Andalucía y la Exposición Universal de 1992 MANUEL OLIVENCIA * L A Exposición Universal de Sevilla constituye la culminación de los actos programados por el Estado español para conmemorar en 1992 el V Centenario del Descubrimiento de América, un acontecimiento que cambió en las postrimerías del siglo xv la historia de la humanidad y que en los albores del siglo xxi ofrece un motivo de reflexión profunda y trascendente sobre la capacidad innovadora del hombre, sobre la evolución del progreso y sobre las perspectivas de hallar al fin de cinco siglos un nuevo mundo de libertad, de justicia y de convivencia en paz. Esa finalidad última de Expo 92 y ese compromiso contraído con la comunidad internacional, que componen la esencia del Plan de Contenidos de la magna exposición, se complementan con otros objetivos más inmediatos y determinantes para España, para la ciudad sede y su entorno regional, porque las exposiciones EL TERRITORIO universales han actuado siempre como palanca del desarrollo soDE LA EXPOSICIÓN cioeconómico y estímulo de aspiraciones e ilusiones colectivas. UNIVERSAL Es España la organizadora de la Exposición y debe ser la beneficiaría final del éxito que merece alcanzar; pero es indudable que esos efectos favorables se percibirán más directamente en el territorio de su sede física. A la vista está que la envergadura del proyecto que día a día avanza y toma cuerpo en Sevilla está exigiendo cuantiosas inversiones públicas y decidido apoyo del sector privado para transformar, en primer lugar, una infraestructura claramente deficitaria en Andalucía. El efecto macroeconómico de Expo 92 debe ser la incorporación de la mitad sur de España al proceso de modernización de todo el país en la fecha de la plena integración en la Comunidad Europea. * Ronda (Málaga), 1929. La aprobación oficial de la candidatura de España para organiComisario General de España zar en 1992 una exposición conmemorativa del máximo rango para la Exposición Universal de Sevilla de 1992 y Embaja- internacional y la elección de Sevilla como sede no resultaron dor Extraordinario. Catedráti- decisiones oportunistas o caprichosas, sino que fueron la conseco de Derecho Mercantil de la cuencia lógica de argumentos históricos tan claros como abundanFacultad de Derecho de Sevi- tes. lla. La designación de la ciudad sede se justifica aún más si se tiene en cuenta que Sevilla figura hoy como el centro histórico y geográfico de un espacio andaluz tan determinante en los orígenes y en los efectos del Descubrimiento. A vuelo de pájaro sobre la costa aparecen La Rábida y Palos, de tan relevante protagonismo en la gesta; Sanlúcar, por donde llega al mar el gran río del Sur; la bahía de Cádiz, Málaga y, ya tierra adentro, el determinante binomio Santa Fe-Granada, Córdoba acogedora del Almirante y tantos otros lugares de toda Andalucía, que guardan en su memoria el paso de la corte itinerante de los Reyes Católicos, los persistentes afanes de Cristóbal Colón y las secuelas transformadoras de sus descubrimientos. Han transcurrido cinco siglos y ese ámbito histórico se ha convertido hoy en el territorio natural y efectivo de la Exposición Universal de 1992, puesto que un proyecto de esta categoría, un «megaproyecto» de Estado, considerado en sus dimensiones económica y política, excede necesariamente del ámbito local de la sede y proyecta sus efectos sobre el entorno regional en forma de progreso y desarrollo. Preciso es advertir que Expo92 no es la panacea capaz de resolver todos los problemas estructurales de la Comunidad Autónoma de Andalucía, pero sí confiamos sus organizadores en que sirva de catalizador social para dinamizar la economía e impulsar el progreso. La Exposición Universal de Sevilla debe contribuir a vertebrar mejor una España todavía desequilibrada por desigualdades y diferencias regionales, al potenciar una Andalucía injustamente postergada en los puestos del subdesarrollo de España y de Europa. Se trata del gran reto de los andaluces para afrontar decididamente la modernización y cambiar la imagen de su Comunidad en el mundo. Los analistas de la economía andaluza coinciden en señalar TRANSFORMA que el crecimiento tropieza con barreras estructurales y coyuntu- CIÓN DÉLA rales a cuyo frente se encuentra como gran bastión la débil articu- INFRAESTRUCTURA lación territorial. Un anacrónico sistema radial de comunicacio- DE nes mantiene alejadas a las provincias y desconectados a los COMUNICACIONES centros de producción. Pues bien, el Plan General de Expo 92, aprobado por el Gobierno en 1985, estableció las actuaciones básicas para transformar esa infraestructura como una de las condiciones indispensables para garantizar el éxito final de la Exposición. Las Administraciones Públicas competentes asumieron las prioridades fijadas, planificaron las obras y actúan coordinadamente en su ejecución con una inversión total de 600.000 millones de pesetas y un plazo para 1991, Resulta lógico que el apretado calendario de este programa acelerado suscite preocupaciones, pero todos los órganos implicados sostienen con responsabilidad el compromiso de terminar las obras en su debido tiempo. La columna vertebral de la nueva articulación territorial es la prolongación de la autopista del Mediterráneo por autovía desde Puerto Lumbreras, en el límite de Murcia y. Almería, hasta el puente internacional de Ayamonte, en la frontera de Huelva con Portugal (inversión de 85.000 millones de pesetas). Este largo corredor transversal se completa con mejoras viales en el sector oriental: Antequera-Málaga-Algeciras (19.000 millones) y SevillaCosta del Sol(20.000 millones). En sentido perpendicular, para mejorar las comunicaciones con la Meseta Central y conectar con el circuito de salida al extranjero por Burgos e Irún, se procede en estos momentos a desdo- blar en autovía la carretera nacional Madrid-Sevilla (65.000 millones) con rectificaciones del trazado que reducirán todavía más la duración del trayecto. LLEGA EL FERROCARRIL DE ALTA VELOCIDAD LA ANDALUCÍA DE 1993 Mayor envergadura aún reviste la construcción del nuevo trazado ferroviario desdoblado Madrid-Sevilla por Brazatortas (Ciudad Real), que acorta la línea, evita el difícil paso de Despeñaperros y reduce a la mitad la duración del viaje para establecerlo en poco más de tres horas gracias a la introducción por primera vez en España de los trenes de gran velocidad (inversión de 126.000 millones de pesetas). La transformación resultará total en la infraestructura ferroviaria de Sevilla, donde ya se construye una gran estación central y se va a levantar el gran dogal de hierro que asfixiaba a la ciudad (18.000 millones). Las comunicaciones por aire y mar también están incluidas en esta reorganización general con la ampliación de los aeropuertos de Jerez, Málaga y Sevilla —este último verá cuadruplicada su capacidad y será prácticamente de nueva construcción— y la ejecución de grandes obras portuarias, como en Algeciras, Huelva y el acceso fluvial a Sevilla. Complétese este amplio panorama con un desarrollo excepcional de la infraestructura de las telecomunicaciones (inversión de 100.000 millones) y, además de constatar que nunca se ha realizado tal volumen de inversiones y tal cantidad de obras públicas en tan poco tiempo y en una sola región, se podrá concluir que en 1992 estarán sentadas las bases para la articulación territorial de Andalucía. El Presidente de la Comisión de la Comunidad Europea, M. Jacques Delors, acaba de manifestar que ese año de 1992 representa la gran ocasión para acercar al corazón de la Europa comunitaria a una Comunidad periférica y tan importante para los europeos. Sigamos adelante e imaginemos que nos encontramos ya en 1993. Una buena infraestructura de comunicaciones genera lo que los especialistas denominan una economía de climas porque se producen rápidamente condiciones muy favorables para el desarrollo y el crecimiento: atracción de inversioes, apertura de nuevos mercados, compra de bienes y servicios, incremento de negocios, creación de empleo, expansión del consumo, mayor competitividad empresarial e introducción de nuevas tecnologías. Mención especial merece en el caso de Expo 92 el equipamiento tecnológico, porque ha de desempeñar una función fundamental en el futuro de Andalucía. El subsuelo de Sevilla estará cruzado en 1992 por más de 3.000 kilómetros de fibra óptica y la ciudad podrá actuar como telepuerto universal. El propio recinto de la Exposición se convertirá tras su clausura en lugar privilegiado para albergar un gran «campus» de la ciencia y de la alta tecnología. Instituciones universitarias y empresas cualificadas ya han expresado su intención de integrarse con entusiasmo en este proyecto , de enorme influencia sobre toda la región. Precisamente el potencial humano y económico de la Comunidad andaluza, sus condiciones climáticas y su situación de enclave Europa-África-América, la convierten en territorio especialmente apto para acoger los sistemas innovadores del desarrollo y, muy especialmente, a la investigación de vanguardia tecnológica en sectores tan fundamentales para el futuro de los andaluces como la acuicultura, la reforestación, la lucha contra la desertización, la energía solar y cólica, la agricultura intensiva o la industria de transformación primaria de productos agrícolas. Los beneficios que Expo 92 aportará a toda la Comunidad de Andalucía no se agotan con tan prometedor balance económico, sino que se prolongan con otros más difíciles de cuantificar, como la revalorización de su patrimonio cultural o la revisión de su imagen en el mundo. Millones de visitantes van a descubrir los tesoros artísticos acumulados durante milenios y la hondura de una cultura popular que es la mejor expresión de nuestra forma peculiar de ser y de estar en la vida. Los medios de comunicación contribuirán a difundir nuestros valores y nuestros proyectos, porque una Exposición Universal es un foco de atracción mundial y, por tanto, una ocasión única para cambiar una imagen tan tópica como superada de Andalucía. Esta proyección internacional de una nueva realidad y nuestra propia apertura al exterior nos depararán grandes beneficios de presencia y prestigio en el mundo. Recordemos que la última Exposición Universal que se celebró en Europa, la de Bruselas de 1958, consiguió lanzar la imagen de una Europa nueva que superaba con aspiraciones de unidad los efectos de una guerra. La última que se ha celebrado, la de Osaka de 1970, mostró la pujanza industrial de una nación que partió prácticamente de nada por causas bélicas. La Exposición Universal de Sevilla de 1992 va a difundir, entre otras imágenes, la de una Andalucía que se aleja rápidamente del subdesarrollo en el seno de una España pluralista, moderna e integrada en Europa. REVALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL