Prolapso Femenino

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¿Qué es el Prolapso?
El prolapso de órganos pélvicos es una condición muy común, principalmente en
mujeres mayores de cuarenta años. Se estima que la mitad de las mujeres que tienen hijos
van a experimentar algún tipo de prolapso en años posteriores, pero debido a que muchas no
buscan ayuda en sus médicos, el número real de mujeres con prolapso es aún desconocido.
El prolapso de órgano pélvico puede afectar la vida diaria de las mujeres que sufren
esta condición, limitando su funcionalidad física o sexual. Si bien el prolapso no se considera
una condición que involucre riesgo de vida, puede causar incomodidad y angustia.
El prolapso de órganos pélvicos ocurre cuando los músculos del piso pélvico se
debilitan o dañan y no pueden sostener más los órganos pélvicos. Su piso pélvico consiste en
una capa de músculos y ligamentos que sostienen su vejiga, útero, colon e intestino delgado,
órganos que se encuentran en su cavidad pélvica.
Para algunas mujeres, el prolapso de órganos pélvicos se convierte en un problema
doloroso e incómodo. Si Ud. es una de esas mujeres, debe saber que existen distintas
opciones de tratamiento del prolapso que le permitirán recuperar su estilo de vida.
Una de esas opciones es Nazca POP Repair System, que mediante una innovadora
técnica quirúrgica mínimamente invasiva, es implantado resolviendo de manera definitiva el
prolapso de órganos pélvicos.
Mediante este simple procedimiento, el cirujano coloca una malla sintética a través de
la vagina para sostener y posicionar nuevamente en su lugar el órgano prolapsado.
¿Cuáles son los síntomas?
Aunque muchas mujeres que tienen prolapso de órganos pélvicos no tienen síntomas
por tratarse de casos leves, otras pueden experimentar los siguientes síntomas:
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Caída o protrusión del útero hacia o fuera de la vagina.
Sensación de presión o cuerpo extraño en la pelvis.
Tirón o estiramiento en el área inguinal o dolor de espalda.
Relaciones sexuales dolorosas (dispareunia).
Problemas urinarios, como pérdida involuntaria de orina (incontinencia) o una
necesidad frecuente o urgente de orinar, especialmente por la noche.
 Problemas de constipación o necesidad de soporte para tener movimiento de
intestinos.
Si Ud. experimenta alguno de estos síntomas de prolapso, particularmente si puede ver
o sentir algo cerca o en la entrada de su vagina, agende una consulta con su ginecólogo.
Muchas mujeres con prolapso evitan visitar a su médico porque sienten vergüenza o miedo de
lo que su doctor pueda diagnosticar, pero el prolapso es un a condición muy común y no hay
razones para avergonzarse.
Antes de visitar a su médico, puede ser de ayuda armar un listado de síntomas y
preguntas. Lleve este listado con Ud. a la consulta. Al chequear sus síntomas, Ud. está
tomando un rol activo para mejorar su salud y bienestar.
¿Cómo se diagnostica?
Para buscar signos de prolapso y arribar a un diagnóstico, su doctor realizará un
examen pélvico completo, además de evaluar su historia clínica para identificar los factores
que puedan provocar esta condición, sus síntomas y su historial de embarazos u otras
condiciones que haya padecido anteriormente. Además, seguramente analizará si existe
presión en la vagina o la pelvis, un bulto en la entrada de la vagina, y disfunción urinaria,
intestinal o sexual.
Su médico puede solicitar además otros tests de diagnóstico: estudio urodinámico para
evaluar el funcionamiento de la vejiga, estudios de imagen como ultrasonido, cistouretroscopía
o ecografías para visualizar la vejiga y el recto.
¿Cuáles son las causas del Prolapso?
El prolapso de órganos pélvicos es causado en la mayoría de los casos por embarazos
y partos. Puede también relacionarse con cualquier factor que causa incremento de presión en
el abdomen, como obesidad, problemas respiratorios con tos crónica, constipación y cáncer de
algún órgano pélvico. El prolapso puede ocurrir también luego de una histerectomía (remoción
del útero) causada por otro problema de salud, como la endometriosis.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
Existen distintas opciones no quirúrgicas y quirúrgicas para el tratamiento del prolapso,
incluyendo fisioterapia, pesarios vaginales, y una gama de procedimientos quirúrgicos. Su
médico la guiará para que juntos consideren las distintas alternativas de tratamiento.
Seguramente le sugerirá la opción de tratamiento más adecuada dependiendo de una variedad
de factores, como el tipo de prolapso que tiene, los síntomas, su edad y antecedentes de
salud, si desea tener hijos en el futuro, y su elección personal. Antes de decidirse por un
tratamiento, consulte a su doctor sobre los riesgos, beneficios y resultados de los tratamientos
por los que Ud. optaría.
Muchas mujeres que no tienen síntomas de prolapso pueden no requerir ningún
tratamiento. Otras, con casos muy leves de prolapso, pueden reducir el dolor y la presión de
un prolapso de órgano pélvico con opciones no quirúrgicas, las cuales pueden ser:
Tratamientos No Quirúrgicos
 Cambio de hábitos, como evitar algunas actividades: carga de objetos pesados,
deportes de impacto, etc.
 Entrenamiento de los músculos del piso pélvico: las opciones más difundidas son:
a) Ejercicios de Kegel, que consisten la contracción y relajación de los músculos
pélvicos.
b) Estimulación eléctrica: se realiza en consultorio médico y consiste en aplicar
corriente de bajo impacto para estimular y fortalecer el grupo apropiado de
músculos.
c) Utilización de un dispositivo removible llamado pesario, usado en la vagina
para ayudar a sostener el órgano u órganos que sufren un prolapso. El dispositivo
es especialmente ajustado por su médico. El pesario debe ser extraído para
limpiarlo. Si usted no puede hacer esto por sí misma, necesitará ver a su médico
regularmente.
Tratamientos Quirúrgicos
Cuando no se ha obtenido un resultado satisfactorio con los tratamientos no
quirúrgicos, se sugiere la cirugía como tratamiento definitivo. Los procedimientos
quirúrgicos utilizados para corregir distintos tipos de prolapso de órgano pélvico
incluyen la reparación del tejido de soporte del órgano prolapsado o la vagina, la
remoción del útero (histerectomía), o la colocación de una malla implantable para
sostener y reposicionar los órganos prolapsados.
Cirugía de Reparación del Prolapso
La mayoría de los tratamientos quirúrgicos para el prolapso tienen como objetivo
“levantar” el/los órgano/s prolapsado/s y reposicionarlos en su lugar. La
histerectomía (para prolapso uterino) es el único tratamiento que quita el órgano
prolapsado completamente.
La elección de la cirugía depende del tipo de prolapso que tenga, su salud, edad, si
desea conservar su útero o tener hijos en el futuro, si es Ud. sexualmente activa,
etc.
Antes de la operación, Ud. y su doctor deberían asegurarse de que el diagnóstico
sea preciso. Es muy común tener más de un tipo de prolapso al mismo tiempo, y
cada uno debe ser tenido en cuenta cuando se planifica la cirugía. También su
médico puede pedirle una serie de tests de la vejiga antes de la operación aún
cuando no tenga síntomas asociados a ella. Esto se debe a que el prolapso puede
estar ocultando una incontinencia urinaria de esfuerzo, debido a la presión que éste
ejerce contra la uretra y que previene que pierda orina. Al reparar su prolapso
puede solucionarse una condición pero evidenciar otra: incontinencia. Si Ud. tiene
incontinencia urinaria, puede ser tratada en el mismo procedimiento para reparar el
prolapso.
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