La temperatura global subirá hasta 7,7ºC más este siglo

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La temperatura global subirá hasta 7,7ºC más este siglo
Las emisiones naturales de CO2 y metano añaden 2 grados a las estimaciones actuales
Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, un estudio realizado en la Universidad de
Berkekey en California advierte que el calentamiento global que se espera a finales de este
siglo será dos grados más severo de la esperado, con un incremento de hasta 7,7ºC, debido al
impacto en el clima de las emisiones adicionales de CO2 y metano que genera el planeta
espontáneamente como consecuencia del calentamiento global. Han calculado el impacto de
estas emisiones estudiando los datos del clima que se ocultan bajo los hielos polares. En
España se espera que Madrid tenga la actual temperatura de Sevilla en 2100, que las lluvias
desciendan hasta un 30% y que los mares suban entre 10 y 80 centímetros. Por Marta
Morales.
En 1972, la Asamblea General de Naciones Unidas designó el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente
para dar a conocer mejor la necesidad de conservar y mejorar el medio ambiente. Este año la jornada
está marcada por la publicación de un nuevo estudio realizado en la Universidad de Berkeley, en
California, que señala que el aumento global de la temperatura del plantea este siglo será de 7,7ºC, dos
grados
más
de
las
estimaciones
actuales.
Este cambio en las estimaciones se debe a las emisiones adicionales de CO2 y metano a la atmósfera
que genera el planeta como consecuencia del calentamiento global. Esta variable no había sido integrada
en los anteriores modelos climáticos, pero ha sido incorporada ahora por científicos norteamericanos
tomando como referencia la historia del clima de la Tierra recogida en el interior de los hielos antárticos.
La investigación realizada por la Universidad de Berkeley en Califnornia, publicada en la última edición de
la revista especializada Geophysical Research Letters, basa sus conclusiones en un estudio del interior
del hielo antártico, que contiene la información acerca de la temperatura global y los niveles de dióxido
de carbono y metano (gases que producen el calentamiento global) de los últimos 360.000 años.
En épocas pasadas también se produjo un calentamiento de la Tierra debido al aumento de la intensidad
de los rayos solares. Este calentamiento genera la espontánea emisión de los gases que producen el
efecto
invernadero,
lo
que
eleva
aún
más
las
temperaturas.
Predicciones
erradas
Según explican estos investigadores en un comunicado de la Universidad de Berkeley, los datos
obtenidos del estudio de los hielos antárticos no definen los procesos específicos que provocaron el
calentamiento de épocas pasadas, pero sospechan que la subida de la temperatura en suelos y océanos
derivada de los rayos solares provocaron mayores emisiones de CO2 y metano a la atmósfera.
Consideran por tanto que para calcular con mayor exactitud la previsible evolución del clima, es preciso
añadir a los modelos actuales los procesos naturales de emisiones contaminantes, como complemento a
las
emisiones
producidas
por
los
combustibles
fósiles
y
otras actividades
humanas.
Los modelos actuales de predicción determinan que habrá un incremento de la temperatura de entre
1,5ºC y 4,5ºC por la duplicación de los niveles de dióxido de carbono presentes en la atmósfera. Pero lo
que no se han tenido en cuenta los procesos naturales que también provocarán emisiones adicionales de
CO2, por lo que el aumento de la temperatura global, si se añade esta variable, podría ser aún mayor de
lo
que
se
calculado
hasta
ahora.
Según los expertos de la Universidad de California, se están haciendo estimaciones que se quedan cortas
porque ignoran las emisiones adicionales de dióxido de carbono que la Tierra también genera como
consecuencia del aumento de la temperatura. Eso supone una emisión extra a tener en cuenta en los
modelos
climáticos.
Lo que vienen a decir es que el calentamiento provocado por las actividades humanas produce además
cambios en el sistema del planeta que provocan que la Tierra emita espontáneamente más CO2 a la
atmósfera que el que genera la actividad humana. Esto provoca que la temperatura aumente más allá de
los
valores
que
se
esperan
para
finales
del
siglo
XXI.
Estudiando
el
pasado
Aunque los modelos actuales no abarcan todas las variables, estos investigadores consideran posible
realizar una estimación de los efectos de la emisión terrestre extra de CO2, así como conocer cómo el
planeta respondió a ella en ciclos anteriores de calentamiento y de enfriamiento, que fueron causados
por variaciones naturales de la intensidad de la incidencia de los rayos solares sobre la Tierra.
Desde finales de la década de los 90, los especialistas han estudiado el interior del hielo polar,
descubriendo que ha habido cuatro grandes ciclos climáticos en la Tierra, así como muchas variaciones
más pequeñas. Pero aunque se conocen por los datos estos cambios, en qué medida afectan al
calentamiento
no
había
quedado
del
todo
claro.
Harte y su equipo idearon la fórmula para usar dicha información y, utilizando los modelos actuales de
predicción del clima global, lograron estimar los efectos del incremento del CO2 en la atmósfera como
resultado del calentamiento. A partir de los datos, los científicos pudieron deducir el efecto de la
temperatura en los niveles de CO2 y metano atmosféricos, así como los efectos de estos gases sobre la
temperatura.
Así, aplicaron los datos del aumento de CO2 y metano como consecuencia de una temperatura más alta,
y los añadieron a la probabilidad de aumento de estos gases que ya se había medido con modelos
actuales. Con la cantidad total, calcularon qué incremento de temperatura habría que considerar con esta
nueva
variable.
Estos resultados, afirman los científicos, deben ser tomados muy en cuenta puesto que, aunque varíen
de unas mediciones a otras, siempre resultan positivos, es decir, siempre señalan a un aumento
alarmante
de
la
temperatura
en
la
Tierra.
Que la actividad humana se mantenga o se modifique resultará crucial para que estos escenarios se
cumplan,
concluyen
estos
investigadores.
Escenarios
Los escenarios que se perfilan como consecuencia del calentamiento global han sido apuntados en
diversas ocasiones. Según el artífice de la investigación de referencia, John Harte, en una rueda de
prensa celebrada en Berkeley, como consecuencia del calentamiento global, a finales del presente siglo
las oleadas de calor paralizarán a las grandes ciudades y matarán a miles de personas anualmente.
Asimismo, señaló Harte, el nivel del mar aumentará medio metro, lo que causará que algunas regiones
costeras e islas del mundo desaparezcan, mientras que el derretimiento de los glaciares provocará
importantes
cambios
en
el
planeta.
Los posibles impactos en España del calentamiento global han sido analizados asimismo esta semana en
un encuentro organizado en Madrid por la Cátedra Collège de France-Fundación Marcelino Botín y el
Consejo
Superior
de
Investigaciones
Científicas
(CSIC).
En este encuentro se dijo que cada grado de temperatura que aumente en una ciudad, es como si la
moviéramos 200 kilómetros hacia el sur. En 2100, por lo tanto, Madrid podría alcanzar en verano la
temperatura
que
hoy
tiene
Sevilla.
Asimismo, la cuota anual de lluvias en la Península podría descender entre un 10 y un 30% durante el
último tercio de siglo, y el nivel del mar aumentaría entre 10 y 80 centímetros en sus regiones costeras.
Respecto al impacto en Europa del previsible aumento de temperatura, tal como ya informamos en otro
artículo, las olas de calor serán cada vez más peligrosas y prolongadas en la mayor parte del viejo
continente.
Asimismo, según las estimaciones del estudio realizado por la Universidad de Norwich, en el que
participaron expertos de ocho países europeos, al que nos referíamos en el citado artículo, las estaciones
frías serán mucho más cortas en Europa y los días fríos con temperaturas bajo cero se reducirán para el
año
2070
hasta
un
total
de
cuatro
meses.
Una de las conclusiones más alarmantes de este estudio es que las centrales nucleares dejarán de
funcionar porque no podrán contar con las aguas de los ríos en verano para el enfriamiento de los
reactores.
Sábado 03 Junio 2006
Marta Morales
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