Tamaño de malla mínimo en pesquería de merluza común y otras

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TAMAÑO DE MALLA MÍNIMO EN
PESQUERÍA DE MERLUZA
COMÚN Y OTRAS REGULACIONES EN REDES DE ARRASTRE
INFORME TÉCNICO (R. PESQ.) Nº 44
Julio 2001
CONTENIDO
I. ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIÓN
1. Legales
2. Pesqueros
3. Biológico-Pesqueros
4. Justificación
II. OBJETIVOS
III. ANÁLISIS
1. Fuentes de información
2. Análisis biológico-pesquero
a. Impacto sobre la fracción inmadura
b. Rendimiento por recluta
3. Otros aspectos que influyen la selectividad
4. Impacto pesquero
IV. CONCLUSIONES
V. RECOMENDACIONES
ANEXO I. Plano de redes
ANEXO II. Foto de protector de copo
ANEXO III. Especificaciones del copo
2
2
3
5
6
7
7
7
9
9
15
18
19
21
22
24
27
28
I. ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIÓN
1. Legales
a. El Decreto con Fuerza de Ley Nº5, de 1983, en su Título III establece que el Ministerio de Economía,
Fomento y Reconstrucción y la Subsecretaría de Pesca son los organismos responsables de la fijación
de las políticas básicas que servirán para dirigir y coordinar las actividades que corresponde realizar al
Estado en relación al sector pesquero. Además indica que la acción de estos estamentos está
encaminada a promover el desarrollo del sector pesquero nacional, la protección, conservación y
aprovechamiento integral de los recursos hidrobiológicos y del ambiente acuático del país. Estos
mandatos han sido instrumentalizados a través de la Ley Nº18.892, la Ley Nº19.713 y otras Leyes,
Decretos y Resoluciones que la autoridad ha emitido.
b. El Artículo Nº2 de la Ley General de Pesca y Acuicultura (Ley Nº18.892 y sus modificaciones) define
“Artes de pesca: sistema o artificio de pesca preparado para la captura de recursos hidrobiológicos,
formado principalmente con paños de redes” y “Talla crítica: es aquella talla que maximiza el
rendimiento en biomasa de una cohorte, dada una determinada sobrevivencia de ésta. Se entenderá
por cohorte aquel grupo de individuos de una especie que poseen igual edad”.
c.
El Artículo Nº4 de la Ley General de Pesca y Acuicultura faculta a la Subsecretaría de Pesca, mediante
resolución fundada, previo informe del Consejo Zonal de Pesca que corresponda, a “fijar tamaños
mínimos de extracción por especie en un área determinada y sus márgenes de tolerancia. En ningún
caso el tamaño mínimo será inferior al de la talla crítica” y a “fijar las dimensiones y características de
las artes y los aparejos de pesca”, en toda el área de pesca, independientemente del régimen de
acceso a que se encuentre sometida la pesquería. El concepto común que subyace y relaciona ambas
medidas de administración es que al fijar ciertas características de los artes de pesca (ej. Tamaño de
malla), éstas deben ser de tal magnitud que permitan la extracción de ejemplares cuyo tamaño sea
2
superior al de la talla crítica. En otras palabras, la longitud de retención al 50% ( L50), producto de un
cierto tamaño de malla, debe ser superior a la talla crítica.
d. Los artículos Nº112, Nº114 y Nº117 de la Ley General de Pesca y Acuicultura indican las sanciones a
la infracción de normas legales relativas a aspectos de selectividad de los artes de pesca. Así por
ejemplo, cuando se efectúan capturas de especies hidrobiológicas con artes o aparejos de pesca
prohibidos, ya sea en relación a las áreas de pesca o a la selectividad de los mismos (Artículo Nº112),
los infractores “serán sancionados con multa cuyo monto será equivalente a dos a tres veces el
resultado de la multiplicación del valor de sanción de la especie respectiva, vigente a la fecha de
denuncia o querella, por la cantidad de recursos hidrobiológicos objeto de la infracción, reducida a
toneladas de peso físico”
Por otro lado, la realización de actividades pesqueras extractivas con artes o aparejos de pesca
prohibidos sin resultado de captura, ya sea en relación a las áreas de pesca o a la selectividad de
ellos (Artículo Nº114), “será sancionada con multa equivalente a media unidad tributaria mensual por
cada tonelada de registro grueso de la nave o embarcación pesquera infractora”. Este mismo artículo
indica que si no se usaren naves o embarcaciones pesqueras, la sanción será una multa de 3 a 300
unidades tributarias mensuales. En caso de reincidencia, la sanción se duplicará.
El Artículo Nº117 de la Ley General de Pesca y Acuicultura indica que “en los casos de los artículos
112, 114 y 116, el capitán de la nave en que se hubiere cometido la infracción será sancionado
personalmente con multa de 30 a 300 unidades tributarias mensuales; y el patrón de ella, con una
multa de 3 a 150 unidades tributarias mensuales. Además, se aplicará [...] la sanción de suspensión
del título de capitán o patrón hasta por 45 días. La reincidencia será sancionada con la suspensión del
título hasta por 180 días”.
e. El Decreto Nº238 de 1982 fija en 100 mm el tamaño de luz de malla en el copo, de las redes de
arrastre utilizadas en actividades extractivas del recurso merluza común, en la zona situada entre
19º00’ LS y 43º00’ LS. Adicionalmente, en este decreto se prohíbe el uso de cubrecopos en las redes
de arrastre utilizadas en actividades extractivas del recurso merluza común.
f.
Las Resoluciones Nº1.557 de 1995, Nº119 de 1996 y Nº120 de 1996 establecen que los armadores
pesqueros industriales habilitados para desarrollar actividades pesqueras extractivas de merluza
común, solo podrán hacerlo mediante el uso de artes o aparejos de pesca, cuyas características de
diseño y construcción califiquen como red de arrastre de fondo o espinel, en al área comprendida
entre la IV y X Región.
g. El Decreto Nº144 de 1980 fija en 130 mm el tamaño de luz de malla mínimo para las artes de pesca
de arrastre que se utilicen en las actividades de captura de peces, en la zona situada al sur del
paralelo 43º00’ LS. Adicionalmente, prohíbe el uso de cubrecopos en redes de arrastre utilizadas en el
área antes indicada.
2. Pesqueros
a. En la captura industrial de merluza común se utilizan embarcaciones que realizan el arrastre y virado
por popa, mientras que algunas embarcaciones industriales pequeñas realizan parte del virado por
banda (algunas disponen de yo-yo). Estas embarcaciones emplean como arte de pesca, básicamente
dos modelos de redes de arrastre de fondo. El primero y más común es el “Engel Balloon Trawl”, el
que consiste en una red con dos paneles con una altura de boca de red trabajando de 6 a 8 metros.
El segundo modelo, corresponde a redes de 4 o 6 paneles, cuya maniobra permite que sean
levantadas del fondo entre 4 a 14 m, y poseen alturas de boca de red trabajando de entre 8 a 16
metros (ejemplo: red “Alberto 160”).
3
b. En la actualidad, en la confección de redes de arrastre merluceras se emplean paños con tamaños de
luz de malla de entre 250 mm a 100 mm; usualmente el primer tamaño de malla es utilizado en las
secciones de punta de alas, alas y cuchillas, tamaños intermedios se utilizan en el cuerpo de la red
(vientres o bellys y cielos), mientras que mallas de 100 a 110 mm se usan en el túnel-copo. El
material de estos paños es usualmente PE (polietileno), PES (poliéster) o combinaciones de ambos
materiales; en general, su usan materiales con baja densidad y alta resistencia a la ruptura. Los
diámetros de hilo se incrementan de proa a popa de la red y son mayores en el panel inferior que en
el superior; así por ejemplo, 3 mm de diámetro es común en los cuerpos superiores de proa (5 mm
para los inferiores) y 8 mm es común para el túnel-copo. Para detalle de las redes utilizadas ver
Anexo I, en el que se representan los planos técnicos de las redes de pesca utilizadas por las
empresas que tienen asignado el 52,2% de la cuota de merluza común para el 2001 y que disponen
del 22,4% de la flota que orienta esfuerzos a esta especie.
c.
Usualmente, en las embarcaciones merluceras industriales pequeñas y de escasa potencia, que no
tienen la capacidad de levantar las redes del fondo marino o maniobrar con mayor holgura el arte de
pesca, se utilizan accesorios orientados a proteger los túnel-copos, para evitar el roce con el fondo
marino y el consiguiente desgaste de la tela, y para evitar pérdidas de captura por roturas en el túnelcopo. Estos protectores son instalados en forma de “ calcetín” alrededor del túnel-copo o cubriendo
solamente la parte inferior del túnel-copo de la red. Se conoce de la existencia de al menos 2 tipos de
protectores, a saber: “ponchos” y “chascones”.
Ponchos: instalados en la parte inferior del túnel-copo a través de
encabalgues1 directos a la lacha2. Son construidos con material jurelero en
desuso, o con la misma tela de los copos merluceros en desuso. Poseen
tamaños de malla iguales o inferiores al del copo y usualmente con un
diámetro de entre 4 a 8 mm. Efecto buscado: evitar el desgaste del túnelcopo y evitar pérdidas de captura.
Chascones: corresponden a tiras de aproximadamente 30 cm de longitud,
de cualquier material (usualmente PE o PA) amarradas a cada malla de la
parte inferior y/o superior del túnel y/o copo de la red de arrastre. Efecto
buscado: evitar el desgaste del túnel-copo (Anexo II).
En redes de arrastre orientadas a la captura de crustáceos demersales se utilizan “entramados” o
“tiras de goma”, los que eventualmente podrían ser utilizados en la captura de merluza común,
particularmente en embarcaciones de pequeño tonelaje, y cuyos armadores tienen Límites Máximos
de Captura para ambas especies (Tabla 1). Estos dispositivos corresponden a tiras de goma solas o
entramadas como un tejido, las que son dispuestas en la parte inferior del túnel y/o copo de la red de
arrastre. Este dispositivo es sujeto a la red a través de amarras efectuadas con alambre. Efecto
buscado: evitar el desgaste del túnel-copo.
1
2
Encabalgar: acción de unir una sección de tela a una sección de cabo, utilizando hilos y considerando una cierta razón o embande.
Lacha: cabo a ambos costados de la red y que tiene por función estructurar el arte de pesca y repartir las tensiones uniformemente en la tela.
4
Tabla 1. Nómina de naves y armadores que cumplen con los requisitos para operar en merluza
común y crustáceos demersales durante 2001.
Camarón Langostino Langostino Merluza
Armador
Nave
nailon
colorado
amarillo
común
(II-VIII)
(I-IV)
(III-IV) (IV-41º28)
Pesca Marina Ltda., Soc.
Polux
X
X
X
Irina Ltda.
Neptuno
X
X
Isladamas S.A., Pesq.
Lonquimay
X
X
Univ. Católica de Valparaíso
Tiberíades
X
X
González Rivera, Marcelino
Walrus
X
X
Maestranza Talcahuano Ltda..
Pigargo
X
X
Pacífico Sur S.A., Pesq.
Don Enrique
X
X
X
Inversiones Los Alamos S.A.
Pingüin
X
X
Mendoza Gómez, Gastón
Ikela
X
X
Rubio Aguilar, Francisco
Caupolicán
X
X
d. Durante 1997 y al amparo del proyecto FIP Nº96-33 se evaluó el descarte en la pesquería industrial
de merluza común. La conclusión principal en este estudio indica que efectivamente en la pesquería
industrial de arrastre se produce descarte de la especie objetivo. En particular, es posible indicar que:
i) la fracción descartada se compone principalmente de ejemplares de tamaños menores o iguales a
40 cm LT; ii) la longitud promedio de la fracción descartada fue de 33,5 cm LT; iii) la proporción de
sexos de la fracción descartada no es significativamente diferente de 1:1; iv) el descarte representó
un 6,84% (en peso) y 12% (en número) de las capturas totales de la especie objetivo; y, v) casi la
totalidad de los individuos devueltos al mar fueron descartados muertos o fueron presa de aves
marinas.
Los factores que explican el descarte, en esta pesquería, son básicamente consideraciones
económicas y de calidad. En otras palabras, con merluzas superiores a 40 cm de LT es posible
obtener mejores rendimientos de maquila y esos calibres se comercializan a mejor precio, cuando el
producto es orientado a la confección de filetes, troncos o pescado entero. Evidentemente, cuando la
captura tiene además como destino la producción de surimi, calugas de pescado, apanados, u otro
producto que privilegie los ejemplares pequeños, la tasa de descarte disminuye y los individuos
pequeños son retenidos a bordo y desembarcados.
3. Biológico-Pesqueros
En el Informe Técnico del Departamento de Pesquerías 3 de octubre de 2000, que proporcionó los
antecedentes para la fijación de la cuota global anual 2001 de merluza común, se muestran y analizan los
principales indicadores biológico-pesqueros, que dan cuenta de la condición del recurso. Lo expuesto en
ese informe permitió efectuar el siguiente diagnóstico:
a. Los altos niveles de capturas ejercidos en la década del 60 generaron una brusca reducción de la
abundancia del stock, explicada por la sobreexplotación del stock parental. Este período de
sobrepesca llevó al recurso a una profunda falla en el reclutamiento, por lo que la población se
recompuso a un nivel inferior de tamaño, en torno a las 270 mil toneladas, situación que se mantuvo
hasta 1983 inclusive;
b. Posteriormente, en 1993 se estima que hubo reclutamientos exitosos que generaron un reescalamiento de la biomasa del stock a un nivel superior, evidenciándose con una mayor
representación en las capturas de esos grupos de edad. Producto de este gran reclutamiento y en
3
Informe Técnico (R. Pesq.) Nº72 - Cuota global anual de captura para la pesquería del recurso merluza común, año 2001. Subsecretaría de
Pesca.
5
virtud del régimen de ordenamiento establecido para esta pesquería , el stock completó su estructura
etaria, lo cual significa que quedaron disponibles a la pesca varias clases de edad totalmente
reclutadas numéricamente fuertes y de un amplio rango de tallas, particularmente medias y grandes;
c.
Sin embargo, la gran mortalidad que afectó a un nuevo contingente de reclutas que se detectó
ingresando a comienzos de 1998 introdujo gran incertidumbre respecto a las tendencias futuras del
stock. La evidencia disponible señala que el referido contingente fue removido a causa de una
interacción tecnológica ejercida por parte de la flota pelágica con base en la zona centro-sur del país,
que operó en áreas muy costeras desde 1996 a la fecha capturando también a estos juveniles de
merluza común. Esta situación se agudizó en el verano de 1998 y 1999 debido a la mayor
vulnerabilidad del stock por las condiciones oceanográficas desfavorables detectadas en ese lapso;
d. La evaluación directa realizada durante 2000 evidencia un ingreso de nuevos contingentes de
juveniles al área del stock explotable (reclutas), evento que contribuye a evitar riesgos para la
conservación del recurso en el corto plazo;
e. Sin embargo, debe advertirse que el reclutamiento que se estimó ingresando el 2000 no permite
mantener indefinidamente los actuales niveles de captura, como se concluye del análisis de
proyección de largo plazo realizado por este Departamento --aún con los niveles de explotación
técnicamente recomendables como los propuestos para la cuota de la temporada 2001--.
Al mismo tiempo, en base a los análisis efectuados, la Subsecretaría de Pesca recomendó para el año
2001 se autorice una cuota global de 106.000 t, lo que representa un riesgo de corto plazo 4 de 10% de
sobrepasar la política de SD50% con una estrategia de tasa de explotación constante de 6,8% en número
(13,1% en peso). No obstante, la cuota autorizada fue de 108.800 t, lo que representa un riesgo de casi
18%. Actualmente, existen fuertes iniciativas del sector artesanal para propiciar un aumento de cuota, por
lo que el riesgo de sobrepasar la política de SD50% puede incrementarse hasta por sobre el 50%, según los
resultados del informe anteriormente citado.
4. Justificación
Teniendo presente que:
a. Que la situación actual del recurso es favorable; aunque,
b. La condición del stock de merluza común es altamente dependiente del éxito de los reclutamientos, y
por ende de las condiciones oceanográficas;
c. Que los recientes niveles de reclutamiento no permiten mantener indefinidamente los actuales niveles
de captura;
d. Que hay crecientes presiones sociales por aumento de la cuota de captura para 2001;
e. Que la FAO, en el Código de Conducta Para la Pesca Responsable, insta a los Estados a “perfeccionar
y aplicar, en la medida de lo posible, artes y prácticas de pesca selectivas y ambientalmente seguras
a fin de mantener la biodiversidad y conservar la estructura de las poblaciones, los ecosistemas
acuáticos y la calidad de los recursos pesqueros”, y sugiere que “Donde existan adecuados artes y
prácticas de pesca selectivas y ambientalmente seguras, las mismas debieran ser reconocidas y
debiera asignárseles una prioridad al establecerse medidas de conservación y ordenación aplicables a
las pesquerías”.
4
El riesgo de corto plazo de sobrepasar la política de conservación preestablecida se define como la probabilidad que al aplicar este nivel de
captura, se deje en el mar menos del 50% del stock desovante en condiciones de equilibrio dinámico.
6
La Subsecretaría de Pesca estima necesario:
Actualizar las regulaciones relativas a la selectividad a la talla de los artes de pesca orientados a la
merluza común, con el fin de conservar la estructura de la población, disminuir el efecto de la pesca sobre
la fracción de ejemplares pequeños e inferiores a la talla de primera madurez sexual, aumentar los
rendimientos por recluta en el mediano-largo plazo y disminuir los descartes que actualmente se generan
en la pesquería.
Normar respecto a los dispositivos que comúnmente son adosados a los copos de las redes de arrastre,
en la captura de merluza común, con el objeto de que no se vea intervenido el efecto selectivo de las
mallas de los túnel-copos.
II. OBJETIVOS
El presente informe tiene como objetivo principal aportar los antecedentes técnicos que fundamentan la
proposición de fijar un nuevo tamaño de malla mínimo legal, en el túnel y copo de las redes de arrastre
utilizadas en la pesquería de merluza común (Merluccius gayi gayi). Al mismo tiempo, se estudia el
impacto de la medida propuesta y se analizan otros aspectos tendientes a mejorar la selectividad de las
redes de arrastre merluceras.
III. ANÁLISIS
1. Fuentes de información
Para analizar la selectividad a la talla de diferentes tamaños de malla en el túnel-copo de las redes
merluceras, se consideró la información generada en el ámbito del proyecto FIP Nº96-25 “Selectividad de
redes de arrastre en la pesquería de merluza común” 5 ejecutado por INPESCA, y lo informado por Gálvez
y Rebolledo (aceptado)6, cuyas experiencias de terreno se llevaron a cabo entre los 34º50'S y 35º40'S,
durante marzo-abril de 2000. Estos análisis contemplaron la evaluación de cuatro tamaños de luz de malla
en el túnel-copo de las redes de arrastre; a saber: 100 mm, 110 mm, 130 mm y 140 mm.
En las experiencias de terreno se utilizaron y analizaron los resultados de dos técnicas experimentales:
arrastre de pantalón y lances con cubre-copo. No obstante, los resultados de la primera experiencia no
fueron considerados en el presente informe, ya que no fueron consistentes tanto al comparar los
resultados entre los diferentes tamaños de malla, como al compararlos en cada tamaño de malla.
Los resultados generados de las experiencias con lances con cubre-copo (Tabla 2 y 3, Fig. 1), mostraron
resultados coherentes y consistentes, al mismo tiempo que permitieron evaluar la cuantía de la pérdida de
captura al aumentar los tamaños de malla.
Si bien, las redes utilizadas en esta experiencia (Engel Balloon Trawl) representan una fracción de las
utilizadas actualmente por la flota, se estima que los resultados son aplicables a todas las redes
actualmente empleadas, ya que el estudio evaluó el efecto selectivo de diferentes tamaños de malla en el
túnel-copo. Esta parte del arte de pesca (túnel-copo) prácticamente no ha variado, y sólo hay pequeñas
diferencias en el diámetro y longitud de la misma, aspecto que no influye la selectividad.
5
Gálvez, M., H. Rebolledo y S. Lillo. 2000. Análisis de selectividad en la pesquería de merluza común en la zona centro-sur. Informe Final, FIP
Nº96-25. Inst. Invest. Pesq., Talcahuano, 100 pp.
6
Gálvez, M. and H. Rebolledo (accepted). Estimating codend size selectivity of bottom trawlnet in Chilean hake (Merluccius gayi gayi) fishery.
Fisheries Research.
7
Tabla 2.
Principales resultados generados en el Proyecto FIP Nº96-25, para los cuatro tamaños de luz de malla y considerando
ambos sexos en conjunto. Lx: longitud total al x% de retención, RS: rango de selección.
100 mm
Tamaño de malla
Lance
Captura en copo (t)
Captura en c-copo (t)
a
1
2
3
4
5
6
7
8
9
2,74
4,43
11,00
6,25
1,70
4,32
9,00
10,73
2,54
0,12
0,07
0,06
0,07
0,07
0,07
0,18
0,18
0,05
-15,25 -10,49 -18,12 -12,15 -11,63 -15,89 -11,11 -12,78 -15,55
0,36
0,27
0,45
0,28
0,30
0,40
0,29
0,35
0,37
L25 (cm)
38,90
34,90
37,80
38,93
35,35
36,68
35,10
33,78
39,00
L50 (cm)
41,92
38,99
40,24
42,80
39,04
39,40
38,95
36,96
41,96
L75 (cm)
44,94
43,07
42,68
46,67
42,73
42,13
42,80
40,14
44,93
RS (cm)
6,04
8,17
4,88
7,74
7,38
5,45
7,70
6,36
5,93
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Captura en copo (t)
1,53
4,91
1,53
14,61
3,88
10,51
1,78
0,73
Captura en c-copo (t)
0,02
1,15
0,02
0,02
0,28
0,16
0,09
0,02
a
-16,08
-7,37
b
0,44
0,20
0,26
0,31
0,37
0,18
0,36
0,38
L25 (cm)
33,93
31,87
30,15
34,27
35,17
35,84
36,29
35,00
L50 (cm)
36,42
37,44
34,37
37,85
38,12
41,80
39,34
37,91
L75 (cm)
38,91
43,02
38,58
41,42
41,08
47,77
42,39
40,82
RS (cm)
4,98
11,16
8,43
7,14
5,92
11,92
6,10
5,82
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Captura en copo (t)
4,66
3,20
1,74
5,19
3,59
3,44
26,51
Captura en c-copo (t)
0,46
0,64
0,46
1,29
0,60
0,28
0,48
a
-7,39
-6,89
-3,79
-8,65
-9,88
-6,07
-7,78
b
0,19
0,19
0,11
0,23
0,26
0,15
0,18
L25 (cm)
33,33
30,62
23,90
33,22
33,30
33,44
36,94
L50 (cm)
39,14
36,42
33,66
38,05
37,46
40,82
43,01
L75 (cm)
44,96
42,23
43,43
42,89
41,63
48,21
49,08
RS (cm)
11,63
11,61
19,53
9,67
8,33
14,77
12,15
9
b
110 mm
Tamaño de malla
Lance
-8,96 -11,64 -14,16
130 mm
Tamaño de malla
Lance
140 mm
Tamaño de malla
Lance
-7,70 -14,17 -14,32
1
2
3
4
5
6
7
8
Captura en copo (t)
6,02
7,48
6,74
0,90
0,29
5,42
6,59
4,52
Captura en c-copo (t)
2,44
4,28
2,41
0,09
0,75
0,70
0,85
0,31
a
-7,53 -13,73 -11,59
-7,91 -11,70 -15,48
-9,86 -19,38
0,18
0,32
0,25
0,17
0,27
0,34
0,23
0,40
L25 (cm)
36,22
38,96
41,81
38,98
39,57
41,69
38,72
45,66
L50 (cm)
42,41
42,35
46,19
45,27
43,68
44,88
43,58
48,41
L75 (cm)
48,60
45,73
50,57
51,55
47,78
48,06
48,43
51,15
RS (cm)
12,38
6,78
8,76
12,58
8,20
6,37
9,71
5,49
b
8
Tabla 3. Valor de “tendencia central” de los parámetros de las curvas de selección a la talla, por sexo y luz de malla (ver Fig. 3).
Tamaño de luz de malla (mm)
100
110
130
Ambos sexos
a
b
L50 (cm)
RS (cm)
Machos
a
b
L50 (cm)
RS (cm)
Hembras
a
b
L50 (cm)
RS (cm)
140
-13,430
0,341
39,35
6,42
-11,860
0,302
39,74
7,92
-7,226
0,176
41,14
12,20
-10,950
0,251
43,67
9,09
-12,000
0,306
39,20
6,70
-11,700
0,301
39,31
7,65
-6,516
0,161
40,51
13,35
-11,140
0,255
43,71
8,39
-13,53
0,341
39,43
6,24
-10,38
0,253
41,34
9,02
-7,049
0,170
41,54
13,00
-10,43
0,240
43,43
8,84
2. Análisis biológico-pesquero
Los análisis biológico-pesqueros se orientaron en dos líneas; la primera dice relación con evaluar el
impacto de diferentes tamaños de malla en el copo de las redes merluceras sobre la fracción de hembras
que aún no alcanzan la talla de primera madurez sexual, con el objeto de disminuir la posibilidad de
sobre-pesca por reclutamiento. Para esto, se consideraron las curvas de selección de las hembras
solamente y la ojiva de madurez sexual de hembras.
El segundo análisis se orientó a determinar el tamaño de malla que maximiza los rendimientos por
recluta, tanto en machos como en hembras. Para estos efectos se consideraron las curvas de selección,
los parámetros de crecimiento K y L, y la mortalidad natural, M. La idea que subyace en éste análisis
esta muy relacionada con el concepto de talla crítica, definido anteriormente; ya que un tamaño de malla
determinado definirá un patrón de selección particular, y este a su vez, definirá una talla de primera
captura (L50), la que siendo cercana a la talla crítica (L*) maximizará los rendimientos por recluta.
a. Impacto sobre la fracción inmadura
Se consideró como fracción sexualmente inmadura de hembras de merluza común, a todos aquellos
individuos de tamaño inferior a la talla de primera madurez sexual7. Los resultados de los autores que han
determinado la talla de primera madurez sexual en hembras de merluza común, en general han coincidido
en sus estimaciones, por esto se tomará en consideración los resultados de Payá et al., 19988, por ser
uno de los más completos y por la extensa serie temporal analizada. Estos autores determinaron que la
7
Talla de primera madurez sexual: Longitud a la cual el 50% de los individuos esta maduros sexualmente.
Payá, I., A. Sepúlveda, F. Balbontín, R. Tascheri y L. Adasme. 1998. Dinámica del stock de merluza común y su relación con el medio
ambiente. Informe Final, FIP Nº96-28, 161 pp.
8
9
talla de primera madurez sexual de hembras varia entre 37,5 cm (1995) y 40,7 cm (1991) de longitud
total; no obstante, consideran que en la práctica 38,7 cm es un valor apropiado.
La Fig.1 muestra las distribuciones de frecuencias de tallas de merluza común (ambos sexos) logradas al
utilizar copos con tamaños de luz de malla de 100, 110, 130 y 140 mm. En general, de esta figura se
aprecia que al aumentar los tamaños de luz de malla, una menor proporción de ejemplares inferiores a la
talla de primera madurez sexual es retenida en el copo, independientemente de la cantidad de ejemplares
ingresados al copo.
En la Fig. 2 se grafican las longitudes de primera captura (L509) de ambos sexos, según tamaño de luz de
malla. Se puede apreciar que al utilizar copos con luz de malla de 100 y 110 mm, se dan casos en que la
L50 esta por debajo de la talla de primera madurez sexual, mientras que con malla de 130 y 140 mm
todas las longitudes de captura están por sobre la talla de primera madurez sexual.
Para apreciar el real efecto de los diferentes tamaños de luz de malla sobre la fracción de hembras
maduras, se consideraron las curvas de selección a la talla de hembras (Fig. 3, abajo) determinadas en
el estudio de Gálvez et al. (2000) y la ojiva de madurez sexual a la talla (Fig. 4), a partir de los resultados
de Payá et al. (1998).
9
L50: Longitud total a la cual el 50% de los individuos de esa talla son retenidos en el copo.
10
Fig. 1.
Distribuciones de frecuencias de tallas (ambos sexos) de las capturas logradas en el copo (barra rellena) y cubre copo
(barra vacía), por lance con luz de malla de 100 mm, 110 mm, 130 mm y 140 mm. La sección oscura del círculo indica la
proporción de la captura retenida en el copo y la línea vertical indica la talla de primera madurez sexual de hembras.
11
Fig. 2.
Longitud de captura (L50) en función de la luz de malla en el copo. La línea continua representa el ajuste lineal y la
discontinua muestra la talla de primera madurez sexual. No se muestran los valores por sobre y bajo 1 desviación
estándar del valor estimado por la línea de tendencia.
Tanto las curvas de selección como la ojiva de madurez sexual de hembras representan probabilidades de
ocurrencia de eventos a ciertos intervalos de talla; así por ejemplo, en el primer caso se representa la
probabilidad de retención en el copo de una hembra de cierta longitud, mientras que en el segundo caso,
se representa la probabilidad de que una hembra de cierta longitud este sexualmente madura. Siguiendo
la teoría de probabilidades, y si se quiere analizar la ocurrencia de ambos eventos, ambas curvas deben
multiplicarse, con lo cual se obtendrá la probabilidad de ocurrencia de que “estando una hembra (de una
cierta talla) sexualmente madura, sea efectivamente retenida en el copo de la red”.
Los resultados de esta operación (Fig. 5) no difieren mayormente al considerar los tamaños de luz de
malla entre 100 y 130 mm. Así por ejemplo, para ese rango de tamaños de luz de malla entre 18% y
22% de las hembras con talla igual a la talla de primera madurez sexual son retenidas en el copo. En
tanto, que al utilizar un tamaño de luz de malla de 140 mm, sólo un 9% de las hembras con longitud
igual a la talla de primera madurez sexual son retenidas. Una apreciación más general del efecto selectivo
de los diferentes tamaños de luz de malla, sobre las hembras maduras que son retenidas con estos
tamaños de malla, se aprecia en el siguiente cuadro:
Luz de malla
100 mm
110 mm
130 mm
140 mm
Retención de
hembras maduras
73%
70%
62%
53%
Los valores del cuadro anterior deben leerse de la siguiente manera: “con un tamaño de luz de malla en
el copo de 110 mm, del total de hembras maduras (de todas las tallas) que entran al arte de pesca, el
70% son retenidas en el copo”. Para el cálculo de los valores presentados en el cuadro anterior, se utilizó
como “estructura de ejemplares que entran al copo” a la distribución de frecuencias de tallas de hembras
12
lograda en el crucero hidroacústico de 2000 en la zona ubicada entre 35º31’ y 38º39’ L.S. (Lillo et al.,
2000)10.
Teniendo presente, particularmente, que desde el punto de vista de la conservación es deseable que la
talla de primera captura (L50) sea superior a la talla de primera madurez sexual, y en base a los resultados
hasta aquí expuestos y analizados, se deduce que los tamaños de luz de malla de 100 y 110 mm no
cumplen “cabalmente” esta condición, siendo deseables tamaños de luz de malla en el copo superiores a
110 mm. Por otro lado, un aumento del tamaño de luz de malla mínimo legal a uno de 110 mm no reduce
significativamente el porcentaje de hembras maduras totales retenidas (sólo se logra una reducción de 3
puntos porcentuales); por lo que para lograr una disminución significativa en el porcentaje de hembras
maduras retenidas por el arte de pesca se requiere aumentar el tamaño de luz de malla en el copo por
sobre los 110 mm.
Fig. 3.
Curvas de selección a la talla de merluza común, según tamaño de luz de malla en el copo. Las líneas horizontales
representan el intervalo de confianza de las L50.
10
Lillo, S., V. Ojeda, J. Olivares, R. Tascheri, M. Braun, S. Núñez, J. Ortiz y P. Torres. 2000. Evaluación hidroacústica de merluza común en la
zona centro-sur, 2000. Informe Pre-Final, Proyecto FIP Nº2000-04, 114 pp + anexos.
13
Proporción hembras maduras
1,0
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0,0
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
Longitud total (cm)
Fig. 4. Modelo logístico de la proporción de hembras maduras a la talla. Tomado de Payá et.al. (1998).
Retención de hembras maduras
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
Luz de malla
22%
20%
18%
30%
20%
100 mm
110 mm
10%
130 mm
140 mm
9%
0%
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
Longitud total (cm)
Fig. 5.
Retención de hembras maduras a la talla. Al aplicar tamaños de luz de malla de 100, 110, 130 y 140 mm. La línea vertical
muestra la talla de primera madurez sexual.
14
b. Rendimiento por recluta
Sustento teórico11:
La tasa de mortalidad por pesca es una medida de la proporción de peces removidos por pesca en un
período de tiempo dado (usualmente un año). Por simplicidad, es posible relacionar la captura de peces,
C, en forma proporcional al número de peces en el agua, N, según la siguiente ecuación:
C=EN
Donde la constante de proporcionalidad, E, representa la tasa de explotación. Se puede apreciar que la
tasa de explotación comprende a la mortalidad por pesca, F, y la tasa de mortalidad natural, M, de
acuerdo a la expresión:
E

F
1  e  F  M 
FM

Si se asume que la tasa de mortalidad natural es más o menos constante, podemos ver que la tasa de
explotación esta largamente determinada por F. Adicionalmente, es notorio que la tasa de mortalidad por
pesca puede ser representada en forma “gruesa” mediante la simple multiplicación de la “selectividad”, s,
y el esfuerzo de pesca, f;
F=sf
La definición de s en la ecuación anterior es bastante amplia, ya que incluye todos los factores que
afectan la “capturabilidad” de los peces y realmente representa la susceptibilidad de que un pez sea
capturado, o más técnicamente el “patrón de explotación” 12. Claramente la selectividad del copo juega un
papel fundamental en el patrón de explotación. Es importante notar que si se desea controlar la
mortalidad por pesca, esto puede ser hecho mediante el control del esfuerzo o controlando la
selectividad.
Dado que los peces crecen a través de sus vidas, la talla esta relacionada con la edad. Por lo tanto, es
posible pensar en la ojiva de selectividad a la talla como una ojiva de selectividad a la edad, en otras
palabras, la proporción de peces retenidos en el arte es edad-dependiente. Por lo tanto, la tasa de
mortalidad por pesca puede ser escrita como:
Fa = sa f
Dado que sa se construye como una ojiva, para cualquier valor de f, Fa se construirá como una ojiva
similar. Esto muestra que para una pesquería con arte de pesca de arrastre, se esperaría que la
mortalidad por pesca sea edad-dependiente y ésta dependencia será directamente relacionada a la ojiva
de selectividad del arte. Sin embargo, es importante apreciar que la selectividad cuantificada por s
incorpora otros factores tales como la distribución espacial de la población de peces (ver pie de página
Nº12), lo cual puede afectar el patrón de selección observado, de tal manera que la típica selección a la
11
Basado en: Wileman, D.A., R.S.T. Ferro, R. Fontayne y R.B. Millar. 1996. Manual of methods of measuring the selectivity of towed fishing
gears. ICES Coop. Res. Rep. Nº215.
12
Según el glosario de términos técnicos de FAO, el patrón de explotación es la distribución de la mortalidad por pesca sobre la estructura de
edades (o tallas) de la población; y, esta determinado por el tipo y características de los artes de pesca, por la distribución estacional y espacial de
la pesca y por el crecimiento y migración de los peces. El patrón de explotación puede ser cambiado mediante: (1) modificaciones de las
características del arte de pesca, por ejemplo, incremento de tamaño de malla o anzuelo; (2) modificación de la composición de artes de pesca
involucrados en una pesquería multi-artes, por ejemplo, permitiendo la introducción de un nuevo arte de pesca que vulnere un rango de tallas
particular; (3) cambios en las prácticas de pesca, traslado de áreas o temporadas de pesca (posiblemente como resultado de regulaciones que vedan
áreas o períodos).
15
talla del copo es distorsionada (en el análisis que se hace más adelante, éste y otros factores se
considerarán constantes para cualquier tamaño de malla considerado).
El hecho que la mortalidad por pesca edad-dependiente pueda ser directamente relacionada a la
selectividad del arte de pesca, significa que ésta puede ser manejada alterando la ojiva de selectividad, y
por lo tanto, el tamaño de malla.
Metodología y Resultados:
A diferencia del análisis anterior (Capítulo III.2.a), que esta sustentado en un enfoque netamente
biológico, el análisis de rendimiento por recluta en base a diferentes tamaños de malla, se sustenta en un
enfoque con una orientación más pesquera. En este sentido, un análisis de rendimiento por recluta ( Y/R),
busca determinar el tamaño de malla que maximice los rendimientos por recluta en el mediano-largo
plazo, es decir, busca determinar el patrón de explotación (para estos efectos y en forma reduccionista,
selectividad a la talla) con el cual se puede sacar mayor “provecho” del recurso en el mediano-largo plazo.
Este análisis se sustenta en el modelo de Thompson & Bell basado en las tallas, y que es descrito en
Sparre y Venema (1995)13. Para evaluar el modelo se utilizaron las curvas de selectividad promedio (con
variabilidad intra y extra lance) de ambos sexos con luz de malla de 100, 110, 130 y 140 mm (Tabla 3 y
Fig. 3 arriba). Adicionalmente, y en base a antecedentes recopilados de la literatura, se utilizaron los
siguientes parámetros de entrada al modelo:
K =
L=
t0 =
M =
a =
b =
0,1390
80,4000
-0,9190
0,25 a 0,40 [step: 0,05]
0,0073
2,9615
De los resultados de éste análisis, que se grafican en el Fig. 6a, se puede observar que el nivel del Y/R es
fuertemente dependiente de la mortalidad natural y en menor medida del tamaño de luz de malla
considerado. Para un mismo nivel de mortalidad natural, los Y/R se incrementan a medida que se
incrementa el tamaño de luz de malla, hasta un cierto punto, para luego decrecer a medida que sigue
aumentando el tamaño de luz de malla en el copo. Por otro lado, para un mismo tamaño de luz de malla,
se observa que los Y/R disminuyen a medida que aumenta el nivel de mortalidad natural.
Con los valores generados de Y/R, para un mismo nivel de mortalidad natural y considerando varios
tamaños de luz de malla, es posible ajustar un modelo teórico, como el presentado por Wileman et al.
(1996) para el whiting (Merlangius merlangus) del Mar del Norte. Este modelo, indica que hay un tamaño
de malla para el cual se logra el Y/R máximo; denominándose el tamaño de malla para el cual se logra
ésta condición tamaño de malla óptimo (TMóptimo). En la Fig. 6a es posible apreciar que para mortalidades
naturales entre 0,25 y 0,40, el TMóptimo no varía significativamente, por lo que su valor es consistente para
cualquier condición ambiental.
Para visualizar más precisamente la situación anterior, en la Fig. 6b se grafican los valores de Y/R para
un valor el mortalidad comúnmente utilizado en los modelos bio-pesqueros de merluza común (M=0,3).
Es posible apreciar que el TMóptimo es 117 mm, el cual produciría en el mediano-largo plazo los mayores
rendimientos de stock, bajo condiciones constantes de reclutamiento. Finalmente, para efectos prácticos,
es posible considerar como tamaño de luz de malla óptimo un valor de 120 mm en el túnel copo.
13
Sparre, P. y S.C. Venema. 1995. Introducción a la evaluación de recursos pesqueros tropicales. Parte 1. Manual. FAO Documento Técnico de
Pesca. Nº306.1 Rev.1., 440 pp.
16
Rendimiento po r recluta (Y/R, g/ind)
100
90 M=0,25; TMóptimo=117,03
80
70 M=0,30; TMóptimo=117,09
60
M=0,35; TMóptimo=117,13
50
40
M=0,40; TMóptimo=117,25
30
20
75
85
95
105
115
125
135
145
Rendimiento por ec luta (Y/R, g/ind)
Tamaño de malla (TM, mm)
80
70
60
50
40
30
Y
20
/R = -0,038 TM2 + 8,939 TM - 448,638
(Y/R)/(TM)=0 => TMóptimo =117
10
0
80
90
100
110
120
130
140
150
160
Tamaño de malla (TM, mm)
Fig. 6.
(A) Rendimiento por recluta calculado (figuras geométricas) de ambos sexos de merluza común y modelos teóricos
ajustados (curvas) para diferentes tamaños de luz de malla y considerando diferentes valores de mortalidad natural. (B)
Ídem, considerando solamente M=0,3. TMóptimo= tamaño de luz de malla óptimo; M= tasa de mortalidad natural.
17
3. Otros aspectos que influyen la selectividad
En peces capturados con red de arrastre, el proceso de selección a la talla ocurre principalmente en el
copo; y más aún, esta restringido a un estrecha banda de mallas en el panel superior, en frente de donde
se acumula la captura. La clave para permitir un escape exitoso de los peces en esta región es, por
supuesto, que las mallas estén abiertas y no obstruidas. El otro factor importante es que los peces
realmente traten de penetrar a través de las mallas.
Atendiendo lo anterior, se deduce que es habitual que la selectividad a la talla se vea afectada por una
multiplicidad de factores, tanto manejables como inmanejables. Dentro de los factores inmanejables, que
es necesario tener presente, están: la composición de tamaños del stock en el área de pesca, el efecto de
saturación del copo, la cantidad de fauna acompañante y el comportamiento de la especie objetivo, entre
otros.
Dentro de los factores manejables, que son de interés para acercarse a un manejo efectivo están: el
coeficiente de embande del copo; la cantidad y longitud de cinturones en el copo; el uso o no uso de
cubre-copos, ponchos, chascones u otros; la forma de la malla; y el diámetro del copo. A continuación se
describe el efecto de cada uno de estos factores en la selectividad del arte de arrastre.
Coeficiente de embande (E): Es un valor que fluctúa entre 0 y 1, y también es denominado coeficiente de
abertura horizontal o vertical. Se calcula como el cociente entre la longitud del cabo (donde se amarrará
la tela) y la longitud de la tela estirada, y determinará la forma de trabajo de la malla. Así por ejemplo, si
E =0,707 la malla trabajará a máxima área, dando más posibilidades para que los peces puedan escapar
a través de las mallas. Un valor de E superior o inferior a 0,707 implicará siempre menores posibilidades
de escape para los ejemplares que ingresan al arte.
Cinturones: Son cabos que circunscriben el copo. Los extremos de estos cabos terminan en “orejas” o
gasas que permiten cerrar el círculo. Tienen la función de disminuir las tensiones producidas por la
acumulación de pesca en el copo y permiten la manipulación del mismo en la cubierta. Cuando la
cantidad de cinturones es mucha y sus longitudes son cortas, el copo se aprieta y no se permite que las
mallas se extiendan o abran libremente al flujo de agua. Esto disminuye el efecto selectivo.
Cubre copo y similares: Aún cuando varios países han fijado regulaciones respecto de éstos dispositivos, a
nivel internacional no se ha estudiado rigurosamente el impacto en la selectividad producto del uso de
cubre-copos, chascones, entramados de goma o ponchos (ver Glass et al., 200114). No obstante, se
reconoce que los cubre-copos tienen un efecto negativo en la selectividad a la talla, particularmente
cuando son de un tamaño de malla inferior al del copo. Por otro lado, aun cuando el tamaño de malla del
cubre copo sea igual o superior al del copo, se ha observado que se produce un efecto de sobre-posición
de mallas, con lo cual el espacio efectivo de escape disminuye. Así por ejemplo, Carr (2000) 15 indica que
tela con mallas de 5” puesta sobre copos con malla de 2,5” enmascara el copo en un 75%, y tela con
mallas de 10” puesta sobre copos con malla de 2,5” enmascara el copo en un 50%. Probablemente, una
situación similar debiera ocurrir al utilizar chascones alrededor del copo. Tanto los entramados o tiras de
goma como los ponchos, aparentemente no debieran producir efectos negativos en la selectividad; no
obstante, y al igual que todos los otros dispositivos descritos, son las partes de la red de arrastre que
junto con la relinga inferior más interactúan con el fondo marino.
Forma de la malla: Las forma más común de la malla es romboidal y en segundo término la cuadrada,
aunque en el último tiempo se han introducido al mercado mallas hexagonales. La gran desventaja, en
14
Glass, C.W., Matsushita, Y., Carr, H.A. 2001. Survey on the use of chafing gear and strengthening bags in trawl fisheries. ICES, Working
Group on Fishing Technology & Fish Behaviour, Seattle, 23 –27 April 2001.
15
Carr, H.A. 2000. Potential masking effect of net strengtheners. Conservation Engineering Program, Massachusetts Division of Marine
Fisheries. (no publicado)
18
términos selectivos, de la malla romboidal es que se deforma o estira con las tensiones en el copo,
reduciendo el espacio útil para que los individuos capturados puedan escapar. Al contrario, la malla
cuadrada sufre menores deformaciones, ya que la tensión se transmite principalmente a través de las
barras de la malla. Las mallas hexagonales han demostrado ser las que sufren menor deformación, y
cuando son sometidas a tensiones en cualquier dirección adoptan una configuración cuadrada o
rectangular.
Diámetro del copo: El diámetro del copo debiera tener un efecto en la selectividad, aunque aún no hay
coincidencia en que sentido es este efecto. Así por ejemplo, Gálvez et al. (1999)16 indican que mientras
mayor es el diámetro del copo, mayor es el efecto selectivo pues se dispone de mayor cantidad de mallas
por las cuales es posible que los individuos escapen. Por el contrario, Robertson y Ferro (1988) 17 y Reeves
et al. (1992)18 detectaron efectivamente que cambios en el diámetro del copo influyen en la selectividad
del mismo; no obstante, estos autores observaron que aumentos en el diámetro del copo hacen la red
menos selectiva.
4. Impacto pesquero
Para analizar el impacto pesquero, de cualquier incremento en el tamaño de malla de los túnel-copo
actualmente utilizados por la flota merlucera, se evaluaron dos aspectos, a saber:
a) La pérdida potencial de captura en peso (o lo que se deja de capturar), por lance de pesca,
producto de un incremento en el tamaño de malla.
b) El costo unitario y de la pesquería, en pesos, de un cambio de tamaño de malla en el túnel-copo.
a) Pérdida de Captura. Para analizar este punto, se tomaron en consideración solamente aquellos lances
que se estimaron como representativos de la actividad comercial, es decir, cuya captura total de la
especie objetivo fue superior a 1 (una) tonelada por lance. Al mismo tiempo, se identificaron los valores
“out layers” y no fueron considerados en el análisis. La pérdida en peso de la captura fue graficada para
cada tamaño de malla empleado (Fig. 7). Según Gálvez et al. (2000)19, la relación entre la pérdida de
captura y tamaño de malla sigue una función potencial; es por esto que se ajustó una función con dichas
características.
A través de la función ajustada fue posible estimar que la pérdida de captura (en peso). Con el tamaño de
malla mínimo legal actual en la pesquería (luz de malla de 100 mm) la pérdida de captura en peso es de
1,4%, mientras que para los tamaños de luz de malla de 110, 120, 130 y 140 mm es 2,6%, 4,8%, 8,9% y
16,7%, respectivamente.
Un incremento en el tamaño de luz de malla de 100 mm a 120 mm implicaría aumentar la pérdida de
captura en 3,4%. Para compensar esta situación, y mantener la calidad de la captura lograda,
probablemente las naves se orienten a realizar más lances de pesca, alargando en alguna medida
(aunque marginalmente) cada viaje de pesca.
16
Gálvez, M., H. Rebolledo, Ch. Cuevas, S. Lillo y M. Espejo. 1999. Análisis de selectividad en la pesquería de merluza común en la zona
centro-sur. Informe de Avance. FIP Nº96-25, 33 pp.
17
Robertson, J.H. and R.S. Ferro. 1988. Mesh selection within the cod-end of trawls. The effect of narrowing the cod-end and shortening the
extension. Scot. Fish. Res. Rep. Nº39: 11 pp.
18
Reeves, S.A., D.W. Amstrong, R.J. Fryer and K.A. Coull. 1992. The effects of mesh size, cod-end extension length and cod-end diameter on
the selectivity of Scottish trawls and seines. ICES J. Mar. Sci., Nº49: 279-288.
19
Gálvez, M., H. Rebolledo y S. Lillo. 2000. Análisis de selectividad en la pesquería de merluza común en la zona centro-sur. Pre-Informe Final.
FIP Nº96-25. Inst. Invest. Pesq., Talcahuano, 97 pp.
19
Proporción escapada del copo
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
90
100
110
120
130
140
Luz de malla del copo (mm)
150
Fig. 7. Proporción de la captura en
peso en el cubre copo (pérdida) en
relación a la captura total, según
luz de malla en el copo. La curva
representa el modelo ajustado y
los cuadrados indican los lances no
considerados.
b) Costo de la medida. Resulta difícil estimar el costo unitario y total de un cambio de tamaño de malla en
el copo de la redes de arrastre utilizadas en la pesquería de merluza común, debido a la heterogeneidad
de artes de pesca actualmente empleados. Esta heterogeneidad de los artes de pesca se observa en tres
aspectos fundamentales, a saber i) diseño de la red de pesca, ii) tamaño de la red de pesca, y iii)
materiales empleados en la construcción de la red de pesca. Los dos últimos aspectos son los que inciden
en el costo del túnel-copo de las redes de arrastre merluceras en la siguiente forma:
Tamaño del túnel copo: esta determinado por el número de mallas de ancho, el cual puede variar
entre 180 a 200 mallas; por el tamaño de luz de malla, el cual actualmente varía entre 100 y 120
mm; por la longitud del túnel copo, que puede variar entre 18 a 20 metros; y, por la construcción
de la malla, la cual puede ser con o sin nudo, con hilo torcido o trenzado. La combinación de los
factores mencionados, que den como resultado túnel-copo más pesado, darán cuenta de un túnel
copo de mayor valor.
Materiales empleados: existe una variedad de aproximadamente 6 (seis) tipos de materiales
utilizados en redes de arrastre nacionales; aunque los más comúnmente empleados, ascendiendo
en costo son polietileno (PE), polietileno-poliéster (PE-PES) y Dinnema. Al mismo tiempo, un
túnel-copo puede ser confeccionado combinando estos materiales y utilizando un tipo para el
panel superior y otro para el inferior.
Teniendo en cuanta lo detallado anteriormente, es posible indicar que el costo del material para
confeccionar un túnel de una red de arrastre para la captura de merluza común varía entre US$5.000 y
US$7.000. Por otro lado, el costo de construcción de un copo varía entre $400 mil y $600 mil, por lo que
el costo unitario de un copo oscila entre $3.650.000 y $5.150.000 20.
Ahora bien, la nómina de naves y armadores autorizados a operar sobre la unidad de pesquería de
merluza común en el litoral de la IV región al 41°28,6’ L.S. indica que hay habilitadas 57 naves para
operar en esta pesquería. Si se asume que cada nave dispone de dos túnel-copos para operar, se tiene
que a nivel nacional el impacto de la medida en la industria pesquera será de entre $416 millones a $587
millones.
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Se asume US$1 = $ 650
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IV. CONCLUSIONES
1. Impacto sobre la fracción inmadura
Con tamaños de luz de malla de 100 y 110 mm en el túnel-copo de las redes de arrastre, la longitud de
captura (L50) de los ejemplares de merluza común es cercana, y en algunos casos inferior, a la talla de
primera madurez sexual (TPMS). Para tamaños de luz de malla superiores a 110 mm, la L50 es superior a
la TPMS, por lo que es razonable indicar que con un tamaño de luz de malla al menos de 120
mm las L50 son superiores a la TPMS.
La proporción retenida de hembras con talla igual a la TPMS no difiere al utilizar tamaños de luz de malla
en el copo entre 100 y 130 mm; y varían entre 22% y 18%, respectivamente. Por lo anterior, para
provocar una significativa reducción en la cantidad de hembras retenidas que aún no alcanzan la TPMS,
debiera utilizarse un tamaño de luz de malla de al menos 140 mm.
Según las dos conclusiones anteriores, el tamaño de luz de malla adecuado, desde la perspectiva de una
reducción del impacto sobre la fracción inmadura, debiera estar comprendido entre 120 y 140 mm.
2. Rendimiento por recluta
La mortalidad natural, que esta modulada fuertemente por factores ambientales, tiene un evidente
impacto en los rendimientos por recluta de mediano largo plazo; mientras menor sea la mortalidad natural
mayor serán los rendimientos por recluta que se generen de la pesquería.
Los rendimientos por recluta de mediano-largo plazo aumentan con el aumento del tamaño de malla
hasta un cierto nivel y luego decaen, siendo posible modelar esta situación a través de una función
parabólica. El tamaño de luz de malla óptimo, es decir, con el cual se logran los mayores
rendimientos por recluta de mediano-largo plazo, para cualquier condición ambiental, es
cercano a 120 mm.
3. Pérdida de captura
La pérdida de captura (o lo que escapa a través de las mallas del túnel-copo), en peso, con el tamaño de
malla mínimo legal actual (100 mm) es de 1,4%. Al utilizar un tamaño de luz de malla de 120 mm,
la pérdida de captura se incrementa a 4,8% en promedio, lo cual no representa una merma
significativa y se puede compensar a través de un mayor número de lances.
4. Costo de la medida
El costo de cambiar dos juegos de túnel-copo por otros de similares características, pero con tamaño de
luz de malla de 120 mm, varía entre $3.650.000 y $5.150.000.
Se considera que un plazo máximo de cuatro meses es suficiente para realizar las actividades de
cotización, compra, importación, traslado de paños y confección de copos con luz de malla de 120 mm.
Debido a esto, las medidas que más adelante se recomiendas debieran comenzar a regir a partir del 1 de
enero de 2002.
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V. RECOMENDACIONES
En actividades extractivas del recurso merluza común, el área marítima situada entre los paralelos
18º20,7’ L.S. y 43º00’ L.S., se recomienda implementar las siguientes medidas:

Fijar en 120 milímetros el tamaño de luz de malla mínimo en el túnel y copo de las redes de
arrastre, en orden a proteger la fracción sexualmente inmadura de este recurso y lograr los
mayores rendimientos por recluta en el mediano-largo plazo.
Para la medición del tamaño de luz de malla, se deberá considerar la distancia entre los
bordes internos de dos nudos opuestos de la malla, medidos en el sentido de trabajo del
paño.

Prohibir la instalación y uso de dispositivos que entorpezcan o menoscaben el efecto selectivo
de los túneles y copos de las redes de arrastre, tales como chascones, cubrecopos o tiras y
entramados de goma. En este sentido, sólo se debiera permitir el uso de ponchos, los que
deberán ser dispuestos solamente en el tercio final del panel inferior correspondiente a la
sección del túnel-copo, por la cara externa del paño. El poncho no podrá fijarse al copo más
que por sus bordes anterior y laterales.
Los ponchos que se utilicen, deberán tener un tamaño de luz de malla igual o superior al
doble del tamaño de luz de malla mínimo legal establecido para el túnel y copo. La anchura
del poncho deberá ser igual, al menos, a una vez y media la anchura de la sección del copo
que este recubriendo, debiéndose medir sus anchuras perpendicularmente con relación al eje
longitudinal del copo.
Los cabos utilizados en la confección de la cadeneta para cerrar el copo (jareta del copo), no
podrán en ningún caso, cerrar el poncho por su parte posterior.

Normar la distancia que separa dos estrobos circulares sucesivos en el copo, en términos de
que esta distancia deberá ser igual o superior a un metro. Al mismo tiempo, un estrobo
circular podrá rodear la tela del copo, pero no podrá rodear el poncho.
La longitud de un estrobo circular deberá ser igual, al menos, al 40% de la circunferencia del
copo, cuya medida corresponderá al producto del número de mallas en la circunferencia del
copo multiplicado por el tamaño de malla entre nudos. Se exceptuará de esta norma el
último estrobo circular (situado en la parte posterior del copo); siempre y cuando sea fijado a
una distancia igual o inferior a dos metros desde las mallas con las cuales se efectuó la jareta
(última corrida de mallas); distancia medida con las mallas estiradas longitudinalmente (ver
Anexo III).
Se entenderá por estrobo circular al cabo o cable, en cuyos extremos se efectúan gasas y/o
se instalan argollas metálicas, que rodea transversal y flojamente la circunferencia del copo y
que se fija al mismo mediante “orejas” efectuadas en la cara externa del paño del copo y en
la lacha.

Que las medidas recomendadas comiencen a regir a partir del 1º de enero de 2002, para dar
la necesaria gradualidad en su implementación a los armadores.

Derogar el Decreto Nº238 de 1982, publicado en el Diario Oficial de fecha 17 de septiembre
de 1982.
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Finalmente, considerando que las capturas de merluza común efectuadas por el sector artesanal
tienen una importante participación en la captura nacional de esta especie, se recomienda revisar la
selectividad a la talla de los artes y aparejos de pesca artesanales, con el objeto de evaluar la
conveniencia de implementar regulaciones a los artes utilizados por este sector. Para estos efectos
resulta del todo adecuado propiciar el desarrollo de un proyecto de investigación (a través del Fondo
de Investigación Pesquera) conducente a determinar la selectividad de diferentes configuraciones de
tamaño y número de anzuelos y tipos de carnada utilizada.
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ANEXO I
Planos de redes de arrastre merluceras utilizadas por las naves de Pesquera Bio Bio S.A.
(fuente: Proyecto FIP Nº96-33)
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Plano tipo. Redes de arrastre merluceras utilizadas por las naves de Pesquera El Golfo S.A.
(fuente: Proyecto FIP Nº96-33)
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ANEXO II
Ejemplo de un copo de una red de arrastre con un chascón instalado.
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ANEXO III
Identificación de algunas partes en un copo de una red de arrastre
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