Los empastes dentales plateados (amalgama dental) contienen MERCURIO. Reflexiones sobre un IMPORTANTE, pero EVITABLE, problema sanitario y medioambiental Por Servando Pérez Domínguez (Presidente de la asociación nacional MERCURIADOS: www.mercuriados.org. Profesor e investigador universitario y alumno de Medicina. Email: [email protected]) Los empastes dentales de amalgama (también, eufemísticamente, llamados amalgama “de plata”) se siguen poniendo, en las bocas de muchas personas, a pesar de que diversos Informes CIENTÍFICOS de la OMS (Organización Mundial de la Salud), ya desde 1991 (www.mercuriados.org/es/pag117), o del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), en su “Evaluación Mundial sobre el Mercurio”, del año 2002 (http://unep.org/civil_society/GCSF8/pdfs/mercury_ass_rep_esp.pdf), nos vienen adviertiendo de su peligro. Este tipo de empastes dentales son de color gris-plateado y contienen un 50% de MERCURIO; siendo el mercurio el más pernicioso de los metales pesados y el material más tóxico después de los materiales radiactivos. Lo paradójico del asunto es que la amalgama, como obturación dental, se viene usando desde hace muchos años, sobre todo, para solucionar el problema de la caries; cuando, potencialmente al menos – 1% de riesgo, según un experto en mercurio en animales y humanos, de la OMS–, la amalgama puede generar otro problema mucho mayor (aparte de ocasionales reacciones de alergia o hipersensibilidad a algún componente de la amalgama), esto es, el problema de sufrir hidrargirismo o micromercurialismo (es decir, intoxicación crónica por mercurio), lo cual sí que da lugar a (y siempre agrava) múltiples problemas de salud. Este artículo-reflexión da cuenta de una realidad silenciosa y silenciada. Esto es, que el mercurio de cada amalgama dental actúa como gota que orada la roca, y puede estar en la base de numerosos problemas de salud y medioambientales. Muchos de los primeros, debido a una falta de formación médica específica, apenas se acierta a relacionarlos con el hecho de estar el paciente en contacto permanente con ese metal pesado (www.mercuriados.org/es/pag115). Por su parte, los problemas medioambientales generados por el uso de empastes dentales de amalgama no es una cuestión menos importante, pues la mayoría de las clínicas dentales no tienen separadores de mercurio, ni la tecnología apropiada para manipular y guardar materiales peligrosos, fruto de la colocación, extracción y almacenaje de estos empastes; siendo la incineración y cremación otro problema añadido. Al final, se cierra el círculo, pues la mala gestión e impacto medioambiental vuelven a repercutir negativa, o muy negativamente, sobre la salud (y sobre la economía, etc. de los afectados y de las arcas sanitarias públicas). Ver: Mercury in Dental Use: Environmental Implications for the European Union, A real mouthfull: why mercury amalgams should be banned Cuidar la salud es cuidar el medio ambiente y cuidar el medio ambiente es cuidar la salud. Entonces, nos surgen muchas preguntas, algunas de las cuales podrían ser: 1. ¿Cuántas personas, incluido personal médico-sanitario, saben que este tipo de empastes contienen mercurio y/o que expertos de la OMS, como el Prof. Dr. Maths Berlin, estiman el peligro en un 1%? Según hemos podido constatar en el Congreso Europeo de Pacientes (20-22 Noviembre 2007), MUY POCAS. 2. ¿Nos ha informado el Estado Central o Autonómico de la existencia de estos Informes que afirman algo TAN IMPORTANTE para nuestra seguridad, para nuestra salud? NO. 3. ¿O se ha ocultado, y sigue ocultándose, la existencia de estos Informes? ESO PARECE. Cuando en 2005 la Comisión y en Parlamento europeos decidieron tomar cartas en el asunto e iniciar una recomendación (luego prohibición) respecto al mercurio en aparatos médicos y de medición [termómetros, tensiómetros, barómetros, dilatadores esofágicos, etc. y también en los empastes dentales de amalgama] (www.20minutos.es/noticia/172695/0/mercurio/termometros/prohibicion) el poderosísimo lobby dental se encargó de “convencer” a quien correspondía de que no debían prohibirse los empastes dentales de amalgama, incluso utilizando el falaz y zafio argumento de que “sería una ruina para las familias más humildes…” (cuando la ruina es enfermar por el mercurio de esos empastes) o invocando una “demostradísima seguridad de las amalgamas dentales, en base al hecho de llevar en el mercado más de 150 años, etc. y de que sólo en rarísimos casos de alergia/hipersensibilidad al mercurio u otro componente de la amalgama no estaría indicado el uso de este material de obturación dental”, etc. Sin embargo, NINGUNO DE ESOS (Y OTROS) ARGUMENTOS SON CIERTOS. Ver la Historia de la Amalgama en www.mercuriados.org/es/pag114 En este sentido, hay que poner de manifiesto que, ya en 1833, algunos odontólogos expresaron su preocupación respecto a la eficacia de la amalgama dental como material; otros respecto a la intoxicación mercurial, pues ya era harto conocido el hecho de que la exposición al mercurio daba lugar a claros efectos secundarios, incluso demencia y pérdida de coordinación motora. Inmersos en ese “caldo de cultivo”, en 1840 el Dr. C. A. Harris funda la “American Society of Dental Surgeons” (ASDS, o Sociedad Americana de Cirujanos Dentales), la cual, ante las evidencias de efectos secundarios en portadores de amalgamas, prohíbe en 1845 a sus miembros el uso de la amalgama. Durante la década siguiente algunos miembros de la ASDS fueron expulsados por mala praxis al empastar con amalgama. Pero siguió habiendo defensores de la amalgama y disminuyó el número de afiliados a la ASDS, de modo que en 1855 la ASDS retiró la prohibición acerca del uso de la amalgama y se disolvió en 1856. En el lugar de la ASDS, surge en 1859, la actual “American Dental Association” (ADA, o Asociación Dental Americana) que defendía (y defiende) la amalgama como material dental seguro. Por cierto, un “supuesto informe de la OMS de 1997”, que dice que las amalgamas dentales son seguras es, en realidad, un Informe elaborado por la Federación Dental Internacional y algunas personas de la OMS a título particular (www.consejodentistas.org/pdf/B2.AM.01.%20Declaracion%20FDI-OMS.pdf) (y “sospechosamente” relacionadas con la ADA), pero NO ES UN INFORME OFICIAL DE LA OMS). Ver: www.mercuriados.org/es/pag117 (final). Esta actitud de defensa a ultranza de lo indefendible, sí tuvo parangón, pues, en su día, también empresas tabacaleras intentaron, por todos los medios, socavar las opiniones de la OMS frente a los peligros del tabaco (p. ej., siendo expertos de la OMS con sueldo “extra” de empresas tabacaleras, para, precisamente, desde dentro, negar o minimizar riesgos), ocultándose asimismo tras organizaciones cuasi académicas, financieras y de política pública, cuya financiación por la industria del tabaco no se daba a conocer: www.who.int/tobacco/media/en/inquirySP.pdf Ya en diversos países, desde hace años, existe una actitud de prudencia frente a los empastes dentales de amalgama (en Noruega están prohibidos desde el 1.1.08) o se advierte a los ciudadanos del riesgo que implican. Del mismo modo, recientemente, en Cataluña, las autoridades sanitarias y científicas (Dpto. de Salud y Dpto. de Medio Ambiente, Colegio de Odontólogos y Estomatólogos, Colegio de Químicos) han decidido tomarse en serio las advertencias de los Informes Oficiales de la OMS sobre el peligro del uso de mercurio en los empastes dentales de amalgama y han recomendado a los Odontólogos/Estomatólogos no poner empastes de amalgama, especialmente (que no exclusivamente), a embarazadas y a menores de 14 años. También la Dirección General de Salud Pública y Alimentación de la Consejería de Sanidad y Consumo (sic) de la Comunidad de Madrid considera consecuente actuar con prudencia y limitar su uso, siempre que sea clínicamente posible, en periodos de embarazo o lactancia. Ver: www.mercuriados.org/es/pag108 Para ejemplificar más concretamente lo que estamos diciendo respecto al mercurio dental, basta escuchar lo que dice el Prof. Dr. Maths Berlin, de la Comisión de Materiales Dentales sueca, y coordinador del proyecto internacional sobre Seguridad Química de la OMS, en un Informe de 2003 para la Comisión de Materiales Dentales del gobierno sueco ("Mercury in dental-filling materials -an updated risk analysis in environmental medical terms. An overview of scientific literature published in 1997-2002 and current knowledge” — www.toxicteeth.org/Berlinbilaga.doc, www.sweden.gov.se/content/1/c6/01/76/11/fb660706.pdf): Todo doctor y dentista, cuando sus pacientes sufren patologías poco claras y enfermedades autoinmunes, debería considerar la posibilidad de que el mercurio que sale de sus amalgamas sea una de las causas de esa sintomatología. (...) Por razones médicas, la amalgama como material para el cuidado dental debería ser eliminada lo antes posible. (...) Con relación al hecho de que el mercurio es una toxina multipotente con efectos sobre las dinámicas bioquímicas de la célula, la amalgama debe ser considerada como un material inadecuado para restauraciones dentales. Esto es especialmente verdad por cuanto existen totalmente adecuadas y menos tóxicas alternativas. (p. 25) Con relación al riesgo de la influencia [del Hg] sobre un cerebro en crecimiento, no es compatible con la ciencia y la contrastada experiencia al respecto, utilizar empastes de amalgama en niños y mujeres en edad fértil. (p. 26) Asimismo, Maths Berlin, en un artículo publicado en el SMDJ (Seychelles Medical and Dental Journal, Número Especial, Vol 4, Nº 1, Noviembre 2004 — www.seychelles.net/smdj/SECVIB.pdf), recalcó que: Desde el momento en que la amalgama fue introducida para realizar empastes dentales, surgió la preocupación ante el hecho de que la toxicidad del mercurio pudiese dar lugar a inaceptables riesgos para la salud. (...) La incidencia respecto a los efectos secundarios más habituales se estima en un 1%. Esto equivale a 10.000 pacientes en una población de 1 millón de portadores de amalgamas dentales; un considerable problema de salud. En el Informe de la OMS sobre mercurio inorgánico (...) se estableció que el mercurio de las amalgamas constituye la fuente principal de adquisición de mercurio, lo que equivale, como mínimo, a todas las otras posibles fuentes de adquisición de mercurio juntas (p. 154) Los usuarios de la Sanidad, los ciudadanos, no entenderíamos que se siga mirando para otro lado o que se siga dando la callada por respuesta, PUES HAY SILENCIOS QUE CLAMAN. Con RESPETO, pero también con FIRMEZA, pedimos hechos, no sólo palabras. Ya es hora de reflexionar y ACTUAR. Asimismo, debe considerarse el “Principio de Precaución” en este tipo de problemáticas de salud. Incomprensiblemente, en el entretanto de una firrme decisión política, las patologías crónicas siguen aumentando en progresión geométrica, los casos de Parkinson y Alzheimer aparecen a más tempranas edades, etc., etc. Más allá del ingente sufrimiento de los pacientes, debe considerarse asimismo el también INGENTE gasto médico-hospitalario y farmacéutico (que sería INFINITAMENTE MENOR si se invirtiera en más y mejor formación —incluso creando una asignatura de “Educación para la Salud” obligatoria hasta el final de la ESO— e investigación, lo que repercutiría en más temprana detección de los problemas, en saber describirlos y solventarlos mejor y, más aún, en PREVENCIÓN de muchos de esos problemas de salud. (Como decía Hipócrates: “Primero, no dañar”). La asociación MERCURIADOS sabe lo que es padecer MUCHOS problemas de salud (y, consecuentemente, problemas también de índole social, laboral, económica, familiar, etc., ya que, como decíamos, el mercurio puede originar o agravar múltiples patologías (www.mercuriados.org/es/pag120, www.mercuriados.org/es/pag113, www.mercuriados.org/es/pag115, www.mercuriados.org/es/pag116) y tiene entre sus asociados a muchas personas que padecen enfermedades EVITABLES (por haber sido desencadenadas o agravadas por el mercurio dental): Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica, Síndrome de Sensibilidades Químicas Múltiples, Disbiosis y Síndrome de malabsorción intestinal, Síndrome de intestino (colon) irritable, Candidiasis crónica, etc., y también algunas enfermedades autoinmunes (queremos RECORDAR aquí que la predisposición genética por sí sola no provoca el desarrollo de enfermedad autoinmune y que otros factores necesitan estar presentes también para iniciar el proceso de la enfermedad). Los pacientes somos pacientes, pero la paciencia no es infinita. La espera de recibir tratamientos efectivos de quelación (desintoxicación) por parte de personas con intoxicaciones crónicas por metales pesados (sea por mercurio de amalgamas dentales u otros tóxicos/causas) se convierte en desesperación al ver que, en no pocos casos, además de ser ninguneados y no informados, nuestras diversas patologías derivadas de o agravadas por estos tóxicos, salvo contadas excepciones, no se las relaciona con el problema raíz, esto es, el mercurio. Así, por desgracia, en algunas personas su salud se deteriora TANTO, que acaban muriéndose mucho antes de lo que les correspondía (de problemas que, como decimos, los médicos, por no habérseles formado sobre esta problemática, NO suelen relacionar con el hidrargirismo del paciente) o llegan incluso a cometer suicidio por el extremo SUFRIMIENTO y por la DESESPERACIÓN de verse deteriorar cada día, sin apoyo de médicos y Autoridades Sanitarias (a veces, tampoco de allegados, que piensan, según le han dicho los médicos, que el problema es psicológico); en fin, sin esperanza de presente y de futuro. Repetimos, que es un problema EVITABLE (si no se ponen obturaciones dentales con mercurio), que puede dar lugar a muchos otros problemas, y que se convierte en LAMENTABLE y, en algunos casos, sin vuelta atrás. Como presidente de una asociación de afectados por mercurio (fundamentalmente de empastes dentales de amalgama), como ciudadano que no ha tenido más remedio que informarse bien sobre este asunto y otros relacionados, DIGO que mi voto no lo tendrán los políticos (a nivel estatal y autonómico) que sigan “mirando para otro lado” en un asunto tan importante (tan vital) como lo es la SALUD. Creemos que sólo una sociedad informada podrá valorar la relación riesgo-beneficio para decidir empastar su boca con amalgama u otro material dental. En cambio, una sociedad desinformada estará siempre a merced de quienes promuevan tal o cual idea, o tal o cual producto, en este caso los empastes dentales de amalgama, aduciendo, p. ej., razones (ciertas) de permanencia del producto en el mercado (más de 170 años), que es el producto más asequible económicamente, la rapidez en la colocación o su durabilidad, pero sin entrar en razones, entendemos que más importantes, como, desde nuestro punto de vista, lo es... LA SALUD. Pero es que, incluso, PRODUCTORES DE AMALGAMA advierten del peligro de éstas, sobre todo para embarazadas, niños, personas con la inmunidad baja, con problemas renales importantes, o advierten de poner el menor nº posible de empastes dentales de amalgama y no poner en endodoncias (debido al contacto directo de la amalgama con la mucosa bucal). Ya la clase médica ha dejado de dudar sobre la perniciosidad del tabaco, del amianto, del DDT o del llamado Síndrome del Edificio Enfermo; pero, al principio, se acusaba, a quienes señalaban estos peligros, de charlatanes, iluminados, alborotadores, alarmistas, etc. y hasta se trataba de desprestigiarlos de modo directo o velado, de mil y una maneras. Pasado el tiempo (ojalá sea cuanto antes, por el bien de todos, no sólo de los afectados) ocurrirá lo mismo (a nivel mundial) respecto a la utilización de mercurio en los empastes dentales y se confirmará, también en este asunto, la máxima de Arthur Shopenhauer: ”Toda verdad pasa por tres fases. Primero, es ridiculizada. Luego, recibe una violenta oposición. Finalmente, es aceptada como evidente”. Ante el “mirar para otro lado” por parte de las Autoridades Sanitarias (comenzando por la máxima autoridad en materia de salud pública, que es el Ministerio de Sanidad y Consumo), varias asociaciones españolas anunciaron, en Rueda de Prensa, el 15.2.08, la inminente presentación de una Demanda Judicial contra el Ministerio de Sanidad y Consumo, en primer lugar, por no haber advertido a la población de que sus tratamientos dentales y vacunales contenían mercurio y, por tanto, ocultar, así, un riesgo sanitario y medioambiental (habiendo, como hay, alternativas dentales y vacunales libres de mercurio). Ver, p. ej.: http://es.groups.yahoo.com/group/demanda_judicial_mercurio, www.tu.tv/videos/demanda-intoxicacion-mercurio, http://actualidad.terra.es/sociedad/articulo/sanidad_total_intoxicadas_mercurio_demandaran_2254947.htm La información (veraz) es la base de las decisiones con verdadero conocimiento de causa. Decidir sin saber es no saber lo que se decide. Ya Abraham Lincolm decía que ”se puede engañar a algunos siempre, a muchos algunas veces, pero no a todos siempre”. De otra parte, una cosa es que te engañen; otra, que te dejes engañar… Si compartes estas ideas, hazte socio de MERCURIADOS (www.mercuriados.org/es/pag110) o de cualquier asociación en la que te veas representado; pues “una sola golondrina no hace verano”. Es la unión la que hace la fuerza y, también, la fuerza de las ideas llega a cambiar el discurrir de los acontecimientos.