Por el Sr. Alcalde del Ayuntamiento de X se solicita de este servicio informe jurídico sobre reclamación previa a la vía judicial ordinaria presentada al Ayuntamiento por la “Sociedad General de Autores y Editores”, por la que se solicita el abono de derechos de autor, por los bailes, actuaciones musicales y otros eventos organizados con motivo de fiestas patronales o semanas culturales del municipio. Constituye la normativa reguladora de la materia el Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de Abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, cuyo objetivo es regularizar, aclarar y armonizar los textos normativos existentes hasta la fecha, fundamentalmente la Ley 22/1987 de Propiedad Intelectual modificada por la Ley 20/1992 y varias directivas comunitarias que incidían en la protección de los derechos de autor. El art. 17 de esta ley, otorga al autor el ejercicio exclusivo de los derechos de explotación de su obra y determina que la reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de la misma no podrá ser realizada sin su autorización. La Comunicación pública se define, art. 20 de la ley, como todo acto por el cual una pluralidad de personas puede tener acceso a la obra, sin previa distribución de ejemplares a cada uno de ellos, y, en particular se considera comunicación pública, entre otras “las representaciones escénicas, y ejecuciones públicas de obras dramáticas, literarias y musicales”. De acuerdo con esta definición, los actos que ordinariamente se encuentran en los programas de fiestas de los municipios y que se desarrollan mediante la ejecución de piezas musicales (bailes, pasacalles, actuaciones de grupos de danzas) o representaciones dramáticas o literarias (actuaciones teatrales) tienen el carácter de comunicación pública de dichas obras. Existe un supuesto excepcional en el que la comunicación pública de la obra no requerirá autorización de su autor. Se trata de la ejecución de obras musicales en el curso de actos oficiales del Estado y de las Administraciones Públicas y también en ceremonias religiosas siempre que el público pueda asistir a ellas gratuitamente y los artistas que intervengan en las mismas no perciban remuneración específica por su interpretación o ejecución en dichos actos. Sin embargo no es posible encajar este supuesto excepcional en los festejos patronales de los municipios ni tampoco en aquellas otras actuaciones que estos organizan (Semanas Culturales o representaciones teatrales), porque no puede atribuírsele el carácter de actos oficiales (la definición de los mismos viene recogida en el Real Decreto 2099/1983, de 4 de Agosto). El Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas aprobado por Real Decreto 2816/1982 de 27 de Agosto, obliga a las empresas organizadoras de estos espectáculos a cumplir las disposiciones de la Legislación de Propiedad Intelectual, y define a las empresas, a estos efectos como aquellas personas físicas o jurídicas, Entidades, Sociedades, Clubes o Asociaciones que, con ánimo de lucro o sin él, y habitual u ocasionalmente, organizan espectáculos o actividades recreativas y asumen frente a la Autoridad y al público las responsabilidades y obligaciones inherentes a su organización, celebración y desarrollo. De acuerdo con esta definición, los Ayuntamientos cuando organicen festejos se incluyen en la categoría de empresas. De lo expuesto, se deduce la obligación del Ayuntamiento de abonar derechos de autor, por los bailes, verbenas, pasacalles y en general actuaciones que impliquen el acceso de una pluralidad indeterminada de personas a una obra musical, o literaria y que sean organizados por el Ayuntamiento. Sentada esta obligación, se plantean en relación con esta materia, varias cuestiones: PRIMERA: Legitimación de la Sociedad General de Autores y Editores. Los autores pueden ejercer su derecho de explotación de sus obras de forma individual o colectiva. En este segundo supuesto lo harán a través de una Entidad de gestión de las reconocidas y reguladas por la legislación de propiedad intelectual y con las que se pretende una mayor efectividad en la protección de los derechos de autor. Estas entidades están legitimadas para ejercer los derechos que los autores confíen a su gestión y hacerlos valer en toda clase de procedimientos administrativos y judiciales. En este momento sólo existe una Entidad de gestión autorizada por el Ministerio de Cultura: La “Sociedad General de Autores y Editores”, que hasta 1995 se denominaba “Sociedad General de Autores de España”. Como hemos dicho, esta Sociedad defiende los derechos que los autores confíen a su gestión, y la práctica totalidad de los autores españoles es representada por ella, pero aún cuando la obra que ha sido objeto de comunicación pública por el Ayuntamiento no se encontrara dentro de aquellas cuya protección se le ha encomendado, le corresponde al Ayuntamiento probar de forma indubitada este extremo, ya que la ley -art. 145.2 - establece una presunción de legitimación en favor de la entidad, correspondiendo la carga de la prueba al demandado o, en este caso reclamado para el pago, que es el Ayuntamiento. Esta prueba, tratándose de la organización de bailes, verbenas, pasacalles y demás festejos en los que se utilice un repertorio variado de obras musicales, es extremadamente difícil, por no decir imposible. En el supuesto de representaciones teatrales que generalmente corresponden a un único autor, resulta más fácil determinar si éste se halla representado por la SGAE, pudiendo acudirse al Registro de la Propiedad Intelectual que tiene carácter público y del que hablaremos a continuación. SEGUNDA: Duración de los derechos de Explotación del autor. El art. 26 de la Ley de Propiedad Intelectual establece que los “derechos de explotación de la obra durarán toda la vida del autor y setenta años después de su muerte o declaración de fallecimiento”. Existen algunas disposiciones transitorias en la ley que permiten una duración superior en los derechos de explotación nacidos durante regulaciones anteriores. La extinción, por el transcurso del tiempo fijado, de los derechos de explotación determinará que las obras pasen a utilizarse en régimen de dominio público (art. 41 de la ley) y podrán ser utilizadas por cualquiera siempre que se respete la autoría y la integridad de la obra. Hay que tener en cuenta que si la obra originaria es objeto de transformación (traducción, adaptación y cualquier modificación de su forma de lo que se deduce una obra diferente), surgirá un derecho de propiedad intelectual para el autor de la transformación, por lo que aunque la obra sea de dominio público si el objeto de comunicación pública es una obra adaptada habrá que pagar derechos de autor. En consecuencia, si la obra en cuestión ha pasado a ser de dominio público, el Ayuntamiento no deberá abonar cantidad alguna por su difusión en un acto o festejo municipal (dejando a salvo lo señalado para las adaptaciones), si bien existe la presunción de legitimación ya señalada, en todo tipo de procedimientos administrativos y judiciales extendiéndose en principio la acción de defensa de obras de la SGAE a todo tipo de obras utilizadas y correspondiendo al Ayuntamiento la carga de probar que una determinada obra es de dominio público. Para obtener información sobre las obras, puede accederse al Registro e la Propiedad Intelectual, que tiene carácter público y viene regulado en la Ley de Propiedad Intelectual. Existe un Registro Central dependiente del Ministerio de Cultura y Registros periféricos dependientes de las Comunidades Autónomas y en él se inscribirán los derechos de propiedad intelectual relativos a las obras y demás producciones protegidas por la ley, si bien la inscripción no es obligatoria TERCERA: Prescripción de acciones. El perjudicado puede solicitar la remuneración que hubiera percibido de haber autorizado la explotación. (Art. 135 de la Ley). Este es el objeto de la reclamación de la SGAE, quien como ya se ha dicho está legitimada para hacer valer los derechos de sus socios, sin embargo la acción para reclamar los daños y perjuicios prescribirá a los cinco años desde que el legitimado pudo ejercitarla. Esto significa que si han transcurrido más de cinco años desde la utilización de las obras, sin que se haya producido requerimiento de abono de cantidad alguna por la SGAE ha prescrito el derecho de la misma a reclamar. Si hubiera habido algún requerimiento, éste interrumpiría el plazo de prescripción, que volvería a iniciar su cómputo a partir del requerimiento. CUARTA: Tarifas. Las Entidades de gestión están obligadas por la Ley a establecer tarifas generales que determinan la remuneración correspondiente por la utilización de su patrimonio y a notificarlas al Ministerio de Cultura. Durante el año 1996 la SGAE acordó un incremento de las tarifas aplicables a las Corporaciones Locales que afectó fundamentalmente a los actos gratuitos organizados por los Ayuntamientos, esto es, sin taquilla: se cambió el tanto alzado en que se basaban (cantidad fija, en función del tramo de población en que se encontraba el municipio) por la exigencia de un porcentaje (7% para los bailes; 10% para los conciertos) que se aplica sobre los gastos de celebración. Esto implica un incremento considerable de las tarifas, y por ello la Federación Española de Municipios y Provincias firmó un convenio con la SGAE mediante el que se retrasaba (para los Ayuntamientos adheridos a este Convenio) la aplicación de este nuevo sistema de tarifas aplicándose el mismo de forma gradual durante cinco años. De acuerdo con todo lo expuesto, podemos extraer las siguientes conclusiones en relación con la reclamación efectuada al Ayuntamiento por la SGAE. * El Ayuntamiento, con carácter general, viene obligado a abonar a la SGAE, las tarifas correspondientes por las obras utilizadas en la organización de festejos, semanas culturales y otros eventos que organice. * No vendrá obligado a abonar cantidad alguna por aquellas obras que se encuentren en situación de dominio público aunque deberá probar que la obra se encuentra en esta situación y para ello el instrumento más adecuado es el Registro de la Propiedad Intelectual. * Ha prescrito la acción legal atribuida a la SGAE para la reclamación de cantidades correspondientes a actos celebrados durante los años 1990, 1991, 1992 y 1993, por haber transcurrido el plazo de cinco años previsto por la ley, salvo que durante este tiempo se hayan producido requerimientos de pago por la SGAE, en cuyo caso se interrumpe el plazo de prescripción y vuelve a iniciarse el cómputo a partir de la fecha del último requerimiento. * El Ayuntamiento debe comprobar que el sistema de tarifas aplicadas por la SGAE es correcto. Para facilitar dicha comprobación se remite listado de tarifas aplicable a las Corporaciones Locales hasta 31-12-1996. A partir de 1-1-1997 para los actos gratuitos, se concretan en un 10% sobre el presupuesto de gastos para los conciertos y un 7% para los bailes con orquesta, sin perjuicio de lo establecido en el Convenio entre la FEMP y la SGAE. Se emite el siguiente informe sin perjuicio de otro de mejor criterio fundado en derecho en Valladolid, a 30 de Octubre de 1998.