TEMA III. PARENTESCO.LA VIDA DOMÉSTICA. La esfera doméstica de la cultura.- Todas las culturas tienen actividades y creencias que se pueden agrupar fácilmente en la categoría de la esfera doméstica de la vida. El centro de la vida cotidiana es un espacio de vivienda, abrigo, residencia o domicilio en el que se realizan ciertas actividades recurrentes de carácter universal. En muchas culturas comprenden la preparación y consumo de alimentos; el aseo, acicalamiento y disciplinamiento del joven; dormir, y las relaciones sexuales entre adultos. Sin embargo, no hay ninguna cultura en la que estas actividades se realicen exclusivamente dentro de marcos domésticos. Por ejemplo, las relaciones sexuales en los pueblos organizados en bandas y aldeas tienen lugar más a menudo entre los matorrales o en el bosque que en la casa donde se duerme. En otros casos, se duerme lejos del lugar en el que se come. La variedad de combinaciones de actividades características de la vida doméstica humana es tan grande que resulta difícil encontrar un único denominador común para todas ellas. La familia nuclear.- ¿Existe algún tipo de grupo de personas que esté presente en todos los marcos domésticos? Muchos antropólogos creen que sí y lo denomina familia nuclear: marido, esposa e hijos. George Peter Murdock halló la familiar nuclear en 250 sociedades. Sacó la conclusión de que era universal. De acuerdo con Murddock (1949), la familia nuclear cumple funciones vitales que otros grupos no pueden llevar a cabo tan eficazmente. Ls funciones identificadas por Murdock son: 1. Sexo.- La familia nuclear satisface las necesidades sexuales y reduce la fuerza perturbadora de la competencia sexual. 2. Reproducción.- La familia nuclear garantiza la protección de la mujer durante su embarazo, relativamente largo, y durante los meses o años de la lactancia. 3. Educación.- La familia nuclear es esencial para la endoculturación. Sólo el hombre y la mujer adultos que residen juntos poseen conocimientos adecuados para la endoculturación de los niños de ambos sexos. 4. Subsistencia.- Dadas las especialidades conductuales impuestas a la hembra humana por su papel reproductor y las diferencias anatómicas fisiológicas entre hombres y mujeres, la división sexual del trabajo hace más eficiente la subsistencia. Según este punto de vista, la familia nuclear garantiza así la relación heterosexual, la reproducción, la endoculturación y el sostén económico con más eficacia que cualquier otra institución. Alternativas a la familia nuclear.- Aun cuando la familia nuclear está presente en la gran mayoría de las culturas humanas, es evidente desde hace tiempo que todas las culturas tienen formas alternativas de organización doméstica y que éstas son con más frecuencia más importantes (implican a una proporción más alta de la población) que la familia nuclear. Además, las cuatro funciones señaladas se pueden realizar fácilmente en el contexto de instituciones alternativas que a veces son totalmente ajenas a la esfera doméstica. En la vida contemporánea, la endoculturación y la educación son cada vez más un asunto no doméstico que tiene lugar en edificios especiales -escuelas- bajo los auspicios de especialistas sin ningún lazo de parentesco -los maestros-. Entre los nyakyusa del sur de Tanzania, por ejemplo, los niños varones de seis o siete años empiezan a construir en las afueras de su aldea refugios y chozas de juncos en los que juegan. Poco a poco, estas chozas de juego se mejoran y amplían, desembocando a la poste en la construcción de una aldea totalmente nueva. Entre los cinco y once años, los muchachos nyakyusa duermen en casa de sus padres; pero durante la adolescencia sólo se les permite visitarles por el día y deben dormir en la nueva aldea, aunque sus madres les sigan todavía preparando la comida. La fundación de una nueva aldea se completa cuando los jóvenes toman esposas que les preparan la comida y empiezan a dar a luz a la generación siguiente. Otra célebre variante de esta pauta se da entre los masai de África oriental, donde los hombres solteros de la misma generación ritualmente definida, o grupo de edad, establecen aldeas especiales o campamentos desde los que lanzan expediciones bélicas e incursiones para robar ganado. Sus madres y hermanas son quienes preparan la comida y llevan las riendas de la casa. También hay que reseñar la práctica, muy frecuente entre la clase inglesa, de enviar a los hijos de seis años de edad o más a internados. Entre los fur del Sudán, los maridos suelen dormir separados de sus esposas, en casas propias y comen en un comedor exclusivo para hombres. Finalmente, hay al menos un caso famoso -los nayar de Kerala- en que el esposo y la esposa no viven juntos. Muchas mujeres se casaban con maridos rituales y luego residían en el domicilio de sus hermanos y hermanas. Sus compañeros eran hombre que las visitaban durante la noche pero que continuaban pasando la mayor parte del tiempo en casa de sus hermanas. Los hijos nacidos de estas relaciones sexuales eran educados en unidades domésticas dominadas por el hermano de su madre y nunca conocían a su padre. La poligamia y la familia nuclear.- A continuación debemos considerar si la fórmula padre-madre-hijos tiene el mismo significado funcional cuando el padre o la madre están casados y viven simultáneamente con más de un cónyuge. Esta es una cuestión importante porque el matrimonio plural -la poligamia- se da en alguna medida, como mínimo, en el 90 por ciento de todas las culturas. En la forma llamada poliginia, el marido es compartido por varias esposas; y en otra forma, mucho mesnos común, denominada poliandria, la esposa es compartida con varios maridos. ¿Cabe hablar de familia nuclear cuando hay varios maridos o esposas? Murdock sugirió que las familiar nucleares existen en tales situaciones. Sencillamente el hombre o la mujer pertenecen simultáneamente a más de una familia nuclear. Las familias nucleares en grupos domésticos monógamos presentan determinadas diferencias a los grupos domésticos polígamos. El modo de reproducción también es diferente, especialmente en el caso de la poliginia, porque es más fácil controlar el espaciamiento de los nacimientos cuando los maridos poseen varias esposas. También surgen pautas distintivas de lactancia y cuidado de las criaturas cuando la madre duerme sola con sus hijos, mientras el padre lo hace con una esposa diferente cada noche. Desde el punto de vista de la crianza de los hijos, el hecho de que el padre divida su tiempo entre varias madres y se relacione con s s hijos a través de una jerarquía de esposas produce efectos psicológicos especiales. La familia extensa.- En la mayor parte de las sociedades estudiadas por los antropólogos la vida doméstica está dominada por agrupamientos más amplios que las familias nucleares simples o polígamas. Una familia extensa es un grupo doméstico integrado por hermanos, sus cónyuges y sus hijos y/o padres e hijos casados. También las familias extensas pueden ser poligínicas. Por ejemplo, una modalidad de familia extensa frecuente en África consiste en dos o más hermanos, cada uno de ellos con dos o tres esposas, que viven con sus hijos adultos, cada uno de ellos con una o dos esposas. En las familias extensas tradicionales de China, por ejemplo, el matrimonio es normalmente monógamo. Una pareja de más edad administra la mano de obra doméstica y concierta los matrimonios. Las mujeres traídas a la unidad doméstica como esposas para los hijos de la pareja de más edad están bajo el control directo de la suegra. Ella suspervisa su limpieza, cocina y crianza de los hijos. ¿Por qué tienen tantas sociedades familias extensas? Probablemente, porque muchas veces las familias nucleares no disponen de suficiente mano de obra masculina y femenina para desempeñar con eficacia las tareas domésticas y de subsistencia. Grupos domésticos monoparentales.- Millones de niños de todo el mundo se crían en grupos domésticos en los que sólo está presente uno de sus padres. Esto puede deberse al divorcio o la muerte de uno de los padres. Pero también puede deberse a la imposibilidad o negativa a casarse. La forma más frecuente de instituciones domésticas no nucleares con un solo progenitor es aquella en la que la madre está presente y el padre ausente. Se les denomina unidades domésticas matrifocales.. En un extremo, asociado con mujeres muy ricas o muy pobres, la madre y los hijos pueden vivir solos. En el otro extremo, la madre y sus hijos pueden vivir juntos con sus hermanas y su madre y constituir una gran familia extensa en la que los varones adultos sólo desempeñan papeles temporales como visitantes o amantes. ¿Qués es el matrimonio? Entre los muchos intentos ingeniosos de definir el matrimonio como una relación de carácter universal, merece especial atención la definición propuesta por Gough (1968), quien ha realizado estudios sobre los nayar. 1. El matrimonio es una relación establecida entre una mujer y una o más personas. 2. Esta relación asegura que a un hijo nacido de esa mujer se le otorguen los plenos derechos por nacimiento que sean comunes a los miembros normales de su sociedad, siempre que 3. El niño sea concebido y nazca bajo determinadas circunstancias aprobada. Sin embargo, la definición de Gough, está en desacuerdo con el diccionario inglés y las nociones occidentales sobre el matrimonio. En primer lugar, no se aluda para nada a los derechos y deberes sexuales, ni siquiera a la función sexual simple. Además, según esto el matrimonio no entraña necesariamente una relación entre hombres y mujeres, simplemente especifica que debe haber una mujer y una o más personas de género no definido. Aunque en todo el mundo se da algo similar a lo que se llama matrimonio, es difícil especificar la esencia mental y conductual de la relación marital. La existencia de matrimonios hombre-hombre, mujer-mujer, padre femenino, y sin hijos dificulta una definición mínima del matromonio que no ofenda a nadie. Hasta la corresidencia puede no ser esencial, como demuestran los nayar y otras unidades domésticas con uno solo de los padres. Si restringimos la definición de matrimonios a las uniones heterosexuales entre corresidentes que dan por resultado la reproducción, hay una asombrosa variedad de derechos y deberes asociados a las funciones productiva, sexual y reproductora de los cónyuges y su prole. La legitimidad.- Muchas sociedades disponen de varios conjuntos diferentes de reglas que definen modos permisibles de concebir y criar hijos. Por ejemplo, entre los brasileños que viven en pequeños poblados hay cuatro tipos de relaciones entre un hombre y una mujer que proporcionan todas a los hijos plenos derechos de nacimiento: el matrimonio eclesiástico, el civil, el matrimonio eclesiástico y civil simultáneo y el consensual Entre los kadar del norte de Nigeria, como relata M. G. Smith (1.968), la mayor parte de los matrimonios son resultado de esponsales infantiles. Estos casamientos son concertados por los padres de la novia y el novio cuando la niña tiene entre tres y seis años de edad. Pueden transcurrir diez años o más hasta que la novia se va a vivir con su prometido. Durante este tiempo no es improbable que una chica kadar quede embarazada. Este acontecimiento no perturbará a nadie, incluso si el padre biológico es un hombre distinto de su futuro marido. En los paises industriales actuales las bases legales y morales de discriminación contra las madres solteras y sus hijos están dejando paso a una creciente aceptación del derecho de las mujeres a controlar su destino reproductivo al margen de que estén o no casadas. Funciones del matrimonio.- Toda sociedad posee reglas que definen las condiciones en que las relaciones sexuales, el embarazo, el nacimiento y la cría de los hijos son permisibles y que asignan privilegios y deberes en relación con estas condiciones. La siguiente lista incorpora las sugerencias de Edmund Leach (1968): 1. Establece el padre legal de los hijos de una mujer. 2. Establece la madre legal de los hijos de un hombre. 3. Da al marido o a su familia extensa control sobre los servicios sexuales de la esposa. 4. Da a la esposa o a su familia extensa control sobre los servicios sexuales del marido. 5. Da al marido o a su familia extensa control sobre la fuerza de trabajo de la esposa. 6. Da a la esposa o a su familia extensa control sobre la fuerza de trabajo del marido. 7. Da al marido o a su familia extensa control sobre la propiedad de la esposa. 8. Da a la esposa o a su familia extensa control sobre la propiedad del marido. 9. Establece un fondo común de propiedad en beneficio de los hijos. 10. Establece una relación socialmente significativa entre los grupos domésticos del marido y de la esposa. El matrimonio en las familias extensas.- El grupo doméstico más extenso nunca pierde interés ni cede totalmente sus derechos sobre las funciones productivas, reproductoras y sexuales de los cónyuges e hijos. En estas circunstancias, el matrimonio se describe adecuadamente como una “alianza”entre grupos. En muchas sociedades, la naturaleza corporativa del matrimonio se pone de manifiesto en el intercambio de personal o de bienes valiosos entre los respectivos grupos domésticos en que han nacido el novio y la novia. La forma más sencilla de tales transacciones se denomina intercambio de hermanas e implica la donación recíproca de hermanas del novio como compensación por la pérdida de una mujer de cada grupo. De una muestra de 1267 sociedades en más de la mitad los intereses corporativos se expresan en la institución conocida como precio de la novia. En ella, el donatario de la esposa da artículos valiosos al donante. A veces, la transferencia de riqueza de un grupo a otro se realiza a plazos; una parte en el acuerdo inicial, otra cuando la mujer va a vivir con su marido, y otro pago, normalmente el último, cuando tiene su primer hijo. Con frecuencia, la esterilidad anula el contrato; la mujer vuelve a casa de sus hermanos y padres, y el precio de la novia se devuelve al marido. Una alternativa frecuente al precio de la novia es el servicio de la novia (a veces llamado servicio de pretendiente). El novio o marido compensa a sus parientes políticos trabajando para ellos durante varios meses o años antes de llevarse a su novia a vivir y trabajar con él y su familia extensa. La dote.- El precio de la novia y el servicio del pretendiente tienen a aparecer allí donde la tierra es abundante y el trabajo de mujeres e hijos adicionales puede redundar en mayor riqueza y bienestar del grupo corporativo. Donde la capacidad productiva y reproductiva de las mujeres no es valiosa porque la tierra es escasa y el trabajo de las mujeres no puede emplearse para intensificar la producción, las esposas pueden ser consideradas como una carga. En vez de pagar el precio de la novia a la familia de ésta, la familia del novio puede exigir el pago contrario, llamado dote. La dote es mucho más rara que el precio de la novia, apareciendo sólo en un 3 por ciento de sociedades sobre una muestra de 1.267 (Gaulin y Boster, 1990). La dote está estrechamente asociada con la subordinación de las mujeres y con una acentuada preferencia por los niños varones. Lo contrario al precio de la novia no es la dote sino el precio del novio, en el que el novio va a vivir y a trbajar con la familia de la novia, compensando ésta a la familia del novio por la pérdida de sus capacidades productivas y reproductivas. Esta forma de compensación matrimonial es extremadamente rara -sólo se conoce un caso bien documentado. Los grupos domésticos y la evitación del incesto.- El matrimonio ente los miembros del mismo grupo doméstico está ampliamente prohibido. El marido y la esposa deben provenir de distintos grupos domésticos. Los miembros del grupo doméstico deben casarse fuera” -es decir-, casarse de una forma exógama-; no pueden “casarse dentro” es decir, casarse de una forma endógama. Ciertas formas de endogamia están universalmente prohibidas. Ninguna cultura tolera los matrimonios entre padre e hija o entre madre e hijo. También está extensamente prohibido el matrimonio de la hermana con el hermano, aunque existen excepciones importantes. De hecho se producía entre las clases dirigentes de sociedades altamente estratificadas como la de los incas, la de China y el Egipto antiguos y en Hawai. Desde la perspectiva emic de la civilización occidental, las relaciones sexuales y el matrimonio entre hermano-hermana, padre-hija y madre hijo se llaman incesto. Instinto.- Quienes defienden las teorías genéticas de la evitación del incesto ya hace mucho que reconocieron que no era probable que los genes contuvieran instrucciones definidas para bloquear los deseos sexuales en presencia de hermanos, hijos y padres. En su lugar, siguiendo la guia de Edward Westermark (1894) defienden que existe una tendencia innata entre los miembros de sexo opuesto a encontrar a los otros sexualmente sin interés si han sido educados en íntima proximidad física durante la primera infancia y la niñez. Tras la teoría de Westermark y de otras explicaciones genéticas de la evitación del incesto se halla la suposición de que cruzamientos muy próximos dan lugar a una probabilidad muy alta de que los individuos portadores de genes defectuosos se apareen entre sí y den lugar al nacimiento de hijos que sufran condiciones patológicas que disminuyan su tasa de reproducción. Existen varios puntos débiles en esta parte de la tesis. Es cierto que en las grandes poblaciones modernas el incesto conduce a una alta tasa de nacimientos de fetos muertos y de hijos con taras o enfermedades congénitas. Pero no necesariamente se producen los mismos resultados si la endogamia se practica en pequeñas sociedades preagrícolas, en las que esa práctica lleva a una eliminación gradual de los genes recesivos perjudiciales. La afirmación de que existe una aversión sexual instintiva dentro de la familia nuclear se ve también contradicha por la evidencia de la fuerte atracción sexual entre padre e hija y entre madre e hijo. El psicoanálisis freudiano indica que hijos y padres de sexo opuesto experimentan un fuerte deseo de tener encuentros sexuales entre ellos. Por ejemplo, los asistentes sociales estiman que decenas de miles de casos de incesto se producen anualmente en Estados Unidos, de los que la mayor parte lo son de padres que abusan de sus hijas. La posibilidad de que la evitación del incesto esté genéticamente programada en el Homo sapiens ha recibido algún apoyo de los estudios de campo sobre la conducta de apareamiento en monos y simios. Como sucede entre los humanos, los apareamientos padre-hija, madre-hijo y hermano-hermana no son frecuentes entre nuestros parientes animales más cercanos, pero se producen. La evitación de las relaciones sexuales entre estos semejantes con quienes estamos tan estrechamente relacionados puede explicarse según las pautas de dominación de edad y género y de competición sexual. Ventajas sociales y culturales de la exogamia.- La evitación del incesto dentro de la familia nuclear y otras formas de exogamia entre grupos domésticos se puede explicar en términos de ventajas demográficas, económicas y ecológicas (Leavitt, 1989). Por ejemplo, se sabe que las sociedades organizadas en bandas dependen de intercambios matrimoniales para establecer redes de parientes a lo largo de grandes distancias. Asimismo, las bandas endógamas y territorialmente restringidas de 20 a 30 personas correrían un alto riesgo de extinción si ocurrieran desequilibrios de género provocados por una serie desafortunada de nacimientos masculinos y muertes de mujeres adultas, que cargarían el peso de la reproducción del grupo sobre los hombros de una o dos mujeres de edad. La exogamia es, pues, esencial para la utilización eficiente del potencial reproductor y productivo de una pequeña población. Otro factor que favorece la exogamia de la familia nuclear es la misma existencia del matrimonio. A menudo se pasa por alto que las relaciones sexuales entre padre e hija y madre e hijo constituyen una forma de adulterio. El incesto madre-hijo es una variedad de adulterio especialmente amenazadora en sociedades que tienen fuertes instituciones de supremacía masculina. En este caso, no sólo la esposa “engaña” al marido, sino que el hijo “engaña” al padre. Esto puede explicar por qué la forma de incesto menos frecuente y, desde el punto de vista emic, más temida y aborrecida es la relación madre-hijo. De ahí se sigue que el incesto entre padre e hija será algo más frecuente porque los maridos gozan más a menudo que las esposas de una doble pauta de conducta sexual y son menos vulnerables al castigo por adulterio. Los matrimonios preferenciales.- La mayoría de los grupos que han donado una mujer para el matrimonio esperan, a cambio, o bien riqueza material, o bien otras mujeres. A veces se obtiene la reciprocidad en el matrimonio mediante varios grupos domésticos que establecen alianzas matrimoniales entre sí intercambiando mujeres en ciclos que se denominan connubios circulares Tales preferencias se pueden expresar en reglas que prescriben el matrimonio con un tipo concreto de primos. Ciertas reglas del matrimonio preferencial, como, por ejemplo, el levirato (en el que los servicios de las viudas de un hombre se retienen dentro de la unidad doméstica obligándolas a casarse con uno de los hermanos de éste) y el sororato (la mujer muerta es reemplazada en el matrimonio por su hermana) también ilustran la naturaleza corporativa del vínculo marital. 2.- PARENTESCO, RESIDENCIA Y FILIACIÓN.- El parentesco.- El estudio de la vida doméstica en cientos de culturas de todo el mundo ha llevado a los antropólogos a concluir que hay dos principios universales en la organización de la vida doméstica: 1. La idea de afinidad o de las relaciones a través del matrimonio. 2. La idea de filiación o linaje. Las personas relacionadas entre sí a través de la filiación o de una combinación de afinidad y filiación son familiares o parientes. El campo de ideas constituido por las creencias y expectativas que los parientes comparten ente sí se llama parentesco. La filiación.- Las relaciones de parentesco se confunden a menudo con las relaciones biológicas. Pero el significado emic de la filiación no es equivalente a su significado biológico. Como ya se ha analizado, el matrimonio puede establecer de modo explícito la filiación respecto a hijos que, dese un punto de vista biológico, no están relacionados con el padre culturalmente definido. Por estas razones, los antropólogos han distinguido entre le padre culturalmente definido y el genitor, o padre biológico real. Una distinción similar es necesaria en el caso de la madre. Aunque la madre culturalmente definida es normalmente la genetrix, la práctica de la adopción crea muchas discrepancias entre las maternidades emic y etic. Las teorías de la reproducción y la herencia varían de una cultura a otra. La filiación, es la creencia de que ciertas personas desempeñan un importante papel en la creación, nacimiento y crianza de ciertos hijos. Como ha sugerido Daniel Craig (1979), la filiación implica la conservación de algún aspecto de la sustancia o espíritu de la gente en futuras generaciones, y es, pues, una forma simbólica de inmortalidad. En las tradiciones populares occidentales, las parejas casadas están vinculadas a sus hijos sobre la base de la creencia de que tanto el varón como la hembra contribuyen con la misma importancia a la existencia del hijo. Los ashanti creen que la madre sólo contribuye con la sangre y que únicamente determina las características físicas del hijo, mientras que su disposición espiritual y temperamento son producto del semen del padre. Los alorense de Indonesia creen que el hijo se forma a partir de una mezcla de fluidos seminales y menstruales, que se acumulan durante dos meses antes de empezar a solidificarse. Los esquimales piensan que el embarazo se produce cuando un niño-espíritu trepa por las orejas de las botas de una mujer y es alimentado por semen. Así pues, a pesar de la gran diversidad de teorías sobre la naturaleza de los papeles procreadores, hay un reconocimiento universal de alguna acción especial de cooperación que vincula tanto al marido como a la esposa al proceso de reproducción, aunque a veces pueden estar vinculados de forma bastante desigual y con expectativas muy diferentes en cuanto a derechos y obligaciones. Las reglas de filiación.- Considerando las relaciones de filiación de un individuo, pueden deducirse sus deberes, derechos y privilegios con respecto a otras personas y en relación con muchos aspectos distintos de la vida social. El nombre, familia, residencia, rango, propiedad y el estatus básico étnico y nacional de una persona pueden depender de estas adscripciones basadas en la filiación, adscripciones que son independientes de cualquier logro, salvo nacer y mantenerse vivo. Los antropólogos distinguen dos grandes clases de reglas de filiación: 1. La cognaticia.- Son aquellas en las que se usa ambas filiaciones, masculina y femenina, para establecer cualquiera de los deberes, derechos y privilegios antes mencionados. Se pueden distinguir dos variedades en la filiación cognaticia:: 1.1. La filiación bilateral: El parentesco se traza de forma igual y simétrica siguiendo las líneas materna y paterna en las generaciones ascendente y descendente y a través de individuos de ambos sexos. 1.2. La filiación ambilineal: En este caso, las lineas de filiación trazadas por el ego (los antropólogos emplean la palabra ego para designar el “yo” desde cuyo punto de vista se consideran las relaciones de parentesco. A veces resulta necesario establecer si la persona de referencia es un ego varón o un ego mujer) ignoran el género de los lazos parentales, pero las líneas no se trazan de igual forma en todas las direcciones. Como sucede en la filiación bilateral, el ego traza la filiación a tarvés de varones y hembras, pero la línea se tuerce de un lado para otro, incluyendo o excluyendo a algunos antepasados o descendientes femeninos o masculinos. 2. La unilineal.- Restringe los lazos parentales, o bien exclusivamente a los varones, o bien exclusivamente a las hembras. También hay dos grandes variedades en la filiación unilineal: 2.1. La patrilinealidad: Cuando la filiación se traza patrilinealmente, el ego sigue las líneas genealógicas ascendiente y descendiente sólo a través de los varones. Esto no significa que los individuos emparentados por filiación sean sólo varones; en cada generación hay parientes de ambos géneros. Sin embargo en el paso de una generación a otra sólo son pertinentes los lazos masculinos; los hijos de las mujeres se omiten en el cómputo de la filiación. 2.2. La matrilinealidad: Cuando la filiación se traza matrilinealmente, el ego sigue las líneas ascendiente y descendiente sólo a través de las hembras. Una vez más, hay que observar que tanto los varones como las hembras pueden estar emparentados matrilinealmente; sólo en el paso de una generación a otra se omiten los hijos de los varones en el cómputo de la filiación. Grupos de filiación cognaticia: variedad bilateral.- La filiación bilateral aplicada a una esfera de parientes de amplitud indefinida y a un número indeterminado de generaciones da lugar al concepto de grupo llamado parentela. Cuando los modernos americanos y europeos utilizan la palabra familia en un sentido más amplio que el de la familia nuclear, se están refiriendo a su parentela. Los parientes dentro de la parentela del ego pueden considerarse cercanos o lejanos, dependiendo del número de lazos genealógicos que los separan. Grupos de filiación cognaticia: variedd ambilineal.- El linaje cognaticio se basa en el supuesto de que todos los miembros del grupo de filiación pueden especificar los lazos genealógicos exactos que los emparentan con el fundador del linaje. Una alternativa frecuente, como en los “clanes” ambilineales de Escocia, consiste en que la filiación desde el fundador del linaje más que demostrada es estipulada. Esto se puede conseguir con bastante facilidad si el nombre del fundador se transmite ambilinealmente a través de muchas generaciones. Al cabo del tiempo, muchas de las personas que llevan el nombre pertenecerán al grupo sencillamente en virtud del mismo nombre, no porque puedan trazar su relación genealógica hasta el antepasado fundador. Grupos de filiación unilineal.- Cuando la filiación unilineal se demuestra sistemáticamente respecto a un antepasado concreto, el grupo de parentesco resultante se llama patrilinaje o matrilinaje. Todos los linajes incluyen el mismo conjunto de personas, independientemente de la perspectiva genealógica desde la que se contemplan. Esto los hace idealmente idóneos para formar grupos domésticos de personas corresidentes y para mantener intereses colectivos sobre personas y propiedades . Algunos linajes incluyen todas las generaciones y todos los descendientes colaterales del primer antepasado. Se trata de los linajes máximos. Los linajes que sólo abarcan tres generaciones se denominan linajes mínimos. Pautas de residencia postmarital.- Existe un amplio acuerdo entre los antropólogos en el sentido de que la pauta de residencia que se sigue después del matrimonio constituye un importante determinante de las reglas de filiación. Las prácticas de residencia postmarital influyen en las reglas de filiación porque determinan quién entra, deja o permanece en un grupo doméstico. Principales variedades de residencia postmarital 1. Neolocalidad.- Domicilio diferente del de los parientes del marido o de la esposa. 2. Biolocalidad.- Cambia alternativamente desde los parientes del marido a los de la esposa. 3. Ambilocalidad.- Algunas parejas residen junto a los parientes del marido y otras junto a los de la esposa. 4. Patrilocalidad.- Residencia en el domicilio del padre del marido. 5. Matrilocalidad.- Residencia en el domicilio de la madre de la esposa. 6. Avunculocalidad.- Residencia en el domicilio del hermano de la madre del marido. 7. Amitalocalidad.- Residencia en el domicilio de la hermana del padre de la esposa 8. Uxorilocalidad.- Residencia junto a los parientes de la esposa. 9. Virilocalidad.- Residencia junto a los parientes del marido. Causas de la filiación bilateral.- La filiación bilateral se asocia con diferentes combinaciones de neolocalidad , ambilocalidad y bilocalidad. A su vez, estas prácticas de residencia reflejan usualmente un alto grado de movilidad y flexibilidad entre las familias nucleares. La movilidad y flexibilidad, son provechosas para los cazadores y recolectores, y es un rasgo intrínseco de la organización de bandas. Determinantes de los linajes y clanes cognaticios.- Los linajes y clanes cognaticios están asociados a la ambilocalidad. Esta es una forma de residencia postmarital en la cual la pareja casada decide permanecer en un modo relativamente permanente junto al grupo doméstico de la esposa o junto al del marido. La ambilocalidad difiere de la neolocalidad de la familia americana en que la residencia se establece junto a un grupo definido de parientes. Asimismo difiere, de la bilocalidad de las bandas cazadoras y recolectoras en que el traslado de un grupo doméstico a otro se produce con menos frecuencia. Esto implica una forma de vida aldeana relativamente más sedentaria, así como un potencial algo mayor para el desarrollo de intereses corporativos exclusivos sobre propiedades y personas. Determinantes de los linajes y clanes unilineales.- Las sociedades organizadas en bandas cazadoras y recolectoras tienden a tener grupos de filiación cognaticia y/o residencial bilocal porque su ajusta ecológico básico exige que los grupos locales sean abiertos, flexibles y no territoriales. Con el desarrollo de la horticultura y una vida más sedentaria en poblados, la identificación entre grupos domésticos o aldeas y territorios definidos se desarrolló y se volvió más exclusiva. Bajo estas condiciones, los grupos de filiación unilineal con núcleos de miembros localizados y bien definidos, así como un sentido creciente de solidaridad y una ideología de derechos exclusivos sobre recursos y gente se convirtieron en la forma predominante de los grupos de parentesco. Los grupos de filiación unilineal están fuertemente asociados a una u otra variedd de residencia unilocal -es decir, la patrilinealidad a la patrilocalidd, y la matrilinealidad a la matrilocalidad Con la patrilinealidad, los padres, hermanos e hijos forman el núcleo del grupo doméstico, con la magtrilocalidad, las madres, hermanas e hijas forman el núcleo del grupo doméstico. En la avunculocalidad los hermanos de la madre y los hijos de la hermana forman el núcleo de la unidad doméstica. Causas de la patrilocalidad.- La abrumadora mayoría de las sociedades conocidas muestran pautas de residencia y filiación centradas en el varón. La patrilocalidad y la patrilinealidad constituyen el modo estadísticamente “normal” de organización doméstica. Es difícil soslayar la conclusión de que la razón subyacente en el predominio de la patrilocalidad entre las sociedades basadas en aldeas consiste en que la cooperación entre los varones es más crucial que la cooperación entre las hembras. En particular, los hombres poseen mayor eficacia en el combate cuerpo a cuerpo que las mujeres, y las mujeres tienen menos movilidad durante el embarazo y cuando amamantan a los recién nacidos. Como consecuencia, los hombres generalmente monopolizan las armas de guerra y caza, lo que lleva al control masculino sobre el comercio y la política. La práctica de la guerra intensiva y a pequeña escala entre aldeas vecinas puede ser un factor crucial que fomenta un amplio complejo de instituciones centradas en el varón y dominadas por éste. Causas de la matrilocalidad.- La cuestión que debe plantearse con relación al origen de la matrilocalidad es ésta: ¿bajo qué condiciones las especialidades masculinas de la guerra, la caza y el comercio se beneficiarían del cambio a la matrilocalidad. La respuesta más probable es que cuando la guerra, la caza y el comercio cambian dese actividades de corta duración a expediciones a larga distancia que pueden durar varios meses, la matrilocalidad es más ventajosa que la patrilocalidad. Cuando los varones patrilocales se ausentan de la aldea durante largos períodos de tiempo, los intereses corporativos de sus grupos de parentesco patrilineal quedan al cuidado exclusivo de sus esposas Las lealtades de sus esposas, empero, se dirigen hacia un grupo de parentesco patrineal distinto. Las mujeres del grupo patrilocal provienen de unidades de parentesco diferentes y tienen una base muy exigua para una actividad de cooperación cuando no están supervisadas por los administradores masculinos de las unidades domésticas corporativas a las que se han incorporado por matrimonio. No queda nadie en el hogar, por así decirlo, “que atienda el negocio”. La matrilocalidad resuelve este problema porque estructura la unidad doméstica en torno a un núcleo permanente de madres,hijas y hermanas residentes a las que se adiestr, desde su nacimiento, en pautas laborales de cooperación y que identifican el “cuidado del negocio” con sus propios intereses materiales y sentimentales. Así pues, es menos probable que los grupos domésticos matrilocales se desorganicen cuando se da una ausencia prolongada de sus varones adultos. Causas de la avunculocalidad.- En el sistema avunculocal, el varón acaba yéndose a vivir con los hermanos de su madre en su unidad doméstica matrilineal. Allí se le unirá su esposa. Al alcanzar la madurez, el hijo de un ego masculino partirá a su vez hacia la unidad doméstica del hermano de la esposa del ego (sin embargo la hija del ego puede continuar residiendo en su grupo si se casa con el hijo de la hermana de su padre). Así, el núcleo de una unidad doméstica avunculocal está integrado por un grupo de hermanos y los hijos de sus hermanas. La función de esta práctica parece ser reinsertar un grupo de interés fraterno masculino como núcleo residencial del grupo de filiación matrilineal. Así, la avunculocalidad proporciona lo mejor de los dos mundos a los varones que aspiran al liderazgo político y militar. Pueden influir en y dirigir a los hijos e hijas de sus hermanas y, al mismo tiempo, a todos aquellos con los que se criaron desde su nacimiento hasta el matrimonio. El opuesto lógico de la avunculocalidad -denominado amitalocalidad (amita=tía)-, se da cuando las hermanas del hermano y las hermanas del padre constituyen el núcleo residencial de una unidad doméstica patrilineal. Una línea sumamente tenue separa la avunculocalidad de la patrilocalidad. Si el grupo residencial de hermanos decide permitir que uno o más de sus hijos permanezca con ellos después del matrimonio, el núcleo residencial empezará a parecerse a un grupo doméstico ambilocal. Si mantiene en la residencia más hijos que sobrinos, se formará la base residencial para una reafirmación de la filiación patrilineal. Terminologías de parentesco.- Todas las culturas poseen un cómputo especial de términos para designar a los distintos tipos de parientes (tales como padre, madre, primo). Los términos y las reglas para usarlos constituyen el sistema terminológico de parentesco de la cultura. La mejor manera de definirlos es con arreglo al modo en que los términos se aplican en una cuadrícula genealógica abreviada consistente en dos generaciones, incluyendo a los germanos del ego, del mismo y del sexo opuesto, y sus primos cruzados y paralelos. La terminología esquimal.- El tipo de sistema terminológico de parentesco con el que están más familiarizados los norteamericanos es el esquimal. Dos rasgos importantes de este sistema son: 1. Ninguno de los términos que designan a los parientes nucleares del ego se aplica fuera de la familia nuclear. 2. no se establece distinción alguna entre los lados materno y paterno. Esto quiere decir que no se hace distinción entre los primos cruzados de los paralelos o entre las tías y tíos cruzados de los paralelos. Estos rasgos reflejan el hecho de que las sociedades que usan la terminología esquimal carecen, por lo común, de grupos de filiación corporativos. En ausencia de tales grupos, la familia nuclear tiende a sobresalir como una unidad productiva y reproductora independiente y funcionalmente dominante. Por esta razón, a sus miembros se les da una identidad terminológica diferente de todos los otros tipos de parientes. Por otra parte , el agrupamiento de todos los primos bajo un único término refleja la fuerza de la filiación bilateral por oposición a la unilineal. La influencia de la filiación bilateral también se refleja en el hecho de que no exista una distinción terminológica entre tías y tíos en el lado materno y tías y tíos en el paterno (el sistema español también es de tipo esquimal). Como su propia denominación implica, el sistema esquimal se encuentra frecuentemente entre cazadores y recolectores. Esto es así porque todos los factores que aíslan a la familia nuclear incrementan la probabilidad de que aparezca una terminología de tipo esquimal. En consecuencia podemos afirmar que la terminología esquimal está funcionalmente asociada a organizaciones domésticas en las que la familia nuclear tiende a ser móvil y aislada. La terminología hawaiana.- Otro sistema terminológico de parentesco común es conocido como hawaiano. Es el sistema más fácil de describir, ya que tiene el menor número de términos. En algunas versiones, incluso la distinción ente los sexos se omite, empleándose un término para los miembros de la generación del ego y otro para los miembros de la generación de los padres del ego. El rasgo más destacable de la terminología hawaiana, en comparación con la esquimal, es la aplicación de idénticos términos a personas que están dentro y fuera de la familia nuclear. La terminología hawaiana está asociada funcionalmente a linajes y clases cognaticios. La terminología iroquesa.- En presencia de grupos de parentesco unilineales, hay una tendencia mundial, a establecer una distinción terminológica entre los primos paralelos y los cruzados. Esta pauta está ampliamente asociada a una distinción similar en la primera generación ascendente que diferencia a los hermanos del padre de los hermanos de la madre y a las hermanas del padre de las hermanas de la madre. Una terminología iroquesa existe donde -además de estas distinciones entre primos cruzados y paralelos, tías y tíos cruzados y paralelos- la hermana de la madre se asimila terminológicamente a la madre, el hermano del padre al padre y los primos paralelos a los hermanos y hermanas del ego.