NTP 919: Coordinación de Actividades Empresariais (II)

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Año: 2011
Notas Técnicas de Prevención
919
Coordinación de actividades empresariales (II)
Business activity coordination (II)
Coordination d’activités patronales (II)
La presente NTP como continuación de la anterior, está
dedicada al estudio de los principales medios de coordi­
nación, derechos de los representantes de los trabajado­
res en la coordinación, a cómo afecta la coordinación a
los trabajadores autónomos y a las relaciones laborales
a través de empresas de trabajo temporal, además de las
responsabilidades e incumplimientos en esta materia y
la importancia de la elaboración de procedimientos que
faciliten y agilicen la coordinación interempresarial.
Redactores:
Yolanda Iranzo García
Licenciada en Bioquímica
Tomás Piqué Ardanuy
Ingeniero Técnico Químico
Licenciado en Derecho
CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES
DE TRABAJO
Las NTP son guías de buenas prácticas. Sus indicaciones no son obligatorias salvo que estén recogidas en una disposición
normativa vigente. A efectos de valorar la pertinencia de las recomendaciones contenidas en una NTP concreta es conveniente
tener en cuenta su fecha de edición.
1. MEDIOS DE COORDINACIÓN
Son todos los recursos que pueden emplearse en el cen­
tro de trabajo para llevar a cabo la coordinación de acti­
vidades empresariales. Se regulan en el Capítulo V del
RD 171/2004 y concretamente el artículo 11 recoge una
lista no exhaustiva de posibles medios de coordinación,
que se resumen en la figura 1.
Intercambio
de
información
Reuniones
periódicas
Otros *
Personas
encargadas
de la
coordinación
Recursos
preventivos
MEDIOS
Adopción
conjunta de
medidas de
prevención
Reuniones
conjuntas
de los
comités de
seguridad
Impartición
de
instrucciones
* Dentro de apartado “Otros” se engloban aquellos que puedan
definirse mediante la negociación colectiva o los establecidos en
la normativa de prevención de riesgos laborales para determina­
dos sectores y actividades.
Figura 1. Medios de coordinación
A la hora de establecer los medios de coordinación hay
que tener en cuenta que:
• La iniciativa para el establecimiento de los medios de
coordinación corresponde al empresario titular o en
su defecto, al empresario principal y se establecerán
por las empresas concurrentes antes del inicio de las
actividades
• Los medios de coordinación deberán actualizarse
siempre que sea necesario y se revisará su efectivi­
dad durante todo el periodo en el que se requiera la
coordinación.
• El medio de coordinación más adecuado dependerá
en cada caso de la complejidad y grado de dificultad
de cada actividad. Para ello, deben valorarse aspectos
como la peligrosidad de las actividades (obviamente
a mayor peligrosidad, más eficaces y complejos de­
ben ser estos medios); así como las instalaciones y
materiales empleados, la duración de dichas activi­
dades y el número de trabajadores que pueden verse
afectados.
Entre las posibilidades de este listado abierto que se
detalla en el Cap V del RD 171/2004, se encuentra la
designación de recursos preventivos y la de personas en­
cargadas de la coordinación, que se describen de forma
más detallada en los dos siguientes apartados.
A su vez, en esta materia el artículo 39.3 de la LPRL
establece que a fin de dar cumplimiento a lo dispuesto
en esta Ley respecto de la colaboración entre empresas
en los supuestos de desarrollo simultáneo de activida­
des en un mismo centro de trabajo, se podrá acordar la
realización de reuniones conjuntas de los Comités de
Seguridad y Salud o, en su defecto, de los Delegados de
Prevención y empresarios de las empresas que carezcan
de dichos Comités, u otras medidas de actuación coor­
dinada. Es decir, regula la posibilidad de celebrar estas
reuniones aunque lo menciona simplemente como una
opción. Estas reuniones posteriormente se han incluido
2
Notas Técnicas de Prevención
en el artículo 11 del RD 171/2004 como uno de los diver­
sos medios de coordinación existentes.
Recursos preventivos
La LPRL tras su modificación por la Ley 54/2003, incor­
pora mediante el artículo 32 bis la presencia del recurso
preventivo. A esta figura nombrada por el empresario, se
le atribuye la función de vigilar el cumplimiento y com­
probar la eficacia de las actividades preventivas, como
una medida preventiva complementaria a otras medidas
técnicas tradicionales. Los recursos preventivos se regu­
lan también en el artículo 22 bis del RD 39/1997 y cuyos
aspectos más relevantes se reflejan en la tabla 1.
Se consideran recursos preventivos, de acuerdo con
el artículo. 32 bis de la LPRL:
a. Uno o varios trabajadores designados de la empresa.
b. Uno o varios miembros del servicio de prevención pro­
pio de la empresa.
c. Uno o varios miembros del o los servicios de preven­
ción ajenos concertados por la empresa.
Asimismo, el empresario podrá asignar la presencia
de forma expresa a uno o varios trabajadores de la
empresa que, sin estar incluido en ninguno de los tres
apartados anteriores, reúnan los conocimientos, la
cualificación y la experiencia necesarios en las acti­
vidades o procesos que hacen necesaria su presen­
cia y cuenten con la formación preventiva correspon­
diente, como mínimo, a las funciones del nivel básico.
No obstante, podrán darse situaciones en las que por la
peligrosidad de la actividad o las circunstancias en las que
se desarrolle, puedan generarse riesgos de tal gravedad
que resulte conveniente que el recurso preventivo dispon­
ga de unos conocimientos específicos e imprescindibles
para la prevención de estos riesgos y poder así garantizar
la seguridad y salud de los trabajadores implicados en
dichas actividades o puedan resultar afectados por las mis­
mas. Por ejemplo, cuando deba existir un recurso preventi­
vo en operaciones que impliquen el uso de máquinas que
carezcan de declaración CE y la protección del trabajador
no esté suficientemente garantizada, que se regula en el
art. 22.bis, apartado b.3 del RD 39/1997, dicho recurso
deberá tener conocimientos específicos sobre la máquina
en concreto, así como de sus partes y componentes, del
procedimiento exacto para su correcto funcionamiento y
de los riesgos concretos y de las medidas para proteger
al trabajador teniendo en cuenta las particularidades de
esa máquina en concreto, así como de su estado y de las
características de la tarea u operación concreta a realizar
Todos estos aspectos relativos a la formación y capa­
citación de los recursos, vendrán recogidos en la planifi­
cación de la actividad preventiva.
En el mismo artículo 32 bis de la LPRL, se regula la ne­
cesidad de que los recursos preventivos sean suficientes
en número para vigilar el cumplimiento de las actividades
preventivas, debiendo permanecer en el centro de trabajo
durante el tiempo en que se mantenga la situación que
determine su presencia. Asimismo, el apartado 7 del artí­
culo 22 bis del RD 39/1997, establece que la presencia de
recursos preventivos en el centro de trabajo podrá tam­
bién ser utilizada por el empresario en casos distintos de
los previstos en el artículo 32 bis de la LPRL, siempre que
sea compatible con el cumplimiento de sus funciones. Es
decir, cuando no se encuentren desarrollando las labores
de vigilancia previstas en el citado artículo 32 bis de la
LPRL, podrán realizar otra actividad preventiva o produc­
tiva o incluso de forma simultánea con dichas funciones
de vigilancia, siempre que éstas no se vean perjudicadas
y así esté previsto en la planificación de la actividad pre­
ventiva o plan de seguridad y salud en su caso.
SE DEBE CONTAR CON LA PRESENCIA DE RECURSOS PREVENTIVOS CUANDO:
a) Los riesgos puedan verse agra­
vados o modificados por la concu­
rrencia de operaciones diversas y
que requieran el control de la co­
rrecta aplicación de los métodos de
trabajo.
b) Se realicen actividades o procesos que re­
glamentariamente sean considerados como pe­
ligrosos o con riesgos especiales y detallados
en el art. 22.bis.b) del RD 39/1997. En el caso,
de las obras de construcción vienen recogidos
en el art. 2.1.b) y Anexo II del RD 1627/1997*.
c) Se requiera por la Inspección de Trabajo
y Seguridad Social, debido a las condicio­
nes de trabajo detectadas**.
La evaluación de riesgos identificará estos riesgos en el primer caso y los trabajos del
puesto vinculado a estas actividades o procesos peligrosos en el segundo. La forma
de llevar a cabo la presencia de los recursos preventivos quedará determinada en la
planificación de la actividad. Cuando se trate de obras de construcción viene determi­
nado en el Plan de seguridad y salud.
En ambos casos, tanto a) como b), la obligación de designar estos recursos preventivos
recae sobre la empresa o empresas que realicen dichas operaciones o actividades
peligrosas, es decir quien aporte o genera el riesgo. En el caso del sector de la cons­
trucción la obligación le corresponde a las empresas contratistas.
En este caso, si la evaluación de riesgos
no contempla las situaciones de riesgo de­
tectadas, se procederá a su revisión, así
como a la modificación de la planificación
de la actividad preventiva correspondiente.
Cuando exista más de un recurso preventivo perteneciente a dos o más empresas, deben coordinarse entre sí.
* Según la Guía técnica del INSHT para la evaluación y prevención de los riesgos laborales en las obras de construcción, se con­
sidera que un trabajo está incluido en el art. 2.1.b) si tras la aplicación de los principios de prevención, el riesgo continúa siendo
de especial gravedad, lo que hace necesario adoptar medidas preventivas adicionales para evitar o minimizar la posibilidad de
que un trabajador sufra un accidente grave. El hecho de que un trabajo no esté incluido en el anexo II no quiere decir que no
pueda exponer a los trabajadores que lo realizan a un riesgo de especial gravedad. Es a través de la evaluación de los riesgos
como se obtiene la información necesaria para tomar una decisión al respecto.
** De acuerdo con los criterios técnicos de la propia Inspección, se podrá requerir su presencia cuando se considere que las medi­
das preventivas son insuficientes o inadecuadas para cumplir con los principios de la acción preventiva y no puedan adoptarse
de forma inmediata, cuando ante actividades esporádicas o excepcionales no haya control absoluto de los riesgos o en caso
de trabajos de menores de edad, trabajadores especialmente sensibles o trabajadores de reciente incorporación, etc. En todo
caso, se requerirá obligatoriamente cuando exista normativa específi ca aplicable que así lo establezca.
Tabla 1. Presencia de recursos preventivos
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Notas Técnicas de Prevención
Los recursos preventivos por tanto, son preceptivos
en determinados supuestos para ejercer esta labor de
vigilancia, la cual deberán llevar a cabo de la forma
prevista en los punto 4, 5 y 6 del artículo 22 bis del RD
39/1997. En el resto de los casos, el RD 171/2004, es­
table la posibilidad de optar por esta figura como medio
de coordinación de las actividades empresariales. Por
ello, habrá situaciones en las que pueden coincidir en
el mismo recurso preventivo las funciones previstas en
ambos reglamentos.
Un sector aparte es el de la construcción, en el que de
acuerdo con la Disposición Adicional decimocuarta (DA
14ª) de la LPRL, la presencia de los recursos preventivos
le corresponde a cada contratista, es decir a la perso­
na física o jurídica que asume contractualmente ante el
promotor, con medios humanos y materiales, propios o
ajenos, el compromiso de ejecutar la totalidad o parte
de las obras con sujeción al proyecto y al contrato. El
objetivo fundamental de esta figura en la obra, será la
de vigilar el cumplimiento de las medidas incluidas en
el plan de seguridad y salud en el trabajo y comprobar
la eficacia de éstas, sin perjuicio de las obligaciones del
coordinador en materia de seguridad y salud durante la
ejecución de la obra. El propio plan de seguridad y salud
determinará la forma de llevar a cabo la presencia de los
recursos preventivos.
En este sector, según la DA 1ª del RD 171/2004 los
medios de coordinación, serán los establecidos en el RD
1627/1997 y en la DA 14ª de la LPRL, además de otros
complementarios que puedan establecer las empresas
concurrentes en cada obra.
Concretamente en el punto 1 del artículo 13, se especi­
fica que se considerará medio de coordinación preferente
cuando concurran dos o más de cuatro condiciones que
en el citado artículo se enumeran y explicitan
Hay que tener en cuenta que en estas circunstancias
señaladas derivadas de la concurrencia de actividades
empresariales, se requiera la preceptiva presencia de re­
cursos preventivos de acuerdo con lo ya visto el apartado
anterior, por lo que en este caso, el artículo 13.4 de este
reglamento prevé que cuando los recursos preventivos
de la empresa a la que pertenezcan deban estar pre­
sentes en el centro de trabajo, podrán ser igualmente
encargadas de la coordinación de actividades preventi­
vas, siempre que ello sea compatible con la totalidad de
las funciones encomendadas y se trata de las personas
mencionadas en el apartados a) a d) del punto 3 del mis­
mo artículo y que más adelante se analiza.
Se añade además, dentro del mismo artículo 13, que
cuando existan razones técnicas u organizativas justifi­
cadas, la designación de una o más personas encarga­
das de las actividades preventivas podrá sustituirse por
cualquier otro medio de coordinación que garanticen el
cumplimiento de los objetivos de la coordinación.
Habitualmente, suele entenderse que concurren razo­
nes técnicas cuando se produzcan cambios, entre otros,
en el ámbito de los medios o instrumentos de producción
y razones organizativas cuando se produzcan cambios,
entre otros, en el ámbito de los sistemas y métodos de
trabajo del personal.
El punto 3 del artículo 13 del reglamento contempla
que personas podrán ser encargadas de la coordinación
de las actividades preventivas, enumerando seis situa­
ciones posibles.
El reglamento dedica el artículo 14 para regular las
funciones y facultades del encargado de coordinación
que se representan en la tabla 2.
Cuando los medios de coordinación establecidos sea
la designación de un encargado de la coordinación, al
igual que si se opta por un recurso preventivo, el empre­
sario, cumpliendo con lo señalado en el artículo 12.3 del
RD 171/2004, facilitará a todos los trabajadores los datos
necesarios para permitirles su identificación.
Coordinador de las actividades preventivas
Dentro del listado no exhaustivo de la relación de me­
dios de coordinación del artículo 11 del RD 171/2004, se
incluye en último lugar la designación de una o más per­
sonas encargadas de la coordinación de las actividades
preventivas.
En los artículos 13 y 14 del mismo reglamento, se de­
sarrolla los aspectos relativos a su designación, cuándo
y quién, así como sus funciones y facultades.
FUNCIONES DEL ENCARGADO DE COORDINACIÓN
Favorecer el cumplimiento de los ob­
jetivos de la coordinación de activi­
dades, previstos en el artículo 3 del
reglamento.
Servir de cauce para el intercambio de las
informaciones que deban intercambiarse
las empresas concurrentes en el centro de
trabajo.
Cualesquiera otras encomendadas por el
empresario titular del centro de trabajo.
FACULTADES DEL ENCARGADO DE COORDINACIÓN
Conocer las informaciones
que deban intercambiarse
las empresas concurrentes,
así como cualquier otra do­
cumentación preventiva que
sea necesaria para el des­
empeño de sus funciones.
Acceder a cualquier zona
del centro de trabajo.
Impartir a las empresas
concurrentes las instruc­
ciones que sean necesarias
para el cumplimiento de sus
funciones.
Proponer a las empresas concurrentes
la adopción de medidas para la preven­
ción de los riesgos existentes en el cen­
tro de trabajo que puedan afectar a los
trabajadores presentes.
PARA ELLO LAS PERSONAS ENCARGADAS DE LA COORDINACIÓN DEBEN:
Estar presentes en el centro de trabajo durante el tiempo
que sea necesario para el cumplimiento de sus funciones.
Contar con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a
las funciones del nivel intermedio*.
* En aquellas situaciones descritas anteriormente en las que puedan coincidir en la misma persona las funciones de encargado
de coordinación y de recurso preventivo, la formación de prevención de nivel básico que como recurso preventivo podría ser
sufi ciente, no lo será al ejercer también como encargado de coordinación, debiendo en este caso de disponer al menos de una
formación de nivel intermedio.
Tabla 2. Funciones y facultades del encargado de coordinación
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Notas Técnicas de Prevención
Los trabajadores por su parte, dentro de las obligacio­
nes en materia preventiva acuerdo con el artículo 29 de
la LPRL, les corresponde velar, según sus posibilidades
y mediante el cumplimiento de las medidas de preven­
ción que en cada caso sean adoptadas, por su propia
seguridad y salud en el trabajo y por la de aquellas otras
personas a las que pueda afectar su actividad profesio­
nal, a causa de sus actos u omisiones en el trabajo, de
conformidad con su formación y las instrucciones del em­
presario, además de cooperar con el empresario para que
éste pueda garantizar unas condiciones de trabajo que
sean seguras y no entrañen riesgos para la seguridad y
la salud de los trabajadores. Para ello, deberán cumplir
entre otras, las órdenes impartidas por las personas en­
cargadas de la coordinación.
Finalmente en referencia al encargado de la coordi­
nación, conviene matizar que es una figura totalmente
diferente a la del coordinador de seguridad y salud en las
obras de construcción, por lo que no deben confundirse.
El coordinador de seguridad y salud en las obras
de construcción viene regulado en el artículo 3 del RD
1627/1997 al indicar que, cuando en la ejecución de la
obra intervenga más de una empresa, o una empresa y
trabajadores autónomos o diversos trabajadores autóno­
mos, el promotor, designará un coordinador en materia
de seguridad y salud durante la ejecución de la obra. La
misma obligación existe, cuando en la fase de proyec­
to interviene más de un proyectista, denominándose en
este caso coordinador de seguridad y salud durante la
elaboración del proyecto de obra. Cuando proceda, la
designación de ambos coordinadores podrá recaer en
la misma persona.
Entre las funciones que le encomienda el artículo 9
del mismo RD 1627/1997, se encuentra la de organizar
la coordinación de actividades empresariales prevista en
el artículo 24 de la LPRL, aprobar el plan de seguridad
y salud elaborado por el contratista y, en su caso, las
modificaciones introducidas en el mismo, así como coor­
dinar las acciones y funciones de control de la aplicación
correcta de los métodos de trabajo y para garantizar que
los contratistas y, en su caso, los subcontratistas y los
trabajadores autónomos apliquen de manera coherente
y responsable los principios de la acción preventiva re­
gulados en el artículo 15 de la LPRL.
2. DERECHOS DE LOS REPRESENTANTES
DE LOS TRABAJADORES EN LA
COORDINACIÓN DE ACTIVIDADES
El capítulo VI del RD 171/2004 regula los derechos de
consulta y participación que tienen los trabajadores a
través de sus representantes, en relación a la coordi­
nación de actividades empresariales. La representación
legal de los trabajadores en materia de seguridad y salud
de acuerdo con el capítulo V de la LPRL, se canaliza a
través de los delegados de prevención, designados por
y entre los representantes del personal, y los comités de
seguridad y salud en las empresas o centros de trabajo
que cuenten con 50 o más trabajadores.
Los derechos y facultades de los delegados de pre­
vención o, en su defecto, de los representantes legales
de los trabajadores en relación con la aplicación del RD.
171/2004 se encuentran definidas y enumeradas en el
artículo 15 del mismo.
Asimismo, otros artículos del RD 171/2004 ya vistos
anteriormente, se refieren a los representantes de los
trabajadores, como el artículo 4.5 relativo al deber de
información de los empresarios a sus trabajadores de los
riesgos derivados de la concurrencia de actividades, el
artículo 9.3, sobre la obligación de información e instruc­
ciones del empresario titular del centro, o el artículo 12.3
sobre la información de los empresarios concurrentes a
sus trabajadores sobre los medios de coordinación es­
tablecidos, ya que toda esta información e instrucciones
en su caso, cuando las empresas cuenten con represen­
tantes de los trabajadores, se facilitará a través de los
mismos, en los términos previstos en el artículo 18.1 de
la LPRL.
Por su parte, los comités de seguridad y salud de las
empresas concurrentes o, en su defecto, los empresarios
que carezcan de dichos comités y los delegados de pre­
vención podrán acordar la realización de reuniones con­
juntas u otras medidas de actuación coordinada, en par­
ticular cuando, por los riesgos existentes en el centro de
trabajo que incidan en la concurrencia de actividades, se
considere necesaria la consulta para analizar la eficacia
de los medios de coordinación establecidos por las em­
presas concurrentes o para proceder a su actualización.
Es decir, estas reuniones de los comités o delegados
de prevención en su defecto, es uno de los medios de
coordinación posibles a adoptar de acuerdo con el artícu­
lo 11 del mismo reglamento y ya expuestos en el apartado
“medios de coordinación”.
3.TRABAJADORES AUTÓNOMOS Y LA
COORDINACIÓN DE ACTIVIDADES
EMPRESARIALES
El artículo 3.1 de la LPRL al delimitar su ámbito de apli­
cación, regula textualmente: “… Ello sin perjuicio de los
derechos y obligaciones que puedan derivarse para los
trabajadores autónomos”. Por tanto, los trabajadores au­
tónomos no se encuentran dentro de su ámbito de aplica­
ción de forma genérica, pero si que se les reconoce que
pueden tener ciertos derechos y obligaciones en materia
de seguridad y salud. Este es el caso del de las obliga­
ciones en la coordinación de actividades empresariales,
tal y como se establece en el artículo 24 de la LPRL y se
desarrolla en el RD 171/2004. Según estas normas, la
obligación de la coordinación de las actividades resulta
de aplicación también a los trabajadores autónomos, de
la misma forma que a las empresas cuyos trabajadores
desarrollen actividades en un mismo centro de trabajo.
En referencia a esta obligación, a nivel normativo debe
destacarse los siguientes preceptos:
• Artículo 24.5 de la LPRL: “Los deberes de coopera­
ción y de información e instrucción recogidos en los
apartados 1 y 2 serán de aplicación respecto de los
trabajadores autónomos que desarrollen actividades
en dichos centros de trabajo”.
• Artículo 4.2 del RD 171/2004, sobre las obligaciones
de las empresas en caso de concurrencia: “El deber
de cooperación será de aplicación a todas las em­
presas y trabajadores autónomos concurrentes en
el centro de trabajo, existan o no relaciones jurídicas
entre ellos”.
• Artículo 9.4 del RD 171/2004 sobre las obligaciones
de las empresarios en caso de concurrencia cuando
exista un empresario principal: “Las medidas a que se
refieren los apartados anteriores serán de aplicación
a todas las empresas y trabajadores autónomos que
desarrollen actividades en el centro de trabajo, existan
o no relaciones jurídicas entre el empresario titular y
ellos”. (Estas medidas se basan en tener en cuenta la
5
Notas Técnicas de Prevención
información recibida y cumplir con las instrucciones
facilitadas por el empresario titular).
• Artículo 12.1.d del RD 1627/1997 sobre las obligacio­
nes de los trabajadores autónomos en las obras de
construcción: “Ajustar su actuación en la obra con­
forme a los deberes de coordinación de actividades
empresariales establecidos en el artículo 24 de la
LPRL, participando en particular en cualquier medida
de actuación coordinada que se hubiera establecido”.
• Artículo 8.3 de la Ley 20/2007 sobre la prevención
de riesgos laborales en los trabajadores autónomos:
“Cuando en un mismo centro de trabajo desarrollen
actividades trabajadores autónomos y trabajadores
de otra u otras empresas, así como cuando los trabaja­
dores autónomos ejecuten su actividad profesional en
los locales o centros de trabajo de las empresas para
las que presten servicios, serán de aplicación para
todos ellos los deberes de cooperación, información e
instrucción previstos en los apartados 1 y 2 del arículo
24 de la LPRL”:
Se entiende por trabajador autónomo de acuerdo con el
artículo 1 de la Ley 20/2007, toda aquella persona física
que realice de forma habitual, personal, directa, por cuen­
ta propia y fuera del ámbito de dirección y organización
de otra persona, una actividad económica o profesional
a título lucrativo, dé o no, ocupación a trabajadores por
cuenta ajena. Se incluyen también en esta definición a
sus familiares que no tengan la condición de trabajadores
por cuenta ajena, conforme a lo establecido en el artículo
1.3.e del RDL 1/1995.
En el ámbito concreto del sector de la construcción, el
artículo 2.1. j del RD 1627/1997 define al trabajador autó­
nomo como la persona física distinta del contratista y del
subcontratista, que realiza de forma personal y directa
una actividad profesional, sin sujeción a un contrato de
trabajo, y que asume contractualmente ante el promotor,
el contratista o el subcontratista el compromiso de reali­
zar determinadas partes o instalaciones de la obra.
Al considerar a los trabajadores autónomos hay que
diferenciar entre dos situaciones, cuando éstos no tienen
trabajadores por cuenta ajena o cuando ocurre lo con­
trario, en cuyo caso pasan a tener la consideración de
empresarios de acuerdo con la definición del artículo 1.2
del RDL 1/1995 (todas las personas, físicas o jurídicas,
o comunidades de bienes que reciban la prestación de
servicios de trabajadores por cuenta ajena).
Cuando se trate de un trabajador autónomo que
disponga de trabajadores asalariados, se considerará
como una empresa más, a las que alude el artículo 24
de la LPRL y el RD 171/2004; o como un contratista y
subcontratista más, a efectos del RD 1627/1997 o de la
Ley 32/2006, tal y como se especifica en estas mismas
normas. Al considerarse como una empresa y no como
un trabajador autónomo, éstos tendrán todas las obliga­
ciones en materia de seguridad y salud respecto a sus
trabajadores, que establece la LPRL y normativa de de­
sarrollo para cualquier empresario.
Cuando se trate de un trabajador autónomo como tal
(es decir cuando no dispone de trabajadores por cuenta
ajena), que concurre en un centro de trabajo con otras
empresas o trabajadores autónomos, tiene una serie de
obligaciones y derechos en materia de coordinación; debe
comunicar e informar al resto de empresas y trabajadores
autónomos presentes en el centro, de los riesgos que
pueden generar con su actividad en ese centro, de todo
accidente sufrido como consecuencia de los riesgos de
las actividades concurrentes, así como de toda situación
de emergencia que puede afectar a la seguridad y salud
de los trabajadores de otras empresas o trabajadores
autónomos concurrentes. Esta información se efectua­
rá según lo indicado anteriormente en el apartado de la
obligación de información de las empresas concurrentes.
A su vez, debe recibir la correspondiente información del
resto de empresas o trabajadores autónomos concurren­
tes, así como la información e instrucciones facilitadas
por el empresario titular o principal cuando corresponda.
Tras este intercambio de información, deberá cumplir con
sus correspondientes obligaciones, es decir en tener
cuenta la información recibida, adoptar los medios de
coordinación necesarios y cumplir con las instrucciones
facilitadas por el empresario titular o principal en su caso.
Cuando una empresa contrate con trabajadores autó­
nomos la realización de obras o servicios correspondien­
tes a la propia actividad de aquéllas, y que se desarrollen
en sus propios centros de trabajo, el empresario principal
deberá vigilar el cumplimiento de la normativa de preven­
ción de riesgos laborales por estos trabajadores, según
el punto 4 del mismo artículo 8 de la Ley 20/2007, en co­
herencia con el artículo 24.3 de la LPRL que regula esta
misma obligación para cuando se trate de la contratación
o subcontratación de otras empresas.
Al respecto, hay que tener en cuenta que en el artícu­
lo 5.b de la Ley 20/2007 dentro de las obligaciones del
trabajador autónomo, se encuentra la de cumplir con las
obligaciones en materia de seguridad y salud laborales
que la ley o los contratos que tengan suscritos les impon­
gan, así como seguir las normas de carácter colectivo
derivadas del lugar de prestación de servicios. Asimismo,
estos trabajadores ostentan el correlativo derecho a su
integridad física y a una protección adecuada de su se­
guridad y salud en el trabajo, según el artículo 4.3.e de
la misma Ley.
En el caso de que se contrate a un trabajador autóno­
mo que deba operar con maquinaria, equipos, productos,
materias o útiles proporcionados por la empresa para
la que ejecutan su actividad profesional, pero no realice
esa actividad en el centro de trabajo de tal empresa, el
artículo 8.5 de la Ley 20/2007 regula la obligación de la
empresa principal de facilitarle la información necesaria
para que la utilización y manipulación de todos estos me­
dios se produzca sin riesgos para la seguridad y la salud
de los trabajadores, de forma paralela a lo que regula el
artículo 24.4 de la LPRL cuando remite al último párrafo
del artículo 41 de la misma Ley en referencia a las em­
presas contratadas y subcontratadas.
Con la Ley 20/2007 se introduce la figura del autóno­
mo económicamente dependiente (TRADE), que es un
trabajador que como su propio nombre indica, mantiene
una dependencia económica con la empresa que le con­
trata. Ello no debe suponer que se mantenga además una
dependencia organizativa ni que exista una ajenidad, ya
que en este caso pasaría a considerarse un trabajador
por cuenta ajena y no un autónomo. Concretamente, la
Ley 20/2007 los define como aquéllos que realizan una
actividad económica o profesional a título lucrativo y de
forma habitual, personal, directa y predominante para una
persona física o jurídica, denominada cliente, del que de­
penden económicamente por percibir de él, al menos, el
75 % de sus ingresos por rendimientos de trabajo y de
actividades económicas o profesionales. Para ello, debe­
rán reunir simultáneamente las condiciones establecidas
en el artículo 11.2 de la citada Ley.
No existe actualmente una regulación normativa espe­
cífica en seguridad y salud para este tipo de trabajadores,
más allá del artículo 4.3.d del RD 197/2007, de 23 de
febrero, por el que se desarrolla el Estatuto del Trabajo
6
Notas Técnicas de Prevención
Autónomo en materia de contrato del TRADE, que espe­
cifica que en el contenido del contrato se podrá estipular
la manera en que las partes mejorarán la efectividad de la
prevención de riesgos laborales, más allá del derecho de
estos trabajadores a su integridad física y a la protección
adecuada de su seguridad y salud en el trabajo, así como
su formación preventiva de conformidad con en el artículo
8 de la Ley 20/2007.
En cualquier caso, como trabajadores autónomos que
son, de acuerdo con el artículo 2.2.d de la misma, les
resulta de aplicación lo establecido en el citado artículo
8, ya detallado anteriormente.
4. LA COORDINACIÓN DE ACTIVIDADES
EMPRESARIALES EN LAS EMPRESAS
USUARIAS (EU) RESPECTO A LOS
TRABAJADORES CEDIDOS POR
EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL (ETT)
De acuerdo con el artículo 43 del RDL 1/1995, la con­
tratación de trabajadores para cederlos temporalmente
a otra empresa sólo podrá efectuarse a través de ETT
debidamente autorizadas en los términos que legalmen­
te se establezcan. Esta regulación se efectúa mediante
la Ley 14/1994, de 1 de junio, por la que se regulan las
Empresas de Trabajo Temporal, cuyo artículo 1 define a
estas empresas como aquéllas cuya actividad consiste
en poner a disposición de otra EU, con carácter temporal,
trabajadores por ellas contratados.
Esta situación supone ciertas peculiaridades en mate­
ria de seguridad y salud debido a la integración en la EU
del trabajador cedido. Por ello, la coordinación a llevar a
cabo respecto a las tareas realizadas por estos trabajado­
res, no será exactamente igual a la prevista en el artículo
24 de la LPRL y del RD 171/2004 para la concurrencia de
actividades empresariales, ya que la dirección y el control
de su actividad mientras están cedidos, le corresponde
a la EU y no a la ETT.
Estos trabajadores deberán disfrutar del mismo nivel
de protección en materia de seguridad y salud que los
restantes trabajadores de la EU, tal y como ha previsto
la LPRL en su artículo 28 mediante la concreción de una
serie de obligaciones para ambas empresas que se de­
sarrollan en el RD 216/1999. Estas obligaciones se resu­
men en la tabla 3, siguiendo el mismo orden cronológico
previsto en el RD 216/1999.
Cuando con la EU concurran otras empresas, ésta
actuará como empresario concurrente (si la EU se des­
plaza junto con este trabajador cedido a otro centro de
trabajo para prestar sus servicios), ó como empresa titular
o principal según el caso (si es la EU quien contrata o sub­
contrata a otras empresas para realizar obras y servicios
en su centro de trabajo, ya sea de distinta o de su propia
actividad). En base a la condición que ostente la EU de
las tres citadas, deberá cumplir con las correspondientes
obligaciones vistas en otros apartados de esta NTP. Con­
cretamente, respecto a los trabajadores cedidos deberá
garantizar de igual forma que al resto de trabajadores de
su plantilla, tal como se refleja en la tabla 4.
El artículo 5.2 del RD 216/1999, establece que en
los supuestos de coordinación de actividades empresa­
riales a los que se refiere el artículo 24 de la LPRL, se
deberá tener en cuenta la incorporación en cualquiera
de las empresas concurrentes de trabajadores puestos
a disposición por una ETT. Asimismo, el artículo 6.3 de
la misma norma regula que los trabajadores designados
o en su caso, los servicios de prevención de la ETT y
de la EU deberán coordinar sus actividades a fin de
garantizar una protección adecuada de la salud y se­
guridad de los trabajadores puestos a disposición. En
particular, deberán transmitirse cualquier información
relevante para la protección de la salud y la seguridad
de estos trabajadores.
Por tanto, cuando en una EU existen trabajadores cedi­
dos por una ETT, pueden darse dos tipos de actuaciones
de coordinación, una entre los servicios de prevención
de la EU y de la ETT de acuerdo con el artículo 28 LPRL
y artículo 6.3 del RD 216/1999; y otra cuando además la
EU concurra con otras empresas en su propio centro o en
el de un tercero y esta concurrencia afecte al trabajador
cedido. Deberá haber en este caso una coordinación en­
tre la EU y las otras empresas, de acuerdo con el artículo
24 LPRL y el RD 171/2004.
A) OBLIGACIONES PREVIAS AL INICIO DE LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS DEL TRABAJADOR
1. La EU
Realizar Evaluación de Riesgos del puesto a cubrir.
2. La ETT
Asignar el puesto a un
trabajador idóneo.
Facilitar la información prevista en el art. 2 a la ETT.
Facilitar al trabajador la información de
la EU
Cumplir con las obligaciones de formación
y vigilancia de la salud previstas en el art. 3.
Acreditar documentalmente estas obligaciones.
3. La EU
Asegurarse que el traba­
jador cedido está infor­
mado, formado y dispo­
ne de la aptitud médica.
Informar al trabajador de los riesgos del
centro y del puesto, medidas preventivas
y de emergencia, así cualquier otra in­
formación necesaria en materia de segu­
ridad y salud.
Informar a los delegados de prevención, al
servicio de prevención o trabajadores de­
signados de la próxima incorporación del
trabajador cedido.
B) OBLIGACIONES DESDE EL INICIO DE LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS DEL TRABAJADOR
4. La EU
Asegurar al trabajador
cedido el mismo nivel
de protección que al res­
to de trabajadores de la
empresa.
5. La ETT
Realizar la vigilancia de la salud periódica teniendo
en cuenta los resultados de la evaluación de ries­
gos, para garantizar la aptitud médica del trabajador.
Computar a estos tra­
bajadores al organizar
los recursos para de­
sarrollar las actividades
preventivas.
Tabla 3. Obligaciones de la ETT y de la empresa usuaria
En los supuestos del art. 24 LPRL,
tener en cuenta la incorporación en
cualquiera de las empresas concu­
rrentes de trabajadores puestos a
disposición por una ETT.
Informar a la ETT de los
resultados de la eva­
luación de riesgos que
afecten a trabajadores
cedidos.
Notificar a la autoridad laboral los accidentes de los trabaja­
dores cedidos en la EU, así como efectuar la investigación de
las causas conjuntamente con la EU.
7
Notas Técnicas de Prevención
OBLIGACIONES DE LA EU EN MATERIA DE COORDINACIÓN DE ACTIVIDADES EMPRESARIALES RESPECTO
A LOS TRABAJADORES CEDIDOS POR UNA ETT
Informarles
De los riesgos derivados de la
concurrencia
Comunicarles
La información recibida de otras empresas, así como cuando proceda la información e instrucciones recibidas
del empresario titular del centro de trabajo
Contar con estos
trabajadores
En la elección y puesta en marcha de los medios de coordinación
Informarles
De los medios de coordinación establecidos, identificando al coordinador de las actividades preventivas, en
los casos en que se haya designado
De las medidas de prevención
De las medidas de emergencia
Tabla 4. Obligaciones de la EU en materia de coordinación de actividades empresariales respecto a los trabajadores cedidos por
una ETT
5. INCUMPLIMIENTOS Y RESPONSABILIDADES
EN LA COORDINACIÓN DE ACTIVIDADES
EMPRESARIALES
El incumplimiento por los empresarios de sus obligacio­
nes en materia de coordinación de actividades empresa­
riales vistas a lo largo de la presente NTP, dará lugar a
las responsabilidades administrativas, así como, en su
caso, a responsabilidades penales y a las civiles por los
daños y perjuicios que puedan derivarse, tal y como re­
gula el artículo 42.1 de la LPRL para los incumplimientos
de prevención de riesgos laborales en general, por parte
de cualquier empresario que disponga de trabajadores
por cuenta ajena, a los que deberá garantizar su segu­
ridad y salud.
Las infracciones administrativas en materia de coor­
dinación de actividades empresariales vienen tipificadas
como graves o muy graves, en los artículos 12 y 13 del
Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el
que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Infrac­
ciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS), respec­
tivamente, tal y como se muestran en la tabla 5.
En cambio, cuando se comentan estas mismas infrac­
ciones pero se trate de actividades reglamentariamente
consideradas como peligrosas o con riesgos especiales,
las infracciones pasan a calificarse como MUY GRAVES,
según los puntos 7 y 8.a del artículo 13 de la LISOS. Se
consideran actividades que pueden suponer la comisión
de una infracción muy grave, de acuerdo con la DA 12
del RD 39/1997, las incluidas en el Anexo I del mismo RD,
siempre que en su realización concurra con alguna de las
siguientes situaciones:
a. Una especial dificultad para controlar las interacciones
de las diferentes actividades desarrolladas en el cen­
tro de trabajo que puedan generar riesgos calificados
como graves o muy graves.
b. Una especial dificultad para evitar que se desarrollen
en el centro de trabajo, sucesiva o simultáneamente,
actividades incompatibles entre sí desde la perspecti­
va de la seguridad y la salud de los trabajadores.
c. Una especial complejidad para la coordinación de las
actividades preventivas como consecuencia del núme­
ro de empresas y trabajadores concurrentes, del tipo
de actividades desarrolladas y de las características
del centro de trabajo.
Además de estas responsabilidades exigibles a cada
empresa concurrente individualmente según proceda,
cuando se contrata o subcontrata la propia actividad, el
artículo 42.3 del RDL 5/2000 establece para la empresa
principal, una responsabilidad solidaria del cumplimiento
de las obligaciones en materia de prevención por parte
de las empresas contratadas o subcontratadas, siempre
que:
• Exista una contrata o subcontrata de obras o servicios
que se corresponda con los de su propia actividad.
• La infracción se produzca durante el periodo de con­
trata o subcontrata y en su centro de trabajo.
• Este mismo artículo considera que los pactos que se
establezcan entre empresas con objeto de eludir, en
fraude de ley, estas responsabilidades son nulos y no
producirán efecto alguno. La LISOS prevé a su vez,
una infracción muy grave cuando se suscriban este
tipo de pactos.
La responsabilidad solidaria también puede proceder en
el pago del recargo de las prestaciones económicas del
sistema de la Seguridad Social derivadas de un accidente
de trabajo o una enfermedad profesional de un trabajador
por cuenta ajena (de un 30 a un 50% según la gravedad
de la falta), siempre que se determine que las lesiones se
han producido por falta de medidas de seguridad y salud,
según lo previsto en el artículo 123 del Real Decreto Le­
gislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el
INFRACCIONES GRAVES
art. 12.13
LISOS
Para todos los empresarios y los trabajadores por
cuenta propia que desarrollen actividades en un
mismo centro de trabajo o los empresarios a que
se refiere el art. 24.4 de la LPRL
No adoptar las medidas de cooperación y coordinación necesa­
rias para la protección y prevención de riesgos laborales
art. 12.14
LISOS
Para el empresario titular del centro de trabajo
No adoptar las medidas necesarias para garantizar que aquellos
otros que desarrollen actividades en el mismo reciban la informa­
ción y las instrucciones adecuadas sobre los riesgos existentes y
las medidas de protección, prevención y emergencia, en la forma
y con el contenido establecidos en la normativa de prevención
de riesgos laborales
Tabla 5. Infracciones graves en materia de coordinación de actividades empresariales
8
Notas Técnicas de Prevención
Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social,
y siempre que el empresario que responde solidariamen­
te se considere empresario “infractor”.
Es decir, en la responsabilidad del pago de este re­
cargo puede determinarse, que además de ser sujeto
infractor y por tanto responsable el empresario vinculado
contractualmente con el trabajador accidentado que ha
incumplido la normativa en prevención de riesgos (como
puede ser el empresario de un trabajador de una subcon­
trata), lo sean también aquellos otros empresarios que hu­
bieran incumplido alguna de las obligaciones preventivas
que les correspondían (como pueden ser las relativas a
la coordinación de actividades empresariales por parte
del empresario titular o principal), siempre que su incum­
plimiento sea la causa del daño producido al trabajador
accidentado. En estas situaciones estos empresarios pa­
san a ser sujetos infractores y responden solidariamente
de dicho pago.
En el caso concreto de las relaciones de trabajo me­
diante una ETT, el responsable directo del pago del re­
cargo es la empresa usuaria, según prevé el artículo 43.3
de la LISOS, sin perjuicio de la posible responsabilidad
solidaria de la ETT, por los incumplimientos de las obliga­
ciones que le corresponden como tal, siempre que éstos
hubieran ocasionado el accidente.
6. PROCEDIMIENTO DE GESTIÓN DE
LA COORDINACIÓN DE ACTIVIDADES
EMPRESARIALES
El artículo 16 de la LPRL hace referencia a la obligación
de que todas las empresas dispongan de un plan de pre­
vención de riesgos laborales que contenga la estructura
organizativa, las responsabilidades, las funciones, las
prácticas, los procedimientos, los procesos y los recur­
sos necesarios para realizar la acción de prevención de
riesgos en la empresa, en los términos que reglamen­
tariamente se establezcan. El art. 2.2 del RD 39/1997
al desarrollar el contenido del plan, hace alusión en su
apartado C, a los procedimientos organizativos existentes
en la empresa, en relación con la prevención de riesgos
laborales. Dentro de estos procedimientos, puede situar­
se el de coordinación de actividades empresariales.
La elaboración de un procedimiento sobre la coor­
dinación de actividades preventivas por parte de cada
empresa, ayuda a planificar cuidadosamente esta coor­
dinación, evitando fallos frecuentes debidos a una escasa
comunicación, así como las improvisaciones y los errores.
Además, este procedimiento permite agilizar y asegurar
el conocimiento y cumplimiento de todas las actuaciones
que se deben llevar a cabo de acuerdo con el art. 24 de
la LPRL, así como con el RD 171/2004, y en definitiva
garantizar las medidas de prevención necesarias para
todos trabajadores de cualquier centro de trabajo, en el
que existan posibles interacciones e incompatibilidades
de las actividades por parte de diversas empresas o tra­
bajadores autónomos concurrentes, siempre que puedan
generar riesgos para la seguridad y salud de cualquier
trabajador que se encuentre presente.
Para realizar un procedimiento de este tipo, cada em­
presa deberá plasmar por escrito la secuencia de las ac­
ciones y trámites a seguir para coordinar las actividades
empresariales en su centro de trabajo. Para ello, deberá
tener en cuenta tanto sus características y particulari­
dades propias, como el sector, actividades del centro,
tamaño, organización de la prevención, sistema de ges­
tión de prevención, etc. de forma que redacte su propio
procedimiento específico en materia de coordinación que
le resulte útil, en función de si actúa como empresa con­
currente, empresario titular o principal.
En el procedimiento se podrá seguir el esquema ha­
bitual con los mismos apartados contenidos en cual­
quier otro procedimiento de gestión de la prevención
de riesgos laborales o de otros sistemas de gestión,
como calidad y medioambiente, que disponga la em­
presa. Estos procedimientos suelen contener apartados
como; objetivo, alcance, desarrollo, responsables, do­
cumentación, etc.
Es importante definir los registros correspondientes a
rellenar en cada caso, previamente diseñados por la em­
presa, establecer la ubicación, archivo y control de toda la
documentación derivada de la gestión de la coordinación,
así como la forma de implantación y divulgación del pro­
cedimiento para garantizar el conocimiento y efectividad
del mismo por parte de todos los sujetos afectados.
A la hora de redactar el procedimiento es convenien­
te que la empresa tenga en cuenta las siguientes reco­
mendaciones, con el fin de mejorar la organización de la
coordinación interempresarial:
• Debe exigirse que la información de los riesgos sea
lo más concreta posible, es decir las empresas no
pueden limitarse a entregar una fotocopia de parte de
la evaluación inicial de riesgos que ya disponen por
puesto de trabajo, si no que debe informarse sólo de
los riesgos y medidas de las actividades a realizar en
el centro que puedan afectar a las otras empresas, par­
ticularmente los que puedan verse agravados o modifi­
cados por circunstancias derivadas de la concurrencia
de actividades.
• Debe preverse que las empresas actualizarán la infor­
mación sobre los riesgos que aporta cada empresa a
la situación de concurrencia, cuando existan cambios
en los procedimientos de trabajo, uso de equipos o ma­
teriales u otras circunstancias y que sean relevantes
para la coordinación.
• Debe garantizarse que cada empresa informa a sus
respectivos trabajadores de los nuevos riesgos ge­
nerados con la concurrencia y medidas preventivas
correspondientes, así como de las actuaciones en
caso de emergencia, tras haber tenido en cuenta en
su evaluación y planificación, toda la información reci­
bida sobre los riesgos generados por otras empresas
concurrentes.
• Es recomendable efectuar siempre el intercambio de
información, instrucciones y documentación dejando
constancia por escrito, incluso cuando se informe so­
bre riesgos que no sean graves o muy graves.
• Es conveniente registrar por escrito no sólo el nombre
del encargado de coordinación cuando exista, sino
también otra información como el cargo y puesto de
trabajo, horario, formación preventiva que dispone, así
como todas las funciones que se le atribuyen.
• La empresa titular/principal deberá hacer un segui­
miento de las potenciales contratas, estableciendo una
valoración de las mismas basándose en una serie de
requisitos de seguridad y salud exigibles. Esta valo­
ración deberá ser revisada periódicamente teniendo
en cuenta el resultado de los trabajos ya realizados.
Algunos de los requisitos de seguridad y salud a tener
en cuenta serían: existencia de una política preventiva
que debe formar parte del Plan de Prevención de Ries­
gos Laborales en la que se garantice la integración
de la prevención en todos los niveles jerárquicos y en
cada una de las actividades que se realizan, la eva­
luación de riesgos y la correspondiente planificación
9
Notas Técnicas de Prevención
preventiva y una organización acorde a la actividad,
cualificación del personal en prevención de riesgos
laborales, resultados de la siniestralidad laboral, re­
sultados de auditorías de prevención realizadas, etc.
(Algunos de estos documentos se exigirán obligato­
riamente para poder iniciar los trabajos, por parte de
la empresa principal a quien le corresponde la vigi­
lancia del cumplimiento de la normativa preventiva de
las contratas y subcontratas, según el art. 10 del RD
171/2004). Posteriormente, se valorarán las ofertas
recibidas contratando la más adecuada, en términos
técnicos, organizativos y económicos.
• El contrato firmado con las contratas o subcontratas
debe contener una cláusula específica sobre la obliga­
toriedad del contratista a cumplir con lo requerido en
materia de seguridad y salud laboral por las normas
internas de la empresa contratante, cuando éstas con­
creten o maticen la aplicación puntual en la empresa
de las exigencias legales o vayan más allá de tales
exigencias. El contrato debería especificar claramente
la facultad de la empresa principal para su rescisión
en caso de incumplimientos graves o repetidos de las
dichas obligaciones, aunque no debe confundirse con
cualquier otro pacto entre empresas en fraude de ley
para eludir las responsabilidades correspondientes es­
tablecidas en el art. 43.2 de LISOS, cuyo hecho está
tipificado como una infracción muy grave en la misma
norma.
• En algunas empresas resulta muy útil elaborar un
procedimiento con diferentes actuaciones a llevar a
cabo en función del tipo de contratista implicado en
la coordinación. Es decir, se efectúa previamente una
clasificación del contratista en alguna de las 2 o 3 ca­
tegorías que tiene definidas la empresa. Por ejemplo
podrían considerarse de categoría 1 las empresas que
se contratan para realizar actividades que generarán
riesgos importantes y que además permanecerán en
el centro con una frecuencia elevada, como pueden ser
determinadas tareas de mantenimiento o descarga de
determinados productos químicos de uso frecuente…..
etc. Podrían incluirse dentro de otra categoría 2 las ac­
tividades peligrosas con menor frecuencia o activida­
des menos peligrosas pero con una presencia habitual
como la contratación de un servicio de vigilancia o de
limpieza del local. Para cada categoría de contratas o
subcontratas se deben prever la secuencia de actua­
ciones a seguir por parte de ambas empresas con el
fin de garantizar la coordinación de las actividades y el
responsable de las mismas, teniendo en cuenta si se
trata de propia actividad o no, así como los específicos
medios de coordinación elegidos, los documentos o
registros concretos a rellenar, etc. En función del tipo
de empresa y de actividades que suelen contratarse
o subcontratarse en la misma, este puede ser un tipo
de procedimiento muy adecuado y provechoso para
implantar.
Puede obtenerse más información sobre los procedimien­
tos para la gestión de la coordinación, en la publicación
del INSHT, “Gestión de la Prevención de Riesgos Labora­
les en la Pequeña y Mediana Empresa”, 3ª edición, den­
tro del capítulo 9, concretamente en el apartado tercero
sobre coordinación interempresarial, en el que se incluye
además un ejemplo de ficha para llevar a cabo la gestión
preventiva de las contratas.
NORMATIVA
La normativa relacionada es además de la descrita en la NTP 918, la siguiente:
(1) Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de la
Seguridad Social.
(2) Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Infracciones
y Sanciones en el Orden Social (LISOS).
(3) Real Decreto 197/2009, de 23 de febrero, por el que se desarrolla el Estatuto del Trabajo Autónomo.
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