JUVENTUD SIN FUTURO : PRECARIEDAD, ... ACTIVISMO. Antonio Álvarez-Benavides

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JUVENTUD
SIN
FUTURO
:
PRECARIEDAD,
SUBJETIVIDAD
Y
ACTIVISMO.
Antonio Álvarez-Benavides
Universidad Internacional de la Rioja (UNIR)
Centre d’Analyse et d’Intervention Sociologique CADIS
[email protected]
Resumen:
En este texto se pretende analizar al colectivo alter-activista Juventud Sin
Futuro, que tiene como objeto central de sus reivindicaciones la precariedad de la
juventud. Este colectivo fue creado unas semanas antes del famoso 15M o
movimiento de los Indignados, por lo que muchos (della Porta, 2015; Marzolf y
Ganuza, 2016) le consideran una de sus fuentes principales. En el texto analizaremos
los rasgos fundamentales de este colectivo desde la sociología de los movimientos
sociales, enmarcado en el activismo post-2010. Igualmente expondremos cómo los
nuevos procesos de subjetivación dentro de estas iniciativas tienden hacia nuevas
formas políticas, que no solo pretenden influir, transformar o ser una alternativa
dentro de la política tradicional, sino acabar con ella.
Palabras clave: juventud, movimientos sociales, subjetividad, indignados
Alter-activismo, subjetividad y la nueva política
El año 2011 fue un año importante en muchos sentidos y en muchos lugares,
pero para la sociología, de la que muchos anunciaban su muerte desde hace al menos
dos décadas (Pérez-Agote, 1995; Wieviorka, 2007), fue un año especial. En un
contexto de triunfo del neoliberalismo surgen una serie de nuevos movimientos
sociales, como la primavera árabe, el 15M-Indignados y los distintos occupys1. Todos
ellos inevitablemente relacionados, imbricados, con propósitos y en contextos
diferentes, pero con ciertas similitudes que nos hacen hablar de un cambio real.
Este texto tiene dos grandes objetivos. El primero de ellos es encuadrar a
Juventud Sin Futuro dentro del análisis de los movimientos sociales post-2010, tanto
en relación con el activismo y los movimientos sociales españoles, como con la
situación de los movimientos sociales globales. La primera parte del texto abordará el
nacimiento y la evolución de este colectivo, el contexto social y político en el que
surge, así como sus características principales desde la óptica de la sociología de los
movimientos sociales.
Como segundo gran objetivo se analizarán las articulaciones políticas de la
subjetividad presente en los nuevos movimientos sociales y, concretamente, en
Juventud Sin Futuro. En otras ocasiones he analizado los procesos de
institucionalización de algunos movimientos sociales a través de la formación de
nuevos partidos políticos, como es el caso del 15M y Podemos (Álvarez- Benavides,
2015). En esta ocasión, la hipótesis central del artículo será comprobar si este alteractivismo, estos procesos de subjetivación presente en estos nuevos movimientos
post-2010, se plantea desde el punto de vista de la juventud, de las nuevas
generaciones, como acciones políticas sustantivas, reales, alejadas definitivamente y
sin vuelta atrás de la política representativa clásica de los grandes partidos. De esta
manera, no se tratará tanto de señalar nuevas formas alternativas de hacer política, o
cómo estas nuevas formas de hacer política se institucionalizan, a través de los nuevos
partidos, sino de comprobar si esta política es ya una forma real de política, que ha
venido para quedarse, y que no pasa por la adquisición de las formas, los procesos y
las características de la política convencional.
Metodología.
Para realizar este texto se ha utiliza como técnica principal de investigación la
netnografía, también conocida como etnografía digital, etnografía virtual (Hine, 2004)
1El“occupymovement”naciónenNuevaYorkel17deseptiembrede2011eneldistritodeWall
Street a través de una serie de manifestaciones y acampadas en el parque Zuccotti. Este
movimientoseinspiróprincipalmenteenel15Mensusdemandasdeanti-austeridad,yllegóa
extenderse a 951 ciudades en 82 países del mundo (Karla Adam, The Washington Post,
15/10/2011).
o ciberantropología (Vázquez, 2008). La netnografía es una técnica de corte
antropológico de análisis de redes que se utiliza para el estudio de las comunidades,
grupos, interacciones, conflictos, problemas, etc., y que tiene como su campo de
acción social Internet. El término netnography fue utilizado por primera vez en 1997
por Kozinets, quien después ha sido el máximo representante en el desarrollo de esta
metodología. Aunque esta técnica suele relacionarse con los estudios de mercado y de
marketing (Kozinets, 2010), su extensión ha sido muy rápida a otros campos de la
investigación social, como la antropología social y cultural, la psicología y la
sociología. La técnica es similar a la etnografía clásica pero adaptada al contexto de la
Red, siendo la observación participante uno de sus elementos centrales. Desde el
nacimiento y desarrollo de las redes sociales se ha vuelto una herramienta casi
imprescindible para analizar este tipo de comunidades y sus interacciones. En España
se utiliza de manera activa para el análisis de redes y comportamientos en internet,
pero también para la intervención social, siendo notables sus aplicaciones en el campo
del trabajo social (del Freso, 2011)
Se ha optado por la netnografía porque Juventud Sin Futuro nace en el entorno
de las redes sociales y su presencia es más activa a través de estos canales que a través
de los tradicionales. Juventud Sin Futuro es necesariamente un producto de la
globalización, de la postmodernidad, que no se entiende sin la Red, y por tanto, es
desde la Red desde donde se ha decidido hacer el análisis.
A los pocos días de su nacimiento, ya estaba presente en los principales redes
sociales, aunque en este caso nos centraremos en su presencia en Facebook, Twitter y
YouTube. En la actualidad2 la cuenta principal de Juventud Sin Futuro en Twitter
(#juventudsin), ya que hay distintas iniciativas locales asociadas, tiene 80.365
seguidores, 30.900 tweets publicados desde su apertura en el 23 de marzo de 2011,
unos 20-30 al día, con puntos de incluso 100 en acontecimientos importantes. En
Facebook, tienen 117.968 seguidores desde su creación el 7 de abril de 2011. En
Youtube, cuentan con 1280 subscriptores, 82 vídeos y 473.950 visualizaciones desde
su creación el 3 de abril de 2011. La mayoría de los vídeos colgados son de
producción propia, y consisten en entrevistas, vídeos reivindicativos, grabaciones de
reuniones, debates, asambleas y de producción artística muy variada, pero también de
2Este artículo se escribió entre noviembre de 2015 y febrero de 2016. Durante el proceso de
revisión sufrió una serie de modificaciones debido a las elecciones generales españolas de
diciembrede2015enlaquePodemosobtuvo69diputados.
otros colectivos relacionados, entre los que destaca el programa “La Tuerka”, cuyos
presentadores, Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, fundaron y son los líderes
principales de Podemos.
Aunque el autor de este texto es subscriptor de los distintos canales
mencionados, por lo que el seguimiento de las actividades de Juventud Sin Futuro en
las distintas redes sociales ha sido continuado desde su nacimiento, entre noviembre
de 2015 y febrero de 2016 se ha realizado una sistematización de los principales
tweets, mensajes, vídeos y recursos web, en relación con acontecimientos, demandas
o acciones políticas especialmente significativos y que serán mencionados a lo largo
del texto.
1. Nuevas reivindicaciones, nuevas formas de activismo.
Los nuevos movimientos sociales no son tan nuevos como parecen, o al
menos, hablar de nuevos movimientos sociales lleva siendo una constante en la
sociología desde los 70’. Michel Wieviorka (2008) señala tres momentos clave en los
movimientos sociales: hasta los 70’, en los que el movimiento obrero sienta las bases
de la sociología de los movimientos sociales; finales de los 60’ y principios de los
70’, cuando surgen y se desarrollan nuevos movimientos sociales de carácter étnico,
cultural y ecológico; y los movimientos globales, propios de los 90’.
Además de estos tres momentos o estas tres grandes agrupaciones de
movimientos sociales, un buen número de expertos (Pleyers and Glasius, 2013;
Fuster, 2012) señalan un cuarto tipo, en el que se inscribirían la primavera árabe,
Juventud Sin Futuro, el 15M y los distintos occupys. Son los llamados “movimientos
post-2010” y tienen una serie de características comunes entre sí:
- Una infraestructura de recursos, que se concreta en el trabajo en red,
reuniones e intercambios producidos durante la última década. Los propios actores se
sienten hermanados o inspirados por otros movimientos similares.
- El impacto que ha tenido la globalización sobre ellos, cuyo ejemplo más
claro es la crisis económica mundial. Los activistas pertenecen a una generación
precaria (Pleyer and Glasius, 2013: 552), han crecido en un ambiente neoliberal de
inseguridad laboral, de reducción de los servicios públicos y finalmente de una crisis
financiera global. Pertenecen a un generación global, que utiliza internet y las redes
sociales de manera habitual y también para sus movilizaciones.
- Una serie de demandas comunes: democracia, justicia social y dignidad.
Es precisamente en estas demandas donde podemos ver las diferencias más
significativas respecto a los movimientos antiglobalización de hace unos años. Un
aspecto importante es el énfasis en la justicia social a nivel local, a nivel nacional. En
estos movimientos el contexto del Estado-nación es más fuerte que hace una década
(Pleyers, 2013) puesto que aunque las reivindicaciones tienen un componente o un
enemigo internacional similar, el triunfo del neoliberalismo, o situaciones comunes,
como la corrupción o la falta de una verdadera democracia, tienen un claro anclaje
local, nacional.
Los nuevos movimientos sociales en España.
Los movimientos sociales en España tienen un marco distinto al de otros
movimientos sociales occidentales, puesto que la dictadura franquista no permitió
ningún tipo de contestación o alternativa al dogma nacional catolicista. De esta
manera, los primeros movimientos sociales, que surgen con la transición a mediados
de los 70’, tienen un fuerte componente local, vecinal, para reclamar derechos
políticos, pero sobre todo bienes y servicios. Con la democracia y las primeras
elecciones estos movimientos dejan de tener un carácter homogéneo y vecinal,
muchos de ellos se institucionalizan en las nuevas estructuras del Estado y en los
nuevos partidos políticos. Desde el punto de vista del activismo esto no significa que
desaparezcan las movilizaciones sociales, sino que éstas se fragmentan, surgiendo
muchas más movimientos y asociaciones, pero siempre con una fuerte relación
institucional. Un tercer escenario serían los 90’ y estaría caracterizado por la
presencia de movimientos sociales fuertemente institucionalizados (Alberich, 2007),
el llamado asociacionismo subvencionado, y por la continuidad de ciertos
movimientos radicales, como los okupas o movimientos de extrema izquierda y
extrema derecha. Pero al mismo tiempo nacen los nuevos movimientos sociales de
carácter cultural e identitario, que tienen una clara aspiración política y de
reconocimiento como parte de la ciudadanía. Algunos ejemplos son el movimiento
gay y lésbico, los movimientos contraculturales y las primeras reivindicaciones de
tipo étnico (musulmanes, gitanos). Otros movimiento sociales, como el ecologista y
los movimientos antiterroristas, aunque surgen en los 70’, experimentan su mayor
desarrollo e influencia social en los 90’, siendo las iniciativas sociales que más
manifestaciones convocan durante esta década (Adell, 2000)
La juventud (sin futuro) entra en escena.
Una década después, y en sintonía con lo que pasaba en el resto de los países
de nuestro entorno, surgen los movimientos globales. El contexto nacional cambia, se
diversifica, y surgen nuevos temas en las movilizaciones. En su mayoría jóvenes, se
movilizan ante la globalización neoliberal, participando activamente en los foros
mundiales y en las manifestaciones ante las reuniones internacionales del G7, Dabos,
etc. Otro acontecimiento fundamental fueron las manifestaciones contra la guerra de
Irak, con un claro componente internacional, pero también nacional. Esta doble
dimensión local-global, nacional e internacional, comienza a estar presente en todas
las movilizaciones.
Resulta interesante que estos movimientos sociales surgen en un momento de
crecimiento económico notable, de desarrollo del sector servicios, en el que el
mercado inmobiliario español se vuelve el más importante de Europa y en el que
España se convierte en la séptima economía del mundo (El País, 01/07/2007)3. En
este contexto, de aparente bonanza, hay una serie de sectores y actores excluidos, las
clases trabajadores, que a pesar de que hubiera tasas de paro más bajas que las
actuales se mueven en un mercado laboral desregularizado, precario y flexible, y en el
que los jóvenes formados tienen muchísimas dificultades para independizarse
económicamente y de sus familias. Los sueldos son bajos, pero sobre todo el precio
de la vivienda se dispara, por lo que el acceso de los jóvenes a ellas se hace imposible
o a través de hipotecas abusivas que conceden sin mucha preocupación los bancos,
pero que condicionan el futuro de esta nueva generación con hipotecas de hasta
incluso 40 años4.
3“Españaesyalaséptimaeconomíamundial,segúnelBancodeEspaña”:ElPaís(01/02/2007)
http://elpais.com/diario/2007/02/01/economia/1170284412_850215.html
4Lajuventudespañolasevioespecialmenteafectadaporla“burbujainmobiliaria”.Elpreciodela
vivienda creció entre 1998 y 2005 casi un 160% en un periodo de crecimiento económico
acelerado, al que se unió una reducción de los intereses (casi del 4%) debido a la creación de
Este es el caldo de cultivo de Juventud Sin Futuro y del 15M. Desde la
transición, España ha vivido un proceso incrementativo respecto a los derechos
sociales y al desarrollo económico. Aunque durante los 90’ hubo una crisis económica
importante lo cierto es que ni las tasas de paro, ni el retroceso en derechos sociales se
experimentaba de una forma tan acusada como en la actualidad. La generación
perdida, la generación sin futuro, la generación neoliberal, no ha tenido ni las
oportunidades ni las expectativas de sus padres. Este nuevo movimiento responde sin
duda a nuevas formas de alienación en un nuevo mundo globalizado dominado por el
capital financiero (Perugorría and Tejerina, 2013: 425).
Acciones para dentro y para fuera.
Tanto Juventud Sin Futuro como el 15M constata que el neoliberalismo no
tiene contestación a nivel internacional, pero sobre todo a nivel nacional, y es la falta
de alternativas políticas a nivel interno lo que sin duda es el pistoletazo de salida de
estos movimientos indignados. Si los movimientos antiglobalización españoles
querían ser una contrapartida al influjo del neoliberalismo a nivel internacional, los
movimientos post-2010 constatan que el neoliberalismo ha triunfado a nivel global y
que la crisis ha sido el culmen de la revolución neoconservadora (Álvarez-Benavides,
2012).
Juventud Sin Futuro tiene un referente local claro, en el momento de mayor
desarrollo y crecimiento económico, los jóvenes, que además representan la
generación más preparada, la generación mejor formada, que no ha tenido que
experimentar las renuncias que vivieron sus padres durante la dictadura franquista, no
nuevascajasydeunacompetenciaentrelosbancos(Bernardos,2009).Enesemismoperiodolos
salarios,quecoincidequeconmayorcrecimientodelaeconomíaespañolaenels.XX,elaumento
de los salarios ronda el 30% (Osorio, 2013)y las tasas de paro juvenil no bajan del 15%,
disparándoseal50%enelmomentomásálgidodelacrisisparaelcolectivoentre16y14(RuízGálvez,2012).Estecrecimientoesunatendenciahistórica,yaqueentre1990y2008,elpreciode
la vivienda en España ha aumentado entre una media de 500% (BBVA, 2010). Además, como
señalaBernardos(2009:24):enlacreacióndelaburbuja,laAdministracióntuvounimportante
papel.Enningúnmomentosupodetenersuformaciónycrecimiento,yafueraporincapacidadopor
desinterés.EstasituaciónhasidoespecialmentegraveenEspañaporcuestionesculturales,como
hanseñaladoRomero(2015)oMiranda(2010),alpreferirdemaneramayoritarialaadquisición
deviviendasenvezdelalquiler.Así,enelaño2001elporcentajedeviviendasenpropiedaden
España era del 84,5% mientras que el de viviendas en alquiler era del 9,6% (El País,
23/11/2015).En2016elporcentajedelosmenoresquevivenencasadesuspadressuperael
80%(ElPaís,29/12/2015)
tienen oportunidades de desarrollar ese futuro, esos estudios, esa inversión de sus
padres. La generación mejor formada se vuelve la generación perdida.
Juventud Sin Futuro es un movimiento nacional, es decir, que hay una vuelta
al marco nacional en cuanto a las reivindicaciones (Pleyers, 2012: 549) pero con
claras referencias globales. Este internacionalismo se ve principalmente a través de
acciones colectivas, como “No nos vamos, Nos echan”5, surgida el 7 de abril de 2013,
dedicada a la emigración forzosa de los jóvenes españoles que no encuentran trabajo,
es decir, internacional pero sin perder el referente nacional. Esta imbricación de lo
nacional y lo internacional siempre va a estar presente desde su manifiesto
fundacional: queremos recuperar nuestra capacidad para ser actores de un motor de
cambio, combatiendo un país de precariedad, desempleo y privatización de nuestra
educación. Somos además conscientes de que la movilización y la lucha tienen
sentido, pero sobre todo de que son necesarias. Italia, Francia, Grecia o Islandia nos
enseñan que la movilización es indispensable. El mundo árabe nos demuestra que la
victoria es posible. Por eso llamamos a un ciclo de movilizaciones que recuperen la
voz de la juventud en la calle, y lo hacemos extensivo a la sociedad civil. Nosotras no
nos fiamos, sabemos que esto sólo lo solucionamos sin los que causaron esta crisis.
Instamos a emprender la movilización colectiva, a reivindicar nuestro derecho a
disentir, a reconstruir nuestro futuro.6 Por otra parte no solo la iniciativa “no nos
vamos nos echan”, ha posibilitado la puesta en contacto de todos los exiliados
laborales españoles a través de la creación de un mapa interactivo en el que aparecen
los lugares en los que está viviendo, sino previamente gracias a la creación de
iniciativas locales en España, pero también en
Austria, Francia, Reino Unido,
Dinamarca, México, etc.
También en la redacción y presentación pública de sus reivindicaciones7 hay
una clara referencia nacional. Aunque están más ampliamente desarrolladas 8 y
votadas9 en la asamblea virtual del 15M10, se agrupan en cinco ejes (vivienda, ámbito
5Nonosvamos,nosechan:http://www.nonosvamosnosechan.net
Manifiesto de Juventud Sin Futuro, publicado el 7 de marzo de 2011:
http://juventudsinfuturo.net/manifiesto-jsf/
7 Reivindicaciones de Juventud Sin Futuro, publicado el 13 de mayo de 2011:
http://juventudsinfuturo.net/tabla-de-reivindicaciones-jsf/
8 Tabla resumen con las principales reivindicaciones de Juventud sin Futuro:
https://drive.google.com/file/d/0B65mTZ_CWhNUN2Q1ZWM2ZGYtOTBlZS00NmM2LTk2YmItZ
DM4N2U4ZjRiMmFm/view
9
Votaciones
sobre
las
reivindicaciones
de
Juventud
sin
Futuro:
http://15m.virtualpol.com/votacion/1824
6
laboral, pensiones, educación y redistribución de la riqueza) y se resumen en: el
alquiler social universal, como medida para permitir a los jóvenes el acceso a una
vivienda digna; la derogación de la reforma laboral y de las pensiones, la revisión
del marco contractual vigente y el control de la brecha salarial; la paralización de
los recortes en educación y de lo modelos de enseñanza elitistas (bachillerato de
excelencia); una reforma fiscal eficaz y progresiva para que “quien más tiene, más
pague”11. Sin embargo no faltan las referencias globales, como una política europea y
global distinta en ámbitos centrales como la educación, el comercio internacional, el
gravamen de capitales, la política de refugiados, etc.
Además Juventud Sin Futuro no ha dejado nunca de lado su anclaje local,
como movimiento nacido en el activismo madrileño. Entre las iniciativas locales
destaca “No es Ciudad para Jóvenes”12, que bajo el lema “sin transporte, sin casa, sin
servicios públicos, sin ocio, sin curro” y a través de asambleas, entrevistas y
videoarte, se preguntan y preguntan a la ciudadanía qué tipo de Madrid se quiere. En
este sentido, Juventud sin Futuro tuvo un papel crucial en la victoria de Ahora
Madrid, coalición de distintos partidos de izquierdas y de movimientos sociales
madrileños, en las elecciones municipales de 201513. Igualmente hay delegaciones y
experiencias similares en Zaragoza, Barcelona, Mallorca, etc.
2. De la subjetivación a la acción política.
Juventud Sin Futuro surge como colectivo en abril de 2011 a partir del
manifiesto señalado más arriba firmado por 18 activistas del mundo universitario,
periodístico y artístico español, fundamentalmente madrileño. Este manifiesto fue
10AsambleaVirtualdel15M:http://15m.virtualpol.com
11LamayoríadelasmedidasqueproponeJuventudSinFuturohacenreferenciaapolíticaslocales
yestatalesquesellevaronacaboentre2008y2015,especialmentesobrelareformalaboral,que
ha permitido la flexibilización laboral, con el aumento, entre otras cosas de los contratos
temporalesqueactualmenteocupanel92%delascontrataciones(Público05/01/2016).Otras
medidastienesqueverconlavivienda,yaquedurantelacrisiseconómicasehanproducidoal
menos600.000desahucios,laviviendasocialenEspañasoloalcanzael1%yel30%detodaslas
viviendas vacías de Europa se encuenta en España (El Mundo, 23/06/2015). Además, la nueva
ley de educación y la crisis y la consecuente subida de tasas ha reducido el número de
matriculadosenlasuniversidadespúblicasespañolasen1,3millonesdeestudiantesylasbecas
sehanreducidocasiun30%(ElDiario26/08/2015).
12Noesciudadparajóvenes:http://www.noesciudadparajovenes.com
13Ahoranosotras,ahoraMadrid:http://juventudsinfuturo.net/ahora-nosotrs-ahora-madrid/
suscrito por unas 10.000 personas en menos de 6 meses desde su publicación14. Los
activistas venían a su vez de distintos colectivos sociales, la mayoría de ellos de las
universidades madrileñas, y decidieron unirse justo en el momento más álgido de la
crisis económica y de los recortes sociales iniciados en el gobierno del PSOE y
llevados al extremo por el gobierno con mayoría absoluta del PP. En este contexto
había un colectivo que se sentía especialmente vulnerado: los jóvenes. Anteriormente
existían movimientos sociales en los que participaban de manera activa los jóvenes
(movimientos estudiantiles, feministas, ecologistas, etc.) pero cuyo centro de
reivindicación no tenía por qué ser la juventud. Sin embargo no se había creado una
plataforma o no existía un activismo centrado en los derechos y reivindicaciones de
los jóvenes como un colectivo claramente excluido de manera multidimensional.
Como relata uno de sus fundadores, Pablo Padilla15, todo comenzó por el plan
Bolonia, de sus manifestaciones surgió el Piquete Precario, y de éste la necesidad de
“hacer algo más”. Juventud Sin Futuro organizó su primera manifestación, a la que
acudieron 5000 jóvenes, en Madrid el 8 de abril de 201116. El lema central era “ sin
casa, sin curro, sin miedo”. Poco después, y ante el éxito de la manifestación,
Juventud Sin Futuro, Democracia Real Ya y otros colectivos decidieron convocar la
gran manifestación del 15 de Mayo, surgiendo así un nuevo movimiento social, el
movimiento de los indignados.
Es la primera ocasión en que en España se producen procesos de
subjetivación, nacidos de este nuevo activismo, que no se articulan a partir de una
ideología concreta, de una identidad, o de un partido político, ni siquiera de un
activismo concreto, sino a través de problemas y necesidades comunes, y sobre todo
de ser jóvenes, sin oportunidades, sin futuro y sin la posibilidad de desarrollar un
proyecto de vida (Perugorría and Tejerina, 2013: 435).
Estos nuevos procesos de subjetivación que surgen de la precariedad, plantean
un nuevo tipo de activismo, en un contexto en que la forma y los lugares de hacer
14FirmantesdelmanifiestodeJuventudSinFuturo:
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1Kxh69sSegL8Mokl3mYHCWoFVGBuK7pZzIk8SE0CLO8/edit?authkey=CNC8oNwG&hl=en_US&rm=full&authkey=CNC8oNwG#gid=0
15EntrevistaconPabloPadilla:https://www.youtube.com/watch?v=ICWk6VB5ZRw
16PrimeramanifestacióndelJuventudsinFuturo:
http://www.lavanguardia.com/vida/20110408/54137102765/juventud-sin-futuro-lanza-a-5000-jovenes-a-reivindicar-su-futuro-en-madrid.html
https://www.youtube.com/watch?v=CpSoc3GqODU
política son distintos, plurales. Hay sin duda una nueva relación con la política, con lo
político, tanto a nivel interno como externo.
Dos mundos en los que se hace política.
Son muchos los autores y las investigaciones que hablan de una nueva forma
de hacer política (Pleyers, 2013; Tejerina, 2005; Sassen, 2003), en la que lo público y
lo privado se vuelven difuso. Podemos constatar a través del trabajo etnográfico que
lo fundamental en estos nuevos movimientos juveniles es que las reivindicaciones se
realizan en la cotidianidad, a través de las prácticas diarias, proponiendo nuevos
modelos de vida.
Como decíamos más arriba, Juventud Sin Futuro reconoce la victoria del
neoliberalismo, en sus propias palabras: “Somos la juventud condenada al paro, la
precariedad o el exilio producto de políticas injustas impuestas por la élite
económica y política.” Pero esto no produce inmovilismo, sino todo lo contrario, un
activismo cotidiano, en la calle, en las plazas, en los espacios públicos, pero también
un cyberactivismo claro y pretendido. Evidentemente Juventud Sin Futuro es un
movimiento de jóvenes, y es donde están los jóvenes, en las redes sociales, en el
entorno digital, donde su actividad es más intensa.
Todo ello, nos hace constatar que se han formado de manera definitiva dos
grandes campos en los que se realiza la política, el primero, el institucional, el de los
partidos políticos, de la democracia liberal representativa, en el que los cambios se
producen de una manera lenta e incluso con procesos de involución. Otro mundo,
subordinado, en el que también se hace política, en el que se experimenta
continuamente y cuyos intereses parecen no influir en la política convencional.
Una de las cuestiones que se han planteado tanto desde dentro de Juventud Sin
Futuro, como desde fuera, es la manera en la que estas movilizaciones podrían
transformar, cambiar, influir a la política institucional. Sin embargo esta nueva
política no pasa por los partidos tradicionales, como muestran los lemas: No nos
representan, o PSOE y PP la misma mierda es. También parece que los partidos
políticos tradicionales no han sabido, no han podido o no han querido atraer a los
activistas de los nuevos movimientos, por lo tanto, al igual que en otros países de
nuestro entorno, han surgido nuevos partidos o iniciativas políticas relacionadas de
alguna manera y con distinta intensidad con estos movimientos post-2010, entre las
que destaca Podemos
La institucionalización de los nuevos movimientos sociales: Podemos.
Podemos no es el partido de Juventud Sin Futuro, aunque siete de los sesenta y
dos candidatos miembros de su directiva pertenecen a este colectivo. Ni siquiera es el
partido del 15M, como afirma su número dos, Juan Carlos monedero17, aunque
muchos de sus miembros participaran activamente en las movilizaciones de los
indignados. El éxito de las coaliciones que ganaron en Madrid y en Barcelona radica
precisamente en esa pluralidad y en la inexistencia de una política de partido. Aún
así, no cabe duda de que Podemos es un partido cercano, que pretende legítimamente
transformarse en una alternativa local y nacional de contrapoder dentro de la política
institucionalizada. Sin embargo, en su intento de extender sus reivindicaciones a otros
sectores de la población y en su claro interés por derrocar a las dos fuerzas políticas
preponderantes
y
acabar
con
el
poder
instituido,
Podemos
ha
acabado
institucionalizándose. Su programa tanto económico como social se ha ido matizando,
reduciendo sus aspiraciones de transformación. Su discurso se ha ido suavizando y ha
realizado pactos de gobierno con el PSOE, la vieja política, algo impensable en sus
inicios. También sus prácticas, la forma de hacer sus listas o sus programas, que lejos
de la nueva democracia dentro los movimientos post-2010, ha optado por lo necesario
y ha reducido de una forma importante su propia democracia interna. Juventud Sin
Futuro no ha sido ajeno a estos cambios, y por supuesto ha realizado sus críticas. En
este sentido cabe destacar el artículo del periodista y activista Samuel Pulido. Entre
sus reflexiones afirma que "Podemos es más democrático que otros partidos, pero se
ha ido consolidando un modo de funcionamiento en el que las decisiones tienden a
partir de un centro para ser refrendadas por lo que inicialmente eran nodos con
cierta capacidad de autonomía propositiva" 18 . Esta distancia entre Juventud Sin
Futuro, el 15M y Podemos cada vez es más notable.
Venimos del 15M pero no somos el 15M, somos la politización de sus argumentos
http://www.publico.es/politica/partidos/monedero-venimos-del-15-m.html
18 La
metamorfosis de podemos: http://www.eldiario.es/zonacritica/metamorfosisPodemos_6_362273807.html
17
La transición de Juventud Sin Futuro y del 15M, activismo también
esencialmente de jóvenes, a un partido político que aspira a gobernar a nivel nacional
y que para ello quiere simpatizar con otro tipo de electorado, ha pasado por la
utilización de formas y preceptos tradicionales de hacer política, pero sobre todo por
su institucionalización. Las prácticas políticas de las plazas, de los movimientos de
ocupación se traducen de una manera muy lenta y muy poco visible en la política
convencional. Hay un recelo excesivo por los aspectos estéticos pero poco contenido
programático. No solo por los contenidos, sino por la falta de espacios en los que
discutir, proponer y programar esos programas políticos. Si el 15M en ocasiones se
reconocía como excesivamente deliberativo, asambleario, Podemos ha optado por ir
cerrándose poco a poco tanto los militantes como a los debates internos y a las
propuestas creativas de iniciativas reales. La primera gran crítica surgió por parte de
721 cargos de Podemos que hicieron un documento público, firmado también por más
de 5000 simpatizantes, en el que criticaban el sistema de primarias, aprobado por la
dirección del partido y no de manera deliberativa entre cargos y simpatizantes (Nueva
Tribuna, 07/07/2015). Algo mismo sucedió previamente con la Junta directiva del
Partido, decidida por Pablo Iglesias a “dedo”, aunque luego fuera sometida a votación
(El País, 15/11/2015). Sin embargo, el giro más notorio se producido después de las
elecciones generales del 20 de diciembre de 2015. Durante las negociaciones para
formar gobierno, al no haber un claro vencedor en las elecciones, Pablo Iglesias
(candidato de Podemos) a propuesto a Pedro Sánchez (candidato del PSOE) formar
un gobierno de coalición en el que el presidente sería el líder del PP. Más allá
contradecir el principio articulador del 15M, supone traicionar sus propias palabras
puesto que el objetivo principal del nacimiento de Podemos era desbancar a la
“casta19”, y sobre todo el espíritu deliberativo de este partido de izquierdas al no
someter a votación con sus bases esta propuesta de tan importante calado.
«Nos habéis quitado demasiado, ahora lo queremos todo»
19Desde el año 1982 se han alterando en el gobierno de España el PSOE y el PP. El término
además señala las vinculaciones de ambos partidos con las élites financieras y económicas del
país.
De esta manera podríamos afirmar que existen dos escenarios, dos campos
separados cuyas conexiones todavía no están claras, son difusas e intermitentes. En
los dos se hace política pero la influencia de la política convencional, de partidos,
todavía es mucho más poderosa que la política que se hace en los nuevos
movimientos sociales. A pesar de ello, es importante destacar que aunque estas
comunicaciones sean difusas, Juventud Sin Futuro, el 15M, “las mareas ciudadanas”20
o movimientos afines, han conseguido objetivos políticos y sociales visibles,
palpables y de tremenda importancia, como detener un buen número de desahucios,
que los tribunales paralicen la privatización de la sanidad pública y que se investigue
e impute a varios políticos y banqueros corruptos, incluso al exministro y exdirector
del FMI Rodrigo Rato. Es más, incluso acceder al poder de grandes ciudades como
Madrid o Barcelona, eso sí, esta vez no a través de un gran partido, sino de dos
grandes coaliciones de movimientos políticos y sociales, algo más parecido a lo que
fue el 15M, en los que la cabeza visible, las nuevas dos alcaldesas, no pertenecen a
Podemos. Aunque Podemos forma parte de estas dos coaliciones, Barcelona en
Común y Ahora Madrid, la pluralidad de los integrantes de los nuevos gobiernos
municipales, parece que ha permitido esquivar algunas de las rigideces propias de los
partidos institucionalizados. Parece que la estabilidad21 de estas agrupaciones tan
plurales reside en que el proyecto político ha superado al institucional, los
dogmatismos y estructuras rígidas de participación de los partidos tradicionales, cada
vez más presentes en Podemos y en su cúpula directiva, se sustituyen por el trabajo
colectivo y la visibilización pública de nuevas formas de hacer y de entender la
política. Desde el punto de vista de la implicación de la ciudadanía, el Ayuntamiento
de Madrid ha abierto la web “decide.madrid.es” como parte de la iniciativa “gobierno
abierto”, en el que se plantean propuestas, debates e iniciativas sobre las necesidades
de Madrid, para someterse a votación y posteriormente llevarse a cabo. Se ha roto con
las agencias de calificación de la deuda pública pero, al mismo tiempo, se han
20Las mareas han constituido una serie de movilizaciones ante recortes sociales en distintos
ámbitospúblicos.Laprimeradeellas,nacidaenMadriden2011,fuelamareaverde,endefensa
delaeducaciónpública,alañosiguientesurgiólamareablanca(encontradelaprivatizaciónde
loshospitalespúblicosmadrileños),posteriormentelavioleta(recortesenpolíticasdeigualdad),
lagranate(contralaemigraciónforzada),lanaranja(recortesenServiciosSociales),etc.Desdeel
2013todasellasseagrupanenla“MareaCiudadana”.
https://www.facebook.com/MareaCiudadana
21 Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, Manuel Carmena, alcaldesa de Madrid y Joan Ribó,
presidente de la Comunidad Valenciana, son los políticas mejor valorados de sus comunidades
autónomas(BarómetrodeopiniónpolíticadelCIS,15/07/2015).
reducido el déficit en un 19,1%, ha aumentado el gasto social en más de un 30% en
menos de un año y se han paralizado todos los desahucios en curso. Hablaríamos de
nuevas fórmulas presentes en los nuevos movimientos sociales y basadas en la
dignidad, la justicia social y la democracia (Pleyers, 2013).
Sin embargo, Juventud Sin Futuro, como colectivo, a través de su activismo en
las redes, en los nuevos canales de comunicación, parece que ha dado un paso más
allá que implica renunciar a esas formas tradicionales que también parece representar
Podemos. Si comenzaban su manifiesto afirmando que frente a la salida de la crisis
por la derecha, nosotras y nosotros, la generación precaria, señalamos a los
culpables y reivindicamos ser escuchados, después de plantear una serie de
reclamaciones concretas concluyen que «Nos habéis quitado demasiado, ahora lo
queremos todo». Más allá de lo simbólico de la última afirmación, lo que podemos
observar es un proceso de subjetivación que les convierte en nuevos actores políticos
que no aspiran a ocupar el espacio que les ceda la política convencional de partidos,
sino a sustituirla de manera definitiva. Estamos ante nuevos sujetos políticos que
hacen política local, nacional e internacional en contra de la violencia de género22 , a
través de la modificación y apropiación ciudadana de los espacios públicos 23 ,
defendiendo la enseñanza y la educación pública 24 , la sanidad, las pensiones,
reclamando el voto emigrante25, apoyando a los refugiados sirios, etc.
Conclusiones.
Juventud Sin Futuro y los llamados movimientos post-2010 presentan una
serie de características comunes que tienen que ver con la globalización, con el
triunfo planetario de la economía neoliberal y la consecuente precarización de sus
vidas. Es un movimiento pacifista que plantea formas novedosas de hacer política
tanto dentro del propio movimiento como fuera. Es un movimiento que reclama más
22Hombres,hablemosdeviolenciasmachistas:https://www.youtube.com/watch?v=ixnXkjIbjgU
OsqueremosVivas:https://www.facebook.com/juventudsinfuturo/videos/938748492828198/
23JuventudSINFuturorebautizalaPlazaMargaretThatcher:
https://www.youtube.com/watch?v=ZPyQ238QZO8
24Laeducaciónquenosune:http://laeducacionquenosune.org/author/juventudsinfuturo/
25Votorogado,votorobado:https://twitter.com/juventudsin/status/669121655034281984
democracia, dignidad y justicia social, que tiene un importante componente simbólico
y una fuerte relación con otros movimientos transnacionales, pero que también
plantea reivindicaciones concretas en el ámbito nacional y local.
Los nuevos movimientos sociales responden a una nueva concepción de la
ciudadanía, a una nueva forma de hacer y de entender la política, sin embargo esto no
se traduce en partidos políticos con el mismo componente simbólico y con esta nueva
manera de entender la nueva política. El partido más importante que ha surgido del
15M y relacionado también con Juventud Sin Futuro ha sido Podemos, que poco a
poco ha ido distanciado sus prácticas y sus propuestas del contenido o de la identidad
indignada. La institucionalización de Podemos está pasando por la adopción de los
procedimientos y la estructura de los partidos clásicos.
Todo ello hace plantearnos que existen dos campos diferenciados donde se
hace la política, el convencional y el de los nuevos movimientos sociales. Esto
también parece que se traduce en diversas formas de plantearse la ciudadanía, la
participación en lo público, en lo social y en lo político. Las formas tradicionales de lo
político y de la ciudadanía conviven con nuevas ciudadanías y nuevos modos de hacer
política, estas dos realidades no se tienen que dar necesariamente en una relación
dicotómica, pero los trasvases entre un campo y otro son todavía poco frecuentes e
intermitentes, y la primacía de lo tradicional, de lo convencional, sigue siendo
incuestionable a nivel institucional.
Además parece que esa falta de acercamiento y permeabilidad entre un campo
político y otro ya no se justifica exclusivamente por el inmovilismo de los partidos y
la clase política tradicional, sino por una verdadera intencionalidad por parte de
movimientos sociales como Juventud Sin Futuro, que lejos de intentar participar en el
juego político institucionalizado, pretende acabar con esas formas tradicionales, es
decir, sustituir de manera definitiva un tipo de política por el otro. La juventud
precaria, la juventud sin futuro, la generación perdida, se ha convertido en un sujeto
político considerable, en una Juventud Sin Miedo.
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