APUNTES PARA UN TALLER DE NARRATIVA DIRIGIDO A LOS MAESTROS Una Propuesta de Roberto Rubiano Vargas. Coordinador Nacional de RENATA SOBRE ESTA CHARLA Esta charla está destinada a maestros que trabajan con estudiantes de educación básica y media. Son apuntes que están pensados para servir de apoyo a la charla que deberá ser dictada en una sesión de dos o tres horas incluyendo la ronda de preguntas. Se dictará una en la mañana y otra en la tarde. Es básicamente una charla de inducción. Debido a la necesidad de atender al mismo tiempo hasta cincuenta maestros resulta imposible hacer tareas interactivas, proponer la escritura de textos o hacer ejercicios. Sin embargo ustedes podrían llevar ejemplos con los que cada uno esté familiarizado y desarrollarlos delante de los maestros de modo que puedan ilustrar la exposición Los directores de taller y los escritores asociados a RENATA pueden utilizar este esquema solo como referencia. Deben apoyarse en su propia experiencia y aplicarla de la mejor manera. Cada punto establece una idea acerca de como construir cuentos y propone una posible manera de desarrollarlo. A partir de lo planteado en cada punto del texto las personas que decidan utilizarlo pueden transformarlo, ampliarlo, recortarlo, utilizarlo parcialmente, complementarlo y en general considerarlo solo como una referencia auxiliar. La charla que ustedes deben dictar a los maestros no es muy diferente a la que darían en el comienzo de un ciclo de cualquiera de sus talleres. Lo único que esta propuesta tiene de particular es que está pensada para maestros que no tengan demasiada experiencia en la promoción de la escritura de cuentos entre sus alumnos, o para que quienes la tengan puedan obtener alguna idea que les permita trabajar de mejor manera. Es decir no es una charla que se dicta a personas que quieren escribir sino a personas que deben estimular la escritura entre sus alumnos El esquema es sencillo. La charla se divide en tres momentos. El primero que consiste en ofrecer el punto de partida para construir cuentos. Básicamente se trata de ofrecer un mecanismo que consiste en partir de relatos orales que puedan ser transferidos al papel. Lo que algunos de ustedes llaman la captura del cuento. Sé que entre ustedes existen diversas experiencias sobre este tema y cada cual la utilizará de la manera que considere pertinente. Un segundo momento de la charla debe destinarse a describir el proceso de perfeccionar un cuento escrito a partir de la historia capturada. Es decir aquí se hablaría de algunas teorías sobre el cuento. Ofrezcan un esquema básico y útil. Como referencia incluí los criterios que preparamos dentro del comité asesor del concurso para uso del jurado. Un tercer momento consiste en la preparación de los cuentos. O sea lo que en RENATA hemos considerado como el taller de edición. Escribir es reescribir. Finalmente. Pueden hacer algunas recomendaciones generales. No solo las aquí incluidas sino también las que ustedes consideren pertinentes. I CREAR CUENTOS A PARTIR DEL HABLA COTIDIANA 1- El ser humano es un narrador. Siempre habla de sí mismo. La literatura solo es una forma condensada de esa necesidad de narrar. Sin embargo cuando se habla de literatura se tiende a hacer creer que es un adorno artificial que le ponemos a las historias que contamos una y otra vez. En realidad todo el mundo tiene una historia para contar. Aburrida, sencilla o compleja. Aparentemente unas más interesantes que otras. La tarea consiste en hacer de cualquier historia una experiencia narrada escrita, única y por tanto interesante. Contar cuentos es una actividad con un espectro tan amplio que se utiliza incluso para calificar a la persona que cuenta chistes. Es una actividad tan antigua como el lenguaje. Pero claro, fundamentalmente se trata de contar cualquier historia de índole humana; la reconstrucción de un pasaje de vida; de una vida o un fragmento de muchas vidas. O sea, se puede contar un cuento a través de un guión, una novela, una película, una telenovela o simplemente en una charla informal entre amigos donde las adjetivación se hace manoteando, subiendo y bajando la voz, remedando la voz de otros, etc. Sin embargo, contar un cuento literario implica escribir una historia completa y sugerente con la menor cantidad de elementos posibles y la mayor eficiencia. El cuento oral tiene un encanto único que termina tan pronto la voz del narrador se acalla. El cuento escrito en papel en cambio está siempre disponible. Su encanto está quemado con hierro al rojo vivo en esa máquina de la memoria que es la escritura. Por supuesto lograrlo tiene exigencias distintas a las del cuento oral. DESARROLLO: Propongan a los maestros que trabajen con sus estudiantes mediante relatos orales. Que les pidan a sus estudiantes que hagan historias orales. Que imaginen cuentos y los vuelvan a contar. Que las enriquezcan y cuando tengan ganas que las pasen al papel. Deben provocar historias en el estudiante. Desde solicitarle la más simple. Por ejemplo: Me llamo así, vivo en tal parte, estudio en este lugar, mis padres son tal y tal y mi perro se llama así. Esa es una historia en su más simple expresión. Hacerles caer en cuenta de que esa es una historia. Luego les pide que desarrolle la historia incluyendo como es el espacio donde viven las personas que acaba de mencionar. La casa, el patio, el barrio, la plaza que visitan el lugar donde juega el narrador (el mismo niño). Luego van aumentando las exigencias del relato. Que hagan descripciones, que expliquen las relaciones que hay con los vecinos, con los amigos, etc. Propóngales que cuenten algo extraordinario que les ocurrió, agradable o desagradable. La experiencia dice que lo más probable es que narren cuentos sobre algo malo que pasó en su barrio, pueblo, a la familia, a la comunidad o al mismo narrador. Pero recuérdeles que a veces los acontecimientos extraordinarios afectan también de manera positiva. Propóngales este esquema. Para que el cuento funcione el acontecimiento negativo debe afectar una vida calma y tranquila. O al revés. Una vida terrible y de gran sufrimiento se ve transformada por la llegada de un acontecimiento positivo. Con ese esquema los estudiantes pueden armar con mayor claridad sus cuentos orales o escritos. 2- Escribir una historia no siempre comienza con la primera palabra puesta sobre el papel. Puede nacer en una historia contada. Enséñeles a tener continuidad en sus relatos orales. A eliminar lo que desvía la atención y dejar lo importante. Entonces tal vez ahí la podrán escribir con más facilidad. Cómo trasladar cuentos orales al papel, sería el tema de este segundo punto. DESARROLLO: Cada relato oral es una experiencia irrepetible. De ahí la gracia del relato escrito, que recoge toda la tradición o todas las experiencias de los relatos orales y los traduce a la palabra escrita. Por eso no debe exigir que el relato que el niño logre llevar al papel sea igual al que pudo construir verbalmente. Este siempre parecerá más bonito y brillante (aunque no lo sea) porque la gesticulación ayuda a acentuar los pasajes de los relatos verbales. Recuerde que un relato escrito debe traducir las pausas de la manera de narrar, el tono con el que se narra y las voces que se usan. Quien lo hace bien es otro García Márquez, así que paciencia pero ese es el camino para construir historias escritas a partir de la experiencia oral. II HABLAR UN POCO DE LA TÉCNICA DEL CUENTO Escribir es producto de leer. La lectura enseña la lógica de los relatos. De todos modos los niños y jóvenes están muy influenciados por las historias del cine y la televisión. Ya han hecho una introspección de la estructura básica de un relato. Comienzo, desarrollo y final (sorpresivo, de preferencia). Sin embargo, leer historias escritas bajo la forma de un cuento o una crónica e incluso bajo la forma de un poema (no otra cosa es la Iliada), les enseñan las virtudes de la palabra escrita. Orden. Enséñeles a tener orden en la exposición de sus ideas. Que las ideas surjan, se desarrollen y lleguen a un punto donde surja otra. Las ideas se expresan en frases claras. Sujeto verbo y predicado. Los estudiantes deben hacer frases con sentido para el argumento que se está contando. Una vez lograda la primera frase se pueden hacer todas las frases necesarias para hacer un párrafo. A su vez cada párrafo debe ser claro y directo (en su poética interna) y debe dejar espacio para que se inicie otro párrafo. Luego debe existir concordancia entre los párrafos. La historia debe progresar. Un párrafo que repita una información previa sin alimentarla, glosarla o interpretarla, hace retroceder la historia. Para apoyar la escritura de un cuento hay una serie de elementos técnicos y estéticos. Aquellos que se citan una y otra vez en las diversas teorías del cuento. Podrían leerles el decálogo del buen cuentista de Quiroga o los puntos que ustedes utilicen a menudo en sus talleres. Como marco de referencia, a continuación incluyo los aspectos que desarrollamos para que el jurado evaluador tenga en cuenta al analizar un cuento. El texto en negrilla es el borrador de la formulación que el jurado deberá responder al analizar cada cuento. ¿Hay un tiempo y un lugar que son característicos en este cuento? ¿Ese espacio de tiempo y lugar ofrece una visión nueva sobre la realidad? Al hacer la valoración de este cuento debe tener en cuenta que todo cuento ocurre en un lugar y en un tiempo definido. Incluso el cuento más imaginativo o de índole fantástica sucede en un universo de tiempo y lugar que tienen un carácter único, que no puede ser intercambiable entre aquel cuento y otro cualquiera. Reflexione de esta manera al analizar el cuento: ¿este espacio y este tiempo es el apropiado a este argumento y estos personajes? ¿o es un lugar espacio-temporal genérico (como el de las telenovelas, o los cuentos populares). Cuanto más se acerque a la primera condición mejor. ¿En este cuento hay personajes característicos (lo cual incluye al narrador), solo posibles dentro de este argumento? Otra condición indispensable para un cuento sólido y cierto es que los personajes correspondan al argumento del cuento. Que los personajes que viven la situación escrita en el cuento tengan alguna característica definida. Que parezcan pertenecer a la naturaleza de este cuento. Que solo puedan habitar en este cuento y no en cualquier otro. ¿Este cuento tiene un encanto particular? El crítico colombiano Hernando Téllez decía que más allá de la calidad de la escritura hay un ingrediente propio de los buenos cuentos que consiste en que un cuento más o menos logrado siempre tiene un elemento que él llamaba la “gracia”. Un ingrediente difícil de medir pero que podría considerarse también como el alma, la chispa o el swing del cuento. En esta valoración entra en juego su experiencia como lector. ¿Puede usted sentir que este cuento tiene esa “gracia” especial? ¿El uso creativo del lenguaje (analogías, simbologías, imágenes) logra potenciar la significación de este cuento? El lenguaje ofrece la posibilidad de hacer imágenes y metáforas que no siempre contribuyen a hacer mejor a un cuento. ¿Usa este cuento el lenguaje de una forma creativa? ¿Las imágenes logradas hacen más claro el argumento y más nítidos a los personajes? ¿El punto de vista narrativo contribuye a lograr el efecto final de este cuento? Todo cuento es narrado por alguien. Un narrador que habla en primera persona y que a veces participa de los hechos y por tanto es un personaje más dentro del argumento, en otros casos se limita a contar los hechos y solo es la voz del que conoce los hechos fragmentariamente. En otros casos el cuento puede estar contado por un narrador omnisciente, la voz de dios que todo lo conoce. Cada una de estas opciones ofrece oportunidades parta construir la ficción de acuerdo al asunto particular del cuento. ¿Considera que en este caso el punto de vista escogido ayuda a lograr el equilibrio y la simetría de las partes que forman el cuento? ¿El título contribuye a cerrar el cuento? El título es parte integral de la significación del cuento; usualmente es un indicio, crea una expectativa en el lector, constituye una sugerencia, o incluso puede sintetizar la situación narrada (visibiliza un personaje, simboliza un espacio/tiempo, destaca un motivo, privilegia un episodio). En alguno de estos sentidos, piense si el título del cuento condensa o sugiere su significación… ¿El mundo construido o recreado exige la cooperación del lector? Si el mundo narrado en el cuento no apela, (provoca) intelectual o emotivamente al lector, exigiéndole una respuesta y una cooperación en la construcción del sentido, el cuento no pasa de ser un informe, la mera reproducción de una situación, o la simple evocación de un episodio… ¿La situación, los personajes, y la totalidad del mundo narrado se ajustan a la verosimilitud? Gracias al ejercicio de la función poética del lenguaje, la “verdad” del cuento no es verdad de correspondencia directa con una realidad determinada, sino verdad de coherencia entre los elementos que lo constituyen. ¿El cuento logra un efecto en el lector? La totalidad de los elementos del cuento pueden seducir la imaginación, el intelecto o la emoción del lector; ¿La relación de los mismos sensibiliza al lector hacia una situación?, ¿Lo sorprenden?, ¿Le generan preguntas más allá de lo relatado? IV PREPARAR EL TEXTO Al apoyar a los estudiantes en la preparación de sus cuentos. Tenga en cuenta los siguientes puntos. La verdadera escritura de un cuento comienza cuando ya se tiene todo reunido. Es decir, cuando se tiene la primera versión de un cuento, con título personajes y acciones más o meno completas. Al guiar a los estudiantes recuerde que es él quien escribe, no usted. Interprete los deseos del cuento. Las razones intrínsecas que hay dentro de él y ayúdelo a mantener la lógica interna sin alterarla ni imponer otra lógica. Corregir sin ofender. Corregir sin sobre corregir. Primero la lógica interna del cuento, hacia dónde va el cuento. Una vez esté claro para usted y para el estudiante cual es el principio y el final, pueden corregir los siguientes elemento del cuento. Los detalles formales del lenguaje déjelos para el final. Salvo que haya problemas demasiado graves en la sintaxis. IV ALGUNAS RECOMENDACIONES No forzar a los estudiantes a escribir. Déjelos que encuentren su tiempo para escribir. Entusiásmelos. Léales textos que los animen, pero no les ponga la creación como tarea. No les imponga temas ni limitaciones morales sobre lo que debe o no escribir o contar. No hable nunca del cuento como género y las reglas del cuento al comenzar a desarrollar los argumentos. No hable de teorías. Deje que los estudiantes encuentren el cuento y sus reglas. Las historias que van a desarrollar les exigirán más rigor y ahí sí necesitarán las reglas del cuento. No le dé más importancia a la ortografía de la que se necesita para que el texto esté claro. Solo al final, cuando el texto esté terminado, déle la importancia que corresponde. Enséñeles a ser cuidadosos con el lenguaje, pero cuando ya la imaginación haya producido su efecto. Como en algún momento los estudiantes deberán llevar su cuento escrito a un programa de escritura por computador recomiéndeles que no hagan la corrección ortográfica automática, sino que la hagan manualmente, que lean la corrección de cada palabra, una por una, de este modo a podrán conocer sus errores ortográficos y tal vez no repetirlos.