AFINIDAD Una condición para la realización de un injerto es de carácter fisiológico, determinado por factores genéticos, y consiste en que entre ambos organismos o partes exista afinidad. La afinidad puede definirse como la cualidad a fin existente entre dos individuos vegetales, para que puestos en contacto el cambium de uno con el de otro, se realice la soldadura de los tejidos, es decir, el prendimiento. Es entonces la facultad que entre dos individualidades hay para que sus tejidos puedan unirse y constituir uno solo. No basta, de esta manera, el cumplimiento de la condición física de contacto de cambium entre las dos partes por injertar, sino que se requiere que entre las mismas exista afinidad que permita la realización de la soladura. No se sabe con certeza que factores determinan la existencia de la afinidad ni cómo ésta es influenciada entre los individuos vegetales, aunque sí es del conocimiento común que tiene una cierta relación con el parentesco taxonómico de las plantas que se injertan. Parece que cuanto más cercano es el parentesco entre las plantas más posibilidades hay de que se presente afinidad entre ellas, aun cuando existen numerosas excepciones en un u otro sentido. De esta manera puede decirse que hay total afinidad entre partes vegetales que pertenecen a una misma variedad o clon. Igualmente la afinidad es completa entre distintas variedades pertenecientes a la misma especie. Entre diferentes especies del mismo género no siempre existe afinidad, aunque la hay en gran cantidad de casos, dependiendo ello en muchas ocasiones del clon que se use para la injertación interespecífica. Como ejemplo de gran afinidad de especies del mismo género pueden citarse los cítricos, en los que la afinidad es total entre todas las especies en sus diversas combinaciones. Esta situación, sin embargo, no se presenta en el género Prunus, que comprende a los árboles de hueso, entre los que existen diversas situaciones respecto a afinidad. Tampoco entre los árboles de pepita suele existir gran afinidad entre especies. El injerto entre plantas de género diferentes, pero pertenecientes a la misma familia, suele presentar mayores porcentajes de falta de afinidad, siendo en realidad raros los casos en que ésta sí existe. La hay por ejemplo, entre el tejocote y el peral, como también entre esta última y el membrillo, habiéndose observado también entre la pingüica (género Cotoneaster) y el manzano. Ha podido ser observado también prendimiento temporal entre el pistache (género Pistacea) y el pirul (género Schinus), ambos de la familia de las anacardiaceas, habiendo sido injertado el primero sobre el segundo. La afinidad entre plantas pertenecientes a familias diferentes suele no existir. COMPATIBILIDAD Debe hacerse una clara distinción entre lo que es afinidad y lo que representa compatibilidad. Si el primer término implica el hecho de que pueda realizarse la soldadura entre las dos partes vegetales, el segundo comprende la facultad de permanencia de esa unión en forma satisfactoria para el conjunto a través del tiempo. Afinidad es la facultad de unión, y compatibilidad la característica que determina que la unión persista en forma conveniente. La compatibilidad depende al igual que la afinidad del parentesco botánico, pero de ella puede haber grados muy diferentes. La falta de afinidad causa la imposibilidad del injerto, pero no así la falta de compatibilidad, que llamada incompatibilidad, puede presentarse de diferentes maneras y en distintos índices. El prendimiento de un injerto depende, de esta manera, de la eficiencia en la operación y de la facultad de soldarse las partes, es decir, de la afinidad, pero la persistencia de la unión es función directa de la existencia de compatibilidad. En muchas combinaciones de injerto ha sido observada afinidad, que ha determinado la soldadura inicial, pero no existiendo compatibilidad entre las partes, el injerto ha dejado de tener éxito, ya sea por ruptura y separación de ella, ya por muerte del organismo resultante sin síntomas localizados y determinados en especial en el punto de injertación. Son por lo tanto afinidad y compatibilidad conceptos diferentes, que influyen también de distinto modo en el éxito de un injerto, aún cuando en la mayor parte de la literatura se citen confundidos y se utilicen como sinónimos. Debe observarse que para que el injerto pueda realizarse lo primero es que exista afinidad, que permitirá la unión, siendo la compatibilidad un fenómeno de estudio secundario, al ser secuencia posterior y poseer diversos grados, muchos de los cuales aun cuando negativos no determinan tajantemente la imposibilidad de la operación. INCOMPATIBILIDAD El mal funcionamiento de la combinación injertada, en sus diversos grados de presentación y en sus distinta localización, que pueden ir desde un ligero abultamiento en el lugar de la soldadura, un desigual crecimiento en grosor de ambas partes, o una pequeña disminución del vigor de la parte aérea, todas sin importancia, hasta la muerte del árbol con separación de las partes, o sin ella, representan incompatibilidad. La incompatibilidad constituye un muy grave problema en la fruticultura ya que se presenta de formas muy variadas, en índices muy distintos, en diferentes épocas de la vida de los árboles, y siendo influenciada por la composición genética exacta de los individuos que se injertan y factores del medio ecológico particulares de la región. De esta manera no es posible confiar totalmente en la experiencia que en un lugar se tenga con una determinada combinación que allí pudiera haber resultado satisfactoria, para repetirse en otra región. En esta otra los patrones de semilla representa individuos diferentes con sus propias facultades de compatibilidad hacia una determinada variedad o clon a la vez que la presencia de un medio ecológico distinto influencia en pro o en contra las posibilidades de la unión permanente y satisfactoria. Por otra parte, y para desconcierto de los fruticultores, los síntomas de incompatibilidad pueden presentarse después de varios años y hacer perecer aun buen número de individuos que comienzan una vida productiva, sin que hasta el momento hubieran sido observados en ellos comportamientos especiales que los distinguieran del resto. Mayor causa de desconcierto determina el hecho de que los árboles en muchas ocasiones mueran sin que externamente o en el punto de injerto sea observada ninguna anormalidad, no pudiendo ser explicada la muerte de los individuos, que simplemente perecen. Parece ser que dentro de combinaciones generales, normalmente compatibles, los factores del medio ambiente local y las composiciones genéticas individuales son los factores determinantes de esas situaciones de falta de compatibilidad que frecuentemente pueden ser observadas. La incompatibilidad puede presentarse en una gran escala de valores para distintos tipos de síntomas, y en distintas e tapas de la vida de la combinación patrón-injerto. Los síntomas pueden ir desde una simple falta de vigor con su consecuente precocidad, hasta la observación de la total ruptura del punto de unión. El momento de observación de los síntomas varía desde muy recientemente efectuada la operación de injerto hasta muchos años después, cuando el árbol se encuentra desarrollado y en producción. La incompatibilidad y la muerte de los árboles, en casos extremos, no forzosamente implica la presencia de una mala soldadura, sino que ésta puede encontrarse en buen estado y no presentar ninguna alteración observable, aun cuando la falta de armonía esté presente. De acuerdo a estas consideraciones las incompatibilidades presentes en cualquier tipo de combinación patrón-injerto, no importando su grado de presentación o el momento de su aparición pueden quedar comprendidas en alguno de los siguientes grupos: 1. Incompatibilidad localizada. 2. Incompatibilidad no localizada. Incompatibilidad localizada. Comprende aquellos casos en los que en el punto de unión, o en tejidos muy cercanos se observan irregularidades en el desarrollo, manifestadas éstas por índices diferentes de crecimiento en grosor entre ambas partes, engrosamiento o abultamiento anormal del lugar, formaciones estructurales especiales, separación de los tejidos de ambos componentes y ruptura de la unión, ya sea que se determine o no en general un debilitamiento de la soldadura desde el punto de vista mecánico. Parece ser que este tipo de incompatibilidad no está determinado por sustancias que se pudieran formar en las hojas del injerto y que tuvieran influencia sobre el patrón en el punto de unión, ya que el uso de variedades intermediarias elimina el problema. Además la incompatibilidad es generalmente recíproca usándose las mismas combinaciones en diferente papel fisiológico de las partes. Diferentes investigadores han observado irregularidades en el punto de unión del injerto, tales como destrucción de las células del cambium debido a la formación de ácido cianhídrico, y acción inhibidora en la formación de la lignina necesaria para la función conductora y de sostén de los tejidos. Es indudable que los defectos en la unión se deben a fenómenos bioquímicos determinados por la presencia en las capas celulares próximas. De diversos tipos de sustancias anormalmente sintetizadas como son los compuestos fenólicos y los cianogenéticos. Sin embargo no se conocen con precisión los mecanismos de acción. Si está plenamente comprobado que en muchos casos de incompatibilidad localizada existe una marcada tendencia a la falta de lignificación de los tejidos, que permanecen siendo parenquimatosos en lugar de diferenciarse con el tiempo y llegar a constituir vasos conductores y material de sostén. De esta manera los vasos de ambas partes constituyentes no pueden encontrarse conectados al haber entre ellos células parenquimatosas exclusivamente, sin lignificación. Estos aspectos de irregularidades estructurales y fisiológicas pueden presentarse en combinaciones en las que haya o no crecimientos anormales que determinen abultamientos externos. En muchos casos estos abultamientos, conocidos como “burreletes”, no representan más que una incompatibilidad manifestada por crecimiento desigual, sin la existencia interior de falta de conexión de vasos conductores ni de otras condiciones que determinen una ruptura como la falta de continuidad del cambium, por lo que pueden no tener importancia alguna. En otras ocasiones si pueden existir en los puntos de unión las características indeseables descritas que lleguen a determinar la separación de ambas partes, existiendo abultamiento o no habiéndolos. No parece existir relación entre la formación de burreletes y la presencia de incompatibilidad localizada peligrosa. La falta de lignificación, la discontinuidad en el cambium, la falta de contacto de los vasos conductores, la presencia de tejido parenquimatosos débil o de células de corteza, la inexistencia de conexión de tejido de sostén o mecánico, son factores indirectos que determinan éstas no son todavía bien conocidas. Entre los ejemplos que existen de casos de incompatibilidad localizada pueden citarse los siguientes: 1. algunas variedades de ciruelo, tales como Reina Claudia de Oullins y Reina Claudia de Althán, injertadas sobre ciruelo Mirobolano B. 2. Peral sobre manzano y viceversa. 3. Almendro sobre chabacano. 4. Ciruelo sobre membrillo. 5. Durazno sobre chabacano. 6. Chabacano de la variedad Canino sobre ciruelo Mirobolano b. 7. Chabacano de la variedad Canino sobre ciruelo Damas. 8. Chabacano de la variedad Rouge de Rousillón sobre durazno. 9. Naranjo de la variedad Valencia sobre Calamondine. 10. Toronja de la variedad red Brush sobre calamondine. 11. Limonero de la variedad Lisboa sobre Poncirus trifoliata. 12. Algunas variedades de peral, tales como Williams (Bartlett), Kaiser y Dr. Jules Guyot sobre membrillo. Intermediarios: como antes se indicó, la existencia de incompatibilidad localizada en una combinación patrón-injerto deseada, puede ser eliminada por medio del uso de un injerto intermediario que tenga buena compatibilidad con ambas partes por unir. Así puede realizarse, por ejemplo, la propagación de las variedades de peral acabadas de mencionar sobre membrillo, tratando de obtener árboles de reducido tamaño y gran precocidad, factores que son inducidos por este portainjerto, usándose una variedad intermediaria compatible con ellas y con este último. Entre estas variedades de peral que sirven de intermediarios pueden citarse la Beurré Hardy y la Old Home. El procedimiento consistirá simplemente en realizar primero, en la forma usual la injertación del intermediario sobre el patrón, y una vez que haya desarrollado aquél en forma suficiente utilizarlo como si fuera el patrón para volver a injertar sobre el la variedad deseada. En algunas ocasiones, cuando se tiene suficiente experiencia, y sobre todo en viveros comerciales, puede ganarse tiempo realizándose los dos injertos al mismo tiempo. Para ello hay necesidad de utilizar un procedimiento de injertación llamado “a la inglesa”, que más adelante se describirá, y realizarlos a finales de invierno, en banco o bodega, poniéndolos convenientemente a encallar antes de ser sacados a los surcos del vivero. De la misma manera, puede recurrirse al injerto de doble escudete, en el cual el primer escudete, de injertación simultánea, representa al intermediario. El injerto de doble escudete represente una técnica bastante avanzada de uso muy actual. El uso de intermediarios abre grandes posibilidades para lograr armonía en combinaciones que directamente no fueran compatibles, para cualquiera de las especies frutales que se desee injertar sobre un patrón especial en vías de la utilización o aprovechamiento de sus características. Incompatibilidad no localizada: Se presenta en algunas combinaciones patrón-injerto con la presencia de síntomas de mal funcionamiento en la simbiosis, ya sea en forma de un deficiente crecimiento vegetativo, demasiada precocidad, amarillamiento del follaje, raquitismo o muerte del árbol, sin que en el punto de unión se observe ninguna anormalidad, sino que aparentemente la soldadura se encuentra perfectamente realizada. En algunas ocasiones estas incompatibilidad puede no tener importancia, e incluso ser conveniente y aprovechada, como en el caso en que simplemente determine escaso crecimiento vegetativo de la parte aérea, factor que puede ser considerado favorable y utilizado para enanizar árboles, y para inducirles precocidad. Otras veces la incompatibilidad no localizada es sumamente peligrosa al provocar la muerte del árbol y presentarse en forma tardía cuando ya el individuo tiene varios años de edad. La muerte de árboles que tienen lugar en los huertos, sin que existan síntomas de ninguna naturaleza de daños o ataques por agentes patógenos o físicos suele ser atribuida a incompatibilidad no localizada, ya que no tiene otro modo de explicación. En este tipo de incompatibilidad no necesariamente son incompatibles las combinaciones recíprocas, sino que las mismas, en orden contrario, pueden ser perfectamente compatibles. De igual manera el uso de intermediarios, compatibles con ambas partes no siempre llega a determinar la eliminación de la incompatibilidad, lo cual si puede suceder en algunas ocasiones. Las causas de la incompatibilidad no localizada no han sido todavía bien determinadas, existiendo una serie de teorías que explican en parte tal fenómeno, pero que no llegan a satisfacer todos los casos. Parece ser que en ocasiones es el follaje, es decir, las hojas, las responsables de la incompatibilidad, al producir una sustancia que es tóxica para el patrón, o al no producir una sustancia que para éste es esencial. Esto mismo parece ser observado en algunas ocasiones, con determinadas plantas, para las flores masculinas, cuya presencia determina la incompatibilidad, la que no se presenta en su ausencia, no teniendo intervención ninguna las hojas. En otras ocasiones ha podido ser demostrado que no son las hojas las causantes de la in compatibilidad, al realizarse la combinación solamente con la utilización de un anillo de corteza que no las posee, y determinándose sin embargo el fenómeno. La presencia de virus es en muchas ocasiones la causa de la incompatibilidad al actuar estos en forma desfavorable sobre un patrón muy susceptible, sin embargo no siempre es así, al haberse podido observar la incompatibilidad en combinaciones supuestamente hechas con material libre de virus. Parece ser que son muy numerosos los factores que intervienen en la determinación de la existencia de la incompatibilidad no localizada, y que la presencia de uno solo de ellos puede ser la causa de su manifestación. A veces puede ser uno el motivo y a veces otro. En ocasiones la incompatibilidad está determinada por varios a la vez. No importando el motivo a causa de la incompatibilidad si puede afirmarse que en los casos de su existencia se observa irregularidad y degeneración del floema o liber tanto arriba del punto de injerto como en las raíces, en cierto lugares, coincidiendo los mismos con desorganización estructural de la parte leñosa correspondiente. El almidón, debido a esta degeneración del floema, tiende a acumularse en la parte aérea ya disminuir considerablemente en el sistema radical, que de esta manera no es bien alimentada al carecer de suficiente nutrientes orgánicos. Como casos de incompatibilidad no localizada pueden citarse los siguientes: 1. Cerezo sobre algunos francos de capulín. 2. Durazno sobre ciruelo Mirobolano B. 3. Durazno sobre Prunus mariannas. 4. Durazno sobre chabacano. 5. Cerezo sobre Prunus mahaleb. 6. Algunas variedades de manzano sobre la variedad Northern spy. (spy 227) 7. Naranjo dulce sobre naranjo agrio en presencia del virus de la tristeza. Siendo tan riesgoso realizar injertaciones de diversas combinaciones que aparentemente presenten afinidad, pero que puedan llegar a mostrar altos grados de incompatibilidad, resulta necesario que el fruticultor sea muy cuidadoso en la determinación de los patrones que para sus variedades de cultivo deba usar. Es preferible realizar una exhaustiva investigación previa antes de decidir lo conducente, ya que como se indicó antes, los síntomas de incompatibilidad pueden exteriorizarse tardíamente, cuando la inversión realizada es ya de gran consideración. Respecto a árboles frutales de hoja perenne casi no se ha realizado investigación sobre incompatibilidades de injerto, usándose en general patrones de la misma especie propagados sexualmente. MOMENTO BIOLÓGICO DE LAS PLANTAS La soldadura sólo puede suceder cuando las plantas se encuentran en la fase activa. En algunos injertos especiales practicados en la fase de quiescencia, la soldadura no se produce de inmediato, sino que las partes, si están bien protegidas, se mantienen vitales en espera de la próxima estación favorable. Según la especie y la técnica elegida, el injerto se realizará entre el final del invierno y el final del verano, es decir, en el periodo comprendido entre el retorno de la fase vegetativa y la fase de descenso de la actividad de la planta. CONDICIONES AMBIENTALES La temperatura es el factor ambiental determinante en la rapidez de formación de callo. Cada especie necesita unas condiciones térmicas particulares, y por ello el periodo recomendado para efectuar el injerto varía. Sin embargo, todas ellas realizan la soldadura a una temperatura entre 5 y 40°C. La temperatura ideal, que condiciona de forma positiva la rapidez de soldadura y aumenta la posibilidad de éxito del injerto, está comprendida entre los 20 y los 25°C. La humedad, en especial cuando va acompañado de temperaturas elevadas favorece la aparición de enfermedades propagadas por hongos y bacterias en el punto del injerto y por ello tiene que estar protegido. CAUSAS DE LA INCOMPATIBILIDAD Unos de los mecanismos posibles reside en las diferencias fisiológicas y biológicas entre el patrón y la púa. Esta hipótesis ha sido apoyada en estudios de combinaciones incompatibles de ciertos cultivares de peral en patrón de membrillero. Los resultados experimentales apoyan las siguientes conclusiones: a) cuando algunos cultivares de peral se injertan en patrón de membrillero, es translocado del membrillero al floema del peral glucósido cianogénico, prusanina, que normalmente se encuentra en los tejidos de membrillero pero no en los de peral. Los tejidos de peral descomponen la prusanina en la región de la unión del injerto, siendo el ácido cianhidrico uno de los productores de la descomposición. Esta descomposición enzimática es acelerada por temperaturas elevadas. Además , diversas variedades de peral difieren en su capacidad para descomponer el glucósido. b) La presencia del ácido cianhídrico conduce a la falta de actividad cambial en la región de unión del injerto, causando marcados desarreglos anatómicos en la unión resultante. Los tejidos de xilema son destruidos, gradualmente, en y debajo de la unión de injerto. Tanto en el xilema como en el floema se reduce considerablemente la condición de agua y materiales. c) Una reducción en las concentraciones de azúcar que llegan a las raíces de membrillero conducen a una mayor descomposición de la prusanina, liberando ácido cianhídrico y matando grandes áreas del floema del membrillo. d) En varios cultivares de peral ocurre un inhibidor soluble en agua y fácilmente difusible que descompone el glicósido aunque los cultivares de peral difieren en su contenido de este inhibidor, lo cual puede explicar porque ciertas cultivares de peral son compatibles y otras incompatibles con el membrillero. Estudios de microscopía electrónica en injertos de peral - membrillero compatibles e incompatibles se observó las paredes celulares de las combinaciones de injerto compatibles mostró que el contenido de lignina en la línea de unión era tan elevado como aquel de las paredes de células que no formaban parte de la unión. Sin embargo en combinaciones incompatibles las paredes celulares adyacentes de los dos componentes no contenían lignina, con partes ya sea no conectadas o entrelazadas por fibras de celulosa. De estos estudios se concluyó que en la formación de una unión fuerte en los injertos de peral-membrillero intervienen procesos de lignificación de las paredes celulares. Las reacciones que inhibieron la formación de lignina y el establecimiento de una laminilla media débil entre los dos componentes condujeron a la formación de uniones débiles. En un estudio a nivel celular de una combinación obviamente incompatibles de Sedum telephoides (Grasulaceae) sobre Solanum pennellu (Solanaceae), las etapas iniciales de la cicatrización del injerto fueron similares a las que se presentan en una combinación compatible de Sedum sobre Solanum después de 48 h. Las células de Sedum que estaban en las superficie de contacto depositaron una capa aislante de suberina a lo largo de la pared celular, la cual sufrió después una senescencia y colapso letales para formar una capa necrótica de espesor creciente. Asociado con esa senescencia celular de Sedum, se ha observado en las células de esta especie un gran incremento de una enzima hidrolítica, la fosfata ácida. En vez de que recurrieran entrelazamientos de callo, formación de cambium y formación de conexiones vasculares, la gruesa capa necrótica impidió la conexión celular, lo cual condujo a la desecación de la púa y finalmente a su muerte. Resulta de interés señalar el hecho de que el patrón de Solanum no presentó la reacción de rechazo que se manifestó en la púa de Sedum. PROBLEMAS DE VIRUS Y MICOPLASMAS Las fallas en injerto que presentan síntomas semejantes a los de incompatibilidad pueden ser causadas por organismos patógenos. En algunos casos s encontró que anormalidades que primero se habían atribuido a incompatibilidad patrón/púa se debía a virus latentes o a patógenos de tipo micoplasmas intoducidos por injerto de una parte resistente del mismo a otra susceptible. La enfermedad de la declinación del peral, que se desarrolló primero en Italia y después en el Oeste de los EE.UU, mató cientos de miles de perales solo en California. Los primeros estudios atribuyeron al problema al patrón empleado e indicaron que se trataba de una 2incompatibilidad inducida”, por un factor causal desconocido. Los arboles “Bartlett injertados en perales orientales como Pyrus pyrifolia eran muy susceptibles al problema, mientras que aquellos injertados en Pyrus comunis no lo eran. Investigaciones subsecuentes mostraron que estaba mostrada con lo que entonces se pensó que era un virus transmitido por un insecto vector Psylla pyricola. Se observó que el cultivar Barr Tlett que se usaba como púa y los patrones de Pyrus comunis eran resistentes a la declinación, pero que el patrón P. Pyrofolia eran altamente susceptible, mostrando una degeneración del floema justo debajo de la unión de injerto de estadíos posteriores mostraron que el agente infectante era un organismo de tipo micoplasma en vez de un virus. Para que se presente la declinación es necesaria la presencia recurrente de los cuerpos infectantes, el psílido del peral y un patrón susceptible. Se encontró que los organismos de tipo microplasma eran susceptibles a los antibióticos de tetraciclina siendo así posible la remisión de los síntomas inyectando el tronco del árbol. Otro ejemplo de la participación de un virus se encuentra en cítricos. En un tiempo se atribuía a incompatibilidad la dificultad de injertar de yema el naranjo dulce (Citrus sinensis patrón de naranjo agrio (C. aurantium) en Africa del Sur (1910) y en Java (1928), aunque en otras partes del mundo esta combinación tenía éxito a nivel comercial. Se pensó que la incompatibilidad se debía a la producción, por la púa, de una sustancia que era tóxica para el patrón “en rápida”. A la luz de estudios subsecuentes estimulados por el desarrollo de la “tristeza” o “declinación rápida” del naranjo en Brasil y en California, quedó en claro que la sustancia tóxica procedente de las púas de naranjo dulce era un virus, tolerado por el naranjo dulce, pero letal para un patrón de naranjo agrio. Anteriormente se penso que la incompatibilidad retardada era la causa de llamada línea negra de los nogales. La línea negra se presenta en ciertos nogales de Oregón, California, Francia en las cuales se injertan cultivares de Juglans regia en patrones de J. bindsii. Los arboles afectados crecen normalmente, produciendo buenas cosechas hasta que llegan a su madurez, de 15 a 20 o más años de edad. Cuando aparece el problema, en la unión de injerto muere una capa delgada de célula de cámbium y de floema. El tejido muerto se extiende en forma gradual en la unión de injerto hasta que circunda al árbol. La extensión vertical de la parte muerta puede llegar a 30 cm. este anillamiento mata al árbol arriba de la unión, pero normalmente el patrón desarrolla ramas y permanece vivo. Ahora se sabe que ese problema no se debe incompatibilidad sino a un virus que mata al tejido de J. regia pero no afecta al tejido del injerto. patrón J. bindsii debajo de la unión de CORRECCIÓN DE COMBINACIONES INCOMPATIBLES Si se ha hecha una combinación de injerto que es incompatible y se descubre antes de que el árbol muera o se rompa en la región de injerto, en combinaciones de injerto con incompatibilidad localizada es posible corregir esa condición haciendo un puente de injerto con un tipo mutuamente compatible, si existe. Si el árbol se ha propagado por error en un patrón que se sabe que muestra síntomas de incompatibilidad con la cultivar es posible corregir esta condición arqueando con plántulas de un patrón compatible. Si la ruptura no ocurre antes de que los puentes de injerto tengan fuerza suficiente para sostener el árbol, es posible salvarlo en esta rama, ya que finalmente los puentes de injerto procedentes de semilla se convierten en el sistema radical principal. BIBLIOGRAFIA http.//aggie-horticulture.tamu.edu/propagation/cleftgrafting/cleft grafting.html. http://classes.aces.uiuc.edu/NRES103/tbud/index.htm. http://america.net/toms/grafting.htm. http://personal.redestb.es/ricardo/injertos.htm. http://classes.aces.uiuc.edu/NRES103/contents.htm http://www.horticom.com/planteles/doc12.html. Hartmann, H. T., De Rester. F.t. Davies, Jr, and r.L.Geneve. 1997. Plant Propagation: Principles and Practices 6th Ed. Fauta Mainards Fazio, Guía Ilustrada de la poda y de los injertos. Editorial Veechj. 1996. Calderón. Fruticultura General. Editorial Limusa. 1998. AG-3030 PRINCIPIO DE PROPAGACION DE PLANTAS Por: Andrés A. Estada - Lima Direcciones e-mail 19970605@la molina.edu.pe. Tema: Incompatibilidad de injertos Resume: Dado que no de los requerimientos para lograr una unión de injerto exitosa es la coincidencia muy cercana de los tejidos cercanos a la capa de cambium que producen callo, el injerto por lo general, está limitado en las angiespermas a las dicotiledoneas y evitar gimnospermas, que no tienen un cambium vascular, el injerto es más difícil, obteniéndose un porcentaje bajo de rendimiento. La afinidad como cualidad a fin existente entre 2 individuos vegetales permitiendo la soldadura de los tejidos. Igualmente la compatibilidad que comprende la facultad de permanencia de esa unión es forma satisfactoria para el conjunto a través del tiempo. La incompatibilidad constituye un problema en la fruticultura presentándose de formas muy variadas, con índices distintos, en diferentes épocas de la vida de los árboles. Los tipos de incompatibilidad se clasifican como la: localizada y trascolada, sus mecanismos y causas especialmente en las diferencias fisiológicas y biológicas entre el patróm y la púa; así mismo pueden ser ocasionadas por problemas de virus y micoplasmas introducidos por injerto de una parte resistente del mismo a otra susceptible. En el proceso de incompatibilidad surgen influencias a parte de los anteriores factores ambientales, como el periodo estacional y el tipo de injerto usado. Asimismo se tocará algunas pautas para corregir la incompatibilidad. TABLA DE CONTENIDO Afinidad Compatibilidad Incompatibilidad - Causas fisiológicas de la incompatibilidad en un estudio de peral - Factores ambientales - Virus y micoplasmas que pueden general incompatibilidad Correcciones de incompatibilidad