Manual para “negociar” obras musicales Hoy día resulta absolutamente imprescindible saber negociar las obras musicales dentro de los mejores términos, tanto legales como autorales, por lo que se hace necesario aprender a manejar el lenguaje que habitualmente se utiliza en este ámbito. A continuación presentamos algunos de los conceptos básicos de manejar en el negocio de los derechos de autor. Cualquier consulta sobre una duda o inquietud al respecto esperamos saber sus comentarios y opiniones. Los primeros pasos. Muchos autores se preguntan a menudo porqué si su composición es buena cuesta tanto que se le graben. Lo primero que hay que entender es que una buena composición no basta. El autor debe presentar su creación a los productores fonográficos y a los artistas de la mejor manera posible. Cuanto más clara sea la presentación más fácil será tomar la decisión de grabarla. El autor debe tratar de presentar su obra en una maqueta bien realizada, es decir, en la cual se perciba claramente cada uno de los sonidos fundamentales que definan el ritmo, el sentido armónico y la melodía de la obra. Ser un buen autor no necesariamente implica ser un buen vendedor de su propio material. Un autor sobre todo es un intelectual y no un comerciante o un buen negociador de su propia obra. Debido a las malas experiencias las alianzas entre compositores musicales y autores han resultado ser ideales para consolidar equipos de trabajo y encontrar mejor respaldo a sus obras. Derecho de Autor Este derecho forma parte de los Derechos de Propiedad Intelectual y protege a los compositores y autores de obras y sus creaciones musicales. Del Derecho de Autor se derivan el Derecho Moral y el Derecho Patrimonial. Derecho Moral El Derecho Moral es personalísimo, irrenunciable, intransferible y perpetuo. Permite al autor, además, arrogarse las siguientes facultades: a-Mantener la obra inédita b-Exigir la mención de su nombre o seudónimo, como autor de la obra, en todas las reproducciones y utilizaciones de ella c-Impedir, si su obra ha sido deformada, mutilada o alterada de cualquier manera, toda reproducción o comunicación al público de la misma. d-Defender su honor y reputación como autor de sus producciones. e-Retirar la obra de la circulación e impedir su comercio al público. Derecho Patrimonial El Derecho Patrimonial es el que concede al autor de la obra literaria o artística el derecho exclusivo de utilizarla. Compete también al autor autorizar la reproducción, la traducción a cualquier idioma o dialecto, la adaptación e inclusión de sus obras en fonogramas, videogramas, películas cinematográficas y otras obras audiovisuales. El Derecho Patrimonial da al autor la facultad de determinar la retribución económica que deban pagar aquellos que utilicen sus creaciones. El Derecho Patrimonial se extingue varias décadas después de fallecido el autor (entre 50 y 80 años). Derechos Conexos Son los derechos que ostentan los artistas intérpretes o ejecutantes, los productores de fonogramas y los organismos de radiodifusión. Al igual que en el Derecho de Autor, estos titulares, es decir, los artistas e intérpretes gozan también de derechos morales y patrimoniales, mientras que los productores solamente del derecho patrimonial. El glosario de la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Privada) enseña que “se entiende generalmente que se trata de derechos concedidos en un número creciente de países para proteger los intereses de los artistas intérpretes o ejecutantes, productores de fonogramas y organismos de radiodifusión en relación con sus actividades referentes a la utilización pública de pobras de autores, toda clase de representaciones de artistas o transmisión al público de acontecimientos, información y sonido o imágenes…” (Glosario de derecho de autor y derechos conexos, OMPI, 1980, p.168). Términos más usados en el negocio de la música. (Por orden alfabético) Adelantos: Son sumas de dinero que otorgan los productores a los artistas por las posibles ventas que hagan de la producción que piensan realizar. También son la suma de dinero que dan los editores, a los autores, previos a cualquier pago que perciban de los productores o de las sociedades autorales. En ambos casos, los adelantos se efectúan cuando hay certeza de que la producción será de una cantidad importante de ejemplares (50.mil o 100.mil o más). Artista: Para efectos del Derecho de Autor y los Derechos Conexos los artistas son intérpretes o ejecutantes. Se entiende, además, que el ejecutante es el que acompaña al intérprete o artista principal. Arreglista: Es la persona a la cual se le encargan los arreglos, las adaptaciones o las orquestaciones de una pieza musical. Generalmente al arreglista lo contrata el Productor o el Artista y por una suma única, dependiendo del trabajo que vaya a realizar. Queda a criterio de los autores de las obras compartir algún porcentaje de participación autoral con el arreglista por el aporte de valor agregado hecho a su obra. Catálogo: Es el repertorio de obras musicales que administra el Editor, en representación de los autores. El Número de Catálogo es el término que identifica cada una de las producciones fonográficas que hace el Productor. Compositores y Autores: En toda creación de una obra musical participan el autor que hace el texto de una canción y el compositor que hace la música para ese texto o para una obra instrumental. Un autor y un compositor pueden ser la misma persona. Para efecto de los textos aquí incluidos nos vamos a referir a ambos como el autor o los autores. Derechos de Autor: Son los derechos patrimoniales que perciben los autores y los editores por la explotación de sus obras. Estos derechos se tramitan por medio de la sociedad autoral. Derechos de Sincronización: Son los derechos patrimoniales que se generan a favor de los autores cuando se utiliza una obra musical protegida ligada a textos comerciales, a imágenes o a textos con fines publicitarios o bien cuando la música es incorporada a películas o en producciones multimedia. Derechos Mecánicos: Son los derechos patrimoniales que se generan, a favor de los titulares de derechos de autor, cuando se realiza una producción fonográfica. Edición: Es la labor que realiza el editor cuando imprime partituras de una obra y las pone a disposición del público. El editor también se encarga de colocar en el mercado internacional las obras o títulos de su catálogo, ya sea para una publicación impresa o para que los productores y artistas las incluyan en sus fonogramas. Fonograma: Es todo soporte material que contiene o registra el sonido de las obras musicales para su posterior difusión. Los soportes o fonogramas más utilizados son los discos compactos y hasta hace algunos años, los cassettes y las cintas magnéticas. Hoy día el mp3 es un soporte. Label Copy: El Label Copy o Copia de Etiqueta es un formulario que contiene la información más importante de una producción fonográfica. Entre otros datos, en el Label Copy, se anota el nombre del productor, el título de la producción, el número de serie del lanzamiento o de catálogo del producto, la fecha de publicación, el nombre del artista, los títulos de las obras, los autores y editores respectivos y la duración de cada obra. Formulario: Es preparado por el productor fonográfico y, entre otras cosas, sirve para llevar un control de las producciones así como para cancelar los reclamos provenientes de los editores y de las sociedades autorales por concepto de derechos mecánicos. Máster: Es un soporte o fonograma maestro en el cual se fijan por primera vez los sonidos de las obras musicales, debidamente terminadas, para la posterior reproducción de ejemplares. Plazos: Este es un asunto de vital importancia en toda negociación de explotación del derecho de Autor y de los Derechos Conexos. Los plazos de duración en un contrato los definen los autores, los editores, los productores y los artistas. Inicialmente se recomienda que estos contratos no sobrepasen los cinco años. A la terminación de un contrato, una vez analizados los resultados obtenidos, especialmente en el capítulo de pagos de derechos y regalías, las partes podrán convenir en la prórroga o en la firma de un nuevo contrato, por el mismo tiempo o por un período mayor, o bien, realizar uno nuevo con otro editor o productor. Porcentajes de Participación: Son los porcentajes de derechos de autor que convienen los autores y los editores así como las regalías que pactan los artistas y los productores. Regalías (Royalties): Son pagos que hace el Productor al Artista por las ganancias de la venta de los fonogramas producidos. Sello Discográfico: Es la marca bajo la cual el Productor fonográfico identifica la producción que realiza. Es normal encontrar que un mismo productor maneje varios sellos a la vez con la finalidad de presentar un catálogo ordenado y clasificado de la variedad de géneros o estilos musicales que esté produciendo. Territorios: Este es uno de los puntos más importantes que hay en los contratos entre Autores, Editores y Sub-editores así como entre Productores, Artistas y Distribuidores. Un autor puede conceder al Editor la representación de sus obras para un solo país, para varios países o para todo el mundo, en formas directa o a través de Sub-editores. Los Artistas/Intérpretes pueden negociar con el Productor para que la producción sea lanzada exclusivamente en uno o varios países y que otro Productor lo haga para el resto del mundo. El productor puede contratar a un distribuidor para que comercialice el producto en uno o varios países a la vez, sin embargo esto está sujeto al conocimiento que cada una de las partes tenga del mercado. El Editor. La figura del editor surge precisamente para solucionar los problemas de mercadeo de obras que sufren los autores. El editor es un profesional que sabe cómo es el negocio de colocar la música en el mercado en nombre de los autores. Es la persona que puede olfatear el éxito de una composición y sabe a quién acudir dependiendo del tipo de obra de que se trate. Por otro lado, tanto el productor como el artista deben confiar plenamente en la labor del editor. Resulta obvio que el editor tiene que haber escuchado con anterioridad el material antes de hacer una propuesta a los artistas o productores que conoce. Lo ideal es que el editor debe manejar un catálogo de repertorio variado. Para un autor, la figura del editor es fundamental en el entendido de que es el profesional que sabe escuchar las creaciones, ubicarlas y seleccionarlas por estilo para, finalmente, determinar, a cuál artista o productor, sea nacional o extranjero, le puede ser útil el material. Titulares: Este resulta también otro aspecto muy importante de tener presente durante una relación comercial de derechos en una negociación de obras musicales. Los autores son titulares sobre sus creaciones. Los editores lo son sobre las obras que integran sus catálogos y que, por supuesto, los respectivos autores les han cedido una participación porcentual de sus derechos. Los productores son titulares de derechos conexos sobre los fonogramas. Los artistas son titulares de derechos sobre la interpretación que realizan en la producción de fonogramas y de videogramas. CONTRATOS ENTRE TITULARES DE DERECHOS. Los contratos son acuerdos voluntarios de índole patrimonial y se basan en el consentimiento formado por la oferta y la aceptación de las partes. En la industria de la música se dan varios tipos de contratos y estos son algunos de los más importantes. Sociedad-Autor: Mediante este contrato, el autor cede en forma exclusiva a la Sociedad Autoral la representación de sus derechos patrimoniales. El autor se obliga a reportar a la Sociedad toda operación o negociación en torno a sus creaciones y la sociedad, por su parte, se compromete a proteger sus derechos y a recaudar en su nombre los dineros que se generen por las diversas formas de explotación de tales obras. El Autor mientras sea miembro de la Sociedad renuncia a la gestión individual de sus derechos. Sociedad- Editor: Es el contrato por el cual el Editor concede a la Sociedad de Autores la representación de los derechos de su catálogo. Generalmente los derechos que da en administración el Editor a la Sociedad son los de comunicación pública y éste se reserva el derecho de sincronización. ¿Qué sucede cuando el Editor cobra en forma directa algún derecho? Cuando este sucede el Editor deberá trasladar al autor el porcentaje convenido con él e informar de la transacción ala Sociedad Autoral que representa a ambos. Sociedad- Productor: Es un contrato ocasional que se suscribe cada vez que el productor va a realizar una producción nueva o a producir más ejemplares de una producción anterior. Este contrato establece el porcentaje de derechos mecánicos que deberá abonar el productor a la Sociedad por el repertorio que administra de acuerdo al tarifario vigente. (Para mayor información al respecto ver Pag.15 del libro “Reproduzca Música sin Problemas” editado por ACAM). Este contrato da origen a una licencia de producción y de reproducción. Autor- Editor: Es el convenio mediante el cual el Autor deposita al Editor sus creaciones para que sea éste quien las coloque en el mercado. Una copia del contrato debe ser entregada por una de las partes a la Sociedad a fin de que esta lleve un control del repertorio de sus asociados y que, al momento de una distribución de derechos, sepa cuando le corresponde a cada parte o titular. En este tipo de contrato el editor nunca podrá percibir más del 33.33% de los derechos de autor en el territorio nacional y no más del 50% de esos derechos en el extranjero, cuando son dados por una sub-edición. Editor-Subeditor: Cuando el Editor no tiene representación legal en otro territorio recurre a la figura del sub-editor en otro país. Este es, en realidad, un Editor que se hará cargo de la negociación de un catálogo perteneciente a un Editor original. El porcentaje de derechos de autor para el sub-editor lo comparte el editor desde su parte (50%) que le fue concedida por el autor. El Editor original debe comunicar a la sociedad autoral la subedición realizada. Productor-Distribuidor: Al momento de iniciar la venta de ejemplares, el productor fonográfico, contrata los servicios de un distribuidor quien será el encargado de colocar el producto en las tiendas. Ambas partes convendrán en el porcentaje de utilidades que tendrá cada uno y en ningún momento se podrá ir en perjuicio de los autores. Productor-Artista: Mediante este contrato el Productor se compromete a hacer una o varias producciones con el Artista y el Artista, a su vez, se compromete a grabar únicamente para ese productor durante la vigencia del convenio. En este contrato se establecen condiciones tales como la cantidad de producciones por año, los territorios en que será distribuido el producto y las regalías producto de las ganancias. LOS CONTRATOS DEBEN RESPETAR LAS NORMAS LEGALES. LOS CONTRATOS REALIZADOS EN EL CAMPO DE LA MÚSICA NUNCA DEBEN IR EN CONTRA DE LAS DISPOSICIONES CONTEMPLADAS EN LA LEY DE DERECHOS DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS, NUMERO 6683; DE LOS CONVENIOS Y TRATADOS QUE VERSAN SOBRE ESTA MATERIA Y QUE ESTÁN SUSCRITOS EN NUESTRO PAÍS.