ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD

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ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD contra artículo 41 de la Ley de Hidrocarburos, No. 7399
Presenta: ASOCIACION JUSTICIA PARA LA NATURALEZA.
Señores Magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.El que suscribe, RAFAEL GONZALEZ BALLAR, mayor, casado dos veces, Abogado, vecino de San
José, cédula de identidad número 1-479-663, en mi carácter de Presidente con facultades de Apoderado
Generalísimo sin límite de suma de la “ASOCIACION JUSTICIA PARA LA NATURALEZA”, debidamente
inscrita en el Registro de Asociaciones, expediente número tres mil setecientos setenta y tres, cédula jurídica
número 3-002-110034-32, con todo respeto me apersono
ante los Honorables señores Magistrados, a
manifestar:
Presento acción de inconstitucionalidad contra el artículo 41 de la Ley de Hidrocarburos No. 7399, por
cuanto el mismo violenta los artículos 7, 9, 10, 11, 21, 46, 50, 89 de la Constitución Política, y por omisión de
la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo de cumplir con deberes constitucionales, en virtud que esa Sala
mediante resolución número 6240-93 de las 14:00 horas del 26 de noviembre de 1993, emanada dentro del
expediente No. 4165-P-93, atendiendo consulta legislativa facultativa de constitucionalidad, declaró
inconstitucional el párrafo segundo del artículo 41 del Proyecto de Ley de Hidrocarburos, y pese a ello el
actual artículo 41 de la Ley de Hidrocarburos, mantuvo el texto de dicho artículo, el cual deviene en
inconstitucional, por omisión de la Asamblea Legislativa y del Poder Ejecutivo.
Que existe omisión de la
Asamblea Legislativa de no introducir dicho cambio al artículo en mención y omisión del Poder Ejecutivo de
prever un proyecto de ley reformando el mismo.
La previsión de la Sala es sabia y técnicamente correcta de acuerdo a la doctrina más autorizada sobre el
por qué y el momento de uso del Estudio de Impacto Ambiental, sobre todo en los casos como la actividad
petrolera.
Que la Asociación Justicia para la Naturaleza ha sido declarada de utilidad pública por el Estado
costarricense, según Decreto Ejecutivo No. 24129-J, de fecha 20 de febrero de 1995, publicado en el Diario
Oficial La Gaceta número 62 del 28 de marzo de 1995, y entratándose la materia de la presente acción de
inconstitucionalidad de asuntos que involucran la protección del ambiente, en aplicación del artículo 50 de la
Constitución Política, nos asiste un interés difuso que nos da legitimación para actuar y demandar de esa Sala
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la declaratoria de inconstitucionalidad del artículo 41 de la Ley No. 7399, sobre todo por las implicaciones de
carácter social (recuérdese el Recurso de Amparo declarado con lugar por esa Sala, tramitado bajo expediente
No. 00-543-007-CO, por no participación previa, sobre todo de los pueblos indígenas; económico (actividades
productivas, ecoturísticas afectadas, y otras, y ambiental (zonas o áreas protegidas) que la actual redacción
del artículo tiene, comprometiendo la responsabilidad del Estado, por los efectos de estos actos omisivos y
violatorios de la legislación señalada, sin conocer por medio de un Estudio de Impacto Ambiental, las
consecuencias que la exploración y eventual explotación de petróleo en el Caribe Sur y en la zona Norte de
Costa Rica, traerían a esta zona y al país en general.
JUSTIFICACION DE LA INCONSTITUCIONALIDAD.La presente acción de inconstitucionalidad tiene fundamento en el Reclamo Administrativo presentado
ante el Poder Ejecutivo, copia del cual adjuntamos con el presente escrito, y el cual a la fecha aún no ha sido
resuelto.
Para efectos de que los Honorables señores (as) Magistrados (as) conozcan los antecedentes que dan origen
a la presente acción de inconstitucionalidad, seguidamente exponemos los hechos más importantes y
relevantes que se han dado en este caso:
PRIMERO: El Poder Ejecutivo por medio del Ministerio del Ambiente y Energía, con fecha 14 de febrero
de 1997 convocó a la primera Ronda de Licitación Internacional para la explotación y exploración de
hidrocarburos en el territorio nacional en la que se incluían los siguientes bloques o zonas geográficas a
adjudicar: BLOQUE 1: Cantón Talamanca de la Provincia de Limón, BLOQUE 2: Cantones Matina y
Limón de la Provincia de Limón, BLOQUE 4: Matina, Siquirres y Turrialba de las provincias de Limón y
Cartago, BLOQUE 5: Siquirres, Guácimo y Pococí de la Provincia de Limón, BLOQUE 6: Cantón de
Pococí de la Provincia de Limón, BLOQUE 7: Cantones Pococí, Sarapiquí, San Carlos y Grecia de las
Provincias de Limón, Heredia y Alajuela, BLOQUE 8: Upala, Guatuso, Los Chiles y San Carlos, BLOQUE
14: Cantones de Liberia, Carrillo, Nicoya, Santa Cruz, Cañas, Abangares, Nandayure y Bagaces de la
Provincia de Guanacaste, BLOQUE 15: Turrubares, Orotina, San Mateo, Puntarenas, Esparza, Montes de
Oro, Garabito, Nicoya, Nandayure, Cañas y Abangares de las Provincias de Puntarenas, Guanacaste, San José
y Alajuela, BLOQUE 20: Aguirre, Garabito, Parrita, Turrubares, Acosta, Tarrazú, Dota, Pérez Zeledón y
Puriscal de las Provincias de Puntarenas y San José, BLOQUE 21: Pérez Zeledón, Buenos Aires, Osa y
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Aguirre de las Provincias de Puntarenas y San José, BLOQUE 22: Buenos Aires, Coto Brus, Golfito y Osa de
Puntarenas, BLOQUE 23: Coto Brus, Corredores, Golfito y Buenos Aires de Puntarenas; los siguientes
bloques marinos: BLOQUE 3: Caribe Sur frente a Costa Limón-Manzanillo, BLOQUE 11: Caribe Norte,
BLOQUE 12: Caribe Norte, BLOQUE 16: Pacífico Central, BLOQUE 17: Pacífico Central, BLOQUE 18:
Pacífico Central, BLOQUE 19: Pacífico Central, BLOQUE 24: Pacífico Sur, BLOQUE 26: Pacífico Sur y
el BLOQUE 27: Pacífico Norte. Lo anterior sin solicitar un Estudio de Impacto Ambiental previo.
SEGUNDO: Del 14 de febrero de 1997 al 24 de octubre de 1997 se presentaron las ofertas correspondientes,
las que fueron sometidas a estudio y evaluación por parte de la comisión designada a estos efectos.
TERCERO: Mediante resolución R-702-98-MINAE del 20 de julio de 1998, publicada en el Diario Oficial
La Gaceta No. 154 de fecha 10 de agosto de ese mismo año, el Poder Ejecutivo resolvió adjudicar la
concesión de exploración y explotación de hidrocarburos del Cartel de Licitación No. 1 en los Bloques 2, 3, 4
y 12 a la empresa MKJ XPLORATION INC., que fue la única empresa que se apersonó a la citada
Licitación Petrolera, sin que a esa fecha tampoco hubiese sido aprobado ningún Estudio de Impacto
Ambiental, en relación a la exploración y eventual explotación petrolera en esa zona.
CUARTO: El 12 de agosto de 1999 el Poder Ejecutivo representado por el señor Presidente de la República
en conjunto con la Ministra del Ambiente y Energía, y con base en la recomendación emitida por el Consejo
Técnico de Hidrocarburos, suscribe el contrato de concesión a favor de MKJ XPLORATIONS, para explorar
y explotar los bloques 2, 3, 4 y 12 de la Licitación Petrolera No. 1-97.
QUINTO: Posteriormente en el mes de mayo del 2000 se aprobó la cesión de derechos sobre la concesión
otorgada a la empresa MKJ XPLORATIONS, Sucursal Costa Rica, a favor de la empresa HARKEN COSTA
RICA HOLDINGS L.L.C., Sucursal Costa Rica, la cual se publicó en el Diario Oficial La Gaceta número 93
del 16 de mayo del 2000.
SEXTO: Que en el mes de diciembre de 1998, una vez otorgada la concesión para la exploración y
explotación de petróleo en la costa Caribe de Costa Rica, la empresa concesionaria MKJ XPLORATIONS,
Sucursal Costa Rica presentó ante la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA), el Estudio de
Impacto Ambiental para el Estudio Geofísico: Reflexión Sísmica Marina, el cual se tramitó ante dicha
Secretaría bajo el expediente número 619-98. El Estudio de Impacto Ambiental fue aprobado el 24 de marzo
de 1999, mediante resolución No. 140-99 SETENA. El contrato se firmó en agosto de 1999 y la actividad de
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reflexión sísmica se llevó a cabo en noviembre-diciembre de 1999, sin embargo, el Estudio de Impacto
Ambiental fue aprobado para que esta actividad se llevara a cabo durante meses de NO MIGRACION de
especies, y no en noviembre ni diciembre, cuando hay migración de langosta y camarón. Tampoco se contaba
con una evaluación completa acerca de los impactos que causaría dicha actividad.
SETIMO: Que en el mes de noviembre de 1999 se llevaron a cabo las actividades de reflexión sísmica en la
costa caribe de Costa Rica, en un área de 107 kilómetros cuadrados frente a la ciudad de Limón, comprendido
entre Moín y el Parque Nacional Marino Cahuita, en la segunda y tercera semana de noviembre de 1999..
OCTAVO: Que en el mes de julio del año 2000, la empresa HARKEN COSTA RICA HOLDINGS L.L.C.
presentó a consideración de la SETENA el Estudio de Impacto Ambiental para la instalación de una
plataforma marina y pozo exploratorio a nueve kilómetros de Moín.
NOVENO: Que a esta fecha dicho Estudio no ha sido aprobado por la SETENA.
DECIMO Que mediante resolución número R-105-MINAE, de las 8:00 horas del 8 de marzo del 2000,
publicada en el Diario Oficial La Gaceta No. 73 del 13 de abril del 2000, se otorgó concesión a la compañía
MALLON OIL CO., Sucursal Costa Rica,, para la exploración y explotación de los bloques 5, 6, 7, 8, 9 y 10.
Concesión que fue otorgada sin haberse presentado previamente ningún Estudio de Impacto Ambiental.
VIOLACIONES DE CARÁCTER CONSTITUCIONAL.Tal y como se desprende de los hechos expuestos supra, en ninguna de las dos concesiones otorgadas a
empresas extranjeras para la exploración y explotación petrolera en Costa Rica, Licitación No. 1 y Licitación
No. 2, se solicitó a las empresas concursantes la presentación PREVIA de un Estudio de Impacto Ambiental,
el cual también en forma previa al otorgamiento de la concesión y firma del contrato, debía ser aprobado por
la Secretaría Técnica Nacional Ambiental, y no en la forma en que se ha manejado el presente asunto, donde
los Estudios de Impacto Ambiental se han presentado posteriormente al otorgamiento de la concesión, y en el
caso de MKJ XPLORATIONS Sucursal Costa Rica, y HARKEN COSTA RICA HOLDINGS L.L.C,
posterior a la firma del contrato, lo cual a nuestro criterio resulta inconstitucional, según lo analizaremos
seguidamente, ya que el texto del artículo 41 es contrario al criterio jurisprudencial que la Sala en su momento
consideró.
La Sala Constitucional en expediente 4165-P-93, Voto No. 6240, de las 14 horas del 26 de noviembre de
1993, atendiendo consulta legislativa de constitucionalidad acerca del Proyecto de Ley de Hidrocarburos,
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expediente legislativo No. 9573, fue clara y contundente al declarar que el artículo 41, párrafo 2º. de dicho
Proyecto era inconstitucional, y que así lo declaraba dicha Sala.
Este artículo tiene que ver directamente con la protección del ambiente, y en lo que interesa la Sala
manifestó:
“SOBRE LA PROTECCIÓN DEL AMBIENTE: El artículo 26 del Proyecto, no exige a la Administración
Pública estudios técnicos en materia ambiental que garanticen a los costarricenses que su derecho a un
ambiente sano no será perturbado o conculcado por la actividad de exploración y explotación de los recursos
naturales hidrocarburados, de previo a otorgar la concesión a una persona física o jurídica privada”. En su
lugar el Proyecto escoge la vía inversa: otorgar la concesión y luego exigir los estudios sobre el efecto que
esas actividades producirán en el ambiente. Pero lo más grave es que no se prevé una consecuencia directa
del incumplimiento de esas exigencias, dejando a merced del libre arbitrio de los funcionarios competentes,
la decisión sobre el punto. Estima la Sala que el tema debe ser analizado desde la perspectiva constitucional
en aras de garantizar la protección del derecho a un ambiente sano ampliamente reconocido y protegido por
esta jurisdicción y expresamente contemplado por el artículo 89 de la Constitución que establece:
“Entre los fines culturales de la República están: proteger Las bellezas naturales, conservar y desarrollar el
patrimonio histórico de la Nación, y apoyar la iniciativa privada para el progreso científico y artístico”.
“…el derecho ambiental que reconoce la necesidad de preservar el entorno no como un fin cultural
únicamente, sino como una necesidad vital de todo ser humano. En este sentido, el concepto de un
derecho a un ambiente sano, supera los intereses recreativos o culturales que también son aspectos
importantes de la vida en sociedad, sino que además, constituye un requisito capital para la vida
misma.”
“XV.- Por ello podemos afirmar que del derecho a la vida y de la obligación estatal de “proteger Las
bellezas naturales” contenidos en los artículos 21 y 89 de la Constitución, surgen otros derechos de obligada
protección e igual rango como son los de la salud y a un ambiente sano, en ausencia de los cuales o no sería
posible el ejercicio de los primeros, o su disfrute se vería severamente limitado.”
“XVII.- Dentro de este proceso lógico de integración y desarrollo de los valores constitucionales, empleando
como instrumento jurídico la interpretación lógico sistemática de los mismos, la enmienda al artículo 48 de
la Constitución operada en 1989, ha ampliado de manera singular el catálogo de derechos humanos
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susceptibles de protección judicial al remitirnos expresamente al derecho internacional contenido en los
instrumentos internacionales sobre derechos humanos, debidamente suscritos, aprobados y ratificados por
nuestro país. Ordenamiento jurídico supranacional que debemos integrar al análisis del Proyecto de Ley
consultado en virtud del rango superior a Las leyes que le otorga el artículo 7º. de la Constitución.
XVIII.- En efecto, Costa Rica ha suscrito numerosos instrumentos internacionales que protegen nuestra
riqueza ecológica y que en el fuero interno, son legislación plenamente aplicable –y de exibilidad judicial
directa- al caso sobre todo por la posibilidad de explotar los recursos hidrocarburados en otras áreas no
parte del régimen de parques nacionales.
Por ello resulta imprescindible revisar qué otras áreas o
biosistemas estarían vedados a esta actividad o en los que es necesario cumplir otras exigencias.”
“XX.- Todos estos instrumentos internacionales son de obligado acatamiento y gozan de plena ejecutoriedad
en tanto sus normas no precisen de mayor desarrollo legislativo y por ende deben ser respetadas por el
Proyecto de Ley sobre Hidrocarburos en tanto el rango normativo de aquellos es superior. En consecuencia
lo dispuesto por artículo 41 párrafo 2º. Del Proyecto que exige los estudios de impacto ambiental después
de aprobada la concesión de exploración o explotación sobre todo en caso de particulares, es contraria a
los fines, propósitos y obligaciones constitucionales en materia ambiental, en tanto el contrato una vez
suscrito crea derechos a favor del interesado. Por ello estima la Sala QUE EL ARTICULO 41 PRF. 2º.
ES INCONSTITUCIONAL EN ESTE ASPECTO.” (El subrayado y Las mayúsculas son nuestras).
Pese a lo anterior, la Ley de Hidrocarburos vigente a la fecha, mantuvo el texto declarado inconstitucional
por la Sala, derivado de la Consulta Legislativa; es decir, mantuvo el texto del artículo 41 párrafo 2º. del
Proyecto, el cual otorga la concesión y luego exige los estudios sobre el efecto que esas actividades
producirán en el ambiente, con la agravante que para entonces las empresas concesionarias ya han adquirido
derechos, y resulta más complejo el poder ponerlas a derecho; situación que se ha evidenciado especialmente
con el caso de la HARKEN, donde el segundo Estudio de Impacto Ambiental no ha sido posible su
aprobación. Al respecto véase la Ley de Hidrocarburos en el artículo citado, que en lo que interesa dice:
“Artículo 41.- .Las actividades de exploración y de explotación deben cumplir con todas las normas y los
requisitos legales y reglamentarios sobre la protección ambiental y la recuperación de los recursos
naturales renovables.
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CON EL OBJETO DE GARANTIZAR UN APROVECHAMIENTO RACIONAL DE LOS RECURSOS
NATURALES Y DE PROTEGER SUS USOS ACTUALES Y FUTUROS, EL MINISTERIO DEL
AMBIENTE Y ENERGIA OTORGARA TODA ADJUDICACION BAJO LA CONDICION DE UN
ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL DE SUS ACTIVIDADES. EL OFERENTE SELECCIONADO
DEBERA PRESENTARLO ESE ESTUDIO DENTRO DE LOS CUATRO MESES SIGUIENTES A QUE
SE LE NOTIFIQUE LA RESOLUCION RESPECTIVA…” (Las mayúsculas son nuestras).
Que esta anomalía vicia de inconstitucionalidad la Ley de Hidrocarburos, artículo 41, y por ende convierte
en inconstitucionales
y nulas las concesiones otorgadas al amparo de dicha legislación, así como los
contratos que el gobierno costarricense firmara o llegare a firmar con las empresas concesionarias.
Que pese a existir un pronunciamiento de la Sala Constitucional, el Poder Ejecutivo, a través del
Presidente de la República y la señora Ministra del Ambiente y Energía, no han hecho absolutamente nada por
enviar un proyecto de reforma al artículo 41, y para declarar la nulidad absoluta de las concesiones otorgadas
y el contrato (s) por ellos firmados, por ser los mismos contrarios a la Constitución Política en sus artículos 7,
21, 46, 50 y 89, como lo hicimos ver en nuestro reclamo, así como a los principios 10 y 17 de la Declaración
de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, especialmente el principio 17, Principio Preventivo, que
precisamente por su naturaleza preventiva, requiere que los Estudios de Impacto Ambiental no sólo se hagan,
sino que su realización debe ser previa a la concesión misma, de manera tal que al sacar a Licitación el Estado
ya sepa las consecuencias que la actividad traerá. Asimismo, la serie de tratados internacionales que la Sala
enuncia en la resolución No. 6240-93, que declaró inconstitucional el artículo 41 párrafo 2º. del proyecto de
Ley de Hidrocarburos, que la actual Ley de Hidrocarburos mantiene vigente, pese a existir criterio en
contrario de la Sala Constitucional, lo que convierten a dicho artículo en inconstitucional
Que la inconstitucionalidad argumentada en esta acción se extiende también a lo establecido en el artículo
7 de la Constitución Política, que obliga al estado costarricense a respetar las obligaciones adquiridas
derivadas de los tratados internacionales ratificados por nuestro país, y a los cuales la Sala Constitucional en
su Voto No. 6240-93, les asignó la importancia y el significado que tienen, y que no han sido respetados en el
presente caso.
Que es tan evidente la recomendación y declaratoria de inconstitucionalidad que la Sala hizo del artículo
41 citado del Proyecto de Ley, y que actualmente se mantiene en el texto de la Ley vigente, que nótese la gran
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cantidad de problemas que se han presentado, derivados precisamente de la no existencia previa de un Estudio
de Impacto Ambiental, de una consulta previa a las comunidades afectadas directamente por el Proyecto, la
serie de recursos legales que ha generado esta situación, que pudieron haberse evitado si previamente se
hubiera cumplido con los requisitos que la Sala recomendó en la Consulta Legislativa de reiterada cita.
Por lo tanto, solicito a la Sala declarar con lugar la presente acción de inconstitucionalidad contra el
artículo 41 de la Ley de Hidrocarburos No. 7399, por ser el texto del mismo contrario a los artículos, 7, 9, 10,
11, 21, 50 y 89 de la Constitución Política, y por omisión de la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo de
cumplir con deberes constitucionales, en virtud de la existencia de la resolución No. 6240-93 de las 14:00
horas del 26 de noviembre de 1993, emanada dentro del expediente No.. 4165-P-93, atendiendo consulta
legislativa facultativa de constitucionalidad, en la cual dicha Sala declaró inconstitucional el párrafo segundo
del artículo 41 del Proyecto de Ley de Hidrocarburos. Asimismo, que en virtud de esa declaratoria de
inconstitucionalidad, se declaren absolutamente nulas las concesiones otorgadas al amparo de dicha ley.
Oiré notificaciones en el fax 240-1691
San José. 21 de diciembre del 2001
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