Control de esfinteres - Colegio Europeo Almazán

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CONTROL DE
ESFÍNTERES:
LA RETIRADA DEL PAÑAL.
GUÍA RÁPIDA
COLEGIO EUROPEO ALMAZÁN
ESCUELA DE PADRES
Departamento Psicopedagógico
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CONTROL DE ESFÍNTERES: LA RETIRADA DEL PAÑAL: GUÍA RÁPIDA
ÍNDICE
1. El papel del adulto. La función de los padres
2. Condiciones del niño para el control de esfínteres
3. El papel de los niños. Primeros signos que demuestran que está preparado.
4. El proceso de control de esfínteres.
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Elegir el momento
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Consideraciones previas
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Lo que No debemos hacer
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Dejar los pañales paso a paso
5. Cuentos que nos pueden ayudar
1. EL PAPEL DEL ADULTO. LA FUNCIÓN DE LOS PADRES
A lo largo del proceso de control de esfínteres y la retirada del pañal, se van a ir produciendo
una serie de circunstancias y situaciones que van a hacer que el adulto tenga un papel
fundamental básico.
Entre las principales funciones del adulto durante éste proceso podemos destacar que:

El adulto como promotor del desarrollo integral, no sólo para alcanzar el control de
esfínteres, sino en cualquier área de desarrollo del niño.

El niño encuentra en el adulto un modelo, un guía, un apoyo para éste momento del
desarrollo.

El adulto como facilitador del proceso de control de esfínteres.
Del mismo modo, para la consecución adecuada del control de esfínteres, a lo largo de todo
el proceso, los padres han de tener en cuenta una serie de condiciones que lo facilitan:
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Paciencia: no ser permisivo, pero mantener la calma y el autocontrol.

Capacidad de observación: averiguar cuándo está preparado e identificar cuando
algo no va bien (correcto desarrollo)

Asertividad: comunicarles claramente qué es lo que esperamos de ellos. Ayuda a
motivarlos y estimularlos.

Ternura y firmeza: exigencia comprensiva. Pasos suaves y consistentes. Que sientan
que les guía una mano segura.
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2. CONDICIONES QUE DEBE TENER UN NIÑO PARA CONTROLAR ESFÍNTERES
Los esfínteres son los músculos encargados del proceso. Inicialmente aparecen como un
reflejo voluntario, pero poco a poco deberá ser controlado de forma voluntaria. Para ello, el
niño debe contar con unas adecuadas condiciones de maduración, que generalmente
ocurre entre los 24 y los 30 meses, en 3 aspectos, en los que cada niño tiene su propio ritmo:
1) NEUROLÓGICO: madurez en las estructuras cerebrales implicadas en el control
cortical (del cerebro). Es el “poder” hacerlo.
2) FISIOLÓGICO: inseparable de lo neurológico, tiene que ver con la capacidad
muscular de contraer o facilitar la micción y/o la defecación.
3) PSICOLÓGICO: los procesos mentales que atraviesa el niño, en interacción con el
adulto. Es la propia percepción del niño, influida por lo que esperamos los adultos
de ellos.
3. PRIMEROS SIGNOS QUE DEMUESTRAN QUE YA ESTÁ PREPARADO (LAS 7 SEÑALES)
1) Ya no se siente tan atraído por permanecer en movimiento todo el tiempo:
Necesita permanecer más tiempo sentado para aprender nuevas tareas.
2) Lenguaje receptivo: es capaz de ejecutar órdenes que implican dar dos pasos y se
siente orgulloso cuando lo ejecuta.
3) Puede decir “¡No!”: es capaz de tomar la decisión de si quiere hacer algo o no. Lo
adecuado es no precipitar nada y dejar que el niño lo elija por sí mismo (respetar su
propio ritmo).
4) Empieza a dejar las cosas en su sitio: recoge sus juguetes, aprende dónde van las
cosas y muestra interés por ordenar y organizar.
5) Imita el comportamiento de sus padres: quiere usar el lavabo como sus padres.
6) El niño empieza a orinar/defecar en momentos predecibles: pueden permanecer
secos en torno a 2 – 3 horas. Las defecaciones se producen en momentos más
concretos y predecibles (por ej.: después de comer). Pero no es un factor
determinante, esto puede despistar. Ha de ir acompañado de otros factores.
7) Empieza a ser consciente de su propio cuerpo: se puede señalar los pañales
cuando se moje y utilizará las mismas palabras que sus padres para nombrarlas
(pipí, caca…) además, empieza a ser consciente de sus propios órganos sexuales
cuando le cambian los pañales e incluso puede tocarse. Debemos mantener una
actitud de normalidad ante éstas conductas.
Otras señales que nos pueden indicar que está preparado: otros signos que nos
pueden indicar la predisposición natural del niño pueden ser:
 Hablar en el lavabo: cuando el niño anuncia orgulloso que ha hecho pipí o
incluso se tire de los pañales.
 Jugar en el lavabo: jugar a imaginar puede ayudarle a resolver las dudas
sobre los “desechos” de su propio cuerpo. Uso del juego simbólico.
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 Vestirse y desvestirse solo: “sin ayuda de nadie”, los calcetines o bajarse los
pantalones. Interés en su propio cuerpo.
 Conciencia sobre cómo los demás utilizan el lavabo: y necesidad de hacer
lo mismo.
 Aumento de la necesidad de imitar: momento cumbre en la imitación a los 2
años.
SEÑALES QUE DEMUESTRAN QUE TODAVÍA EL NIÑO NO ESTÁ PREPARADO
 Se pone junto al orinal y hace pipí en el suelo.
 No quiere que le quiten el pañal, grita o chilla cada vez que lo hacen.
 No está incómodo con el pipí o la caca, sino que se muestra sonriente y feliz.
 Se aparta para esconderse en un rincón o armario.
 Se niega, dice “No” cuando alguno de sus padres comenta que ya está listo
para hacer solito sus necesidades en el inodoro.
 Muestra resistencia cuando le mencionan que puede utilizar el orinal o
inodoro.
4. EL PROCESO DE CONTROL DE ESFÍNTERES
1) ELEGIR EL MOMENTO
 Haber observado que los niños PUEDEN iniciar el proceso.
 Tener la disposición adecuada para llevar a cabo el proceso: disponer de
tiempo para los cambios, encontrarnos en adecuada salud física y psíquica,
 Que los niños tengan una estabilidad emocional en ese momento. Hay que
posponer el proceso ante un cambio de domicilio, el inminente nacimiento
de un hermano, el inicio del colegio,…
2) CONSIDERACIONES PREVIAS A LA RETIRADA DEL PAÑAL
 Debemos ser modelo a imitar para nuestros hijos, deben saber y haber visto
que los niños más mayores y los adultos hacemos pis y caca en el inodoro.
 Tenemos que jugar con ellos a “ser mayores” y a ir al baño para sentarnos
en el inodoro, invitándoles a que se bajen los pantalones y se quiten el
pañal. Lavarse las manos después de haber estado un ratito sentados (un
minuto o dos, no más porque estamos jugando)…todo ello con el fin de
adquirir una serie de hábitos y rutinas.
 También se les pueden leer cuentos ilustrados que traten el tema del control
de esfínteres.
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 Podemos jugar a llevar a los muñecos al baño para que se sienten en el
inodoro.
 Hay que aprovisionarse de ropa interior y de pantalones cómodos.
 Debemos comprar un adaptador para el inodoro y un elevador
antideslizante que le permita subir y bajar con facilidad.
 También debemos comprar unos empapadores o “salvacamas” para
cuando llegue el momento de retirar el pañal de la noche.
 Debemos darles autonomía siempre que sea posible y que se vayan
haciendo ellos responsables de todo lo que conlleva ir al baño.
3) LO QUE NO DEBEMOS HACER
 No regañarles cuando haya escapes ni castigarles (hablándoles con voz
suave pero firme),
 No darle más importancia de la que tiene,
 No compararles con los demás niños o con los hermanos
 No ridiculizar a los niños,
 No tener prisa (presionarle nos llevará a la frustración del niño)
4) DEJAR EL PAÑAL PASO A PASO
 Retirar los pañales del día y no ponerlos “nunca más”, aun cuando la
circunstancia parezca justificarlo (viaje, visita,…) La única excepción sería si
una vez iniciado el proceso el niño padece una enfermedad que le
mantenga en la cama o sufre una gastroenteritis
 Invitarles a sentarse en el inodoro, si conocemos el ritmo de micciones y
defecaciones de los niños. Si tras unos minutos no ha hecho nada, se le
levanta y se vuelve a intentar más tarde.
 Invitarles a ir al baño cada hora u hora y media, sin generarles ansiedad o
angustia. Nunca formulando una invitación con pregunta en negativo (¿No
quieres….? ¿No te apetece?....).
 El mensaje formulado de forma positiva que hay que dar al niños es
“tenemos que ir al baño”, “es hora de hacer pis” …
 Hay que establecer una rutina para ir al baño:
― Nada más levantarse
― Cuando llega del colegio
― Después de las comidas
― Antes de salir de casa
― Antes de acostarse.
 En el caso de que cuando se siente logre hacer algo, hay que felicitarle sin
manifestaciones excesivas, para que integre que es algo normal. Al principio
avisará y no le dará tiempo a llegar, pero de la misma forma hay que
felicitar por el intento.
 Debemos estar atentos a las señales de los niños (bailoteo, tocarse el
pantalón, quedarse quieto…) para llevarles al baño.
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 Para ayudarles durante el proceso es positivo modificar la dieta, evitando
darles alimentos diuréticos
 Hay que ponerles a hacer pis justo antes de acostarse, intentando que no
beban mucho líquido durante las horas previas.
 Cuando haya transcurrido una semana aproximadamente sin que se haga
pis encima durante el día, ya se puede quitar el pañal durante la noche. Es
importante que entre la retirada del pañal diurno y nocturno no transcurran
más de 15 días.
 Es probable que los primeros días se levante mojado, en ese caso, podemos
levantarles justo antes de acostaros vosotros para que vuelvan a hacer pis.
 UNA VEZ LOGRADO EL CONTROL DE ESFÍNTERES… Debemos hacer hincapié
en las normas de uso e higiene en el cuarto de baño (aunque durante todo
el proceso ya se les han ido dando pistas):
― Subir y bajar la tapa del inodoro antes y después de su uso.
― Orinar o defecar sin mancharse o mojarse.
― Cortar el papel higiénico y limpiarse sin mancharse.
― Tirar de la cadena después de hacer pis o caca.
― Lavarse las manos antes de salir del cuarto de baño.
5) CUENTOS PARA AYUDAR
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¡Ya no llevo pañales!.DENOU, VIOLETA. Barcelona: Timun Mas, 2004.
¡Caca! .BAXTER, INCOLA. Barcelona: Timun Mas, 2003.
¡Fuera pañales! WATT, FIONA. Londres: , 2002. Usborne
¿Y después de los pañales? BORGARDT, MARIANNE. Barcelona: Timun Mas, 1996.
¡ Pipí en la hierba! BONNIO, MAGALI. Barcelona: Corimbo, 2002.
Caillou. ¡Fuera pañal! / Joceline Sanschagrin
La princesa que se hacía pipí en la cama: ALEX SANDERS. PIERRICK BISINSKI
Me hago pipí en la cama / Rafi Rosen ; ilustraciones de Marc-André Genevey
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