La reproducción de los mamiferos

Anuncio
La reproducción de los mamiferos
Para entender la anatomía del aparato reproductor de los distintos grupos de
mamíferos, y de las notables diferencias existentes entre ellos, hay que saber que el
desarrollo embrionario tiene lugar independientemente en ambas mitades corporales,
siendo una el espejo de la otra, y que éste tiene lugar además, estrechamente
relacionado con el del aparato urinario.
Salvo los monotremas que son ovíparos, todos los mamíferos son vivíparos y la
fecundación es siempre interna, lo que requiere que el macho inserte el pene eréctil en
el interior de la vagina de la hembra a través de la abertura externa conocida como
vulva.Desarrollo embrionario
Hay tres grupos importantes de mamíferos, cada uno de los cuales está representado
por una característica importante del desarrollo embrionario:
Los monotremas (Prototheria) ponen huevos, que es la condición reproductiva más
primitiva de los mamíferos.
Los marsupiales (Metatheria) los embriones nacen en una fase muy precoz de
desarrollo, después de un período muy corto de la gestación (8 a 43 días) con un
ínfimo grado de desarrollo. Se alojan en el marsupio donde permanecen estrechamente
unidos a los pezones hasta completar su desarrollo, y los periodos de lactancia son
proporcionalmente muy superiores a los de los placentarios.5
La gestación dura mucho más de largo en los mamíferos placentarios (Eutheria).
Durante este periodo, los jóvenes están vinculados recíprocamente con su madre a
través de una placenta, un órgano complejo que conecta el embrión con el útero.
Una vez que han nacido, todos los mamíferos dependen de sus madres para
alimentarse, pues sólo ellas pueden proporcionarles su primer alimento: la leche.
Existen además diversas fórmulas en las que el embrión no comienza su desarrollo
inmediatamente después de la cópula: Algunas hembras almacenan el esperma hasta
que las condiciones son favorables para que comience la fertilización, produciéndose
ésta en ese momento. En otras, los huevos son fecundados poco después de la cópula,
pero la implantación del embrión no tiene lugar hasta que las condiciones son
satisfactorias. Este proceso se conoce como implantación diferida. Por último, una
tercera forma de gestación no inmediata es el desarrollo diferido, en el cual el
desarrollo del embrión ya implantado puede retrasarse durante un cierto tiempo.
La reproducción estacional y los mecanismos de gestación no inmediata a la cópula son
estrategias reproductivas que ayudan a mamíferos a coordinar el nacimiento de la
descendencia para que ésta tenga lugar en los momentos en los que puedan aumentar
las ocasiones de su supervivencia.
Los procesos reproductivos comienzan con la ovogénesis y espermatogénesis, que son
las fases de producción de las células sexuales o gametos femenino (óvulo) y masculino
(espermatozoide).
En el folículo ovárico se forma el óvulo que a medida que va creciendo y madurando
migra hasta el exterior del ovario para recorrer el tracto reproductivo de la hembra
hasta el lugar donde se produce la fecundación o unión del óvulo con el
espermatozoide que puede ser en la vagina o el útero dependiendo de la especie. Una
vez formado el huevo o cigoto, comienza la reproducción celular, diferenciándose las
tres capas que describen a los amniotas: corion, amnios y alantoides, que irán también
evolucionando a medida que se reproducen sus células, especializándose en
determinadas funciones que darán lugar al desarrollo del nuevo individuo.
La lactancia puede suponer un desgaste energético para la madre superior al de la
gestación, pero la leche es imprescindible para que las crías, una vez fuera del útero
materno puedan mantener su temperatura corporal, y crezcan y se desarrollen
adecuadamente. Pero no sólo tienen que alimentarlas, las hembras tienen que proteger
a sus crías de los depredadores, y éstas a su vez tienen que aprender de sus madres los
mecanismos que les permitirán seguir con vida, por lo que en muchas especies, la
descendencia permanece con la madre después de la lactancia durante un cierto
período.
Por regla general, los machos dedican más esfuerzo a la difusión de su material
genético que a la protección y cuidado de la descendencia. Y esto es más frecuente
cuanto menos estable sea la relación entre el macho y la hembra. Así, aquellas especies
que establecen relaciones monogámicas son las que manifiestan mayor interés de los
machos por la protección de la descendencia.
En otras ocasiones, el macho participa en la protección de la descendencia de forma
indirecta, dedicándose a la protección del territorio que ocupa la manada o la
preservación de los recursos alimenticios.
No obstante, en ciertos casos, el comportamiento de los machos en relación a este
asunto, varía en función de las condiciones ambientales, responsables directas de la
disponibilidad alimenticia.
Independientemente del tipo de apareamiento, algunas especies como titíes o leones
africanos, comparten el cuidado de la descendencia de todas las hembras del grupo.
La mayoría de los mamíferos hacen uso una guarida o una jerarquía social para la
protección de sus jóvenes. Otros, sin embargo, nacen bien desarrollados y pueden
valerse por sí mismos relativamente poco tiempo después del nacimiento. Los más
notables de este respeto son los artiodáctilos tales como ñúes o jirafas. Los jóvenes
cetáceos deben también ser capaces de nadar por sí mismos poco después del
nacimiento.
Exactamente igual que asistimos a grandes diferencias en cuanto a tamaño, forma o
comportamiento de las distintas especies, también la esperanza de vida de estos
animales varía enormemente de unas especies a otras.
Por norma general, puede asegurarse que cuanta menos envergadura tiene un
mamífero, menor es su esperanza de vida. Sin embargo, los murciélagos constituyen la
excepción que confirma esta regla, pues aun siendo relativamente pequeños, pueden
vivir en condiciones naturales incluso más de dos décadas, lo que es bastante más
tiempo que el que viven muchas especies de mayor tamaño.
Como norma general, los animales en cautividad suelen vivir más tiempo que los
salvajes, algo que resulta evidente teniendo en cuenta que sus condiciones de vida
están controladas para que les resulten favorables.
La esperanza de vida de los mamíferos salvajes se extiende desde un año o algo menos
hasta aproximadamente 70-80, si bien, algunas especies pueden sobrepasar esta edad;
el mamífero más longevo que se conoce es la ballena de Groenlandia (Balaena
mysticetus) puede llegar a vivir más de 200 años. Se considera que la edad máxima
que puede alcanzar un humano es de 120 años.
http://es.wikipedia.org/wiki/Reproducci%C3%B3n_de_los_mam%C3%ADferos#Biol
og.C3.ADa_de_la_reproducci.C3.B3n
https://www.youtube.com/watch?v=20kHvy34qrI
https://www.youtube.com/watch?v=X399Abnbx7A
https://www.youtube.com/watch?v=HfdAENeYAuM
Descargar