SANTA SEDE

Pág. 23 Miércoles, 08/01/2003
La Santa Sede prohíbe a los sacerdotes confesar a través del
correo electrónico
La Santa Sede no quiere que el uso de Internet se convierta en un medio que quiebre los
principios sacramentales y la confianza con los creyentes. Para ello, la Penitenciaría
Apostólica de la Santa Sede ha recordado a los sacerdotes que el uso del correo
electrónico, así como del fax, es incompatible con el sacramento de la penitencia. Es decir,
no se puede confesar y absolver a través de estos medios.
Esta comunicación pone límites al mensaje que hace dos años realizó Juan Pablo II, que
invitó a la Iglesia católica a aprovechar el potencial de Internet y de la televisión para
difundir el Evangelio. El Papa señaló: 'La Iglesia no puede renunciar a estar cada vez más
implicada en el mundo en pleno desarrollo de las comunicaciones'. En su alocución, alentó
a los católicos 'a no tener miedo de abrir las puertas de los medios de comunicación a
Jesucristo', porque 'unos dos tercios de los 6.000 millones de habitantes de la Tierra no
han conocido verdaderamente el mensaje de la Iglesia'.
Se desconoce si esta comunicación se hace pública porque se haya utilizado Internet como
medio para confesar a distancia, o se trata de una medida preventiva para evitar que algo
así suceda, pero lo cierto es que la Penitenciaría Apostólica ha difundido esta nota, que ha
publicado el Boletín Oficial del Arzobispado de Coria-Cáceres. El escrito señala 'los
inconvenientes derivados de tal lamentado uso son principalmente evidentes, pero será
beneficioso considerar en particular que tal abuso podría degenerar en la violación de los
mismos elementos constitutivos o connaturales del sacramento de la penitencia
(sacramentalidad, cercanía física de los sujetos, diálogo, consecuencia eficaz también
psicológica) y de todos los aspectos especialmente concernientes al mismo sacramento'.
Con este redactado, la nota se refiere, entre otras cuestiones, a la necesidad de que
prelado y creyente dialoguen físicamente y de que el encuentro se realice de forma oral,
ya que por escrito siempre es mucho más delicado proteger el secreto de confesión.
'El problema -agrega- se pone en términos de especial urgencia y delicadeza a propósito
de la Penitenciaría Apostólica, que ex profeso trata materias confiadas a la Iglesia
mediante el cuarto sacramento. Es por lo tanto obvio que también otros objetos que
deben ser referidos a la Santa Sede exigen rigurosas cautelas.' La nota invita al
episcopado y a los superiores mayores religiosos a dictar las oportunas instrucciones a los
sacerdotes para que esté completamente excluido el uso de medios tecnológicos y 'se
usen sólo los medios epistolares en las comunicaciones a la Penitenciaría Apostólica en
todas las materias cubiertas del sigilo sacramental, del secreto de conciencia o de otras
razones prudenciales'.
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