el movimiento contra el racismo en el perú

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LA EXPERIENCIA DE LA MESA CONTRA EL RACISMO
Octubre 2010 (Borrador)
Wilfredo Ardito Vega
A diferencia de otros países, como Brasil y Estados Unidos, el movimiento contra el
racismo en el Perú es sumamente incipiente y reducido. Pese a la gravedad y
extensión que tiene este problema, los activistas nunca han pasado de ser unas pocas
decenas y sus intervenciones comenzaron a producirse recién hace muy pocos años.
Pese a su escaso número, en ese breve lapso, han obtenido importantes logros en
cuanto a sensibilizar a la población, promover cambios en la mentalidad
predominante, generar la promulgación de normas contra el racismo y su posterior
aplicación.
En este artículo analizaremos las condiciones que permitieron la aparición de la Mesa
contra el Racismo, una de las experiencias más visibles del movimiento contra el
racismo en el Perú. Describiremos los logros, dificultades y retos de la Mesa, así como
las perspectivas para proseguir enfrentando este problema en el futuro.
1. RAZONES DE LA APARICIÓN TARDÍA DE UN MOVIMIENTO CONTRA EL
RACISMO EN EL PERÚ
Cabe preguntarse, si el racismo afecta a tantas personas en el Perú, ¿por qué la lucha
contra el racismo no tiene una tradición arraigada? ¿Por qué tan pocas de sus víctimas
han decidido salir a las calles o protestar de alguna manera contra un problema que
tanto les afecta?
1.1. Dificultad para percibir el problema del racismo
Nosotros consideramos que la misma gravedad y extensión del racismo han generado
parezca más difícil de ser enfrentado o inclusive de ser percibido.
De hecho, muchos peruanos todavía no aceptan que la discriminación sea un problema
real1. El hecho que la discriminación sea estructural, como lo ha denominado la CVR2,
implica también que la inequidad que caracteriza nuestra sociedad es percibida como
natural3.
De esta manera, la profunda desigualdad que afecta a las poblaciones
rurales, a las personas con discapacidad o a quienes no hablan castellano con
frecuencia no es percibida como una situación anormal o injusta, sino como parte del
estado normal de las cosas4.
1
En muchos talleres sobre discriminación, los participantes inicialmente percibían que se les iba a hablar
de un problema que no existía. Con frecuencia han señalado como el promotor de las ideas racistas a
Hitler, sin considerar que el racismo peruano tiene orígenes muy anteriores.
2
Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Conclusiones 9, 88, 151
3
Véase el testimonio sobre un incidente en Huancavelica (Ardito, 2004, p. 26).
4
Reid, p.15. Manrique, 1999:11.
1
Las propias autoridades tienen esta percepción, lo cual se refleja por la ausencia de
políticas públicas para enfrentar la discriminación5 o la toma de decisiones que afectan
directamente a la población tradicionalmente discriminada.
Por otro lado, cuando los peruanos son más conscientes sobre la existencia de
discriminación, comúnmente prefieren pensar que las razones son principalmente
económicas y en menor medida geográficas o culturales, pero no raciales6.
Hasta hace poco, aún en espacios académicos, se llegaba a pretender que el color de la
piel era irrelevante para establecer diferencias entre los peruanos7. De esta forma, el
racismo era uno de los tabúes más fuertes en el Perú, como antaño podía haber
sucedido en relación al sexo, debido a todas las connotaciones que ocultaba respecto a
quien se atrevía a mencionarlo y a sus interlocutores8.
Nuestro punto de vista es que negar la existencia del racismo constituye un mecanismo
de defensa: teóricamente, muchos peruanos creen que podrían enfrentar las otras
causas de discriminación: pueden mejorar su posición económica, cambiar su
ubicación geográfica o incorporar patrones culturales occidentales, y de esta manera
evitar ser discriminados.
En cambio, admitir la existencia del racismo implicaría
reconocer que uno puede haber sufrido un problema mucho más fuerte, injusto y
doloroso, frente al cual es imposible pretender transformarse para evitarlo… y del cual
uno a veces ha sido también parte, al ejercerlo hacia otros compatriotas, más débiles9.
Paradójicamente, existe un choque entre el discurso racista aprendido desde la infancia
con el discurso democrático y oficial10. Los peruanos oficialmente sabemos que no es
5
Una investigadora checa consultó con el autor sobre la razón por la cual en los portales de internet de los
ministerios y otras instituciones estatales peruanas no existía una página dedicada a prevenir, sancionar o
enfrentar la discriminación. Le sorprendió saber que era porque no se consideraba una política necesaria.
Concuerda con esta carencia la información proporcionada por los representantes de las Mesas contra la
Discriminación de Apurímac, Ayacucho, Iquitos y Cusco durante un taller realizado en diciembre del
2009, donde señalaron que la mayor dificultad para promover las Ordenanzas contra la discriminación ha
sido que muchos funcionarios no creían que este era un problema real. Esta misma actitud también fue
visible en varias municipalidades de Lima, como en Breña, donde un vocero de la municipalidad
manifestó que la discriminación no existía en esa jurisdicción. Claire Reid, voluntaria de APRODEH,
informó al autor que un funcionario del gobierno regional de Apurímac le indicó que debería demostrar
que efectivamente la discriminación existía en esta región para que se trazaran políticas públicas al
respecto. Gracias a la incidencia de las diversas Mesas esta situación ha ido cambiando.
6
Esta era la opinión generalizada de los participantes en los eventos y capacitaciones sobre
discriminación que organizaba la Mesa. De hecho, para ellos solía ser de mucho impacto el momento en
que se reconocían como personas que habían cometido y/o sufrido actos de racismo.
Marisol De La Cadena comenta una de estas expresiones comunes de negación del racismo: “Aquí la raza
no es importante, aquí no hay racismo, lo que hay son diferencias culturales profundas y según estas
diferencias podemos hay superiores e inferiores” (pp. 14-15).
7
De La Cadena, p. 15.
8
Manrique, 1999: 125-6.
9
Manrique, 1999: 27.
10
Callirgos 1993: 161.
2
bueno ser racista, por lo que es difícil admitir este tipo de sentimientos o
percepciones11.
De esta manera, hasta hace pocos años, hablar del racismo en un evento público era
peligroso, porque el tema era amenazante y autocuestionador para los participantes12, e
implicaba evidenciar que quien discriminaba también estaba discriminando a una
parte de sí mismo13.
Resulta especialmente interesante que aún las víctimas de la pobreza, de la violencia
política o de las esterilizaciones forzadas no colocan dentro de sus reclamos el sustrato
racista en las situaciones que sufren o han sufrido.
En el caso de las violaciones a los derechos humanos cometidas por integrantes de las
Fuerzas Policiales y Militares, era preferible percibirlas como actos aislados de unas
personas hacia otras. En este caso, es también más duro admitir que poseer rasgos
indígenas hacia que uno se convirtiera en mucho más vulnerable o inclusive ser
percibidos como un ser sin derechos14. Creemos que por esto, ni siquiera las víctimas
de la violencia han expresado el racismo como causa de los abusos que sufrieron15,
cuando podría, de esta forma, vincularse la violencia del pasado con la situación de
exclusión que siguen viviendo.
El racismo, además, estaba presente en los senderistas como causa de sus sentimientos
de odio y rencor hacia la sociedad: se trataba de sectores que, pese a haber tenido
algunas oportunidades educativas, de manera permanente sentían que eran excluidos
por los grupos de poder. El menosprecio constante que recibían fue el peor caldo de
cultivo de estos sentimientos16.
11
Manrique comenta una de las primeras investigaciones sobre casos de racismo, donde la mayoría de
testimonios era vertido en tercera persona, porque era demasiado duro reconocerse como discriminado
(Manrique, 1999: 126) y, de la misma forma, ninguno de los jóvenes entrevistados por Callirgos se
reconocía como racista (1993: 200). Las mismas referencias a rasgos físicos son realizadas con
diminutivos (negrito, cholito), como para suavizar una carga negativa (id.). Señala Callirgos que “ “Yo
no soy racista, pero…” es una manera habitual de empezar un comentario cargado de racismo” (p. 18).
12
Callirgos, 1993: 199. En los talleres sobre racismo, se aprecia cómo para los participantes es duro
acercarse inicialmente al tema, pero luego tiene un efecto liberador.
13
Callirgos, 1993: 196.
14
Degregori, pp. 8-9. Bruce, p. 19. Reid, p. 43. La Comisión de la Verdad también llegó a esta
conclusión, cuando declaró: “Las diferencias raciales y étnicas en el Perú son criterios de la desigualdad
social y fueron invocadas por los perpetradores para justificar las acciones cometidas contra quienes
fueron sus víctimas (p. 104). De igual manera, “el componente étnico y racial estuvo presente tanto en las
causas históricas del conflicto (la generación de un contexto propicio para el surgimiento y reproducción
del enfrentamiento) como en el plano más inmediato de las percepciones y comportamientos cotidianos
de los diferentes actores implicados directa e indirectamente” (id).
15
Algunos analistas, tanto hostiles como cercanos a los temas de derechos humanos han sostenido que el
elevado número de muertes de indígenas en Ayacucho se produjo porque en ese lugar comenzó el
conflicto armado, sin comprender que los agentes estatales actuaron con mucha más violencia hacia la
población indígena. Los operativos que se realizaron en barrios residenciales de Lima para capturar a
Víctor Polay o Abimael Guzmán no implicaron ningún acto de violencia contra vecinos o inclusive contra
los propios involucrados, como sí ocurría en la zona andina. Callirgos comparte una experiencia propia,
en la cual la policía pidió documentos a los demás pasajeros del ómnibus en que se encontraba, pero no a
él (1993: 206-7), que también fue vivida por el autor de este artículo viajando en la región andina.
16
Reid, p. 42. Esta presencia de sentimientos de marcado rechazo hacia las personas blancas se producía
pese a que el discurso senderista tenía una connotación clasista, donde el tema racial estaba ausente.
3
Otro proceso que no ha sido percibido como racista han sido las esterilizaciones
forzadas que se produjeron durante el segundo gobierno de Fujimori, en un proceso
donde los funcionarios del Ministerio de Salud activamente promovieron la
esterilización de millares de mujeres indígenas17.
Tampoco existe mayor consciencia sobre cómo el Estado invierte mucho menos en las
zonas habitadas por población indígena y desarrolla menos políticas en cuanto a la
satisfacción de derechos fundamentales18, practicando también lo que se denomina
racismo ambiental19.
1.2. Dificultad para identificarse como discriminado
Otro factor que ha hecho que el movimiento contra el racismo sea mucho más tardío
que en otros países es la dificultad de los peruanos para autoclasificarnos desde una
perspectiva étnica o racial y, más aún, para identificarnos como integrantes del sector
discriminado racialmente20. Ya desde comienzos del siglo XX, era difícil realizar un
censo empleando la categoría racial, puesto que los mestizos preferían identificarse
como blancos y los indios como mestizos21.
Actualmente, existe el sentido común en el Perú que “todos somos mestizos”, y esta
categoría es empleada como elemento para encubrir las diferencias que existen entre
los peruanos22, evitándose así las cargas valorativas negativas que tienen expresiones
cotidianas como cholo, blanco o negro23.
Por lo mismo, calificar a un ser querido como cholo, negro o indígena todavía puede
parecer ofensivo24, aunque coloquialmente o afectivamente las dos primeras
expresiones sean bastante usadas. La palabra blanco, en cambio, no tiene esta
connotación negativa.
El término indígena, hasta ahora, tiene una carga mayoritariamente ofensiva, con
excepción de aquellas organizaciones o instituciones, ubicadas en la región amazónica.
Los habitantes de las zonas rurales andinas y costeñas prefieren autodenominarse
campesinos y quienes viven en las ciudades simplemente ya no se consideran como
Manrique denomina a este sentimiento el “factor negado” (Callirgos, 1993: 208). Comisión de la
Verdad, p. 104.
17
Hilaria Supa es una de las pocas personas que señala con claridad que las esterilizaciones estuvieron
dirigidas hacia los indígenas (Supa, pp. 125-126).
18
Reid, p. 14. Pozzi-Scott da como ejemplo las deficiencias en la educación que el Estado proporciona a
los niños indígenas, desde los profesores peor preparados hasta la obligación de cumplir un calendario
escolar solamente estructurado según las estaciones de Lima y no de las necesidades agrícolas de la sierra
o selva (pp. 13-16).
19
Ardito, 2009b: 77-79; Reid, pp. 96-97.
20
Callirgos, 1993: 155.
21
De la Cadena, p. 61.
22
Ardito, 2004: 25.
23
Callirgos, 1993: 186. Para este autor, la ideología del mestizaje permite a las élites negar el racismo
(p. 1981) y también difundir la vigencia de una democracia inexistente (p. 185).
24
Callirgos, 1993: 158.
4
indígenas. De hecho, es frecuente que se emplee la frase “vestimenta de campesina”
para describir la ropa tradicional de una mujer indígena, aunque haya vivido toda su
vida en una ciudad25.
Esta dificultad frente al término indígena coincide con la ausencia de un movimiento
indígena sólido dentro de la población andina26, a diferencia de lo que ocurre en los
demás países latinoamericanos, aún en aquellos, como Chile y Colombia, donde los
indígenas son un sector minoritario. Nuestra hipótesis es que esta situación se debe a
que, durante los años ochenta, mientras los indígenas de los demás países
latinoamericanos adquirían mayor consciencia de su identidad y se movilizaban en
cuanto tales, en el Perú vivíamos el conflicto armado interno, que precisamente fue
más cruento en relación a la población indígena.
Muchos de quienes en Ayacucho, Huancavelica o Apurímac pudieron haberse
convertido en líderes indígenas fueron asesinados por senderistas o militares. Otros
tuvieron que alejarse de sus tierras y otros más prefirieron abandonar todo
compromiso social. Hubo también quienes fueron captados por los senderistas u
obligados a formar parte de los comités de autodefensa por los militares27. Los doce
años de la violencia, unidos al desplazamiento forzado generaron un aislamiento de los
indígenas de la sierra peruana respecto de la dinámica del movimiento indígena en el
resto del continente28.
Sin embargo, la otra razón por la que en la región andina del Perú, varias décadas antes
del conflicto armado, la identidad indígena se encontraba muy debilitada, era la
discriminación que los indígenas enfrentaban.
Por ello, hacia la segunda mitad del siglo pasado los indígenas que migraban a las
ciudades buscaban aculturarse o desindigenizarse, cambiando su vestimenta, evitando
hablar quechua y colocando nombres en inglés a sus hijos29.
Los indígenas urbanos preferían identificarse como “mestizos”, lo cual implicaba
asumirse como superiores a los campesinos30. De esta forma, aunque mestizo es una
categoría que pretende describir a una persona con rasgos físicos provenientes de
Sobre cómo se ha creado la categoría de “campesinos-urbanos” para referirse a los indígenas, véase
Reid, p. 86.
26
La situación de los pueblos indígenas amazónicos es marcadamente diferente, en cuanto sí tienen un
reconocimiento de su identidad como indígenas y plantean demandas muy similares a las que tienen los
indígenas de los países vecinos.
27
Ardito, p.
28
Para la mayoría de movimientos indígenas en América Latina, el agresor a quien se enfrentan es el
Estado. En el caso del Perú, los indígenas enfrentaban a otros indígenas, dado que los senderistas solían
tener este origen. Se produjeron también situaciones especialmente violentas en relación a los
asháninkas, quienes sufrieron una agresión directa en cuanto pueblos.
29
Callirgos (1993: 162) muestra esta tendencia graficada también en el cuento de Julio Ramón Ribeyro,
Alienación.
30
De La Cadena, p. 23.
25
5
fenotipos diversos, en el Perú se ha convertido también en un eufemismo para llamar a
los indígenas que tienen mayor educación y hábitos urbanos31.
De esta forma, este proceso de desindigenización o desindianización va llevando a que
las personas consideren que están progresando en tanto parecen menos indios32.
Sin embargo, aunque todos estos cambios externos buscan evitar la discriminación, no
la logran enfrentar porque no tocan el tema del racismo33.
Estas actitudes son marcadamente diferentes respecto a los indígenas ecuatorianos o
bolivianos quienes enfrentan la discriminación afirmando públicamente su identidad
como indígenas y desde esta perspectiva han planteado reivindicaciones como el
derecho a usar su propia vestimenta, el ejercicio de su religión tradicional y el uso de
los nombres indígenas34.
1.3. Subsistencia de mecanismos individuales para enfrentar el racismo
Algunas personas de rasgos indígenas o negros enfrentan la discriminación racial de
manera individual, “haciéndose respetar”, es decir procurando que la capacidad
económica, el nivel educativo o el ejercicio de un cargo se impongan sobre los rasgos
físicos35. Sin embargo, para que efectivamente no se produzca el trato discriminatorio,
las características mencionadas tienen que ser visibles36. Esto implica usar vestimenta
más costosa o enfatizar el cargo o la profesión que uno tiene.
En algunos casos, se asume inclusive un comportamiento distante como mecanismo
para lograr ser respetados37, dentro de una mentalidad donde se está convencido que
es necesario pensar y actuar jerárquicamente38.
De hecho, quizás la forma más cruel de buscar reconocimiento de una persona
tradicionalmente discriminada es ejercer maltrato contra alguien físicamente similar,
Los noticieros describen a una persona extraviada señalando que tiene “raza mestiza”, cuando quieren
señalar que es de rangos indígenas.
32
De La Cadena, p. 47.
33
En algunos casos, inclusive la discriminación se profundiza, debido a que entre los migrantes es
frecuente usar nombres anglosajones, como Brian o Bruce que están ligados a la búsqueda de tener una
identidad más moderna y urbana (Reid, p. 98). Mientras tanto, las clases altas prefieren nombres como
Gonzalo, Sebastián y Rodrigo. Igualmente, rechazan la alienación de “los cholos”, también porque
implica que éstos les están han arrebatando sus símbolos de poder, como el uso del inglés o de
determinadas marcas (Callirgos 1993: 163).
34
Las últimas Constituciones de ambos países muestran que estas reivindicaciones han logrado el
reconocimiento estatal.
35
Sobre cómo se empleó la educación para enfrentar el racismo, pero éste ha logrado subsistir, véase De
la Cadena, pp. 345-6.
36
Callirgos sostiene que las mujeres inclusive reciben más pbresión para modificar sus rasgos físicos
andinos o negros, porque la belleza es un factor más importante para ellas (1993: 204).
37
Es el testimonio de varios profesionales que han conversado con el autor.
38
De La Cadena, p. 14.
31
6
asumiendo que los rasgos físicos, que uno comparte, son causal de inferioridad o
debilidad39.
Otra forma frecuente de enfrentar el racismo es evitar la posibilidad de ser
discriminado, no exponiéndose a lugares o situaciones donde se cree que esta situación
es probable40 y considerando que la presencia de numerosas personas de rasgos
blancos de por sí constituye un factor de riesgo.
Otro mecanismo para evitar la discriminación se da cuando una persona oculta sus
orígenes a otras personas, por considerarlas potenciales discriminadores41.
Ni “hacerse respetar” o rehuir determinados lugares son alternativas que logran
enfrentar el problema de la discriminación, sino que conviven con ella.
Otra salida individual, más presente dentro de la comunidad afrodescendiente, es
buscar una pareja que no tenga los mismos rasgos, con la finalidad que los hijos
experimenten menos discriminación42. Al parecer se trata de una situación para la que
existe mucha presión familiar, al punto que la organización afrodescendiente Lundú ha
tenido que elaborar materiales para motivar a los adolescentes a enfrentarla43.
Finalmente, tenemos que otra alternativa individual consiste en el maltrato a una
persona blanca cuando está en una situación de mayor debilidad, como ocurre cuando
está en minoría o no tiene las conexiones que evitarían ser discriminada. Esto se
produce con frecuencia en colegios hacia los niños más blancos y también lo padecen
algunos limeños cuando viajan a la sierra o la selva44.
La agresión es casi una
venganza, pero también, debido al racismo que los agresores tradicionalmente han
sentido, es percibida por éstos como “un legítimo acto de defensa”45.
1.4. Las propuestas de las organizaciones indígenas y afroperuanas
Las demandas de las organizaciones campesinas como la Confederación Nacional
Agraria (CNA) y la Confederación Campesina del Perú (CCP) no han abordado temas
como el racismo, la discriminación o la identidad indígena, habiendo estado mas bien
Reid, p. 98. “Se es reconocido en la medida en que se ningunea a los demás” (Portocarrero, 2004, p.
286)
40
“Yo sé dónde me muevo” es una frase muy frecuente en personas de sectores medios y populares. En
Lima, esto es frecuente aún respecto espacios gratuitos como el Olivar de San Isidro o los parques de
Surco.
41
En los talleres contra el racismo, muchas personas señalan que esta es una práctica frecuente entre los
descendientes de migrantes andinos. En Abancay, se han producido varios casos de escolares que
negaban delante de sus amigos a sus propios padres, si éstos son campesinos o, especialmente, si la madre
usa polleras. Varios profesores han señalado que los alumnos no desean que, en este caso, la madre
asista a las actividades escolares, que en el Perú suelen tener carácter obligatorio para los padres de
familia (Reid, p. 98).
42
Callirgos, 1993: 191. Ardito, 2009, p.
43
Puede revisarse la fotonovela Entre Sueños y Realidades: :
http://www.lundu.org.pe/fotonovelas/fotonovela_entre_suenos_y_realidades.pdf
44
Ardito, 2009, p.
45
Portocarrero, citado por Callirgos, 1993: 164.
39
7
centradas en la propiedad de la tierra y, después de la Reforma Agraria, en lograr
mejores precios para sus productos y obras de desarrollo. Estas son las demandas que
tienen todos los campesinos peruanos, sean indígenas o no.
Por otro lado, en los últimos años, a la CCP y la CNA se han sumado otras
organizaciones campesinas que expresan más una identidad indígena como la
Confederación de Comunidades Afectadas por la Minería, CONACAMI. Sin embargo,
pese a que en muchos casos se tiene un discurso de afirmación indígena, sus demandas
se concentran en la problemática de la tierra y los recursos naturales y no enfrentan los
problemas de discriminación que sufren los indígenas en las ciudades. Algunos
dirigentes todavía no tienen claro el problema del racismo ni aún como racismo
ambiental46.
Otros dirigentes, sí reconocen que existe racismo47, pero lo vinculan solamente al
problema territorial, mostrando menos interés frente a la discriminación que sufren los
indígenas en la vida urbana, sea ante una oferta de empleo o un anuncio de televisión.
En cuanto a las organizaciones afroperuanas, si bien son mucho más conscientes del
racismo que sufren, son también muy débiles, en parte porque muchos de sus
integrantes padecen limitaciones económicas, lo cual genera que tengan dificultades
para dedicar parte de su tiempo al activismo.
Todavía, dentro de la población
afroperuana existen serias carencias educativas, el número de profesionales es
reducido y no todos desean involucrarse en acciones antirracistas.
2. ANTECEDENTES. LA MESA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN
Hacia fines de los años noventa, un primer detonante de acciones antirracistas fue la
aparición de numerosos locales racistas en Lima y otras ciudades del Perú48.
A partir de 1995, luego de casi quince años de violencia política y toques de queda, la
vida nocturna renació en Lima. Durante ese período, sin embargo, la sociedad había
ido cambiando y un sector de la población, de rasgos andinos y mestizos, había
mejorado sus condiciones de vida, pudiendo ser considerado parte de la clase media49.
Ellos deseaban acudir a los nuevos locales de mayor prestigio o mayor costo que
frecuentaban sus compañeros de estudio o de trabajo.
Sin embargo, muchos jóvenes peruanos de ascendencia europea consideraban
inadecuada la presencia de mestizos, andinos o negros en las discotecas exclusivas,
46
Un importante dirigente de CONACAMI ha señalado varias veces en ocasiones públicas que los
problemas que sufren los pueblos indígenas “no son una cuestión de piel”, sino un conflicto de intereses
económicos por las tierras indígenas. Esta forma de presentar su posición implica una dificultad para
comprender toda la problemática que sufren los indígenas en el Perú.
47
Pizango, Alberto, entrevistado en Bajo La Lupa, p. 8.
48
Esta situación llamó la atención de Manrique (1999: 28) y De La Cadena (2004: 15).
49
Oboler, p. 29.
8
dado que se trataba de locales donde la apariencia física era fundamental 50, por estar
vinculados a la búsqueda de pareja, que obligatoriamente debía ser blanca51. Para
complacer a sus clientes, los dueños de varios locales decidieron impedir el ingreso a
todos los que no tuvieran dichos rasgos, generando locales ¨étnicamente puros”.
Estas prácticas pronto fueron denunciadas en diversos medios de comunicación,
aprovechando que, en tiempos de Fujimori, se trataba de denuncias que no tenían
grandes consecuencias políticas. En el año 1998, INDECOPI sancionó a cuatro
discotecas en Miraflores y Barranco por sus prácticas racistas.
Sin embargo, los
establecimientos apelaron la decisión y la Sala Corporativa Transitoria de Derecho
Público de la Corte Superior de Lima emitió una sentencia señalando que los
establecimientos abiertos al público tenían el derecho de elegir a sus clientes,
basándose en la libertad de contratación, y prohibía a INDECOPI intervenir al
respecto52.
Esta sentencia motivó un fuerte rechazo de la población, dirigentes políticos y medios
de comunicación. Paralelamente, se difundieron similares prácticas por parte de
diversos locales cusqueños que sólo admitían turistas de ascendencia anglosajona o
europea y excluían a los peruanos, especialmente a los de rasgos andinos. Se hicieron
evidentes otras prácticas racistas en algunos cafés, donde los clientes de rasgos
andinos o mestizos eran atendidos sólo si se colocaban lejos de las paredes de vidrio,
para que fueran menos evidentes53.
Ante esta situación, grupos afroperuanos y activistas por los derechos humanos
convocaron a una protesta en la avenida Larco ante uno de los locales racistas más
conocidos, la discoteca The Edge. En la concentración participaron varios centenares
de personas y fue ampliamente cubierta por los medios de comunicación. Pocas
semanas después, el Congreso aprobó la Ley 27049, que estableció la prohibición de
discriminar a los consumidores.
En las semanas siguientes, las organizaciones participantes en la protesta decidieron
desarrollar acciones más permanentes formando la Mesa contra la Discriminación, que
funcionó desde la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. La principal acción
de la Mesa fue la elaboración del Informe Alternativo de la sociedad civil al Comité
para la Eliminación de la Discriminación Racial de las Naciones Unidas.
“Las discotecas en Lima no duran porque se malean”, sostenía un estudiante universitario de
ascendencia europea a este autor. Por “malearse” se entendía que en los locales habían muchas personas
de piel oscura.
51
Ardito, 2009b: 14.
52
Sentencia del 2 de octubre del 1998, expediente Nº 1720-98, Corte Superior de Lima.
53
Testimonio personal del autor, corroborado con familiares y amigos que tuvieron las mismas
experiencias. En el año 1999, las empleadas de un café señalaron a dos alumnas de la Universidad
Católica que tenían instrucciones de colocar “a los cuerazos” en los lugares más visibles del local.
Simultáneamente, generó muchas protestas se produjo en un restaurante de Miraflores, denominado
paradójicamente “La Tiendecita Blanca”, donde un ciudadano negro fue impedido de ingresar a buscar a
unos amigos, con el argumento que “no podía tener ningún conocido adentro”.
50
9
Sin embargo, hacia fines del 1999, las reuniones fueron haciéndose menos concurridas
hasta que finalmente se suspendieron.
Posiblemente, la principal razón para ello era
que la Mesa tenía una agenda demasiado amplia, en la cual cada agrupación, sean
personas con discapacidad, agrupaciones feministas u homosexuales tenía más interés
en lograr prevalecer sus propias demandas, sin que fuera posible trazarse
planteamientos comunes, debido a que se trataba de aspectos muy específicos. Se
manifestaba también una cierta competencia por el espacio54. Sin embargo, nunca se
señaló que oficialmente la Mesa había quedado disuelta.
Algunas personas que habían participado en la Mesa contra la Discriminación
decidieron continuar realizando acciones a título individual55, convocando a otras
personas preocupadas por esta problemática, sin pensar en una institucionalidad
específica.
De igual forma, un grupo de jóvenes estudiantes y profesionales decidió conformar el
Grupo Impulsor contra el Racismo, GIM, que también buscaba realizar incidencia al
respecto, aunque tenían muchas dificultades por llegar a los medios de comunicación.
Sin embargo, las activistas del GIM lograron ser conocidas por algunas organizaciones
de derechos humanos.
3. LA MESA CONTRA EL RACISMO
3.1. Analizando el contexto
El surgimiento de la Mesa contra el Racismo en el año 2004, así como la acogida que
tuvieron las acciones antirracistas que se llevaron a cabo en los años siguientes creemos
que pueden explicarse por una serie de razones.
a. Cambios en la situación socioeconómica de las personas de rasgos andinos y
mestizos.
La paulatina mejora de las condiciones de vida de las personas de rasgos andinos y
mestizos fue generando que la discriminación se hiciera más visible. De esta
manera, muchas personas que tenían acceso a una universidad o un supermercado
se veían discriminadas en determinados establecimientos, como playas y
discotecas, donde todavía era importante el atractivo físico, asociado comúnmente
a los rasgos europeos.
54
Un ejemplo de esta situación se produjo debido a que una de las instituciones, DEMUS, acusó a las
organizaciones afroperuanas de actuar con “extremo protagonismo” en la protesta de Miraflores,
considerando protagonismo el uso de sus logos y señalando el nombre de sus instituciones. Para las
demás instituciones, éste era un hecho al que no se debería dar mayor importancia.
55
Ese fue el caso del autor de este artículo. Decidimos enfrentar problemas como el racismo en la
publicidad, mediante cartas a los propios anunciantes y en discotecas, acudiendo a observar los casos de
discriminación existentes junto a los medios de comunicación, a quienes estos últimos hechos generaban
mucho interés.
10
De la misma forma, se volvía más chocante la publicidad con su criterio
monorracial, pese a que los consumidores peruanos ya no eran solamente los
descendientes de europeos.
b. Aparición de locales abiertamente racistas.
La aparición de locales de un racismo explícito como The Edge, Mística, The Piano,
Aura, Mama Batata y Gótica generó mucha controversia. Hasta entonces, era
comúnmente aceptada la existencia de diferencias económicas, que permitía
encubrir el racismo.
Estos locales rompieron el tabú peruano que prohibía hacer explícito el racismo.
Los sucesivos incidentes en que muchas personas fueron impedidas de ingresar a
dichas discotecas generaron mucha indignación en la opinión pública y llamaron la
atención de los medios de comunicación56.
c. Mayor visibilidad del racismo debido a las campañas publicitarias de las
nuevas tiendas por departamentos.
SI bien la publicidad tradicionalmente era racista en el Perú, la llegada de las
tiendas chilenas Falabella (bajo la denominación Saga Falabella) y Ripley motivó
una estrategia publicitaria con una agresividad sin precedentes para los
consumidores limeños. Las dos tiendas empleaban numerosos afiches y paneles en
lugares públicos y por primera vez se distribuían catálogos a los domicilios de los
consumidores.
En todas las imágenes que usaban Falabella y Ripley anunciando sus productos
aparecían solamente personas blancas, en su abrumadora mayoría rubias. Se
quería enfatizar así la noción de belleza asociada a determinados rasgos, haciendo
así más visible el racismo, en un momento histórico en que muchas personas
andinas y mestizas habían alcanzado el poder adquisitivo les permitía frecuentar
esas tiendas57.
d. El discurso neoliberal pretendía homogeneizar a los peruanos en función de
su capacidad económica.
La existencia de prácticas racistas era una clara contradicción con el discurso
neoliberal, que aseveraba que las personas podían acceder a determinados espacios
en cuanto tuvieran los recursos económicos para ello.
56
También numerosos extranjeros fueron víctimas de estas prácticas, provenientes de otros países
latinoamericanos, de los Estados Unidos o del Caribe. En algunos casos, los incidentes generaron fuerte
vergüenza en las instituciones peruanas que los habían invitado.
57
Ripley acompañaba su lema: “Lo mejor de cinco continentes”, con la imagen de cinco niños, de rasgos
europeos, asiáticos y africanos, pero esta visión de pluralidad de apariencia foránea contrastaba con la
incapacidad para reflejar la pluralidad existente en el Perú al presentar modelos de ropa y otros productos.
11
Sin embargo, la afirmación de las consideraciones étnicas frente a los consumidores
tenía también una racionalidad económica: un sector de la población deseaba
acudir a locales donde no tuvieran mayor contacto con aquellos sectores que
discriminaban. De esta forma, era preferible restringir la capacidad de consumo
de algunas personas, para así lograr la imagen y la composición étnica que un
número mayor de consumidores buscaba58.
e. Publicación del Informe de la Comisión de la Verdad
En agosto del 2003, luego de muchos años en que la mayoría de peruanos había
preferido olvidar los hechos de violencia política, se realizó la publicación del
Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
La brutalidad y crueldad de crímenes que por casi veinte años habían sido
ocultados de la conciencia nacional, generaron una fuerte conmoción en numerosas
personas, especialmente académicos, intelectuales, estudiantes y grupos religiosos.
Sin embargo, fue muy importante que no solamente fueran señalados los hechos
del pasado, sino que se buscara analizar el contexto y las causas de los crímenes.
En ese contexto, la CVR señaló que el racismo había sido uno de los elementos que
explicaba la violencia hacia los campesinos, estableciendo que el porcentaje de
víctimas quechuahablantes había sido el 75%. Evidentemente, aunque no se decía
así, los quechuahablantes eran personas de rasgos indígenas.
El racismo aparecía como un grave problema no resuelto de la sociedad peruana y
la CVR planteó que la necesidad de un pacto fundacional, que implicaría atender a
los más vulnerables y evitar que se produjeran nuevamente hechos similares.
f. Disminución de las violaciones graves de los derechos humanos.
El contexto político en el que surgió el movimiento contra el racismo fue el régimen de
Alejandro Toledo, durante el cual las violaciones a los derechos humanos
disminuyeron sustancialmente59 y muchas personas consideraban que eran una
situación perteneciente al pasado.
Con la confianza que ya no se producirían situaciones de emergencia, varias
instituciones de derechos humanos consideraron que había llegado el momento de
enfrentar las causas que generaron las violaciones de derechos humanos, como la falta
de institucionalidad en algunos sectores estatales60.
Enfrentar el racismo tenía
coherencia con esta perspectiva de promover reformas sociales.
58
Ardito, 2009b: 13.
Las fuerzas policiales mataron a catorce personas que participaban en protestas sociales y las fuerzas
armadas a un estudiante. Pese a lo penoso de estos casos, no pueden compararse a los hechos que se
produjeron en gobiernos anteriores o, posteriormente, durante el segundo gobierno de Alan García.
60
Un ejemplo de ello fue el caso del Instituto de Defensa Legal y sus esfuerzos por incidir en la reforma
de las Fuerzas Armadas y de la administración de justicia.
59
12
g. Incidencia de reflexiones sobre el racismo
Desde los sucesos de las discotecas racistas del año 1998, existió mucho interés en
medios de comunicación y sectores académicos por comprender esta problemática. De
esta forma, fueron difundidos libros y artículos escritos en años anteriores por Juan
Carlos Callirgos, Nelson Manrique y Gonzalo Portocarrero.
El tema del racismo apareció en varias ocasiones en la revista Ideele, y en el boletín
electrónico del Instituto de Defensa Legal, Ideele Mail.
De esta manera se fue
generando un espacio de sensibilización en la opinión pública.
En el año 2004, el mismo en que surgió la Mesa contra el Racismo, Portocarrero
sostenía: “El gran obstáculo para la realización del proyecto nacional moderno en el
Perú ha sido el racismo y la consiguiente fragmentación social”61.
El conversatorio de lanzamiento
A fines del año 2003, algunos integrantes de la Coordinadora Nacional de Derechos
Humanos y el Instituto de Defensa Legal decidieron que las conclusiones del Informe
de la Comisión de la Verdad, obligaban a enfocar el tema del racismo de una manera
distinta a la tradicional (discotecas, publicidad), para lo cual organizaron un
conversatorio donde se analizaba la relación entre el racismo y la violencia política.
Los expositores fueron Carlos Iván Degregori, Jorge Bruce, Guillermo Nugent y
Wilfredo Ardito, quienes lograron complementar sus exposiciones, de manera que fue
posible comprender el racismo como una situación que no sólo explicaba las
violaciones a los derechos humanos, sino la indiferencia que el resto de la sociedad
sentía al respecto, debido a los rasgos físicos de las víctimas.
Bruce señaló que, por su trabajo como psicoanalista de muchas personas de clase alta,
no creía que las muertes de los campesinos generaran indiferencia, sino satisfacción,
en el sentido que sus pacientes habían crecido con la convicción que los problemas del
Perú se debían a la presencia de los indios y que si ellos desaparecían, el Perú podía ser
un país más desarrollado. El señalaba que muchos peruanos vivían una “alucinación
negativa” por la cual las personas de rasgos andinos eran invisibles para ellos.
Degregori además explicó la doble característica de la palabra cholo, como alguien que
no conoce su lugar, sea porque migró desde la Sierra “donde supuestamente debió
haberse quedado” o porque no conoce su lugar en la jerarquía social tradicional y se
cree igual a “las personas decentes”.
Portocarrero, 2004, p. 286. Añade: “En sentido amplio, el racismo es la voluntad (perversa y obscena)
de jerarquizar mediante una sustancialización de las diferencias que implica relegar la común humanidad.
Es decir, se identifican diferencias (físicas y culturales) sobre la base de las que clasifican a las personas,
construyendo escalas de valor social desde lo más deseable que merece todo a lo más indeseable que
merece muy poco. Lo indígena es, desde luego, lo abyecto; y lo occidental, el modelo de desabilidad”.
61
13
Ardito señaló que el racismo, además, protegía la sensibilidad de los peruanos más
afortunados, haciéndoles creer que la pobreza y el abandono que vivían los peruanos
indígenas era “natural”.
Luego del conflicto armado, la esterilización masiva de
mujeres indígenas había generado la misma indiferencia o la convicción que “era lo
mejor”. En la línea de Bruce, señaló que existía una “fantasía de exterminio”, por la
que algunos peruanos pensaban que podría haber una sociedad feliz, sin cholos,
negros o mestizos y que esta era la fantasía que presentaba la publicidad peruana.
Todos los panelistas coincidieron en presentar al racismo como un problema anterior al
conflicto armado, que todavía permanecía y causaba hondo dolor.
A los pocos meses, las conferencias fueron publicadas en un pequeño libro, del cual
tuvo pronto que hacerse dos ediciones más62.
3.2. Organización del movimiento
Todos los factores presentados llevaron a que algunas organizaciones de derechos
humanos consideraran que era necesario enfrentar el racismo para evidenciar que los
problemas que habían generado la violencia no se habían solucionado.
Por eso, en agosto del 2004 surgió la Mesa contra el Racismo desde la Coordinadora
Nacional de Derechos Humanos, que asumió como tarea una Campaña Nacional
contra el racismo.
La Mesa contra el Racismo agrupaba a representantes de organismos de derechos
humanos (IDL, APRODEH, Amnistía Internacional) y a una docena de voluntarios, en
su mayor parte jóvenes, que se reunían semanalmente para discutir cómo enfrentar la
problemática contra el racismo.
En los primeros años, las actividades eran planificadas y desarrolladas de manera
participativa, sin que los representantes de las instituciones buscaran imponer una
decisión o una expresión determinada, sino que procuraban generar consensos sobre
determinados temas.
Dentro de la Mesa contra el Racismo laboraban personas de ascendencia europea,
mestiza, andina y africana.
Esta diversidad era muy importante, pues guardaba
relación con el enfoque de la Mesa: se rechazaba el racismo, no se planteaban las
reivindicaciones de un determinado grupo étnico. Todos los participantes del grupo
habían sufrido racismo en circunstancias muy diversas y querían evidenciar y
enfrentar este problema.
62
¿Por qué algunas vidas en el Perú valen más que otras?. Memoria de Seminario sobre Racismo y
Exclusión. Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Lima, 2003. 2ª edición, 2004.
14
En un inicio, las actividades de la Mesa contra el Racismo no tenían mayor
financiamiento, al punto que los integrantes adquirieron sus propios polos contra el
racismo, pero eran efectivas dada la motivación que tenían todos los voluntarios.
A partir del año 2007 se conformaron otras Mesas en Sullana, Chiclayo, Ayacucho,
Abancay, Iquitos, Junín, Chimbote, Cusco, Sicuani y Arequipa, que fueron financiadas
por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos dentro de un proyecto que
dirigió la Unión Europea. Normalmente, eran Mesas dirigidas por el integrante de
ONG que era integrante de la Coordinadora, que recibía un sueldo por esta labor.
Las actividades de cada Mesa eran distintas, según el contexto cultural y la
problemática de cada zona. Sin embargo, tenían muchos elementos comunes como la
denuncia de locales racistas, la atención a las ofertas de empleo, las acciones públicas
de sensibilización, la promoción y difusión de Ordenanzas contra la discriminación. En
el caso de Ayacucho, Abancay y Andahuaylas, las campañas se realizaron
especialmente en quechua.
Las Mesas tuvieron mucha participación de jóvenes en Abancay, Junín, Chiclayo y
Sullana, mientras que en el Cusco estuvieron conformadas por instituciones no
gubernamentales vinculadas a los derechos humanos.
4.
ACCIONES PRINCIPALES
4.1. Acciones iniciales: Pronunciamiento y Manual
La primera actividad como Mesa contra el Racismo fue el recojo de firmas sobre un
pronunciamiento muy simple, pero que mostraba la discriminación racial como un
grave problema que hasta el momento no había sido tomado en cuenta por la sociedad
peruana y por sus autoridades. Se precisaban problemas como el racismo en el
empleo y los medios de comunicación, así como las consecuencias del racismo para el
desarrollo del país.
Se señalaba también la relación entre la violencia política y el
racismo, mencionándose la muerte de aproximadamente 50,000 campesinos andinos.
Suscribieron este pronunciamiento líderes de opinión de muy variadas orientaciones
políticas como Rosa María Palacios, Raúl Vargas, Cayetana Aljovín, Paulina Arpasi,
Sofía Macher, Susana Villarán, José Luis Risco y también muchas personas de todo el
Perú, incluyendo centenares de campesinos y nativos.
Numerosas ONGs y
parroquias participaron en este esfuerzo.
Los medios de comunicación demostraron mucho interés por la campaña de firmas,
generándose una fuerte visibilidad. Debe destacarse el caso del entonces director de
Perú 21, Augusto Alvarez Ródrich, quien a través de su periódico manifestó su apoyo
a la lucha contra el racismo, lo cual resaltó a través de editoriales y la presencia de los
periodistas del diario en varios momentos importantes como las acciones en Larcomar
y el Jockey Plaza.
15
Si bien desde la Mesa teníamos un discurso muy crítico respecto a cómo los grupos de
más poder económico usaban el racismo en la publicidad, el tema del racismo generó
mucho interés durante varios años, porque lograba hacer pensar a los propios
periodistas sobre su propio rol en los medios.
Una segunda actividad sumamente importante fue la elaboración del Manual para
Jóvenes contra el Racismo, elaborado por los integrantes de la Mesa contra el Racismo
entre los años 2004 y 200563.
EL MANUAL PARA JÓVENES CONTRA EL RACISMO
Este Manual fue elaborado en un proceso de reflexión colectiva sobre la forma en que
el racismo había estado presente en las vidas de los participantes, en espacios como la
familia, el colegio, la universidad y el grupo de amigos.
El proceso de elaboración fue largo, porque se buscaba llegar a consensos sobre
palabras y expresiones, pero sobre todo compartir experiencias personales.
Resultó interesante, por ejemplo, la discusión sobre si eran más racistas las o los
jóvenes. Se manifestaba que mientras entre las mujeres más blancas puede haber
mucho “asco racial” frente a negros o cholos, los blancos podían tener relaciones con
mujeres de dichos rasgos, pero tenían más reparos en considerarlas como sus
enamoradas.
De igual forma, se produjo la reflexión sobre la forma en que se manifestaba el racismo
hacia las personas blancas tanto en colegios como en universidades nacionales.
Sólo mediante las experiencias personales fue posible comprender que algunos padres
de familia preferían que sus hijos no fueran a la Universidad, a que fueran a una
Universidad nacional.
La primera edición del Manual estuvo a cargo de la Coordinadora Nacional de
Derechos Humanos y la segunda fue publicada años después a cargo de APRODEH.
Un material complementario al Manual contra el Racismo fue el diagnóstico sobre la
discriminación en el departamento de Apurímac, que realizó Claire Reid, de la oficina
de APRODEH en la ciudad de Abancay. De esta investigación surgió el concepto
“discriminación acumulada”, ampliamente usado en las actividades de capacitación64.
63
Racismo en el Perú: Cómo Enfrentarlo. Manual para Jóvenes. Elaborado con
Mirtha Allende, Sofía Carrillo, Nelson Peñaherrera, Rodolfo Pérez, Candelaria Ríos,
Diana Ríos, Christian Ruiz.
Lima, Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, 2005. 2ª edición, 2007.
64
Ardito, 2008, p. 18.
16
4.2. Acciones contra los establecimientos racistas
Pese a que la Ley 27049 que desde el año 1998 sancionaba las prácticas racistas contra
los consumidores, era ampliamente sabido que éstas subistían en diversos locales de
Lima, Cusco y Arequipa, frente a lo cual los funcionarios de INDECOPI sostenían que
no tenían denuncias.
En realidad, la mayoría de las víctimas ignoraban que se trataba de una situación
ilegal, porque la norma no había sido adecuadamente difundida, o pensaban que era
inútil denunciar. Un problema adicional era que denunciar un caso de discriminación
implicaba revivir una experiencia dolorosa, inclusive ante los propios funcionarios
estatales que deberían enfrentar este problema. Integrantes de la Policía Nacional
actuaban de manera indolente frente a las demandas de las personas discriminadas65.
En algunos casos, la misma situación se había producido en INDECOPI66.
Debido a estas dificultades, los activistas de la Mesa contra el Racismo decidieron
detectar ellos mismos los casos de discriminación, simulando ser clientes. De esta
manera, cuando los vigilantes y porteros de los establecimientos racistas impedían el
ingreso a los activistas de rasgos andinos o mestizos, mientras otras personas
ingresaban, quedaba evidenciado el racismo.
Esta metodología para detectar los casos de discriminación fue asumida por la
Secretaría Técnica de la Comisión de Protección al Consumidor del INDECOPI y así se
realizaron acciones conjuntas con la Mesa. De esta manera, en octubre del 2004, los
funcionarios de INDECOPI pudieron verificar las prácticas discriminatorias en la
discoteca Aura, en Miraflores. La elevada multa que este local recibió generó un fuerte
impacto en las empresas dedicadas al rubro de entretenimiento.
LA MARCHA SOBRE LARCOMAR
Como respuesta a los múltiples casos de discriminación detectados en Larcomar, en
noviembre del 2004 ese año, la Mesa contra el Racismo decidió llevar a cabo una acción
de impacto público, de manera silenciosa y pacífica.
65
En junio del 2005 el personal de seguridad de la discoteca Machasqa en Miraflores pretendió expulsar a
una joven de rasgos negros que se encontraba con unos amigos. Cuando uno de ellos quiso impedirla, fue
violentamente golpeado por los vigilantes, incluyendo el propietario. Arrojado a la calle, recibió varios
puntapiés en el rostro y el cuerpo. Luego, un policía que prestaba servicio personalizado al mencionado
local le increpó: “¿Para qué los provoca?”. (Testimonio de los dos agraviados ante el autor de este
artículo. Se intentó convencerles de presentar una denuncia, pero se negaron a hacerlo. Meses después,
la joven se marchó del país. Su amigo sí llegó a presentar la denuncia policial, pero la investigación fue
archivada).
66
En el caso de INDECOPI, dos personas impedidas de ingresar a Mamá Batata en abril del 2006
tuvieron que enfrentar un proceso tortuoso frente a los funcionarios de dicha entidad estatal, que se
rehusaron a aceptar los testimonios de otras personas discriminadas anteriormente en dicho local, lo cual
hacía evidente la existencia de una práctica sistemática. En otro caso, del que fue testigo el autor, una
funcionaria de INDECOPI del Cusco se negó a recibir una denuncia con el argumento que las víctimas no
tenían una boleta o factura que acreditara su consumo, cuando era imposible que lo tuvieran porque
precisamente habían sido discriminadas.
17
Un viernes a la medianoche, la hora en que comenzaba a llegar el público a las
discotecas racistas, decenas de activistas que hasta entonces habían fingido no
conocerse entre sí dejaron ver los polos que decían Basta de Racismo y, sin gritos ni
repartir volantes, comenzaron a caminar por el centro comercial, dirigiéndose a los tres
locales racistas: Aura, Gótica y Mamá Batata. En cada uno de los tres locales,
entregaron una carta de rechazo a las prácticas racistas y estuvieron varios minutos en
la entrada, silenciosamente67.
La administración de Larcomar, en solidaridad con los tres locales racistas, dispuso
cerrar el centro comercial a la prensa y el personal de seguridad intentó arrebatar su
cámara al periodista de Perú 21, el único que tuvo la posibilidad de ingresar.
Sin embargo, días después el caso trascendió en los medios de comunicación porque
una joven que trabajaba animando fiestas infantiles en otro local de Larcomar fue
despedida por haber acompañado a los manifestantes68.
Durante las semanas que siguieron, el personal de seguridad de Larcomar hostilizó a
las personas que ocasionalmente visitaban el centro comercial llevando los polos de
Basta de Racismo.
Finalmente, se logró una reunión con los directivos del centro comercial, quienes
pidieron disculpas por los malos entendidos.
Inclusive los integrantes de la Mesa
pudieron dar charlas a los trabajadores y vigilantes de Larcomar sobre la problemática
del racismo.
Gracias a los directivos, se han sostenido reuniones con los administradores de los tres
establecimientos y se ha constatado que las prácticas racistas han disminuido, pero no
han cesado. Inclusive durante el año 2009 se han producido nuevas denuncias sobre
discriminación que vienen siendo investigadas por INDECOPI. Mamá Batata también
ha sido sancionado por sus prácticas que han llegado a niveles de violencia.
En el caso del Café del Mar, una de las entidades más racistas de Lima, se convocó a
dos protestas ante su local, en septiembre del 2005 y abril del 2006. Finalmente, en julio
del 2006 fue sancionado por INDECOPI y la Municipalidad de Miraflores69. Esta vez se
le impuso clausura temporal de dos meses, pese a las vinculaciones familiares de sus
propietarios70. Nunca más volvió a abrir sus puertas.
La Mesa siguió manteniendo una relación estrecha con INDECOPI y la Municipalidad
de Miraflores, para enfrentar nuevas denuncias.
De manera complementaria, desde el año 2008, tanto la Defensoría del Pueblo como
las Mesas impulsaron que en más de cincuenta Municipalidades y Gobiernos
67
Ardito, 2009b: 90-92.
Véase http://peru21.pe/impresa/noticia/larcomar-despide-marchar-contra-racismo/2004-11-11/79985 y
http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20041118/pasadas/13/114900
69
Véase http://www.aprodeh.org.pe/notapress/notas/06jul07.htm
70
Ardito 2009b: 111-113.
68
18
Regionales se establecieran Ordenanzas donde se sanciona severamente a los locales
discriminadores (véase infra). En cumplimiento de la Ordenanza de Miraflores, en el
propio Larcomar se han colocado varios carteles que señalan que se encuentra
prohibida la discriminación racial, también en la zona de las discotecas.
4.3.Acciones contra la publicidad racista
La publicidad peruana tradicionalmente ha asociado conceptos de belleza, status y
felicidad familiar hacia las personas de rasgos europeos y coloca a andinos, mestizos y
negros como individuos pobres, exóticos o marginales.
Desde 1999, los activistas contra el racismo comenzaron a dirigirse a los principales
anunciantes, enviando cartas de rechazo a su publicidad.
Entidades como la
Universidad Católica, la Universidad de Lima e instituciones estatales o algunos
suplementos de El Comercio, aceptaron cambiar su publicidad.
En mayo de 1999, Saga Falabella, entonces la única tienda por departamentos existente
en Lima, fue la primera empresa en recibir una carta abierta, suscrita por centenares de
personas en la que indicaban que, de no cambiar su publicidad, dejarían de comprar
los productos de esa tienda.
Los resultados fueron rápidos: la empresa comenzó a colocar personas mestizas, negras
y andinas en sus avisos71. Sin embargo, debe señalarse que al llegar Ripley, el
activismo tuvo más dificultades, porque se hacía más difícil focalizar una campaña
existiendo dos establecimientos con prácticas similares. Sin embargo, continuaron
escribiéndose cartas al respecto.
Al establecerse la Mesa contra el Racismo, se decidió realizar, en diciembre del 2004,
una acción simbólica en los locales de Saga Falabella y Ripley en el Jockey Plaza. Los
activistas recorrieron las tiendas vestidos con los polos de Basta de Racismo y
entregaron una carta de protesta a los gerentes.
Realizaron una actividad similar en Plaza San Miguel, en mayo del 2005, pocos días
antes del Día de la Madre. En este caso, se llevó una carta donde cien madres
señalaban que no deseaban regalos comprados en tiendas con publicidad racista. Esta
acción y la anterior alcanzaron bastante cobertura mediática.
Otra actividad en relación a la publicidad fue la entrega del antipremio “Al Más
Discriminador”, que todos los años llevaba a cabo la Mesa con ocasión del Día Mundial
contra la Discriminación Racial. Durante varios años este “galardón” fue otorgado a
determinadas empresas por presentar solamente personas de rasgos blancos en su
publicidad: este fue el caso de Leche Gloria (2005), Backus (2006), Saga Falabella y
Ripley (2008)
71
Activismo Informático Pro Derechos Humanos. En Ideele 134, p. 118,
19
CASO BACKUS
Días antes de la entrega del “antipremio 2006”, Backus, la principal fabricante de
cerveza del Perú, había sido adquirida por el grupo transnacional SAB Miller.
La Mesa se dirigió a esta nueva empresa denunciando su enfoque publicitario,
adjuntando numerosas firmas de respaldo. De igual manera, se efectuó una entrega
simbólica del “antipremio”, llevando una banderola donde una botella de cerveza
aparecía con una medalla “al más discriminador.
Días después, el Gerente General Robert Priday respondió comprometiéndose a
corregir los criterios publicitarios para hacerlos más inclusivos, para buscar “un Perú
más unido”.
La empresa transnacional Millar tenía códigos de conducta en
publicidad que incumplían los anteriores avisos.
De esta forma, la publicidad de Pilsen y Cristal ha cambiado de manera muy evidente,
colocando rostros mestizos o andinos. Tampoco se emiten comerciales de carácter
machista que asociaban el consumo de cerveza con el éxito con mujeres blancas cuyos
atributos físicos eran resaltados de manera bastante vulgar. Sin embargo, los
productos Barena y Cusqueña mantienen los criterios tradicionales de mostrar
solamente consumidores blancos.
Ese mismo año, el gerente de los supermercados Wong, Efraín Wong nos solicitó
personalmente disculpas por un enfoque publicitario centrado en trabajadores andinos
sirviendo sumisamente a clientes blancos.
Sin embargo, la actividad más llamativa para sensibilizar a la población sobre la
publicidad racista que realizó la Mesa fueron los Operativos Cuerazos Peruanos,
realizados frente a las tiendas de Ripley y Saga Falabella de San Miguel y San Isidro en
el año 2008.
Este operativo implicaba que los activistas invitaban a los transeúntes a posar como
modelos, para mostrar que todos los peruanos eran guapos o guapas, sin que se deba
tener un solo estereotipo de belleza72. Los operativos Cuerazos Peruanos tuvieron
una amplia cobertura en los medios de comunicación73 y constituyeron también una
forma en que los participantes podían afirmar su autoestima74. Se han realizado
también en Chiclayo, frente al local de Saga Falabella y en otras localidades como
Urubamba, Andahuaylas y Abancay, donde estas grandes tiendas no existen, pero
permiten expresar el rechazo al racismo en general.
En la actualidad, es más frecuente encontrar peruanos de rasgos mestizos o andinos en
la publicidad, sea para remarcar la imagen de empresas que tienen actividades en todo
el Perú o para representar personas que se esfuerzan, con el actual estereotipo del
“peruano emergente”.
72
Véase http://www.youtube.com/watch?v=uraNvorVnPE
Véase http://www.terra.com.pe/noticias/articulo/html/act825592.htm
74
Ardito, 2009b: 108-110.
73
20
Sin embargo, el rechazo a la publicidad racista se ha mantenido, como una constante
de los activistas. De esta manera, pese a que la publicidad de la empresa Gloria ahora
es más inclusiva, en febrero del año 2009, emitió un comercial en que se burlaba de los
niños de baja estatura. En un país con los elevados niveles de desnutrición, que afectan
especialmente a niños andinos y amazónicos, explícitamente señalaba que este sector
tenía menos oportunidades. A los pocos días debió ser retirado del aire por las
protestas que promovieron los activistas, a través de otra campaña de firmas75.
Precisamente, debe señalarse que el procedimiento de recoger firmas durante varios
días frente a empresas como Wong, Leche Gloria, Saga Falabella o Backus, permitía a
muchas personas sensibles involucrarse en esta problemática, mediante la internet o
grupos de amigos.
Por otro lado, la Mesa contra el Racismo organizó debates públicos sobre el tema con la
participación de varios importantes publicistas como Gustavo Rodríguez y Robby
Ralston. Tanto ellos como Juan Carlos Gómez De la Torre han expresado su
coincidencia en la necesidad de cambiar las pautas publicitarias, aunque parece ser que
las presiones de los propios anunciantes se mantienen.
Finalmente, los activistas también han buscado incentivar a quienes tenían avisos
inclusivos y así se entregó un premio especial a la empresa Bembos por el cambio en su
publicidad. El premio fue otorgado en el año 2003, antes que existiera formalmente la
Mesa.
4.4. Racismo y Televisión
No sólo la publicidad peruana es marcadamente racista, sino que toda la televisión ha
reproducido tradicionalmente el racismo de nuestra sociedad, al colocar en roles
subordinados y marginales a los peruanos de rasgos mestizos, andinos y negros.
A través de la televisión, además, durante el período fujimorista, se reforzaban
estereotipos negativos hacia negros y andinos, mediante los personajes La Paisana
Jacinta y el Negro Mama, representados por Jorge Benavides. Ambos aparecían en
Frecuencia Latina, entonces en manos de los hermanos Winter, gracias a un fallo de
magistrados vinculados a Fujimori.
El Negro Mama fue retirado por el rechazo expresado por los grupos afroperuanos,
pero La Paisana Jacinta continuó hasta que la estación de televisión fue recuperada por
Baruch Ivcher.
Pese a que había sido un personaje emblemático de la administración anterior, en el
año 2004, Frecuencia Latina comenzó a repetir los episodios grabados de La Paisana
Jacinta y luego se emitieron nuevos capítulos.
75
Pese a que la Mesa contra el Racismo se encuentra desactivada, este año se produjo también una
campaña de firmas contra la publicidad de la Universidad de Ciencias Aplicadas, UPC.
21
Representantes de la Mesa contra el Racismo se reunieron con los voceros de
Frecuencia Latina, para expresarles su preocupación al respecto, pero éstos insistieron
en mantener esta decisión.
A inicios del año 2004, Frecuencia Latina recibió el
antipremio Al Más Discriminador.
A mediados de ese año, la Mesa convocó a una protesta pública ante las instalaciones
del canal, debido a lo cual el programa dejó de salir al aire.
A lo largo de estos años, sin embargo, ha persistido el racismo en diversos programas
cómicos en los canales Frecuencia Latina, América Televisión y Panamericana
Televisión. Por ello a los diferentes programas se les otorgó el antipremio Al Más
Discriminador el año 2009, pero no pudo realizarse la entrega simbólica porque para
entonces ya la Mesa estaba en proceso de disolución.
De igual manera, la Mesa ha otorgado premios especiales a aquellos programas de
televisión que mostraban a los peruanos sin estereotipos ni criterios racistas. De esta
forma, en el año 2005 se entregó este premio a diversos programas de Televisión
Nacional del Perú (Reportaje al Perú, Costumbres, Sucedió en el Perú, Mapamundi,
Miski Takiy) y en el 2006 al escritor Eduardo Adrianzén y el productor de televisión
Michel Gómez76.
Debe señalarse que en los últimos años, lentamente, viene incrementándose la
presencia de actores de rasgos mestizos, andinos y negros en la televisión. Tienen
mucha sintonía las series dedicadas a mostrar el éxito de artistas y deportistas que
tienen dichas características. Se aprecia así un cambio en los criterios estéticos de la
propia población.
Nosotros consideramos que el movimiento contra el racismo ha contribuido a generar
estos cambios, lográndose que en la publicidad jóvenes actores como Magaly Solier y
Erick Elera aparezcan en numerosos avisos, rompiéndose el estereotipo de ser
asociados a pobreza o al mundo rural77.
Sin embargo, los conductores y comentaristas de noticias siguen siendo de rasgos
europeos. Otro espacio de marcado racismo es el Canal 6 (Plus TV), que se ha
rehusado a incluir conductores que no sean blancos, pese al rechazo de muchos
televidentes, expresado también en una campaña de firmas. Creemos que este Canal 6
es muy consciente que proporciona una imagen elitista y moderna mediante la
presencia de conductores blancos y rubios.
76
Debe señalarse que al momento de recibir el reconocimiento, Carlos Bejarano, productor de
Mapamundi, manifestó que se sentía incómodo de ser premiado por un comportamiento que debería ser el
comportamiento normal de cualquier programa de televisión.
77
Saga Falabella llegó a contactar al psicoanalista Jorge Bruce para pedir asesoría en cuanto a su
publicidad. Una preocupación similar manifestó una empresa de telecomunicaciones, preocupada porque
sus vendedores no sabían relacionarse con potenciales compradores de rasgos andinos o mestizos.
22
Frente a los enfoques racistas en los medios de comunicación, queda la duda respecto a
si se está ejerciendo el derecho a la libertad de expresión o si se está incurriendo en
prácticas discriminatorias al no contratar personas de rasgos andinos, mestizos o
negros.
En el Perú, por el momento, no existen mecanismos de discriminación
positiva que puedan obligar a la contratación de un determinado porcentaje de
personas de los sectores tradicionalmente menos favorecidos.
EL RETORNO DEL NEGRO MAMA Y LA INJURIA RACISTA
A comienzos del año 2010, un programa cómico de Frecuencia Latina volvió a
presentar en muchas emisiones a los dos personajes, La Paisana Jacinta y el Negro
Mama. Este año, lamentablemente esta reaparición coincidió con la desactivación de la
Mesa contra el Racismo y debió enfrentar el problema solamente la ONG Lundú, que
agrupa a algunos activistas afroperuanos.
En este caso fue más difícil lograr alianzas con otras instituciones y la comunidad
afrodescendiente no respaldó visiblemente a Mónica Carrillo, presidenta de Lundú.
Es posible, también, que se haya producido una actitud racista en su contra por parte
de algunos medios de comunicación, que menospreciaban su opinión, lo que no
sucedía cuando Wilfredo Ardito o Gustavo Rodríguez criticaban las mismas
expresiones racistas.
En este caso, varios medios de comunicación presentaron a Carrillo como una persona
“resentida”, llegando a indicar que Lundú pretendía “censurar” a los personajes
racistas.
Sin embargo, la insistencia de Lundú y de algunas instituciones aliadas,
especialmente las vinculadas a los derechos de la mujer, han llevado a que estos
personajes hayan quedado descontinuados.
Lundú viene planteando una modificación del Código Penal para que se incluya el
delito de injuria racista. Debe señalarse, sin embargo, que en el caso del Negro Mama
numerosas personas a través de las páginas de internet de los periódicos y del
Facebook expresaron su respaldo con el argumento que se trataba de espacios cómicos
inofensivos.
Posiblemente, muchos eran peruanos que sufrían ellos mismos
discriminación por sus rasgos físicos o su posición social.
Algunos analistas han sostenido que un programa cómico ayuda a visualizar lo fuerte
que es el racismo en una sociedad y que, lejos de ser sancionado, debe ayudarnos a
reconocer cómo está interiorizado el racismo al punto que parece natural burlarse de
los afroperuanos78.
Por ello es previsible que en este caso los medios de
comunicación, lejos de ser aliados, serán adversarios.
Sin embargo, la Mesa contra el Racismo acordó desde hace varios años promover la
penalización de esta forma de injuria, no tanto pensando en los programas
78
Investigación de Sergio Molina: http://blog.dhperu.org/wpcontent/2010/docs/documento_racismotv.pdf
23
humorísticos, sino en el caso del columnista Andrés Bedoya Ugarteche que desde el
diario Correo ha señalado repetidas veces que los indígenas no son personas y que
deben ser exterminados79.
En opinión de nosotros, las dificultades que afrontó Lundú para generar una corriente
de opinión en contra de los personajes racistas de Frecuencia Latina se debió también a
una coyuntura más difícil en materia de derechos humanos, por lo cual el tema del
racismo era considerado secundario por muchas organizaciones80.
4.5. Discriminación en el empleo
En relación a las ofertas de empleo, a fines de los años noventa, las integrantes del GIM
realizaron una campaña de afiches donde se criticaba de modo impactante la exigencia
de “buena presencia”, un eufemismo frecuente para aludir a los rasgos físicos.
Por otro lado, desde APRODEH, se han enviado más de 2,400 cartas que buscan que
las empresas que han publicado avisos discriminatorios sepan que están violando la
ley y que se exponen a una sanción.
Entidades reconocidas y prestigiosas como la Sociedad Peruana de Psicoanálisis, la
Cámara Peruana del Libro, el Colegio La Recoleta, Budget Rent A Car, Avon o
Scotiabank se han disculpado y, en muchos casos, han publicado avisos rectificatorios.
Con el paso de los años, el criterio de “buena presencia” ha disminuido radicalmente81,
siendo la edad uno de los principales elementos discriminatorios que todavía subsisten
en algunos avisos. De igual manera, se busca evitar la exigencia de una fotografía,
debido a las connotaciones que tiene.
De igual manera, casi la totalidad de
82
anunciantes ha aceptado retirarlo .
Las empresas involucradas han señalado que desconocían la legislación vigente, lo cual
es bastante verosímil, porque las normas sobre discriminación no han sido
adecuadamente difundidas. En algunos casos, las empresas pidieron sostener una
reunión para aclarar mejor que no se trataba de instituciones discriminatorias o para
informarse sobre la legislación.
79
En el año 2009, Bedoya recibió el antipremio internacional al periodista más racista por parte de
Survival International. El citado “galardón” se debió a un artículo en que, posteriormente a los sucesos de
Bagua, Bedoya proponía que los indígenas amazónicos fueran bombardeados con napalm.
80
Para el año 2010, el gobierno de Alan García ya era acusado de responsabilidades en la muerte de más
de 100 personas, entre participantes en protestas sociales, víctimas del escuadrón de la muerte de Trujillo
y víctimas de otros excesos policiales aislados. Derechos como la libertad de expresión o la libertad de
reunión también se habían visto severamente restringidos. Los conflictos sociales eran sumamente
frecuentes y violentos, como el ocurrido en Bagua meses antes.
81
En 1993, Callirgos señalaba: “Revisando los avisos de un periódico en un día al azar, notaremos que
para casi todo empleo diferente a los de obrero se necesita una “buena presencia”” (p. 201).
Actualmente, el número de avisos con estos requisitos es totalmente marginal.
82
Debe señalarse que, gracias a nuestra incidencia, también en la Facultad de Derecho de la
Universidad Católica se elimina el requisito de fotografía de las solicitudes de practicantes. El
portal de esta Universidad tampoco acepta requisitos discriminatorios.
24
Se ha logrado que en varias agencias concesionarias de El Comercio se coloque un
aviso que precisa que los requisitos discriminatorios no deben ser publicados. Sin
embargo, algunos empleadores han señalado que no fueron advertidos al respecto por
las agencias.
De otro lado, en el caso del portal de internet Computrabajo todavía
existe reticencia a eliminar estos requisitos, pese a que se encuentran abiertamente
contra la ley.
Paralelamente, puede apreciarse que en varios establecimientos que, de conformidad a
sus exigencias de buena presencia, hace pocos años contrataban solamente personas
blancas para ciertos puestos, no sólo han retirado dicha referencia de sus avisos, sino
que están empleando a las personas de acuerdo a su capacidad y no un perfil étnico
determinado83.
En el año 2010, una trabajadora de Abancay fue insultada de manera racista en el
momento en que fue despedida de un hotel. Acudió a APRODEH donde se le brindó
la asesoría para presentar la denuncia ante el Ministerio de Trabajo que posteriormente
sancionó al establecimiento. De esta manera se ha logrado la primera sanción por
discriminación racial en materia laboral en el Perú.
4.6. Trabajadoras del Hogar
Desde que comenzó sus actividades, la Mesa contra el Racismo abordó el problema de
las trabajadoras del hogar en los talleres y conversatorios que realizaba. De esta
manera, muchos participantes que al inicio de la actividad creían no ser racistas se
sentían confrontados frente al trato que brindaban a estas personas con las cuales
convivían de manera estrecha.
A fines del año 2006, se decidió visibilizar las prácticas discriminatorias que sufrían
muchas trabajadoras del hogar, tomando como caso emblemático las que se producían
en el balneario de Asia, al sur de Lima, donde se llegaba al impedimento de poder
bañarse en el mar y la obligación de usar uniforme en la playa.
La acción se denominó “Operativo Empleada Audaz” y se llevó a cabo el 28 de enero
del 2007. Para generar un efecto simbólico, se decidió que un grupo de mujeres
ingresarían al mar vestidas con los uniformes que suelen usar las empleadas84.
La acción tuvo una gran cobertura desde varias semanas antes que se produjera,
debido a lo cual, efectivamente, casi un millar de personas participó. Había más de
cien trabajadoras del hogar que llegaron de otros distritos, organizadas por las ONG
CESIP y La Casa de Panchita. Sin embargo, la mayoría eran personas de todos los
distritos de Lima que deseaban expresar su rechazo al racismo que se vive en ese
balneario. Aunque había personas de todas las edades, la abrumadora mayoría eran
jóvenes.
83
84
Hemos apreciado este cambio en locales como Bembos, Don Mammino y La Baguette.
Ardito, 2009b: 102-4.
25
Esta acción se produjo cuando la situación del movimiento contra el racismo había
cambiado mucho, por el hecho que la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos
ejecutaba un proyecto con importantes fondos proporcionados por la Unión Europea.
De esta manera, fue posible financiar la contratación de diez ómnibus para llevar a los
participantes, la adquisición de centenares de uniformes de trabajadoras del hogar y
centenares de polos contra el racismo.
La cobertura mediática de esta acción fue impresionante, así como el respaldo que
dieron intelectuales, artistas, deportistas y funcionarios públicos, como la Defensoría
del Pueblo y el Ministerio Público, para evitar actos violentos contra los
manifestantes85.
Este acto tuvo un efecto simbólico muy importante, porque, además de las prácticas
racistas, hasta el momento las playas de Asia tenían un carácter extraterritorial, como
si ni las leyes peruanas y la mayoría de peruanos tuvieran cabida allí, al punto que se
impedía el ingreso mediante tranqueras totalmente ilegales.
Los veraneantes de Asia sufrieron un duro golpe a su imagen. Debe señalarse que,
inicialmente, pretendieron que la protesta tenía un carácter de personas resentidas,
pero muchos de quienes participaban tenían los mismos rasgos que los veraneantes.
Es decir, aunque probablemente no serían discriminados, rechazaban claramente las
prácticas discriminatorias.
Al mismo tiempo, la situación de las trabajadoras del hogar dentro de la sociedad
peruana quedó evidenciada y se lograron mejoras en diversos lugares.
Dos meses después, el Poder Ejecutivo realizara algunas medidas simbólicas hacia las
trabajadoras del hogar, como la realización de un encuentro con el Presidente Alan
García y la designación del 30 de marzo como Día Nacional de las Trabajadoras del
Hogar.
Posteriormente, se prohibió a las trabajadoras del hogar a usar uniformes en lugares
públicos (Decreto Supremo 004-2009-TR).
De hecho, semanas antes de que fuera
aprobada dicha norma, ya APRODEH había logrado que el Club Terrazas dejara de
exigir uniforme a las trabajadoras del hogar de los socios o visitantes.
4.7. Talleres contra la Discriminación
En prácticamente todo el país se han realizado actividades de sensibilización contra el
racismo, por invitación de universidades, parroquias, municipalidades, gobiernos
regionales, colegios, empresas (inclusive el centro comercial Larcomar). Algunas de
estas actividades fueron desarrolladas desde APRODEH y otras desde la CNDDHH o
85
Días antes que se realizara la protesta, la Ministra de la Mujer, Virginia Borra, rechazó públicamente
las prácticas segregacionistas en Asia e invocó a los vecinos a cambiar su comportamiento.
26
las Mesas locales, especialmente las que funcionaban en Apurímac, Arequipa y
Chiclayo86.
Las charlas y talleres buscaban generar en los participantes consciencia respecto a este
problema, especialmente con sus particularidades del Perú, es decir el racismo que los
peruanos mestizos, andinos y negros sienten hacia las personas semejantes a ellos. Por
ello se ponía mucho énfasis en la autoestima.
Los talleres lograban una empatía con el público, puesto que se vinculaban a sus
experiencias concretas, como discriminados y/o discriminadores.
Varios de los
participantes señalaban que les motivó a cambiar su comportamiento, lo cual es
especialmente importante tratándose de funcionarios públicos, autoridades y
profesores.
Debe señalarse que los participantes sostenían que nunca habían tenido una
capacitación sobre este tema. Pese a que vivían el racismo todos los días, por primera
vez tenían la posibilidad de pensar en cómo se manifiesta y en su origen, así como de
comprender la relación entre el racismo y la pobreza o el racismo en la Historia del
Perú.
Dado que se trata de temas que son muy fuertes, los talleres apelaban mucho al sentido
del humor para lograr que fuera más fácil para los participantes comprender lo que
sucede.
Junto con los talleres realizaron conversatorios y conferencias abiertas al público en
general. Sin embargo, una crítica que se puede hacer a los talleres era que muchas
veces no se aterrizaba en compromisos concretos contra el racismo y tampoco había un
mecanismo de seguimiento que garantizara cambios efectivos en la conducta de los
participantes.
Para estas actividades, se publicaron trípticos y afiches en los cuales se buscaba
sensibilizar a las personas respecto al “autorracismo” o el racismo que mestizos y
andinos sienten hacia quienes tienen rasgos semejantes a ellos.
A esto se unió la publicación del Manual contra la Discriminación para Funcionarios
Públicos por parte de APRODEH el mismo que ha tenido tres ediciones y una amplia
difusión. Cada edición recogía los textos de las nuevas Ordenanzas aprobadas. En el
año 2010, también ha sido publicada una versión especial para profesores.
En materia audiovisual, se elaboraron spots radiales sobre la discriminación racial, los
mismos que fueron traducidos al quechua y ampliamente distribuidos en Ayacucho y
Apurímac. De mucha utilidad ha sido también el video Las Aventuras de Justina
86
Las ciudades donde se han llevado a cabo estas actividades han sido Talara, Piura, Chiclayo, Trujillo,
Chimbote, Huacho, Lima, Ica, Pisco, Arequipa, Tacna, Cusco, Sicuani, Huancayo, Huanta, Huamanga,
Andahuaylas, Abancay, Iquitos y Pucallpa.
27
elaborado por el Instituto Peruano de Educación en Derechos Humanos y la Paz,
dirigido a niños. Este video fue presentado también públicamente.
Todo ello se complementó con materiales para difundir las Ordenanzas contra la
discriminación.
4.8 Acciones públicas de sensibilización
Desde el inicio, la Mesa contra el Racismo consideró la necesidad de visibilizar esta
problemática para generar que la población fuera más sensible al respecto.
Gorge Farfán, entonces abogado del Instituto de Defensa Legal, diseñó un logo donde
aparecía la expresión Basta de Racismo de manera semejante a un aviso de emergencia,
que causó mucho impacto en el público. Este logo sirvió para los trípticos y afiches,
pero especialmente para los polos blancos que se usaban en los actos públicos, pero
también los usaban los activistas en su vida cotidiana. Muchas personas que no
participaban directamente en las acciones públicas adquirieron sus polos como signo
de su compromiso y los usaron en su vida cotidiana.
Igualmente, muchas de las acciones que hemos mencionado se llevaban a cabo en las
calles y por eso lograron amplio respaldo en los medios de comunicación.
A nuestro entender, parte del éxito de la Mesa realizaba acciones en lugares poco
esperados para una acción, como los plantones y acciones el Ovalo Gutiérrez, las
playas de Asia, la exclusiva calle Miguel Dasso, una discoteca de Barranco o Larcomar,
lo cual generaba fuerte impacto mediático y también en los transeúntes87. De igual
forma, el carácter llamativo de las acciones era interesante para los periodistas.
Otro ejemplo de actividad mediática fue la campaña Sácale Tarjeta Roja al Racismo,
contra el racismo en el fútbol, en la cual se presentaban grandes banderolas contra el
racismo en los estadios. La Mesa logró el apoyo de la Agremiación Nacional de
Futbolistas, así como de los principales clubes. Esta actividad, sin embargo, implicaba
un fuerte desgaste, porque no tenía un carácter puntual, sino permanente, dado que los
activistas debían trasladarse hasta los estadios todos los fines de semana.
A nivel de las Mesas ubicadas fuera de Lima, una iniciativa muy interesante que se ha
realizado durante tres años en la ciudad de Abancay fue la Búsqueda del Tesoro,
donde los participantes se dividían en grupos que debían recorrer diversos lugares de
la ciudad y en cada uno de ellos tenían que responder sucesivamente a preguntas sobre
la discriminación y el racismo.
Los premios a los ganadores eran donados por
diversas empresas de la región.
La Mesa de Abancay también organizó concursos de alfombras similares a las que se
colocan en las procesiones, para que las diversas entidades expresen sus sentimientos
contra el racismo. En esta ciudad y en el Cusco se han realizado concursos de dibujo
87
Es posible que los activistas antirracistas hayan vencido la barrera psicológica que les impedía acudir a
locales donde podían ser discriminados.
28
escolar sobre el tema. En el Cusco también se han llevado a cabo ferias informativas en
las calles, las mismas que tuvieron bastante acogida en la población.
Otra acción de sensibilización importante fue la presentación de la obra de danzateatro Alienación, basada en el cuento homónimo de Julio Ramón Ribeyro. Gracias a
las coordinaciones con la Municipalidad de Magdalena del Mar, la obra fue presentada
en parques y colegios de este distrito. De igual forma, en el distrito de Miraflores se
hizo una presentación pública relativa a las Ordenanzas contra la discriminación.
La repercusión mediática normalmente es muy positiva e incluye a la prensa
internacional: los medios de comunicación europeos y estadounidenses, mantuvieron
mucho respaldo a las acciones antirracistas. Sin embargo, en el caso de Cuerazos
Peruanos, la prensa chilena señaló que tenían mas bien carácter chauvinista por el
origen nacional de las tiendas.
De la misma manera, en el año 2009, la ONG Lundú decidió salir a las calles con su
campaña Apúntate contra el Racismo, que se llevó a cabo en Miraflores y generó
amplia cobertura mediática. Sin embargo, una acción similar realizada días después
en el Paseo Colón fue prácticamente ignorada por los medios de comunicación. A
nuestro entender, Lundú no había tomado en cuenta la experiencia mediática de la
Mesa contra el Racismo, que ya conocía los lugares donde era mayor el impacto
mediático.
En general, las acciones públicas de sensibilización normalmente lograban la simpatía
de muchas personas. Sin embargo, excepcionalmente también dieron lugar para que se
expresaran actitudes abiertamente racistas. De esta manera, los asistentes a los locales
racistas de Larcomar gritaron frases ofensivas hacia los manifestantes de la marcha del
año 2004. Sucedió lo mismo con personas que pasaron frente a la manifestación ante
el Café del Mar o frente a una manifestación por los derechos de las trabajadoras del
hogar ante el Ovalo Gutiérrez. En ambos casos, los involucrados señalaron sin
ambages que eran racistas. Sin embargo, nunca se produjo una agresión física.
4.9. Promoción de normas legales
4.9.1. Promoción de normas nacionales
Para el movimiento contra el racismo, junto con las acciones públicas resultaba
fundamental contar con normas eficaces para enfrentar esta problemática. Por ello,
desde un inicio se señaló que la redacción del artículo 323 del Código Penal era
sumamente deficiente. Por ello, se accedió a una invitación del congresista Jacques
Rodrich, interesado por el tema y, tras una reunión con sus asesores, finalmente
promovió que se modificara el artículo del Código Penal con el texto actual, que es
mucho más preciso y tiene penas más severas.
En los años siguientes, las Mesas contra el Racismo hicieron muchas referencias a la
sanción por discriminación en todos los cursos y actividades contra el racismo, así
como en las cartas a los anunciantes discriminadores. La orientación de las Mesas no
29
estaba tanto en lograr sanciones, sino cambios de conducta, así como promover la
difusión de la norma.
Sin embargo, la Defensoría del Pueblo sí empleó este artículo 323 para promover el
proceso y la posterior condena de cuatro profesores de Los Olivos que discriminaron a
una joven con discapacidad en un instituto tecnológico, lográndose así la primera
sanción por discriminación, que, sin embargo, no tenía el componente de racismo.
4.9.2. Las Ordenanzas contra la discriminación
A partir del año 2008, las Mesas contra el Racismo comenzaron a promover
Ordenanzas contra la discriminación, es decir normas que implicaran el compromiso
de los gobiernos municipales y regionales en contra de la discriminación.
Debe señalarse que las primeras Ordenanzas no fueron una propuesta que inicialmente
surgiera de los activistas, que estaban más concentrados en promover normas de
carácter nacional.
La primera Ordenanza fue aprobada por la Municipalidad de Magdalena en el año
200688, que enfrentaba la problemática de locales que discriminaban al público,
sancionándolos con revocatoria de la licencia de funcionamiento y multas.
Hacia fines del año 2007, las oficinas de la Defensoría del Pueblo en Arequipa, Junín y
Tacna decidieron apoyar la promulgación de normas similares en dichas regiones.
Sin embargo, desde la Mesa de Abancay se planteó a la Municipalidad Provincial una
Ordenanza contra la Discriminación, que además tomara en cuenta otros temas, como
la atención preferente a las personas con discapacidad, los adultos mayores y las
mujeres embarazadas, el uso del quechua, evitar la discriminación a las personas
indocumentadas. La Municipalidad aceptó esta propuesta, que no tenía precedentes a
nivel nacional. Igualmente, aceptó incluir nuevas causales como la discriminación por
orientación sexual, condición de salud y actividad. Esta fue la Ordenanza 002-MPA
publicada el 29 de febrero del 2008.
El impacto de la Ordenanza de Abancay, que nosotros llamamos la primera Ordenanza
integral, fue muy positivo a nivel nacional. La Mesa de Abancay logró una norma
similar en la provincia de Andahuaylas y la oficina de APRODEH en Ayacucho logró
otras Ordenanzas en la Municipalidad Provincial de Huamanga (Ayacucho) y en el
88
Ordenanza 292/MDMM emitida el 11 de diciembre del 2006. Debido a sus posteriores
problemas judiciales, el Alcalde de Magdalena, Francis Allison, ha sido muy cuestionado. Sin
embargo, debe destacarse que la promoción de esta Ordenanza fue una iniciativa personal, sin
influencia de ninguna ONG, que luego permitiría la promulgación de todas las demás. Meses
después de la publicación de la Ordenanza, la Municipalidad de Magdalena inició una campaña
mediática contra la discriminación y se realizaron numerosas actividades en convenio con
APRODEH en colegios y plazas.
30
distrito de San Juan Bautista de la misma provincia. Posteriormente, la Municipalidad
de Jesús Nazareno decidió promulgar su propia Ordenanza.
La Mesa contra el Racismo de Sullana logró otras Ordenanzas en dicha ciudad y en
Catacaos.
La Mesa de Junín promovió otras Ordenanzas en las provincias de
Huancayo y Chanchamayo, así como en el distrito de Matahuasi. La Mesa de
Lambayeque logró Ordenanzas en los distritos de Picsi, San José, Íllimo, Zaña, Jayanca
y Olmos, así como en la provincia de Lambayeque).
En Lima, APRODEH buscó promover Ordenanzas en todos los distritos, y obtuvo
resultados favorables en Miraflores, Jesús María, Lince y Villa El Salvador, así como en
la Municipalidad Provincial del Callao.
Finalmente, en agosto del 2008 APRODEH promovió la Ordenanza del Gobierno
Regional de Apurímac, que hasta el momento es la norma más completa contra la
discriminación a nivel nacional, tomando en cuenta problemas como el empleo, la
educación y la salud.
Durante el año 2009, se pudo lograr que los Gobiernos
Regionales de Lambayeque, Ayacucho y Junín promulgaran también Ordenanzas,
teniendo las normas de las últimas dos regiones también un carácter muy completo.
Debe destacarse que, sin mayor iniciativa de la sociedad civil, en diciembre del 2009, el
Gobierno Regional de Huancavelica promulgó también una Ordenanza que era casi
idéntica a la Ordenanza de Apurímac y en mayo del 2010 hizo lo propio el Gobierno
Regional de Madre de Dios. Nosotros creemos que las Ordenanzas promulgadas
anteriormente, fueron creando un sentido común respecto a la importancia de que los
gobiernos regionales o locales intervengan en esta problemática.
Debe señalarse que los activistas antirracistas tomaban en cuenta los nuevos aportes de
cada Ordenanza para las normas siguientes. Por ejemplo, la Ordenanza de Sullana fue
la primera que estableció la obligación de colocar carteles contra la discriminación.
Esta iniciativa fue luego asumida por APRODEH y la Mesa contra el Racismo de
Lambayeque para las Ordenanzas que dichas instancias aprobaron en los meses
siguientes. De igual forma, la Defensoría del Pueblo de Arequipa, muy activa frente al
racismo, dejó de promover Ordenanzas que se limitaban a sancionar la discriminación
hacia los consumidores, para promover las Ordenanzas integrales.
Las Ordenanzas han sido ampliamente difundidas por las Mesas locales contra el
Racismo y por APRODEH. Esta última institución ha promovido talleres con
funcionarios y personal de seguridad de las municipalidades y gobiernos regionales
para asegurar la aplicación de las Ordenanzas.
Desde APRODEH se han sostenido reuniones con representantes de diversas bancadas
políticas para proponer una Ley General contra la Discriminación, en base a las
Ordenanzas Regionales, pero no se ha logrado todavía un resultado.
5. LOS ALIADOS EN EL SECTOR ESTATAL
31
Una de las ventajas que tuvo el movimiento antirracista, pese a su escaso número de
integrantes, fue haber coincidido con la preocupación de Beatriz Merino, Defensora del
Pueblo, quien impulsó la acción de su institución respecto a esta problemática.
A partir del año 2006, la Defensoría del Pueblo realizó una campaña de sensibilización
en los medios de comunicación que tuvo mucho éxito y ha emitido dos informes sobre
el comportamiento de las instituciones públicas.
Los informes no se centran en el
racismo, sino en todas las formas de discriminación y toman como punto de partida las
quejas o denuncias de los ciudadanos. De esta forma, alcanzan mayor visibilidad
aquellas causales de discriminación que normalmente no son negadas por las víctimas
como la discapacidad. Sin embargo, la Defensoría ha manifestado su preocupación por
las demás formas de discriminación aunque no hayan sido invocadas por la población.
Las Oficinas Defensoriales de Junín, Arequipa y Tacna también impulsaron las
Ordenanzas contra la discriminación y, desde que se aprobó la Ordenanza de
Apurímac, promovieron las Ordenanzas integrales89, como también se hizo en las
oficinas de Huánuco y Cajamarca. Del mismo modo, las Oficinas Defensoriales de
Ayacucho y Apurímac apoyaron todas las actividades contra el racismo.
Otra institución cuyo rol ha sido muy importante fue INDECOPI. Se han desarrollado
muchas acciones de manera conjunta que llegaron a las severas sanciones a los locales
racistas. Los funcionarios de INDECOPI también han participado en numerosos
talleres y conversatorios organizados por la Mesa. Sin embargo, también existen
funcionarios que dan una atención sumamente formal a las víctimas y que, inclusive,
sospechan que presentan denuncias falsas, sin mayor fundamento.
Dentro del Poder Ejecutivo, el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES)
exhibe una mayor sensibilidad al respecto, pronunciándose sobre la situación de las
trabajadoras del hogar y las agencias funerarias que colocan a afroperuanos como
cargadores en los entierros de lujo.
Otras alianzas importantes se han manifestado con las municipalidades provinciales y
distritales y los gobiernos regionales. Mientras algunas Municipalidades se limitaron
a aprobar Ordenanzas contra la discriminación, como un acto meramente formal, otras
promovieron la capacitación de sus funcionarios (Abancay, Huamanga, Jesús
Nazareno, San Juan Bautista, Andahuaylas, Huancayo, Miraflores), así como los
Gobiernos Regionales de Ayacucho y Apurímac.
En relación a otras instancias públicas, ha habido cercanía con el Ministerio de Trabajo,
para la capacitación a los inspectores laborales. Se logró también que el Ministerio de
Educación aceptara incluir dentro de los materiales de tutoría una sección
correspondiente a la discriminación preparada por una integrante de la Mesa contra el
89
Puede apreciarse que no todas las Oficinas Defensoriales se trazan las mismas prioridades. En las
mencionadas oficinas existían comisionados muy preocupados por la problemática de la discriminación,
que promovieron activamente las normas al respecto.
32
Racismo. Se planteó a la Presidencia del Consejo de Ministros, la posibilidad de
impulsar políticas públicas contra la discriminación.
Finalmente, debe destacarse que desde hace poco más de un año existe en Lima el
Museo Nacional Afroperuano, donde se estudia la historia de la esclavitud y rescatan
los aportes afroperuanos a la cultura nacional, en aspectos como la comida y la música.
Se trata de una institución estatal, que pertenece al Congreso de la República y logra
que pueda visualizarse los aportes a la cultura nacional de un importante componente
de la población peruana que ha quedado invisibilizado. El Museo no desea centrarse
solamente en un enfoque histórico, sino que busca proyectarse a la comunidad.
Posiblemente, de existir todavía la Mesa, se habría en un aliado estratégico.
6. RETOS Y PERSPECTIVAS
Un balance respecto al movimiento contra el racismo implica también tratar de explicar
por qué se ha mantenido tan débil en el Perú a lo largo de los últimos años. De hecho,
la Mesa contra el Racismo quedó desactivada después de menos de cinco años de
funcionamiento y tanto Lundú como el GIM tienen muchas dificultades para incidir en
la opinión pública y en las autoridades. Planteamos algunas posibles razones para ello,
con miras a pensar en alternativas.
6.1. La tensión sobre el sentido del movimiento.
Una característica especial de la Mesa contra el Racismo respecto a organizaciones
como Chirapaq o Lundú fue que buscaban plantear la reivindicación de un sector
étnico determinado, sino la lucha contra prácticas discriminatorias.
Esto tuvo que hacerse claro, durante los primeros años de la Mesa frente a algunas
personas que deseaban adherirse con el argumento que la raza indígena era
“superior”. De igual forma, implicaba denunciar la discriminación racial que podía
cometerse hacia aquellos peruanos que estuvieran en una situación de poder, como
descendientes de europeos o asiáticos.
De esta manera, la Mesa contra el Racismo quería abordar el problema señalado al
inicio de este artículo, el hecho que muchas de las personas que sufrían discriminación
no se consideraban a sí mismas como indígenas o afroperuanas, sea debido al mestizaje
o a problemas para identificarse como tales.
Esta perspectiva más amplia, permitió que el tema del racismo fuera asumido por
muchas personas, visibilizando situaciones frecuentes en sectores medios y altos,
donde, pese a tener la misma capacidad económica o el mismo nivel educativo, se
mantenía la discriminación racial.
Sin embargo, la mayoría de integrantes de instituciones afroperuanas e indígenas no
compartían este enfoque. En algunas reuniones sostuvieron además que el “mestizo”
debía ser considerado un discriminador y rechazaban que se les pudiera considerar
víctima del racismo. En otras ocasiones sostuvieron que los mestizos eran en realidad
33
indígenas o afroperuanos sin identidad y que, para una adecuada lucha contra el
racismo, el primer paso era lograr que se reconocieran como tales. Para la Mesa contra
el Racismo, en cambio, este proceso no era necesario.
De esta manera, estos diferentes enfoques no permitieron conformar un frente amplio
contra el racismo en el Perú.
6.2. De los éxitos concretos a las dudas sobre el camino a seguir.
Los primeros años de la Mesa contra el Racismo fueron sumamente exitosos en una
serie de temas muy visibles, como las sanciones a las discotecas o el retiro del
programa La Paisana Jacinta.
Acciones como el Operativo Empleada Audaz y el
Operativo Cuerazos Peruanos lograban mucha repercusión mediática y permitían
sensibilizar a la opinión pública.
Desde su conformación, en la Mesa contra el Racismo se había pensado en la necesidad
de enfrentar temas estructurales vinculados a la discriminación, como la pobreza y la
exclusión. Sin embargo, para estas situaciones, relativas a políticas públicas, eran
mucho menos eficaces las acciones de sensibilización.
De otro lado, es mucho más complejo enfrentar casos de racismo estructural, donde la
intención no es tan visible o a veces es totalmente inconsciente y la responsabilidad
concreta de los funcionarios estatales es difícil de determinar. Es más fácil para los
activistas incidir en denunciar a un establecimiento racista que vincular con el racismo
la esperanza de vida o el analfabetismo90 y, con mayor razón, lograr un cambio
permanente.
Si bien sería muy importante que las entidades que trabajan problemas como salud o
educación prestaran atención a la problemática del racismo, se hace necesario en estos
casos, no tener un enfoque tan ligado al activismo, sino a una mayor sensibilización
sobre el tema, reforzada con la información que nos puede brindar la investigación
comparada. Como hemos señalado, la principal dificultad al respecto es que todavía es
difícil para los propios investigadores peruanos distinguir a los sujetos de estudio por
criterios raciales.
6.3. Una opción: la discriminación acumulada
Hacia el año 2007, varios de los participantes en la Mesa contra el Racismo tenían
dudas respecto a si, más allá de algunos casos indiscutibles, como la publicidad o las
discotecas, podía hablarse siempre de racismo en muchos casos de discriminación.
90
Pese a ello, hubo varios esfuerzos en esta línea. En junio del 2009, cuando se difundió la supuesta
pandemia de la gripe porcina, numerosas personas se adhirieron a un pronunciamiento denunciando que
el Ministerio de Salud prefería atender a escolares de clase alta con gripe que a los niños andinos que
fallecían por enfermedades reales y perfectamente evitables. Sin embargo, esta actitud del Ministerio de
Salud podía deberse también a problemas de ineficiencia o la cesión a las presiones de los medios de
comunicación.
34
En su investigación sobre la discriminación en Apurímac, Reid constató que el racismo
muchas veces venía vinculado a otros problemas, mostrándose así una discriminación
acumulada. El lugar de origen, la estatura, el apellido o la manera de hablar podían
incidir mucho en que una persona de rasgos andinos fuera o no discriminada 91. Estos
aportes llevaron a que los miembros de la Mesa decidieran incorporar otros factores
que coincidían con el racismo en generar mayor preocupación.
En los talleres que se realizaron desde el año 2007 se enfatizó la problemática de la
discriminación acumulada, lo cual implicaba disminuir el énfasis en el racismo, pero al
mismo tiempo permitía que los participantes comprendieran situaciones más difíciles
de exclusión. Los materiales que se elaboraron desde entonces desarrollaban este
concepto.
Por otro lado, era importante comprobar que en otras causales de discriminación
existía también muy escasa intervención de la opinión pública, como ocurría con la
edad o la discriminación lingüística.
Frente a esta situación, la opción de la Mesa fue colocar los temas de discriminación de
manera mucho más amplia y de esta manera, las Ordenanzas que fueron promovidas
buscaban incrementar las causales de discriminación, lográndose que por primera vez
aparecieran la orientación sexual, la actividad o la condición de salud.
De esta
manera, se perdía la visibilidad del racismo, pero se lograban aliados diferentes, como
organizaciones LGTB y grupos de personas con discapacidad92.
La incidencia sobre una forma particular de discriminación es comprensible, en la mira
de lograr su visibilidad93, pero conlleva el riesgo de generar un mayor aislamiento
respecto a una problemática que normalmente deriva de una multitud de causales. Se
trata de una tensión que todavía debe ser enfrentada.
6.4. Otro gobierno, otras prioridades
Desde que comenzó su segundo gobierno, Alan García promulgó la norma que
sanciona con pena privativa de libertad la discriminación y ha tenido varios gestos
importantes en contra del racismo94. Sin embargo, al mismo tiempo, desde su llegada
al poder, se produjeron muchos graves problemas de derechos humanos, cuya
urgencia debilitó la preocupación de los activistas y las organizaciones de derechos
humanos respecto del racismo95.
91
Reid, p. 28.
De hecho, organizaciones como el MHOL y PROMSEX celebraban las Ordenanzas mucho más que las
organizaciones indígenas o afroperuanas.
93
Creemos que esto limita la aceptación que puede tener la ley que propone el MHOL contra la
discriminación por orientación sexual o la ley que propone Lundú para sancionar la injuria racista. Las
dos organizaciones consideran, sin embargo, que de esta manera lograrán mayor visibilidad frente a sus
respectivas problemáticas.
94
Ardito, 2010
95
Podría también haberse planteado una conexión entre las violaciones a los derechos humanos y la
discriminación racial dado que éstas se producían, nuevamente, frente a la población de rasgos mestizos y
andinos. Numerosos hechos de violencia policial fueron cometidos hacia campesinos y trabajadores de
92
35
En una atmósfera de mayor confrontación, muchos medios de comunicación que antes
respaldaban la lucha contra el racismo, terminaron atacando a los sectores que
denunciaban las violaciones a los derechos humanos o que consideraban críticos del
sistema neoliberal96.
Frente a este panorama, algunos de los integrantes de la Mesa contra el Racismo
optaron por vincularse con organizaciones sociales como la Confederación General de
Trabajadores del Perú o la CONACAMI, cuyas demandas, con una clara orientación
política, otros activistas no compartían97. Para ellos, se alteraba la perspectiva original
de la Mesa de promover la lucha contra el racismo como un tema común para personas
que podían tener opciones políticas diferentes. En las demandas de las mencionadas
organizaciones, el racismo se encontraba invisibilizado.
El problema es que todos estos cambios no fueron reflexionados de manera colectiva,
porque la Mesa contra el Racismo de Lima dejó de reunirse. Habría sido muy
importante llegar a un intercambio de opiniones al respecto para clarificar opciones.
6.5. Un proyecto o un proceso
Inicialmente, la Mesa contra el Racismo buscaba comportarse como un movimiento
ciudadano, no dependiente de un proyecto o una ONG. Por ello, las personas que
participaban en los primeros años tenían un carácter voluntario y los integrantes de la
CNDDHH y APRODEH actuaban fuera de su horario laboral.
Sin embargo, hacia el segundo año se hizo evidente un problema de continuidad: tanto
los estudiantes como los profesionales voluntarios comenzaron a tener
responsabilidades laborales o familiares que les impedían participar en las reuniones y
por esto se centraban en las acciones públicas. Después, también les era difícil
participar en éstas98, especialmente cuando se sentía que los principales problemas ya
habían sido resueltos.
zonas rurales. También, el único caso que una persona de clase alta fue muerta por la policía, se debió a
una confusión por razones raciales. El Viernes Santo del año 2007, a la Policía de Monterrico le
comunicaron que un empresario de esa zona había sido secuestrado en un vehículo y dos policías salieron
a perseguir el vehículo, disparándole al chofer, asumiendo que se trataba de un secuestrador. En
realidad, se trataba del señor Guillermo Li, a quien sus secuestradores habían obligado a conducir.
Nosotros consideramos que falleció porque, para la policía, sus rasgos no coincidían con aquellos que los
policías atribuían a los empresarios de Monterrico.
96
Este fue el caso del diario Perú 21 o de Jaime de Althaus, columnista de El Comercio. Debe
recordarse que en los inicios de la Mesa aún el diario Correo dedicaba numerosos artículos positivos a la
lucha contra el racismo.
97
Un ejemplo de esto se produjo el año 2009, cuando algunos integrantes de la Mesa querían entregar el
antipremio Al Más Discriminador al Ministerio de Energía y Minas, por las múltiples concesiones de
territorios de comunidades campesinas y nativas a empresas mineras y petroleras. Otros miembros no
encontraban una conexión clara. Ellos temían que de esta manera se politizara el tema del racismo y
pensaron que se generaría un distanciamiento poco estratégico respecto al gobierno. Finalmente, el
antipremio fue entregado a otra entidad.
98
Podemos señalar que sólo el autor de este artículo tuvo continuidad durante los cinco años que duró la
Mesa. Sin embargo, finalmente, la necesidad de cumplir compromisos de carácter académico, también
impidió nuestra participación.
36
De esta forma, la Mesa se fue debilitando y las personas que tenían más continuidad
eran los integrantes de las dos instituciones.
La misma horizontalidad de la Mesa
llevó a que no hubiera un liderazgo claro y reconocido99, que pudiera generar nuevas
convocatorias.
Hacia el año 2007, APRODEH logró el apoyo de Oxfam y las Embajadas de Holanda y
Gran Bretaña en pequeños proyectos para enfrentar el racismo y la discriminación. La
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos logró un solo proyecto mucho más
grande, de tres años de duración, a cargo de la Unión Europea, que permitió también
financiar las Mesas del interior del país.
Gracias a todos estos proyectos fueron financiados materiales, trípticos, afiches, spots
radiales, viajes y cursos de capacitación sobre la problemática del racismo. Sin
embargo, el despliegue económico implicó cambios radicales respecto a la imagen
inicial de la Mesa que era sumamente austera100.
En algunas ciudades, se pasó a una dinámica frecuente en las ONGs de la localidad,
realizando eventos en hoteles de lujo, con gastos innecesarios en banderolas y
almuerzos, en abierto contraste a la pobreza existente en la zona101.
Ejecutar un proyecto tiene una lógica diferente a promover un proceso social: el primer
caso implica cumplir una serie de tareas previstas en una planificación realizada con
mucha antelación y algunas entidades se limitan a ejecutar gastos en los rubros que la
entidad financiera ha autorizado, sin pensar las posibles consecuencias. Por otro lado,
en las ONGs, con frecuencia, existe temor frente a las posibles consecuencias políticas
de una acción no planificada, lo cual puede generar dificultades respecto al uso del
nombre o el logo de una entidad102.
En la Mesa contra el Racismo también llegó el momento en que las acciones dejaron de
ser espontáneas para pasar a ser planificadas de acuerdo al financiamiento del
proyecto de la Unión Europea, elaborado tres años antes. Esto dificultaba que se
pudiera atender a circunstancias cambiantes, como la masiva aprobación de
99
Muchas personas que no formaban parte de la Mesa consideraban que el autor de este artículo ejercía
dicho liderazgo al interior, pero en realidad nunca sentimos esta responsabilidad, lo cual pudo haber sido
un error.
100
Para el Operativo Empleada Audaz fueron comprados 500 uniformes de empleadas del hogar, todos
los cuales quedaron inutilizados después del baño de mar.
101
En una actividad realizada en un salón de clases de un colegio estatal de una localidad donde no había
agua ni luz, los organizadores locales decidieron instalar grandes parlantes y un micrófono para una
charla, lo que era totalmente innecesario.
102
En el caso de la Mesa contra el Racismo, estas tensiones se manifestaron en los últimos años en varias
ocasiones.
En mayo del año 2008, cuatro jóvenes de San Juan de Lurigancho fueron detenidos,
golpeados y torturados por la Policía de Miraflores en un acto que tuvo claros niveles de racismo. Los
hechos tuvieron honda repercusión en la opinión pública y contribuían a visibilizar la vinculación entre el
racismo y los abusos policiales. Mientras algunos integrantes de la Mesa consideraban necesario pudo
pronunciarse ante los hechos, varias de las instituciones participantes no querían tener una actitud
demasiado confrontacional con la Municipalidad de Miraflores, responsabilizada por los medios de
comunicación por lo ocurrido. Finalmente, quedó como alternativa promover la aprobación de una
Ordenanza contra la discriminación en dicho distrito.
37
Ordenanzas contra la discriminación o intervenir frente a situaciones concretas de
racismo. El énfasis en cumplir la planificación hizo que los voluntarios perdieran
interés en involucrarse, porque ya no existía margen para la iniciativa.
A esto se
añadía que las personas que tenían el respaldo de su institución se comportaban con
mayor seguridad frente a los voluntarios.
Paulatinamente, los voluntarios fueron reemplazados por personas que recibían un
pago por su trabajo. Si bien esto podía ser eficaz, tenía un límite, que era la duración
del proyecto.
De esta forma, al terminar el proyecto de la Unión Europea, todas las Mesas se
disolvieron, salvo la de Abancay, donde creemos que la actuación de la cooperante
canadiense Claire Reid había logrado generar el espíritu de desprendimiento de los
participantes. Actualmente se denomina GIPI, Grupo Impulsor por la Igualdad.
Queda como pregunta si una ONG puede realmente conducir o promover un
movimiento social y cómo asegurar la continuidad para la labor de voluntarios.
7. Perspectivas finales
Hasta los años noventa, la negación del racismo era muy común103. Se asumía que este
era un problema propio de otros países104, o que en todo caso, en el Perú solamente
existía un racismo solapado105. En muchas ocasiones, quien hablaba sobre racismo era
tildado de racista por un público evidentemente incómodo con lo que escuchaba106.
Inclusive se acusó a quienes hablaban del tema de promover una guerra de exterminio
racial107.
Años después, gracias a las actividades de la Mesa contra el Racismo, el problema se
visibiliza y se enfrenta. Las principales formas de racismo, como las discotecas ya no
tienen estas prácticas. Los personajes racistas han sido retirados de la televisión y
muchos anunciantes aceptan incorporar modelos de rasgos andinos, mestizos y negros.
A nivel normativo, tenemos que la discriminación se sanciona ahora con más severidad
en el Código Penal y que más de cincuenta municipalidades y gobiernos regionales
han emitido Ordenanzas contra la discriminación108.
103
De La Cadena, p. 14.
Oboler, p. 38. Se aplicaba un mecanismo de defensa, el desplazamiento, por el cual, en lugar de
reconocer un problema, era trasladado a otro (Callirgos, 1993: 197).
105
Oboler, p. 26.
106
Callirgos, 1993, pp. 197-198. El autor de este artículo enfrentó también esas acusaciones en los años
noventa.
107
Manrique cita a un intelectual no precisado (1999:127).
108
Otro aspecto interesante es que en 1993 Callirgos cuestionaba que se pudiera usar el término “cholo”
porque era rechazado por la propia población a la que supuestamente se aludía (Callirgos, 1993: 175).
En la actualidad, este término ha sido revalorado y muchas veces se emplea como sinónimo de peruano.
¿Se ha debido este cambio a movimientos como el que impulsó la Mesa contra el Racismo? ¿O,
finalmente, los sectores discriminados racialmente están teniendo una autoestima diferente?
104
38
En los cinco años que duró la Mesa contra el Racismo, sus logros son muy evidentes,
pero al mismo tiempo, nos preguntamos si es posible que una experiencia como ésta
persista o es parte de su naturaleza que movimientos espontáneos, basados en la buena
voluntad y el compromiso tengan una breve duración.
La meta pendiente es lograr políticas públicas nacionales para enfrentar el racismo y la
discriminación, pero los avances impulsados entre el 2004 y el 2009 pueden ser
cruciales para que muchos peruanos puedan tener una vida digna.
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