La Revisión de las Industrias Extractivas

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EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
La Revisión de las Industrias Extractivas
Taller Regional para América Latina
y el Caribe
Río de Janeiro, Brasil
15-19 de abril del 2002
Proyecto
Informe de Testimonios y la Consulta
(Ver. 2.0: 29/05/2002 10.55)
EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
Notas
El siguiente informe sobre el Taller Regional de la Revisión de Industrias Extractivas para
Latinoamérica y el Caribe, llevado a cabo en Río de Janeiro del 15 al 19 de abril del 2002
fue preparado por la Secretaría de la RIE. Resume los puntos de vista expresados por los
participantes del taller, sin aprobarlos ni contradecirlos.
Como es de uso corriente, a menos de que se indique lo contrario, el uso de términos como
“Banco Mundial” o “el Banco” se refieren a todo el Grupo del Banco Mundial. Los
componentes del Banco principalmente relacionados con las industrias extractivas (los
sectores de petróleo, gas y minería) son el Banco Internacional de Reconstrucción y
Desarrollo (BIRD), Agencia de Desarrollo Internacional (ADI), la Corporación Financiera
Internacional (CFI) y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI).
Abreviaturas
AC/O
AFEC
COICA
RIE
PIB
BIRD
AID
CFI
OPI
MMDS
OMGI
ONG
GBM
Asesor de Cumplimiento/Ombudsman
Asociación de Fondos para los Sistemas Críticos
Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica
Revisión de las Industrias Extractivas
Producto Interno Bruto
Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo
Asociación Internacional de Desarrollo
Corporación Financiera Internacional
Organizaciones de Pueblos Indígenas
Minería, Minerales, y Desarrollo Sustentable
Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones
Organización no Gubernamental
Grupo del Banco Mundial
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Resumen ejecutivo
Apreciación global
Los participantes en la primera Consulta Regional de la Revisión de las Industrias
Extractivas llevada a cabo en Río de Janeiro para la región de América Latina y el Caribe
representaron organizaciones no gubernamentales y pueblos indígenas (ONGS y OPIS
respectivamente), académicos y organizaciones de trabajadores, gobiernos, compañías
relacionadas con el petróleo, gas natural y la extracción de minerales y el Grupo del Banco
Mundial también.
Llevado a cabo como un taller en dos partes, el evento ofreció un foro abierto de dos días
para los testimonios y una sesión de información voluntaria con representantes del Grupo
del Banco Mundial. Esto continuó con un foro cerrado para participantes invitados que
presentaron casos prácticos y experiencias relacionadas con los sectores de petróleo, gas y
minería en América Latina, y los procesos, procedimientos, resguardos, normas y
proyectos del Banco Mundial en la región. El taller discutió tres posibles escenarios para un
rol del Banco en el futuro: abandonar su relación con el sector, mantener sus actuales
políticas y procesos, o cambiar a nuevas. Mientras esto produjo un amplio acuerdo en diez
temas principales dando la base de recomendaciones sobre el apoyo a la continuación de
la orientación de la acción del Banco en petróleo, gas y minería, se notaron importantes
áreas de disenso y puntos de vista alternativos. El proceso en su totalidad fue guiado por un
equipo de facilitadores y conducido por el Especialista de la Revisión de las Industrias
Extractivas el Dr. Emil Salim.
El Dr. Salim hizo hincapié en el hecho de que el criterio por el cual se juzga el pasado del
Banco y el potencial funcionamiento en el sector del petróleo, del gas y de la minería era su
propia meta para la erradicación de la pobreza a través del desarrollo sustentable. El
desarrollo sustentable significaba una sustentabilidad simultáneamente con respecto a la
economía, el medio ambiente y lo social – incrementando el bienestar de la sociedad,
manteniendo la armonía social y la cohesión y el funcionamiento de los ecosistemas. Dadas
las desventajas que los pobres deben afrontar fue necesario un accionar afirmativo, la
frecuente gobernabilidad ineficaz dentro de las áreas donde se llevó a cabo una gran
actividad extractiva, también constituía un factor. Por medio del tema de la Consulta el
Banco Mundial estableció un equilibrio entre los pobres, las compañías industriales y los
gobiernos.
Testimonios de la Sociedad Civil
Los testimonios documentaron la falta de crecimiento económico y el desarrollo en
Ecuador, el impacto del medio ambiente y socio-cultural del petróleo en Bolivia, el daño
cultural y social sustentados por las poblaciones Mapuche en la Argentina, el impacto de
las empresas mineras transnacionales en Perú y el conjunto variado de problemas asociados
con la minería artesanal en pequeña escala en Bolivia.
Como consecuencia de las discusiones se identificaron nueve áreas problemáticas: falta de
información, falta de comunicación, procesos de consulta ineficaces con poca
transparencia, falta de participación en la toma de decisiones y destinos distanciados,
pautas legales deficientes, injusticia en la distribución de los beneficios, baja generación de
empleo, corrupción, incumplimiento de contratos e incapacidad por parte del gobierno de
resolver problemas. Se propuso un fortalecimiento institucional de las organizaciones
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involucradas (incluso un adiestramiento para la mediación), marcos reguladores y
seguridad legal, el derecho de los participantes de tomar decisiones, participación en los
beneficios para el sector de las poblaciones indígenas. También requerían estudios sobre
impactos (del medio ambiente, social y económico) con la participación de los grupos
involucrados, sistemas para monitorear los impactos, transparencia en las consultas,
programas especiales para la minería artesanal, reclamos a nivel internacional,
indemnizaciones para la deuda ecológica, reorientación de los planes de las compañías
incluyendo el re-diseño de los proyectos, la posibilidad de moratorias y el desarrollo de
políticas internacionales para la sustentabilidad.
Casos prácticos
Los casos prácticos presentaron la experiencia positiva alcanzada con la minería, los
minerales y el proyecto de desarrollo sustentable en América Latina (MMSD), un nuevo
modelo para regiones de desarrollo utilizados en relación con la extracción del petróleo en
Colombia, y un ejemplo de la práctica más óptima de la industria del petróleo en Casanare,
Colombia.
Los comentarios vertidos sobre el proyecto de la Minería, Minerales y el Desarrollo
Sustentable (MMDS) recalcaron la conclusión de que la región era consciente de la
necesidad de desarrollar la minería pero asimismo de mejorar el funcionamiento de todos
los participantes del sector. El trabajo de la MMSD había demostrado que no era el caso
que la industria y la sociedad civil tenían visiones completamente separadas: había muchas
posiciones en común entre los jugadores. Todos estaban a favor de la minería, aún la
comunidad indígena, con la condición de que todo estuviera bien hecho, según concluyó un
integrante del equipo de la MMSD . El problema residía en que la comunidad local no
siempre estaba intelectualmente preparado para participar. Otra enseñanza que nos brindó
el proyecto del MMSD fue que sin embargo, mientras las industrias extractivas eran
positivas para aquellos que trabajaban para las mismas, no habían contribuido
suficientemente al desarrollo local.
Un informe gubernamental sobre el programa exitoso en la región de Magdalena Medio
en Colombia demostró que las inversiones del Banco Mundial habían sido esenciales para
el desarrollo de la economía extractiva en Colombia. Fue una manera de contrarrestar la
tendencia de las áreas de mayores recursos de tener indicadores de bienestar más pobres,
que es una nueva manera de intervenir que podría usarse como modelo para revertir la
generación de pobreza en las áreas que fueron impactadas con anterioridad en lugar de
beneficiarse por medio de la inversión petrolera.
La compleja realidad del impacto económico, social y cultural de la industria extractiva
sobre la comunidad - como es el caso de un proyecto de cobre y oro en la Argentina – fue
evidente a raíz de un estudio claro el que contrastó las percepciones obtenidas a través de
diferentes métodos de información reunida. Se concluyó que la minería tenía un impacto de
desarrollo positivo, y las protestas fueron dirigidas principalmente contra el gobierno local
en lugar de la compañía involucrada.
Experiencia negativa
Otros casos de estudio relacionados con la minería fueron más críticos: su impacto
económico y socio-económico en Perú, los impactos económico sociales y culturales de los
pobladores indígenas en la Argentina y las amenazas a la biodiversidad por las actividades
extractivas en Perú y Bolivia y la minería en Chile.
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Un caso práctico proporcionado por una ONG boliviana informó sobre el comienzo de un
proyecto para contactar mineros de pequeña escala con relación al impacto ambiental y
social en el corredor Vilacabamba-Amboro. Se resaltó la necesidad de implementar una
legislación ambiental en la Argentina para estimular una actitud pro-activa en pos de las
comunidades impactadas, que deberían participar en un proyecto legislativo. Una fundación
boliviana atribuyó sus propios logros a la legislación boliviana y al medio ambiente en su
totalidad que había apoyado la minería y beneficiado a la sociedad civil.
El grupo de trabajo que debatió estos asuntos concluyó que había una necesidad para
distinguir entre dos tipos de daños: el existente y el que se iba a producir, es decir,
prevenible. Los gobiernos tenían la responsabilidad de compensar el daño existente pero sin
embargo no se hicieron cargo de sus pasivos.
Entendimiento mutuo
Tres fueron los tópicos que predominaron en las discusiones subsiguientes: cuál debería
ser el rol del Banco Mundial a fin de alcanzar un desarrollos sustentable, cómo facilitar
efectos e impactos positivos y cómo evitar impactos negativos.
Para el marco de las actividades del Banco, hubo un entendimiento mutuo con relación a
las relaciones triangulares entre la sociedad civil, el gobierno y la industria y entre los
impactos económicos, ambientales y sociales. Las sugerencias relativas a la influencia o
intervención del Banco con el fin de promover un mayor desarrollo sustentable abarcaron
desde el desarrollo de las reglas y la provisión de adiestramiento para los procesos
participativos y consultivos para el financiamiento institucional con el propósito de
fortalecer las organizaciones indígenas. Se le recomendó al Banco persuadir a las
compañías con las cuales trabajaba para que escuchen más a lo que tenían que decirles la
sociedad civil y las comunidades que ellos impactaban.
A fin de favorecer los impactos positivos el Banco fue invitado a tomar medidas para
asegurar que los beneficios proporcionados por las actividades extractivas alcanzaran a las
comunidades involucradas. Podría evitar algunos de los impactos negativos incrementando
la transparencia de las consultas, promoviendo el derecho de las comunidades de decir que
“no” y estimulando la responsabilidad social de las empresas.
El Especialista llamó la atención a los dilemas que tiene que hacer frente el Banco en
aquellos casos donde había una gobernabilidad imperfecta y los beneficios no alcanzaron a
los pobres: debió participar donde hubo pobreza y donde utilizó una estrategia a favor de la
pobreza. El Banco tuvo como objetivo alcanzar el desarrollo sustentable y suministrar
fortalecimiento y poder a la sociedad civil.
Presentaciones del Banco Mundial
Las presentaciones del Banco Mundial subrayaron el rol fundamental del Banco como el
de una organización de desarrollo. El Grupo trabajó con los gobiernos y el sector privado –
este último dado que entendió que un sector público próspero era esencial para un buen
crecimiento y el crecimiento económico era esencial para la reducción de la pobreza. El
Grupo también explicó acerca de su plan de resguardos del medio ambiente y de la
sociedad, de su participación global hacia las normas del medio ambiente y social y su ciclo
de proyectos.
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Eficacia de los resguardos
Las discusiones subsiguientes desafiaron al Banco para demostrar la eficacia de los
resguardos para garantizar que sus proyectos se llevan a cabo correctamente, ya sea si
efectivamente la inversión petrolera mitiga la pobreza, cómo las industrias extractivas
habían contribuido al desarrollo, y si se podía confiar a los gobiernos la implementación de
políticas que transfieran una porción de las ganancias de cualquier ingreso de petróleo a las
municipios donde el mismo fue extraído. Se aclaró que el petróleo, el gas y la minería eran
empresas y que el sector empresarial no resolvía los temas sociales – sino que eran
resueltos mediante políticas públicas.
Se comentó además que si el Banco dejaba el sector minero ello no agregaría al proceso de
desarrollo sustentable porque la demanda del petróleo, gas y minería continuaría. Se
citaron ejemplos donde la actividad minera en mayor medida aumentaba la pobreza y otros
donde alentaba la calidad de vida de la comunidad, es decir, en los casos donde las
empresas y el gobierno trabajaron juntos responsablemente. Las autoridades del Banco
acordaron que las distintas partes del Grupo del Banco Mundial podrían trabajar mejor
juntos. La administración necesitaba asegurar la integración con el propósito de brindar
paquetes de asistencia sólidos dirigidos a lo social, medioambiental y económico.
Las preocupaciones que se suscitaron específicamente con respecto a los proyectos del
Banco en Latino América y el Caribe incluyeron el rol que el personal vislumbró para el
Banco y las políticas de las actividades subyacentes tales como el fortalecimiento
institucional y la asistencia técnica. Al personal se le preguntó con respecto a los requisitos
contractuales para las consultas y negociaciones públicas, y si existía una política que
incrementara el valor de los materiales extraídos a través del procesamiento secundario.
Los participantes solicitaron información con relación a la continuada reducción de la
pobreza y a los resultados que las contribuciones de las auditorías aportan al desarrollo.
Otras preocupaciones incluyeron la posibilidad de mitigar los pérdidas medioambientales
en el pasado, quiénes pueden garantizar los riesgos y cubrir las pérdidas medioambientales
luego de la privatización, la necesidad de que el Banco incluya minería en pequeña escala,
la necesidad permanente de la capacitación y los problemas que surgieron cuando las
culturas locales indiferentes a la asistencia, no fueron mitigados mediante un proceso de
educación.
Viabilidad del proyecto
El personal del Banco explicó que ellos tuvieron que asegurar el éxito de los proyectos en
todos los aspectos económicos incluyendo mitigar los riesgos políticos. El Banco brindó
seguridad socio-medioambiental la cual aseguró que la gente fuera consultada,
especialmente para los proyectos más grandes. El rol en su totalidad fue asegurar la
contribución de sus proyectos al desarrollo sustentable. A fin de evaluar el desempeño, el
componente de la CFI se ocupó de los proyectos como de costumbre cinco años después de
su aprobación y aplicaron muchos indicadores a las empresas involucradas. Un ejemplo de
cómo a través de su estrategia el Banco peleó contra la pobreza fue la ayuda del Banco
Mundial junto con la CFI para lograr que la industria del petróleo en la Argentina fuera más
productiva, viable y más ecológica.
Tres escenarios
Para ocuparnos de tres escenarios propuestos por el Especialista, los grupos de trabajo
informaron sobre las relaciones futuras entre el Grupo del Banco Mundial y el petróleo, gas
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y los sectores mineros en el caso del retiro total del Banco, continuando con el status quo y
con un rol expandido o cambiado.
Frente a un retiro total el Banco mismo tendría recursos para otros proyectos pero las
oportunidades de desarrollo en los países que tienen industrias extractivas serían más
pobres.
Mantener el status quo fue la opción segura pero fue un riesgo para la industria que hizo
un aporte menor que el aporte completo a los Objetivos de Desarrollo para el Milenio de las
Naciones Unidas. La Sociedad Civil todavía tenía oportunidades bajo las condiciones
imperantes para crear un banco de conocimientos para diseminar información. Habría una
pequeña intervención para el Banco a nivel de país pero la discusión multisectorial (por
ejemplo la RIE misma) podría crearse para influenciar al Grupo del Banco Mundial de
mayor envergadura que en los países en sí. Los riesgos para el gobierno se basaban en la
tendencia del Grupo del Banco Mundial de reducir sus contribuciones financieras a las
industrias extractivas. Los gobiernos mantendrían una percepción equivocada en cuanto a la
importancia de las industrias extractivas para el desarrollo sustentable.
Cambiando el Banco
Las oportunidades para efectuar el cambio de rol del Banco se basaban en apoyar a otros
participantes en sus contribuciones para mejorar las condiciones de vida de la gente y la
lucha contra la pobreza. El Banco podría ser un participante clave por medio del
fortalecimiento de la gobernabilidad y estimulando la participación de todos los
participantes a través de un enfoque común. A través de servicios de asistencia técnica y
otorgando a la industria acceso al financiamiento, podría mejorar su propia imagen entre los
diferentes participantes modificando su forma de trabajar y comunicándose con ellos. Para
las empresas existirían oportunidades de ampliar el financiamiento a la minería artesanal en
pequeña escala. El apoyo técnico y financiero a la empresas por parte del Banco podría
reducir la contaminación ambiental. Mediante un mayor acceso a los créditos del Banco
Mundial las empresas podrían generar mayores beneficios a las comunidades. Para la
sociedad civil, las oportunidades se basaban en mejorar las capacidades de los participantes,
brindarles poder y darles mayor participación. Para los gobiernos la actividad cada vez
mayor del Banco Mundial sería una oportunidad de financiar iniciativas para desarrollar
las industrias extractivas, incluyendo la mejora de la información geológica.
Consenso General
El especialista exigió la elaboración de diez temas sobre los cuales quería conocer las
recomendaciones específicas de Latinoamérica. Deberán ser a largo plazo, implementables
y pactables por el Grupo del Banco Mundial en el supuesto caso de que el Banco
continuara vinculado a las industrias extractivas. Los temas eran los siguientes:


Empoderamiento de la sociedad civil - planificar foros de decisión equitativos,
desarrollar la capacidad de los ciudadanos para participar en proyectos para la toma
de decisiones y estudiar los impactos económicos y medioambientales. El Banco
también deberá financiar estudios económicos-ecológicos zonales con el propósito
de disminuir conflictos.
Buena gobernabilidad – apoyo para políticas socio-medioambientales claras,
sistemas para la distribución de los beneficios emergentes de las actividades de la
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







industria extractiva, aumento de la capacidad, mejores flujos de información y
acceso a una tecnología limpia.
Responsabilidad empresarial en relación a lo socio-medioambiental – promover
mejores prácticas por parte de las empresas y compromisos con los temas sociomedioambientales mediante su incorporación en los requisitos financieros del
Banco; diálogos entre los diversos participantes y el desarrollo de indicadores de
desempeño.
Aumento de la capacitación – la capacitación y otro apoyo para facilitar los
procesos tripartitos. También deberá igualar
la capacidad directiva y el
conocimiento, alternativas de desarrollo sustentable para la comunidad y promover
la participación en el monitoreo de la industria del petróleo, del gas y de la minería.
Minería en pequeña escala – apoyo para la minería en pequeña escala dentro de sus
áreas de formalización, administración gubernamental, mejora
sociomedioambiental, evaluación y monitoreo.
Pasivos medioambientales – apoyo de los esfuerzos para realizar la limpieza del
medio ambiente del petróleo, el gas y de la minería que constituyen legados del
pasado, a través de subvenciones para los inventarios cualitativos y cuantitativos de
los pasivos medioambientales, identificando tecnologías para mitigarlos e
implementando los proyectos correspondientes y asistir en la priorización de los
pasivos en base al riesgo socio-medioambiental y económico.
Normas, directivas y monitoreo – preparación y amplia diseminación de las
directivas socio-medioambientales para la minería (y separadamente para la
minería en pequeña escala y artesanal) y conferir empoderamientos a las
autoridades medioambientales; las comunidades y la introducción de indicadores
estandarizados.
Administración de conflictos – obligación de facilitar y administrar la resolución de
conflictos al comienzo de los proyectos, desarrollo de capacitación local para el
mismo y una mejor comunicación y definición de las normas socio-económicas por
el Banco hacia todos los participantes involucrados.
Administración de ingresos – promover una distribución equitativa de los ingresos
provenientes del petróleo, del gas y de los proyectos de la minería mediante el
aumento de flujos de ingresos, asignación de ingresos fiscales provenientes de
alquileres, impuestos y regalías, asignación eficaz de recursos y un programa para
medir el impacto y estabilizar el uso del recurso.
Desarrollar la asociación – planificación y apoyo de mesas redondas financiadas
por el Banco para llevar a cabo diálogos tripartitos entre la sociedad civil, el
gobierno y la industria, las que conducirían a formular recomendaciones capaces de
unir a todos los participantes. Deberá haber un monitoreo de seguimiento y
participativo con respecto a los impactos socio-culturales y medioambientales.
Opiniones alternativas
Una declaración emitida por los representantes de la sociedad civil (que incluye a la
comunidad indígena) recalcó temas concernientes a la consulta en sí y en cuanto a si las
industrias extractivas habían contribuido o no a paliar la pobreza dentro de la región.
La declaración criticó la consulta por su enfoque limitado y su participación desigual
(una abrumadora participación proveniente de los sectores de la minería y del petróleo)
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y una fuente de información desequilibrada (algunos tuvieron acceso a los datos de
primera mano y otros no). Esto limitó el análisis de los problemas. Desde el punto de
vista de lo substancial, se debió centrar la atención en la distribución injusta de la
riqueza proveniente de la industria extractiva y si esto contribuyó al desarrollo
económico y lucha contra la pobreza.
El grupo disidente recomendó que el enfoque de la Revisión se amplíe con un
entendimiento comprensivo de las consecuencias socio-medioambientales del
desarrollo mediante las actividades extractivas. El Banco no había podido probar que
las industrias extractivas contribuían a paliar la pobreza. Por consiguiente, deberá
reorientar sus inversiones a otros sectores, y reorientar sus políticas de desarrollo hacia
actividades que tienen un mayor impacto en la lucha contra la pobreza tales como la
educación y la salud, la agricultura sustentable y el turismo. Dado los impactos
negativos económicos y socio-medioambientales, esta opinión rechazó todos los
esfuerzos de ampliar indiscriminadamente las actividades petrolíferas y mineras en
Latinoamérica y en los países del Caribe.
Impactos abrumadores
Representantes de las comunidades indígenas subrayaron los abrumadores impactos
sociales, culturales, económicos y medioambientales originados por las industrias
extractivas y por las cuales se deberían pagar indemnizaciones. No se habían
reconocido sus derechos fundamentales ni los constantes intentos de manipular a sus
líderes, con el propósito de dividir a sus comunidades. No había normas ni
procedimientos que garantizaran la consulta previa y su derecho de participar en la
toma de decisiones. Tampoco había políticas ni procedimientos que garanticen que las
comunidades se beneficien de las ganancias generadas por las industrias extractivas, y
que las mismas contribuyan al desarrollo de sus comunidades y a paliar la pobreza.
La participación de las comunidades indígenas en el diálogo tripartito no alcanzaron
a satisfacer los principios básicos de equidad – dada su condición de desigualdad no
sólo en términos financieros sino en términos de capacidad comparado con el gobierno
y la industria. Las actividades extractivas en los territorios indígenas también
amenazaron la conservación de la biodiversidad y las tradiciones ancestrales, que
fueron garantizadas por otras herramientas internacionales tales como la Convención
Internacional de la Organización del Trabajo 169, sobre Poblaciones Indígenas y
Tribales de los Países Independientes, como así también la Convención de Diversidad
Biológica. El Banco Mundial tampoco había seguido el proceso de consulta
recomendado por las comunidades indígenas en la Revisión del Banco Mundial en
relación a la Política Operacional 4.10 que se refiere a la Población Indígena.
Trabajo mancomunado
Al cierre del taller, el Dr. Salim reconoció los conflictos de interés existentes entre
los participantes mayoritarios - la demanda por parte de la sociedad civil para que las
poblaciones impactadas sean tratadas con dignidad, la industria opinó que sus
esfuerzos brindaron los ingresos que podrían utilizarse para reducir la pobreza, la
posición de los gobiernos en el sentido de que fueron elegidos y que son responsables
de sus parlamentos quienes a su vez asignaron los recursos y las propias restricciones
financieras del Grupo del Banco Mundial las que fueron exacerbadas por presiones de
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la sociedad civil. Para reunión los participantes sin embargo se habían reunido en una
sala para comenzar el debate: las tensiones eran mínimas, se había suscitado cierta
confianza y se había acordado que se trabajaría mancomunadamente.
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Contenidos
Notas
Abreviaturas y acrónimos
Resumen ejecutivo
1.
Introducción
Sesión abierta
2. Bienvenida del Especialista Prof. Dr. Emil Salim
3. Presentaciones testimoniales
Contribución de las industrias extractivas al desarrollo
Diálogo y consulta
Impactos medioambientales y socio-culturales
Daño cultural y social
El impacto de compañías mineras transnacionales
Minería artesanal y en pequeña escala
4. Intercambio voluntario de información del Banco Mundial
El Banco Mundial y el desarrollo
Trabajando con los gobiernos
Trabajando con el sector privado
Resguardos de proyectos
Defensa global
Preguntas y respuestas
La Consulta
5. Discurso principal del Prof. Dr. Emil Salim
6. Presentación del Director, Secretaría de la RIE,
Bernard Salomé
7. Casos prácticos: impactos ambientales, sociales
y económicos de los proyectos de petróleo, gas
natural y minería
El proyecto MMDS en Sudamérica y zonas de desarrollo
Para las economías extractivas
La legislación ambiental y la política petrolera
La minería en el Perú
Las amenazas a la biodiversidad y un ejemplo del desarrollo
sustentable en la minería
El monitoreo económico, los impactos culturales
y sociales (Argentina)
Mejores prácticas en Casanare
Una pequeña central hidroeléctrica para una mina
Discusión general
1
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8. Inversiones del Banco Mundial y el ciclo
del proyecto en Latinoamérica y el Caribe
Proyectos de industrias extractivas en Latinoamérica
Preguntas y comentarios
9. Tres escenarios
Completo retiro
Continuando el status quo
Expansión y cambio
Discusiones plenarias
10. Areas de consenso
11. Opiniones alternativas
12. Comentarios finales del Prof. Dr. Emil Salim
Anexos
1. Agenda del taller
2. Lista de participantes
Información adicional en el sitio web de la RIE (www.eireview.org)
3. Transcripción del discurso de bienvenida del Prof. Dr. Salim
4. Transcripción de los testimonios de las comunidades locales e indígenas
5. Transcripciones de exposiciones de información involuntaria del GBM
6. Transcripciones de estudios de casos de impactos medioambientales, sociales y
económicos
7. Transcripción del discurso principal del Prof. Dr. Emil Salim
8. Transcripción de las exposiciones en el plenario del GBM
9. Información de los participantes del mercado
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1. Introducción
La Revisión de Industrias Extractivas llevó a cabo el primero de cuatro talleres
regionales planificados como un grupo de consulta múltiple para grupos relacionados
con la práctica de minería y petróleo y la extracción de gas en Latinoamérica y el
Caribe. Su objetivo era el relacionamiento pasado, presente y futuro del Grupo del
Banco Mundial en estas industrias en la región y en el contexto del objetivo del Banco
de concentrarse en la reducción de la pobreza y el desarrollo sustentable.
Los aproximadamente 85 participantes que participaron representaron organizaciones
no gubernamentales y de pueblos indígenas (ONGs y OPIs respectivamente),
académicos y el trabajo organizado, gobiernos, compañías relacionadas con el petróleo,
gas y la extracción de minerales y también el Grupo del Banco Mundial .
La consulta, que fue un foro cerrado para participantes que fueron invitados o auto
seleccionados, fue precedida por un foro abierto de dos días para testimonios (ver el
capítulo 3) de gente indígena y representantes de la comunidad y para una sesión de
información voluntaria con representantes del Grupo del Banco Mundial (capítulo 4).
Las exposiciones del Banco cubrieron el trabajo de su evaluación de proyectos, medio
ambiente, petróleo y gas, y sus departamentos mineros. También se hicieron arreglos
para un lugar de Mercado de Información, donde las ONGs y OPIs y el petróleo, gas y
compañías mineras pudieran armar exhibiciones como fondo a discusiones adicionales.
La agenda de la sesión cerrada presentó estudios de casos de ONGs y OPIs e
industrias extractivas en los impactos sociales, medioambientales y económicos del
petróleo, gas y los proyectos mineros en las regiones de Latinoamérica y el Caribe (ver
el capítulo 7). Las discusiones subsiguientes de sus implicancias para con el Grupo del
Banco fueron informadas en las presentaciones del Banco de sus procesos,
procedimientos, resguardos, normas y proyectos en la región (capítulo 8). Esto preparó
la escena para tres posibles escenarios de un rol del Grupo del Banco: su, retiro
completo de los sectores, continuación del status quo, o expansión y cambio de la
participación del Grupo (capítulo 9). Durante sus fases finales la Consulta discutió diez
asuntos importantes como la base de sus recomendaciones acción-orientadas (capítulo
10). En concordancia con las pautas de la RIE, se tomo nota durante los talleres de los
disensos, los que podrían estar incluidos en el informe final del Presidente del Banco .
Están resumidos en el capítulo 11.
Todo el proceso fue introducido (capítulo 2, también los anexos 3 y 6), monitoreado y
guiado por el especialista del RIE, el Profesor Dr. Emil Salim , quién usará las entradas
de la consulta y recomendaciones como parte de su informe final al Presidente del
Banco, James Wolfensohn, a mediados del 2003, sobre las Industrias Extractivas y el
Grupo del Banco. Sus conclusiones están resumidas en el capítulo 12.
Material adicional de la consulta de Río de Janeiro, incluyendo el estudio de casos,
testimonios y las presentaciones del Grupo del Banco, junto con información de
antecedentes se pueden encontrar en la página web de la RIE: www.eireview.org
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Sesión abierta
2. Bienvenida del especialista Prof. Dr. Emil Salim
Después de dar la bienvenida a los participantes al foro abierto de los talleres, el Dr.
Salim presentó a continuación los testimonios y las exposiciones del Banco Mundial
como una oportunidad para discutir las experiencias de las comunidades y los pueblos
indígenas, sus experiencias cuando las industrias extractivas fueron desarrolladas en sus
respectivos países y áreas.
Cuando las industrias extractivas se encargaron de explotar los recursos naturales,
compitieron con los intereses y necesidades de otros, destacó. La pregunta era cómo
permitir la explotación de los recursos naturales mientras la gente local, la gente
indígena, la sociedad, no solo incrementaba su nivel de vida sino su calidad de vida. Esa
es la razón por la cual el Banco Mundial nombró un especialista para hacer una revisión
de cómo se llevaba a cabo, qué lecciones se habían aprendido, y qué hacer en el futuro
para lograr que el objetivo de la erradicación de la pobreza pueda ser obtenido a través
de un desarrollo sustentable.
Tres pilares del desarrollo sustentable
El desarrollo sustentable tiene tres bases o pilares, explicó el Dr. Salim. El desarrollo
sustentable significa que en términos económicos el bienestar de la sociedad puede ser
aumentado. No habría pobreza en tal sociedad, los niveles de vida y la calidad de vida
aumentarían. La sustentabilidad social, el segundo pilar, significa que mientras la
sustentabilidad social se lleva a cabo la sociedad no se desintegra, sino que mejora:
existe la armonía social, se mantiene la cohesión social, la desintegración social no
ocurre. La tercera base es la sustentabilidad del medio ambiente. Esto ocurre cuando los
sistemas ecológicos siguen funcionando y los recursos renovables como las plantas,
fauna y flora continúan. La naturaleza, los recursos naturales, los ecosistemas continúan
funcionando mientras la minería y la extracción de petróleo y gas (recursos no
renovables) no contaminen el medio ambiente.
A través del desarrollo sustentable el Banco desea erradicar la pobreza, enfermedades,
el bajo nivel de vida, el no acceso al agua potable y los poblamientos humanos pobres.
Esto no se había cumplido en el pasado pues el desarrollo sustentable no estaba en la
agenda. La erradicación de la pobreza no había sido el objetivo. Las preguntas son
ahora ¿qué errores se cometieron? y ¿cuáles fueron las lecciones aprendidas?
Los talleres de la RIE fueron una reunión entre los que sintieron que los
representantes de la gente local, la gente indígena habían experimentado cambios de
crecimiento en el campo del desarrollo en la última parte del siglo 20. ¿Si esa
experiencia había sido buena, cómo podría ser continuada? ¿Si había sido mala, cómo
podría se eliminada?
Independencia del especialista
El Dr. Salim dijo que no había venido como representante del Banco Mundial. Por lo
contrario, que el Banco Mundial estaba bajo su escrutinio. Si no estuvieran haciendo
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bien su trabajo se lo diría al Presidente del Banco Mundial. Si lo estuvieran haciendo
bien, también se los diría. Pero que él quería mantener las distancias con el Banco
Mundial porque su trabajo era evaluar lo que el Banco Mundial estuviere haciendo.
Tampoco es el Dr. Salim un representante de las empresas, aunque le gusta saber lo
que hacen. La industria tampoco le paga por su trabajo, así que allí también tiene que
mantener distancia. Tampoco es él parte de un gobierno. Pero lo que los gobiernos
hacen es también parte de su enfoque, ver si están actuando correctamente en la
erradicación de la pobreza a través del desarrollo sustentable. Tampoco es él una
persona indígena de Latinoamérica o el Caribe. Por lo que no protege los intereses de
los pueblos indígenas. Pero que sí quiere entender cuáles son los problemas de los
pueblos indígenas.
Finalmente, él es independiente de las ONGs (organizaciones no gubernamentales).
Dependía de ellos el gustar de él, pero que no trataba de ganar su apoyo en particular
porque hacía su trabajo de acuerdo a su conciencia, de lo que consideraba correcto, de
lo que sentía se le debía decir al Banco Mundial.
Cambiando el Banco Mundial
Su deseo es que todos los participantes se combinen en una gran fuerza que pueda
empujar al Banco Mundial hacia la erradicación de la pobreza a través del desarrollo
sustentable. Podríamos tener un mundo, hacia el 2010 o el 2020, con desarrollo
llevándose a cabo, pero con un aumento de la calidad de vida de los pueblos indígenas,
de la sociedad, de la gente local. No quedándose atrás de los que estén avanzando por lo
que hace la industria extractiva, la minería, el petróleo y el gas.
El Dr. Salim le pidió a los participantes que fueran honestos. Que no era un
diplomático sino un profesor de la universidad y que quería que fuesen francos, que
dijeran que lo “negro es negro”, lo “incorrecto es incorrecto” y lo “correcto es
correcto”. Quería saber que si las cosas habían ido mal, cómo mejorarlas y corregirlas ,
y si estaban bien, cómo mejorarlas aún más.
Al final del camino, el Dr. Salim esperaba que para el 2012, en diez años, podríamos,
juntos, hacer una diferencia y que la industria extractiva cumpliera su rol en el mundo
de aumentar el bienestar social de la gente en una manera digna.
3. Presentaciones testimoniales
Los testimonios presentados durante un foro abierto sobre el impacto del petróleo, gas y
la minería en los pueblos indígenas identifico nueve áreas de problemas:
· Falta de información
· Falta de comunicación
· Proceso de consulta inadecuado y baja transparencia
· Falta de participación en los procesos de decisión, y distancia a los lugares
· Estructura legal deficiente – violación territorial
· Distribución injusta de los beneficios
· Baja generación de empleo
· Corrupción
· Contratos no cumplidos
· Falta de capacidad del gobierno para resolver los problemas
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Dos testimonios explican una imagen clara. Tomando como ejemplo la explotación del
petróleo en Ecuador, una ONG de derechos humanos examinó la contribución de las
industrias extractivas al desarrollo. Una asociación de nueve organizaciones de pueblos
indígenas tomo el tema de la consulta y participación entre la gente aborigen, el
gobierno y los medios. Continuó con seis estudios nacionales: los impactos
medioambientales y socio-culturales de la industria del hidrocarburo en Bolivia, daño
cultural y social en la Argentina, el impacto de compañías mineras transnacionales en
Perú, y minería en pequeña escala y artesanal en Bolivia.
Las propuestas requiriendo apoyo hechas durante las presentaciones y discusiones
incluyeron la necesidad de:
· Fortalecimiento institucional de las organizaciones involucradas (incluyendo
entrenamiento para la mediación)
· Seguridad legal y marco regulador
· Derecho a tomar decisiones por parte de los involucrados
· Participación en los beneficios para el sector de las personas indígenas
· Estudios de impacto (medioambiental, social, económico) y participación de los
grupos involucrados
· Sistemas para monitorear los impactos
· Transparencia en las consultas
· Sistemas de información
· Programas especiales para minería artesanal
· Reclamos a nivel internacional
· Indemnización por deuda ecológica
· Reorientación de los rediseños de planeamiento y proyecto de las compañías
· Moratoria (panorama de actividades)
· Desarrollo de políticas internacionales – sustentabilidad
Contribución de las industrias extractivas al desarrollo: petróleo en Ecuador
Evaluando la contribución de la industria del petróleo al desarrollo económico del
Ecuador, el presentador del Centro del Ecuador para los Derechos Sociales y
Económicos citó la contribución del sector al total de las exportaciones (35 %), PIB (12
%) y al presupuesto nacional (35 %). El ingreso por petróleo sobrepasó al total
combinado obtenido por impuestos. En el último, sin embargo, hubo un impuesto a los
ingresos de alrededor de sólo un 12 %, que se entiende es el más bajo de Latinoamérica.
Las dinámicas económicas del Ecuador fueron por lo tanto determinadas por el petróleo
y sujetas a sus fluctuaciones, señaló el orador.
No obstante, aunque 30 % de reservas probadas habían sido extraídas en los últimos
30 años, la situación social no había mejorado; de hecho había parecido empeorar. Los
datos mostraban que los ingresos por petróleo eran del mismo monto que el pago de la
deuda externa (48 % del presupuesto). Esto comparado a menos del 15 % para la
educación y salud combinados. Los gastos sociales per cápita , a pesar de la riqueza del
petróleo, habían estado bajando. Una razón de la actuación social pobre, desde el punto
de vista del orador, fueron los contratos de servicios pobremente manejados y los
acuerdos de participación que ubicaron crecientes sectores de la actividad petrolera en
manos privadas. Ambos dañaron la empresa estatal de petróleos.
La experiencia del Ecuador, apoyada por evidencia en los estudios del Ombudsman
del Banco Mundial, desafió el punto de vista del Banco que el apoyo a la minería y a la
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extracción del petróleo era una forma de combatir la pobreza y extender el desarrollo,
dijo el orador. Los países que dependían de esos recursos, él afirmó, eran los más
pobres y mostraban la inversión más baja en desarrollo humano. El creyó que el Banco
Mundial había jugado un papel principal provocando ésto, a través de los programas de
ajuste estructural, la insistencia en la prioridad del pago de la deuda, el apoyo a la
privatización, y más recientemente, su promoción del desarrollo del petróleo en los
países Andinos y Amazónicos.
El orador concluyó que los recursos petroleros no habían promovido ni el crecimiento
económico ni el desarrollo en el Ecuador - menos que todo desarrollo sustentable. El
modelo petrolero en sí mismo fue defectuoso pues introdujo pocas conexiones, no
incluyó valor agregado y no usó componentes locales. En Ecuador, el problema del
desarrollo de ingresos a partir del petróleo no se podía considerar sin incluir el asunto
de la deuda externa. El Banco Mundial también tenía que entender, dijo el orador, que
la dependencia económica de los recursos del petróleo producía una alta vulnerabilidad
en las fluctuaciones del precio del petróleo y en el tipo de estructura productiva que
generaba. Era necesario diversificar el aparato productivo. En el caso del Ecuador una
evaluación era necesaria para mostrar que una transferencia del sector petrolero a
manos privadas era realmente beneficiosa para el Estado y por lo tanto para los gastos
sociales. El manejo de los recursos también tenía que ser transparente.
Diálogo y consulta: gente indígena y gobiernos
COICA, una organización, compuesta por organizaciones nacionales de nueve países
amazónicos, atrajo la atención al impacto social y cultural de las actividades de la
industria extractiva y al asunto de la participación en los procesos de decisión.
Los impactos medioambientales mayores involucraron daños que afectaron al
abastecimiento de comida, lo que a su vez arriesgó la mismísima identidad e idioma de
la gente. La perforación del petróleo derivó en importantes cambios en los procesos
culturales de la gente. Así, los estudios de impacto tenían que ser no sólo
medioambientales, pero también culturales y sociales.
Con respecto a la participación, no sólo tenía que ser un derecho, sino una obligación
de la gente indígena tanto como de los gobiernos y las empresas. Los casos relativos
eran la ignorancia de derechos fundamentales y su descuido por parte de los mismos
indígenas, y la manipulación de algunos de los líderes de los indígenas. Esto requirió el
fortalecimiento institucional para que ellos pudieran establecer y defender estrategias y
llevar a cabo acciones que fueran lo mejor para la gente y las comunidades. Los
indígenas no sólo querían ser consultados, querían ser parte del proceso de toma de
decisiones.
La información sobre los proyectos tenía que ser la adecuada, lo que significó la
inclusión de las posiciones indígenas. Pero era imposible establecer una posición sin
programas y procedimientos judiciales que les dieran a los indígenas una visión de lo
que se entendía como desarrollo y sustentabilidad. Acciones dentro de la región
amazónica habían producido consecuencias de las que sería imposible recuperarse, dijo
el orador. Esto impediría el proceso, ahora en camino, de persuadir a la gente de
quedarse donde estaban, en la tierra, en lugar de apiñarse en las grandes ciudades.
Impactos medioambientales y socio-culturales de los hidrocarburos en Bolivia
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Un 80 % de los territorios indígenas de Bolivia fueron afectados por la actividad
petrolera, dijo un orador de la Confederación Indígena de Bolivia. Algunos estaban ya
en operaciones, otros en la fase de exploración. Los proyectos principales eran los
gasoductos para la exportación de gas. Los problemas, explicaron, iban desde una falta
de información clara a la gente afectada, a decisiones macro hechas por el estado que no
tenía conocimiento de los proyectos que se llevarían a cabo. Incluían un sistema de
consulta débil y una inadecuada representación de las comunidades indígenas en las
negociaciones.
Al principio, los funcionarios de gobierno no consideraron las cantidades de personas
involucradas, el terreno geográfico y las diferencias entre los pueblos indígenas. A
menudo los estudios de evaluación de los impactos fueron diseñados de una manera
general, eran buenos para muchos proyectos pero no adecuados a realidades específicas
en el campo de actividades. A nivel de campo, el estado no tenía capacidad de
monitorear lo que estaba pasando.
Las comunidades no tenían información y conocimiento de los procedimientos que
tenían que seguir las empresas; no entendían los términos técnicos utilizados y como
resultado aceptaron y firmaron que habían recibido información y que habían sido
consultados cuando en realidad esto no había ocurrido. En algunos casos, se habían
contratado individuos como representantes aunque ellos no tenían ninguna base real
dentro de la comunidad.
Como consecuencia, algunas comunidades se habían dispersado por la explotación del
petróleo hacia nuevos lugares donde ya no funcionaron como una comunidad y por
consiguiente fueron llevados al borde de la extinción. Los impactos culturales fueron
desde la introducción de pequeños regalos que minaron la unidad de la comunidad a
cambios en la manera que la comunidad se organizaba y tomaba decisiones de cómo se
debería utilizar la tierra.
La polución de recursos escasos de agua había producido enfermedades en los
humanos y animales cosa que las autoridades estatales fallaron en evaluar, dijo el
orador. Aún a 20 km de distancia, después de los accidentes los cultivos se redujeron
hasta un 80 % de la producción en algunas áreas. Los fuegos causaron polución
atmosférica y accidentes de todo tipo produjeron un ambiente de incertidumbre. En un
caso, se le había prohibido a las comunidades encender fuegos a una distancia de entre
100 y 200 metros de un gasoducto que estaba siendo probado: entretanto no les habían
proporcionado comida. En realidad, no había habido compensación de ningún tipo para
las comunidades a partir de los ingresos cobrados por el estado.
Una alternativa, dijo el orador, sería que el estado asumiera total responsabilidad en
dar información oportuna, eficiente y adecuada a los grupos indígenas. “Adecuada”,
significaría en varios idiomas y a través de líderes con capacidad de percibir la
información y transmitirla a sus comunidades. Esto desarrollaría la capacidad junto con
los pueblos indígenas de participar en los estudios de impacto e involucrarse
directamente en un monitoreo permanente de las actividades.
Daño cultural y social
La Coordinadora de Organizaciones Mapuches, una ONG de la provincia del Neuquen,
Argentina, explico que el pueblo Mapuche se extiende a lo largo de la frontera (que no
reconocen) entre Argentina y Chile. En Loma de la Lata, dos comunidades han estado
lidiando con dos compañías petroleras por aproximadamente 30 años. Ninguna
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compañía había pedido o requerido el consentimiento de las comunidades. Las
autoridades estatales y las compañías rechazaron las propuestas de diálogo.
Entretanto el territorio se había contaminado intensa e irreversiblemente, con serios
impactos en la salud de niños y ancianos, una afirmación rechazada por las autoridades
estatales. Los Mapuches exigieron el derecho a ser consultados y de rehusar su
consentimiento. Las compañías afirmaron que los Mapuches habían venido desde Chile
y debían ser tratados como tales.
Enfrentados con las negativas a negociar, los Mapuches habían impuesto sus propias
condiciones dentro del territorio. La compañía había respondido con propuestas de que
a las comunidades se les pagara un derecho de paso. Se llegó a un acuerdo, pero la
compañía no lo cumplió, lo que llevó a una ocupación por parte de los Mapuches de
una importante planta de procesamiento del área. El fracaso de negociaciones
adicionales terminó en apelaciones, primero a nivel nacional, con posterioridad en la
Corte Interamericana de Derechos Humanos en los Estados Unidos.
Además de las demandas concernientes a los derechos territoriales, los Mapuches
exigían compensaciones por el daño cultural inflingido por la extracción del petróleo y
el gas. Todas las actividades de ese tipo deben ser detenidas en los territorios
Mapuches, decía su documento principal. Abogaban por un cambio a fuentes
alternativas de energía, p.ej. biomasa, eólica y energía solar. También solicitaban la
renovación de los planes petroleros a “niveles realistas y sensibles”, evitando nuevas
actividades de exploración, cierre de pozos, reducción de las extracciones y
establecimiento de áreas intocables , libres de petróleo.
El impacto de compañías mineras transnacionales
Perú podría vivir sin la minería, insistió la Coordinadora Nacional de Comunidades
Peruanas afectadas por la minería. Tal era la riqueza, dijo la ONG, más de 80
compañías estaban activas, sin contar de 60 a 90 pequeñas. Perú había atraído 10 de
las más importantes compañías mineras del mundo.
Una situación similar existía con los recursos de energía en la selva y bajo el océano.
La presencia de la exportación del petróleo, gas y minería en Perú, él decía, consistía en
la polución del aire por las fundiciones, explosiones, ríos contaminados, pájaros
muertos en los lagos, pobreza en las comunidades. Grupos indígenas no verificados con
riesgo de ser desplazados.
Un mapa de la crisis social y medioambiental del Perú incluía el proyecto de Tambo
Grande donde operaciones potenciales de una compañía multinacional amenazaban un
inmenso valle dedicado a la agricultura. La minería crearía allí de 6.000 a 8.000 puestos
de trabajo; estarían en riesgo unos 36.000 puestos de trabajo en la agricultura.
Otro ejemplo era el proyecto Yanacocha, que aparte de un muy conocido derrame de
mercurio, había desplazado los peces hacia aguas profundas privando a los pescadores
locales de su trabajo. Al mismo tiempo una compañía que estaba siendo procesada en
los Estados Unidos se había encargado de las minas pertenecientes a Centrominas y
teóricamente había elevado la polución a niveles críticos.
El expositor se oponía a inversiones adicionales en el Perú por no generar empleo
masivo, menos de 1 millón, aparte de 20.000 a 30.000 trabajando en minería en
pequeña escala. En minas más antiguas la tendencia era de trabajar con contratistas y
mano de obra provista por terceros; trabajos precarios y pocos trabajadores
permanentes. La minería moderna no trajo beneficios a las comunidades porque la
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tecnología avanzada necesitaba mano de obra calificada. La resultante exclusión de la
gente local de la fuerza laboral creó tensión social.
La minería en el Perú, sintetizó el orador, violó las propiedades de las comunidades
locales, no invirtió en programas de desarrollo social y productivo como compensación.
La construcción de escuelas y hospitales, insistió, no solucionó los problemas de los
campesinos y las comunidades locales.
Un ejemplo específico relacionado con el Banco Mundial fue el proyecto Quellaveco
en el que la CFI tuvo una participación del 20%. Al mismo tiempo de ser un accionista,
explicó un representante de la Asociación de Trabajadores del Perú, la CFI había
financiado el estudio de factibilidad. A nivel nacional, un estudio de impacto ambiental
con importantes deficiencias había sido aceptado. La compañía minera Quellaveco
presentó el proyecto a las comunidades, cada una de las cuales hizo observaciones, pero
estos puntos de vista no se incluyeron en el documento de estudio del impacto
medioambiental.
Aunque disponible para las comunidades, el documento,
que los expertos
internacionales habían criticado, era imposible de leer. Un resumen ejecutivo emitido el
día de la consulta, también fue imposible de ver, leer y entender, la Asociación de
Trabajadores, estaba mientras tanto esperando la publicación de los estudios de la CFI
esta habría sido otra oportunidad para que las comunidades hicieran conocer sus puntos
de vista, pero fue perdida por falta de acceso a información de cómo hacerlo.
Aún cuando el documento fuera aprobado, habría un problema con el Estado, que en el
Perú no tiene los medios técnicos necesarios, en especial personal calificado. El
Estado era también incapaz de inspeccionar las actividades mineras que están a 1.250
km al sur de la capital, Lima. También había autorizado el uso de agua aunque sus
propios departamentos dijeron que había una falta crítica de la misma.
El Banco Mundial también estaba involucrada en la mina de Yanacocha a través de un
5% de acciones poseídas por la CFI. Como resultado de la mina, el orador dijo, el
pueblo de Cajamarca que previamente había sido el cuarto más pobre del Perú se había
vuelto el segundo más pobre. Las personas locales habían estado presentando reclamos
a la CFI desde 1990. No habían sido resueltas ni absueltas en el ínterin: la CFI intervino
después del derrame de mercurio y estaba haciendo ahora una investigación social.
Además de los constantes riesgos de salud por el mercurio, habían habido pérdidas
económicas en la agricultura cuyos productos ya no podían encontrar mercados. Las
cosas empeorarían para los agricultores si la minera Yanacocha se expandiera,
demandando todavía más agua.
Resumiendo, dijo el orador, el Banco Mundial había usado en dos ocasiones recursos
que no mejoraron ni aliviaron la pobreza. En su punto de vista se debería haber usado
para mejorar los proyectos agrícolas de desarrollo sustentable. Por otro lado, un tercer
ejemplo en Tambogrande fue mucho más positivo para el Banco. Invirtiendo en
proyectos hídricos, fue un caso ejemplar.
Minería artesanal y en pequeña escala
La minería en pequeña escala no sólo abarca una escala completamente diferente de
operaciones, equipo y tecnología, está en una categoría en sí misma en relación a la
legalidad, organización de sector y estructura, actitudes en relación con el impacto
ambiental, relaciones con la comunidad circundante, vulnerabilidad a las variaciones de
precio del mineral y los recursos financieros, explicó la Conservación Internacional de
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Bolivia, una ONG. Desde una perspectiva del gobierno y de la asistencia técnica, exige
un acercamiento completamente diferente comparado con la minería tradicional. La
preocupación es que gran parte de la minería en pequeña escala se lleva a cabo en
ecosistemas muy sensibles con importante biodiversidad o en lugares fuera del alcance
de una inspección normal. A menudo los mineros no se dan cuenta que están causando
un daño medioambiental o que están operando en un área protegida.
Pasos para ayudarlos y mitigar el impacto medioambiental colectivo empezaron con el
desarrollo de tecnologías de bajo costo y el uso de mejores prácticas para la minería en
pequeña escala. Para las áreas muy sensibles, podrían desarrollarse alternativas para la
generación de ingresos. También sería importante montar un control de monitoreo y
finanzas, dijo el orador. Los incentivos podrían empujar a los mineros a poner más
esfuerzo en minimizar el impacto medioambiental. También es importante establecer
puntos de referencia medioambientales en las áreas afectadas. Es necesario instruir en
diferentes niveles, a los funcionarios lidiando con el sector y a los mismos mineros.
Tres proyectos en Bolivia trataron algunos de los problemas. El Banco Mundial y el
Scandinavian Fund dieron créditos a través del Vice-ministerio de Minería y
Metalurgia. Un proyecto canadiense desarrolló los reglamentos. Otro brazo del Banco
Mundial, la AFEC financió la ONG International Conservation en un análisis de riesgo
del corredor binacional Bilcamba-Amboró entre Bolivia y Perú. La financiación incluía
una provisión para reforestación experimental y recuperación de la campiña como
consecuencia del cierre de minas en una zona de minería en pequeña escala donde había
muchas pequeñas minas abandonadas.
4. Intercambio voluntario de información del Banco Mundial
Las exposiciones informales del Grupo del Banco Mundial explicaron qué componentes
del grupo estaban conectados a sus actividades con el petróleo, gas y la minería, sus
estrategias en relación con esos tres sectores, las actividades que emprendieron, cómo
trabajaron con el sector público y privado y cómo vieron su misión y trabajo.
El Banco Mundial y el desarrollo
El Director de Minería enfatizó que el Banco estaba en el negocio del desarrollo y no
en la actividad bancaria normal. Sus accionistas son miembros de los gobiernos, y el
objetivo no es la ganancia sino los objetivos de Desarrollo en el Milenio de las
Naciones Unidas. La relación entre esos objetivos y las industrias extractivas es el gran
impacto que esas industrias tienen en la economía y en las personas viviendo alrededor
de las minas y las instalaciones de petróleo y gas. En conjunto crean crecimiento de la
economía y recursos que pueden ser utilizados en la salud y la educación, en crear
puestos de trabajo, proporcionar una infraestructura y ser generadores de ingresos
fiscales para el gobierno.
Las industrias extractivas también producen un gran impacto negativo, dijo el orador.
Pueden llegar a una degradación medioambiental significativa, y están los casos de los
derechos a la tierra, cambios culturales y la participación en el ingreso generado.
El Banco trabajó en tres niveles: con los gobiernos (los clientes), con el sector privado
A través del financiamiento de la CFI, y con la sociedad civil. Fue a través de la
sociedad civil que el Banco buscó entender las tendencias más amplias de la sociedad.
El Banco intentó conseguir que los gobiernos lidiaran con algunos de los asuntos más
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complejos asegurando el correcto tipo de relación entre el gobierno y el sector privado,
con leyes y sistemas fiscales y reglamentos necesarios para que los sectores del
petróleo, gas y la minería contribuyeran al desarrollo. El Banco estaba ahora tratando de
apoyar la relación del sector privado con la sociedad civil en alguno de los países más
conflictivos.
Trabajando con los gobiernos
Describiendo los instrumentos utilizados por los componentes del Banco en sus
relaciones con los gobiernos, los departamentos de Petróleo, Gas y Químicos hicieron
una lista de los préstamos para proyectos de inversión y asistencia técnica, asignaciones
para actividades energéticas, y relacionadas con el medio ambiente, y garantías para
ayudar a implementar proyectos importantes.
El Banco cooperó con los gobiernos para crear condiciones en los sectores del
petróleo, gas y la minería que pudieran permitir inversiones competitivas. Trató de
mejorar el panorama legal y regulatorio, la capacidad de las instituciones
gubernamentales, y la actuación social y medio ambiental de los sectores. Globalmente,
el componente del BIRD cubrió aproximadamente la mitad de los préstamos totales del
Banco (alrededor de $21.900 millones en el 2001). Se dieron garantías por un adicional
de $2.200 millones. Pero en relación a la inversión total esto fue muy poco, p.ej. menos
de un milésimo de los mil millones invertidos internamente en el sector petrolero cada
año.
Toda la cooperación con los gobiernos fue en el contexto del Marco de Desarrollo
Comprensivo de cada país y de una estrategia asociada de ayuda a ese país. Sólo cuando
tal ayuda era probada podía el Banco comenzar a hablar sobre operaciones específicas
en los sectores de petróleo, gas y minería. Fue durante la fase de diseño del proyecto,
en que el Banco trabajó con el gobierno, hubo espacio para contribuciones, y donde el
Banco evaluó los diferentes impactos del proyecto para poder mejorar su diseño y
hacerlo más viable. Los proyectos no sólo abarcaron la producción, explicó el orador,
se refirieron a los efectos sobre las personas, la calidad del aire, la integración de los
mercados a través de nuevas normas, la introducción de materias primas de calidad y
tecnologías.
Trabajando con el sector privado
La razón por la cual el Banco proporcionó o movilizó financiamiento para el sector
privado, el Departamento de Petróleo, Gas y Químicos explicó, fue que creía que un
sector privado en desarrollo era esencial para un buen crecimiento económico, el que
era por consiguiente esencial para la reducción de la pobreza. Los desarrollos en
petróleo, gas y minería, se hacen mejor, desde el punto de vista del Banco, a través de
inversores privados. Deben ser propiedad y ser manejados por inversores privados
dentro de un ambiente de buena administración y apropiadas regulaciones y
salvaguardas sociales y medioambientales.
La CFI raramente proporcionó la financiación de más del 20 al 25% del valor total de
un proyecto. Sólo invirtió en proyectos que eran comercialmente viables. Además de
ser comercialmente fuertes, tenían que contribuir al desarrollo sustentable, es decir,
tenían que cumplir todos los resguardos medioambientales y otros criterios del Grupo
del Banco Mundial, y tenían que ser aprobados por la directiva del Grupo del Banco
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Mundial. Finalmente, el Banco tenía que notificar al gobierno, el que podía parar la
inversión del Banco si no la quería.
En Latinoamérica, las inversiones de la CFI en los sectores del petróleo, gas y la
minería fueron hacia donde eran realmente necesarias, donde el riesgo era mayor ( p.ej.
donde muchos países están involucrados), donde el producto podría ser usado
localmente (es decir que no generaba moneda extranjera), donde (preferentemente) las
empresas locales estaban involucradas, y en general donde el Banco aportaba algún
valor adicional. Lo que le importaba al Banco era cuán importante era la inversión para
el país, no cuán importante era el Banco para la industria.
Resguardos medioambientales y sociales
El principal especialista en medioambiente del Grupo del Banco Mundial explicó que
el Grupo tenía diez ‘más una’ políticas de resguardo. Las diez abarcaban los hábitats
naturales, manejo de plagas, herencia cultural, pueblos indígenas, asentamientos
involuntarios, servicios culturales, diques, proyectos en aguas internacionales,
proyectos en territorios en disputa, el ‘más uno’ se refería a la necesidad crucial de
hacer llegar las diez políticas a la gente. La política de asentamientos involuntarios
volvió a los primeros años del Banco mismo. La mayoría fueron más recientes
incluyendo la relacionada con el medio ambiente, que data del 1989 y fue revisada en
1993 y 1997. La responsabilidad de poner en funcionamiento las políticas reside en el
equipo que desarrolla un proyecto.
Además, para asegurar la adhesión a las políticas, fueron monitoreadas por la Unidad
de Control de Calidad Medioambiental del Banco que trabajó en parte a través de una
evaluación anual de aproximadamente el 10% de los proyectos y en parte a través de un
panel de inspección, un mecanismo para la gente que se sentía perjudicada y por lo
tanto requería un consentimiento, y para clientes que aplicaban las políticas con el
objetivo de calificar para los préstamos.
Las políticas importantes para las industrias extractivas en Latinoamérica establecidas
por los oradores eran las relacionadas con la protección del medioambiente, la
conservación de los hábitats naturales y la protección de su biodiversidad, diques de
protección, protección de los derechos de los pueblos indígenas y de los asentamientos
involuntarios.
La política medioambiental, que aseguraba que los proyectos eran correctos y
sustentables en relación al medio ambiente necesitaba una categorización
medioambiental de los proyectos como A, B, C o F12. La mayoría en Latinoamérica
hoy fueron B o C, reflejando el retiro del Banco de inversiones en áreas sensibles como
minería, gas, petróleo, planes hidroeléctricos y construcción de autopistas. La política
de hábitat natural buscó prevenir daños a los ecosistemas críticos que tienen especies en
peligro o endémicas. Los diques estaban en la mira pues se usaban como depósito de los
despojos de la minería. La política de resguardo de la población indígena es
actualmente un asunto de consulta en la región latinoamericana, donde es prácticamente
imposible trabajar sin involucrarse con sus comunidades. La política de asentamientos
involuntarios se aplicó a los proyectos mineros, autopistas, y a líneas de transmisión
como del gasoducto de Bolivia a Brasil.
Junto a las políticas, explicó otro especialista medioambiental, el Banco había
publicado las pautas para la industria minera y para las industrias del petróleo y del gas,
así como los procedimientos a ser seguidos por el Banco y los clientes externos. Los
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procedimientos de hoy son mucho más complicados y comprensivos que hace diez
años, señaló el orador. Por ejemplo, abarcaron temas que estaban alejados del área del
proyecto. También dividieron responsabilidades, por ejemplo requiriendo a la compañía
auspiciante del proyecto una valoración del impacto medioambiental y al Banco que lo
estime y evalúe. El personal del Banco supervisó el proyecto para asegurarse que las
provisiones identificadas fuesen implementadas. En 1999 () después que la directiva
del Banco Mundial aprobó los procedimientos también instaló la oficina del Asesor de
Cumplimiento/Ombudsman (AC/O) como un recurso para la gente que estaba llevando
a cabo proyectos del Grupo del Banco Mundial que pensaban que estaban siendo
dañados por ellos. La oficina del AC/O también lo asesoraba al Presidente del Banco y
a los ejecutivos de la CFI y el OMGI en cómo la institución manejaba las políticas de
resguardo y cómo las inversiones estaban impactando las comunidades locales.
La más importante tendencia concerniente a las políticas de resguardo, dijo el orador,
es el valor agregado de la participación del Grupo del Banco Mundial en los proyectos.
Esto desde una perspectiva medioambiental, social y gubernamental. En contraste con
estrategias anteriores de usar resguardos simplemente para asegurarse de que los
proyectos no dañen. Así, los departamentos de inversiones del Banco y los funcionarios
de inversiones ahora llevaban tarjetas con puntajes que registraban el valor agregado
que incorporaban en la forma de iniciativas medioambientales y sociales sustentables a
la hora de presentación del proyecto.
Defensa global
Una economista del Departamento de Minería del Grupo del Banco Mundial completó
la presentación inicial con una descripción de lo que el Banco trataba de hacer más allá
de los proyectos. La idea, explicó ella, era de explotar el tamaño total del mercado de
petróleo, gas y minería para reforzar el impacto en el desarrollo sustentable que la
industria por sí misma podía tener. Intentó facilitar el conocimiento y la cooperación
entre los diferentes grupos, por ejemplo para enfrentar el asunto globalmente importante
del venteo del gas. En algunas conferencias, la fuente de intercambio de conocimiento
fue la investigación y el análisis del Banco, por ejemplo en lo que los grandes
participantes financieros internacionales que invierten en las industrias del petróleo, gas
y minería podrían aprender de cada uno y podrían integrar sus propios procedimientos.
En relación con las comunidades de la región Latinoamericana y del Caribe, el Banco
trabajó con los pueblos indígenas y los mineros en pequeña escala. Algunos gobiernos
estaban muy dispuestos a ayudar a los mineros en pequeña escala con préstamos, pero
los límites en los que el Banco podía tener éxito llevaron a poner énfasis en conseguir
diferentes grupos en diferentes áreas que intercambiaran información en tecnología,
procedimientos y en cómo poder cooperar.
En relación a cambios como resguardos medioambientales en los últimos diez años,
hubo mucho que los diferentes gobiernos pudieron aprender uno del otro, especialmente
en la parte práctica, dijo el orador. El Banco estaba por lo tanto intentando conseguir
que hablaran entre sí sobre cómo eran implementados los proyectos, cómo deberían
funcionar las agencias y cómo debían ser monitoreadas y puestas en funcionamiento
las leyes.
Preguntas y respuestas
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Respondiendo a las preguntas, los representantes del Grupo del Banco Mundial
explicaron que los financiamientos reducidos a los gobiernos reflejaban las políticas de
esos gobiernos. La liberalización económica significó que los gobiernos estuvieran
menos involucrados en la producción, aún grandes compañías estatales en el sector
petrolero operaron comercialmente, sin contar con garantías del gobierno. La mayor
parte estaba hoy en día clasificada como asistencia técnica.
Al explicar lo ocurrido cuando una compañía estatal que había recibido es privatizada,
el Jefe del Departamento de Minería dijo que había un cálculo de deuda en que ningún
prestador esperaba recibir cien centavos por un dólar. En países muy pobres, entre los
que sólo Bolivia en Latinoamérica calificaba, la deuda existente podía ser perdonada
bajo el plan del HIPC y el dinero reinvertido en capital humano.
Minería en pequeña escala y de compañías pequeñas
En relación a la minería en pequeña escala, los funcionarios dijeron que el Banco estaba
trabajando con donantes internacionales para preparar un mecanismo de asistencia al
sector, donde había un gran impacto social y medioambiental. Pero no estaba todavía
claro qué se podía hacer. Dijeron que como las operaciones mineras en pequeña escala
eran realmente muy pequeñas, las necesidades del sector eran muy diferentes a las de
otros sectores de la industria extractiva. El componente de la CFI del Banco estaba
desarrollando programas para empresas en escala pequeña y mediana, pero las minas en
pequeña escala eran a menudo micro empresas que sólo podían ser ayudadas a nivel
local. Lo que el Banco hizo es proveer financiamiento a las organizaciones que a su vez
financiaron los micro emprendimientos.
En relación con la división del trabajo, más generalmente, aproximadamente la mitad
del negocio minero del Banco era con empresas pequeñas, la mitad con empresas
grandes, pero muy poco con las más grandes. La estrategia era trabajar con empresas
que presentaran proyectos viables, ambos trabajando internacional o nacionalmente.
Además, en muchos países el trabajo con empresas más pequeñas incluía la capacidad
de construir en el aspecto medioambiental, ayudándolos a emprender valoraciones
ambientales apropiadas, por ejemplo.
Resguardos medioambientales
Al responder sugestiones de que el Banco debería apoyar otros sectores que fuesen
menos contaminantes y más cercanos a las comunidades, que la extracción, los
funcionarios dijeron que los préstamos (alrededor del 2%) eran pocos en relación a la
infraestructura. Los préstamos de la CFI para la agricultura eran más elevados que para
las industrias extractivas.
Al ser preguntados sobre el rol del Banco en la Limpieza del Medio Ambiente en
relación con el sector de la extracción, los expertos del Banco mencionaron préstamos
al gobierno de Rumania para permitirle el cierre de minas de carbón. El Banco había
ayudado en el re-entrenamiento y la reubicación de la mano de obra desplazada y en la
limpieza del medio ambiente. En Latinoamérica, la siguiente gran operación para
desarrollar más la zona de Talara, para lo cual Petroperú ya había recibido un préstamo,
se concentraría tal vez en mejorar su medio ambiente.
Otras preguntas se relacionaron a cómo el Banco clasificaba los proyectos de petróleo,
gas y minería, desde una perspectiva medioambiental, los procedimientos para aprobar
proyectos, si había estadísticas indicando la importancia y efectividad de la revelación
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de información al público. En respuesta los representantes del Banco mencionaron los
procedimientos para la revisión medioambiental y social de los proyectos que se habían
estado realizando desde 1990, y los cambios de procedimientos desde septiembre de
1998. Señalaron que los requerimientos medioambientales y sociales se habían vuelto
más comprensibles con el tiempo. La oficina del AC/O estaba actualmente repasando
las políticas de resguardo y por lo tanto viendo la efectividad de la implementación de
políticas de resguardo desde septiembre de 1998. Los funcionarios estuvieron de
acuerdo en que habían diferencias entre los estudios medioambientales presentados a la
Junta Directiva del Banco Mundial y los presentados a los gobiernos. Reflejaban
diferencias en los requerimientos, por ejemplo muchas legislaciones nacionales no
trataban los asuntos de reubicaciones.
Los funcionarios del Banco confirmaron que las políticas medioambientales se
aplicaban en todas las operaciones del Banco, incluyendo sus donaciones. En relación
con las dificultades de acceso en todas las fases (desde la estrategia del país de
adelantar informes sobre proyectos y los descubrimientos de los paneles de inspección),
se refirieron a un requerimiento del 1º de enero del 2002 de ubicar todos los
documentos del país en una Infoshop, un centro de información pública. Algunos
centros tenían dificultades porque estaban en un momento de transición de
diseminación de información escrita a electrónica.
Evaluación de la pobreza
Consultados si el Banco evaluaba las condiciones de pobreza en un nivel local o macro,
los funcionarios se refirieron a las evaluaciones públicas en conjunto entre el Banco y el
gobierno que identificaron diferentes categorías de gente en ciertas comunidades
sociales. Los gobiernos a su vez usaron estas evaluaciones ingresándolas en sus
documentos de (el Banco no) Estrategia de la Reducción de la Pobreza.
Un comentario generalizado de la reunión se relacionaba con la frecuente separación
entre asuntos medioambientales y sociales; el concepto de desarrollo sustentable no era
por lo tanto considerado. El orador citó un estudio de impacto ambiental requerido
legalmente en Venezuela que no había mencionado temas de pobreza como educación,
salud, vivienda, indicadores económicos. El Banco debería ofrecer herramientas para
esto, en particular herramientas que deberían mostrar a las compañías inversoras cómo
integrar acercamientos sociales y medioambientales.
Extracción sustentable
En relación a cómo el Banco certificaba que la extracción de petróleo y la minería eran
sustentables, considerando que las operaciones pueden continuar por 10 o 20 años y que
de todas maneras lidiaban con recursos no renovables, el director del Departamento
Minero dijo que la minería sustentable significaba que cuando la mina cesara de
funcionar habría una comunidad que tendría un estilo de vida y un sustento que no
necesitaría la mina. La comunidad habría logrado desarrollo y aspiraciones para el
desarrollo. Así el modelo para la minería era hacer una industria que contribuyera al
desarrollo, especialmente alrededor de la mina pero en el país también. Pero como
todos sabían, ese no había sido el modelo para la industria minera. Esto estaba en la
esencia de lo que el Banco estaba tratando de hacer ahora en Laos (Cepan), no lo había
hecho en Yanacocha y ahora le gustaría intentar hacer de hoy en adelante en todos los
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proyectos. El Banco tenía que trabajar con los inversores y las comunidades para poner
ese marco en su lugar para que esté allí cuando Yanacocha se acabe.
En relación al empleo, si una mina no crea empleo y mejora la calidad de vida de la
gente, genera ingresos por impuestos y mejora la infraestructura y crea SMEs y provee
contratos a firmas locales, entonces no contribuye a la más amplia dimensión social que
el Banco trata de lograr.
Consultores participantes fueron invitados a compartir esa visión con representantes
del Banco, para decir lo que ellos pensaban que el Banco podía hacer para intentar ser
mejor en instalar un sector de petróleo, gas y minería que se corresponda a tal visión.
Consulta
5. Discurso principal del Dr. Emil Salim
En la apertura de la consulta formal el Especialista de la RIE, Prof. Dr. Emil Salim,
introdujo el marco de referencia en el cual deseaba llevar a cabo las discusiones del
impacto de las industrias extractivas, a saber, una comprensión por parte de todos del
desarrollo sustentable y la reducción de la pobreza, la superior autoridad del Banco
Mundial.
Mientras se acercaba la Cumbre Mundial del Desarrollo Sustentable en
Johannesburgo, los conceptos que comenzaron con los Principios de Rio de 1992 se
vieron reflejados en la Declaración de Objetivos del Milenio de septiembre del 2000, la
reunión de Comercio Ministerial en el 2001 en Doha (Qatar) y la Conferencia
Internacional de Financiamiento para el Desarrollo en Monterrey, éste año. El elemento
principal fué la interacción simultánea de la sustentabilidad económica, social y
medioambiental.
La sustentabilidad económica, dijo, significa proveer servicios económicos continuos
para cada generación, las generaciones futuras no serían más pobres, ni sufrirían en
comparación con la presente generación. El factor esencial es la movilización y el
mantenimiento del capital económico para mantener un consumo sustentable por parte
de las presentes y futuras generaciones. Si ese capital declina, necesariamente declina
el desarrollo. La sustentabilidad social requiere capital social, es decir la calidad de las
relaciones entre los individuos, y entre los individuos y la sociedad. Sociedades con
comida, salud, educación y derechos humanos básicos asegurados disfrutan de cohesión
social
y capital social sustentable. La sustentabilidad medioambiental es la
sustentabilidad del capital natural, los recursos naturales y los ecosistemas. Es necesario
conservar la capacidad de la naturaleza y de los ecosistemas a través de servicios
medioambientales que puedan absorber los desechos y la contaminación, manteniendo
así la capacidad de la naturaleza de regenerar los recursos naturales.
La tarea es cambiar el desarrollo consensuado del Siglo XX a un desarrollo sustentable
en el Siglo XXI. Comparado con ideas de desarrollo sustentable en el siglo pasado,
significa tener un acceso holístico, sin separación entre lo económico, social y
medioambiental. En otras palabras hay un nuevo paradigma. ¿La pregunta es si
podemos poner la industria en ese contexto? La minería y el petróleo y la extracción de
gas lidian con recursos no renovables. ¿Cuándo fueron explotados y acabados, qué
pasó a continuación? ¿Cómo podía ser sustentable? El límite de nuestro conocimiento,
habilidad y entendimiento, es éste nivel de desarrollo sustentable.
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En relación con la reducción de la pobreza, todos estuvieron de acuerdo con los
objetivos de la Declaración del Milenio. La cuestión es cómo acercarse a ellos cuando
están impedidos: sin acceso a los recursos naturales, la tierra, los bosques, y los
derechos de pesca, sin recursos financieros y sin colateral. A los pobres también les
faltan derechos humanos básicos y no tienen propiedad legal, intelectual, cultural, ética
y derechos religiosos. Viven por debajo de la línea de pobreza en un mundo donde el
mercado no funciona, debajo de esa línea.
Parte de la respuesta está en la acción afirmativa, pero esas no son las únicas
dificultades, los gobiernos no llegan a los pobres. Sus estructuras formales y arreglos
significan que cuanto más lejos uno está del gobierno, más débil es su poder para
proteger a los pobres. Esto es importante en la extracción en minas, petróleo y gas, que
están a menudo adentrados en la jungla, lejos en el mar, o muy lejos en la cima de las
montañas.
En ésto, somos todos responsables, dijo el Dr. Salim. La invitación del Grupo del
Banco Mundial fue una oportunidad para avanzar, para ver hacia el pasado con la
intención de encontrar cómo mejorar el futuro y lidiar con sus desafíos. ¿Las preguntas
incluyeron cómo el Banco Mundial podría actuar como una agencia que balanceara ese
equilibrio entre los pobres, las empresas y el gobierno y cómo podría articular las
necesidades de los pobres? Lo que se necesitaba era un rol futuro para el Banco
Mundial que hiciera posible un mundo mejor para el Siglo XXI y en el que la minería,
el petróleo y el gas contribuyeran a la erradicación de la pobreza a través del desarrollo
sustentable.
Fue en ese marco que el Dr. Salim invitó a la deliberación para dar respuestas y
consejos, contribuciones, ideas de cómo llegar a soluciones viables, para asegurar al
Banco Mundial cómo hacer del futuro un mundo mejor.
6. Informe del progreso de la RIE
El director de la Secretaría de la RIE, Bernard M. Salomé, enfatizó dos principios
básicos que complementaban los puntos de vista establecidos por el Dr. Salim: una
representación equilibrada de los participantes y el mantenimiento del debate en el
enfoque.
Lo que la RIE trataría de lograr en el próximo año y medio se resumió en un registro
de tiempos. Al final habría un grupo de recomendaciones al Grupo del Banco Mundial
que reflejara las discusiones de lo planteado por los diferentes participantes a la
Consulta en relación con el desarrollo sustentable y la reducción de la pobreza.
Mientras era tan operativa como fuese posible, la Secretaría tenía que asegurarse que,
mientras las voces de todos los participantes eran escuchadas, habría más énfasis en las
voces de la gente más afectada por los proyectos de petróleo, gas y minería, o sea, qué
sería sustentable para ellos. El proceso planificado en el taller de planificación el año
pasado en Bruselas previó cinco actividades interrelacionadas:
. Visitas del Dr. Salim y la Secretaría a proyectos y actividades específicas para discutir
con los representantes de las comunidades, gobiernos e industria, en los lugares
petroleros, gasíferos y mineros.
. Consultas independientes con la comunidad por analistas externos para asegurarse de
lo que estén pensando las comunidades, especialmente las comunidades indígenas, para
las cuales la RIE estaba considerando una reunión especial en Teheran.
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. Cuatro talleres regionales, de los que el actual para Latinoamérica y el Caribe en Río
de Janeiro fue el primero. Otros continuarían en Europa Oriental y Central, Africa y
Asia. Posiblemente habría un quinto para discutir la extracción de petróleo y gas en el
Medio Oriente y Africa del Norte.
. Consultas basadas en la red, donde ciertos tópicos fuesen propuestos y todas las
personas registradas podrían dar sus opiniones.
. Investigación, que aunque reconociendo la gran cantidad de estudios pertinentes ya
hechos, concentrara el conocimiento y una vía equilibrada que fuese útil para posibles
recomendaciones al Grupo del Banco Mundial. Ya se habían anunciado propuestas en
el sitio web de la RIE y debían ser llevadas a cabo en tres fases. Los primeros
proyectos, a punto de comenzar, daban prioridad a aclarar la perspectiva de la
comunidad en operaciones de petróleo, gas y minería.
Junto a todo este trabajo bajo el control directo del Dr. Salim, como especialista, él
también estaría considerando los estudios llevados a cabo dentro del Grupo del Banco
Mundial: por el Departamento de Evaluación de Operaciones y el Grupo de Evaluación
de Operaciones, y una revisión de conformidad con recientes proyectos de la CFI y el
OMGI llevada a cabo por el Asesor de Cumplimiento/Ombudsman. Estos informes
ingresarían en el borrador del informe que el Dr. Salím prepararía para junio del 2003.
Informe de la consulta
El Informe de la Consulta, sería escrito de una manera abierta usando un documento
desarrollado anunciado en el sitio web de la RIE llamado Marco Conceptual.
Reflejando ya los puntos de vista y preguntas de los participantes: desde ONGs como
Oxfam y Amigos de la Tierra, a empresas, y el mismo Grupo del Banco Mundial. El
Marco Conceptual sería progresivamente mejorado a la luz de informes de todas la
actividades componentes de la RIE y temas recomendados presentados por los
participantes. La intención era ser lo más transparente posible, no mantener a ningún
grupo ignorante de las recomendaciones finales desde un año y medio a ésta parte. Así,
tan pronto como ideas interesantes emergieran, podrían ser compartidas abiertamente
dentro del Marco Conceptual.
Bernard Salomé también advirtió que sería tentador entrar a un amplio debate sobre
las industrias extractivas del mundo y el desarrollo. Ese debate era muy importante y
proporcionaba un contexto para la Revisión. Pero que la tarea para el próximo año y
medio era permanecer focalizados en el rol del Grupo del Banco Mundial en las
industrias extractivas: ¿cuál es el rol del Banco Mundial, de la CFI, del OMGI, cómo
deberían trabajar juntos, deberían participar o no? Todas éstas preguntas debían
concluir en recomendaciones aplicables a un mundo real. La RIE no quería una visión
de ideas, quería recomendaciones prácticas.
Preguntas y respuestas
El director de la Secretaría de la RIE aclaró que, para la Consulta, todos los temas
estaban en discusión, incluyendo la posibilidad que al final de la Revisión, el Grupo del
Banco Mundial podría estar fuera de la industria extractiva, podría estar en ella, o
podría tener un rol diferente. La independencia necesaria para ello fue aclarada cuando
el Dr. Salim se reunió con el Presidente del Banco Mundial. El punto importante de las
recomendaciones fue lo que podría contribuir mejor a la erradicación de la pobreza y al
desarrollo sustentable. No obstante, la Revisión no podía decirle al Banco lo que puede
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o no puede hacer: el Banco tiene sus propios procesos directivos de decisiones para
ello. La responsabilidad de la Consulta era trabajar juntos, procurar una idea de algo
mejor y aplicar presión.
Al confirmar ambas la posición de la Revisión y la manera que sus recomendaciones
serían manejadas por el Banco Mundial, el director del Departamento de Minería dijo
que el Banco quería más que buenas ideas: quería recomendaciones específicas que
pudieran incorporarse a la actividad del Banco como una institución de desarrollo en el
futuro. Si el Dr. Salim sacara la conclusión en base a evidencia tangible que el Banco
debería apartarse de las industrias extractivas, ese punto de vista ciertamente iría al
Presidente del Banco Mundial y la Directiva. Su propio rol de portavoz, y de Director
del Departamento de Petróleo, Gas y Químicos, sería como hacer operativas a las
recomendaciones.
Buen acceso
En comparación con otros procesos, el Director de la Secretaría le aseguró a la Consulta
que la RIE tenía una posición potencialmente poderosa: con acceso a varios
participantes y al Presidente del Banco Mundial. Sería muy poderoso si los
participantes participaran activamente en el proceso porque no había limite a la
documentación interna a la que el Dr. Salim y la Secretaría tenían acceso. La RIE
podría ir al meollo de las situaciones, viendo lo que estuviera ocurriendo en la sociedad
civil, en los negocios y en el Banco. La RIE era independiente de todos los participantes
y el proceso no era conducido por ningún grupo en particular.
Al preguntársele cómo la Revisión hablaría con las comunidades, Bernard Salomé dijo
que propuestas ya estaban registradas en el sitio web de la RIE en el Marco Conceptual
y las visitas de campo junto con los criterios para tales visitas. Contribuciones de la
Consulta sobre quién ver y cómo hablar serían bienvenidas. La Secretaría sólo tendría
que asegurar que se les hablara directamente a las comunidades.
7. Casos prácticos: impactos ambientales, sociales y económicos de los
proyectos de petróleo, gas natural y minería
Grupos de trabajo que formaron el núcleo de la consulta examinaron dieciocho casos
prácticos y sus conclusiones se llevaron luego a la sesión plenaria para un debate
general. Los párrafos siguientes son un resumen de las presentaciones plenarias
hechas por los respectivos oradores e informan sobre las discusiones posteriores.
El proyecto MMDS en Sudamérica y zonas de desarrollo para las economías
extractivas
La discusión sobre dos esfuerzos con un impacto positivo en el desarrollo de las
industrias extractivas que involucraron conjuntamente a representantes de la industria,
la comunidad y los gobiernos en deliberaciones sobre el desarrollo sustentable señaló
que ninguna de las dos iniciativas se originó con un gobierno. El estudio MMDS
provenía del sector privado y la iniciativa colombiana para el desarrollo de la región
Magdalena Medio de las comunidades locales. Ambas habían dependido del
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otorgamiento del poder a la sociedad civil y habían requerido el fortalecimiento de las
instituciones públicas.
Proyecto MMDS en Sudamérica: resultados y retos
En su comentario sobre el proyecto MMDS, un representante del gobierno del
Ecuador subrayó la conclusión de que la región era conciente de la necesidad de la
minería pero de que también era necesario el mejoramiento del desempeño de las
partes involucradas. Debería proporcionarse el informe al Banco Mundial porque
cubre muchos de los asuntos debatidos en el taller. Otro orador concordó en que
contrariamente a lo que se cree, la industria y sociedad civil tienen visiones
completamente distintas, el trabajo de MMDS demostró que éste no era el caso. Los
diversos jugadores tenían muchas posiciones en común.
Un miembro del equipo MMDS concluyó que todos, aun las comunidades indígenas,
apoyaban a la minería, siempre y cuando se la realizara correctamente. Todos los
jugadores habían visto la necesidad de una planificación participativa y estratégica. El
problema fue que la comunidad no siempre estuvo preparada intelectualmente ni
instruida apropiadamente como para participar. El Banco Mundial podría por lo tanto
apoyar la instrucción necesaria para seguir todos los procesos. Otro participante
agregó que la capacitación en los procesos de participación era necesaria para
consultar la percepción de los diversos sectores ligados a la minería. La sociedad
civil, los gobiernos y la industria tenían que analizar la solidez y los problemas de la
industria minera.
Un tercer participante comentó que la lección del proyecto MMDS era que las
industrias no habían contribuido suficientemente al desarrollo local, a pesar de que se
reconoce que las industrias extractivas generan el bienestar para la gente que trabaja
en ellas. Se necesitan cambios básicos para que el petróleo, el gas natural y la minería
contribuyan a la mejor sustentabilidad de la gente. Las reglas del juego están
cambiando – por ejemplo, el tema de la participación es nuevo. El Banco podría ser
proactivo en ese sentido ayudando a los gobiernos para que estos encaren los desafíos
exitosamente.
Otra conclusión fue que el desarrollo minero sería posible a través de alianzas: la
participación de la sociedad civil podría promover la contribución de las industrias
extractivas a la sustentabilidad. Los varios jugadores acordaron en los aspectos
relativos al desarrollo minero, tales como: desempeño ambiental, desarrollo local y la
gestión pública. Pero también sería necesario desarrollar otras áreas de participación
tales como decidir la planificación del cierre de minas, acceso a la información,
capacitación e identificación del liderazgo local. Sería necesario generar espacios para
la participación más allá que meramente las convocatorias a audiencias públicas.
Un nuevo modelo para el desarrollo en las áreas de la economía extractiva
(Colombia)
Un informe hecho por el Departamento de Planificación Nacional afirmó que las
contribuciones del Banco habían sido esenciales al programa exitoso para el
desarrollo de las economías extractivas en el país. El estudio sobre lo que pasó en la
región de Magdalena Medio mostró que era posible contrarrestar la tendencia a tener
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los indicadores más bajos de bienestar dentro de las regiones ricas en recursos. Una
nueva forma de intervenir que podría ser el nuevo modelo para un cambio completo
en la generación de la pobreza en áreas previamente afectadas, en lugar de
beneficiarse de las inversiones petroleras.
Para Colombia, el petróleo en su totalidad es un contribuyente importante, el orador
notó. Suma el 4% del PBI y el 30% de las exportaciones. El pronóstico para la
exploración y la producción es muy positivo. El petróleo es aun más importante en el
ámbito regional, donde forma el 80 por ciento de los ingresos en Arauco y Casarne.
En el 2000, las regalías sobre las inversiones en los dos departamentos habían llegado
al 200 por ciento y 500 por ciento, respectivamente.
Pero al mismo tiempo, las indicadores sociales y del bienestar en los dos
departamentos estaban muy por debajo de los promedios nacionales. La gente con
necesidades básicas insatisfechas llegó al 54 y 52 por ciento de la población
respectivamente (comparado al 31 por ciento nacional). La calidad de vida era
satisfactoria solamente para un 60 por ciento y 58 por ciento de sus habitantes
(comparado al nivel nacional de 71 por ciento). El suministro de energía era 44 y 60
por ciento (95 por ciento a nivel nacional); el agua potable alcanzaba al 53 y 60 por
ciento (85 por ciento a nivel nacional).
La experiencia colombiana demostró que factores tales como las instituciones
sólidas deben establecerse antes de las bonanzas económicas originadas por las
economías extractivas. Una presencia estatal escasa, poca capacidad para definir las
reglas básicas del juego, poca capacidad de las instituciones locales y regionales para
la planificación y el manejo de las bonanzas económicas, también contribuyeron. El
reasentamiento forzado atrajo al conflicto armado. Las instituciones débiles o
inexistentes limitaron la capacidad para organizar el uso de los recursos y minimizar
los conflictos que aparecieron a raíz de la actividad económica. Los conflictos por el
control político del manejo de los recursos contribuyeron al conflicto étnico en zonas
con población indígena y el conflicto ambiental dificultó la capacidad del estado para
evitar el deterioro social (evidente en la presencia del delito y de la prostitución). Esto
llevó a una distribución ineficaz de los recursos y presentó oportunidades para la
corrupción.
En estos términos, Magdalena Medio fue una de las regiones más ricas en recursos
naturales (petróleo, oro, agua, agricultura) y en acceso a los mercados. Sus niveles de
violencia también eran altos: tres veces el promedio nacional de homicidios – hasta
1995 cuando durante un conflicto armado intenso, los lideres y la iglesia locales (y
más tarde Ecopetrol, la empresa nacional del petróleo, y una ONG religiosa)
empezaron a organizar a sus comunidades con la idea de tener su propio plan de
desarrollo. Unas 150 familias de 29 municipalidades se reunieron para definir una
serie de valores y goles comunes. El objetivo principal era el desarrollo de la paz; el
valor principal era la recuperación de la confianza. Formaron un programa para el
desarrollo y la paz, establecieron una corporación para trabajar como un agente de
cambio y para organizar la asistencia técnica proveniente del Departamento Nacional
de Planificación. Financiamiento adicional vino a través de un crédito del Banco
Mundial y del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas. Se buscó el aumento
de poder a través de un crédito aprobado por el Banco para el estudio y la innovación
dirigido al fortalecimiento de la capacidad de la comunidad, de las instituciones
existentes y la posibilidad de promover el desarrollo regional. Se usó el crédito para
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las actividades productivas, los subsidios y la asistencia técnica para la producción. A
su vez, las alianzas con el sector privado hicieron posible que los agricultores
transitorios de pequeña escala establecieran cultivos permanentes, tales como el cacao
y el aceite de palma africana que les dieron ingresos sustentables en el largo plazo.
A medida que se generó la confianza, otros jugadores se involucraron con niveles
más altos de financiamiento. El Banco Mundial lo consideró como su programa de
crédito más exitoso y uno de sus programas principales en el ámbito mundial. Desde
la perspectiva del gobierno nacional, esto era una forma nueva de intervención en una
zona de industrias extractivas. Hubo que trabajar con las organizaciones sociales
básicas y con las alianzas con intereses estratégicas en lo regional, especialmente con
las empresas privadas que extraían los recursos.
El desarrollo local fue posible, explicó el orador, por que las instituciones nopúblicas pudieron usar recursos públicos de tal manera que el Estado se fortaleció. Ya
avanzado el proyecto, la comunidad celebraba reuniones para desarrollar y priorizar
las iniciativas. Las alianzas iglesia a iglesia u ONG a ECOPETROL apoyaron la
iniciativa en una forma técnica y la desarrollaron a nivel de proyecto. Con la
aprobación del directorio de la alianza, recibieron financiación de las diversas fuentes
de inversión. Un elemento clave en la metodología había sido el fortalecimiento muy
activo de las comunidades y las realidades sociales a través de talleres frecuentes en
las municipalidades, utilizando equipos técnicos e instalaciones proporcionadas por la
alianza, para la transferencia de conocimientos y el desarrollo de la capacidad de
discusión.
Discusiones
En una discusión subsiguiente, se señaló que el desarrollo local había sido posible con
el uso de medidas no-públicas. Alianzas tripartitas habían minimizado el impacto de
las industrias extractivas sin reemplazar las obligaciones del estado. Habían surgido
resultados positivos de la participación de la sociedad civil, el cumplimiento de los
recursos públicos y el fortalecimiento de las acciones del estado.
La iniciativa para el desarrollo regional (también con el proyecto MMDS, ver
arriba) no había venido del gobierno ó de las instituciones estatales, pero de la
comunidad. El otorgamiento del poder a la sociedad civil en los dos procesos estatales
había sido importante. Los talleres de MMDS habían incluido 600 personas de cinco
países, el programa de Magdalena Medio fortaleció las organizaciones de los
habitantes en 29 municipalidades y estableció una red para generar iniciativas para el
desarrollo productivo. La participación comunitaria había sido muy importante y
había sido fortalecida a través de contribuciones estatales en retribución a dos créditos
del Banco Mundial. Además, el proyecto había sido un proceso de enseñanza para el
estado y el Banco.
Se hicieron recomendaciones al Banco Mundial para que muestre en una forma
sistemática las experiencias exitosas en el sitio de la web, y para ayudar con los
criterios sustentables, sin influir ó ir más allá de las decisiones que permanecieron
siendo la responsabilidad del estado.
Otro orador explicó que la alianza tripartita había permitido al estado minimizar el
impacto negativo que las industrias extractivas podrían haber generado sin ceder sus
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responsabilidades. La participación de la sociedad civil a través del uso de recursos
públicos también mejoró la credibilidad del estado. Sin embargo, algunos pensaron
que era importante que el banco tomara un papel activo, por que siempre había una
“pierna coja” en las relaciones tripartitas. No habría forma de activar a la sociedad
civil a menos que se la capacitara y se le ofrecieran herramientas básicas. El Banco
podría contribuir por medio de experiencias sistemáticas que tomaran en cuenta este
aspecto y el hecho de que los impactos negativos ocurrieron porque las conexiones
entre todas las etapas de la extracción, desde la exploración en adelante, no se habían
seguido.
La legislación ambiental y la política petrolera
Se complementó un artículo sobre la necesidad tener una legislación ambiental
adecuada para lograr la minería sustentable con una crítica de la política petrolera
desde el punto de vista de las poblaciones indígenas. Ambos acordaron que se
necesitaba una legislación y que debería ser proactiva hacía las comunidades que
deberían participar en la formulación de una versión en borrador.
Una legislación ambiental apropiada para la minería sustentable
Un estudio realizado por una ONG argentina sobre los conceptos crecientes de
crecimiento y desarrollo desde la década de 1960 había indicado la necesidad de tener
un marco político y legal dirigido a la reducción del daño ambiental. En muchos
países las actividades mineras habían llevado a una serie de pasivos ambientales que
en muchos casos habían sido completamente abandonados.
En ese contexto, el promotor de estudio había propuesto un plan general de cierre de
las minas que evitaría los pasivos del impacto ambiental. También ayudaría a las
comunidades a prevenir la pobreza una vez que la actividad minera llegara a su fin. Se
habló también de los pasivos ambientales del sector petrolero.
La política del petróleo desde la perspectiva de la población indígena
Al hacer una lista de los impactos negativos de las actividades extractivas del
petróleo, una organización ecuatoriana de gente indígena citó al daño ambiental con
respecto a sus efectos en el agua, suelo, aire, flora y fauna. El impacto negativo del
petróleo sobre la economía de la población indígena tomó la forma tanto de la
destrucción de los recursos que ellos utilizaban como del reemplazo del trueque con
sistemas monetarios de intercambio. El impacto sociocultural trajo la introducción de
nuevos elementos culturales que incluyeron cambios en su idioma. También hubo
impactos positivos, por ejemplo la población indígena había tomado una actitud
positiva tanto hacía el gobierno como con las empresas, y comenzaron a organizarse.
Durante una discusión subsiguiente en el taller de trabajo, se llegó a un acuerdo que
se podrían analizar juntos los sectores del petróleo y minería desde esta perspectiva.
El grupo de trabajo señaló a la gran distancia geográfica entre los lugares adonde se
tomaban las decisiones y los de los impactos. En muchos casos, las agencias que
tomaban las decisiones no presenciaban lo que estaba pasando, mientras que la
población indígena tenía que vivir con las consecuencias.
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Discusiones
Las conclusiones a las que el grupo de trabajo llegó fueron la necesidad de distinguir
entre dos tipos de daño (el existente y el daño futuro), la necesidad de una legislación,
la falta de una política continua, diálogos con grupos sin representación y la necesidad
de estrategias para balancear los impactos negativos. Sin embargo, los impactos
negativos económicos, ambientales y sociales produjeron impactos positivos en la
autoorganización de los afectados.
Se necesitaba reparar los daños existentes tales como los pasivos ambientales.
Aunque los gobiernos tenían esa responsabilidad, no se hacían cargo de los pasivos,
principalmente debido a la falta de recursos. A este respecto, los representantes del
Banco Mundial hicieron referencia a una iniciativa (todavía no realizada) para
cuantificar los pasivos ambientales existentes en América Latina y el Caribe, y
establecer prioridades con aquellos que más necesiten remediarse.
Se necesitaba un marco legal transparente para la extracción del petróleo y para la
minería en la mayoría de los países, pero se necesitaba la participación de la
comunidad. La participación también debía ser proactiva en el cumplimiento de los
reglamentos existentes. La señalada falta de una política continua hizo referencia a los
acuerdos entre la industria, la gente indígena y los gobiernos, desconocidos a las
autoridades en el terreno ó que habían cesado cuando el gobierno cambiaba y las
autoridades se iban. Cuando no había armonía respecto a la representación de las
diversas comunidades, la práctica del gobierno o el estado para negociar con
interlocutores no-representativos de las comunidades condujo al diálogo con los
grupos secundarios que estaban más dispuestos a comprometerse en ciertas áreas.
Con respecto a una estrategia para manejar los impactos negativos, la gente indígena
había propuesto un mapeo de las zonas de exclusión para la extracción de recursos
naturales, el fortalecimiento de la comunidad por medio de la capacitación para
mejorar el proceso de consulta, la negociación, el monitoreo y los esfuerzos para
obtener el mejor liderazgo. Se debe fortalecer el diálogo entre las comunidades, la
industria y el gobierno. La educación, la diseminación de la información, el
mejoramiento en los mecanismos para la participación y el fortalecimiento de las
habilidades de todos los actores fueron los factores decisivos para manejar los
impactos negativos. Este debería ser el nuevo papel del Banco Mundial, dijo el grupo
de trabajo. Además, la cultura indígena debía respetarse y los temas de la salud
tendrían que ser tomados en cuenta.
Los factores decisivos para el manejo de los impactos incluirían la educación, la
distribución de información, los mecanismos participativos, el fortalecimiento de las
capacidades institucionales de todos los actores, los marcos regulatorios, el respeto
por la cultura indígena, los canales y los mecanismos de diálogo, el monitoreo y un
nuevo papel para el Banco Mundial en el fortalecimiento de los jugadores.
La minería en el Perú
En una sesión en la que hubo perspectivas opuestas de los gobiernos y de las ONG
sobre las prácticas pasadas y el posible futuro de la minería en Perú, en general se
recomendó la formulación de arreglos para monitorear e informar sobre los “impactos
sustentables” y poner los resultados a disposición de todos. Debe construirse la
capacidad de las comunidades y de las empresas para lidiar con el cambio y con los
conflictos, debe facilitarse activamente el diálogo entre los diferentes grupos. Y
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solamente aquellas actividades económicas que apoyan al desarrollo sustentable
deben estudiarse y promoverse.
La minería en el Perú
Los promotores del Ministerio de Energía y Minas del Perú subrayaron la opinión que
la minería es importante para el Perú. Generó impuestos y ayudó al país a pagar sus
cuentas. Hubo muchos cambios en el sector: legales y regulatorios, el marco
institucional. También hubo lugar a continuos debates y consultas.
Impactos socio ambientales de la minería en el Perú
Un representante de las comunidades nacionales peruanas afectadas por la minería
opinó que Perú debería salir del sector, especialmente debido a su impacto ambiental.
Anteriormente había presentado sus argumentos en los testimonios durante el foro
abierto (ver página 7).
Discusiones
Durante las discusiones, se recomendó que el Banco Mundial persuadiera a las
empresas con las trabajaba que escucharan más y mejor a la sociedad civil y a las
comunidades. Los temas fueron si éstas habían hecho lo suficiente y en los momentos
justos, y si la gente que había sido consultada se sintió realmente incluida. La
sugerencia de un grupo de trabajo había sido que el Banco Mundial promueva el
derecho a decir “no” a los proyectos mineros, especialmente respecto a sus impactos
en la población indígena. Otra sugerencia fue que el Banco debería participar más en
el monitoreo y en la información sobre los impactos ambientales. Las inquietudes
abarcaron desde lo que realmente estaba pasando hasta quienes tenían la información
en la que se pudiera confiar.
El Banco debería trabajar con los gobiernos en la administración de rentas con el
objetivo de redistribuir los beneficios en una forma justa y transparente en interés del
desarrollo sustentable. También se expresó la opinión de que el Banco debería
continuar con el financiamiento de la construcción de instituciones pero con más
enfoque hacía el desarrollo sustentable, la consulta, y la participación
(particularmente entre comunidades). Muchos pensaron que el Banco debería ligar los
dólares para las empresas privadas con el cumplimiento de estándares, y que se
deberían dirigir los fondos hacía la introducción de tecnologías mejores
(particularmente tecnologías más limpias).
Se escogió apoyar la capacitación de la minería de pequeña escala. Por un lado, el
sistema de extracción actual genera pasivos ambientales; por otro lado, la minería
artesanal y cooperativa fue excluida del aparato de producción y de las oportunidades
para créditos y capital. En el país de un orador, despidos masivos de los obreros
ocasionados por el ajuste estructural y la privatización de empresas estatales
resultaron en que muchos se asociaron a cooperativas que continuaron contaminando.
Su país necesitaba el apoyo del Banco por medio de financiamiento, capital
operacional y para ayudar a cuidar el gran pasivo ambiental.
Tanto las comunidades como las empresas dijeron que el Banco debería ayudar en la
capacitación y el manejo del cambio y del conflicto. La mayoría sugirió que debería
haber una asistencia activa para facilitar el diálogo entre los grupos y que habría un
rol para el Banco Mundial para que llene el vacío.
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El grupo de trabajo también intercambió opiniones con respecto a si la agricultura
era mejor que la minería. Se sugirió que el impacto ambiental de la agricultura no
siempre era tan bueno como la gente piensa. Se pidió más información sobre las
actividades económicas como alternativas a la minería, si fuera necesario.
Durante las discusiones siguientes, un participante recordó a la Consulta que las
comunidades están formadas por hombres, mujeres y niños y que la participación de
las mujeres era esencial para el desarrollo social sustentable.
Las amenazas a la biodiversidad y un ejemplo del desarrollo sustentable en la
minería
La Consulta consideró un caso práctico del corredor Vilacabamba-Amboro donde la
biodiversidad fue amenazada junto con un caso del trabajo de la ONG boliviana, la
Fundación Inti Raymi lo que fue citado como un ejemplo del desarrollo sustentable.
Las discusiones subsiguientes condujeron a recomendaciones para la capacitación
técnica, apoyo técnico y financiero para los grupos involucrados, el fortalecimiento
del monitoreo local y el apoyo a proyectos como la RIE, dentro del paradigma del
desarrollo sustentable.
La ONG de conservación boliviana explicó que el corredor Vilacabamba-Amboro era
una mezcla de áreas protegidas y no-protegidas. Junto con el Gobierno, la ONG ha
comenzado a establecer contactos con los mineros de pequeña escala en lo que se
refiere a los impactos ambientales y sociales que los afectan.
La fundación Inti Raymi atribuyó sus propios logros a la legislación boliviana, a
saber, la ley de participación popular, la ley de descentralización y un ambiente
íntegro que favorece a la minería y beneficia a la sociedad civil.
Discusión
Los dos artículos provocaron una de varias discusiones sobre cual debería ser el papel
del Grupo del Banco Mundial para lograr un mayor desarrollo sustentable. Según los
participantes, las ganancias del Banco Mundial deberían reinvertirse como créditos en
las zonas afectadas para que las comunidades y los otros actores pudieran desarrollar
las aptitudes de consulta y mecanismos de participación para establecer un vínculo de
confianza.
El Grupo debería ayudar a los gobiernos para que éstos a su vez ofrezcan apoyo
social y ambiental. Debería ofrecer financiación a la industria y continuar con la
financiación para el desarrollo de aquellas industrias extractivas que muestren
responsabilidad social y ambiental. Específicamente, debería financiar a las minas
artesanales y a la minería de pequeña escala para fomentar su evolución hacia la
minería responsable – técnica, social y ambientalmente.
El mismo Banco Mundial
debería asegurar la coherencia, incluyendo el
mejoramiento en la coordinación entre sus departamentos internos para evitar
malentendidos.
El monitoreo económico, los impactos sociales y culturales
El proyecto de cobre y oro llamado Bajo de la Alumbrera en la provincia de
Catamarca, Argentina y uno de los más grandes en el país, era de tal importancia que
el Secretariado había pedido al Banco autorización para estudiar su impacto, junto con
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el de la minería en Pascua Lama y Veladero en la provincia de San Juan. Como parte
de la información sobre el estudio, un instituto de investigación del gobierno informó
al taller que había dos objetivos. Uno era entender el verdadero impacto económico,
social, cultural y ambiental; el otro era crear una metodología de medición para
seguir todos las etapas del desarrollo de la mina (hasta el cierre) para el uso de todas
las provincias argentinas en el monitoreo de los proyectos mineros.
La metodología fue una combinación de talleres y evaluaciones de campo sobre lo
que se había informado en los talleres. Equipos interdisciplinarios en el ámbito
provincial y nacional de sociólogos, antropólogos, economistas, geólogos y abogados
estudiaron los aspectos técnicos y la información y los datos primarios y secundarios,
tanto cualitativos como cuantitativos. También aplicaron técnicas para obtener
información, entrevistas, grupos de enfoque y encuestas. Se definieron tres áreas de
impacto: las de impacto primario comprendían los departamentos adyacentes a las
minas; la jurisdicción política, la provincia o la región formaban el segundo área
secundario; se estudió a la Argentina misma como un impacto terciario. El impacto
económico se medió con el uso de tres variables: el empleo, el valor agregado, y los
réditos de impuestos directos e indirectos.
Al proporcionar los resultados, el centro de investigación subrayó las diferencias
entre lo que se dijo en los talleres y lo que dijo la gente en la encuesta a 3,500
personas. La gente en los talleres se quejó del daño ecológico, el arrastre de suelos, la
deforestación y los cambios en el paisaje. También se contaminaron las aguas y el
aire, hubo pasivos ambientales después del cierre de las minas, la destrucción del
patrimonio arqueológico, frustración sobre las expectativas de trabajo y pérdidas
económicas debido al crecimiento inducido. En contraste, 70 por ciento de los
consultados posteriormente acordaron que la minería había contribuido o podría
contribuir al desarrollo regional. De acuerdo con eso, el estudio identificó muchos
impactos positivos y rechazó algunos de los negativos, por ejemplo el peligro de
contaminación. Los impactos positivos incluyeron los colegios, hospitales y el
mejoramiento de la infraestructura tal como la extensión de las líneas de electricidad
que mejoraron sustancialmente la irrigación para la agricultura local.
Durante la construcción, la mina creó 4,000 puestos de trabajo y durante la operación
de la mina 735 puestos. Sin embargo, cada etapa tuvo un efecto multiplicador de 4,
llevando el total de los puestos permanentes hasta 3,500. Como resultado, el empleo
en Bajo de la Alumbrera había aumentado del 40 al 54 por ciento, y los salarios se
incrementaron desde menos de 600 pesos hasta 600 a 1,000 pesos. Los niveles de
seguro médico aumentaron del 53 al 73 por ciento. La empresa siguió una política de
incremento en la participación de la gente del lugar quienes, cuando protestaban,
colocaban barricadas en las rutas como medida para atraer la atención de los alcaldes
y del gobernador provincial pero no como un arma contra la empresa.
Mejores prácticas en Casanare
En Casanare, una región al noreste de Bogotá, Colombia, la empresa BP operó dentro
de la cultura de la empresa para el mejoramiento continuo en todos los lugares adonde
trabaja, explicó un representante de la empresa. Pero cuando la empresa comenzó con
la exploración en la década de 1990, tuvo que enfrentar bastante mala voluntad como
consecuencia de los errores de la industria petrolera en otras partes del mundo – que
había ignorado la voz de la población, intentó hacer regalos, no enseñó a la gente
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como hacer las cosas. Mientras tanto, las regiones habían experimentado un salto
social increíble, gracias a los arreglos para la transferencia directa a las
municipalidades de $800 millones de un total de $1.3 mil millones que Colombia
había recibido en regalías. Habiendo cambiado de un sistema de paternalismo hacía
un sistema progresivo y tripartito, ahora se la percibía a la empresa como parte de la
comunidad, parte de la solución, un socio para el desarrollo y una fuerza para el
bienestar. Los arreglos tripartitos se basaron en una visión común y su gestión estuvo
a cargo de un grupo formado por los representantes del gobierno, de la sociedad civil
y BP.
El mejoramiento continuo, explicó el orador, significó hacer un sondeo y después
actuar de acuerdo a los resultados del sondeo. Encuestas hechas por empresas
independientes midieron las percepciones cambiantes. Inspecciones y estudios hechos
por otra empresa, una de las más grandes en Colombia, pronto serían documentos
públicos. Estos mostraron que la inmigración había sido 32 por ciento más alta que en
el resto del país y que, sorprendentemente, los inmigrantes se sentían tan bien o mejor
que la gente del lugar. Los servicios públicos suministrados a las ciudades eran
extensos, llegando hasta el 90 por ciento para el agua y la energía eléctrica. El
consumo de energía aumentó del 10,000KW en 1993 al 80,000KW en el 2000. La
provisión de viviendas era muy alta, la asistencia a los colegios aumentó, el
desempleo estaba por debajo del promedio nacional y el volumen de la agricultura
aumentó.
Restaba mucho por hacer, especialmente en el área de la justicia adonde BP trabajó
con la Presidencia de la República y Su Excelencia de la Corporación de la Justicia en
proyectos para promover la transparencia, mejorar el funcionamiento de los
tribunales, demostrar que ya no reinaba la impunidad y asesorar a las familias fuera
del sistema judicial. Otros problemas existentes fueron que el área rural no se había
cubierto todavía, la agricultura menor estaba parada, los nuevos inmigrantes que
llegaban ahora carecían de destreza y tendrían problemas para integrarse, la riqueza
generada atraía grupos armados lo que aumentó los niveles de violencia y las tasas de
homicidio.
Desde el punto de vista del promotor, las empresas como BP no estaban usurpando
el papel del Estado. Su empresa no controlaba, pero era parte de un triángulo
necesario hoy en día – con los gobiernos, la sociedad civil y la industria trabajando en
equipo. BP ya no construía canchas de fútbol y mataderos. En cambio, firmó
contratos con las ONG para materializar cosas, utilizando no solamente el dinero de
BP pero también los fondos de otras empresas en el exterior.
Una pequeña central hidroeléctrica para una mina en Brasil
Como un proceso de aprendizaje para el gobierno y para la comunidad, se presentó el
caso práctico de un proyecto que consistió en la construcción de una represa sobre un
río para generar energía. En términos económicos, el proyecto devolvió la inversión
dentro de los cuatro años y continuó ahorrándole a la empresa minera
aproximadamente $200,000 por mes. Las relaciones con la comunidad sobrevivieron
conflictos importantes – de la desconfianza llegaron al entendimiento y la
aprobación, dijo el orador.
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Un requisito inicial de que el proyecto tenía que ser conversado con el alcalde del
pueblo condujo a la creación de una comisión con el propósito de vigilar la planta.
Todos los sectores de la sociedad estaban representados en la comisión: profesores,
las ONG, concejales de la ciudad, representantes del gobierno y de la empresa.
Supervisaba todas las decisiones y hacia recomendaciones al gobierno en cuanto a
aprobarlas ó no.
Los pasos tomados incluyeron la evaluación cualitativa y cuantitativa de la calidad
del agua, la evaluación de la extinción de la flora, impacto sobre las especies,
seguimiento con los peces y la fauna y la restauración de las áreas impactadas. Se
tomaron precauciones para minimizar la reubicación de las familias y suministrarlas
con un espacio de vivienda similar al que tenían. Se sacó la capa superficial del suelo
en las áreas por donde los camiones tenían que circular, y fue repuesta cuando el
trabajo se concluyó. Se restauraron los edificios de los colegios y se instaló una planta
para agua residual. Un programa de comunicaciones sociales inauguró un periódico
mensual para informar a la gente respecto a todo lo concerniente a la construcción. Un
programa educativo relativo al medio ambiente y la sanidad para los colegios y la
población rural trató ínter alía con un problema de parásitos. La empresa introdujo un
programa para fomentar las actividades y los servicios industriales y comerciales. Se
fomentaron y se diversificaron las actividades rurales. A la empresa se le había
requerido que empleara la mayor cantidad de gente local posible; a la mano de obra
adicional que se trajo para la construcción se la reubicó después de dos años.
Los impactos positivos del proyecto incluyeron un aumento significativo en la renta
percibida por la municipalidad, instrucción y capacitación de la fuerza laboral,
conciencia ambiental, mejores caminos, una cantidad adicional de energía eléctrica y
nuevas inversiones atraídas a la zona. El proyecto logró un sentido de propiedad por
parte de la población del lugar que se hizo evidente en las visitas de los alumnos de
los colegios y una actitud positiva hacía la central eléctrica..
Las lecciones aprendidas incluyeron la idea de que la planta tuvo que acomodar las
necesidades de la gente local que de otra manera habían sido golpeadas por la
pobreza, y que las situaciones conflictivas, aunque fueron parte de todo el proceso,
reflejaron una falta de información más que una oposición incondicional. El
conocimiento técnico y las relaciones éticas fueron esenciales para explicar los temas
y ganar el apoyo. Siempre que fuera posible, la comunidad participaba en las
decisiones que la afectaban directamente, solucionando los problemas conjuntamente,
más bien que la empresa haciéndolo en una forma paternalista.
Discusión General
Se repitieron tres temas respecto al Banco Mundial durante las discusiones de los
casos prácticos: ¿cuál debería ser el papel del Grupo para lograr un mayor grado de
desarrollo sustentable? ¿Cómo se facilitan los efectos e impactos positivos? ¿Y cómo
se evitan los negativos?
También durante la discusión de los casos prácticos, el Profesor Dr. Emil Salim
preguntó cuales serían las consecuencias para el Banco Mundial si, dentro de la
relación triangular entre el gobierno, la sociedad civil y la industria, los tres no
tuvieran la misma fuerza para vigilarse y balancearse mutuamente.
Mayor desarrollo sustentable
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Con respecto a la influencia o la intervención del Banco Mundial para promover el
desarrollo sustentable en las industrias extractivas, se incluyeron sugerencias tales
como la promoción de planes de desarrollo locales, consultas públicas, la
participación de la ciudadanía en las decisiones públicas y presupuestos
participativos. El Banco debería apoyar el desarrollo de reglamentos para el
monitoreo participativo y proporcionar capacitación en todos los procesos
participativos y de consulta. Tendría que haber financiación para temas relacionados a
la mitigación de riesgos en áreas sensibles a la biodiversidad y al ecosistema. El
Banco debería enfocar programas tales como “los corredores de conservación”,
respetando las realidades locales económicas y culturales.
El Banco debería facilitar y promover procesos de descentralización en los países,
apoyar la financiación institucional para fortalecer las organizaciones indígenas y
tomar en cuenta los derechos y los valores culturales de la gente indígena en tanto que
las industrias extractivas afecten su desarrollo. Debería suministrar asesoría técnica
que complete sus actividades en las actividades extractivas y la sostenibilidad
ambiental, también ayuda técnica y financiera para desarrollar estándares para las
actividades productivas y extractivas en áreas protegidas. Además, debería apoyar
estudios de línea base en áreas protegidas alrededor de las actividades productivas.
Debería proporcionarse adiestramiento para todas las partes involucradas – el
gobierno, la industria y la sociedad civil – y talleres regionales de auto preparación
para la gente indígena, y programas de preparación en la planificación del desarrollo
participativo. El Banco debe lograr una armonía adecuada para mejorar la situación de
la gente pobre.
Cómo se facilitan los efectos e impactos positivos
Algunos participantes consideraron que algunas acciones del Grupo del Banco
Mundial promoverían lo que ya está funcionando en las industrias extractivas. Eso
incluye la confianza de que los beneficios provenientes de la minería llegarían a las
comunidades afectadas y que los gobiernos harían una transferencia efectiva de las
riquezas generadas por la minería a las comunidades.
El Banco podría promover un conjunto de reglamentos legales adecuado y
participativo, leyes y marcos regulatorios para la redistribución y descentralización de
los ingresos que incrementen la inversión pública en las áreas de origen. Utilizaría
estándares ligados a la financiación para asegurar que se llevaría a cabo una consulta
pública. Por medio de la identificación y de la inclusión de los indicadores de
sustentabilidad, podría mejorarse la cantidad y calidad de la información sobre los
efectos sociales, económicos y ambientales de las actividades mineras y, por último,
podría mejorarse la participación fundamentada con la discusión técnica.
El Banco también podría promover el intercambio de experiencias positivas,
fortalecer las oportunidades para el diálogo (y así proporcionar a las comunidades con
la capacidad para informarse para participar en el proceso). El personal técnico del
Banco Mundial estaría involucrado en la implementación para que se fomente la
confianza entre los jugadores.
El Banco podría ofrecer capacitación para estudios de impactos ambientales
fundamentados en las comunidades, así mismo como la preparación de las
comunidades para manejar los cambios y facultar también a las empresas y las
comunidades para tratar los conflictos en una forma productiva. Pero el Banco
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Mundial solamente debería financiar a aquellas empresas que estén dispuestas a
cumplir con sus responsabilidades sociales. Dentro de las comunidades, el Banco
podría reforzar el poder económico de las mujeres. Dentro del gobierno, podría
promover la transparencia, la democracia y la imparcialidad. Dentro de sí mismo,
podría apoyar actividades sustentables reales que beneficien a las comunidades y
además emprender casos prácticos capaces de medir los impactos positivos y
negativos en una forma objetiva, no en una forma arbitraria. Además, el Banco podría
ayudar en las consultas entre las empresas y las comunidades.
Cómo se evitan los efectos e impactos negativos
En la opinión de la Consulta, las acciones del Banco para minimizar los impactos
negativos de las industrias extractivas incluirían el aumento de la transparencia,
sistemas de consulta local, regional y nacional y mayor diálogo e interés en buscar
soluciones a las diferencias.
Las comunidades deben tener el derecho a decir “no” a cualquier proyecto minero y
el Banco podría apoyar otras actividades sustentables que podrían beneficiar a las
comunidades en vez de la minería.
Debería haber información en los hábitats y herramientas que faciliten la
comunicación para mejorar la participación informada de la población. El Banco
debería estimular la responsabilidad social del comercio y establecer reglamentos para
la obtención de las concesiones mineras que insistan en una conversación con la
sociedad sobre los estándares ambientales. Tendría que haber un control social que
garantizara el cumplimiento con las entidades que establecen las políticas. El Banco
debería seguir fortaleciendo las instituciones de los países, así mismo como
facilitando el acceso y la transferencia de la tecnología además de poner más empeño
en fortalecer el liderazgo verdadero en las comunidades.
La Revisión de las Industrias Extractivas
La Revisión de las Industrias Extractivas debería ser más amplia y de una forma más
participativa de manera que las recomendaciones al Banco Mundial sean más
completas y legítimas.
Preguntas al Especialista
Durante la discusión de los casos prácticos, el Profesor Dr. Emil Salim señaló que en
la relación triangular entre el gobierno, la sociedad civil y la industria, no todos tenían
la misma fuerza para vigilarse y equilibrarse mutuamente. Eso podría ocurrir si un
gobierno fuera autoritario, corrupto, o los militares o el comercio fueran débiles. En
ese caso, habría gobernanza desigual, los proyectos no avanzarían eficazmente y el
desarrollo estaría determinado por un factor en detrimento de otro. En esas
circunstancias, un proyecto propuesto por el Banco Mundial no estaría implementado
por los intereses de la sociedad civil, el Dr. Salim sugirió.
La posibilidad de una gobernanza imperfecta planteó otras preguntas:
 ¿Debería el Banco Mundial trabajar con un gobierno bajo condiciones
imperfectas, por ejemplo un gobierno que de alguna u otra manera no esté
funcionando correctamente?
 ¿Debería entrar el Banco adonde el sector privado sea débil?
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
De acuerdo a las discusiones previas, ¿Debería el Banco abstenerse de actuar
cuando un gobierno anterior se ha equivocado y el nuevo gobierno está
tratando de solucionar los errores?
 ¿Deberían trabajar juntos adonde los arreglos institucionales, los
reglamentos, la ley, etc. son débiles?
En la realidad, el gobierno y también el comercio probablemente sean fuertes. La
sociedad civil probablemente sea débil. Pero, ¿Sería posible trazar una línea sobre
la cual hubiera una buena gobernanza y por lo tanto donde los proyectos del Banco
Mundial fuesen aceptables? Si fuera así, entonces ¿Qué pasaría si la gobernanza no
funcionara? ¿Hay que dejarlos sufrir?
Una respuesta a las preguntas que el Banco Mundial se hace a sí mismo “¿Somos
necesarios?” y “¿Deberíamos entrar?”, fue “sí”, porque la sociedad civil es la
conexión más débil, y si un proyecto se desarrolla (en la ausencia del Banco
Mundial) en esas circunstancias, no beneficiaría al eslabón más débil.
Pero hubo que contestar a otra pregunta que surgió de las discusiones: “¿Cuál es el
beneficio para la gente pobre?”. La respuesta normal fue que el desarrollo
aumentaría los impuestos y la renta sería asignada por el gobierno, el gobierno
proporcionaría trabajo, y el trabajo absorbería a la gente pobre para que todos se
beneficien. Pero, ¿Qué pasaría si no se lo convirtiera al gobierno para hacer esto,
adonde irían los impuestos? No a la gente pobre, posiblemente a las armas, a crear
poder, a los edificios del gobierno, sugirió el Especialista. En otras palabras,
asumir que el desarrollo proveería a la gente pobre necesitaría de la suposición que
la gobernanza está funcionando.
La necesidad de estar a favor de la gente pobre
Así, otra respuesta fue la pregunta: “¿ hay pobreza, sí o no?”. Si hubiera pobreza,
el Banco Mundial debería verdaderamente intervenir. Pero también significaría
entrar con una estrategia que favorezca a la gente pobre – no en favor de la gente
rica o favoreciendo al más fuerte. Eso significaría tener un mecanismo
consultativo para escuchar a la gente pobre.
Un punto importante es la desigualdad entre los diversos grupos de la sociedad
civil. La población indígena forma el grupo más débil. Le sigue la fuerza laboral.
Luego vienen las ONG, que a veces son bastante fuertes. Las más fuerte de todas
son las ONG internacionales pero no necesariamente tienen los mismos intereses
que las demás. Tendría que aclararse a quiénes representa la sociedad civil. Aún
así, ¿Hacia adónde debería el Banco Mundial enfocar su atención? Si hubiera
conflictos entre un ideal internacional y el apoyo para la más débil de las
sociedades civiles – la población indígena que es vulnerable a la ubicación de los
proyectos, los ancianos y las mujeres – la posición de Dr. Salim hacía el Banco
Mundial fue: olvídense del ideal internacional, escuchen la voz de los grupos
vulnerables.
Otra razón para participar es el segundo triangulo – la necesidad del desarrollo
sustentable para balancear la sostenibildad económica, ambiental y social. El
desarrollo económico, social y ambiental tienen que tener la misma fuerza.
Aunque una vez más, la realidad a menudo es diferente: el desarrollo económico
podría ser muy fuerte, pero el desarrollo ambiental limitado y el desarrollo social
también limitado. También existiría un triangulo diferente con una brecha en el
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desarrollo ambiental y otra en el desarrollo social. El Banco Mundial debería entrar
porque el mercado no trabaja en esa clase de economía. El mercado solamente
trabaja por razones económicas; no absorbe las consideraciones sociales y
ambientales.
En resumen, había dos condiciones para que el Banco Mundial se involucrara, a
saber:
 apuntando al desarrollo sustentable, por ejemplo, cambiando el balance para
cerrar las brechas de los desarrollos ambiental y social.
 una sociedad civil fortalecida y con poder, de tal manera que exista un
balance correcto entre el gobierno, la industria y la sociedad civil.
Respecto a como llevar esto a cabo, se habían presentado ejemplos de esfuerzos
mancomunados en donde el comercio, las ONG y los gobiernos trabajaron juntos.
Pero, en la situación actual, frecuentemente no existe la confianza entre ellos. La
industria no confía en las ONG; las ONG consideran a la industria como su enemigo.
Los gobiernos desconfían de la sociedad civil, pero apoyan a la industria. Para tener a
los tres dentro de una relación idónea, se necesita crear un vínculo de confianza. Para
contar con un desarrollo sustentable, es necesario marchar juntos.
8. Inversiones del Banco Mundial y el ciclo del proyecto en
Latinoamérica y el Caribe
Después de resumir las exposiciones del Grupo del Banco Mundial en la sesión de
intercambio de información del día previo, un economista de alto rango del Banco
destacó la importancia del trabajo del Grupo en Latinoamérica y el Caribe. De los $23
mil millones invertidos en el 2001, más del 23 % fueron con gobiernos de la región. La
región totalizaba el 26 % del negocio total de la CFI, para el OMGI era más del 50 %.
Pero en términos de inversión sólo $500 millones fueron para las industrias
extractivas, que fue poco de acuerdo a los estándares de esas industrias y había estado
declinando, destacó el orador. Las industrias extractivas totalizaron sólo un 7 % de las
inversiones totales de la CFI, pero aún así era muy importante para los países donde se
invirtió.
Ciclo del proyecto
El desarrollo de un proyecto del banco Mundial incluía la visita de un equipo del Banco
al país, para discutir posibles proyectos con el gobierno. Las discusiones se llevaban a
cabo sobre la base de una apropiada Estrategia de Ayuda al País y los resguardos que se
habían detallado con anterioridad. Discusiones adicionales se llevaban a cabo con gente
fuera del Grupo del Banco Mundial y fuera del gobierno. Esto llevaba a una evaluación
del proyecto que era presentado a la Directiva del Banco Mundial para su aprobación.
Sólo entonces era desarrollado e implementado el proyecto.
La implementación estaba sujeta a varias instituciones y procesos que trataban de
asegurar la calidad de los proyectos, p.ej. el grupo de evaluación y un panel
independiente de apelación para la gente que pensara que el Banco no había seguido sus
propios procesos. Los informes del Grupo de Evaluación de Operaciones y del
Departamento de Evaluación de Operaciones iban directamente a la Junta de Directores
del Banco Mundial, aseguró el orador. Su metodología era rigurosa y sujeta a revisión
por un subcomité de la Directiva en la efectividad del desarrollo.
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Una diferencia fundamental en el ciclo de un proyecto con el sector privado y uno con
los gobiernos era que con los últimos el Banco se involucraba mucho antes.
Típicamente, una compañía traía un proyecto que estaba justo por empezar, cuando ya
había completado su investigación y tenía un plan listo para el desarrollo.
Sin embargo, los procesos para ambos tipos de proyectos daban lugar a la consulta: en
la fase de diseño, durante la preparación y en la evaluación. Las pautas
medioambientales requerían gran cantidad de consultas en la etapa de planificación del
desarrollo.
Con éstas políticas, resguardos y procesos, el principal enfoque de la relación del
Banco con los gobiernos era conseguir que el medioambiente estuviera bien para el
desarrollo sustentable de la industria extractiva, es decir las políticas y el marco. Las
preocupaciones reales eran si había una capacidad real para implementar el marco y las
políticas de la manera que fueron diseñadas. El Banco trabajó entonces con los
gobiernos para asegurarse que existiera una capacidad de regulación y control efectivos.
Los funcionarios del Banco buscaron formas en las que, desde la perspectiva del Banco,
pudieran proporcionar valor agregado en términos de impacto de desarrollo, en
términos de impactos sociales y medioambientales.
Preguntas y comentarios
Al contestar preguntas, el economista del Banco confirmó que las inversiones de la CFI
en las industrias extractivas serían independientes de lo que el Grupo del Banco
Mundial invirtiera en un país en conjunto. Le prestaba a los gobiernos a una tasa de
alrededor del 0,75 % superior a la Tasa de Préstamos Interbancarios de Londres (Libor)
y al sector privado a la tasa de mercado de ése país, generalmente 3 al 5 % superior a la
Libor. La CFI también invirtió en activos de esas compañías y fue a causa de la
efectividad de esas inversiones que a la CFI le fue posible usar esos recursos generados
en otros aspectos de sus negocios.
Manejo del ingreso
Otro economista del Banco estuvo de acuerdo en que el tema del manejo del ingreso
(distribución de las ganancias de proyectos que el Banco había financiado) era un tema
a ser discutido. También era considerado por los funcionarios del Banco que trabajan en
petróleo, gas y minería, los que todavía tenían que encontrar respuestas.
Una organización de pueblos indígenas brasileños propuso el tema de si los gobiernos
podían ser confiados a una política de transferencia de ingresos petroleros al municipio
de donde fueran extraídos. No eran los pueblos indígenas los que se volvían más pobres
a sí mismos sino lo que habían hecho las grandes compañías con sus proyectos, dijo.
Efectividad de los resguardos
Una ONG Ecuatoriana puso en duda la efectividad de los resguardos para que los
proyectos del Banco Mundial fuesen llevados a cabo correctamente y la idea de que las
inversiones en petróleo necesariamente aliviaban la pobreza. El mismo panel de
inspección del Grupo del Banco Mundial había destacado que el estudio de impacto
medioambiental para el proyecto Prodeminca en su país había sido mal hecho, sin
consultas en su preparación. Encima de esto el estudio había sido hecho en una zona
minúscula comparada con el área que el proyecto afectaría. El fracaso del petróleo en
aliviar la pobreza había sido destacado por el testimonio de una ONG de derechos
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humanos en Ecuador y por un informe de la Oxfam. Las condiciones en realidad se
habían deteriorado en muchos países en desarrollo.
Al contestar, un funcionario superior de evaluación del Banco dijo que el proyecto de
asistencia técnica minera en Ecuador había sido para incrementar la capacidad del
gobierno para facilitar la preparación de mapas de la selva (incluyendo bosques
nacionales que no estaban abiertos a la exploración) e instalar un medioambiente que
atrajera la inversión privada. El panel de inspección había dictaminado que hacer mapas
en las áreas excluidas y no abiertas a la exploración no cumpliría con los intereses del
gobierno. El mismo no estaba al tanto de la falta de consulta sobre un estudio de
impacto medioambiental y estaría preocupado si ese fuera el caso en conexión con un
préstamo del Banco Mundial o de la CFI .En relación a la conveniencia de incrementar
los préstamos del Grupo del Banco Mundial a los sectores del petróleo, gas y minería, si
hacían daños a los países en desarrollo, el Banco ya estaba concentrando sus esfuerzos
en el mejoramiento de la capacidad de los gobiernos para manejar los sectores, para que
el sector privado pueda contribuir al desarrollo.
Mayor pobreza
Una ONG de derechos humanos intervino solicitando exposiciones del Banco Mundial
con casos de países en relación con las industrias extractivas y cómo contribuyeron al
desarrollo. Su propio testimonio sacó en conclusión que la industria del petróleo no
había resuelto los problemas de la pobreza; se habían vuelto peores. La cuestión era,
cuánto tenía que ver la industria del petróleo con eso. El problema no consistía
solamente en cómo los recursos petroleros eran manejados y cuáles eran los impactos
sociales y medioambientales.
También habían acuerdos que condicionaban la economía, que era un área donde el
Banco Mundial podía hacer mucho más. En el caso del Ecuador la deuda externa era
uno de los temas más importantes donde el Banco podría contribuir con ideas, procesos
y mecanismos. De otra manera, si el país continuaba extrayendo el petróleo y los
minerales, tendría tal vez la misma, o más pobreza.
Minería en pequeña escala
Un representante de mineros en pequeña escala del Ecuador informó que una muy
pequeña contribución allí, había posibilitado el reordenamiento de la minería artesanal y
en pequeña escala, realizando operaciones como entes legales, mejorando los niveles
tecnológicos a través del entrenamiento, aumentando el conocimiento, armonizando las
relaciones mineras, y aún incorporando procesos para diversificar el sector productivo a
través de la reinversión de las ganancias de la pequeña minería, en minería u otras
actividades. El orador le solicitó al Banco que apoyara a los mineros en pequeña escala
que quisieran desarrollar actividades sustentables.
Nuevo rol para el Banco
Un representante de un instituto brasileño de servicios de investigación y exploración
comentó que si el Banco Mundial abandonara el sector minero, esto no agregaría nada
al proceso de desarrollo sustentable, porque la demanda de petróleo, gas y minería
continuaría. La Consulta debería entonces concentrarse en encontrar un nuevo camino
para las actividades del Banco y sus socios. De todos modos, el petróleo, el gas y la
minería eran negocios y los negocios no resuelven los temas sociales: se resuelven a
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través de políticas públicas. Si la actividad comercial fallaba en solucionar las
necesidades sociales, era tal ves a causa de las políticas públicas, p.ej. en relación a
aspectos distributivos y protección medioambiental, insertados en esos negocios. Brasil
tuvo ejemplos de actividad minera que aumentó considerablemente la pobreza y donde
mejoró la calidad de vida de la comunidad.
Lo último ocurrió donde las compañías y los gobiernos trabajaron responsablemente
juntos en la distribución de recursos de proyectos concernientes con la continuidad de
esas comunidades. En el Amazonas Brasileño habían ejemplos del más alto tipo de
evolución humana en los pueblos donde había minería organizada, y el peor
funcionamiento en los pueblos donde la minería era improvisada e informal.
El director del Departamento de Minería estuvo de acuerdo en que los diferentes
sectores del Grupo del Banco Mundial podrían trabajar mejor juntos. Su administración
necesitaba asegurarse que los Directores de Países y otros ejecutivos se estuvieran
integrando para enviar con continuidad paquetes de asistencia que fuesen sociales y
medioambientales tanto como económicos. Socios Comerciales para el Desarrollo era
una asociación entre los componentes del Grupo del Banco Mundial, 12 compañías y
algunas ONGs que exploraban las maneras en que las compañías podían contribuir a un
desarrollo sustentable aparte de hacer su actividad comercial con ganancias.
Proyectos de la industria extractiva en Latinoamérica
En una sesión, específicamente de la participación del Banco en Latinoamérica y el
Caribe, el Departamento de Petróleo, Gas y Químicos explicó que desde 1993 habían
habido siete proyectos de petróleo y gas donde el Banco Mundial trabajó con los
gobiernos. Centraron su atención en reformar el sector, desarrollar el gas natural y en
apoyar la capacidad del gobierno y de las comunidades. Por el lado de la minería, en el
mismo período habían habido tres proyectos. La CFI había hecho diez inversiones en
petróleo y gas , 24 eran de minería donde se había priorizado la creación de mayor
capacidad para el desarrollo sustentable. Los proyectos del OMGI habían sido
principalmente en minería.
Por el lado del petróleo y del gas, según explicó otro economista, el Banco trabajaba
junto con los gobiernos a fin de ayudar al sector a realizar un mejor trabajo y poder de
esa manera crear oportunidades para las inversiones privadas que la CFI podría ayudar
a financiar. Por ejemplo, el Banco había ayudado a la Argentina con la liberalización y
la reforma de su empresa petrolera YPF para que cinco de sus compañías proveedoras
de servicio pudieran acceder al financiamiento que necesitaban para llegar a ser
verdaderas empresas de desarrollo. Ellas contribuyeron a un incremento de la
producción de petróleo y gas en la Argentina convirtiendo al sector en un generador
neto de fondos que los gobiernos provinciales y el gobierno central podían usar para el
desarrollo. Generaron buenos empleos y se ocuparon de llevar a cabo un trabajo
reparador del medioambiente en los campos que ocuparon, varias de las compañías
fueron galardonadas con el certificado ISO por la manera que ellos se ocuparon del
medio ambiente. A la larga la CFI retiró su apoyo dado que el sector había madurado y
no la necesitaba más.
La asistencia minera al gobierno de la Argentina se había transformado en ayuda bajo
un marco legal e institucional que establecía claramente los derechos de la minería, se
elaboraron sistemas impositivos y se brindaron servicios de entrenamiento locales
necesarios para contribuir al desarrollo sustentable del sector. Como resultado, según
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confirmó un instituto de investigación del gobierno, había habido un fuerte incremento
de compañías invirtiendo en la minería y en la producción del sector. Las inversiones
mineras habían ascendido de $240 millones a más de $3.000 millones, comparado con
algunos años anteriores cuando había habido menos actividad minera. Las
exportaciones mineras de la Argentina hoy en día eran iguales a las de la carne. El
problema residía ahora en mantener un alto nivel de tecnología y aumentar los niveles
de capacitación para de esa manera mantener el sector minero tan eficiente como era
hasta el presente.
Dimensión de estrategia medioambiental
La participación del Banco en el gasoducto de Bolivia-Brasil ostensivamente
comprendió un préstamo al Gobierno del Brasil y una garantía parcial contra riesgos.
Sin embargo, el verdadero préstamo, según enfatizó el especialista del Grupo del Banco
Mundial a cargo del medio ambiente para Latinoamérica y el Caribe, estaba en un plan
de gerenciamiento del medio ambiente y social dentro de un proyecto muy complejo.
En relación al costo total por una suma superior a los $2.000 millones, el préstamo del
Banco fue pequeño. A pesar de lo cual, junto con el Banco Interamericano de
Desarrollo y la Corporación Andina de Desarrollo, le fue posible insistir en que todas
las políticas medioambientales y sociales de las instituciones financieras fueran
seguidas, que sólo un grupo de especificaciones medioambientales habían sido
utilizados, que una compañía de supervisión medioambiental (reportándose a los
dueños) había sido utilizada, y que un auditor medioambiental (reportándose a los
bancos) había auditado el trabajo de los contratistas y la actuación de los supervisores.
El control medioambiental y el monitoreo sólo podían llevarse a cabo, se explicó,
cuando los auspiciantes, dueños y financistas estuvieran de acuerdo en un principio:
manejar el gasoducto como una unidad en conjunto para el trabajo.
El Banco también vio que, por primera vez, había una dimensión estratégica
medioambiental para el aumento de la exploración y explotación del gas en Bolivia. Fue
el comienzo de un diálogo con el Gobierno de Bolivia sobre los problemas sociales y
medioambientales que la exploración y explotación acelerada podía traer.
Trabajando con el sector privado
Una compañía brasileña con la que el Banco había trabajado, Samarco, producía hierro
y pellets de hierro. Era un buen ejemplo, sugirió el economista de la CFI, de cómo una
firma podía combinar responsabilidad social corporativa con responsabilidad financiera.
En el período de participación del Banco la compañía se había transformado en uno de
los mejores empleadores de Brasil: considerando la manera en que invertía en y trataba
a sus empleados. Se había convertido también un fuerte y activo miembro de la
comunidad, apoyando las actividades de la comunidad con entrenamiento, educación,
escuelas locales, entrenamiento de maestros, toma de conciencia en temas
medioambientales y participación en programas locales de micro créditos para apoyar
SMEs.
Limpiando el pasado
Otro ejemplo fue la inversión de la CFI en una compañía que estaba controlando,
limpiando y explotando (donde fuese posible) las minas de plata abandonadas en el sur
de México en los 1920s y 1930s. La compañía también comenzó un programa nuevo
para desarrollar abastecedores locales: enseñándoles y entrenándolos en lo básico de
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servicios de contratación y en la participación de procesos de obtención de cosas. Otro
proyecto en Ecuador, ayuda a prevenir que tal situación emerja a partir de minas en
pequeña escala abandonadas. Al trabajar con el gobierno, el Banco estaba ayudando a
armar un sistema legal junto a mecanismos de acceso a la tecnología que los mineros en
pequeña escala necesitaban para mejorar los niveles de seguridad, para sí mismos y el
medio ambiente. Hoy, Ecuador es probablemente el país latinoamericano con el más
grande porcentaje de minería en pequeña escala legalizada.
Discusión
Entre las preocupaciones y comentarios presentados en el debate a continuación, se le
preguntó a los funcionarios del Banco sobre el rol principal que veían para el Banco y
cuáles eran las políticas en actividades fundamentales como fortalecimiento
institucional y asistencia técnica. ¿Habían requerimientos contractuales para la consulta
o negociación pública, y había una política para incrementar el valor de los materiales
extraídos a través de un uso local de procesos secundarios? ¿En relación a eso, porqué
estaba el Banco considerando no invertir más en Latinoamérica y el Caribe, y en qué
podría invertir como opción? Los participantes querían información sobre el progreso
en relación al objetivo de luchar contra la pobreza, y en los resultados de la auditoría a
las contribuciones al desarrollo. Había posibilidad de mitigar los pasivos
medioambientales del pasado, y quién podría garantizar los riesgos y cubrir los pasivos
ambientales después de la privatización. Otras preocupaciones incluían la necesidad de
incluir la minería en pequeña escala, la necesidad corriente de entrenamiento, y la
cultura local de no preocuparse, que no había sido mitigada por un proceso de
educación.
Rol del Banco
Los funcionarios del Banco explicaron que tenían que asegurarse que los proyectos
fuesen exitosos en todos los aspectos económicos, incluyendo los riesgos políticos, y
que como grupo proporcionaban seguridad social y medioambiental que aseguraba que
la gente fuese consultada, especialmente en los grandes proyectos. El OMGI
perteneciente al Grupo del Banco Mundial tenía 13 de sus 24 proyectos de minería y la
mitad de su negocio principal en Latinoamérica y el Caribe. En uno de sus últimos, el
proyecto Antamina en el Perú, el OMGI había estado activamente involucrado como
mecanismo de resolución de conflictos: como agencia de seguros de riesgos políticos,
había usado sus reglas de resolución de conflictos para facilitar las consultas entre las
comunidades y las compañías mineras con el objetivo de evitar reclamos que pudieran
ocurrir entre ellos.
El rol general, resumido en los proyectos presentados, era la contribución de los
proyectos al desarrollo sustentable. Esto podría incluir en Bolivia, por ejemplo, obtener
más beneficios de la explotación de recursos escasos, con industrias de procesamiento
secundario que aseguren más participación local. Había entonces un rol para el Banco
de ayudar a los empresarios locales, a través del financiamiento de la CFI y a través de
un plan estratégico con el gobierno. Pero también había que reconocer que las
compañías mineras no eran necesariamente extremadamente ricas y que la posibilidad
de enviar y producir al precio correcto a largo plazo era muy importante.
Otro colega del Banco destacó el rol de coordinación con respecto a los gobiernos,
industria y sociedad civil: permitiéndole comparar experiencias y dedicarse a nuevos
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temas. Así nacieron la Organización Latinoamericana de Energía, la Asociación de
Compañías Petroleras y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas.
Específicamente en relación al rol del Banco en Latinoamérica y el Caribe, el director
del Departamento de Petróleo, Gas y Químicos estuvo de acuerdo en que el Banco se
había retirado en los últimos dos a cuatro años. También comentó que el mundo había
cambiado en los últimos años, cuando la Comisión Melzer nombrada por el Congreso
de los EE.UU. había requerido que los bancos de desarrollo se retiraran del
financiamiento del petróleo, el gas y la minería porque esto podría ser realizado por el
sector privado. El departamento regional y los directores de los países que establecen
estrategias del Banco mayormente decían que tal financiamiento y asistencia no era
necesaria. La administración pensaba que habían otras prioridades en las que deseaban
concentrarse. Mientras tanto el “11 de septiembre” cambió las cosas nuevamente, pero
el Banco necesitaba oír de la Consulta que había una mayor necesidad ahora que hace
dos o tres años atrás.
Evaluando la actuación
Para evaluar, la CFI miraba los proyectos típicamente cinco años después de que fueran
aprobados y aplicaba muchos indicadores a las compañías involucradas.
Adicionalmente a que cumplieran o superaran las directrices del Grupo del Banco
Mundial, examinaba el resultado del proceso en base al propio suceso de la compañía,
si estaba produciendo ganancias, si estaba produciendo más que su promedio de costo
de capital. Vio si estaba creando puestos de trabajo, generando impuestos para el
gobierno, y contribuyendo más a la sociedad que a los inversores financieros. La
evaluación consideró los niveles de vida en el área, escuelas, inversiones y
capacitación. También debería haber desarrollo en el sector privado. Otros indicadores
no fueron relacionados con el resultado desarrollista, tal como si la CFI estaba
obteniendo ganancias.
Luchando contra la pobreza
Un ejemplo de cómo la estrategia del Banco luchó contra la pobreza fue la ayuda del
Banco Mundial y la participación de la CFI en hacer más productiva, viable y
medioambientalmente amigable a la industria petrolera Argentina. El proyecto empleó
gente directamente y usó contratistas locales. Los ingresos para el gobierno provincial y
nacional eran vitales para los programas sociales y otros más. En la minería, se destacó,
cada puesto de trabajo en una firma creaba entre 5 y 15 puestos de trabajo adicionales.
Un comentario en la reunión conectó la idea de que el Banco no había contribuido
realmente a la erradicación de la pobreza con la consideración de que se debería retirar
del petróleo, el gas y la minería. Las condiciones en los países, sugirió el orador, no
estaban dadas para que la industria resolviera los problemas. El Banco podría ayudar a
resolver el problema de falta de transparencia en los gobiernos, fortalecer las
instituciones democráticas y los grupos locales para que tuvieran mayor poder de
negociación. Así, áreas como la educación, agricultura sustentable, turismo y
actividades que generaran más empleo y en donde la riqueza se quedara en las
comunidades y el país, eran donde el Banco podría invertir si se retirara del petróleo,
gas y la minería.
Capacitación
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La importancia de la capacitación era evidente en el caso del gasoducto Bolivia-Brasil
donde había ahora un importante impacto social. En respuesta, el gobierno boliviano
estaba solicitando un préstamo para asistencia técnica que abarcara la innovación y el
aprendizaje: mejorando la capacidad de administración compartida del sector gasífero.
Esta era una gran necesidad de capacitación.
9. Tres escenarios
Basados en los estudios de casos, las exposiciones del Grupo del Banco Mundial, las
discusiones y la intervenciones del Dr. Salim, se le solicitó a los grupos de trabajo que
consideraran tres escenarios para futuras relaciones entre el Grupo y los sectores del
petróleo, gas y la minería:
. Completo retiro
. Continuación del status quo
. Expansión y cambio.
Se le solicitó a cada uno de los tres grupos que vieran las oportunidades y riesgos en
uno de los escenarios para los cuatro principales participantes: industria, gobierno,
sociedad civil y el mismo Grupo del Banco Mundial.
Completo retiro
Para las compañías, la Consulta consideró que un retiro completo del grupo del Banco
Mundial del petróleo, gas y la minería les permitiría trabajar libres del control del
Banco Mundial en un ambiente económico basado en el mercado y con menores
normas medioambientales. El mercado determinaría dónde minar. El principal riesgo
sería la pérdida una poderosa fuente de financiamiento, exponiéndolos enteramente al
financiamiento comercial, que sería caro. Un período de transición para el ajuste sería
necesario.
Pues el retiro del Grupo del Banco Mundial liberaría fuentes (humanas y económicas)
para otros proyectos. Podrían haber pérdidas de habilidades dentro del Banco Mundial
en algunas áreas. El escenario de retiro expuso al Banco a un riesgo de crecientes
críticas y excesiva reacción (p.ej. ser forzado a irse del sector). No le sería posible lidiar
con problemas de sector ni usar las oportunidades que se sabe que existen. Habría
menos de la mejor práctica en la industria.
Estaría sujeto a menor presión política y le daría una mayor posibilidad para
influenciar la pobreza. Opuesto a esto, estaría el riesgo de menores chances para el
desarrollo en países con una industria extractiva, menores normas socio-ambientales,
mayores impactos, y demanda de mayores recursos al Banco. Habrían menos chances
para el desarrollo comunitario en áreas remotas y la inequidad aumentaría. Finalmente
habría riesgo de que el Banco apareciese desconectado de un sector importante.
Para la sociedad civil, las oportunidades en el retiro del Banco del petróleo, gas y la
minería incluían el aumento en el apoyo a los proyectos más beneficiosos en el sector
civil (para beneficiar la reducción de la pobreza) y un posible aumento en el poder civil.
Sus riesgos eran, pérdida de influencia en la definición, desarrollo, y políticas de
proyectos en el sector, la pérdida de un interlocutor, y el desarrollo de la industria con
menores normas socio ambientales que lleven a mayores impactos. Podrían haber
menores inversiones, menores recursos para luchar contra la pobreza en áreas remotas.
La sociedad civil también perdería un facilitador para la resolución de conflictos.
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Para el gobierno, las oportunidades por el retiro del Grupo del Banco Mundial
incluían, autodeterminación, mayor autoridad para definir proyectos, cooperación con
otros gobiernos, y menos problemas con la sociedad civil. Sus riesgos eran la pérdida de
apoyo para el fortalecimiento institucional y la discontinuidad de las políticas de
desarrollo. Podría haber un clima general de desconfianza para con los inversores.
Manteniendo el status quo
Para el Grupo del Banco Mundial, las oportunidades estarían en los países de “frontera”
si las actuales prácticas se dejaran sin cambios. Podría haber también un cambio gradual
y una mejora de la efectividad. El status quo era una opción segura en términos
operativos en una situación incierta. Los riesgos serían de que el petróleo, gas y la
minería no hicieran contribuciones a necesidades potenciales. p.ej. (los Objetivos del
Desarrollo del Mileno de la ONU).
La sociedad civil tenía oportunidades bajo las actuales circunstancias de crear un
banco de conocimiento para diseminar información. Habría poca intervención del
Banco a nivel país pero la discusión multisectorial (por ejemplo la REI misma) podría
ser creada y tener una mayor influencia en el Grupo del Banco Mundial que en los
mismos países. Podría haber alguna apertura a temas sociales y a otros. Los riesgos de
continuar las cosas de la manera que están ahora incluían encontrarse con fuertes
normas medioambientales sólo para acatar los criterios del Banco y la posibilidad de
corrupción en el proceso. Había también un deficiente cumplimiento del monitoreo y
las reglas y procedimientos del Banco eran rígidas. El Banco también intervino para
proteger los intereses de algunos gobiernos, y dependía de ellos.
Para los gobiernos, las actuales oportunidades incluían una alianza para el
fortalecimiento institucional y corporativo, trabajar como motivador para implementar
mejores prácticas sustentables, disponibilidad de ayuda para los ciudadanos, y
desarrollo medioambiental sustentable para las industrias extractivas. El Banco también
podría proporcionar una referencia para marcos reguladores. Los riesgos para los
gobiernos estaban en la tendencia del Grupo del Banco Mundial de reducir sus
contribuciones financieras a las industrias extractivas. Los gobiernos mantendrían una
percepción errónea de la importancia de las industrias extractivas en el desarrollo
sustentable. Los proyectos tenían un buen impacto pero con limitada sustentabilidad
más tarde.
Incrementando y cambiando las actividades del Banco
En el escenario de cambio y expansión, las oportunidades del Grupo del Banco Mundial
en petróleo, gas y minería se percibía estaban en el apoyo a gobiernos, la sociedad civil
y las empresas en sus contribuciones para mejorar las condiciones de vida de la gente.
El Banco podía ser el participante principal con una política común en los procesos de
cambio en la lucha contra la pobreza. Esto vendría a través del fortalecimiento de la
gobernabilidad y el estímulo de la participación de todos los participantes en los
proyectos de desarrollo.
Había una oportunidad para mejorar la imagen del Banco entre los diferentes
participantes modificando su manera de trabajar y su comunicación con ellos,
especialmente con aquellos en la sociedad civil que se resistían a más actividades
extractivas. Esto podría incluir el apoyo a las comunidades con servicios de asistencia
técnica y a la industria con acceso al financiamiento. Los riesgos eran que los aportes
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del Banco Mundial no fuesen necesitados, que los socios no aceptaran las propuestas de
cambio y que los gobiernos pudieran reaccionar negativamente a lo que consideraran
“interferencia” del Banco.
Para las empresas, habría oportunidad para expandir el financiamiento a la minería en
pequeña escala y artesanal y para mejorar sus prácticas medioambientales y sociales. El
soporte técnico y financiero a las empresas podría disminuir la contaminación del
ambiente. Con mayor acceso a los créditos del Banco Mundial, las compañías podrían
traer mayores beneficios a la comunidad, ayudar en el fortalecimiento de las
instituciones de los pueblos indígenas y la sociedad civil y construir su capacidad para
manejar y encontrar soluciones a conflictos y llevar a cabo negociaciones. Esto
contribuiría a la confianza dentro del diálogo tripartito. Los riesgos para las compañías
incluían leyes mineras que sobrepasaban la autonomía de los pueblos indígenas,
desorden público e inestabilidad política y social, e incertidumbre legal.
Para la sociedad civil las oportunidades estaban en el mejoramiento de las capacidades
de los participantes, aumento del poder y mayor participación, la reconstrucción y el
otorgamiento de mayor apoyo a la minería en pequeña escala y a la minería artesanal.
Había una oportunidad para mejorar los estándares sociales, medioambientales,
tecnológicos, de la minería en general y para el aumento de inversión para resolver la
acumulación de problemas medioambientales. Los riesgos percibidos en la sociedad
civil incluían la proliferación de la minería ilegal y las políticas para su control y un
creciente impacto en el medio ambiente. Podía ocurrir que la sociedad civil no estuviese
preparada para participar y que el Banco descuidara inversiones sociales en otros
sectores como educación, salud, agua y alimentación. Podría haber falta de
coordinación entre las industrias extractivas y la capacidad de la sociedad civil.
Para los gobiernos, una actividad incrementada del Banco Mundial podría ser una
oportunidad para financiar iniciativas de los gobiernos para desarrollar las industrias
extractivas, incluyendo la mejora de información geológica. Podrían entrenar personal
en control financiero y monitoreo. Podrían apoyar proyectos extractivos principalmente
a través del financiamiento de la parte social. Los gobiernos también podrían financiar
el fortalecimiento de organizaciones locales y los procesos de diálogo tripartito y de
resolución de conflictos. Los riesgos de los gobiernos se producían al seguir los
criterios establecidos por el Grupo Banco Mundial y la aceptación de sus evaluaciones.
Los gobiernos pueden perder personal entrenado a través de la emigración. Podrían
haber demandas para priorizar una inversión social adecuada, y la política puede
interferir.
Discusión general
Un participante quien prefirió un cambio radical en el rol del Grupo del Banco Mundial
en lugar de incrementar sus actividades quería que los gobiernos trabajaron con los
gobiernos y las compañías así de esa manera la sociedad realmente podía beneficiarse
con el desarrollo de las industrias extractivas. El Banco era muy importante para el
sector y no debía dejar de participar, agregó el participante.
Nuevas habilidades del sector privado
De conformidad con un rol re-enfocado, un representante de la industria recordó que el
taller había sabido de los beneficios y de los costos y también de las buenas prácticas y
de las malas. Las empresas, opinó, necesitarán capacitarse en la asistencia al desarrollo,
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que es lo que ellos actualmente carecían. Si el Banco cumplía con ese rol era la
pregunta que el taller estaba tratando de contestar. Paliar la pobreza, aclaró, era una
misión relativamente nueva para el Banco: eso significaba que el Banco se encaminaba
hacia donde se debía eliminar la pobreza, sin que se tuviera en cuenta si el país era
difícil o fácil. El desafío del Banco residía en diseñar productos y servicios que
funcionaran en esas condiciones. En la actualidad algunas compañías administraban
sus riesgos mediante la inversión a fin de asegurar que sus socios estuvieran
capacitados para firmar todos los contratos, según señaló el participante de la industria .
Quizás el componente OMGI podría proveer algunos de estos servicios.
Nuevas actitudes del Banco
Entre los cambios específicos, uno de los oradores convino con el Dr. Salim que más
que otra cosa, el Banco precisaba efectuar un cambio de actitud. Las soluciones
medioambientales, señaló, no fueron contemplados en muchos de los proyectos. Sería
necesario aumentar los recursos y fortalecer las organizaciones indígenas y la sociedad
civil: actualmente el diálogo se presentaba como una situación de inequidad. Dentro de
la sociedad civil, las comunidades tenían que tener la posibilidad de ser informadas y de
participar de los procesos en relación a si deseaban o no que las industrias extractivas
se desarrollaran. Sin embargo uno de los oradores insistió que era el rol de los
gobiernos y no del Banco el de capacitar a las comunidades. Era el gobierno quien
tenía que aceptar la necesidad de contar con pares capacitados. El Banco sólo podría
brindar las condiciones necesarias a los gobiernos para generar la capacidad de reducir
la pobreza.
Estímulo institucional
Otro participante promovía, como cambio más importante, el estímulo institucional de
los países: ampliar y mejorar las habilidades administrativas. El Banco debía apoyar
esta moción y todo lo relacionado a la minería pequeña y artesanal. También deberá
comenzar a efectuar diagnósticos de los sectores viables y no-viables seguidos de una
reestructuración y una mayor ayuda a los sectores no-viables. El Banco deberá mejorar
las condiciones de gobernabilidad en la región.
Reducción de la pobreza
Para reducir los niveles de la pobreza, uno de los oradores propuso que el Banco
también considere una mejor redistribución de los ingresos provenientes de las
industrias extractivas y el monitoreo de las normas socio-medioambientales. Uno de los
mayores problemas que las empresas tenían que afrontar era que ellos creían que
estaban cumpliendo con su rol social mediante el pago de impuestos, pero con
frecuencia los gobiernos no re-distribuían los ingresos equitativamente. Entonces a las
industrias extractivas se las consideró como un sector que no contribuía a la reducción
de los niveles de pobreza. Sin embargo las compañías no tuvieron la posibilidad de
informar a los gobiernos cómo debían gastar sus ingresos: si abusaban de los derechos
de los gobiernos, señalaban cuál era el límite.
El monitoreo de las normas socio-medioambientales deberá ser considerado desde una
perspectiva de la reducción de niveles de pobreza, p.ej. si la inversión estuviera
generando crecimiento económico, y si ese incremento redujera la pobreza. A menudo
los indicadores o no existían o no eran los correctos. La pobreza sólo podrá superarse,
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insistió otro orador, cuando la región obtuviera mayores y mejores indicadores de
crecimiento. Un representante de la compañía opinó que era necesario un consenso en
relación a las normas de rendimiento para el desarrollo sustentable (un concepto
relativamente nuevo) que fueran duras, realistas, lo que la gente quería y fuera viable.
Relacionado con lo anterior, un rendimiento pobre de acuerdo con tales normas podrían
requerir ser auditadas y verificadas – áreas en las cuales una organización como el
Banco podría ocupar un rol útil.
Con referencia a dos triángulos importantes (gobierno-industria-sociedad civil y la
dimensión medioambiental-socio-cultural) un representante de las poblaciones
indígenas opinó que la erradicación de la pobreza era útil siempre y cuando existiera el
diálogo y consenso entre los tres sectores. Había derechos, enfatizó, los pueblos debían
definirse y crear sus identidades para que un consenso se pudiera tomar en
consideración y sobre el cual se podría edificar la confianza. Es importante trabajar
juntos para crear un clima de confianza y así elaborar un plan de desarrollo. El Banco,
tal como lo plantearon otras entidades, debía cumplir el rol de mejorar la capacidad de
las industrias y del gobierno para entender las comunidades; podría abrir canales de
diálogo y recomendar seguimientos.
Legado medioambiental
Un rol implícito para el Banco, indefinido en el taller, residió en la discusión de los
legados medioambientales que recayeron en el Estado cuando las empresas estatales se
privatizaron. Frecuentemente, en Latinoamérica y países del Caribe, el Banco Mundial
financió los procesos de privatización, según se señaló. Pero los nuevos dueños se
adueñaron de la mejor parte de las actividades del estado; los pasivos medioambientales
permanecieron con el gobierno.
10. Áreas de consenso
Al presentar la sesión de clausura, el Dr. Salim le recordó a los participantes que un
objetivo específico de acuerdo a sus puntos de referencia había sido entender los puntos
de vista de los participantes empresarios:
 El mejor rol futuro del Grupo del Banco Mundial en relación con las industrias
extractivas con el objetivo de promover el desarrollo sustentable y la reducción
de la pobreza.
 Áreas de consenso en las que el rol del Grupo del Banco Mundial y las
situaciones presentadas, junto con alternativas significativas y puntos de vista
opuestos. Dicho en otras palabras, cuáles eran las áreas en las que la Consulta
pensó que las mejoras eran necesarias.
 Recomendaciones que orienten el re-diseño o reconsideración de políticas
futuras del Grupo del Banco Mundial, programas, procesos y proyectos en los
sectores de petróleo, gas y minería.
El marco para el desarrollo sustentable y la reducción de la pobreza al que se había
referido en la apertura era para el futuro. La Consulta, no estaba mirando al pasado,
porque el pasado no había estado tomando tales ideas en consideración. La tarea era por
lo tanto de identificar áreas comunes donde los participantes sintieran que una mejoría
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era necesaria con el objetivo de conseguir una reducción de la pobreza a través del
desarrollo sustentable de las industrias extractivas.
Otro contexto para la Revisión fue el punto de vista de que el Grupo del Banco
Mundial no debería estar en las industrias extractivas, el Dr. Salim le recordó a los
participantes. El Congreso de los EE.UU. había recibido ese informe dos años antes.
Hubieron también ONGs que solicitaron que la participación del Grupo del Banco
Mundial debería parar inmediatamente. ¿La pregunta, sin embargo, era qué pensaban
los participantes Latinoamericanos: debería el Grupo del Banco Mundial estar dentro,
afuera o cómo?
Pero si se estableciera que el Grupo del Banco Mundial debería continuar. ¿Cuáles
serían las áreas de mejoramiento necesitadas? Desde el punto de vista del Dr. Salim, la
Consulta reconoció el triángulo del desarrollo sustentable y la relación de poder entre el
gobierno, comercio y la sociedad civil, e identificó diez situaciones para las que le
gustaría recomendaciones específicas de Latinoamérica. Deberían ser durables,
implementables y pactables por el Grupo del Banco Mundial. Estas eran:
 Empoderamiento de la sociedad civil
 Buena gobernabilidad
 Responsabilidad empresarial en relación a lo socio-medioambiental
 Aumento de la capacitación
 Minería en pequeña escala
 Pasivos medioambientales (limpiar el pasado)
 Normas, directivas y monitoreo
 Administración de conflictos
 Administración de ingresos
 Desarrollar la asociación
Las recomendaciones de la Consulta serían tomadas seriamente, prometió el Dr. Salim,
no sólo por los representantes, pero como un reflejo del espíritu de cómo Latinoamérica
veía el rol del Grupo del Banco Mundial en las industrias extractivas y cómo podían
llegar a la reducción de la pobreza a través del desarrollo sustentable. También, el Dr.
Salim dijo que presentaría los puntos de vista de la Consulta a los Directores Ejecutivos
para Latinoamérica del Grupo del Banco Mundial, no como sus propias ideas, pero
como las preocupaciones, la voz y las aspiraciones de los Amigos de Latinoamérica.
Al responder, la Consulta armó diez grupos de trabajo, a cada uno se le asignó una de
las situaciones. Informaron lo siguiente.
Empoderamiento de la sociedad civil
Para empoderar a la sociedad civil sería necesario planificar foros de decisión
equitativos, desarrollar la capacidad de los ciudadanos para participar en proyectos para
la toma de decisiones y estudiar los impactos económicos y medioambientales. El
empoderamiento se entendió, venía a través del conocimiento necesario para la toma de
decisiones, p.ej. el proceso de reparación en el caso de daños causados por ciertas
acciones.
En el interés de un diálogo franco, la Consulta recomendó que el Grupo del Banco
Mundial contribuyera a construir foros de decisión usando la equilibrada e informada
participación de los participantes, sobre las características existentes de organización de
los participantes involucrados, el gobierno y la industria. El Banco también debería
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contribuir al desarrollo de capacidades para la capacitación de los ciudadanos en el
planeamiento y la implementación de proyectos y en el monitoreo del uso de los
recursos obtenidos de las industrias extractivas. En tercer término, el Grupo debería
financiar estudios zonales de tipo económico-ecológico como medio para disminuir
conflictos.
Todos solicitarían fondos no reembolsables, lo que la Consulta reconoció como una
limitación.
Buena gobernabilidad
Gobernabilidad, un grupo estuvo de acuerdo, era aparentemente un problema
insoluble en los países de Latinoamérica y el Caribe. Esto requería una presencia más
importante del Banco. El grupo también quería que las industrias extractivas fuesen
competitivas y eficientes, y trabajando en un marco de desarrollo sustentable,
incluyendo la sustentabilidad de las regiones y comunidades después del cese de las
actividades de extracción. Todo eso debía ser llevado a cabo más por el desarrollo de la
gobernabilidad que por el gobierno. Para mejorar la gobernabilidad deben haber
políticas medioambientales y sociales claras, sistemas para la distribución de los
beneficios producidos por las actividades de la industria extractiva, capacitación,
mejores flujos de información y acceso a tecnología limpia.
Para preparar o actualizar políticas medioambientales y sociales claras, el Grupo del
Banco Mundial debería desarrollar procesos participativos relacionados con compañías
de petróleo, gas y minería, la sociedad civil y los gobiernos. Sus consultas y
preparación de políticas en conjunto deberían respetar y reflejar acuerdos y resultados
de foros internacionales y regionales. Para diseñar sistemas eficientes para distribuir los
beneficios, el Banco debería apoyar reglamentos, políticas de distribución local y
mecanismos de monitoreo social. Capacitaciones, nuevos procesos, infraestructura e
información serían necesarios para reforzar la capacidad de la administración de llevar a
cabo diálogos y mediaciones, y para diseñar e implementar políticas fiscales. El Banco
debería apoyar (incluyendo la provisión de financiamiento simple) programas de
investigación a largo plazo y mecanismos de comunicación regional para desarrollar y
transferir tecnología limpia adecuada a las necesidades locales. El informe de la RIE
debería ser enviado a los gobiernos, la sociedad civil y a las compañías petroleras, de
gas y mineras.
Durante las discusiones, se puntualizó que el desarrollo de las áreas de la economía
extractiva tenía grandes e inevitables dimensiones políticas que dependían de la
capacidad de los sistemas democráticos y políticos de resolver los conflictos generados
por las industrias extractivas. Se recomendó específicamente, por lo tanto, que el Banco
tome a los factores políticos en consideración invirtiendo no sólo en el desarrollo de la
industria extractiva pero también en el desarrollo social, económico y productivo de las
regiones. Los préstamos para el desarrollo generarían incentivos para el desarrollo y
reducirían la polarización social y política.
Otro comentario de la reunión aclaró que la gobernabilidad era un tema dentro del
marco de la soberanía, algo que el Banco debería colaborar a incrementar. Al mismo
tiempo, la gobernabilidad no sólo era un tema para el gobierno central; incluía todos los
actores sociales y corporaciones. La sociedad civil, las ONGs y los gobiernos eran los
protagonistas, el Banco Mundial era un colaborador con ellos.
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La continuidad y coordinación de políticas públicas y la necesidad para todos los
participantes de apoyar y monitorear las intervenciones de buena gobernabilidad fueron
identificadas como áreas potenciales de problemas.
Responsabilidad empresarial en relación a lo socio-medioambiental
Mejores prácticas comerciales y compromisos con los temas medioambientales y
sociales deberían ser promovidos a través de su incorporación en los requerimientos de
financiación, diálogo entre los diferentes actores y desarrollo de indicadores de
rendimiento.
Para promover buenas prácticas y compromisos de las empresas, el Grupo del Banco
Mundial debería desarrollar publicaciones efectivas, talleres, reuniones y otros
mecanismos, estimular canales de comunicación entre los participantes y
periódicamente informar los resultados de tales esfuerzos. Incorporación de prácticas de
cumplimiento reconocidas internacionalmente, en los requerimientos financieros le
solicitaría al Grupo del Banco Mundial que ayude a crear códigos de conducta
comercial y que lleve a cabo auditorías socio-medioambientales de los procesos.
Para promover el diálogo y la armonía, el Banco debería solicitar información de los
tres sectores como parte de sus requerimientos. También debería tratar de reproducir
experiencias de diálogo y de resolución de conflictos. El desarrollo de indicadores de
actuación medioambiental y social básicos requeriría que el Banco organizara un grupo
de trabajo a partir de los tres sectores, para redactar documentación básica, e incentivar
discusiones y reuniones con los grupos involucrados, y para convalidar y hacer circular
los indicadores.
Las limitaciones en el mejoramiento de los diferentes aspectos de la responsabilidad
en la actividad comercial, incluían la capacidad de acceso a la información por parte de
la sociedad civil y los gobiernos y de entender lo que estaba ocurriendo. Otras eran las
reacciones de las empresas y las dificultades de lograr consensos en los códigos de
práctica, y la representatividad y la desconfianza entre las partes a cualquier diálogo.
Aumento de la capacitación
Aunque se solicitó un aumento de la capacitación en varias áreas de recomendación, se
propuso un apoyo específico del Banco Mundial para facilitar los procesos tripartitos,
para igualar la capacidad administrativa y el conocimiento, para desarrollar alternativas
sustentables en la comunidad y para la participación en el monitoreo.
Para que una mejor capacitación permita procesos tripartitos y los haga más efectivos,
el Banco debería apoyar seminarios y talleres para construir confianza y entendimiento
mutuo, identificar intereses comunes. Debería encontrar recursos para fortalecer la
capacidad administrativa y aumentar los niveles de conocimiento para hacer más
viables los manejos de proyectos en términos de desarrollo sustentable.
Las partes deberían estar de acuerdo en dedicar parte de sus ingresos a la capacitación
a largo plazo, incluyendo la capacitación de gente para que sus propias comunidades
puedan manejar proyectos de desarrollo sustentable.
También, parte de los proyectos de petróleo, gas y minería del Banco abarcarían
capacitación para desarrollar alternativas sustentables en la comunidad y para priorizar
y valorizar los recursos locales. Con los procesos de diseño de proyectos e
implementación del Grupo habría capacitación para participar en el monitoreo sociomedioambiental.
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La Consulta reconoció como problemáticas las dificultades de encontrar
organizaciones de capacitación adecuadas, políticas de gobierno, de asignar parte de los
ingresos del petróleo, gas y la minería a la educación y de ajustar los marcos
regulatorios que abarcan el monitoreo social y medioambiental.
Minería en pequeña escala
La Consulta consideró que el Grupo del Banco Mundial debería apoyar la minería en
pequeña escala dentro de sus áreas de formalización, administración gubernamental,
mejora socio-medioambiental, evaluación y monitoreo.
La formalización y legalización de las operaciones mineras en pequeña escala
requeriría la ayuda del Banco para la financiación, apoyo técnico y capacitación en
organización, en aspectos socio-medioambientales y socio-económicos tanto como en
aspectos técnicos de la industria. El intercambio de experiencia exitosa, organizado por
el Banco y la participación de universidades y fundaciones socio-medioambientales
fortalecerían la capacidad de los gobiernos para administrar el sector de la pequeña
minería. Planes maestros del Grupo del Banco Mundial y la asignación de fondos en
etapas, tanto subvenciones como créditos serían necesarios para financiar proyectos de
minería en pequeña escala social y medioambientalmente responsables.
El Grupo también debería apoyar el desarrollo y la implementación de tecnologías
medioambientales aplicables a la minería en pequeña escala, ayudar a que los gobiernos
tomen conciencia de que la minería en pequeña escala es un problema social, p.ej.
sugiriendo que se incluya la responsabilidad social como una obligación formal de los
gobiernos y el comercio, y ayudar a los gobiernos y ONGs a desarrollar incentivos (o
sea beneficios económicos y otros beneficios) para operadores social y
medioambientalmente responsables. A través de los gobiernos, ONGs y representantes
de la comunidad, el Grupo debería apoyar programas de evaluación minera en pequeña
escala y programas de monitoreo.
Las restricciones en la habilidad del Grupo del Banco Mundial para apoyar la minería
en pequeña escala fueron identificadas como políticas internas de gobierno, falta de
oficinas dedicadas a ayudar a fortalecer la administración de la minería en pequeña
escala en los países involucrados, los problemas de organización en la formación de
conciencias, y la necesidad de lograr y distribuir acuerdos relacionados a programas de
evaluación y monitoreo.
Pasivos medioambientales
Para apoyar los esfuerzos para realizar la limpieza del medio ambiente del petróleo, el
gas y de la minería que constituyen legados del pasado, a través de subvenciones para
los inventarios cualitativos y cuantitativos de los pasivos medioambientales,
identificando tecnologías para mitigarlos e implementando los proyectos
correspondientes y asistir en la priorización de los pasivos en base al riesgo sociomedioambiental y económico. El Grupo del Banco Mundial también debería promover
el intercambio y hacer pública la experiencia de experiencias exitosas en el manejo de
los pasivos medioambientales. A través de interacción con los gobiernos, la sociedad
civil y la industria, debería desarrollar mecanismos para aplicar recursos a largo plazo.
Las limitaciones en estos intentos son probablemente los recursos requeridos:
humanos, institutos físicos y tecnológicos.
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Normas ,directivas y monitoreo
Tres áreas de normas, directivas y monitoreo se beneficiarían con el apoyo del Grupo
del Banco Mundial, estimó la Consulta: preparación y amplia diseminación de las
directivas socio-medioambientales para la minería (y separadamente para la minería en
pequeña escala y artesanal) y conferir empoderamientos a las autoridades
medioambientales; las comunidades y la introducción de indicadores estandarizados.
Las directivas medioambientales y sociales deberían distinguir las diferentes fases de
la extracción, desde la exploración al cierre, e incluir un detallado análisis de los
aspectos medioambientales y sociales. El soporte para su preparación debería incluir su
traducción y circulación en varios idiomas: las directivas existentes del Banco Mundial
estaban solamente disponibles en inglés, bajarlas de internet era un proceso largo y
difícil, y sino el costo era $125.
Las diferentes directivas para la minería en pequeña escala deberían reconocer sus
costos adicionales y el creciente impacto medioambiental. Deberían incluir aumento de
la capacitación para los operadores de las minas y las comunidades locales.
El empoderamiento de la autoridades medioambientales y las comunidades para llevar
a cabo estudios de impacto medioambiental debería incluir asistencia técnica
relacionada con financiamiento de proyectos de la CFI.
Los sistemas de indicadores estandarizados deberían ser económicos, fáciles de leer y
aplicar, y ajustados a las realidades locales de cada país, tal como qué estaba pasando
con la redistribución. Los indicadores de impacto medioambiental deberían ser menos
vagos; otros deberían ser introducidos para medir la pobreza y el desarrollo sustentable.
Administración de conflictos
La Consulta consideró que cuando el Banco Mundial participaba en proyectos de
petróleo, gas y minería, tenía la obligación de facilitar y administrar la resolución de
conflictos. Desde el comienzo de un proyecto, la participación del Banco también era
fundamental para construir y desarrollar la capacidad local para esto.
Debería haber mejor comunicación y definición de las normas socio-económicas por
el Banco hacia todos los participantes involucrados. También se necesitaba ayuda para
el desarrollo de capacidades locales de resolución de conflictos.
Para cumplir estos objetivos se necesitaría el apoyo del Banco para capacitación
técnica y de resolución de conflictos para todos los participantes, mesas redondas de
diálogo, residencias e información sobre casos resueltos. Las restricciones a ser
superadas incluían la necesidad del Banco de demostrar su independencia, el deseo
político del gobierno, el establecimiento de reglas claras para el proceso, y limitaciones
de presupuesto.
Administración de ingresos
Situaciones identificadas en áreas de equitativa distribución de ingresos del petróleo,
del gas y de los proyectos de la minería mediante el aumento de flujos de ingresos,
asignación de ingresos fiscales provenientes de alquileres, impuestos y regalías,
asignación eficaz de recursos y un programa para medir el impacto y estabilizar el uso
del recurso.
El apoyo del Banco Mundial era necesario para las actividades que incrementaran el
valor de los recursos generados por las industrias extractivas. En particular esto podría
ocurrir a través de actividades financieras con mayores componentes de valor agregado,
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tales como la introducción o aumento de la tecnología de los recursos para generar más
valor y así incrementar los flujos de ingresos.
El Banco debería apoyar el desarrollo de los marcos institucionales incluyendo todos
los aspectos legales en los distintos niveles para asignar los ingresos fiscales con más
equilibrio entre el centro y las regiones. Esto fue particularmente necesario en los países
descentralizados que contaban con gobiernos regionales y locales. El Banco también
podría ayudar mediante programas de créditos y préstamos denominados
“arrendamiento para la enseñanza y la innovación” a fin de fortalecer la capacidad a
nivel regional y local.
Los programas de ajuste sectorial fueron requeridos al mismo tiempo con marcos de
mejora legal e institucional los que brindaron incentivos para que el desarrollo de las
industrias extractivas tuviera un impacto más favorable sobre el desarrollo del país en
su totalidad. Esto era importante a un nivel macro donde las industrias extractivas se
ubicaban en una escala tan grande que distorsionaban la economía en detrimento del
desarrollo de otras actividades productivas.
Se necesitaba el apoyo del Banco bajo la forma de elementos de juicio adicionales
para evaluar y medir el impacto de las industrias extractivas, y si sus recursos fueron
utilizados correcta o incorrectamente para promocionar el desarrollo regional.
Se recurrió a la ayuda para desarrollar instrumentos que pudieran estabilizar el uso de
los recursos generados por las industrias extractivas. A nivel nacional esto estabilizaría
los gastos nacionales y los acomodaría con el transcurso del tiempo.
Desarrollar la asociación
El desarrollo de la asociación involucraría planificar y apoyar una mesa redonda para
llevar a cabo diálogos tripartitos entre la sociedad civil, el gobierno y la industria los
que generarían recomendaciones con el propósito de unir a todos los participantes. La
mesa redonda estaría financiada por el Banco. Además habría impactos de seguimiento
y monitoreo participativo, socio-cultural y medioambiental.
El rol del Banco Mundial sería ayudando a definir una agenda transparente, los
sectores, las metas y las conexiones entre las industrias extractivas, mitigar la pobreza
y el desarrollo social. Definir cómo organizar la representación (p.ej. por sub-sectores,
regiones o temas), asegurar que la sociedad civil este bien representada y suministrar
asistencia técnica, adelantar información y estudios. El apoyo del Banco también
generaría materiales para la enseñanza y brindaría información y al mismo tiempo
promocionaría la confianza entre los participantes.
La asociación también debería centrar la atención en el monitoreo de los impactos
socio-culturales y económico-medioambientales provocados por el petróleo, el gas y las
actividades mineras. Si contara con el apoyo del Banco generaría consejo tripartito para
la inversión y el desarrollo de proyectos en el sector de la extracción. Esto requeriría el
acceso a la información a la vez que a una red de información como así también a los
recursos para llevar a cabo el seguimiento.
11. Opiniones alternativas
Un periódico que hizo circular el Especialista durante la Consulta resaltó el interés de la
Revisión por las opiniones alternativas acerca de la forma de interacción entre el Banco
Mundial y el petróleo, el gas y los sectores mineros. Este sería un desenlace previsible
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de las reuniones. Por ejemplo algunos opinaban que el Banco Mundial debía mirar
primero hacia otros desarrollos potenciales, tales como la agricultura antes de tomar la
decisión de participar en proyectos dl petróleo, gas y minería. Otros solicitaron al
Grupo apoyar el desarrollo de recursos de energía renovable en lugar del petróleo y gas.
Inquietudes en Ecuador
Un ejemplo de desacuerdo sobre la manera que el Grupo del Banco Mundial procedió
en la práctica, fue la intervención de una ONG de conservación ecológica del Ecuador.
Refiriéndose al proyecto del gobierno de Ecuador de $24 millones en Prodeminca para
promover la minería, en parte para generar información geoquímica en la parte oeste
para venta a la industria, la contribución del Banco, dijo el orador, fue de un préstamo
de $14 millones. La ONG se inquietó cuando el personal del proyecto, expertos
mineros, entraron en áreas protegidas de Ecuador, “el Catacahi Cayapas y Choc”,
aparentemente con el permiso del gobierno. Fue a requerimiento de la ONG que el
proyecto fue sujeto a una investigación por parte de un panel de inspección del Banco
Mundial. El informe del panel encontró que políticas básicas habían sido violadas,
incluyendo la provisión de que las comunidades locales fuesen consultadas en relación
con el requerimiento de preparar un estudio de impacto medioambiental.
La ONG estaba también preocupada por el resultado de las políticas del Banco
Mundial para modernizar la legislación minera, con el objetivo de hacer más atractiva la
minería para las compañías. En parte esto había sido bueno, la elaboración de reglas
para la minería en áreas protegidas, por ejemplo. Pero la modernización para el Banco
también incluía la eliminación de regalías, que fue lo que Ecuador hizo al final. Hoy en
día, las compañías podrían explorar y prepararse para la minería con un derecho de $1
la hectárea. Sólo cuando comenzaron a producir aumentó a $16 la hectárea. El orador se
preocupó que tales cambios podrían influenciar la legislación de otros países, llevando a
una competencia entre ellos para tener leyes más atractivas para las compañías.
Declaración de la sociedad civil
Al final de la Consulta participantes de la sociedad civil destacaron varios asuntos
concernientes a la Consulta misma y si las industrias extractivas habían o no
contribuido a aliviar la pobreza en la región.
La Consulta, desde el punto de vista de ellos, había tenido un enfoque limitado,
participación inequitativa y falta de información. La mayoría de los participantes de los
sectores minero y petrolero, tanto como aquellos que tenían acceso directo a
información sobre su respectiva actividad habían desequilibrado la participación y
limitado el análisis de los problemas.
Desde un punto de vista significativo, el enfoque de si las industrias extractivas
generaban o no riqueza había sido mal ubicado: la respuesta era obvia, esas industrias
estaban entre las más rentables del mundo. Lo que debería haber sido discutido, en su
punto de vista, era que esta riqueza no había sido distribuida equitativamente, no había
contribuido al desarrollo económico y no había sido una respuesta efectiva para
combatir la pobreza, también era crucial analizar cómo las Políticas de Ajuste
Estructural habían contribuido a la pobreza y establecer prioridades para asegurar que
las más efectivas estrategias para aliviar la pobreza fuesen implementadas.
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La participación del Banco Mundial había contribuido al desequilibrio con una gran
presencia (especialmente a través de sus exposiciones): esto debería ser modificado en
las restantes Consultas. Además, la información provista no había sido objetiva ni
apropiada para la Revisión. Información útil habría incluido análisis económicos y
sociales que habrían ayudado a entender el problema de la pobreza, y a poner el rol de
las industrias extractivas en un contexto con ello.
La declaración recomendaba que el enfoque de la Revisión fuera expandido. Para
poder evaluar el problema, era necesario tener un comprensivo entendimiento de las
consecuencias económicas, sociales y medioambientales del desarrollo a través de las
industrias extractivas. Al Banco Mundial, en la opinión alternativa, no le había sido
posible probar que las industrias extractivas contribuían a aliviar la pobreza. Por lo
tanto, debería reencauzar sus inversiones hacia otros sectores, y reorientar sus políticas
de desarrollo hacia actividades que tuvieran mayor impacto en la lucha contra la
pobreza, como educación y salud, agricultura sustentable y turismo.
Dados los impactos económicos, sociales y medioambientales negativos, esta visión
rechazaba todos los esfuerzos para expandir indiscriminadamente las actividades
petroleras y mineras en los países Latinoamericanos y del Caribe. Estas actividades
amenazaban la base natural de recursos de la que dependían otras actuales y potenciales
actividades productivas. En contraste, las organizaciones de la sociedad civil deberían
ser reforzadas a través de inversiones en proyectos diseñados para promover la
sustentabilidad y contribuir a aliviar la pobreza. Los recursos para el desarrollo deberían
ser reencauzados hacia el apoyo a la minería artesanal y en pequeña escala, tanto como
a mitigar los impactos medioambientales causados por las industrias extractivas en la
región. El Banco Mundial y los gobiernos deberían respetar los deseos de las
comunidades locales cuando se oponen a los proyectos extractivos que amenazan su
estilo de vida.
Impactos comunitarios abrumadores
Los representantes de las comunidades indígenas recalcaron específicamente los
abrumadores impactos sociales, culturales, económicos y medioambientales que
provocaron las industrias extractivas a las comunidades que habitaban en los territorios
indígenas y para los cuales debía haber una reparación para compensar los efectos
negativos de las actividades. Señalaron que no habían reconocido sus derechos
fundamentales, tales como el derecho a ocupar los territorios y a formar estructuras
organizativas. Había habido constantes intentos de manipular a sus dirigentes, con la
intención de dividir a sus comunidades. No hubo normas ni procedimientos que
garantizaran la consulta previa, y su derecho a participar de la toma de decisiones.
Tampoco hubo políticas ni procedimientos que garantizaran que las comunidades se
beneficiaban de las ganancias generadas por las industrias extractivas y que las mismas
contribuían al desarrollo de sus comunidades y a aliviar la pobreza. La participación del
diálogo tripartito de las comunidades indígenas no alcanzaba a cumplir con los
principios básicos de la equidad – dada su condición desigual, no sólo a nivel financiero
sino en términos de capacidad, comparado con el gobierno y la industria.
Al mismo tiempo, el Banco Mundial y los sistemas de información del gobierno
fueron extremadamente limitados e inaccesibles para las comunidades indígenas. Las
actividades extractivas dentro de los territorios indígenas también amenazaron la
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conservación de la biodiversidad y las tradiciones ancestrales, que fueron garantizadas
por otros instrumentos internacionales tales como la Convención 169 de la
Organización Internacional del Trabajo relativa a las Poblaciones Indígenas y Tribales
de los Países Independientes, como así también la Convención de la Diversidad
Biológica.
El Banco Mundial tampoco ha seguido el proceso de consulta recomendado por las
comunidades indígenas en la revisión del Banco Mundial de la Política Operacional
4.10 para las Poblaciones Indígenas. Ese documento no resaltaba el reconocimiento de
los derechos fundamentales de las poblaciones indígenas que fueron ya garantizados
internacionalmente, p.ej. el derecho a la tierra y a los territorios, los recursos naturales,
la integridad cultural, el derecho a la auto determinación, la toma de decisiones de
costumbre y los procesos de resolución de conflictos, el derecho al consentimiento
informado, entre otros.
12. Comentarios finales del Prof. Dr. Emil Salim
Al cerrar la Consulta, el Dr. Salim recordó a los participantes su tarea de crear un
proceso y un mecanismo que incluyera a todos los participantes de la industria
extractiva e identificara sus puntos de vista y áreas de consenso sobre lo que debería
hacerse.
Clarificación de los intereses de los participantes
Al resumir los conflictos de intereses entre los principales participantes que había
reconocido durante la reunión, dijo que ya cuando empezó su trabajo de Revisión, la
sociedad civil y las ONGs le habían propuesto al Presidente del Banco Mundial, James
Wolfenshon , que se pararan todas las nuevas actividades en las industrias extractivas.
A partir de la Consulta él entendió porqué. Porque la sociedad civil había visto y, de
una u otra manera, sufrido la falta de manejo medioambiental en la construcción de las
industrias extractivas. Era necesario que la sociedad civil hablara. El Dr. Salim estuvo
contento de ver, por ejemplo, el tema de Yanacocha tratado de lleno en el taller. Pero lo
que la sociedad civil estaba pidiendo no era solamente rendimiento, ingreso y dinero.
También estaba diciendo: no reduzcan la dignidad del hombre; no ignoren la posición
de los pueblos indígenas; no se olviden de los pobres.
Al mismo tiempo, las industrias del petróleo, gas y minería le estaban manifestando
que ellos eran los que contribuían mayoritariamente a los gobiernos nacionales, y cómo
disponían de los ingresos era la responsabilidad de los gobiernos - particularmente la
erradicación de la pobreza. El deber de la industria era el de producir, pagar impuestos,
pagar regalías y contribuir a la infraestructura del desarrollo en la región, y como tal,
construir la economía. Era la función de los gobiernos utilizar los impuestos de la
industria extractiva para erradicar la pobreza, para la educación y la salud.
Sin embargo, los gobiernos dijeron con razón que habían sido elegidos y que sus
miembros hacían lo que les parecía correcto para sus países. Los gobiernos debían
justificarse ante los parlamentos, que habían aprobado sus presupuestos. Por
consiguiente, independientemente de si las sumas asignadas a la erradicación de la
pobreza eran pequeñas o grandes, era decisión de los parlamentos: el parlamento debía
informar al gobierno dónde estaban y cuáles eran las falencias.
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Lo fundamental era que aunque se había reducido la pobreza en las postrimerías del
Siglo XX, más de 2 mil millones de personas todavía estaban viviendo con un ingreso
de menos de 1 dólar por día. Todavía prevalecía el hambre, la salud era todavía muy
precaria y el agua potable era inaccesible para más de mil millones de personas en el
mundo.
El Grupo del Banco Mundial había explicado sus propias restricciones. No tenía
suficiente reposición por parte de la AID porque el Congreso de los EE.UU. no estaba
suministrando suficientes fondos y no podía conseguir más dinero del mercado, porque
el estándar triple “A” del que dependía, estaba siendo puesto en peligro por presiones
de la sociedad civil que atacaba al Banco Mundial. La posición de la administración del
Banco Mundial, resumió el Dr. Salim, era: ayúdennos, para que podamos conseguir más
fondos. Por favor no nos ataquen.
Lo que todos querían decir era, concluyó el Dr. Salim, o nadie había sido culpable o
todos habían sido culpables en el desarrollo de nuestro mundo. Pero cuando miramos
hacia el futuro, los alentó, la noción principal es que los participantes principales del
desarrollo deben trabajar juntos y desarrollar confianza: que era la razón por la que los
participantes de la Consulta se sentaron juntos en una sala, bajo un mismo techo,
hablando unos con otros.
Trabajando juntos
En las primeras horas de la reunión había habido una especie de tensión que ahora de
alguna manera se estaba calmando; se ha creado algo de confianza para la sociedad
civil. Aún los que estaban todavía un poco descontentos estaban más contentos que
hace dos días. Lo mismo valió para las empresas y los gobiernos, que inicialmente
pidieron el derecho soberano de cada gobierno de hacer lo que desease: no se les debía
permitir a ningunas agencias externas decirles lo que debían hacer. El Dr. Salim
interpretó que de alguna manera se había aceptado que los participantes debían trabajar
juntos. El objetivo era ahora, juntarse más. Lo que debía hacer trabajar en conjunto a los
participantes, era su preocupación por aliviar la pobreza a través del desarrollo
sustentable.
El Dr. Salim prometió que todas las recomendaciones serían registradas, incluyendo
los puntos de vista alternativos. La función de la Secretaría de la RIE era lograr
entender lo que se había dicho, registrar a aquellos que dijeron que estaban en
desacuerdo y también a los que estaban de acuerdo, junto con las razones porque las
que estaban de acuerdo o en desacuerdo. Así, el mundo conocería el panorama de los
puntos de vista de los participantes en relación con la industria extractiva.
El Dr. Salim concluyó solicitando el apoyo de los representantes para comunicar lo
que le habían dicho, sus conclusiones y sentimientos relacionados a cómo veían el rol
del Banco Mundial y comunicarlo a los Directores Ejecutivos del Banco en sus propios
países. En el análisis final, destacó, que el informe sería evaluado por los Directores
Ejecutivos y la administración del Grupo del Banco Mundial cumpliría lo que dijesen
los Directores Ejecutivos. Por esa vía, la voz de la gente en ese campo sería escuchada y
podría orientar al Banco Mundial hacia la reducción de la pobreza a través del
desarrollo sustentable.
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Apéndice 1
La Revisión de las Industrias Extractivas
Taller Regional para América Latina y el Caribe
Río de Janeiro, Brasil
15-19 de abril del 2002
Agenda
(Todos los eventos se realizaron en el Hotel Carlton Río Atlántica)
Agenda del taller
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Apéndice 2
La Revisión de las Industrias Extractivas
Taller Regional para América Latina y el Caribe
Río de Janeiro, Brasil
15-19 de abril del 2002
Lista de participantes
Abastoflor, Widen
AIPE - Asociación de Instituciones de Promoción y Educación
Bolivia
E-mail: [email protected]
.
Acosta, Arias Jorge
Coordinador Área de Globalización
Centro de Derechos Económicos y Sociales
Lizardo Garcia 512 y Diego de Almagro
6to piso
Apdo. 17-07-8808
Quito, Perú
E-mail: [email protected]
Alzira Duarte, María
Economista
DNPM - Departamento Nacional de Produção Mineral
Setor de Autarquias Norte, Quadra 01 - Bloco B, 70.040-200, Brasilia, DF
Brasil
E-mail: [email protected]
Anderson, Ronald
Especialista Jefe del Medio Ambiente
Departamento de Desarrollo Social y del Medio Ambiente
Corporación Financiera Internacional
E-mail: [email protected]
Antazu, Teresa
Secretaría de la Mujer
AIDESEP
Av. San Eugenio 81 Urb. Santa Catalina
La Victoria
Lima
Perú
E-mail: [email protected], [email protected]
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Aray, Yaritza
Representante CONIVE
Oficina Junto a la Dirección de Asuntos Indígenas
Edificio Ministerio de Educación, piso 14
Caracas, Venezuela
E-mail: [email protected]
No asistió en el taller
Armstrong, Clive
Economista Principal
Departamento de Petróleo y Gas
Grupo del Banco Mundial
E-mail: [email protected]
Ayala, Alejandro
Coordinador Proyecto Páramo
Conservación Internacional Colombia
Carrera 13 # 71 - 41
Bogota
Colombia
E-mail: [email protected]
Barreto, María Laura
Investigadora
CETEM/MCT - Centro de Tecnología Mineral
Av. Ipê, 900 - Ilha da Cidade Universitária
21941-590, Río de Janeiro – RJ
Brasil
E-mail: [email protected]
Barry, Mamadou
Asegurador Superior
Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones
Grupo Banco Mundial
1818 H Street NW
Washington, DC 20433
United States
E-mail: [email protected]
Bermeo, Antonio
Asesor en Aspectos del Medio Ambiente y Comunitarios
Ministerio de Energía y Minas
Baquedano 222 y Reina Victoria
Edificio Araucaia, piso 3
Quito
EIR Regional Consultation Workshop
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Ecuador
E-mail: [email protected], [email protected]
Bond, James
Director
Departamento de Minería
Grupo Banco Mundial
E-mail: [email protected]
Reemplazado por Kaldany, Rashad el día miércoles 17 de abril
Director
Departamento de Petróleo y Gas Natural
Grupo del Banco Mundial
E-mail: [email protected]
Bonelli, Julio
Director General de Asuntos del Medio Ambiente
Ministerio de Energía y Minas
Las Artes 260
San Borja, Lima
Perú
E-mail:
Cabrera, César
Gerente de Asuntos Corporativos
Minera Yanacocha S.R.L.
Av. Camino Real 348, Torre El Pilar, Piso 10
Lima 27
Perú
E-mail: [email protected]
Caceda Vidal, Ruperto
Dirigente Nacional
Coordinadora Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería
Calles Carlos Arrieta 1059, Urbanización Santa Beatriz, Lima 1
Perú
E-mail: [email protected]
Camaño Moreno, Andrés
Gerente Corporativo del Medio Ambiente
Minera Escondida Limitada
Américo Vespucio Sur No. 100,
Piso 9
Las Condes, Santiago
Chile
E-mail: [email protected]
EIR Regional Consultation Workshop
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Cantuarias, Felipe
Vicepresidente - Asuntos Corporativos
Compañía Minera Antamina, S.A.
Av. La Floresta 497, 4to piso
Urb. Chacarilla, San Borja Lima 41
Perú
E-mail: [email protected]
Cartagena Díaz, Patricio
Vice Presidente Ejecutivo
Comisión Chilena del Cobre
Augustina Ponce 61, 4to piso
Santiago
Chile
E-mail: [email protected]
Cartagena, Robert
Director
CIDOB – Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia
Villa 1ero de Mayo
Barrio San Juan, Santa Cruz de la Sierra
ó
Casilla postal 6135, Santa Cruz
Bolivia
E-mail: [email protected], [email protected]
Castro Delgadillo, Mónica
Consultora Ambiental/ Responsable Gestión del Medio Ambiente
Viceministerio de Energía e Hidrocarburos
Edificio Palacio de Comunicaciones
Av. Pariscal
Santa Cruz
Bolivia
E-mail: [email protected]
Castro, Manuel Fernando
Director Proyectos Especiales
Departamento Nacional de Planeamiento
Grupo de Inversiones Especiales
Calle 26 No. 13-19 Piso 17
Bogotá
Colombia
E-mail: [email protected], [email protected]
Chappuis, María
Asesora Viceministro de Minas
Ministerio de Energía y Minas
EIR Regional Consultation Workshop
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Las Artes Sur 260
San Borja, Lima 41
Perú
E-mail: [email protected]
Costa, Umberto Raimundo
Director Presidente
Companhia de Pesquisas de Recursos Minerais
SGAN 803, Conj J , Parto A, 19 andar
70830-030 Brasilia DF
ó
Av. Pasteur 404 Urca
22290-240 Río de Janeiro RJ
Brasil
E-mail: [email protected]
Cotts, Nicholas
Director Asuntos Externos y del Medio Ambiente
Minera Yanacocha S.R.L.
Av. Camino Real 348, Torre El Pila, Piso 10
Lima 27
Perú
E-mail: [email protected]
Cretini, Oscar
Comisión Comb. y Minería
Timbúes 2020
1262 Ciudad de Buenos Aires
Argentina
Dabbs, Alan
Instituto Pro Natura
Av. Presidente Wilson 164, 13 andar, Río de Janeiro 20030-020
Brasil
E-mail: [email protected]
No asistió al taller
de Castro Sirotneau, Gloria Janaina
Mestre em Geociencias
CETEM – Centro de Tecnología Mineral
Av. 4 Quadra D- Cidade Universitária
Ilha do Fundão – 21941-590
Río de Janeiro
Brasil
Email: [email protected]
de Freitas Borges , Luciano
EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
Superintendente de Planeamiento
CPRM - Companhia de Pesquisas de Recursos Minerais
Bloco U-3, Andar S/74,
70.065.900, Brasilia
Brasil
E-mail: [email protected]
De la Cruz, Rodrigo
Asesor Técnico
COICA
Luis de Beethoven N47-65 y Capitán Rafael Ramos
Ecuador
E-mail: [email protected], [email protected]
Días, Sergio
Gerente de Asuntos Ambientales
SAMARCO Mineração SA
Brasil
E-mail: [email protected]
Diez de Medina, Javier
Fundación Inti Raymi
c/12 Calacoto 2550
La Paz
Bolivia
E-mail: [email protected]
Edelmann, Sidney
Oficial Superior de Evaluación
Departamento de Evaluación de Operaciones
Corporación Financiera Internacional
Grupo Banco Mundial
E-mail: [email protected]
Erdmann Ritter, João
Geólogo
Departamento Nacional de Producción Minera
SAN Quaddra 01, Bloco B
Brasilia, DF
Brasil
E-mail: [email protected]
Espinosa, Cesar Anibal
Subsecretaría de Minas
Ministerio de Energía y Minas
Baquedano E7-13 (222) y Reina Victoria, Piso 8
Quito
EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
Ecuador
E-mail: [email protected], [email protected]
Feitosa, Vitor
Gerente General Salud, Seguridad y Medio Ambiente
BHP
Brasil
E-mail: [email protected]
Fierro, Carlos
Director de Proyectos
Fundación Futuro Latinoamericano
Ay. Atahualpa 1127 y Juan González, piso 2
Casilla 17-17-558
Quito
Ecuador
E-mail: [email protected]
Gacitúa, Mario Estanislao
Científico Social Superior
Departamento Regional de América Latina y el Caribe
Grupo del Banco Mundial
E-mail: [email protected]
Geisse, Guillermo
Hernan Blanco
CIPMA Centro de Investigación y Planificación del Medio Ambiente
Santiago, Chile
E-mail: [email protected]
No asistieron en el taller
Gibertoni, Marcello
Agencia Nacional del Petróleo
Rua Senador Danias, 105, 12o andar
Centro 20031-201, Rió de Janeiro RJ
Brasil
E-mail: [email protected]
Hilarión Madariaga, Mónica
Secretaría Privada
Ministerio de Minas y Energía
Avenida Dorado - CAN
Colombia
E-mail: [email protected]
Jocelyn, Charles Jean
Coordinador del área de la FOAG
EIR Regional Consultation Workshop
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FOAG
34 avenue Leopold Heder
97300 Cayanne
Guyane Francaise
E-mail: [email protected]
No asistió al taller
Jordán, Rita
Programa PASMA
Timbues 2020
1262 Ciudad de Buenos Aires
Argentina
E-mail: [email protected]
Kyllmann, Valery
Relaciones Públicas
CHACO
Centro Empresarial Petrol
Piso 6 – Av. San Martín
Equipterol Norte
Santa Cruz
Bolivia
E-mail: [email protected]
Kyte, Rachel
Especialista Superior
Asesor de Cumplimiento / Oficina del Ombudsman
Grupo del Banco Mundial
E-mail: [email protected]
Larrea, Ramiro
Director Ejecutivo
CEPLAES
Sarmiento N. 39-198 y Hugo Moncayo
Quito
Ecuador
E-mail: [email protected], [email protected]
Lazarte, Armando
Diálogos Tripartitos
EAP- SNMPE
Malecón E y 5 Neros
1320-401 Miraflores
Perú
E-mail: [email protected]
Letelier, José Tomas
EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
Vice Presidente
Asuntos Gubermentales América Latina y Desarrollo Sustentable
Placer Dome Inc.,
Gertrudis Echenique 30, Piso 14
Las Condes, Santiago
Chile
E-mail: [email protected]
Macdonald, Gary
Director de Desarrollo Social
Newmont Mining Corporation
1700 Lincold Street
Denver, CO 80203
United States
E-mail: [email protected]
Manchineri, Sebastiao
COICA – Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica
Luis de Beethoven D-49 y Pasaje Carelly
Ecuador
E-mail: [email protected], [email protected]
Marquez Chanamè, Gladys
Directora
Departamento Asesoría Técnica
Asociación Civil "Labor"
Urb. Magistgerial K-12 Ilo
Lima
Perú
E-mail: [email protected]
Martins, Renato
Secretaría Regional
ICEM Brasil
Rua Visconde de Inhauma 134, 7 andar, salsa 715, Centro
Río de Janeiro 20094-900
Brasil
E-mail: [email protected]
Matthews, Gerry
Asesor
Relaciones Empresariales e Internacionales
Shell Oil Company
Asuntos Gubermentales
1401 Eye Street, NW Suite 1030
Washington, DC 20005
Email: [email protected]
EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
Mayorga Alba, Eleodoro
Economista Principal
Departamento de Petróleo y Gas
Grupo del Banco Mundial
E-mail: [email protected]
Mendez, María Elena
Asociación Merunto
Comité Asesor
Eventus 151 Conjunto Residencial Las Flores
Edif.. Amapola Piso 15 Apto. 151
Avd. Paez,
El Paraíso Caracas
Venezuela
E-mail: [email protected]
Mizael de Souza, José Mendo
Secretario Ejecutivo
Instituto Brasilero de Minería
SCS - Quadra 02, Bloco D
Ed. Oscar Neiemeyer
11º andar, sala 1107 e 1108
CEP 70316-900, Brasilia, DF
Brasil
E-mail: [email protected]
Mura, Claudio
Coordinador General
Coordenacão das Organizacões Indìgenas da Amazõnia Brasileira
Av. Ayrao 235
Bairro Presidente Vargas
09.025-290 Manaus AM
Brasil
E-mail: [email protected]
Nahass, Samir
Geólogo Superior
Centro de Tecnología Mineral - CETEM
Av. Ipê, 900 - Ilha da Cidade Universitária
21941-590, Rio de Janeiro - RJ
E-mail: [email protected]
Nahuel, Florentino
Responsable Hidrocarburos
Coordinación Mapuche Neuquén Werken
Calle Sarmiento 1010
EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
C.P.8300 Neuquén Capital
Argentina
E-mail: [email protected], [email protected]
Osay, Sonia
Presidente
Fundación Cordón del Plata
Godoy Cruz 636
C.P.5500 Mendoza
Argentina
E-mail: [email protected]
Pastrana, Octavio
British Petroleum – América Latina y el Caribe
Bolivia
E-mail: [email protected]
Quea, Felipe
Asesor de Despacho del Viceministro de Minas
Ministerio de Energía y Minas
Las Artes 260
San Borja, Lima
Perú
E-mail:
Quintero, Juan
Especialista Principal del Medio Ambiente
Departamento de América Latina y el Caribe Department
Grupo del Banco Mundial
E-mail: [email protected]
Ramos López, Sandra Inés
Directora Ejecutiva Nacional
Movimiento de Mujeres "María Elena Cuadra"
Nicaragua
E-mail: [email protected]
Rezende, Marcus de Almeida
Agencia Nacional del Petróleo
Rua Senador Dantas, 105, 11 andar
Centro – CEP 20031-201 Río de Janeiro, RJ
Brasil
E-mail: [email protected]
Ribeiro Tunes, Marcelo
Director General
DNPM - Departamento Nacional de Producao Mineral
EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
Endereco do DNPM, Setor de Autarquias Norte, Quadra 01 - Bloco B, 70.040-200
- Brasilia, DF
Brasil
E-mail: [email protected]
Riley, Kenneth
Gerente de Excelencia Operacional, Salud, Medio Ambiente y Seguridad
ChevronTexaco, Operaciones Primarias de América Latina
Avenida La Estancia
Centro Banaven (Cubo Negro)
Torre D, Piso 7
Chuao, Caracas 1061
Venezuela
E-mail: [email protected]
No asistió en el taller
Sánchez Delgado, Alcides
Gerente
Coop. Minera "Bella Rica"
Ecuador
E-mail: [email protected]
Santa Ana, Soledad
Asuntos del Medio Ambiente e Internacionales
Comisión Chilena del Cobre
Agustinas 1165, 4 Fl.
Santiago
Chile
E-mail: [email protected]
Santa Cruz B., Carlos E.
Vicepresidente
Newmont Perú Limitada
Lima,
Perú
ó
Av. Camino Real 348, Rorre El Pilar, Piso 10
Lima 27
Perú
E-mail: [email protected]
Santiago, Miguel Angel
Asesor de Presidencia
Empresa Colombiana de Petróleos - ECOPETROL
Carrera 13 No. 36-24, Piso 8,
Bogota, D.C.
Colombia
EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
E-mail: [email protected] [email protected]
Sarasara Andrea, Cesar
Presidente
CONAP - Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú
Brigadier Pumacahua 974, Jesus Maria, Lima 1
Perú
E-mail: [email protected]
Sarudiansky, Roberto M.
Coordinador de Relaciones e Instituciones Internacionales
Subsecretaría de Minería
Av. Julio A. Roca 651 - 2º Piso
C.P.1322 Buenos Aires
Argentina
E-mail: [email protected]
Shakay, Adolfo
Presidente
CONFENIAE
Union Base, Puyo, Quito
Ecuador
E-mail: [email protected]
Slack, Keith
Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz
Bolivia
E-mail: [email protected]
Suárez, Rubén
Coordinador Salud
OPIAC
Carrera 8, # 19-34, Oficina 500
Santafe de Bogota, Bogota
Colombia
E-mail: [email protected] , [email protected]
Taucer, Evelyn
Conservación Internacional Bolivia
E-mail: [email protected]
Timmers, Jake
Gerente General
Minera Quellaveco S.A.
Los Colibries 104,
San Isidro, Lima 28
Perú
EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
E-mail: [email protected]
Torres, Liszett
Subsecretaría de Protección del Medio Ambiente
Ministerio de Energía y Minas
Juan Leon Mera y Orellana, Ed MOP, 4to piso
Quito
Ecuador
E-mail: [email protected], [email protected]
Vasconcello Monteiro, Kathia
Amigos de la Tierra Brasil
Porto Alegre, Río Grande do Soul
Brasil
E-mail: [email protected]
Verona, Edward
Vicepresidente de Asuntos Gubermentales y Asuntos Públicos
ChevronTexaco Operaciones Primeros en Latinoamérica
Avenida La Estancia
Centro Banaven (Cubo Negro)
Torre D, Piso 7
Chuao, Caracas 1061
Venezuela
No asistió al taller
Vieira, Ricardo
GE Comunicacao Institucional
PetroBras
Brasil
E-mail : [email protected]
No asistió al taller
Villalba, Luis Antonio
Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, Gabinete del Viceministro de
Minas y Energía
Nangapiry y Los Rosales
San Lorenzo, Asunción
Paraguay
E-mail: [email protected]
Villas-Bôas, Roberto, Prof. Dr.
Coordinador Internacional de CYTED – XIII
Ibero América
Centro de Tecnología Mineral - CETEM
Av. Ipê, 900 - Ilha da Cidade Universitária
21941-590, Río de Janeiro – RJ
EIR Regional Consultation Workshop
Latin America and the Caribbean
Brasil
E-mail: [email protected]
Weber-Fahr, Monika
Economista Principal
Departamento de Minería
Grupo del Banco Mundial
E-mail: [email protected]
Zaldivar Villalba, Carlos
Secretaría
Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, Gabinete del Viceministro de
Minas y Energía
Nangapiry y Los Rosales, San Lorenzo, Asunción
Paraguay
E-mail: [email protected]
Zorilla, Carlos
Presidente
Defensa y Conservación Ecológica de Intag – DECOIN
PO Box 144 Otavalo, Imbabura
Ecuador
E-mail: [email protected]
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