La manera en que asumamos qué es leer

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¿QUÉ ES LEER?1
Pilar Chois
Profesora Universidad del Cauca.
La manera en que asumamos qué es leer, determinará, en gran parte, lo que hagamos
en el aula para enseñar a hacerlo. Si asumimos que leer es ser capaz de reconocer las letras y
sus sonidos, la enseñanza en los grados iniciales estará encaminada a ir mostrando, una por
una, todas las letras que conforman el abecedario y las "combinaciones" de cada consonante
con cada vocal, señalando "cómo suenan". En los grados siguientes, se privilegiarán prácticas
como poner a los niños a leer en voz alta para evaluar aspectos formales como la entonación,
el volumen de la voz y la velocidad de la lectura.
Pero si consideramos que la lectura es un proceso de construcción de sentido por parte
de un lector que entra en interacción con un texto en una práctica social determinada,
orientado por un propósito particular, cuidaremos que nuestros niños tengan un contacto
significativo con diversos textos, propiciaremos la construcción de contextos reales de uso
donde ellos acudan a éstos con un objetivo claro y aprendan a desenvolverse adecuadamente
en diversas prácticas sociales que demanden acudir a textos escritos.
Según los lineamientos curriculares en lengua materna, "...tendríamos que entender el acto de
leer como un proceso de interacción entre un sujeto portador de saberes culturales, intereses,
deseos, gustos, etcétera, y un texto como soporte portador de un significado, de una
perspectiva cultural, política, ideológica y estética particulares, y que postula un modelo de
lector; elementos inscritos en un contexto: una situación de la comunicación en la que se
juegan intereses, intencionalidades, el poder; en la que está presente la ideología y las
valoraciones culturales de un grupo social determinado."2.
¿Y eso qué significa? Si la lectura es un proceso de interacción entre un lector y un texto,
significa que tanto el texto como el lector aportan elementos importantes para la
construcción del significado. El lector pone en juego todo lo que sabe sobre el tema, sobre los
textos, y sobre el mundo en general para enfrentar el texto; lee de una manera particular
dependiendo de su propósito, su necesidad y/o interés, establece relaciones entre lo que le
ofrece el texto y sus conocimientos previos... En fin, juega un papel activo, no se trata
simplemente de "recibir" el mensaje del autor del texto, se trata de reconstruirlo para sí
mismo haciendo uso de todo lo que sabe.
De igual forma, el texto ofrece diversos indicadores o marcas que orientan la
interpretación del lector: el portador en el que aparece (en un periódico, en un diccionario,
en un afiche...) el tipo de letra (grande, "inclinada"), la distribución en el espacio (en
párrafos, en verso, pocas letras acompañadas de un gran dibujo) y la manera de presentar
ciertos contenidos o planteamientos, son algunas de las "señales" que pueden ser tenidas en
cuenta para construir el significado de un texto.
Por otro lado, leer en un contexto implica que se lee en una situación particular y con un
propósito específico que determinan el modo en que se hace. No se lee igual cuando se
requiere obtener información para luego darla a conocer a otra persona, que cuando se
intenta buscar el teléfono de un cerrajero en el directorio o cuando se desea disfrutar de una
novela o un cuento. No hay, por tanto, una sola manera de leer o una manera "correcta" de
hacerlo, hay maneras pertinentes o impertinentes de según los propósitos que se persigan.
¿QUÉ ES ESCRIBIR?3
Pilar Chois
Profesora Universidad del Cauca.
1
Tomado de “Leer en la escuela”, Módulo 3 de la serie “Construir Cultura Escrita en la Escuela”.
Programa de Mejoramiento docente en lengua materna. Universidad del Valle, 2005.
2
MEN, (1998). Lineamientos curriculares de lengua castellana. Editorial Magisterio, Bogotá.
3
Tomado de “Escribir en la escuela”, Módulo 4 de la serie “Construir Cultura Escrita en la Escuela”.
Programa de Mejoramiento docente en lengua materna. Universidad del Valle, 2005.
Como habrán discutido en el ejercicio anterior, siempre que escribimos en "la vida
real", sea en el ámbito académico, laboral o personal, lo hacemos con un propósito particular
y para un destinatario específico, así ese destinatario seamos nosotros mismos (por ejemplo
cuando escribimos un poema en el que "dejamos salir" sentimientos muy íntimos que no
queremos compartir con alguien). También es evidente que escribimos determinado tipo de
texto según la necesidad o interés que nos mueva: una lista para decidir cuáles invitados
tendremos en una fiesta, una carta para saludar a un amigo lejano, un poema para expresar
una emoción, un informe para dar conocer a un padre de familia la situación académica de su
hijo, etc. Tal como lo señala la investigadora en didáctica de la lengua materna Josette
Jolibert41 (1998), escribir es producir mensajes reales, con intencionalidad y destinatarios
reales, es producir textos o, mejor dicho, tipos de textos, en función de sus necesidades y
proyectos.
Este planteamiento es compartido por Daniel Cassany5 (1999), profesor e investigador
en el campo de la producción textual: "En definitiva, escribir es un procedimiento de
conseguir objetivos en las comunidades alfabetizadas. Aprender a escribir sólo tiene sentido si
sirve para acometer propósitos que no se pueden conseguir con la oralidad. Entre otras cosas,
escribir consiste en aprender a utilizar las palabras para que signifiquen lo que uno pretende
que signifiquen en cada contexto." (Pág. 2ó - 27)
Los Lineamientos curriculares de lengua castellana6 también intentan explicar qué es
escribir:
"no se trata solamente de una codificación de significados a través de regias lingûísticas. Se
trata de un proceso que a la vez es social e individual en el que se configura un mundo y se
ponen en juego saberes, competencias, intereses, y que a la vez está determinado por un
contexto sociocultural y pragmático que determina el acto de escribir: escribir es producir el
mundo" (Pág. 49].
Intentemos desglosar esta definición. Se plantea aquí que "no se trata solamente de
una codificación de significados a través de reglas lingüísticas", es decir, no basta con conocer
un sistema de escritura (las letras y las reglas que rigen las relaciones entre ellas) y reglas
gramaticales para saber escribir. Esto es evidente muchas veces para nosotros mismos, cuando
a pesar de conocer e identificar cada una de las letras desde los primeros grados de
escolaridad y a pesar de haber memorizado cantidades de reglas gramaticales y ortográficas
nos sentimos impotentes frente a una hoja en blanco: ¿Por dónde empiezo? ¿Cómo puedo
escribir lo que pienso para que mi destinatario no lo tome a mal? ¿Qué contenidos debo
considerar en este informe?... Definitivamente, saber las letras y saber de gramática no
garantiza saber escribir.
En los lineamientos curriculares de lengua castellana se señala además que escribir es
un "proceso que a la vez es social e individual". Esta dualidad se debe a la consideración de
que en algún momento una persona puede escribir en solitario, es decir, sin la ayuda o la
presencia de otra persona, valiéndose solamente de sus propias competencias, pero que
siempre será al tiempo un evento social por lo menos en tres sentidos.
4
Jolibert Josette (1998). Interrogar y producir textos auténticos. Vivencias del aula. Ed. Dolmen, Chile.
Cassany, Daniel. Construir la escritura. Edit. Paidós, Barcelona.
6
MEN, (1998). Lineamientos Curriculares de lengua castellana. Edit. Magisterio, Bogotá.
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