Conferencia Dr. Poitevin

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CONSIDERACIONES SOBRE LAS POSIBLIDADES DE INVESTIGACIÓN EN
CIENCIAS SOCIALES DESDE CENTROAMÉRICA.
René Poitevin
Lo perciban o no, lo pretendan o
No,la modernización industrial y
A espaldas de los hombres, esto es,
Independientemente de que ellos
Su centro cerrrado de decision se
Abren a la decision, a la discusión,
A la crítica. El bloqueo íncito en la
Estructura social de la modernidad
Industrial se debilita. Y de esta
Manera se puede empezar a hablar
De la invención de lo politico.
Ulrich Beck
Teoría de la Modernización
Reflexiva.
INTRODUCCIÓN
En primer lugar deseo agradecer vivamente el honor que la Comisión
Organizadora del Segundo Congreso Centroamericano de Ciencias Políticas me
ha conferido al encargarme la intervención para el cierre de este importante
evento.
El tema que se me ha propuesto es el de tratar de entrever las posibilidades de
investigación que hay en el área. Este desafío reposa sobre dos supuestos,
que no estoy seguro de que existan, o en todo caso de que sean suficientes
para situar el problema: Uno es la presunción de que Centroamérica es un área
lo suficientemente homogénea e intelectualmente vigorosa como para sustentar
una Academia y dentro de ella una agenda de investigación. El segundo, es la
hipótesis de que se pueda considerar a Centroamérica como un actor
internacional.
Sobre la primera suposición, diré que Centroamérica desde un punto de vista
social como todos ustedes saben, no es un área homogénea. El núcleo de
Centroamérica está constituido por el triangulo norte mas Nicaragua, que
representan una media de males y problemas típicos; a estos países se suman
Belice y Panamá, que pueden ser considerados como una avanzada del Caribe
sobre el Continente y que muestran un perfil un tanto distinto, y por último claro
está, tenemos a Costa Rica que viene a ser una anomalía, a pesar de que es tan
nuestra y pertenece al contexto histórico del área. El asunto es si va a seguir
estando con nosotros, o definitivamente se va escapar. 1
Hecha esta aclaración, diré que mi punto de partida es el de no problematizar
Centroamérica sino, caracterizarla como un espacio heterogéneo y múltiple que
sirve de contexto para la indagación que hoy me propongo.
El otro supuesto es el de la viabilidad del área; una hipótesis que en sí misma
es motivo de una ponencia aparte; simplemente expondré que veo enormes
dificultades para el futuro inmediato. Algo acerca de estos temas será abordado
más adelante en este mismo texto.
LA POSIBILIDAD DE INVESTIGAR
El Recurso Humano e Institucional
Merece la pena preguntarnos sobre la capacidad real de hacer investigación, en
sociedades tremendamente desiguales, con tan altos índices de pobreza y
especialmente con enormes rezagos sociales, dentro de los cuales destaca el
grave atraso en el campo de la educación.2 Sí tuvieramos que atenernos
únicamente a los promedios, veríamos que dentro de tanta diversidad es difícil
ver un Centroamérica capaz de generar los recursos humanos suficientemente
calificados para llevar a cabo la investigación en Ciencias Sociales, simplemente
porque los índices en algunos casos, nos sitúan a la altura del desarrollo de los
países africanos3; pero al mismo tiempo y estas son las paradojas de lo
humano, resulta que, en primer lugar, no todo es lineal y que no es cosa de
índices únicamente. Centroamérica aún en sus más obscuros momentos, ha
tenido desde tiempo inmemorial un pequeño núcleo intelectual que siempre se
ha abierto al mundo y ha atisbado nuestra relación con el entorno y ha
reflexionado sobre ello. Raquítica o no, ha habido una elite intelectual, y es
más, siempre ha mantenido comunicación entre sí y ha tenido referencias
horizontales de personajes y nombres: Valle, Darío o Asturias, son algunos
ejemplos, precisamente por no citar el papel jugado por los congresos de
diversas disciplinas que en la actualidad se dan de manera periódica y
saludable.
1
Ver: Arciniegas, Germán la Biografía del Caribe, Edit. Sudamericana Bs.Aires 1955. y Helms y
Loveland Frontier Adaptatiosn en Central América. ISHI Philadelphia. 19762
Ver Informe del Banco Mundial, La Pobreza en Guatemala 2003- Informe del Progreso Educativo
Guatemala de PREAL 20023
Según PREAL op.cit. La Educación básica tiene problemas de cobertura , de calidad, de falta de
oportunidades las cuales son generalizables a la educación terciaria. Ver también: Estado de la Región en
Desarrollo Humano Sostenible PNUD 1999.
En el fondo de trata de un fenómeno humano, por el cual aún dentro de las
circunstancias mas adversas, el espíritu encuentra su camino.
Sin embargo a pesar de estas luces, lo que predomina son las sombras. El rigor
académico deja mucho que desear, especialmente en nuestras universidades, y
se necesita un enorme esfuerzo, permanente y concertado para capacitar
recursos humanos de categoría, que nos permitan acceder al nivel de los
hombre libres, con plena capacidad de pensar, indagar y dialogar. Solo así, el
área podrá tener un horizonte claro acerca de problemas tales como los
derroteros del desarrollo, el tipo de nación y Estado que deseamos o podemos
forjar dentro de la globalidad, o el sentido de la modernidad para nuestros
países, en éste complejo siglo veintiuno que nos ha tocado comenzar a vivir.
La academia Centroamericana como parte del fenómeno global, se ha visto
avasallada por una postura pragmática, anti-intelectual e individualista, que
supedita el rol de las universidades ya no solo a ser fábricas de malos
profesionales, sino que cada vez más, privilegia el ángulo de la rentabilidad, y la
visión mercantil. De esta manera, se convierte a la institución universitaria
hecha para formar, investigar y divulgar, en una empresa de servicios de
información para sus clientes, en una empresa de lucro, que además tiene
cierta influencia política y un papel en el mundo de los negocios. Nuestras
Universidades no son centros para reflexionar ni formar elites, ya que estas se
forman en el extranjero o en contadas universidades regionales de grupos
empresariales, son simplemente un lugar de tercera categoría para formar a
gestores de servicios en el mejor de los casos, y para formar los cuadros
segundones o mandos medios locales que necesitan
las empresas
transnacionales.4
En el caso de las universidades Estatales sus problemas son otros. Falta la
racionalidad administrativa, luchar por la calidad y contra la nefasta masificación
y hacer que dejen de ser feudos alejados de la realidad y del acontecer
nacional. Faltan también la responsabilidad y la ética. La universidad Estatal ha
dejado de tener un papel en al sociedad y se ha convertido en muchos casos en
un ente vacío de contenido, sin razón de ser ni misión que cumplir.
Esa lógica utilitarista y ramplona, aún en países tan pequeños como los
nuestros, constituye una agresión al intelecto y al espíritu libertario. La libertad
es la condición del que inquiere, del que no se conforma con la respuesta obvia,
del que quiere ver más allá, pero en el buen sentido, no de soñar, sino de
pensar y razonar que junto con la risa, son los atributos del ser humano.
Lejos debemos estar entonces, de los mercados por un lado y de las jerarquías
que en la academia asfixian y nulifican el avance del espíritu. No podemos dejar
de constatar que lamentablemente, lejos de cumplir la función que la realidad
demanda de forma imperativa, las universidades y las instituciones de
4
Un ejemplo de esta postura en Educación está dada por La quinta Disciplina, Escuelas que aprenden,
Editorial Norma 2002.
investigación se han convertido en al patria de los habitantes de la tierra media,
sin la estatura suficiente para ver el horizonte.
En el caso de los institutos de investigación independientes, que son los que
cobijan el 98 % de esta labor, ya que las Universidades casi no lo hacen, ni lo
asumen como parte de su quehacer. Los Institutos Privados florecieron y
tuvieron su razón de ser, cuando las Dictaduras asfixiaron a las Universidades
en Latinoamérica y estos constituyeron el espacio y refugio de la investigación y
la reflexión.
Pero esta etapa ya pasó y hoy, con el advenimiento y la
formalización de la Democracia, esta modalidad evidencia sus claras
limitaciones y cómo modelo de gestión es cada vez más cuestionable.
En un mundo moderno, es un hecho que los espacios de investigación no
pueden ser asumidos en su totalidad ni por el Estado ni por fondos privados o
donaciones extranjeras.
En estos tiempos, el Estado está tan disminuido que en esta materia está casi
fuera del juego y en Centroamérica5, no puede asumir el rol de auspiciar la
investigación como política de Estado.6 Por otra parte, los empresarios y las
elites económicas del área no tienen esa tradición cultural, tan propia de los
países anglosajones, y que es asumida como parte de la responsabilidad social
de estos grupos. Esto nos deja con la realidad de que la investigación ha sido
asumida casi en su totalidad, por aportes de la cooperación internacional.
Es en este punto en que las luces y las sombras, la riqueza y la miseria de
nuestra realidad se evidencian con toda nitidez; el resultado ha sido una agenda
de investigación impuesta de acuerdo con visiones políticas externas, con
simplificaciones o modas intelectuales que muchas veces distorsionan nuestra
realidad y que se basan en lecturas caprichosas de nuestra problemática social
etc. ¿Cuantas veces los que hemos estado sujetos a estos trabajos, no hemos
tenido que lidiar con el funcionario prepotente y obcecado que se empeña en
financiar determinados temas de acuerdo con su muy personal visión de la
realidad?
Esta problemática que se conoce como la “oenegenización” de la investigación,
ha terminado por hacer de determinadas instituciones, agencias o voceros de
intereses de Estados Extranjeros. O en portavoces de grupos sectoriales
locales, con intereses políticos muy concretos, auspiciados por esa misma
cooperación, creando un ambiente falso y distorsionado de la realidad
investigativa.
5
En otros países de América Latina, El Estado tiene un fuerte papel en este tema. Ejemplos: México,
Brasil.
6
Salvo Costa Rica donde el Estado asume una parte de la política de Estado de subvencionar a las
Universidades y a la Investigación. En el resto de los países del área existen subvenciones importantes para
las universidades pero estas son acotadas en parte mínima para la investigación.
Afortunadamente cada vez hay más conciencia de esto e incluso en la misma
cooperación internacional, hay ya iniciativas de diálogo y consulta con sus
cooperantes, para elaborar la agenda de cooperación. Pero aún así, el
resultado ha sido una investigación de corto alcance, de miras estrechas que no
permite contemplar los grandes problemas de fondo de nuestras sociedades.
Por otro lado, se gastan recursos humanos y financieros en temas que a veces
no son sustanciales.
Además de esto, está la modalidad de la consultoría como forma usual de
contratación que hace que la inversión de preparación de los recursos humanos
se pierda y que el producto sea superficial y repetitivo. La esterilidad de la
consultoría es ampliamente conocida.
En el fondo, el problema radica en una cuestión de equilibrio entre una presencia
y visión de Estado que se hace cada vez más necesaria e ineludible, la
cooperación internacional que puede ser un agente de cambio muy saludable y
el aporte de las elites empresariales que también deben asumir su
responsabilidad social. Ninguno de los tres debe imponer su agenda ya que
ninguno debería ser preponderante. Estamos convencidos de que sólo
generando un espacio de esta naturaleza, quizás, y digo quizás, la investigación
en el área encontraría un espacio de libertad y mesura que le permita cumplir su
importante función social.
En Centroamérica, aún no se dimensiona, especialmente por parte del Estado y
por sus elites, la necesidad y la importancia que una buena, profunda y serena
investigación social debe aportar a la comprensión y visualización de los
problemas sociales y políticos. No hay conciencia de que ésta puede ser una
herramienta muy útil para la toma de decisiones, formulación de políticas, etc.
Por el contrario, se piensa que investigar en ciencias sociales es el equivalente
del periodismo investigativo, es la denuncia pura y simple, o en el mejor de los
casos es la encuesta y la cuantificación de un fenómeno.
Esta situación no es casual, como ya lo decía Durkheim, sino síntoma de
profundas fuerzas sociales7. Es aquí, que se plantea con toda claridad la
dialéctica entre lo interno y lo externo por una parte, y la del individuo y el
entorno por la otra. Viejo problema no resuelto, no obstante lo cual nos deja
espacio para constatar las tremendas equivocaciones que las instituciones
encargadas de cobijar a las ciencias sociales pueden cometer. Crimen contra el
pensamiento, la ética y moral y la educación.
7
Durkheim Las Formas elementales de la Vida Religiosa. Ed. Sur 1966.
El verdadero problema está, en pocas palabras, dado por la pérdida de rumbo
sobre la filosofía de la educación y la asunción de la correcta dimensión del
individuo y su relación con lo colectivo y social.
En la medida en que nuestras sociedades se segmenten más, se dividan y una
mínima parte de ellas se integre a la modernidad y otra se convierta en marginal,
o se integre al mundo de una manera subordinada o bárbara; la academia, y
dentro de ella la investigación, se hará cada vez más insustancial, banal o por el
contrario esencialista y fuera de la realidad. En ambos casos el peligro es el
delirio y la locura.
El Contenido de la Investigación
Hasta ahora hemos hablado en términos generales de las Ciencias Sociales,
pero ha llegado el momento de enfocarnos más especialmente en la Ciencia
Política como tal.
Lejos ha quedado la polémica del enfoque de las dos escuelas: La corriente
anglosajona, privilegia una visión institucional más cercana a un marco
sistémico, en el cual los conceptos como gobernabilidad, rendición de cuentas,
transparencia, etc., constituyen el elemento primordial que sitúa la investigación.
Se trata de un Estado concebido para adaptarse a las nociones de la
democracia liberal y sobre este supuesto se construye una agenda que tiene en
cuenta especificidades o particularismos y carencias. La agenda de
investigación estará acotada por temas tales como los partidos políticos y su
papel en relación con la representación democrática; el papel de los congresos y
parlamentos; el rol jugado por los ejércitos dentro del Estado.
Existe otra corriente que tiene su origen en la filosofía política, cuya
preocupación principal es situar las características del poder y cómo se
formaliza éste en relación con el Estado; su fundamento de legitimidad y del
Estado de Derecho, y dentro de todo esto, el papel de los partidos políticos en
relación con determinados grupos de interés, etc.
Ambas tradiciones son hijas de la ilustración, ambas tienen un arraigo profundo
en Occidente y representan en conjunto el universo de la Ciencia POLÍTICA.
Ciencia Política en mayúsculas, en el profundo sentido dado por Aristóteles,
como preocupación por la cosa pública, por el destino de la polis. Hay que decir
que hoy esa tradición ha sido puesta en duda desde dos orillas muy distintas
entre sí, pero ambas también tributarias de la tradición occidental. Una es el
relativismo filosófico y cultural de orígen francés, que plantea una interrogante
sobre todo el discurso de la ciencia y del discurso en general, y al hacerlo pone
en cuestión no solo a toda la ciencia social sino al racionalismo.
La otra posición tiene su orígen en la antropología y desde esa óptica, cuestiona
la aplicación universal del conocimiento occidental en regiones tales como Asia,
África y muchas partes de Latinoamérica. Pone en duda no tanto la validez de
éste conocimiento, cuanto la posibilidad y pertinencia de su aplicación a
realidades “distintas”. Esta última postura cuando se mezcla con la primera, da
lugar al relativismo cultural que en nombre del particularismo cultural, cuestiona
la posibilidad de una generalización que ven ajena. Muchos académicos
norteamericanos se adscriben a esta postura que ha sido el fundamento de lo
que se ha dado en llamar la “political correctness”, que se basa en una visión
segmentada de la realidad, que privilegia lo particular, lo vuelve esencial,
inmutable e imprescindible y considera necesario preservarlo frente a la
amenaza que constituye la globalización y la cultura occidental..
Es dentro de estas posturas que encontramos temas de investigación en la
Ciencia Política que están claramente en la frontera de lo antropológico y que
tienen un claro contenido conservacionista. Ejemplo: los temas de estudio de lo
local, que enfatizan las diferencias culturales, frente a los elementos
homogenizadores del Estado; o el asunto de los derechos de una población
local, frente al resto de la sociedad. En este campo, encontramos temas
apasionantes para la investigación y la discusión.
Efectivamente el particularismo es un hecho a tener en cuenta, y según mi
opinión, el estudio de lo local, es la clave para que sociedades como las
nuestras puedan construir un modelo de democracia que indudablemente tiene
que dar cuenta de rasgos culturales específicos y propios. Negarlo sería caer en
un triunfalismo determinista del modelo actual y en una especie de canto
apoteósico acerca de las virtudes del capitalismo y el mercado que es propio de
otras posturas, por demás ya claramente superadas dentro de la Ciencias
Sociales. Es incuestionable que la Ciencia Política hoy tiene una agenda que da
cuenta de las particularidades de género, de etnia y de carácter etario, que
representan un avance respecto a la primera mitad del siglo xx.
Sí lo anterior es cierto, no lo es menos que el pretender enfocar el fenómeno
político desde el ángulo cultural es distorsionarlo o destruirlo, y en todo caso
reducirlo a una única dimensión de las múltiples facetas que éste tiene.
La modernidad es un hecho que nos avasalla y no podemos atrincherarnos
nostálgicamente en la sobre valoración del pasado y sobre todo no podemos
como científicos políticos cegarnos ante la riqueza y multiplicidad de fenómenos
de hibridación y respuesta que nuestras culturas otorgan al proceso histórico. El
tema fundamental de la Ciencia Política actual es LA POLITICA a secas, como
riquísimo campo de la actividad humana, campo de los procesos de cambio, de
innovación, de armonización y gobernabilidad de las sociedades. Reivindicar la
política es urgente frente a los malos políticos, coadyuvar a formar una nueva
elite en este campo es necesario, y plantear la reivindicación del espacio político
como humano e imprescindible, superando el desprestigio y el desgaste que ha
sufrido.
La Ciencia Política en Centroamérica, por supuesto que debe seguir estudiando
a las instituciones del Estado y debe particularmente centrar su atención en los
partidos políticos como elementos clave del accionar político y de la construcción
de la democracia. Pero al mismo tiempo, se debe estudiar el Estado como
fenómeno de poder y como concreción histórica, frente al desarrollo de la
organización social, dando cuenta de la importancia de la construcción de lo
local como ámbito primigenio y de la mayor importancia para la construcción de
la democracia. Debe estudiarse el Estado en su dialéctica frente a la
globalización, y especialmente prever propuestas acerca de las formas que el
Estado deberá asumirse para organizarse y concretarse, es una tarea
imprescindible
En el tema de la democracia está claro que la construcción de la ciudadanía, sin
ambages, tal como la concibe Marshall8 pero ampliando su significado a lo
participativo, igualitario y equitativo es pertinente.
No nos olvidemos de que la Ciencia Política, como parte de la Ciencias
Sociales, tiene una vocación de comprensión universal y que lo particular es
eso, simplemente un aspecto dentro de una visión mas amplia que debe ser
SIEMPRE recuperada por el análisis, so pena de caer en la ramplonería
doctrinaria o en la visión del misionero exaltado por la fe.
La Ciencia Política no puede por sí sola dar cuenta de complejos y múltiples
fenómenos sociales, pero debe asociarse a otras disciplinas y trabajar en
equipo, si quiere desde la investigación, proporcionar respuestas un poco más
amplias y comprensivas. Así, el fenómeno de lo político no puede estar
disociado de la realidad económica y de la realidad pura y simple, ya que su
preocupación principal es el poder en sus múltiples expresiones, no puede
ignorar el poder económico y sus manifestaciones directas sobre la sociedad.
Cuestiones tales como el Modelo de Desarrollo que es hegemónico en nuestra
área geográfica y su relación con el modelo societal que engendra; y los temas
como la desigualdad y la pobreza en sus múltiples facetas de abordaje, son de
vital importancia.
La política en cuanto búsqueda de acuerdos o consensos, sobre las discusiones
y diputas, se centra en la relaciones de poder que se refieren a aspectos
económicos y de estructura social.
En ese sentido nuestra disciplina no debería ser ni como una especie de
cortesana que solo frecuenta los ámbitos del poder y sus instituciones, ni
tampoco como quisieran muchos, la paria que sólo presenta un discurso
escatológico y marginal.
Digo que no a los extremos porque para estudiar el poder, es sabido que hay
que conocerlo y frecuentarlo, pero aquí el reto es mantener el espíritu crítico y
8
Marshall T.H. Citizenship and Social Class Doubleday,1965
evitar la cooptación y el desliz moral. Por el otro lado, aquellos que se creen
practicantes de una ética que les impide ir más allá de la censura como método
y de la crítica visceral como practica, sin ninguna capacidad de propuesta o
conciliación, simplemente les digo que me remito a la historia y a sus duros
juicios.
Con lo anterior trato de decir que la agenda de investigación de la Ciencia
Política, debería acaso buscar el equilibrio entre una postura que intenta
encontrar respuestas inmediatas y limitadas y aquellas visiones que desean ir un
poco mas allá y en combinación con otras ciencias como la economía y la
sociología, tener visiones comprensivas y complementarias que den cuenta del
complejo y múltiple fenómeno social.
Mas allá de las tradiciones y las posiciones teóricas, la realidad es una, como
una es también la ciencia social.
Immanuel Wallerstein ha dado cuenta de este asunto en forma brillante en su
libro “Abrir la Ciencias Sociales”9 y hoy es cierto que se impone el trabajo en
equipo y el trabajo multidisciplinario.
Algo más que Metodología.
En una realidad como la centroamericana, la tarea de investigación de la Ciencia
Política es algo que debe dar cuenta fundamentalmente de dos aspectos que me
interesa mucho situar: Principios y actitudes.
Principios, porque la Ciencia Política debe ser consecuente con el compromiso
ético y científico, y en nuestras sociedades dando cuenta de la injusticia con las
mayorías empobrecidas de nuestros países y allí el pensamiento crítico y la
capacidad de propuesta tienen un lugar preponderante.
Capacidad de
propuesta que tiene que ver con el cambio y sus posibilidades reales y
concretas, y no con el aventurerismo y la irresponsabilidad, especialmente en
cuanto al difícil equilibrio entre el conformismo y la complicidad; entre la crítica y
la provocación.
Otro principio que es verdaderamente importante es el compromiso con la
verdad, aunque ésta sea impertinente y molesta, hasta el límite de llegar a ser
intolerable al poder o peligrosa para la vida.
El principio de excelencia académica es fundamental ya que la Ciencia Política y
sus cultivadores no deben claudicar con la mediocridad, con las modas o con la
comodidad del razonamiento fácil, heredero de fórmulas simplificadoras. El
ejemplo de lo que sucedió con el marxismo en nuestro medio, en un pasado
9
Wallerstein Immanuel, Abrir las Ciencias Sociales Siglo XXI 1996.
reciente es revelador, especialmente para los que quieren seguir haciendo el
ejercicio simplista de sustituir clase por etnia y escudarse en el relativismo, para
acomodar la realidad a su ideología.
De estos principios y de la manera en que los practiquemos, se derivarán
actitudes tales como la de ser marginal y actuar como tal. Pero de todas las
posibilidades, deseo destacar y reivindicar la inconformidad y la irreverencia
como las únicas que quizá garanticen, juntamente con la disciplina de la
excelencia, la superación de nuestra Ciencia Política.
La óptica de la Ciencia Política sobre su objeto de estudio es como siempre ha
sido, la de privilegiar lo colectivo, el fenómeno político, por encima de las
motivaciones individuales y psicológicas.
Va pues mas allá de los
particularismos, que si existen, deben ser abordados en su justa dimensión de
fenómenos sociales. Es un hecho que con el desarrollo de la estadística el
campo de la Ciencia Social en general se ha ampliado, y esto es de celebrase.
Ahora se pueden medir muchas cosas con mayor precisión, pero también es
cierto, que se debe evitar caer en el cuantitativismo que por sí mismo
desprovisto de análisis o de capacidad de análisis en el sujeto cae en
tautologías.
Si bien es cierto que se ha vuelto un lugar común citar la crisis de paradigmas,
esto no debe convertirse en un pretexto para justificar la mediocridad, el
confusionismo o la falta de rigor teórico. Y mucho menos del simplismo que so
capa de divulgativo, popular, de moda, o eclecticismo cómodo; evaden la
realidad y los compromisos que la investigación seria y la polémica aún más
seria, deben abordar.
La clave podría estar en la capacidad que tengamos en el área, de sistematizar
y reflexionar sobre fenómenos muy propios y específicos de nuestra realidad y
partir de allí para tratar de construir teorías de alcance medio.
Para lograr lo anterior es indispensable que recuperemos nuestra capacidad
crítica, que entablemos debates serios y especialmente que adoptemos cierta
heterodoxia irreverente, teñida de mucha imaginación, que nos permitan
superar e ir mas allá de los conceptos cárcel que nos aprisionan y anulan
nuestra capacidad de pensar. Conceptos tales como rentabilidad, mercado,
competencia, y otros similares, cuando son dados como supuestos
condicionantes de todo nuestro quehacer, nos llevan a la esterilidad y nos cortan
las alas de la libertad.
Algunos Temas
Ya hemos situado la importancia del estudio de los partidos políticos, del papel
del Estado y sus disyuntivas frente a la globalización y hemos hablado de la
Democracia. La construcción de democracia desde el poder local, puede ser un
aporte de nuestras sociedades.
No hemos hablado aquí de temas como la construcción de ciudadanía, la
educación y la juventud, que representan un reto para nuestros países y que
deberán estudiarse desde las características de nuestras sociedades.
Así como Centroamérica contribuyó en el tema de la desmilitarización del
Estado, hoy se impone que retomemos las experiencias y las propuestas que
se han hecho sobre la seguridad democrática y sobre la seguridad ciudadana.
Los jóvenes hoy día tienen el horizonte de la globalización y de la modernidad y
agotadas sus opciones de sobre-vivencia, emigran masivamente y constituyen
hoy en día el más importante y perverso producto de exportación. Este es un
tema que las ciencias sociales no deben dejar de tomar en cuenta ya que hace
patente el fracaso de nuestra organización social, la dependencia y
subordinación de nuestros Estados y la vulnerabilidad de nuestro futuro. La
Ciencia Política en particular, tiene muchos temas para investigar, que van
desde la constitución de un actor externo- interno y su participación política, el
problema de la lealtad en conflicto entre Estados, el tema de los Derechos
Humanos de estos actores, y sus consecuencias laborales, civiles y de todo tipo.
Y para finalizar recordemos que no por casualidad uno de los temas que ha
tratado con detenimiento este Congreso, ha sido la integración regional frente a
la globalización y con esto, el modelo de desarrollo que deberemos seguir en
los próximos años. Estos son a no dudarlo, los temas del presente y del futuro
inmediato, aunque seguramente faltan muchos otros.
En fin, seguramente esta especie de catálogo ha quedado corto e incompleto,
pero no constituye mas que una propuesta tentativa de la enorme y hermosa
tarea que las nuevas generaciones de Científicos Sociales y en particular los
Científicos Políticos están llamados a asumir.
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