430927764.doc Tema 14a: Activación linfocitos T Vírgenes -Activación de linfocitos vírgenes - Ciclo Celular Activación células CD4+ Activación células CD8+ Activación células B o Producción de Anticuerpos. o Centro Germinal o Respuestas primaria y secundaria Ciclo celular Normalmente los linfocitos están en un estado de reposo y, cuando se estimula la respuesta, los linfocitos responsables (específicos) de la misma se dividen (proliferan) y su descendencia forma un clon de células idénticas, en un proceso llamado expansión clonal El proceso de activación pasa por hacer que la célula en reposo se active a través de una serie de fases que conjuntamente componen el denominado ciclo celular. G0 G1 S G2 M El estado G0, es un estado de quiescencia, de duración variable. La entrada en el estado G1 viene marcada por ciertos factores de crecimiento extracelular. Por ejemplo las señales producidas por la unión al receptor del linfocito, junto con las señales provocadas por la IL-2. Una vez en el G1, la célula puede, si el estímulo continua, proseguir su división, o bien pasar de nuevo al estado de reposo (G0) si el estímulo cesa. En el estado G1, las células se hacen mayores, aumentan su volumen. A la vez comienzan a aparecer nucléolos y la cromatina se hace mas laxa. En definitiva, la célula pasa al estado blástico, en el que aumenta la producción de RNA mensajero y por consiguiente la síntesis de proteínas. Muchas de estas proteínas sintetizadas van a actuar como receptores1. Posteriormente la célula 1 El receptor de la transferrina, se sintetiza durante esta fase y vas a permitir a las células la captación de hierro necesaria para la duplicación del DNA 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 1 de 13 430927764.doc pasa a la fase S, en la que da comienzo la duplicación del ADN. A continuación tiene lugar la fase G2 donde la célula se prepara para la mitosis, actividad que tendrá lugar de forma definitiva durante la fase M. La regulación del ciclo se realiza en los puntos de transición entre las distintas fases, que actúan como puntos de chequeo y no permiten que este continúe si no se han cumplido todos los requisitos. Esta regulación corre a cargo, fundamentalmente, de tres grupos de proteínas: Ciclinas, Kinasas dependientes de ciclinas (CDKs), que serian los “motores” que impulsan la progresión de una etapa a la siguiente. El tercer grupo, Los inhibidores de Kinasas (CDKIs) serían el “freno”. $ $ Ciclinas: Denominadas así por que alternan periodos de síntesis con periodos de degradación. Hay cuatro clases distintas de ciclinas (D,E,A y B) que se expresan en las diferentes fases del ciclo. De esta manera, la entrada y salida de una fase a la siguiente esta determinada por la presencia de una ciclina en particular Kinasas dependientes de ciclinas (CDKs): Son serin-treonin kinasa, capaces de fosforilar a otros proteínas. Deben asociarse a las ciclinas para ejercer su acción. Ciclina+kinasa= ciclina-Kinasa Ciclina-Kinasa + Proteina = Proteina fosforilada + Ciclina-Kinasa Cuando los niveles de ciclinas aumentan, forman un complejo con las CDKs. Esto supone la activación de estas que así son capaces de fosforilar a otros sustratos permitiendo así el paso por el punto de chequeo. Por ejemplo, en las células hematopoyéticas se forma El complejo CiclinaD/CDK6, cuyo sustrato primario es la proteína nuclear Retinoblastoma (Rb), quien a su vez se encuentra normalmente formando un complejo1 con factores de trascripción (proteínas que activan o desactivan La trascripción de un gen). Otros investigadores sostiene que el complejo es la ciclina A y la CDK2. En cualquier caso, el complejo fosforila a RB, que se disocia de E2F, que , ya activo, es capaz de activar genes específicos como los codificadores de la DNA polimerasa y timidin sintetasa, necesarios para la síntesis del DNA y por tanto para el paso a la fase S. $ Inhibidores de CDKs (CDKIs): inactivan a las ciclinas dependientes de kinasas 1 El factor E2F es inactivo cuando se halla asociado a Rb 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 2 de 13 430927764.doc Hay señales que pueden inhibir la progresión a través del ciclo, induciendo CDKIs, que se fijan e inhiben a complejos específicos Ciclina/CDK. En el caso de las células hematopoyéticas la citoquina TGF β induce la formación de los CDKIs llamados p15 y p28, que inactivan al complejo CiclinaD/CDK6 e impiden la entrada a la fase S del ciclo. También hay otros factores que pueden impedir la progresión a través de la frontera G1/S, como es el daño del DNA que puede producirse en condiciones normales pero, sobre todo, por radiación UV, γ, y muchos de los quimioterápicos que se usan para el cáncer. La integridad del DNA cromosómico se monitoriza continuamente por un mecanismo desconocido en el que interviene una proteína llamada p53. Cuando el DNA está dañado p53 induce directamente a un CDKI (p21) que bloquea la progresión G1/S hasta que se repara el daño. En el caso de que discurra el tiempo y no se repare el daño la célula se destruye, generalmente mediante la apoptosis. Hace poco se descubrió el modo de acción de un medicamento utilizado en la medicina tradicional China contra le leucemia. Se estaba utilizando una serie de extractos basado en la indirubina Se descubrió que este compuesto impedía la unión de las kinasas con las ciclinas, y de este modo se impedía a su vez el progreso del ciclo celular A Accttiivvaacciióónn lliinnffoocciittooss TT vvíírrggeenneess Linfocitos CD4 Los linfocitos T vírgenes, reconocen antígenos y se activan en los tejidos linfáticos secundarios. Esto, provoca la expansión clonal de los linfocitos específicos para ese antígeno y su diferenciación en linfocitos efectores y de memoria. Los linfocitos activados anteriormente se convierten en linfocitos efectores, tras reconocer al antígeno en el foco infeccioso para llevar a cabo sus funciones efectoras. La respuesta adaptativa, no se inicia en el foco infeccioso, sino que tiene lugar en los órganos linfáticos secundarios. En este lugar, como ya se vio se congregan las células dendríticas que captaron el antígeno en la periferia. A estos órganos linfoides migran a su vez los linfocitos vírgenes, penetrando en ellos a través de las HEV. De este modo coinciden en los ganglios mas cercanos, linfocitos vírgenes y células dendríticas. La interacción entra ambas células comienza por las moléculas de adhesión especialmente ICAM-1 e ICAM-2 expresados en la célula dendrítica e integrinas (LFA-1), expresada sobre los linfocitos T. Con esta interaccion se logra una unión transitoria, pero suficiente para que el linfocito T a través de su receptor pueda explorar al CMH, y en su caso, si encuentra al péptido adecuado, unirse al complejo CMH-peptido. De esta manera 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 3 de 13 430927764.doc pueden darse dos casos: 1.- Si no hay unión específica TCR-CMH(péptido), el linfocito se separa de la célula dendrítica y continua su proceso migratorio. 2.- Si hay reconocimiento específico, ese reconocimiento potencia la afinidad de la LFA-1 por su ligando, estabilizándose la unión (varias horas). Esta unión se distribuye espacialmente en círculos, de modo que las moléculas de adhesión se establecen en el círculo exterior y mientras que las uniones TCR-CMH, ocuparían el área central. Esta organización molecular recibe el nombre de sinapsis inmunologica. Pero la señal de activación proporcionada por la unión especifica del TCR a su correspondiente CMH, es necesaria pero no suficiente para provocar la activación del linfocito. Para que esta tenga lugar es necesaria una segunda señal que va ser proporcionada por las moléculas coestimuladoras expresadas en la célula dendrítica y el linfocito T. La principal pareja de moléculas coestimuladoras, de la familia de las inmunoglobulinas, son la CD28 y B7 (B7.1 y B7.2). La primera se expresa en las células T activadas y la segunda de forma constitutiva en las CPAs. Esta segunda señal, proporcionada por la unión de esas moléculas proporciona la señal definitiva, (estabiliza el RNAm de la IL-2) para que los linfocitos T comiencen a secretar IL-2, a la vez que expresan un receptor de IL-2 de alta afinidad. Esta citoquina es la responsable de inducir la proliferación nuclear. De este modo las células T entran en el ciclo celular, comenzando a dividirse dando lugar a la expansión clonal que genera entre 1000 y 10000 linfocitos T con un TCR idéntico al de su progenitor. Durante el proceso, y para garantizar la supervivencia del clon expandido se produce también una proteína antiapoptoica (Bcl-xl). Para hacernos una idea de la importancia de la expansión clonal diremos que para un péptido antigénico, la frecuencia de un linfocito específico es de 1:100.000. En ciertas infecciones virales la expansión de linfocitos CD8 específicos puede llegar a alcanzar el 50% de los linfocitos circulantes. Produccion de IL-2. (Factor de trascripcion NF-AT) El proceso de activación del gen que codifica la IL-2 es similar al estudiado del factor NF-kB. En esta caso el NF-AT, se encuentra en forma fosforilada inactiva en el citoplasma celular. Cuando el TCR se une al antígeno, se produce un aumento de los niveles de Ca citoplasmático, esto provoca la activación de kinasas que desfosforilan al factor NF-AT, el factor desfosforilado actúa sobre el promotor del gen, activándolo y provocando la síntesis del IL-2. La segunda señal, lo que proporciona es una estabilización del RNAm (el RNAm de IL-2 es muy inestable) y si no fuese estabilizado, la célula no proliferaría. A su vez también provoca la activación de otros factores de trascripción que se unen también a la región promotora del gen de IL-2 y aumentan la trascripción a RNAm. El NF-AT, no solo provoca la síntesis de IL-2 sino también de IL-4 y -IFN 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 4 de 13 430927764.doc Además de esta pareja de moléculas, los linfocitos, una vez activados, expresan el ligando del CD40 (CD40L). La molécula CD40 se encuentra de forma constitutiva en la superficie de las CPAs. De esta manera los linfocitos activados, migran al lugar de la infección e interactúan con las células dendríticas inmaduras de la zona promoviendo su maduración y por tanto su migración a los ganglios linfáticos. Estas expresaran a su vez moléculas B7, que se traducirá en una mayor estimulación de T vírgenes. Por su parte las moléculas CD4 y CD8, van a reforzar la unión del receptor al punto de anclaje, contribuyendo así a la estabilidad de la unión y por tanto a la correcta activación del linfocito. Si bien la activación de los linfocitos es esencial para preservar nuestra salud, su acción descontrolada supone a su vez un riesgo muy peligroso para el propio individuo. Es por tanto necesario que existan mecanismos de control que frenen la expansión de linfocitos activados. Estos mecanismos de control, se efectúan también por interacción entre parejas de moléculas. La principal de todas ellas es la formada por CTLA-4-B7: Después de la activación, se produce la expresión en la superficie de los linfocitos de otra molécula CTLA-4, estructuralmente parecida a CD28 y que se une a los mismos ligandos de esta, es decir B7, pero con una afinidad 20 veces mayor. La diferencia es que la unión CTLA-4-B7, proporciona una señal inhibitoria que cumple un papel primordial en la regulación negativa de los linfocitos T1. Otras parejas de moléculas coestimuladoras e inhibitorias serian las formadas por ; ICOS-ICOSL: la primera expresada en los linfocitos ACTIVADOS y su ligando -L expresado sobre CPAs. La interacción de estas dos moléculas proporciona una señal coestimulatoria mas débil que la CD28-B7, e induce la producción IL-10. la PD-1, expresada en linfocitos activados y sus ligandos PDL1 y PD-L2, expresadas sobre CPAs activadas, provoca tambien una señal inhibitoria en el linfocito T. Un último mecanismo de control lo proporciona el sistema Fas-FasL. El FasL lo expresan solo los linfocitos activados no los vírgenes. La interacción de esta con la molécula Fas expresada constitutivamente en los linfocitos dispara la vía de la caspasas que termina con la apoptosis celular. A Accttiivvaacciióónn lliinnffoocciittooss C CD D88 El proceso de activación de estos linfocitos es muy similar al descrito anteriormente. Como los Th, pasan al ganglio donde interactúan con las células dendríticas para testar la presencia de péptidos unidos, esta vez, al 1 En ratones deficientes en esta molécula, estos mueren, casi recién nacidos, por una infiltración masiva de linfocitos expandidos y no controlados. 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 5 de 13 430927764.doc CMH-I. La primera interacción entra las dos células se establece a través de moléculas de adhesión. Sin en ese periodo estas células CD8 no “encuentran” el antígeno, retornan a la circulación sanguínea a través de los vasos linfáticos eferentes Como en el caso de los CD4, la activación de los linfocitos CD8, requieren dos señales. La primera el reconocimiento a través de su TCR, y la segunda las correspondientes señales coestimuladoras. Existen varias vías de activación de las células CD8. En la primera están involucrados los linfocitos CD4, que una vez activados por la célula dendrítica, a través del CMH-II, son capaces de secretar IL-2. La combinación de ambas señales, provoca la activación y proliferación de la célula CD8. En la segunda vía, las células CD8, pueden ser activadas mediante células dendríticas no infectadas, que presentan péptidos procedentes de células infectadas, adquiridos de forma exógena, mediante el CMH-I, en un proceso de presentación cruzada. De esta manera las CD( reciben las dos señales, la especifica a través de su TCR-CMH-I y la segunda a través de las moléculas coestimuladoras B7 presentes en la superficie de la célula dendrítica. La IL-2, necesaria para el proceso de proliferación puede proceder de la misma célula CD8 activada, en una acción autocrina, o bien de células CD4 activadas por el procedimiento descrito anteriormente, en una acción paracrina. Finalmente se puede dar el caso de que sea la propia célula dendrítica la que esta infectada. En este caso esta célula presentara a la célula CD8 sus propios péptidos endógenos al TCR de la CD8. Como se tarta de una célula dendrítica esta podrá a la vez coestimular a la CD8 por sus moléculas B7. Esto hace a la CD8 secretar y expresar la IL-2 y el receptor de alta afinidad de la IL-2, que mediante una acción autocrina se activara, proliferara y terminara actuando sobre la propia célula dendrítica inductora de su activación. La gran diferencia, es que esta vez se requiere una actividad coestimuladora muy superior a la que se necesita para activar a los linfocitos CD4. En algunos casos, el reconocimiento de los patógenos por parte de las células dendríticas y su posterior maduración inducen las suficientes moléculas coestimuladoras para inducir la segunda señal de activación a los linfocitos CD8. Sin embargo, en la mayoría de los procesos infecciosos, sobre todo virales, la expresión de las moléculas coestimuladoras resulta insuficiente siendo necesario, en estos casos, una interacción previa de las células 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 6 de 13 430927764.doc dendríticas con los CD4. Esta interacción se produce a través de la pareja CD40-CD40L. Como antes mencionamos la CD4 al activarse expresa la molécula CD40L en su superficie. De esta manera se puede producir la unión CD4-Celula Dendrítica a través de esta pareja de moléculas, que llevara finalmente a esta última a incrementar la expresión de las moléculas coestimuladoras B7. En cualquier caso y después de las dos señales se hace necesario la expresión de un receptor de alta afinidad para la IL-2 y la secreción de esta citoquina por la misma célula que va a ser activada (actividad autocrina), o por las células vecinas (actividad paracrina) De este modo la activación de las células CD8 tendría Tres posibilidades: 1.- La célula dendrítica expresa la suficiente cantidad de moléculas coestimuladoras B7 (activación autocrina) En este caso una vez efectuada la interacción celular la molécula CD28, presente en la superficie del linfocito produce una potente señal coestimuladora que induce al linfocito a secretar IL-2, citoquina que unida a su receptor, también sobre la superficie de los linfocitos, induce a estos a la entrada en el ciclo celular, es decir a su expansión clonal. En un inicio el receptor de la IL_2 es un receptor de baja afinidad, que necesita por tanto de altas concentraciones de IL-2 para activarse, pero en las células T activadas se secreta una nueva cadena del receptor (cadena alfa), que lo convierte en un receptor e alta afinidad para la citoquina, por lo que es capaz de responder a bajas concentraciones de la citoquina. De esta manera, en estos casos las células CD8, dirigen su propia activación y proliferación. Como es lógico estos casos se producen cuando la célula dendrítica esta infectada por el virus 2.- La célula dendrítica no expresa suficiente cantidad de moléculas coestimuladoras: En estos casos, es preciso, como se ha mencionado, la interacción de los linfocitos CD4 con las células dendríticas. Estas células dendríticas, en estos casos o bien se han infectado con el virus o realizan una presentación cruzada a través de antígenos captados por sus receptores Fc 2.a Interaccion con Linfocitos activados (activación auotocrina) Para ello el linfocito CD4 y el CD8 reconocen sus antígenos específicos sobre la misma célula presentadora. Esta interacción se puede producir de forma simultánea o secuencialmente. En cualquier caso, al presentar los linfocitos CD4 el CD40L. La interacción de esta molécula con la CD40, presente en la superficie de las CPAs, induce a estas últimas a expresar más moléculas coestimuladoras B7, potenciando así esta acción y permitiendo la activación de los linfocitos CD8 unidos a su superficie. 2.b. Interaccion con linfocitos vírgenes (activación paracrina) 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 7 de 13 430927764.doc En este caso las células dendríticas activan previamente al linfocito CD4 a través de las moléculas B7 existentes en su superficie. La activación induce a la célula CD4 a secretar IL-2, que puede unirse a su receptor, de alta afinidad, existente en la superficie de las CD8 e iniciar así su activación y proliferación. En este aspecto hay que indicar que si bien la unión del TCR al complejo CMH-I-péptido es suficiente para que la célula exprese la cadena alfa del receptor de IL-2 y convertirlo así en un receptor de alta afinidad, no es suficiente para que la célula CD8 secrete IL-2. En definitiva, estas mayores exigencias de activación de las células CD8 vírgenes, implican que estas células dada su peligrosidad, solo se activen en situaciones inequívocas de infección. No obstante y a pesar de que en algunos casos no es necesaria la presencia de los linfocitos CD4 para la activación de los linfocitos citotóxicos, si es necesaria, siempre esta colaboración para la generación y el mantenimiento de las células CD8 de memoria. Se ha comprobado que en ausencia de esta colaboración de las CD4 con las células dendríticas el establecimiento de las células CD8 de memoria esta muy comprometido 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 8 de 13 430927764.doc Tema 14b. Activación linfocitos B. Producción de Anticuerpos. Centro Germinal Respuestas primaria y secundaria El proceso de activación de los linfocitos B y la generación de células productoras de anticuerpos consta de fases secuenciales. Tras lo cual los linfocitos B se diferencian en células efectoras (secretoras de anticuerpos) y en células de memoria. La activación de las células B y su diferenciación en células productoras de anticuerpos se induce por el antígeno y, normalmente, requiere la ayuda de las células T ayudadoras (Th2). Estas células T controlan el cambio de clase y promueven la hipermutación somática de los genes de la región V, que dará lugar a la maduración de la afinidad de los anticuerpos a lo largo de la respuesta humoral. Como hemos visto, para la activación de todas las células son necesarias, al menos dos señales, una la proporcionada por la unión al antígeno y la otra mediada por la señal coestimuladora. Que va a ser proporcionada por el linfocito Th2 específico. Esta cooperación se produce para los antigenos Timodependientes. Los antígenos timo independientes, como son algunos componentes microbianos, tales como los polisacáridos, pueden inducir directamente la producción de anticuerpos en ausencia de ayuda T que además del reconocimiento suministran también la segunda señal mediante el reconocimiento de un constituyente microbiano común. Activación para antígenos Timo-dependientes Las células B a través de su receptor reconocen un determinado epitopo del antígeno. Posteriormente, todo el conjunto es endocitado, degradado y presentado junto con las moléculas de clase II, funcionando así y como ya hemos descrito como células presentadoras de antígeno. Estos complejo CMHII/péptido, es reconocido por el TCR específico de los linfocitos CD4+ activados por las células dendríticas. El reconocimiento del antígeno por parte de los linfocitos B, induce la expresión en su superficie de la molécula B7. De esta manera al unirse al linfocito CD4+ este recibe las dos señales necesarias para su activación y convertirse en célula efectora. Tras su activación las células CD4+ expresan sobre su membrana la molécula CD40L, que se unirá a su correspondiente ligando CD40, situado sobre la superficie de los linfocitos B. A 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 9 de 13 430927764.doc su vez, estas Th2 efectoras ya son capaces de secretar IL-4. Esta de forma paracrina actúa selectivamente sobre la célula B blanco específica del antígeno. La acción conjunta de CD40L-CD40 e IL-4 proporciona la señal definitiva para que la célula B progrese en el ciclo celular, produciéndose así su activación y proliferación. A su vez la activación de los linfocitos B provoca el aumento de la expresión de moléculas B7, con lo que se potencia así la activación de las células T. Los linfocitos T también pueden ser convertidos en células efectoras por intermedio de los macrófagos, con lo que estos linfocitos T pueden unirse y activar directamente a los linfocitos B El resultado final de todo este proceso, en la respuesta primaria, es primero la expansión clonal y la conversión de las células B en plasmocitos, o células secretoras de anticuerpos, proceso en el que se necesitan dos citoquinas adicionales (IL-5 e IL-6) que también suministran las Th. Dado que las células B (mueren en 24 horas si después de encontrar su antígeno específico no se produce la colaboración T-B), no pueden activarse, proliferar, formar centros germinales ni transformarse en plasmocitos a menos que encuentren una Th2 específica para uno de los péptidos derivados del antígeno en cuestión. La respuesta humoral no comenzará hasta después de la formación de las células T efectoras específicas del antígeno. La interacción entre ambas células es complementada por la presencia de otras moléculas de adhesión ya conocidas como es la pareja LFA-1 e ICAM-1. Ambas moléculas aumentan rápidamente en la membrana del linfocito como consecuencia del reconocimiento antigénico. Estas moléculas se expresan también en la membrana del linfocito Th2, con lo que se produce la interacción entre ambas. El conjunto de todas estas interacciones esta organizado, como sucedía en los linfocitos T en una organización supramolecular que es la sinapsis inmunológica Centro Germinal Una de las grandes incógnitas que se planteaba era, como lograban contactar los linfocitos T y los B teniendo en cuenta el escaso número existente de estas células para un antígeno específico. La explicación a este hecho la tiene la pauta de migración de unas y otras células así como la expresión de receptores de quimioquinas expresadas en lugares concretos. Como ya sabemos las células dendríticas, encargadas de fagocitar al antígeno en la periferia, acuden a los ganglios por los canales aferentes. A su vez los linfocitos vírgenes ingresan en los ganglios por las HEV, siendo retenidos y activados los que reconocen un antígeno específico. Por su parte los linfocitos B vírgenes, son también transportados al ganglio por las HEV. Esta migración 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 10 de 13 430927764.doc esta dirigida por la quimioquina CXCL13, que los atrae hacia la zona del foliculo primario. Cuando en el foliculo, el linfocito entra en contacto con el antígeno expresa el receptor CCR7 que los atrae hacia la zona paracortical del ganglio, region rica en linfocitos Th2 activados. De esta manera en el borde del foliculo se produce el encuentro y la colaboración T-B. Estas células proliferan y algunos linfocitos B abandonan este foliculo y se dirigen hacia la médula del ganglio convirtiendose en plasmocitos, secretando ya los primeros anticuerpos (IgM) de la respuesta humoral. Otros linfocitos migran hacia el interior del folículo primario, atraidos por la CXCL13 (CXCR5). Ahí los linfocitos B proliferan y dan lugar a la formación del Centro Germinal. A los folículos primarios que han desarrollado el centro germinal se les conoce como folículos secundarios. Los linfocitos B proliferantes (tiempo de generacion de 6 horas) reciben el nombre de centroblastos. Estos centroblastos desplazan a los linfocitos B en reposo y a otras celulas presentes en el folículo como linfocitos CD4 foliculares y células dendríticas foliculares hacia los bordes foliculares, situándose ellos en el centro formando la denominada zona oscura. Con el tiempo, el centro germinal se agranda y polariza en dos zonas distintas morfológicamente. La zona oscura, ya mencionada y la zona clara donde se encuentran las linfocitos CD4 foliculares, las células dendríticas foliculares, macrófagos y los centroblastos que ya han dejado de dividirse y que se denominan ahora centrocitos. La función de cada una de las células presentes en el mismo sería : 1.- CD4, proporcionan las señales de supervivencia a los linfocitos B 2.- Células dendríticas foliculares: Se encargan del proceso de selección 3.- Macrófagos: eliminan los restos apoptoicos de los linfocitos B no seleccionados A medida que se desarrolla la respuesta de anticuerpos la cantidad de antígeno disponible para su expresión en las CDF va disminuyendo. Esto hace necesario que, para sobrevivir, las células B necesiten expresar receptores con una afinidad progresivamente mayor. Esto es la base de la denominada Maduración de la afinidad La división de los centroblastos va acompañada de una hipermutación de la región V de los genes de las Inmunoglobulinas, que dará lugar a cambios en la afinidad de estas por el antígeno. Cuando un centroblasto individual cesa de dividirse se mueve hacia la zona clara adyacente donde se transforma en centrocito y entra en contacto con las células dendríticas foliculares (CDF), cuya misión será interaccionar con los linfocitos B, para seleccionar aquellos que hayan mutado positivamente, es decir aquellos cuya afinidad por el antígeno haya aumentado. Hay que señalar que estas CDF, solo se encuentran en los folículos, carecen de CMH II y son, por tanto, diferentes de las células dendríticas interdigitales que actúan como presentadoras de antígeno. Esta interacción es posible gracias a que las CDF, presentan numerosos receptores CR1, Cr2, Cr3 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 11 de 13 430927764.doc y Fc, que las hace muy eficaces para capturar inmunocomplejos con antígeno sin procesar y retenerlos durante meses o años sobre su superficie. Estos inmunocomplejos fijados a las células dendríticas, van a ser, su porción antigénica libre, reconocidos por los receptores de los Linfocitos B. Es lógico pensar, que la mayoría de las mutaciones producidas no van a aumentar dicha afinidad, con los que la mayoría de los linfocitos B van a entrar en apoptosis, siendo por ello los centros germinales un lugar donde se produce una intensa apoptosis. La “operación de limpieza” de los linfocitos muertos de esta zona corre a cargo de los macrófagos. Por todo ello, la maduración de la afinidad en una respuesta inmune puede considerarse como un proceso darwiniano En la interacción posterior del centrocito con el linfocito Th2, intervienen, básicamente las mismas moléculas que participan en la colaboración T-B en el borde del folículo primario, es decir; CD40-CD40L, B7-CD28 y CMH II-TCR. Esta interacción LB-CD4, proporciona las señales de supervivencia (aumento de moléculas antiapoptoicas de la familia Bcl-2) Además del proceso de maduración de afinidad, en el centro germinal, se produce el denominado Cambio de clase: Este esta gobernado por los linfocitos T activados, siendo imprescindible para que se produzca, la colaboración entre ambos linfocitos a través de las moléculas CD40-CD40L. El cambio de clase consiste en el cambio de isotipo de los anticuerpos. El cambio de clase supone que se puede cambiar la función efectora de un Ac sin modificar en nada su especificidad. Los centrocitos que han sobrevivido al proceso de selección dan lugar a dos tipos de células: plasmoblastos, que abandonan el centro germinal para completar su diferenciación a células plasmáticas y Linfocitos B de memoria. Los mecanismos que llevan a que se diferencie en una u otra población no están muy claros, si bien parece que los de mayor afinidad se diferenciaran a plasmoblastos, aunque también es posible que intervengan ciertas interacciones moleculares o las citoquinas secretadas sobre todo la IL-10 e IL-4 (a plasmoblastos y células de memoria respectivamente). En este aspecto recientemente se ha relacionado la evolución a plasmoblasto con la expresión de la molécula Blimp-1. Respuesta primaria y secundaria Finalmente, los plasmoblastos que abandonan el centro germinal migran a la médula ósea convirtiéndose definitivamente en plasmocitos, células de vida corta o larga. Estos plasmocitos de vida larga, que reciben factores de supervivencia de las células del estroma de la médula ósea siguen produciendo anticuerpos, aún cuando el antígeno no este ya presente. Estos plasmocitos pierden algunas de sus moléculas de superficie como el receptor BCR y las CMH-II, para dedicarse exclusivamente a la secreción de Ac. 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 12 de 13 430927764.doc En el caso de los linfocitos de memoria, una vez que abandonan el centro germinal, recirculan por los tejidos linfoides secundarios en una misión de vigilancia. La reexposición al antígeno induce una rápida y masiva expansión clonal, generándose entre 8 y 10 veces más linfocitos que en la respuesta primaria. Los mayores niveles del CMH-II expresados permiten, una mayor rapidez en su contacto con los Th2 y por tanto también una mayor rapidez en la producción de anticuerpos en la respuesta secundaria. Hay que destacar que si los niveles de anticuerpos son altos no se genera una respuesta secundaria, ya que los anticuerpos son capaces por si mismos de neutralizar al antígeno y que este sea eliminado por el sistema mononulear-fagocítico. Si los niveles no son suficientes si se pone en marcha la respuesta secundaria con la entrada de los linfocitos B de memoria en el centro germinal. Como es obvio y hasta que los linfocitos no entran en el centro germinal no se produce el cambio de clase, por tanto la respuesta primaria esta básicamente formada por anticuerpos de tipo IgM, también IgG, mientras que en la secundaria, es cuando ya se producen todos los isotipos restantes. Activación por C3d Hace ya tiempo que se conocía la acción potenciadora de la activación de los linfocitos B del componente C3d del complemento, procedente de la escisión del C3b (de 100 a 10000 veces más sensible al antígeno). Los linfocitos B, y también las células dendríticas, poseen receptores para el C3d, asociados al complejo receptor (CR2 o CD21). Este componente se queda fijado a ciertas paredes microbianas, así como a Inmunocomplejos siendo así captados por los linfocitos B. Recientemente, muchos investigadores, sostienen que la unión del C3d a su receptor sobre la superficie de los linfocitos B provoca la segunda señal coestimuladora para que aquellos comenzaran la secreción de anticuerpos. Se ha comprobado que el virus de Epstein Barr, productor de la mononucleosis, y que afecta a Linfocitos B, se fija a ellos a través de este receptor (CD21), provocando la secreción de gran cantidad de anticuerpos heterófilos 430927764.doc 13/11/2015 Pág. 13 de 13