Alegorias del mestizaje chileno; Sonia Montecino

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Universidad Academia de Humanismo Cristiano
Taller "Metodos de Estudio"
MADRES Y HUACHOS.
"Alegorias del mestizaje chileno"
© Sonia Montecino
© Ed. Sudamericana
1996
INTRODUCCION
Voy a explicar en las páginas posteriores lo que he captado y tratado de empaparme − aunque a veces me fue
díficil en estos terminos − dada la particular y a la vez diversa, profusa y profunda visión entregada por la
autora.
Trataré de no dejar escapar los exquisitos detalles, profusión de ideas que van desde la poetica, a la cita
científica y rigurosa de antropólogos, historiadores, sociólogos, entre otros. Cuando señalo no dejar escapar,
no quiero hacer referencia al intento repetitivo de narrar con los ojos de la autora la reciente lectura, sino el
sano intento de trazar mi propia imágen creada a partir de "Madres y Huachos" donde se plasma el perfil del
elemento mestizo y en la busqueda, a traves de ello, de la escencia de lo latinoamericano, que se desenvuelve
entre el género de lo masculino, de lo femenino, de su trama y sus matices. Asumo que no tengo las
herramientas, como estudiante de primer semestre de sociologia como para analizar con la rigurosidad que
se debe un ensayo de esta categoria.
DESARROLLO
Una visión desde fuera de la religión, es la virgen Maria que montecino entrega en el ensayo, y se presenta
como punto de referencia y figura: "...sinó que exede el campo de la fe y el ámbito de lo religioso propiamente
tal" (1)
La mujer virgen, la mujer reflejada en Maria, mujer − pueblo, en Maria que sufre.
Veo esta revisión muy interesante, pero creo que la figura de Maria hoy sólo rige para sectores, o muy
populares o muy tradicionalistas de la Iglesia. − No para la mujer promedio.
Dentro de la visión mariana, la revisión de Maria − Universal y Maria − común colectivo, es, en mi opinión lo
más álgido − como encuentro de dos culturas y su aceptación por parte de éstas.
Hice la siguiente relación − me atreví a hacerla − mater (virgen) / pater (hijo) − en el mestizo el padre ausente,
es muchas veces remplazado por algún hijo (fig.cristo).
A cada instante aparecen los elementos que encubren la carencia o falta del padre: esta ausencia se asume con
autoritarismo, con el caudillo rústico, con la soldadesca. El cómo se encubre la carencia y ausencia gigante, en
el tema del homosexualismo: Cuando una figura de madre es inmensa, ¿no deja pequeño, frágil al hijo, −
susceptible a la tendencia homosexual?, por el contrario, el machismo suele engendrar homosexualidad... " en
1
donde hay una exaltación del machismo que se santifica en la relación homosexual"... (2)
Recurrente es la autora en el tema de la identidad, así el barroco andino emerge como un arte ligado a lo
mestizo, por su sensualidad, coloridos y "explosivas" manifestaciones.
Un ejemplo de ello − aporto, es el Cuzco y Quito barroco. El barroco alumbra el alma según Montecino y no
la mente, como la Ilustración − movimiento nacionalista, que no penetra al corazón de América mestiza.
Se confunden por momentos para mí, los sentimientos expresados a través de el mito "La Llorona" (relación
india− español), donde el hijo es rechazado, pues es el engendro de la violencia y la negación.
La colonia, es asentamiento de personas, sistemas económicos e instituciones y ello se tradujo en
institucionalización de formas de contacto que dieron lugar al mestizo y al ilegítimo (la gran mayoria de los
mestizos tienen este estatus jurídico). "La barragania es a nuestro modo de ver, otra vertiente del universo
mestizo y de su modo de habitar el mundo".(3)
Una fibra escencial toca la autora respecto al tema del aspecto encubierto, del culto a la apariencia, el no
asumirnos como una sociedad mestiza; El mestizaje no es algo plano, el mestizaje es, a mi juicio diversidad, −
lo encubierto aparece acá en Chile como algo muy propio, pues lo diferente, lo diverso es más bien rechazado.
Avanzando en el ensayo, se retoma el tema de "tapar las huellas de la ausencia", una de ellas es el ser lacho,
donde parece que huacho y lacho coinciden, en ocupaciones, donde predomina la mano de obra masculina,
prolifera la figura del lacho asociada a la prostitución (áreas mineras del Norte Chico).
Se vuelve sobre el tema de la identidad latinoamericana con la forma o modelo de familia − una gran madre
presente y un padre ausente.
"La figura del padre tránsfuga, es tambien la imagen del poder" (4). El poder en latinoamérica, −no sólo el
político, sinó tambien en lo social y económico− es apartado del pueblo, distante, lejano.
Con la República, el advenimiento de formas de gobierno libres respecto −la metrópoli, no engendró más
libertad en relación a la sexualidad: Sobre todo en los primeros años de la república predominó la idea de
borrar el pasado salvaje y algo brutal, abriendo paso a lo civilizado y racional −las uniones deben ser ahora
"civilizadas", por tanto legalizadas, ahí asoma la figura más o menos tradicional de familia, que imperó hasta
muy avanzado el siglo XX: padre y madre presentes.
Acá sobreviene el doble estatus de familia formal − oficial y a la vez en forma subterránea el rito del iniciado
hijo con la empleada doméstica, o el patrón duro de fundo con mestizas o indias. Sospecho que en las
diferentes etapas de nuestra historia ha ido sumándose la gran cantidad de hijos huachos, el abandono, la
ausencia, y el retorno de la presencia de la mujer − madre, −reafirmo con el texto de Salazar− "La figura de la
mater, sin embargo, permanece: ... en su fracaso, los hombres escapaban de sus hijos, mamá en cambio no
podia separarse de nosotros".
Cuando en la introducción precisé sobre la enorme profusión de ideas expuestas en este ensayo; lo hice
pensando en este trozo leido, donde convergen, se entrecruzan: el abandono o ausencia paternal, el
lacherismo, la prostitución y el alcoholismo ¿herencia de ausencia? ¿identidad? −me asaltan estas preguntas
mientras avanzo en la lectura.
De la sumisión y miedo −hacia el siglo XIX− más tarde, la figura desprotegida de la hermana del huacho
aparece como complaciendo el deseo sexual del patrón.
Las ausencias paternas, generan a su vez menos traumas en los cargos políticos − militares o circulos de
2
poder: dictadores, tiranos, caudillos −y en algunos casos se funda lo colectivo− la bandada, el bandolerísmo
de los huachos− es tambien ejercer cierto mecanismo de poder/miedo.
Dios (masculino) Virgen (femenino) engendran al hijo como salvador universal. −Se asume por españoles,
indios y otros sectores en la medida que el proceso de colonización avanza. Por su parte, en las culturas
americanas, existieron, proliferaron diosas madres: en algunos casos la virgen occidental traída por el español,
suplanta, se impone sobre la imagen y culto indígena, en otras se produce sincretismo.
En el caso específico de Chile, la tirana aparece como expresión del mestizaje −o "mito fundacional" de este.
Acá aparece el amor como punto de enganche, de encuentro entre dos culturas; y no como ocurrió en otros
momentos de este encuentro entre culturas, que más bien podría hablar de desencuentro o opuesto al amor.
Este amor −punto de aceptación y encuentro de la princesa Tirana, se hace concreto con su "conversión" hacia
lo distinto, con Vasco.
Un elemento social no reseñalado muy a menudo en este ensayo es el criollo (lo hispano en América, lo
blanco) −mi apreciación es que el criollo, aunque de raza blanca− juega el papel de mestizo en su mirada
hacia el español −lo admira−, y hacia el indio −lo admira. Asi reafirmo como lo mejor de ambos mundos y en
su lucha para conseguir la independencia, el criollo americano se deja guiar por la virgen madre: Ej. Chile la
virgen del Carmen, Guadalupe en Mexico, por nombrar sólo dos casos.
La virgen fundacional −María sola, María e hijo, María pobre, se transforma tambien en cierta forma en la
fundadora de nuestros procesos de independencia, y en la protectora de nuestras repúblicas.
En la trama social, compleja, cambiante, los actores se trasladan de escenarios, mueren, o se modifican:
continuidad o rearticulación de la imagen femenina chilena; En la mirada a los 60' −liberación de la mujer en
sociedades como Europa o EE.UU. −en Chile la década traía cambios políticos: La revolución en libertad
−Frei Montalva y daba al final de esta época inicio a la "revolución a la chilena" −Salvador Allende y Unidad
Popular. −La mujer dice no desvergonzarse, pero no alcanza la secularización que logra en Europa, pues de
algún modo aún persiste en su estructura, la familia, sobre todo en sectores altos y medios aún hay apego al
"hogar" y digo "aún", pues al salir del mero plano familiar, el mundo de la universidad, la elección de carrera
en la mujer chilena, está pensada en su germen primario: la familia al hogar: se elige medicina o arquitectura
−según dice Montecino.
Y aún se mezclan en los 60' y posteriormente lo tradicional. Se elige nana, y no guarderia infantil. En el
mundo rural, la mujer que no emigra hacia lo urbano como empleada doméstica, continúa en su hogar; y pese
que trabaja a veces en él realizando labores que aportan al ingreso familiar. Su mundo sigue anclado en lo
familiar/hogareño.
"La guerra de las mujeres", puedo interpretarla como una suerte de doble estándar: la mujer de estatus altos y
medios, y de ciertos grupos populares sale a cacerolear, aterrada por una parte por el cambio que viene a
"arrebatar los valores chilenos", pero por otra parte sale de la casa en la defensa de esos valores −que por lo
que el ensayo señala− son valores adquiridosde la visión que tienen sus maridos del particular momento.
−la "vanguardistas" de derecha, son ahora protegidas por los pololos, maridos, amigos, cuando estas mujeres
salen del hogar a la calle−
La mujeres de derecha quieren ser el cambio, −¡para no modificar ciertos valores!... de allí a la revolución
silenciosa (dictadura). El semblante de las mujeres solas −hijas, esposas, de detenidos desaparecidos− mujeres
de la Plaza de Mayo, o las que bailaban solas frente a la Moneda.
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Cuando se asentó en Chile la dictadura, y cuando fue el momento de la protesta, ésta llegó otra vez desde el
hogar: ruido de cacerolas para acallar los sables. "Comunidad reprimida, simbolizada en las mujeres, pero
extendida a toda la comunidad".
CONCLUSION
De difícil trama, el ensayo de Sonia Montecino, me introdujo en un mundo de variadas dimensiones −el
huacho, la madre, el lacho, la visión mariana de lo femenino y de la relación hombre− mujer− hijo.
Para mi adquirió singular acercamiento hacia mi experiencia de vida: −Soy huacho, con padre ausente desde
hace mucho, soy huacho de madre fuerte "caceroladora" durante la dictadura, ciudadana española y chilena
por adopción. De Antony Giddens extracté hace algunos días la siguiente frase: "Debes enfocar la materia de
forma imaginativa, y relacionar las ideas sociológicas y sus conclusiones con las situaciones de tu propia
vida" es lo que trato de venir haciendo desde ese día: un objeto importante, fue este ensayo de Sonia
Montecino.
(1) Montecino, Sonia "Madres y huachos" pág 27
(2) Op. cit, pág 34
(3) Op. cit, pág 48
(4) Op. cit, pág 51
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