ORACIONES PARA EDUCACIÓN INFANTIL

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ORACIONES PARA EDUCACIÓN INFANTIL
Estimado/a compañero/a:
Este año desde el Departamento de Pastoral queremos incluir a los
niños de Educación Infantil en las celebraciones que realizan todos los cursos
en cada tiempo litúrgico.
A continuación tienes la colección de todas las oraciones que realizarán
los alumnos.
Para las oraciones, los tutores llevarán a los alumnos a la capilla en el
horario señalado con anterioridad (para realizar cualquier cambio por favor
habla con cualquiera de los pastoralistas para que no choques con otro curso).
A continuación de cada oración tienes una pequeña actividad
relacionada con el tiempo litúrgico para que la realices con los niños en el aula
y que sirva para adornar la capilla.
Las oraciones y las actividades son una pequeña idea, pero siéntete
libre para cambiar o añadir lo que consideres oportuno en cada momento. Ya
se sabe que cada curso es diferente y a veces nuestros niños necesitan alguna
que otra adaptación.
Lo que si te pedimos es que no varíes el esquema de oración y actividad para
que los niños vayan entrando en la dinámica.
Muchas gracias con antelación. Gustavo, Pilar y Kesia.
ORACIÓN DE PRINCIPIO DE CURSO
Para la oración de Principio de curso basta con que los niños vayan a la capilla
y se les enseñe lo que hay dentro de ella. Debemos atender a las preguntas de
los niños y hablarles de lo que van a hacer de ahora en adelante cuando vayan
a la capilla. Les podemos preguntar qué cosas podemos hacer para adornar la
capilla (dejarles que sueñen).
Debemos hablarles de que la capilla es la casa de Jesús y de Dios.
Seguramente nos preguntarán porqué Jesús está en la cruz. Podemos
hablarles libremente de las razones (por ejemplo: que había unos señores
malos que no querían ser amigos suyos y por eso le hicieron heridas y Jesús
se fue al cielo y que está con nosotros pero en nuestros corazones…)
ACTIVIDAD: se podría llevar una flor hecha por todos, o una hecha por
grupos…
ORACIÓN DE ADVIENTO
Era una mañana preciosa. Como todos los días, nada más levantarme, daba
gracias a Dios por el nuevo día que me regalaba; le pedía que me ayudase a
hacer bien las cosas y a hacer felices a los que estaban conmigo. Pero esa
mañana fue muy especial. Estaba en silencio pensando en Dios y de pronto oí
una vos. Me di la vuelta y mis ojos se agrandaron por la sorpresa. Allí, junto a
la puerta, ¡había un ángel rodeado de luz! Y me dijo: “Hola, María, te traigo
buenas noticias. Dios te quiere mucho y le gustaría estar siempre contigo. Vas
a tener un niño. Se llamará Jesús y será el hijo de Dios.
Yo no entendía nada, me asusté y le dije que ¿cómo podía ser eso? Entonces
el ángel me dijo: “No te preocupes”. Cerré los ojos, lo pensé y le dije al ángel:
“Acepto, me fío de ti y de Dios. Seré feliz haciendo lo que Dios quiera”.
Entonces el ángel se marchó.
Carta de María: Sí, sí. Yo también fui una niña como vosotros. Tenía una
mamá que se llamaba Ana y un papá que se llamaba Joaquín. Formábamos
una familia y nos queríamos mucho. Yo crecí como todas las demás niñas. Me
gustaba correr, saltar, jugar... y alguna travesura también hacía. Tenía amigas.
Aprendimos a divertirnos con muy poquitas cosas. A veces nos hacíamos
nosotras mismas los juguetes. Iba al cole. Aprendía a leer, a escribir, a dibujar
y a todo lo que se aprende en el cole. MI mamá me enseño a rezar, a coser. ..
Yo le ayudaba mucho: iba a por agua a la fuente... Mi mamá también me
enseñó con su ejemplo y me dio los mejores consejos para cuando me hiciera
mayor y creciera. Quería ser como mi mamá Ana. Era feliz porque Dios me
quería y mis papás también.
LA ACTIVIDAD PUEDE SER PINTAR EL SIGUIENTE DIBUJO
ORACIÓN DE LA PAZ/SEMANA IGNACIANA
Dios Padre nuestro,
ayúdanos a querernos
los unos a los otros.
Haz que todos los pueblos sean amigos;
haz que todos nos queramos como hermanos.
Ayúdanos a construir
la paz y la felicidad entre nosotros.
ACTIVIDAD: LAS PROPUESTAS EN SU MOMENTO PARA EL DÍA DE LA
PAZ
ORACIÓN DE CUARESMA
LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO
Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los
cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de
largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de
largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue
movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y
vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día
al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo
lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos
tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él
dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo
mismo."
ACTIVIDAD: Que cada niño dibuje a un compañero y que después le regale el
dibujo. Intentar que cada niño tenga un dibujo suyo.
ORACIÓN DE PASCUA
El buen pastor
Érase una vez un pueblo de montaña en el que había muchos
pastores. Cada pastor se había especializado en un tipo diferente de ovejas.
Un pastor tenía ovejas con lana muy larga que les llegaba hasta el suelo. Otro
tenía ovejas de lana muy corta. Un pastor tenía ovejas de lana negra, otro una
lana blanquísima lana. Pero entre tanto pastor había uno que destacaba entre
los demás.
Era un pastor muy peculiar y su rebaño era, como él, muy peculiar.
Ninguna oveja era igual que otra. Siempre le había gustado tener ovejas de
raza diferentes: blancas, negras, marrones, de lana corta, de lana larga...
ninguna era igual a otra. Todas eran diferentes entre si.
En el pueblo siempre pensaron que era un pastor muy raro, incluso
algunos pensaban que estaba un poco trastornado. Tener ovejas de diferentes
razas, mezcladas, no era bueno para la producción de leche, ni para la crianza
de corderos, ni para la obtención de lana. Daba mucho trabajo, cada una con
su carácter, sus hábitos...
Pero a este pastor lo que le gustaba era tener las ovejas cuanto más
variadas mejor. Era un rebaño muy especial.
Y sus ovejas eran las ovejas más satisfechas de la comarca porque su
pastor era el mejor que podían tener. Siempre estaba pendientes de ellas.
Siempre las llevaba a los mejores pastos con la hierba más fresca y a las
aguas más puras. Incluso algunos días llevaba a su rebaño a un prado en el
podían encontrar fresas y frambuesas para comer. Dedicaba toda su vida y
energía por ellas. Y las ovejas lo miraban con admiración porque sabías que no
había un pastor mejor que nuestro pastor.
Un día soleado abrió la puerta del redil para ir a comer como todos los
días. Conocía a cada oveja por su nombre y según iban saliendo alegres del
redil él las iba llamando por su nombre: Felipita, Juanita, Francisquita,
Pamelcita ...
Pasaron todo el día en un prado estupendo, con muchas sombras
donde descansar, un arroyo cristalino donde beber y tierna hierba para rumiar.
Al caer la tarde dijo el buen pastor:
- Es hora de volver a casa a dormir.
Todas le siguieron alegres. Al llegar al redil, como todos los días el
buen pastor fue contando a las ovejas mientras la llamaba por su nombre:
- Fancisquita, Margarita, Rostrito ... ¡ pero y la más pequeña ¡ Exclamo el pastor
El buen pastor se dio cuenta que faltaba la más pequeña y sin
pensarlo dos veces cogió un farol, su cayado y salió en busca de su ovejita.
Mucha gente le vio salir corriendo del pueblo y muchos le decían:
- ¡Deja a esa oveja pequeña. No merece la pena. Esa oveja no sirve
para nada, es muy pequeña¡ -Le gritaban.
El no hizo caso a nadie. Sólo quería recuperar a su oveja querida.
La ovejita como era muy golosa se había quedado comiendo unas
moras de un zarzal que encontró por el camino. Y por querer comer más y más
moras su lana quedó se enganchada en los espinos de la zarza. Una y otra vez
intentaba tirar fuerte para soltarse, pero no lo conseguía. Se iba haciendo de
noche y se acercaba la hora en la que el lobo salía a cazar.
Y así fue. El lobo enseguida olió en el ambiente que había un pequeña
oveja que podía ser su cena. La ovejita tiraba cada vez más fuerte para
liberarse de la zarza. Por fin lo consiguió y empezó a correr lo más rápido que
pudo de camino a s u redil. El lobo no podía dejar pasar esta oportunidad de
comer una oveja tan tierna y corría detrás de ella.
Estaba a punto de alcanzarla. Estaba tan cerca que la oveja oía su
jadeo. La oveja estaba a punto de desfallecer. Daba por terminados sus días
felices junto a sus compañeras de rebaño y a aquel pastor incomparable.
De repente en la última curva del camino y de su por ahora vida, la
oveja se dio de morros con el cayado de su querido pastor. El lobo que ya tenía
algo de lana entre los dientes salió huyendo hacia otro lado.
El pastor la cogió en brazos acariciándola hasta que empezó a respirar
con normalidad después de semejante susto. Le dio agua y poco a poco
caminaron hasta el redil.
Allí sentado en un banco la cepillo y la dejó descansar. Todo esto se
supo en el pueblo y para sorpresa de todos, nuestro pastor siempre decía lo
mismo, algo que poca gente entendía:
- Nunca dejaré a ninguna oveja abandonada. Pase lo que pase ellas
saben que siempre estaré a su lado.
ACTIVIDAD: Pintar el siguiente dibujo:
ORACIÓN FIN DE CURSO
Enseñar a los niños la siguiente canción:
Somos ciudadanos de un mundo
que necesita el vuelo de una paloma
que necesita corazones abiertos
y está sediento de un mundo nuevo.
Por eso estamos aquí (Lara Lara)
conmigo puedes contar (Lara Lara)
y dejaré mi equipaje a un lado
para tener bien abiertas las manos
y el corazón lleno de sol.
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