Pasos Básicos Para Salud Óptima Por Bob Worthington, Naturista Estamos hechos de lo que ingerimos en forma de alimentos, las reacciones emocionales al diario vivir y los efectos de lo que absorbemos del medio ambiente. En este artículo, nos concentraremos en la alimentación, dejando el efecto de las emociones y el medio ambiente para artículos en el futuro. El cuerpo humano es el laboratorio más perfecto en existencia. Esta diseñado a convertir lo que ingerimos en compuestos utilizables para proporcionar energía y reparar el desgaste diario a nivel celular. También se encarga de eliminar la acidez y los deshechos producidos normalmente por el metabolismo, reponer sus reservas de elementos esenciales y mantener constante vigilancia contra ataques de invasores. Basado en lo anterior veamos como, con nuestra manera de alimentarnos u otros hábitos de hoy en día, contribuimos o impedimos la eficiencia de cada proceso. Empecemos con la conversión de los alimentos. Estamos diseñados a comer alimentos vivos, los cuales pueden ser fácilmente descompuestos en elementos lo suficientemente pequeños para ser absorbidos en el sistema digestivo. ¿Que queremos decir con vivos? Aparte de estar compuestos de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales, etc., los alimentos vivos contienen enzimas. Las enzimas son los directores intelectuales, los catalistas, la chispa de vida que facilitan el crecimiento, reproducción y descomposición de los alimentos. Ellas son las responsables de que la lechuga que compramos la semana pasada y dejamos olvidada en el fondo de la refrigeradora, se vuelva una masa semi-liquida y café no muy apetecible. Al ingerir alimentos enteros y vivos, estas enzimas ayudan en la descomposición de dichos alimentos en sus compuestos que se absorben de azucares, amino ácidos, ácidos grasos, etc. Al calentar los alimentos destruimos estas enzimas. Las enzimas empiezan a morirse a los 40 grados centígrados y se destruyen completamente a los 43 grados. Nuestro cuerpo también produce enzimas. Enzimas digestivas producidas predominantemente por el páncreas y enzimas metabólicas, producidas por varios órganos y sistemas del cuerpo que son usadas para metabolismo, reparación, etc. Al proporcionar al cuerpo alimentos crudos y frescos, evitamos sobrecargar el páncreas con la función de producir todas las enzimas necesarias para la digestión. Nuestra meta debe ser comer por lo menos un 30% de alimentos sin cocer en forma de frutas y vegetales frescos. Aparte de las encimas, vale mencionar que masticar los alimentos completamente es esencial para facilitar su digestión. Masticar completamente cada bocado sirve la doble función de reducir los alimentos a tamaños manejables fácilmente por el sistema digestivo y también añade saliva, la cual contribuye encimas esenciales al proceso de digestión, en particular la de los carbohidratos. Hablemos ahora de la acidez y sus efectos. El cuerpo produce ácido a nivel celular como función natural del metabolismo. Este ácido es eliminado fácilmente a través de los pulmones, y los otros sistemas eliminatorios del cuerpo. Varios de los alimentos que ingerimos, también contribuyen a la carga de acidez. Para neutralizar esta carga ácida, el cuerpo ocupa minerales, predominantemente el sodio orgánico que tiene como fuente principal las frutas y vegetales. La sal de mar (cloruro de sodio) u otras sales minerales no son un buen substituto para reponer las reservas de sodio orgánico del cuerpo, pues como son minerales inorgánicos, están enlazados muy fuertemente y el cuerpo tiene mucha dificultad en separarlos en compuestos utilizables. Si el cuerpo no encuentra reservas adecuadas de sodio orgánico, usa calcio como segunda opción. Nuestra mayor fuente de calcio en el cuerpo, aparte de la alimentación son los huesos, así que pueden ver como el exceso de acidez contribuye a la osteoporosis. ¿Que alimentos producen acidez en el cuerpo? Básicamente la carne, leche, huevos, quesos, azúcar refinada, maíz y sus derivados, trigo y sus derivados, otros granos, el alcohol, café, refrescos, productos procesados y refinados. Por lo visto, para evitar sobrecargar el cuerpo, es importante limitar el consumo de los anteriores alimentos al 25% de lo que comemos diariamente. Si comemos básicamente alimentos cocidos y en su mayoría consisten de granos, carnes, lácteos, comidas artificiales (refrescos y otros productos altamente procesados y altos en contenido de químicos, conservantes, saborizantes, etc.) estamos asegurando el deterioro del cuerpo causada por exceso de acidez. El azúcar refinada es especialmente dañina y con solo eliminar esta de su dieta, el incremento en bienestar será muy notable. La cantidad de malestares y problemas causados por el exceso de acidez corporal llenaría muchas páginas pero solo vale tener en mente que todo proceso degenerativo comienza con el exceso de acidez. Por último, hablando de la capacidad del cuerpo para eliminar desechos y toxinas, es importante hablar del agua y su importancia en este proceso. Teniendo en cuenta que un 70% del cuerpo esta compuesto de agua y que fuera de ejercicio o sobrecargas, el cuerpo pierde como 6 vasos de agua al día en el proceso de metabolismo normal, vemos como el antiguo consejo de tomar 8 vasos de agua pura al día era muy sabio. En general, consuma un mínimo de su peso en kilos en onzas de agua al día. Por ejemplo, alguien que pesa 64 kilos, necesita 64 oz., o dos litros al día. Esta agua debe ser tomada en incrementos de no mas de ½ taza cada 45 minutos aproximadamente. Evite tomar agua durante las comidas para no diluir los jugos digestivos. Café, refrescos, alcohol o líquidos conteniendo azúcar no contribuyen a nuestro requerimiento diario de agua, si no más bien, nos deshidratan y requieren agua adicional para contrarrestar sus efectos. La falta de agua contribuye al estreñimiento, problemas de las vías urinarias, agruras, decremento de función mental y autointoxicación para enumerar algunos. En resumen, para salud óptima, necesitamos comer un 75% de frutas y vegetales frescos, del cual mas o menos la mitad esté en su estado natural o crudo. El otro 25% de nuestra alimentación puede consistir de los alimentos que contribuyen a la acidez mencionados anteriormente, sin crear excesos que el cuerpo no pueda manejar fácilmente. Debemos masticar los alimentos lenta y completamente para no impedir la digestión y aseguremos que el cuerpo tenga suficiente agua para facilitar el metabolismo y eliminación de desperdicios y toxinas.