Transporte y Seguros - Facultad de Derecho

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PRIMERAS JORNADAS DE LA SALA DE DERECHO DE LOS
TRANSPORTES DEL INSTITUTO DE DERECHO COMERCIAL
Facultad de Derecho UDELAR
TRANSPORTE Y SEGUROS
Dra .Alicia Ferrer Montenegro
I.- El título de la presente exposición alarma, por cuanto parece abarcativo de
dos temas cuya dimensión y complejidad impiden un abordaje razonable en un tiempo
breve.
Resultará imprescindible, pues, resumir su contenido a analizar básicamente la
importancia que el contrato de seguro tiene para los empresarios del transporte terrestre
de mercaderías en su modalidad carretera.
Importante es señalar que nos referiremos en esta charla al seguro de
responsabilidad civil del transportista terrestre de mercaderías, y no ingresaremos al
seguro de vehículos de carga.
Previamente debe decirse que transporte y seguros son dos contratos mercantiles
cuya importancia en la actividad económica actual es relevante.
El primero con un régimen de responsabilidad riguroso que el empresario de
transporte asume al realizar su actividad.
El segundo que viene a amortiguar los riesgos que toda actividad económica
conlleva y fundamentalmente los derivados de la responsabilidad del transportista.
La finalidad de esta exposición, es analizar cómo se amalgaman las prestaciones
de los aseguradores y el régimen legal del contrato de seguro con las disposiciones
legales en materia de responsabilidad del transportista dispuestas por nuestro Código de
Comercio.
Dicho de otra manera, ¿es el seguro adecuada respuesta a la demanda de
cobertura de los riesgos de responsabilidad civil del transportista terrestre de
mercaderías en el Uruguay?
Adelantamos una respuesta positiva por las razones que a continuación se
expondrán.
II.- El empresario de transporte terrestre responde por las mercaderías a
transportar desde que las recibe hasta que verifica la entrega. El desfalco, detrimento o
menoscabo que sufran serán de su cuenta.
Solo quedará exonerado en caso que los daños provengan de vicio propio, fuerza mayor
o caso fortuito, y en cualquiera de esas circunstancias deberá el transportista probar
cualquiera de estos hechos. Aún en estas hipótesis responde si se probare que la avería o
pérdida provino de su negligencia o culpa por haber dejado de emplear los medios y
precauciones practicadas en circunstancias idénticas por personas diligentes. (Artículos
167 a 170 Código de Comercio)
La atenuación a tamaña responsabilidad, resulta de lo dispuesto en el artículo
175 del mismo cuerpo legal, que impone al destinatario brevísimos plazos para la
reclamación por detrimento o avería de los efectos transportados que debe hacerse al
tiempo de la recepción cuando los mismos tienen señas exteriores del daño o dentro de
las veinticuatro horas siguientes cuando deba esperarse a la apertura de los bultos.

Profesora Agregada de Derecho Comercial en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica
Profesora Adjunta de Derecho Privado IV y V en la Facultad de Derecho UDELAR
Miembro titular del Instituto de Derecho Comercial de la Facultad de Derecho UDELAR
Sin perjuicio de la normativa nacional, existe también a nivel internacional
distintas disposiciones que alcanzan a la responsabilidad del transportista internacional
terrestre de mercancías, siendo referencia necesaria en nuestro tema el artículo 13 del
Acuerdo sobre Transporte Internacional Terrestre (ATIT) que hace obligatorio el seguro
al que nos referiremos.
III.- El asegurador, por su parte, al celebrar con el empresario de transporte el
contrato de seguro que tiene como cobertura la responsabilidad civil de éste, tiene
presente su régimen legal, y las condiciones generales y particulares del contrato se
deben ajustar a la cobertura solicitada.
Este contrato de seguro tiene por objeto, rembolsar al asegurado (hasta el límite
del valor asegurado), las cantidades por las cuales, según disposición de las leyes
comerciales y civiles, sea el responsable, como consecuencia de las pérdidas o daños
sufridos por los bienes o mercaderías pertenecientes a terceros y que le hayan sido
entregadas para su transporte por carretera para viaje internacional, contra conocimiento
de transporte de carga por carretera u otro documento hábil, siempre que tales pérdidas
o daños ocurran durante el transporte o sean causados directamente por su causa. Se
encuentra también cubierta la responsabilidad del asegurado por las pérdidas o daños
sufridos por los bienes o mercaderías, a consecuencia de los riesgos de incendio o
explosión en los depósitos, almacenes o patios usados por el asegurado, aunque dichos
bienes o mercaderías se encuentren fuera de los vehículos transportadores. Los
depósitos, almacenes o patios usados por el asegurado deberán estar cubiertos o
cerrados. A falta de lugares cubiertos o cerrados, será requisitos para el mantenimiento
de la cobertura, que las mercaderías o bienes se encuentren en lugares adecuados y bajo
vigilancia permanente.
El contrato contiene también una larga lista de riesgos excluidos, listado de
bienes no comprendidos por la cobertura y disposiciones sobre bienes o mercaderías
especiales como animales, objetos de arte, eetc., que normalmente quedan sujetas a
condiciones particulares.
El monto asegurado y el límite de responsabilidad se pacta en las condiciones
particulares del contrato de seguros.
Las obligaciones del asegurado en caso de siniestro se encuentran regularmente
en las condiciones generales y van desde la comunicación dentro de los tres días de
ocurrencia del siniestro, la adopción de las providencias impostergables para impedir el
agravamiento del daño, informar al asegurador sobre todo lo que este pida, y
especialmente del inicio de toda acción civil o penal que se le entable.
IV.- La problemática que plantea el seguro de transporte se encuentra,
básicamente en dos cuestiones: los riesgos excluidos y la liquidación de pérdidas y
averías.
Se añade a esto una tercera cuestión y es la vinculada a las acciones de recupero
que en virtud de la subrogación del asegurador en los derechos del cargador o
destinatario de la mercadería, éste realiza contra el transportista.
En forma sintética, pasaremos revista a las tres cuestiones.
IV. 1) Los riesgos excluidos suelen ser, con muy pocas diferencias los
siguientes:
a) Dolo o culpa grave del asegurado.
b) Por incumplimiento de las disposiciones que regulan el transporte de carga,
uso de vehiculo para fines distintos a su habilitación; conductor sin licencia
habilitante, etc..
c) Demora en el transporte
d) Acción de la temperatura, moho, bacterias, gusanos, insectos, roedores,
radiaciones, desinfecciones, fumigaciones, o cualquier otra medida sanitaria
cuando no es exigida por los riesgos cubiertos.
e) Pérdida de mercados y fluctuación de precio.
f) Guerra, rebelión, insurrección, confiscación, terrorismo,etc..
g) Terremotos, erupción volcánica, inundación. Tornado, rayo, meteorito,
huracán, aludes, caída de árboles y puentes.
h) Rotura, abolladura, derrame, pérdida de líquido, raspado, rajadura,
deformación, contaminación, contacto con otra carga, agua dulce, o de
lluvia, oxidación, herrumbre, a menos que derive de un riesgo cubierto.
i) Choque de los bienes o mercaderías aseguradas entre sí o con cualquier
objeto, transportado o no, salvo que sea consecuencia de vuelco
desbarrancamiento o choque del vehiculo transportador de los objetos.
j) Vicio propio o inherente a la naturaleza de los bienes o mercaderías
transportadas.
k) Inadecuada estiba de las mercaderías, mal acondicionamiento, insuficiencia o
impropiedad del embalaje.
l) Robo, hurto, extravío, falta de bultos enteros e infidelidades salvo el pago de
la prima adicional e inclusión de cláusula particular.
Esta lista de exclusiones de cobertura es usada uniformemente por las empresas
aseguradoras en todo el mundo.
IV.2.- Liquidación de averías y pérdidas.
La naturaleza indemnizatoria del seguro hace que solo se paguen los daños
reales, los efectivamente sufridos, sin que el siniestro pueda generar un lucro al
asegurado.
Ello obliga a un complejo procedimiento de determinación de los daños sufridos
y posterior liquidación de la indemnización, para lo cual se tiene en cuenta el valor
asegurado, considerando que ese valor puede considerarse por camión y por viaje y que
normalmente existe un monto máximo que cubre la carga.
El transportista puede pedir cobertura por un monto mayor, para el viaje en
cuestión, mediante una excepción y el pago de prima especial.
El procedimiento de determinación del daño y liquidación de la indemnización
resulta en ocasiones complejo e insume tiempo. Se conocen demoras de más de un año
para culminar el proceso. Ínterin, el transportista que ha denunciado en tiempo el
siniestro debe soportar el accionamiento de su acreedor, incluso las medidas cautelares
que su reclamación pudiera tener como consecuencia.
Por otra parte, es común que el cargador o destinatario de las mercaderías
contrate un seguro sobre ellas, y en caso de pérdidas o averías, ellos cobrarán la
indemnización sobre el valor liquidado.
IV.3.- En ese caso, el asegurador que abona la indemnización, se subroga en los
derechos del asegurado que ha sido víctima del daño, e inicia la acción de recupero
contra el transportista.
La obligación de resarcir el daño no queda extinguida para al transportista, ya el
acreedor original satisfecho por su asegurador, queda sustituido por este tercero en la
relación contractual del transporte, tercero que goza de los derechos y garantías del
anterior acreedor.
La aseguradora que abonó, podrá reclamar al transportista hasta el monto
pagado, lo que deja subsistente la posibilidad de que el acreedor originario pueda
accionar por los derechos de crédito que subsistan más allá de la suma pagada y
recibida. Tendrá pues, el transportista dos acciones en su contra.
Aparece aquí la cuestión de si puede o no el transportista discutir, por ejemplo el
monto de lo pagado en virtud de la determinación y liquidación de los daños, habiendo
sido él totalmente ajeno a tal procedimiento. Jurisprudencia y doctrina señalan que el
transportista no puede oponer defensas que se sustenten sobre la relación aseguradora,
razón por la cual esta cuestión no puede ser discutida.
¿Cuál puede ser la importancia de este asunto si el transportista tiene seguro y en
definitiva la reclamación que el subrogante realiza será finalmente pagada por su propio
asegurador? Puede haberse dado en el caso algunas de las hipótesis de exclusión
indicadas antes, y no gozar el transportista de la protección de su póliza. Puede la
reclamación exceder el monto del valor asegurado. En fin, pueden darse circunstancias
diversas en que el transportista se vea enfrentado al proceso de recupero sin cobertura
de su propio seguro.
Una alternativa que suele manejarse desde el punto de vista práctico por los
transportistas es ofrecer a sus clientes el seguro sobre sus mercaderías a ser contratado
por la misma empresa aseguradora con la que éste ha contratado. De esta manera, el
transportista que tenga que responder frente al cargador, no sufrirá ninguna
consecuencia, porque una vez determinados los daños, liquidados y pagados la
aseguradora no accionará contra el transportista que es su propio cliente.
V.- El seguro de transportes plantea problemáticas variadas, está sometido a una
casuística constante y es objeto permanente de preocupación tanto en el sector
transportista como en el asegurador.
En términos generales puede afirmarse que la relación entre transportistas
terrestres de mercaderías y aseguradores es amigable.
En Uruguay no han existido grandes problemas, básicamente por la existencia de
un sector asegurador estable, sin perjuicio de la inestabilidad que le provocó al sector
transportista en algún momento la exclusión del riesgo asalto a mano armada y que puso
en riesgo de insolvencia a más de una empresa transportista. La flota uruguaya
incorporó el control satelital y con ello logró superar el problema.
Resta superar las cuestiones planteadas.
Siendo Uruguay un mercado pequeño, ello permite un conocimiento y
relacionamiento entre los distintos agentes de la actividad que nos autoriza a realizar
esta expresión de deseos, a modo de conclusión.
Basta una mesa grande y unas tasas de café, para que transportistas y
aseguradores encuentren soluciones a la problemática planteada.
Hoy tenemos a ambos sectores estables en su actividad, y también en lo
económico-financiero. Se necesitan mutuamente. Creo posible un acuerdo razonable
entre ambas partes que ponga fin a la problemática planteada.
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