Tribunal: Cámara Federal de Apelaciones de la Seguridad Social, Sala de Feria Autos: Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores c. Estado Nacional -M° Trabajo, Empleo y Seguridad Social s/recurso de queja Fecha: 19/01/2012 Sumario: Corresponde hacer lugar al recurso de apelación “en ambos efectos” contra la sentencia que otorgó una medida cautelar, en los términos del art. 15 y 16 de la Ley 16.986, puesto que esta crea un régimen procesal integral y de excepción, que se aparta del efecto devolutivo dispuesto por el art. 198 del Cód. Procesal Civil y Comercial. Vocablos: ACCION DE AMPARO - EFECTOS DEL RECURSO DE APELACION - LEY APLICABLE - MEDIDAS CAUTELARES - RECURSO DE APELACION Buenos Aires, enero 19 de 2012. AUTOS Y VISTOS: I.- Llegan las presentes actuaciones a este tribunal, en virtud del recurso de queja interpuesto por la demandada contra la forma de concesión de la apelación oportunamente deducida. II.- El recurso de queja reúne los requisitos formales de admisibilidad exigidos en los arts. 282 y 283 del CPCCN, por lo que corresponde declararlo formalmente admisible. III.- Surge de autos que la accionada interpuso recurso de apelación contra la sentencia que otorgó la medida cautelar solicitada por la actora. El "a quo" lo concedió en relación y con efecto devolutivo, en los términos del art. 198 in fine del CPCCN, y ordenó acompañar copias, conforme lo establecido por el art. 250 del código de rito. IV.- La recurrente sostiene que tramitando las presentes actuaciones conforme las reglas de la ley 16.986, el recurso de apelación debió concederse conforme lo dispuesto por el art. 15 de la citada ley y no según lo dispuesto en el art. 198 del CPCCN. V.- En orden a la cuestión traída a conocimiento de esta alzada, cabe señalar que asiste razón al recurrente, en cuanto sostiene que atento lo normado por el art. 15 de la ley 16.986, —que establece que los recursos contra las resoluciones que dispongan medidas de no innovar o la suspensión de los efectos del acto impugnado deberá ser concedido en ambos efectos dentro de las cuarenta y ocho horas, elevándose los autos al tribunal de alzada dentro de las veinticuatro horas de ser concedido—, la providencia recurrida, deviene contraria a derecho. En efecto, tal como lo ha sostenido esta Cámara reiteradamente, la ley 16.986 crea un régimen procesal integral y de excepción, es por ello que la norma reseñada, en cuanto ordena conceder el recurso "en ambos efectos", se aparta de lo dispuesto por el código procesal en su art. 198. Cuando se concede el recurso debe, hacérselo "en ambos efectos", es decir, suspendiendo la aplicación de lo resuelto por el tribunal, hasta tanto se expida el superior. La expresión "en ambos efectos" que utiliza la ley de amparo significa que la concesión del recurso de apelación "devuelve la jurisdicción al superior y suspende la ejecución de la resolución apelada"; por lo tanto la medida cautelar no puede hacerse efectiva hasta que el expediente vuelva del superior. (Conf. Néstor Sagües, "Derecho Procesal Constitucional, Acción de amparo", Ed. Astrea, Buenos Aires 1991, pág. 500) VI.- Así las cosas, corresponde declarar admisible la queja interpuesta y revocar la resolución atacada, debiendo concederse el recurso interpuesto de conformidad con lo establecido en los artrs. 15 y 16 de la ley 16.986. Por ello, y de conformidad con lo dictaminado por la Sra. Fiscal, este tribunal resuelve: 1) Declarar admisible la presente queja (conf. art. 282 y 283 CPCCN); 2) Revocar la providencia recurrida, en cuanto concede el recurso con efecto devolutivo (art. 15 y 16, ley 16.986). 3) Ordenar se conceda el recurso intentado, en los términos de los arts. 15 y 16 de la ley de amparo y se sustancie el mismo. Victoria Pérez Tognola. — Juan Carlos Poclava Lafuente. — Emilio Fernández (en disidencia). El doctor Emilio Lisandro Fernández dijo: Se presenta a mi consideración el recurso de queja impetrado por el Estado Nacional (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social), contra la resolución que concede el recurso de apelación deducido, en los términos del art. 198 del CPCCN, es decir, en efecto devolutivo. Sostiene el apelante que el mismo debe concederse con el alcance del art. 15 de la ley 16.986, o sea en ambos efectos. Esta es la cuestión a definir por la Alzada y a la que debe ceñirse el juzgador (conf. Art. 277 del CPCCN), En síntesis, corresponde determinar si el recurso ha sido correctamente concedido en cuanto a sus efectos, motivo por el cual los restantes enunciados que enumera la queja resultan irrelevantes para definir la cuestión. Una interpretación literal del art. 15 de la ley 16.986, llevaría a considerar que la admisión del remedio que se articula suspende la operatividad de la medida cautelar hasta tanto se resuelva. Ello en un contexto armónico de interpretación del esquema procesal, más aun cuando la ley 16.986 remite expresamente al mismo (art. 17) y, en ese orden, se contrapone con lo dispuesto por el art. 198 del CPCCN y también contra el espíritu y finalidad de la teoría cautelar. De larga data mi criterio al respecto se endereza a considerar que la concesión del recurso en ambos efectos a que se refiere el art. 15 de la ley 16.986, comprende la apelación deducida contra la sentencia definitiva o las providencias denegatorias referidas en el art. 3ro., pero no a las cautelares. "En el régimen de la ley 16.986, las resoluciones que disponen medidas cautelares son susceptibles del recurso de apelación (art. 15). Una interpretación literal de la norma implicada llevaría a la conclusión de que la impugnación debe concederse en ambos efectos, vale decir, la interposición suspende la ejecución. Sin embargo, cabe al intérprete hacer los distingos que la naturaleza misma de las cosas impone, porque la diversidad de lo cautelar no tolera una suspensión de la efectivización del aseguramiento. De allí que se entienda que el referido art. 15, cuando menciona la concesión en ambos efectos, ha podido referirse a la apelación deducida contra la sentencia definitiva o las providencias denegatorias mentadas en el art. 3, más no las cautelares, pues estas últimas poseen una regulación especial, particular y propia que excluye aquél tratamiento. Ello así, porque sería un contrasentido que si el régimen sumario y urgente del amparo procurara una tutela eficiente, la medida cautelar previa que se disponga durante su trámite —autorizada por la misma normativa y de la que forma parte, integrándola— no tuviera consecuencias útiles acordes con los propósitos que identifican a la institución, de suerte tal que introduciría excepciones a un texto que es extrínsecamente claro y que conduciría a una interpretación errada. (exp. 130/2001. "ASOCIACION MUTUAL TRABAJADORES ARGENTINOS c/ Estado Nacional —Ministerio de Economía y Hacienda". 3/09/01 sent. int. 52287. Cámara Federal de la Seguridad Social. Sala II.) Este criterio, coincide con el sostenido por importante doctrina especializada. Se ha señalado "El hecho de que sea posible que una medida precautoria que —por definición— debe actuar desde el momento mismo en que se inicia el trámite ante la justicia so riesgo de que la amenaza al derecho se concrete o se agrave el perjuicio que ya se está padeciendo pueda ser suspendida en sus efectos por medio de un recurso de apelación implica tanto como negar operatividad a las medidas cautelares dentro del amparo"..." La esencia de lo cautelar no tolera la suspensión de la vigencia de la medida precautoria, de allí que la concesión "en ambos efectos" resulta aceptable para la apelación de la sentencia definitiva o de las providencias denegatorias in limine de la acción pero no para las medidas cautelares que poseen una regulación especial, particular y propia que excluye aquel tratamiento." (Carlos E. Camps," Medidas cautelares en el Amparo) Numerosos autores se suman a la crítica al texto legal (art. 15 de la ley 16.986) pues en definitiva importa desnaturalizar el rol de lo precautorio, en un terreno especialísimo como el amparo en el cual está en juego la preservación de las garantías constitucionales (Ver. Rivas "El Amparo, p. 354, Sagues,"Acción de Amparo" p. 468 y ss. Robredo "La acción de amparo" LL 124-1297; Dana Montaño "La reglamentación legal del amparo jurisdiccional" LL 1241420; Lazzarini, "El juicio de amparo" 1ra. ed. p. 393, 2da. Ed. p. 368; Genaro R. Carrió en el prólogo a "La jurisdicción per saltum de la Corte Suprema " de Carrió y Garay p.10) En el artículo de Nestor Pedro Sagues "La inconstitucionalidad de la concesión con efecto suspensivo de la resolución admisoria de una medida cautelar en el amparo (El Derecho, 16 de agosto de 2000), refiriendo el nuevo artículo 75 inc. 22 de la Constitucional Nacional, específicamente, el art. 25 del Pacto de San José de Costa Rica, que señala que "Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales" extrae dos importantes consecuencias: a) el referido Pacto tutela aquí, desde el punto de vista procesal, tanto a los derechos enunciados en el mismo Pacto, como los emergentes de la Constitución o de la ley local; b) al imponer la existencia de un "recurso efectivo" avala igualmente la incompatibilidad entre la apelación con efecto suspensivo de la medida cautelar otorgada en primera instancia en un amparo, con el Pacto de San José de Costa Rica, dado que tal tipo de efecto recursivo conspira contra la efectividad del instituto del amparo y de las medidas cautelares en general. También la jurisprudencia se ha pronunciado en el sentido invocado. "No obstante, la disposición del art. 15, Ley 16.986, diferente a la que juega respecto de los juicios ordinarios y aun sumarísimos (conf. arts. 198 y 498, inc. 6°, Código Procesal) —estos últimos equiparables a los de amparo— y que ha merecido acerbas críticas (conf. SAGÜES, N., "Derecho Procesal constitucional. Acción de amparo", Bs.As. 1991, p. 559; MORELLO, A.-VALLEFIN, C., "Dificultades del amparo en la Provincia de Buenos Aires", JA-1998-IV-38; LAZZARINI, J.L., "El juicio de amparo", Bs. As. 1998, p. 368; ROSSI, A., "El efecto de la apelación de las medidas cautelares en el proceso de amparo", LL del 31.5.2000; VALLEFIN, C., "El recurso de apelación contra la decisión que rechaza una medida cautelar en la acción de amparo", LL 1998-D-172; CAMPS, C., "Medidas cautelares en el amparo", JA del 10.3.99), si es que se juzgara que abarca no sólo a la sentencia definitiva sino también a las medidas precautorias (lo cual resulta por lo menos dudoso: conf. CNCAF. Sala III, causa "Defensor del Pueblo c/ Estado Nacional s/amparo" del 31.3.97; Sala IV, causa "Assorati, M.L. y otros c/ PEN s/ incidente rex. e inap.", del 18.7.97; Cám.Fed. La Plata, Sala 4ª, causa "Cipriano, M. c/ Presidente de la Universidad Nacional de La Plata" del 17.3.92, con nota aprobatoria de MORELLO, A. — VALLEFIN, C., "Los efectos de la concesión de la apelación contra el auto que dispone el otorgamiento de una medida cautelar en el proceso de amparo"; conf. autores antes citados), puede conducir en cierta hipótesis a resultados reñidos con la justicia y el buen sentido, contrariando la esencia y finalidad misma de la cautelar otorgada. Tal el caso de autos, como resulta de ponderar los elementos que surgen de sus propias constancias y el objeto de la medida cautelar otorgada. Dr. Eduardo VOCOS CONESA — Dr. Ricardo Gustavo RECONDO — Dra. Marina MARIANI DE VIDAL. 9.106/2002. MENEGHETTI JUAN SEBASTIAN Y OTRO c/ INSTITUTO NACIONAL DE SERVICIOS SOCIALES PARA JUBILADOS Y PENSIONADOS S/ recurso de queja.19/11/02 Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, Sala II. Es interesante la construcción interpretativa que se extrae del fallo de la C. Fed. La Plata, Sala 4ª Del 17.03.92 en autos "Cipriano, Marcela S. y otros v. Presidente de la Universidad Nacional de La Plata (J.A. 1993-II-128 Y SS). La esencia de la cautelar no tolera la suspensión de la vigencia de la medida precautoria, de allí que la concesión "en ambos efectos" resulta aceptable para la apelación de la sentencia definitiva o de las providencias denegatorias in limine de la acción pero no para las medidas cautelares que "poseen una regulación especial, particular y propia que excluye aquel tratamiento". Se propicia así, partiendo de una visión finalista, respetuosa del ampliado texto garantista que luego de la reforma de 1994 se incorporó a las Constituciones tanto nacional como bonaerense e integradora de todo el ordenamiento jurídico, " la necesidad de aprehender lo cautelar exclusivamente con base en sus propias fuentes normativas y en sus características definitorias esenciales" En conclusión, y ceñido mi voto a lo que en los presentes actuados ha sido materia de debate, estimo que ha sido correctamente concedido el recurso de apelación, por lo que propicio se rechace la queja. - Emilio Lisandro Fernández