ANÁLISIS DE “ASCO” Y SU ... PERSPECTIVA PROTOTÍPICA

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ANÁLISIS DE “ASCO” Y SU EQUIVALENTE ALEMÁN “EKEL” DESDE UNA
PERSPECTIVA PROTOTÍPICA
Inge Schweiger Gallo, Universidad Complutense de Madrid
José Miguel Fernández-Dols, Universidad Autónoma de Madrid
Iciar Pablo-Lerchundi, Universidad Politécnica de Madrid
Peter M. Gollwitzer, New York University/ Universität Konstanz
Resumen
El estudio de los conceptos cotidianos de emoción puede aportar mayor comprensión de
los conceptos emocionales y, por ende, de los episodios de emoción. Las
investigaciones en este ámbito cuestionan la equivalencia directa entre términos
emocionales, ya que podrían estar aludiendo a categorías diferenciadas.
Se llevaron a cabo dos estudios dirigidos a analizar la estructura interna de los
conceptos de asco en español y Ekel en alemán desde una perspectiva probabilística.
Los resultados del estudio 1 revelan que las características constitutivas atribuidas por
los sujetos de cada país al concepto de asco o Ekel son distintas. El estudio 2 muestra
diferencias significativas en cuanto a las puntuaciones de tipicidad de 15 características.
Estos hallazgos plantean la problemática derivada del uso de una metodología de
traducción directa de términos emocionales que los considera equivalentes, ya que
podría derivar en una pérdida significativa de información sobre los conceptos
subyacentes. Por ello, se propone una aproximación enciclopédica a los conceptos
emocionales, con el fin de aportar una mayor comprensión de los mismos en los
estudios interculturales.
Palabras clave: Conceptos de emoción, estudios interculturales, perspectiva
probabilística de conceptos, asco.
Introducción
Estudio de conceptos de emoción desde una perspectiva prototípica
Distintas culturas presentan diferencias en sus términos y conceptos emocionales,
por lo que se puede intuir que probablemente posean también distintas maneras de
entender la emoción y las experiencias emocionales. Se ha investigado si las diferencias
interculturales en la descripción de experiencias emocionales se deben a meras
diferencias lingüísticas o, por el contrario, a contrastes en las teorías o concepciones de
la emoción, apoyándose la hipótesis de que no son los términos de un idioma concreto,
sino los conceptos culturales de emoción los que influyen en la manera de hablar y
probablemente de entender las experiencias emocionales (Tsai et al., 2004). Por ello, el
estudio intercultural de conceptos cotidianos de emoción, es decir aquéllos utilizados
diariamente por personas comunes (Russell y Lemay, 2000; Russell, 1992b), puede
ayudar a avanzar en el conocimiento acerca de las experiencias emocionales en
diferentes culturas.
En el ámbito del estudio intercultural de conceptos de emoción, la falta de
correspondencia exacta entre dichos conceptos en diferentes idiomas apoya el uso de la
perspectiva probabilística para su estudio (Hurtado, 2007; Hurtado et al., 2010;
Wierzbicka, 1986). Por el contrario, la denominada perspectiva clásica se caracteriza
por entender los conceptos como definiciones de categorías de objetos basadas en
características necesarias y suficientes. Según esta teoría, la pertenencia a una categoría
es dicotómica (todo o nada) y los límites entre categorías son claros (Russell, 1991;
Russell y Lemay, 2000). De este modo, se pueden establecer unas definiciones unívocas
que aportan un significado preciso de lo que es una emoción. En cambio, según la teoría
probabilística, la pertenencia a una categoría no se determina de manera dicotómica,
sino por el rango de cumplimiento de las propiedades que tiene el concepto (Russell,
1992a; Russell y Lemay, 2000). Es decir, los límites entre categorías son borrosos. Este
enfoque teórico establece una estructura interna de las categorías en la que se clasifican
los miembros como mejores y peores ejemplos, permitiendo hallar las características
constitutivas de conceptos emocionales en diferentes lenguas para así poder determinar
en qué se diferencian.
El presente trabajo parte de las propuestas de estudio de los conceptos
emocionales desde una perspectiva probabilística, concebida por autores como Fehr y
2 Russell (Fehr, 1988; Fehr y Russell, 1984; 1991; Russell, 1992a, 1992b; Russell y Fehr,
1994). Este enfoque ha contribuido a la obtención de nuevos conocimientos en el
ámbito de las emociones, donde se ha avanzado en la comprensión de conceptos como
emotion (Fehr y Russell, 1984; Shaver et al., 1987; Smith y Smith, 1995), love (Fehr,
1988; Fehr y Russell, 1991), shame (Hurtado, 2007; Hurtado et al., 2010) o happiness
(Vargas, 2010), tanto en su acepción inglesa, como en otros idiomas. En este campo de
estudio se trata de explorar las características de los conceptos cotidianos de emoción en
diferentes lenguas y poder así realizar equivalencias más precisas que las traducciones
directas de los términos.
El estudio aquí presentado se enmarca en esta línea teórica y pretende analizar el
concepto de asco en español y Ekel en alemán desde el punto de vista teórico del
estudio prototípico de los conceptos de emoción, utilizando la metodología propuesta
por los autores citados.
La emoción de asco
A priori el asco podría parecer una emoción poco interesante, con un papel secundario a
la hora de incidir en los contextos sociales, en comparación con otras emociones como,
por ejemplo, la ira, la felicidad o el miedo, cuya influencia en nuestra vida se reconoce
fácilmente. Sin embargo, el asco es una emoción compleja que parece estar implicada
en los juicios y razonamientos morales, así como en la toma de decisiones (Hutcherson
y Gross, 2011). Por tanto, esta emoción no se limitaría a un papel meramente evaluativo
de los objetos que nos rodean, sino que se encuentra implicada en múltiples contextos
de importancia social, como, por ejemplo, el amor o la política (Miller, 1997). Además,
la existencia del denominado asco moral, que se desencadenaría ante ofensas morales
como violaciones de la dignidad propia o ajena u otras trasgresiones socio-morales
muchas veces sufridas por terceras personas como el racismo o el abuso infantil (Rozin
et al., 1999; 2008), ha sido puesta en duda por algunos autores, que defienden que se
trata de otra emoción más próxima a la ira (Nabi, 2002; Russell y Giner-Sorolla, 2011;
Simpson et al., 2006). Dicho debate en torno a la acepción moral del concepto reafirma
la necesidad de un estudio pormenorizado de su estructura interna. En definitiva, dada la
implicación de esta emoción en varios ámbitos de la vida social, así como la falta de
acuerdo acerca de sus características como concepto, resulta pertinente su estudio.
3 Resumen general de la metodología
Siguiendo la propuesta de Fehr (1988), se diseñaron dos fases en la investigación.
En un primer momento (Estudio 1) se preguntó de manera abierta a sujetos de cultura
española y alemana acerca de los conceptos de asco y Ekel, respectivamente. El
objetivo era obtener una gran cantidad de información acerca de los elementos que la
gente común clasifica como pertenecientes a este concepto emocional en particular. Con
dichos datos se construyó un segundo cuestionario, esta vez con preguntas cerradas, en
el que una muestra de participantes distinta a la primera debía indicar cómo de típico le
resultaba cada elemento para el concepto planteado (Estudio 2). De este modo, pueden
hallarse datos cuantitativos en cuanto al nivel de prototipicidad que los participantes de
culturas diferentes otorgan a unas determinadas características constitutivas. Con ello,
se pudieron establecer las estructuras internas de los conceptos de asco y Ekel
compuestas por características constitutivas centrales (aquéllas reconocidas como
típicas del concepto por un alto porcentaje de personas) y periféricas (las características
consideradas como menso típicas), las cuales permiten una comparación intercultural de
los conceptos.
Estudio 1: Análisis de las características constitutivas de los conceptos de asco y
Ekel
Metodología
Participantes: En el estudio participaron voluntariamente 80 españoles de la
Universidad Complutense de Madrid que presentaban edades entre los 16 y los 56 años,
siendo su edad media de 25 años con una desviación típica de 8,54. De ellos, el 62%
fueron mujeres. Para la versión alemana colaboraron 133 estudiantes de la Universidad
de Constanza, pero 4 de ellos fueron descartados por indicar una lengua materna distinta
al alemán. De las 129 respuestas consideradas para el análisis, el 64% eran de mujeres y
la edad de los sujetos oscilaba entre los 19 y los 43 años con una media de 23,4 años y
una desviación típica de 3,91.
Material: Los participantes rellenaron un cuestionario con preguntas abiertas, donde en
primer lugar se pedía que definiesen asco en la versión española y Ekel en la alemana.
A continuación, se les pedía que anotasen las situaciones u objetos que les diesen
4 asco/Ekel (antecedentes). Asimismo se preguntaba acerca de las reacciones corporales
que tenían al experimentarlo. Una pregunta cerrada pretendía determinar la frecuencia
con la que decían sentir asco o Ekel. Finalmente, siguiendo a Russell (2003), añadimos
medidas de emoción nuclear (“core affect”), pidiendo a los participantes que valorasen
la emoción de asco (Ekel en la muestra alemana) en una escala de 1 a 9 en las
dimensiones de valencia (negativo- positivo) y activación (relajado- excitado). Al final
del cuestionario se pedían datos demográficos como la edad, el sexo, la lengua materna
y el nivel educativo.
Procedimiento: Para el análisis comparativo de las características constitutivas
otorgadas para asco o Ekel, tuvimos en cuenta las respuestas relativas a la definición,
los antecedentes y las reacciones fisiológicas. Éstas se codificaron utilizando la
metodología de Fehr (1988), consistente en extraer todas las unidades léxicas, sean éstas
frases o palabras. Dichas unidades léxicas se agruparon en categorías de las
características constitutivas. Durante este proceso, se consideraron a distintas unidades
léxicas como pertenecientes a una misma característica constitutiva de asco si eran (a)
formas gramaticales de la misma palabra, (b) palabras modificadas por adverbios o
adjetivos o (c) unidades juzgadas como idénticas o muy similares en su significado. Por
ejemplo, bajo la característica constitutiva “produce náuseas”, se incluyeron unidades
como “náuseas”, “ganas de vomitar”, “contracciones como si fuera a vomitar” o
“arcadas”. El procedimiento fue aplicado por un codificador y revisado por otro. Se
realizaron pruebas de fiabilidad con una muestra de las unidades, obteniendo datos de
acuerdo del 90%. Tras dicho análisis de fiabilidad, se debatieron los casos en
desacuerdo, llegando los codificadores a un consenso.
Resultados
En la muestra española se extrajeron un total de 95 características constitutivas
sobre la definición, las situaciones y las reacciones corporales de asco, mencionadas por
dos o más personas de la muestra. Para análisis posteriores se consideraron 18
características constitutivas definitorias, situacionales y físicas que fueron mencionadas
por al menos el 15% (12 participantes) de los sujetos españoles. El número de
características constitutivas mencionadas por al menos dos personas en la muestra
alemana para Ekel fueron 136 en total, teniéndose en cuenta las 17 características
5 constitutivas mencionadas por al menos el 15% (20 personas) de los participantes en
cualquiera de los tres apartados.
En la tabla 1 se muestra una comparación de las categorías mencionadas para asco
o Ekel por al menos el 15% de una de las dos muestras. Las características constitutivas
se encuentran ordenadas por su porcentaje de menciones, con indiferencia de la
frecuencia de mención en el otro país.
Tabla 1
Porcentaje de las características constitutivas de asco o Ekel mencionadas por más del 15% de los
participantes españoles o alemanes
Como se puede observar, hay algunas características constitutivas que aparecen
con una frecuencia similar en las dos muestras, como por ejemplo “vómitos” con 30%
6 en la muestra española y 29% en la alemana (se presentarán las cifras siempre en el
mismo orden de la tabla, es decir, primero España y a continuación Alemania), “heces”
23% y 20%, “suciedad” 31% y 40% u “olores concretos” 34% y 43%. Una de las
categorías más mencionadas en ambas muestras es “insectos”, aunque su frecuencia es
considerablemente mayor en la muestra alemana (43% y 81%).
Por otro lado, se observan categorías que presentan una mención mucho menor en
un país que en otro, como, por ejemplo, la categoría de “moho”, con un 62% de
presencia en la muestra alemana y sin mención en la española o “basado en la vista”,
que tampoco aparece en la muestra española, pero tiene un 17% de ocurrencia en la
alemana. Llama la atención la presencia de elementos vinculados al asco moral en la
muestra española, pero sin apenas mención en Alemania. Tal es el caso de categorías
como “comportamientos inmorales” (55% y 3%), “transgresión de valores” (38% y 2%)
o “ideologías” (26% y sin mención).
En cuanto a las respuestas acerca de la frecuencia de experimentación de asco o
Ekel, hubo mucha homogeneidad entre países. Es una emoción que no se experimenta
muy a menudo, con alrededor de un tercio de los participantes (29% en España y 27%
en Alemania) afirmando que sienten asco / Ekel menos de una vez al mes.
Tampoco el grado de activación y la evaluación positiva o negativa de la emoción
son datos que ayuden a discriminarla entre los dos países, ya que los participantes
españoles y alemanes sitúan esta emoción prácticamente en el mismo punto de las
escalas de valencia, destacando su evaluación negativa (2,23 para España y 2,15 para
Alemania en una escala de 1 a 9) y de activación, con puntuaciones que reflejan una
moderada excitación (6,82 y 6,52 sobre 9 respectivamente).
Discusión
En base a los resultados obtenidos en el estudio 1, se observa que no hubo
características constitutivas mencionadas por un alto número de participantes. Por tanto,
este estudio sugiere que no se pueden definir unas características constitutivas
necesarias y suficientes para el concepto de asco. Asimismo, no se encuentran unos
límites claros entre las características constitutivas más y menos comunes. Todo ello
apoya la aproximación prototípica de los conceptos emocionales.
7 Existen estímulos antecedentes de la emoción de asco para los que parece no
haber prácticamente diferencias entre las dos muestras, en especial, aquéllos
considerados tradicionalmente como universales y ligados al denominado asco nuclear
(Rozin et al., 2008), como los vómitos o las heces (ver tabla 1). No obstante, llama la
atención que los porcentajes de mención no superan el 30% en ninguno de estos casos,
por lo cual tampoco podrían considerarse como un atributo necesario ni suficiente del
concepto.
También es notable la presencia de elementos asociados al asco moral en la
muestra española y su práctica ausencia en la alemana. Los resultados de este estudio y
las diferencias encontradas al respecto, muestran que podría haber concepciones
distintas del asco moral según el contexto cultural, que requerirían mayor investigación.
En cuanto a las respuestas fisiológicas que se relacionan con el asco, destaca la
mención de “carne de gallina” y “temblores” en la muestra alemana, con apenas
mención en la española (8%; 33% y 0%; 26%, respectivamente), lo cual podría resultar
contradictorio con respecto a la concepción de Rozin y colaboradores (2008) de que la
evolución cultural de asco no ha provocado casi cambios en la expresión de la emoción
(comportamiento, medidas fisiológicas, expresión facial etc.), si se confirmasen estas
diferencias.
Estudio 2: Determinación de la estructura interna de los conceptos de asco y Ekel
Metodología
Participantes: Para el estudio en español contamos con una muestra de 110
participantes, 57 de los cuales eran estudiantes en la Universidad Complutense de
Madrid y los otros 53 jóvenes contactados a través de conocidos. Las edades oscilaron
entre los 19 y los 36 años, siendo la media de 24,3 años y la desviación típica 4,75. El
75% eran mujeres. El estudio en alemán se realizó con 116 participantes, de los cuales
44 eran estudiantes de la Universidad de Constanza que rellenaron el cuestionario en
papel y 40 que lo hicieron por internet. Los 32 sujetos restantes fueron contactados por
internet con la ayuda de conocidos. Estos participantes tenían edades comprendidas
entre los 18 y los 48 años, con una media de 25,3 años (DT = 4,85). En este caso
también predominaron las mujeres, que supusieron el 68,4% de la muestra.
8 Material: Siguiendo el método empelado en otros estudios sobre conceptos de emoción
(por ejemplo, Hurtado et al., 2010; Russell y Fehr, 1994), elaboramos un cuestionario
de preguntas cerradas con escalas tipo Likert de 0 a 10, a partir de las características
constitutivas sobre asco y Ekel recopiladas en el estudio 1. Se tuvieron en cuenta para
ello las características constitutivas para la emoción de asco nombradas por al menos el
15% en una de las dos muestras. Para ser lo más fieles posibles a las respuestas
evocadas libremente en el estudio 1, se redactaron los ítems con frases que habían sido
utilizadas por los propios participantes. En el caso de los antecedentes de asco que a
veces conformaban una categoría más heterogénea (por ejemplo, “insectos”), se
seleccionó de cada país el elemento mencionado más veces (por ejemplo, “cucarachas”
en España y “arañas” en Alemania), pudiendo en casos como éste surgir dos preguntas
diferentes según el cuestionario. Algunas de las características constitutivas
mencionadas como “El asco es una emoción” o “El asco es una sensación desagradable”
no se incluyeron por considerarse poco discriminantes. Todos los ítems fueron
traducidos por una persona bilingüe de una lengua a la otra y traducidos de nuevo a la
original por otro traductor para comprobar su equivalencia.
Procedimiento: Se informó a los participantes de que se estaba estudiando el fenómeno
de asco (para la muestra española) o Ekel (para la muestra alemana) y se les pidió que
señalasen el grado en que consideraban que la afirmación presentada era típica o
característica de asco/Ekel en una escala de 0 (nada típico) a 10 (muy típico).
Asimismo, si otorgaban la puntuación más baja, se les daba la oportunidad de indicar el
sentimiento con el que asociaban la afirmación.
Resultados
En primer lugar se determinó la tipicidad que tenían para los participantes las 30
características constitutivas, según fuesen designadas con el término asco o Ekel. En la
tabla 2 se presentan las características constitutivas analizadas con sus frases
correspondientes, las puntuaciones medias obtenidas en cada muestra y el análisis de
comparación de medias. Las categorías se encuentran ordenadas según la magnitud de
la diferencia entre medias. Un análisis multivariante (ANOVA) mostró un efecto
significativo del idioma (español o alemán) en la valoración de las características
constitutivas, traza de Hotelling = 1,94, F(30,179) = 11,6, p < .001.
9 Tabla 2
Diferencia de medias de las características constitutivas de asco o Ekel1
Como se puede observar en la tabla 2, el 50% de las características constitutivas
evaluadas presenta diferencias significativas entre los dos países en cuanto a su
tipicidad. Cabe destacar que entre las cuatro características en las que se observa mayor
diferencia, tres de ellas hacen referencia a elementos asociados al asco moral
(“políticos”, “intolerancia” y “racismo”), siendo la evaluación de su tipicidad
1
: *** p<.01; **p<.05; *marginalmente significativo.
10 significativamente mayor en la muestra española, lo cual es congruente con lo hallado al
respecto en el estudio 1. No obstante, estas categorías no se encuentran entre las más
típicas en ninguna de las muestras, ya que en el caso alemán se encuentran todas en el
último cuartil, aunque en los datos españoles se reparten en el tercer y cuarto cuartil.
Se pueden observar gráficamente las estructuras internas de cada concepto en la
figura 1, donde se muestran las características constitutivas asociadas a cada concepto
en su cuartil correspondiente. En dicha representación gráfica podemos apreciar que hay
12 características constitutivas que se encuentran en cuartiles distintos para asco que
para Ekel. No obstante, hay que mencionar que las características constitutivas
consideradas más centrales, a excepción de “mal aliento” y “vómitos” son
prácticamente las mismas. Por tanto, las diferencias más significativas se encuentran en
las características constitutivas consideradas como menos típicas o más periféricas.
11 Figura 1. Características internas de asco y Ekel representadas por cuartiles, según las
puntuaciones del estudio 2. Las características más típicas están colocadas en el círculo interior, rodeadas
del segundo, tercer y cuarto cuartil. Dentro de cada cuartil, se han ordenado según su media empezando
por aquélla situada en la parte superior y siguiendo las agujas del reloj. De este modo, la característica
considerada más típica para asco fue “comida podrida” y la menos típica “carne cruda”, mientras que para
Ekel fueron “baños sucios” y “los políticos” respectivamente. Se han destacado las características que se
encuentran en cuartiles diferentes con negrita y una letra ligeramente más grande.
Siguiendo a Fehr (1988; ver también Hurtado et al., 2010), realizamos un análisis
adicional que combina nuestros hallazgos del estudio 1 y el estudio 2 para comprobar la
independencia de los conceptos de asco y Ekel. Según el razonamiento de Fehr (1988),
si las categorías asociadas a cada concepto son marcadamente independientes, los
participantes deberían puntuar más alto en tipicidad para aquellas características
constitutivas que procedían de la muestra de su país en el estudio 1, en comparación con
las características constitutivas procedentes de ambas muestras. Si las características
constitutivas de asco y Ekel son moderadamente independientes, las puntuaciones que
12 los participantes otorguen a las características mencionadas por la muestra de su propio
país y por ambas muestras, deberían ser similares. Finalmente, si las categorías de asco
y Ekel son sólo mínimamente independientes, los participantes deberían valorar con
puntuaciones más altas a aquéllas características procedentes de ambas muestras en el
estudio 1, que a las mencionadas sólo por la propia.
Se realizó un ANOVA 3x2 con la procedencia de la característica constitutiva
(procedente del estudio 1 de la muestra española, alemana o de ambas) como factor
intra-sujetos y la lengua (español o alemán) como factor inter-sujetos. La prueba de
esfericidad de Mauchley fue significativa para el efecto de la procedencia de
característica (W = 0,755, p<.001). Los resultados también muestran un efecto principal
de la lengua F(1,224) = 7,02, p < .01. Asimismo, el efecto de la procedencia de la
característica también fue significativo F(2,448) = 258,89, p < .001, así como la
interacción entre ambos F(2,448) = 32,96, p < .001.
En la figura 2 se puede observar la interacción entre la procedencia de la
característica y la lengua. La gráfica refleja cómo la media española para las
características constitutivas procedentes de España en el estudio 1 es mayor que la
media alemana, mientras que apenas existen diferencias en el caso de las características
constitutivas que fueron mencionadas por ambas muestras. Sin embargo, las
características procedentes de la muestra alemana del primer estudio no se pueden
distinguir en base a la lengua. Asimismo, en el caso alemán, las puntuaciones otorgadas
a las características mencionadas por ambas muestras en el estudio 1, son más altas que
aquéllas otorgadas a las características procedentes de la muestra alemana. Por tanto, el
efecto significativo de la interacción entre procedencia de la característica por lengua se
cumpliría holgadamente para la muestra española, aunque no así para la alemana.
13 Figura 2. Interacción entre procedencia de la característica constitutiva (evocada libremente en el estudio
1 para asco, para Ekel, o para ambas) y lengua materna (español o alemán).
Discusión General
Los resultados obtenidos son congruentes con la hipótesis de que la experiencia
emocional correspondiente a los conceptos de asco y Ekel está constituida por
características que poseen distinto grado de prototipicidad, conformando estructuras
internas diferentes. Estos hallazgos apoyan la aproximación probabilística de los
conceptos de emoción. Nuestros resultados son consistentes con investigaciones
anteriores sobre conceptos emocionales en diferentes culturas (Casado, 2003; Fehr y
Russell, 1984; 1991; Hurtado, 2007, Hurtado et al., 2010 y Vargas, 2010).
Además, las diferencias no sólo se han encontrado en el ámbito de los estímulos
antecedentes del asco, sino también en la representación conceptual de las respuestas
fisiológicas que provoca (por ejemplo, “produce que el estómago se revuelva” t = 3,25;
p < .01 p “produce que se arrugue la cara” t = -2,60; p < .05). Esto podría contradecir la
idea de que las diferencias culturales en la emoción de asco básicamente están en los
objetos que producen la emoción, pero no en la reacción que éstos provocan (Rozin et
al., 2008). Por lo menos a nivel conceptual, la representación que distintas culturas
14 tienen acerca de las características fisiológicas típicas de la emoción de asco no podría
asumirse como universal.
Por otro lado, las diferencias halladas en la muestra española con respecto a la
alemana en los estímulos relacionados con el asco moral demuestran una gran
heterogeneidad en esta etapa del asco. En el caso alemán, las transgresiones sociomorales no parecen relacionarse o se relacionan más débilmente con la emoción de
asco, siendo, por tanto, peores ejemplos de dicha emoción. En el cuestionario del
segundo estudio se ofrecía a los participantes que señalasen un cero en la escala que
indicasen con qué otra emoción asociaban la característica presentada. Si observamos
las etiquetas alternativas que algunos participantes alemanes nos ofrecieron, vemos que
3 sujetos asociaron la intolerancia con “Wut” (ira) y un sujeto decía sentir “Ärger”
(rabia) ante los políticos. Para la tercera característica asociada al asco moral, el
racismo, 4 participantes de la muestra alemana indicaron sentir “Wut” (ira), mientras
que otros, a título individual, ofrecieron términos emocionales y cognitivos como
“Abscheu” (aversión), “Unverständniss” (incomprensión), “Verachtung” (desprecio),
“Bitterkeit” (amargura) o “Traurigkeit” (tristeza). También se analizaron las etiquetas
alternativas ofrecidas por participantes españoles que no consideraban típico del asco
alguna característica constitutiva relacionada con la moralidad. En el caso de la
intolerancia, dos sujetos manifestaron experimentar “rechazo”, mientras que otras
palabras mencionadas por personas individuales incluyeron términos más cognitivos
como “indignación” y “desconcierto” o palabras próximas al asco como “repulsión”.
Los políticos suscitaban “rabia” en un participante, mientras que para otros se asociaron
con estados como “descontento”, “indiferencia”, “impotencia” e “indignación”.
Finalmente, 4 participantes dijeron sentir “rabia” o “rabia y asco” ante el racismo, 2 lo
relacionaban con experimentar “intolerancia” y otros 3 asociaban el racismo con
“ignorancia”, “indignación” e “injusticia”, respectivamente.
Estos hallazgos reavivan el debate existente en torno a si el asco moral ha de
considerarse efectivamente como asco o si se trata de un constructo diferente (Nabi,
2002; Russell y Giner-Sorolla, 2011; Simpson et al., 2006). Las alternativas que hemos
obtenido de parte de algunos participantes alemanes para las características morales
indican la presencia de las otras dos emociones que conforman la tríada de las
emociones morales (Hutcherson y Gross, 2011; Rozin et al., 1999; 2008), es decir, la
ira, sobre todo, pero también el desprecio. En el caso español, la rabia, emoción
15 considerada próxima a la ira, también está presente ante características como el racismo
o los políticos, pero el desprecio, la tercera emoción relacionada con la moralidad, no es
mencionada. Además, las etiquetas otorgadas por los participantes en esta muestra son
de índole más cognitiva (por ejemplo, “indignación”, “ignorancia” etc.) o incluso
cercanas a la emoción de asco como “rechazo” o “repulsión”, mientras que los alemanes
ofrecen etiquetas emocionales más vinculadas a procesos emocionales alternativos. En
cualquier caso, el concepto de asco parece ser más amplio que el de Ekel en este
sentido. Aún así, se han obtenido datos escasos al respecto, ya que muy pocos
participantes ofrecieron términos alternativos, por lo que no se pueden sacar
conclusiones definitivas.
Siguiendo este interesante debate, habría que plantear otras investigaciones con
las que determinar la naturaleza moral de la emoción de asco y si las transgresiones
socio-morales desencadenan en las personas emociones con unas características
constitutivas típicas del concepto de asco o si, de lo contrario, se estarían activando
otras diferentes. Podría intuirse que es en este ámbito donde más diferencias
interculturales pueden hallarse. En cualquier caso, estas discrepancias encontradas en el
ámbito del asco moral ponen de manifiesto la incapacidad de establecer unas
características necesarias y suficientes que definan el concepto de asco.
Las diferencias en cuanto a la configuración de la estructura interna de los
conceptos de asco y Ekel, aunque significativas, no ofrecen diferenciaciones de gran
magnitud en cuanto al posicionamiento de las características constitutivas en cuartiles
muy divergentes. Sin embargo, sí se observan discrepancias suficientes como para
afirmar que no pueden considerarse como conceptos equivalentes.
Podemos afirmar a modo de conclusión que asumir como equivalentes directos
los términos de “asco” y “Ekel” podría estar llevando a una pérdida significativa de
información sobre los conceptos de asco y Ekel. En este sentido, es recomendable
asumir un estudio enciclopédico de estos conceptos, consistente en obtener un
conocimiento de todas las características constitutivas incluidas en la categoría
representada por un término, más que en equivalencias directas entre términos
traducidos (Geeraerts, 1997). La construcción de dicho conocimiento enciclopédico de
la emoción puede contribuir a una mejora metodológica, con la consecuente precisión
16 en la interpretación de los datos, así como consideraciones teóricas más esclarecedoras
sobre el objeto de estudio.
17 Bibliografía
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