Desarrollo evolutivo en diferentes ámbitos

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TEMA 10
LOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE EDUCACIÃ N INFANTIL. DESARROLLO EVOLUTIVO EN
LOS DIFERENTES Ã MBITOS, MOTOR, COGNITIVO, LINGÃ Ã STICO, AFECTIVO Y
SOCIAL. ALTERACIONES DEL DESARROLLO.
0.- INTRODUCCIÃ N
1.- DESARROLLO EVOLUTIVO
1.1.El desarrollo motor
1.1.1. El desarrollo somático-motor
1.1.2. El desarrollo senso-perceptivo
1.1.3. El desarrollo psicomotor
1.2. El desarrollo cognitivo
1.2.1. El desarrollo de la inteligencia senso-motora
1.2.2. El desarrollo de la inteligencia preoperacional
1.3. El desarrollo lingüÃ−stico
1.3.1. Aspectos del lenguaje oral
1.3.2. Etapas del desarrollo
1.4. El desarrollo afectivo
1.4.1. Factores de influencia
1.4.2. Etapas del desarrollo afectivo
1.4.3. La construcción de la personalidad
1.4.3.1. Hitos en el desarrollo de la personalidad
1.5. El desarrollo social
1.5.1. La socialización con los iguales
1.5.2. La socialización con los adultos
2.- ALTERACIONES EN EL DESARROLLO
2.1. Trastornos graves de la infancia
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2.1.1. Retraso mental
2.1.2. Psicosis infantiles
2.1.3. La depresión infantil
2.1.4. La disfunción cerebral mÃ−nima (DCM)
2.2. Trastornos de la conducta en la infancia
2.2.1. La conducta alimenticia
2.2.2. El sueño
2.2.3. La eliminación
2.2.4. Otros trastornos
2.3. Deficiencias psicomotoras
2.3.1. Apraxias
2.3.2. Los tics
2.4. Alteraciones del lenguaje
2.4.1. Factores que pueden alterar el desarrollo del lenguaje
2.4.2. Trastornos del lenguaje
2.4.3. Trastornos de la voz y trastornos del habla
3.- BIBLIOGRAFÃ A
TEMA 10
LOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE EDUCACIÃ N INFANTIL. DESARROLLO EVOLUTIVO EN
LOS DIFERENTES Ã MBITOS, MOTOR, COGNITIVO, LINGÃ Ã STICO, AFECTIVO Y
SOCIAL. ALTERACIONES DEL DESARROLLO.
0.- INTRODUCCIÃ N
El desarrollo evolutivo del niño no puede dividirse en distintas facetas independientes. Existe una estrecha
relación de interdependencia entre individuo y ambiente. El desarrollo somático, psicológico y social se
producen de forma simultánea, y a la vez, interactúan con las peculiaridades del entorno en el que vive el
niño.
Cualquier anormalidad en una faceta del desarrollo o en el ambiente puede producir consecuencias en otros
ámbitos evolutivos. En este tema se intenta, por criterios expositivos, diferenciar los ámbitos
fundamentales del desarrollo asÃ− como sus más comunes alteraciones. No por ello, hemos de olvidar que
el individuo es un todo y que la suma de sus partes está lejos de reflejar la integridad de la persona.
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1.- DESARROLLO EVOLUTIVO
1.1.El desarrollo motor
Para evaluar la capacidad del niño y la evolución del sistema nervioso en los primeros meses tenemos que
recurrir al desarrollo motor y sensorial. El recién nacido presenta una motricidad no coordinada,
generalizada, espontánea y sin finalidad alguna.
1.1.1. El desarrollo somático-motor.- En el crecimiento fÃ−sico y en la maduración del sistema nervioso
del bebé se producen importantes modificaciones durante los primeros años de vida. El desarrollo
postural, que permite pasar a la posición bÃ−peda y posteriormente a la deambulación y la aparición de la
prensión, que posibilitará coger y soltar objetos voluntariamente, son los dos grandes ejes sobre los que se
asiente el desarrollo motórico.
El desarrollo motor evoluciona en los dos primeros años de vida desde la presencia de unos reflejos
generales (reflejo de succión, del andar automático, etc.) a movimientos diferenciados. AsÃ− podemos
distinguir el sistema motórico grueso que controla los movimientos de la cabeza, el cuerpo, los brazos y las
piernas y el sistema motórico fino que regula los movimientos de las manos y los dedos de las manos y los
pies, los pies, los ojos y los labios. El crecimiento del niño va acompañado de un mayor control sobre
ambos sistemas.
El ritmo de crecimiento que es muy intenso durante los dos primeros años disminuye progresivamente y
tienda a estabilizarse entre los 3 y 6 años. CaracterÃ−stica fundamental del crecimiento es la variación
proporcional de las dimensiones del cuerpo. La longitud de la cabeza corresponde a la cuarta parte de la
longitud total del cuerpo en los recién nacidos y las piernas son cortas en comparación con el tronco. En
años posteriores el crecimiento de la cabeza se reduce y los miembros inferiores y superiores experimentan
un notable crecimiento.
La maduración ósea comienza antes del nacimiento y se manifiesta externamente con la aparición de los
primeros dientes, hacia el sexto mes. El esqueleto cobra firmeza a los años aunque el proceso de
calcificación continúa.
El tono muscular, que sirve de base ala emergencia del movimiento, permite apreciar la edad madurativa del
bebé y detectar anomalÃ−as del sistema nervioso. Los músculos del bebé a las cuatro semanas
adquieren tonicidad, se contraen cuando alguien lo levanta, y la cabeza deja de balancearse. El grado de
extensibilidad muscular hace distinguir dos estilos motóricos. En el hipotónico se desarrollan más las
habilidades manipulativas. En el hipertónico se alcanza antes la posición bÃ−peda y la marcha.
1.1.2. El desarrollo senso-perceptivo.- El recién nacido posee un equipamiento de base que le permite
percibir a partir de todos los sentidos. Aunque en el momento del nacimiento la visión es el sentido menos
desarrollado el bebé es capaz de reaccionar ante estÃ−mulos luminosos y de movimiento. Existe constancia
de la audición en la vida intrauterina. El gusto y el olfato son funcionales en el nacimiento y las reaccionas al
tacto aparecen desde el nacimiento.
El niño progrese en la maduración de los reflejos sensoriales que le permiten recibir información tanto del
medio fÃ−sico como del entorno que le rodea, la utilización de los sentidos y la coordinación de
informaciones de cada fuente sensorial.
El rostro humano resulta muy atractivo ya que ofrece estÃ−mulos auditivos, de movimiento, contrastes de
relieve, color y forma, y es fuente de relaciones afectivas. En los dos primeros meses de vida, el bebé, se
fija en el contorno de la cara y los ojos. A partir de los cuatro meses reacciona al conjunto de rasgos de la
cara. A los cinco o seis meses compara unas caras con otras y reacciona ante expresiones distintas de un
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mismo rostro.
A los 15 dÃ−as se observan conductas de seguimiento visual ante contrastes de color. A los tres meses, el
bebé, puede discriminar de la misma forma como lo hacemos los adultos.
A los tres meses es capaz de identificar un objeto independientemente del ángulo en que aparece en su
campo visual.
Es muy sensible a las canciones pudiendo discriminar ritmos y melodÃ−as distintos a los cinco meses. Puede
irritarse o calmarse dependiendo del tono de voz que se utilice. La voz de la madre tiene un efecto muy
precoz.
1.1.3. El desarrollo psicomotor.- La evolución psicomotriz depende fundamentalmente de la maduración
neurológica y pasa de una fase de automatismo en los primeros meses, a una fase receptiva en el segundo
trimestre, que coincide con la mayor capacidad discriminatoria en los órganos de los sentidos y se sigue de
una fase de experimentación o adquisición de conocimientos que se va a prolongar a lo largo de la vida.
A continuación se detallan una serie de adquisiciones psicomotrices del niño que no han de tomarse de
forma rÃ−gida pero sÃ− necesitarán atención cuando un conjunto de ellas no estén presentes en su
momento:
* Al nacer: reflejos primarios, postura fetal y no mantiene la cabeza.
* Al primer mes: intenta movilizar la cabeza y cierra la mano ante un estÃ−mulo en el interior de ésta.
* A los dos meses: levanta y endereza la cabeza de vez en cuando.
* A los tres meses: levanta los pies tumbado boca arriba, abre totalmente las manos y coge objetos situados
enfrente de él.
* A los cuatro meses: permanece sentado con ayuda, sostiene la cabeza y extiendo totalmente los brazos.
* A los cinco meses: intenta coger los objetos de forma vacilante e insegura y la cabeza está erguida.
* A los seis meses: permanece sentado en la silla bastante tiempo y se vuelve sólo en la cama.
* A los siete meses: se sienta sólo en la cuna o en el suelo y agarra los objetos con toda la mano.
* A los ocho meses: se pone de pie, se arrastra y coge objetos o poniendo el pulgar.
* A los nueve meses: permanece de pie sujetándose a un mueble, y cogiéndole por debajo de los brazos
efectúa movimientos de marcha.
* A los diez meses: gatea y da pasos laterales.
* A los once meses: anda con ayuda y estando de pie, se sienta sólo en el suelo.
* Al año: se sostiene de pie sin apoyo, comienza a caminar con desplazamientos vacilantes y arrÃ−tmicos y
realiza la pinza digital.
* A los quince meses: anda solo y sube escaleras a cuatro patas; juega agachado.
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* Al año y medio: se sienta y levanta a discreción y su andar adquiere el ritmo y balanceo de los brazos.
* A los dos años: corre, sube y baja escaleras solo; salta con los dos pies; da patadas a un balón; monta en
un triciclo de pedales.
* A los tres años: copia un cÃ−rculo y puede comer solo
* A los cuatro años: se mantiene sobre un pie y trepa, anda de puntillas y da patadas a una pelota con
soltura.
* A los cinco años: alcanza un gran sentido del equilibrio y el ritmo y escribe algunas letras y dibuja figuras.
* A los seis años: su maduración cerebral es prácticamente completa y puede valorar el relieve de los
objetos al completarse la visión esteroscópica y ya está capacitado para el aprendizaje escolar.
1.2. El desarrollo cognitivo
El desarrollo perceptivo, como el conjunto de habilidades selectivas de información, es la base del desarrollo
cognitivo. Pero este último, va más allá, lleva al plano de la acción del sujeto sobre el mundo exterior y
al establecimiento de interacciones entre el niño y el entorno.
Para Piaget existen tres perÃ−odos de desarrollo de la inteligencia: perÃ−odo sensomotor (0-18/24 meses);
perÃ−odo de preparación y organización de las operaciones concretas (18/24 meses a 11/12 años) con
dos subperÃ−oros: preoperatorio (18 meses a 7 años) y subperÃ−odo de las operaciones concretas (hasta los
12 años); perÃ−odo de las operaciones formales (11/12 - 15/16 años).
1.2.1. El desarrollo de la inteligencia senso-motora.- Se extiende desde el momento del nacimiento hasta el
final del segundo año de vida. Piaget estableció seis estadios de desarrollo sensorio-motor:
* ESTADIO I. Desde el nacimiento hasta la sexta semana se caracteriza por la ejercitación de reflejos.
* ESTADIO II. A partir del segundo o tercer mes aparecen conductas no directamente reflejas ya que
incorporan elementos nuevos exteriores a los mecanismos reflejos (por ejemplo succionar en el vacÃ−o
sacando la lengua).
* ESTADIO III. A partir del cuarto mes hay una primera diferenciación de la acción y su resultado. Es un
estadio intermedio hacia los verdaderos actos intencionales. Se produce la búsqueda del objeto cuando
éste deja de estar presente en su campo perceptivo.
* ESTADIO IV. Se inicia a finales del octavo mes y termina hacia los 14 meses. Los esquemas de acción
aprendidos se coordinan y aparece una diferenciación entre ellos: unos servirán para la finalidad de la
acción y otros para los medios. Existe, pues, una clara intencionalidad y una capacidad de utilización
coordinada de los esquemas aprendidos. El niño, asÃ−, podrá utilizar un objeto que le servirá de ayuda
para alcanzar otro.
* ESTADIO V. De los doce a los dieciséis meses. El niño se encuentra con efectos no previstos debido a
su interés por los resultados. AsÃ−, adquiere un carácter de experimentador empÃ−rico con los objetos y
situaciones del entorno.
* ESTADIO VI. Hasta el final del segundo año de vida. Por combinación mental, sin necesidad de tantear
resuelve el mismo tipo de problemas que en estadio anterior.
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Al final del perÃ−odo sensoriomotor el niño ha adquirido los siguientes aprendizajes:
- La permanencia de los objetos porque posee la representación mental de los mismos.
- El control del espacio circundante, mediante la interiorización de todas sus dimensiones y la utilización de
las habilidades de retorno y desvÃ−o del punto inicial en sus desplazamientos.
- Ordenación temporal, mediante la secuenciación de acciones en función del objetivo final de la
actividad.
- La causalidad, al darse cuenta de la estrecha relación entre determinadas acciones y sus efectos.
1.2.2. El desarrollo de la inteligencia preoperacional.- La función simbólica que aparece entre los dos y los
cuatro años de edad cobra entidad con los significantes diferenciados de lo que significan. La función
simbólica conlleva la aparición de cinco conductas que se producen más o menos simultáneamente: la
limitación diferida, el juego simbólico, el dibujo, la imagen mental y el lenguaje.
El razonamiento en estos momentos del desarrollo es trasductivo, va de lo particular a lo particular, y el
pensamiento del niño no utiliza la deducción ni la inducción.
De los cuatro a los siete años aparece el pensamiento intuitivo, centrado en la acción egocéntrica y
carente del equilibrio entre la asimilación (el niño modifica la información externa para adaptarla a él)
y la acomodación (el niño modifica sus esquemas para poder adaptarse al mundo exterior). Una mayor
descentración progresiva conducirá a la reversibilidad y a la organización operatoria de la inteligencia.
Las caracterÃ−sticas generales del pensamiento preoperatorio señaladas por Piaget son las siguientes:
YUXTAPOSICION. Carece de coherencia en la exposición de un relato o explicación. Se presenta
afirmaciones fragmentarias e incoherentes sin relaciones causales, temporales ni lógicas.
SINCRETISMO. Razonamiento deductivo que pasa directamente, por intuición, de una premisa a la
conclusión.
EGOCENTRISMO. El niño no se adapta al punto de vista del otro, remite todo a sÃ− mismo.
CENTRACION. Tiende a seleccionar y atender perfectamente a un solo aspecto de la realidad, sin coordinar
diferentes perspectivas.
IRREVERSIBILIDAD. Es incapaz de ejecutar una misma acción en los dos sentidos del recorrido,
conociendo que se trata de la misma acción.
1.3. El desarrollo lingüÃ−stico
En las dos últimas décadas se han sucedido cuantiosos estudios empÃ−ricos sobre el desarrollo del
lenguaje. Hay quienes ven el paso de unas ciertas funciones a otras, generalmente las expresivas (afectivas,
lúdicas, etc.) a las representativas e ideacionales (tesis de Ombredadne). En segundo lugar está la postura
de quienes ven la evolución del lenguaje como recorrido a través de un único vector o cualidad,
llamesela simplicidad, individualismo o sistematicidad. Después pondrÃ−amos la postura de quienes ven
en la evolución un número muy concreto o limitado de fases: en este caso estarÃ−an Pvlov y Gorski, con el
lenguaje como primer sistema de señales y segundo sistema de señales, o en su correlato lingüÃ−stico,
primera articulación y segunda articulación; o en el paso de un lenguaje concreto a otro abstracto y
formalizado, etc. Por último, cabrÃ−a un análisis, por diversos factores, de la evolución del lenguaje:
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evolución del lenguaje hablado, del escrito, del complejo sintáctico y, sobre todo, del significado o
evolución semántica.
Al lado de estos estudios de la evolución del lenguaje cabe un estudio de la evolución ontogenética del
mismo. En los estudios de Piaget se clasifican las siguientes fases: vagidos, balbuceos, silábica,
jargonofosia, ampliación de vocabulario y estructuración verbal. Junta a esta clasificación cabrÃ−a otra
que tuwiera en cuenta este mismo desarrollo ontogenético, pero relacionado con los aspectos sociales del
individuo, es decir, el animismo infantil, el realismo nominal, el artificialismo espontáneo, etc., teniendo en
cuenta las peculiaridades del lenguaje tales como los monólogos infantiles, la verbalización de ciertas
conductas, etc. Hoy es posible constatar la presencia de tendencias teóricas consolidadas que apuntan un
camino integrador tanto de aspectos orgánicos como psicológicos, formales como funcionales.
Por desarrollo del lenguaje entendemos la serie de etapas a través de las cuales se adquiere el lenguaje oral.
Aunque el desarrollo del lenguaje no tiene lÃ−mites, la etapa fundamental de dicho desarrollo se suele situar
entre los primeros meses de vida y la adolescencia. El niño no habla en el momento de nacer, pero todos los
niños aprenden una lengua, dada la rapidez con que adquieren la capacidad de hablar. Los factores
principales que condicionan la adquisición y el desarrollo del lenguaje son el equipo
anatómico-fisiológico y la capacidad de imitación.
a) El equipo anatómico-fisiológico. Será imprescindible el funcionamiento de ciertos centros nerviosos,
pues, si no existe un desarrollo y una maduración del equipo neurofisiológica, el niño no podrá hablar.
Pero esto aún no es suficiente, sino que tiene que desarrollar también la maduración del aparato fonatorio
(laringe, glotis, lengua, velo del paladar, etc.); también son imprescindibles una serie de contracciones
musculares para producir los sonidos.
b) La imitación permite que se forme la función simbólica o semiótica y el vocabulario. La imitación
(tal como indica Piaget) es de inmediato una prefiguración de la representación; es decir, constituye, en el
curso del perÃ−odo sensomotor, una especie de representación en actos materiales, todavÃ−a no en
pensamiento.
Esta imitación de actos materiales hace que el niño, alrededor de los dos años, haya adquirido ya la
capacidad de imitar, hasta el punto de poder efectuar una imitación diferida; es decir, no inmediata del
modelo directo que tenga delante, sino incluso en ausencia de ese modelo.
Sobre estas bases de evolución neurológica y psicológica, la estimulación del medio cultural y social
permitirÃ−a la comunicación con los demás y con uno mismo a través de los sÃ−mbolos y signos
adquiridos.
1.3.1. Aspectos del lenguaje oral.- En el lenguaje podemos distinguir los siguientes aspectos:
a) La función semiótica, que es la evocación representativa de objetos o de acontecimientos no percibidos
actualmente (Piaget). El niño puede simbolizar cuando es capaz de representar una cosa mediante otra. Esto
supone la existencia de un sistema simbólico, en el que lo significado esté representado por un
significante.
Esta función semiótica la ejerce, además de por la imitación diferida, por otros tipos de conductas
simultáneas, que son:
* El juego simbólico o de ficción.
* El dibujo o imagen gráfica (que al principio es un intermediario entre el juego simbólico y la imagen
mental).
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* La imagen mental o imitación interiorizada.
* El lenguaje, que permite asÃ− la evocación verbal de los objetos y acontecimientos no actuales.
b) El aspecto mental del lenguaje. La función semiótica es la base del aspecto mental del lenguaje. El
lenguaje oral supone un inmenso avance para el niño, pues le posibilitará la comunicación con el medio
que le rodea.
c) El aspecto motor del lenguaje. El aspecto motor del lenguaje oral (capacidad de emitir sonidos que sean
palabras reconocibles por los otros), efectuado de un modo comprensible para el propio niño, depende de las
veces que vez un objeto en el momento en que se pronuncie su nombre; es decir, depende de que asocie lo que
ve, lo que oye y lo que él mismo pronuncie.
Esta asociación se hace en distintos pasos:
* Oir: a sÃ− mismo y a los demás.
* Ver lo que oye; es decir, el niño no solo oye, sino que también ve el objeto sobre el que se habla en su
presencia (cuantas más veces repitamos correctamente ante el niño cómo se nombra un determinado
objeto, mejor aprenderá, tanto su comprensión, como su pronunciación).
* Finalmente, debido a esta repetición, el niño llega a asociar significado y significante, o sea, objeto y
nombre, para emplearlo no sólo en ausencia del adulto, sino incluso en ausencia del objeto.
Por medio de este proceso queda establecido, en principio, el lenguaje oral.
1.3.2. Etapas del desarrollo.- La adquisición del lenguaje y la comunicación se desarrolla según unas
etapas de orden constante, aunque el ritmo de progresión pueda variar de un niño a otro. Las adquisiciones
en cualquiera de los diferentes niveles lingüÃ−sticos (fonológico, léxico, morfológico o sintáctico)
no debe ser interpretada de manera aislada sino en función del carácter global del lenguaje y de los
mecanismos que éste comporta.
Principales aspectos del desarrollo prelingüÃ−stico:
1. Establecimiento de los mecanismos básicos de la comunicación
6 primeros meses:
- Gritos y lloros
- Pueden determinar aparición del adulto y por lo tanto satisfacción de las necesidades, comodidad,
presencia, contacto.
- Adulto, interlocutor privilegiado.
- Valor interpersonal e instrumental de la expresión vocal; sirve para la relación entre personas y para
valorar el instrumento de acción sobre los demás.
- 4ï ± o 5ï ± mes: el niño es capaz de seguir con los ojos la dirección de la mirada adulta. A partir de
ahÃ−, miles de episodios de atención y de observación conjuntas emparejados con las verbalizaciones
referenciales del adulto que capacitan al niño para captar gradualmente la relación entre ciertas
verbalizaciones especÃ−ficas y las personas, objetos y acontecimientos familiares.
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de 7 a 12 meses:
- Se pasa, en relación interpersonal no verbal, de una modalidad de requerimiento, anteriormente dominante,
a una modalidad de intercambio y de reciprocidad.
- Aparecen diversos juegos y rutinas que están organizados según un modo de intercambio y de
reciprocidad (por ejemplo, dar y tomar, ir y venir, rutinas alimentarias, higiene, saludos, etc.).
- Captación conductual de los roles de ser conducido, ser paciente, y correlativamente de conductor, de
agente, a los cuales se superponen los de locutor y receptor en el plano vocal y verbal.
- Los intercambios vocales se organizan según un principio de sucesión y de reciprocidad. Se habla de
"protoconversación" en el sentido de que la organización conversacional con distribución de turno y
evitación de toma de la palabra simultánea parece establecida en lo esencial.
2. De la expresión global e indiferenciada al laleo controlado y a un inicio de compresión verbal.
6 primeros meses:
- Hacia el segundo mes, identificación posible por el adulto familiar de los lloros y del os gritos del niño
según la razón que los determina: hambre, dolor, incomodidad.
- Hacia el tercero o cuarto mes, inicio de laleo (producción de sonidos y no simplemente de lloros, gritos,
ecos, etc.). Los sonidos de tipo vocálico son los más frecuentes durante mucho tiempo e incluso los
únicos al principio. Pero la actividad vocal sigue siendo poco diferenciada y es inútil intentar reconocer en
ella elementos fónicos de la lengua hablada en el entorno.
de 7 a 12 meses:
- Aparición progresiva en el laleo del niño de elementos de tipo consonántico con bloqueo y posterior
liberación de la corriente de aire espiratorio a nivel de la boca y de la nariz.
- Hacia los 8 meses, combinaciones posibles de consonantes y vocales, con mayor frecuencia en el orden CV,
pero también en VC.Los elementos obtenidos tienen un burdo parecido con las sÃ−labas del lenguaje,
reduplicación de sÃ−labas (por ejemplo "bababa", "mamama").
- Hacia el final del primer año, el laleo del niño gana en claridad articulatoria, vocalizaciones más cortas
y más numerosas.
- Reproducción de los perfiles de entonación del lenguaje oÃ−do y repetición de elementos vocales del
mismo.
- Comprensión de ciertas entonaciones (adulto bienintencionado/adulto malintencionado) y de ciertas
palabras y expresiones verbales producidas en el contexto y con el acompañamiento no verbal apropiado
(por ejemplo "ven", "toma", "a dormir", "papá"...)
PRELENGUAJE
De 0 a 2 meses: Se discriminan los sonidos que pertenecen al habla y los que no pertenecen.
De 2 a 4 meses: Realiza sonidos de gritos y gorgoreos llamados generalmente arrullos.
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De 4 a 6 meses: Responde a los sonidos humanos volviendo la cabeza y con movimiento ocular para buscar la
persona que le habla. Los arrullos vocálicos comienzan a ir acompañados por sonidos más
consonánticos.
De 6 a 9 meses: los arrullos se cambian por balbuceos que recuerdan enunciados de una sÃ−laba como "mu",
"da" o "di". las vocalizaciones comienzan a adquirir algunas caracterÃ−sticas del lenguaje como entonación,
ritmo, tono, etc.
De 9 a 10 meses: Se da una preconversación; el niño vocaliza más durante los intervalos dejados libres
por el adulto e intenta espaciar y acortar las vocalizaciones para dejar lugar a la respuesta del adulto. Parece
querer imitar los sonidos, aunque sin mucho éxito.
De 11 a 12 meses: Comprende algunas palabras familiares, como "mamá", "papá", "nene".Agrupa palabras
y sÃ−labas repetidas a voluntad. Utilización de sustantivos e interjecciones.
PRIMER DESARROLLO SINTÃ CTICO
De 1 a 1,5 años: Tiene un repertorio de palabras definido (más de tres y menos de cincuenta), que son
funcionales. Se da en estas palabras por lo general una sobreextensión semántica. Existe un crecimiento
cuantitativo a nivel de comprensión. Comienza la utilización de verbos.
De 1,5 a 2 años: Tiene un repertorio de 50 a 200 palabras. Aparecen las frases con dos elementos. Suele
hacerse una pausa entre las palabras. Comienzan a aparecer las primeras flexiones como el plural. Empiezan a
utilizarse laso raciones negativas y la interrogativa ï ©qué? y ï ©dónde?. Existe un incremento definido
de la conducta comunicativa e interés en el lenguaje.
De los 2 a los 2,5 años: Maneja unas 500 palabras. Aparecen secuencias de tres elementos, con la estructura
principal de N-V-N. A este perÃ−odo se le denomina "de habla telegráfica". Al final de este perÃ−odo
aparecen las principales palabras función, como artÃ−culos, preposiciones, tiempos verbales y flexiones de
número y persona. Se frustra si los adultos no le entienden. Parece entender todo lo que se le dice.
EXPANSIÃ N GRAMATICAL
De los 2,5 a los 3 años: Maneja unas 1000 palabras. Aparecen frases de cuatro elementos y las primeras
frases coordinadas. Se hacen presentes formas rudimentarias de los verbos ser y estar. Se usan
sistemáticamente los pronombres personales y los artÃ−culos determinados. Empiezan a aparecer los
adverbios de lugar. Sobre un 80% de los enunciados es inteligible incluso para los extraños.
De los 3 a los 3,5 años: Aparecen las oraciones complejas con el uso de la conjunción "y", las
subordinadas y las comparativas. Existe un uso de los relativos. Aumenta la complejidad de las frases
interrogativas. Uso correcto de los auxiliares "ser" y "haber". Aparecen las perifrásticas de futuro. Al final de
este perÃ−odo el niño ha aprendido los recursos esenciales de su lengua, aunque comete una serie de errores
y necesita todavÃ−a un aprendizaje de estructuras gramaticales.
De 3,5 a 4 años: Se utilizan los pronombres posesivos y verbos auxiliares. hay una disminución progresiva
de errores sintácticos y morfológicos. Comienzan su aparición las estructuras de pasiva. Existe un uso
correcto de las principales flexiones verbales: infinitivo, presente, pretérito perfecto, futuro y pasado. Las
preposiciones de temporales y espaciales con frecuencia, aunque se cometen errores.
ULTIMAS ADQUISICIONES
De los 4 a los 6 años: Maneja unas 2500 a 3000 palabras. Utiliza estructuras sintácticas complejas,
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condicionales, circunstanciales de tiempo y perfecciona las de la etapa anterior. Comienza a apreciar los
efectos distintos de una lengua al usarla (adivinanzas, chistes...) y a juzgar la correcta utilización de su
propio lenguaje. Se inician las actividades metalingüÃ−sticas. El lenguaje está bien establecido; las
desviaciones de la norma tienden a darse más en el estilo que en la gramática.
De los 6 a los 7 años: Es capaz de producir todos los patrones de contrastes fonéticos de la lengua.
Termina el aprendizaje de la gramática fundamental.
1.4. El desarrollo afectivo
La conducta emotiva se va diferenciando, a partir de un estado inicial especÃ−fico de excitabilidad general,
merced a la maduración y el aprendizaje. El aprendizaje del comportamiento afectivo está vinculado
estrechamente al desarrollo de las funciones cognitivas, necesarias para la aparición y elaboración de las
percepciones respectivas. En estrecha relación con el desarrollo afectivo han surgido los estudios
relacionados con el desarrollo ulterior de la personalidad y del proceso de socialización.
El psicoanálisis ha sido durante muchos años el único modelo global del desarrollo sexual-afectivo. Ha
puesto de relieve el significado que tienen las experiencias tempranas de los niños en la personalidad del
adulto tanto en su dimensión consciente como inconsciente. Distingue tres perÃ−odos en el desarrollo, la
infancia temprana que se extiende hasta el final del quinto año, el perÃ−odo de latencia hasta los 12 o 13
años y la pubertad que desemboca en la adultez.
1.4.1. Factores de influencia
FORMACION DEL Và NCULO AFECTIVO: La construcción de la persona es un proceso que se efectúa
en relación con el otro, de modo que el descubrimiento de sÃ− mismo correlaciona con el descubrimiento
del otro. La existencia del otro se construye a partir de los cuidados de la madre con su hijo. El vÃ−nculo
afectivo emerge de la satisfacción de las necesidades biológicas.
LA MANIFESTACIÃ N DE EMOCIONES: Facilitan las reacciones frente a eventos externos y sirven para
comunicarse. La aparición de emociones como la sonrisa ante el rostro de la madre, o la angustia frente a un
desconocido prueban que el niño identifica a la madre como objeto de amor diferenciado.
1.4.2. Etapas del desarrollo afectivo
* Recién nacido.- La conducta emotiva se manifiesta únicamente en forma de respuestas completamente
inespecÃ−ficas. Existe una excitabilidad o irritabilidad general.
* Del medio mes al segundo.- Aparecen dos tendencias básicas de conducta emocional, de tono
desagradable y placentero. El comportamiento de desplazacer presenta una diferenciación de reacciones
especÃ−ficas: miedo, repugnancia, etc.
* Entre el segundo y tercer mes.- Presencia de vivencias de alegrÃ−a y place.
* A partir del cuarto mes.- Los modos de comportamiento permiten deducir la existencia de emociones
especÃ−ficas.
* Al final del primer año.- Se observan muestras de conducta que dejan entrever la presencia de emociones
tales como la "elación" (un estado de ánimo elevado y alegre) o el cariño por ciertas personas.
1.4.3. La construcción de la personalidad
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Es el proceso mediante el cual el niño se diferencia de sÃ− mismo respecto al mundo social que le rodea, se
identifica psicológicamente autónomo y avanza hacia la construcción de su propia identidad.
Es preciso destacar las aportaciones de dos modelos teóricos en el desarrollo de la personalidad:
A) PSICOANALISIS
La estructura de la personalidad está compuesta por tres instancias: por ELLO (regido por el principio del
placer), el YO (regido por el principio de la realidad) y el SUPERYO (depositario de las normas y
prohibiciones que rigen en la sociedad). Cuando el cuidado materno es adecuado, la maduración biológica
garantiza que el acceso a nuevas etapas del desarrollo del YO se produzcan en los plazos previstos, pero si el
cuidado es insuficiente, el desarrollo del YO sufre un retraso y las etapas se alcanzan más lentamente.
Pone de relieve las relaciones que mantienen los niños con sus padres y con las imágenes de los padres, y
en los conflictos que se generan, dado el grado de dependencia afectiva que los niños tienen con respecto a
sus padres durante los primeros años de vida. El conflicto tiene un valor estructurante en el desarrollo de la
personalidad.
A partir de los 6 años los niños resuelven los primeros problemas derivados del conflicto EdÃ−pico. En
este proceso el niño es ayudado por la internalización de las normas morales y sociales asumidas por las
figuras parentales, lo que conlleva a la emergencia del SUPERYO. Los niños no se identifican con la
persona de los padres sino con la imagen que tienen de ellos.
B) APRENDIZAJE SOCIAL
Los niños adquieren los patrones de la personalidad mediante la imitación activa de las actitudes y
conductas de los padres, aún cuando los padres no intenten, de forma voluntaria, enseñar este tipo de
conductas a los niños (Bandura, 1967). Se trata de un aprendizaje por observación que se produce por
medio de procesos simbólicos durante la exposición a las actividades del modelo antes de realizar cualquier
tipo de respuesta. Si los modelos son gratificados, se imita a los mismos. La imitación se hace extensiva a
otro tipo de conductas tales como la expresión de miedos, o la cooperación.
El aprendizaje por observación permite establecer conductas normativas. Los sujetos aprenden cuáles son
las conductas aceptadas y cuáles son rechazadas a tenor de los contextos y situaciones, también aprenden
las consecuencias que acarrean determinados comportamiento.
1.4.3.1. Hitos en el desarrollo de la personalidad
* De 2 a 3 años.- Se autoetiqueta como niño o niña, aunque no diferencia sexualmente a los demás.
* De 3 a 6 años.- Es la etapa más relevante en la construcción de la personalidad. Wallon (1956) la
definió como la del "personalismo". Comienza con la crisis de oposición y negativismo, en la que el niño
desea hacer prevalecer sus deseos por encima de todo. hacia los 4 años, la "edad de la gracia" se caracteriza
por el empleo del narcisismo para atraer el interés y el afecto de los demás. Finalmente a partir de la
imitación ejecuta los papeles sociales que tienen mayor impacto para él. La utilización del pronombre
personal en primera persona es indicativo del conocimiento de sÃ− mismo.
1.5. El desarrollo social
La socialización facilita la adquisición del conocimiento, las habilidades y actitudes que permitirán al
niño actuar de forma eficaz como miembro de un grupo. Las bases del desarrollo social se encuentran en el
tipo de cuidado e interacción con el niño desde el momento de su nacimiento. Es necesario que el ambiente
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que le rodea le proporcione durante los primeros años la protección frente a peligros fÃ−sicos, la
satisfacción de las necesidades biológicas y afectivas, la educación, el juego y la interacción entre otras.
Los elementos que interactúan de forma recÃ−proca y dinámica en el desarrollo social del niño son: la
base biológica, el ambiente y el propio niño.
Existen dos procesos fundamentales en la socialización: el de adquisición, por él se adoptan
determinadas pautas de comportamiento y se ponen en práctica en el momento adecuado (por ejemplo, el
padre que indica al niño que dé las gracias a otra persona); y el de interiorización por el que el niño
hace suyas estas pautas de comportamiento (el niño da las gracias sin indicación alguna). Mediante la
interiorización se pasa de un control externo a un autocontrol.
La tendencia seguida en los estudios del desarrollo social del niño han pasado de establecer, el conjunto de
habilidades sociales adquiridas por el individuo, a centrarse, en los procesos socializadores de diada o de
relaciones "uno a uno" (madre-hijo, hermano-hermano, etc.), para finalmente, llega a la poliada
(niño-familia-adultos-escuela infantil-etc.).
1.5.1. La socialización con los iguales
A) LOS HERMANOS
La influencia del hermano tiene lugar antes de su nacimiento cuando los padres modifican la calidad y el
tiempo de cuidado del primer año. La llegada del hermano puede provocar resentimiento y rivalidad en el
hermano mayor. La socialización entre hermanos depende, por una parte, de factores tales como, el orden de
nacimiento, el sexo, la edad, el tamaño familiar y, por otra, del tipo de interacción social que se establece.
En términos generales podemos establecer diferencias en cuanto a las caracterÃ−sticas sociales de los
hermanos teniendo en cuenta la edad y el sexo. Las caracterÃ−sticas, que aparecen a continuación deben
relativizarse en función de variables diversas: número de hermanos, estÃ−mulos de otros miembros
familiares, medio, escuela, etc.
El hermano mayor: al asignarle el rol de cuidar al pequeño, se erige en modelo y proporciona consejo y
apoyo al pequeño en momentos de tensión emocional. Tiende a identificarse más fácilmente con los
padres que con los hermanos más pequeños. Mantiene mayores niveles de exigencia para sÃ− mismo. Es
más dependiente de los demás, más conformista a la autoridad y a la presión social. Más inclinado a
tener sentimientos de culpa. Se preocupa por la cooperación y la responsabilidad. Profesionalmente suele
elegir roles sustitutos del padre que le lleven a tener éxito. Desarrolla más conductas directivas y
asertivas. Suele dedicar parte de su tiempo a enseñar a los pequeños las relaciones entre objetos, asÃ−
como las habilidades sociales.
El hermano pequeño: se ve menos competente que su hermano. Es más realista en su autoevaluación. Es
más arriesgado en su comportamiento. Suele tener mejores habilidades sociales.
Las parejas del mismo sexo: tienen mayor porcentaje de interacciones positivas y más bajo de negativas que
las parejas de distinto sexo.
Los varones primogénitos: utilizan más técnicas de poder y son más agresivos que las niñas
primogénitas.
Las niñas primogénitas: son más prosociales, utilizan técnicas exploratorias, preguntando, cediendo
la vez... Son más sensibles y habilidosas en la interacción y mejores profesoras en la solución de
problemas.
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B) LOS COMPAÃ EROS
Las bases de la relación entre los niños hay que buscarlas en el primer año de edad en los patrones de
interacción con los objetos. Los niños suelen tratar a los otros niños de la misma manera que suelen
tratar a los juguetes. Al cumplir el primer año todos los niños manifiestan conductas prosociales.
La adaptación social requiere tanto buscar ayuda como ofrecerla; ser pasivo y se sociable: atacar y controlar
la hostilidad propia. El tipo de interacción con compañeros de edades semejantes y diferentes cumple
funciones diversas.
Entre los efectos socializantes de los compañeros pueden subrayarse: la transmisión de información que
puede ser explÃ−cita o implÃ−cita; el desarrollo de la personalidad especialmente el autoconcepto: la
agresión con la adquisición de habilidades agresivas eficaces y de control de la agresión; el
comportamiento tÃ−pico del sexo con la elección de juegos y juguetes; el comportamiento positivo de
simpatÃ−a y ayuda; y la inteligencia social con la puesta en práctica de habilidades sociales.
Los niños que asisten a guarderias o escuelas infantiles tienen más competencias sociales con el grupo de
iguales e interactúan más a menudo con sus padres que los educados exclusivamente en casa.
1.5.2. La socialización con los adultos
La calidad y el tipo de relaciones que los hijos establecen con sus padres, influyen profundamente en los
estilos sociales que desarrollarán en otros ambientes.
Las relaciones con los adultos adquieren cierta conflictividad durante el segundo año de vida. Los niños
suelen, rechazar las pautas y normas que les quieren imponer, tolerar mal las prohibiciones impuestas, sentir
la necesidad de controlar y dominar al adulto, utilizar con mucha frecuencia la palabra "no" tanto para indicar
lo que quieren como lo que no quieren, rechazar las demoras entre sus demandas y el cumplimiento de las
mismas y mostrarse posesivos en relación con los adultos.
2.- ALTERACIONES EN EL DESARROLLO
La disciplina que más se dirige al estudio de las alteraciones en el desarrollo infantil es, sin duda, la
psicopatologÃ−a infantil.
En un intento de poder establecer una clasificación expositiva, las alteraciones del desarrollo infantil se
agruparán en: aquellas que se producen en la infancia y tienen continuación o repercusiones en la etapa
adolescente y adulta (trastornos graves de la infancia); y las que pueden ser superadas en la infancia
(trastornos de la conducta en la infancia, deficiencias psicomotoras y alteraciones del lenguaje).
2.1. Trastornos graves de la infancia
2.1.1. Retraso mental
Se presenta en las personas que procesan de forma poco eficiente la información ambiental, tienen
problemas para codificarla de forma organizada, y tienen dificultades para producir estrategias adecuadas a las
tareas que tienen que resolver.
Según el DSM-III-R (Manual diagnóstico y estadÃ−stico de los trastornos mentales) existen cuatro niveles
de gravedad que reflejan el grado de deterioro intelectual: leve (CI de 50-55 a 70), moderado (de 35-40 a
50-55), grave (de 20-25 a 35-40) y profundo (por debajo de 20-25).
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2.1.2. Psicosis infantiles
Podemos destacar dos tipos: el autismo infantil y la esquizofrenia infantil
A) AUTISMO.- Aparece antes de los primeros 30 meses de vida, lo más relevante es el aislamiento total del
mundo que rodea al niño y presenta la mayorÃ−a de las siguientes caracterÃ−sticas:
* El aislamiento social es profundo: se tiende a ignorar los sentimientos de los demás, en perÃ−odos de
estrés no hay búsqueda de apoyo o ésta es anómala; existen dificultades o incapacidades para imitar;
el juego social está ausente o es anómalo; y hay un déficit considerable para hacer amigos.
* La actividad imaginativa está ausente: no se simulan el papel del adulto, personajes imaginarios y
animales.
* Grandes dificultades en la comunicación: a veces, no existe forma de comunicación, como balbuceo,
expresión facial, gestualidad, mÃ−mica o lenguaje hablado.
* Deterioro importante en las habilidades conversacionales.
* AnomalÃ−as graves en la producción del habla: alteraciones de volumen, de tono, ritmo y entonación.
* AnomalÃ−as graves en la forma o contenidos del lenguaje: ecolalias (repetición de palabras o frases
escuchadas); y uso del pronombre "tu" cuando se habrÃ−a de utilizar el pronombre "yo".
* Alteraciones conductuales: movimientos corporales estereotipados; excesiva preocupación por detalles o
formas de distintos objetos; vinculación a objetos peculiares; frente a pequeños cambios del entorno,
malestar importante y seguimiento de rutinas.
B) ESQUIZOFRENIA INFANTIL.- Se aplica generalmente a la conducta de un niño mayor de cinco años
y presenta, como relevantes, las siguientes caracterÃ−sticas:
* Trastornos del pensamiento: existen ideas delirantes e incoherencia en el pensamiento.
* Dificultades graves y persistentes en las relaciones emocionales.
* Antecedentes de graves retraso en la mayorÃ−a de actividades, con un funcionamiento intelectual normal en
ciertos aspectos.
* Experiencias perceptuales anormales. Se dan respuestas exageradas, disminuidas e imprevisibles ante
estÃ−mulos sensoriales.
* Ansiedad aguda e ilógica, a veces manifestada con un terror irracional hacia objetos comunes.
2.1.3. La depresión infantil
Algunos autores consideran que la edad influye en la manifestación de los sÃ−ntomas depresivos. AsÃ−, los
lactantes y los niños de edad preescolar manifiestan su depresión con sÃ−ntomas psicosomáticos y los
niños de edad escolar por sÃ−ntomas cognitivos.
Hoffmann (1976) destaca los siguientes sÃ−ntomas presentes en la depresión:
* Manifestaciones emocionales: infravaloración, visión negativa del futuro, descontento con el medio,
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dificultad para concentrarse, suspicacia, preocupación por la salud, sentimientos de culpa, visión
distorsionada del propio cuerpo, debilidad de la memoria y deseo y expectativas de castigo.
* Manifestaciones motivacionales: pérdida de interés, cansancio, intentos de suicidio, incapacidad de
tomar decisiones y retraimiento social.
* Manifestaciones vegetativas: tensión, labilidad emocional, dolencias somáticas especÃ−ficas, llanto y
alteraciones del sueño.
* Manifestaciones motoras: retardo y agitación.
2.1.4. La disfunción cerebral mÃ−nima (DCM)
Es práctica extendida, llamarle también sÃ−ndrome hiperquinético o desorden mental orgánico. Entre
las caracterÃ−sticas más destacadas de los niños con DCM encontramos:
* En la atención y control: baja capacidad atencional, hiperactividad, impulsividad y fracaso en la
terminación de tareas.
* En el aprendizaje no verbal: incapacidades para captar aspectos importantes de una situación,
impercepción social, dificultad de aprendizaje gráfico, defecto de aprendizaje de las pautas motoras e
imagen corporal y orientación espacial incorrectas.
* En el aprendizaje verbal: inversión de letras y palabras, deficiencia en la capacidad de copiar, dificultades
en el recuerdo de instrucciones verbales, baja habilidad en la discriminación de sonidos semejantes.
* En la afectividad: trastornos como la labilidad emocional, disforia, agresividad, etc.
2.2. Trastornos de la conducta en la infancia
Los trastornos de la conducta en la infancia constituyen un conjunto de comportamientos muy amplio. Por
criterios de importancia y de espacio los agrupamientos en trastornos de la conducta alimenticia, del sueño,
de la eliminación de la ansiedad y otros trastornos.
2.2.1. La conducta alimenticia
A) ANOREXIA NERVIOSA.- Este trastorno puede poner en peligro la vida del sujeto. Está caracterizado
por una limitación autoimpuesta de la dieta, que se acompaña de una pérdida considerable de peso y de
múltiples alteraciones orgánicas. No se encuentra ninguna enfermedad somática que justifique la
pérdida de peso, que al menos debe ser de un 25% del peso original. Es más frecuente en las niñas que
en los niños y por lo general se desencadena debido a un incidente en el que el sujeto fue calificado
erróneamente de obeso por sus compañeros.
B) BULIMIA.- El sujeto con bulimia, presenta episodios recurrentes de ingesta voraz en los que ingiere
cantidades abusivas de alimento en un perÃ−odo de tiempo inferior a dos horas, tiene un sentimiento de falta
de control sobre la conducta alimentaria durante los episodios de voracidad, se empeña en provocarse el
vómito, y tiene una preocupación persistente por la silueta y el peso.
C) PICA.- Consiste en el empleo de sustancias no nutritivas (cartón, corcho, esponja...) de forma reiterativa
durante al menos un mes, sin que coexista con ningún trastorno mental (autismo, retraso mental, etc.) Es
normal en niños de 3 o 4 meses de edad, pero la persistencia de esta conducta después del segundo año
de edad, debe ser atendida desde criterios psicopatológicos.
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D) OTROS TRASTORNOS.* Mericismo: El individuo vuelve a la boca los alimentos ya deglutidos y a medio digerir, sin que exista
enfermedad gastrointestinal.
* Potomania: Existe un impulso obsesivo de ingerir lÃ−quidos.
* Dipsomania: Está presente un impulso morboso e irresistible por las bebidas alcohólicas fuertes.
* Coprofagia: Se ingieren materias fecales.
2.2.2. El sueño
A) TERROR NOCTURNO.- Es un episodio dramático en el que el niño grita, llora, gesticula, suda, lucha
contra seres imaginarios y es muy difÃ−cil establecer un contacto con él para explicarle que nada está
ocurriendo. Al dÃ−a siguiente el niño no recuerda nada de lo que ha ocurrido.
Puede producirse a consecuencia de algún accidente lejano, de castigos violentos, etc. Generalmente no se
repiten los mismos episodios y es un trastorno pasajero.
Frente a las pesadillas, los terrores nocturnos aparecen en el primer tercio de la noche y se acompañan de
una actividad emocional mucho más intensa.
B) SONAMBULISMO.- En este estado el individuo, durmiendo, se levanta, camina con rigidez de autómata,
con los ojos muy abiertos, la mirada fija, las pupilas contraÃ−das y puede llevar a cabo actividades habituales
de la vida como vestirse, escribir, beber, etc. Se produce después de haber estado durmiendo entre treinta y
doscientos minutos. En la edad de 7 a 8 años es cuando aparece más frecuentemente.
C) OTROS TRASTORNOS.* Somniloquio: El niño habla mientras duerme y aparece frecuentemente en la primera fase del sueño.
* Bruxismo: Es el hábito de hacer rechinar los dientes
* Narcolexia: Se caracteriza por un sueño brusco e irresistible.
2.2.3. La eliminación
A) ENURESIS.- Consiste en la falta de dominio de los esfÃ−nteres uretrales que provoca el vaciado
involuntario y repetido de la vejiga urinaria, de dÃ−a o/y de noche, durante al menos dos veces mensuales, en
niños con edades de 5 a 6 años, o de al menos una vez al mes en niños mayores de 6 años. Es más
frecuente en niños que en niñas (2/1). Desaparece espontáneamente antes de la pubertad y sólo en casos
muy raros perdura más allá.
B) ECOPRESIS:_ Consiste en la emisión repetida de heces de consistencia normal, en lugares inapropiados,
durante al menos una vez mensual, a partir de los 4 años de edad y no relacionado con un enfermedad
orgánica. la incontinencia fecal es normal antes de los 3 años de edad. Es más común en niños que en
niñas (5/1).
2.2.4. Otros trastornos
A) COMPORTAMIENTO AGRESIVO.- Se manifiesta, a veces en edades muy tempranas, en forma de
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rabietas, oposicionismo, negativismo, emisión de gritos, etc. El niño agresivo rechaza enérgicamente
toda disciplina. Los padres pueden contribuir de forma negativa a sostener estos comportamientos con su
propia agresividad, asumiendo un modelo incoherente de autoridad y disciplina. El empleo de castigos
inoportunos en el ámbito familiar contribuye a consolidar las iniciales respuestas agresivas en los niños.
B) EVITACION SOCIAL.- Se produce una evitación excesiva del contacto con las personas desconocidas
que interfiere en las relaciones sociales con los compañeros. Sólo se desean mantener relaciones sociales
con los compañeros. Sólo se desean mantener relaciones interpersonales con gente conocida, y relaciones
cálidas y satisfactorias con los miembros de la familia y otros parientes, este comportamiento se manifiesta
durante un perÃ−odo de seis meses o más.
C) APATIA.- El niño con apatÃ−a es, en apariencia, un niño bien adaptado y dócil. El rendimiento
escolar generalmente es bajo y presenta timidez, inseguridad y lentitud motora. Existen dificultades para
despertar y levantarse, asÃ− como también un cansancio general.
2.3. Deficiencias psicomotoras
Los trastornos motores se localizan en el esquema corporal, en la estructura temporoespacial, torpeza del
movimiento del cuerpo y la forma de reconocer los objetivos
2.3.1. Apraxias
Desde el punto de vista médico apraxia significa dificultad para realizar una acción. Apraxia y dispraxia
definen el conjunto de dificultades para ejecutar movimientos complejos destinados a un fin y también para
coordinar esos movimientos.
2.3.2. Los tics
Se caracterizan por la ejecución de movimientos involuntarios, rápidos y repetidos, especialmente de la
cara, y las extremidades superiores. Los tics motores más frecuentes son el parpadeo, la sacudida del cuello,
el encogimiento de hombros y las muecas faciales. Los tics aparecen en los niños a partir de los 6 o 7 años
de edad y desaparecen, por lo general espontáneamente.
2.4. Alteraciones del lenguaje
2.4.1. Factores que pueden alterar el desarrollo del lenguaje.
El desarrollo de la comunicación y el lenguaje puede verse alterado por algunos factores negativos. Por un
lado tenemos los de carácter orgánico (de orden genético, neurológico o anatómico), y por otro, los
llamados factores psicológicos.
En principio, aunque una alteración del lenguaje tenga una causa conocida de origen orgánico, el desarrollo
del lenguaje ya queda afectado, alterándose los procesos psicológicos normales de dicho desarrollo y sin
que el remedio de la alteración orgánica suponga el restablecimiento inmediato del proceso evolutivo.
En el niño, a diferencia de lo que ocurre en el adulto, cuando se produce un "daño" en las estructuras
orgánicas en las que se apoya la adquisición del lenguaje, no sólo se ve alterada o suprimida una función
ya establecida, sino que además queda comprometido el curso de actividades futuras que aún no se han
desarrollado. Por esta razón, aunque haya etiologÃ−as orgánicas, ni el diagnóstico ni el tratamiento
pueden efectuarse sólo desde el punto de vista orgánico puesto que las alteraciones del lenguaje no son una
enfermedad.
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Entre los factores psicológicos a los que venimos refiriéndonos incluimos dos tipos diferenciados:
1ï ±. Los tradicionalmente considerados como tales: ansiedad por rechazo, por sobreprotección materna o
por separación prolongada de ella.
2ï ±. Los que alteran los procesos de transmisión/adquisición del lenguaje, sin que necesariamente
comprometan la comunicación social y afectiva del niño. Estos factores afectan tanto a la calidad como a
la cantidad de la enseñanza/aprendizaje que, en contactos como la familia y la escuela hacen posible el
desarrollo lingüÃ−stico.
Ante las alteraciones del desarrollo del lenguaje caben, por tanto, dudas y preguntas respecto a los factores
que las provocan y en muchos casos es difÃ−cil pasar más allá de las hipótesis. Ante esta situación, los
tratamientos deben ser forzosamente plurales y globales, para no errar en los tratamientos preventivos y
rehabilitadores.
2.4.2. Trastornos del lenguaje
Diferenciaremos las alteraciones del lenguaje oral en trastornos del lenguaje y trastornos de la voz y el habla.
A) RETRASO SIMPLE DEL LENGUAJE.- Consiste en un desfase cronológico del conjunto de los aspectos
del lenguaje fonético, léxico y sintáctico en niños que no tienen alteraciones importantes a nivel
mental, sensorial, motor y relacional.
Las caracterÃ−sticas principales del trastorno son: Aparición de las primeras palabras después de los 2
años; las primeras frases de dos o tres palabras se producen después de los 3 años, persisten cuantiosas
dificultades fonéticas después de los 3 años; vocabulario menor de 200 palabras a los 3,5 años; y
pobre estructuración sintáctica a los 4 años.
B) DISFASIA INFANTIL.- Consiste en un déficit, no producido por alguna lesión, en el que se
manifiestan dificultades especÃ−ficas para la estructuración del lenguaje añadidas al retraso cronológico
en la adquisición.
Las caracterÃ−sticas más relevantes son: la presencia de la ecolalia antes de contestar; uso erróneo de los
pronombres personales después de los 4 años de edad; dificultades en la repetición y en el recuerdo de
enunciados largos; y uso de enunciados complejos sin nexos y sin marcadores en los verbos.
C) AFASIA CONGENITA.- El sujeto, que presenta este trastorno, no desarrolla el lenguaje oral o se expresa
de forma limitada con unas cuantas palabras después de los cuatro años de edad sin que sea explicable
por la sordera, la deficiencia mental profunda, la parálisis cerebral, el autismo, la psicosis precoz o la afasia
adquirida.
D) AFASIA ADQUIRIDA.- Consiste en una pérdida total o parcial del lenguaje debido a una lesión
cerebral producida generalmente a consecuencia de un traumatismo craneal o proceso infeccioso que afecta
áreas relacionadas con algún aspecto del lenguaje.
2.4.3. Trastornos de la voz y trastornos del habla
A) DISONIA.- Es una alteración de una o más caracterÃ−sticas acústicas de la voz que generalmente va
unida al incorrecto uso de las mismas o a una respiración insuficiente o mal coordinada con la emisión de
los sonidos. El niño que la presenta puede tener una voz ronca, grave, con altibajos en el tono, sorda o de
escasa potencia.
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B) DISLALIA.- Consiste en la presencia de errores en la articulación de los sonidos del habla en personas
que no muestran patologÃ−a relacionada con el sistema nervioso central o con los sentidos, pero sÃ− con los
órganos fonoarticulatorios en un niño mayor de 5 años.
C) INMADUREZ ARTICULATORIA.- Se refiere a las dificultades en la pronunciación de palabras y frases
cuando existe una correcta pronunciación de fonemas y sÃ−labas aislado, en personas mayores de 5 años.
D) DISARTRIA.- Es un trastorno de la expresión verbal causado por una alteración en el control muscular
de los mecanismos del habla. El niño no puede realizar el movimiento o postura requerida por el fonema
debido a una parálisis.
E) DISGLOSIA.- Difiere de la disartria en que la causa de la alteración en el control muscular puede ser
debida a una malformación ósea o muscular de los órganos articulatorios.
F) TAQUILALIA Y TARTAMUDEZ.- La precipitación y rapidez en el habla es la causa común en ambos
trastornos y hace producir errores en el habla. La diferencia entre ambas radica en el nivel de conciencia y el
control del habla. AsÃ−, mientras la persona con taquilalia es poco consciente de su forma de hablar y es
capaz de controlarse si se lo propone, la persona que tartamudea es excesivamente consciente y si se esfuerza
en controlar el habla comete más errores.
3.- BIBLIOGRAFÃ A
- CERDA MARà N, M.C. (1990) "Niños con necesidades educativas especiales". Promolibro. Valencia.
- CLARIZO, H, McCOY, G. (1981). "Trastornos de la conducta en el niño". Manual moderno. México.
- DAVINSON, G., NEALE, J. (1983). "PsicologÃ−a de la conducta anormal". Limusa. México.
- GARCIA SICILIA, J y Otros. (1989) "PsicologÃ−a evolutiva y educación infantil". Aula XXI-Santillana.
Madrid.
- PEÃ A-CASANOVA, J. (1994). "Manual de logopedia". masson. Barcelona.
- PIAGET, J. (1979). "Seis estudios de psicologÃ−a". Seix Barral. Barcelona.
- PICHOT, P. (1989). "Brevario DSM-III-R. Criterios diagnósticos". Masson. Barcelona.
- PICQ, L., VAYER, P. (1985) "Educación psicomotriz y retrasomental". Ed. CientÃ−fico-Médica.
Madrid.
- SERRA DESFILIS, E. (1983). "Textos de PsicologÃ−a Evolutiva". Tomo I. Promolibro. Valencia.
- SILVESTRE, N., SOLE, M. (1993) "PsicologÃ−a evolutiva, infancia, preadolescencia". Ceac. Barcelona.
- SPITZ, R. (1980) "El primer año de la vida del niño". Fondo de Cultura Económica. Madrid.
CUESTIONES BÃ SICAS
1.- POSIBILIDADES QUE OFRECE LA ESCUELA INFANTIL AL DESARROLLO SOCIAL DEL
NIÃ O.
La escuela infantil ofrece posibilidades distintas a las que establece el medio familiar en el desarrollo social
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del niño con el adulto y con los compañeros.
El PEC y PCC deben delimitar tiempos y espacios que permitan la realización de actividades individuales de
cada alumno, interindividuales, en pequeños grupos con el educador, y en gran grupo con todos los
miembros de la comunidad educativa.
El establecimiento de relaciones enriquecedoras entre familia y comunidad escolar producirá efectos
positivos en la socialización del niño. Los estilos educativos que el alumno recibe en los dos ámbitos
deben ser los más afines posibles en tal de garantizar una armonÃ−a en desarrollo social.
2.- CRITERIOS PEDAGÃ GICOS A TENER EN CUENTA EN LA ATENCIÃ N EDUCATIVA DEL
ALUMNO DE 4 A 5 AÃ OS.
Aunque a esta edad todavÃ−a existen dificultades para comprender procesos complejos, se da un cambio
importante en l alumno en su capacidad de organizar secuencias temporales y causales. Teniendo en cuenta
las aportaciones de la corriente piagetiana, podemos explicitar los siguientes criterios:
. Animar al niño a que cada vez sea más autónomo en relación con los adultos.
. Potenciar la relación entre los alumnos y la resolución de conflictos entre ellos.
. El objeto de aprendizaje debe resultar significativo.
. Partir de centros de interés reales.
. El aprendizaje debe ser enfocado de una forma global.
3.- PAPEL DEL PROFESOR DE EDUCACIÃ N ESPECIAL ANTE LOS EFECTOS DEL
ETIQUETADO DE LAS ALTERACIONES EN EL DESARROLLO
Todos los alumnos atendidos por el maestro de EE pueden ser susceptibles de ser identificados de forma
implÃ−cita o explÃ−cita, no por su nombre, sino por la etiqueta diagnóstica que explica su trastorno. A
veces, en el centro escolar podemos oÃ−r la etiqueta diagnóstica de un alumno para referirse a él aunque
sea sin "mala intención".
Desde el proyecto curricular de centro se deben planificar una serie de actividades de las que participe toda la
comunidad educativa con el objetivo de eliminar las actitudes que identifican al alumno con el trastorno.
4.- RAZONE SI SE DEBE SOLICITAR LA ATENCIÃ N DEL PROFESOR ESPECIALISTA EN
AUDICION Y LENGUAJE PARA UN ALUMNO DE 4 AÃ OS QUE PRONUNCIA CON GRANDES
DIFICULTADES.
En un principio debe realizarse una entrevista con la familia para conocer el desarrollo del lenguaje del
alumno antes de su escolarización y para descartar posibles problemas de tipo anatómico.
Se puede realizar una exploración articulatoria de todos los fonemas para determinar el nivel de competencia
que posee el alumno.
Si su nivel de competencia alcanza casi todos los fonemas podemos estar ante un retraso simple del lenguaje
que requerirá una mayor estimulación oral, y por lo tanto, deberÃ−amos estar atentos a los progresos que
alcanza el alumno sin tener que recurrir al apoyo de un servicio especializado.
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Si su nivel de competencia es bajo debemos solicitar la atención del especialista que evaluará y,
posiblemente, apoyará el desarrollo del lenguaje en el alumno.
5.- IDENTIFIQUE LOS ASPECTOS EVOLUTIVOS A TENER EN CUENTA EN LA
ELABORACIÃ N DEL PROYECTO CURRICULAR DE LA ETAPA INFANTIL.
Los objetivos generales de la educación infantil hacen referencia al desarrollo de las capacidades.
Las capacidades motoras, cognitivas, lingüÃ−sticas, afectivas y sociales son las principales del desarrollo
evolutivo del alumno de educación infantil.
En la elaboración del PCC debemos tener en cuenta todas las capacidades anteriores para establecer el
qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar.
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