diagnóstico integral sobre el impacto biofísico y

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DIAGNÓSTICO INTEGRAL SOBRE EL IMPACTO BIOFÍSICO Y SOCIOECONOMICO
RELATIVO AL IMPACTO DE LAS FUENTES DE CONTAMINACIÓN TERRESTRE EN LA
BAHÍA DE TUMACO, COLOMBIA Y LINEAMIENTOS PARA UN PLAN DE MANEJO
RESUMEN EJECUTIVO
Es una necesidad para cualquier país estudiar y dar solución a los problemas debidos al
impacto que originan las fuentes de contaminación y actividades de origen terrestre, sobre
la calidad de las aguas y los ecosistemas marinos y costeros del territorio, convirtíendose
en un tema de especial interés. Para el caso del Pacífico colombiano, existen dos zonas
críticas debido a esta problemática, la Bahía de Buenaventura y la Ensenada de Tumaco,
por lo que el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, por medio del
Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras –INVEMAR, y la Dirección General
Marítima a través del Centro Control Contaminación del Pacífico –CCCP, han decidido
aunar esfuerzos y capacidades para contribuir en la solución de dicha problemática en el
Pacífico, contando a la vez con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional de Nariño –
CORPONARIÑO, mediante el estudio específico del tema en el área piloto de la ensenada
de Tumaco.
Por lo anterior y aprovechando la oportunidad y apoyo conceptual y financiero que nos
brindo el Programa de las Naciones Unidades para el Medio Ambiente (PNUMA), a través
del Programa de Acción Mundial para la Protección del Medio Marino de las Actividades
Terrestres (PAM/GPA), así como el decidido apoyo y coordinación de la Comisión
Permanente del Pacífico Sur –CPPS, Colombia con el liderazgo del INVEMAR y el CCCP,
desarrolló el proyecto titulado “Diagnóstico integral sobre el impacto biofísico y
socioeconómico relativo al impacto de las fuentes de contaminación terrestres en la bahía
de Tumaco, Colombia y lineamientos básicos para un plan de manejo”, cuyo objetivo
básico fue llevar a cabo una caracterización y diagnóstico biofísico y socioeconómico del
impacto de las fuentes y actividades de origen terrestre sobre los ecosistemas marinos y
costeros, así como sobre las comunidades humanas asentadas en la zona costera de la
Ensenada de Tumaco, Pacífico colombiano. De la misma forma, el proyecto planteo
recomendaciones y lineamientos para la formulación e implementación de un plan de
manejo de la Ensenada de Tumaco, el cual esperamos se inicie rápidamente, liderado por
el MAVDT, a través de la Corporación y el decidido apoyo que deberán brindar las
instituciones que participamos en el presente proyecto.
El área de estudio o Estudio Piloto de Colombia, comprendió la bahía de Tumaco, la cual
está ubicada en la zona sur del Pacífico colombiano (Mapa 1), cerca a los límites con la
República del Ecuador. La zona costera de la Bahía comprende los municipios de Tumaco
y Francisco Pizarro, siendo los límites extremos para el caso del presente estudio, al Norte
la población de Salahonda, que corresponde a la cabecera municipal de Francisco Pizarro,
y al sur Cabo Manglares, desembocadura del río Mira. El 75% de esta zona se encuentra
en jurisdicción del Municipio de Tumaco y por los corregimientos de La Ensenada, Chagüi,
Tablones, Mejicano, Rosario, San Luis Robles, el Bajo Mira y Frontera. Una abundante
hidrografía forma parte del territorio, compuesta por dos grandes cuencas que influencian
el área de estudio, al Norte la del brazo sur del río Patía, al Sur la bocana del río Mira y en
la zona media varias microcuencas de los ríos tributarios entre los que se encuentran
Tablones, Rosario, Caunapí, Mejicano, Chagüí, Colorado y Curay. Como principal cabecera
municipal, San Andres de Tumaco, es el mayor de los 64 municipios nariñenses y es
poseedor del segundo puerto de mayor importancia en la costa Pacífica colombiana. Su
población esta compuesta en su mayoría por comunidades afrocolombianas y en menor
proporción de indigenas.
Las caracteristicas particulares de la zona, han permitido el establecimiento de
formaciones importantes como playas, bancos, barras, marismas de alta salinidad y suelos
desarrollados a partir de depósitos orgánicos con vegetación de manglar, guandal y natal
principalmente (Mapa 4), éstos últimos experimentaron una sobreexplotación hasta finales
de los años 70´s y en la actualidad existen leyes que los protegen. Predominan en toda el
área los fondos fangosos con abundante materia orgánica en descomposición y los fondos
arenosos, que aunados al aporte de los ríos hacen sus aguas altamente productivas. Se
encuentran algunas formaciones rocosas y de acantilados en los sectores de la Isla del
Morro y El Viudo en Tumaco, así como en los sectores de Curay, Punta Laura, La Chorrera,
Llanaje y la Isla del Gallo, en el municipio de Francisco Pizarro. Aunque se han elaborado
algunos inventarios preliminares de especies de flora y fauna asociados a los ecosistemas
de la bahía, todavía se tiene un conocimiento limitado sobre su diversidad y abundancia;
así mismo se carece de información y correlación de los efectos que generan las
actividades antropogénicas sobre la composición de los ecosistemas y especies asociadas.
Las principales formas de aprovechamiento de recursos hidrobiológicos en la región son la
pesca blanca, la extracción de crustáceos y la recolección de moluscos. La mayoría de los
pescadores artesanales se dedican a la captura del camarón tití, el camarón tigre y el
camarón blanco o langostino (los cuales se encuentran protegidos por vedas temporales
en el transcurso del año), entre otras especies, lo cual representa un reglón importante en
la economía regional, aunque también se destaca el aprovechamiento de otras especies
hidrobiológicas de interés comercial, especialmente peces pelágicos costeros y estuarinos.
De igual forma, el aprovechamiento de los recursos del manglar y sus zonas circunvecinas,
se dirige principalmente a la recolección de la piangua, actividad que desarrollan por lo
general las mujeres y los niños de diversas comunidades en áreas de manglar.
La destrucción de hábitats naturales y las actividades de cacería para consumo doméstico,
la comercialización de especies nativas, así como la sobreexplotación de recursos, han
generado la disminución significativa de algunas especies, llevándolas casi al peligro de
extinción para lo cual se reportan 23 especies amenazadas entre Peces, Anfibios y reptiles,
aves y mamíferos, que de no tomar medidas especiales de control y conservación, se verá
en un futuro cercano seriamente afectada su supervivencia.
En cuanto al factor socioeconómico, la relación entre la perdida de la calidad ambiental del
área y su relación con las condiciones socioeconómicas se ha convertido en una amenaza
directa a la salud humana y a la oferta ambiental del área; impacto generado por el uso
histórico inadecuado de bienes y servicios ambientales de la zona costera; influenciado por
un acelerado crecimiento demográfico del municipio, la mayor carga de contaminación es
una condición producto del tipo de intervención que se ha dado, de las economías
extractivas, de usos intensivos, de la carencia de una cultura de aprovechamiento,
eliminación de desechos, un mejor uso de recursos y aprovechamiento de la oferta
ambiental.
El crecimiento de la poblacional como principal factor de deterioro de la calidad ambiental,
se asocia a un incremento en la demanda por el aprovechamiento del entorno sin
planificación adecuada aunado a que no se cuenta con los requerimientos mínimos
sanitarios y de agua potable para toda la comunidad, lo que implica un aumento continuo
en deficiencias y carencias de las condiciones de vida. Lo anterior cobra mayor
importancia, si se tiene en cuenta la tendencia hacia la urbanización, de este territorio que
se traduciría en una mayor presión sobre la ya insuficiente infraestructura de servicios
públicos, salud y educación en el área urbana y por ende en la rural. Así mismo, se conoce
que los municipios costeros del área de estudio, especialmente Tumaco y Salahonda no
cuentan con planes eficientes de manejo de residuos sólidos, como tampoco de sistemas
apropiados de recolección y tratamiento de aguas residuales municipales, lo que induce a
gran porcentaje de la población a disponer directamente sus desechos al medio marino,
con las consecuencias ya conocidas.
La contaminación marina y su problemática en el Pacífico colombiano, ponen de
manifiesto que en esta región, la mayor parte de los contaminantes introducidos al mar
provienen de fuentes terrestres, entre los cuales se destacan los vertimientos líquidos y
sólidos de los asentamientos humanos cerca de la costa, los desechos industriales
(industria de aceite de palma, pesquera y maderera), los ríos y escurrimientos difusos, los
vertimientos de residuos oleosos de la actividad marítima y portuaria, los residuos
provenientes de las actividades mineras y agrícolas y los dragados portuarios, entre otros.
Algunos se generan cerca de la costa y otros provienen de las actividades humanas en las
cuencas medias y altas; de las cuencas se descargan a los ríos y éstos transportan los
contaminantes a la zona costera y al mar (Mapa 5 y 6).
Por otra parte, la falta de planificación urbanística en el municipio de Tumaco, ha
ocasionado que las actividades domésticas se constituyan como fuentes directas de
contaminación del medio marino, originando el mayor impacto por el inadecuado manejo y
disposición final de residuos sólidos y de aguas residuales domésticas. Aproximadamente
entre el 35-40% de los residuos sólidos y el 50% de los resíduos líquidos domiciliarios se
vierten directamente al mar sin ningún tipo de tratamiento, originando alta contaminación
y deterioro de la calidad de los cuerpos de agua receptores, así como de los ecosistemas
marinos y recursos asociados. Así mismo, el deficiente manejo del Relleno Sanitario ha
generado problemas relacionados con vectores infecciosos, contaminación de cuerpos de
agua superficiales y subterráneos por lixiviados. El sector industrial también aporta a la
bahía de Tumaco una carga contaminante asociada a actividades marítimas, plantas de
beneficio de aceite de palma, aserraderos y procesadoras de pescado, entre otros.
En la actualidad, el sector pesquero de Tumaco se encuentra afectado por la drástica
disminución de la materia prima (peces, crustáceos y moluscos, de interés comercial)
generando como consecuencia una recesión económica en el sector y el cierre de varias
procesadoras y comercializadoras. Hoy día se encuentran operando 23 empresas a media
capacidad y aunque la mayoría poseen sistema de tratamiento para sus residuos líquidos,
otras vierten directamente al mar contribuyendo al deterioro de la calidad del agua
alrededor de la isla (bajos niveles de Oxígeno Disuelto, alto nutrientes y presencia de
microorganismos patógenos)
El proceso de extracción de aceite de palma genera residuos líquidos con alto porcentaje
de grasas, aceites y sólidos suspendidos totales, los cuales son tratados en sistemas de
lagunas de estabilización y anaerobias cubiertas (para la captación de metano) antes de
vertirlos a las fuentes de agua (río Rosario y Río Mira). La implementación de estos
sistemas de tratamiento les ha permitido a las extractoras cumplir con el decreto 1594/84
para remoción de DBO y DQO por lo cual su efecto en la calidad fisicoquímica de los ríos
no ha sido apreciable.
Los aserríos constituyen una fuente puntual de contaminación principalmente en la zona 2,
área urbana de Tumaco, por el vertimiento de aserrín (producto del procesamiento de la
madera), destinado al relleno con el fin de ampliar sus instalaciones hacia las zonas de
bajamar, incluye también la Zona 4, el área de Salahonda. El aserrín y otros resíduos de la
madera al entrar en contacto con las aguas producen una serie de efectos adversos sobre
el ecosistema marino tales como disminución del oxígeno disuelto, generación de ácidos
grasos volátiles, producción de metano, taninos, alcoholes, ácido sulfhídrico y otros
compuestos sulfurados, tóxicos para los organismos que habitan en el área; situación que
se aprecia en los períodos de marea baja cuando se liberan gases de olor desagradable
(H2S). En la actualidad existen siete aserrios funcionando en el área de Tumaco, mientras
que en la zona de Salahonda, su efecto es puntual y no se refleja en el resto de la
Ensenada.
Así mismo, se destacan las nueve estaciones de servicio de gasolina como fuentes de
contaminación por hidrocarburos, ya que suministran combustible a las embarcaciones
menores a través de mangueras, sin llave de cierre al final, generando residuos por el
cambio de aceite y la inadecuada disposición de los recipientes por parte de los motoristas
de embarcaciones. El efecto de la contaminación por residuos de hidrocarburos ha sido
más apreciable en los sectores confinados de la bahía Interna, específicamente en el
sector El Pindo. En esta zona (2), la concentración de hidrocarburos en sedimentos y en
organismos de importancia comercial encontrada (algunas especies de piangua y ostras),
superan los niveles de referencia establecidos por algunas normas internacionales como
las de la NOAA y otros estudios nacionales e internacionales respectivamente, lo cual
implica un riesgo potencial sobre la salud de los consumidores. Así mismo, asociado a la
actividad marítima y específicamente a la Marina Mercante, se presenta además el
problema generado por las descargas de agua de lastre, las cuales potencialmente podrían
introducir especies foráneas y patógenas. No obstante se carece de estudios exhaustivos
sobre la amenaza que traería para los ecosistemas y a las comunidades costeras la
introducción de estas nuevas especies.
Con referencia a los plaguicidas, pese a las prohibiciones en el uso de compuestos
organoclorados (OC) en Colombia desde 1988, los estudios realizados por Páez y Granada
(1993) demostraron la utilización de endosulfan, aldrin y mirex en los cultivos de palma
africana y DDT en la erradicación del mosquito trasmisor de la malaria, en varias
poblaciones de los ríos Caunapí y Mira. A pesar de la escasa vocación agrícola del pacifico
los estudios de Marrugo (1993) y Casanova y Calero (1997) reportaron valores promedios
de organoclorados en sedimentos y organismos de 19,2 y 121,3 ng/g respectivamente.
Los resultados del proyecto REDCAM del INVEMAR, hasta el 2004 mostraron
concentraciones recurrentes y relativamente altas de compuestos organoclorados en
aguas (superiores al valor de referencia de 30 ng/L), con algunos registros de hasta 78
ng/L en el interior de la Bahía de Tumaco. En los últimos años (2005 – 2006), se ha
seguido registrando la aparición de estos compuestos en las aguas pero en niveles
catalogados como de bajo riesgo (< 2,0 ng/L), sin embargo los compuestos con mayor
porcentaje de aparición que aún se siguen detectando corresponden a los metabolitos del
DDT (DDE y DDD); quizás por su persistencia los suelos pueden estar drenando sustancias
que fueron hace tiempo aplicadas para el control de plagas y que se encuentran en el
terreno por su adsorción y grado de fijación al mismo.
En la zona de Tumaco, por tener la mayor población y por ende más actividades
(mantenimiento de motores, talleres metalmecánicos y estaciones de servicio) a orillas del
mar, se hace evidente el impacto por metales pesados. En esta zona, en el sector de
Puente El Pindo se encontraron valores altos de mercurio en los sedimentos, la
concentración de 0,69 µg-Hg/g, estuvo por encima del criterio de calidad establecido por
la GESAMP IV de 0,36 µg/g.
Desde el punto de vista sanitario, en la zona de estudio se presentan problemas de
contaminación por microorganismos de origen fecal debido principalmente a las descargas
de aguas residuales domésticas sin ningún tipo de tratamiento, vertidas por las áreas
urbanas de las cabeceras municipales de Tumaco y Salahonda. Los resultados del
proyecto REDCAM del INVEMAR indican una correlación de indicadores microbiológicos
con la posición geográfica, siendo la zona alrededor de las islas, los ríos y los lugares
cercanos a sus desembocaduras, los sitios donde se aprecian altos valores de
concentración que superan algunas veces el valor de 104 CF/100ml. En este sentido, en el
sector interno de la isla de Tumaco el agua no cumple con la calidad microbiológica
establecida en el decreto 1594/84 para ser utilizada como zona para “preservación de flora
y fauna”, específicamente la pesca, ni para “contacto primario o recreación” (turísmo) y en
las zonas sur y norte, la variación de las concentraciones de microorganismos parece estar
sujeta a factores físicos como la marea y la salinidad. En ocasiones y dependiendo de la
altura mareal también es posible encontrar valores de Coliformes en las playas, que
superan lo establecido en la normatividad para actividades de recreación, tal como ocurrió
en el segundo semestre del 2006 en la playa de Salahonda.
Así mismo, la presión que ejerce el turismo sobre las playas de Tumaco no es tan alta
como en otras zonas del país, sin embargo, se registra una considerable alteración del
entorno natural por factores como la inadecuada disposición de resíduos sólidos y falta de
instalaciones sanitarias.
La acción de todos los anteriores agentes tensores ha llevado a que en la actualidad la
Bahía de Tumaco presente, al menos en algunos de sus sectores (Zona 2 y parte de la 4),
los más estrechamente relacionados con las fuentes de contaminación, niveles de
contaminación preocupantes. En los estudios realizados entre 1990 y 2006 por el CCCP y
el INVEMAR, casi todos los factores de deterioro ambiental mencionados han estado
presentes en las muestras recolectadas, muchos de los parámetros considerados
mostraron concentraciones superiores a las que se esperaría hallar en aguas marinas no
contaminadas o en aguas portuarias e industriales, y han excedido los niveles
recomendados para varios usos humanos - contacto primario, pesca, etc. Por ejemplo en
casi todos los sectores de la Bahía, en relación a las concentraciones de hidrocarburos
disueltos y dispersos en aguas, durante todo el año se sobrepasan las normas para aguas
marinas no contaminadas, la cual es de 10 µg/L.
Aunque en términos puntuales y localizados algunos problemas de contaminación del aire
y del suelo pueden estar adquiriendo características más o menos graves, es claro que el
problema de mayor magnitud y gravedad está representado por la contaminación hídrica.
Hay que señalar que este problema, además del impacto directo que tiene sobre la calidad
del agua marina y costera, y sobre la salud de la población, está comenzando a amenazar
la sustentabilidad de actividades económicas de enorme potencial de desarrollo y beneficio
para la población, como es el caso de la pesca y el turismo que descansan principalmente
sobre una base de recursos naturales costeros que debe conservarse evitando su
contaminación y deterioro.
Teniendo en cuenta los valores de las cargas de contaminantes aportados por las
diferentes fuentes de contaminación de origen terrestre, así como el impacto de las
mismas en los ecosistemas marinos y costeros, los recursos asociados, la salud de la
población asentada en la zona costera del área de estudio y en las actividades productivas
de la zona como el turismo, se ha considerado que las principales fuentes terrestres de
contaminación en el área de estudio, en orden de importancia, son: 1) Los vertimientos de
residuos líquidos y sólidos domésticos provenientes de las ciudades de Tumaco y
Salahonda; 2) Los ríos que desembocan en la zona costera, especialmente el Mira en la
Zona 2 y el Patía en la Zona 4; y 3) Los vertimientos industriales, especialmente los
generados por la actividad de transformación de la madera (aserrios), las pesqueras y los
de aceite de palma.
En lo referente a los impactos sobre la población asentada en la zona costera, las
principales causas de morbilidad infantil en el municipio de Tumaco (Zona 2), son las
enfermedades gastrointestinales, consecuencia de la insuficiencia en el suministro de agua
potable y la carencia de saneamiento básico en un gran porcentaje de la población. Las
demás zonas del área de estudio carecen también de estos servicios, sin embargo, el
índice de morbilidad infantil es significativamente menor, debido a la poca población
asentada en las mismas. Así mismo, a pesar de la existencia de instituciones, normatividad
y políticas básicas para el control de la contaminación por fuentes terrestres y temas
relacionados, se hace evidente la poca articulación y coordinación entre las mismas, en el
cumplimiento e implementación de la reglamentación existente, así como la formulación
de nuevas regulaciones, planes y programas que conlleven a un manejo apropiado y a una
gestión eficiente en el tema de la contaminación al mar.
Se identificó a la zona comprendida entre el Estero Guandarajo y la bocana del río Rosario
(Zona 2), que incluye a la ciudad de Tumaco, como el área crítica debido al impacto que
causa la contaminación proveniente de fuentes terrestres, en los aspectos biofísicos y
socioeconómicos, seguida del sector entre el río Curay y Salahonda (Zona 4), que incluye
el municipio de Francisco Pizarro, como zona medianamente crítica; las restantes zonas (3
y 4) se consideraron como zonas no críticas. La clasificación tiene que ver con el deterioro
que han tenido, tanto la calidad de las aguas marinas y costeras adyacentes, como la
calidad de los ecosistemas y recursos asociados, que finalmente tiene un impacto en la
salud de la población expuesta y en las actividades productivas de la región, como es el
caso de la pesca y el turismo (Mapa 8).
Por lo anterior, se plantearon los lineamientos para un plan de manejo del área de
estudio, especialmente para la zona crítica (Zona 2) y de acuerdo con su compleja
problemática identificada, se determinaron seis líneas de acción concretas: 1) Agua
potable y Saneamiento básico, 2) Inversión social, 3) Educación ambiental y capacitación,
4) Planes de contingencia, 5) Gobernabilidad, Política y Normatividad y, 6) Generación de
conocimiento científico y aplicado. Sin embargo, como parte del ejercicio de diagnóstico,
igualmente fueron reconocidas las propias para las restantes zonas (Manejo de
vertimientos industriales y Manejo integrado de cuencas hidrográficas), con el fin de
encontrar un panorama mas integral sobre los problemas que atañen a una misma área,
pero que requieren de acciones específicas particulares.
Basándose en los fundamentos anteriores, INVEMAR, el CCCP y CORPONARIÑO, realizaron
un trabajo conjunto de identificación de las principales problemáticas, sus principales
estrategias de acción e identificación de las instituciones involucradas, que han sido
enmarcadas en ocho líneas de acción como principal insumo para la elaboración a corto y
mediano plazo, del Plan de Manejo Ambiental de la zona de estudio, en cuanto a control
de la contaminación por fuentes terrestres, por lo que es pertinente aclarar que este
documento solo identifica los temas más prioritarios dentro del complejo de problemáticas
identificadas en la zona de estudio y que de una manera u otra se ven reflejadas en estos
lineamientos. Se espera que estos se conviertan en una guía que contribuirá a la
disminución parcial o total, a corto o largo plazo de los efectos causados por la
contaminación por fuentes terrestres en el área de estudio
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