http://sinca.cultura.gov.ar/archivos/documentacion/investigaciones/Politicas_publicas_y_sector_cultural.pdf

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Políticas públicas y sector cultural:
Análisis comparativo del desarrollo de las Industrias Culturales
en la Ciudad de Buenos Aires y las provincias.
Emmanuel
Oliverio
Políticas públicas y sector cultural
Emmanuel Oliverio
Índice
Índice......................................................................................................................... 1
Resumen.................................................................................................................... 2
Introducción .............................................................................................................. 2
Acerca de Cultura e Industrias Culturales (IC)......................................................... 3
Marco teórico: Economía de la Cultura .................................................................... 4
Políticas culturales y el rol del Estado ...................................................................... 4
Análisis de la situación regional ............................................................................... 5
Concentración geográfica ...................................................................................... 5
Concentración económica ...................................................................................... 7
Diversidad cultural y sus problemáticas ................................................................ 8
Panorama del sector cultural en Argentina ............................................................... 9
Nivel jerárquico del sector cultural........................................................................ 10
Presupuestos culturales .......................................................................................... 11
Importancia que implican....................................................................................... 12
Industrias culturales en las provincias ...................................................................... 12
Desarrollo de la economía y las IC en la Ciudad de Buenos Aires .......................... 16
Conclusiones y propuestas ........................................................................................ 19
Bibliografía y fuentes................................................................................................ 21
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Políticas públicas y sector cultural
Emmanuel Oliverio
Resumen
El propósito de este trabajo es el de realizar un primer abordaje al accionar de las políticas
públicas en materia de cultura, específicamente en lo que atañe a Industrias Culturales, a partir de la
fuerte centralización geográfica y económica del sector que existe en Argentina.
Realizaremos para esto, en primera instancia, la descripción del panorama que presentan las
políticas de planificación pública del sector cultural en las provincias, destacando algunas con
determinado desarrollo y planteando la situación vivenciada con relación al nivel nacional. En un
paso posterior, expondremos una breve reseña acerca de los avances y desarrollos vivenciados en el
sector de las Industrias Culturales en la Ciudad de Buenos Aires.
Como conclusión de este primer trabajo, se presentará el diagnóstico y algunas propuestas para
la implementación de políticas culturales integrales desde una óptica federal, teniendo en cuenta a
éstas como parte imprescindible en la planificación estructural del Estado.
Este trabajo forma parte del Proyecto de Programación Científica UBACyT E030: “Hacia un
modelo de desarrollo para la economía y la gestión del sector cultural” radicado en el Observatorio
Cultural de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, dirigido por Héctor Schargorodsky.
Dicho proyecto se enmarca en el campo de estudio abarcado por la Economía de la Cultura.
Introducción
Los objetivos del presente trabajo, en concordancia con los del Proyecto en el cual se encuentra
enmarcado1, consisten en la importancia de la profundización del conocimiento del sector cultural
en Argentina, sobre todo tomando en cuenta la exigua cantidad de estudios e investigaciones
específicas del sector. Cabe destacar que el objetivo de dicho Proyecto es el de desarrollar un
modelo que sea capaz de describir el funcionamiento y cuantificar la economía del conjunto del
sector cultural en la ciudad de Buenos Aires.
El panorama cultural que presenta la Argentina, se caracteriza por estar inmerso en un ambiente
de centralización, tanto geográfica como económica. A partir de esta visualización, expondremos
un análisis de la situación regional, para demostrar como se manifiesta esa concentración y
agregaremos la cuestión de la diversidad cultural con sus problemáticas actuales.
Continuaremos con un paneo del sector cultural en el país, dejando de manifiesto los aspectos
que, a nuestro criterio, son de mayor importancia: el nivel jerárquico que ocupan en cada provincia
y el porcentaje presupuestario destinado al sector. Luego describiremos la situación de las Industrias
Culturales en las provincias, destacando la existencia de políticas culturales dirigidas a ellas y la
posibilidad de fomento que puedan tener, para finalizar con el desarrollo y avance de las mismas en
la Ciudad de Buenos Aires, dejando de manifiesto los motivos por los que se ha desprendido en ese
ámbito.
Con fines prácticos, previamente al análisis, daremos una noción del concepto de cultura y de
Industrias Culturales, destacando que el marco teórico del presente ensayo es el de Economía de la
Cultura.
1
Proyecto de programación científica UBACyT E030: “Hacia un modelo de desarrollo para la economía y gestión del
sector cultural” dirigido por Héctor Schargorodsky y con lugar de trabajo en el Observatorio Cultural de la Facultad de
Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires, Argentina
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Finalmente, presentaremos un diagnóstico sobre el trabajo realizado, exponiendo las
conclusiones, conjuntamente con algunas propuestas que creemos importantes para el desarrollo del
sector a nivel nacional, provincial y municipal en cuanto a políticas públicas.
Acerca de Cultura e Industrias Culturales (IC)
El concepto de cultura ha ido evolucionando a través del tiempo. En forma genérica puede
decirse que es un conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo
artístico, científico, industrial, en una época o grupo social2. No obstante, dicha concepción se
caracteriza por ser mucho más dinámica, pues su historia ha estado arraigada a la del propio ser
humano desde sus comienzos. En una primera aproximación, observamos que la cultura se ha ido
inclinando, a lo largo de los dos últimos siglos, hacia una mayor diversificación, logrando así, en el
espacio de las artes y ciencias, traspasar las fronteras nacionales, abarcando nuevos campos de la
realidad social.
Al respecto, en el Informe mundial sobre la cultura de 1999 publicado por la UNESCO, se
plantea que:
Con frecuencia, el contacto cultural ha sido el subproducto de enfrentamientos
militares y ha estado asociado a la violencia, al pillaje, a la guerra, a la esclavitud, a la
conquista, al colonialismo y al imperialismo (…) Ha llevado al genocidio y, con mucha
frecuencia, ha dado lugar a la destrucción de las estructuras sociales preexistentes y del
sistema de creencias que las sustentaba. Históricamente, la globalización ha tenido, a
menudo, un efecto devastador. (UNESCO, Informe Mundial, 1999)
En su libro El Capital de la Cultura3, el autor Octavio Getino, plantea que a partir de los años
´80 se genera una división entre alta cultura y cultura de masas, relacionando a la primera con la
cultura de tipo tradicional, y a la segunda con la promoción y distribución de bienes y servicios
culturales a niveles sin precedentes. Esto lleva a relacionar a las industrias culturales con las demás
de consumo masivo, como lo grafica Lluís Bonet, la cultura destinada a ser consumida como los
otros productos de consumo4. Sin embargo, estas industrias se articulan sobre la base de cuatro
fases o procesos: creación, producción, distribución y consumo de determinados bienes culturales,
quedando de manifiesto que se diferencian de cualquier otro proceso industrial o de reproducción
seriada (serialización), en el sentido que el bien cultural conlleva un acto creador, que le otorga su
valor simbólico. En palabras del propio Getino, el valor simbólico generado a través del proceso de
creación, define a la producción cultural como tal5.
Finalmente y siguiendo con esta línea, es menester definir al sector cultural y a las industrias
culturales. El primero se refiere a los distintos ámbitos de la actividad humana donde se crea, se
produce y se reproduce, donde se distribuye y se consume una amplia gama de bienes y servicios,
cuya característica común es la de poseer un alto contenido simbólico6. Ahora bien, para graficar lo
2
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, Espasa Calpe, Madrid, 1998
Octavio Getino, El capital de la cultura, Las industrias culturales en Argentina y en la integración MERCOSUR,
PARCUM, Buenos Aires, 2006
4
Lluís Bonet Agustí, Economía y cultura: Una reflexión clave en Latinoamérica, Oficina Europea del Banco
Interamericano de Desarrollo, Barcelona, 2001
5
Octavio Getino, Las industrias culturales en la Argentina. Dimensión económica y políticas públicas, Ed. Colihue,
Buenos Aires, 1995
6
Héctor Schargorodsky, “Presentación del encuentro”, en Economía de la Cultura, junto a Carlos Elía, Facultad de
Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires, 2009
3
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que denominamos Industria Cultural, tomamos la definición de Octavio Getino en su libro “Las
industrias culturales en la Argentina”:
El término industrias culturales estuvo asociado desde los inicios de su empleo, casi
medio siglo atrás, a las empresas de producción y comercialización de bienes y servicios
culturales, destinados a su utilización – reproducción, almacenamiento, difusión – en el
interior de un país o a nivel internacional. Se refiere a las actividades productivas y
comerciales guiadas por una estrategia de rentabilidad económica que, según el contexto
político y socioeconómico en el cual se desenvuelvan, podría integrarse también a
estrategias de tipo social y de servicio público. (Octavio Getino, Las Industrias Culturales
en la Argentina. Dimensión económica y políticas públicas, 1995, p. 11)
Marco teórico: Economía de la cultura
A partir de una primera incursión en el tema, presentada en el punto anterior, se puede ver como
se ha ido desarrollando la cultura, logrando, gracias a la diversificación, relacionarse con la
economía. A partir esa relación, tomaremos el enfoque de Economía de la Cultura, que se refiere al
impacto de la economía sobre la cultura, o sea, que está abocado a reunir y analizar información
sobre el sector cultural a partir de comprender los rasgos principales de su dimensión económica y
social7. Esta perspectiva es reciente y, en principio, se encargaba de analizar los efectos económicos
que pudieran tener los servicios culturales sobre la economía y el empleo. Luego se fue ampliando,
ya que las grandes industrias culturales, como lo hace cualquier actividad productiva, llevaron este
análisis a una comparación de costo-beneficio en el sector cultural.
Cabe destacar que la contraposición a este enfoque, se denomina Economía Cultural y se
encarga de tomar como objeto de análisis la incidencia de la cultura en la economía y el desarrollo,
evaluando las distintas manifestaciones culturales de una comunidad en el comportamiento de la
misma. La diferencia entre los dos enfoques, se basa en el tema
-economía o cultura- que se
quiera privilegiar, y cuál será tomado como referencia o contexto.
De esta forma, puede verse que el nacimiento de la Economía de la Cultura, ha impulsado a las
Industrias culturales más poderosas a desarrollar estudios sobre el tema, que no se habían realizado
aún, orientados a evaluar, como cualquier otra actividad productiva, la forma óptima de reducir
costos e incrementar la rentabilidad del capital. Dentro de dichas Industrias, nos centraremos en la
editorial y gráfica, las audiovisuales, y las conexas (en algunos casos especiales).
Políticas culturales y el rol del Estado
La cultura no sólo es importante en el ámbito económico, sino que también lo es como una
herramienta de construcción social que pueda lograr un proyecto de transformación e inclusión
social de forma igualitaria. Debe destacarse que la industria, la educación, el tipo de cambio, la
ciencia, el conocimiento son importantes para un país que crece, pero no podemos ni debemos
olvidarnos de la cultura como factor predominante para nuestra propia identidad nacional8. Es de
esta forma que comienzan a desarrollarse, desde la esfera gubernamental, movimientos que intentan
modificar el rol del Estado en cuanto a las políticas culturales.
7
Octavio Getino, El capital de la cultura, Las industrias culturales en Argentina y en la integración MERCOSUR,
PARCUM, Buenos Aires, 2006
8
Martín Guinart, “El financiamiento provincial de la cultura”, en Indicadores culturales 2007. Cuaderno de políticas
culturales, Universidad Nacional de Tres de Febrero, Argentina, 2008
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Antes de continuar, es menester definir que:
Las políticas culturales –que no se agotan en el Estado–, son el conjunto de
actividades e iniciativas dirigidas a satisfacer necesidades culturales, desarrollar el ámbito
expresivo-simbólico y generar perspectivas compartidas de la vida social de una
determinada comunidad9.
En la actualidad, el Estado tiende a tener un rol más activo desde la implementación de un
proyecto cultural de raigambre nacional, federal y popular, inmerso en el proceso de integración
latinoamericana, que revierta la relación de los años 90 entre la sociedad, el mercado y el Estado,
a fin de lograr una mayor y mejor inclusión social en el marco de la relegitimación y la
profundización de la democracia10. La relación mencionada, es la que se generara en pos de las
políticas neoliberales aplicadas en ese período. Sin embargo, como hemos mencionado, el Estado ha
ido tomando un rol más activo en cuanto a políticas públicas dirigidas al sector cultural.
Análisis de la situación regional
En nuestro país puede comprobarse fácilmente que, al igual que la gran mayoría de los sectores
productivos, el de Industrias Culturales está fuertemente concentrado tanto geográfica (Capital
Federal y Gran Buenos Aires), como económicamente (producción, comercialización, comercio
exterior)11. A continuación analizaremos cada una de ellas y abordaremos la cuestión de la
diversidad cultural y sus problemáticas.
Concentración geográfica
Para comenzar graficaremos esta perspectiva con un ejemplo. Como se observa en el Cuadro 1,
el sector editorial concentra un 62% en la Ciudad de Buenos Aires, llegando a ser casi el 80 si se
suma a la provincia.
Cuadro 1
Ubicación Geográfica de las
Editoriales en Argentina. 2008
Ciudad de Buenos Aires
62%
Provincia de Bs. As.
17%
Resto del País
21%
Total:
100%
Fuente: SInCA (Sistema de Información Cultural en Argentina) http://sinca.cultura.gov.ar/
El análisis en profundidad acerca de esta problemática es, en la actualidad, realmente exiguo. La
información sobre el sector cultural (y más aún sobre Industrias Culturales), de algunas provincias,
puede llegar a ser muy escasa. Puede ser causa de esto no sólo los problemas de infraestructura,
sino también que en varias de ellas, el sector se apoya en el turismo u otras actividades culturales (v.
9
Manuel Antonio Garretón, et al., El espacio Cultural Latinoamericano. Bases para una política cultural de integración,
Convenio Andrés Bello y Fondo de Cultura Económica, Colombia, México, 2003
10
Secretaría de Cultura de la Nación y Laboratorio de Industrias Culturales, Libros, música y medios. Notas sobre
industrias culturales y legislación cultural, Ediciones del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Buenos
Aires, 2007
11
Según investigaciones del LIC (Laboratorio de Industrias Culturales)
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gr. Artesanías). Sin embargo, recientemente (a partir del año 2006) el Laboratorio de Industrias
Culturales de la Secretaría de Cultura de la Nación, ha creado el Sistema de Información Cultural de
la Argentina (SinCA), un compendio de información cultural en formato electrónico, inédito en el
país. Esta herramienta construye estadísticas propias, con datos objetivos y actualizaciones
permanentes, pudiendo contribuir al diseño de políticas públicas integrales que contemplen las
necesidades de cada región. Al respecto, el Secretario de Cultura de la Nación, José Nun, expresa
que:
Las disparidades culturales explican la persistencia de formas casi feudales de
manejar algunas regiones. Por eso, estos datos son útiles para fortalecer la democracia y
la construcción de ciudadanía12.
Mapa Cultural de la Argentina (editoriales de diarios y revistas)
Fuente: SinCA (Sistema de Información Cultural en Argentina) http://sinca.cultura.gov.ar/sic/mapacultural/index_local.php
Dicho sistema cuenta con una herramienta de medición conocida como Mapa Cultural a través
del cual se puede comprobar, fácilmente, la distribución de diferentes industrias culturales en la
Argentina. Éste funciona a partir de una búsqueda segmentada de las mismas. Mediante su
utilización nos permitimos graficar nuestra hipótesis de la concentración previamente explicitada.
Las posibles causas pueden atribuirse a la falta de políticas públicas aplicadas en el sector
cultural, fundamentalmente en cuanto a presupuesto, legislación y, como plantea Héctor
Schargorodsky:
12
Disponible en: http://www.cultura.gov.ar/prensa/index.php?id=131&info=noticia
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También una causa de la falta de información es la de la carencia de documentación
histórica acerca de los programas, planes y proyectos que se han llevado a cabo en todos
los niveles jurisdiccionales que componen el sector público cultural13.
Actualmente, además del marcado desarrollo experimentado por la Ciudad de Buenos Aires,
hay provincias con un fuerte avance y, de hecho, existen municipios que se presentan con una
evolución más que interesante para destacar. Allí puede verse la diversificación en nuestro país, y es
bajo esa clasificación que realizaremos el análisis de cada situación.
Finalmente, cabe destacar que esta centralización en Buenos Aires, guarda semejanza con la que
se genera en cada una de las provincias concentrándose en derredor de sus propias capitales. De
hecho, las manifestaciones culturales dominantes en la Capital Federal se trasladan a cada una de
ellas, en oportunidades, a través de la aparición en las capitales provinciales de figuras artísticas e
intelectuales, que hayan triunfado en Buenos Aires. Esta cuestión se verá mejor reflejada en el
apartado que trata la problemática actual sobre diversidad cultural más adelante en este mismo
trabajo.
Concentración económica
A continuación analizaremos lo que respecta a la concentración económica, En palabras de
Getino:
La característica más destacable de las industrias de bienes culturales y
comunicacionales, en nuestros días, es la concentración de recursos económicos,
financieros, industriales y tecnológicos. Esta concentración se proyecta por encima de las
fronteras geográficas y políticas, adquiriendo a menudo, un poder más efectivo que el de
muchos estados nacionales. (Octavio Getino, Las Industrias Culturales en la Argentina.
Dimensión económica y políticas públicas, 1995, p. 23)
Al respecto, sería interesante destacar que dicha concentración puede darse de forma horizontal,
vertical o conglomeral. Con la primera, nos referimos a las llamadas fusiones que consisten en la
concentración de empresas de la misma industria que operan en idéntico proceso de producción. A
modo de ejemplo, podemos mencionar La Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y
Videogramas (CAPIF) concentra a 22 productoras musicales en la Ciudad de Buenos Aires,
representan más del 90% del mercado. Al hablar de concentración vertical nos referimos a la
concentración de la misma industria pero que operan en diferentes etapas del proceso de
producción, como puede ser el caso la red de Canales del Interior del Grupo Telefé. Su
programación está compuesta por los programas de mayor medición que conforman la pantalla de
Telefé, así como también de algunas producciones locales adaptadas a los intereses del público de
cada provincia que integra esta red. La Concentración conglomeral es aquella que se realiza
mediante la formulación de un programa de diversificación, que se lleva a cabo por operaciones de
crecimiento externo. Es una concentración que se caracteriza por ser multisectorial. Citamos aquí el
caso del Grupo Clarín, quizás el más evidente de todos en cuanto a Industrias Culturales, cuya
actividad central son los medios de comunicación constituyendo un gran conglomerado como puede
comprobarse en el siguiente gráfico.
13
Héctor Schargorodsky; Algunas reflexiones sobre la necesidad de estudiar la evolución histórica de las políticas
públicas en el sector de la cultura; en 1er. Simposio Internacional de Políticas Públicas Culturales de Iberoamérica,
Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, 2008
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Composición del Grupo Clarín
Fuente: http://www.grupoclarin.com/content/composicion.html
Diversidad cultural y sus problemáticas
El término diversidad cultural es de gran importancia para adaptarse mejor a los cambios
sociales y económicos del mundo actual, aprovechando al máximo las capacidades de los grupos
heterogéneos; con este fin se valora a cada uno por lo que es y sus potencialidades, sea cual sea su
edad, sexo, raza, etnia, etc. Ahora bien, el hecho de incluirle una perspectiva económica, le permite
a dicho concepto una mayor difusión en la sociedad, a través de la aparición en los medios de
comunicación masiva de los debates sobre el comercio internacional de bienes y servicios
culturales que se llevan a cabo en distintos ámbitos intergubernamentales.14 En la misma línea,
Carlos Juan Moneta restringe el término, en el sentido que comprende:
Las múltiples maneras de expresión de las culturas, de los grupos sociales y de las
sociedades, entendiendo por ello no sólo el patrimonio histórico, cultural, sino también la
variedad de expresiones que surgen de los bienes y de los servicios culturales en todo el
mundo, por la vía de su producción, de su inseminación, de su distribución y de su
consumo.15
14
Héctor Schargorodsky, Diversidad cultural y políticas públicas en Argentina: estado de la cuestión, en El jardín de los
senderos que se encuentran: Políticas públicas y diversidad cultural en el MERCOSUR, Carlos Juan Moneta, Oficina de
UNESCO en Montevideo, 2006, p.37
15
Citado por Carlos Moneta, panelista en el Encuentro Académico sobre Economía de la Cultura sobre “Desarrollo
Económico y Diversidad Cultural”, Observatorio Cultural, Facultad de Ciencias Económicas, UBA, Buenos Aires, 1 y 2
de Septiembre 2004.
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Definido de esta forma, puede verse como un término muy abarcativo e igualitario para toda la
sociedad. Pero en la actualidad –de hecho, a lo largo de la historia- hemos visto que no se presenta
de esta forma ya que la diversidad cultural se halla claramente amenazada por los países más
poderosos que, basados en su dominio de las telecomunicaciones y su capacidad económicofinanciera, restringen o directamente impiden el acceso a los canales de comunicación (a los
mercados, en definitiva) a expresiones de otras culturas e imponen el consumo a escala mundial de
su propia producción16. Así vemos que el dominio de las economías hegemónicas –muy golpeadas
por estos días- se refleja también en este ámbito, quedando las expresiones culturales de los países
menos poderosos supeditadas a aquellas, generando de esta forma que sean sus industrias culturales
las que predominen en el mercado y modificando las conductas de sus consumidores. Como
continúa expresando el mismo autor:
(…) el poder de la concentración económica, del dominio de los medios de
comunicación masiva y del Management necesario para producir, distribuir y
comercializar bienes y servicios culturales es más fuerte e impone sus condiciones a los
consumidores que se ven (nos vemos) obligados, en muchos casos, a modificar sin quererlo
patrones históricos de consumo.17
Como hemos visto, podemos afirmar que esta misma situación se da a escala regional en nuestro
país, a través de las concentraciones geográfica y económica.
Panorama del sector cultural en Argentina
Nos dedicaremos aquí a describir una breve reseña sobre la situación de las provincias en cuanto
al sector cultural. Para comenzar, volveremos a poner énfasis en la cuestión de la recopilación de
datos, ya que, (como hemos dicho) aún de manera incipiente, están surgiendo herramientas que
facilitan dicha tarea. A nivel nacional, además del ya mencionado Sistema de Información Cultural
de la Argentina, conformado por la Secretaría de Cultura de la Nación, entre 2004 y 2006 se ha
realizado una investigación por parte de la Secretaría de Medios de Comunicación, que dio
nacimiento al Sistema Nacional de Consumos Culturales.
A nivel provincial, podemos mencionar el Relevamiento Cultural que realizó en el año 2001 la
provincia de Entre Ríos, elaborando un Mapa Cultural del Municipio de Paraná en 2004.18 Otro
caso para destacar es el Instituto de Cultura de la provincia de Chaco, donde se logró promulgar una
Ley Provincial de Cultura, inédita entre las provincias, que establece, entre otras cuestiones,
destinar por lo menos un 1% de presupuesto al sector cultural, como lo recomienda la UNESCO. Al
respecto, en una nota con Página/12, el escritor Francisco Romero, presidente de dicho Instituto,
manifiesta lo siguiente:
Como otros ejemplos importantes, hay que destacar a Entre Ríos, que fijó el uno por
ciento de su presupuesto provincial para Cultura a través de la reciente reforma de su
Constitución provincial, y también la provincia de Buenos Aires. Pero mediante una Ley
Provincial de Cultura, de modo específico, sí somos la primera provincia que instituye esa
recomendación de la UNESCO: que el presupuesto anual para cultura no podrá ser
16
Héctor Schargorodsky, ibídem, p. 38
Héctor Schargorodsky, ibídem, p. 38
18
Para más información sobre el Mapa Cultural de Paraná:
http://bel.unq.edu.ar/modules/bel/bel_see_exper.php?id=425&op=view&cmd=related
17
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inferior al uno por ciento del presupuesto general anual de la provincia; el uno por ciento
como piso y no como techo.19
Por otro lado, hay determinados parámetros que nos permiten vislumbrar la situación del sector
cultural a nivel nacional y provincial. En los puntos subsiguientes veremos las cuestiones de la
jerarquía que se les da a los organismos que se encargan de dicho sector y a la asignación
presupuestaria al mismo que realizan tanto el Gobierno nacional como los provinciales.
Nivel jerárquico del sector cultural
La Constitución Nacional establece que cada provincia posee sus propias instituciones locales y
se rigen por ellas. Eligen sus gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia, sin
intervención del Gobierno Federal20. Como puede verse, en lo que respecta al sector cultural, las
provincias no delegan su poder a la Nación, por lo que ejercen plena autonomía en la materia. La
jerarquía y el nivel que se les da varía considerablemente dependiendo de cada provincia. Al ver el
siguiente cuadro puede notarse con mayor facilidad ya que son muy variadas y es una cuestión
verdaderamente relevante.
Fuente: Sistema de Información Cultural de la Argentina
19
Francisco Romero, nota con Página/12, disponible en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-13135-2005-06-18.html
20
Artículo 122, Constitución de la Nación Argentina
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Se observa que, incluyendo a la Nación, son apenas 7 las dependencias que remiten
directamente al Poder Ejecutivo, no teniendo la mayoría rango ministerial. Otras veces dependen de
Ministerios que incluyen también otros sectores (comúnmente educación). En esta línea de
investigación, nos remitimos a lo expuesto por Rubens Bayardo:
La jerarquía del área dentro de los organigramas provinciales suele corresponderse
con la dimensión de su estructura y dependencias, programas y actividades, y con la
existencia de infraestructuras y de cuerpos artísticos propios.21
Las estructuras descriptas pueden tener relación con la asignación presupuestaria que cada
provincia le otorga a la cultura, y es esa cuestión la que describiremos a continuación.
Presupuestos culturales
El tema presupuestario es de sumo interés. La mayoría de las provincias, en cuanto a lo
concerniente a cultura, no alcanzan a destinar ni siquiera ese 1% que recomienda la UNESCO. Las
excepciones son la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de San Luis, que lo superan
ampliamente. Para una mejor observación, exponemos el siguiente cuadro:
El cuadro corresponde al año 2006, pero hemos comprobado que no se han generado grandes
cambios al día de hoy. Allí vemos que el presupuesto nacional destinado a cultura es muy inferior a
lo recomendado por la UNESCO, apenas un 27%. La gran mayoría de las provincias (20 en total)
oscilan en ese porcentaje y no superan ni la mitad de esa recomendación. Apenas lo hacen (superar
21
Rubens Bayardo, La maldición del centralismo, disponible en:
http://www.idaes.edu.ar/sitio/publicaciones/pdf/La%20maldici%C3%B3n%20del%20centralismo_Bayardo.doc
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la mitad) las provincias de Buenos Aires y Córdoba, siendo San Luis y la Ciudad de Buenos Aires
las únicas que superan con creces ese 1%.
Los fondos para financiar este sector surgen tanto de leyes nacionales y provinciales22 que
asignan recursos de las Rentas Generales a estas reparticiones, como también de recursos que son
específicos en materia de cultura. Los existentes en la actualidad se distribuyen de la siguiente
manera:
A nivel nacional se destacan el Fondo Nacional de las Artes, el Fondo de Fomento
Cinematográfico, el Fondo Especial para Bibliotecas Populares, y el Fondo Nacional de
Fomento del Libro y la Lectura. En trece provincias existen fondos dirigidos a la acción o
a la asistencia cultural en general (Buenos Aires, Catamarca, Chubut, Ciudad de Buenos
Aires, Córdoba, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Fe, Santiago del
Estero, Tucumán) que coexisten con fondos específicos para edición (Chubut, Corrientes,
Río Negro, San Luis, Tierra del Fuego, Tucumán), bibliotecas (Chubut, Río Negro,
Santiago del Estero, Tucumán) y artesanías (Misiones, Salta).23
Importancia que implican
La importancia de los dos puntos desarrollados aquí –niveles de estructura organizativa y
presupuesto- es que a través de ellos se demuestra que el sector cultural tiene poca jerarquía en
relación a otros y, evidentemente, no es foco de políticas públicas prioritarias tanto a nivel nacional
como provincial. Históricamente, esos focos se han ido repartiendo entre salud, educación y,
fundamentalmente, en la producción agroindustrial. Esto afecta la distribución, difusión y
comercialización de la producción cultural, y es sobre ello que deben plantearse debates acerca de la
conformación federal de nuestra Nación Argentina.
Industrias Culturales en las provincias
Nos centraremos ahora específicamente en las Industrias Culturales, cuya tendencia es
concordante en cada provincia con el análisis hecho en el apartado anterior. Detallaremos qué
provincias poseen organismos gubernamentales de gestión dedicados a estas industrias y haremos
una breve descripción de las mismas. Para mayor ilustración hemos elaborado un cuadro detallando
los organismos provinciales específicos del sector, dejando de manifiesto que no abundan. Sin
embargo, como explicaremos luego, no es eso indicio de falta de interés hacia las IC.
22
Por ejemplo la ley de presupuesto sancionan de manera independiente tanto la Nación como cada una de las
provincias. Allí se especifican los gastos a realizar y como serán asignados los recursos.
23
Rubens Bayardo, ibídem
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Políticas públicas y sector cultural
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Fuente: Elaboración propia
Como puede verse, Tierra del Fuego presenta en su estructura gubernamental la Editora Cultural
Tierra del Fuego que marca un antes y un después en la actividad cultural y sobre todo en materia
de despegue y desarrollo de las Industrias Culturales de esta provincia. Dicho organismo ha sido
creado por la Ley Nº 768 el día 18 de septiembre de 2008. En el caso de la provincia de Tucumán,
nos encontramos con la Dirección de Producción y Gestión del Ente Cultural de Tucumán. Como
pudimos observar, esta dirección tiene como función específicamente la planificación y Gestión de
la producción cultural.
La provincia de Santa Fe cuenta con la Secretaría de Producciones e Industrias Culturales cuya
función es la elaboración y diseño de programas que favorezcan el desarrollo y circulación de
bienes culturales en territorio provincial y de la Nación. Dicha Secretaría depende del Ministerio de
Innovación y Cultura. Aquí puede verse claramente la utilización del término de Industrias
Culturales dentro del marco de lo que la Economía de la Cultura ha definido como tales.
Catamarca posee en su estructura la Dirección Provincial de Industrias Culturales. A partir de la
información recopilada, hemos observado que se le otorga gran importancia al sector de artesanías,
con el objetivo de darle otro perfil que tenga más que ver con industrias culturales, fundamentando
que están formando un mercado propio y que va adquiriendo mayor relevancia. A pesar de la
centralización que describiéramos anteriormente, podemos ver, como en este caso, que además de
impulsar el sector de industrias culturales, se priorizan las producciones regionales dentro de lo
especificado en el concepto de diversidad cultural.
La Provincia de Buenos Aires cuenta con una Dirección de Industrias Creativas dependiente del
Instituto Cultural. Ésta tiene una fuerte tendencia hacia el sector del cine y las artes audiovisuales,
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Políticas públicas y sector cultural
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contando con un área específica en el tema, apoyándose en que nuestro país se ha transformado en
un lugar altamente seleccionado para realizar filmaciones, debido a su diversidad paisajística, su
eclecticismo estilístico y arquitectónico, sobre todo para el mercado de la publicidad.24
Brevemente nos referiremos a la situación de las provincias en las cuales no nos hemos
encontrado con un sector específico sobre industrias culturales dentro de la estructura
gubernamental. Aquí vemos una primera imagen en la cual la carencia no se da desde la actividad
cultural, sino en la falta de institucionalización de la gestión de las industrias culturales. Sin
embargo, en la recolección del material para la realización de este trabajo, observamos con facilidad
que en varias de estas provincias ha comenzado ya el debate sobre la importancia del sector y, a la
vez, la intención de impulsar alguna industria cultural específica, de acuerdo a las posibilidades,
recursos, infraestructura, historia y costumbres con las que cuenta cada provincia o región.
Por ejemplo, la provincia de Salta cuenta con la Dirección General de Gestión Cultural
dependiente de la Subsecretaría de Cultura, que entre sus objetivos figuran los de capacitar en
gestión cultural y en las nuevas tecnologías de la comunicación a gestores culturales de espacios
institucionales y alternativos, como también crear estrategias de comunicación específicas
articuladas con el área de comunicaciones de la Secretaría de Cultura y del gobierno provincial.25
Si bien no explicita mención hacia las Industrias Culturales, puede ser un buen indicio hacia el
desarrollo del sector, a través de la gestión cultural26. En la provincia de Santiago del Estero, si bien
no ha alcanzado nivel jerárquico de organismo, existen una serie de proyectos sobre Industrias
Culturales dependientes de la Dirección General de Cultura. Éstos se basan en tres pilares: la
gestión de las Ediciones, el desarrollo del diseño de artesanías, y la coordinación de eventos.27
A modo de ilustración mencionaremos el proyecto de indicadores culturales realizado para la
provincia de Formosa:
El proyecto, se basa en el creciente interés despertado en el campo de las políticas
culturales y gestión cultural, por encontrar parámetros científicos desde los cuales evaluar
y medir las características y/o evolución de la cultura de un determinado lugar. Varios
autores destacan la necesidad de promover estrategias para la producción de indicadores
culturales comparables, que faciliten la toma de decisiones. El proyecto tiene alcance
provincial, de modo que se trabajará con nueve (9) equipos operativos, uno por cada
departamento. El departamento Formosa, será el que lleve la mayor cantidad de
voluntarios en el equipo, en virtud de que el trabajo de campo incluye a la capital
formoseña, que concentra casi el 50 % de la población total de la provincia (aprox.
270.000 habitantes). Cada uno de los nueve equipos, tendrá a su cargo una cabecera de
departamento, lugar donde se recabará la información necesaria. Estos son: Formosa, San
Francisco de Laishi, Clorinda, Pirané, El Espinillo, Comandante Fontana, Laguna Yema,
Ingeniero Juárez, y Gral. Mosconi. El proyecto, financiado por la Secretaría de Políticas
Universitarias de la Nación, consiste en obtener en el plazo de ocho meses, información
confiable sistematizada, tanto de carácter cuantitativo como cualitativo, sobre preferencias
culturales de la población de Formosa y su variado impacto. Esta información confiable,
se verá plasmada en variables llamadas “indicadores culturales”, como resultado de un
trabajo de procesamiento de datos, de manera metodológica. Es decir, que los datos
conseguidos y procesados, valorados, se transformarán en inteligencia cultural, de vital
interés para el diseño de políticas públicas en el área de la gestión sociocultural, y para el
diseño de estrategias privadas, en el campo de la incipiente industria cultural y turística de
24
http://www.ic.gba.gov.ar/politicasculturales/industriascreativas/cine.htm
http://www.culturasalta.gov.ar/content/view/230/286/
26
Otro ejemplo puede ser el de la provincia de Jujuy que ha creado un Laboratorio de Información Cultural
(http://www.licjujuy.gov.ar), que si bien no posee una sección específica sobre Industrias Culturales, es una buena
iniciativa.
27
http://www.direcciondecultura.gov.ar/
25
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Políticas públicas y sector cultural
Emmanuel Oliverio
Formosa. Se prevé la edición de un material de amplia difusión con la experiencia, mapa
cultural, y la base de datos obtenidos y procesados.
Fuente: Universidad Nacional de Formosa28
Aquí tenemos un ejemplo de lo que puede plantearse como la cooperación entre una provincia
que ha institucionalizado el estudio de las industrias culturales y la gestión y aquella que tiene la
intención de hacerlo. El Observatorio de Industrias Creativas del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires, cuenta con la infraestructura adecuada para desarrollar una investigación a fondo de la
situación de la provincia de Formosa, que le permitirá recolectar la información necesaria para
llevar adelante un proceso de institucionalización de la Gestión Cultural y las Industrias culturales.
Esto nos sirve de base para proponer que, a partir de la conformación de Convenios de Asistencia
Técnica y la colaboración de expertos, se lleve adelante una política cultural a nivel nacional.
Otros ejemplos similares pueden ser los casos de Mendoza y Córdoba. Sobre ésta última Ciudad, no provincia-, La Universidad Nacional de Córdoba ha realizado un informe29 dando un
diagnóstico completo sobre las industrias de producción audiovisual local, dejando en claro un
importante interés sobre su desarrollo. Por su parte, el Instituto de Desarrollo Industrial,
Tecnológico y de Servicios (Idits) y un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de
Cuyo, llevaron a cabo un estudio sobre las Industrias Culturales en Mendoza, detectando tres
sectores significativos, con potencialidades de desarrollo: el sector editorial, el fonográfico y el
audiovisual. Al respecto, el coordinador de la investigación, el sociólogo Marcelo Padilla, expresó
que no se puede hablar de industria cultural en la provincia. Sin embargo, sí hay elementos que se
pueden proyectar desde una política cultural activa, y destacó que hay recursos humanos y
condiciones favorables en la provincia, además de la cantidad y calidad de profesionales que
egresan de las escuelas y carreras vinculadas al sector cultural.30
Es interesante mencionar también el caso de la provincia de San Luis y su interés en la industria
cultural del cine, a partir de la sanción de la Ley Nº 5675 “Ley de promoción de la industria del
cine” cuyo objeto es:
Art.1°.- La presente ley tiene por objeto impulsar las inversiones en la industria del
cine en todo el territorio de la Provincia de San Luis, promover el desarrollo turístico,
generar nueva oferta de empleo y fortalecer el desarrollo cultural a nivel local y regional.
Art.2°.- Declárese de interés provincial e incluido en los términos de la presente Ley
de Fomento de las Inversiones en la Industria del Cine a los proyectos de inversiones
industriales y de servicios que establezcan sus operaciones en la Provincia de San Luis y
cuya materialización incremente en forma efectiva el empleo y la base productiva de la
economía provincial.
(Ley Nº 5675 “Promoción de la industria del cine” – Provincia de San Luis, 8 de
septiembre de 2004)
Cabe aclarar que ésta es una ley provincial. Nos encontramos aquí con una fuerte intención de
priorizar una Industria Cultural específica, a partir de la promulgación de esta Ley, la difusión de la
existencia de la misma y la generación de las condiciones óptimas, orientadas al Cine, que fomentan
su expansión y desarrollo.
Como dijéramos anteriormente, lo que se puede observar a partir de este primer estudio de la
situación nacional, con énfasis en las provincias, es que las Industrias Culturales y la intención de
28
http://www.buenosaires.gov.ar/areas/produccion/industrias/observatorio/boletin/gacetilla49.htm#20
http://estatico.buenosaires.gov.ar/areas/produccion/industrias/observatorio/documentos/diagnostico_de_las_industrias
_de_produccion_audiovisual_de_cordoba.pdf
30
http://lic.cultura.gov.ar/ppanoramico/pp0401.php
29
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Políticas públicas y sector cultural
Emmanuel Oliverio
promoverlas existe, pero en lo que encontramos una disfunción es en la falta de institucionalización
de las mismas, lo que lleva a creer, erróneamente, que estas industrias no ocupan un lugar de
relevancia en el día a día de las provincias.
Desarrollo de la Economía y las IC en la Ciudad de Buenos Aires
Como se ha mencionado anteriormente, las Industrias Culturales en la Ciudad de Buenos Aires
se han desarrollado en mayor proporción que en cualquier provincia. Comenzaremos con un breve
resumen de su situación económica, para luego ahondar un poco en el sector.
Según los indicadores disponibles31, que corresponden a diferentes sectores económicos de la
Ciudad, se ha visto un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años (hasta el 2007),
traduciéndose en mejoras en el mercado de trabajo, la situación social y la recaudación impositiva.
También ese tiempo, ha mostrado un panorama positivo en cuanto a la producción de bienes y
servicios, al punto que en la mayoría de las actividades se han superado los niveles de producción
anteriores a la crisis de fines del año 2001. Sin embargo, sobre el final del último año, esta
tendencia ha cambiado. Si bien no se produjo una caída de dichos niveles, se ha comenzado a ver su
amesetamiento, llegando incluso a interrumpirse ese incremento productivo.
Resulta simple deducir, que las Industrias Culturales han corrido la misma suerte que el resto de
la economía. En efecto, los últimos informes muestran dicha situación. No obstante, lo que nos
interesa en el presente trabajo es describir el crecimiento y desarrollo que ha logrado el sector en la
Capital Federal.
Como primera causa de este crecimiento, debemos destacar que el Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires fue el primero en agregar a su agenda de políticas, vínculos con la diversidad cultural.
De hecho, cuenta con un Plan Estratégico de Cultura mediante el cual propone constituir a ésta
como una política de Estado para la Ciudad y plantea como principales objetivos afianzar su
identidad, lo cual implica construir sostenidamente una política de gestión cultural que persiga la
calidad, reconozca el valor de la diversidad y promueva constantemente todas las diversas formas
de participación de la población en la vida democrática y el quehacer cultural como consumidor,
autor o productor de bienes culturales.32 Dicho plan propone también, en cuanto a acciones
estratégicas, afianzar la participación de Buenos Aires en los foros culturales de América Latina y
el mundo, a fin de posicionarla como referente en el debate de la diversidad cultural.33
En lo que refiere a la diversidad cultural, la entonces Secretaría de Cultura porteña –ahora
Ministerio- organiza anualmente un evento denominado “Encuentro sobre Diversidad Cultural”. En
su segunda edición realizada en septiembre de 2004 denominada “Las Industrias Culturales en la
Globalización”, Gustavo López, quien era Secretario de cultura en ese momento, expresaba que:
El concepto de la diversidad cultural es el principio poderoso que protege nuestra
identidad frente a la globalización, y es también una herramienta política contra la
concentración y la uniformidad del discurso. Sostendremos la importancia de preservar
31
Datos basados en los “Informes Económicos de la Ciudad de Buenos Aires”, realizados por el CEDEM (Centro de
Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano)
32
Plan Estratégico de Cultura, GCBA, Buenos Aires 2010: objetivos, metas y medidas
33
Ibídem
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Políticas públicas y sector cultural
Emmanuel Oliverio
nuestro patrimonio y reivindicaremos, hoy y siempre, el derecho humano primordial que
tiene todos los ciudadanos de acceder a la cultura.34
Otro factor impulsor que pudimos vislumbrar es la creación, por parte del Gobierno porteño, de
organizaciones no gubernamentales específicas, destacándose el Foro para la Defensa de las
Industrias Culturales de la Ciudad de Buenos Aires. Héctor Schargorodsky describe también
organismos dentro de la propia estructura gubernamental que fomentan, además, las relaciones
internacionales en esta materia:
(…) la Unidad de Proyectos Especiales (UPE) de Relaciones Institucionales y
Cooperación Internacional, fue creada con el objeto de aunar las múltiples iniciativas en
materia de relaciones internacionales que llevaban adelante distintas áreas de la
Secretaría de Cultura del GCBA con las de otras ciudades, países u organismos
internacionales. Dentro de sus funciones está la de gestionar convenios, acuerdos y
proyectos de intercambio y cooperación en defensa de la diversidad cultural con otras
ciudades y organismos internacionales.35
Existe, además, cuenta con un organismo dependiente de otro ministerio –de Desarrollo
Económico- dedicado a las Industrias Creativas36, denominado Observatorio de Industrias Creativas
(OIC) que cuenta con los siguientes objetivos:
•
•
•
•
•
Establecer un sistema estadístico de las Ics de la ciudad generando alianzas con los distintos organismos
estadísticos públicos y con organizaciones privadas sectoriales.
Realizar y difundir análisis cualitativos del sector, estimulando la investigación al respecto por parte de
los sectores académicos.
Analizar las problemáticas específicas de cada sector mediante investigaciones ad-hoc y generar
propuestas para su desarrollo.
Analizar la demanda y el consumo de los bienes y servicios culturales
Generar una cartografía de las Ics de la ciudad.37
Se puede entonces demostrar que, la Ciudad de Buenos Aires ha decidido manifestar su interés
y seguimiento por las Industrias Culturales a lo largo de varios Gobiernos, independientemente de
su posición política. Estamos en condiciones de hacer una primera afirmación: la real
implementación de políticas culturales de manera continuada es lo que ayuda a preservar la acción
en ese sector y contar con una base de datos que da un acercamiento de la situación de las IC en la
Ciudad.
Ahora pasaremos a analizar, a partir de la economía de la cultura, la situación de la Ciudad de
Buenos Aires, la cual ha experimentado un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años en
cuanto a Industrias Culturales. En uno de los cuadernos de trabajo del CEDEM, puede verse que el
subsector de las industrias culturales creció entre 1993 y 1998 a una tasa cercana al 21%. En
1998, estas industrias generaban un valor agregado de $ 4,2M, con una porción de 6,5% en la
economía de la Ciudad.38 Dicho informe también refleja otros motivos que se configuran como
indicios del avance de la Ciudad:
34
Gustavo López, Secretario de Cultura GCBA, II Encuentro Internacional sobre Diversidad Cultural, Buenos Aires,
2004
35
Héctor Schargorodsky, ibídem, pp. 43-44
36
Concepto que amplía el de Industrias Culturales agregando las actividades culturales y de entretenimiento.
37
Disponible en: http://www.buenosaires.gov.ar/areas/produccion/industrias/observatorio/quienes.php?menu_id=7227
38
CEDEM, Cuaderno de trabajo Nº 4, Las industrias culturales en la Ciudad de Buenos Aires. Evolución reciente y
potencialidades. Complejos editorial y audiovisual (libro, diarios y revistas, música, cine, video y televisión ), Buenos
Aires, 2002, p. 37
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Políticas públicas y sector cultural
Emmanuel Oliverio
Un indicador que da dimensión del crecimiento de las industrias de la cultura, el
espectáculo y la recreación en la Ciudad, es el de la cantidad de metros cuadrados
permisazos para construcción no residencial con fines de cultura y esparcimiento,
registrada por la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires. De acuerdo con esa fuente, se destaca que en el bienio 1999-2000, el área
permisada creció un 6% respecto del bienio anterior, aún en años de recesión. El correlato
de estos números se encuentra en la construcción de varios complejos de cine (Puerto
Madero, Cinemark de Palermo) y el parque temático Tierra Santa, entre otros. Pero en el
año 2001, hubo una caída interanual cercana al 19% y la participación de estas
construcciones en el total de las no residenciales fue de 3%.39
Aclara también que hasta ese momento la oferta de entretenimiento se reducía a cine teatro y
restaurantes. Pero frente a una demanda segmentada, esas propuestas se multiplicaron incluyendo
parques temáticos, cibercafés y shoppings. En el caso de estos últimos, dice que es en esa época
cuando transmutan su naturaleza de centros de compras a lugares de paseo que incluyen cines y
otros sectores de esparcimiento como salas de juegos.
Entre esos mismos años, las producciones de films y videocintas, los servicios de fotografía y
las de venta fueron las ramas de actividad con mayor crecimiento. En ese período, la ocupación del
sector se mantuvo relativamente estable en 122.000 puestos de trabajo, logrando una gran
participación en la economía de la Ciudad.
Como veremos a continuación, la productividad de las Industrias Culturales es
significativamente mayor que el promedio de la economía de la Ciudad, ya que la brecha se
mantuvo constante. Sin embargo, estas ganancias en productividad se debieron al sector de
distribución ya que en la producción de bienes y servicios culturales el incremento fue de 7,7%.
39
CEDEM, ibídem
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Políticas públicas y sector cultural
Emmanuel Oliverio
Las tendencias se fueron manteniendo a lo largo de los años. Para situarnos en datos más
actuales diremos que, con respecto al valor agregado de las Industrias Culturales, en la Capital
Federal, durante el año 2006, el 7,5% del PBI fue generado por este sector. En el último informe
económico del CEDEM pueden verse los aportes que realizó al global de la economía:
Según la información elaborada por el OIC (Observatorio de Industrias Culturales de
la Ciudad de Buenos Aires), las Industrias Culturales en su conjunto –actividades directas,
conexas y actividades culturales y de entretenimiento generaron durante el primer semestre
de 2007, 109.829 puestos de trabajo en la Ciudad de Buenos Aires. La creación de empleo
en este período resultó 6,1% superior al registrado en 2006, que a su vez había
experimentado un crecimiento de 12,2% con respecto a 2005. Cabe mencionar, que la
Ciudad de Buenos Aires tiene una participación estimada de 42,2% en el total del empleo
cultural generado en el país.40
Queda de manifiesto que la Ciudad de Buenos Aires le ha dado un lugar importante al sector
cultural y, sobre todo, a las IC, explotando el aporte que realizan en la economía, mediante el
consumo, la generación de empleo y un PBI más que interesante, visto a través del enfoque de la
Economía de la Cultura.
Conclusiones y propuestas
Como primera conclusión, hemos visto la dificultad para contar con información estadística
organizada, orientada al sector cultural en cada provincia. Frente a esto, también observamos que
existen observatorios y sistemas de información con una estructura adecuada para el estudio del
sector, no sólo en su lugar de origen, sino que pueden interactuar con otras provincias o regiones,
incentivando así la investigación. Vemos también que esa carencia de datos e información, se debe
a la falta de institucionalización del sector.
Estas dos conclusiones nos permiten elaborar la siguiente propuesta.
Fomentar programas y convenios de cooperación técnica entre provincias, que tengan como
objetivo la institucionalización de las Industrias Culturales, y los Observatorios o Laboratorios
Culturales que cuentan con los recursos humanos para generar los datos y hacer los estudios de caso
necesarios. Podemos proponer también, promover la creación de Observatorios Culturales en cada
40
CEDEM, Informe Económico Nº 90, Enero-Febrero 2009, Buenos Aires, 2009
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Políticas públicas y sector cultural
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provincia o región a fin de desarrollar la investigación dentro del enfoque de la Economía de la
Cultura.
Es muy importante rescatar la importancia de los Centros de Investigación dedicados al estudio
del sector cultural, desde donde se pueden comenzar a practicar diferentes formas de generación de
políticas públicas culturales a nivel nacional y regional. Se crearían Observatorio que promuevan la
investigación y la formación de recursos humanos para el sector cultural; la producción,
recopilación y difusión de información especializada; la generación de espacios de reflexión,
análisis y debate, mediante la organización de jornadas, cursos, coloquios y seminarios y; el
asesoramiento y evaluación técnica de planes, programas y proyectos culturales a organismos e
instituciones públicas y privadas en temas de su especialidad. Entre otras actividades.
Otra cuestión que podemos señalar es que todas las provincias presentan realidades muy
diferentes entre sí. La diversidad no sólo se manifiesta a nivel cultural, sino también a nivel de los
recursos geográficos y económicos, donde hemos podido observar que determinadas Industrias
Culturales tienen mayor posibilidad de desarrollo en algunas de ellas. Consideramos entonces que
las políticas que se dicten a nivel nacional concernientes a la cultura, deberían estar dirigidas en
cada caso, respetando la diversidad y promoviendo esas ventajas comparativas.
A modo de propuesta, nos permitimos parafrasear lo expuesto por Héctor Schargorodsky en
“Algunas reflexiones sobre la necesidad de estudiar la evolución histórica de las políticas públicas
en el sector de la cultura”, donde marca:
(…) la necesidad avanzar en la modificación de esa realidad, pues a partir de la
aparición de carreras universitarias dedicadas a la formación de gestores y
administradores para el sector de la cultura, se ha acelerado en este campo el proceso de
transición desde la idoneidad hacia el profesionalismo (…)41
Para finalizar, quisiéramos poner énfasis en que las Industrias Culturales en las provincias son
una realidad, así como la intención de la promoción de las mismas, haciendo hincapié en que cada
provincia o región pone el acento en algunas de ellas. Lo que nos hace creer la inexistencia de
dichas industrias, es la falta de estructura a nivel institucional y organizativo en la esfera
gubernamental. Concluiremos en que las políticas culturales deben ejecutarse en forma integral,
tanto a nivel nacional como provincial y municipal, manteniéndose en el tiempo en forma lineal y
progresiva.
41
Héctor Schargorodsky; Algunas reflexiones sobre la necesidad de estudiar la evolución histórica de las políticas
públicas en el sector de la cultura; en 1er. Simposio Internacional de Políticas Públicas Culturales de Iberoamérica,
Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, 2008
Página 20
Políticas públicas y sector cultural
Emmanuel Oliverio
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Universidad Nacional de Tres de Febrero, Argentina, Indicadores culturales 2007. Cuaderno de
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