PLATÓN LA REPÚBLICA. LIBRO VII ALMA-CUERPO. Platón defiende el dualismo antropológico, según el cual el ser humano es un compuesto de un alma inmaterial e inmortal, y de un cuerpo material y mortal. El alma es para Platón el principio que infunde vida al cuerpo, y también el principio del conocimiento, pues su función propia es el conocimiento de la verdad. Influenciado por los pitagóricos, defiende que el alma ha tenido una existencia anterior, y que tiene que liberarse del cuerpo, que constituye su prisión, y purificarse a través del conocimiento. Distingue tres partes del alma: la racional, la irascible y la apetitiva (o concupiscible). ARISTOCRACIA. Hay que entender por aristocracia el gobierno de los mejores (en griego, los aristoi). Platón propone como forma ideal de gobierno una aristocracia, pero hay que dejar claro que no se trata del gobierno de los mejores en razón de su linaje, la sangre o el nacimiento, sino que de los mejores en virtud y en saber, y estos son los filósofos (a quienes deberá obligarse a encargarse de esta tarea). Sólo el que conoce la Idea de Bien actuará bien, tanto a nivel privado como a nivel público, y, por tanto, sólo el sabio será un buen gobernante. (Influencia del Intelectualismo ético de Sócrates) AXIOMA. En matemáticas se denomina axioma a un principio tan claro y evidente que no necesita demostración y que constituye el punto de partida o la premisa de una demostración. Para Platón, sin embargo, los axiomas de los que parten los matemáticos en sus demostraciones son en realidad simples hipótesis no demostradas; por este motivo las matemáticas no son el conocimiento más elevado. CIENCIA. Con esta expresión se traduce el término griego episteme, que se contrapone a la simple opinión o doxa. El conocimiento es siempre para Platón conocimiento de lo auténticamente real, de la esencia eterna e inmutable de la realidad, esto es, de las Ideas; es, por tanto, universal y objetivo, y sólo puede ser alcanzado por media de la razón (inteligencia), y no mediante los sentidos, a partir de los cuales sólo podemos elaborar opiniones acerca de las cosas del mundo sensible. Platón distingue dentro de la ciencia dos niveles de conocimiento: el pensamiento discursivo (o matemáticas) y la dialéctica (o inteligencia), aunque estrictamente hablando sólo ésta última es el auténtico conocimiento. DEMIURGO. ( que en griego significa “artesano”) Inteligencia suprema, de carácter divino, que ha creado el mundo material tomando como modelo las Ideas Eternas, dando forma a una materia preexistente y amorfa. DIALÉCTICA. Ciencia suprema acerca de la Ideas y sus relaciones, en especial de las relaciones de todas las Ideas con la Idea suprema de Bien. Es la única capaz de ofrecernos verdadero conocimiento, y la última y principal enseñanza de la educación del filósofo gobernante. El método dialéctico es el arte de preguntar y argumentar con vistas al conocimiento de las Ideas, parte de hipótesis que deben ser puestas a prueba mediante críticas y refutaciones, “echándolas abajo” hasta que finalmente se llega a una que resiste la crítica. DUALISMO: - DUALISMO ONTOLÓGICO. Teoría platónica que defiende la existencia de dos mundos, el sensible y el inteligible (imperfecto el primero y perfecto el segundo) - DUALISMO EPISTEMOLÓGICO (GNOSEOLÓGICO). Se corresponde con el dualismo ontológico. Existen dos formas contrapuestas de conocimiento, el basado en los sentidos (la opinión que sólo permite conocer las apariencias) y el basado en la razón (la ciencia, que permite conocer la verdadera realidad) - DUALISMO ANTROPOLÓGICO. Teoría que defiende que el ser humano es un compuesto de un alma inmaterial e inmortal, y de un cuerpo material y mortal. EDUCACIÓN. Tiene la finalidad de encaminar el alma del que se educa hacia el mundo de las Ideas, de modo que acabe centrándose en el estudio de las esencias eternas e inmateriales, donde hallará el conocimiento de la verdad y el Bien. Para ello hay que conseguir que el alma aparte su mirada de lo sensible y material, donde tan sólo hallará opiniones. Sin embargo, sólo las mejores naturalezas deberán ser educadas en este sentido, para que asuman posteriormente la misión de gobernar. La educación está, por tanto, subordinada a los fines de la política. ESENCIA. Aquello que hace que las cosas sean lo que son, es inmutable; en Platón las esencias son las Ideas. ESTADO. La “polis” griega constituía un Estado, ya que cada una era un todo organizado y autónomo. La preocupación fundamental de Platón era constituir un Estado fuerte, muy organizado y planificado, y basado en el concepto de Justicia, que consiste en la armonía entre las tres clases sociales que lo componen, en “la realización por cada uno de aquello que le corresponde, sin entrometerse en lo que a los demás les toca hacer”. El Estado debe procurar el bienestar de todos, deba organizarse para atender a sus principales necesidades: producción, defensa y gobierno (de ahí los tres estamentos sociales: productores, soldados y gobernantes). Es fundamental el orden y la planificación en la polis, y por tanto, un control de la educación para formar ciudadanos de acuerdo a lo que la sociedad necesite. FELICIDAD. Para la ética griega, en general, la felicidad es el máximo bien al que aspiran los seres humanos. Para Platón la felicidad es inseparable de la virtud moral, no hay felicidad sin virtud, ni virtud sin felicidad. Ésta no consiste en la posesión de honores y bienes materiales (como piensan la mayoría de los hombres), sino en una vida recta ligada al conocimiento de la verdad y el Bien. (Influencia socrática) HIPÓTESIS. Supuesto no demostrado. Tanto el método dialéctico como las matemáticas parten de hipótesis. Pero las matemáticas no las prueban, sino que las toman como principios a partir de los cuales hace sus demostraciones. La dialéctica, en cambio, pone a prueba sus hipótesis y trata de “echarlas abajo” mediante la crítica racional y los argumentos, elevándose así, de hipótesis en hipótesis, hasta alcanzar una definición que recoja la esencia de lo investigado (las Ideas). IDEAS O FORMAS. (eidos en griego). Las Ideas son realidades inmateriales, conceptuales, eternas, inmutables, sólo accesibles a la inteligencia (razón), que constituyen las esencias, modelos perfectos e ideales que las cosas sensibles imitan o copian de forma imperfecta. Las Ideas son, por tanto, la causa del ser de las cosas sensibles, las cuales participan de ellas. Las Ideas existen con independencia de los hombres (subsisten). En lo más alto del mundo inteligible está la Idea del Bien. IDEA DEL BIEN. La Idea más importante y difícil de conocer. Su importancia la expresa Platón en el mito de la caverna asemejándola a la que el Sol tiene en el mundo sensible. Su conocimiento es imprescindible para ser un buen gobernante. Retomando el intelectualismo ético de Sócrates, Platón defiende que sólo el que conoce el Bien actúa bien, tanto a nivel individual como público. IGNORANCIA. Ausencia de conocimiento en el que se encuentran los que sólo conocen el ámbito de lo sensible. Esto les ocurre a los prisioneros de la caverna; su desconocimiento de la auténtica realidad les lleva a sentirse cómodos en su mundo y a resistirse a abandonar su ignorancia. IMITACIÓN. (mímesis en griego). Expresa la relación que se da entre las cosas sensibles y las Ideas. Las cosas sensibles son lo que son en la medida en que imitan o copian las Ideas, las cuales constituyen su esencia. (Véase también “participación”) INTELIGENCIA. Facultad innata del alma, que podemos identificar con la que Platón denomina parte racional del alma, mediante la cual es posible conocer la verdad, siempre y cuando se oriente en la dirección correcta (el mundo inteligible) mediante una educación adecuada. JUSTICIA. Platón utiliza esta expresión en varios sentidos: 1. Influenciado por los pitagóricos, identifica la justicia con la armonía y el equilibrio. En este sentido hay que distinguir entre: a) La justicia como virtud individual, que consiste en la armonía entre las tres partes del alma, y b) La justicia del Estado que consiste en la armonía entre las tres clases sociales que lo componen. 2. La expresión “justicia en sí”, se refiere a la Idea de Justicia, eterna, permanente e independiente de las opiniones humanas. Tanto la justicia del individuo, como la del Estado participan de esta Idea o la copian. 3. Con la expresión “sombras de lo justo” Platón se refiere a la justicia de los hombres, expresada a través de las leyes de las ciudades. La justicia de los hombres no es sino una copia imperfecta de la Idea de Justicia. MUNDO INTELIGIBLE. Es el mundo de las realidades inmateriales, eternas, inmutables y abstractas; aunque a veces se utiliza como sinónimo del mundo de las Ideas, hay que tener en cuenta que abarca también a los conceptos matemáticos, que siendo también inmateriales, eternos e inmutables constituyen un nivel de realidad inferior a las Ideas. MUNDO SENSIBLE. Es el mundo de las realidades materiales, cambiantes, sometidas al devenir, al nacimiento y a la muerte. Es el mundo que percibimos a través de los sentidos, creado por el Demiurgo tomando como modelo las Ideas. El mundo sensible es el mundo de los seres materiales, pero también de los asuntos humanos (la política, la sociedad,...) OPINIÓN. (doxa en griego). Se trata de un conocimiento superficial, poco fiable, que tiene como fuente no la inteligencia (razón), sino los sentidos. El objeto de la opinión son las apariencias, las cosas materiales y cambiantes del mundo sensible. Forman parte de la opinión la conjetura y la creencia. Para Platón es algo intermedio entre la ignorancia absoluta y el conocimiento verdadero. En el mito de la caverna la opinión está representada por la visión de las cosas del interior de la caverna (sombras y estatuas que desfilan). PARTICIPACIÓN. Término mediante el cual Platón expresa la relación entre las cosas sensibles y las Ideas. Así podemos decir que las cosas sensibles son lo que son porque “participan” de las Ideas. ( Ejemplo: Un hombre justo, es hombre en la medida en que participa de la Idea de Humanidad, y es justo en la medida en que participa de la Idea de Justicia) .(Véase también “imitación”) REMINISCENCIA. (anamnesis en griego, significa recuerdo) Para Platón conocer es, en realidad, recordar. El alma posee en sí misma el conocimiento de las Ideas, conocimiento que olvida al encarnarse en el cuerpo. Educar consiste en ayudar a recordar lo olvidado. (Sócrates ayudaba a parir ideas; el conocimiento no se transmite, sale de uno mismo)