Capacitación necesaria - Asociación Argentina de Profesores de

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ENCUENTRO DE PROFESORES DE DERECHO PROCESAL PENAL
CORRIENTES- PROVINCIA DE CORRIENTES
12 y 13 de AGOSTO DE 2010
CATEDRA DE TÉCNICAS Y HABILIDADES DE LITIGACIÓN EN
AUDIENCIAS ORALES
EXPERIENCIA EN CÓRDOBA
Abogada Patricia Soria
Docente Derecho Procesal Penal y Encargada de la Cátedra Optativa “Técnicas y
Habilidades de litigación en audiencias orales”
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales- Universidad Nacional de Córdoba
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LA CAPACITACIÓN QUE REQUIERE LA INSTALACIÓN DE UN MODELO
ACUSATORIO Y LA METODOLOGÍA DE LAS AUDIENCIAS
En el Encuentro de Profesores de Derecho Procesal Penal del mes de Mayo de
2006, en la ciudad de Rosario, presenté una Ponencia informando brevemente que en la
Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba ya teníamos una
Asignatura optativa de “Técnicas de Litigación en Audiencias Orales”. En ese
momento, por cuestiones de programación del Encuentro no he podido desarrollar todos
los temas que comprendían el dictado de dicha materia, limitándome a dar algunos
títulos a modo informativo.
Esta vez quiero presentarles el Informe de 4 años de experiencia en el dictado de
la materia para compartir los objetivos alcanzados y la absoluta convicción que es a
través de la capacitación en técnicas de litigación desde donde vamos a poder
desarrollar una capacitación acorde a un proceso penal adversarial.
Resulta indispensable hacer un pequeño repaso de la evolución de la enseñanzaaprendizaje de la Cátedra de Derecho Procesal Penal en Córdoba.
En los años ´90
desde la Cátedra “A” cuyo Titular era y continúa siendo el Dr. José Ignacio Cafferata
Nores, teníamos la fuerte percepción que la transferencia tradicional de conocimientos a
los alumnos no era suficiente para que comprendan lo que la ley ritual pretendía diseñar
como práctica o que comportamiento debía realizar cada una de las partes en un proceso
penal.
Esto concretamente significaba que transmitirles lo que las Constituciones y las
leyes estatuían acerca del proceso penal no garantizaba la correspondencia de pretender
que ese contenido enseñado sea aprehendido en su total dimensión.
Esto resultaba altamente elocuente cuando observábamos que los propios
operadores del sistema, que conocían acabadamente la ley ritual, tampoco cumplían con
los comportamientos que, según el rol que les tocaba desempeñar, la ley pretendía de
ellos.
La experiencia y las transformaciones que se han ido produciendo en los
procesos penales de la región han venido instalando la idea que en la enseñanza del
Derecho no sólo es indispensable conocer la teoría del proceso, sino que también es
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fundamental para poder comprender dichas teorías, el entrenamiento en destrezas y
técnicas, metodologías que permitan entender la lógica que la norma procesal diseña y
el rol que cada operador jurídico del sistema debe cumplir.
Comenzamos en ese momento, con la metodología del psicodrama y el rol
playing, acompañando a los alumnos no sólo en la comprensión de la teoría sino
también haciéndolos dramatizar los distintos sujetos procesales, organizándoles visitas a
las oficinas de los tribunales penales, a la cárcel, a la policía judicial etc. Si bien este ha
sido un paso importante, la idea subyacente era terminar con el armado de un
expediente y la dramatización de algunas audiencias.
La experiencia nos demostró que la metodología más eficaz es la de la
“simulación”, pero las exigencias de los programas conspiraban contra la posibilidad de
utilizarla como regla.
Al producirse la reforma en Córdoba y con ella la profundización del sistema
acusatorio, se nos planteó un nuevo desafío: transmitirles la nueva lógica del sistema
adversarial, en el marco de una metodología de la enseñanza en crisis.
Hoy, una vez más con la incorporación de los jurados populares y el proyecto de
incorporación de audiencias en las etapas previas al juicio (plan piloto) estamos
absolutamente convencidos que no basta con la transferencia de conocimientos teóricos
y posterior práctica de dichos conocimientos, sino que resulta indispensable para
comprender acabadamente la nueva lógica “entrenar” en destrezas específicas, esto es
que teoría y destrezas no están separadas, sino que son una misma cosa.
El mejor modo de comprender el contenido de las normas que diseñan el
desarrollo del juicio oral y el comportamiento de la prueba es hacerlo desde las
destrezas de litigación.
Es muy difícil transmitirles a los alumnos la dimensión y el contenido del
derecho de defensa sino se los entrena en las habilidades y destrezas propias de la
contradictoriedad necesaria en el juicio oral, a través por ejemplo del contraexamen de
un testigo.
Si bien aún existen resistencias en los operadores del sistema de enjuiciamiento
cordobés para comprender la utilización de la pregunta sugestiva como herramienta
indispensable para lograr la contradicción, no obstante carecer de una regulación
normativa respecto a las reglas del contraexamen de testigos, esta resistencia no se
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observa en los alumnos, quienes han internalizado este concepto básico para el
paradigma acusatorio, y les cuesta comprender el comportamiento de los operadores
cuando van a observar las audiencias.
Sólo se puede adquirir el conocimiento de la lógica adversarial mediante el
entrenamiento de la reglas y metodologías que plantea la litigación para preparar
estratégicamente un caso, para saber transmitir al juez lo que la prueba dice, para
examinar y contraexaminar un testigo, brindándole información de calidad al juez quien
debe decidir sobre el conflicto.
En este sentido, Mauricio Duce y Andrés Baytelman en su Manual sobre
Litigación Penal expresan con claridad: “Un jurista que no sabe litigación –litigante,
juez o profesor de derecho simplemente elabora teorías abstractas, intelectuales, que
no responden a la realidad, a los problemas y a los valores para los que dichas normas
fueron diseñadas”…”En el mundo del proceso penal acusatorio –especialmente en el
mundo de la prueba y el juicio la realidad está representada por la disciplina de
litigación. Quien no sabe litigación deteriora su capacidad para hacer teoría; con
frecuencia, sólo se limita a repetir teorías de otras personas. Sin litigación, las
personas tal vez sepan, pero con demasiada frecuencia no comprenden”.Las técnicas en litigación han demostrado ser las herramientas indispensables
para el cambio cultural que pretendemos con la profundización del sistema adversarial.
No es suficiente el conocimiento de la teoría y luego la utilización de una
metodología de “simulación” para llevar a la práctica la teoría, entendemos que teoría y
destreza son una misma cosa y deben ser aplicadas a la enseñanza del derecho procesal
simultáneamente, es el mejor recurso pedagógico para aprehender la lógica adversarial y
el sistema acusatorio que pretendemos implementar.
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Algunas desmitificaciones
Es indispensable, a mi criterio desmitificar algunas creencias que se han venido
transmitiendo generacionalmente en nuestras escuelas de derecho respecto a que la
verdadera enseñanza del derecho es la capacitación en conceptos y teorías con la
consiguiente subestimación de la enseñanza de prácticas procesales y el entrenamiento
en habilidades y destrezas.
La convicción de que la enseñanza del derecho debe basarse en la capacitación
en teorías jurídicas, en conceptos abstractos, en interpretación de teorías ajenas, tiene su
fundamento en la realidad de la programación no sólo de las facultades de derecho, sino
también de los seminarios, diplomados y cursos de postgrado que siguen incorporando
en su oferta de capacitación, el estudio teórico de instituciones procesales.
Las clases magistrales, la repetición memorística, la falta de formación para el
estudio y resolución de problemas, la escasa capacitación para el análisis de casos que
los abogados van a enfrentar en su ejercicio profesional sigue siendo el paradigma de la
enseñanza del derecho, aunque ahora con el matiz de la enseñanza de práctica
profesional y de las técnicas de litigación.
Se observa muchas veces, que existe un divorcio entre el discurso acerca de la
mejor manera de enseñar el derecho y la enseñanza misma.
Es importante destacar, que no obstante las nuevas capacitaciones que venimos
desarrollando, es muy difícil encontrar hoy a un docente capaz de afirmar, sin
ruborizarse, que la metodología adecuada para la enseñanza-aprendizaje del derecho es
el modo de la clase magistral, si uno hace una pequeña recorrida por las aulas, se puede
comprobar que esos mismos docentes se encuentran sentados en sus escritorios o
algunos “más osados”, parados frente a los alumnos impartiendo una verdadera “clase
magistral”, reciclada conforme a las nuevas épocas.
Generalmente la justificación más escuchada es la imposibilidad de innovar con
nuevas metodologías debido a la gran cantidad de alumnos, a la incomodidad de las
aulas o al escaso tiempo disponible en relación al programa que se debe seguir.
Esta situación se agudiza al replicarse idéntica metodología en la programación
existente en los cursos de graduados.
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Pareciera que diseñar un curso o un programa basado en técnicas que enseñen
las teorías desde las prácticas que estas encierran, genera la sensación de que se está
ofreciendo una capacitación de nivel inferior.
Al implementar una nueva forma de capacitación legal partiendo de
entrenamiento en destrezas y habilidades, se les está brindando a los alumnos y a los
operadores del sistema herramientas indispensables para transitar el proceso penal
adversarial, con el objetivo de evitar caer en tentación de repetir viejas prácticas
inquisitoriales, cuando al no tener una imagen clara de cómo se debe llevar a cabo una
práctica, nos recostemos cómodamente en el modo que hemos aprendido, repitiendo la
rutina conocida.
Cualquier reforma profunda de paradigma como ha sido nuestro paso del sistema
inquisitorial al sistema adversarial requiere también reformas en su implementación,
integrada no sólo por la gestión judicial sino fundamentalmente por la capacitación en el
nuevo paradigma.
Actualmente en distintos países de la región, especialmente en Chile, a través del
desarrollo de un sistema de capacitación que pone en su justo nivel a la metodología de
la enseñanza-aprendizaje de las destrezas y técnicas en litigación, con la preocupación
constante de su difusión del equipo de profesionales de la Universidad Diego Portales y
del CEJA (Centro de Estudios de Justicia de las Américas) se ha podido ir
desmitificando esta creencia limitadora de la enseñanza del derecho y mostrando desde
la experiencia práctica la importancia de capacitar en litigación.
Las Cátedras “A”, “B” y “C” de Derecho Procesal Penal de la Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, a cargo de los
Dres. José Ignacio Cafferata Nores, Jorge Montero y Víctor Vélez respectivamente,
como asimismo la Cátedra 2 de Procesal Penal de la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales de la Universidad del Comahue, a cargo de los Dres. Ricardo Mendaña y Oscar
Pandolfi han implementado desde el año 2006, estos modelos de capacitación
innovadores, capaz de dar respuesta al cambio cultural que demandan los cambios
legislativos. Si bien las nombradas han sido las pioneras, afortunadamente en la
actualidad existen numerosas cátedras en distintas universidades del País y de la
Región.
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Cátedra de “Técnicas de Litigación en audiencias orales” en Córdoba.
El objetivo que nos hemos planteado al momento de presentar la propuesta como
cátedra optativa la de “Técnicas de Litigación en audiencias orales” primero y
“Técnicas y habilidades de litigación en audiencias orales” después, era ofrecer un
modelo de capacitación innovador, capaz de dar respuesta al cambio cultural que
demandan las modificaciones normativas.
El proceso penal está en continuo cambio y transformación y específicamente en
Córdoba estamos transitando por un nuevo proceso de reforma que implica un cambio
cultural importante, esto es la Nueva ley sobre la integración con jurados populares en
el sistema de enjuiciamiento penal de Córdoba y la existencia de un Plan Piloto para la
implementación de Audiencias orales en la etapa de la Investigación Penal Preparatoria,
en virtud del Convenio Interinstitucional suscripto por el Tribunal Superior de Justicia,
el Ministerio Público, El Ministerio de Justicia, La Asociación de Magistrados de la
Provincia de Córdoba, el Colegio de Abogados, las tres cátedras de Derecho Procesal
Penal, la Facultad de Derecho de la U.N.C. , la Universidad Nacional de Córdoba, el
CEJA y el INECIP.
El “plan piloto”, si bien ha tenido idas y vueltas, resistencias y apoyos, se han
ido produciendo cambios en forma gradual y lentamente, encontrándonos en este
momento en la fase final de implementación, esto es en la organización de los talleres
de capacitación para litigar audiencias orales en las etapas previas al juicio.
Lo destacable en esta ponencia es que los alumnos de la cátedra optativa de
litigación que se desarrolla en la Facultad de Derecho de Córdoba ya conocen y han
simulado las distintas audiencias que se van a llevar a cabo en la implementación del
plan piloto. Es decir, durante estos cuatro años un promedio de 700 alumnos han sido
preparados para litigar audiencias orales previas al juicio y audiencias de juicio.
La materia es totalmente afín a la temática del derecho procesal penal, pues
representa un ámbito donde se podrá desarrollar una pluralidad de expectativas,
intereses y demandas de los estudiantes, que permitirán la apertura hacia nuevos
enfoques y modelos en el campo del conocimiento y las prácticas jurídicas, así como
también ampliar la gama de especialidades enseñadas, todo en coherencia con los fines
y objetivos de nuestra Facultad.
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Aprender las destrezas y técnicas en litigación permiten entrenar los distintos
roles que se desarrollan en una audiencia oral, comprendiendo acabadamente con dicho
ejercicio la función que cada uno debe desempeñar en este ámbito tan vertiginoso y
exigente.
Esta disciplina, la litigación, está lejos de consistir en técnicas de oratoria o
desarrollos de la capacidad histriónica, sino que subyace a ella la idea que el juicio es un
ejercicio
profundamente
estratégico
y
que
en
consecuencia
comportarse
profesionalmente respecto de él consiste en construir una teoría del caso adecuada y
dominar la técnica para ejecutarla con efectividad.
Resulta altamente gratificante, como docente, observar como los alumnos se
sienten protagonistas de este cambio de paradigma en la capacitación y la respuesta
positiva que está teniendo la Asignatura, obligándonos a ser creativos para poder
contener la demanda de los alumnos que desean inscribirse en esta materia.
La asignatura que venimos desarrollando en estos cuatro últimos años destaca
ciertos rasgos: a) responde a una temática que mantiene al Derecho como eje central de
su desarrollo; b) se basa en conocimientos disciplinares vistos por los alumnos en las
asignaturas estudiadas hasta el momento, planteando una metodología innovadora en su
aplicación práctica; c) plantea problemas multifacéticos, que en muchos casos
proyectarán cambios de perspectivas de los actuales criterios de solución de conflictos,
resaltando los vínculos profundos existentes entre el saber práctico de la abogacía y sus
más importantes funciones sociales d) permite conectar los principios fundamentales de
defensa de las personas con herramientas concretas y eficaces d) significa una novedad
metodológica, que la hace original, atractiva y pertinente para el estudiante de derecho;
e) permite desarrollar las prácticas, destrezas,
técnicas y metodologías de
comportamientos de los actores en audiencias orales para el desarrollo profesional,
dentro de la propia formación del alumno.
Esta cátedra, aunque del modo optativo, significa un gran avance en esta nueva
modalidad de capacitación del derecho procesal penal, constituye a mi criterio un
primer paso para incorporar esta metodología, ya no como complementaria a la
enseñanza del derecho procesal penal en su dimensión práctica, sino como parte
integrante de la enseñanza del derecho procesal penal mismo.
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¿ Están los programas de enseñanza de derecho procesal penal de nuestras
Facultades a la altura de la capacitación para la reforma judicial?
La experiencia regional demuestra que se requieren estos niveles de cambio ya
que los problemas de instalación del nuevo sistema se dan en el terreno de las prácticas
Se observa una marcada buena aproximación en conocimientos teóricos, pero
una total falta de “imágenes” de cómo deben hacerse los cambios.
La reforma plantea nuevas prácticas y la necesidad de alterar rutinas,
percepciones de rol, hábitos, destrezas, etc.
Esta necesidad a su vez requiere una fuerte intervención este nivel, el de la
capacitación en las nuevas prácticas, que tiene como correlato la obtención del cambio a
nivel de ideas, actitudes, comportamientos, valoraciones y expectativas de la gente
respecto al sistema de justicia criminal.
Una de las intervenciones que resultan altamente eficaces para instalar los
cambios es el cambio de los programas de enseñanza de las cátedras de derecho
procesal penal y el compromiso de todos los docentes que las integran.
La Metodología central de la litigación es la : Simulación
Principios fundamentales del nuevo modelo de capacitación es la intervención
específica para cada práctica, partiendo de la enseñanza de las destrezas que requieren
cada práctica, desde lo más simple y sencillo a la más compleja.
Planteándonos objetivos concretos, simular repetidamente, teniendo en cuenta
que una imagen vale más que mil palabras, concentrándonos en la idea del “saber decir”
al “saber hacer informado”
La Metodología provee a los alumnos herramientas relevantes para sus
funciones.
Instalar la lógica adversarial, desde sus prácticas: exigencias muy concretas de
funcionamiento al sistema, tanto substantivas como de organización.
Estas prácticas se deben
transformar en el motor de la implementación y
condicionan las cuestiones normativas.
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El modelo de capacitación implementado consiste en las siguientes prácticas:
Capacitación en Litigación en Juicios Orales
Metodología que se utiliza en forma extensiva en países con mayor experiencia en
juicios adversariales
Nos hemos propuesto como objetivos: desarrollar destrezas básicas de litigación en
juicio, cambiar el paradigma de comprensión del nuevo sistema procesal penal y sus
reglas (generar sentido de juego), que el alumno simule roles con casos reales y pueda
internalizar la lógica que existe al examinar y contraexaminar un testigo o al ejercer la
función de Juez.
Curso de Litigación en Audiencias Orales previas al juicio
Metodología diseñada para introducir la lógica de audiencias orales en las etapas previas
al juicio, aquí si bien no se han producido cambios normativos, sí hay cambios
operativos que requieren de la capacitación en litigación.
Los objetivos trazados: desarrollar destrezas básicas de litigación en audiencias,
cambiar el paradigma de comprensión del nuevo sistema procesal penal y sus reglas,
fijar imágenes acerca del “cómo hacer” en este tipo de audiencias
Diseño metodológico básico
1) Exposición acerca de la lógica adversarial
-Exposición de la teoría de la destreza específica
-Imágenes Videos y demostraciones de dicha destreza
2) Aplicación:
-Ejercicios y talleres colectivos
-simulaciones con casos reales de la destreza
3) Devolución de lo actuado por los participantes y por parte del Docente
4) Reiteración de la simulación, con la incorporación de las observaciones realizadas en
la devolución.
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Materiales
El encuadre normativo: las reglas del juego
Exposición teórica de la destreza a desarrollar
Video (la importancia de las imágenes)
Críticas y comentarios colectivos de las imágenes
Casos reales que permitan a todos los alumnos desarrollar las destrezas.
El Docente brinda pautas para cada destreza destacando los componentes centrales y
luego en la simulación de la misma, completa y/o corrige con la devolución del
desarrollo del ejercicio, las fortalezas y debilidades que presenta el alumno en la
comprensión de la habilidad o la técnica simulada.
Técnicas
de
Litigación
en
Juicios
Orales
(Juicios con jurados populares- La nueva ley que incorporó en el año 2004 los
jurados populares, exige que estos comiencen su actuación a partir de la audiencia
de debate, lo que implica el total desconocimiento del contenido del expediente y la
necesidad de oralizar toda la información en las audiencias. También la ley exige
por parte de los operadores una “presentación del caso”)
Contenidos:
Esquema estratégico análisis y preparación del caso (teoría del caso y Alegato de
Apertura o Presentación del caso)
Destrezas para la obtención y manejo de la información
Examen directo de testigos y peritos
Contraexamen de testigos y peritos
Uso de declaraciones previas
Introducción de objetos y documentos
Objeciones
Alegatos de clausura
Rol de los jueces: Resolución de Incidentes
Conducción del debate y fallo
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Técnicas
de
Litigación
en
Audiencias
Preliminares
(Plan Piloto próximo a implementar en la Ciudad de San Francisco en Córdoba.
En audiencias de juicios abreviados iniciales, Suspensión del juicio a prueba y
audiencia de Control de detención, entre otras)
Contenidos y metodología:
-Metodología de análisis de casos (ejercicios)
-Análisis de la dinámica audiencias orales en etapas previas al juicio
-Análisis de los objetivos estratégicos de audiencias a simular (formulación cargos,
medidas cautelares, control de detención, salidas alternativas, suspensión del juicio a
prueba, juicio abreviado inicial, audiencia intermedia, etc.)
-Preparación colectiva de casos
-Simulaciones de audiencias
-Devoluciones
RÉGIMEN DE ENSEÑANZA:
- Clases comunes: a cargo del docente responsable y de los profesores invitados ya
referenciados, procurando el desarrollo integral de la asignatura, y la interacción
docente-alumno mediante un entrenamiento dirigido en las destrezas en litigación.
- Clases especiales: Ejercitación y aplicación prácticas de las técnicas aprendidas en
escenarios de juicios orales simulados, entrenando los roles que cada actor debe cumplir
en una audiencia oral. Hemos dado un total de 40 horas de clases cada año. Sin
computar las horas de evaluación.
-Concurrimos a observar juicios en el ámbito de las Cámaras del Crimen a los fines de
hacer una comparación entre las técnicas impartidas y las prácticas de los operadores.
-En relación a horarios de consulta y vínculo con los alumnos, hemos
desarrollado un canal de comunicación vía e-mail, desde donde los alumnos se
comunicaban con nosotros y desde donde les hemos enviado el material de estudio,
además de incluirlo en las carpetas virtuales de la fotocopiadora del Centro de
Estudiantes, consistentes en: Manual de Cátedra de Derecho Procesal Penal, Manual de
Litigación de Mauricio Duce y Andrés Baytelman, casos a litigar en clase, fechas de
audiencia reales a observar y otros documentos relacionados con la metodología de la
audiencia oral y pública, tema específico de la materia. Este intercambio permanente,
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por una vía muy familiar y amigable para los alumnos como es Internet, ha facilitado la
comunicación y nos ha posibilitado conocer mejor a los alumnos, sus inquietudes, sus
intereses, sus dudas, permitiéndonos ir mejorando durante las clases presenciales.
Sistemas de créditos: El desarrollo completo de la asignatura se ha desarrollado en los
primeros años bajo la modalidad de 30 horas, con 3 créditos para el alumno y en este
año se duplicó a 60 horas de clase; por tal razón, este espacio curricular opcional otorga
a los alumnos, 6 (seis) créditos según la conversión de un crédito por cada 10 horas de
clase.
Prerrequisitos de admisión a su cursado
El alumno que se inscriba en el cursado deberá tener aprobado: Derecho Penal
parte general, y Derecho Penal parte especial. Además, deberá tener aprobada la
asignatura “Derecho Procesal Penal”.
Atento a la modalidad del dictado de clases que consiste fundamentalmente en
ejercicios prácticos y entrenamiento en las técnicas y destrezas en litigación, es
recomendable que los grupos de los estudiantes no superen los 20 alumnos.- Por este
motivo es que hemos dividido la metodología en dos partes, una teórica de la destreza a
desarrollar y otra práctica para hacer los ejercicios. De este modo hemos podido
contener a más 60 alumnos en cada grupo unidos para la parte teórica y subdividiendo
en 3 grupos de alumnos cada uno para el desarrollo de las destrezas.
Objetivos a alcanzar.
- Ofrecer a los alumnos un escenario para ejecutar y desarrollar prácticas concretas
- Lograr la formación de abogados altamente entrenados,
y socializados en el
paradigma del nuevo sistema.
El módulo básico de litigación utilizado por nuestra cátedra sigue los
lineamientos del Manual de “Litigación Penal” de Mauricio Duce y Andrés Baytelman,
Profesores de la Universidad Diego Portales de Chile y está estructurado sobre la base
de los siguientes contenidos:
1) Teoría del caso;
2) Alegato de Apertura o Presentación del caso
3) Examen directo (de testigos);
4) Contraexamen (de testigos);
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5) Prueba material y declaraciones previas;
6) Examen y contraexamen de peritos;
7) Objeciones;
8) Alegato final;
9) La función del juez: dirección del debate e incidentes;
10) La función del juez: fallo y razonamiento.
Cada clase está dedicada a un tema específico, cada clase, sin embargo, asume
los temas anteriores y, por lo tanto, agrega una complejidad adicional a la técnica; cada
clase cuenta con un texto que explica la técnica del respectivo tema, lo mismo que uno o
más casos diseñados especialmente y respecto de los cuales los participantes tienen
cierta información básica con la cual deben simular.
Las distintas necesidades y restricciones horarias, cuatro horas por semana, han
generado distintos diseños específicos del mismo programa. En cuanto a la clase
específica, una primera parte - menor- releva y discute los principales elementos del
respectivo tema. El resto del tiempo es utilizado para simular: los participantes
conducen exámenes de testigos o peritos, sobre la base de la información del caso que
han estudiado con anticipación. Luego de cada ejercicio los participantes reciben
retroalimentación de los profesores. Lo ideal es que cada clase esté compuesta por un
máximo de 20 participantes y un mínimo de 2 profesores.
En nuestro caso existen dos grupos que superan ampliamente el número ideal de
participantes. Este primer cuatrimestre de 2010, hemos tenido un promedio de 130
alumnos por grupo, planteándose el desafío de dividirnos en subgrupos para poder
realizar lo ejercicios de litigación.
El Titular es el Dr. Jorge Montero, la Docente encargada Patricia Soria y como
docentes invitados se encuentran: Carolina Mauri, Sebastián Narvaja, Ivana Rossi,
Hugo Almirón, Marcelo Fenoll, Marcelo Hidalgo y los invitados extranjeros: Juan E.
Vargas, Mauricio Duce, Andrés Baytelman y Cristian Riego.
La Asignatura Optativa ha pretendido ser contraparte de los aspectos más
teóricos de derecho procesal-penal, pero ya la experiencia desarrollada ha demostrado la
necesidad de ampliar esta metodología de enseñanza-aprendizaje a la disciplina derecho
procesal penal.
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Además las exigencia de los nuevos cambios han ido modificando los modelos
de capacitación, ya no de los alumnos solamente, sino de los propios operadores que
tienen a su cargo la implementación de la reforma procesal penal, situación que en
Córdoba ha adquirido cierta urgencia a raíz de la implementación de los jurados
populares y de las audiencias en las etapas previas al juicio.
La litigación como método de enseñanza, trasciende el mero entrenamiento de
destrezas para el juicio, produce además, un impacto sustancial en la comprensión
teórica que los participantes desarrollaban acerca del mismo. Los alumnos jamás
entienden mejor la teoría que cuando es experimentada en carne propia a través de las
simulaciones.
El nuevo paradigma de enjuiciamiento penal exige, más que nada, un cambio de
lógica; esa lógica puede ser explicada, pero no necesariamente transmitida con el mero
traspaso de información. Sin embargo, la litigación consigue precisamente este efecto
en los participantes: instalar la lógica, el método, la cultura detrás de la información.
La aproximación de los alumnos a través de la litigación, proporciona
herramientas importantes para dotar de contenido concreto a las normas e instituciones
del juicio mismo, así como de otros momentos del proceso. La disciplina de litigación
ofrece una tecnología lo suficientemente concreta y precisa como para, entre otras
cosas, permitir la explicación teórica y la adopción de opciones interpretativas respecto
de las instituciones y normas en cuestión.
Así se ha comprendido ya no solamente desde las cátedras de procesal penal,
sino también en la Escuela Judicial “Centro Nuñez” del Tribunal Superior de Justicia de
Córdoba, donde los docentes de litigación de la Universidad hemos desarrollado una
serie de seminarios destinados a todos los operadores del sistema, con el apoyo del
Centro de Estudios de Justicia de las Américas.
La experiencia regional en esta metodología indica que además de la
capacitación a los fiscales y defensores, la capacitación de jueces para la reforma exige
diseñar un programa que se haga cargo de simular el rol especifico de éstos en la
función de control de garantías y en la de dirección del juicio oral, un conocimiento
cabal del rol de las partes y de la dinámica de litigación reveló ser un punto de partida
clave para cualquier capacitación más específicamente orientada al mundo judicial.
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Juan E. Vargas afirma que “Sólo conociendo cabalmente el rol de las partes pueden los
jueces entender en su entera dimensión el propio. Ello explica el que en las facultades
de derecho nos enseñen, antes que nada, a ser abogados, para luego, por vía de la
especialización, quienes quieren asumir el rol de jueces adquieran los conocimientos y
las destrezas propias de tal función”.
SISTEMA DE EVALUACIÓN:
- Evaluación parcial: Comprende el promedio de los 8 trabajos prácticos realizados por
los alumnos al inicio de cada clase, previo haber leído el tema a desarrollar en la misma.
En la parte práctica, se incluyó desarrollo de temas teóricos con la preparación de casos
y la demostración en rol playing del manejo de las destrezas adquiridas, haciendo un
seguimiento personalizado de la técnica aprendida.
- Evaluación final: en las fechas fijada por la Facultad, en forma oral con la realización
de simulación de juicios que se desarrollaron en el ámbito de las Cámaras 8va. y 4ta. del
Crimen, con un promedio de 6 horas cada juicio durante el horario de la tarde, con la
participación de todos los alumnos divididos en roles: de Fiscales y defensores,
quedando a cargo de los docentes el rol de jueces. Es importante destacar que para esta
evaluación final hemos contado con la participación de docentes, amigos, parientes,
operadores del sistema, miembros de la Policía Judicial, psicólogas para el rol de
testigos y peritos, ofreciendo a los alumnos una simulación lo más parecida a la
realidad.
- Pautas de evaluación: el requisito para la aprobación ha sido el logro de los
objetivos señalados.
A modo de conclusión:
La recomendación de esta metodología de la enseñanza del derecho procesal
penal, no significa renunciar a tener pretensiones teóricas o dogmáticas respecto del
proceso penal, todo lo contrario, este modelo de enseñanza exige más bien tomarse en
serio las ideas teóricas y las posturas políticas respecto del proceso penal, revisando su
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materialización en la práctica y en los roles concretos que la profesión jurídica y la
sociedad generan a partir de dichas teorías y valores.
La aproximación a la reforma a través de las técnicas de litigación y el análisis
de casos nos permite hacernos cargo del rol concreto de los actores y de sus funciones,
en una siempre muy específica y diversificada realidad dentro del proceso penal.
Si bien hemos comenzado con una cátedra optativa dependiente de las cátedras
de derecho procesal penal, estimo, en función de lo expresado que resulta indispensable
incorporar esta metodología de enseñanza, con los recursos pedagógicos y las técnicas y
destrezas descriptas, a la enseñanza de todo el contenido de la materia derecho procesal
penal, partiendo del enseñar a “hacer informado” que ha demostrado en la práctica de la
docencia ser altamente eficaz al momento de la comprensión de la lógica del sistema y
del rol que cada una de las partes debe cumplir en el proceso penal, internalizando el
contenido teórico a través del entrenamiento en la destreza específica que permite
realizar la práctica que la norma procesal diseña.
Al comienzo del dictado de la disciplina, hemos dividido los alumnos inscriptos
en dos grupos. Las clases se dictaron siempre en el primer semestre del año lectivo, los
días martes y los jueves por la mañana y por la tarde. En relación a los horarios se fue
modificando. En los primeros años de 2006 al 2008 inclusive el horario era idéntico al
dictado de las materias de la currícula, es decir dos horas los Martes y dos horas los
Jueves, modificándose este horario en el año 2009, por razones pedagógicas, dictándose
los días Martes a la mañana de 8 a 12hs y los Jueves a la tarde de 16 a 20hs.
Volviéndose a la modalidad de dos veces por semana en este último semestre de 2010.
Los Profesores responsables e invitados de los cursos hemos contado con el
acompañamiento, apoyo y compromiso de los profesores invitados, con quienes hemos
repartido las tareas de facilitadores para la realización de ejercicios prácticos,
especialmente al momento de la división en 3 subgrupos.
Hemos podido apreciar durante el dictado de la misma en los períodos lectivo
2006 ,2007 y 2008, 2009 y 2010, un gran interés por parte de los alumnos en desarrollar
habilidades que le permitan un protagonismo eficaz en las audiencias orales, más aún
con las nuevas exigencias de la ley de jurados populares. Asimismo la Asignatura ha
sido premiada en el año 2008 por el Centro de Investigaciones de la Facultad, entre
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otras 3 asignaturas optativas destacándola como una propuesta de “capacitación
innovativa”
Este interés por parte de los alumnos y la experiencia adquirida en los últimos
ciclos, nos ha obligado a continuar innovando para el dictado de la materia y a diseñar
el cronograma de dictado de clases acorde con las exigencias pedagógicas. Hemos
decidido que la mejor oferta didáctica es la formación de dos grupos que nos posibilite
hacernos cargo de 60 alumnos por grupo, lo que equivale a un total de 120, dando
respuesta a la demanda de los estudiantes y respetando el dictado de la teoría de la
destreza y su indispensable simulación práctica, razón de ser de las técnicas de
litigación. Si bien lo ideal para el ejercicio de las prácticas que se propone en el
programa es un cupo de 40 alumnos por curso, gracias al equipo de docentes
conformados por los profesores invitados, hemos podido contener más de 60 alumnos
por grupo.
En el convencimiento que se trata de una materia eminentemente práctica el
sistema de evaluación del nivel alcanzado por los alumnos se ha desarrollado
“haciéndolos mostrar” la técnica o habilidad adquirida. A tal efecto se realizó, en el
ámbito de la Cámara 8va. y 4ta. del Crimen, juicios simulados donde los alumnos han
podido vivenciar los roles de Fiscales, defensores, testigos etc. Además como parte de la
evaluación final los alumnos realizaron una serie de ejercicios prácticos donde
demostraron las habilidades adquiridas.
Esta experiencia ha sido altamente enriquecedora y demostrativa de la necesidad
de dictar una asignatura que le permita al egresado de Derecho contar con las
herramientas técnicas y prácticas indispensables para el ejercicio de la profesión.
Resulta relevante subrayar la estrecha vinculación entre el nuevo Código
Procesal Penal de Córdoba, de corte fuertemente acusatorio, y la cátedra opcional, pues
su contenido ofrece al alumno el acceso a una técnica imprescindible para el sistema
adversarial propio de la nueva legislación citada. Y su importancia se evidencia – como
ya lo expresé- con la participación de la Universidad Nacional de Córdoba y su Facultad
de Derecho, en el convenio suscripto entre el CEJA, el TSJ, la Fiscalía General, el
Ministerio de Justicia, el Colegio de Abogados y la Asociación de Magistrados, entre
otros, a los fines de profundizar aspectos que aborda el programa de la asignatura
opcional propuesto en el proceso penal cordobés.
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Es bueno recordar que en el Encuentro de la Asociación Argentina de Profesores
de Derecho Procesal Penal llevado a cabo entre los días 15 y 16 de Mayo de 2008 en la
Ciudad de La Plata, se recomendó entre otros puntos: “A las facultades de derecho de
las Universidades Argentinas, públicas y privadas, sobre la necesidad de adecuar los
programas de derecho procesal penal o su equivalente, al paradigma constitucional,
como núcleo previo, terminando con la práctica de programas confeccionadas en
relación a códigos procesales penales concretos. Asimismo, recomendar la inclusión, en
las carreras de grado, de la temática correspondientes a las destrezas y técnicas de
litigación”.
En la conciencia de la inexistencia de posibilidades financieras por parte de la
Facultad para el pago de los sueldos, tanto del Profesor encargado, como de cualquier
otro que eventualmente asumió o asuma la tarea del dictado de clases, los docentes
titulares, responsables e invitados hemos asumido el esfuerzo que significa la puesta en
marcha de un proyecto de tal magnitud, y por tal razón hemos acordado que la
asignación presupuestaria no sea un impedimento para admitir dentro de la currícula de
la carrera de abogacía una asignatura tan importante como la que venimos dictando y
que en el primer semestre del año 2011 vamos a proponer nuevamente su dictado.
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BIBLIOGRAFÍA:
- Manual de “Litigación Penal. Juicio Oral y Prueba”
Andrés Baytelman Aronowsky – Mauricio Duce Jaime
Ediciones Universidad Diego Portales-2004
- “Capacitación como fútbol” de Andrés Baytelman Aronowsky
- Alberto M. Binder (Presentación Manual de Litigación)
Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales
(INECIP).
-Juan Enrique Vargas (Presentación Manual de Litigación)
“El rol de los jueces”.Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA)
-Presentación Cátedra de Litigación Córdoba
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