ORACIÓN: ADVIENTO, TIEMPO DE ESPERANZA Nos alegramos de compartir juntos este encuentro de preparación a la Navidad. Como Familia Salesiana vamos a caminar junto a María los días previos al nacimiento de Jesús, intentando aprender de nuestra madre en la fe la disposición y la entrega para que el Reino llegue hasta nosotros. Canto: Ven ven, Señor no tardes... Preparemos los caminos ya se acerca el Salvador y salgamos, peregrinos, al encuentro del Señor. De los montes la dulzura, de los ríos leche y miel, de la noche será aurora la venida de Emmanuel. Ven, Señor, a libertarnos, ven, tu pueblo a redimir; purifica nuestras vidas y no tardes en venir. Te esperamos anhelantes ya sabemos que vendrás; deseamos ver tu rostro y que vengas a reinar. El rocío de los cielos sobre el mundo va a caer, el Mesías prometido, hecho niño, va a nacer. Consolaos y alegraos, desterrados de Sión, que ya viene, ya está cerca, él es nuestra salvación Salmo DE ADVIENTO Adviento, tiempo de esperanza, en el seno de María crece el fermento de un mundo nuevo, el hijo del Dios vivo que llega a compartir con nosotros. Nace Emanuel, Dios-con-nosotros, hecho niño, pobre, pequeño y necesitado. María nos enseña el camino para hacer nacer a Jesús en nuestro tiempo: confianza, entrega, fidelidad, coraje, y mucha fe en el Dios de la Vida. Tiempo de espera, de atención y cuidados, de respeto y contemplación. Señor, hay mucho dolor en nuestro tiempo, hay sufrimiento e injusticia, ayúdanos a sembrar semillas de esperanza. Descúbrenos la alegría de la paciente espera, activa y fecunda, comprometida por la vida de los que nos rodean. Enséñanos a hacer crecer la esperanza de algo nuevo, anímanos a entregar nuestras vidas para la construcción del Reino. Es tiempo de espera, Señor, pero también es tiempo de donación y compromiso efectivo. Contágianos la fe sencilla de María, que dio su vida para alumbrar el Reino y hacer nacer la esperanza en medio de su pueblo. Motivación: Al comienzo del camino de fe de María encontramos el relato del anuncio del nacimiento de Jesús. Los evangelios no nos aportan mayores datos sobre la figura histórica de María.. Podemos imaginarla, inmersa en la vida cotidiana de cualquier mujer de su época, ocupada en las tareas de la casa, preparando sus cosas para el matrimonio cercano. Lavando, tejiendo, charlando con otras jóvenes vecinas. Una mujer sencilla, inadvertida entre las demás del pueblo. Esta mujer, María, uma más entre las lugareñas de la pequeña aldea de Nazaret, sería la madre de Dios, la que supo acoger a Jesús en su vida. PALABRA DE DIOS: Lc. 1, 26-38 "Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María. Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo. Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.» María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es imposible.» Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel." BREVE MOMENTO DE SILENCIO. AUDICIÓN: ABRE LA PUERTA Abre la puerta, no digas nada, deja que entre el sol. Deja de lado los contratiempos, tanta fatalidad, porque creo en ti cada mañana aunque a veces tú no creas nada. Abre tus alas al pensamiento y déjate llevar; vive y disfruta cada momento con toda intensidad porque creo en ti cada mañana aunque a veces tú no creas nada. Sentir que aún queda tiempo para intentarlo, para cambiar tu destino. Y tú, que vives tan ajeno, nunca ves más allá de un duro y largo invierno. Abre tus ojos a otras miradas anchas como la mar. Rompe silencios y barricadas, cambia la realidad porque creo en ti cada mañana aunque a veces tú no creas nada. Sentir que aún queda tiempo para intentarlo, para cambiar tu destino. Y tú, que vives tan ajeno, nunca ves más allá de un duro y largo invierno. Abre la puerta, no digas nada... PETICIONES PADRE NUESTRO ORACIÓN FINAL. Señor , tu estás presente en nuestros hermanos los hombres. En ellos y en los acontecimientos de la vida nos llamas a tu encuentro. Nos prometes la compañía maternal de María y la guía valerosa de tu Espíritu. Ayúdanos a decir sí a tu venida entre nosotros, ayúdanos para que sepamos recibirte como lo hizo María. CANTO: SANTA MARIA DE LA ESPERANZA RETIRO ADVIENTO FAMILIA SALESIANA: APRENDER A ESPERAR CON ESPERANZA El tiempo de Adviento nos quiere ejercitar en una virtud cristiana básica: la esperanza. ¿qué entendemos por ESPERANZA? Cada año cobra actualidad el Adviento, porque ¿siempre necesitamos la venida de Dios a nosotros? Y nos hace falta aprender a esperarle. Si no “aprendemos a esperar” no podremos recibirlo. No se puede tomar un tren, coger un autobús sin espera previa. Vimos en la cultura de las prisas, de la impaciencia, de lo inmediato. Nos acostumbramos a ver cubiertas y atendidas nuestras expectativas y nuestros deseos a modo inmediato. Pero... Dios funciona de otra manera, se mueve bajo tros esquemas Podemos ir perdiendo a lo largo del año la sensibilidad por lo divino, caer en la comodidad en el conformismo, vivir una fe instalados en la mediocridad...sin duda nos conviene detenernos para encontrarnos con Dios y así encontrarnos en el con nosotros mismos. En esta sociedad en la que nos toca vivir, tan llena de problemas y dificultades, los que nos consideramos cristianos, debemos ser el CORAZÓN que la mueva por caminos de esperanza. Deberíamos borrar de nuestro vocabulario las palabras: rendirse, pesimismo... porque el creyente, es persona de esperanza: Espera-lucha-ama-reza- Power point: La balsa de la Medusa. ACTITUDES ANTE LA VIDA EN LA «BALSA DE LA MEDUSA» DE GERICAULT. Fíjate bien en el cuadro. Se trata de la representación de un naufragio del barco francés “La medusa”. Los supervivientes estuvieron varias semanas a la deriva en el mar. Con el paso del tiempo se fueron desanimando, el hambre, la sed, el frío, el calor, ... les hicieron perder la esperanza... ¿a todos? Nos vamos a servir de este cuadro para aplicarlo a nuestra vida y nuestras dificultades .Por las características abstractas del cuadro se pueden apreciar entre 17 y 21 tripulantes. Estos varían en semblantes y actitudes. Fíjate bien en cada personaje y ponle un adjetivo que califique su actitud o comportamiento (derrotado, pesimista, rendido, hundido...) Cinco aparecen muriendo o muertos y representan el derrotismo o falta de voluntad. Dos personajes del drama personifican la duda y falta de confianza. La mente escéptica está simbolizada en un sujeto con turbante rojo en la cabeza (número 1), codo apoyado en las rodillas y de espaldas al grupo.. 2 1 3 Hay uno que mantiene la esperanza de sus compañeros con una actitud entusiasta y persuasiva. (número 2) Otros 5 tripulantes manifiestan una actitud de dependencia y piden ayuda a sus compañeros con más fortaleza que ellos (3). Y por último, hay 3 personajes que estando a la cabeza de la Balsa agitan pañuelos en señal de auxilio, con la esperanza de ser aún rescatados. La fuente de Luz proviene del extremo superior izquierdo de la pintura, lo que nos sugiere que en el individuo, aquello que lo irá a iluminar proviene de la parte más exaltada de su Ser y de la que él, desafortunadamente, es inconsciente. Y TÚ, ¿ANTE LAS DIFICULTADES ERES DE LOS QUE TE RINDES O MANTIENES LA ESPERANZA? A veces la vida nos va haciendo más “pequeños”; cada año que pasa es un retroceso de la vida y de la ilusión. Y lo confundimos con falsas humildades. Nos retiramos de la vida, de la parroquia, de los grupos de oración. Nuestro mundo social se va haciendo cada vez más pequeño. Cada día cerramos la puerta a un amigo. Nuestros proyectos cada vez son menos.. No tenemos ganas de caminar, en todo caso repetir, repetir, para que no se caiga el invento. Y caemos prisioneros de la monotonía, y así un día y otro. Necesitamos de una novedad en nuestra vida, necesitamos abrir nuevos caminos. Ojalá que el camino de este Adviento nos despierte, nos agite en nuestro ser creyente, para tomar conciencia de ser discípulos de Cristo Las personas que nos rodean deben ver en nosotros unos valores evangélicos claros: justicia, servicio, generosidad..., evitando todos aquellos valores que promulga la sociedad de consumo: tener más, ser el más poderoso,... PERO ¿QUÉ ESPERAMOS? ¿qué valores vivimos, que valores transmitimos y testimoniamos? ¿en qué ponemos nuestra esperanza en las cosas o en las personas? ¡Y en el fondo hasta jugamos con ventaja! El pueblo de Israel estuvo durante siglos y siglos esperando al Mesías. Pero nosotros vivimos en el Nuevo Testamento: Cristo nació de María Virgen y acampó entre nosotros. Desde que El llegó todo ha cambiado en la historia: vivimos el tiempo de Cristo. Ya la historia no es cronos (tiempo del reloj), la historia es kairos (tiempo de salvación). Pero a nosotros esto parece decirnos poco...Si Jesús ya ha venido...¿qué esperamos? Dar razón de nuestra esperanza, porque si somos personas de esperanza: - viviremos con alegría, porque estamos salvados superaremos miedos, porque no estamos solos no guardaremos tesoros, porque son relativos no cultivaremos rencores viviremos el presente, pero esperando sembraremos cada día, aunque la cosecha se retrase adelantaremos el futuro, con oración y trabajo porque nada ni nadie podrá quitarnos esta esperanza, ni siquiera la muerte, porque Dios es lo último, porque es el más fuerte, y El nos espera Viviremos en confianza , porque estamos en buenas manos. “Dad razón de vuestra esperanza” (1Pe 3, 15), nos dice la carta de Pedro. Este tiempo de adviento es una ocasión propicia para que me haga una revisión medica en clave cristiana, una especie de reconocimiento medico para detectar en mi vida cristiana la presencia de aquellos tumores, virus, parálisis que me impiden seguir creciendo y madurando como creyente, que me impiden recibir y acoger a Dios en mi vida. (chequeo medico). PERFIL DEL HOMBRE DE ADVIENTO. LA PALABRA DE DIOS. EL HOMBRE DE ADVIENTO ACUDE A LA PALABRA Dios es promesa. La Escritura está llena de promesas. El tiempo de Adviento es un tiempo propicio para acoger las promesas. Las promesas de Dios rompen los pesimismos, las desilusiones, los cansancios. Como nuestra vida interior la van tejiendo los textos litúrgicos, ha aquí algunos: “Arrancará el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones” (Is 25,6). “Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará” (Is 35,7). “Se revelará la gloria del Señor y la verán todos los hombres juntos” (Is 40,7). “Dios llegará con fuerza; lo acompañará su salario” (Is 40,10). “Iluminará los ojos de sus siervos” (Is 34,5). “Él iluminará lo que esconden las tinieblas” (Is 29,18). “Todos verán la salvación de Dios” (Is 40, 5;Lc 3, 6). “No se retirará de ti mi misericordia, ni mi alianza de paz vacilará” (Is 54,10). “Lo que ha dicho el Señor se cumplirá” (Lc 1,45). Vivimos el Adviento alimentando nuestra esperanza, nuestra vida cristiana con la Palabra de Dios, intenta recuperar la Biblia del cajón del armario y ponla en un sitio privilegiado de casa. Acude a la eucaristía con las lecturas ya leídas. LA ORACIÓN. EL HOMBRE DE ADVIENTO BUSCA A DIOS EN LA ORACIÓN Y EN LOS SACRAMENTOS Este tiempo de Adviento es momento ideal para revisar a qué Dios rezo. Corremos el peligro de inventarnos un Dios ideal, que se ajuste a nuestros deseos y aspiraciones. Por eso muchas veces no lo encontramos por que ese Dios no existe. Caemos en la tentación de hacer de Dios un “solucionalotodo”. La experiencia de la oración en nuestra vida queda reducida sólo para cuando tenemos tiempo. Nunca le dedicaremos ni tiempo ni importancia suficiente. Y cuando rezamos es para pedir, rara vez para agradecer, para alabar, para dialogar, para pedir luz y fuerzas...La oración ha de ser en el cristiano una actitud, una costumbre...y a rezar se aprende... y se aprende practicando. Intenta ponerte este compromiso de dedicar un rato del día a la oración personal. La celebración de la eucaristía, es un momento privilegiado para recibir a Dios en mi vida. Da tu confianza a Dios y créete que la Gracia de Dios trabaja en ti, cada vez que participas de la comunión del pan único y partido. Reza con esta frase siempre que comulgues: “Señor , yo no soy digno de recibirte en mi casa, de acogerte en mi vida, pero qué bien sé que una palabra tuya bastará para despertar en mi lo mejor”. Se parece a la frase que seguramente Zaqueo, el pecador, le dirigió a Jesús, cuando este pidió alojarse en su casa. Créete que Dios quiere alojarse en tu vida, para activarla, para ponerte en camino de salvación, para hacer de ti, su testigo, su instrumento de salvación. MARÍA, LA MUJER DEL ADVIENTO. "La Virgen está encinta y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Jesús” (Lc 1,32). Acude al auxilio e intercesión de maría, ella es la primera creyente, la que se fió de la Palabra de Dios, la que se abrió a la voluntad de Dios en su vida, la que se preparó para a coger al mismo Dios en su vientre. María vivió su adviento personal. De las palabras del ángel a los primeros síntomas físicos de embarazo, María vivió de fe, creyó realmente que dios contaba con ella para ser madre de Jesús. Pero María no se prepara para recibir a Jesús prestando su vientre, se prepara con la oración, con la acogida d ela palabra, con el compromiso solidario con los demás. El Adviento es un tiempo para poner los ojos en María y contemplar el fruto de su vientre. Hay un icono muy bonito de la Virgen, abriendo sus brazos y retirando su manto para así abrir su cuerpo y enseñarnos al que lleva dentro. EL HOMBRE DE ADVIENTO SE DEJA ACOMPAÑAR. La encarnación de Dios en Jesús es una mediación definitiva por la cual Dios se hace presente en nuestra vida. Pero hay otras mediaciones “menores” que también son signos del amor que Dios nos tiene: son las personas que pone a nuestro lado, y que desde su ejemplo y testimonio, que desde su experiencia de Dios, nos alientan a caminar. ¿Tienes un acompañante espiritual con quién compartir tu seguimiento de Cristo? LO MEJOR DEL ADVIENTO...ES LA NAVIDAD. A esto nos invita y entrena el Adviento: a desear ese HOY tan intenso de la Navidad y aceptar plenamente la venida de Cristo Salvador a nuestra historia particular y comunitaria. La Navidad es la luz que ilumina todo el Adviento. El adviento es el camino hacia la Navidad. UN CHEQUEO MÉDICO A MI VIDA CRISTIANA LA PRISA EL HACER EGOÍSMO Falta de compromiso autosuficiencia mediocridad pesimismo comodidad COMPROMISOS PARA EL ADVIENTO VIDA DE ORACIÓN FAMILIA TRABAJO SACRAMENTOS EN MI GRUPO