THE SPACE OF MORAL POSITIONS AND THE MAKING OF SOCIAL GROUPS GUSTOS, MORALIDADES Y GRUPOS SOCIALES FES – Gijón- España Junio-Julio 2016 Autor : Fanny Darbus (Universidad de Nantes, CENS, France). contacto : [email protected] Coautor/es1 : Delphine Serre (Universidad Paris 1, CESSP, France) François Denord (CNRS CESSP, Universidad Paris 1, France) Remy Caveng (CURAPP,Universidad de Picardie, France) Sylvain Thine (CESSP, Universidad Paris 1, France) Resumen : Los valores, las ideas y los sentimientos están en al centro de muchas encuestas de ciencias sociales. La mayor parte del tiempo, están tratados por corrientes que podemos llamar "mentalistas" (i.e. que explican el social por lo psíquico) ; en ellos, los valores constituyen la respuesta al problema que esta al centro de estos trabajos y encuestas, pero no se explican las causas de estos mismos valores, tampoco se vinculan valores y practicas de los agentes interrogados. La investigación estadística “Gustos morales y grupos sociales” (MORACT) que realizamos se inscribe en una dinámica tendiente a rescatar la problemática de La Distinción de Bourdieu (Bourdieu, 1979; Coulangeon y Duval, 2013; Duval, 2010). El objetivo con el que trabajamos es el de comprender lo que podríamos llamar moralidad en actos o economías morales, a través de la expresión, por parte de los encuestados, de una negatividad, de una “aversión” respecto a situaciones de la vida cotidiana. Buscamos dar con lo que a los individuos les resulta “infeliz”, pero no buscamos poner en evidencia los “gustos” en términos de moral, sino aversiones, repugnancias morales. Así esta negatividad presenta el interés teórico de re-interpelar la base misma del concepto de distinción, que no designa la expresión de una positividad sino la de una distanciación respecto de lo vulgar, lo sucio, lo inmoral, etc. La distinción consiste, entonces, en rechazar ciertos principios morales antes de oponerles principios concurrentes. Para lograr con este objetivo científico propusimos nuestro proyecto a un equipamiento público de investigación francés, el DIME-SHS Quanti, con el fin de investigar un panel llamado ELIPSS. Este reposa sobre una muestra de 3500 personas representativas de la población francesa a las que se solicita regularmente para responder sobre temas variados y 1 Este texto fue traducido por Natalia La Valle, doctora en ciencias del lenguaje (Univ. Lyon2, Francia), lingüista y socióloga. Traductora autónoma español/francés especialista en Humanidades. 1 de interés general (estudios sobre salud, medio ambiente, opiniones políticas, etc.). Así, hemos armado un cuestionario (N=909). Para colectar esta negatividad, una gran parte de las preguntas estuvieron construidas de tal forma que los panelistas eran obligados a eligir “lo peor” para ellos en varias situaciones ordinarias. Nuestro proyecto fue aceptado por el comité científico y técnico (CST) del DIME, lo que nos permitió dirigirnos a un gran número de panelistas, interrogados entre septiembre y noviembre de 2014. El Comité científico y técnico (CST) del consortium DIME Quanti, está compuesto por 15 miembros, de los cuales al menos la mitad está afiliada a instituciones exteriores al DIME. Entre los investigadores del CST figuran sociólogos, politólogos, demógrafos, epidemiólogos, etc. Todos se especializan en métodos de investigación basados en cuestionarios. La presencia del representante del INSEE (Institut National de la Statistique et des Etudes Economiques) está ligada al sorteo de la muestra por parte del instituto y a la validación de las encuestas por le Conseil national de l’information statistique (CNIS). Vamos a comenzar abordando el marco teórico, deteniéndonos en nuestro posicionamiento respecto de La Distinción, para luego presentar la metodología y los primeros resultados de la encuesta tras una modelización estadística del espacio de los “puntos de vista morales” . Palabras clave : moralidad en actos, posicionamiento moral, distinción, aversión, infeliz. 2 THE SPACE OF MORAL POSITIONS AND THE MAKING OF SOCIAL GROUPS GUSTOS, MORALIDADES Y GRUPOS SOCIALES FES – Gijón- España Junio-Julio 2016 Los valores, las ideas y los sentimientos están en al centro de muchas encuestas de ciencias sociales. La mayor parte del tiempo, están tratados por corrientes que podemos llamar "mentalistas" (i.e. que explican el social por lo psíquico) ; en ellos, los valores constituyen la respuesta al problema que esta al centro de estos trabajos y encuestas, pero no se explican las causas de estos mismos valores, tampoco se vinculan valores y practicas de los agentes interrogados. La investigación estadística “Gustos morales y grupos sociales” (MORACT) que realizamos se inscribe en una dinámica tendiente a rescatar la problemática de La Distinción de Bourdieu (Bourdieu, 1979; Coulangeon y Duval, 2013; Duval, 2010). El objetivo con el que trabajamos es el de comprender lo que podríamos llamar moralidad en actos o economías morales, a través de la expresión, por parte de los encuestados, de una negatividad, de una “aversión” respecto a situaciones de la vida cotidiana. Buscamos dar con lo que a los individuos les resulta “infeliz”, pero no buscamos poner en evidencia los “gustos” en términos de moral, sino aversiones, repugnancias morales. Así esta negatividad presenta el interés teórico de re-interpelar la base misma del concepto de distinción, que no designa la expresión de una positividad sino la de una distanciación respecto de lo vulgar, lo sucio, lo inmoral, etc. La distinción consiste, entonces, en rechazar ciertos principios morales antes de oponerles principios concurrentes. Para lograr con este objectivo scientifico propusimos nuestro proyecto a un equipamiento público de investigación francés, el DIME-SHS Quanti2, con el fin de investigar un panel llamado ELIPSS3. Este reposa sobre una muestra de 3500 personas representativas de la población francesa a las que 2 El DIME SHS (Données Infrastructures et Méthodes d'Enquête en Sciences Humaines et Sociales) es un equipamiento público “de excelencia” cuyo fin es dotar al país de una nueva estructura en términos de colecta, enriquecimiento y difusión de datos para la investigación en ciencias humanas y sociales. DIME SHS obtuvo un presupuesto de 10,4 M€ de la ANR (Agence Nationale de la Recherche). Comprende tres instrumentos: DIME SHS / Quali (un banco de datos de investigaciones cualitatives); DIME SHS / Web (herramientas para constituir corpus a partir de Internet); DIME SHS / Quanti (un panel Internet). Este último es el dispositivo que usamos nosotros. El DIME está a cargo de Science Po, en partenariado con el Institut National d’Etudes Démographiques, el Groupe des Écoles Nationales d’Économie et Statistique, la Universidad París Descartes, l’Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, Telecom-Paris Tech, EDF (Electricité de France) Recherche et développement y la Red Quetelet (Réseau français des centres de données pour les sciences humaines et sociales). 3 Nuestro proyecto fue aceptado por el comité científico y técnico (CST) del DIME, lo que nos permitió dirigirnos a un gran número de panelistas, interrogados entre septiembre y noviembre de 2014. El Comité científico y técnico (CST) del consortium DIME Quanti, está compuesto por 15 miembros, de los cuales al menos la mitad está afiliada a instituciones exteriores al DIME. Entre los investigadores del CST figuran sociólogos, politólogos, demógrafos, epidemiólogos, etc. Todos se especializan en métodos de investigación basados en cuestionarios. La presencia del representante del INSEE (Institut National de la Statistique et des Etudes Economiques) está ligada al sorteo de la muestra por parte del instituto y a la validación de las encuestas por le Conseil national de l’information statistique (CNIS). 3 se solicita regularmente para responder sobre temas variados y de interés general (estudios sobre salud, medio ambiente, opiniones políticas, etc.). Nuestro cuestionario fue administrado de septiembre a noviembre de 2014, durante la fase piloto del proyecto ELIPSS4. Asi, hemos armado un cuestionario (N=909). Para colectar esta negatividad, una gran parte de las preguntas estuvieron construidas de tal forma que los panelistas eran obligados a eligir “lo peor” para ellos en varias situaciones ordinarias. Después analizaremos las variaciones de posicionamientos morales con un Análisis de Correspondencias Múltiples (ACM). Vamos a comenzar abordando el marco teórico, deteniéndonos en nuestro posicionamiento respecto de La Distinción, para luego presentar la metodología y los primeros resultados de la encuesta tras una modelización estadística provisoria del espacio de los “puntos de vista morales” . 1. Marco teórico: revisitar la problemática de La Distinción En este trabajo no intentamos pensar valores de manera abstracta o pura, sino posicionamientos morales a través actos concretos. Además nos parece mas revelante buscar los posicionamientos que traducen aversión por ciertos practicas o comportamientos que solamente gustos “positivos”. ¿Porqué trabajar sobre aversiones y no sólo sobre gustos? Nuestra investigación parte de la idea que las prácticas, cualesquiera que fueren las áreas concernidas (artística, culinaria, vestimentaria, etc.), se asientan en principios de clasificación, evaluación y jerarquización propios a los diferentes grupos sociales, y producidos por su voluntad de “alejamiento” (mise à distance), de distanciarse unos de otros. Para aprehender estos principios orientadores de juicios y prácticas, concebimos un cuestionario cuya originalidad reside en su voluntad de echar luz no sólo sobre gustos y adhesiones sino también, y fundamentalmente, sobre “aversiones” y rechazos. Como lo había mostrado La Distinction (Bourdieu, 1979; 1998 para la versión en español), los principios de clasificación del mundo social se estructuran alrededor de una distanciación respecto de lo “vulgar”, lo “sucio”, lo “inmoral”, y no solamente a través la afirmación de principios generales. Bourdieu, de hecho, generaliza lo que ya había escrito Nietzsche en Genealogía de la moral: por doquier, la idea de “distinción”, de “nobleza” en términos estamentales, de rango social, es la idea madre a partir de la que nace y se desarrolla necesariamente el concepto de “bueno”, en el sentido de “distinguido” respecto del alma, de “noble” en el sentido de “alma excelente”, de “alma privilegiada”. Esta evolución siempre discurre en paralelo a aquella otra que hace que los conceptos de “vulgar”, “plebeyo”, “bajo” terminen por convertirse en “malo”. 4 La fase piloto, que comenzó en diciembre de 2012, buscaba definir el procedimiento de reclutamiento de los panelistas y afinar las modalidades de gestión del panel y de producción de encuestas. 4 Apoyándonos y prolongando estas ideas, formulamos la hipótesis según la cual la construcción de perspectivas morales diferenciadas consiste mucho más en rechazar ciertos principios que en oponerles otros, concurrentes, de manera explícita. Las recientes investigaciones sobre prácticas culturales muestran que lo que se rechaza, en el terreno cinematográfico por ejemplo, constituye, en un contexto prácticas “omnivoras”, un marcador social importante (Coulangeon, 2011; Duval, 2011). Asimismo, la valorización del cosmopolitismo en lo culinario va de la mano de disgustos alimentarios especialmente discriminantes socialmente (Tissot, 2013). Lo que se construye como legítimo resulta secundario respecto de lo que se construye como ilegítimo. ¿Porqué estudiar las aversiones “morales”? Para dar con los principios de clasificación evocados, decidimos poner el acento en su dimensión moral y no limitarnos a las aversiones culturales. Las aversiones morales ocupan un lugar central en La Distinction y, sin embargo, fueron poco estudiadas como tales. La obra parte de la relación con la cultura pero supera este campo de la práctica para abordar algo que engloba la relación consigo mismo, la relación con los demás dentro de grupos definidos por el entramado de relaciones sociales en las que se encuentran los individuos, la relación con los demás fuera de estos grupos, es decir las relaciones entre grupos, la relación con las instituciones, etc. A través de las diferentes relaciones citadas podemos considerar los principios de comportamiento (explícitos o, más generalmente, implícitos) como morales, debido a su doble carácter de obligación: por un lado obligaciones “negativas” (para retomar la terminología durkheimiana de Las formas elementales de la vida religiosa), que prohíben ciertos actos, y “positivas” por otro lado, cuando delimitan el orden de lo deseable. Nuestro objetivo fue asirnos de estos principios morales y aversiones bajo la forma de posicionamientos morales ligados a determinadas situaciones, y no como productos inmanentes de “lo social”, ni como racionalizaciones abstractas o, peor aún, dotadas de trascendencia (o de universalidad). Aunque el cuestionario, contrariamente a las observaciones, no permite acceder a los discursos y prácticas reales, en actos (Elias y Scotson, 1997), tratamos de dar con estos posicionamientos morales “en situación”. Para lograrlo, a través del cuestionario, pedimos a los participantes que se proyectaran en situaciones de la vida cotidiana, algunas de las cuales podían aparentarse a casos límite. Estas situaciones, si bien artificiales, nos parecieron idóneas para promover la expresión de puntos de vista desde “adentro”, desde el “interior” de cada uno, aunque fueran las opiniones más alejadas del eje de producción de la moral y de la cultura legítimas. Se trataba de no reducir las aversiones morales a la expresión de valores, tomando en cuenta la manera en que implican sentimientos y emociones (cf. Fassin, 2009; Siméant 2010 ; Lignier y Pagis 2014). El cuestionario fue elaborado para poder identificar normas, emociones y afectos en situación, y no, 5 como es el caso corrientemente, para dar con valores formalizados y supuestamente actuantes sea cual fuere la situación. Nuestro primer objetivo era el de identificar, en el marco de ámbitos prácticos diversos, moralidades socialmente diferenciadas (Lukes, 2015) y susceptibles de expresarse de manera contrastada. He aquí algunas de las preguntas que hicimos: Para Usted, lo peor sería vivir en un entorno: 1. Sucio 2. Ruidoso 3. Desierto 4. Mal frecuentado Cambiar los pañales de un bebé: 1. Es un momento de intercambio importante con el niño 2. No me molesta, es algo banal 3. A veces me da asco, pero lo hago igual 4. No me veo haciéndolo 5. No me siento o nunca me sentí concernido Los cimientos de las aversiones morales: ¿grupos sociales con habitus coherentes? En la continuidad de las ideas de La Distinction, las moralidades en situación, asidas a través de las aversiones, fueron vislumbradas por diversos autores como el producto de condiciones particulares de existencia a las que los agentes responden en función de los recursos de que disponen y de las restricciones a las que están sujetos. Se trataba de identificar, en un mismo movimiento, cómo estos principios y aversiones generan prácticas y definen fronteras de grupos en situaciones particulares5. Así, la “arquitectura moral de los grupos sociales” (Siméant, 2010:153) era concebida de manera situada, relacional. La mirada se amplifica, con miras a la dimensión moral, rompiendo con la focalización de los “distinction studies” o de los trabajos de Bernard Lahire (desde La culture des individus) sobre las prácticas y disposiciones estéticas y culturales. De este modo se reconduce la ambición totalizadora de La Distinction y su reflexión sobre el habitus como “sistema de disposiciones estructuradas y estructurantes”. Nos pareció que una entrada vía la moral y las aversiones tales como se manifiestan en situación y según diferentes terrenos de la práctica (por ej. de la moralidad y las apetencias) nos daba la posibilidad de tratar frontalmente la cuestión de la coherencia de los sistemas de disposiciones, de su potencial plasticidad así como la cuestión de las condiciones sociales de esta coherencia y esta plasticidad. 5 Es lo que también constatan Elias y Scotson al estudiar la aversión pronunciada de ciertos individuos respecto de otros: no se trata de meros prejuicios individuales sino de una estigmatización colectiva que debe comprenderse a nivel grupal (p. 35). 6 Nuestro segundo objetivo, después de la mencionada identificación de moralidades socialmente diferenciadas, era el de pensar la gramática generativa de actitudes y prácticas (Passeron, “Prólogo”, Hoggart, 1970), gramática que permite definir lo que se hace y lo que no, lo que tiene valor y lo que no, lo que gusta y lo que no. La encuesta fue pensada para poner a prueba la idea de coherencia (relacional) del habitus, creando las condiciones para dar cuenta de ello sociológicamente, a través de la articulación de: 1) los diferentes posicionamientos morales ligados a situaciones específicas recogidas por el cuestionario y 2) de estos posicionamientos con los recursos de que disponen los agentes y con las prácticas y posicionamientos ausentes del cuestionario, aunque accesibles a través el tronco común que da las características de cada panelista (costumbres de vida, política, religión, salud, esparcimiento…). Los cimientos de las aversiones morales 2/2: lógicas de jerarquización y de alterización Nuestra investigación busca prolongar la ambición de La Distinction a través del análisis de las lógicas de alterización, lógicas manifestadas por los posicionamientos morales y las aversiones. De hecho, la puerta de entrada que elegimos es una herramienta privilegiada para analizar los mecanismos de distanciación y jerarquización a la obra en el espacio social. Distinguirse consiste en marcar una distancia respecto de determinadas maneras de pensar o de actuar. También significa afirmarse como diferente, tomándose como referente, y atribuirle al “Otro” menos valor que a sí. La operación de jerarquización y la de distinción se presentan por ende como indisociables. Para retomar los términos de Christine Delphy, el proceso de “alterización” (2008), es decir el proceso de clasificación que produce la definición relacional de lo que somos, pasa por la afirmación de una jerarquía y conduce a la esencialización estigmatizante del dominado. Colette Guillaumin observa que las mujeres son diferentes mientras que los hombres son, y que ellas “logran la proeza de ser diferentes solas” puesto que “su naturaleza es la diferencia” (Guillaumin, 1992). Desde esta perspectiva, el cuestionario permite identificar la distancia que los grupos proclaman entre sí a través de la alterización, según principios de clasificación (y jerarquía) ligados a la clase, al sexo y/o a la sexualidad. Los escenarios de aplicación de los rechazos morales que les hemos propuesto a los encuestados respondedores no son únicamente objetos, prácticas y principios que constituyen los ámbitos más visibles (porque decibles) de expresión de la moralidad. También buscamos que se expresaran las aversiones respecto de diversas figuras y grupos sociales establecidos como figuras de la “alteridad”. Concretamente, preguntamos, por ejemplo, lo siguiente: ¿quién encarnaría al peor superior jerárquico? ¿Quién es o sería el peor conyugue para el hijo/a del encuestado?). Al interrogar las formas de “alterizacion” ordinarias construidas sobre la raza, la clase, el sexo, la 7 sexualidad y que consisten en acordarle a un individuo o a un grupo un valor menor, buscamos asir la manera en que estos modos de categorización - que participan de la “fábrica del otro” (Delphy, 2008, p.26) - son constitutivos de las relaciones identitaria que se establecen consigo mismo y con el mundo. El amarre teórico de este pasaje, de este camino de la distinción a la alterización se justifica por la importancia de las operaciones de categorización ordinarias que realizan los agentes a partir de los principios de inclusión/exclusión. Más precisamente, la encuesta busca identificar cómo los juicios morales y las aversiones sociales funcionan (o no) como operadores lógicos productores de una separación entre interior y exterior del grupo. ¿En qué medida la esfera de la moralidad se extiende por fuera de las fronteras del grupo, delimitando, tanto para sus miembros como para quienes no pertenecen a él, lo que está permitido, lo que está prescrito y lo que está prohibido? Además, las operaciones de categorización no tienen un carácter de asignación identitaria imperativa de igual grado según los recursos que se tienen: éstos últimos determinan las posibilidades del juego entre lo prescrito, lo prohibido y lo permitido a tal punto que, a veces, cuando un agente tiene recursos suficientes puede tener un poder sobre la definición de si mismo. Esta definición es a la vez la de lo inconveniente, ligado a las diferentes posiciones, y la del mal gusto. 2. Condiciones y restricciones en la producción de la investigación Para concretizar estos intenciones de investigación hemos utilizado un dispositivo de administración digital de encuestas cuantitativas. Respecto de ELIPSS (Etude Longitudinale par Internet Pour les Sciences Sociales), aclaremos también que se caracteriza por un muestreo aleatorio de direcciones sorteadas por el INSEE y por la entrega a todos los panelistas de tablets táctiles conectadas a Internet (3G). ELIPSS es un panel aleatorio de individuos que residen en hogares ordinarios, según la definición del INSEE. Están excluidas, por lo tanto, las personas sin domicilio o que habitan viviendas precarias, las personas que residen en colectividades (prisiones, geriátricos, residencias estudiantiles, etc.) así como las personas que no dominan suficientemente el francés para responder a los cuestionarios auto-administrados6. Esta etapa del trabajo se realizó utilizando tablets táctiles conectadas a Internet, que los panelistas recibieron a cambio de su participación, lo cual permitió que respondieran a los cuestionarios aún 6 La base de la encuesta está conformada por viviendas censadas en el 2011. A partir de esta base, el INSEE sorteó 4500 viviendas de manera aleatoria para realizar un muestreo. Las 4500 direcciones fueron divididas en tres sub-muestreos: uno principal de 3500 direcciones y dos de reserva (300 y 700 respectivamente), a utilizar en caso de no alcanzarse el objetivo de los 1500 panelistas. Luego, dentro de cada hogar seleccionado, se sortea una sola persona. Un instituto de sondeo de opinión relanzó a los sorteados y desarrolló medidas de aproximación y captación. Fueron movilizados 110 encuestadores. 8 sin tener conexión Internet. En la fase de test, los cuestionarios fueron dirigidos a 1500 individuos, con una atrición regular de la muestra. En nuestro caso, el cuestionario fue dirigido a 909 panelistas. Ventajas y límites del dispositivo Entre las ventajas respecto al modo de direccionamiento del cuestionario, podemos evocar: los costos reducidos debido a la ausencia de encuestador, un tiempo de colecta corto, la libertad que se les deja a los panelistas, la variedad de temas abordados en este contexto (vida íntima, personal), las posibilidades técnicas ofrecidas por la interface digital (interactividad, producción de fotos y videos, etc.). Podría pensarse que se trata de un dispositivo relativamente “frio” e impersonal, lo cual sería un inconveniente para dar con las emociones, aversiones, y formas de reprobación moral. En realidad, la interface resulta más bien amena, y, como lo veremos luego, el hecho de agregarle imágenes al cuestionario refuerza este aspecto. Por último, podemos pensar que el hecho de interactuar únicamente con un artefacto permite expresar posiciones potencialmente difíciles de verbalizar abiertamente (frente a un encuestador, por ejemplo). Entre los límites evoquemos la incierta identidad de la persona que responde el cuestionario, la desigual seriedad con la que se lleva a cabo la tarea, etc. El muestreo Dimensión de la muestra: 909 panelistas seleccionados aleatoriamente. Tasa de respuesta del 91%. Estructura de la muestra y representatividad Los grupos de edad más elevada son los más infra-representados, así como los jóvenes de entre 18 y 25 años, un grupo al que, en Francia, resulta generalmente difícil llegar. Por el contrario, los hogares constituidos por una sola persona están sobre-representados, así como las personas muy diplomadas, los ejecutivos y profesiones intelectuales superiores, y, más globalmente, las personas que tienen empleo. Por otro lado, la repartición hombres-mujeres se avecina considerablemente a la de la población. Una ponderación permite apuntalarse sobre el censo del 2011, tomando apoyo principalmente en la zona geográfica, pero no la utilizaremos en el día de hoy. 3. El cuestionario Principios generales adoptados Los principios que guiaron la construcción del cuestionario fueron definidos negativamente y positivamente. Negativamente, haciendo hincapié en una serie de posturas que buscábamos evitar. Se trataba de evitar los puntos de vista evaluativos y “cenitales”, al igual que el sesgo objetivista y 9 reduccionista que nos habría llevado a presuponer “moralidades tipo” o moralidades coherentes. En esta misma perspectiva, teníamos en mente evitar proponer modalidades que correspondieran a las claras a la investigación, así como la expresión de lo que podríamos llamar “una buena voluntad moral” de los encuestados. Respecto de este punto, no logramos totalmente lo que deseábamos. Queríamos evitar respuestas demasiado “pensadas”, al igual que preguntas susceptibles de generar una fuerte atrición (esto provocó debates dentro del CST, puesto que no había consenso sobre lo que se supone hace desertar a los encuestados. Estos sesgos fueron evitados, en parte, gracias a soluciones “técnicas”. Para evitar las no-respuestas: si los panelistas trataban de pasar por alto la pregunta sin responder, aparecían los botones “No sé” y “Me niego a responder”, acompañados por un mensaje incitativo. Algunas preguntas (sobre programas de televisión, o una serie de preguntas sobre las mentiras) dejan la posibilidad de pasar sin dar una respuesta, aunque allí también aparece un mensaje incitativo que relanza a los encuestados7. Del mismo modo, optamos por la rotación aleatoria en el orden de aparición de las preguntas y de las modalidades para evitar que se fijara una secuencia de preguntas y se armara una suerte de narración específica, temática. La técnica que tiende a evitar el efecto de “jerarquización” de las proposiciones es invisible para los encuestados. Su interés reside en que se puede desarmar a posteriori lo que podría aparecer como una concatenación fija y jerarquizada de variables y modalidades, lo cual perturbaría el análisis y la interpretación. Los principios de la encuesta también fueron definidos positivamente. Teníamos en mente (o, mejor dicho, aparecieron a lo largo de la concepción del cuestionario), 4 grandes objetivos: - Obtener expresiones espontáneas de rechazo y aversión; - Proponer situaciones cargadas de cuestiones morales de intensidad variable; - Cubrir un amplio espectro de cuestiones morales y prácticas; - y por último, hacer que se expresen puntos de vista tajantes, opuestos unos a otros. Para obtener respuestas lo más espontaneas posible apostamos a la heterogeneidad de las situaciones (algunas previsible, otras originales), a una pluralidad de tonos en la escritura de las preguntas (recurriendo regularmente a un tono familiar8) y al uso de presentaciones visuales. El uso de imágenes apuntaba tanto a evitar un sesgo nominalista como a promover una atmósfera “familiar” o “amical”, condición necesaria para obtener “paradojas internas” (imagen A). 7 El análisis del tiempo de respuesta permitirá fabricar un “indicador de perplejidad” que será nutrido por la observación de situaciones en las que un encuestador pasará el cuestionario, seguidas de entrevistas (por fuera de la muestra). 8 Respecto de la variedad de tonos en la redacción de las preguntas, algunas fueron escritas en un estilo escolar, otras por el contrario formuladas en un estilo muy directo o familiar (el usar signos de exclamación en las modalidades, por ejemplo, fue concebido como una invitación para que se expresen “sentimientos y sensaciones fuertes”). 1 Entre las situaciones heterogéneas respecto de los retos morales, algunas se ubicaron en el terreno de lo emocional y/o moral (con guiones y opciones susceptibles de ser percibidas violentamente en el plano simbólico), mientras que otras son, a priori, retos poco importantes. Algunos ejemplos de preguntas a dimensión “existencial”: “Imaginemos que sus padres se vuelven físicamente dependientes y/o frágiles psicológicamente. ¿Quién, a su parecer, debería tomar las decisiones importantes que los atañen?”; o “¿Dejaría a su pareja si… ?. – Estaria infidel; - Ya no me sentia libre” etc. Imagen A : Ejemplo del uso de imágenes en el dispositivo Respecto de las preguntas sin grandes retos morales encontramos las relativas al consumo de esparcimientos, por ejemplo aquella en la que se pregunta qué tipo de zapatos gusta menos. Como vemos, alternamos la presentación de situaciones límite, ambiguas o en las que se enturbia el orden establecido. También hicimos uso de preguntas que permiten, so pretexto de ser preguntas de opinión, obtener respuestas relativas a las prácticas de los encuestados, banalizándolas. Por ejemplo: “Tener tatuajes”: 1. Tengo y estoy contento/a; 2. Tengo, pero hoy preferiría no tenerlos más; 3. No tengo, pero porqué no tener uno; 4. Nunca tendría. Estructuración y redacción del cuestionario El cuestionario está estructurado temáticamente, a lo cual se agregan 5 dimensiones de las que hablaré enseguida. Respecto de los temas, que son 4, los ámbitos de expresión y aplicación de la moralidad se expresan sistemáticamente en: “salud, cuerpo, medio ambiente”; “familia, educación”; 1 “instituciones, política” y por último “economía, esparcimiento, consumo”. Respecto de las 5 dimensiones estructurantes del cuestionario, 2 conciernen las aversiones (cosas por un lado y grupos sociales por el otro – la alterización) y 3 conciernen la moralidad. Estas últimas sondean la jerarquía concebida por los encuestados en términos institucionales y políticos, la escala de razonamiento utilizada (para sí, para su entorno/grupo, para la sociedad) y la relación al orden establecido. En este último caso, se trata de asir las disposiciones a la conservación o a la transformación del mundo (instituciones, cuerpo, cosas). Concretamente, pusimos en escena relaciones de dominación que pueden ser consideradas como perturbadas para observar si el encuestado desea conservar o modificar estas relaciones (en todos los casos). Por ejemplo, “Un hombre que pasa la fregona (o coleto, trapo de piso, etc., según los países): 1. Me pone incómodo; 2. No tengo ningún problema; 3. Lo hará mal; 4. Es un buen ejemplo para los niños”. Otro ejemplo: “Una mujer que elije el modelo de auto de su marido”, etc. En total, el cuestionario está compuesto por 63 preguntas, mayoritariamente preguntas de opinión (52). La gran mayoría son preguntas originales. Siete preguntas prácticas fueron agregadas en caso de no aparecer en el tronco común (por otro lado bien fornido, puesto que aporta informaciones sobre ingresos, patrimonio, situación matrimonial, afiliación políticas, asociativa, etc.). Agregamos principalmente variables relativas al cuerpo (por ejemplo la pregunta 29: ¿Ya ha intentado hacer una dieta?) Ahora ilustraré algunos casos de preguntas que no funcionaron bien. Se trata de respuestas que tendríamos que haber anticipado, por ejemplo respecto de la expresión obligatoria de la tolerancia. Un ejemplo, el de la cirugía estética: “Me fastidia, pero es útil en algunos casos médicos” (65,7%). De todos modos, esta forma de tolerancia procede de lo que podríamos llamar una tolerancia condicionada. Asimismo, obtenemos la expresión obligatoria de la buena consciencia: “Un hombre que pasa la fregona. - No tengo ningún problema” (79%). La expresión obligatoria de la libertad de conciencia: ¿Qué debe hacer un cura que dudaría de la existencia de Dios? – Eso lo atañe a él solo” (64,1%). Este aspecto del problema se habría presentado de otro modo si hubiésemos sido menos etnocéntricos. 4. Los resultados Haremos una primera modelización provisoria del espacio de los “puntos de vista morales”. Este modelo fue hecho utilizando un Análisis de Correspondencias Múltiples (ACM) específico, que combina 26 preguntas activas: 25 emanan de nuestro cuestionario MORACT, una es tomada del tronco común. En esta versión preliminar, fueron tomados en cuenta 785 individuos. 1 Varias elecciones metodológicas importantes deben ser precisadas aquí: 1. La técnica estadística adoptada, el ACM específico, procede del análisis geométrico de los datos que fue desarrollado a partir del trabajo de Jean-Paul Benzecri, en especial bajo la influencia de Henry Rouanet y Brigitte Le Roux (Benzécri et al., 1973; Le Roux y Rouanet, 2010). La afinidad entre el análisis geométrico de los datos y la teoría de los campos9 fue subrayada en varias ocasiones (Bourdieu, 2001; Lebaron y Le Roux, 2013). Esta afinidad permite hacer coincidir una visión espacial del mundo social y una representación espacial de los datos, proporcionando el resumen geométrico de un cuadro amplio, bajo la forma de una nube de puntos. El ACM, ampliamente utilizado por Pierre Bourdieu, es la herramienta que permite obtener gráficamente una representación estructural del mundo social (el ACM proporciona un “resumen” del cuadro constituido por individuos asociados a una serie de características. Como lo plantea J. Duval: “Sus resultados no son una simple restitución de las elecciones que presidieron a la construcción de los datos. Un ACM tiene un potencial revelador, hasta para quien elaboró el cuadro, por ejemplo haciendo aparecer distancias o, por el contrario, proximidades entre individuos y modalidades que no son, o no son exactamente, aquellas que se esperaban. El ACM recuerda que dos individuos o grupos percibidos como concurrentes, e incluso adversarios, opuestos en todo según la lógica ordinaria de las “pequeñas diferencias”, tienen casi las mismas características de posición; también nos recuerda que dos tipos de recursos que a priori parecen excluirse tienden a distribuirse de la misma manera en la población estudiada”. (Duval, 2013: 125). La cuantificación utilizada en una lógica multidimensional busca “operacionalizar y darles visibilidad a las dimensiones fundamentales del espacio social, es decir a las diferentes clases de capitales, económico, cultural, social y simbólico; después de haberlas objetivado, este método las combina para aportar una modelización geométrica de los datos, que es también un resumen de todo un conjunto de regularidades sociales” (Lebaron, Le Roux, 2013: 111). Esta construcción estadística, asociada a la noción de campo, permite dar una visión relacional del mundo social. Además de la perspectiva geométrica, el interés del ACM específico (Leroux, Rouanet, 2010) es que permite usar ciertas modalidades de manera ilustrativa. Estas no contribuyen a la construcción del espacio. En el caso que nos ocupa, podemos descartar las no-respuestas (generalmente escasas), así como las modalidades de menor interés debido a su baja frecuencia. De este modo, se mengua la pérdida de dimensionalidad del espacio. 2. Debemos señalar una segunda elección metodológica importante. Las preguntas elegidas remiten a posicionamientos morales. No se trata de datos socio-demográficos clásicos (edad, sexo, etc.), ni de indicadores de posición social (CSP, ingresos), ni tampoco de resúmenes de trayectorias 9 Un campo es, en la teoría de P. Bourdieu, un espacio social de acción y de influencia en el que confluyen relaciones sociales determinadas. Estas relaciones quedan definidas por la posesión o producción de una forma específica de capital, propia del campo en cuestión. 1 anteriores (diplomas, orígenes sociales, etc.). Dicho de otro modo, apostamos a que, partiendo de las representaciones y estrategias de presentación de sí, daremos con la estructura del espacio social. Una elección constructivista, pero que, al estar pensada en el marco de una teoría de la práctica, no deja de ser objetivista. Esta perspectiva tiene una doble ventaja: primero, nos resguarda de una crítica fácil, que consistiría en reprocharnos con estructurar el espacio social a priori y, por ende, con encontrar únicamente lo que buscamos. Esta manera de trabajar, además, permite superar un punto de vista meramente descriptivo. Ubicar las variables sociológicas clásicas como elementos suplementarios del análisis introduce una dimensión predictiva, y, por lo tanto, inferencial. El ACM específico permite despejar dos ejes principales, que representan de por sí el 50% de la varianza total de la nube inicial (cuadro). La disminución de los valores propios invita a concentrarse en estos dos ejes para hacer la interpretación estadística y sociológica de los resultados. Si bien las secciones que construimos son relativamente equilibradas, su contribución al análisis es diferente. Las preguntas relativas a la economía, al consumo y al esparcimiento son las que “pesan” menos en la construcción del espacio en su conjunto. Inversamente, la sección política e instituciones cuenta más que todas las otras. Sin embargo, los ejes presentan dos perfiles diferentes: para el eje 1, las cuestiones políticas predominan. Para el eje 2, prevalece la relación a la salud y al medio ambiente. Las modalidades que más contribuyen al eje 1 remiten a visiones del mundo político y social claramente antagónicas (gráfico I). Por un lado, los encuestados se pronuncian contra la pena de muerte, piensan que el dinero debe ser distribuido, desean transmitir a sus hijos el sentido de la solidaridad. Por el otro, desconfían de individuos que tienen varias nacionalidades, se dicen favorables o muy favorables al restablecimiento de la pena de muerte y priorizan el respeto hacia los mayores. Evidentemente, el eje debe ser analizado como un continuum. Las posiciones polares son escasas. La heterogeneidad de los patrones de respuesta es importante (687 patrones para 785 respondedores). De hecho, el eje 1 subsume varias líneas divisorias. En los dos polos los individuos no tienen la misma relación con la escuela y al saber: mientras que en el costado izquierdo se considera que la prioridad del Estado debería ser la educación y se teme el “bodorrio cultural” de su hijo, en el derecho la lectura es considerada aburrida. A esta fractura se agrega una divergencia respecto de la relación con la alteridad: por un lado los encuestados se expresan contra la diferencia étnica, sexual y religiosa, y por el otro lado del eje (lado izquierda) se la considera como una riqueza. El primer eje expresa una mayor o menor adhesión a lo que algunos politólogos llaman el “liberalismo cultural”, es decir un sistema de valores que privilegia al individuo en general y a su 1 plenitud10. Simétricamente, el eje traduce una distancia más o menos grande a la moral dominante que, salvo por las preguntas refugio y a propósito de la pena de muerte, no es mayoritaria (48% de los individuos se sitúan a la izquierda del eje y 52% a la derecha). El segundo eje del análisis pone en primer plano las preguntas sobre el cuerpo, la salud y el medio ambiente. Estas se combinan con datos políticos e institucionales. Por un lado, las modalidades más contributivas remiten a la aceptación de la mentira en pos de ayudar a un ser querido (mentirle a su propia familia e incluso a la policía), a los tatuajes, al descreimiento religioso. Los individuos ubicados en esta parte del espacio parecen privilegiar el principio de placer (las comidas, por ejemplo, deben ser sabrosas) y la autonomía individual, tanto respecto del amor como para hacer justicia por mano propia. Del otro lado, en el eje 2, se proclama la fe religiosa, se reivindica fidelidad y se rechazan la homoparentalidad y los tatuajes. Este catálogo algo disparatado puede sorprender, en un primer momento. ¡Pero religión y tatuajes no hace buena dupla!11 Así, el eje 2 distingue los individuos en función de su adhesión a la moral religiosa: por un lado una forma de tradicionalismo y espiritualismo religioso, con las prohibiciones que conlleva; por el otro la afirmación de una forma de hedonismo y de materialismo (lo que más cuenta, a fin de año, es obtener un aumento de sueldo). Está claro que lo expresado por los encuestados concierne creencias y estrategias de presentación de sí mucho más que prácticas. La tolerancia exhibida por algunos y el hermetismo reivindicado por otros son teóricos. Pero sea cual fuere la naturaleza del dispositivo utilizado, incluso en las entrevistas, se estará sujeto a ciertas limitaciones clásicas: una interacción descontextualizada y aquí mediada por un artefacto, problemáticas posiblemente impuestas, etc. También podemos imaginar que ciertos panelistas, sabiendo que el dispositivo no comporta sanción alguna, quieran dar falsa una imagen social de sí-mismos, o exagerada, y hasta que puedan divertirse con todo esto. Así, en vez de tratar las representaciones morales y su coherencia “ideológica”, más vale apuntar a las características sociales de los encuestados, y a sus condiciones materiales de existencia, para intentar identificar las razones de sus elecciones morales. Ahora nos concentraremos en algunas variables clásicas: edad, sexo, nivel de diploma y CSP. El eje 1 expresa una jerarquía social de conjunto y separa claramente a los ejecutivos (en especial los de la función pública, a la extrema izquierda del gráfico I y II) de las otras CSP, en particular de los obreros y empleados (gráfico II). Los más fieles defensores del liberalismo cultural se encuentran entre los más ricos y, sobre todo, 10 Ver por ejemplo Jacques Capdevielle, Elisabeth Dupoirier, Gérard Grunberg, Etienne Schweisguth y Colette Ysmal, France de gauche vote à droite, París, FNSP, 1988. 11 Internet rebalsa de sitios que “recuerdan” la condena de lo que se considera una alteración del cuerpo y, por lo tanto, una mutilación de la creación divina. 1 entre los más cultivados. Para ellos el espacio de los posibles es el más amplio, al estar mejor dotados en capital económico y cultural; son también quienes pretenden ser los más abiertos en numerosos aspectos (gráfico III). Pero, evidentemente, la apertura exhibida tiene sus límites: a los ejecutivos no les gusta el “ruido” en su entorno, y cuando se los interroga sobre los individuos cuyo estilo de vida es el más alejado al propio, designan sin dudarlo a empleados y obreros. A la inversa, obreros y empleados designan a los patrones y ejecutivos y, sobre todo, a los maestros. Indudablemente, la aversión por el liberalismo cultural es, al menos en parte, una aversión respecto de la escuela, personificada en el docente. La escuela afirma el mérito individual de individuos bien nacidos que hacen de la educación la justificación esencial de su posición social. Pero, además, la escuela reproduce la estructura social y desvaloriza a quienes se aburren con los libros. Tres variables pueden ser movilizadas para interpretar el eje 2: la edad, el sexo y la CSP. El conservadurismo parece ser en gran parte un asunto de edad, lo cual resulta muy clásico (gráfico). Religiosidad y grupo de edad crecen a la par, lo que puede interpretarse como un efecto de la edad (al aproximarse la muerte), así como un efecto de generación (los mayores son también los que recibieron una educación mas religiosa). En menor medida, hombres y mujeres se oponen en el eje 2: las mujeres son más religiosas que los hombres, o, por lo menos, le dan mayor importancia a la religión. Es una paradoja, puesto que las religiones están íntimamente ligadas a la dominación masculina. Una paradoja que, según algunos sociólogos del género y de las religiones, se explica por el hecho de que el espacio religioso, en un contexto androcéntrico, puede ofrecerles a las mujeres una forma de consagración que no reciben en otros espacios. Linda Woodhead (2012) nota que el cristianismo, mayoritario en nuestra muestra, “logró ser una religión a la vez consolidadora y táctica. Apuntala el orden existente al consagrar el trabajo doméstico de las mujeres, afirmando una identidad femenina que eleva el prestigio espiritual y moral, erigiendo distinciones de clase fundadas sobre la virtud cristiana y reforzando la ideología de la separación entre las esferas. Pero por otro lado, a algunas mujeres les ofrece recursos para negociar más poder y protección, y para acceder a la vida cívica y publica”12. La última variable para dar cuenta del eje 2 es la oposición expresada entre obreros, por un lado, y artesanos, comerciantes, etc. por el otro (habría que trazar una elipse para cada uno). Mentirle a la policía, hacer justicia por mano propia, afirmar su virilidad (por ejemplo a través de un tatuaje) son elementos que remiten a una cultura obrera, bien diferente del conservadurismo a menudo asociado al mundo de la tienda. 12 Linda Woodhead, “Les différences de genre dans la pratique et la signification de la religion”, Travail, genre et sociétés 1/2012 (n° 27), p.48. 1 El espacio que se construye a través de este análisis no permite únicamente concluir que ejecutivos y categorías populares son diferentes desde el punto de vista moral, los primeros revelándose más abiertos y liberales que los últimos. También muestra que la relación al orden social tradicional sigue siendo recusada en el ámbito obrero. Conclusión El modelo asaz rudimentario del espacio de los “puntos de vista morales” que aquí propusimos se enriquecerá en el futuro. Primero al integrar variables e individuos que no hemos contemplados hasta hoy. Luego, sobre la base de la matriz de la encuesta, al construir nuevos indicadores relativos a los orígenes sociales y al estado de salud física y mental. Por último, quisiéramos volver sobre la cuestión de la plasticidad o, por el contrario, de la coherencia de los habitus, a través del estudio de la dispersión de los patrones individuales de respuesta. La idea es relacionar esta dispersión con indicadores de precariedad, criterios geográficos, elementos de trayectoria, etc. La base que se construyó en el marco del dispositivo ELIPSS es interesante porque permite numerosos reaprovechamientos: o bien focalizándose en sub-grupos y en cuestiones específicas, o bien realizando encuestas localizadas que la base permitirá contextualizar. Para terminar, agreguemos aquí que la encuesta MORACT puede resultar un excelente instrumento de reflexividad. El punto de vista moral de los sociólogos que concibieron la encuesta, de hecho, está claramente situado del lado del liberalismo cultural y es materialista antes que tradicionalista. Dos elementos que tal vez expliquen nuestro escepticismo al momento de leer los primeros resultados… 1 ANEXOS Tabla I : Ejemplos de preguntas rajantes 1/3 Un homme Une femme Ensemble Moins de 35 ans De 35 à 49 ans De 50 à 64 ans 65 ans et plus Ensemble Agriculteurs exploitants Artisans, commerçants et chefs d'entreprise 15,8 25,7 21,1 25,8 21,0 21,4 13,5 21,2 37,5 Cela ne me dérange pas, je reste à ma place 67,0 62,5 64,6 59,4 63,3 64,1 76,4 64,3 62,5 25,7 65,7 2,9 5,7 100,0 Cadres et professions intellectuelles supérieures Professions intermédiaires Employés Ouvriers Ensemble 13,0 24,6 22,0 21,0 20,5 75,0 61,1 63,0 57,1 64,8 6,0 7,4 3,0 12,6 6,4 6,0 6,9 12,0 9,2 8,3 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Vous êtes à la plage. Un couple de nudistes vient s'installer près de vous. Que faites-vous ? Je m'en vais Je trouve ça sympa Je leur dis de s'en Ensemble aller 10,2 2,6 6,2 7,1 4,3 9,0 3,4 6,2 0,0 6,9 9,1 8,1 7,7 11,4 5,6 6,7 8,3 0,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Tabla II : Ejemplos de preguntas rajantes 2/3 Les tatouages… J'en ai, mais aujourd'hui je Je n'en ai pas, mais J'en ai et j'en suis bien préférerais ne plus les avoir pourquoi ne pas en / je n'en suis plus content(e) avoir un satisfait(e) Un homme 11,0 Une femme 14,0 Ensemble 12,6 Moins de 35 ans 21,3 De 35 à 49 ans 16,8 De 50 à 64 ans 5,5 65 ans et plus 3,3 Ensemble 12,7 Agriculteurs exploitants 0,0 Artisans, commerçants et chefs 8,6 d'entreprise Cadres et professions 8,1 intellectuelles supérieures Professions intermédiaires 9,0 Employés 14,8 Ouvriers 22,7 Ensemble 12,5 Je n'en aurai jamais Ensemble 2,2 0,7 1,4 0,6 1,4 2,6 0,0 1,4 0,0 27,5 31,1 29,5 48,4 33,0 20,4 11,0 29,6 25,0 59,2 54,2 56,5 29,7 48,8 71,5 85,7 56,3 75,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 2,9 22,9 65,7 100,0 0,5 1,7 1,0 2,5 1,4 26,3 28,2 31,0 36,1 29,5 65,1 61,0 53,2 38,7 56,6 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 1 Tabla III : Ejemplos de preguntas rajantes 3/3 Un ami très proche vous demande vous demande de mentir. Oui Vous le faites si c'est…A la police Un homme 21,0 Une femme 11,1 Ensemble 15,7 Moins de 35 ans 23,9 De 35 à 49 ans 13,8 De 50 à 64 ans 14,5 65 ans et plus 11,2 Ensemble 15,8 Agriculteurs exploitants 14,3 Artisans, commerçants et chefs d'entreprise 8,8 Cadres et professions intellectuelles supérieures 14,7 Professions intermédiaires 17,8 Employés 11,6 Ouvriers 20,2 Ensemble 15,2 Non Ensemble 79,0 88,9 84,3 76,1 86,2 85,5 88,8 84,2 85,7 91,2 85,3 82,2 88,4 79,8 84,8 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Tabla IV : El espacio de las posiciones morales : las preguntas mas contributivas Pregunta La peine de mort, vous êtes… EJE 1 Pregunta 15,323 Avoir un ou des tatouages... Un ami très proche vous demande de En matière de budget, quelle devrait être selon mentir, vous le faites si c’est à…la vous la priorité de l’État ? 10,033 police Quelle importance accordez-vous Si vous avez ou aviez des enfants, le pire pour vous est ou serait de ne pas réussir à leur aujourd’hui à la religion dans votre transmettre… 8,717 vie ? Une personne qui veut se faire En tant que parent ou éventuel parent, le pire pour vous serait que votre enfant ait un(e) justice elle-même. Trouvez-vous cela conjoint(e)… 7,264 normal ? Considérez-vous la prostitution Les personnes qui ont plusieurs nationalités… 6,975 comme un travail ? Ce qui compte le plus au quotidien, Votre conjoint(e), vous le ou la quitteriez… 6,286 c’est que vos repas… Votre conjoint(e), vous le ou la Les aliments bio… 5,697 quitteriez… Vous êtes à la plage, un couple de nudistes vient s’installer, près de L’argent c’est avant tout fait pour être… 5,351 vous. Que faites-vous ? Lequel de ces animaux vous L'activité qui vous ennuie le plus… 5,059 refuseriez d’avoir chez vous ? 1 EJE 2 10,820 10,465 8,861 7,308 6,583 6,400 5,980 4,823 4,500 Grafico 1 : El espacio de las posiciones morales : ACM con las variables activas 2 Grafico II : El espacio de las posiciones morales. ACM con la variable categoría socio-profesional en ilustrativa Grafico III : El espacio de las posiciones morales : ACM con la variable grado en ilustrativa 2 Bibliografía Benzécri, J-P. et al. (1973). L’Analyse des données, t. 1. La taxinomie, t. 2. L’analyse des correspondances. París : Dunod. Bethany, B. (1996), Anything But Heavy Metal’: Symbolic Exclusion and Musical Dislikes. American Sociological Review, 61-5, 884-899. Bourdieu, P. (1979). La Distinction, París : Minuit; (1998). La distinción. Criterios y bases sociales del gusto, trad. de Ma. del C. Ruiz de Elvira, Madrid : Taurus,. Bourdieu, P. (1979). Les trois états du capital culturel. 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