“ En la actualidad, la familia y las relaciones que se mantienen en ella se ven condicionadas por el ambiente laboral de los padres. En las últimas dos décadas la fuerza laboral ha ejercido una gran influencia en la modificación de la estructura del parentesco y la relación que mantienen con sus hijos e hijas”1 “Según la teoría evolutiva de la familia, las familias experimentan cambios; normativos y no normativos. Los normativos (tener un trabajo, por ejemplo), se ajustan a lo que es habitual en cada cultura y grupo social, mientras que los no normativos no ( que a una familia le toque la lotería). Según esta teoría sólo algunos cambios llevan a una evolución de la familia, son los cambios normativos”. 2 “El puesto de trabajo de los progenitores ha supuesto un cambio normativo. La consecuencia inmediata de este cambio es una transición a una nueva relación de maternidad/paternidad con sus descendientes. Las familias entran en un nuevo estadio que se acopla a las nuevas características de la sociedad y que supone un ajuste. En el nuevo estadio en el que la familia ha entrado habrá de comprobarse y estudiarse las nuevas relaciones emergentes entre los miembros individuales que constituyen esa realidad” 3 Cuando contrastamos esta pequeña parcela de teoría con el contenido de nuestras entrevistas podemos entrever que los cambios normativos, es decir, los cambios producidos en las condiciones laborales de los progenitores ( la incorporación de la mujer al trabajo, o el hecho de que hoy el trabajo no se ciñe a la hora laboral, sino que por el contrario el trabajo también se lleva a casa,etc) están afectando a la relación que mantienen con sus descendientes. Hace aproximadamente veinte años, los jóvenes ( según nos cuentan) pasaban poco tiempo con sus padres ya que “estos trabajaban todo el día, y llegaban a casa cansados”, sin embargo nos indican que por el contrario han pasado mucho más tiempo con sus madres, “ellas estaban en el hogar, y pasaban con nosotros las tardes, nos ayudaban en los trabajos de clase,…”. La mujer todavía no se había incorporado al trabajo en tales dimensiones como las actuales y todavía seguía anclada en el hogar, en el cuidado de sus descendientes ( hay que señalar que la investigación está realizada en un pequeño pueblo del interior, por lo que puede que se encuentren diferencias cuando se quiera repetir el estudio con otra muestra y en otro espacio). Notas; (1); López Larrosa, S., Escudero Carranza, V. (2003) Familia, evaluación e intervención. pp47. Madrid: CCS (2); López Larrosa, S., Escudero Carranza, V. (2003) Familia, evaluación e intervención. pp41. Madrid: CCS. (3); López Larrosa, S., Escudero Carranza, V. (2003) Familia, evaluación e intervención. pp49. Madrid: CCS. Los niños y niñas entrevistados, de 6 a 10 años, nos dicen que con las personas que pasan más tiempo son con sus abuelos o abuelas ( con algún familiar) o realizando cualquier clase extraescolar; fútbol, música, aerobic,… no pasan mucho tiempo con sus progenitores “ mi mamá y papá trabajan y llegan tarde del trabajo”, es decir, los progenitores no tienen tiempo para pasar con sus descendientes porque no lo poseen debido al acelerado ritmo de vida que vivimos y a las nuevas condiciones laborales que sesgan nuestra vida personal, familiar y social. “Según Bronfenbrenner hay cuatro sistemas ambientales que se diferencian por su grado de influencia respecto al desarrollo individual y a las relaciones que este mantiene. Estos sistemas son el micro, meso, exo y el macrosistema. Para Bronfenbrenner un microsistema es aquel en el que las interacciones se producen cara a cara. La familia es el principal microsistema. Las relaciones entre el microsistema y otros contextos de desarrollo, por ejemplo la escuela, constituyen el mesositema. El contexto en los que el individuo en desarrollo no participa directamente pero en el que tienen lugar hechos que le afectan, es el exositema ( por ejemplo el lugar de trabajo de sus padres o las redes sociales). El micro, meso y ecosistema se encuentran integrados en el microsistema, constituido por valores ideológicos, normas y patrones institucionales de cada cultura”. 4 Lo que nos interesa de la teoría de Bronfrenbrenner es el exositema; es aquel en el que las condiciones externas a él y en las cuales no participa modifican tanjantemente su vida, sus relaciones, … ¿ no es diferente un niño o niña de familia obrera, en la que ambos progenitores trabajan de un niño o niña en el que sus progenitores son banqueros que trabajan hasta mediodía y pasan con ellos o ellas el resto de la tarde?. “ Según Belsky (1990), en la actualidad, muchos niños y niñas reciben cuidados en centros específicos o por parte de cuidadores en el hogar ( familiares o profesionales) . Como resultado , estos niños presentan un patrón de apego inseguro cuando tienen entre 12 y 18 meses y son más desobedientes y agresivos cuando tienen entre 3 años y 8 años. Todo ello es consecuencia del hecho de que sus padres y madres pasen tanto tiempo fuera del hogar, prestando el papel que ellos y ellas deberían interpretar a otros actores que en esos momentos no deberían entrar en escena” 5 Notas(4); Bronfenbrenner,U.(1986) Ecology of the family as a context for human development:research perspectives. pp723-742. Greenwich, CT:JAL (5); López Larrosa, S., Escudero Carranza, V. (2003) Familia, evaluación e intervención. pp49. Madrid: CCS. Una consecuencia derivada de las nuevas condiciones laborales, sería el hecho de que las redes sociales de los infantes están cambiando; según Petra María; “ los niños y niñas carecen de redes sociales adecuadas de socialización con sus iguales, y esto provoca que el período de la infancia se vaya reduciendo progresivamente”. Creemos que el hecho de que cambien las redes sociales podría deberse a que las nuevas condiciones laborales de los progenitores hace que los/as niños/as pasen más tiempo ( generalmente) con sus abuelos y abuelas, y estos debido a la edad prefieren quedarse en casa. Todo ello provoca que los/as niños/as sólo suelen tener como referencia un contexto en el que únicamente interactúan con adultos. En las entrevistas podemos comprobar el hecho de que hace aproximadamente veinte años los niños y niñas solían jugar y compartir las tardes con sus amigos y amigas; “ Mi madre me acompañaba al parque, y allí estaban esperándome mis amigos y amigas”. Hoy, los niños y niñas disfrutan de la compañía de sus abuelos/as, tías/os ( en el mejor de los casos), ya que muchos niños y niñas se encuentran solos toda la tarde con la única compañía del televisor. Cuando a la cuarta generación se le pregunta sobre que suele hacer para divertirse nos hablan de videoconsolas, de la televisión,… también nos hablan de que juegan con sus amigos y amigas pero esto se ha reducido notablemente. ¿ Todo ello consecuencia de las nuevas condiciones laborales? Apoyándonos en el marco teórico consultado, creemos que sí; los progenitores no pueden llevar a sus descendientes al parque porque no se encuentran disponibles en esos momentos. Los progenitores llegan a casa por la nochetarde y lo único que desean es descansar, y que los molesten lo menos posible. Un ejemplo que consideramos interesante para apoyar lo anterior es el hecho de la ropa, los progenitores quieren ( suponemos que inconscientemente) que sus descendientes pasen rápidamente el período de la infancia y entren en la adultez para que puedan ser autónomos y hacerse cargo de ellos/as mismos/as. Creemos que la ropa que llevan las niñas y los niños actualmente muestra como siguen los patrones de los adultos queriendo ser como ellos, comportándose como ellos, vistiéndose como ellos,… “pequeñas mujeres y hombres”. “Una función esencial de la familia, concretamente de los progenitores, ha sido tradicionalmente la de transmitir lo que saben a la generación siguiente. Dicha transmisión suele producirse en el seno del propio hogar. No obstante , los rápidos cambios sociales han impuesto a las familias numerosas exigencias. Durante mucho tiempo fue ella la encargada de formar a sus miembros más jóvenes. Pero, con el tiempo, las familias fueron viendo que instancias sociales como la escuela ocuparon progresivamente su lugar educativo, y, por otra, muchas familias se vieron incapaces de llevar a cabo, tanto las funciones que le correspondían antaño, como las que socialmente seguían siendo de su competencia. Para Kellaghan y sus colaboradores ( Kellaghan, Sloane, Álvarez y Bloom,1993), actualmente los cambios sociales han implicado un crecimiento de las grandes urbes, un incremento de la inmigración, cambios en el mundo laboral, en el papel de la mujer, … todo ello ha influido e influye en las familias, en los retos a los que se enfrentan dentro de ella y con respecto al exterior” 6 Actualmente, los progenitores depositan en la escuela unas competencias que le corresponden a ellos, pero que a causa de la vida acelerada por las condiciones laborales o por comodidad no llevan a cabo. Los progenitores creen que la escuela es la que se debe hacer cargo de la educación de sus hijos/as. Los cambios laborales que se están produciendo creemos que están produciendo un deterioro y una modificación en las relaciones entre progenitores e hijos e hijas; pasan poco tiempo juntos con lo que no se fomenta un apego, seguridad, afecto, cohesión, hay poca comunicación,… Un cambio que hemos observado en las relaciones paterno-materno filiales en los últimos veinte años es el hecho de cómo los progenitores interactúan con sus hijos e hijas, es decir, un cambio en sus estilos educativos. Hace aproximadamente 20 años el estilo educativo familiar se caracterizaba por: - Progenitores comprometidos en el logro (según Schaefer); son padres que se sienten comprometidos en el rendimiento de sus hijos, que entienden la educación como una inversión de futuro. “ Estos padres se fijan objetivos y obtienen resultados de los hijos, asegurándoles un mejor y brillante futuro en el que puedan competir en las mejores condiciones. Normalmente estos padres/madres tienden a darle mucha importancia a los logros inmediatos de sus hijos/as , dan mucha importancia a las calificaciones y creen que las/as niños/as, deben aprender algo que les sea útil en la vida, que le de unos resultados y que tenga éxito en lo que se plantee”. Los progenitores de hace veinte años estaban más involucrados en la cotidianeidad de sus descendientes, se preocupaban más de sus hijos e hijas, de sus calificaciones, podemos que decir que se trataba de progenitores bastante sobreprotectores, que controlaban a sus hijos e hijas. Notas: (6); López Larrosa, S., Escudero Carranza, V. (2003) Familia, evaluación e intervención. pp159-160. Madrid: CCS. Creemos que este aspecto esta relacionado con el hecho de que hace veinte años los progenitores tenían más tiempo ya que todavía no habíamos entrado en la era de la aceleración social, del estrés y las prisas, los progenitores disfrutaban de más tiempo para pasar con sus hijos e hijas y por consiguiente estaban mucho más implicados en los aspectos escolares. - Progenitores con autoridad ( Según Baumrind); “ padres/madres que se muestran afectuosos, receptivos, y racionales con sus hijos e hijas, pero al mismo tiempo que controladores y exigentes, ejerciendo sobre éstos un control razonable; es decir, que ejercían su autoridad en un contexto de normas claras y con la intención de conformar la conducta filial a las normas aceptadas social y moralmente. Tendían, de igual manera, a dirigir las actividades de los niños/as de modo racional, y a valorar el comportamiento disciplinado, sin merma del estímulo a la autoconfianza, la independencia y la individualidad del niño/a.” El estilo educativo que caracterizaría a las familias actualmente sería el siguiente: - Progenitores permisivos (según Baumrind); se trata de progenitores que los principios a los que se atienen son la tolerancia, la integración, la libertad absoluta sin disciplina, sin normas,… “ este tipo de padres se caracterizan por ser tolerantes, cálidos y aceptar a sus hijos/as al tiempo que ejercen una autoridad sobre ellos/as, les hacen pocas exigencias y permiten una considerable autorregulación”. Estos progenitores no controlan a sus hijos/as y no ejercen ningún tipo de autoridad sobre ellos/as, creemos que esta dejadez básicamente se debe a que quieren suplir la falta de tiempo que les dedican y necesitan obtener una conformidad de los hijos e hijas. - Progenitores modernos (según Baumrind); “ se trata de padres/madres constructivistas, que proponen a sus hijos e hijas actividades instructivas, prestan ayuda adecuada a la competencia del hijo7a, estimulan su participación activa y desarrollan un currículo educativo familiar centrado en el niño/a y compartir experiencias muy variadas”. En las entrevistas, podemos comprobar el hecho de que los progenitores nos hablan de que aunque no pueden estar el tiempo que desearían con sus hijos e hijas “lo que importa es la calidad y no la cantidad”, es decir, pasan poco tiempo con sus hijos e hijas pero este tiempo es aprovechado al máximo. CONCLUSIONES Esta investigación pretende ser un marco de referencia hacia un tema de actualidad como es el hecho de que las relaciones entre progenitores e hijos puedan ser sesgadas o influidas por las condiciones laborales de los primeros. ¿ Hay una correlación perfecta entre la variable condiciones laborales y cambio en la relación paterno/materno- filial? Las diferentes teorías y apoyos que hemos utilizado nos demuestran que hay una correlación alta pero no perfecta, con lo cual, esto nos llevaría a aceptar la hipótesis tres; “ no conocemos las causas”. Después de recapacitar y ver todo lo que nos ofrecen las teorías podemos concluir diciendo que las condiciones laborales sólo es un factor ( muy importante por cierto) de los muchos que afectan a las relaciones maternopaterno-filiales. Hay que considerar otros posibles factores que puedan explicar los cambios hallados, un ejemplo sería el hecho de la nueva diversidad familiar, el abandono de la familia nuclear y tradicional por el resurgimiento de nuevas estructuras, ¿ este factor no afectaría notablemente a las relaciones que se mantienen dentro de la familia?, etc… No obstante, es importa recapacitar sobre la variable condiciones laborales que esta afectando notablemente a las relaciones que se mantienen dentro de una familia determinada. A partir de las entrevistas y todo el material consultado, nos gustaría resaltar un aspecto que creemos muy importante y es el hecho de que nosotros y nosotras los educadores debemos llevar a cabo una concienciación de los padres y madres sobre la necesidad de que colaboren y participen en el ámbito educativo de sus hijos e hijas, es necesario que el niño y la niña se sienta respaldado por su familia.