ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD EN AGUAS RECREATIVAS

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ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
BORRADOR DE LAS GUIAS PARA AMBIENTES SEGUROS
EN AGUAS RECREATIVAS
VOLUMEN 1: AGUAS COSTERAS Y DULCES
RESUMEN (PARTE 2)
Henry Salas1[1] y Jaime Bartram2[2]
3.
EVALUANDO LA CONTAMINACIÓN FECAL DE LOS AMBIENTES DE LAS AGUAS RECREATIVAS
En su forma más sencilla, los tres principales componentes requeridos en cualquier evaluación son:
clasificación inicial basada en la combinación de evidencia del grado de influencia de materia fecal
(humana) (por medio de la inspección sanitaria de la playa y la cuenca del agua) junto con el conteo de
bacterias indicadoras fecales apropiados (evaluación de calidad microbiológica);
identificación de los factores que probablemente influyan en la contaminación fecal (tales como los ríos
cercanos o drenajes de agua de lluvia los cuales pueden estar influenciados por eventos de lluvia o
reboses del alcantarillado); y
la posibilidad de “reclasificar” un ambiente de agua recreativa (tanto mejor como peor) si un cambio
significativo en el manejo de la cuenca reduce o aumenta la exposición humana al riesgo microbiana (en
algunos momentos o en algunos lugares).
Los resultados de esta evaluación tendrían dos aspectos: una clasificación de aguas recreativas
basándose en el análisis de datos a largo plazo, y la acción inmediata para reducir la exposición a muy
corto plazo (por ejemplo horas o días).
La Figura 4 presenta un enfoque global para las aguas recreativas.
El enfoque bosquejado en la Figura 4 lleva a un esquema de clasificación a través del cual un ambiente
de agua recreativa sería asignado a una clase (por ejemplo: muy pobre, pobre, satisfactorio, bueno o
muy bueno) basándose en el riesgo a la salud. La clasificación de un ambiente de agua recreativa se
basa tanto en la evaluación de los peligros ambientales (inspección sanitaria) como en los componentes
de la evaluación microbiológica de la calidad del agua. El resultado final será una matriz de clasificación
del tipo demostrado en la Tabla 2.
Fig. 4: Marco para la evaluación de los ambientes de aguas recreativas
(números indican secciones en la publicación)
¿Es el cuerpo de agua
usado para recreación de
contacto?
3.1
No clasificado
(reevaluar sí cambia el
uso)
3.1
Evaluación de la calidad
microbiológica del agua
 Análisis de tendencias
 Recolectar datos nuevos
3.3

4.4.3
Evaluación de peligro ambiental
(inspección sanitaria), por
ejemplo, identificar fuentes
potenciales en la cuenca y
evaluar sus riesgos
3.2
¿Es la calidad de agua reflejada en la
inspección sanitaria o vise versa?
3.4
Clasificación de
ambientes de aguas
recreativas
Identificar/reevaluar
puntos críticos de
control
4.
Monitoreo
4.
4.6
Acción de Gestión
Monitoring
4.6
Tabla 2: Matriz de clasificación para ambientes de aguas recreativas
Categoría
de
Inspección
Sanitaria
(susceptibilidad a
la influencia fecal)
Muy Baja
Baja
Moderada
Alta
Muy Alta
Circunstancias excepcionales
Categoría de Evaluación Microbiológica
(conteos de indicador)
A
B
< 40
40 - 200
Muy buena
Muy buena
Muy buena
Buena
Seguimiento*
Buena
Seguimiento*
Seguimiento*
Seguimiento*
Seguimiento*
Circunstancias
excepcionales
C
201 - 500
Seguimiento+
Satisfactoria
Satisfactoria
Pobre
Pobre
D
> 500
Seguimiento+
Seguimiento+
Pobre
Muy pobre
Muy pobre
Notas:
* indica resultados inesperados que requieren investigación (vea secciones 2.2 y 3.4)
+ implica indicadores fecales que no vienen de aguas negras (Ej. ganado), y esto debe validarse
En ciertas circunstancias, puede existir el riesgo de transmisión de patógenos asociados con efectos a la
salud más
severos a través del uso de las aguas recreativas.
Los riesgos a la salud humana dependen
grandemente de circunstancias (a menudo locales) específicas. Las autoridades de salud pública deben
embarcarse en la identificación e interpretación de dichas condiciones (vea sección 3.4). La necesidad
de reevaluación puede ser provocada por varios factores. Dar cuenta de dichos riesgos llevaría a la
reclasificación de un lugar, a menos que el acceso a los usuarios recreativos pueda controlarse.
Las circunstancias excepcionales (vea sección 3.4) se relacionan a periodos de mayor riesgo conocidos
tales como el brote de un patógeno que pueda trasportarse en el agua, rotura en los colectores de aguas
negras y colectores combinadas en el sistema de captación de la playa, etc. Bajo dichas circunstancias,
la matriz de la clasificación sería reemplazada.
Los esquemas de clasificación permiten la gestión local para responder a áreas de contaminación
limitadas o esporádicas y por lo tanto sube la clasificación de las aguas recreativas. Esto se logra
descontando los datos derivados de períodos de tiempo en que las acciones para desalentar el uso
recreativo eran utilizadas y demostraban ser efectivas (sección 3.3). El esquema de clasificación, (en
contraposición al enfoque de pasa/falla) provee por lo tanto incentivos para acciones de manejo local
así como para la disminución de la contaminación. Además provee un informe genérico del nivel de
riesgo apoyado en la elección personal informada e indica las principales acciones de monitoreo y
manejo que probablemente son las más apropiadas.
El esquema se enfoca en la contaminación fecal de los humanos, dándole menos importancia a la
contaminación fecal de otras fuentes, tales como los drenajes de áreas donde pastan animales y donde
hay cría intensiva de ganado, la presencia de las gaviotas en la playa o el uso de la playa para perros y
caballos. Sin embargo, en general, debido a la “barrera de las especies”, se asume la densidad de
patógenos de importancia para la salud pública es menor en la excreta animal que en la excreta
humana y por lo tanto representa un riesgo menor para la salud humana. Como resultado, el uso de
bacterias indicadoras fecales solo es un índice de riesgo a la salud humana que puede sobreestima
significativamente los riesgos donde los indicadores se deriven de otras fuentes que no sean la excreta
humana. Sin embargo, el riesgo a la salud humana asociados a la contaminación de las aguas
recreativas con excremento animal no es nulo, y algunos patógenos como el Crystoporidium parvum y
el E. Coli O157:H7, pueden ser transmitidos por esta vía.
Identificación de los ambientes de aguas recreativas
El uso recreativo de las aguas continentales y las aguas marinas está aumentando en muchos países a
través del mundo. Estos usos varían desde los deportes de inmersión total, tales como la natación, el
surfing y el piragüismo hasta los deportes de no contacto como la pesca, caminar, observar pájaros e ir
de gira. Las categorías de la recreación acuática: no contacto, contacto casual y contacto total del
cuerpo se describen detalladamente en el capítulo 1 de las Guías para Ambientes Seguros de Aguas
Recreativas de la OMS.
Este capítulo se trata de actividades acuáticas recreativas donde tiene lugar el contacto total del cuerpo
(por ejemplo, aquellas donde hay un riesgo significativo de tragar agua) Si el cuerpo de agua no se usa
para recreación que conlleve contacto total del cuerpo con el agua, entonces el ambiente de agua
recreativa debe mantenerse sin clasificar hasta que su uso cambie (o haya datos epidemiológicos
confiables para actividades recreativas de poco contacto). Donde tal contacto ocurre, se deben llevar a
cabo una evaluación ambiental de los riesgos y una evaluación de calidad microbiológica del agua.
Evaluación de los peligros ambientales
Las tres fuentes más importantes de contaminación con excreta humana de las aguas recreativas para
propósito de la salud pública son: aguas negras; descargas ribereñas, donde el río es receptor de aguas
negras y se utiliza directamente para recreación acuática o desemboca en un lago o área costera que se
utiliza para recreación; y contaminación por los bañistas, incluyendo excremento. La información
recopilada durante las inspecciones sanitarias se describe en esta sección de las Guías para Ambientes
Seguros de Aguas Recreativas de la OMS.
También se ofrece información que puede ayudar a evaluar la seguridad de las aguas recreativas y a
controlar los riesgos asociados, como por ejemplo:
lluvia (duración y cantidad);
viento (velocidad y dirección);
mareas y corrientes; y
fisiografía de la costa.
Los riesgos relativos a la salud humana a través de descargas de aguas negras, descargas ribereñas
contaminadas con aguas negras y contaminación por los bañistas han sido clasificados en este capítulo
(vea más abajo). Al hacer esto se ha tomado cuenta de la probabilidad de la exposición humana y el
tratamiento de las aguas negras. Al considerar las descargas de aguas negras y las descargas ribereñas
hacia las aguas recreativas, también se toma nota de la carga de contaminación usando la población
como índice.
Es necesario tomar en cuenta las circunstancias locales que pueden conducir a una variación. Por
ejemplo, las aguas negras que se descargan en un estuario con intercambios pequeños de marea
tendrán un efecto distinto a la misma cantidad de descarga de aguas negras en un estuario con grandes
intercambios de marea. Así mismo, un río que descarga en una bahía cerrada puede considerarse de
mayor riesgo que uno que descarga en mar abierto.
Mientras en muchas circunstancias varias fuentes de contaminación serían significativas en un solo
lugar, el ambiente de agua recreativa se cataloga mejor de acuerdo a la fuente de contaminación más
importante.
Las secciones siguientes ayudan a ubicar los ambientes de aguas recreativas en una categoría de
inspección sanitaria que indique la susceptibilidad de la influencia fecal, pero no pueden eliminar
totalmente la subjetividad regional de tal clasificación.
1) Descargas de aguas negras (incluyendo desbordamiento de alcantarillado combinado y las descargas
de agua de lluvia)
El riesgo relacionado a las aguas negras es una combinación de la probabilidad de contaminación y,
donde ocurre la contaminación, el grado de desactivación a través del tratamiento.
Descargas de aguas negras, o emisarios submarinos, podrían clasificarse en tres tipos principales:
aquellas donde la descarga es directamente a la playa (en sima del nivel bajo del agua en áreas de
marea);
aquellas que descargan a través de emisarios cortos, donde la descarga es en el agua, pero el agua
contaminada por las aguas negras probablemente contamine las áreas de aguas recreativas; y
aquellas donde la descarga es a través de emisarios largos al mar, donde las aguas negras se diluyen y
se dispersan y los criterios de diseño para el emisario deben asegurar que las aguas negras no
contaminan las áreas de recreación acuática.
Mientras los términos “corto” y largo” se usan a menudo, el longitud es generalmente menos importante
que la ubicación apropiada y la difusión efectiva, lo que asegura que la contaminación probablemente no
llegue a las áreas de recreación.
Las descargas directas de aguas negras crudas, (por ejemplo, a través de emisarios cortos o
desbordamiento del alcantarillado combinado que contienen una mezcla de aguas negras y aguas de
escorrentía) en áreas recreativas presentan un serio problema para la salud pública. Las autoridades de
salud pública deben tomar medidas para proteger la salud pública donde esto ocurre y cooperar con las
autoridades correspondientes para alentar el abandono de esta práctica. Los usuarios de las aguas
recreativas, que no son nadadores, pueden aventurarse a entrar en áreas cerca de la descarga de
efluentes donde la calidad del agua no ha sido tradicionalmente monitoreada pero donde podrían existir
riesgos elevados a la salud. Estas exposiciones también representan un riesgo potencial significativo
para dicha población y deben manejarse tomando las medidas apropiados.
Para emisarios cortos, el riesgo relativo aumenta de acuerdo al tamaño de la población contribuyente.
Un emisario efectivo se presume está diseñado correctamente, con una longitud suficiente y una
profundidad suficiente de descarga del difusor para asegurar una baja probabilidad de que el campo
diluido de las aguas negras llegue a la zona de la playa.
En términos de salud pública, generalmente se asume que los procesos de dispersión, dilución,
sedimentación y desactivación (por aislamiento, depredación, muerte natural, etc.) siguientes a la
descarga en el ambiente marino (o en cuerpos de agua dulce) del emisario nos llevará tener cierto
grado de seguridad en términos de salud pública. Un número de factores de confusión reduce la
eficiencia de esta práctica. Los más importantes entre éstos están aquellos que contribuyen al
desplazamiento rápido de las aguas crudas a las áreas recreativas. Por ejemplo, donde las aguas
crudas son relativamente tibias y de baja salinidad en comparación con el cuerpo de agua que las recibe,
se mezclan pobremente y forman una capa flotante. Tales capas no debe formarse donde se han
colocado difusores bien diseñados y operados a los emisarios submarinos combinado con tratamiento
preliminar para la remoción de flotantes, y la grasa y el aceite. Donde se forman, van estar
influenciadas por el viento y podrían por lo tanto contaminar las aguas recreativas severamente (aunque
queden distantes). Mientras no se provea seguridad a largo lazo para la salud pública, se debe
reconocer que existen períodos de alto riesgo (tales como durante los vientos hacia el litoral) en dichas
playas y se deben tomar las debidas precauciones (avisos de advertencia, designar áreas de natación o
prohibir el contacto primario con la agua en esas áreas). Las corrientes costeras y las mareas también
dan lugar a problemas similares y se podría reconocer su existencia y tratarlos de forma similar.
Una práctica que existe en muchos países para controlar la contaminación por descargas de aguas
negras es mantenerlas almacenadas por períodos de tiempo variables. Mantener las aguas almacenadas
durante la temporada, aísla efectivamente los usuarios de las fuentes de contaminación. Este enfoque
es de aplicabilidad limitada, por razones prácticas, pero sería totalmente efectivo solo en lugares donde
hubiera un alto estricto a las actividades recreativas al finalizar la temporada, La eficacia de la retención
por corto tiempo – tal como retener durante el día y descargar en la noche-- es menos segura y está
fuertemente influenciada por la naturaleza de las descargas y los factores ambientales como discutidos
previamente. Los riesgos a la salud asociados a la arena de la playa y los sedimentos de la zona litoral
aún no están muy claros.
El grado de tratamiento aplicado a las aguas negras varía ampliamente e incluye:
ningún tratamiento (descarga de aguas crudas no tratadas)
tratamiento preliminar (con mili o microtamices para remover los sólidas de mayor diámetro, sistema
para remover grasa y aceite, tal como la flotación);
tratamiento primario convencional (sedimentación física);
tratamiento secundario convencional (sedimentación primaria además de procesos biológicos rápidos,
tales como filtros percoladores/lodos activados);
tratamiento secundario más desinfección (cloración, rayos ultravioletas u ozono);
tratamiento terciario convencional (tratamiento de aguas negras avanzado, que incluye sedimentación
primaria, tratamiento secundario más, por ejemplo, coagulación - filtración con arena, rayos
ultravioletas, micro filtración);
tratamiento terciario más desinfección; y
lagunas (tratamiento biológico lento).
De estos, lagunas, el tratamiento primario convencional más el tratamiento secundario, el tratamiento
terciario y la desinfección resultan en la reducción significante de la contaminación por indicadores y/o
patógenos. Se debe apuntar, sin embargo que algunos tratamientos, particularmente la desinfección
(en particular, la cloración), puede afectar la validez de la evaluación de riesgos debido a una posible
atenuación entre los organismos indicadores y patógenos dentro de los sistemas de tratamiento,
llevándonos a subestimar los riesgos, particularmente con los virus entéricos y los Cryptosporidium
resistentes a la desinfección.
La escorrentía urbana y las descargas de alcantarillado combinado se incluyen dentro del esquema
como descargas directamente a la playa. Sistemas sépticos y colectores de agua de lluvia/alcantarillado
combinado se presumen ser equivalente al tratamiento primario. La clasificación se basa en una
evaluación cualitativa de los riesgos de contacto/exposición bajo condiciones “normales’ respecto a la
operación del proceso de tratamiento y las condiciones hidrometeorológicas y oceanográficas. Los
riesgos a la salud humana a través de la exposición a aguas negras a través de emisarios submarinos
pueden clasificarse como lo demuestra la Tabla 3.
Tabla 3: Riesgo potencial relativo a la salud humana por medio de la
exposición a las aguas negras a través de emisarios submarinos.
Tratamiento
Ningunc
Preliminar
Primario
(incluyendo
tanques sépticos)
Secundario
Secundario mas
Desinfección
Terciario
Terciario mas
Desinfección
Lagunas
Tipo de descarga
Directamente en la playa
Muy alto
Muy alto
Emisario cortoa
Alto
Alto
Emisario efectivob
N/A
Bajo
Muy alto
Alto
Bajo
Alto
Alto
Bajo
Moderado
Moderado
Muy bajo
Moderado
Moderado
Muy bajo
Muy bajo
Muy bajo
Muy bajo
Alto
Alto
Bajo
a
El riesgo relativo es modificado por el tamaño de la población. El riesgo relativo aumenta para
descargas de poblaciones grandes y disminuye para descargas de poblaciones pequeñas.
b
Esto asume que la capacidad del diseño no se ha excedido y que las condiciones extremas del
clima y del océano se han considerado en el objetivo del diseño (ej. ausencia de aguas negras en la zona
de playa).
c
Incluye reboses del alcantarillado combinado.
2) Descargas ribereñas
Los ríos que descargan en las áreas costeras pueden llevar una abundante carga de microorganismos de
diversas fuentes, incluyendo las aguas negras municipales (tratadas o sin tratar) y de la cría de
animales. Después de la lluvia, las cargas microbianas pueden aumentar significativamente debido a la
escorrentía, los desbordamientos del colectores de agua de lluvia y la re-suspensión de sedimentos.
Los niveles de contaminación costera pueden por lo tanto elevarse después de un período de lluvias, y
los períodos de alto riesgo en algunas áreas costeras pueden relacionarse con dichos datos
climatológicos. Una vez que se reconoce y se califica el peligro, se deben tomar prospectivamente
medidas preventivas sencillas que alerten los usuarios del agua sobre tales peligros y/o prevenir el uso
recreativo durante tales períodos.
Esta sección de las Guías para Ambientes Seguros de Aguas Recreativas de la OMS continua a describir
áreas recreativas en ríos, embalses, así como áreas costeras protegidas. Se clasifica descargas ribereñas
con respeto a la carga de las aguas negras efluente y el grado de dilución.
3) Bañistas
Esta sección de las Guías para Ambientes Seguros de Aguas Recreativas de la OMS describe los riesgos
potenciales para la salud asociados con la contaminación fecal causada por los bañistas. Los dos
factores principales y de importancia relacionados a los bañistas son la densidad de bañistas y el grado
de dilución. La disponibilidad de baños públicos también es un factor. Se provee clasificaciones de
riesgos relativos.
4) Investigación de seguimiento: Identificación de las fuentes
Se recomiendan análisis de seguimiento cuando el conteo de enterococos es alto pero la evaluación del
riesgo ambiental indica un bajo impacto sanitario o viceversa. La posibilidad de un simple error tanto en
el análisis como en la inspección sanitaria siempre se debe tener en cuenta y se debe investigar. El rol
principal del seguimiento es ayudar a identificar la fuente de contaminación fecal ayudando así en la
evaluación y el manejo de la contaminación fecal en los ambientes de aguas recreativas.
Esta sección de las Guías para Ambientes Seguros de Aguas Recreativas de la OMS presenta una gama
de parámetros disponibles que sirven para las investigaciones asociadas a encuestas sanitarias y a
investigaciones de seguimiento (Bartram & Rees, 2000), como, por ejemplo, Clostridium Perfringers
(Fujioka et al., 1999) y esteroles fecales (Bartram & Rees, 2000).
Un alto conteo de enterococo en una aparente ausencia de problemas sanitarios puede implicar un
desarrollo ambiental del enterococo, pero es mucho más probable que sea el resultado de una fuga
escondida del alcantarillado/séptico o aguas de lluvia (comprobada por la presencia de C. Perfringens).
La detección de concentraciones de nutrientes (nitrógeno y fósforo) relativamente alta en las aguas
recreativas o en las aguas de captación también apoya la presencia de descargas de aguas negras.
3.3 Evaluación de la calidad microbiológica del agua
A continuación se resumen brevemente las diferentes etapas del proceso de evaluación de la calidad
microbiológica de un ambiente de recreación acuática:
Etapa 1: Muestreo inicial para determinar si existe una variación espacial significativa. Se deben tomar
muestras en lugares espacialmente separados al inicio de la temporada en diferentes días. Al escoger el
momento para tomar las muestras se debe considerar cuál es probablemente el período de máxima
contaminación por las descargas locales de aguas negras y la descarga máxima de los bañistas (Ej. la
tarde o el día después de que un gran número de bañistas usaron el agua).
Etapa 2: Evaluación de las variaciones espaciales en base a los datos obtenidos en la etapa anterior.
Etapa 3: Muestreo intensivo (si no hay variaciones espaciales significativas) y evaluación de los
resultados. Si no hay evidencia de variación espacial, la clasificación inicial se determina de los
resultados obtenidos en la inspección sanitaria y la evaluación de la calidad microbiológica. La calidad
microbiológica de todas las aguas recreativas se clasifica en cuatro categorías por el percentil 95 de la
distribución de enterococo según lo muestra la Tabla 1.
Etapa 4: Definición, evaluación y manejo separados de las áreas impactadas si hubiese una variación
evidente en la Etapa 2.
Etapa 5: Monitoreo de ratificación al año siguiente, usando un régimen de muestreo reducido y
repetición de la inspección sanitaria. Si la clasificación es muy buena o muy pobre, se puede justificar
un monitoreo menos frecuente si las medidas de manejo apropiadas se llevan a cabo.
El programa de muestreo debe ser representativo de la gama de condiciones del ambiente de
recreación acuática mientras está en uso. Al determinar la clasificación de las aguas recreativas, se
deben usar todos los resultados obtenidos en días en que el área de recreación acuática estuvo abierta
al público. Por ejemplo, no sería aceptable que se tomaran nuevas muestras si el resultado fuese
inesperadamente alto y usar los resultados de las nuevas muestras y no el de las muestras originales
para propósitos de clasificación. Por otro lado, muestras reactivas que se toman después de un evento
adverso para investigar el impacto total de ese evento en la playa, no deben incluirse en el análisis.
Siempre y cuando pueda demostrarse que se desalentó el uso recreativo efectivamente, los resultados
microbiológicos de esos días tampoco tienen que incluirse en los datos usados para clasificar el ambiente
de recreación acuática.
Un tema de mayor importancia en la evaluación de la calidad microbiológica de las aguas es el de
recoger suficientes muestras para hacer un estimado apropiado de las densidades a las que
probablemente los usuarios de las aguas recreativas están expuestos. Recomendaciones previas
basadas en 20 o menos muestras no se consideran estadísticamente representativas, dada la variación
usual en los indicadores fecales microbiológicos. Cuando veintitantas muestras se analizan, la precisión
del estimado del percentil 95 es baja. Aumentar el número de muestras, por ejemplo unas 100
muestras, aumentará la precisión.
El número de resultados disponibles
puede aumentar significativamente –sin costo adicional—si
contabilizamos datos de varios años. Esta práctica se justifica a menos que exista una razón para creer
que las condiciones locales (contaminación) hayan cambiado, lo que ocasionaría que los resultados se
desviaran del comportamiento establecido. Para efectos prácticos, se sugiere que se usen los datos de
al menos 100 muestras desde un período de cinco años y un conjunto de datos rodando de períodos de
cinco años para propósitos de evaluación microbiológica. En muchas situaciones, se requeriría un
período de tiempo más corto, donde, por ejemplo, las autoridades competentes lleven a cabo un
muestreo más intensivo. Así mismo, se requerirán menos muestras –por ejemplo, donde la calidad del
agua es muy pobre (sección 3.4).
Varias bacterias indicadoras, incluyendo E. Coli, coliformes termo tolerantes y enterococo/estreptococo
fecal, se usan para monitorear las aguas recreativas.
Cuando se hace un cambio entre los indicadores, habrá pocos datos disponibles en los primeros años de
la implementación. Para superar esto, se deben aplicar factores correctivos apropiados para las
condiciones locales a los registros históricos.
Tales factores de conversión podrían obtenerse
normalmente de los resultados de los análisis locales.
Para muchos lugares, habrá una gran cantidad de datos históricos disponibles que puedan ser usados
para la clasificación preliminar del ambiente de recreación acuática. Si estos datos históricos incluyen
las pruebas para enterococo, entonces no habrá ningún problema en usar esos datos. Sin embargo,
muchos administradores de ambientes de recreación acuática tienen datos basados solamente en el
conteo de coliformes y coliformes fecales. No hay una relación exacta entre el conteo de estreptococo
fecal y el conteo de coliformes fecales. Sin embargo, una relación derivado de los datos del Reino Unido
puede expresarse por la ecuación siguiente, el cual puede ayudar en la interpretación de los datos
históricos.
log del conteo de coliformes fecales = 1.028 + 0.601* log conteo estreptococo fecal
Por consiguiente, conteos de=100 coliformes fecales/100 ml pueden corresponder a =40 estreptococo
fecal/100ml, =250 coliformes fecales/100 ml a 200 estreptococo fecal /100ml y 450 coliformes
fecales/100 ml a =500estreptococo fecal/100 ml. Sin embargo esta equivalencia no es exacta y, si
fuese posible, los administradores de los ambientes de aguas recreativas deberán definir la relación que
existe en sus aguas.
Figura 5. Relación entre conteos de los coliformes fecales y estreptococo fecal en las aguas recreativas
del Reino Unido después de censurar valores de cero
3.4 Clasificación de los ambientes de aguas recreativas
1)
Clasificación Inicial
El resultado de la evaluación de peligros y de la evaluación de la calidad microbiológica del agua es una
clasificación de cinco niveles para los ambientes de aguas recreativas—muy buena, buena, satisfactoria,
pobre, muy pobre (ver Tabla 2 anterior). Si la evaluación de la variación espacial demuestra que los
niveles de contaminación microbiana más altos se limitan a solo una parte del área de recreación
acuática, entonces será necesario llevar a cabo una evaluación y un manejo separados.
En casos donde existen fuentes múltiples de contaminación, se utiliza la fuente singular más significante
para determinar la susceptibilidad a la influencia fecal. Las contribuciones relativas de las descargas
ribereñas y las densidades de bañistas necesitan escalarse basado en el conocimiento local de las
condiciones hidrológicas.
Si los resultados obtenidos identificaran eventos (tales como lluvia) que predigan cuando la calidad del
agua se deteriora, sería posible poner anuncios en la playa desalentando su uso para natación después
de tales eventos. Las muestras tomadas mientras estén vigentes esos avisos de no usar las playas para
natación, no deben ser incluidas en la clasificación. Sin embargo la administración debe demostrar que
han estado activamente desalentando el uso recreativo y que sus esfuerzos en ese aspecto han sido
muy exitosos. (vea reclasificación que sigue)
................................................................................................................................................
4. MONITOREO Y AUDITORÍA
El monitoreo y la auditoría incluyen inspección visual de las fuentes de contaminación potenciales en el
área de captación, toma de muestras del agua y verificación de los puntos críticos de control. Los
puntos críticos de control son aquellos puntos a los que se le puede monitorar para proveerle
información a los administradores de manera que las acciones de gestión que tomen puedan tener
impacto en el riesgo de la exposición. Los ejemplos incluyen lluvia en el área de captación, los puntos
de descargas municipales, la operación de plantas de tratamiento, los desbordamientos del alcantarillado
combinados y la conexión ilegal al alcantarillado combinado.
Luego de la clasificación inicial, se propone que todas las categorías de los ambientes de aguas
recreativas estén sujetas a una inspección sanitaria anual para determinar si las fuentes de
contaminación han cambiado.
En las áreas de aguas recreativas donde no ha habido ningún cambio a la inspección sanitaria y la
categoría de inspección sanitaria fue “Muy baja” o “Baja”, se propone que la evaluación microbiológica
se repita una vez cada 5 años. Para las playas donde la inspección sanitaria resulte en una clasificación
de “Muy alta” para la susceptibilidad a contaminación fecal (donde la natación debe ser fuertemente
desalentada), aplica una situación similar. Para ambientes de aguas recreativas de calidad intermedia
(“Moderada” y “Alta) se recomienda un programa de muestreo microbiológico anual. (Tabla 4).
Tabla 4: Cronograma de Monitoreo Recomendado
Categoría
de
inspección
sanitaria
Inspección microbiológica
Muy baja
Cada 5 años
Baja
Cada 5 años
Moderada
Muestro anual de bajo nivel
4 muestras x 5 ocasiones durante la
temporada alta
Verificación anual de la efectividad
de la gestión
Muestreo adicional si se obtienen
resultados anormales
Alta
Muestro anual de bajo nivel
4 muestras x 5 ocasiones durante la
temporada alta
Verificación anual de la efectividad
de la gestión
Muestreo adicional si se obtienen
resultados anormales
Muy alta
Cada 5 años
Inspección sanitaria
Anual
Anual
Anual
Anual
Anual
5. Referencias
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