EL SISTEMA INMUNOLÓGICO Alumna. Silvia González Martínez. – Nutrición. Primero de Estética. Índice. ¿Qué es el sistema inmunológico? _________________________________________________ 1 ¿Dónde localizamos el sistema inmunológico? _______________________________________ 2 Organización y componentes del sistema inmunológico._______________________________ 3 Organización. _______________________________________________________________________ 3 Componentes. _______________________________________________________________________ 5 ¿Toda bacteria es mala? _________________________________________________________ 6 Opinión personal. ______________________________________________________________ 8 El sistema inmunológico Silvia González Martínez. – Nutrición. Primero de Estética ¿Qué es el sistema inmunológico? El hombre, así como el resto de animales, no podría sobrevivir a las invasiones de organismos agresores que le rodean sin un sistema defensivo que le permitiera destruirlos. Un ejemplo simple lo encontramos en la atmósfera: El aire esta repleto de esporas de hongo, que se alojan en los pulmones, un sitio cálido y húmedo que necesitan para vivir. Cada minuto respiramos un par que crecen en los pulmones, por suerte el cuerpo contraataca para eliminarlas enviando macrófagos, salvándonos la vida cada día y en cada respiración. Nos interrelacionamos con personas y con el medio y estamos expuestos a gran riesgo de infecciones pero nuestro cuerpo está preparado para defenderse, incluso cejas, pestañas, pelos de las orejas y la nariz están pensados para ello, atrapan las bacterias que flotan en el aire. Así como el sudor, lágrimas y las flemas las eliminan o las células muertas de la epidermis se deshacen de bacterias. El sistema inmunitario o inmunológico es el encargado de formar las defensas que protegen a nuestro organismo de agentes u organismos agresores y tóxicos que existen en el medio que nos rodea. Tiene dos funciones principales: 1. Reconocer sustancias (antígenos) extrañas del cuerpo. 2. Reaccionar en contra de ellas. Estas sustancias extrañas o antígenos pueden ser microorganismos que causan enfermedades infecciosas, órganos o tejidos trasplantados de otro individuo o hasta tumores en nuestro cuerpo. Una de las funciones más importantes del sistema inmunológico es la protección contra enfermedades infecciosas. En la mayoría de los casos, el sistema inmunitario se desempeña con asombrosa eficacia para mantener saludables a las personas y prevenir infecciones. Sin embargo, en algunas ocasiones, problemas con el sistema inmunitario pueden producir enfermedades e infecciones. Miércoles, 28 de noviembre de 2012 Página 1 de 8 El sistema inmunológico Silvia González Martínez. – Nutrición. Primero de Estética ¿Dónde localizamos el sistema inmunológico? El sistema inmunológico se encuentra y tiene acceso a todas las partes del cuerpo, ya que todas ellas deben protegerse contra sustancias extrañas o dañinas. Sin embargo los componentes más importantes del sistema inmunológico se concentran en: Sangre Huesos Anginas Nódulos linfáticos Ganglios Médula ósea Bazo Pulmones Hígado Intestinos Cuando una infección empieza en un lugar que solamente tiene unos cuantos componentes del sistema inmunológico, como la piel, se mandan señales por el cuerpo para llamar a grandes cantidades de células para que vayan al lugar afectado. Medula ósea y timo: órganos de diferenciación inicial de linfocitos B y T. Vasos del sistema linfático: dentro de este sistema de vaso están los ganglios. Las sustancias y desechos son llevados a los canales del sistema linfático que actúan como filtro. Bazo y tejido linfoide: asociado a mucosas y ricos en linfocitos y células fagocíticas que atrapan partículas Amígdalas: Atrapan partículas que ingresan por vía nasal o bucal. Placas de Peyer: situadas en la pared del intestino, defienden al resto del cuerpo contra miles de millones de microorganismos que habitan el tracto intestinal. Miércoles, 28 de noviembre de 2012 Página 2 de 8 El sistema inmunológico Silvia González Martínez. – Nutrición. Primero de Estética Organización y componentes del sistema inmunológico. Organización. Los mecanismos de defensa del sistema inmunitario pueden clasificarse en dos categorías principales: la inmunidad inespecífica y la inmunidad específica. Podemos distinguir 3 líneas defensivas frente a las infecciones: Barreras externas o primera línea de defensa: formadas por la membrana cutánea (piel) y las mucosas que disponen de mecanismos de defensa como el sebo, el moco, las enzimas o el ácido clorhídrico de la mucosa gástrica. Defensa interna inespecífica: si se superan las defensas externas, entonces actúan las defensas internas inespecíficas. La inmunidad inespecífica actúa automáticamente y de igual forma ante cualquier agente agresor; No varía su respuesta aunque la agresión se repita más de una vez. No tiene ningún tipo de memoria. Defensa interna específica o adquirida: Si el segundo nivel (inmunidad inespecífica) es también insuficiente para detener la infección, el siguiente ataque contra un virus es una defensa específica, la cual llamamos respuesta inmune. Miércoles, 28 de noviembre de 2012 Página 3 de 8 El sistema inmunológico Silvia González Martínez. – Nutrición. Primero de Estética La respuesta inmune es específica porque provoca la formación de un efecto contra cada patógeno en particular; Es decir, elabora una respuesta específica para cada agente infeccioso y guarda memoria de él. Puede impedir la reinfección. Características de inmunidad específica son las siguientes: Especialización. Diversidad. Memoria. Efectividad. Autolimitación. Tolerancia (no reactivo a sí mismo). Organización (sistema inmune). Cuando somos bebés los anticuerpos nos son administrados mediante la leche materna, a este tipo de inmunización podemos llamarle inmunidad pasiva. Miércoles, 28 de noviembre de 2012 Página 4 de 8 El sistema inmunológico Silvia González Martínez. – Nutrición. Primero de Estética Componentes. El sistema inmunitario se compone de una serie de células, tejidos y órganos que trabajan de forma conjunta para proteger al cuerpo. Estas células son glóbulos blancos llamados leucocitos. Los dos tipos básicos de leucocitos son: Fagocitos: células que destruyen a los organismos invasores (inmunidad no específica): Distinguimos dos tipos de fagotitos. Macrófagos: fagocitar los cuerpos extraños. Neutrófilos, principalmente atacan bacterias. Linfocito: células que permiten al cuerpo recordar y reconocer a los invasores o antígenos y ayudan a destruirlos. De dos tipos: linfocitos B y linfocitos T. Se originan en la médula ósea y tienen funciones diferentes. Linfocitos B: localizan el objetivo y envían defensas para atraparlo. Linfocitos o células T: destruyen a los invasores que el sistema de inteligencia identifica. El funcionamiento es el siguiente: Cuando se detecta antígenos (sustancias extrañas), diferentes células trabajan conjuntamente para reconocerlas y responder a la amenaza. Estas células inducen a los linfocitos B a producir anticuerpos, encargados de atrapar a los antígenos. Estos anticuerpos permaneces en nuestro cuerpo de forma que si el mismo antígeno regresa, nuestro sistema inmunológico lo reconoce y ya cuenta con los anticuerpos para atacarlo. Los anticuerpos creados por los linfocitos B necesitan ayuda para destruir al antígeno reconocido y esta función la realizan los linfocitos T o células asesinas, que forman parte del sistema que destruye los antígenos que los anticuerpos han reconocido. Miércoles, 28 de noviembre de 2012 Página 5 de 8 El sistema inmunológico Silvia González Martínez. – Nutrición. Primero de Estética Los anticuerpos pueden activar un sistema de proteínas llamado complemento que también forma parte del sistema inmunitario. El sistema de complemento ayuda a matar a las bacterias, los virus o las células infectadas. ¿Toda bacteria es mala? Equipos de médicos expertos en enfermedades autoinmunes llevan tiempo estudiando un hecho paradójico que ocurre en las sociedades occidentales con los mejores niveles de vida (higiene): enfermedades del sistema inmunológico tales como asma o alergia tienden a crecer en lugar de desaparecer como ocurre con otras enfermedades erradicadas por una mejora de la higiene. Gracias a la medicina y en mayor parte a “la higiene” ha aumentado la media de vida en los últimos tiempos, que como hemos apuntado, ha erradicado muchas enfermedades y muchas de ellas mortales que se daban en niveles de vida insalubres, enfermedades tales como el tifus o la viruela. Podemos afirmar que la higiene ha jugado un papel fundamental para nuestra calidad de vida y bienestar, pero alcanzados los niveles óptimos de la sociedad actual, la pregunta es: ¿higiene, hasta que punto? Tres grandes grupos de enfermedades que afectan a nuestro sistema inmunológico se dan cada vez con más frecuencia en países desarrollados: Alergias. Enfermedades autoinmunes (ataque del sistema inmunológico contra los propios tejidos). Enfermedades inflamatorias gastrointestinales. En este hecho influyen una serie de factores como higiene, vacunas, etc., que hacen que nuestro organismo quede más desprotegido, es lo que llamamos “hipótesis de la higiene excesiva”, un desequilibrio del sistema inmunológico tras la destrucción de bacterias inofensivas (inocuas) que han convivido con nosotros siempre. Esta teoría desarrollada en los años 80 por científicos como David Strachan asegura que las alergias podían ser prevenidas con una infección en la infancia; De esta forma la entrada de cuerpos extraños haría que el sistema inmunológico se activara y creara anticuerpos que en el futuro servirías para responder y atajar posibles infecciones. Ejemplo: Al desarrollar enfermedades como por ejemplo la varicela, en la niñez, nuestro organismo crea moléculas que identifican a los futuros virus llamados anticuerpos. Los leucocitos acaban con el virus antes de que se haga fuerte. Por todo ello la niñez es el período idóneo para suministrar vacunas que son dosis inocuas de ciertos tipos de virus que incitan al organismo a fabricar anticuerpos. La explicación por la cual el exceso de higiene podría ser la causa de un incremento de las enfermedades autoinmunes se acarrearía a las células T (Treg cells) Miércoles, 28 de noviembre de 2012 Página 6 de 8 El sistema inmunológico Silvia González Martínez. – Nutrición. Primero de Estética reguladoras. Estas células, encargadas de la inteligencia del sistema inmunitario, clasifican a las infecciones esforzándose y creando para aquellas que son más peligrosas. Si nuestro entorno es demasiado “aséptico” por falta de exposición, Las Tregs van a considerar como peligrosas infecciones mucho menos potentes, dedicando todo su esfuerzo a erradicarlas, provocando que ante otra posible infección mucho más importante o peligrosa no tengan recursos para reaccionar. Ejemplo: estudio en ratones de laboratorio: Se ha seguido la evolución de ratones criados en ambientes estériles (germ free) y han medido la acumulación de unas células clave en el sistema inmunitario: linfocitos T asesinos, encargados de eliminar patógenos que entran al organismo; Al no tener actividad, estos compuestos se encuentran en tejidos como el colon o los pulmones dónde desencadenan una respuesta que aumenta los procesos inflamatorios. Cuando más tarde se les colonizaba con una colonia de microbios controlada, como los propios del sistema digestivo, se observaba una mayor incidencia de procesos inflamatorios. En cambio, el mismo proceso llevado a cabo con ratones parcialmente expuestos a microbios, la regulación de linfocitos T era mejor y se evitaban problemas de adulto. Los resultados concluyen en que la exposición temprana a microbios tiene efectos importantes, duraderos en la sensibilidad del sistema inmunológico a la inflamación. Las bacterias no son el problema de las enfermedades gastrointestinales. El sistema inmunológico no está aprendiendo cómo comportarse adecuadamente. Cierto es que el ser humano en los últimos tiempos cambió un medio de vida rural con mayor exposición al aire libre, por una vida urbana de apartamentos con ventanas selladas, lugares limpiados con productos antibacterianos constantemente, desinfectantes de bolsillo, cinta de correr para realizar deporte sin salir de casa, etc.; Este cambio impide que nos ensuciemos por afuera, a la vez que también elimina muchas de las especies con las que es necesario convivir ya que nos permiten no enfermar. Esta circunstancia es la responsable en gran parte de que algunos sistemas inmunológicos no se desarrollen adecuadamente y se revelen en contra de nuestro propio organismo en forma de enfermedades crónicas como alergias y asma, enfermedades gastrointestinales, la enfermedad de Crohn e incluso esclerosis múltiple. Miércoles, 28 de noviembre de 2012 Página 7 de 8 El sistema inmunológico Silvia González Martínez. – Nutrición. Primero de Estética Opinión personal. Es cierto que en los últimos años y a partir del siglo XX ha habido grandes desarrollos en el campo de la medicina que han ayudado a nuestro bienestar. El descubrimiento de las vacunas junto con niveles de higiene más elevados ha posibilitado la erradicación de enfermedades graves como la gripe española (1918, que causó alrededor de 100 millones de muertes), el tifus, el cólera, la viruela, etc. Esto ha sido fundamental para nuestra sociedad y ha aumentado la calidad y esperanza de vida. Hasta aquí, todos estos factores me parecen positivos, pero llegados a este punto en el cual se ha alcanzado altos niveles de bienestar sería necesario plantearse si higiene extrema es igual a máximo bienestar. Casos de algunas enfermedades crónicas se duplican y no sabemos porqué. Si hemos conseguido vencer otras enfermedades ¿porqué no poder frenar alergias y asma? esto debería de ser una pista para que nos hiciera saltar la alarma para investigar y averiguar no solamente “que sucede en mi cuerpo al exponerme al medio” sino también el “porque”. Tenemos miedo a exponernos, oímos el término “exposición” e inmediatamente lo relacionamos con “peligro”, lo relacionamos con algo perjudicial y quizás en este caso no se trate de algo a lo que estamos expuestos, sino algo que hemos eliminado. Ocurre lo mismo con el sistema médico, hoy en día la medicina está enfocada al “bienestar inmediato”, es decir tienes tos (y es molesta), y efectivamente te van a recetar algo para frenar la tos sin más preguntas; Esto no es una cura es solamente un parche que solo frena un síntoma derivado de una enfermedad. Así hemos ido creando un enfermo nuevo y con nuevos inconvenientes. La clave está en averiguar el porqué de las enfermedades. Por último no puedo girar la cara e ignorar un factor, que últimamente parece ser el factor de moda, fuente de toda riqueza pero la fuente de todos los males y con terribles consecuencias: el sector de la industria, que también atañe al campo de las farmacéuticas, un negocio al fin y al cabo. Miércoles, 28 de noviembre de 2012 Página 8 de 8