MATERIA: DERECHO CONSTITUCIONAL TEMA: FORMAS Y TIPOS DE GOBIERNO, DEMOCRACIA, ETC.

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MATERIA:
DERECHO CONSTITUCIONAL
TEMA:
FORMAS Y TIPOS DE GOBIERNO, DEMOCRACIA, ETC.
CATEDRÁTICO:
ALUMNOS:
GRUPO: DER4SB1
CARRERA: DERECHO. SABATINO
CUAUTITLÁN IZCALLI A 03 DE FEBRERO DEL 2007
ÍNDICE
1.− PORTADA...Pág. 1
2.− ÍNDICE.....Pág. 2
3.− INTRODUCCIÓN.......Pág. 3
4.− FORMAS DE GOBIERNO...........Pág. 4
5.− MONARQUÍA...Pág. 5
6.− REPLUBLICA...Pág. 6
7.− CLASIFICACIONES.............................Pág. 7
8−. IMPORTANCIAPág. 8
1
9.− DECLARACIÓN DOGMÁTICA.Pág. 9
10.− ORIGEN POPULAR DE LOS ÓRGANOS..Pág. 10
11.− TIPOS DE DEMOCRACIAPág. 11
12.− REPRESENTACION....Pág. 12−13
13.− PRINCIPIOS RECTORES..........Pág. 14−15
14.− RESUMEN...Pág. 16
15.− BIBLIOGRAFÍAPág. 17
INTRODUCCION
De antemano es un trabajo de investigación basado en autores y doctos en la materia y el fin del mismo es el
de poder formar una idea básica y bien estructurada con el deseo de aprender. (Ya que el que sabe no necesita
aprender, y mucho menos que le enseñen.)
Empezaremos por las formas de gobierno que suelen dividirse en república y monarquía y funcionalmente en
democracia, aristocracia y autocracia. (Que más adelante las describiremos más a fondo), subdividiéndose y
entrelazándose compatiblemente. Herodoto, Platón, Aristóteles y Rousseau hablan de monarquía, aristocracia
y democracia, y es ésta última a la que se le dio mayor énfasis ya que creemos que es la forma de encontrar
una herramienta eficaz para poder alcanzar una plenitud y bienestar social, para la cada vez más decadente
posición política en nuestro país.
DEMOCRACIA significa a grandes rasgos:
Sistema de gobierno caracterizado por la participación de la sociedad, totalmente considerada, en la
organización del poder público y en su ejercicio.
La democracia se funda en la consideración elemental, de sentido común, según la cual las cosas que
interesan o afectan a todos se deben tratar y resolverse con el concurso de todos.
La democracia es un régimen de partidos. 1
Etimológicamente, por democracia se entiende el poder del pueblo(demos, pueblo y kratos, autoridad).
Entonces si la democracia es un sistema de organización política en la que el poder reside en el pueblo y bajo
la regla de las mayorías y las decisiones son adoptadas por personas reconocidas por el pueblo, como es
posible que el pueblo hasta hoy día sea el más afectado en esas decisiones.
______________________________________________
---------------1 RAFAEL DE PINA VARA, diccionario de Derecho, 34a. edición, editorial porrúa, México,
2005, pp. 222.
DESARROLLO
FORMAS DE GOBIERNO
2
CONCEPTO DE GOBIERNO:
El gobierno es un conjunto de órganos que desempeña el poder público del Estado a través de las diversas
funciones en que éste se manifiesta y la actividad imperativa en que tales funciones se despliegan. Por tanto,
los tipos de la mencionada clasificación deben atender a ambos aspectos que pueden combinarse dentro de un
mismo régimen o sistema político.
LA MONARQUIA
Esta forma de gobierno se funda en el carácter de una sola persona que es el órgano supremo de un Estado
encargado del poder ejecutivo y/o administrativo y se distingue porque dicha persona, llamada rey o
emperador, permanece en el puesto respectivo vitaliciamente.
El régimen republicano se opone al monárquico por el hecho de que el jefe del estado permanece de por vida
en su encargo y lo transmite por muerte o renuncia mediante sucesión dinástica al miembro de la familia a
quien corresponda según la ley o la costumbre, ya que mientras el régimen republicano otorga entre otros
requisitos la designación por aptitud, en el régimen monárquico es la circunstancia fortuita del nacimiento lo
que otorga la titularidad del jefe del Estado. En consecuencia, la monarquía es una forma de gobierno
caracterizada por la autoridad suprema de un individuo que accede al poder por los derechos que le genera su
nacimiento y donde existe distinción con los gobernados y gobernante en virtud de la clase social.
La monarquía puede ser absoluta y limitada o constitucional. En esta subclasificación ya no se toma en
cuenta a la persona impuesta por el Estado, sino a la manera como ejerce el poder sobre ésta.
En la monarquía absoluta, que sería como una autocracia, el gobierno está sujeto al solo juez llámese rey o
emperador, sin acatar ningún orden jurídico preestablecido que no pueda modificar, reemplazar o suprimir.
Las tres funciones del Estado, es decir, la legislativa, ejecutiva y judicial, se centralizan por monarca, quien
las ejerce por conducto de órganos que el mismo designa o estructura normativamente. En dicho tipo de
monarquía impera la existencia histórica de diferentes regímenes políticos organizados conforme a ellos se
trató de justificar por el pensamiento teológico− filosófico de la Edad Media mediante el supuesto de que los
reyes recibían su investidura y poder de Dios − ovnis potestas a deo −.
ABSOLUTA.− La monarquía absoluta surge como consecuencia de la poliarquía que se vivió en la Edad
Media, cuando se dividían el ejercicio del poder, los señores feudales y el papa; sin embargo, la sedición
surgida entre estos dos grupos por el control del poder originó que durante la alta Edad Media se creara una
monarquía central en el ejercicio del poder, con lo cual nació la monarquía absoluta, en virtud de que el
monarca se convirtió en el eje central de la organización estatal, sin permitir a los demás grupos de poder
participar de manera activa en el Estado.
En la monarquía absoluta se estructura el Estado nacional independiente, determinada con la prohibición de
intervenir cualquier autoridad exterior a su reino. Por ello, la monarquía absoluta se define como una forma de
gobierno en la que los poderes emanan de una sola persona sin limitación alguna.
En la monarquía limitada o constitucional, la actuación pública del rey está sometida y encauzada por un
orden jurídico previamente establecido y no creado por él, sino del poder constituyente del pueblo
representado en una asamblea que lo expide. Al monarca, cuya investidura y autoridad ya no se consideran de
origen divino, se encomienda el ejercicio del poder ejecutivo, depositándose las funciones legislativa y
judicial en órganos del Estado que no están sometidos a él por virtud de la adopción del principio de
separación de poderes. Deja de ser, además, comúnmente, el titular de la soberanía, pues ésta se declara que
pertenece al pueblo o nación por el orden jurídico. La monarquía constitucional establece, un régimen político
de derecho, cuyo esquema es democrático, y siendo en esencia, una democracia.
3
En la monarquía limitada o constitucional, la actuación pública del rey está sometida y encauzada por un
orden jurídico fundamental cuya creación no proviene de él, sino del poder constituyente del pueblo
representado en una asamblea que lo expide. Al monarca, cuya investidura y autoridad no se consideran de
origen divino, se encomienda el ejercicio del poder ejecutivo, depositándose las funciones legislativa y
judicial en órganos del Estado que no están sometidos a él por virtud de la adopción del principio de
separación de poderes. Deja de ser, además, comúnmente, el titular de la soberanía, pues ésta se declara que
pertenece al pueblo o nación por el orden jurídico. La monarquía constitucional implica, un régimen político
de derecho, cuyo funcionamiento es democrático, de donde resulta que dicha forma de gobierno es, en
sustancia, una democracia.
En el anterior concepto de monarquía ya no expresa de igual manera la esencia jurídica del régimen
respectivo, de un ser único detentando el poder, sino de varios órganos del Estado dentro de un sistema de
poderes constitucionales.
CONSTITUCIONAL.− Esta forma de gobierno surge de la determinación de algunas monarquías europeas
en el siglo XIX, cuando se pretendió la subsistencia de éstas, pero en la cual se viera limitado, mediante una
Constitución, el poder absoluto que detentaban. Buscando que el monarca se convirtiera en un símbolo de
unidad nacional y facultando a los órganos que se encargasen de realizar actos de gobierno con base en los
derechos y obligaciones que les conferían.
Se trata como si fueran dos sistemas totalmente opuestos pero en la práctica y por experiencia general el
(presidente en la República; rey, emperador, en la monarquía) es de apreciar que el sistema republicano, de
seleccionar al más apto para el cargo supremo y de que en la selección intervenga la voluntad popular, es que
se relacione estrechamente a dicho sistema monárquico con la democracia y se confunda a la moderna teoría
del Estado, por lo compatible que son las dos y con el régimen constitucional, siendo mejor la esencia
democrática pero nacidas bajo el abrigo de los ideales modernos.
LA REPUBLICA
La República es la forma de gobierno fundamentada por la representatividad, como la relación continua entre
el jefe de gobierno con el pueblo, lo cual implica la idea de responsabilidad y de limitación en el cargo, para
que dicha relación se actualice periódicamente. En esta forma no existe diferencia de origen entre gobernantes
y gobernados, sino que el modo de acceder al ejercicio del poder es mediante el consenso de la mayoría
ciudadana, mas no por pertenecer a alguna dinastía.
El término república ha tenido a través de los tiempos las denotaciones más disímbolas, desde la muy general
que engendró en Roma su etimología (cosa pública) hasta la particular y más concreta que le dio
Maquiavelo, al oponer conceptualmente la república a la monarquía. 2
El enemigo más importante de la República en nuestra época no es ya la monarquía, sino el régimen
totalitario, cualquiera que sea la denominación o la forma que adopte o designe ya sea por partidos o lideres
políticos que encuentran su poder en dividir a la sociedad para satisfacer sus intereses personales.
El concepto de República ha sido empleado en la doctrina y la legislación con diversas acepciones. Se le suele
identificar específicamente con la idea de Estado en la terminología jurídico− política. El concepto de
república señala una forma de gobierno de un Estado, sin equivaler al Estado mismo como entidad moral de
Derecho Público. Etimológicamente el vocablo república implica cosa pública (res publica). Por lo tanto es
todo lo concerniente al interés general, social o nacional, en oposición al interés particular o singular. Es el
patrimonio económico, moral y cultural de todos los miembros del cuerpo social sin distinción de clases y que
tiene como bases fundamentales el interés de la patria, la igualdad, el derecho y la justicia, elementos con los
que el idealismo de la Revolución francesa caracterizó al sistema republicano en frontal contrariedad con los
gobiernos monárquicos. Por ende, República es la cosa del pueblo; y se entiende por pueblo, no cualquier
4
agregado, sino a una colectividad unida por las leyes y el interés común. Independientemente de vivir o no en
el mismo lugar o población.
__________________________________
2 FELIPE TENA RAMÍREZ, Derecho constitucional mexicano, 22ª edición, editorial porrúa, México, 2001.
pp. 87
La doctrina moderna de Derecho Constitucional y Político no ha podido distinguir el concepto república,
aunque ha proclamado que es una forma de gobierno que se enfrenta a la monarquía. Para Kelsen, la
distinción entre régimen republicano y régimen monárquico recae en el órgano del Estado que se encarga de
legislar y en el individuo en quien reside el poder soberano. Cuando el poder soberano de una comunidad
pertenece a un individuo, el gobierno o la cimentación son monárquicos, y Cuando el poder pertenece a varios
individuos, el sistema se llama republicano. Clasificando a la república en aristocracia donde el soberano
poder pertenezca a una minoría y democracia cuando el mismo pertenezca a la mayoría del pueblo.
Clasificaciones
Para Aristóteles la democracia el poder de mando o de gobierno puede recaer en un solo individuo, en una
minoría o en una mayoría y en cada uno de ellos distinguía una forma pura e impura.
Cuando el gobierno reside en un solo individuo tenemos la forma pura de la monarquía, si ese individuo
emplea el poder de que dispone en beneficio de todos; y la forma impura de tiranía, si ese poder lo utiliza en
beneficio de si mismo o de sus favoritos.
Cuando el gobierno reside en una minoría, existe la forma pura de la aristocracia si la minoría usa el poder en
beneficio de todos, y la forma impura de la oligarquía, si el poder sólo beneficia a la minoría que lo detenta.
Y por ultimo cuando el poder lo usufructúa la mayoría de la colectividad, resulta la forma pura de la
democracia si ese poder favorece a todos por igual; la impura de la demagogía, si se aplicara tan sólo en
servicio de los desposeídos.
Según lo ha sostenido uniformemente la doctrina, en la república democrática el origen de la investidura de
los titulares de los órganos primarios del Estado es la voluntad popular mayoritaria sin distinción clasista
alguna, y la cual participa directa o indirectamente en la expresión de la voluntad estatal mediante la creación
de normas jurídicas abstractas y generales o leyes. Es importante saber que nuestra Constitución consagra la
forma pura de la democracia, en el art. 40 establece que nuestra forma de gobierno es la de una República
representativa, democrática y federal, y el 39 indica que todo el poder público dimana del pueblo y se
instituye en beneficio del mismo.
Por lo que concierne a la república aristocrática, no es el pueblo en general de quien deriva la designación de
los titulares de los órganos primarios del Estado ni el que directa o representativamente interviene en la
voluntad general, sino determinadas clases o grupos sociales. La aristocracia se divide en varios subtipos,
conocidos con los nombres de timocracia, plutocracia, etc., Nobleza, sacerdotes, o guerreros, en fin todas las
clases privilegiadas económicamente.
La democracia moderna es resultante del liberalismo político, por cuanto constituye la fórmula conciliatoria
entre la libertad individual y la coacción social. Esa forma de sociedad consistió en que el poder del mando
del Estado sea exclusivamente determinado por los individuos sujetos a el.
Importancia
5
Por virtud de la representación política que esencialmente es distinta de la representación civil, donde se
entiende jurídicamente que los órganos del estado y sus titulares nunca actúan per se sino en nombre del
pueblo o la nación.
Es innegable la evolución de la democracia pero en algunos regímenes políticos se le ha desvirtuado hacia
formas de gobierno impuras, en demagogia que se vale, como es sabido, por falsas promesas y manipulación
de sus sentimientos, etc.
Olvidando que la democracia es el gobierno que emana de la voluntad mayoritaria de los ciudadanos y tiene
como finalidad el bienestar colectivo. Y se ha convertido como democrática, donde es una forma de gobierno
de ciudadanía aristocrática, pues la libertad, igualdad y justicia que perseguía sólo corresponden a un grupo
reducido y privilegiado de su población. Como si hubiera dos categorías: hombres superiores y hombres
inferiores. Cuando la democracia se considera como la forma de gobierno que más conviene a los pueblos. Es
necesario que todos los ciudadanos tengan alguna participación en el gobierno; así se puede mantener la paz
del pueblo y de alguna manera inculcar el amar y proteger a las instituciones llámese nación o patria, pero
solo en medida que estas instituciones se preocupen en verdad ganar la confianza que por tantos años ha sido
perdida por la ciudadanía y ni hablar de nuestros representantes populares emanados del pueblo y para el
pueblo, de tal modo que otros participen de tal poder y que todos sean dueños del mismo, ya que del pueblo
corresponde la elección de los gobernantes, los cuales deben ser elegidos del mismo pueblo.
La democracia de nuestros días es resultante del liberalismo político, por que constituye la fórmula
conciliatoria entre la libertad individual y la coacción social. Cabe preguntar ¿Cómo encontrar una forma de
sociedad en la que cada persona, aún uniéndose a los demás se obedezca así mismo y mantenga por
consiguiente la libertad interior?, sin duda se refiere de hacer lo correcto aunque el sistema tan viciado no
permita actuar al subconsciente en pleno de sus ideales y bases morales alcanzadas solamente por la
educación y preparación que por desgracia las personas que detentan el poder no lo obtuvieron y lo peor es
que no saben que existe. Ya que depende y obedecen, a las tradiciones, necesidades, problemática,
temperamento y demás factores socioeconómicos, culturales, políticos y geográficos inherentes a cada pueblo
o nación.
Entre los diversos tipos de sistemas políticos de la democracia constitucional no hay ninguno que pueda
pretender ser el más adecuado, para todas las naciones.
Así como se pregunto Rosseau de cómo encontrar una forma de sociedad en la que cada uno, aún uniéndose
a los demás, se obedezca así mismo y mantenga, por consiguiente, su libertad anterior. 3
Agrego, no existe una idea uniforme de democracia ya que no garantiza por sí sola y mucho menos obliga a
gobernantes y gobernados a un estatus económico, social o cultural, para ser reconocida como tal por
desgracia hasta el día de hoy.
El elemento central sobre el que se asienta la democracia es el pueblo que se designa con el nombre de
ciudadanía. Es de precisar el concepto de ciudadano y nacional, entre ambos conceptos hay una relación
lógica de género a especie, aunque todo ciudadano es nacional, de allí del entendido que de la ciudadanía,
quedan excluidos obviamente los grupos integrantes de la población que no sean nacionales.
La democracia reúne sistematizadamente diversos principios cuyo conjunto implica su caracterización como
forma de gobierno. Es un sistema en el que se conjugan declaraciones del orden jurídico fundamental del
estado, en instituciones jurídico−políticas, en demarcaciones normativas al poder público y en los fines
estatales a cuyo servicio éste se ejercita.
El concepto de democracia es, por tanto, polifacético pero en sus diferentes aspectos no pueden estimarse
aisladamente para distinguirlo, sino que es menester apreciarlos en su conjunto para elaborarlo. 4
6
Es de importancia aclarar que la democracia, como forma de gobierno, es una estructura jurídicamente
sistematizada en cuanto se crea y organiza por el orden fundamental de Derecho o Constitución.
Declaración dogmática sobre la radicación popular de la soberanía
Como se ha visto, el pueblo en su sentido sociológico o la nación como unidad real, que entraña tradiciones,
recuerdos, metas y esperanzas, tiene un poder que es la soberanía que es al mismo tiempo del orden
fundamental del Derecho o normatividad básica con el cual se crea el estado. Y el propio poder o soberanía no
se agota en la producción de ese Derecho, por que el pueblo o la nación siempre lo conservan como factor
dinámico en situación activa, que por ende, lo actualiza cuando se transforma esencialmente el orden jurídico
fundamental del Estado o Constitución, ya que nunca puede enajenarse.
_________________________________________
3 FELIPE TENA RAMÍREZ, Derecho constitucional mexicano, 22ª edición, editorial porrúa, México, 2001.
pp. 89, citando, Contrato social; Lib.1º, Cap. 6.
4 IGNACIO BURGOA, Derecho constitucional mexicano, 15 ª edición, editorial porrúa, México, 2002.
Cabe reiterar que no son lo mismo soberanía popular y democracia, por lo que la democracia es una estructura
de poder establecida por la normatividad de abajo hacia arriba: la autocracia organiza al estado de manera
inversa, en la democracia rige el principio de la soberanía del dominador: el jefe del Estado reúne en sí todo el
poder del Estado, y es donde se habría de analizar sobre la vinculación entre democracia y soberanía del
pueblo o de la nación, en sí sugieren el problema de determinar en que medida recoge un sistema democrático
el poder soberano. En concreto, entre soberanía y democracia hay una relación causal, en que aquélla es la
causa y ésta el efecto; y un vínculo teológico, ya que la finalidad de adoptar el sistema democrático y el medio
el poder soberano que lo establece jurídicamente.
Pero que en mi particular punto de vista no se lleva a cabo, y es allí donde reside el problema real, y es que,
cuando un nacional llega a ocupar un cargo de representación pública, se les olvida que el pueblo nunca se
compromete a no variar el orden del Derecho en que se autodeterminó y que a él sólo le pertenece. La
soberanía reside esencialmente y originalmente en el pueblo y que en la práctica no se lleva a cabo y el Estado
no sanciona o retira de su cargo a la persona que no da resultados y solo vive del erario público. De antemano
no se tiene un programa o logros de lo que se debe de alcanzar como representante público.
La soberanía del pueblo se debe de conservar obligatoriamente como signo o lema de dignificación de la
colectividad como elemento esencial del Estado que sin el mismo no podría configurarse como tal y mucho
menos existiría. Que siempre se recuerde que sobre las funciones de los gobernantes, aun hipotéticamente,
están los intereses de las grandes mayorías populares y que la investidura de los titulares de los órganos
estatales primarios sólo se legítima, dentro de un régimen puro democrático por provenir de las decisiones de
dichas mayorías, como el rey expresaba que éste recibía el poder de Dios, en la democracia, la legitimidad y
su poder de las autoridades y del Estado procede, de la voluntad del pueblo. Y que en la realidad política lejos
de la idealidad, en ciertos países que se dicen ser democráticos ocurra todo lo contrario. Y donde se debería de
procurar el interés común, primordialmente como el consenso en la ley y no a las clásicas formas de gobierno,
sino como un mecanismo oponible al gobierno injusto.
Origen popular de los titulares de los órganos primarios del Estado. La representación política y tipos
de Democracia
Como se ha visto con anterioridad como signo característico la democracia, es el pueblo que se gobierna a sí
mismo. Por ende el gobierno democrático es un régimen de autogobierno popular, dentro de la normatividad
jurídica del Estado habría que demarcar correctamente en su dimensión positiva y dinámica, y como hay por
7
necesidad en el Estado gobernantes y gobernados, en otras palabras, detentadores y destinatarios de ese
mismo poder, es imposible que funcione lo que se ha llamado la democracia directa. Que a continuación
describiremos cada una de ellas:
Para conocer la idea de democracia se pueden distinguir diversas topologías, y estriba de la variedad de los
criterios que se adopten para su clasificación. Democracia directa, se puede interpretar como una democracia
sin representantes y sin representación, pero sería literal, y agregando una característica positiva, diremos que
es la inmediatez de interacciones, una relación directa, cara a cara entre verdaderos participantes.
Democracia representativa
las deliberaciones colectivas, es decir, las deliberaciones que involucran a toda la colectividad, son tomadas
directamente no por quienes forman parte de ella, sino por personas elegidas para este fin. 5
Democracia indirecta o semidirecta
Consiste en la colaboración tanto de los representantes como de los ciudadanos para alcanzar los fines
públicos. Dicha participación puede ocurrir en diversas facetas, ya sea que primero actúen los
representantes o viceversa. En este tipo de democracia se concibe al referéndum, en el que las decisiones son
tomadas por los representantes y éstas tienen validez sólo si son aprobadas por los ciudadanos. También con
este tipo de representación se encuentra la iniciativa popular, que en un sentido muy amplio consiste en que
la ciudadanía haga una propuesta a los órganos oficiales. 6
En lo personal, las tres anteriores pretenden atender la voluntad popular y el constitucionalismo mexicano,
pero no se ha de alcanzar hasta no practicar, entender y perseguir dichos preceptos a diario y en cada uno de
nuestros actos como ciudadanos pero con instrucción y conciencia del tipo de sociedad a la que aspiramos, ya
que si desconoce de los asuntos públicos no tendrá la capacidad para elegir a quien debe gobernarlo.
Por otra parte, en los sistemas democráticos, el pueblo indispensablemente tiene una participación activa en el
gobierno, pues sin ella no existe la democracia, el pueblo está asentado permanentemente en un territorio, y es
integrado por distintos grupos que independientemente de sus condiciones económicas, sociales y culturales,
dividiéndose en, capacitados jurídicamente para participar en el gobierno y el de los que están privados de esa
capacidad.
Sistemas de representación política
Es la necesidad de crear un vínculo entre gobernantes y gobernados y es la adecuación entre la sociedad y el
régimen político, objeto de controversia actualmente.
_________________________________
5 CÉSAR GARCÍA RAMÍREZ, BERNARDO GARCÍA CAMINO, Teoría constitucional, 1ª edición,
editorial IURE editores, México, 2004, pp. 175.
6 Ibídem, pp. 176.
Lo que es cierto es que algunas personas actúan por otras, y las minorías actúan por las mayorías por ser la
forma más organizada para la representación, cuando los gobernantes actúan, representan a un gran conjunto
de individuos que integran la sociedad, se debe señalar que la sociedad no es heterogénea; por lo que existen
diversidades de pensamiento y de necesidades y todas las corrientes deben ser representadas de alguna manera
para la toma de decisiones por los gobernantes; por lo que se señalan diversos mecanismos de representación:
8
Partidos políticos. Dice Jaime Cárdenas, es una agrupación con ánimo de permanencia temporal, que
media entre los grupos de la sociedad y el Estado y que participa en la lucha por el poder público y en la
formación de la voluntad política del pueblo, principalmente por medio de los procesos electorales.7
Representación proporcional.
Es el mecanismo en el que se admite la intervención de las minorías en los órganos de gobierno encargados de
crear el orden jurídico, buscando que sólo se tome en cuenta la opinión de la mayoría y que todas las
diferentes corrientes políticas sean tomadas en cuenta cuando se debata la creación del orden jurídico. En éste
sistema de representación política inmerso en un régimen democrático, el principal objeto debe ser que se
refleje y afecte de manera directa y real todas y cada una de las fuerzas políticas en los órganos
representativos, así garantizar y motivar la participación ciudadana.
Replico, cosa que no se lleva a cabo ya que con eso de la reconciliación y tolerancia pareciera como una
hermandad aristocrática repartiéndose el pastel, y eso es un hecho. La decepción y el descuido de los rubros
más importantes y desprotegidos, la consecuencia. Olvidándose del art. 3º de nuestra Carta Magna que
enuncia: .será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un
régimen político, sino también como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico,
social y cultural del pueblo.
En lo que a igualdad se refiere es que a nadie se excluya entre los capaces que a nadie se estorbe la
adquisición de la capacidad; más aún, que se provea a los atrasados de los medios para adquirir la capacidad
que les falta; pero mientras carezcan de la misma la igualdad exige, con el mismo o mayor imperio, que no se
imponga la uniformidad que la suplanta y que la destruye.
El individuo, como persona jurídica, es susceptible de ser estimado por el orden de Derecho bajo diferentes
aspectos. Estas distintas maneras de estimación del sujeto por el Derecho se establecen por diferentes factores.
__________________________________________
7 Ibídem, pp. 178. citando, Facultad de Latinoamericana de Ciencias Sociales, Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología, Fundación Heinrich Böll, FCE, Léxico de la política, compilado por Laura Baca Olamendi,
Judit Bokser−Liwerant, Fernando Castañeda Isidro H. Cisneros y Germán Pérez Fernández del Castillo.
Concepto: Partidos Políticos, elaborado por Jaime Cárdenas Gracia, México, 2000, pp. 512.
En síntesis, la igualdad desde un punto de vista jurídico implica la posibilidad o capacidad que tiene una
persona de adquirir derechos o contraer obligaciones, propios de todos aquellos sujetos que se encuentren en
su misma situación jurídica determinada. Entonces, para que exista verdaderamente la democracia se requiere
indispensablemente que la igualdad política que entraña sea lo más extensa posible, es decir, que abarque a la
gran mayoría del pueblo sociológico para que ésta integre el pueblo político o ciudadanía que pueda intervenir
en el gobierno.
Entonces, la voluntad mayoritaria debe prevalecer sobre la voluntad minoritaria, Rosseau sostuvo.
Solo existe, dice, una ley que, por su naturaleza, exija un consentimiento unánime: es el pacto social. Fuera
de este contrato primitivo, la voz del mayor número obliga siempre a los demás; es una consecuencia del
contrato mismo, El ciudadano consiente en todas las leyes, incluso en aquellas que se hacen a pesar suyo.
Cuando se propone una ley a la asamblea del pueblo, lo que se pregunta a los ciudadanos no es precisamente
si aprueban o rechazan la proposición; sino si dicha proposición es o no conforme a la voluntad general, que
es la suya; cada uno de ellos, al emitir su sufragio, da su parecer a este respecto; y del cómputo de los votos
se obtiene la deducción de la voluntad general. Así, cuando prevalece el parecer contrario al mío, esto no
prueba que yo estaba equivocado, y lo que yo estimaba como voluntad general, no lo era en realidad. 8
9
Es así como, los titulares de los órganos máximos del Estado determinan que la voluntad prevalecerá de la
mayoría sobre de la voluntad de la minoría, y ésta a su vez adoptaran la sumisión conscientes que dichas
elecciones son imposibles por unanimidad, pero convencidos tanto los ganadores y perdedores que se busca
por igual del bienestar y seguridad social entre otras, de allí que se diferencié varios grupos divididos por
diferentes posturas; sociológicas, económicas, civiles, o culturales, (partidos políticos), y con representantes
con diferentes fórmulas o estrategias para alcanzar las metas perseguidas que al fin y al cabo convergen en
una sola y que debería ser, dar un mejor resultado en el desempeño de sus funciones y velar por los intereses
de la sociedad en general procurando un Estado de Derecho libre y soberano pero sobre todo propicio para un
sano y sostenido desarrollo nacional.
Al elegirse a un funcionario público, los electores no lo instruyen ni lo autorizan para actuar. Tampoco le
transmiten poderes y estas facultades están provistas en el orden jurídico como ámbitos competenciales. Las
funciones del llamado mandatario político están prefijadas por el Derecho al señalar éste la competencia para
el órgano del Estado que el funcionario personifica. La elección de los titulares de los órganos estatales no es
sino un acto−condición para que encarnen a éstos en el ejercicio de las funciones que tienen consignadas
jurídicamente dentro de su correspondiente ámbito competencial. Los electores no transmiten nada al elegido,
ni éste queda sujeto o subordinado a su voluntad, sino a la de la ley que proviene del Derecho fundamental
constitucional o secundario legal.
_________________________________________
8 IGNACIO BURGOA, Derecho constitucional mexicano, 15 ª edición, editorial porrúa, México, 2002., pp.
523
Y como ya se expuso, no hay entre electores y elegidos ninguna vinculación de mandato ni tampoco una
representación de aquéllos por éstos. Sólo así debe conceptuarse la democracia representativa que en muchas
ocasiones es una mera ficción y que no corresponde a la realidad por el desajuste entre los representantes y la
nación representada o importantes sectores de ella.
Como casi siempre pasa la representación legal no coincide con la representación real, lo que resulta en un
desacuerdo entre el gobernante y la opinión pública, el cual no tiene otro correctivo en los países de alta
cultura democrática que la apelación directa al pueblo, mediante el plebiscito, el referéndum o la disolución
del parlamento. Pero cuando la mayoría real y efectiva, abusa de su fuerza, es en detrimento de las minorías, o
cuando los gobernantes, con el pretexto de interpretar la voluntad mayoritaria, defraudan sistemáticamente el
sentir popular, la democracia es un fracaso. Y es que ese sistema presupone en los gobernantes y en los
gobernados, en todos los que de algún modo intervienen en las funciones públicas, un respeto sumo por la
opinión ajena y una buena fe difícil de guardar.
En una autentica democracia, el pueblo jamás debe permanecer indiferente ante la actuación de los titulares de
los órganos del Estado. Debe ser un fiscalizador o vigilante de esa actuación. Su participación no debiera ser
solamente a la elección periódica de los titulares de los órganos estatales primarios y dejar que éstos se
comporten a su libre albedrío, que en muchas ocasiones van en contra del orden jurídico y el bienestar
general, postergando el cumplimiento de su deber como funcionarios públicos. El gobernante no debe ser el
amo de los gobernados, sino su servidor, y donde la gran masa de ciudadanos solo somos tomados en cuenta
cuando se va ha elegir al mismo, en cuanto son elegidos ya no somos nada.
PRINCIPIOS RECTORES
No podíamos dejar esta investigación sin los lineamientos de lo que es el IFE. Ya que como lo sabemos sin
instituciones y órganos legalmente establecidos no hay Derecho.
En la constitución y en el Código Federal de Instituciones Procedimientos Electorales (COFIPE), se establece
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que los principios rectores del Instituto Federal Electoral son: certeza, legalidad, independencia,
imparcialidad y objetividad.
Como se puede apreciar, los principios antes citados configuran un perfil institucional que da respuesta a la
preocupación compartida por la sociedad mexicana en el sentido de profesionalizar la organización de las
elecciones federales. Con base a estos principios tiene como objetivo:
Certeza: Dotar de un alto grado de certeza al proceso electoral, de tal modo que tanto los ciudadanos como
los partidos políticos estén seguros de que sus derechos y obligaciones político− electorales gozan de las
garantías establecidas por la ley en la materia.
Legalidad: Velar por el respeto a la legalidad, haciendo cumplir a los actores del proceso electoral lo
estipulado por la legislación en la materia. Esto asegura la capacidad de dirimir controversias por los causes
establecidos por la ley.
Independencia: Supone los criterios con los que se deben conducir los órganos electorales, en los cuales se
fortalece la representación ciudadana con la participación del Poder Legislativo de la Unión y de los partidos
políticos.
Imparcialidad: La imparcialidad implica sostener el compromiso político de ubicar el ejercicio electoral en el
nivel supremo del interés colectivo de la sociedad, en el respeto de la decisión cuidadana y, especialmente,
sobreponerlo a las preferencias e intereses particulares o partidistas.
Objetividad: El Instituto Federal Electoral debe conducirse, en todo momento, de acuerdo con el principio de
objetividad, que significa analizar los hechos tal como suceden, por encima de las opiniones personales.
Nos gustaría terminar está investigación con frases celebres y un pequeño resumen que de alguna manera
definen y encuadran en pocas palabras lo que a veces no logramos comprender la gran mayoría de nosotros, o
se nos olvida.
Son necesarias muchas generaciones humanas para poder pasar de una forma de gobierno a otra. Antes de
construir una ciudad, hay que formar ciudadanos. Danton (1759−1794), político y revolucionario francés.
La democracia no puede ser sino una conquista popular. Quiero decir: la democracia no es una dádiva, ni
puede concederse; es menester que la gente, por sí misma y a través de la acción, la encuentre y, en cada caso,
la invente. Octavio Paz, escritor mexicano, Premio Nóbel de Literatura 1990.
La posesión del voto no tiene valor, el valor se lo da el ciudadano al ejercer el sufragio. Anthony Quintón,
escritor francés contemporáneo.
Paralelamente no debemos declarar que hay democracia allí donde la turba sea dueña de hacer y decretar lo
que venga en gana. Solo la hay allí donde es costumbre y tradición ancestral venerar a los dioses, honrar a los
padres, reverenciar a los ancianos y obedecer las leyes.. Polibio.
El ciudadano sin más, se define por su participación en la justicia y en el gobierno. Aristóteles (384−322
a.C.), filósofo griego.
Los irresponsables son los enemigos de la libertad. (Fernando Savater, Política para Amador) Fernando
Savater, filósofo español, especialista en ética.
Si se hubiera que definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no sólo es
permitido, sino exigido, el ser persona. Maria Zambrano, filósofa española.
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En cambio, la palabra existe para manifestar lo conveniente y lo dañino, así como lo justo y lo injusto. Y esto
es lo propio de los humanos frente a los demás animales: poseer, de modo exclusivo, el sentido de lo bueno y
lo malo, lo justo y lo injusto y las demás valoraciones. (Aristóteles, La Política)
Aristóteles (384−322 a.C.), filósofo griego, alumno de Platón y tutor de Alejandro Magno.
Resumen
Uno de los principios esenciales de la democracia es que quien decide el resultado electoral y elige a sus
representantes es el pueblo con su voto. El voto es una de las conquistas más importantes alcanzadas a través
de la historia, ya que por medio de él los ciudadanos, sin distinción de raza, sexo, religión, situación
económica, nivel cultural, etcétera, podemos ser protagonistas del presente y del futuro de nuestro país.
Sin embargo, para que las elecciones funcionen y nuestro voto cuente se necesitan mecanismos, leyes,
instituciones, acuerdos, etcétera, que garanticen votaciones limpias, transparentes, objetivas, imparciales. No
hay regla o procedimiento formal perfecto que garantice la democracia si no está arraigada firmemente en
nuestra práctica cotidiana, en nuestra cultura y en la convicción individual de cada ciudadano.
Esto quiere decir que la responsabilidad no recae sólo en el gobierno y los partidos políticos. Nosotros, como
ciudadanos, tenemos Derecho a votar, pero también es nuestra obligación ejercer ese Derecho y hacerlo
respetar con conciencia y convencimiento, pensando en la importancia de nuestra decisión y no dejándonos
llevar por opiniones ajenas. Sólo así podremos defender está conquista y exigir que nuestras elecciones sean el
eje central de la política.
Se expedirán las reformas que aseguren a todos los habitantes del país la efectividad y el pleno goce de sus
derechos y la igualdad ante la ley. Adiciones al Plan de Guadalupe, diciembre de 1914.
Bibliografía:
BURGOA, Ignacio, Derecho constitucional mexicano, 15 ª edición, editorial porrúa, México, 2002.
----------- DE PINA VARA, Rafael, diccionario de Derecho, 34a. edición, editorial porrúa, México, 2005.
GARCÍA RAMÍREZ, César, GARCÍA CAMINO, Bernardo, Teoría constitucional, 1ª edición, editorial
IURE editores, México, 2004.
INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL, ENCABO, Ana, El voto y la representación democrática, 3ª edición,
Impreso en México, 1998.
INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL, ENCABO, Ana, Los valores Democráticos, 5ª edición, Impreso en
México, 2001.
TENA RAMÍREZ, Felipe, Derecho constitucional mexicano, 22ª edición, editorial porrúa, México, 2001.
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