La Profecía de los Dos mil trescientos días de Tarde y Mañana Esta profecía registrada en el Libro de Daniel Capítulo 8 fue muy mal interpretada por un supuesto profeta llamado Guillermo Miller (Adventista), Este error se empezó a enseñar y a creerse por el año 1840, predicando que el fin del mundo y la venida del Señor serían en 1844. Esta congregación realizan las siguiente operación: 2300 le quitan 490 años (profecía de las 70 semanas según ellos la palabra “determinados”, significa quitados o cortados), Dn.9:24 llegando a 1810, luego le agregan 34 años tiempo en que fue apedreado Esteban, llegando de esta manera al 1844. Siendo que Jesús no vino en el tiempo anunciado cambiaron la fecha para el 22 de octubre del mismo año. Aunque fue un mensaje erróneo conmovió al mundo, haciéndolo entrar en una tremenda efervescencia religiosa predicando con gran denuedo que Jesús vendría el 22 de octubre de 1844. Al ver que el tiempo se acercaba, todos hicieron sus preparativos para un evento tan trascendental; vendiendo sus propiedades al mundo, otros dejaron de predicar creyendo que la oportunidad para los pecadores se había terminado. El día y el año señalado por estos intérpretes llegaron, pero nada extraño aconteció; obviamente Jesús no vino. Y la decepción entre los miembros de esta organización fue grande, causó desaliento y menoscabo. Esta decepción que ellos denominan “ el chasco No. 2” los disminuyó enormemente y los pocos que quedaron, por mucho tiempo vinieron tambaleándose en su creencia. Llegó el momento que la señora Ellen Gould Harmon, en 1846 se casó con el señor James White (Jacobo Blanco) y de allí en adelante comenzó a actuar con el nombre de Ellen G. de White. Entonces comenzaron a hacerse ciertas revisiones de sus creencias, la conclusión fue que desistieron de su antigua forma de creer “que la tierra era el santuario” La Señora White comenzó desde entonces a predicar que había tenido una nueva visión, y era que en 1844 el Señor Jesús había entrado al santuario celestial y no que vendría a la tierra como Miller lo había presagiado, ella trató de corregir que el santuario que dice en la profecía que sería purificado no era el de la tierra sino el del cielo. Esta nueva enseñanza se basó en el libro de Daniel 8:14, pero siempre interpretando los días como años. Cuando las escrituras no se interpretan justamente como debe hacerse, esto da pie a falsas interpretaciones, a remiendos y acomodos, y las personas caen en el nivel de indoctos como escribió Pedro “…Las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras escrituras, para su propia perdición” 2 Pedro 3:16 Analizaremos pues a la luz de las Santas Escritura el Capítulo 8 del Libro de Daniel para que no se dejen impresionar por la mala interpretación de esta profecía. Daniel vio un carnero que tenía dos cuernos y hería con estos cuernos al norte, al poniente y al Sur, y ninguna bestia podía pararse delante de él. Enseguida aparece en la escena otra bestia que venía de la parte de occidente, el cual tenía un cuerno notable entre sus ojos. Este macho cabrío venció totalmente al carnero y quebró sus dos cuernos. INTERPRETACION: “En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, estos son los reyes de Media y de Persia. El Macho cabrío es el rey de Javan, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero” Daniel 8:20 – 21 Aquí tenemos un cuadro bien claro de Grecia bajo la dirección de Alejandro el Grande, representado en el cuerno sobresaliente y poderoso, pues fue Grecia al mando de éste quien destruyó por completo al imperio Persa (año 330 a.C.), “Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos” Daniel 8:8 Este es: Alejandro el Grande quien murió poco después de cumplir sus treinta años de Edad, y su reino quedó dividido en cuatro partes según se lo dicen al mismo Daniel “Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de Él” Daniel 8:22 Entonces queda entendido que los cuatro cuernos representan las cuatro partes en que se dividió el reino de Grecia después de la muerte de su gran rey. Los nombres de los reyes fueron Casandro que dominaba a Grecia y los países de los alrededores, Lisímaco, que dominaba a Asia Menor (Turquía), Celeuco que dominaba Siria y Babilonia, de donde vino la línea de los reyes que en la historia se conocen como “Celeucitas”, Tolomeo, hijo de Legus el cual gobernó a Egipto y de quien brotaron los Lagiedos. La discrepancia como hemos dicho, se halla en Daniel 8:9 y Daniel 7:25, ellos sostienen que se refiere al mismo cuerno, pero vamos exponer aquí algunas razones del porque no puede ser el mismo cuerno. “Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas” Daniel 7:8. Y en la otra visión Daniel vio “Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa” Daniel 8:9 Fueron Visiones Dadas en Diferentes Tiempos, en cambio los adventistas enseñaron que desde el capítulo 7 al 9 era una sola visión, y por creerlo así se confundieron Diferentes Características de estas visiones: 1. El cuerno pequeño de Daniel 7 aparece en la visión de las cuatro bestias, y esta visión la tuvo el profeta en el primer año de Belsasar rey de Babilonia (Daniel 7:1) 2. La Visión del Capítulo 8 fue vista hasta en el año tercero de Belsasar, claramente dice el profeta “En el año tercero del rey Belsasar me apareció una visión a mi Daniel, después de aquella que me había aparecido antes” Daniel 8:1. El mismo profeta conceptúa la visión como una visión separada, no tenemos porque ligarla con la anterior. Fue en tiempos distintos. 3. El Cuerno del capítulo 7 brota de en medio de los diez que ya existían, o sea después del desplome del cuarto imperio que se dividió en diez partes, por lo tanto ese cuerno surge del antiguo Imperio Romano y en nada se parece al cuerno que vio brotar Daniel de uno de los cuatro de la profecía del capítulo 8. 4. El onceavo cuerno del capítulo 7, al surgir derribó a tres, lo que no hizo el cuerno que surgió del Macho cabrío (capítulo 8 de Daniel) Esto nos hace entender con precisión que los dos cuernos en cuestión son diferentes uno del otro. Todos los que aplican Daniel 8:9 al imperio Romano deben primeramente recordar que Roma no salio del imperio Griego dividido, porque Roma nunca fue una parte del imperio de Alejandro el Grande. Roma salió de la bota Itálica y fue fundada como en el año 753 A.C. y vino a ser una república en el año 509 A.C. Antes bien Roma conquistó las cuatro divisiones del imperio griego. Así que el pequeño cuerno del capítulo 7 que derribó a tres no se levantó sino hasta que “La bestia espantosa y terrible” (roma) quedó dividida en diez partes o reinos en el año 476 D.C. y el cuerno pequeño del capítulo 8 se levantó al fin del reinado de los cuatro reinos o divisiones del imperio griego, identificados en las profecías de Daniel como un Tigre de cuatro cabezas y como un macho cabrío con un gran cuerno envistiendo a los cuatro puntos cardinales “Y al fin del reinado de estos (4 cuernos) cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas” Daniel 7:27 Esto sucedió cerca de seis siglos antes de que se manifestara el cuerno de Daniel 7, el que derribó a tres cuernos. Consideración del concepto de Tarde y Mañana ¿Por qué no creemos que los dos mil trescientos días que operó el cuerno de Daniel 8 profanando el santuario sean días proféticos? “Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur y al oriente, y hacia la tierra gloriosa (Jerusalén) y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del Ejército y de las estrellas echó por tierra y las pisoteó. Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, he hizo cuanto quiso, y prosperó. Entonces oí a un Santo que hablaba; y otro de los Santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuando durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? Y él dijo: hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado” Daniel 8:9 – 14 1. No podemos aplicar la regla de día por año, en cada profecía donde interviene el término días, porque nos conduciría a una confusión interminable. 2. Hay efectivamente dos ejemplos que nos orientan para usar este método de día por año y son: Ezequiel 4:6 y Números 14:34. En estos dos casos se emplea el término hebreo YOWM para indicar día en singular, sin embargo en Daniel 8:14 se haya el término YAMIN, en plural es la misma forma, como se usa en génesis 7:4 y 6:3. En Jonás 3:4 se emplea el término días así “De aquí a cuarenta días Nínive será destruida”. El original en este caso usa el plural YAMIN y es claro que Jonás no esperaba que el pueblo de Nínive entendiera que iba a ser destruido dentro de cuarenta años. El mensaje de advertencia era para aun período de 40 días literales de 24 horas. 3. Así entonces el significado inequívoco de Daniel 8:14, es que después de dos mil trescientos días literales de 24 horas el santuario o templo de Jerusalén que fue profanado por un rey impío, sería purificado o restaurado. La historia ratifica esta posición. En consecuencia creer de otra manera es desafiar al espíritu de profecía. 4. Dos mil trescientos días de tarde y mañana en las versiones revisadas se lee “Y él dijo: hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado” Daniel 8:14 Este término es suficientemente claro y muy apegado al espíritu profético, pues se le está diciendo al profeta que el santuario de Jerusalén iba a ser profanado por dos mil trescientos días de tarde y mañana y nos está llevando a marcarnos días literales “…y fue la tarde y la mañana un día” Génesis 1:5 “Y fue la tarde y la mañana el día tercero” Génesis 1:13 “…de tarde a tarde guardaréis vuestro sábado” Levítico 23:32 5. El Santuario que iba a ser profanado no fue el cielo, y la confusión estuvo cuando se lee “Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas, echó por tierra y las pisoteó” Daniel 8:9 Cuando una persona es indocta desconoce los elementos importantes para entender la profecía. Como aquí dice que se engrandeció hasta el ejército del cielo, y que parte de esas estrellas echó por tierra, lo más fácil pensar es que contaminó el santuario celestial y que esas estrellas fueron los ángeles celestiales. ¿Pero como es posible que aquel cuerno pequeño, surgido de uno de los cuatro cuernos símbolo del imperio griego en decadencia haya hollado el santuario celestial y humillado a los ángeles celestes? Esto es totalmente incongruente y fuera de toda lógica humana y bíblica. Ese ejército que fue hoyado y el santuario fueron el templo de Jerusalén que había sido restaurado en los tiempos de Esdras y Nehemías, donde se hacían los sacrificios, y las estrellas pisoteadas son los hijos de israel, sus sacerdotes y la gente importante, claramente leemos en el versículo 9 del Capítulo 8 de Daniel “Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa” ¿Quien es esa tierra gloriosa? ¡Jerusalén! Todo esto sucedió por el pecado de los hijos de Jacob como dice en el verso 12 del mismo capítulo “Y a causa de la prevaricación les fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso y prosperó” Daniel 8:12 ¿Quién es ese Cuerno pequeño que profanó el santuario y las estrellas? “Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra y las pisoteó. Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, he hizo cuanto quiso, y prosperó.” Daniel 8:9 – 12 Antíoco Ephifanes se introdujo en el lugar santísimo después de 3 días de cruentas luchas, destruyó los rollos de la ley, y ante el espanto de miles de judíos heridos, cogió un cerdo y lo sacrifico en el altar sagrado; esta tragedia sucedió un diciembre del 169 a.C. La gran abominación tuvo una duración de 2300 días literales: 6 años de 365 días, y 110 días Dios compara a los hijos de israel como estrellas “El Señor vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí hoy vosotros sois como las estrellas del cielo en multitud” Deuteronomio 1:10 Los hombres de Dios sus sacerdotes, fueron comparados como relucientes estrellas “los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad” Daniel 12:3 Los hijos de Israel cayeron en una tremenda apostasía y nuevamente prevaricaron contra Dios. El Señor se apartó por dos mil trescientos días de tarde y mañana del pueblo de israel y surgió un rey impío del reducto del gran imperio griego, y este fue Antioco Epífanes quien después de sujetar a Egipto se engrandeció contra las estrellas del cielo, en otras palabras llevó sus conquistas desde Egipto hasta la tierra santa, con toda razón está escrito de Antioco en los libros deuterocanónicos lo siguiente “El que poco antes creía tocar las estrellas del cielo, no le podían soportar por lo intolerable de su hedor” 2º Macabeos 9:8 – 10. No se puede dudar que durante este período Antioco Epífanes derribó varias figuras (estrellas) del firmamento divino. He aquí la similitud de términos de gente importante y estrella “Visitaré sobre el ejército sublime de lo alto y sobre los reyes de la tierra” Isaías 24: 21 En el libro de los Macabeos se lee lo triste que le tocó a los israelitas cuando Antioco Epífanes los persiguió (1º Macabeos 1:41 – 64) En este capítulo se describe como Antioco hizo publicar que se hicieran sacrificios paganos en el santuario. En la parte final de Daniel 8:14 dice: que el santuario será purificado, naturalmente llegó el tiempo después de los dos mil trescientos días que el santuario fue recuperado y restaurado, volvieron los sacrificios con toda normalidad, fue el tiempo cuando brillaron los macabeos. Muchas personas tratan de hacer operaciones matemáticas convirtiendo estos 2300 días en años, el cual se hace dividiendo 2300 entre 360 días del calendario bíblico o entre 365 que tiene el calendario romano, pero tratando de cumplir la voluntad de Dios dejémoslo así: Dos mil trescientos días de tarde y mañana. Amén