Derecho Constitucional en Panamá

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Derecho Constitucional II
COMENTARIOS A APUNTES ACERCA DE:
CUESTIONES SOBRE EL PROCESO PENAL ii
Índice
I. INTRODUCCIÓN
II.EL MODELO GARANTISTA COMO FUNDAMENTO
DE LA REFORMA DE PROCESO PENAL MODERNO.
III. EL SISTEMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL
VIGENTE.
IV. EL SISTEMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL PREVISTO
EN EL ANTEPROYECTO DE CÓDIGO PENAL DE 1997.
IV. EL SISTEMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL PREVISTO
EN EL ANTEPROYECTO DE CÓDIGO PENAL DE 1997.
VII. CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
I. Introducción
los juristas se ocupan, sobre todo, de las lagunas,
los equívocos, las contradicciones de las leyes positivas;
de lo que hay en ellas de falso, de anticuado, de arbitrario.
Su objeto es la ignorancia, la desidia, la pasión del legislador
Por obra de la ley positiva, los juristas se han convertido
en gusanos que sólo viven de la madera podrida; desviándose
de la sana establecen su nido en la enferma. En cuanto la ciencia
hace de lo contingente su objeto, ella misma se hace contingencia;
tres palabras rectificadoras del legislador convierten bibliotecas
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enteras en basura.
Hace más de siglo y medio H. J. von Kirchmann hizo las afirmaciones transcritas arriba; aún así no deja de
sorprender su vigencia plena en esta era cibernética de profundos cambios en todo orden de cosas.
Asimismo, Kelsen ya había redactado su Teoría Pura del Derecho, antes de la existencia de nuestra pequeña
República; sin embargo, faltos tal vez de la proyección necesaria, nuestros padres de la patria no atinaron a
darnos un mejor, o dicho de otra manera, más moderna ordenamiento jurídico en general, y de Derecho Penal
en particular.
De allí, entonces, partimos con mal pie; y a pesar de ser una nación joven, pequeña y a la cual se pueden
aplicar cambios de manera rápida y efectiva; nos hemos encontrado copiando Códigos arcaicos, con los cuales
estudiaron muchos de los viejos, y en ocasiones seniles juristas patrios. A ello coadyuvó el que se hayan
sumado nuevas generaciones de profesionales del Derecho, poco combativos y más dados a ser, muchas veces
por razones económicas, proclives a mantener el statu quo.
Como bien expresara Francisco Ayala: el Derecho no se limita a revestir la realidad social, sino que
reacciona de alguna manera sobre ella; y esta reacción va en el sentido de prestarle fijeza, endurecer sus
contornos, marcar sus perfiles, contener su fluencia, encauzar y frenar sus cambios. O sea: consolidar el
orden establecido de las relaciones sociales, montando sobre él normas cuya validez deriva, del poder que
las sustenta, y no de los principios inviolables de la justicia.
No sorprende entonces, la frustración que deja entrever Carlos Enrique MUÑOZ Pope en sus apuntes sobre
Cuestiones sobre el Proceso Penal, objeto del presente trabajo. Así , tampoco causa extrañeza el sentimiento
de impunidad y trato discriminatorio abrigado por la sociedad panameña; ya que como bien lo expresó Ayala,
el Derecho consolida el orden establecido de las relaciones sociales, esto es, los económicamente poderosos
en combinación con los funcionarios públicos de elevados cargos, quienes han sido los que han dictado,
directa o indirectamente las Leyes en este país; por supuesto, para proteger sus propios intereses; mantienen la
presión e influencia para que ello no varíe.
II. EL MODELO GARANTISTA COMO FUNDAMENTO DE LA REFORMA DE PROCESO
PENAL MODERNO.
Muñoz Pope expresa que el proceso penal garantista supone la existencia de normas procesales que tienen
vigencia porque:
• existen dentro de un determinado contexto jurídico, y además
• tienen validez en forma y sustancia, expresada en atención a los fines por ellas perseguidos; dentro de un
Estado constitucional de Derecho.
Sin embargo, afirma que en Panamá no se respetan las garantías a favor del procesado, por parte del Órgano
Judicial y Ministerio Público.
En este punto, este estudiante está de acuerdo en el respeto a todas las garantías procesales que determina la
Ciencia Penal moderna; pero en un país como el nuestro, en el que hay gran cantidad de delincuencia, con un
Sistema Judicial de exiguo presupuesto, con cárceles abarrotadas de internos SIN condenas en firme en su
mayoría, éstas reformas deben ser aplicadas de manera integral; ya que con el tiempo transcurrido desde que
se comete el delito y se captura al sospechoso, hasta que finalmente se obtiene una sentencia ejecutoriada;
pasan años, muchos años; y nos veríamos con cárceles vacantes; ya que los culpables evadirían al brazo de la
Ley.
III. EL SISTEMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL VIGENTE.
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Contenido en el Libro Tercero del Código Judicial de 1987 se caracteriza por ser de corte inquisitivo, el cual
se desarrolla en dos etapas:
• Instrucción: a cargo del Ministerio Público, y
• Juicio o Plenario, a cargo del Órgano Judicial;
Entre ellas, la doctrina reconoce una etapa intermedia, en la que el juzgador califica la instrucción del
Ministerio Público.
Se considera de corte inquisitivo principalmente debido a las amplias facultades probatorias con que cuenta el
juzgador en la etapa plenaria, quien puede:
• Producir pruebas,
• Suplir la actividad probatoria del Ministerio Público, aportando pruebas de oficio, sin que las partes
las hayan solicitado,
• Puede el juzgador abrir causa criminal contra el imputado, aunque no haya solicitud en tal sentido por
el Ministerio Público, luego es el juzgador quien puede acusar sin mediar solicitud del Ministerio
Fiscal.
• La etapa sumarial es una instrucción formal, escrita, secreta para los terceros y sin mayores garantías
para el imputado; quien ve sus derechos fundamentales afectados, directamente por el Ministerio
Público, sin mediar autoridad judicial; ya que sus miembros adoptan el carácter de funcionarios de
instrucción. Es así que tienen facultad legal para:
• privar preventivamente de libertad al imputado,
• ordenar otras medidas cautelares,
• decretar allanamientos y
• practicar pruebas que tendrán pleno valor en la etapa plenaria, si las partes no piden su reproducción
en el juicio oral (fase plenaria).
A diferencia de nuestra realidad, los sistemas modernos dividen las etapas del proceso, no existe el
secreto sumarial y el imputado tiene acceso a conocer en cualquier momento del estado de instrucción
y a las pruebas o evidencias obtenidas por los funcionarios de instrucción.
A partir de 1995 se instituyó una audiencia preliminar para evaluar los méritos del sumario, con el
objeto de determinar el enjuiciamiento o sobreseimiento de la causa. Sin embargo, algunos jueces
concurren a esta audiencia, antes de escuchar a parte alguna, con un borrador de resolución judicial.
La etapa plenaria, o fase de juicio, conlleva la:
• apertura de la causa a pruebas,
• admisión o rechazo de pruebas,
• fijación de la fecha de celebración de la vista oral de la causa,
• celebración del juicio oral y
• emisión de las sentencia de primera instancia.
Aquí, Muñoz Pope hace una serie de observaciones con las cuales coincidimos plenamente:
• La fase de pruebas se abre por sólo cinco (5) días. Aduce el autor que: las partes deben tener derecho
a aducir las pruebas que intenten hacer valer en el juicio hasta el mismo día del juicio respectivo, pues
de otra manera se limita considerablemente el derecho a defensa. Coincidimos plenamente, ya que lo
que se busca es la verdad y la justicia, más que cumplir un formalismo de plazos.
• el juicio oral no es tal, pues normalmente sólo se producen alegatos en la audiencia respectiva y vale
toda la actividad probatoria allegada al sumario por el Ministerio Público, aunque no haya participado
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el imputado o su defensor.
En este último aspecto me limito a transcribir lo expresado por Ángel Ossorio: Si a un Abogado
hispánico se le dijera que no iba a poder exponer sus razones de viva voz ante un Tribunal que le
escuchase en audiencia pública, no concebiría la razón de su oficio.
Los comentarios sobran.
IV. EL SISTEMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL PREVISTO EN EL ANTEPROYECTO
DE CÓDIGO PENAL DE 1997.
El autor del libro objeto de este trabajo, Muñoz Pope, presidió la comisión que elaboró el
Anteproyecto arriba mencionado. En él se planteó la consagración de un modelo garantista, regulando
algunas instituciones, modificando las funciones de autoridades que intervienen en el proceso penal y
otras, concentrándose en los siguientes aspectos:
• Adopción de un modelo más acusatorio en reemplazo del inquisitivo,
• Consagración de la posición del agente del Ministerio Público (Personeros, Fiscales o Procuradores),
como acusadores públicos, no como funcionarios (jueces) de instrucción,
• Posición imparcial para el juzgador, a lo largo de todo el proceso,
• Prohibición de juicios orales en ausencia del reo,
• Igualdad de las partes acusadora y acusadas durante la etapa del juicio oral,
• Necesidad de que el Ministerio Público pruebe los cargos durante el juicio oral,
• Imposibilidad de fundar la condena sólo con la prueba que sirvió de base para fundar la acusación,
con lo que el Ministerio Público deberá probar la veracidad de los cargos.
V. ANTEPROYECTO DE CÓDIGO PROCESAL PENAL REVISADO.
Toda vez que perdió vigencia este parágrafo y nuevamente está en boga el reemplazo del sistema
inquisitivo por uno acusatorio, este estudiante no hará comentarios a lo expresado aquí por el autor.
VI. CONCLUSIONES.
Más allá del carácter coyuntural del Derecho Penal en cuanto a si debe ser inquisitivo o acusatorio, lo
que está de más decir, es de suprema importancia, existen consideraciones estructurales en cuanto al
Derecho en general se refiere y que atañe a la defensa de los derechos subjetivos de los miembros de
la sociedad.
Vienen a mi mente las palabras de Ihering cuando decía que siempre podremos elegir entre sacrificar
el derecho por conservar nuestra paz, o bien sacrificar nuestra paz para defender un derecho. Claro
que cada vez que elijamos lo primero, seremos como un soldado que deserta de la batalla, y esta
guerra es constante; siempre habrá quien quiera aprovecharse de nuestra falta de decisión en defender
nuestros derechos. Por ello, para todo abogado y estudiante de Derecho, sólo cabe una elección.
Couture en su octavo Mandamiento del Abogado expresó;
Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana;
En la Justicia, como destino normal del Derecho;
En la paz como sustituto bondadoso de la Justicia y sobre todo,
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Ten fe en la libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
Pero, modestamente opino que Couture se quedó corto en cuanto al verbo rector elegido (tener fe); ya
que la Real Academia la define como:
fe1. (Del lat. fides). || 4. Confianza, buen concepto que se tiene de alguien o de algo.
Y como hemos visto a través de la historia, la confianza y buen concepto son recetas para que se
aprovechen de la ingenuidad de quien las ejerce; por ello, modesta y humildemente me atrevería ta
sólo a cambiar el verbo rector por el de luchar y el mandamiento quedaría:
Lucha por el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana;
por la Justicia, como destino normal del Derecho;
por la paz como sustituto bondadoso de la Justicia y sobre todo,
Lucha por la libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
VII. BIBLIOGRAFÍA.
MUÑOZ POPE, CARLOS ENRIQUE. Cuestiones sobre el Proceso Pena Il.
KIRCHMANN H. J. von: La jurisprudencia no es ciencia; traducido y escrito por A. Truyol, 2ª.
Edición, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1961, pág. 54.
KELSEN, HANS: La Teoría Pura del Derecho, Buenos Aires, Edit. Losada, 1946.
AYALA, FRANCISCO: Tratado de Sociología, t. II, Buenos Aires, Edit. Losada, 1947; citado por
TORRES VÁSQUEZ, ANÍBAL: introducción al Derecho, Edit. Temis, Santa Fe de Bogotá, 2001.
OSSORIO, ÁNGEL: El alma de la Toga. Ediciones Jurídicas Europa−América. Buenos Aires, 1989.
IHERING, RUDOLPH VON: La Lucha por el Derecho.
KIRCHMANN H. J. von: La jurisprudencia no es ciencia; traducido y escrito por A. Truyol, 2ª.
Edición, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1961, pág. 54.
KELSEN, HANS: La Teoría Pura del Derecho, Buenos Aires, Edit. Losada, 1946.
AYALA, FRANCISCO: Tratado de Sociología, t. II, Buenos Aires, Edit. Losada, 1947; citado por
TORRES VÁSQUEZ, ANÍBAL: introducción al Derecho, Edit. Temis, Santa Fe de Bogotá, 2001.
Nota: Para neófitos como el adscrito estudiante, es motivo de asombro el ver las prácticas, de
legalidad cuestionable, pero axiológicamente repudiables por parte de miembros del Órgano Judicial,
que concurren a la audiencia preliminar con un borrador de resolución judicial que abre causa
criminal contra el imputado. Me pregunto entonces, ¿qué objeto tiene montar una estratagema de
juicio, si a priori ya se ha sentenciado al imputado? Esto es inconcebible, en pleno siglo XXI, en
nuestro país, realmente no salgo de mi asombro va contra todo principio fundamental básico del
Derecho y del derecho (subjetivo).
OSSORIO, ÁNGEL: El alma de la Toga. Ediciones Jurídicas Europa−América. Buenos Aires, 1989.
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IHERING, RUDOLPH VON: La Lucha por el Derecho.
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