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DESERTIZACIÓN
Fuente:
http://www1.ceit.es/Asignaturas/Ecologia/Hipertexto/12EcosPel/130Desertiz.htm#Dese
rtización
Se llama desertización a la transformación de tierras usadas para cultivos o pastos en
tierras desérticas o casi desérticas, con una disminución de la productividad del 10% o
más. La desertización es moderada cuando la pérdida de productividad está entre el 10%
y el 25%. Es severa si la pérdida está entre el 25% y el 50% y muy severa si es mayor.
El proceso de desertización se observa en muchos lugares del mundo y es una amenaza
seria para el ambiente y para el rendimiento agrícola en algunas zonas. Cuando está
provocado por la actividad humana se le suele llamar desertificación.
Desertización natural
La mayor parte de la desertización es natural en las zonas que bordean a los desiertos.
En épocas de sequía estos lugares se deshidratan, pierden vegetación y buena parte de
su suelo es arrastrado por el viento y otros agentes erosivos. Sin embargo, este
fenómeno natural se ve agravado por actividades humanas que debilitan el suelo y lo
hacen más propenso a la erosión
Actividades humanas que aceleran la desertización
Entre las acciones humanas que debilitan el suelo y aceleran la desertización están:




Sobrepastoreo.- Es el intento de mantener excesivas cabezas de ganado en un
territorio, con el resultado de que la vegetación es arrancada y pisada por los
herbívoros y no se puede reponer. El suelo desnudo es muchos más fácilmente
erosionado. Es la principal causa humana de desertización en el mundo.
Mal uso del suelo y del agua.- El riego con agua con sales en lugares secos y
cálidos termina salinizando el suelo y esto impide el crecimiento de la
vegetación. Algunas técnicas de cultivo asimismo facilitan la erosión del suelo.
Tala de árboles y minería a cielo abierto.- Cuando se quita la cubierta vegetal y
no se repone la pérdida de suelo es mucho más fácil.
Compactación del suelo.- El uso de maquinaria pesada o la acción del agua en
suelos desnudados de vegetación (procesos de laterización) producen un suelo
endurecido y compacto que dificulta el crecimiento de las plantas y favorece la
desertización.
Extensión de la desertización en el mundo
No es fácil determinar qué superficies se encuentran sometidas a desertización
provocada por el hombre. En muchos casos es un proceso natural que sigue las
oscilaciones climáticas; en unas épocas los desiertos crecen y en otras retroceden,
dependiendo de la evolución del clima.
Según algunas estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente una extensión similar a la de toda América (unos 33 millones de kilómetros
cuadrados) se encuentran en riesgo de desertización.
Erosión del suelo en España
Una gran parte del territorio español sufre problemas de erosión más o menos graves.
Más de 1000 millones de toneladas de suelo de la península son movidas cada año por
los fenómenos erosivos y en diversas ocasiones ha aparecido en informes de las
Naciones Unidas que España es el país europeo con más extensión de zonas con riesgo
de desertificación.
Según estudios hechos por organismos oficiales, unos 13 millones de hectáreas, es
decir, el 26% de los suelos españoles, sufren erosión grave, con pérdidas de suelo
superiores a 100 tm al año por hectárea. En estas zonas se observan abundantes cárcavas
y barrancos. Además otros 14 millones de hectáreas sufren erosión notable con pérdidas
de entre 50 y 100 tm de suelo al año por hectárea. En total suponen que el 53% del
territorio sufre pérdida del suelo que hay que calificar de importante a alarmante.
Este fenómeno se da especialmente en la zona mediterránea, en donde Almería, Murcia
y Granada, por orden de gravedad tienen más de la mitad de su superficie con
fenómenos
alarmantes
de
erosión.
Gravedad de la erosión en España a principios de la década de 1990
Nivel de gravedad
Area
Area global
%
(pérdidas de suelo en t/ha/año)
(x 1000 ha)
I Extremo (más de 200)
1 112
II Muy elevado (100 - 200)
2 561
III Elevado (50 - 100)
5 488
IV Moderado (12 - 50)
12 923
V Reducido (5 - 12)
17 309
VI Muy reducido (< 5)
11 151
Total
50 544
(x 1000 ha)
9 161
18
41 383
82
50 544
100
Causas de la erosión
El gran responsable, aunque no el único, de la extendida erosión en los suelos españoles
es el clima. La España seca, árida o semiárida, recibe pocas precipitaciones al año, pero
cuando cae la lluvia lo hace, frecuentemente, de forma torrencial, habitualmente en
otoño, con una fuerza capaz de erosionar fácilmente los terrenos. La falta de agua
provoca, también, que la vegetación sea escasa y que aporte poca materia orgánica al
suelo y le proporcione una débil protección.
Junto a la escasez de vegetación otras características de estas zonas es el ser
frecuentemente montañosas, con laderas de fuertes pendientes, formadas por rocas
relativamente blandas. Todos este conjunto de factores facilita que las aguas corran con
fuerza arrastrando con facilidad el suelo y formando cárcavas y barrancos.
La intervención humana ha agravado el problema. Las talas excesivas, los incendios, el
pastoreo abusivo, las prácticas agrícolas inadecuadas y la construcción descuidada de
pistas, carreteras y otras obras públicas aumentan la facilidad de erosión del suelo.
Desnudan el terreno y originan focos en los que se inicia el arrastre de materiales. Un
sistema de las características climáticas del que estamos comentando se mantiene en un
delicado equilibrio que se puede alterar de forma importante y con gran facilidad, con
cualquier actuación poco estudiada. Se calcula que el 73% de la remoción de suelo se
produce en los cultivos de secano (viñedo, almendro, olivar, cereal, girasol, etc.)
El viento también provoca erosión, especialmente en aquellas zonas secas desnudas de
vegetación.
¿Están, poco a poco, destruyéndose las tierras cultivables del mundo?. ¿La amenaza de
la desertificación, es una realidad preocupante o esta siendo sobreestimada?
1.- La desertificación: grave amenaza
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que el 30% de la
superficie cultivable del planeta está sufriendo desertificación entre ligera y severa, con
otro 6% que sufre "desertificación extremadamente severa" y son ya tierras
irrecuperables. (UNEP, Nairobi 1984). Además, según las Naciones Unidas, unos 900
millones de personas están en peligro a causa de este problema.
En la actualidad el problema de la desertificación y la pérdida del suelo por erosión
aparece siempre entre las cinco o seis grandes amenazas ambientales (junto a la
deforestación de la selva tropical, el cambio climático, los pesticidas y venenos
químicos, la pérdida de biodiversidad, la contaminación de aguas y aire).
En la Cumbre de Río (1992) se reconoció que la desertificación era un problema serio.
Después de la Conferencia de Río las Naciones Unidas formaron un Comité que preparó
un Convenio Global (1994) para luchar contra la desertificación en los países más
amenazados, especialmente en Africa.
En la Conferencia de Río se calculó en 292 000 millones de $ lo que habría que gastar
en 20 años para detener el proceso; y en 107 000 millones de $ para un programa medio
de medidas correctoras mínimas a aplicar en 81 países en vías de desarrollo.
2.- La desertificación: mito institucional.
Algunos artículos en revistas como New Scientist, o periódicos de reconocido prestigio
en sus secciones científicas como el New York Times y libros de importantes autores,
como Thomas y Middleton ("Desertification: Exploding the Myth" 1996 Wiley) han
puesto en duda la existencia de esta amenaza, al menos con la magnitud con la que se
suele presentar habitualmente.
En estos artículos y libros se responsabiliza en mucho mayor grado a las variaciones
climáticas naturales de la degradación de las tierras y se señala que el organismo de las
Naciones Unidas encargado de este tema es el gran responsable de haber inflado
excesivamente la realidad de este problema.
Según estos autores es bastante peculiar que haya sido un organismo semiautónomo de
las Naciones Unidas, llamado Desertification Control Programme Activity Centre
(DC/PAC) el que ha protagonizado en más de una década la investigación y difusión
sobre este tema. Los principales esfuerzos en la lucha contra la desertización por parte
de la UNEP (Nac Unid Env Prog) habrían ido en la línea de plantear la gigantesca
proporción del problema. Pero apoyándose en una base científica insuficiente. Las
estadísticas y cifras que se dan no son fiables, normalmente, porque no se conocen con
claridad los parámetros que se miden, dicen estos autores.
También insisten en la conveniencia de afrontar el problema con el trabajo a pequeña
escala, por ejemplo de ONGs, más que con las grandes inversiones que promueven los
Convenios Internacionales y las Naciones Unidas. De ese dinero sólo un 10% acaba
llegando a los problemas reales, denuncian, y en muchas ocasiones las soluciones que se
intentan fracasan porque no se tienen en cuenta las ancestrales costumbres de la
población y laas soluciones tradicionales. Según estos críticos es muy discutible la
conveniencia de que las grandes instituciones como la ONU, sean las que lleven el peso
del trabajo.
Un resumen de las críticas que hacen son las recogidas en las conclusiones del libro de
Thomas y Middleton en las que se recogen cuatro afirmaciones de lo que ellos llaman el
mito de la desertificación (en cursiva). Estas son:
Según los datos de las Naciones Unidas la desertización afecta a una tercera
parte de las tierras del mundo. Sería un voraz proceso que degrada
rápidamente las tierras productivas, especialmente en los terrenos secos.
Dicen los críticos: La fundamentación de estos datos es, en el mejor de los casos,
carente de precisión y, en el peor, apoyada sólo en adivinaciones. Estimaciones de la
extensión global de la desertización que se deberían tomar como mucho como
indicaciones o aproximaciones se han convertido en datos, casi esculpidos en piedra.
Estos datos han sido ampliamente usados en hacer publicidad de la desertificación hasta
crear un mito institucional que se perpetúa a sí mismo. La dificultad de estimar la
extensión de la degradación del suelo en grandes áreas o regiones, y la dificultad de
distinguir entre las variaciones naturales de las condiciones ambientales y las debidas a
la actividad humana reducen los más detenidos cálculos a simples estimaciones. El
concepto del avance del desierto puede haber resultado útil como herramienta
publicitaria, pero no representa bien la naturaleza del proceso de desertificación. A
pesar de todo es el mito que ha llegado, generalmente, a la imaginación del público y de
los políticos.
Las tierras secas serían frágiles ecosistemas altamente susceptibles de
degradación y desertización
Dicen los críticos : Los estudios ecológicos están mostrando que los ecosistemas áridos,
experimentan cambios dramáticos en su aspecto y su biomasa como respuesta a las
fluctuaciones climáticas naturales. Estos cambios son frecuentemente reversibles por lo
que el ecosistema aparece bien adaptado para enfrentarse y reaccionar ante los cambios,
mostrando buena capacidad de regeneración. Los cambios provocados por la acción
humana no son, necesariamente, procesos de degradación y se pueden confundir con
facilidad con cambios naturales. Estos cambios se suelen identificar, sin más, con
cambios en el suelo y tratados como problemas de desertificación. Los cambios en el
suelo de las tierras secas pueden ser, en realidad, bastante más difíciles de identificar,
especialmente en áreas grandes cuando se usan sistemas de observación por satélite.
La desertización sería, si no la, al menos una de las principales causas de la
miseria y el sufrimiento humanos en las tierras secas.
Dicen los críticos : Diferenciar entre las influencias sociales de la desertificación y la
sequía puede ser muy difícil. El conjunto sequía-desertificación se ha podido estar
usando para explicar males sociales que se han podido deber a malas prácticas políticas
y a inadecuados sistemas económicos. La población puede provocar desertificación
cuando los sistemas de la agricultura tradicional son destruidos o hay sobreexplotación,
cuando su crecimiento es excesivo o cuando las naciones en desarrollo se ven obligadas
a entrar en la economía mundial de mercado.
Las Naciones Unidas son básicas para intentar entender y resolver el
problema de la desertificación.
Dicen los críticos : Las Naciones Unidas han desempeñado un papel trascendental en la
definición del problema de la desertificación desde el año 1977. Se podría considerar
que ha creado la desertificación como mito institucional. Ha sido el origen de publicidad
con poco apoyo científico. El éxito de las medidas que ha tomado para luchar contra la
desertificación está todavía por demostrar y, en muchos casos, parece haber tenido muy
poca influencia sobre las poblaciones afectadas. Sin la ONU, la desertificación podría
no haber tenido un lugar tan importante en la agenda medioambiental como el que hoy
ocupa.
http://www1.ceit.es/Asignaturas/Ecologia/Hipertexto/12EcosPel/131AmenMito.htm
Destrucción
Hasta mediados del siglo XX la destrucción de bosques en el mundo se producía casi
exclusivamente en las zonas templadas. Pero en las últimas décadas los bosques
tropicales han sufrido una tala masiva y una fuerte degradación. Alrededor de 20
millones de hectáreas de estos bosques son talados o dañados cada año. Si la
destrucción continuara a este ritmo, en unos 40 años desaparecerían todos los bosques
tropicales.
La destrucción de las selvas se está produciendo por varios motivos. En Latinoamérica
se cortan bosques para hacer pequeñas granjas y ranchos de ganado. En Asia la
preparación de nuevos terrenos para la agricultura es la principal causa de desaparición
de la selva, y en Africa la obtención de combustible y la preparación de pequeñas
granjas son los principales motivos. También en muchas ocasiones desempeña un papel
muy importante el comercio de maderas entre los países en vías de desarrollo y los
desarrollados.
El Informe SOFO 97 de la FAO dice "Los bosques higrofíticos tropicales y los bosques
tropicales húmedos, que tienen importancia económica y social local y significación
mundial para la conservación de la diversidad biológica y la regularización del clima,
están también experimentando un cambio rápido.
De la información reciente disponible sobre la naturaleza y las causas de las
variaciones de la cubierta forestal en las zonas tropicales se desprende que la expansión
de la agricultura de subsistencia en África y Asia y los grandes programas de desarrollo
económico, en especial, los de reasentamiento, agricultura e infraestructura, son factores
clave que contribuyen considerablemente a la modificación de la cubierta forestal.
Aunque las operaciones de aprovechamiento maderero no son por lo general causa
directa de deforestación, en algunas zonas pueden ser un factor que la favorezca por la
construcción de carreteras que hacen accesibles a los colonizadores agrícolas zonas
antes remotas. Entre las causas de degradación forestal están la excesiva recolección de
leña, el sobre pastoreo, los incendios y el sobreaprovechamiento y las malas prácticas de
aprovechamiento de madera.
Se prevé que en las décadas venideras las presiones para aumentar la producción de
alimentos llevarán a una transformación constante de tierras forestales para destinarlas a
la agricultura en muchos países en desarrollo, especialmente en el África al sur del
Sahara y en América Latina, donde otras opciones para subvenir a las necesidades
alimentarias son limitadas".
Impactos negativos de la tala del bosque
La eliminación de árboles en los terrenos tropicales tiene una especial repercusión sobre
el suelo que es muy pobre en nutrientes en estas zonas. El ecosistema tropical depende
de un rápido reciclado de los nutrientes que están, en su gran mayoría, en las plantas y
animales que viven sobre el terreno y no en el suelo, como sucede en los bosques
templados. Por esto sólo se pueden obtener unas pocas cosechas cuando se tala la selva
y en muchas ocasiones el suelo desnudado sufre un proceso de laterización (Ver
capítulo 6) que hace muy difícil la reposición del antiguo bosque.
En interés de estos bosques es grande no sólo para las personas que viven cerca, sino
para toda la humanidad. Contienen (ver Biodiversidad) una proporción muy alta (entre
el 50% y el 90%) de todas las especies del mundo. Muchos de estos seres vivos no se
conocen todavía o no se han estudiado con detalle. De ellos se pueden obtener gran
cantidad de sustancias útiles y corremos el riesgo de que se pierdan antes de poder
aprovecharlos. Son asimismo fuentes de alimentos y cumplen importantes funciones
ecológicas en el funcionamiento de la ecosfera como hemos comentado.
Con una inteligente política forestal de uso y aprovechamiento de estos bosques no sería
difícil conseguir no sólo conservar estos bosques, sino además obtener de ellos recursos
para sostener a la población local. Hay muchos proyectos en marcha para llegar a una
explotación sostenible de este ecosistema, pero todavía queda mucho camino por
recorrer hasta detener su destrucción.
http://www1.ceit.es/Asignaturas/Ecologia/Hipertexto/12EcosPel/116BosqTrop.htm
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