BOLETÍN 4704-07 29 de diciembre de 2006 ISSN 0787-0415 I. DESCRIPCIÓN REFERENCIA : Reforma constitucional, que suprime la reserva para el Estado sobre los hidrocarburos líquidos y gaseosos INICIATIVA : Moción de los senadores Sres. Horvath, Orpis, Prokurica, Romero y Zaldívar COMISIÓN : De Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento ORIGEN : Senado INGRESO : 29 de Noviembre de 2006 CALIFICACIÓN : Sin urgencia ARTICULADO : Artículo único OBJETO DE LA INICIATIVA 1.- Otorgar a los hidrocarburos líquidos y gaseosos la calidad de sustancias susceptibles de concesión de exploración y explotación, permitiendo la constitución del dominio o propiedad minera en beneficio de los particulares, a través de resolución judicial al efecto. 2.- Precisar que el lugar en donde se encuentran los yacimientos no susceptibles de concesión, no solo son aquellos presentes en las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción nacional, sino también los existentes en el suelo y subsuelo de dichas aguas. 3.- Precisar que el rango de la norma que determina cuáles son los yacimientos existentes en el suelo y subsuelo de las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción nacional, que quedaran afectas al régimen establecido para las sustancias no susceptibles de concesión, es de ley orgánica constitucional y no ley simple. - 12 - 29 de diciembre de 2006 ISSN 0787-0415 CONTENIDO ESPECÍFICO Artículo único.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la Constitución Política de la República: 1. Suprímese, en el inciso séptimo, del Nº 24, del artículo 19º, la expresión entre comas (,) “,exceptuados los hidrocarburos líquidos o gaseosos,”; 2. Reemplázase, en el inciso décimo del Nº 24, del artículo 19º, la oración “Esta norma se aplicará también a los yacimientos de cualquier especie existentes en las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción nacional y a los situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la ley, se determinen como de importancia para la seguridad nacional.”, por la siguiente: “Esta norma se aplicará también a los yacimientos de cualquier especie existentes en el suelo y subsuelo de las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción nacional que determine una ley orgánica constitucional, y a los situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la señalada ley, se determinen como de importancia para la seguridad nacional.” 3. Agrégase la siguiente disposición transitoria, nueva: “La supresión de la mención a los hidrocarburos líquidos o gaseosos que actualmente hace el inciso séptimo, del Nº 24, del artículo 19º, y la modificación que se introduce al inciso décimo de la misma disposición, regirán al momento de entrar en vigor las leyes orgánicas constitucionales que regulen las concesiones sobre yacimientos de hidrocarburos líquidos y gaseosos y aquella que determine los yacimientos situados en el suelo y subsuelo de las aguas marítimas sometidas a la soberanía y jurisdicción nacional y las zonas de importancia para la seguridad nacional.” FUNDAMENTO, SEGÚN LA INICIATIVA 1.- Dominio minero. Siguiendo el criterio adoptado por la reforma constitucional introducida a la Carta de 1925 por la ley Nº 17.450, de 16 de julio de 1971, la actual Constitución establece, en el inciso sexto, del Nº 24, de su artículo 19º, que el Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, comprendiéndose en éstas las covaderas, las arenas metalíferas, los salares, los depósitos de carbón e hidrocarburos y las demás sustancias fósiles, con excepción de las arcillas superficiales, no obstante la propiedad de las personas naturales o jurídicas sobre los terrenos en cuyas entrañas estuvieren situadas. Precisa la Carta Fundamental que los predios superficiales estarán sujetos a las obligaciones y limitaciones que la ley señale para facilitar la exploración, la explotación y el beneficio de dichas minas. 13 - 13 - 29 de diciembre de 2006 ISSN 0787-0415 2.- Sustancias no concesibles. Asimismo, la Constitución declara que no son concesibles los hidrocarburos líquidos o gaseosos (inciso séptimo del Nº 24 del artículo 19), los yacimientos de cualquier especie existentes en las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción nacional y los situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la ley, se determinen como de importancia para la seguridad nacional (inciso décimo). 3.- Exploración y explotación. En cuanto a la exploración y aprovechamiento de estas sustancias, dispone la Carta Fundamental (inciso décimo, del Nº 24, del artículo 19), que la exploración, la explotación o el beneficio de los yacimientos que contengan sustancias no susceptibles de concesión, podrán ejecutarse directamente por el Estado o por sus empresas, o por medio de concesiones administrativas o de contratos especiales de operación, con los requisitos y bajo las condiciones que el Presidente de la República fije, para cada caso, por decreto supremo. Agrega que la misma norma se aplicará a los yacimientos de cualquier especie existentes en las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción nacional y a los situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la ley, se determinen como de importancia para la seguridad nacional. Finalmente, establece que el Presidente de la República podrá poner término, en cualquier tiempo, sin expresión de causa y con la indemnización que corresponda, a las concesiones administrativas o a los contratos de operación relativos a explotaciones ubicadas en zonas declaradas de importancia para la seguridad nacional. 4.- Contrato especial de operación. El régimen de exploración y explotación o beneficio de yacimientos de hidrocarburos está actualmente regulado por el Decreto con Fuerza de Ley Nº 2, del Ministerio de Minería, publicado en el Diario Oficial de 30 de marzo de 1987, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado del decreto ley Nº 1.089, de 1975, que establece normas sobre contratos especiales de operación para la exploración, explotación o beneficio de yacimientos de hidrocarburos. De acuerdo a dicha normativa, las actividades indicadas se realizan bajo un contrato especial de operación, definido como un contrato celebrado por el Estado con un contratista para la exploración, explotación o beneficio de yacimientos de hidrocarburos, con los requisitos que fije el Presidente de la República, por decreto supremo. Estos contratos especiales de operación no afectan en caso alguno el dominio del Estado y no constituyen concesiones, no confieren derecho alguno sobre dichos hidrocarburos, elementos y compuestos, ni conceden facultades de apropiación o aprovechamiento sobre los mismos. Tanto la facultad de exploración como la explotación de yacimientos de hidrocarburos líquidos y gaseosos ha sido tradicionalmente ejercida por el Estado, a través de ENAP. La modalidad utilizada actualmente es la de Contratos Especiales de Operación Petrolera (CEOP), regulados por el citado Decreto con Fuerza de Ley Nº 2, del Ministerio de Minería, publicado en el Diario Oficial de 30 de marzo de 1987, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado del decreto ley Nº 1.089, de 1975, que establece normas sobre contratos especiales de operación para la exploración, explotación o beneficio de yacimientos de hidrocarburos. Éstos son contratos celebrados entre el Estado y un contratista para la exploración, explotación o beneficio de yacimientos de hidrocarburos, los que en ningún caso constituyen concesiones 14 - 14 - 29 de diciembre de 2006 ISSN 0787-0415 ni confieren derecho alguno sobre los hidrocarburos. 5.- Consecuencias. Dicho marco regulatorio, que establece la imposibilidad de obtener la concesión por la exploración y explotación de insumos que tienen un valor económico, se ha convertido en un agudo desincentivo para ampliar los esfuerzos en el descubrimiento y procesamiento de hidrocarburos. Históricamente, los montos involucrados en los contratos de operación han sido relativamente bajos para una industria que mueve grandes inversiones, siendo la capacidad de ENAP insuficiente para enfrentar mega programas de exploración, que puedan dar espacio al descubrimiento de yacimientos altamente rentables. 6.- Derecho comparado. En el plano internacional, los países que han desarrollado su industria de hidrocarburos, como España, han legislado para establecer concesiones en la exploración, explotación, transporte y comercialización de hidrocarburos, donde dicho insumo ha crecido en importancia y ha permitido ampliar y diversificar la matriz energética. Como resultado, hoy la infraestructura en la industria de hidrocarburos en España es sumamente desconcentrada, la cantidad de empresas participantes en el sistema muy amplia y el interés por los permisos de investigación cada vez más creciente. II. COMENTARIOS DE LIBERTAD Y DESARROLLO IMPLICANCIAS CONSTITUCIONALES 1.- Quórum de aprobación. Al tratarse de una reforma constitucional y por referirse en particular a normas del capítulo III,”De los de derechos y deberes constitucionales”, el proyecto de ley necesitará para su aprobación de las dos terceras partes de los diputados y senadores en ejercicio, según lo dispuesto en el artículo 127 de la Carta Fundamental. COMENTARIOS DE MÉRITO 2.- Dominio minero. El constituyente asigna al Estado un dominio público especial, diferente del dominio civil, que recae sobre toda la riqueza minera nacional, autorizándolo a usar y gozar de aquellas sustancias (que por excepción no son susceptibles de aprovechamiento por los particulares) por sí mismo, por alguna de sus empresas o a través del establecimiento de concesiones administrativas o contratos especiales de operación. Al efecto el artículo 19, Nº 24, de la Constitución Política señala que el Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, comprendiéndose en éstas las 15 - 15 - 29 de diciembre de 2006 ISSN 0787-0415 covaderas, las arenas metalíferas, los salares, los depósitos de carbón e hidrocarburos y las demás sustancias fósiles, con excepción de las arcillas superficiales, no obstante la propiedad de las personas naturales o jurídicas sobre los terrenos superficiales, en cuyas entrañas estuvieren situadas. Lo anterior constituye el denominado dominio minero. El carácter absoluto de dicho dominio, se refiere a que éste es independiente, no sujeto a limitación o gravamen alguno; el exclusivo: que se excluye a cualquier otro titular, siendo solo posible la concesión para la exploración y explotación; lo inalienable dice relación con no ser posible su enajenación 1, o transferencia a cualquier título. Finalmente el carácter imprescriptible asegura que ni el goce o posesión inmemorial por un tercero, podrá privar al Estado, por la vía de la prescripción adquisitiva, del dominio que sobre todas las minas existentes en el territorio nacional la Constitución le confiere. 3.- Exploración y explotación. Entre los yacimientos no susceptibles de concesión minera judicial, actualmente se encuentra además de los hidrocarburos líquidos y gaseosos, los yacimientos de cualquier especie que se encuentren dentro de las aguas marítimas sujetas a la jurisdicción nacional y los situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la ley, se determinen como de importancia para la seguridad nacional. El constituyente, al establecer el ordenamiento jurídico que regula la actividad extractiva de estos yacimientos, adoptó la doctrina del regalismo 2, donde siendo el Estado dueño absoluto de las sustancias mineras, la exploración y explotación solo se llevará a efecto directamente por él o por sus empresas, permitiendo la participación de los particulares solo a través de las concesiones administrativas o contratos de operación. Contratos especiales de operación. Actualmente la modalidad más utilizada para la exploración y explotación de estas sustancias son los contratos especiales de operación petrolera (CEOP). Según lo dispuesto en el artículo 1º, Nº 1, del decreto con fuerza de ley Nº 2, de 19873, los CEOP son aquellos que el Estado celebra con un contratista para la exploración, explotación o beneficio de yacimientos de hidrocarburos, con los requisitos y bajo las condiciones que, por decreto supremo, fije el Presidente de la República. Este régimen impide a un particular que descubre algún yacimiento de hidrocarburo constituir una concesión en su beneficio, como en el caso de los minerales concesibles, pasando el Estado inmediatamente a gozar de todos los beneficio que signifique un descubrimiento de esta magnitud, determinado a su arbitrio, dentro de las modalidades que la Constitución le confiere, la 1 Sin embargo, sería más preciso hablar de incomerciable que de inalienable. Al no estar por ley dentro del comercio humano, el dominio sobre los yacimientos mineros no podrá radicarse en el patrimonio de un particular. Mientras que de ser inalienable el bien no podrá ser objeto de relación jurídica alguna, lo que en el caso sucede, a través de la constitución de las concesiones de exploración y explotación. 2 Derecho de minería. Ossa Bulnes, Juan Luis; Editorial Jurídica de Chile, 3a. ed. 1999. 3 Que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado del decreto ley Nº 1.089, de 1975, que establece normas sobre contratos especiales de operación para la explotación y explotación o beneficio de yacimientos de hidrocarburos. 16 - 16 - 29 de diciembre de 2006 ISSN 0787-0415 forma en que efectuara la explotación del yacimiento. Si a lo anterior le añadimos la enorme influencia de ENAP en el sector, la situación actual desincentiva en forma manifiesta la iniciativa particular en orden a efectuar prospecciones que permitan el descubrimiento de nuevos yacimientos, más en estos días en que la necesidad de contar con una independencia energética se transforma en una necesidad de Estado. Licitaciones. La autoridad, tomado en consideración lo anterior y frente a la crisis suscitada con Argentina y Bolivia en esta materia, a puesto en marcha un proceso de licitación internacional (cuyas bases quedarán definidas el primer trimestre del año 2007) para la exploración y explotación de 10 bloques de interés petrolero y gasífero en la región de Magallanes, 7 de las cuales serán manejados exclusivamente por privados, mientras que los 3 restantes se desarrollarán en asociación con ENAP. Medidas como estas constituyen parte de la actual política de seguridad energética, que tiene entre sus objetivos: diversificar la matriz energética, obtener mayores grados de autonomía, promover su uso eficiente, etc. Sin embargo todo este proceso es promovido dentro del actual régimen de exploración y explotación para los hidrocarburos, sin realizar un cuestionamiento o intención de resolver el fondo del asunto, liberando a dichas sustancias del monopolio estatal, permitiendo la participación activa de los privados. 4.- Ineficiencia del sistema. El hecho que el Estado se reserve para sí la actividad extractiva para ciertos minerales, desincentiva al sector privado a llevarla a cabo, lo que dificulta el alumbramiento de nuevos yacimientos. Ello debido a que el Estado no tiene la capacidad de ejercer eficientemente esta actividad, ya que no dispone de los recursos financieros necesarios para realizarla, por cuanto los dineros fiscales son mejor utilizados en proyectos de alta rentabilidad social. Adicionalmente sabemos que el Estado no tiene ventajas comparativas en la actualidad empresarial. Esto queda de manifiesto al observar la evolución de la producción y reservas de minerales en nuestro país. Mientras entre 1993 y el 2002 la minería del cobre más que duplicó su producción - de 2,1 a 4,5 millones de toneladas- la producción de petróleo crudo y gas natural disminuyó en un 59% y 40% respectivamente en el mismo período. Por otra parte, entre 1990 y 2000, las reservas conocidas de cobre aumentaron de 77 a 162 millones de toneladas de fino contenido in situ, y las de oro crecieron de 67 a 276 toneladas de fino contenido in situ. Este enorme incremento se originó por la actividad de la gran minería, en especial la privada. Las reservas probadas de gas natural, por su parte, han disminuido de 4.100 billones de pies cúbicos (bpc) en 1990 a 3.400 bpc en 1999. Sin embargo, ello no significa necesariamente que se esté agotando el gas natural existente en nuestro país. Puede deberse a que no hay interés suficiente en explorar nuevos yacimientos. Si bien Chile es pobre en reservas de petróleo y gas, al 17 - 17 - 29 de diciembre de 2006 ISSN 0787-0415 aumentar la exploración, aumentará la probabilidad de encontrar yacimientos viables y con ello las reservas. En ese orden, destacable resultan los hallazgos efectuado por investigadores de la Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad de Chile, quienes el año 2004 encontraron importantes depósitos gasíferos de hidratos de metano en la cuenca marina que se encuentra entre Valparaíso y Concepción, suficientes para abastecer al país 4. En Chile, el consumo de gas natural ha aumentado un 338% en los últimos 20 años: de 52 billones de pies cúbicos (bpc) en 1991 a 228 bpc en 2001 y se espera que alcance 571 bpc en el 2011. Aunque Chile no es un país que disponga de grandes reservas de hidrocarburos líquidos o gaseosos, no debe descartarse invertir en exploración, con el fin de disminuir la dependencia internacional de este combustible y establecer la factibilidad de aumentar su producción a nivel nacional. La disminución de reservas probadas, así como de la producción de petróleo y gas natural en nuestro país, podrían tener relación con la imposibilidad para el sector privado de involucrarse en las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos, más que con la inexistencia de dichos yacimientos en territorio nacional. 5.- Aspecto tributario. Bajo el actual sistema de exploración, explotación y beneficio a que están afectos los hidrocarburos, los CEOP otorgan a las compañías privadas contratantes, un régimen de beneficios, franquicias y exenciones, especialmente en materia tributaria, las que constarán en el decreto supremo respectivo y respecto de las cuales se garantiza una invariabilidad, durante la vigencia del contrato. Todo lo anterior según lo dispuesto en los artículos 3° y siguiente del decreto con fuerza de ley Nº 2, de 1987. De prosperar la iniciativa en análisis, es decir, de someterse los hidrocarburos al sistema de concesiones existente para las demás sustancias mineras, la concesión otorgada por resolución judicial quedará sujeta a un régimen de amparo consistente en el pago de una patente que tiene por objeto asegurar la explotación, además de los impuesto que por aplicación de la normativa vigente correspondan. 6.- Conclusión. Se hace necesario reformar la Constitución, en la forma propuesta, liberando a los hidrocarburos y otros minerales que están en poder del Estado, y generar los incentivos para que el sector privado se involucre esas actividades de exploración y explotación. Ello permitiría al país aumentar los recursos invertidos en exploración y explotación, llevando a un aumento en sus reservas y producción de combustibles y permitir la venta de al menos parte de las actividades de ENAP, con el consiguiente ingreso de recursos a las arcas fiscales. 4 www.hydrates.ucv.cl 18 - 18 - 29 de diciembre de 2006 ISSN 0787-0415 Solo así se contribuirá verdaderamente a mejorar la situación energética chilena actual, cuya situación de dependencia e inestabilidad ha dejado pérdidas para país. 19 - 19 -