TEATRO GAYARRE Octubre 2013-mayo 2014 27 de mayo de 2014. 8 tarde Orquesta de Cámara Budapest Strings n ció ª 14 i ed Teatro Gayarre, en el corazón de Pamplona desde 1932 Programa I PARTE FERENC ERKEL (1810-1893) Palotás LEO WEINER (1885 –1960) Divertimento nº 1 op. 20 Tzarda profunda Danza del zorro Vals de Marosszék Verbunk Cs rdöngöl FRANZ LISZT (1811- 1886) Angelus MÁRK RÓZSAVÖLGYI (1789–1848) Tres Tzardas Dejadnos escuchar! Recuerdo de Nogrado Tzarda animada ERN DOHNÁNYI (1887-1960) Ruralia Hungarica - Momentos II PARTE ORBÁN GYÖRGY (1947- ) Música de baile para el Conde Razumovsky Obertura Vassca Vals triste Tango “Felice” Fresco JOHANNES BRAHMS (1833- 1897) Danzas húngaras nº 5 y 6 BÉLA BARTÓK (1881-1945) Danzas populares rumanas Joc cu bata - Allegro moderato Braul - Allegro Pe-loc - Andante Buciumeana - Moderato Poarga romaneasca - Allegro Maruntel - Allegro 1 Orquesta de Cámara Budapest Strings La orquesta de cámara Budapest Strings (“Cuerdas de Budapest”) es la orquesta de cámara más destacada de Hungría y goza de un excelente renombre internacional. Fue fundada en 1977 por estudiantes recién graduados de la Academia Musical Franz Liszt en Budapest y en1982 obtuvo el Primer Premio en el Concurso Internacional de Orquestas de Cámara de Belgrado. Desde 1983 Budapest Strings ofrece ciclos de conciertos en la Sala Grande de la Academia Musical Franz Liszt y también actúa habitualmente en las salas más importantes de Budapest y Hungría. En 1995 la orquesta estableció y desde entonces organiza el Festival Internacional Haydn en el Castillo de Eszterhazy con la partipación de renombrados músicos como Andrea Rost, Reinhold Friedrich, Miklós Perényi e Irena Grafenauer. Actualmente la orquesta constituye uno de los conjuntos punteros a nivel internacional, ofreciendo conciertos en todo el mundo con artistas célebres como Zoltán Kocsis, Barnabás Kelemen, Josef Suk, Peter Frankl, Stefan Vladar, Laszlo Fenyo, Maria Kliegel y muchos otros. 2 Budapest Strings Actúa habitualmente en salas de concierto de Europa, EEUU, Suramérica y Japón y participa en festivales de música internacionales como el Carinthischer Sommer (Austria), Festival del Danubio (Italia), Festivales de Norwich, Canterbury y Cricklade (Inglaterra), Walloon Festival (Bélgica) y el Festival de Lancut (Polonia). Numerosos conciertos de Budapest Strings han sido grabados en directo por la radio y televisión en diversos países. La orquesta ha grabado CDs con diversas discográficas como Hungaroton, Naxos, Laserlight y Capriccio. Actualmente colabora en exclusiva con Delta Music con quien ha producido más de 40 discos. Budapest Strings tiene un interés especial en atraer al público joven introduciendo nuevas ideas y conceptos en sus conciertos. También presenta frecuentemente a jóvenes intérpretes y compositores con talento al público. 3 Notas al programa D esde las primeras décadas del siglo XIX, creció en Hungría un sentimiento de nación que poco a poco afloró en las diversas expresiones artísticas. En música, el Romanticismo aceptó ese aroma exótico de la música cíngara, con sus característicos giros melódicos modales y orientales y con sus ritmos llenos de expresivos contrastes, e intuitivamente lo asimiló en su lenguaje orquestal de la época. Sin duda, el compositor más sobresaliente entre los húngaros de la época central del siglo XIX fue F. Liszt. Su madre era austríaca y Liszt, aunque siempre se consideró húngaro, estudió en Viena, recorrió Alemania y se asentó en París. Pianista virtuoso, partidario de Wagner y romántico cosmopolita, Liszt se apartó del nacionalismo musical y se adentró en el camino de una concepción poética universalista de la música. B. Bartok justificó las ideas de Liszt explicando que durante la época romántica las investigaciones en el campo del folclore musical no existían como disciplina científica, al fin y al cabo, Liszt fue un hijo de su tiempo y se adaptó a las ideas estéticas que triunfaban en Europa en aquellos años. Considerado el padre de la ópera húngara, F. Erkel no alcanzó el brillante nivel universal de Liszt pero fue respetado por sus compatriotas, entre otras razones, por haber permanecido toda la vida en su país. Su gran labor como creador de óperas en húngaro se une a su dedicación a la dirección de orquesta al frente de la Filarmónica de Budapest y a su importante trabajo como profesor. La ópera más aplaudida de Erkel fue “Hunyadi László”, estrenada en 1844, el mismo año en que compuso el himno de Hungría. En esta ópera de estilo italiano, Erkel intercaló fragmentos o números basados en danzas como el “verbunkos” entre arias de bel canto. En el tercer acto de esta ópera se puede escuchar un “Palotás”, danza popular húngara. 4 Uno de los primeros compositores húngaros en interesarse por rescatar el estilo vibrante y expresivo de ciertas danzas populares de su país fue Márk Rózsavölgyi (1789-1848). Los “Csárdas” [“danza de la posada”] se caracterizan por los contrastes de tiempos: comienzan con un tiempo lento (lassus), influencia de los verbunkos, y una segunda parte alegre (friss) que se bailaba por parejas. Sabemos que algunas de las danzas que compuso Rózsavölgyi (Rosenthal de nacimiento) fueron reutilizadas por Liszt en sus Rapsodias Húngaras nº 8 y nº 12, y pudieron inspirar a Johannes Brahms (1833-1897) en sus “Danzas Húngaras”, publicadas en la misma época que las de Liszt. El alemán se acercó a la exótica música cíngara a través del violinista E. Remenyi, con el que había realizado algunas giras de concierto y que, a raíz del gran éxito obtenido por Brahms en Viena con su estreno, acusó a Brahms de haber plagiado la música húngara. La generación de los compositores nacidos entre 1870 y 1885 avanzó en el estudio de la música popular húngara: comenzaron a interesarse por la música campesina y no únicamente por la de los cíngaros. Destacó Ernö Dohmányi (1877-1960). Su estilo es ecléctico ya que recibió diversas influencias: desde la tradición germana de Schumann y Brahms, de Wagner y Richard Strauss, hasta la música popular húngara o la música norteamericana, con pinceladas del jazz. En palabras de Bartók, el gran mérito de Dohnányi consistió “en armonizar las distintas influencias sufridas”. Su obra “Ruralia Hungarica” es de 1924; concebida para el piano y transcrita para orquesta después, se basa en diversas canciones folclóricas húngaras. En la Academia de Budapest se formó en esta época Leo Weimer (1885-1960), que también recibió influencias de la escuela alemana, especialmente 5 de la música de Beethoven y de Mendelssohn, así como del color orquestal de Bizet, y, aunque no realizó investigaciones en el terreno de la música folclórica húngara, sí la utilizó en numerosas composiciones. Su Divertimento nº 1 es una obra compuesta en 1934 y cada uno de sus movimientos es una versión personal de una de las principales danzas del folclore húngaro. Cuando a partir de 1904 Béla Bartók (1881-1945) recorrió pueblos y aldeas de su país, lo primero que descubrió fue que aquella tesis de Liszt según la cual la música de los gitanos o cíngaros era el germen de la música húngara no era acertada. Después de escuchar cantos, comparar las diferentes versiones de cada uno de ellos, grabarlos y transcribirlos, Bartók llegó a la conclusión de que “la música de los granjeros y campesinos era la verdadera música folclórica de Hungría, siendo la música de los gitanos una adaptación urbana y enormemente comercial de ésta que además incorporaba numerosas influencias occidentales” [Morgan]. Sobre la recolección de cantos en Rumanía, Bartók explicó que había sido más complicada que en Hungría. En sus propias palabras, “se trata de un material no homogéneo, de carácter variable según los distintos territorios de los dialectos musicales”. Encontró diferencias entre el norte de Rumanía, que recibía influencias de la música popular húngara y ucraniana, y la del sur, que podría ser considerado “como un producto rumano independiente”. Algunos intelectuales rumanos criticaron la tesis de la influencia húngara en algunas regiones de su país; otros criticaron que Bartók observara la ausencia de una influencia de la vida urbana en la música rumana, dominada por un carácter predominantemente campesino. Bartók se defendió de las críticas con un extenso artículo en el que afirmó que después de haber re6 cogido más de 2700 melodías y de haberlas transcrito y registrado con el fonógrafo, empezó a estudiar la música popular de los pueblos vecinos, entre ellos Rumanía, “para poder verificar cuáles son los trasplantes y las influencias” que tuvieron lugar entre ellos. También manifestó que eran los rumanos “quienes han conservado en forma relativamente más íntegra las condiciones primordiales de su música”. Fruto de estas investigaciones nacieron las “Danzas populares rumanas” para orquesta, en 1917, transcripciones de seis piezas que Bartók había compuesto dos años antes para piano. Inspiradas en melodías de danza pero no copiadas, alcanzan, en palabras de F. R. Tranchefort, logros como “los ritmos vivos, el uso de armonizaciones respetuosas con los caracteres modales de la música popular rumana y una orquesta que evita la trampa de la sobrecarga straussiana en que había caído el primer Bartók”. Los compositores, no sólo húngaros o rumanos, de las generaciones posteriores a Béla Bartók comprendieron la inmensa importancia del trabajo que este realizó en el campo de la investigación etnomusicológica. Uno de los más interesantes es György Orbán (n. 1947), que nació en Rumanía de padres húngaros, aunque a partir de 1979 se instaló en Budapest definitivamente. Profesor en el Conservatorio de la capital húngara, Orbán ha compuesto numerosas obras, muchas de ellas corales sacras, otras para el cine, para orquesta o música de cámara. Una de sus obras para conjunto instrumental es la “Música de baile para el conde Razumovsky”, dedicada al conde ucraniano y diplomático enviado por el zar Alejandro I a la ciudad de Viena a principios del siglo XIX, célebre por haber patrocinado algunas obras a L. V. Beethoven. Mar García 7 Ciclo Grandes Intérpretes 16 de octubre de 2013, miércoles Nicholas Angelich, piano 17 de noviembre de 2013, domingo Orquesta de Cámara del Teatro Regio de Parma 20 de enero de 2014, lunes Orchestra of the Age of Enlightenment 23 de febrero de 2014, domingo Julia Lezhneva, soprano Michael Antonenko, piano 10 de abril de 2014, jueves Coro del Patriarcado de Moscú 27 de mayo de 2014, martes Orquesta de Cámara Budapest Strings 8 TEATRO GAYARRE Avda, Carlos III, 3. 31002 Pamplona www.teatrogayarre.com