EL CLIMA

EL CLIMA
El clima, como el tiempo, es el resultado de una combinación de elementos, pero una combinación
de las tendencias dominantes y permanentes, es decir, de los elementos más generales de la atmósfera en un
determinado lugar.
1. ELEMENTOS Y FACTORES DEL CLIMA
Los principales elementos componentes del clima son: temperatura, humedad y pluviosidad, presión,
vientos. Estos elementos, que son los mismos que los metereológicos, se unen en su distribución y
combinación con tres factores: latitud, continentalidad (opuesta a la existencia de océanos), altitud.
Los elementos y los factores dan lugar a la aparición sobre la tierra de los distintos tipos de climas.
1.1. Las presiones y los vientos
1.1.1. La presión atmosférica
La presión atmosférica en un lugar de la Tierra es el peso de la columna de aire que se encuentra
sobre el mismo. La presión atmosférica se mide por la altura que alcanza una columna de mercurio cuya
presión equilibra la de la atmósfera en un aparato denominado barómetro. Al nivel del mar, su valor medio
es de 760 mm. 1.015 milibares (mb.).
Las diferencias de temperatura engendran las desigualdades de presión. El aire caliente se dilata y al
ser más ligero tiene tendencia a elevarse y a pesar menos a ras del suelo; inversamente, el aire frío se
conprime y tiende a caer, es un aire a alta presión. Del mismo modo, el aire húmedo es más ligero que el
aire seco. Un aire cálido y húmedo da lugar a un área de bajas presiones; llamada depresión. Una zona de
alta presión se designa con el nombre de anticiclón.
Para cartografiar los centros de alta o baja presión se confeccionan los mapas de isóbaras (líneas que
unen los puntos que en un momento tienen igual presión atmosférica).
1.1.2. Depresiones y anticiclones
Los vientos soplan de las altas presiones hacia las bajas presiones. Los anticiclones emiten vientos,
son, por tanto, al nivel del suelo, centros de divergencia de vientos. En los anticiclones en altura nace una
corriente descendente para reemplazar al aire que se escapa del anticiclón. Este movimiento de comprensión
mantiene las fuertes presiones y un cielo puro. Inversamente las depresiones atraen los vientos, son, por
tanto, al nivel del suelo, centros de convergencia de vientos; en altura nace en ellos una corriente
ascendente. Las depresiones funcionan como chimeneas de buen tiro por las que el aire asciende. Por eso
mismo facilitan el enfriamiento de las masas de aire y la formación de las nubes y de la lluvia.
La velocidad del viento depende de la diferencia de presión entre anticiclones y depresiones. Las
isóbaras muy próximas entre si indican que un anticiclón y una depresión muy vigorosa están próximos: la
pendiente barométrica (o gradiente), consecuencia de la diferencia presión, es entonces muy fuerte; por
tanto, el viento soplará con mucha violencia.
La dirección de los vientos no depende solamente de la posición relativa de las áreas de alta y baja
presión, sino que está también condicionada por los efectos de la rotación terrestre.
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La superficie de contacto entre dos masas de aire se llama frente. Esta superficie de contacto no es
nunca vertical, sino inclinada, porque el aire más denso y pesado tiende a introducirse en forma de cuña por
debajo del aire más ligero. Por eso el paso de una perturbación va acompañado de un cambio de tiempo. Y
dos frentes uno cálido y el otro frío van unidos.
1.2. La Temperatura
La distribución de las temperaturas en la superficie del globo se representa por las líneas isotermas.
Estas líneas son curvas que unen puntos que tienen la misma temperatura.
La temperatura media, así como sus variaciones diurnas y anuales, se determina principalmente por
la latitud; la influencia del mar y de la tierra y la altitud.
Amplitud térmica es la diferencia entre la máxima y la mínima temperatura en un período de tiempo.
La Latitud
La temperatura media disminuye y sus variaciones aumentan con la latitud. Las temperaturas
disminuyen del Ecuador hacia los Polos. El mapa de temperaturas medias anuales permite distinguir: una
zona cálida, en la que la media es superior a 20; una zona templada, y una zona fría, cuya media es inferior a
-10.
La diferencia de masa terrestre en ambos hemisferios también se hace sentir en la temperatura. La
variación media en el hemisferio sur, que no solamente tiene menos tierra sino que ésta está concentrada en
los trópicos, es la mitad que en el hemisferio norte.
La influencia del mar y la tierra (continentalidad)
La variación anual de temperaturas también aumenta con la distancia a las costas oceánicas,
especialmente a las costas occidentales pues éstas están generalmente bajo el dominio de los vientos que
vienen del oeste. La variación de la temperatura diurna también depende de la continentalidad.
La Altitud
La temperatura disminuye normalmente con la altitud pero a veces existen efectos especiales de la
topografía y de la circulación del aire que producen desviaciones de la regla general.
Se añaden a estos factores modificadores de las temperaturas los efectos producidos por las
corrientes marinas y por los vientos que refrescan o templan las temperaturas.
2. LAS ZONAS CLIMÁTICAS
2.1. Climas ecuatoriales
El clima ecuatorial se caracteriza por sus temperaturas sensiblemente constantes. La temperatura
media anual es de 25; la amplitud térmica anual no es más que de 3.
El clima ecuatorial no conoce estación seca, ningún mes con menos de 60 mm.: la humedad es
siempre elevada, lo que, unido al calor, da una atmósfera pesada y agobiante. Se producen aguaceros
violentos y totales pluviométricos anuales muy elevados.
El clima ecuatorial comprende una franja que va desde los 51 de latitud Sur hasta los 101 de latitud
Norte.
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2.2. Climas tropicales
Tropical lluvioso
Se diferencian de los anteriores por tener una amplitud térmica mayor, alcanzando los 10. Su
temperatura media del mes menos cálido es superior a 18.
Tropical seco
Al alejarse de la zona ecuatorial, hacia el Norte o hacia el Sur, el total anual de la lluvia disminuye,
las lluvias dejan de ser continuas durante todo el año y se interrumpen para dar paso a meses secos. Cerca
de la zona ecuatorial se dibuja primero un régimen pluvial hecho de una sucesión de cuatro estaciones
alternativamente lluviosas y secas. A medida que se asciende en latitud, aún cuando permaneciendo en el
dominio tropical húmedo, se afirma un régimen con una sola estación de lluvias y una sola estación seca. El
clima tropical monzónico es una simple variedad de los temas tropicales con estación seca.
El clima tropical seco recibe de 750 a 1.100 mm. de agua en una sola estación, que dura de cinco a
siete meses. Las temperaturas varían de modo sensible. De noviembre a febrero es la estación seca y fresca;
de marzo a mayo es la estación seca y tórrida; de mayo a noviembre es la estación de las lluvias. existen
degradaciones de clima tropical seco donde las precipitaciones se reducen (750 a 400 mm.).
Clima monzónico
El clima monzónico es claramente un clima tropical con estación seca que se sitúa a la misma latitud
que el Sahara. Sus características son: temperaturas elevadas, amplitud térmica marcada y lluvias
concentradas en una estación lluviosa de gran intensidad. La originalidad del clima monzónico radica en
que a la misma latitud en África reina el desierto. El primer efecto del monzón consiste, pues, en desplazar
hacia el Norte el clima tropical. El monzón es un viento estacional que sopla, bien del continente, bien del
océano, y desempeña un papel decisivo en Asia meridional.
2.3. Climas desérticos
En el clima desértico, las lluvias son insignificantes e irregulares. La totalidad de lluvias anuales en
los verdaderos desiertos es inferior a 100 mm. La sequedad del aire es extrema. La humedad relativa es
habitual entre inferior al 50% y llega incluso al 20%. En este aire cálido y seco la evaporación es muy fuerte
y se agrava a veces por la acción de vientos desecantes. Las temperaturas varían brutalmente debido a la
falta de vapor de agua y de nubes que amortigüen las oscilaciones.
Causas de la aridez:
- La circulación atmosférica general explica los desiertos subtropicales.
- La continentalidad agrava la sequedad reduciendo las posibilidades de llegada del aire marítimo.
- Las barreras montañasas se oponen a la penetración de los vientos lluviosos.
- La influencia de las corrientes marinas frías crea los desiertos costera.
2.4. Los climas templados
Entre los paralelos 301 y 601 reinan los climas templados, llamados así porque no conocen el calor
continuo de los trópicos ni los fríos constantes de las altas latitudes.
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En los climas templados son las temperaturas las que definen netamente a las estaciones y no las
precipitaciones, como ocurre en los climas tropicales.
El carácter más marcado de los climas templados es el vigor de las estaciones, definidas por las
temperaturas. Dos estaciones son las fundamentales y destacadas: el verano por el calor y el invierno por el
frío, mientras que el otoño y la primavera son estaciones intermedias.
Los climas templados conocen una gran variabilidad del tiempo atmosférico. Las temperaturas son
moderadas y las lluvias suficientes para la agricultura, pero bajo las medias se disimula una gran
variabilidad de los estados del tiempo. Esta variabilidad es uno de los caracteres más acusados de los climas
templados.
Clima mediterráneo
El clima mediterráneo se da en el hemisferio Norte en los países que rodean el Mediterráneo y
también en California (Estados Unidos); en el hemisferio Sur, en Chile central, la región del Cabo, en
África del Sur, y en Australia del Suroeste. A un verano cálido y seco (cuatro meses tienen una media
superior a 201; 3% de las lluvias anuales caen de junio a agosto) sucede un invierno suave y lluvioso. Este
ritmo es típicamente Mediterráneo y nace de que la región se encuentra alternativamente colocada bajo la
acción de una masa de aire meridional en verano y de aire oceánico en invierno.
Pero el clima mediterráneo presenta también algunos rasgos de dureza que no se aprecian en las
medias térmicas y pluviométricas. Las precipitaciones pueden ser de una violencia extraordinaria.
El principal rasgo es la sequía, más o menos acusada, del verano, lo cual es muy raro en el resto del
globo. Las precipitaciones se sitúan en torno a los 400-600 mm. anuales y su distribución estacional varía,
lo que da lugar a diversas variedades. El clima de tipo chino, templado, de invierno suave.
Clima oceánico
El dominio, relativamente reducido, del clima templado oceánico se sitúa sobre las fachadas
occidentales de los continentes.
En el clima oceánico la oscilación térmica entre un invierno suave y un verano fresco es pequeña.
Las lluvias del clima oceánico se reparten a lo largo de todo el año, con un ligero predominio en la estación
fría. La lluvia no cae en grandes aguaceros, sino en forma de lluvia fina o llovizna, que a veces dura días
enteros. La humedad del aire es constantemente elevada.
Clima continental
El clima continental reina sobre la mayor parte de la zona templada propiamente dicha. está muy
bien representado en el hemisferio Norte, donde los continentes ocupan una gran extensión entre los 401 y
601 de latitud. En el hemisferio Sur, a causa del adelgazamiento (o de la desaparición) de los continentes al
Sur del paralelo 401, no se encuentra el clima continental más que en Argentina.
El clima continental es muy contrastado; un invierno frío y seco se opone a un verano cálido y
lluvioso. La amplitud anual de las temperaturas es muy fuerte, lejos de los océanos el invierno es largo y
riguroso; los meses de diciembre, enero y febrero tienen una media inferior a 01; y las temperaturas del
verano son más elevadas que en las regiones oceánicas. Las precipitaciones caen sobre todo durante la
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estación cálida, a finales de la primavera y en verano, en forma de violentos aguaceros de tormenta. Así se
oponen un invierno frío y seco y un verano cálido y lluvioso, mientras que las estaciones intermedias,
primavera y otoño, se recortan notablemente.
Los climas fríos
Los climas fríos del mundo son, de una parte, los de las regiones polares; de otra, los de alta
montaña. Los climas fríos no permiten a los árboles alcanzar su tamaño normal ni a la agricultura obtener
cosechas. Tan hostiles condiciones se dan cuando el mes más cálido no alcanza + 101 de temperatura
media. Los climas fríos no conocen, pues, el verano.
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