación de las actividades económicas.
9. Profundizar y acelerar la nueva estrategia militar nacional fundamentada
principalmente en el logro de la defensa de la nación a partir de la
integración y conformación de unidades cívico-militares.
10. Impulsar el nuevo sistema multipolar internacional sustentado en el
establecimiento de asociaciones estratégicas con otros países en función
de los intereses de la nación, para la conformación de bloques
económicos y sociales, a través de la concreción del proceso de
integración latinoamericana y caribeña.
155 4.2.2.7 Los cinco motores de la revolución
A principios del año 2007 en los inicios del nuevo período de gobierno,
el Presidente Hugo Chávez expuso y explicó los lineamientos estratégicos
orientados a la construcción del socialismo del siglo XXI a los que denominó
“los cinco motores de la revolución” por constituir elementos dinamizadores
para la consolidación del Proyecto Nacional Simón Bolívar; “(…) para
transitar como locomotoras victoriosas”.
En este punto se produjo un cambio en el discurso del Presidente
Hugo Chávez, quien inició la promoción para la construcción de una nación
socialista, lo cual implicaba un cambio en la concepción de Estado definida
en la Constitución Nacional, por lo que anunció la necesidad de introducir
una reforma en la Carta Magna para la profundización de los aspectos
neurálgicos que permitieran avanzar en la consolidación de la denominada
“Revolución Bolivariana” tales como la participación protagónica del “pueblo”
venezolano y la formación de un “hombre nuevo”.
A los efectos de ilustrar los contenidos y orientaciones de estos
lineamientos estratégicos y otorgarles mayor sustento y significación, se
incluyen a continuación fragmentos de discursos emitidos por el Presidente
Hugo Chávez en diferentes eventos gubernamentales realizados en el marco
de las acciones de gobierno propias para dar inicio al nuevo período
presidencial. Los eventos mencionados se refieren al acto de juramentación
del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, acto de
juramentación del
nuevo Gabinete Ejecutivo, Juramentación del Consejo
Presidencial para la Reforma Constitucional y del Consejo Presidencial del
Poder Comunal y III aniversario del llamado Frente Francisco de Miranda.
156 El primer motor está referido a la “Ley Habilitante” solicitada por el
Presidente de la República a la Asamblea Nacional, con la finalidad
de
disponer de competencias para dictar leyes y decretos en los ámbitos
político, social, económico y fundamentalmente en seguridad y defensa por
un lapso de tiempo de año y medio.
El Presidente de la República denominó a este lineamiento como el
primer motor por considerarlo el punto de partida “para avanzar con
determinación y contundencia” en los otros lineamientos propuestos: “El
primero de los motores constituyentes es una ley de leyes revolucionaria,
madre de leyes: la Ley Habilitante”;
La Ley Habilitante debe ser el arranque de este año. Si
las leyes del 2001 impactaron el esquema económico y
social del país, estas nuevas leyes deben impactar con
una potencia mucho mayor la actual situación
económica del país (pág. 4).
Por una parte su discurso al respecto expresó disciplina y apego a los
instrumentos contenidos en la Carta Magna: “La Asamblea luego deberá
revisar aquellos decretos y leyes. En caso de que sean leyes orgánicas
deberán ir al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), a la Sala Constitucional”.
Por otra parte uno de los objetivos planteados por el Presidente
Chávez fue la reforma de leyes, la sustitución de algunas ya existentes y la
promulgación de leyes nuevas que estuviesen en concordancia con las
directrices nacionales.
157 Tenemos una lista de leyes. Primero leyes viejas que
hay que reformar, segundo, leyes nuevas que hay que
reformar; tercero, leyes que hay que sustituir por otras;
cuarto, leyes que hay que inventar en el marco de la
Constitución para desarrollar aún más los mandatos
constitucionales (pág. 3).
El segundo motor según su propuesta consistió en la “Reforma
Constitucional” para la conformación de “un Estado de derecho socialista”
que permitiese darle sustento y contenido a la propuesta de construcción
de un sistema socialista en Venezuela enunciándolo de la siguiente
manera: “Vamos rumbo a la República Socialista de Venezuela y para
eso se requiere una profunda reforma de la Constitución Nacional”.
Es importante acotar que el Presidente Chávez tomó en
consideración los preceptos constitucionales establecidos en el artículo
342 referido a los instrumentos para la realización de un planteamiento
de cambio en la Carta Magna según los cuales se decidió asumir una
reforma, porque lo que estaba planteado era una revisión parcial que
permitiera ajustar los contenidos para darle soporte a la construcción de
una “Patria Socialista”: “La Constitución establece los límites de la
reforma, permite la sustitución de una o varias de sus normas que no
modifiquen los principios fundamentales(…)”;“Estamos viviendo tiempos
constituyentes, revolucionarios, por eso habrá que revisar la Constitución,
reformarla”.
La propuesta expresó la necesidad de reorientar algunos aspectos
de la Constitución de 1999 que el Presidente Hugo Chávez consideraba
que aún respondían a la ideología del capitalismo contemplada en la
158 Constitución de 1961: “Esta Constitución nació en medio de la tormenta,
pero a pesar de los esfuerzos quedaron infiltrados muchos gazapos del
viejo régimen, así como otros elementos que no quedaron bien
delineados”.
El tercer motor denominado “Moral y Luces” lo desarrolló con la
finalidad de promover “los valores socialistas” a través de una
profundización y democratización de la educación, extendida a cada uno
de los espacios de la vida nacional, tales como: empresas, fábricas,
comunidades, campos, talleres, entre otros.
(…) entonces, educación popular en todos los
momentos y en todos los espacios (…) Hay que
demoler los viejos valores del individualismo, del
capitalismo, del egoísmo, hay que crear nuevos
valores, y eso solo se logra a través de la educación,
del ejemplo; este es el tercer gran motor (pág. 4).
Para emprender las acciones de ese lineamiento el Presidente Chávez
(2007) convocó a todos los sectores de la sociedad a una gran jornada de
trabajo nacional motorizada desde el gobierno a la cual denomino “Moral y
Luces” haciendo alusión al Libertador Simón Bolívar cuando éste expresó
“Moral y luces son los polos de una República”: “Vamos a lanzar durante
todo el año 2007, la jornada nacional Moral y Luces (…) Educación en todos
los espacios: educación moral, económica, política, social, mucho más allá
de la escuela”.
El gobierno sustentó ese planteamiento en la necesidad de
transformar la concepción y orientación tradicional que había tenido la
159 educación en el país para hacerla cónsona con los nuevos lineamientos y
directrices de Política Nacional dirigidos a construir “una nación socialista”:
“La educación no tiene que ver sólo con el estudio de una materia
determinada o con sacar el sexto grado, no, es mucho más que eso, se trata
de los valores, la cultura, la solidaridad. Una revolución ética (…)”; “(…) una
sacudida moral”.
La concepción del Presidente Chávez también consideraba necesaria
e indispensable la educación ideológica constante por parte de los adeptos al
“proyecto revolucionario” para avanzar y concretar el ideal socialista
adaptándolo a las características propias de la realidad nacional: “(…) Un
luchador, un revolucionario, tiene que estudiar todos los días de su vida,
todas las noches de su vida, tiene que estudiar la teoría y la praxis; navegar
en las aguas de la dialéctica”.
El cuarto motor fue denominado por el Presidente Chávez (2007)
como “La Nueva Geometría del Poder”, el cual explicó a través de una
analogía entre los elementos que considera la geometría: distancia,
extensión y volumen o contenido, con el territorio nacional a los fines de
iniciar una redistribución del poder a todo lo largo y ancho del país, que
permitiera avanzar eficaz y eficientemente en las líneas del Plan de la Nación
2007-2013, primordialmente en el logro de la suprema felicidad social y la
consolidación de la democracia protagónica revolucionaria, así como del
modelo productivo socialista;
¿Cómo está distribuido el poder político, social,
económico, militar, y cómo debería estar? (…) este es
un tema en el que pido especial atención (…). Es
160 necesario buscar una nueva manera de distribuir el
poder político, económico, social y militar sobre el
espacio. Revisemos la división político-territorial del
país, innovemos, busquemos unas fórmulas que se
adecuen mucho más a nuestra realidad y aspiraciones
(pág. 2).
La propuesta expresa la necesidad del gobierno nacional de adecuar
el territorio a las necesidades sociales, económicas y políticas de la
población, primordialmente en los municipios, a los fines de hacer una
distribución más equitativa de los recursos para lograr el desarrollo de todos
los sectores de la población, garantizar la profundización de la participación
protagónica, y combatir los vicios administrativos;
(…) ¿Cómo lograr una relación simétrica o una
aplicación simétrica del poder político, social,
económico, militar, a lo largo y ancho de todo el
territorio? Ahí tenemos muchas deudas, regiones que
están muy apartadas, muy olvidadas, disminuidas,
atrasadas; tenemos que trabajar en esto porque hay
que levantar al país completo porque es un solo cuerpo
nacional (pág. 4).
Según el Presidente Chávez el planteamiento responde a la necesidad
de hacer los ajustes necesarios para transformar el andamiaje institucional
existente, que permitiera avanzar en la construcción de un nuevo sistema
político venezolano basado en valores socialistas adaptados a la realidad
nacional, dado que las prácticas administrativas de las instituciones
gubernamentales seguían respondiendo a la ideología capitalista del Estado
liberal burgués;
161 (…) Burocracia, ésa es la cuarta República viva:
burocracia, corrupción, ineficiencia. Está intacto el
modelo ¡cambiémoslo! Los invito a todos sin temores;
(…) está viva la cuarta República a esos niveles:
vamos a demolerla; Hay que comenzar por los
pequeños detalles, por desmontar los privilegios, las
malas costumbres del Estado liberal burgués; El alma
de la revolución precisamente está allí, en demoler las
viejas costumbres, si no lo hacemos habríamos perdido
el tiempo (pág. 3).
El quinto motor fue denominado “Explosión del Poder Comunal” con la
finalidad de consolidar la democracia protagónica, revolucionaria y socialista
la cual descansaría en “el pueblo”. Su concepción comulgó con la
determinación de la participación como eje transversal de la acción
gubernamental contemplada en el texto constitucional, pero con un paso
adicional porque introdujo la noción de “poder popular”, que según el
Presidente Chávez representa el sustento y fuerza motriz para la concreción
y aterrizaje de las directrices concebidas en el Plan de la Nación 2007-2013:
“El poder popular es alma, nervio, hueso, carne y esencia de la democracia
revolucionaria, de la democracia verdadera”.
No obstante el Presidente Hugo Chávez acotó que este logro
dependía del desarrollo y éxito de los otros cuatro motores enunciados, es
decir que estaba condicionado por ellos porque estos le darían las bases y la
estructura necesaria para expresarse plenamente en el contexto de
construcción de una nación socialista.
El planteamiento se sustentó esencialmente en la necesidad de
adecuación del territorio y de las formas asociativas para la plena expresión
del poder popular. En ese sentido surgió la propuesta de creación de
162 ciudades federales y comunales donde se concentrarían los esfuerzos
sociales, políticos y económicos como una forma de profundizar el principio
de descentralización contenido en el texto constitucional, pero apoyado en el
desarrollo del “poder comunal”, tal como se previó en “el cuarto motor de la
revolución”, previa incorporación en la Constitución Nacional: “El poder
comunal…habría que sembrarlo en la Constitución: una nueva geometría del
poder en toda la línea, en toda la extensión y en todo el volumen”.
Adicionalmente la propuesta gubernamental consideró que debía
apoyarse en los Consejos Comunales, creados como figura protagónica del
poder constituyente, es decir, como expresión de gobierno a nivel comunal
pero con trascendencia a nivel nacional porque sus decisiones influirían la
política nacional y ésta a ellos en una relación bidireccional, lo que los
colocaría como la máxima expresión de la participación ciudadana de
acuerdo a los preceptos constitucionales establecidos en 1999.
Los Consejos comunales deben trascender lo local, no
debemos ponerles límites a los Consejo Comunales,
ellos
son
herramientas
del
Poder
Popular
Constituyente, hay que impulsarlos, fortalecerlos;
Progresivamente, nosotros, el poder constituido,
debemos ir transfiriéndole el poder político, social,
económico y administrativo al Poder comunal, para que
así marchemos rumbo al Estado social y salgamos de
las viejas estructuras del Estado capitalista burgués
(pág. 3).
163 4.2.2.8. Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la
Nación 2007-2013.
Este plan forma parte de las líneas generales estratégicas (ver
cuadro 5) que estableció el Presidente Hugo Chávez para su segundo
período de gobierno, en un esfuerzo orientador para seguir profundizando
los logros alcanzados por los lineamientos que se habían establecido en
el Plan de Desarrollo Económico y Social 2001-2007, así como para
avanzar en la propuesta de construcción del “Socialismo del siglo XXI”
Cuadro 5: Directrices del Plan de la Nación 2007-2013
Directrices
Descripción
Nueva Ética
Socialista
Propone la refundación de la nación venezolana sustentada en la fusión de
los valores y principios humanistas del Socialismo y la herencia histórica
del pensamiento de Simón Bolívar.
La Suprema
Felicidad
Social
Tiene como punto de partida la construcción de una estructura social
incluyente, un nuevo modelo social, productivo, socialista, humanista,
endógeno, donde toda la población viva en condiciones similares en el
marco del pensamiento del Libertador Simón Bolívar.
Democracia
Protagónica y
Revolucionaria
Como expresión genuina y auténtica de verdadera democracia.
Modelo
productivo
socialista
Con la finalidad de lograr un trabajo con significado, orientado a la
satisfacción de las necesidades humanas, y la eliminación progresiva de
riqueza subordinada a la reproducción del capital.
Nueva
Geopolítica
Nacional
Orientada a la modificación de la estructura socio-territorial de Venezuela
con la finalidad de articular internamente el nuevo modelo productivo, a
través de un desarrollo territorial desconcentrado, definido por ejes
integradores, un sistema de ciudades interconectadas y un ambiente
sustentable.
Venezuela:
Potencia
Energética
Mundial
Sustentada en la fortaleza de tener un acervo energético robusto, está
dirigida al desarrollo de estrategias que combinen el uso soberano de los
recursos disponibles, primordialmente el petróleo, con la integración
regional y mundial.
La Nueva
Geopolítica
Internacional
Implica la construcción de un mundo multipolar sustentado en la justicia
social, la solidaridad y las garantías de paz, a los fines de contrarrestar el
predominio unipolar en las relaciones de poder mundial
Fuente: Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013, República
Bolivariana de Venezuela
164 Los principales elementos que según los voceros gubernamentales
profundizan el avance en la construcción de una nueva institucionalidad
en el sistema político venezolano, se describen brevemente a
continuación:
Respecto a la “Nueva Ética Socialista” se planteó “la refundación
ética y moral de la Nación venezolana” sustentada en los principios de
justicia social, equidad y solidaridad entre los seres humanos y las
instituciones de la República. En este sentido existe similitud con el fin
supremo
establecido
en
la
Constitución
Nacional
de
1999
de
conformación de una sociedad democrática, participativa y protagónica.
No obstante, lo que propone Chávez (2009) es la construcción de un
“Estado ético” que implica una nueva ética de lo público, donde “los
ciudadanos se sientan parte de él” y los funcionarios sean honestos,
eficientes y muestren “una conducta moral basada en sus condiciones de
vida, su relación con el pueblo y en la vocación de servicio hacia los
demás”, donde además la refundación de la moral venezolana está
orientada hacia la construcción de una sociedad humanista, donde el ser
humano sea el centro de las decisiones públicas.
Uno de los desafíos planteados por el gobierno es la construcción
de una institucionalidad basada en “los valores supremos de la justicia y
la equidad”, bajo el enfoque de darle supremacía a la justicia por encima
del derecho pero sin socavar sus basamentos.
En cuanto a la “Suprema Felicidad Social” los aspectos que resalta
el gobierno están vinculados con la conformación de estructuras que
165 permitan el desarrollo social y económico para la satisfacción de las
necesidades básicas “del pueblo”, así como para dar respuesta a las
potencialidades de cada territorio con la denominada participación
protagónica y revolucionaria de los ciudadanos.
En relación a la “Democracia Protagónica y Revolucionaria” ésta es
expresada por Chávez (2009) como “expresión genuina y auténtica de la
verdadera democracia” y está sustentada en “el republicanismo y
bolivarianismo”. Esta concepción implica una extensión de lo que ya
había sido contemplado en la Constitución de 1999 puesto que la
fundamentación registrada en el documento contentivo del Plan de la
Nación expresa que “La soberanía reside intransferiblemente en el
pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en la
Constitución y en la ley e indirectamente mediante el sufragio por los
órganos que ejercen el Poder Público”.
Acerca del “Modelo Productivo Socialista” el enfoque está
sustentado en la “eliminación de la división social del trabajo, de la
estructura jerárquica imperante y la eliminación de la disyuntiva entre
satisfacción de necesidad y producción de riqueza”. Esta orientación
según Chávez (2009) tiene una perspectiva humanista “(…) dado que
“responderá primordialmente a las necesidades humanas y estará menos
subordinada a la reproducción del capital”, porque supone una nueva
forma de asumir tanto la producción como las relaciones de trabajo para
desarrollarla.
166 Lo que propuso el Presidente Chávez fue el desarrollo de nuevas
formas de
generación, apropiación y distribución de los excedentes
económicos así como de la renta petrolera en beneficio de la población.
En este contexto planteó la creación de Empresas de Producción Social.
De la misma manera se propuso la creación de un sistema de
innovación dirigido a la consolidación de una estructura socio-institucional
y legal basada en redes de ciudadanos tanto con formación formal y
especializada
como
de
ciudadanos
cuya
experiencia
alcanzada
enriquecería el proceso.
La “Nueva Geopolítica Nacional” responde a los lineamientos del
Proyecto Nacional Simón Bolívar (2007-2021) en el que Hugo Chávez
estableció “sentar las bases para la transición hacia una nueva
organización socio-territorial coherente con el nuevo Socialismo del siglo
XXI” para lo cual, entre otras cosas, se requería el desarrollo de una
gestión
y
administración
que
respondiera
según
los
preceptos
constitucionales al ordenamiento territorial urbano regional a través de
sus diferentes niveles de gobierno, entre ellos “el Poder Comunal”.
Respecto a la directriz “Venezuela: Potencia Energética Mundial”
la orientación gubernamental responde a los principios fundamentales
contemplados en la Constitución de 1999 y concretamente en el artículo 1
el cual establece “la independencia, la libertad, la soberanía, inmunidad e
integración territorial, así como la autodeterminación nacional” como parte
de “los derechos irrenunciables” de la República de Venezuela.
167 En este sentido la directriz fue dirigida por el Presidente Chávez al
desarrollo de estrategias que combinen el uso soberano de los recursos
disponibles con la integración regional y mundial, dando un lugar
primordial al petróleo, por lo que se estableció una “Política Plena de
Soberanía Petrolera” a través de la alianza fundamentalmente con países
interesados en desarrollarse como naciones soberanas.
En cuanto a la “Nueva Geopolítica Internacional” su orientación
implica la construcción de un mundo multipolar sustentado en la justicia
social, la solidaridad y las garantías de paz, a los fines de contrarrestar el
predominio unipolar en las relaciones de poder mundial. Esto respondió a
la necesidad expuesta por el Gobierno Nacional de que “Venezuela
avanzara hacia una nueva etapa en la geopolítica mundial, fundamentada
en una relación estratégica de mayor claridad en la búsqueda de objetivos
de mayor liderazgo mundial”.
La relación con el tema estudiado viene dada por el reto que
significó para el gobierno “definir nuevas formas y mecanismos de
integración y relacionamiento para la construcción de una nueva matriz de
poder mundial en el campo financiero, mediático, militar y político”, así
como la construcción de “nuevos esquemas de cooperación económica y
financiera
para
el
apalancamiento
del
desarrollo
integral
y
el
establecimiento del comercio justo a nivel mundial” a los fines de utilizar la
energía como factor dinamizador de la economía en aras de la
construcción de un nuevo modelo basado en la equidad y la justicia
social.
168 CAPÍTULO V
ANÁLISIS DEL DISCURSO OFICIAL EN TORNO A LA CONSTRUCCIÓN
DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN VENEZUELA
La revisión de la Constitución Nacional y de los demás documentos y
materiales revisados permiten hacer un análisis sobre el discurso utilizado
por el gobierno nacional, y principalmente por el Presidente Hugo Chávez en
el período comprendido entre el año 1999 y 2012.
En este discurso se puede observar que el rasgo neurálgico que ha
originado la construcción de una nueva institucionalidad pública en
Venezuela ha estado fundamentado en una ideología diferente a la que
había imperado en el país entre 1958 y 1998 la cual según voceros y
representantes del gobierno presidido por Hugo Chávez se ha basado en las
corrientes teóricas del socialismo y el ideario del Libertador Simón Bolívar.
Esta ideología, según los documentos revisados, responde al sistema
de creencias y experiencias vividas por Hugo Rafael Chávez Frías, así como
por su grupo de seguidores conformado por militares, intelectuales y
partidarios de izquierda y demás personas en general que lo acompañaron
en el proceso de conformación de su propuesta de cambio y en las acciones
de gobierno emprendidas una vez que ganara las elecciones presidenciales
en el año 1998.
A continuación se hará el análisis del discurso empleado por el
Presidente Chávez y los principales voceros gubernamentales durante la
campaña electoral de 1998 y primeros años de gobierno en virtud de que
169 estos acontecimientos fueron considerados por ellos como necesarios para
el cambio de rumbo en el país, los cuales materializaron a través de los
planes, programas, proyectos y actividades emprendidos y asumidos por un
número significativo de la población.
5.1 Estado venezolano
Según la Constitución Nacional del año 1999 el Estado venezolano
tiene dos concepciones que definen su orientación, por una parte se expresa
como un Estado federal descentralizado y por la otra como un Estado
Democrático y Social de Derecho y de Justicia.
Estas dos características expresan la concepción de Estado
construida para concretar los ideales de cambio enunciados en el lema
fundamental de la campaña electoral de 1998 “Hay que refundar la
República”. Ambas enuncian la disposición fehaciente por parte de los
partidarios del Presidente Chávez y su propuesta de introducir cambios en la
forma de gobierno, para lo cual la nueva dirigencia política consideró que era
necesario cambiar la noción sobre el Estado venezolano.
En primer lugar la voluntad de transformar al Estado venezolano en un
Estado federal descentralizado se expresa normativamente en la iniciativa de
integrar las diferentes entidades territoriales y políticas de acuerdo a la nueva
realidad nacional, pero también se manifestó de manera coherente y
consecuente,
según las autoridades gubernamentales, a través de los
planes, programas y proyectos dictaminados y desarrollados por el gobierno
nacional presidido por Hugo Chávez.
170 En este sentido cabe mencionar en un primer momento la denominada
Agenda Alternativa Bolivariana expresada a través de los cinco polos
estratégicos de desarrollo y el Plan de la Nación 2001-2007 en los cuales
plasmaron su aspiración de rescatar el adecuado uso y ocupación del
espacio para aprovechar eficiente y efectivamente las potencialidades del
territorio, así como hacer una justa y equitativa distribución de los recursos
públicos en toda la nación, todo esto sustentado en el elemento clave de
participación activa de los ciudadanos en la gestión pública.
De la misma manera en el Nuevo Mapa Estratégico se observa que
uno de los objetivos enunciados se orientó a la necesidad de avanzar en la
nueva
estructura
territorial
para
profundizar
la
descentralización
y
desconcentración de las funciones administrativas y la gestión de las
instituciones expresada en el desarrollo endógeno de cada territorio.
Asimismo en la propuesta de la “Nueva Geometría del Poder”,
expresada a través de “los cinco motores de la Revolución” y el Plan de la
Nación 2007-2013 se profundizó esta iniciativa. En este caso la aspiración de
adecuación del territorio a las necesidades sociales, económicas y políticas
de la población, primordialmente en los municipios, enfatiza no sólo una
distribución más justa y equitativa de los recursos públicos para lograr el
desarrollo comunal sino que va más allá, se trata de concretar la
redistribución del poder en todo el país.
En este último elemento está concebida la profundización de la
participación protagónica a través del poder de decisión de las comunidades
plasmado en la generación de planes y proyectos comunitarios, en la
171 potestad constitucional de ejercer el Control Social sobre la actuación del
gobierno, y en el derecho a recibir transferencias del Estado por parte sus
diferentes instituciones para el desarrollo y gestión pública en los territorios
comunales donde hacen vida.
No
obstante,
la
orientación
ideológica
que
rige
estas
dos
concepciones está referida según el discurso oficial, a la necesidad de
rescatar la legitimidad del Estado y de sus instituciones a través de la moral
pública, la eficiencia y eficacia de la función administrativa del Estado. Este
planteamiento introduciría además de la correcta ejecución de las prácticas
administrativas, los valores y principios humanistas del Socialismo y la
herencia histórica del pensamiento de Simón Bolívar tal como está
expresado en el Plan de la Nación 2007-2013.
En este contexto el fin fundamental implícito en el discurso del
Presidente Hugo Chávez y los principales voceros gubernamentales ha sido
la ruptura con el tipo de Estado y la forma de gobierno implementada en el
sistema político venezolano del período denominado “IV República”, como lo
expresa El Troudi (2004) “(…) tenemos que demoler el viejo régimen a nivel
ideológico…No son los hechos, no es la superficie lo que hay que
transformar, es el hombre (…)”. En ese mismo contexto la propuesta de la
Agenda Alternativa Bolivariana planteada previamente a las campaña
electoral de 1998 ya enunciaba el tema del territorio desde la perspectiva
ideológica: “la construcción de localidades integrales para expresar polos de
contra hegemonía cultural”.
172 Este planteamiento permite entender la razón por la cual se formuló la
creación de comunas socialistas y de nuevas organizaciones sociales que
trascendieran el territorio comunitario pero que pudiesen ejercer el poder
popular a una escala local más pequeña que el municipio y la parroquia. Así
pues surgió la propuesta y promoción de los Consejos Comunales como
expresión del poder comunal, es decir, de la implementación de un sistema
de gobierno a nivel comunitario como expresión visible de la ideología de la
“Revolución Bolivariana”.
La segunda concepción mencionada define al Estado venezolano
como un Estado democrático y social de derecho y de justicia lo cual
implicaba según las autoridades gubernamentales la creación de nuevas
instituciones públicas que permitieran garantizar el bienestar de todos los
venezolanos dando respuesta eficaz, eficiente y efectiva a las problemáticas
sociales heredadas por el sistema político-venezolano del gobierno de la “IV
República”, donde la dignificación del Hombre expresada en el desarrollo
humano, constituye el núcleo central, y la participación protagónica de los
ciudadano, el eje transversal de la acción pública del “gobierno revolucionario
bolivariano”.
Al respecto, Harnecker (2010) refiere que la “Revolución Bolivariana”
debe ser “democracia protagónica en el trabajo, democracia protagónica en
los barrios, en las comunidades, en los municipios, es la democracia del
pueblo que se transforma a sí mismo en sujeto revolucionario”.
La concepción ideológica sobre el nuevo Estado concebido por Hugo
Chávez y sus seguidores está centrada en las corrientes teóricas
173 humanistas, las cuales ponen el énfasis en el desarrollo humano en términos
de “proveer la igualdad de oportunidades para que todos los ciudadanos
puedan desarrollar libremente su personalidad, dirigir su destino, disfrutar los
derechos humanos y buscar su felicidad”. Izarra (2004) lo expresó desde el
punto de vista de proveer los medios necesarios para que el ciudadano de la
nueva “República” pueda expresarse libremente y en toda su potencialidad,
“proyección del talento creador del revolucionario”.
5.2 Sistema democrático del gobierno venezolano.
La forma de gobierno en el marco del nuevo sistema político
venezolano que se ha intentado crear en el país está en concordancia con la
nueva concepción de Estado, lo que lo consagra según las autoridades
gubernamentales como un gobierno democrático participativo y protagónico,
dando así el salto de un gobierno democrático representativo a uno donde la
soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, entendiendo la noción de
“pueblo” como aquel sector de la población constituido por las clases
populares, “los más humildes, los excluidos”.
Esta concepción, como ya se dijo anteriormente, forma parte de los
ejes constitutivos de la propuesta de cambio del actual gobierno venezolano
que se expresa de manera transversal en casi todas las áreas de acción
pública establecidas en la Constitución Nacional. Ideológicamente hablando
lleva implícita según Izarra (2004) “la construcción de un nuevo modelo
político que le pertenece a todo el pueblo (…) la aspiración de transformar
las relaciones de poder, las relaciones sociales y las relaciones de
producción”,
en otras palabras se trata de que “las organizaciones del
174 pueblo sustituyan todas las unidades políticas burocráticas heredadas de la
IV República”.
Por esa razón se realizaron modificaciones sustanciales en la
Constitución Nacional de 1999 en relación con la democracia representativa
y de partidos establecida en la Constitución anterior, con la finalidad según
los voceros gubernamentales de eliminar el sometimiento de la participación
democrática a la organización en estructuras partidistas y organizaciones
sociales que constituyan élites de poder tal como se desarrollaron en la
democracia del Pacto de Pacto Fijo, con empresarios, universidades, Iglesia
Católica y Confederación de Trabajadores.
En esta propuesta la concepción de poder está orientada a lograr “el
poder popular” constituido por el “pueblo”: Chávez (2006) expreso que “el
poder popular es el alma de la democracia revolucionaria”, en donde se
fundamentan las decisiones de carácter público. Más adelante, en el año
2009 lo ratificó a través de las siguientes palabras:
Es el pueblo el que decide; es la comunidad la que
decide; no somos nosotros, no es Chávez el que va a
decidir… Son ustedes los que deciden, es el poder
popular, es la democracia directa, a través de las
asambleas populares, a través de la participación, el
protagonismo popular (pág. 2).
El desarrollo de la propuesta de cambio institucional enunciada y
ratificada por el Presidente Chávez y su gobierno dio un giro respecto a la
concepción de Estado y forma de gobierno establecida en la Constitución de
1999, cuando en los años 2005 y 2006 inició un discurso orientado hacia la
175 construcción de Venezuela como Estado Socialista, denominado como
“Socialismo del Siglo XXI”. Así lo expresó:
Sólo con un modelo que estamos inventando de un
Socialismo del Siglo XXI, habrá democracia de verdad,
producción económica, distribución igualitaria de los
recursos, lograremos equilibrar las cargas que todavía
están peligrosamente desequilibradas. Ahí está la
pobreza todavía, producto de 200 años de
desigualdades (pág. 4).
Como se deriva del párrafo anterior esta propuesta surgió por la
necesidad imperiosa percibida por el líder de la denominada “Revolución
Bolivariana” de seguir avanzando en la profundización de un modelo de
gobierno que permitiese el ejercicio pleno de la democracia participativa y
protagónica a través de la consolidación del poder popular en los ámbitos
comunales que Chávez (2005) resumió en la siguiente frase: “Socialismo del
siglo XXI, la fuerza de los pequeños”.
Esta orientación dio origen y soporte a la propuesta contenida en los
denominados cinco motores de la revolución y las líneas generales del Plan
de la Nación 2007-2013.
5.3 Nueva Institucionalidad Pública
La nueva institucionalidad pública que se ha intentado edificar en
Venezuela es fruto del cambio producido en la concepción de Estado y la
forma de gobierno ideado por el grupo liderizado por Hugo Chávez Frías, por
cuanto constituye una ratificación de la acción gubernamental que se traduce
176 en la cotidianidad en virtud de la imperiosa necesidad de modificar y cambiar
las viejas estructuras institucionales para hacerlas cónsonas con el
planteamiento de refundación de la República.
Así pues esto se manifiesta en toda la propuesta gubernamental
realizada por el Presidente Chávez (2006) desde su inicio de gobierno y
durante toda su gestión como representante del poder ejecutivo, “… en lo
político, un nuevo Estado, y ahí tenemos muchas deudas, la transformación
integral del Estado, las instituciones, sanear las instituciones, la lucha contra
la corrupción”.
El carácter ideológico nació en la propuesta de implementar un
gobierno revolucionario porque según el ideario bolivariano “revolución es
cambio de estructura”. Izarra (2006) recogió estas ideas y aspiraciones, a
partir de las cuales explicó que “la estructura constituye la génesis de los
fenómenos, por lo cual la “Revolución Bolivariana” ha pretendido cambiar la
estructura heredada de la “IV República” para crear un nuevo sistema
político”, dirigido a la construcción de un nuevo sistema de relaciones que
establezca una nueva institucionalidad.
De acuerdo a los referentes conceptuales sobre las instituciones
expuestos por North (1995) se pueden explicar algunos elementos de
interés. Por una parte la nueva institucionalidad propuesta incorpora la
normativa formal y las normas informales de comportamiento porque está
sustentada en las raíces históricas y los códigos de conducta del venezolano.
177 Adicionalmente, el planteamiento de cambio institucional estuvo
influido por la percepción del grupo que liderizó la propuesta respecto a los
eventos que acontecieron el período histórico (1958-1998) tanto a nivel
nacional como en el resto del mundo, así como por el sistema de creencias
de la población, lo cual influyó en el concepto de transformación institucional
necesario para acabar con la vieja estructura burocrática a los fines de hacer
viables las orientaciones del “nuevo gobierno revolucionario”.
En este contexto se crearon e implementaron las “Misiones Sociales”,
cuyo objetivo visible fue la satisfacción de las principales necesidades
sociales expresadas por la población a través de las distintas organizaciones
comunitarias, sin embargo su carácter ideológico iba un paso más allá al
plantear la conformación de una nueva estructura social que permitiera
acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado, en
donde, además de garantizar eficaz, eficiente, y efectivamente los derechos
sociales del pueblo, se concretara la acción conjunta entre el Estado y la
sociedad, así como una real distribución de los poderes públicos.
El Presidente Hugo Chávez (2011) manifestó que la Revolución
Bolivariana trajo a Venezuela una nueva institucionalidad cuya proyección
social quedó demostrada a través de varios acontecimientos de impacto a
nivel nacional, un ejemplo de ellos fue la atención a la emergencia por las
lluvias que se presentaron durante el mes de febrero del 2011. Citó este
ejemplo a razón del “esfuerzo conjunto entre el Gobierno y la población, a
través de la participación que tuvieron las Fuerzas Armadas, convirtiendo en
refugios los cuarteles, el Poder Popular organizado y su apoyo en las
evacuaciones, los médicos venezolanos y cubanos, todos juntos en la
atención a las víctimas”.
178 5.4 Relación entre el Estado venezolano y la nueva sociedad
La creación de un nuevo sistema político genera necesariamente un
cambio en la relación entre Estado y Sociedad que está configurada en
términos de la orientación que adquiera el Estado y la forma de gobierno
establecida según los preceptos constitucionales.
La propuesta de modificación de las estructuras heredadas de la “IV
República” para hacer viables los lineamientos orientadores del gobierno
revolucionario, la promoción de nuevas formas organizacionales de base
como expresión de la redistribución del poder, la conformación de una nueva
estructura social paralela al Poder Público establecido para dar respuesta
institucional a las necesidades sociales y para el desarrollo de planes,
programas y proyectos a una escala territorial microlocal, así como la alianza
cívico-militar en el desarrollo de toda la propuesta gubernamental
configuraron una nueva forma de relación entre el Estado y la sociedad.
Esta configuración además ha quedado plasmada en la Constitución
de 1999 en todo el articulado que establece la corresponsabilidad entre el
Estado y la sociedad en todas las etapas contempladas para el desarrollo de
la gestión pública como son el diagnóstico, planificación, control y
evaluación.
Desde la concepción de Cunill (1997) se pudiera decir que en
Venezuela se ha intentado dar un proceso de rearticulación entre el Estado y
la sociedad venezolana en la transición que ha implicado la construcción de
un Estado democrático participativo y protagónico, en virtud de que, por lo
179 menos constitucionalmente, los intereses públicos responden a la ampliación
y garantía de los derechos ciudadanos. Adicionalmente y desde su
orientación teórica el ejercicio de la democracia participativa y protagónica ha
planteado superar las asimetrías que existían en la representación social y
política, dando paso a un proceso de transformación en las relaciones
sociales en favor de una mayor auto organización social.
5.5 Concepción ideológica sobre la “Revolución Bolivariana”
La Revolución Bolivariana desde la concepción del Presidente Chávez
y voceros gubernamentales viene a constituir un proceso de construcción
colectiva que resume los ideales y aspiraciones de superar una estructura
político-institucional influenciada por los principios del sistema capitalista. Al
respecto El Troudi y Bonilla (2004) expresaron:
“La
Revolución
Bolivariana
sintetiza
luchas,
experiencias y combates por la dignidad, justicia,
equidad y compromiso social del Estado a partir de la
mirada solidaria de los más humildes (…) constituye la
síntesis de resistencia a la opresión y el poder
constituido que ha librado nuestro pueblo contra la
conquista, la colonización, contra el Fordismo y el
Estado de Bienestar Keynesiano, contra las políticas
imperialistas de sustitución de importaciones y reparto
de los mercados y ahora contra el neoliberalismo” (pág.
101-103).
Por su parte, y como ya se expuso en una sección anterior, Izarra
(2004) afirma que “La Revolución Bolivariana expresada desde el cambio
habla ideológicamente sobre la aspiración de transformar las relaciones de
poder, las relaciones sociales y las relaciones de producción” para lo cual
180 resultaba imperativo un proceso de transformación cultural que pasaba por
hacer extensivo un proceso de formación ideológica que permitiera la
identificación y militancia de los sectores de la población más humildes. Al
respecto el Presidente Chávez enunciaría “Conciencia revolucionaria en la
necesidad de una nueva moral colectiva”.
En ese sentido, Izarra (Op. cit.) esquematizó la concepción de la
“Revolución Bolivariana” asociándola a la necesidad imperante de cambio en
el paradigma representativo por el participativo y protagónico por parte de los
venezolanos para que pudiese ser asumida plenamente en todas sus
dimensiones:
(…) dentro del marco teórico que debe producir cada
individuo, se debe considerar a la Revolución como
paradigma de la emancipación del pueblo. Lo que exige
entender a su vez, que la Revolución es también el
estadio de la sociedad que asume: (i) la proyección del
talento creador del revolucionario, (ii) la liberación de
amplísimos sectores sociales nunca antes tomados en
cuenta, (iii) la búsqueda de caminos de justa
prosperidad individual y colectiva; y, (iv) el nuevo
modelo político que le pertenece a todo el pueblo (pág.
14).
Por su parte García (1982) enunció un significado más ideológico
indicando que ésta respondía a un carácter nacional, democrático y
patriótico. Señaló entre otras cosas que “es una revolución nacional por sus
raíces históricas, porque su dirección nacional no está sujeta a ningún centro
de poder internacional, sus objetivos responden a intereses nacionales y se
propone liberar al país de toda dependencia extranjera”.
181 De la misma manera señaló que constituye una revolución
democrática porque busca la construcción de una democracia participativa
sustentada, según Chávez (2006), en el republicanismo y bolivarianismo, y
se trata de una revolución patriótica porque defiende la integridad territorial,
el patrimonio nacional en sus diferentes sectores, “sus recursos naturales y
valores éticos; porque se guía por el pensamiento y el ejemplo del Libertador
Simón Bolívar”.
5.6 Discurso bolivariano
Tomando en consideración los referentes teóricos planteados por
Rojas (2010) se puede decir que el discurso del Presidente Hugo Chávez y
los voceros gubernamentales respecto a la construcción de una nueva
institucionalidad en la coyuntura política venezolana actual contiene
elementos tanto del nivel nuclear como del nivel autónomo y total (ver
anexos1-6).
Si se hace referencia a la verosimilitud referencial del nivel nuclear se
puede observar que el discurso está influido por referentes conceptuales
basados en las doctrinas humanistas y socialistas, así como del pensamiento
y las tesis libertarias de Simón Bolívar. Otro elemento adicional lo constituye
el uso de metáforas utilizadas como método para comunicar la ideología
presente en la propuesta de cambio respecto al sistema político-institucional
venezolano, pero también para persuadir y provocar sentimientos de arraigo,
pertenencia y unión en la población fundamentalmente de los sectores
populares, lo cual responde a elementos propios de la verosimilitud lógica y
182 tópica. Ejemplo de ello lo constituyen las frases que se mencionan a
continuación:
El tránsito pacífico: un parto institucional muy doloroso.
Socialismo del siglo XXI, la fuerza de los pequeños;
El poder popular es el alma de la democracia
revolucionaria;
El poder popular es alma, nervio, hueso, carne y
esencia de la democracia bolivariana, de la democracia
revolucionaria, de la democracia verdadera.
Por otra parte se puede observar que el discurso está fuertemente
imbuido por elementos correspondientes a la verosimilitud lógica en cuanto a
su orientación confrontadora y comparativa del modelo oficial respecto al
discurso presentado por el sector opositor venezolano, caracterizado por las
reglas establecidas en el Pacto de Punto Fijo y la democracia representativa.
La idea de este discurso ha estado dirigida según Rojas (Op. cit.) a que la
población fije posición respecto al modelo de gobierno que aspira para el
desarrollo de la nación y como herencia de las futuras generaciones.
En este contexto el objetivo está orientado a que la población asuma
las diferencias entre cada modelo y en virtud de esto elija una opción políticoinstitucional en desmedro de la otra, es decir optar por un Estado de
bienestar orientado sólo a la satisfacción de las necesidades sociales y
garantía de derechos en el marco de un gobierno de democracia
representativa, donde el poder es distribuido entre los políticos y élites
conformadas por “grupos significativos” de la sociedad, o asumir un sistema
183 político-institucional donde la democracia participativa y protagónica del
pueblo es el eje fundamental de todas las decisiones públicas.
Otro de los elementos observados y que responde al enfoque
expresado en el párrafo anterior resulta de la estrategia utilizada por el
gobierno venezolano y fundamentalmente por el Presidente Chávez en
referencia a lograr la identificación con el denominado “proyecto bolivariano
revolucionario”, haciendo alusión al proyecto de independencia nacional
emprendido por el Libertador Simón Bolívar, con lo cual el llamado a la
población ha sido continuar con la defensa de la Patria.
Por otra parte se trabajó en la identificación y movilización de la
mayoría de la población haciendo alusión no sólo a la reivindicación de los
derechos sino al protagonismo de los más pobres y desposeídos, explotados
y excluidos por “el capitalismo salvaje” promovido por “las cúpulas partidistas
y élites burguesas” que gobernaron en la “IV República”. Este discurso
complementado con una asignación presupuestaría mayoritaria en la
implementación de programas sociales que beneficiaran a este sector de la
población, modificación del marco normativo orientado al ejercicio de la
soberanía por parte del “pueblo”, unido a un proceso de confrontación
constante con líderes representantes del sector opositor, buscaba un
reconocimiento e identificación permanente de las clases populares con el
Presidente Chávez y su equipo de gobierno.
El Presidente Chávez se propuso interpretar no sólo las necesidades
de la población más vulnerable de la sociedad venezolana en el período
histórico que le tocó liderizar, lo que le configuró en una especie de mesías
184 que venía a traer la salvación de los más pobres, pero que a la vez era una
extensión del mismo pueblo venezolano, un líder en el que “el pueblo” se vio
reconocido, como se puede apreciar en las expresiones recogidas y
sistematizadas por El Troudi y Bonilla (Op. cit.):
Chávez es expresión de la multiculturalidad del pueblo
venezolano y de la construcción compartida de una
forma de reconocernos como pueblo; Chávez es visto
como uno de los nuestros, como un hijo de pueblo que
estudia la carrera militar y se niega a convalidar todo
aquello que fuera ilegítimo para el pueblo. Chávez es
un antihéroe, un militar que es derrotado como lo ha
sido la mayoría del pueblo; No es un político triunfador
clásico. Es el anti político que dice y hace, todo aquello
que ningún político de carrera seguramente diría ni
haría, pero que el ciudadano común siente que sería su
forma de actuar ante una situación similar (pág. 243).
De la misma manera y derivado de lo anterior el discurso hizo uso de
la verosimilitud poética por cuanto introdujo elementos que movieron las
emociones de aquel sector de la población que sentía vulnerados sus
derechos fundamentales y que había expresado su descontento a razón de
ello en las elecciones presidenciales de 1998. En este sentido el discurso
estuvo orientado a promover sentimientos de adherencia al proyecto político
de “refundación de la República” basado en la interpretación de ese
descontento por parte de Hugo Chávez, quien además compartía esos
sentimientos: “el rescate de la dignidad del pueblo venezolano”.
El objetivo entonces fue claro, lograr la identificación con el proyecto
de la “Revolución Bolivariana” a través de un sentimiento compartido de
unidad en función del rescate de la Patria, es decir contextualizado en un
sentimiento de independencia, una segunda independencia destinada a
185 defender el país de un nuevo grupo de colonizadores representados por los
políticos y las élites de poder, que según la concepción de Hugo Chávez y
sus seguidores, representan los intereses del modelo capitalista impulsado
por un nuevo imperio, los Estados Unidos.
Asimismo la tarea consistió en que las mayorías asumieran que el
proyecto denominado “Revolución Bolivariana” era el proyecto del “pueblo”
venezolano y por tanto la oportunidad para expresarse como pueblo
autentico y legitimo de la soberanía nacional.
Ante este panorama la utilización constante de los términos de
combate, lucha por los derechos de los excluidos y los explotados, revolución
pacífica, comandos estratégicos, batallones por la soberanía nacional, Frente
Francisco de Miranda, patrullas populares, entre otros, implícitamente
respondieron no sólo a la vinculación y experiencia ineludible del Presidente
Chávez con el mundo militar, sino que luce como parte de la intencionalidad
de crear confrontación frente a todos aquellos que no se identificaran con el
proyecto denominado por el Presidente Chávez como “revolucionario” por
considerarlos “enemigos de la Patria”. Visto en estos términos ha significado
para el Presidente Chávez y los voceros gubernamentales la promoción y
vivencia de una nueva guerra, expresada a través de varias “batallas” entre
las que consideraron las elecciones presidenciales, regionales y municipales,
la propuesta de referéndum, la propuesta de reforma constitucional, entre
otras, con el fin de rescatar y defender los intereses nacionales promovidos e
impulsados por el llamado “Gobierno Bolivariano Revolucionario”.
186 CONCLUSIONES
En primer lugar el marco teórico y jurídico estudiado luce acertado
porque suministró herramientas de tipo conceptual y normativo pertinentes
para hacer el análisis que permitiera dar respuesta a los objetivos del
estudio.
En segundo lugar se puede decir que la denominada “Revolución
Bolivariana” ha sido concebida por sus voceros como un proceso de
construcción colectiva, inspirado por las doctrinas libertarias de Simón
Bolívar y por las tesis humanistas del Socialismo, sin embargo su
fundamentación, impulso y dirección fue asumida fundamentalmente por el
Presidente Hugo Chávez, a partir de su formación y experiencia como militar
y su vinculación con grupos de izquierda, ex-guerrilleros, campesinos y
comunidades populares.
En este sentido voceros y dirigentes del gobierno denominado
“revolucionario”
afirman que el nuevo gobierno respondió a un proceso
ideológico fuertemente influenciado por las experiencias del Presidente Hugo
Chávez, su interpretación sobre el descontento popular y la suya propia ante
un sistema político-institucional excluyente que respondía a los intereses
particulares de los partidos políticos y élites de poder amparadas en la forma
de gobierno de la democracia representativa establecida en la Constitución
Nacional de 1961 y en los acuerdos establecidos en el llamado Pacto de
Punto Fijo.
187 En ese contexto el Presidente Chávez señaló que la propuesta
ameritaba en primer lugar cambiar el marco normativo existente y ajustarlo a
las necesidades y aspiraciones para la consolidación de un Estado
democrático de derecho y justicia social, así como en un Estado federal
descentralizado, lo cual sentaría las bases para iniciar el desmontaje del
viejo aparato institucional y comenzar la construcción de una nueva
institucionalidad en Venezuela. A partir de estas ideas el Presidente Chávez
impulsó la creación de la Constitución Nacional de 1999, en la que el nuevo
gobierno además resultó legitimado porque ésta fue aprobada por más del
70 % de los votantes.
Los voceros y dirigentes gubernamentales hablan de que la
denominada “Revolución Bolivariana” ha sido un proceso de construcción
colectiva porque, sustentada en la constitución de un Estado basado en una
democracia participativa y protagónica como eje transversal de la acción de
gobierno, ha desarrollado toda una serie de mecanismos de consulta popular
y de contraloría social en los diferentes escenarios de decisión pública, todo
esto con la finalidad de dar respuesta efectiva al precepto constitucional
relacionado con la Soberanía Nacional y además para sentar las bases que
permitieran instaurar la creación de gobiernos comunales amparados en la
fundamentación ideológica y constitucional de conformar un Estado
descentralizado orientado a una nueva forma de distribución del Poder
Público.
Señalan voceros y dirigentes gubernamentales que con el transcurrir
del primer período presidencial, caracterizado por las primeras reformas
normativas y organizativas necesarias para generar el andamiaje que daría
cuerpo a la nueva institucionalidad en el país, pero además por una serie de
188 conflictos nacionales originados por el rechazo a estas propuestas por parte
del sector opositor, el Presidente Chávez y su equipo de gobierno iniciaron
nuevos planteamientos que no estarían lejos de su proyecto original, pero
que según su concepción eran necesarios y urgentes para seguir avanzando
y profundizando la construcción de una nación centrada en valores
humanistas.
En ese contexto el Presidente Chávez conjuntamente con su equipo
de gobierno presentaron el Nuevo Mapa estratégico de la Revolución, los
Cinco Motores de la Revolución y el Plan de la Nación 2007-2013 como
instrumentos de carácter nacional con la finalidad de promover una reforma
constitucional que permitiera introducir la estructura normativa para
establecer un sistema socialista democrático y la consolidación del poder
popular a través de la instauración de gobiernos comunales ajustados a
nuevas formas territoriales que se constituyeran en polos de desarrollo
endógeno.
Otro elemento que surgió de la propuesta presentada por el
Presidente Chávez tiene que ver con la trasformación en la gestión pública y
la relación Estado-sociedad la cual se sustentó en el diseño de un marco
normativo a través de la Constitución Nacional y las Leyes del Poder Popular
así como unas líneas orientadoras contenidas en los planes de la nación, los
cuales han determinado la participación protagónica como el eje transversal
en las decisiones públicas y los gobiernos comunales como el régimen
político-institucional a conquistar.
189 Un elemento que el Presidente Chávez consideró fundamental en la
construcción del nuevo andamiaje institucional fue desarrollado a través de la
creación e impulso de Misiones Sociales como estructuras que aunque de
carácter informal permitieran dar respuesta a las necesidades básicas de la
sociedad venezolana y de los Consejos Comunales como figura organizativa
que favoreciera la instauración del poder popular y la definición de territorios
locales comunitarios para concretar una nueva forma de poder público.
El análisis del discurso que fundamenta la doctrina e ideología del
proyecto de construcción de la denominada “Revolución Bolivariana de
Venezuela” se puede decir que ha estado sustentado en un lenguaje fuerte y
sistemático de confrontación e influencia militar, cuidadosamente elaborado
por parte del Presidente Chávez y dirigentes gubernamentales con la
intención de influir positivamente en la población venezolana denominada por
él como excluida por las reglas del juego establecidas en el Pacto de Pacto
Fijo y el aparato institucional establecido en el período comprendido entre
1958 y 1998, a los fines de lograr su compromiso y militancia con la nueva
propuesta de refundación de la República.
190 COMENTARIOS FINALES
La concreción de la denominada “Revolución Bolivariana”, centrada en
la consolidación de la democracia participativa y protagónica por parte del
“poder popular” como eje central y transversal en la toma de decisiones
públicas
está
sustentada
según
el
Presidente
Chávez
y
voceros
gubernamentales en un proceso fundamentalmente de formación ideológica
y doctrinaria, sin embargo pareciera necesaria la debida capacitación en
herramientas de gestión pública que implican el manejo eficiente y efectivo
de áreas como el diagnóstico, planificación, presupuesto, control y
evaluación de planes, programas y proyectos por parte de líderes de los
Consejos Comunales y demás organizaciones comunitarias interesadas en
desarrollar proyectos de desarrollo en diversas áreas sociales.
Ese proceso también implica el uso eficiente y efectivo de
mecanismos de control público y rendición de cuentas no sólo por parte de
los funcionarios públicos prioritariamente en altos cargos de gobierno,
también por parte de quienes liderizan las organizaciones comunitarias
creadas para ejercer la participación protagónica en la gestión pública en
aras de la construcción de los gobiernos comunales, lo cual en un aparato
institucional paralelo tan amplio y diverso pareciera ser cuesta arriba debido
a que la experiencia ha mostrado que los mecanismos de control no son
aplicados por parte de las instituciones creadas para tal fin.
El discurso del Presidente Chávez y del gobierno nacional ha sido
internalizado por la mayoría de los sectores populares según sus voceros
debido a la identificación del pueblo venezolano con el líder del proceso,
191 Hugo Chávez Frías, quien a través de una aspiración de soberanía e
independencia nacional, así como de una reivindicación de las clases
desposeídas y excluidas por el sistema político representativo buscaba la
militancia
de
las
clases
populares
con
su
proyecto
denominado
“revolucionario”.
Sin embargo esta propuesta excluye a un sector de la población
conformada fundamentalmente por la clase media y alta, así como por el
sector empresarial, partidos políticos opositores, Iglesia Católica grupos y
colectivos identificados con la forma de gobierno representativa, que no la
entiende ni acepta, con lo cual la instauración de un nuevo sistema políticoinstitucional democrático e incluyente pareciera difícilmente viable, situación
que se agrava con un discurso radical y de confrontación permanente que
además ha sido internalizado por la población y se ha hecho extensivo a
todos los sectores de la vida pública, lo cual hace de esta característica el
común denominador.
En este sentido pareciera urgente y necesaria la generación de
espacios para el diálogo y discusión reflexiva sobre las propuestas de
gobierno en el marco de una sociedad plural, en donde la visión de cada
sector pudiera enriquecer el entramado normativo y estratégico que permita
hacer viable el avance de la soberanía nacional en un contexto institucional
claro y robusto que realmente permita la participación de todos los sectores y
minimice o evite el autoritarismo por parte del poder ejecutivo y demás
poderes públicos.
192 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Acosta, N. y Gorodeckas, H. (2009). Análisis del discurso político y
democrático en Venezuela. Caracas: Editorial CEC S.A.
Aristóteles (2008). La Política. Buenos Aires: Gradifco.
Arias, F. (2006). El proyecto de investigación. Introducción a la metodología
científica. 5ª.ed. Caracas: Episteme
Bobbio, N. (2006). Liberalismo y Democracia. México: Fondo de Cultura
Económica
Bobbio, N. (2005). El futuro de la democracia. 3ª.ed. México: Fondo de
Cultura Económica.
Bobbio, N. (2004). Estado Gobierno y Sociedad. Por una teoría general de la
política. México: Fondo de Cultura Económica.
Bonneimason, M. (2007). Crisis de la institucionalidad democrática en
Venezuela. Cuadernos para el debate, Centro de Estudios Políticos y
Administrativos. (1-2), 113-116.
Bracamonte, R. (2010). La Nueva Institucionalidad Venezolana. Lo instituido
y la posibilidad de instituyente. [Revista en línea]. Consultado el 01 de
julio del 2013 en: www.topia.com.ar
Chávez, H. (2006, Junio). Moral y Luces: Educación con valores socialistas...
Discurso realizado en el III aniversario del Frente Francisco de
Miranda. Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e
Información: Caracas.
193 ___________ (2007, Enero). Poder Popular: Alma de la Democracia
Revolucionaria. Discurso realizado en el acto de juramentación del
Consejo Presidencial para la Reforma Constitucional y del Consejo
Presidencial del Poder Comunal. Ministerio del Poder Popular para la
Comunicación e Información: Caracas.
___________ (2009, Junio). Las Comunas y los cinco frentes para la
construcción del Socialismo. Aló presidente teórico N° 1. Ministerio del
Poder Popular para la Comunicación e Información: Caracas.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), Gaceta
Oficial No. 5.453, 24 de marzo de 2000.
Crisp, B. (1997). El control institucional de la participación en la democracia
venezolana. Colección estudios políticos. Venezuela: Jurídica
venezolana.
Cunill, N. (1996). La rearticulación de las relaciones Estado-Sociedad: en
búsqueda de nuevos sentidos. Revista Venezolana de Economía y
Ciencias Sociales. 2 (4), 79-106.
Cunill, N. (1997). Repensando lo público a través de la sociedad. Nuevas
formas de gestión pública y representación social. Centro
Latinoamericano de administración para el desarrollo (CLAD).
Venezuela: Nueva Sociedad.
D´Elia, Y. y Cabezas, L. (2008). Las Misiones sociales en Venezuela. [Libro
en línea]. Consultado el 25 de junio del 2013 en: www.ildis.org.ve.
D´Elia, Y. (2006). Las Misiones sociales en Venezuela. Una aproximación
hacia su comprensión y análisis. [Libro en línea]. Consultado el 25 de
septiembre del 2008 en: www.ildis.org.ve
Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas (DCSP). (1989). Di Tella,
Torcuato (editor). Buenos Aires: Puntosur.
194 El Troudi, H. y Bonilla L. (2004). Venezuela: La institucionalización de las
misiones sociales y la creación de los nuevos ministerios de
alimentación, vivienda y economía popular (I).
García, G. (2000). Carácter y tareas de la Revolución Democrática
Bolivariana. [Artículo en línea], consultado el 16 de septiembre del 2013
en: http://www.angelfire.com
García, M. (1982). Las transformaciones del Estado contemporáneo. 3 era ed.
Madrid: Alianza Universidad.
Harnecker, M. (2010). Nuestro Socialismo ni calco ni copia. XSTAK
producciones, C.A.: Caracas.
Kornblith, M. (1996). Crisis y transformación del sistema político venezolano.
Universidad Simón Bolívar. [Página en línea]. Consultada el 15 de
septiembre del 2013 en: www.cs.usb.ve
________________ (1994). La crisis del sistema político venezolano. Nueva
Sociedad. 134, 142-157.
León U., J. (2005). La Participación Ciudadana en salud en Venezuela y el
nuevo marco constitucional: ¿De la representatividad a la participación
protagónica? Valencia, Venezuela.
Los cinco equilibrios (2001). Líneas generales del Plan de Desarrollo
Económico y Social de la Nación 2001-2007. Plegable. Caracas:
MPPPD.
Plan de la Nación (2007). Líneas generales del Plan de Desarrollo
Económico y Social de la Nación 2007- 2013. Plegable. Caracas:
MPPPD.
195 Loyo, J.C. (2006). La Arquitectura de la Gobernanza y Gobernabilidad en
Venezuela. Una explicación de la estabilidad, el cambio y la capacidad
de gobernar la democracia. Valencia: Tocqueville.
Mc Coy, J. y Myers, D. (2007). Venezuela: Del Pacto de Punto Fijo al
Chavismo. Caracas: Libros del Nacional.
Méndez, A.I. (2004). Democracia y discurso político. Caldera, Pérez y
Chávez. Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana.
Mill, J.S. (2001). Consideraciones sobre el gobierno representativo. Madrid:
Alianza Editorial.
Minayo, M. C. (2009). La artesanía de la investigación cualitativa. Buenos
Aires: Lugar.
____________ (1997). El desafío del conocimiento. Investigación cualitativa
en salud. Buenos Aires: Lugar.
Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información.
(2007).Socialismo del Siglo XXI: La fuerza de los pequeños. Caracas:
Autor.
Monroy, D. (2004). Participación Ciudadana en el marco de la normativa
jurídica vigente. Fundación Escuela de Gerencia Social, Ministerio de
Planificación y Desarrollo. PDVSA. Caracas.
North, D. (1995). Estructurando instituciones para el desarrollo económico.
Fondo de Inversiones de Venezuela. Caracas: Banco Central de
Venezuela.
196 Núñez, K. y Leal, N. (2013). Nuevos significados de la democracia en
Venezuela. Revista de derecho, N° 39. [Revista en línea]. Consultada el
06 de septiembre del 2013 en: www.scielo.org.co
Prats, J. (1998). Administración pública y desarrollo en América Latina. Un
enfoque neo institucionalista. Revista CLAD Reforma y Democracia. Nº
11 (1998).
Presidencia de la República. (2004). Para comprender la revolución
Bolivariana. Caracas: Autor.
Ramos, A. (1999). Comprender el Estado. Introducción a la politología. 2da
ed. Mérida: Producciones Karol C.A.
Rey, J. (2002). Consideraciones políticas sobre un insólito golpe de Estado.
[Página en línea]. Consultada el 15 de septiembre del 2013 en:
www.analitica.com
_______ (1991). La democracia venezolana y la crisis del sistema populista
de conciliación. Dialnet. [Página en línea]. Consultada el 15 de
septiembre del 2013 en: www.dialnet.inirioja.es
Rojas, B. (2010). Investigación cualitativa. Fundamentos y praxis. Caracas:
FEDUPEL.
Rusque, A. (1999). De la Diversidad a la unidad en la investigación
cualitativa. Caracas: Vadell hermanos.
Sabino, C. (2000). El proceso de investigación. Caracas: Panapo.
Sartori, G. (2007). Elementos de Teoría Política. España: Alianza Editorial.
197 Stelling, M. (2008). Desafíos de la nueva gestión social. Asociación Civil del
Ministerio de Relaciones Exteriores “Casa Amarilla, Patrimonio de
Todos” (ASOCA). [Página en línea]. Consultada el 05 de octubre del
2008 en: www.mre.gov.ve/ASOCA.
Urbaneja, D. (2007). La política venezolana desde 1958 hasta nuestros días.
Centro. Caracas: Gumilla.
Urdaneta, A. (2012). Crisis Institucional y Gobernabilidad Democrática en
Venezuela. Caracas: Editorial CEC, S.A.
Uriarte, E. (2002). Introducción a la Ciencia Política. La Política en las
sociedades democráticas. Madrid: Tecnos.
Van Dijk, T. (2007). Estructuras y funciones del discurso. México: siglo
ventiuno editores.
____________ (1992). Text and Context: Explorations in the Semnatics and
Pragmatics of Discourse. Londres: Longman.
198 ANEXOS
199 Anexo 1: Nueva Institucionalidad en Venezuela según la Constitución Nacional
Tema
Refundación de la
República
Documento
Constitución
Nacional
Sección
Preámbulo
Palabras y frases significativas
Nuevo sistema político
Establecer una
protagónica.
sociedad
democrática,
participativa
y
(…) multiétnica y pluricultural
Estado de justicia, federal y descentralizado
(…) que consolide los valores de la libertad, la
independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la
integridad territorial, la convivencia, y el imperio de la ley
para esta y las futuras generaciones
Que asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la
educación, a la justicia social, y la igualdad sin
discriminación ni subordinación alguna
Estructura del Estado
Constitución
Nacional
Principios
fundamentales Artículo
4
Exposición de
motivos
Constitución
Nacional 1999
Principios
fundamentales Artículo
4
Estado federal descentralizado
Regido por un modelo federal cooperativo
Garantizar los fines del Estado venezolano al servicio de la
sociedad
(…) ciudadano, sujeto protagónico de este modelo de
democracia participativa.
200 Tema
Documento
Sección
Exposición de
motivos
Constitución
Título IV; Del Poder
Público
Organización
Jurídico-política del
Estado venezolano
Constitución
Nacional
Principios
fundamentales Artículo
2
Organización
Jurídico-política del
Estado venezolano
Exposición de
motivos
Constitución
Nacional 1999
Principios
fundamentales Artículo
2
Palabras y frases significativas
Rescatar la legitimidad del Estado y de sus instituciones
recuperando la moral pública, la eficiencia y eficacia de la
función administrativa del Estado.
Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia
(…) valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su
actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la
solidaridad, la democracia, la responsabilidad social (…) la
preeminencia de los derechos humanos, la ética y el
pluralismo político.
(…) procurando la igualdad de oportunidades para que
todos los ciudadanos puedan desarrollar libremente su
personalidad, dirigir su destino, disfrutar los derechos
humanos y buscar su felicidad.
(…) desarrollo humano que permita una calidad de vida
digna
El Estado tiene como sus fines esenciales la defensa y el
desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad,
(…) el ejercicio democrático de la voluntad popular,
(…) la construcción de una sociedad justa y amante de la
paz,
(…) la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo.
La educación y el trabajo son los procesos fundamentales
para alcanzar dichos fines.
201 Tema
Documento
Sección
Palabras y frases significativas
De esta manera, los ciudadanos y las organizaciones
sociales tienen el deber y el derecho (…) vigilando y
controlando las actividades estatales, concienciando a los
demás ciudadanos de la necesaria cooperación recíproca.
Diseño del sistema
de gobierno
Constitución
Nacional
Principios
fundamentales Artículo
6
Participación y
Participación
Ciudadana
Constitución
Nacional
Principios
fundamentales Artículo
5
La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo
quien la ejerce directamente en la forma prevista en la
Constitución y en la Ley, e indirectamente, mediante el
sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público
se realizaron “modificaciones sustanciales en relación con la
Democracia Representativa y de Partidos establecida en la
Constitución anterior”
Exposición de
motivos de la
Constitución
Nacional 1999
Constitución
Nacional de 1999
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela es y
será
siempre
democrático,
participativo,
electivo,
descentralizado, alternativo, responsable, pluralista, y de
mandatos revocables.
Capítulo IV; De los
derechos políticos y
referéndum popular
(…) elimina la sumisión de la participación democrática a la
organización en estructuras partidistas.
La participación del pueblo en la formación, ejecución y
control de la gestión pública es el medio necesario para
lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo
( )
(…) derecho de asociarse con fines políticos mediante
métodos democráticos (…)
Capítulo V;
De los derechos
la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y
control de la política específica en las instituciones públicas
de salud
202 Tema
Documento
Sección
sociales y de las
familias. Artículos 84 y
118.
Capitulo X.
De los deberes Articulo
132
Capítulo VI;
Derechos Culturales y
Educativos; Artículo
102
Competencias de
Poder Público
Exposición de
motivos
Constitución 1999
Palabras y frases significativas
El Estado promoverá y protegerá estas asociaciones
destinadas a mejorar la economía popular y la alternativa
(…) en el cumplimiento de las responsabilidades sociales y
en la participación solidaria en la vida política, civil y
comunitaria del país (…)
Con respecto a la Educación es un servicio público: ”
orientado a “desarrollar el potencial creativo de cada ser
humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una
sociedad democrática”
Capítulo IV; Del poder
público; de la
Administración Pública
La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos
y ciudadanas (…)
Capítulo IV; Del poder
público; de la Función
Pública
(…) combatir viejos vicios enraizados en el sistema político
venezolano como el clientelismo.
Fuente: elaboración propia a partir de la Constitución Nacional de 1999 y el documento contentivo de la exposición de motivos de la
Constitución Nacional 1999.
203 Anexo 2: Orígenes y Fundamentos Ideológicos de la Revolución Bolivariana
Tema
Palabras, frases, expresiones
Acontecimientos previos al
nacimiento de la V República
Nuestra revolución bolivariana
Organización con orientación
cívico-militar
(…) el combate es concreto pero también cotidiano y la violencia no se restringe al combate
armado
La historia no ha llegado a su fin, la estamos construyendo. La ideología no ha muerto, que viva
la ideología que edifiquemos en colectivo, inventando, errando, aprendiendo de nuestros aciertos
y equivocaciones.
(…) maduración de las tesis libertarias, bolivarianas que harían cauce transformador en los años
venideros creando espacios para el nacimiento de la Venezuela Bolivariana de la V República.
Chávez ha dicho, que la revolución Bolivariana, a diferencia de la chilena de Allende, es una
revolución pacífica pero no desarmada, haciendo abierta alusión a la mayoría de la tropa y
oficiales de nuestra Fuerza Armada Nacional que comparten la revolución bonita.
una experiencia más del proceso inacabado de resistencias contra lo injusto, la explotación y
dominación
Propuestas para la acción del
gobierno: Árbol de las tres raíces
La logia militar bolivariana: Ezequiel Zamora, Simón Bolívar y Simón Rodríguez
la organización, discusión política y formación ideológica del movimiento insurreccional
Propuestas para la acción del
gobierno: Agenda Alternativa
Bolivariana
un ideario para la acción política, que diera un nuevo significado a la participación en los asuntos
públicos
(…) construcción de localidades integrales para expresar polos de contra hegemonía cultural.
Después vino el proyecto aquel de la Agenda Alternativa Bolivariana de 1997 para salirle al paso
a la agenda neoliberal del último Gobierno de la IV República (Chávez)
Plan Educativo Alternativo “Simón
Rodríguez”
Acontecimientos de febrero del
1992
(…) bienestar de la sociedad, solidaridad humana y valoración de la ética política
(…) organización militar rebelde contra lo injusto, la corrupción y el entreguismo de los intereses
nacionales al capital extranjero.
204 Tema
Palabras, frases, expresiones
Primerito, primerito que nada, satisfacer las necesidades de nuestro pueblo
Propuestas de Gobierno
Proyecto político bolivariano
Revolución Bolivariana
“revolución pacífica” que estuviera sustentada en una sociedad democrática.
Acciones de gobierno
moribunda constitución
La viabilidad de estas propuestas requería desmontar las viejas estructuras
Polos estratégicos de desarrollo/
Plan de la nación 2001-2007
modelo de economía solidaria
lograr la democratización del capital, una autentica seguridad jurídica y eficacia institucional
consolidación de un nuevo modelo de democracia, de carácter participativo y protagónica
Profundizar la descentralización mediante una desconcentración de la toma de decisiones y
gestión de las instituciones.
(…) fortalecimiento de la soberanía nacional y la promoción de un modelo multipolar
Asamblea nacional Constituyente
(…) primera experiencia de ejercicio democrático colectivo
los constituyentes no fueron asumidos como representantes del pueblo sino como voceros del
circuito electoral que los eligió
Creación y aprobación de la
Constitución Nacional
La nueva Constitución de 1999 fue el resultado de la creación colectiva traducida en consenso
por la mayoría de la población venezolana
Profundizar la democracia implicaba promover una modificación estructural de las relaciones de
poder.
205 Tema
Palabras, frases, expresiones
La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) trabajó para (…) incorporar en el contenido de la
nueva Constitución el ideario nacional bolivariano sustentado en ideas, principios y conceptos
progresistas del pensamiento universal para el desarrollo integral del hombre.
las distintas concepciones que procuraban la profundización de las garantías sociales como vía
para la edificación de un sistema político basado en un estado democrático y social de derecho.
Misiones Sociales
la elevación de la conciencia nacional”
a través de las Misiones se buscaba profundizar la democracia participativa y protagónica
Formar corazones para la libertad
Misión Rivas para formar el nuevo “republicano o republicana bolivariana”
Misiones Sociales
(…) para fortalecer el poder popular.
participación conjunta entre las instituciones públicas y las comunidades para ejercer la
democracia participativa y protagónica en el ámbito ecológico
(…) con la incorporación y articulación masiva de diferentes actores sociales e institucionales.
Fuentes: Elaboración propia a partir de documentos del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información.
206 Anexo 3: Opiniones y comentarios sobre Hugo Chávez
Palabras, frases, expresiones
“Hugo Rafael Chávez Frías es una suerte de director de orquesta sinfónica que bajo su tutela ha propiciado la construcción de una
hermosa melodía rebelde y justiciera: la revolución bolivariana”.
“Chávez es expresión de la multiculturalidad del pueblo venezolano y de la construcción compartida de una forma de reconocernos
como pueblo”.
“líder de la revolución democrática y pacífica”
Chávez es hijo pródigo de este recorrido histórico de resistencias populares. Allí reside la mayor legitimidad de su mando y la razón
social de su liderazgo revolucionario continental.
Chávez se autodefine como un revolucionario Bolivariano
Nace un símbolo de la otredad ciudadana, que reconfigura el imaginario rebelde del pueblo y se convierte en elemento clave para
entender e interpretar los futuros acontecimientos en las dinámicas políticas, sociales, económicas, culturales y religiosas nacionales.
Chávez es visto como uno de los nuestros, como un hijo de pueblo que estudia la carrera militar y se niega a convalidar todo aquello
que fuera ilegítimo para el pueblo. Chávez es un antihéroe, un militar que es derrotado como lo ha sido la mayoría del pueblo
No es un político triunfador clásico. Es el anti político que dice y hace, todo aquello que ningún político de carrera seguramente diría
ni haría, pero que el ciudadano común siente que sería su forma de actuar ante una situación similar.
Fuentes: Documentos del Ministerio de Comunicación e Información: El Troudi y Bonilla (2004), Historia de la Revolución
Bolivariana; Moral y Luces: Educación con valores socialistas (2006); Poder Popular: Alma de la Democracia Revolucionaria (2007);
Las Comunas y los cinco frentes para la construcción del Socialismo. Aló presidente teórico N° 1(2009).
207 Anexo 4: Nueva Institucionalidad en el Nuevo Mapa Estratégico
Emisor
Palabras, frases, expresiones
Estado Socialista Revolucionario
conformación de una nueva estructura social
democratizar los medios de comunicación social
construcción del nuevo modelo democrático popular para consolidar la participación protagónica de la
población en la gestión pública y en la contraloría social de las acciones gubernamentales
Actores
gubernamentales
Acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado
Acelerar la construcción de un nuevo modelo productivo, rumbo a la creación de un nuevo sistema
económico, basado en la democratización del capital y los beneficios, a través de la incorporación activa de
todos los sectores de la sociedad
Continuar instalando la nueva estructura territorial que profundizara la descentralización y desconcentración
de funciones administrativas (…)
Integración y conformación de unidades cívico-militares.
Impulsar el nuevo sistema multipolar internacional
Fuente: Elaboración propia a partir de documentos del Ministerio de Comunicación e Información
208 Anexo 5: Nueva Institucionalidad en los Cinco Motores de la Revolución
Emisor
Tema
Palabras, frases, expresiones
“…es una ley de leyes revolucionaria, madre de leyes…”
Ley Habilitante
Reforma Constitucional:
Estado de derecho
socialista
“La Ley habilitante debe ser el arranque de este año (…)”
“Vamos rumbo a la República Socialista de Venezuela y para eso se requiere una profunda
reforma de la Constitución Nacional”; La Constitución actual nos presenta un primer piso
para la construcción del socialismo, pero para avanzar en mayor amplitud y dimensión, se
requiere de un conjunto de reformas”
“La Constitución establece los límites de la reforma, permite la sustitución de una o varias
de sus normas que no modifiquen los principios fundamentales (…)”
“Estamos viviendo tiempos constituyentes, revolucionarios, por eso habrá que revisar la
Constitución, reformarla”
Presidente
Chávez
Se trata de una revolución ética
Educación; Moral y
Luces
Educación en todos los espacios: educación moral, económica, política, social,… una
sacudida moral.
“(…) un luchador, un revolucionario tiene que estudiar todos los días de su vida, todas
las noches de su vida; tiene que estudiar la teoría y la praxis; navegar en las aguas de la
dialéctica”
Es necesario buscar una nueva manera de distribuir el poder político, económico, social y
militar sobre el espacio
La Nueva Geometría del
Poder.
innovemos, busquemos unas fórmulas que se adecuen mucho más a nuestra realidad y
aspiraciones
Tenemos que trabajar en esto porque hay que levantar al país completo porque es un solo
cuerpo nacional.
209 Emisor
Tema
Palabras, frases, expresiones
“El alma de la revolución precisamente está allí, en demoler las viejas costumbres, si no lo
hacemos habríamos perdido el tiempo”.
Está intacto el modelo ¡cambiémoslo! Los invito a todos sin temores”; “(…) está viva la
cuarta República a esos niveles: vamos a demolerla”;
El poder popular es alma, nervio, hueso, carne y esencia de la democracia revolucionaria,
de la democracia verdadera.
Explosión del Poder
Comunal
Los Consejos comunales deben trascender lo local, no debemos ponerles límites a los
Consejo Comunales, ellos son herramientas del Poder Popular Constituyente, hay que
impulsarlos, fortalecerlos.
Progresivamente, nosotros, el poder constituido, debemos ir transfiriéndole el poder
político, social, económico y administrativo al Poder comunal, para que así marchemos
rumbo al Estado social y salgamos de las viejas estructuras del Estado capitalista burgués.
Fuentes: Elaboración propia a partir de documentos del Ministerio de Comunicación e Información
210 Anexo 6: Nueva Institucionalidad en el Plan de la Nación 2007-2013
Emisor
Tema
Palabras, frases, expresiones
Refundación ética y moral de la Nación venezolana; Construcción de un Estado ético, de
una nueva ética del hecho público (El estado está llamado a ser el espacio ético por
excelencia, si no lo es, el ciudadano no tendrá motivo para serlo). Centrada en el “Hombre”.
Concepción fundamentalmente humanista.
Nueva Ética
Socialista
Conciencia revolucionaria en la necesidad de una nueva moral colectiva, que sólo puede
ser alcanzad mediante la dialéctica de la lucha por la transformación material de la sociedad y
el desarrollo de la espiritualidad de los que habitamos (…) Venezuela. Constituye el motor
para dejar atrás la prehistoria humana y entrar definitivamente a la verdadera historia, la
sociedad realmente humanista.
Creación de una institucionalidad cuyo valor supremo sea la práctica de la justicia y la
equidad. (Que frente a la dialéctica del derecho y la justicia sean capaces de decidir por la
justicia, sin minar las bases del derecho).
Socialismo y hombre nuevo deben ser sinónimos. En definitiva habrá socialismo cuando
exista hombre nuevo.
Presidente
Chávez
Suprema Felicidad
Social
“Construcción de un modelo social inclusivo (…) donde todos vivamos en condiciones
similares”
“Que los individuos(…) transformar su debilidad individual en fuerza colectiva”
Democracia
Protagónica
Revolucionaria
Dado que la soberanía reside en el pueblo, este puede por sí mismo dirigir el Estado, sin
necesidad de delegar su soberanía”
La Democracia está sustentada en “el republicanismo y bolivarianismo”.
La democracia protagónica revolucionaria se basa en la defensa, conservación y desarrollo de
la vida humana y en la corresponsabilidad solidaria por la vida del otro en comunidad.
El espacio para la participación protagónica debe seguir siendo conquistado y mantenido
por las organizaciones populares.
211 Emisor
Tema
Modelo Productivo
Socialista
Presidente
Chávez
Palabras, frases, expresiones
“búsqueda de lograr trabajo con sentido”. Responderá a las necesidades humanas y estará
menos subordinada a la reproducción del capital.
“(…) será el reflejo de un avance sustancial en el cambio de los valores en colectivo”.
Implica una nueva forma de relacionarse los individuos con los demás, con la comunidad, con
la naturaleza y con los medios de producción.
Nueva Geopolítica
Nacional
Organización territorial coherente con el nuevo socialismo del siglo XXI.
Desarrollo territorial desconcentrado.
Venezuela: Potencia
Energética Mundial
Soberanía Nacional; Plena Soberanía Petrolera.
Nueva Geopolítica
Internacional
Se ha fortalecido la Soberanía Nacional;
Se ha avanzó en la construcción de un mundo multipolar; se rompió la pasividad histórica
que caracterizó la relación de Venezuela con el mundo
Avanzar en la nueva geopolítica mundial; atendiendo al establecimiento de áreas de interés
geoestratégicas; Nueva matriz de poder mundial (…);
Construcción de valores políticos compartidos; La profundización de la amistad, confianza y
solidaridad para la cooperación y coexistencia pacífica entre los pueblos.
Dar paso a una economía diversificada productiva con equidad y justicia social.
Fuentes: Elaboración propia a partir del Plan de la Nación 2007-2013
212 
Descargar