LAS CONFIGURACIONES DIDÁCTICAS Y LA CONSTRUCCIÓN DEL LENGUAJE ESCRITO EN LOS DOS PRIMEROS AÑOS DE ESCOLARIDAD Daniel Torres Ardila [email protected] Milena Barrios Martínez [email protected] “Cuando analizamos el triángulo docente-alumnos-contenidos disciplinarios, la relación que existe entre estos tres polos no puede ser comprendida sin el estudio de las mediaciones que el docente provoca…”1 Esta ponencia tiene como propósito dar a conocer los resultados del proyecto de investigación “La construcción del lenguaje escrito en la escuela”2. Trataremos de mostrar las relaciones existentes entre esta construcción, el tipo de configuraciones didácticas que los docentes emplean y los diferentes factores de orden sociocultural que caracterizan las aulas. Para ello, abordaremos tres aspectos centrales: los supuestos teóricos que guían nuestro trabajo, los aspectos metodológicos y algunas de las principales. 1 Dolz, J. y Erard, S. Las actividades metaverbales en la enseñanza de los géneros escritos y orales. En: Milian, Marta y Camps, Anna (2000) El papel de la actividad metalingüística en el aprendizaje de la escritura. Rosario – Santa Fe, Homo Sapiens Ediciones, p.163 – 164. 2 Proyecto desarrollado con el apoyo del Centro de Investigaciones de la Universidad Pedagógica Nacional -CIUP- y de la Facultad de Educación. El equipo de investigación está constituido por, Rafael Ávila Penagos (Coordinador Administrativo), Mauricio Pérez Abril (Coordinador Académico), Amanda Eloisa Nieto Rey (Docente-Investigadora), El antecedente inmediato de esta investigación es el trabajo realizado en el proyecto “Las prácticas pedagógicas en la formación de lectores y escritores”3, una experiencia de Investigación Acción Pedagógica orientada a la exploración de las prácticas pedagógicas de maestros de transición y educación básica primaria, en relación con la lectura y la escritura, teniendo en cuenta las concepciones, tendencias metodológicas y el sentido que los maestros atribuyen a sus prácticas. Su desarrollo incluyó la creación de condiciones que permitieran iniciar procesos de reflexión y transformación del quehacer del maestro. A partir de este trabajo, uno de los aspectos de mayor interés para el grupo de investigación se relacionó con las formas particulares que tienen los maestros para diseñar sus clases, lo que hace parte de las diferentes configuraciones didácticas que emplean para la enseñanza de la escritura. Este proyecto partió de la hipótesis de que la construcción del lenguaje escrito está, al menos en parte, determinada por las configuraciones didácticas que son empleadas por el maestro en la escuela. Su objetivo principal se orientó a la identificación y descripción de las tipologías de configuraciones didácticas empleadas por maestros, de transición y primer grado de educación básica primaria, en la enseñanza del lenguaje escrito, y su relación con los niveles de escritura alcanzados por los niños. Así mismo, pretendía identificar algunos factores de orden sociocultural que tienen incidencia en la construcción de la escritura en el niño con el fin de ponerlos en relación con tales configuraciones. Daniel Torres Ardila (Coinvestigador), Darcy Milena Barrios Martínez (Asistente de Investigación), Participaron también las estudiantes Paula Natalia López y María Angélica Bermúdez en calidad de monitoras del proyecto. 3 Proyecto de investigación desarrollado desde el Centro de Investigaciones de la Universidad Pedagógica Nacional – CIUP, entre 2003 y 2004. Supuestos Teóricos Teóricamente abordamos la teoría sociohistórico-cultural de Vygotski como marco general para situar las configuraciones didácticas como formas de mediación. Igualmente, retoma los planteamientos de Edith Litwin sobre el concepto de configuración didáctica. También se apoya en las elaboraciones teóricas de Emilia Ferreiro sobre la construcción del lenguaje escrito, para orientar la caracterización de los niveles de escritura de los niños. En cuanto a la teoría sociohistórico-cultural, compartimos la idea de la importancia del medio social en la educación y reconocemos que el conocimiento, la construcción, la reconstrucción y la apropiación de las formas del lenguaje se dan en el diálogo y la interlocución cultural. Es decir, que la construcción del conocimiento es un proceso de interestructuración4, un proceso en el que interviene tanto la dinámica social, como la dinámica individual, en este caso la del maestro y la del estudiante. actividad En palabras de Vygotski, es tan importante la autoestructurante del sujeto como la incidencia de la actividad intencional del maestro. Esta es, precisamente, una de las razones por las cuales usamos el concepto de configuración didáctica. Específicamente, en el campo de la escritura, Vigotsky plantea la diferencia evidente que existe entre la adquisición natural del habla y la adquisición forzada del lenguaje escrito, cuyo origen no obedece a necesidades tales como pedir, preguntar, responder, etc., sino a exigencias de la escuela en las que el niño “no siente necesidad (de la escritura) y tiene una idea vaga de su utilidad” (Vigotsky 1964, 114). Siguiendo a Vigotsky, “en el lenguaje escrito, sin presencia del interlocutor, estamos obligados a crear la situación, a representárnosla” (Vigotsky 1964, 114). 4 Interestructuración, entendida como un proceso donde converge la capacidad autoestructurante y la interacción entre sujetos como condiciones para que se den procesos efectivos de aprendizaje. En este sentido, el aprendizaje del lenguaje escrito supone, entonces, la creación de un ambiente capaz de propiciar el sentido y la necesidad de escribir, y un trabajo consciente, intencional y sistemático del maestro, debido a las diferencias estructurales que existen entre el lenguaje oral, el lenguaje interiorizado y el lenguaje escrito. Uno de los aportes más significativos de esta corriente es el reconocimiento de la importancia del contexto y el papel que debe jugar el maestro y la didáctica que él emplea como una forma de mediación, pues es el maestro quien crea las condiciones necesarias, el ambiente propicio, para que se produzca una interacción entre el alumno y el objeto de conocimiento, en este caso la lengua escrita. Desde esta perspectiva, la intencionalidad del maestro debe ser claramente manifiesta, es decir, que la configuración didáctica que elabora debe permitir la organización de procesos de interestructuración. Este aspecto es fundamental en relación con el lenguaje escrito, pues “se les ha enseñado a los niños a trazar letras y formar palabras, pero no se les ha enseñado el lenguaje escrito [...] se ha hecho tanto hincapié en la mecánica de la escritura que se ha olvidado el lenguaje escrito como tal”5. Planteamos, pues, que el sentido que el niño atribuye al lenguaje escrito, y la relación que desarrolla con él, están determinados por las situaciones y prácticas de enseñanza, así como también por las condiciones y recursos que el maestro genera, y que toman forma en el tipo de configuración didáctica empleada. Por lo anterior, la aproximación a la didáctica la hacemos desde el concepto de “configuración didáctica” trabajado por Edith Litwin, quien la define como la “manera particular que despliega el docente para favorecer los procesos de construcción del conocimiento. Esto implica una construcción elaborada en la que se pueden reconocer los modos como el docente aborda múltiples temas de su campo disciplinar […], el estilo de negociación de significados que genera, las relaciones entre la práctica y la teoría que incluyen lo metódico y la particular 5 Vygotski, L.S. (1979). El desarrollo de los procesos básicos superiores, Barcelona, Grijalbo, p. 159. relación entre el saber y el ignorar. Todo ello evidencia una clara intención de enseñar, de favorecer la comprensión de los alumnos y de generar procesos de construcción de conocimiento, con lo cual se distinguen claramente aquellas configuraciones no didácticas, que implican solo la exposición de ideas o temas, sin tomar en cuenta los procesos de aprender del alumno” 6. Es decir, que el maestro “genera formas peculiares de práctica en lo que respecta a la enseñanza y la manera como […] la organiza y la lleva a cabo”7 que son reconocibles en los contextos institucionales. Litwin postula las prácticas de enseñanza como el objeto de estudio de la didáctica. Además, dichas prácticas “presuponen una aproximación personal al acto de enseñar que posibilita a los docentes estructurar el campo de una manera particular y realizar un peculiar recorte disciplinario, fruto de sus historias, puntos de vista, perspectivas y, también, limitaciones. Los docentes llevan a cabo prácticas en contextos que les dan significados y que se visualizan en planificaciones, rutinas y actividades que dan cuenta de este entramado. Definir las prácticas de la enseñanza nos remite a reconocer que cada nuevo estudio de las dimensiones de análisis que se entraman en la enseñanza adquiere su significación en una totalidad explicativa e interpretativa, en la que se integran, también, las miradas personales”8. Tal como lo plantea Anna Camps, el análisis de situaciones de enseñanza y aprendizaje en el contexto escolar, “no admite que la observación y el análisis se limiten a considerar separadamente cada uno de los elementos que configuran el que se ha denominado triángulo didáctico: profesorado, materia que se enseña, alumnado”9. En síntesis, la configuración didáctica “constituye la expresión de la experticia del docente, a través de una propuesta que no constituye un modelo para ser 6 Litwin, Edith. (1997) Las configuraciones didácticas: Una nueva agenda para la enseñanza superior. Buenos Aires, Paidós, p. 97-98 7 Ibíd. p. 98 8 Ibíd. p. 78. 9 Camps, Anna (Compiladora). (2003). Secuencias didácticas para aprender a escribir. Barcelona, Graó, p. 38. trasladado como un esquema para la enseñanza de uno y otro contenido”10. Por tanto, como lo plantea Anna Camps, “la investigación en didáctica de la lengua no permite –quizás no lo deba permitir nunca– prescribir qué hay que hacer en el aula”11. Se hace necesario, entonces, interrogarnos sobre la influencia del maestro y su configuración didáctica en la construcción del lenguaje escrito. Metodología El proyectó representó una investigación de tipo descriptivo e interpretativo, apoyada en el método correlacional, en una modalidad de la investigación descriptiva. Manejamos información de tipo cualitativo, a partir de la cual llevamos a cabo la descripción e interpretación de las configuraciones didácticas de las maestras y las percepciones que tienen tanto los padres de familia como los estudiantes con respecto a las docentes y las configuraciones que elaboran y emplean para la enseñanza del lenguaje escrito; e información de tipo cuantitativo representada en dos sentidos, el primero de ellos correspondiente a los resultados de los estudiantes con respecto a una petición escritural (prueba escrita) y el segundo a las variables de factores socioculturales de las familias de los estudiantes, a características y hábitos específicos de cada maestra y su influencia en la construcción de la escritura. Es necesario hacer especial hincapié en el hecho de que la descripción de las configuraciones didácticas, así como las correlaciones con los factores socioculturales se hicieron en función de los resultados obtenidos por los estudiantes12 en la petición escritural. 10 Litwin, E. Op. Cit. p. 98. Camps, A. Op. Cit. p. 38. 12 En el desarrollo del proyecto se aplicaron dos peticiones escriturales; la primera con el propósito de seleccionar las aulas con resultados significativos, y la segunda, con el fin de determinar el nivel de escritura de los niños. 11 El proyecto se desarrollo en dos fases: La primera se centró en: Elección de escenarios. Se estableció contacto con 12 Instituciones Educativas, tanto públicas como privadas, que correspondieron a 24 maestros, 6 de transición y 18 de primer grado de educación básica primaria. Elaboración de Instrumentos para estudiantes, maestros y padres de familia, que nos permitió recolectar información pertinente para establecer el nivel de desarrollo de la escritura en los niños, la descripción de las configuraciones didácticas empleadas por las maestras y la caracterización sociocultural de las familias. Los Instrumentos que consideramos pertinentes para el desarrollo de la investigación fueron: Petición escritural: La petición escritural fue una prueba de lápiz y papel, con fin comunicativo, la escritura de una carta dirigida a niños del mismo grado en otra institución con el propósito de conocerlos. Se aplicó en dos momentos de la investigación. La primera nos permitió identificar, en cada una de las aulas, a) el porcentaje de niños que produjeron texto, entendido como unidad de comunicación, independientemente, y b) el nivel de escritura en el que se encontraba cada uno de los estudiantes. La segunda petición fue aplicada en doce aulas y nos permitió identificar el nivel de desarrollo escritural de los niños a partir de tres aspectos fundamentales: La identificación de la situación de comunicación propuesta (escritura de una carta), la conciencia sobre el texto como unidad de comunicación y el modo de escritura de los niños. En la segunda fase del proyecto llevamos a cabo la aplicación de los demás instrumentos en las aulas seleccionadas. Encuesta para padres: Este instrumento tuvo dos funciones, en primer lugar, identificar algunos factores socioculturales que pueden correlacionarse con los modos de escritura de los niños y las razones de las diferencias en el desarrollo de la escritura; en segundo lugar, indagar sobre la disposición y actitud del niño y de los padres frente a la escritura y frente al maestro. Cuestionario para maestros: Nos permitió elaborar el perfil de cada uno de las maestras que participaron en el estudio e identificar tanto sus concepciones sobre la escritura y sus funciones, como algunas características de las configuraciones didácticas que emplean para la enseñanza de ésta en el aula, la forma como evalúan y los supuestos teóricos por los que se guían. Entrevista para maestros: Nos facilitó la profundización en algunos de los aspectos abordados en el cuestionario relacionados con las configuraciones didácticas de las maestras, entre ellos las concepciones, las actividades, las metas, etc. Videograbación de clases: Este instrumento nos permitió el registro de algunos segmentos de la configuración didáctica empleada por el maestro en una clase. Entrevista a estudiantes: Tuvo como fin indagar el pensamiento y la actitud del niño con respecto a la escritura, sus funciones y la forma en que el maestro le enseña, además de las dificultades que perciben en el desarrollo de las actividades escriturales. Grupo focal: El propósito fundamental de este instrumento fue propiciar el intercambio de experiencias entre las maestras en relación con su participación en el proyecto y con la forma en que cada uno lleva a cabo sus prácticas de enseñanza de la escritura, lo que nos permitió establecer puntos de encuentro en algunos de los aspectos abordados. Rejilla para el análisis de cuadernos: Este instrumento nos permitió recoger información sobre los tipos de actividad escritural que proponen los maestros a sus estudiantes. Para el procesamiento de la información cualitativa nos apoyamos en el programa Atlas/ti versión 4.2., a partir del cual establecimos categorizaciones que nos facilitaron la generalización inicial de las respuestas obtenidas en los cuestionarios de las maestras, de los padres de familia y las entrevistas a maestros y niños. Esta categorización nos permitió realizar la descripción de las configuraciones didácticas y correlacionarlas con los resultados. Presentaremos a continuación la descripción de la configuración didáctica de una de las maestras. Resultados Los siguientes son algunos de los resultados obtenidos en la investigación, a partir de la relación que se establece entre las configuraciones didácticas de las maestras, el ambiente sociocultural de los niños, algunas percepciones de padres y estudiantes, y los resultados obtenidos por los niños en las pruebas. En general, observamos que las maestras poseen una concepción de la escritura relacionada con aspectos comunicativos, además, reconocen que juegan un papel muy importante para la construcción de esta en los niños, lo que las ha llevado a repensar su práctica y adaptarla de tal manera que, mediante el libre desarrollo, guían a sus estudiantes y los motivan alcanzando de esta manera un exitoso acercamiento a la escritura y finalmente a la construcción del lenguaje escrito en los niños. En cuanto la enseñanza de la escritura, a partir del cuestionario aplicado a las 12 maestras, encontramos que atribuyen las dificultades en este proceso a siete factores: las maestras, los niños, los padres, los factores socioculturales, las exigencias del colegio, el método de enseñanza y las expectativas que se tienen frente a las maestras. Sin embargo, ninguna de las 5 maestras con las que se realizó el trabajo a profundidad se consideró a sí misma como un factor que dificulta la enseñanza. Esto puede indicarnos que a pesar del reconocimiento que los maestros hacen sobre su incidencia en el proceso de construcción del lenguaje escrito, al momento de reflexionar sobre las dificultades relacionadas con la enseñanza se presenta una tendencia a centrar la atención en otros factores como la familia o los estudiantes. En cuanto lo que piensan los padres de la forma en que la maestra enseña a leer y a escribir a sus estudiantes, los padres de las aulas de transición fueron los únicos que manifestaron estar en desacuerdo, para el caso de la maestra 1 el 9% y para la maestra 4 el 4%, Igualmente, el porcentaje de padres que están medianamente de acuerdo (17% para el aula 4 y 5% para el aula 1) es el más alto en comparación con las aulas de primero (a excepción del aula 2, del grado primero, que tiene un 6% de padres que están medianamente de acuerdo). Por el contrario, el porcentaje de padres que están totalmente de acuerdo con la forma en que le enseñan a leer y a escribir a sus hijos es mucho más bajo en las aulas de transición que en las aulas de primero. Lo anterior se puede relacionar con el tipo de metas que los padres esperan que sus hijos alcancen, pues son reiteradas las alusiones a metas como aprender a escribir correctamente (formalmente), en especial en el aula 1. Esto indica un interés de los por el aprendizaje del manejo de la escritura convencional, que si bien puede considerarse un propósito para este grado (transición), no es el único y tampoco el más importante. En este sentido, las maestras consideren a los padres como un factor que en ocasiones dificulta el aprendizaje de la escritura y en otras lo favorece. Podríamos plantear, entonces, que existe una tensión entre las expectativas de los padres frente a lo que sus hijos aprenderán, las metas planteadas por los maestros y los resultados que los niños obtienen. En términos generales, podemos afirmar que, aunque los factores socioculturales tienen incidencia en la construcción del lenguaje escrito, no constituye el factor más importante, sino que en gran medida esta construcción está determinada por el maestro y la configuración didáctica que él construye. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS DOLZ, J. y ERARD, S. Las actividades metaverbales en la enseñanza de los géneros escritos y orales. En: Milian, Marta y Camps, Anna. El papel de la actividad metalingüística en el aprendizaje de la escritura. Rosario – Santa Fe, Homo Sapiens Ediciones, 2000. VYGOTSKI, L.S. El desarrollo de los procesos básicos superiores, Barcelona, Grijalbo, 1979. LITWIN, Edith. Las configuraciones didácticas: Una nueva agenda para la enseñanza superior. Buenos Aires, Paidós, 1997. CAMPS, Anna (Compiladora). Secuencias didácticas para aprender a escribir. Barcelona, Graó, 2003.