THE SPACE OF MORAL POSITIONS AND THE MAKING OF SOCIAL... GUSTOS, MORALIDADES Y GRUPOS SOCIALES FES – Gijón- España Junio-Julio 2016

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THE SPACE OF MORAL POSITIONS AND THE MAKING OF SOCIAL GROUPS
GUSTOS, MORALIDADES Y GRUPOS SOCIALES
FES – Gijón- España Junio-Julio 2016
Autor :
Fanny Darbus (Universidad de Nantes, CENS, France).
contacto :
[email protected]
Coautor/es1 : Delphine Serre (Universidad Paris 1, CESSP, France)
François Denord (CNRS CESSP, Universidad Paris 1, France)
Remy Caveng (CURAPP,Universidad de Picardie, France)
Sylvain Thine (CESSP, Universidad Paris 1, France)
Resumen :
Los valores, las ideas y los sentimientos están en al centro de muchas encuestas de ciencias sociales.
La mayor parte del tiempo, están tratados por corrientes que podemos llamar "mentalistas" (i.e. que
explican el social por lo psíquico) ; en ellos, los valores constituyen la respuesta al problema que
esta al centro de estos trabajos y encuestas, pero no se explican las causas de estos mismos valores,
tampoco se vinculan valores y practicas de los agentes interrogados. La investigación estadística
“Gustos morales y grupos sociales” (MORACT) que realizamos se inscribe en una dinámica
tendiente a rescatar la problemática de La Distinción de Bourdieu (Bourdieu, 1979; Coulangeon y
Duval, 2013; Duval, 2010). El objetivo con el que trabajamos es el de comprender lo que podríamos
llamar moralidad en actos o economías morales, a través de la expresión, por parte de los
encuestados, de una negatividad, de una “aversión” respecto a situaciones de la vida cotidiana.
Buscamos dar con lo que a los individuos les resulta “infeliz”, pero no buscamos poner en evidencia
los “gustos” en términos de moral, sino aversiones, repugnancias morales. Así esta negatividad
presenta el interés teórico de re-interpelar la base misma del concepto de distinción, que no designa
la expresión de una positividad sino la de una distanciación respecto de lo vulgar, lo sucio, lo
inmoral, etc. La distinción consiste, entonces, en rechazar ciertos principios morales antes de
oponerles principios concurrentes.
Para lograr con este objetivo científico propusimos nuestro proyecto a un equipamiento
público de investigación francés, el DIME-SHS Quanti, con el fin de investigar un panel
llamado ELIPSS. Este reposa sobre una muestra de 3500 personas representativas de la
población francesa a las que se solicita regularmente para responder sobre temas variados y
1
Este texto fue traducido por Natalia La Valle, doctora en ciencias del lenguaje (Univ. Lyon2, Francia), lingüista y
socióloga. Traductora autónoma español/francés especialista en Humanidades.
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de interés general (estudios sobre salud, medio ambiente, opiniones políticas, etc.). Así,
hemos armado un cuestionario (N=909). Para colectar esta negatividad, una gran parte de las
preguntas estuvieron construidas de tal forma que los panelistas eran obligados a eligir “lo
peor” para ellos en varias situaciones ordinarias.
Nuestro proyecto fue aceptado por el comité científico y técnico (CST) del DIME, lo que
nos permitió dirigirnos a un gran número de panelistas, interrogados entre septiembre y
noviembre de 2014. El Comité científico y técnico (CST) del consortium DIME Quanti, está
compuesto por 15 miembros, de los cuales al menos la mitad está afiliada a instituciones
exteriores al DIME. Entre los investigadores del CST figuran sociólogos, politólogos,
demógrafos, epidemiólogos, etc. Todos se especializan en métodos de investigación basados
en cuestionarios. La presencia del representante del INSEE (Institut National de la
Statistique et des Etudes Economiques) está ligada al sorteo de la muestra por parte del
instituto y a la validación de las encuestas por le Conseil national de l’information statistique
(CNIS).
Vamos a comenzar abordando el marco teórico, deteniéndonos en nuestro posicionamiento respecto
de La Distinción, para luego presentar la metodología y los primeros resultados de la encuesta tras
una modelización estadística del espacio de los “puntos de vista morales” .
Palabras clave : moralidad en actos, posicionamiento moral, distinción, aversión, infeliz.
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THE SPACE OF MORAL POSITIONS AND THE MAKING OF SOCIAL GROUPS
GUSTOS, MORALIDADES Y GRUPOS SOCIALES
FES – Gijón- España Junio-Julio 2016
Los valores, las ideas y los sentimientos están en al centro de muchas encuestas de ciencias sociales.
La mayor parte del tiempo, están tratados por corrientes que podemos llamar "mentalistas" (i.e. que
explican el social por lo psíquico) ; en ellos, los valores constituyen la respuesta al problema que
esta al centro de estos trabajos y encuestas, pero no se explican las causas de estos mismos valores,
tampoco se vinculan valores y practicas de los agentes interrogados. La investigación estadística
“Gustos morales y grupos sociales” (MORACT) que realizamos se inscribe en una dinámica
tendiente a rescatar la problemática de La Distinción de Bourdieu (Bourdieu, 1979; Coulangeon y
Duval, 2013; Duval, 2010). El objetivo con el que trabajamos es el de comprender lo que podríamos
llamar moralidad en actos o economías morales, a través de la expresión, por parte de los
encuestados, de una negatividad, de una “aversión” respecto a situaciones de la vida cotidiana.
Buscamos dar con lo que a los individuos les resulta “infeliz”, pero no buscamos poner en evidencia
los “gustos” en términos de moral, sino aversiones, repugnancias morales. Así esta negatividad
presenta el interés teórico de re-interpelar la base misma del concepto de distinción, que no designa
la expresión de una positividad sino la de una distanciación respecto de lo vulgar, lo sucio, lo
inmoral, etc. La distinción consiste, entonces, en rechazar ciertos principios morales antes de
oponerles principios concurrentes.
Para lograr con este objectivo scientifico propusimos nuestro proyecto a un equipamiento público
de investigación francés, el DIME-SHS Quanti2, con el fin de investigar un panel llamado ELIPSS3.
Este reposa sobre una muestra de 3500 personas representativas de la población francesa a las que
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El DIME SHS (Données Infrastructures et Méthodes d'Enquête en Sciences Humaines et Sociales) es un equipamiento
público “de excelencia” cuyo fin es dotar al país de una nueva estructura en términos de colecta, enriquecimiento y
difusión de datos para la investigación en ciencias humanas y sociales. DIME SHS obtuvo un presupuesto de 10,4 M€
de la ANR (Agence Nationale de la Recherche). Comprende tres instrumentos: DIME SHS / Quali (un banco de datos
de investigaciones cualitatives); DIME SHS / Web (herramientas para constituir corpus a partir de Internet); DIME SHS
/ Quanti (un panel Internet). Este último es el dispositivo que usamos nosotros. El DIME está a cargo de Science Po, en
partenariado con el Institut National d’Etudes Démographiques, el Groupe des Écoles Nationales d’Économie et
Statistique, la Universidad París Descartes, l’Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, Telecom-Paris Tech, EDF
(Electricité de France) Recherche et développement y la Red Quetelet (Réseau français des centres de données pour les
sciences humaines et sociales).
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Nuestro proyecto fue aceptado por el comité científico y técnico (CST) del DIME, lo que nos permitió dirigirnos a un
gran número de panelistas, interrogados entre septiembre y noviembre de 2014. El Comité científico y técnico (CST)
del consortium DIME Quanti, está compuesto por 15 miembros, de los cuales al menos la mitad está afiliada a
instituciones exteriores al DIME. Entre los investigadores del CST figuran sociólogos, politólogos, demógrafos,
epidemiólogos, etc. Todos se especializan en métodos de investigación basados en cuestionarios. La presencia del
representante del INSEE (Institut National de la Statistique et des Etudes Economiques) está ligada al sorteo de la
muestra por parte del instituto y a la validación de las encuestas por le Conseil national de l’information statistique
(CNIS).
3
se solicita regularmente para responder sobre temas variados y de interés general (estudios sobre
salud, medio ambiente, opiniones políticas, etc.). Nuestro cuestionario fue administrado de
septiembre a noviembre de 2014, durante la fase piloto del proyecto ELIPSS4.
Asi, hemos armado un cuestionario (N=909). Para colectar esta negatividad, una gran parte de las
preguntas estuvieron construidas de tal forma que los panelistas eran obligados a eligir “lo peor”
para ellos en varias situaciones ordinarias. Después analizaremos las variaciones de
posicionamientos morales con un Análisis de Correspondencias Múltiples (ACM).
Vamos a comenzar abordando el marco teórico, deteniéndonos en nuestro posicionamiento respecto
de La Distinción, para luego presentar la metodología y los primeros resultados de la encuesta tras
una modelización estadística provisoria del espacio de los “puntos de vista morales” .
1. Marco teórico: revisitar la problemática de La Distinción
En este trabajo no intentamos pensar valores de manera abstracta o pura, sino posicionamientos
morales a través actos concretos. Además nos parece mas revelante buscar los posicionamientos que
traducen aversión por ciertos practicas o comportamientos que solamente gustos “positivos”.
¿Porqué trabajar sobre aversiones y no sólo sobre gustos?
Nuestra investigación parte de la idea que las prácticas, cualesquiera que fueren las áreas
concernidas (artística, culinaria, vestimentaria, etc.), se asientan en principios de clasificación,
evaluación y jerarquización propios a los diferentes grupos sociales, y producidos por su voluntad
de “alejamiento” (mise à distance), de distanciarse unos de otros. Para aprehender estos principios
orientadores de juicios y prácticas, concebimos un cuestionario cuya originalidad reside en su
voluntad de echar luz no sólo sobre gustos y adhesiones sino también, y fundamentalmente, sobre
“aversiones” y rechazos. Como lo había mostrado La Distinction (Bourdieu, 1979; 1998 para la
versión en español), los principios de clasificación del mundo social se estructuran alrededor de una
distanciación respecto de lo “vulgar”, lo “sucio”, lo “inmoral”, y no solamente a través la
afirmación de principios generales. Bourdieu, de hecho, generaliza lo que ya había escrito Nietzsche
en Genealogía de la moral: por doquier, la idea de “distinción”, de “nobleza” en términos
estamentales, de rango social, es la idea madre a partir de la que nace y se desarrolla necesariamente
el concepto de “bueno”, en el sentido de “distinguido” respecto del alma, de “noble” en el sentido
de “alma excelente”, de “alma privilegiada”. Esta evolución siempre discurre en paralelo a aquella
otra que hace que los conceptos de “vulgar”, “plebeyo”, “bajo” terminen por convertirse en “malo”.
4
La fase piloto, que comenzó en diciembre de 2012, buscaba definir el procedimiento de reclutamiento de los panelistas
y afinar las modalidades de gestión del panel y de producción de encuestas.
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Apoyándonos y prolongando estas ideas, formulamos la hipótesis según la cual la construcción de
perspectivas morales diferenciadas consiste mucho más en rechazar ciertos principios que en
oponerles otros, concurrentes, de manera explícita. Las recientes investigaciones sobre prácticas
culturales muestran que lo que se rechaza, en el terreno cinematográfico por ejemplo, constituye, en
un contexto prácticas “omnivoras”, un marcador social importante (Coulangeon, 2011; Duval,
2011). Asimismo, la valorización del cosmopolitismo en lo culinario va de la mano de disgustos
alimentarios especialmente discriminantes socialmente (Tissot, 2013). Lo que se construye como
legítimo resulta secundario respecto de lo que se construye como ilegítimo.
¿Porqué estudiar las aversiones “morales”?
Para dar con los principios de clasificación evocados, decidimos poner el acento en su dimensión
moral y no limitarnos a las aversiones culturales. Las aversiones morales ocupan un lugar central en
La Distinction y, sin embargo, fueron poco estudiadas como tales. La obra parte de la relación con
la cultura pero supera este campo de la práctica para abordar algo que engloba la relación consigo
mismo, la relación con los demás dentro de grupos definidos por el entramado de relaciones
sociales en las que se encuentran los individuos, la relación con los demás fuera de estos grupos, es
decir las relaciones entre grupos, la relación con las instituciones, etc. A través de las diferentes
relaciones citadas podemos considerar los principios de comportamiento (explícitos o, más
generalmente, implícitos) como morales, debido a su doble carácter de obligación: por un lado
obligaciones “negativas” (para retomar la terminología durkheimiana de Las formas elementales de
la vida religiosa), que prohíben ciertos actos, y “positivas” por otro lado, cuando delimitan el orden
de lo deseable.
Nuestro objetivo fue asirnos de estos principios morales y aversiones bajo la forma de
posicionamientos morales ligados a determinadas situaciones, y no como productos inmanentes de
“lo social”, ni como racionalizaciones abstractas o, peor aún, dotadas de trascendencia (o de
universalidad). Aunque el cuestionario, contrariamente a las observaciones, no permite acceder a
los discursos y prácticas reales, en actos (Elias y Scotson, 1997), tratamos de dar con estos
posicionamientos morales “en situación”. Para lograrlo, a través del cuestionario, pedimos a los
participantes que se proyectaran en situaciones de la vida cotidiana, algunas de las cuales podían
aparentarse a casos límite. Estas situaciones, si bien artificiales, nos parecieron idóneas para
promover la expresión de puntos de vista desde “adentro”, desde el “interior” de cada uno, aunque
fueran las opiniones más alejadas del eje de producción de la moral y de la cultura legítimas. Se
trataba de no reducir las aversiones morales a la expresión de valores, tomando en cuenta la manera
en que implican sentimientos y emociones (cf. Fassin, 2009; Siméant 2010 ; Lignier y Pagis 2014).
El cuestionario fue elaborado para poder identificar normas, emociones y afectos en situación, y no,
5
como es el caso corrientemente, para dar con valores formalizados y supuestamente actuantes sea
cual fuere la situación. Nuestro primer objetivo era el de identificar, en el marco de ámbitos
prácticos diversos, moralidades socialmente diferenciadas (Lukes, 2015) y susceptibles de
expresarse de manera contrastada.
He aquí algunas de las preguntas que hicimos:
Para Usted, lo peor sería vivir en un entorno:
1. Sucio
2. Ruidoso
3. Desierto
4. Mal frecuentado
Cambiar los pañales de un bebé:
1. Es un momento de intercambio importante con el niño
2. No me molesta, es algo banal
3. A veces me da asco, pero lo hago igual
4. No me veo haciéndolo
5. No me siento o nunca me sentí concernido
Los cimientos de las aversiones morales: ¿grupos sociales con habitus coherentes?
En la continuidad de las ideas de La Distinction, las moralidades en situación, asidas a través de las
aversiones, fueron vislumbradas por diversos autores como el producto de condiciones particulares
de existencia a las que los agentes responden en función de los recursos de que disponen y de las
restricciones a las que están sujetos. Se trataba de identificar, en un mismo movimiento, cómo estos
principios y aversiones generan prácticas y definen fronteras de grupos en situaciones particulares5.
Así, la “arquitectura moral de los grupos sociales” (Siméant, 2010:153) era concebida de manera
situada, relacional.
La mirada se amplifica, con miras a la dimensión moral, rompiendo con la focalización de los
“distinction studies” o de los trabajos de Bernard Lahire (desde La culture des individus) sobre las
prácticas y disposiciones estéticas y culturales. De este modo se reconduce la ambición totalizadora
de La Distinction y su reflexión sobre el habitus como “sistema de disposiciones estructuradas y
estructurantes”. Nos pareció que una entrada vía la moral y las aversiones tales como se manifiestan
en situación y según diferentes terrenos de la práctica (por ej. de la moralidad y las apetencias) nos
daba la posibilidad de tratar frontalmente la cuestión de la coherencia de los sistemas de
disposiciones, de su potencial plasticidad así como la cuestión de las condiciones sociales de esta
coherencia y esta plasticidad.
5
Es lo que también constatan Elias y Scotson al estudiar la aversión pronunciada de ciertos individuos respecto de
otros: no se trata de meros prejuicios individuales sino de una estigmatización colectiva que debe comprenderse a nivel
grupal (p. 35).
6
Nuestro segundo objetivo, después de la mencionada identificación de moralidades socialmente
diferenciadas, era el de pensar la gramática generativa de actitudes y prácticas (Passeron, “Prólogo”,
Hoggart, 1970), gramática que permite definir lo que se hace y lo que no, lo que tiene valor y lo que
no, lo que gusta y lo que no.
La encuesta fue pensada para poner a prueba la idea de coherencia (relacional) del habitus, creando
las condiciones para dar cuenta de ello sociológicamente, a través de la articulación de: 1) los
diferentes posicionamientos morales ligados a situaciones específicas recogidas por el cuestionario
y 2) de estos posicionamientos con los recursos de que disponen los agentes y con las prácticas y
posicionamientos ausentes del cuestionario, aunque accesibles a través el tronco común que da las
características de cada panelista (costumbres de vida, política, religión, salud, esparcimiento…).
Los cimientos de las aversiones morales 2/2: lógicas de jerarquización y de alterización
Nuestra investigación busca prolongar la ambición de La Distinction a través del análisis de las
lógicas de alterización, lógicas manifestadas por los posicionamientos morales y las aversiones. De
hecho, la puerta de entrada que elegimos es una herramienta privilegiada para analizar los
mecanismos de distanciación y jerarquización a la obra en el espacio social. Distinguirse consiste en
marcar una distancia respecto de determinadas maneras de pensar o de actuar. También significa
afirmarse como diferente, tomándose como referente, y atribuirle al “Otro” menos valor que a sí. La
operación de jerarquización y la de distinción se presentan por ende como indisociables. Para
retomar los términos de Christine Delphy, el proceso de “alterización” (2008), es decir el proceso
de clasificación que produce la definición relacional de lo que somos, pasa por la afirmación de una
jerarquía y conduce a la esencialización estigmatizante del dominado. Colette Guillaumin observa
que las mujeres son diferentes mientras que los hombres son, y que ellas “logran la proeza de ser
diferentes solas” puesto que “su naturaleza es la diferencia” (Guillaumin, 1992).
Desde esta perspectiva, el cuestionario permite identificar la distancia que los grupos proclaman
entre sí a través de la alterización, según principios de clasificación (y jerarquía) ligados a la clase,
al sexo y/o a la sexualidad. Los escenarios de aplicación de los rechazos morales que les hemos
propuesto a los encuestados respondedores no son únicamente objetos, prácticas y principios que
constituyen los ámbitos más visibles (porque decibles) de expresión de la moralidad. También
buscamos que se expresaran las aversiones respecto de diversas figuras y grupos sociales
establecidos como figuras de la “alteridad”. Concretamente, preguntamos, por ejemplo, lo siguiente:
¿quién encarnaría al peor superior jerárquico? ¿Quién es o sería el peor conyugue para el hijo/a del
encuestado?).
Al interrogar las formas de “alterizacion” ordinarias construidas sobre la raza, la clase, el sexo, la
7
sexualidad y que consisten en acordarle a un individuo o a un grupo un valor menor, buscamos asir
la manera en que estos modos de categorización - que participan de la “fábrica del otro” (Delphy,
2008, p.26) - son constitutivos de las relaciones identitaria que se establecen consigo mismo y con
el mundo.
El amarre teórico de este pasaje, de este camino de la distinción a la alterización se justifica por la
importancia de las operaciones de categorización ordinarias que realizan los agentes a partir de los
principios de inclusión/exclusión. Más precisamente, la encuesta busca identificar cómo los juicios
morales y las aversiones sociales funcionan (o no) como operadores lógicos productores de una
separación entre interior y exterior del grupo. ¿En qué medida la esfera de la moralidad se extiende
por fuera de las fronteras del grupo, delimitando, tanto para sus miembros como para quienes no
pertenecen a él, lo que está permitido, lo que está prescrito y lo que está prohibido? Además, las
operaciones de categorización no tienen un carácter de asignación identitaria imperativa de igual
grado según los recursos que se tienen: éstos últimos determinan las posibilidades del juego entre lo
prescrito, lo prohibido y lo permitido a tal punto que, a veces, cuando un agente tiene recursos
suficientes puede tener un poder sobre la definición de si mismo. Esta definición es a la vez la de lo
inconveniente, ligado a las diferentes posiciones, y la del mal gusto.
2. Condiciones y restricciones en la producción de la investigación
Para concretizar estos intenciones de investigación hemos utilizado un dispositivo de
administración digital de encuestas cuantitativas. Respecto de ELIPSS (Etude Longitudinale par
Internet Pour les Sciences Sociales), aclaremos también que se caracteriza por un muestreo aleatorio
de direcciones sorteadas por el INSEE y por la entrega a todos los panelistas de tablets táctiles
conectadas a Internet (3G).
ELIPSS es un panel aleatorio de individuos que residen en hogares ordinarios, según la definición
del INSEE. Están excluidas, por lo tanto, las personas sin domicilio o que habitan viviendas
precarias, las personas que residen en colectividades (prisiones, geriátricos, residencias
estudiantiles, etc.) así como las personas que no dominan suficientemente el francés para responder
a los cuestionarios auto-administrados6.
Esta etapa del trabajo se realizó utilizando tablets táctiles conectadas a Internet, que los panelistas
recibieron a cambio de su participación, lo cual permitió que respondieran a los cuestionarios aún
6
La base de la encuesta está conformada por viviendas censadas en el 2011. A partir de esta base, el INSEE sorteó 4500
viviendas de manera aleatoria para realizar un muestreo. Las 4500 direcciones fueron divididas en tres sub-muestreos:
uno principal de 3500 direcciones y dos de reserva (300 y 700 respectivamente), a utilizar en caso de no alcanzarse el
objetivo de los 1500 panelistas. Luego, dentro de cada hogar seleccionado, se sortea una sola persona. Un instituto de
sondeo de opinión relanzó a los sorteados y desarrolló medidas de aproximación y captación. Fueron movilizados 110
encuestadores.
8
sin tener conexión Internet. En la fase de test, los cuestionarios fueron dirigidos a 1500 individuos,
con una atrición regular de la muestra. En nuestro caso, el cuestionario fue dirigido a 909 panelistas.
Ventajas y límites del dispositivo
Entre las ventajas respecto al modo de direccionamiento del cuestionario, podemos evocar: los
costos reducidos debido a la ausencia de encuestador, un tiempo de colecta corto, la libertad que se
les deja a los panelistas, la variedad de temas abordados en este contexto (vida íntima, personal), las
posibilidades técnicas ofrecidas por la interface digital (interactividad, producción de fotos y videos,
etc.). Podría pensarse que se trata de un dispositivo relativamente “frio” e impersonal, lo cual sería
un inconveniente para dar con las emociones, aversiones, y formas de reprobación moral. En
realidad, la interface resulta más bien amena, y, como lo veremos luego, el hecho de agregarle
imágenes al cuestionario refuerza este aspecto. Por último, podemos pensar que el hecho de
interactuar únicamente con un artefacto permite expresar posiciones potencialmente difíciles de
verbalizar abiertamente (frente a un encuestador, por ejemplo). Entre los límites evoquemos la
incierta identidad de la persona que responde el cuestionario, la desigual seriedad con la que se
lleva a cabo la tarea, etc.
El muestreo
Dimensión de la muestra: 909 panelistas seleccionados aleatoriamente. Tasa de respuesta del 91%.
Estructura de la muestra y representatividad
Los grupos de edad más elevada son los más infra-representados, así como los jóvenes de entre 18 y
25 años, un grupo al que, en Francia, resulta generalmente difícil llegar. Por el contrario, los
hogares constituidos por una sola persona están sobre-representados, así como las personas muy
diplomadas, los ejecutivos y profesiones intelectuales superiores, y, más globalmente, las personas
que tienen empleo.
Por otro lado, la repartición hombres-mujeres se avecina considerablemente a la de la población.
Una ponderación permite apuntalarse sobre el censo del 2011, tomando apoyo principalmente en la
zona geográfica, pero no la utilizaremos en el día de hoy.
3. El cuestionario
Principios generales adoptados
Los principios que guiaron la construcción del cuestionario fueron definidos negativamente y
positivamente. Negativamente, haciendo hincapié en una serie de posturas que buscábamos evitar.
Se trataba de evitar los puntos de vista evaluativos y “cenitales”, al igual que el sesgo objetivista y
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reduccionista que nos habría llevado a presuponer “moralidades tipo” o moralidades coherentes. En
esta misma perspectiva, teníamos en mente evitar proponer modalidades que correspondieran a las
claras a la investigación, así como la expresión de lo que podríamos llamar “una buena voluntad
moral” de los encuestados. Respecto de este punto, no logramos totalmente lo que deseábamos.
Queríamos evitar respuestas demasiado “pensadas”, al igual que preguntas susceptibles de generar
una fuerte atrición (esto provocó debates dentro del CST, puesto que no había consenso sobre lo
que se supone hace desertar a los encuestados.
Estos sesgos fueron evitados, en parte, gracias a soluciones “técnicas”. Para evitar las no-respuestas:
si los panelistas trataban de pasar por alto la pregunta sin responder, aparecían los botones “No sé”
y “Me niego a responder”, acompañados por un mensaje incitativo. Algunas preguntas (sobre
programas de televisión, o una serie de preguntas sobre las mentiras) dejan la posibilidad de pasar
sin dar una respuesta, aunque allí también aparece un mensaje incitativo que relanza a los
encuestados7. Del mismo modo, optamos por la rotación aleatoria en el orden de aparición de las
preguntas y de las modalidades para evitar que se fijara una secuencia de preguntas y se armara una
suerte de narración específica, temática. La técnica que tiende a evitar el efecto de “jerarquización”
de las proposiciones es invisible para los encuestados. Su interés reside en que se puede desarmar a
posteriori lo que podría aparecer como una concatenación fija y jerarquizada de variables y
modalidades, lo cual perturbaría el análisis y la interpretación.
Los principios de la encuesta también fueron definidos positivamente. Teníamos en mente (o,
mejor dicho, aparecieron a lo largo de la concepción del cuestionario), 4 grandes objetivos:
- Obtener expresiones espontáneas de rechazo y aversión;
- Proponer situaciones cargadas de cuestiones morales de intensidad variable;
- Cubrir un amplio espectro de cuestiones morales y prácticas;
- y por último, hacer que se expresen puntos de vista tajantes, opuestos unos a otros.
Para obtener respuestas lo más espontaneas posible apostamos a la heterogeneidad de las
situaciones (algunas previsible, otras originales), a una pluralidad de tonos en la escritura de las
preguntas (recurriendo regularmente a un tono familiar8) y al uso de presentaciones visuales.
El uso de imágenes apuntaba tanto a evitar un sesgo nominalista como a promover una atmósfera
“familiar” o “amical”, condición necesaria para obtener “paradojas internas” (imagen A).
7
El análisis del tiempo de respuesta permitirá fabricar un “indicador de perplejidad” que será nutrido por la observación
de situaciones en las que un encuestador pasará el cuestionario, seguidas de entrevistas (por fuera de la muestra).
8
Respecto de la variedad de tonos en la redacción de las preguntas, algunas fueron escritas en un estilo escolar, otras
por el contrario formuladas en un estilo muy directo o familiar (el usar signos de exclamación en las modalidades, por
ejemplo, fue concebido como una invitación para que se expresen “sentimientos y sensaciones fuertes”).
1
Entre las situaciones heterogéneas respecto de los retos morales, algunas se ubicaron en el terreno
de lo emocional y/o moral (con guiones y opciones susceptibles de ser percibidas violentamente en
el plano simbólico), mientras que otras son, a priori, retos poco importantes. Algunos ejemplos de
preguntas a dimensión “existencial”: “Imaginemos que sus padres se vuelven físicamente
dependientes y/o frágiles psicológicamente. ¿Quién, a su parecer, debería tomar las decisiones
importantes que los atañen?”; o “¿Dejaría a su pareja si… ?. – Estaria infidel; - Ya no me sentia
libre” etc.
Imagen A : Ejemplo del uso de imágenes en el dispositivo
Respecto de las preguntas sin grandes retos morales encontramos las relativas al consumo de
esparcimientos, por ejemplo aquella en la que se pregunta qué tipo de zapatos gusta menos. Como
vemos, alternamos la presentación de situaciones límite, ambiguas o en las que se enturbia el orden
establecido. También hicimos uso de preguntas que permiten, so pretexto de ser preguntas de
opinión, obtener respuestas relativas a las prácticas de los encuestados, banalizándolas. Por
ejemplo: “Tener tatuajes”: 1. Tengo y estoy contento/a; 2. Tengo, pero hoy preferiría no tenerlos
más; 3. No tengo, pero porqué no tener uno; 4. Nunca tendría.
Estructuración y redacción del cuestionario
El cuestionario está estructurado temáticamente, a lo cual se agregan 5 dimensiones de las que
hablaré enseguida. Respecto de los temas, que son 4, los ámbitos de expresión y aplicación de la
moralidad se expresan sistemáticamente en: “salud, cuerpo, medio ambiente”; “familia, educación”;
1
“instituciones, política” y por último “economía, esparcimiento, consumo”.
Respecto de las 5 dimensiones estructurantes del cuestionario, 2 conciernen las aversiones (cosas
por un lado y grupos sociales por el otro – la alterización) y 3 conciernen la moralidad. Estas
últimas sondean la jerarquía concebida por los encuestados en términos institucionales y políticos,
la escala de razonamiento utilizada (para sí, para su entorno/grupo, para la sociedad) y la relación al
orden establecido. En este último caso, se trata de asir las disposiciones a la conservación o a la
transformación del mundo (instituciones, cuerpo, cosas). Concretamente, pusimos en escena
relaciones de dominación que pueden ser consideradas como perturbadas para observar si el
encuestado desea conservar o modificar estas relaciones (en todos los casos). Por ejemplo, “Un
hombre que pasa la fregona (o coleto, trapo de piso, etc., según los países): 1. Me pone incómodo;
2. No tengo ningún problema; 3. Lo hará mal; 4. Es un buen ejemplo para los niños”. Otro ejemplo:
“Una mujer que elije el modelo de auto de su marido”, etc.
En total, el cuestionario está compuesto por 63 preguntas, mayoritariamente preguntas de opinión
(52). La gran mayoría son preguntas originales. Siete preguntas prácticas fueron agregadas en caso
de no aparecer en el tronco común (por otro lado bien fornido, puesto que aporta informaciones
sobre ingresos, patrimonio, situación matrimonial, afiliación políticas, asociativa, etc.). Agregamos
principalmente variables relativas al cuerpo (por ejemplo la pregunta 29: ¿Ya ha intentado hacer
una dieta?)
Ahora ilustraré algunos casos de preguntas que no funcionaron bien. Se trata de respuestas que
tendríamos que haber anticipado, por ejemplo respecto de la expresión obligatoria de la tolerancia.
Un ejemplo, el de la cirugía estética: “Me fastidia, pero es útil en algunos casos médicos” (65,7%).
De todos modos, esta forma de tolerancia procede de lo que podríamos llamar una tolerancia
condicionada. Asimismo, obtenemos la expresión obligatoria de la buena consciencia: “Un hombre
que pasa la fregona. - No tengo ningún problema” (79%).
La expresión obligatoria de la libertad de conciencia: ¿Qué debe hacer un cura que dudaría de la
existencia de Dios? – Eso lo atañe a él solo” (64,1%). Este aspecto del problema se habría
presentado de otro modo si hubiésemos sido menos etnocéntricos.
4. Los resultados
Haremos una primera modelización provisoria del espacio de los “puntos de vista morales”. Este
modelo fue hecho utilizando un Análisis de Correspondencias Múltiples (ACM) específico, que
combina 26 preguntas activas: 25 emanan de nuestro cuestionario MORACT, una es tomada del
tronco común. En esta versión preliminar, fueron tomados en cuenta 785 individuos.
1
Varias elecciones metodológicas importantes deben ser precisadas aquí:
1. La técnica estadística adoptada, el ACM específico, procede del análisis geométrico de los datos
que fue desarrollado a partir del trabajo de Jean-Paul Benzecri, en especial bajo la influencia de
Henry Rouanet y Brigitte Le Roux (Benzécri et al., 1973; Le Roux y Rouanet, 2010). La afinidad
entre el análisis geométrico de los datos y la teoría de los campos9 fue subrayada en varias
ocasiones (Bourdieu, 2001; Lebaron y Le Roux, 2013). Esta afinidad permite hacer coincidir una
visión espacial del mundo social y una representación espacial de los datos, proporcionando el
resumen geométrico de un cuadro amplio, bajo la forma de una nube de puntos. El ACM,
ampliamente utilizado por Pierre Bourdieu, es la herramienta que permite obtener gráficamente una
representación estructural del mundo social (el ACM proporciona un “resumen” del cuadro
constituido por individuos asociados a una serie de características. Como lo plantea J. Duval: “Sus
resultados no son una simple restitución de las elecciones que presidieron a la construcción de los
datos. Un ACM tiene un potencial revelador, hasta para quien elaboró el cuadro, por ejemplo
haciendo aparecer distancias o, por el contrario, proximidades entre individuos y modalidades que
no son, o no son exactamente, aquellas que se esperaban. El ACM recuerda que dos individuos o
grupos percibidos como concurrentes, e incluso adversarios, opuestos en todo según la lógica
ordinaria de las “pequeñas diferencias”, tienen casi las mismas características de posición; también
nos recuerda que dos tipos de recursos que a priori parecen excluirse tienden a distribuirse de la
misma manera en la población estudiada”. (Duval, 2013: 125).
La cuantificación utilizada en una lógica multidimensional busca “operacionalizar y darles
visibilidad a las dimensiones fundamentales del espacio social, es decir a las diferentes clases de
capitales, económico, cultural, social y simbólico; después de haberlas objetivado, este método las
combina para aportar una modelización geométrica de los datos, que es también un resumen de todo
un conjunto de regularidades sociales” (Lebaron, Le Roux, 2013: 111). Esta construcción
estadística, asociada a la noción de campo, permite dar una visión relacional del mundo social.
Además de la perspectiva geométrica, el interés del ACM específico (Leroux, Rouanet, 2010) es
que permite usar ciertas modalidades de manera ilustrativa. Estas no contribuyen a la construcción
del espacio. En el caso que nos ocupa, podemos descartar las no-respuestas (generalmente escasas),
así como las modalidades de menor interés debido a su baja frecuencia. De este modo, se mengua la
pérdida de dimensionalidad del espacio.
2. Debemos señalar una segunda elección metodológica importante. Las preguntas elegidas remiten
a posicionamientos morales. No se trata de datos socio-demográficos clásicos (edad, sexo, etc.), ni
de indicadores de posición social (CSP, ingresos), ni tampoco de resúmenes de trayectorias
9
Un campo es, en la teoría de P. Bourdieu, un espacio social de acción y de influencia en el que confluyen relaciones
sociales determinadas. Estas relaciones quedan definidas por la posesión o producción de una forma específica de
capital, propia del campo en cuestión.
1
anteriores (diplomas, orígenes sociales, etc.). Dicho de otro modo, apostamos a que, partiendo de
las representaciones y estrategias de presentación de sí, daremos con la estructura del espacio social.
Una elección constructivista, pero que, al estar pensada en el marco de una teoría de la práctica, no
deja de ser objetivista. Esta perspectiva tiene una doble ventaja: primero, nos resguarda de una
crítica fácil, que consistiría en reprocharnos con estructurar el espacio social a priori y, por ende,
con encontrar únicamente lo que buscamos. Esta manera de trabajar, además, permite superar un
punto de vista meramente descriptivo. Ubicar las variables sociológicas clásicas como elementos
suplementarios del análisis introduce una dimensión predictiva, y, por lo tanto, inferencial.
El ACM específico permite despejar dos ejes principales, que representan de por sí el 50% de la
varianza total de la nube inicial (cuadro).
La disminución de los valores propios invita a concentrarse en estos dos ejes para hacer la
interpretación estadística y sociológica de los resultados.
Si bien las secciones que construimos son relativamente equilibradas, su contribución al análisis es
diferente. Las preguntas relativas a la economía, al consumo y al esparcimiento son las que “pesan”
menos en la construcción del espacio en su conjunto. Inversamente, la sección política e
instituciones cuenta más que todas las otras.
Sin embargo, los ejes presentan dos perfiles diferentes: para el eje 1, las cuestiones políticas
predominan. Para el eje 2, prevalece la relación a la salud y al medio ambiente.
Las modalidades que más contribuyen al eje 1 remiten a visiones del mundo político y social
claramente antagónicas (gráfico I). Por un lado, los encuestados se pronuncian contra la pena de
muerte, piensan que el dinero debe ser distribuido, desean transmitir a sus hijos el sentido de la
solidaridad. Por el otro, desconfían de individuos que tienen varias nacionalidades, se dicen
favorables o muy favorables al restablecimiento de la pena de muerte y priorizan el respeto hacia
los mayores. Evidentemente, el eje debe ser analizado como un continuum. Las posiciones polares
son escasas. La heterogeneidad de los patrones de respuesta es importante (687 patrones para 785
respondedores). De hecho, el eje 1 subsume varias líneas divisorias. En los dos polos los individuos
no tienen la misma relación con la escuela y al saber: mientras que en el costado izquierdo se
considera que la prioridad del Estado debería ser la educación y se teme el “bodorrio cultural” de su
hijo, en el derecho la lectura es considerada aburrida. A esta fractura se agrega una divergencia
respecto de la relación con la alteridad: por un lado los encuestados se expresan contra la diferencia
étnica, sexual y religiosa, y por el otro lado del eje (lado izquierda) se la considera como una
riqueza.
El primer eje expresa una mayor o menor adhesión a lo que algunos politólogos llaman el
“liberalismo cultural”, es decir un sistema de valores que privilegia al individuo en general y a su
1
plenitud10. Simétricamente, el eje traduce una distancia más o menos grande a la moral dominante
que, salvo por las preguntas refugio y a propósito de la pena de muerte, no es mayoritaria (48% de
los individuos se sitúan a la izquierda del eje y 52% a la derecha).
El segundo eje del análisis pone en primer plano las preguntas sobre el cuerpo, la salud y el medio
ambiente. Estas se combinan con datos políticos e institucionales. Por un lado, las modalidades más
contributivas remiten a la aceptación de la mentira en pos de ayudar a un ser querido (mentirle a su
propia familia e incluso a la policía), a los tatuajes, al descreimiento religioso. Los individuos
ubicados en esta parte del espacio parecen privilegiar el principio de placer (las comidas, por
ejemplo, deben ser sabrosas) y la autonomía individual, tanto respecto del amor como para hacer
justicia por mano propia. Del otro lado, en el eje 2, se proclama la fe religiosa, se reivindica
fidelidad y se rechazan la homoparentalidad y los tatuajes. Este catálogo algo disparatado puede
sorprender, en un primer momento. ¡Pero religión y tatuajes no hace buena dupla!11 Así, el eje 2
distingue los individuos en función de su adhesión a la moral religiosa: por un lado una forma de
tradicionalismo y espiritualismo religioso, con las prohibiciones que conlleva; por el otro la
afirmación de una forma de hedonismo y de materialismo (lo que más cuenta, a fin de año, es
obtener un aumento de sueldo).
Está claro que lo expresado por los encuestados concierne creencias y estrategias de presentación de
sí mucho más que prácticas. La tolerancia exhibida por algunos y el hermetismo reivindicado por
otros son teóricos. Pero sea cual fuere la naturaleza del dispositivo utilizado, incluso en las
entrevistas, se estará sujeto a ciertas limitaciones clásicas: una interacción descontextualizada y aquí
mediada por un artefacto, problemáticas posiblemente impuestas, etc. También podemos imaginar
que ciertos panelistas, sabiendo que el dispositivo no comporta sanción alguna, quieran dar falsa
una imagen social de sí-mismos, o exagerada, y hasta que puedan divertirse con todo esto.
Así, en vez de tratar las representaciones morales y su coherencia “ideológica”, más vale apuntar a
las características sociales de los encuestados, y a sus condiciones materiales de existencia, para
intentar identificar las razones de sus elecciones morales.
Ahora nos concentraremos en algunas variables clásicas: edad, sexo, nivel de diploma y CSP.
El eje 1 expresa una jerarquía social de conjunto y separa claramente a los ejecutivos (en especial
los de la función pública, a la extrema izquierda del gráfico I y II) de las otras CSP, en particular de
los obreros y empleados (gráfico II).
Los más fieles defensores del liberalismo cultural se encuentran entre los más ricos y, sobre todo,
10
Ver por ejemplo Jacques Capdevielle, Elisabeth Dupoirier, Gérard Grunberg, Etienne Schweisguth y Colette Ysmal,
France de gauche vote à droite, París, FNSP, 1988.
11
Internet rebalsa de sitios que “recuerdan” la condena de lo que se considera una alteración del cuerpo y, por lo tanto,
una mutilación de la creación divina.
1
entre los más cultivados. Para ellos el espacio de los posibles es el más amplio, al estar mejor
dotados en capital económico y cultural; son también quienes pretenden ser los más abiertos en
numerosos aspectos (gráfico III).
Pero, evidentemente, la apertura exhibida tiene sus límites: a los ejecutivos no les gusta el “ruido”
en su entorno, y cuando se los interroga sobre los individuos cuyo estilo de vida es el más alejado al
propio, designan sin dudarlo a empleados y obreros. A la inversa, obreros y empleados designan a
los patrones y ejecutivos y, sobre todo, a los maestros. Indudablemente, la aversión por el
liberalismo cultural es, al menos en parte, una aversión respecto de la escuela, personificada en el
docente. La escuela afirma el mérito individual de individuos bien nacidos que hacen de la
educación la justificación esencial de su posición social. Pero, además, la escuela reproduce la
estructura social y desvaloriza a quienes se aburren con los libros.
Tres variables pueden ser movilizadas para interpretar el eje 2: la edad, el sexo y la CSP. El
conservadurismo parece ser en gran parte un asunto de edad, lo cual resulta muy clásico (gráfico).
Religiosidad y grupo de edad crecen a la par, lo que puede interpretarse como un efecto de la edad
(al aproximarse la muerte), así como un efecto de generación (los mayores son también los que
recibieron una educación mas religiosa).
En menor medida, hombres y mujeres se oponen en el eje 2: las mujeres son más religiosas que los
hombres, o, por lo menos, le dan mayor importancia a la religión. Es una paradoja, puesto que las
religiones están íntimamente ligadas a la dominación masculina. Una paradoja que, según algunos
sociólogos del género y de las religiones, se explica por el hecho de que el espacio religioso, en un
contexto androcéntrico, puede ofrecerles a las mujeres una forma de consagración que no reciben en
otros espacios. Linda Woodhead (2012) nota que el cristianismo, mayoritario en nuestra muestra,
“logró ser una religión a la vez consolidadora y táctica. Apuntala el orden existente al consagrar el
trabajo doméstico de las mujeres, afirmando una identidad femenina que eleva el prestigio espiritual
y moral, erigiendo distinciones de clase fundadas sobre la virtud cristiana y reforzando la ideología
de la separación entre las esferas. Pero por otro lado, a algunas mujeres les ofrece recursos para
negociar más poder y protección, y para acceder a la vida cívica y publica”12.
La última variable para dar cuenta del eje 2 es la oposición expresada entre obreros, por un lado, y
artesanos, comerciantes, etc. por el otro (habría que trazar una elipse para cada uno). Mentirle a la
policía, hacer justicia por mano propia, afirmar su virilidad (por ejemplo a través de un tatuaje) son
elementos que remiten a una cultura obrera, bien diferente del conservadurismo a menudo asociado
al mundo de la tienda.
12
Linda Woodhead, “Les différences de genre dans la pratique et la signification de la religion”, Travail, genre et
sociétés 1/2012 (n° 27), p.48.
1
El espacio que se construye a través de este análisis no permite únicamente concluir que ejecutivos
y categorías populares son diferentes desde el punto de vista moral, los primeros revelándose más
abiertos y liberales que los últimos. También muestra que la relación al orden social tradicional
sigue siendo recusada en el ámbito obrero.
Conclusión
El modelo asaz rudimentario del espacio de los “puntos de vista morales” que aquí propusimos se
enriquecerá en el futuro. Primero al integrar variables e individuos que no hemos contemplados
hasta hoy. Luego, sobre la base de la matriz de la encuesta, al construir nuevos indicadores relativos
a los orígenes sociales y al estado de salud física y mental.
Por último, quisiéramos volver sobre la cuestión de la plasticidad o, por el contrario, de la
coherencia de los habitus, a través del estudio de la dispersión de los patrones individuales de
respuesta. La idea es relacionar esta dispersión con indicadores de precariedad, criterios
geográficos, elementos de trayectoria, etc.
La base que se construyó en el marco del dispositivo ELIPSS es interesante porque permite
numerosos reaprovechamientos: o bien focalizándose en sub-grupos y en cuestiones específicas, o
bien realizando encuestas localizadas que la base permitirá contextualizar.
Para terminar, agreguemos aquí que la encuesta MORACT puede resultar un excelente instrumento
de reflexividad. El punto de vista moral de los sociólogos que concibieron la encuesta, de hecho,
está claramente situado del lado del liberalismo cultural y es materialista antes que tradicionalista.
Dos elementos que tal vez expliquen nuestro escepticismo al momento de leer los primeros
resultados…
1
ANEXOS
Tabla I : Ejemplos de preguntas rajantes 1/3
Un homme
Une femme
Ensemble
Moins de 35 ans
De 35 à 49 ans
De 50 à 64 ans
65 ans et plus
Ensemble
Agriculteurs exploitants
Artisans, commerçants et chefs d'entreprise
15,8
25,7
21,1
25,8
21,0
21,4
13,5
21,2
37,5
Cela ne me
dérange pas, je
reste à ma place
67,0
62,5
64,6
59,4
63,3
64,1
76,4
64,3
62,5
25,7
65,7
2,9
5,7
100,0
Cadres et professions intellectuelles supérieures
Professions intermédiaires
Employés
Ouvriers
Ensemble
13,0
24,6
22,0
21,0
20,5
75,0
61,1
63,0
57,1
64,8
6,0
7,4
3,0
12,6
6,4
6,0
6,9
12,0
9,2
8,3
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Vous êtes à la plage. Un couple de nudistes vient
s'installer près de vous. Que faites-vous ?
Je m'en vais
Je trouve ça
sympa
Je leur dis de s'en
Ensemble
aller
10,2
2,6
6,2
7,1
4,3
9,0
3,4
6,2
0,0
6,9
9,1
8,1
7,7
11,4
5,6
6,7
8,3
0,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Tabla II : Ejemplos de preguntas rajantes 2/3
Les tatouages…
J'en ai, mais aujourd'hui je
Je n'en ai pas, mais
J'en ai et j'en suis bien préférerais ne plus les avoir
pourquoi ne pas en
/ je n'en suis plus
content(e)
avoir un
satisfait(e)
Un homme
11,0
Une femme
14,0
Ensemble
12,6
Moins de 35 ans
21,3
De 35 à 49 ans
16,8
De 50 à 64 ans
5,5
65 ans et plus
3,3
Ensemble
12,7
Agriculteurs exploitants
0,0
Artisans, commerçants et chefs
8,6
d'entreprise
Cadres
et
professions
8,1
intellectuelles supérieures
Professions intermédiaires
9,0
Employés
14,8
Ouvriers
22,7
Ensemble
12,5
Je n'en aurai
jamais
Ensemble
2,2
0,7
1,4
0,6
1,4
2,6
0,0
1,4
0,0
27,5
31,1
29,5
48,4
33,0
20,4
11,0
29,6
25,0
59,2
54,2
56,5
29,7
48,8
71,5
85,7
56,3
75,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
2,9
22,9
65,7
100,0
0,5
1,7
1,0
2,5
1,4
26,3
28,2
31,0
36,1
29,5
65,1
61,0
53,2
38,7
56,6
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
1
Tabla III : Ejemplos de preguntas rajantes 3/3
Un ami très proche vous demande vous demande de mentir.
Oui
Vous le faites si c'est…A la police
Un homme
21,0
Une femme
11,1
Ensemble
15,7
Moins de 35 ans
23,9
De 35 à 49 ans
13,8
De 50 à 64 ans
14,5
65 ans et plus
11,2
Ensemble
15,8
Agriculteurs exploitants
14,3
Artisans, commerçants et chefs d'entreprise
8,8
Cadres et professions intellectuelles supérieures
14,7
Professions intermédiaires
17,8
Employés
11,6
Ouvriers
20,2
Ensemble
15,2
Non
Ensemble
79,0
88,9
84,3
76,1
86,2
85,5
88,8
84,2
85,7
91,2
85,3
82,2
88,4
79,8
84,8
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Tabla IV : El espacio de las posiciones morales : las preguntas mas contributivas
Pregunta
La peine de mort, vous êtes…
EJE 1
Pregunta
15,323 Avoir un ou des tatouages...
Un ami très proche vous demande de
En matière de budget, quelle devrait être selon
mentir, vous le faites si c’est à…la
vous la priorité de l’État ?
10,033 police
Quelle importance accordez-vous
Si vous avez ou aviez des enfants, le pire pour
vous est ou serait de ne pas réussir à leur
aujourd’hui à la religion dans votre
transmettre…
8,717
vie ?
Une personne qui veut se faire
En tant que parent ou éventuel parent, le pire
pour vous serait que votre enfant ait un(e)
justice elle-même. Trouvez-vous cela
conjoint(e)…
7,264
normal ?
Considérez-vous la prostitution
Les personnes qui ont plusieurs nationalités…
6,975
comme un travail ?
Ce qui compte le plus au quotidien,
Votre conjoint(e), vous le ou la quitteriez…
6,286
c’est que vos repas…
Votre conjoint(e), vous le ou la
Les aliments bio…
5,697
quitteriez…
Vous êtes à la plage, un couple de
nudistes vient s’installer, près de
L’argent c’est avant tout fait pour être…
5,351
vous. Que faites-vous ?
Lequel de ces animaux vous
L'activité qui vous ennuie le plus…
5,059
refuseriez d’avoir chez vous ?
1
EJE 2
10,820
10,465
8,861
7,308
6,583
6,400
5,980
4,823
4,500
Grafico 1 : El espacio de las posiciones morales : ACM con las variables activas
2
Grafico II : El espacio de las posiciones morales. ACM con la variable categoría socio-profesional en
ilustrativa
Grafico III : El espacio de las posiciones morales : ACM con la variable grado en ilustrativa
2
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