EL EDUCADOR PERSONALIZADO

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SOBRE EL EDUCADOR FÍSICO PERSONALIZADO
Por: Luís Eduardo Ospina
RESUMEN
Se realiza en el artículo una caracterización general sobre el educador físico
personalizado, en aras de enseñar su importancia como elemento primordial de cambio
educativo, esto con impacto en una sociedad que evidencia ruptura profunda con lo
humano. Así, hay señalamiento claro de las capacidades básicas del docente, hasta las
relaciones que le competen dentro y fuera de la institución educativa, destacándose en
ello un estilo optimista y reflexivo que rompe con la visión “tradicional” del maestro
vigilante e informativo, en medio de clases un tanto sudorativas y/o castrenses. Todo se
desarrolla en el marco original de la educación personalizada y con suficiente aplicabilidad
inmediata en el espacio escolar.
PALABRAS CLAVES
Educador físico, educación personalizada, labor docente, relaciones docentes.
ABSTRACT
A general characterization on custom educator, in order to teach its importance as a vital
element of educational change, and with a society that shows deep break with the human
impact is made in article. Thus, there are marking of the basic capabilities of teaching, until
relations incumbent inside and outside the institution, stressing in this reflective and
optimistic style that breaks with the "traditional" view master watchdog and informative. All
everything in the original framework of customized education, and no doubt, with enough
immediate applicability in school space.
KEY WORDS
Educator, customized education, teaching, academic relations.
INTRODUCCION
En un primer momento, referimos a lo que no es educación personalizada, puede
acercarnos a su prioio concepto. Autores como García Hoz (1988a), Rita Ferrini (1991) y
Vélez Escobar (1990), coinciden en afirmar que no se trata de un método, porque en ella
caben todos los métodos y procedimientos razonables que contribuyen a la solución del
problema educativo; tampoco es un conjunto de elementos didácticos, pues en el sistema
personalizante lo importante no es la técnica o el material empleado en el desarrollo de
las clases, sino la aplicación cabal de los principios que respetan la persona.
Ya en su índole, la educación personalizada asume al sujeto en la integración de la
dimensión individual y social, esto es en la armonización de la clausura en sí mismo, y
paralelamente, en la apertura al mundo. Así, y en forma general, la educación
personalizada puede entenderse como un estilo educativo en donde convergen lo social y
1
lo individual del ser humano dentro de un proceso dinámico e interminable de formación
personal.
Actualmente se concibe la educación para el desarrollo humano fundamentada
en procesos de individuación y socialización. Se acepta que estas dos
modalidades son igualmente válidas, se dan simultáneamente y a partir de la
fusión de las dos, se construye la identidad y el mundo personal. Esta
concepción difiere de la concepción que tradicionalmente se tiene sobre
educación individual y educación socializada. (Buitrago y Amaya, 2000, p. 151).
Por lo tanto, lo más característico en el concepto de educación personalizada es el puesto
que asigna al ser humano concebido como persona, basado esto en la filosofía del
personalismo y en una pedagogía abierta y activa donde lo personal tiene la máxima
importancia; en su razón más profunda, la educación personalizada surge de la
consideración del hombre como persona, lo considera como un sujeto activo frente a un
mundo de realidades objetivas, respecto del cual ocupa un plano superior de dignidad
(García Hoz, 1986, p. 38).
En ese contexto, la educación personalizada identifica los aspectos esenciales del ser
personal que se deben tener en cuenta, a saber: los principios de singularidad, autonomía
y apertura, cada uno de los cuales presenta sus peculiares exigencias. Estos principios
tienen un carácter eminentemente integrador que permite dar unidad y armonía a las
múltiples acciones y dimensiones del hecho educativo. Bajo éste punto de vista, se podría
decir que se trata de un enfoque educativo que supera las aparentes o reales
contradicciones y divisiones que se han hecho en la práctica educativa, correlacionando
en forma dinámica los distintos componentes de dicha acción.
Se deduce de lo anterior, que la educación personalizada concibe el proceso educativo
como una ayuda a las personas para que lleguen a ser cada vez más originales, libres,
activas, armónicas, equilibradas, dueñas de sí mismas, aptas para la convivencia pacífica,
capaces de dominar las cosas y mantener su vida trascendente; así, recuerda a los
educadores la imposibilidad de hacer verdadera educación si ésta no se basa en una
filosofía del ser humano que lo considere en su total complejidad.
Por otra parte, la educación personalizada constituye una propuesta educativa que ofrece
un conjunto de fundamentos y principios acerca de los aspectos centrales de la
educación. Se puede decir que es un todo coherente y holístico, porque dichos elementos
cubren de modo general al educando, al educador, los contenidos, la evaluación, etc,
determinando así la dinámica a desarrollarse en cada uno de estos tópicos y su
interrelación1.
Para la disertación que nos ocupa, corresponde ahora realizar intervenciones pertinentes
en torno al tópico del educador, específicamente a la labor del educador físico, allí se
evidencia que la educación personalizada solicita inherentemente un cambio radical en el
concepto de maestro. En ese sentido, y respecto a los principios sobre la persona, el
educador físico personalizado se muestra libre, independiente y original, entregado de
1
Puede el lector ampliar sobre los fundamentos y principios de la educación personalizada en: Ospina (2009)
2
lleno a la interacción en todos los niveles posibles de comunicación y desde la
corporalidad misma como fuente principal de acción.
Más allá, el educador físico personalizado tiene una profunda vida interior que lo preserva
de la superficialidad y de la masificación, esto lo hace persona de pensamiento crítico y
objetivo, con capacidad pedagógica suficiente para llevar a cabo transformaciones
sustanciales en la práctica educativa. Así se consolida un estilo necesariamente reflexivo,
ya que exige del educador una vuelta sobre sí mismo, centrando la atención en lo exterior
del mundo, para fijarla en las propias operaciones de pensamiento.
Ese estilo optimista basado en una visión realista del hombre, distingue al educador físico
de los profesores que trabajan con visiones del ser humano que unas veces lo idolatran y
otras veces lo denigran, unas veces parten de una supuesta bondad natural absoluta del
hombre y otras de una visión pesimista y negativa, sobre todo cuando se han acentuado
tendencias supravalorativas del cuerpo en la educación física centradas en lo deportivo,
anatómico y fisiológico.
Por ende, se observa la relevancia del educador físico personalizado, no solo en lo que
atañe directamente al proceso educativo formal, sino con trascendencia en la sociedad de
hoy, caracterizada por un déficit de personalización, esto con miras a un cambio que urge
redimensionar lo humano a través de la única posibilidad sensata: la educación. “Es
necesario volver a insertar al ser humano en el centro de las cuestiones de alcance
mundial y buscar la solución de los problemas mejorando la calidad y prelación del
hombre por medio de la educación” (Escamez, 1981, p. 12)
CAPACIDADES BÁSICAS
Labor en equipo:
La práctica de la docencia en equipo es uno de los principios fundamentales en la
docencia personalizada, por lo tanto, exige maestros capaces de superar las formas de
trabajo aislado y de interactuar colectivamente con otros actores del proceso educativo.
En ese orden de ideas, y en primera medida, la educación personalizada propone
agrupaciones de maestros en equipos y en departamentos; lo primero surge de la división
del conjunto de estudiantes de una institución escolar en varios grupos, ya sea por
grados, cursos, ciclos o similares; la segunda forma nace de la división del contenido del
trabajo escolar en distintas zonas de actividad o sectores de conocimientos2. Ambos son
espacios de cooperación y corresponsabilidad entre docentes, en los cuales el educador
físico personalizado puede tejer relaciones fructíferas para desarrollar de mejor manera su
labor educativa
En ese orden de ideas, para actuar en equipo, el educador físico personalizado ha de ser
flexible y abierto, condición que le predispone al diálogo, la concertación y la creatividad
para llevar a cabo actividades conjuntas con otros docentes y que resulten del todo
personalizantes en el hecho educativo, esto teniendo en cuenta lo fundamental de la
2
Pueden ubicarse aquí las áreas obligatorias y fundamentales del conocimiento que propone la ley 115 en su
artículo 23.
3
corporalidad en la educación, y en ello, las múltiples integraciones que pueden darse
entre las diferentes áreas para generar y desarrollar procesos didácticos.
Desarrollo de aptitudes:
Trabajando con una visión integral de la persona y de las dimensiones en que actúa, el
educador físico personalizado busca atender por igual el desarrollo de la capacidad de
conocer, de aprender a aprender y a valorar3.
La capacidad de conocer en la educación personalizada supone desbordar el simple
concepto del conocimiento como un acumulado de información susceptible de transmisión
y en poder exclusivo del maestro, esto por una concepción más activa de quien se educa
en un proceso de construcción significativa de la realidad. Así, se llega a inferir que el
desarrollo de la capacidad de conocer está íntimamente ligado al fenómeno de aprender a
aprender.
Buitrago y Amaya (2000) agregan que el más profundo sentido de la personalización
educativa está en hacer del aprendizaje un elemento primordial de búsqueda del sentido
existencial, en una aceptación de responsabilidades cercanas al autogobierno y la
comunicación por parte de quien aprende.
“Aprender a aprender” y “aprender a ser” son lemas de las reformas educativas,
que si se analizan dejan claro una actitud de aprender, no sólo en la escuela y
para la escuela, sino de la vida misma, es el objetivo preciso de toda educación
(Ferrini, 1991, p. 60)4.
En cuanto a los valores afirma Ferrini (1991), que es importante desarrollarlos en el
ámbito escolar porque muestran a la persona definitivamente su experiencia de comunión
social y universal.
Un profesor tiene conciencia clara de que aparte de estimular la adquisición de
conocimientos, tiene que estimular el desarrollo de aptitudes. Cuando el
profesor contribuye eficazmente a este desarrollo aptitudinal ha hecho algo más
que impartir conocimientos (García Hoz, 1988ª, p. 177).
Para llevar a cabo este desarrollo aptitudinal, debe el educador físico personalizado
considerar al estudiante como un ser capaz de alcanzar la perfección5, sin desconocer las
limitaciones y posibilidades propias de la condición humana y del entorno en el cual se
realiza; “El tono vital del estilo docente personalizado se podría llamar de optimismo real,
porque tiene su apoyo en la visión completa de la realidad de la vida humana” (García
Hoz, 1988b, p. 45).
3
Cajamarca (1995) recoge estos mismos aspectos bajo los elementos de ser, educarse y obrar.
Si bien esta es una idea plasmada con anterioridad en la educación personalizada, es interesante ver como ha
cobrado vigencia en el mundo actual como uno de los cuatro pilares de la educación; para verificar lo dicho,
observar Delors (1996)
5
Se observa que esta perfección, ya en Ferrini (1991) o en Millán Puelles (1981), hace referencia al dominio
pleno de sí mismo que tiene el sujeto en la consecución de un orden armónico interior. Más allá, García Hoz
(1993) relaciona directamente la perfección con el proceso educativo, y Altarejos (1983) habla de la felicidad
-perfección- como el fin último de la educación.
4
4
De este modo, se reconoce plenamente que la persona del educando viene a ser el
centro dinámico de su propia formación, pues es una realidad subsistente con un principio
de actividad desplegable en un doble movimiento de exteriorización e interiorización
(Medina, 1989) que le compete de forma inalienable6.
Creatividad:
El educador físico personalizado debe ser creativo, innovador, con capacidad para utilizar
todas las ocasiones de aprendizaje para educar, atento a la persona del alumno en su
totalidad, dispuesto a propiciar oportunidades de aprendizaje y de formación que
acrecienten la individualidad y personalidad del educando.
Teniendo en cuenta que cualquier actividad escolar empieza en el propio
profesor -cuando previamente la concibe y luego la inicia- la necesidad de
formación en la capacidad creativa de los alumnos exige la capacidad y acción
creativa en el profesor, siendo una necesaria característica del estilo docente
personalizado (García Hoz, 1988b, p. 42).
Para Ferrini (1991), esta acción creativa ha causado fuerte controversia y enfrentamiento
con la llamada “escuela tradicional” y, no en pocas ocasiones, ha servido de pretexto para
ridiculizar y minimizar, incluso anular, la labor educativa de los docentes; por ello, en este
principio creativo, el maestro debe ser un luchador incansable para no desfallecer en su
cometido personalizante. “Como puede verse, la función del maestro no será entonces la
de un vigilante de la disciplina y la asistencia, sino la de alguien que abre nuevas
perspectivas, traza nuevos caminos e impulsa e invita a nuevos esfuerzos” (Ocampo,
2005, p. 173).
En la educación física, la creatividad por parte del docente podrá observarse en la
adecuación de espacios físicos, el aprovechamiento de los recursos didácticos existentes
y la creación de otros a partir de variados materiales, la posibilidad de ajustar los
diferentes eventos lúdicos a los fines educativos, la innovación metodológica, etc.
Integrador:
La singularidad como nota esencial de la persona, se aplica también al educador y a su
labor educativa, porque le exige desarrollar la capacidad para reconocer, respetar y
promover la singularidad de cada educando. Para ello, debe ser competente en todos los
procesos que ayudan a dar una atención personal a cada estudiante, como el diagnóstico
de necesidades educativas, el pronóstico y la orientación.
A la vez el maestro puede orientar la construcción del conocimiento atendiendo
a las diferencias individuales. Este no solo ayuda a aprender sino también a ser
consiente al estudiante de la forma cómo construye el conocimiento y de la
formación de su identidad que le permite reconocerse como persona (Buitrago y
Amaya, 2000, p. 151).
6
A la adecuada conjunción entre esta doble perspectiva de actividad interior y exterior, Wojtyla (1982) la
denominó la experiencia del hombre, esto como el enfrentamiento consigo mismo.
5
Sin embargo, la educación personalizada busca que el educador lleve a la práctica el
principio de complementariedad para que integre la atención a lo singular con la
dimensión comunitaria de cada persona, de modo que ayude a los educandos a educarse
para participar en la vida social por medio de los espacios grupales que la misma
educación personalizada propone en sus principios sobre la comunidad educativa.
Más allá, corresponde al educador darle unidad al proceso educativo armonizando las
diversas tareas, acciones, planes y programas con los diferentes campos del desarrollo
personal de los sujetos. Requiere, por tanto, una visión integral de la persona humana, del
conocimiento y de la sociedad para evitar reduccionismos. Debe ser abierto a todas las
relaciones con el mundo objetivo que le rodea, el mundo social y el mundo trascendente.
Luego, en el proceso educativo personalizado, el maestro debe relacionar efectivamente
el aspecto individual del estudiante con lo social que se necesita para un desarrollo en
comunidad7.
Escucha y orientación:
La educación personalizada pretende superar la función meramente explicativa y
transmisora del maestro, por ende, otorga un particular relevancia a la tarea de escuchar
por parte del docente. Desde luego, también el maestro habla, pero su palabra no es solo
para dar lecciones o explicar, sino para motivar, orientar, retroalimentar y preguntar
respetando el silencio necesario en el proceso educativo. Por ende, el mejor maestro no
es el mejor orador, sino aquel que realiza efectivamente las funciones en las cuales no
puede ser sustituido y se abstiene de intervenir sin necesidad.
Como en todas las metodologías de la escuela activa, en la Educación
personalizada se da un desplazamiento del verbalismo del maestro y la
autoridad de éste, para dar paso a una mayor participación del alumno en la
construcción del conocimiento y a una formación más democrática en el
manejo de las situaciones individuales y de grupo, a través del diálogo
(Ocampo, 2005, p. 161-162).
En la educación personalizada se trabaja por el educando, por lo cual el educador físico
personalizado tiene también una función subsidiaria, esto significa que su labor tiene
sentido únicamente en función del estímulo, orientación y control de la actividad del
discente.
La orientación tiene por tarea motivar, mostrando la bondad de lo que se pretende realizar
y desarrollando la confianza en lo que se puede hacer. La orientación escolar tiene dos
campos, el proceso normal de la formación y los problemas especiales como dificultades
de aprendizaje y conductas incorrectas.
En este aspecto, Buitrago y Amaya (2000) atinan al decir que el maestro personalizado
debe procurar la construcción de espacios de reflexión para analizar las conductas
negativas y hacer de las mismas oportunidades de crecimiento personal en las cuales los
7
Estos aspectos de clausura en sí mismo y apertura al mundo, conforman la esencia del personalismo
(Mounier, 2006).
6
estudiantes asumen compromisos de mejoramiento actitudinal. Más allá, en la educación
personalizada se superan los factores punitivos que pueden dar al traste con el desarrollo
de seres auténticos.
Mediador:
El educador es depositario y servidor de una herencia cultural de una generación, posee
unos conocimientos pero su verdadero rol solo se realiza en la medida en que, partiendo
de la situación del discente, lo estimula para que mediante su propio esfuerzo, consolide
saberes y haga del patrimonio cultural algo útil para darle sentido a su propia vida, pero
en realidad llega a ser profesor cuando es capaz de servir para el enriquecimiento cultural
de la generación siguiente.
Lo anterior pone de manifiesto que en la educación personalizada se considera al
profesor como una persona-medio, pues definitivamente, las propuestas pedagógicas y
programáticas tienen sentido en los estudiantes y es al servicio de los mismos que la
actuación docente existe. Resulta entonces que el educador físico personalizado es
necesario pero no imprescindible, porque debe forjar en el alumno la capacidad de ir
directamente, y por si mismo, al encuentro con el objeto de conocimiento que le compete
para su autorrealización y desde lo corporal en todo sentido.
Se entiende entonces, que el educador físico personalizado no es simplemente un
explicador, es rigor, y esto atendiendo los planteamientos de García Hoz (1988ª) una
figura intermedia entre el sujeto capaz de conocer y la verdad que puede ser conocida,
indudablemente, como elemento partícipe de la verdad, mediante la vivencia renovada de
la adquisición de sus propios conocimientos; por lo tanto el maestro tiene por misión
esencial, provocar en cada alumno el encuentro sujeto-objeto propio del acto de conocer.
Todo esto da a entender de manera categórica, que el docente es solamente un agente
secundario y extrínseco del proceso educativo (Forment, 1989); en el mismo contexto, y
evocando a Santo Tomás, Barrio (2000) acierta a decir que el maestro es causa
instrumental coadyuvante, pero no causa principal de la educación. Para el caso de la
educación física, puede decirse que este aspecto se acentúa, pues las dinámicas
corporales evidencian claramente las diferencias individuales en cuanto intereses,
necesidades y posibilidades de los discentes.
Para García Hoz (1993), la mediación del maestro se singulariza de forma continua como
docente y educador, esto en atención directa a los elementos personales del estudiante,
pues indudablemente, todas aquellas personas que interactúan con el educando en el
centro docente8 también realizan el papel de mediadores
Aprendizaje:
En el marco de los principios sobre la educación personalizada, aparece el maestro
propiamente como un aprendiz, idea que puede ser extraordinariamente fecunda, entre
otras cosas, para una aproximación real entre profesor y alumno.
8
Las instituciones educativas son también, y originalmente, centros docentes (García Hoz, 1987).
7
También el educador físico personalizado es un educando, pues está en proceso de
perfeccionamiento como persona y como profesional; en primer lugar, sin dejar de ser y
actuar como docente, aprende de sus estudiantes, de sus situaciones particulares, de la
información que poseen y de su talento. “La diferencia entre educador y educando es una
cuestión de grado respecto a la necesidad y obligación de educarse; el educador sigue
educándose mientras educa a los demás” (Sarramona, 2000, p. 83).
En segunda instancia, el educador físico personalizado se torna aprendiz en la medida en
que debe renovar constantemente todos los aspectos que atañen a su labor educativa,
esto para estar al día con lo que el mundo actual propone y así lograr una mejor
comprensión de los aspectos sociales, por ende, mejorar la calidad de la acción educativa
que le compete. "Si algún profesional tiene necesidad de un continuo reciclaje o
readaptación exigido por los rápidos cambios de la ciencia y la sociedad, quien más
necesidad tiene de tal educación permanente es precisamente aquel que
profesionalmente se dedica a la función educadora"(García Hoz, 1988ª, p. 82).
Por todo lo anotado: “Considerando al maestro en situación independiente, es decir,
aislado de los demás, se la podría asignar la tarea de autocrítica y programación de su
constante perfeccionamiento en el orden profesional”. (García Hoz, 1988ª, p. 87). Se trata
de la manifestación íntima de la disposición natural para llevar a cabo la misión de ser
educador.
RELACIONES
En la comunidad:
Hoy se sabe que la escuela y la sociedad están estrechamente ligadas y que la una
sustenta la existencia de la otra en forma de aportes y condicionamientos. La sociedad
condiciona el desarrollo psicológico y social del niño, presenta objetivos educacionales y
ofrece un campo de actividad más amplio. La escuela por su parte tiene una acción
directa sobre los estudiantes, también tiene una función específica de síntesis cultural y
comprensión de dicha cultura para llevar a cabo transformaciones sobre la misma. Si es
verdad que en la educación personalizada el concepto de escuela se extiende al de
comunidad, entonces no hay duda que la actividad del maestro va más allá de los muros
del centro escolar y no se reduce a la mera transmisión de conocimientos.
De manera que no siendo ajeno a los aspectos mencionados, el educador físico
personalizado debe considerarse como miembro activo de la comunidad en donde se
ubica la institución escolar a la que pertenece, así puede llegar a conocer necesidades,
intereses y valores de dicha comunidad, y con base en esto, gestar soluciones a múltiples
problemas desde el área de la educación física, no sólo al interior de la institución
educativa, sino fuera de ella.
Teniendo en cuenta la necesaria interacción entre la escuela y la sociedad, la
participación del maestro en la vida social de la comunidad es fundamental, pues al
facilitar la comunicación entre los dos estamentos, puede hablarse de una mejor calidad
de la educación. De acuerdo con esto, las principales características del educador físico
personalizado, en lo que se refiere al ámbito comunal, se enmarcan dentro de la apertura,
la integración, la disponibilidad para convivir y la facilidad para el diálogo.
8
Tal vez la mayor importancia que pueda tener la funcionalidad del educador en el ámbito
comunal, es la interacción que lo vincula con la familia del educando, ya que esto le ayuda
a tener más sensibilidad sobre los problemas del alumno, y por consiguiente, su
comprensión y ayuda en todo lo que concierne a formación personal del mismo, lo cual
incide en una mejora del proceso educativo.
Puede hablarse de una educación más humana cuando el educador respeta el rol
formativo de la familia y la condición de los padres como primeros y principales
responsables de la educación de sus hijos. En esta tarea, el educador y la escuela
cumplen una función de interacción mutua, es decir, de complementación y apoyo en
aquello que los padres no están en capacidad de brindar. Para realizar esta
complementariedad el educador mantiene una relación personalizada con la familia.
En la institución escolar:
Ya hemos afirmado que el educador físico personalizado ha de tener capacidad para
relacionarse adecuadamente con los demás miembros del centro educativo. En este
ámbito, la funcionalidad del educador se da en dos frentes básicos: dentro del conjunto
docente y en relación con el alumno.
Respecto al trabajo docente por departamentos y en equipos, las funciones del educador
físico personalizado, dentro del conjunto de maestros, pueden ser: relación armónica con
sus colegas, participación en el gobierno escolar, participación en el planeamiento y
programación, revisión crítica y evaluación del trabajo escolar y participación en estudios
y toma de decisiones en todo lo que atañe a la escolaridad (García Hoz, 1988a).
En la relación con los educandos, el educador físico personalizado debe buscar
programar con ellos las actividades académicas conociendo sus necesidades, intereses,
dificultades y aptitudes para ajustar la labor de enseñanza, motivando, informando y
aportando la información necesaria sobre las formas de trabajo, brindando ayuda
individual, haciendo control del rendimiento y seguimiento con profundización o
recuperación según sea el caso; así, las actitudes y funciones del educador cobran mayor
relevancia, puesto que mediante dicha relación, se hace palpable de manera efectiva el
perfil no tradicional y repeticionista del maestro.
Todo aprendizaje requiere de voluntad y de un ambiente adecuado, razón suficiente para
que todas las actitudes del educador físico personalizado se encaucen hacia la empatía y
el respeto con el alumno. En este sentido, la educación se consolida como un acto de
amor en donde cada quien es cada cual a través de la convivencia con el otro (Maturana,
2000); así el maestro deja de ser un simple profesor y se cerca al educando, en ello
puede establecerse una relación de amistad y compañerismo basada en el estímulo y
disponible para consultas en los momentos de desanimo, dificultad o cansancio (Vélez
Escobar 1990).
El educador físico personalizado debe ser optimista y tener capacidad de escucha, de
apertura, de diálogo, de convivencia, de fe en el alumno, de conocimiento del mismo y de
establecer relaciones interpersonales en las que el este sea reconocido y tratado como
persona.
9
Los espacios educativos son sitios de encuentro en donde maestro y alumno
construyen su bienestar en una relación dialógica de aceptación incondicional y
afectividad, en donde sin miedos ni temores el estudiante logra motivarse y
decide aprender a ser, a hacer, a prender y a convivir ((Buitrago y Amaya, 2000,
p. 153).
En lo personal:
La Educación personalizada no pide que toda la actividad del maestro sea contacto
directo con los alumnos o con la comunidad, por el contrario, le pide distanciarse para
realizar las actividades propias de competencia docente como son la programación, el
control y la evaluación, de manera que adquiera más calidad humana y eficacia educativa
en contacto con el educando.
Lo anterior indica que el proceso educativo también afecta al maestro en su propio
devenir, pues al ser de condición inconclusa pero con la capacidad de perfeccionarse, y al
hallar la felicidad en el ejercicio de su vocación, el educador físico personalizado se educa
educando. En relación consigo mismo, el maestro tiene la tarea de autocrítica,
autoevaluación y programación de su constante perfeccionamiento.
Ningún profesional puede afrontar todos los problemas propios de la profesión
solamente mediante la preparación adquirida en la formación inicial. Por otra
parte, la dinámica de los cambios sociales, científicos y técnicos convierte al
cabo de unos años en obsoleta toda preparación, por compleja que ésta sea.
La profundización y la actualización permanentes se presentan, pues, como
un requisito imprescindible de toda profesión (Sarramona, 2000, p. 88).
CONCLUSIONES
En Gonzáles (2004), encontramos que los fenómenos de precisión, eficacia y
competitividad, han señalado un derrotero despersonalizante para la sociedad de hoy, en
donde se manifiestan, entre otras cosas, la perdida de la identidad por el código, y la
primacía de los hechos sobre las ideas9.
De este modo se plantea una necesaria y urgente transformación en términos de
humanización efectiva; se trata de un llamado al protagonismo del hombre en todos y
cada uno de los aspectos que conllevan a un desarrollo social más justo. Sin lugar a
dudas, y teniendo en cuenta que no hay cambio social que no pase por lo educativo, se
consolida la educación como el bastión principal del cambio solicitado.
En ese sentido, el educador físico cobra toda su relevancia, ya que tampoco hay cambio
educativo que no venga de la participación activa del docente. Y teniendo en cuenta que
la educación personalizada es cabal en la redimensión humana, el educador
personalizado suena vital en toda esta orquestación por superar lo deshumanizante del
mundo globalizado.
9
Es interesante observar cómo hay evidente correlación acerca de de la sociedad y la despersonalización,
entre los argumentos de Gonzáles (2004) y Moreno Villa (1995), todo en disertaciones filosóficas.
10
Así, se precisa para el educador físico personalizado, una serie de características que lo
identifican y le confieren un actuar de calidad en los propósitos educativos de
transformación, esto desde las capacidades básicas, hasta las relaciones puntuales en
todos los ámbitos de desarrollo.
El primer aspecto agrupa los haberes fundamentales para el ejercicio idóneo de la
profesión docente como son: la labor en equipo; el desarrollo de aptitudes en los
estudiantes; la facilidad para integrar los elementos individuales y sociales del proceso
educativo; la solución creativa de problemas pedagógicos; la disposición a la escucha
total para con el estudiante, al igual que la función orientadora del trabajo discente; el
papel de persona-medio entre las posibilidades de conocimiento y el objeto que puede ser
conocido; finalmente, el carácter de aprendiz que le permite desligarse del autoritarismo, y
ala vez fomenta el papel de actualización, investigación y autocrítica de la labor docente.
En cuanto a las relaciones puntuales, estas se desarrollan en niveles de complejidad que
van desde lo personal propiamente dicho, hasta lo comunal fuera de la institución
educativa; en lo último se destaca la relación con la familia del educando. Ya dentro de lo
institucional, encontramos el trabajo cooperativo con docentes y administrativos, al igual
que el encuentro directo con los educandos.
En términos generales, la educación personalizada confiere un estilo singular al educador
físico personalizado, basado en el optimismo y la confianza, que le capacita para llevar a
cabo su labor docente en un encuentro vocacional que se hace irrenunciable; en dicha
acción se entrega de lleno a lo educativo a través del ineludible servicio al estudiante,
quien a final de cuentas, es objeto y sujeto de la formación personal. “Fundamentalmente,
la educación personalizada es un espíritu pedagógico que aprovecha unos instrumentos
determinados y que tiende al desarrollo de la persona que es cada alumno, para que
llegue a ser más él mismo” (Vélez, 1990, p. 115).
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