La Contra de La Vanguardia: entrevista a Otto Kernberg

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LUNES, 1 NOVIEMBRE 2010
LA CONTRA
Otto Kernberg, psiquiatra, psicoanalista e investigador
82 años. Nací en Viena y vivo en Nueva York. Casado. Tres hijos de mi primer matrimonio,
que duró 51 años: enviudé. La libertad absoluta es caos; la igualdad absoluta, totalitarismo:
las dos evitan una fraternidad fácil. Creo en la existencia de principios morales universales
“Uno crece continuamente
y cambia”
Potencialidades
S
e volvió a enamorar?
Sí, trabajaba con ella desde hacía 30 años, amiga de la familia.
Una vieja amistad se transformó en una relación de amor.
Curioso.
Uno crece continuamente y cambia.
Ojalá.
Estoy agradecido de esa capacidad de no
quedar encerrado en mí mismo y en mis
propias ideas.
¿Sus cambios esenciales?
Mi vida ha estado muy influida por mi actividad profesional, y he aprendido a respetar
las corrientes inconscientes que guían la vida personal y que son fuente de inspiración,
de conflicto y de conductas autodestructivas. Y también las profundas dimensiones
del amor que uno sólo llega a reconocer plenamente a través del tiempo.
Hábleme de esas dimensiones...
La importancia de lo erótico a lo largo de
toda la vida.
¿El erotismo no se apaga con los años?
Esa es una idea muy convencional. Lo erótico no se transforma en una amistad cariñosa, hay evidencia empírica de que no es así.
Un tema sobre el que investiga.
Estudios sobre parejas felices que comenzaron con la combinación de apasionamiento
ÀLEX GARCIA
sexual y amor intenso mantenían el mismo
tipo de relación a lo largo de muchos años.
La destrucción de la vida erótica es uno de
los síntomas más importantes de la destrucción de la vida emocional.
Es triste cuando ocurre.
Hay también estudios neurobiológicos que
muestran lo mismo: viejas parejas enfrentadas con las imágenes de su pareja activan
ciertos neuropéptidos específicos de la excitación sexual, igual que recién enamorados.
¿Congeniar, encontrar a esa persona,
es cuestión de suerte?
Es una combinación de suerte y potencial
de crecimiento emocional. Influye el grado
en el que uno está limitado por conflictos
inconscientes no resueltos. Pero a medida
que crecemos nuestra capacidad de elección es mayor, porque podemos reconocer
valores en personas muy distintas y adaptarnos, en contraste con rigideces iniciales.
Pero en cualquier relación de amor hay
siempre un elemento de agresión.
Cierto, y hay que integrarlo. Una buena pareja no es la que nunca pelea, sino la que es
capaz de tener momentos difíciles con la
conciencia clara de que en el fondo el amor
es lo constante.
Volvamos a sus aprendizajes.
La diferencia entre la tolerancia individual
Para celebrar su 50.º
aniversario, la Sociedad
Española de Psicoanálisis nos ha hecho un regalo: poder escuchar a
Kernberg, que además
de ser una eminencia en
el sector por sus investigaciones es un hombre
que ha vivido con plenitud y consciencia. A los
10 años tuvo que huir de
Viena a causa del régimen nazi y refugiarse en
Chile, donde desarrolló
gran parte de su formación. En los años 60 se
trasladó a EE.UU., a la
Fundación Rockefeller.
Actualmente es director
del Instituto de Desórdenes de la Personalidad
del hospital Presbiteriano de Nueva York y
profesor de psiquiatría
de la Universidad de
Cornell. Me gusta oírle
decir que los humanos
tenemos un potencial
por desarrollar.
IMA SANCHÍS
LLUÍS AMIGUET
a la complejidad y la intolerancia en lo convencional. Necesitamos una moral convencional, unos sistemas de pensamientos comunes, pero son generales y no toleran complejidad, por eso los grandes avances siempre se deben a un grupo reducido.
¿El peligro es que lo convencional nos
devore?
Sí, porque necesariamente interfiere con el
pensamiento individual. Hay que mantener
el pensamiento individual a la vez que la empatía con lo que nos une a los demás.
Más de cincuenta años escuchando a
personas tumbadas en un diván. ¿Cuál
suele ser la piedra en el zapato?
Yo diría que hay dos niveles de problemas:
los casos menos graves y más frecuentes,
cuya problemática se centra alrededor de la
sexualidad infantil, tienen que ver con atreverse a una relación íntima con una persona sin prohibiciones inconscientes a un
amor pleno. A menudo, cuando uno tiene la
posibilidad de una buena relación, inconscientemente la socava.
¿Cómo ayudar a los niños para que no
desarrollen esa mala costumbre?
Respetando su personalidad, interesándonos por lo que les pasa y conociéndolos para influir en su modo de pensar en vez de
imponer órdenes y estructuras.
Respetarlos.
La negación de la vida sexual infantil sigue
siendo uno de los grandes tabúes. El otro
caso que suelo ver es un conflicto entre
amor y odio intenso: separan lo bueno de lo
malo y ven al otro y a sí mismos buenos o
malos según su estado del momento.
Los y las “nunca más”.
Sí, los que te mandan al diablo, una incapacidad de entender a otros en profundidad,
con lo bueno y lo malo. Se llama difusión de
identidad y es otra de mis especialidades.
Hacemos estudios mediante resonancia
magnética, porque existen zonas del cerebro que activan afectos negativos.
... Y repetimos comportamientos.
La experiencia del afecto y su significado se
acumula en el hipocampo. Cuando hay una
nueva experiencia, el hipocampo nos dice
qué nos pasó antes en situaciones similares
y ya estamos predispuestos.
¿Cómo acabar con esas repeticiones?
Crecemos cuando nos damos cuenta de la
responsabilidad que tenemos en lo que nos
sucede y cambiamos nuestra actitud, aprendemos del pasado. Yo he aprendido a tolerar en mí tendencias autodestructivas sutiles y ser más tolerante con los demás.
¿Cuáles son las herramientas que debemos trabajar para tener una buena vida?
Curiosidad, persistencia, modestia, conocimiento de los propios límites y suerte.
¿Usted la ha tenido?
Sí, en las personas que he llegado a conocer,
mi primera mujer, la actual, grandes profesores y grandes amigos. Es una combinación de estar alerta, de saber apreciarlo y de
buena suerte. Y que la salud te acompañe.
IMA SANCHÍS
46359
VÍCTOR-M. AMELA
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