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ASÍ ES LA BIOLOGÍA
A continuación se presenta el Resumen Analítico Educativo (RAE) de algunos
capítulos del libro: Así es la Biología de Ernst Mayr escrito en 1998.
TITULO: ¿CUÁL ES EL SENTIDO DE LA VIDA?
AUTOR: MAYR, Ernst.
PUBLICACIÓN: Así es la Biología.
PALABRAS CLAVE: Vitalismo, Mecanicismo, Fisicismo, Emergencia, Vida,
animista.
DESCRIPCIÓN: En este aparte, el autor muestra varios de los planteamientos
que han existido a través del tiempo y las culturas, con respecto a la organización
y “esencia” de la vida.
FUENTES: El autor presenta 19 referencias relacionadas con las tendencias que
explican la esencia y organización de la vida.
CONTENIDO: Es posible que en sus comienzos, la especie humana no
estableciera una distinción clara entre la vida de un organismo vivo y el “espíritu”
de un objeto natural no vivo. Los pueblos primitivos creían en la existencia de
espíritus tanto en montañas y ríos, como en árboles y animales, sin embargo, este
concepto animista fue extinguiéndose poco a poco.
Cuando filósofos y biólogos hablan de la vida, por lo general no están refiriéndose
a la vida en contraste con la muerte, sino al contraste con el no vivir (objetos
inanimados). Por esta razón, no es posible estudiar lo abstracto de la vida desde
una visión científica, mientras lo que si se puede estudiar es el proceso de vivir.
En épocas pasadas, algunas personas afirmaban que los organismos vivos no se
diferenciaban de la materia inanimada, a este planteamiento se le llamó
mecanicismo y más tarde fisicisismo.
Otros individuos –llamados vitalistas – aseguraban que los organismos vivos
poseían una esencia que no se podía explicar bajo las leyes de la física y la
química. Más tarde, los principios mas valiosos de estas dos creencias fueron
compaginados para crear un nuevo paradigma denominado el organicismo, el
cual predomina en la actualidad.
El fisicismo hizo evidente la superficialidad que existe cuando se establecen
similitudes entre los organismos y las máquinas, pues su propuesta se centraba
en ver a los organismos como máquinas basadas en la simple suma de sus
partes y la presencia de su energía.
Por su parte, el pensamiento mágico de la vida planteado desde el vitalismo,
establecía la relación entre la vida y una sustancia especial llamada protoplasma.
Muchos de los planteamientos vitalistas pretendían explicar características
concretas de los organismos, basándose en los conocimientos biológicos de la
época para dar más soporte a sus teorías. A pesar de ello, tanto vitalistas como
fisicistas tuvieron bastantes inconvenientes para comprobar sus teorías.
El surgimiento del Organisismo quebrantó e invalidó las anteriores posturas,
planteando que la vida se debe a la interacción de un todo, más que a la suma de
sus partes. Los organisistas muestran el sentido holístico de la vida, dando
importancia a las partes y a la interacción en conjunto, tomando a la célula como
unidad de los tejidos, órganos, sistemas y organismos complejos. Todo esto,
guiado por la consecución de complejas reacciones bioquímicas.
CONCLUSIÓN: En la actualidad, biólogos y filósofos de la ciencia comparten
posturas sobre los organismos vivos. Se entiende que tanto a nivel molecular
como a nivel celular, la mayoría de las funciones obedecen a leyes fisicoquímicas,
que regulan estos sistemas, los cuales están ordenados jerárquicamente y tienen
numerosas propiedades emergentes. Sus actividades son gobernadas por
programas genéticos que contienen información adquirida a lo largo del tiempo,
expresándose a través de un medio con sentido dualista que se reconoce como el
fenotipo y el genotipo de cada individuo.
TITULO: EL “POR QUÉ”. LA EVOLUCIÓN DE LOS ORGANISMOS.
AUTOR: MAYR, Ernst.
PUBLICACIÓN: Así es la Biología.
PALABRAS CLAVE: Evolución, Organismos.
DESCRIPCIÓN: En este texto el autor muestra los planteamientos de las distintas
corrientes ideológicas y científicas que han tratado de explicar como se originó la
vida y que ha sucedido con los organismos desde entonces hasta la actualidad.
FUENTES: El autor presenta 22 referencias relacionadas con la explicación de la
evolución en los organismos.
CONTENIDO: Desde que la palabra evolución fue introducida en la ciencia por
Charles Bonnet, se han propuesto varios términos para tratar de dar explicación a
este fenómeno. Evolución transmutativa ó saltacionismo (presencia de
mutaciones); evolución transformativa (cambio gradual de las especies) y
evolución variativa (gran variación genética y reproducción de solo unos pocos
individuos de cada generación). Estas son las tres “nominaciones” que se le han
dado en biología al concepto evolución para tratar de explicar la historia de la vida
sobre la Tierra. Aunque la teoría Darwinista de la evolución variativa (selección
natural) ha sido bastante aceptada, otras corrientes han tomado varios de sus
aspectos para refutarla total o parcialmente. Por ejemplo, esta teoría explica la
derivación de unos organismos a partir de otros, sin embargo, no explica como la
vida se formó a partir de materia inanimada. Dicha explicación aparece cuando se
aborda el origen de la vida a partir de bases químicas.
Así mismo, la teoría Darwinista propone que todo grupo desciende de una
especie ancestral común, proponiendo un árbol filogenético ramificado y
aportando explicaciones a los descubrimientos de la anatomía comparada. Esto
aportó las bases para la jerarquízación Linneana , la distribución geográfica de las
biotas y la explicación del origen de la especie humana, dejando de lado la
perspectiva de la planificación de un creador.
Al gradualismo de los cambios evolutivos se le objetaba que no podía explicar el
origen de los órganos o estructuras, las capacidades fisiológicas ó los patrones de
conducta completamente nuevos. A lo que se respondió con procesos como la
intensificación de la función (Severtsoff) y el cambio de la función de la estructura.
Otro aspecto de objeción frente a la teoría darwinista fue el descubrimiento de las
extinciones masivas, donde Cuvier y otros insistían en el cambio total de las
biotas existentes por otras completamente nuevas, lo que para Darwin constituyó
un proceso contínuo en la vida.
La selección natural como mecanismo responsable del cambio evolutivo, puede
verse como un fenómeno dividido en dos partes: por un lado, la variación genética
producida por la recombinación génica, el flujo génico, los factores aleatorios y las
mutaciones. Y por otra parte, la selección propiamente dicha dada por la
supervivencia y la reproducción diferencial de los nuevos individuos que tienen
más probabilidades debido a su constitución genética. El “funcionamiento” de la
primera por “azar” y de la segunda por necesidad, en una interacción que permite
la existencia de un “progreso evolutivo” que de ninguna manera conduce a la
“perfección” de los organismos, sino al mejoramiento de las capacidades de
respuesta a las condiciones y fuerzas selectivas.
Para el restante público, creyente aún en las teorías de tipo transformacionista,
llegó la síntesis evolutiva con su estudio de la macroevolución (evolución por
arriba de especie) que intentaba explicar como en las poblaciones fundadoras se
da la reestructuración genética durante la especiación y como al ser restringidas
en el espacio y el tiempo, producen la aparición de “huecos” en el registro fósil de
las secuencias evolutivas. Esto logró demostrar que la macroevolución es
variativa y no transformativa, pues se da la producción contínua de nuevas
poblaciones.
Dentro de las controversias actuales, se presenta el hecho de saber cual es el
“blanco de selección”. A lo cual la mayoría de genetistas ha propuesto al gen
(evolución neutra) considerando el cambio de sus frecuencias génicas como
evolución. Por el contrario, los naturalistas proponen al individuo en conjunto
como blanco y la evolución como el cambio adaptativo y el origen de la
diversidad, aducen también que los planteamientos de la evolución neutra no
contradicen en absoluto la teoría variativa de Darwin.
Se ha llegado a postular también, que los individuos, las poblaciones e incluso las
especies pueden ser blanco de la selección. Y que la conducta social es
fuertemente influenciada por la evolución, debido a que una disposición genética
contribuye al comportamiento del fenotipo.
CONCLUSIÓN: La teoría de la evolución de Darwin con su variación genética y la
selección aleatoria ha propuesto pautas que se consideran muy válidas y
representan el modelo más adecuado para explicar la historia de la vida sobre el
planeta Tierra.
TITULO: ¿DÓNDE ENCAJAN LOS HUMANOS EN LA EVOLUCIÓN?
AUTOR: MAYR, Ernst.
PUBLICACIÓN: Así es la biología.
PALABRAS CLAVE: Homo, Humano, Tiempo, Evolución, Aparición, Clasificación.
DESCRIPCIÓN: En este aparte, el autor muestra como se asocia el ser humano
actual a todos los cambios en el tiempo y el espacio. Ubica al Homo sapiens
dentro de la línea evolutiva que pudo haber seguido hasta nuestra época.
FUENTES: El autor presenta 12 referencias relacionadas con planteamientos que
muestran dónde y por qué se ubican los seres humanos en la línea evolutiva de
los organismos.
CONTENIDO: En casi todas las culturas primitivas y en la religión, los humanos
eran apartados completamente de la naturaleza, hasta que Linneo incluyó en los
Homo a los simios y al hombre. Desde luego, esta no fue tarea fácil y fueron
varios los inconvenientes que se presentaron con relación a este planteamiento.
Sin embargo, la teoría Darwiniana acerca de la descendencia común, soportó la
idea de que los humanos descendieron de los simios. Más tarde, esto pudo
corroborarse a través de la anatomía comparada y sirvió para alentar el desarrollo
del estudio de la biología humana.
Los árboles evolutivos se comenzaron a construir con la aparición de fósiles de
Ramaphitecus, Neanderthal, Pitecántropos erectus, Sinanthopus, Pekinesis y más
adelante, al Homo erectus. Sin embargo, el fósil que dio la “puntada exacta” fue el
Austrolopithecus africanus, el cual presentaba un gran parecido en apariencia
morfológica al “humano común”.
Mientras continuaban las investigaciones antropológicas, aparecían más
evidencias moleculares que reafirmaron el parentesco con Austrolopithecus
africanus y además demostraron una relación genética más estrecha entre los
chimpancés y los hombres que entre estos primeros y los gorilas.
Los registros posteriores indicaron la descendencia del hombre moderno a partir
del Homo erectus, a pesar de ello, no se encontraba el enlace que mostrara
dónde y cómo sucedió esto.
Al respecto se plantearon dos hipótesis. La primera plantea que éste evolucionó
en muchos lugares a partir de poblaciones distintas. La segunda es conocida
como la hipótesis Madre Eva ó Eva mitocondrial (que está tomando gran fuerza
últimamente) y se basa en reconstrucciones mitocondriales a partir de las cuales
se propuso que una oleada de colonización de una especie ordinaria habría
surgido de una zona del África, más tarde las pruebas moleculares apoyaron
estas teorías.
Durante mucho tiempo, los estudios de evolución humana se han sentido
satisfechos con la siguiente explicación: durante el mioceno al hacerse mas seco
el clima de África, muchas hordas quedaron aisladas en paisajes abiertos donde
debían caminar en dos patas y podían utilizar instrumentos. Esto hizo que
ejercieran una fuerte presión selectiva en el cerebro, lo cual les permitió el uso
habilidoso de utensilios. El bipedismo por su parte, se convirtió en la clave para la
humanización, debido a que podían transportar sus crías en los brazos,
desarrollando el sistema locomotor y del lenguaje.
Fue un periodo de evolución acelerada, en el cual se alimentaban de semillas y
cereales, se favoreció la sedentarización en campamentos, y se maduró el
desarrollo de un lenguaje más complejo a partir de un sistema de señales. Lo
anterior aportó para el desarrollo cerebral y vocal.
Culturalmente, hubo integración social y competencia entre campamentos,
haciéndose más eficiente la búsqueda de recursos, se establecieron familias y
matrimonios que al principio estuvieron conformados por mujeres con varios
hombres que establecían una unidad cooperativa de trabajo.
Gracias a todo esto, los humanos concibieron la posibilidad de independizarse del
ambiente, ocupando todos los sistemas naturales, demostrando un sorprendente
éxito evolutivo y adaptativo basado en el uso de unos recursos naturales que
lentamente se destruyen.
CONCLUSIÓN: Cada individuo es una combinación diferente de caracteres
morfológicos, fisiológicos y sicológicos que contribuyen a crear una historia de
vida. El ser humano se ha incluido como parte de la naturaleza, vive a expensas
de ella, perteneciendo a un linaje aparentemente desaparecido en su totalidad y
que es el resultado de un proceso cuya “vanagloria” se fundamenta en el
desarrollo cerebral y en la adquisición de hábitos sedentarios que han conducido
a vivir de los recursos existentes.
Mayr, E. (1998). Así es la Biología, Madrid: Debate.
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