La noción del sueño entre los tsotsiles de Chiapas, México

Anuncio
La noción del sueño entre los tsotsiles y tseltales de Huixtán Chiapas,
México
Manuel Bolom
La filosofía de los tsotsiles está relacionado con las dualidades es decir, los
elementos del tiempo están tejidas con la vida humana; la noche (ak’obal) y el
día (k’ak’al) son parte del ordenamiento de la vida en el tiempo, cada uno tiene
su propio rostro y que le imprime una identidad, un carácter e influye sobre los
diversos acontecimientos y actividades del ser humano.
La dualidad “noche-día” como parte de la organización del cosmos, ambas son
portadores de energía, vida y se apega a la conducta humana.
En la concepción tsotsil se dice que el día descansa al empezar la noche y la
noche comienza sus actividades y aquí comienza lo nuestro.
El tema que me referiré esta en el ámbito más cotidiano y es elemental a la
vida humana, “él sueño (vaechil)” en donde identifico nociones de origen
sagrado de la cosmovisión maya tsotsil.
Los tsotsiles de Huixtán creen de que existe un creador de sueños que funda
un espacio sagrado alrededor del cuerpo humano, un espacio donde confluyen
los mitos y los ritos, todos los sueños forman parte de la vida comunitaria, el
sueño es una vasija lleno de colores, el sueño conquista la vida y una vez
hecha, viven en complicidad con nuestro sentidos de ahí es difícil
desprendernos de ellas, al amanecer hay cosas que lo olvidamos y el resto
está cargado de significado que merece un serio cuidado, entonces es ahí que
ayudan
a comprender sus secretos. Cada sueño tiene multiplicidad
de
significados que confluyen en la vida.
De la misma manera, todos los sueños tsotsiles están rodeados de testimonios,
indicios que evidencian la forma de vida de un grupo en específico. Al entrar la
noche, dicen que los sueños tsotsiles entran corriendo entre el tapanco de la
casa como animales o vayijel. Es un muestra de que la noción del sueño del
bats’i vinik o bats’i jnaklejetik “hombre verdadero o los verdaderos dueños de
la tierra” están imbricados con la convivencia comunitaria y en la vida
compartida con la naturaleza, enfocarnos a lo que concierne el sueño, es
pertinente atender primero la raíz de de la temática, empezando desde la
cotidianidad que dan forma a la vida comunitaria y que antecede al sueño, por
ello me he enfocado a la palabra vay que hace referencia al dormir, acostarse o
pasar la noche, pero el lenguaje progresa al seguir explorando la continuidad
del vay que viene siendo vayal implica una acción y además es un discurso
ritual, la primera es cuando el sujeto ya esta durmiendo, y la otra versión hace
referencia cuando el sujeto ya esta muerto es decir vayxa sbek’tal, vayxa ti
smukenal, baxa skux yo’nton ti yut balamil, ya se durmió debajo de la tierra, ya
se fue a descansar a dentro de la tierra, al subsuelo, refiriéndose al inframundo;
ahora cuando se dice vayel hace referencia cuando alguien tiene sueño o va a
dormir, también se aplica cuando alguien esta dormido. (nicovajel, kux o’ntonal,
chbat xch’ulel, ep vayel chai ti k’ox kereme). Al seguir analizando encontramos
otros elementos fundamentales para entender el Va’echil (Sueño), al analizar el
campo semántica la primera palabra del verbo vaech es sueño y chil es grillo,
este hace referencia al sueño o mi sueño, también
soñe,
jva’chin soñar Jva’echin
Jvachiel se refiere al sujeto que sueña frecuentemente es decir el
soñador o soñado, es de primera persona (sk’oplal chul ti jol ko’ntontik ti k’usi
chich’ ilel pasel k’alal ochem vayele (la capacidad de la memoria al recordar de
lo que esta sucediendo en el sueño); yakil chvachaj ti kereme (esta soñando el
niño, refiriéndose en tiempo presente), Jvachin vanej (el que sueña con otra
persona), es de orden comunitaria y social (laj jvachinot volje, te soñé ayer,
refiriéndose a sola una persona, ya sea dentro de la familia o fuera, inclusive
fuera del contexto, de otro lugar). Otro elemento es Jvayijel que alude animal
compañero, el nahual de una persona, se relaciona con el ch’ulel, se dice que
tsots xch’ulel oy spukujil, lom spukujil, entre lo sagrado y lo malévolo, se
considera que es más de orden cultural y social, se apega con el Jvayel chon,
mismo que nos remite a unos insectos llamados escarabajos al que duerme
mucho, como se ve en la fotografía, en las comunidades tsotsiles se narra,
cuando un recién nacido no se duerme, llora mucho, se le pone en su espalda
para que se pueda dormir. En la enseñanza de los adultos, todos los niños
cuando crecen son advertidos de que no deben tocar, ya que se pueden volver
perezosos y haraganes, tsmetsan sba ti vayel juju likel, yu’un mu x-ech’ svayel
ti yo’ntone ( se acuesta a cada rato ya que no pasa el sueño de su corazón) les
da mucho sueño como el escarabajo, algunos tsotsiles narran que los niños
pueden llegar a dormir para no despertar el resto de su vida, si llegara a tocar
una mujer que esta embarazada, cuando nazca su hijo no lo va a poder calmar.
Refleja la relación vayijel, vayel o vaechil, en el análisis muestra que ambos
coexisten, según Guiteras: La palabra “wayjel” tiene las mismas raíces que los
verbos dormir y soñar, que constituyen una misma cosa. Todos los pedranos
declaran que las experiencias oníricas se relacionan con el wayjel, e interpretan
los sueños de acuerdo con esta creencia, pueda ser que tengan razón, sin
embargo consideramos que son dos cosas distintas. Por lo tanto, la
comunicación con las deidades y los muertos, que ocurre en sueños, se
efectúa por medio del wayjel (1996: 233). El Diccionario Maya (Barrera
Vásquez 1995) ofrece algunas entradas en las que way se asocia a las
nociones de sueño, soñar, visiones, hechizar, y a la capacidad de
transformarse por “encantamiento”, pero para los tseltales way solo remite al
dormir. Para poder entender a fondo va a ser necesario empezar con algunas
interrogantes, encontrar la ilación y entender a profundidad de la temática.
¿Qué es el sueño? ¿De qué está conformado el tejido de los sueños para los
tsotsiles? ¿Qué representa los sueños?. Algunos de las interrogantes ya se
respondieron. Actualmente se habla mucho de un pensamiento “colectivo” de
imágenes y metáforas, de historias personales y sociales que habitan en la
memoria y que son la base de las representaciones de la realidad. La pregunta
es: ¿Qué representa los sueños y quien los inventa? ¿Qué relación tiene con el
ch’ulel? El ser humano es un imitador de la realidad que reproduce en su
mente, trata de expresar con las herramientas y maneras de ver su realidad.
Es un revelador de esa actividad misteriosa que se repite cada vez que el sol
se muere. Es una continuidad de un principio, de la tradición inicia el relato;
donde los ancianos conviven con los niños tejiendo la historia fundamental de
los sueños, a partir de la explicación permite la comprensión de lo que significa
ser humano con su medio natural y lo que convive en su sueño. Así, la nueva
distinción entre pensamiento racional y pensamiento narrativo es la antigua
discusión entre el logos y el mitos, entre la razón y la imaginación. Que un
sujeto al iniciarse dentro de la convivencia con sus mayores implica formar
parte de ese pensamiento, entrar dentro de la historia mítica de la cultura
tsotsil, es decir revive aquello que habita en cierto espacio, la iniciación, no
solamente consiste en una simple imitación, sino en un revivir de la
significación entre el pasado y el futuro, también entre el ayer y el hoy.
Las culturas tsotsiles, en la que la realidad está constituida tanto por la vigilia
como por el sueño, ambas son caras de una misma moneda, voces que
expresan la realidad diurna y nocturna del ser humano. Lejos de realizar una
ruptura entre ambas lo que tratan es de integrarlas en una visión última en la
que tanto el principio como el final de las cosas se enredan en el misterio
infinito, dentro del inframundo y supramundo, k’ak’al-ak’obal, osil-balamil, chonbolom, de dos realidades que convergen, se entretejen los conocimientos y
ambos encuentran el hilo de la conexión que tiene lógica en su inicio y su final
que es la creación de la historia, como dice Berger y Luckmann (2006) la
expresividad humana es capas de objetivisarse, o se manifiesta en productos
de la actividad humana, que están al alcance tanto de sus productores como de
los otros, por ser elementos de un mundo común. Tanto tsotsiles y tseltales por
la capacidad de adaptación y de convivencia entre la naturaleza, están más en
contacto con los símbolos vivos de la cultura y de su imaginación mítica, que
los que están en las grandes urbes, siempre tan preocupados por el tiempo y
asuntos más objetivos. Además, la forma de mantener la imaginación mítica de
las ciudades sólo los símbolos privados y
individualistas. En cambio las
comunidades las problemáticas del individuo y también los de la comunidad se
afrontan de manera creativa y terapéutica como una forma de curación, en
cada tsoblej ahí sale la platica, el compartir de lo que dice el corazon, etc. Se
puede argumentar que las ventajas de las comunidades existe aún la posesión
de una mitología vigente que guarda elementos y estructuras que expresa el
inaccesible nivel interior del significado psicológico y cultural lingüístico. Dicha
mitología constituye un sistema simbólico exhaustivo que puede funcionar tanto
para la consulta interna como para el diálogo social. Entre los
tsotsiles y
tseltales existe un parecido asombroso entre sus respectivas formas de tratar
los sueños y su representación. Por ejemplo: 1).- Se dice que el sueño es una
clave única que permite acceder en la vida del sujeto y convivir con su ch’ulel
(conciencia, Madurez), además se dice que la vida del sueño es mucho más
real, inclusive en el sueño el sujeto puede llegar a morir por que su ch’ulel lo
matan, lo desconectan de su realidad. 2).- Se reconoce que dentro del
inframundo de los sueños tanto bondadosos como maléficos existe un
significado complejo y que se representa de diversas maneras. 3).- En el sueño
existe una conexión entre lo real y la imaginación que el sueño crea y lo
verdadero
de lo cotidiano, de la cual indica un mensaje
de varios tipos,
enfermedad (física y psicológica) y conflictos interpersonales que sólo en los
sueños se resuelven (terapéutica). 4).- Los sueños se convierten en realidad,
permite resolver los conflictos y develar las advertencias para tener una
precaución. Es un reflejo de que el sueño juega un papel importante tanto
terapéutico como simbólico y lingüístico de curación (la palabra es terapeutico),
además algunos sueños rompen fronteras comunitarias y otros se conservan
en la parte colectiva de la cual se construye la identidad.
Tanto los tsotsiles como los tseltales las curaciones, las predicciones entre
otros, se basan en los sueños, por ejemplo las enfermedades del ch’ulel se
advierten en los sueños, así como los accidentes o acontecimientos naturales,
algunos son predecidos, interpretados
en los sueños, algunos dones se
reciben en los sueños, por ejemplo los médicos tradicionales, los curanderos,
etc, son revelados los conocimientos mediante los sueños. Además el concepto
del sueño de los tsotsiles y tseltales están relacionados con los deseos del
ch’ulel, que salen a caminar por la noche y relacionarse con otras realidades,
es una muestra clara del poder de la conciencia del sujeto. La única clave de
los deseos interiores, no conscientes del ch’ulel son los sueños de acuerdo a
su lenguaje, si en este caso no se satisface se revela contra el cuerpo,
causándole enfermedad y a veces la muerte.
Esas necesidades que tanto hablamos, esta relacionado con el aprendizaje
externo, sólo que el ch’ulel lo interioriza a través de los sueños Carl Jung lo
nombra como el SER o el OTRO a esta entidad que sugieren el
comportamiento y la naturaleza de nuestros sueños, además Jung dice que
ese Ser es la fuente psicológica de algún ser superior. Y en caso de los
tostsiles esta más relacionado con la naturaleza y el ch’ul ojov como el ángel
protector, por ello, le ponen mucho interés y cuidado en atender sus sueños, ya
que es posible que sea un mensaje de cuidado, si no lo atienden durante el día
de lo que soñaron, puede tener repercusiones negativas (enfermedades,
accidentes, muerte etc). Esto puede ser un control social pero también juega el
papel de guía tanto del sujeto como el resto de la comunidad, anteriormente el
control social desde los sueños era mas marcado que en la actualidad.
La forma de socializar los sueños empieza desde la familia y termina en la
comunidad, en las grandes reuniones comunitario es donde salen las platicas y
se vuelve un elemento importante dentro de la comunidad ya que cada sujeto
relata un sueño y todos le dan un sentido como una muestra de fortalecimiento
colectiva, ya que los sueños permiten dialogar y concientizar y encontrar el
significado que le permite dar una relevancia, el sueño es parte de la vida
cotidiana y funge como una forma de educación por que adultos y niños
comparten los sueños y los padres hacen recomendaciones de que los hijos
se cuiden y en ocasiones hacen oraciones o rezos y plegarias para que se
fortalezcan su ch’ulel.
Los mitos o “palabras antiguas”, como los llaman los tsotsiles, son narraciones
transmitidas oralmente de padres a hijos, a través de las cuales se explica todo
lo que conforma la realidad. En los mitos quedan interiorizados las categorías,
los parámetros espaciales y temporales, los paisajes culturales, etcétera, que
constituyen la forma particular en que estos grupos perciben el mundo. Estas
estructuras mentales no son inmutables, pues en ellas se van incorporando las
nuevas experiencias; tampoco se reducen a formas de interpretación
abstractas sino que se manifiestan en la acción y gestos cotidianos. Los mitos y
realidades determinan la forma de vivir y de relacionarse con los otros
individuos, tanto con los antepasados, con los hijos, con las otras comunidades
y con los ladinos.
Muchas de estos conocimientos expresan y se ritualizan
en las fiestas
religiosas, actos públicos en los que simbólicamente se refundan los lazos que
cohesionan la comunidad; por esta razón, cumplen un importantísimo papel de
integración: en ellos como en las reuniones de familia, la gente que vive muy
dispersamente se encuentra, habla y comparte la comida, la bebida, y participa
en rituales que implican valores comunes, entre otras cosas. A través de dichos
rituales, los distintos grupos tsotsiles creen contribuir al mantenimiento del
orden cósmico. La organización ritual de cada comunidad está representada
de acuerdo a lo sueños, los sueños de los ancestros y el madures de su ch’ulel,
se dice que cada año durante la fiesta de Todos Santos, las almas vienen a
visitar sus casas; en esa ocasión todos los descendientes del muerto se reúnen
para recordarlo y convivir entre el inframundo y supramundo, ese lazo que nos
une con los ch’ulelaletik.
Al hacer un estudio de los sueños entre los tsotsiles y tseltales nos aporta
datos importantes y descubrimientos significativos, no sólo acerca del individuo,
sino también acerca de todas las otras grandes funciones mentales, con el
consiguiente enriquecimiento del conocimiento de la naturaleza de la ciencia en
sus diferentes grados. Lo mismo sucederá con la memoria. La posibilidad de
recordar los sueños y las modalidades prácticas para conseguirlo nos
proporcionan valiosas indicaciones sobre el proceso de la memoria, sna’el,
sna’obil ó t’abesel ti o’ntonal, yulesel ti jolal, son algunas expresiones que nos
remiten a la capacidad del sujeto, es lo que nos conduce al p’ijilal o el sp’ijilal
de los tsotsiles, el snopbenal (hay que pensar muy bien para llegar a ser
inteligente). Recordar los sueños es una forma original y fundamental de la
memoria. La distinción de las diferentes categorías de sueños y el nivel de
dominio de los sueños que debe tener en cuenta un individuo, se debe llevar a
una reforma completa de los estudios científicos los elementos que componen
el sueño y el análisis de su contenido (cultural social y organizacional etc) los
sueños las guarda el corazón. Cuando los tsotsiles dicen, ta jna’ ta ko’nton, t’ab
ti ko’nton, ul ti konton, k’ot ti ko’nton es nada más y nada menos que el
recordar, aun que el tsotsil nos dice más elementos simbólicos, ta jna’ ta
ko’nton ( saber, conocer, recordar en mi corazón) ul ti konton ( llego en mi
corazón) k’ot ti ko’nton ( llego en mi corazón), son las múltiples acepciones de
que pueden llegar la sabiduría y el conocimiento al interior de su corazón de
un ser, si los tsotsiles dicen que el sueño es un medio que llega el
conocimiento. Los sueños tienen que ver con las formas de asimilación de los
conocimientos y representan un lenguaje rico, complejo y bello que ha
permitido a nuestros pueblos, conservar un aporte significativo de sus saberes.
Mediante los sueños, se cuidan y predicen los tiempos, y son símbolos llenos
de significado. Es una magnífica idea conocer lo que hay de tras de los sueños,
de cada color, línea, todos los elementos es una matriz ordenadora del
pensamiento de las culturas tsotsiles, el sueño es un símbolo sagrado en
constante movimiento como la noche y el día.
Descargar